Boletín Oficial de las Cortes de Aragón

La población de osos pardos (Ursus arctos) en la cadena pirenaica está constituida en la actualidad por unos 45 ejemplares que se distribuyen mayoritariamente en el Valle de Arán y los valles franceses del Pirineo Central. Dos de estos ejemplares (machos) constituyen un núcleo relativamente aislado que ocupa el pirineo más occidental con territorios distribuidos entre Francia, Navarra y Aragón.

La presencia de oso pardo en Aragón queda limitada a la presencia estable de un único ejemplar (hembra; conocida como Sarousse) que desarrolla su actividad en la Alta Ribagorza, básicamente en los TTMM de Beranuy, Bisaurri, Espés, Laspaúles, Campo, Seira y Valle de Bardají.

Esta presencia estable se acompaña, de manera muy ocasional, con incursiones aisladas y esporádicas de otros ejemplares tanto en la parte occidental del Pirineo como en la propia Alta Ribagorza:

— En el Pirineo Occidental (TTMM de Ansó y Hecho), las incursiones proceden de los dos ejemplares que, en este núcleo, recorren territorios compartidos entre de Francia, Navarra y Aragón. En esta zona del Pirineo aragonés no se ha constatado la presencia de ejemplares de oso desde el año 2016 (un solo indicio de presencia)

— En la Alta Ribagorza se producen incursiones ocasionales de ejemplares procedentes tanto del Valle de Arán como de Francia. Estas incursiones se han hecho más frecuentes en los últimos años a medida que la población osera ha ido creciendo, aunque, al menos hasta el momento, se ha tratado generalmente de ejemplares aislados (probablemente machos) con estancias muy cortas en territorio aragonés, que, en buena parte de los casos no han estado asociadas a daños en la cabaña ganadera. En una sola ocasión (2015) se ha podido comprobar la presencia una osa acompañada de su cría, igualmente con una estancia muy breve en Aragón y muy cerca de la frontera con el Valle de Arán y Francia, si bien hay algún que otro testimonio muy dudoso de otros avistamientos similares (en torno a 2-3 en los últimos 10 años).

La información sobre la presencia de osos en Aragón se obtiene básicamente por el trabajo de las dos brigadas de vigilantes que mantiene el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, adiestrados en el seguimiento de esta y otras especies, y que entre sus labores habituales tienen la de investigar y comprobar los indicios y comunicaciones sobre presencia de oso, instalar y revisar cámaras de fototrampeo como método de seguimiento, y asistir y apoyar al trabajo de los ganaderos en los supuestos de ataque a los rebaños.

Como consecuencia de la presencia ejemplares de oso en Aragón, los daños provocados sobre rebaños en los últimos años aparecen recogidos en la siguiente tabla:

De acuerdo con esta información, durante el presente año, y hasta el momento de redacción del presente informe, la actividad de los ejemplares de oso en el Pirineo aragonés, y con ello su incidencia sobre la ganadería, no ha diferido sustancialmente de la actividad de años precedentes. En concreto, el avistamiento «a plena luz del día» de un ejemplar a finales del pasado mes de junio en Castanesa, resulta comparable a avistamientos de otros ejemplares de oso en años precedentes (alguno de ellos incluso filmado por turistas o visitantes). Como en otros casos anteriores, tras el avistamiento del oso en Castanesa, el ejemplar observado ha desaparecido del entorno cercano y es altamente probable que haya regresado a su lugar de origen en el Valle de Arán o Francia. Tras varios días de rastreo intenso de la zona cercana al punto donde se produjo avistamiento por el pastor, no han vuelto a localizarse indicios de presencia del animal.

2. Sobre las medidas adoptadas por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad:

Desde mediados de los años 90 del pasado siglo, el Gobierno de Aragón mantiene entre sus líneas de actuación «consolidadas» la dotación de una «patrulla oso», inicialmente compuesta por 3 miembros, y que en la actualidad está conformada por 5, que reparten su actividad entre las dos zonas con presencia posible de oso en Aragón: los Valles Occidentales y la Alta Ribagorza. La patrulla oso se gestiona a través de un encargo a la empresa pública SARGA que para 2018 supone una inversión de 105.970 euros, y está compuesta personal con un gran conocimiento del territorio y con formación en el rastreo de indicios de presencia y huellas de especies silvestres, entre las que se encuentra el oso pardo.

Dentro del encargo a la empresa pública, los cometidos de los vigilantes del oso incluyen la prospección, el seguimiento y el censo y muestreo de diversas especies de la fauna silvestre, y muy especialmente los trabajos de seguimiento de los indicios de presencia de ejemplares de oso pardo y otros carnívoros. Este seguimiento se realiza tanto a través de métodos convencionales (rastreo) como mediante el empleo de cámaras de fototrampeo. Este método es el que ha permitido, por ejemplo, la detección de la presencia de un ejemplar de lobo en la Alta Ribagorza, y el que todos los años facilita información acerca de la actividad del único ejemplar de oso con presencia estable en Aragón (la osa Sarousse).

Cuando puede detectarse, la identificación de actividad de algún ejemplar de oso en la cercanía de puertos de uso ganadero permite a los vigilantes la comunicación previa a los ganaderos que potencialmente pueden verse afectados para que extremen las medidas de protección. Del mismo modo, cuando se produce un ataque sobre algún rebaño, la labor de los vigilantes en apoyo del ganadero resulta importante para reagrupar los rebaños y proceder a la evaluación final de los daños sufridos, y con ello a la tramitación del oportuno expediente de daños para su compensación (en aplicación de la Orden de 31 de marzo de 2003, del Departamento de Medio Ambiente, por la que se establecen medidas para la protección y conservación de las especies de fauna silvestre en peligro de extinción).

Con independencia de la actividad de la patrulla oso como apoyo a la ganadería extensiva en zonas de presencia de oso pardo, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha elaborado una línea de ayudas dirigidas a apoyar la adaptación de la ganadería extensiva a los retos ambientales y a los desafíos socioterritoriales y, más concretamente, a paliar los sobrecostes que pueden producirse sobre las explotaciones de ganadería ovina extensiva derivados de las situaciones de riesgo provocadas por la presencia de ejemplares de oso o de lobo, y ayudar en la adopción de medidas de autoprotección como vallados electrificados o perros de guarda (mastines). Las Bases Reguladoras de estas ayudas han sido remitidas para su publicación en el BOA, lo que se hará efectivo en los próximos días, tras lo cual será publicada la preceptiva orden de convocatoria para 2018. Estas ayudas se resolverán de acuerdo con el régimen de concurrencia competitiva simplificada, previsto en la Ley 5/2015, de 25 de marzo, de Subvenciones de Aragón, y están dotadas inicialmente con un presupuesto de 500.000 euros para la convocatoria del presente año.

3. Sobre la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de acción o iniciativa en aras de proteger el ganado y a los ganaderos de este tipo de depredadores:

De acuerdo con la expresado en el primer punto, la actividad de los ejemplares de oso pardo que visitan Aragón no está difiriendo significativamente de la que esta población ha mantenido en los años pasados, en consecuencia, no parecería necesario establecer medidas extraordinarias ni de carácter urgente diferentes a las adoptadas en años anteriores y que se basan en el trabajo preventivo basado en la actividad de rastreo de la patrulla de vigilantes oso.

No obstante lo anterior, el nuevo escenario que supone el progresivo crecimiento de la población de osos pardos que habita el Pirineo, y la ya confirmada llegada paulatina de ejemplares de lobo como consecuencia del crecimiento de las poblaciones de esta especie y de su dispersión natural hacia el área pirenaica, hace necesario que se refuercen las acciones de apoyo a la ganadería extensiva, y especialmente su adaptación a estas nuevas situaciones. Así mismo, se está trabajando en reforzar los protocolos de información y coordinación con las CCAA y regiones francesas que tienen población de osos, debido a los planes de reintroducción desarrolladas por éstas, así como con el ministerio, para poder contar con la información conveniente en tiempo y forma que nos permita alertar a ganaderos y población, así como establecer las actuaciones preventivas necesarias en cada situación.

En este sentido, parece necesaria la potenciación a futuro de ayudas a actividades dirigidas en este sentido como la que se pone en marcha desde el Departamento a través de la Orden de ayudas mencionada en el punto anterior, y otras que puedan estudiarse en un futuro en colaboración con el propio Sector.

Zaragoza, 27 de julio de 2018.