PRESIDENCIA DE LAS CORTES DE ARAGON
La Mesa de las Cortes, en sesión celebrada el día 15 de enero de 1999, ha admitido a trámite la Proposición no de Ley núm. 1/99, presentada por el G.P. Izquierda Unida de Aragón, sobre la posible utilización de la base aérea de Zaragoza para ataques a Irak, y ha acordado su tramitación ante la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos, en virtud de la voluntad manifestada por el Grupo Parlamentario proponente.
De conformidad con lo establecido en el artículo 201.3 del Reglamento de la Cámara, las señoras y señores Diputados y los Grupos Parlamentarios podrán presentar enmiendas a esta Proposición no de Ley hasta veinticuatro horas antes de la hora fijada para el comienzo de la sesión en que haya de debatirse.
Se ordena su publicación en el Boletín Oficial de las Cortes de Aragón, de conformidad con lo establecido en el artículo 201.1 del Reglamento de la Cámara.
Zaragoza, 15 de enero de 1999.
El Presidente de las Cortes
EMILIO EIROA GARCIA
A LA MESA DE LAS CORTES DE ARAGON:
D. José Francisco Mendi Forniés, Portavoz Suplente del Grupo Parlamentario Izquierda Unida de Aragón, de conformidad con lo establecido en los artículos 200 y siguientes del Reglamento de las Cortes de Aragón, presenta la siguiente Proposición no de Ley sobre la posible utilización de la base aérea de Zaragoza para ataques a Irak, solicitando su tramitación ante la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos de las Cortes de Aragón.
EXPOSICION DE MOTIVOS
El último ataque a Irak por parte de los Estados Unidos de Norteamérica ha sido valorado mayoritariamente como una acción unilateral llevada a cabo sin autorización expresa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unida («Un día triste para las Naciones Unidas y para el mundo», según su Secretario General, Kofi Annan), y sin tener detrás un supuesto consenso internacional como en 1991. El Gobierno español consideraba, hasta unas horas antes de este ataque, que cualquier acción militar contra Irak debería contar con la cobertura legal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y que antes de emprenderla habría que agotar todas las vías diplomáticas.
Irak es hoy un país destrozado que no se ha recuperado todavía de la guerra de 1991, ni de la anterior contra Irán, ni de las sanciones económicas internacionales impuestas. Este último ataque militar resulta, además, totalmente desproporcionado al objetivo que pretendía: destruir la capacidad de Irak para fabricar armas bacteriológicas y químicas (lo nuclear parece bastante controlado, como indica un informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica) requiere inspecciones sobre el terreno, no ataques con misiles «inteligentes».
Durante la llamada «crisis de los inspectores», en noviembre pasado, el Gobierno español accedió a la petición de Estados Unidos para que sus tropas en tránsito hacia Irak hiciesen escala en las bases españolas. La autorización, que tiene una vigencia de tres meses, requiere una mera notificación para que las tropas norteamericanas las puedan utilizar en cualquier momento.
Un listado facilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre las operaciones autorizadas a Estados Unidos para el empleo de las bases españolas en operaciones fuera de zona (al margen de la defensa mutua y multilateral en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) revela que las bases han sido utilizadas en todas las crisis con Irak.
PROPOSICION NO DE LEY
1.º Las Cortes de Aragón condenan el reciente ataque a Irak porque ha sido una iniciativa militar de los EE.UU. que no ha contado con el respaldo explícito del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni de la mayoría de la comunidad internacional, así como el hecho de que este ataque haya contado con el apoyo logístico de las bases españolas.
2.º Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a que se dirija al Gobierno central para que desautorice la utilización de las bases españolas, y, especialmente, la base aérea de Zaragoza, por las fuerzas armadas de cualquier país en aquellas acciones militares internacionales que no cuenten con el respaldo explícito del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional.
Zaragoza, 28 de diciembre de 1998.
El Portavoz suplente
JOSE FRANCISCO MENDI FORNIES