PRESIDENCIA DE LAS CORTES DE ARAGÓN
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 111.1 del Reglamento de la Cámara, se ordena la publicación en el Boletín Oficial de las Cortes de Aragón de la respuesta escrita del Sr. Consejero de Medio Ambiente a la Pregunta núm. 224/01, formulada por el Diputado de la Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida de Aragón (G.P. Mixto), Sr. Lacasa Vidal, relativa a las medidas con que paliar las negativas consecuencias que la aplicación de las disposiciones zoosanitarias para reducir la difusión de la encefalopatía espongiforme bovina puede tener sobre la población de aves carroñeras en Aragón, publicada en el BOCA núm. 117, de 2 de abril de 2001.
Zaragoza, 11 de mayo de 2001.
El Presidente de las Cortes
JOSÉ MARÍA MUR BERNAD
Como consecuencia de la aparición de la encefalopatía espongiforme, comúnmente llamada «enfermedad de las vacas locas», primero en Inglaterra y posteriormente en varios países de la Comunidad Europea, entre ellos España, se han dictado diversas Decisiones (00/418/CE y 01/2/CE) que se han traspuesto a la legislación nacional, cuya aplicación supone la retirada de los restos bovinos, ovinos y caprinos del medio natural, y la destrucción de todos los cadáveres de animales que no se sacrifiquen para consumo humano.
La incidencia de esta normativa sobre las aves rapaces y sobre las necrófagas es indudable, pudiéndose reducir sus poblaciones si no se toman medidas correctoras que palien este problema. Entre las especies más importantes que pueden verse afectadas están el quebrantahuesos ( Gypaetus barbatus ), el alimoche ( Neophron pernopterus ), buitre leonado ( Gyps fulvus ) y milanos, tanto el real ( Milvus milvus ) como negro ( M. migrans ), todas ellas incluidas en el Anexo II de la Directiva Aves (97/409/CEE) y siendo el quebrantahuesos una especie prioritaria.
Respecto a los nueve comederos oficiales específicos para el quebrantahuesos y gestionados por la Administración Autónoma de Aragón, con cargo al proyecto LIFE en curso, el Real Decreto 3454/00 no modifica su actual funcionamiento, ya que los restos que se utilizan son de patas de ovino y caprino procedentes de matadero y que han sido sacrificados para consumo humano, por lo que han pasado por todos los controles sanitarios.
Sobre la situación de milanos y alimoches, la normativa comunitaria permite seguir poniendo a disposición de estas aves los despojos de pollos, conejos, etc., y de las vísceras.
Más preocupante puede ser la situación de los buitres, que en la Comunidad Autónoma de Aragón cuentan con una población estimada en unos 15.000 ejemplares, según el censo realizado en 1999, para cuyo mantenimiento sería necesario poder disponer de más de 2.700 Tm al año, considerando unas necesidades de medio kg por ave y día.
Para conocer la incidencia que la nueva normativa puede tener en las aves carroñeras, por parte del Departamento de Medio Ambiente se ha dispuesto el control de una serie de buitreras, repartidas por todas la Comunidad y cuyos datos se compararán con los censos que sobre la especie se realizaron en 1999. También se está realizando el seguimiento de los ingresos de aves carroñeras por problemas de desnutrición en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca. Hasta la fecha, y desde el inicio de las restricciones, no ha ingresado ningún ave carroñera con esta sintomatología. En caso de que, como consecuencia de este seguimiento, se detectara la presencia de individuos con problemas de nutrición, siempre cabría la posibilidad de realizar aportes de restos animales a los que se les hubieran retirado los materiales específicos de riesgo (MER).
De forma paralela, se va a revisar la situación de los treinta muladares más importantes para las aves carroñeras, según el informe «Situación actual de muladares y vertederos en Aragón al objeto de compatibilizar la conservación de aves carroñeras catalogadas y las exigencias sanitarias».
En la comisión de seguimiento del llamado «mal de las vacas locas» en Aragón, en la que están presentes los Departamentos de Agricultura, Sanidad y Medio Ambiente, ya se han planteado las consecuencias de esta problemática, y se llegó a la conclusión de que es necesario trasladar al Ministerio de Medio Ambiente la preocupación que este problema está generando, así como la necesidad de que se dicte una circular que interprete y aclare lo antes posible qué tipos de productos se pueden utilizar en los comederos para las especies de aves carroñeras. También es necesario que se haga llegar a las instancias comunitarias el problema, buscando la inclusión en la legislación de sanidad animal la eliminación en vertederos (comederos/muladares) de cadáveres de animales de una manera menos restringida que la que actualmente se propone, aunque sea de una forma excepcional, en aras de la conservación de las especies de aves rapaces y necrófagas.
Por parte de la Consejería de Medio Ambiente se ha trasladado escrito al Ministerio de Agricultura y al de Medio Ambiente para que gestionen ante la Comunidad Europea la petición de que en la legislación comunitaria se contemple y reglamente la posibilidad de poner alimento específico a disposición de la avifauna carroñera.
Dada la importancia de la coordinación de actuaciones para la erradicación del llamado «mal de las vacas locas» en los diferentes países europeos implicados, parece coherente el esperar a que se pronuncien las autoridades europeas responsables antes de tomar decisiones unilaterales.
Con relación a las dos últimas cuestiones planteadas, indicar que, respecto a la previsión de medidas específicas, según los resultados que se están obteniendo del seguimiento de ingresos en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, indican que, de momento, no es necesario arbitrar ningún tipo de medida especial, ni dentro ni fuera de la Red Natura 2000.
En caso de que el sistema de alarma establecido indicara la necesidad de tomar algún tipo de medida, se haría de la forma más adecuada en función de los objetivos perseguidos, por lo que se actuaría de forma coordinada con todos las autoridades y agentes sociales involucrados, incluidos los ayuntamientos.
Zaragoza, 30 de abril de 2001.
El Consejero de Medio Ambiente
VÍCTOR LONGÁS VILELLAS