Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Interpelaciones

Interpelación núm. 5/23, relativa a la política general del Gobierno de Aragón en materia de gestión ambiental y en concreto en relación con la actividad del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 084 de Plenos (X Legislatura)
Intervinienen: Romero Santolaria, Antonio Ignacio - Olona Blasco, Joaquín

Continuamos con la siguiente interpelación, número 5/2023, relativa a la política general del Gobierno de Aragón en materia de gestión ambiental y, en concreto, en relación a la actividad del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), formulada al consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente por el diputado el señor Romero, del Grupo Parlamentario Popular.
Señor Romero, tiene usted la palabra.
            Interpelación núm. 5/23, relativa a la política general del Gobierno de Aragón en materia de gestión ambiental y en concreto en relación con la actividad del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).

El señor diputado ROMERO SANTOLARIA: Muchas gracias, señora presidenta.
Buenos días, señorías.
Señor Olona, volvemos a hablar nuevamente de un tema muy importante para la actividad económica y productiva de todo el conjunto de los aragoneses, como es el Inaga.
El Inaga es uno de los ejemplos más claros de la nula capacidad de gestión de un Gobierno de Aragón, más preocupado por mantener el sillón que por resolver los problemas de los aragoneses. Es el ejemplo de un Gobierno que utiliza la política del avestruz, escondiendo la cabeza esperando que la tormenta pase. El gobierno de Lambán, del señor Lambán, es el ejemplo de la política del empecinamiento, de la política del sostenella y no enmendalla. Es el claro ejemplo de lo que nunca debe hacer un Gobierno que realmente trabaje por su comunidad, que es perjudicar a la gente y no escuchar a nadie y no poner soluciones.
Señor Olona, usted forma parte del peor Gobierno de toda la democracia, un Gobierno ineficaz en la gestión, carente de ideas y nulo en su tarea. Ni siquiera el buen hacer y el esfuerzo de los funcionarios del Inaga puede suplir la inoperancia de este Gobierno.
Mire, a finales de 2020, en el Inaga había dos mil ciento treinta y seis expedientes fuera de plazo. A fechas actuales, el número de expedientes que están sin resolver y fuera de plazo, tres mil trescientos noventa y tres.
Mire, señor Olona, ahora mismo tiene tres mil trescientos noventa y tres fracasos sobre la mesa. Tiene tres mil trescientos noventa y tres motivos para avergonzarse. Tiene tres mil trescientos noventa y tres motivos que muestran la falta de capacidad de gestión para resolver un problema que afecta a muchos aragoneses y que en ocho años no han sabido solventar.
Cada día que pasa, crece el número de expedientes que se encuentran fuera de plazo, y eso es un hecho evidente. Van a acabar la legislatura prácticamente con el doble de expedientes fuera de plazo en relación con los que se encontraron en 2015. Ni le han puesto coto ni han sabido adoptar las medidas adecuadas para remediarlo. Y no solo no han adoptado las medidas adecuadas, sino que las que supuestamente han tomado y han puesto en marcha no han servido absolutamente de nada, y el problema, en lugar de solucionarse, se incrementa cada día que pasa.
En abril de 2022, plantearon una propuesta de reestructuración del Instituto, me la remitieron mediante pregunta escrita por el artículo 31. En ella planteaban una reorganización de los medios disponibles, redistribución de recursos humanos y reasignación de las cargas de trabajo de una manera, decían, de una forma más adecuada buscando, según manifestaron ustedes mismos, buscando una mayor eficiencia. Si realmente han hecho todo eso, ¿me puede explicar de qué ha servido, señor Olona?
Por otro lado, también anunciaron, usted mismo lo anuncio aquí, un plan de choque que, a la vista de lo que ha surgido, pues ha resultado ineficaz y que no ha cumplido sus objetivos. Ninguna de las medidas que han adoptado ha servido absolutamente para nada, señor Olona. El resultado ha sido decepcionante, el número de expedientes sin concluir y fuera de plazo, como le decía, va creciendo día a día.
Este es el fracaso absoluto de su gestión. Un fracaso que perjudica a miles de aragoneses, a miles de emprendedores, a miles de autónomos, a miles de pequeñas empresas. Personas que se levantan por la mañana con la intención de levantar la persiana de su negocio, señor Olona, de trabajar, y se dan de bruces con los impedimentos que les pone delante la Administración por su nula gestión, por una ineficaz gestión que no permite avanzar a los aragoneses.
Esta gente, señor Olona, está cansada, está cansada de esperar, cansada de que no se le den respuestas, cansada de escuchar siempre las mismas excusas sin que el Gobierno, como es su obligación, le dé soluciones.
Han fracasado su gestión, señor Olona, no solo con el Inaga, han fracasado con otros temas, el Plan de la Red Natura, el lobo, al final aquello que le dijeron un día de que tenía el lobo dentro de casa es verdad.
Han prometido mucho y no han conseguido nada. Todas las mejoras anunciadas han quedado en agua de borrajas, perjudicando, como le decía al principio, la actividad económica y la actividad productiva.
Se han escudado muchas veces, y usted aquí también lo ha puesto de manifiesto, en la legislación ambiental, pero eso es lo fácil, señor Olona; lo difícil, lo complicado, lo que no han hecho ha sido resolver los problemas acuciantes de muchos, de miles, como le decía antes, de miles de trabajadores, de miles de autónomos, de miles de empresas que están esperando esas soluciones.
Como digo, se han escudado en la legislación ambiental, se han escudado también en la propia Ley del Inaga, usted hizo referencia, pero tampoco han hecho ninguna propuesta de modificación al respecto para mejorar la situación. Usted habló aquí de simplificación administrativa y dijo que muchos aspectos de los que contemplaba la ley de simplificación administrativa eran a propuesta de la consejería para resolver los problemas del Inaga.
Pero, ¿sabe lo que ha ocurrido? Que se ha topado con la cruda realidad y la realidad es que no han servido absolutamente para nada en caso de que los hayan puesto en marcha.
Es evidente, es evidente que la tramitación ambiental se ha convertido en un requisito importantísimo, eso es indudable, importantísimo y decisivo, por el que prácticamente tienen que pasar todas las actividades económicas que se realizan en Aragón, y hay que ser consciente de ello y hay que darle a la administración ambiental todos los medios que necesite.
Mire, señor Olona, las causas por las que el Inaga ha llegado a esta situación, seguramente, son muy complejas. Usted hablaba en su momento de que era un problema estructural; no sé si era estructural o no, pero ustedes lo han convertido en estructural, y esas causas podían ser mala organización, escasa implicación, mala planificación, mala asignación de los recursos materiales y humanos para cada área del servicio del instituto y, sobre todo, señor Olona, y sobre todo, desidia de los altos cargos políticos, que deben ocuparse de que el Inaga funcione, y ahí está usted también. Señor Olona, ¿es usted consciente de la gravedad de la situación que está provocando el Inaga a miles de empresas, a miles de autónomos, a miles de emprendedores?
¿Va a tomar alguna medida que resulte positiva antes de finalizar la legislatura?, y ya queda poco, señor Olona.
Muchas gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias.
Señor consejero.

El señor consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente (OLONA BLASCO): Gracias, señor presidente.
Señorías, señor Romero, a ver, ha habido, esta es la quinta, entre preguntas e interpelaciones, la quinta, la sexta que tratamos de este tema, y en ninguna ocasión, y hoy tampoco lo voy a hacer, he negado lo que es un hecho, que el Inaga tiene retrasos. Y nunca le he puesto excusas. Primero, he reconocido el problema y he tratado de analizarlo y, bueno, hemos adoptado medidas que, bueno, al menos le agradezco que usted reconozca, que hemos tomado medidas. Bueno, usted dice que no han servido absolutamente para nada. Bueno, pues para algo han servido, y ahora le daré alguna explicación.
Pero, mire, usted, señor Romero, trata de dibujar o de presentar una situación que no es verdad. Usted, y entiendo que políticamente lo haga, trata de demostrar o de dar por hecho que el Inaga era un organismo que funcionaba perfectamente y que ha llegado el señor Olona, que soy yo, y lo ha estropeado. Pues mire, si fuera así, seguramente, también se lo reconocería, pero es que eso no es verdad, y además eso es engañarnos. Eso es no querer ver la realidad. Eso no es así, en absoluto.
Mire, con el Inaga desde su creación hace veinte años el problema, a lo mejor, es que se fue muy optimista con su creación. No tengo ninguna duda de que quienes lo impulsaron y lo crearon, pero ninguna duda, eh, perseguían el objetivo de agilizar. De hecho, como otras veces hemos comentado aquí, ese concepto está presente e inspira la propia Ley de creación del Inaga. Nunca se llegó a conseguir, jamás. El Inaga ya nació con el estigma del retraso, y eso es así. Usted puede coger los datos y acomodarlos a su discurso, y yo también lo podría hacer. Usted dice: ha tomado un referente, había dos mil y ahora hay tres mil cuatrocientos, o tres mil, bueno, la cifra que ha dicho, que da igual. Pues yo también le podría decir: mire, pues en no sé qué fecha había cuatro mil trescientos setenta y siete, el 31 de marzo de 2021, había cuatro mil trescientos setenta y siete, y ahora hay tres mil cuatrocientos, hemos mejorado. Lo podría hacer, eh, pero no lo voy hacer porque eso tampoco es real.
Mire, el problema del Inaga es que los retrasos oscilan entre dos mil quinientos y cuatro mil, y ahí está siempre y ahí está siempre. Bueno, pues esa es la realidad. Le podría poner de excusa, yo no voy a venir aquí a demostrar… Mire, mientras haya un solo expediente retrasado hay un problema.
Mire, en términos absolutos el número de expedientes retrasados se mantiene en los niveles que le estoy diciendo, oscila a lo largo del año, porque de repente entran los expedientes de caza y, bueno, pues entran tres mil. El volumen de expedientes del Inaga es enorme, pero es que además hay un hecho que es innegable: no ha hecho más que crecer.
Mire, si en términos absolutos el número de retraso más o menos se mantiene, está estancado, no se mejora en términos absolutos, fíjese que se lo digo, no se mejora, en términos relativos le podría decir, y no mentiría, que hemos mejorado, pero es que sería también engañarnos. Es verdad que hay una queja permanente, es verdad que hay retrasos, pero, señor Romero, no es verdad que la situación haya empeorado.
El señor Domínguez hizo una pregunta en 2020 muy oportuna, usted la completó posteriormente, en relación con el COVID, yo mismo me asusté, ¿no?, cuando llega el COVID, «bueno, ¿y qué nos va a pasar en el Inaga?» Pues yo les contestaba a ambos diciendo que los datos demostraban que, sin haber mejorado... Porque, claro, hombre, pretender que con una crisis, en plena pandemia, mejoremos... Pero, mire, fue uno de los ámbitos administrativos que mejor respondió. Y hay una explicación: porque el Inaga es seguramente el ámbito administrativo más avanzado tecnológicamente en cuanto a tramitación telemática, en cuanto a procedimientos tecnológicos, o a la aplicación de la tecnología, la digitalización, la administración electrónica... Y esto se pudo comprobar durante la pandemia, esto es así. Aun así no conseguimos resolver este problema estructural, que lo es, es un problema estructural.
Tal como usted lo ha planteado, podría deducirse —y me imagino que es el mensaje que usted quiere trasladar— que aquí hay un Gobierno, un consejero, unos altos cargos que se han propuesto perjudicar la economía de Aragón. Señor Romero, no creo que nadie en su sano juicio, ningún político, ni ningún cargo político en su sano juicio tenga semejante propósito, es que sería absurdo, absurdo.
Usted lo ha dicho, lo que pasa es que lo mezcla después con una cuestión..., es un problema de gestión y usted lo mezcla con una aparente decisión política: pues eso no es así. Fíjese, ojalá fuera así, ojalá fuera así en beneficio de Aragón y de los aragoneses, porque, si estos retrasos y estos problemas fueran consecuencia de una falta de voluntad política o de una decisión política perversa que lo que busca es perjudicar, se resolvería, simplemente vendría otra persona o vendría otro equipo de gobierno y lo resolvería fácilmente.
Este problema está enquistado, y yo nunca he prometido nada al respecto, jamás, nunca he prometido nada. Es más, en las distintas respuestas a las interpelaciones y preguntas que ha habido, y al debate que ha habido durante toda esta legislatura, siempre me he manifestado en los mismos términos, tratando de explicar que esto tiene difícil arreglo. Usted dice que he utilizado el argumento de la legislación ambiental. ¡Es que es verdad!, eso no es una excusa, tenemos una legislación ambiental, sobre todo en materia de medio natural, que es muy problemática, es muy problemática, señor Romero, peca de inconcreción. Eso da muchísimos, muchísimos problemas y crea muchísimas dificultades de gestión.
Le voy a decir otra cosa que espero que no la tome usted como una excusa. Mire, no ayuda nada la continua judicialización y no ayuda nada la continua amenaza, que a veces se traduce en realidades, con cuestiones penales. En el mundo ambiental, el recurso al ámbito penal, en fin, no siempre está justificado. Eso no ayuda a agilizar nada. Los propios procedimientos que establece la normativa, con sucesivos procesos de información pública, muy garantistas... Estas no son excusas, esto es una realidad. Claro, queremos ser muy flexibles, queremos ser pues muy rápidos, queremos ser... pues eso, muy ágiles, ¡ah!, pero, claro, cuando algo no gusta, resulta que entonces —léase renovables por parte de algunos ámbitos— se dice que no hay rigor, que en el Inaga se aprueba todo tal como entra... Este problema no me lo estoy inven... ¡No, si no digo que lo diga usted, señor Romero!, digo que está en nuestro ámbito social y político, esto no ayuda para nada.
Y le voy a hacer un último comentario. Mire, parecería que el Inaga sería la excepción en cuanto a retrasos. ¿Qué ocurriría si el resto de ámbitos administrativos tuvieran la misma transparencia, la misma facilidad para medir los retrasos? ¿Qué pasaría? Pues, seguramente, que el Inaga no sería la excepción, y, de hecho, no lo es.
Continúo después de usted. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olona.
Señor Romero.

El señor diputado ROMERO SANTOLARIA: Muy bien, señor Olona, más de lo mismo.
Es evidente que el Gobierno de Aragón ha convertido el Inaga en ese lastre de que hemos hablado muchas veces para muchos expedientes que están esperando resoluciones, que han abandonado a su suerte y han puesto contra las cuerdas a muchos aragoneses. Y la consecuencia de esta situación de bloqueo, le vuelvo a repetir, es que es muy negativa tanto para la actividad económica como para la actividad productiva y para la generación o mantenimiento de empleo.
Mire, cuando ahora mismo se les está pidiendo a empresas, se les está pidiendo a autónomos un esfuerzo en el cumplimiento estricto de la normativa, y nadie dice que no se tenga que hacer así, pero es que, además del sobreesfuerzo que les está suponiendo sobreponerse a la situación actual más la situación sobrevenida después de la pandemia, unos elevados costes de insumos, en algunos casos prácticamente inasumibles, para producir, resulta absolutamente impresentable tener paralizados proyectos de actividades que pretenden generar empleo. O resulta absolutamente impresentable tener paralizados proyectos de adecuación, de adaptación, de ampliación de actividades, porque la nueva situación que demanda el mercado es distinta y hay que seguir manteniendo ese empleo.
Todo esto —me va a permitir, señor Olona— porque han convertido el Inaga en un enorme cuello de botella, un atasco irreverente de permisos y licencias que no terminan de llegar a los promotores como debían llegar. Mire, señor Olona, para lograr la recuperación económica se están inyectando fondos económicos, otorgando subvenciones, otorgando ayudas, o para otorgar subvenciones y ayudas, pero ¿de qué sirve ese apoyo económico si quien quiere levantar la persiana de su negocio todas las mañanas no puede hacerlo porque lleva meses, incluso años, esperando la resolución del Inaga para poder abrir ese negocio?
Los emprendedores, las pequeñas empresas, los autónomos merecen más que nunca que se les ayude y se les faciliten los trámites para crear y generar empleo y mantener el que ya tienen. No se merecen que los tengan ahí detrás de una fila esperando a que el Inaga tenga a bien dar el visto bueno a su expediente. Una fila, por cierto, y usted mismo lo ha reconocido, cada vez más larga. No sé, pero es que a veces tengo la sensación de que no les preocupa, señor Olona.
Mire, Aragón —y con esto voy a concluir— está necesitada de una recuperación real, de una recuperación de todas esas iniciativas, una recuperación económica también de todas esas iniciativas, y requieren una agilización administrativa, pero que sea efectiva, no simplemente una declaración de voluntades. Y, si hay un problema estructural, habrá que intentar resolverlo. No me sirve que se queden parados y que digan «bueno, es que esto viene de muy atrás». Bueno, pues medios habrá para intentar resolverlo. Tomen otras medidas porque las que han tomado han resultado infructuosas. Porque es que al final convendrá conmigo en que, si no lo hace, parece que al Gobierno de Aragón no le interesan los problemas de los aragoneses.
Muchas gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Romero.
Señor consejero.

El señor consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente (OLONA BLASCO): Gracias, señor presidente.
Señor Romero, que no, que cada vez la fila no es más larga, que, por mucho que usted insista en esa idea, eso no es verdad [aplausos], que no es verdad. ¿Que no debería de haber fila? ¡Que no se lo discuto eso!, pero que cada vez la fila es más larga no es verdad, que no es verdad. [Rumores]. Bueno, pues vale, venga...
Mire, oiga, le digo otra cosa. Dice usted «miles de empresas, miles de ciudadanos, miles de autónomos». Con que haya uno, vale, pero, en fin, eso no es verdad tampoco, que haya miles y miles y miles.
Las dos terceras partes de los expedientes retrasados no tienen ninguna consecuencia práctica, ninguna. [Corte automático del sonido]. Lo que habría que plantearse seriamente es la legislación —y aquí se legisla— que obliga a eso, a hacer procedimientos administrativos que no aportan nada, que lo único que generan son retrasos y problemas [aplausos], y no tiene ninguna consecuencia, ninguna consecuencia práctica, ninguna. [Rumores]. Un tercio sí, un tercio sí, pero, si no perdiéramos el tiempo con procedimientos y con autorizaciones que no aportan absolutamente nada, a lo mejor ese tercio no existiría, señor Romero. Centrémonos en eso. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Olona.

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