La gestión de las situaciones de sequía o de escasez hídrica se realiza de acuerdo con los planes especiales de sequía, cuya revisión fue aprobada por el Ministerio para la Transición Ecológica mediante Orden TEC/1399/2018, de 28 de noviembre, que comprende entre otras, las cuencas intercomunitarias del Ebro, Júcar y Tajo, las tres presentes en el territorio aragonés.
La información básica sobre los planes especiales de sequía está disponible en las páginas web de las Confederaciones Hidrográficas:
- Ebro: https://www.chebro.es en la sección: Planificación - Planes de sequías - Plan de Sequía 2018
- Júcar: https://www.chj.es en la sección: Confederación Hidrográfica del Júcar - Gestión de la sequía - Revisión del Plan Especial de Alerta y Eventual Sequía
- Tajo: http://www.chtajo.es en la sección: La cuenca – Sequías y Avenidas
Los organismos de cuenca también hacen pública mensualmente la información de los indicadores de sequía y los indicadores de escasez. A ellos se puede acceder a través de las siguientes rutas:
- Ebro: https://www.chebro.es en la sección: Índices mensuales
- Júcar: https://www.chj.es en la sección: Gestión de la sequía - Informes de Seguimiento
- Tajo: http://www.chtajo.es en la sección: La cuenca - Sequías y Avenidas - Indicadores de escasez y de sequía
En la terminología de los planes especiales de sequía, debe distinguirse entre:
- Los indicadores de sequía prolongada, que se refieren a la situación puramente hidrometeorológica, en términos de precipitaciones y aportaciones de los últimos meses. Los escenarios se definen como sequía o normalidad.
- Los indicadores de escasez, que reflejan la existencia de problemas coyunturales en la atención a las demandas de agua, por referencia al nivel de reservas en embalses, nieve y acuíferos, entre otras variables. Los escenarios pueden ser de normalidad, prealerta, alerta y emergencia.
En la cuenca del Ebro, según los últimos indicadores publicados (febrero 2022), se encuentra en situación de sequía prolongada la cuenca del Matarraña, mientras que el resto de las unidades territoriales se encuentran en situación estable.
El índice de escasez en la cuenca del Ebro se encuentra en situación de alerta para las cuencas del Gállego-Cinca y el Guadalope alto y medio, mientras que el Guadalope bajo está en prealerta. La situación se ha deteriorado ligeramente con respecto a los meses anteriores.
En estas condiciones, el informe mensual del Ebro prevé problemas relacionados con el regadío, con prorrateos en las principales zonas regables. No se prevén problemas relacionados con el abastecimiento a poblaciones.
Las medidas coyunturales concretas de gestión se deciden en las Juntas de Explotación del Organismo de cuenca, en las que participan los usuarios y existe una representación del Gobierno de Aragón.
En la cuenca del Júcar, los indicadores publicados en febrero de 2022 ofrecen una situación de normalidad en las cuencas del Alto Turia y del Mijares, tanto en lo referente a indicadores de sequía prolongada como a los indicadores de escasez.
En la cuenca del Tajo, los indicadores publicados en marzo de 2022 reflejan una situación de normalidad en la unidad territorial de cabecera del Tajo en la que se engloba el territorio aragonés, tanto en los indicadores de sequía prolongada como en los de escasez.
En cuanto a medidas de carácter estructural, el Gobierno de Aragón ha participado activamente en el proceso elaboración del tercer ciclo de planificación hidrológica (2022-2027) de las demarcaciones hidrográficas del Ebro, el Júcar y el Tajo, aportando un conjunto de sugerencias y alegaciones en defensa de los intereses de la Comunidad Autónoma y de la gestión sostenible del recurso hídrico. Se han apoyado o introducido medidas destinadas a la modernización de regadíos y a la mejora del control del volumen de agua realmente captado, como vías de ahorro de agua y mejora de la gestión.
Se han apoyado también las medidas dirigidas a la recuperación de costes, igualmente orientadas a favorecer el ahorro de agua y, en este sentido, cabe destacar la reciente reforma del impuesto autonómico, que ha introducido en el impuesto medioambiental sobre las aguas residuales (IMAR) las tarifas progresivas en el consumo doméstico.
La administración pública ha efectuado importantes inversiones de apoyo a comunidades de regantes en materia de modernización de regadíos. Así, desde el inicio del actual periodo de programación de fondos europeos agrarios (2016), se han destinado vía subvención 79 millones de € de fondos públicos que suponen una inversión total para este fin de 158 millones de € tanto en proyectos de modernización integral (paso de riego a manta a riego presurizado, aspersión o goteo), como también en proyectos de mejora para mejorar las reservas, reducir el coste energético con inclusión de energías renovables para autoconsumo y reducir las pérdidas por conducción del agua hasta las parcelas. Por esta vía se han modernizado de forma integral 19.954 hectáreas pertenecientes a 4.955 agricultores. En adición, la empresa pública SEIASA aprobó financiación pública, con aportación también financiera de los regantes, para modernizar otras 23.850 hectáreas con una inversión total de 143 millones de € (IVA no incluido). En consecuencia, en este periodo de programación se ha aprobado por las administraciones públicas el apoyo para modernizar un total de 43.804 hectáreas de regadío en Aragón. En la última década, el ritmo medio de modernización integral del regadío en Aragón es de unas 5.500 hectáreas/año.
Por otra parte, y con relación a las referencias al “desorbitado incremento del regadío, que es el principal consumidor de agua”, indicar que en Aragón no se ha producido un desorbitado incremento del regadío, en los últimos 25 años, sino que se ha tratado de actuaciones puntuales encaminadas a la generación de empleo y posibilidades económicas endógenas de futuro en un medio altamente despoblado. En adición, clarificar que el regadío no consume agua como un fin en sí mismo, sino que consume el agua necesaria para la producción de aquellos alimentos que sostienen al resto de la sociedad. Resulta necesario recordar que nos hallamos, según la FAO, en un escenario de desafío alimentario que supondrá tener que alimentar a una población de más de 9.000 millones de personas en 2050 sin práctica posibilidad de incremento de superficies agrarias. En adición, debe destacarse que España importa en los mercados globales un 40% del cereal que necesita y, para el caso de la proteína vegetal, dicho porcentaje de importación ser sitúa en torno al 60% en el ámbito de toda la Unión Europea. Dichas producciones, importadas y no producidas aquí, tienen también su afección ambiental allí donde se producen, generando una mayor huella de carbono por su transporte, así como una mayor dependencia de la alimentación de los ciudadanos europeos de los cambiantes mercados globales.
Zaragoza, 5 de mayo de 2022.
El Consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente
JOAQUÍN OLONA BLASCO