A LA MESA DE LAS CORTES DE ARAGÓN:
Alfredo Boné Pueyo, portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, de conformidad con lo establecido en el artículo 200 y siguientes del Reglamento de las Cortes de Aragón, presenta la siguiente Proposición no de Ley sobre los trasvases, y solicita su tramitación ante el Pleno.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El Estatuto de Autonomía de Aragón obliga a los poderes públicos aragoneses a velar para evitar trasvases de agua. Este mandado es acatado por el Gobierno de Aragón, que viene oponiéndose a los trasvases, de manera inequívoca, tal como queda también reflejado en el Acuerdo de Gobernabilidad suscrito para la actual legislatura.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado que en 2014 finalizará la aprobación de todos los planes hidrológicos de las demarcaciones del país y, tras ello, se procederá a intentar consensuar un llamado «Pacto Nacional del Agua», como base del futuro Plan Hidrológico Nacional.
En este contexto de revisión de la planificación del agua, la presidenta de Castilla— La Mancha ha realizado unas declaraciones públicas claramente trasvasistas, que insisten en la idea de que el Ebro sobre agua que puede ser aprovechada en otros territorios, pese a que el Plan Hidrológico del Ebro demuestra que se trata de una cuenca deficitaria.
Por todo ello, el Grupo Parlamentario del Partido Aragonés presenta la siguiente
PROPOSICIÓN NO DE LEY
Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a:
1. Reiterar una vez más su oposición frontal a cualquier trasvase del Ebro, por comprometer de manera inasumible un recurso fundamental para el futuro de Aragón, por considerar que los trasvases no se ajustan a una política basada en la gestión eficiente de los recursos hídricos disponibles, respetuosa con los principios de unidad de cuenca, y por ser insostenibles social, económica y medioambientalmente, y reafirman la necesidad de hacer valer las competencias que el Estatuto de Autonomía y la legislación otorgan a la Comunidad en defensa de sus intereses.
2. Rechazar cuantas manifestaciones de dirigentes públicos amparen o respalden un posible trasvase del Ebro, mediante argumentos erróneos como que «sobra agua en el Ebro» o que «el agua del Ebro se puede aprovechar en otros territorios».
3. Dirigirse al Gobierno de España, para que en la elaboración del llamado «Pacto Nacional del Agua», y en todo caso, en la revisión del Plan Hidrológico Nacional, quede totalmente descartada cualquier posibilidad de trasvase del Ebro.
Zaragoza, 21 de enero de 2014.