Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General Aragón (DGA)
Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar conjuntamente sobre la gestión del Covid 19 y los rebrotes producidos en la comunidad autónoma, así como para informar sobre las iniciativas previstas por el Gobierno de Aragón para hacer frente al impacto económico y social que está teniendo el Covid-19 en Aragón.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 023 de Plenos (X Legislatura)
Intervinienen: Beamonte Mesa, Luis María - Pérez Calvo, Daniel - Lambán Montañés, Francisco Javier - Sanz Remón, Álvaro - Guerrero De La Fuente, Jesús - Morón Sanjuán, Santiago - Palacín Eltoro, Joaquín Antonio - Escartín Lasierra, Ignacio Miguel - Guillén Izquierdo, Vicente
El señor PRESIDENTE: Seguimos con el orden del día: comparecencia conjunta del presidente del Gobierno de Aragón, a petición del Grupo Parlamentario Popular, para informar sobre la gestión del Covid-19 y los rebrotes producidos en la comunidad autónoma, y, a petición del Grupo Parlamentario Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, al objeto de informar sobre las iniciativas previstas por el Gobierno de Aragón para hacer frente al impacto económico y social que está teniendo el Covid-19 en Aragón.
En primer lugar tendrá la palabra el señor Beamonte. Las intervenciones serán desde la tribuna y sin la mascarilla, sin necesidad de mascarilla. Tiene la palabra.
Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar conjuntamente sobre la gestión del Covid 19 y los rebrotes producidos en la comunidad autónoma, así como para informar sobre las iniciativas previstas por el Gobierno de Aragón para hacer frente al impacto económico y social que está teniendo el Covid-19 en Aragón.
El señor diputado BEAMONTE MESA: Muchas gracias, señor presidente.
Señor Lambán, comparece esta mañana después de dos meses, por un lado, para dar explicaciones a dos grupos parlamentarios —también a petición propia— por una cuestión relativa a la situación de la gestión de los rebrotes producidos en la comunidad autónoma; por otro lado, también, en lo relativo a todo lo que tiene que ver con las medidas que se vayan adoptando desde el punto de vista social y económico en nuestra comunidad autónoma.
Señor Lambán, su actitud para con el Partido Popular en estos dos meses últimos, pretendiendo dejar en evidencia el trabajo hecho, las propuestas realizadas y el compromiso real demostrado por el Partido Popular, entiendo que con la única finalidad de abrirse horquillas y buscar rédito político, debería ser motivo más que suficiente para romper con usted en esta materia definitivamente —son muchas veces ya.
Pero, antes de entrar en el asunto que nos ocupa, quiero dejar dos cosas claras, quiero dejarle dos puntos claros para que nadie tenga duda. Somos muy conscientes de la dificultad de frenar el virus y de la capacidad de contagio que existe; también de las características del mismo. Pero también quiero dejarle claro que el Partido Popular sigue teniendo y manteniendo la misma posición hoy que al inicio de la pandemia: lealtad con el Gobierno para todo lo que haga falta y más; lealtad también para garantizar la salud del conjunto de la sociedad aragonesa y la recuperación social y económica de nuestra comunidad autónoma. Pero ustedes, por el contrario, como siempre, dejan mucho que desear cuando se trata de ser leales con ustedes. La reciprocidad no es algo que lo entiendan.
Desde el fin del estado de alarma el 26 de junio, el Covid es verdad que no ha dado tregua en nuestra comunidad autónoma. Mientras que en abril se registraron dos mil ochocientos diecinueve positivos, los meses de julio y agosto es evidente que las cifras se han disparado hasta espacios y niveles insostenibles: más de seis mil cuatrocientos en julio, trece mil en agosto. Una triste situación, por supuesto que sí, durante estas semanas, que nos hizo liderar todos los ránquines, no solamente en nuestro país, sino también en la Unión Europea.
Otra realidad es que el 22 de junio, un día después de finalizar el estado de alarma, varias comarcas aragonesas tuvieron que entrar o retroceder a la fase dos flexibilizada. Un mes después le tocó a Zaragoza, también a la Mancomunidad Central. Las comarcas de La Litera, de Cinca Medio, del Bajo Cinca, del Bajo Aragón-Caspe permanecieron apenas unas horas en lo que era esa nueva normalidad, lo que indica una cosa, señor presidente, indica una cosa muy clara: es que esto no era un rebrote. El problema estaba y el problema está, y el Gobierno no tuvo la visión de atajarlo, de verlo en aquel momento.
Bien saben ustedes que durante esas semanas hubo muchos alcaldes, incluso el sector primario, muchas formaciones políticas, como la mía también, que estuvimos exigiendo medidas concretas ante la campaña de recogida de fruta y también la afluencia de los temporeros a las diferentes comarcas que han sido afectadas.
Una vez más, la situación se les fue de las manos, señor Lambán. Sabían dónde se iba a producir el problema. Y, cuando se desbordó, usted y solo usted utilizó la táctica que acostumbra, esa que le gusta tanto y que ya es inveterada en este Parlamento, al menos desde que usted es presidente, que no es otra que la de subir a esta tribuna y la de acusar a todos, cargar contra todos y buscar culpables siempre fuera. Permítame que con todo el cariño le diga que empiece a abandonar ya ese escenario, ese escenario que siempre es lo primero para usted, cuando todos los esfuerzos lo que tienen que estar es centrados en la búsqueda de soluciones, que es lo que le corresponde.
Han criminalizado al sector agroalimentario, cuando el problema del flujo de personas en busca de una oportunidad laboral, con contrato, sin contrato, a veces con papeles y sin papeles, es una realidad que reconozco que desde hace mucho tiempo ninguno hemos solucionado. No quisieron reconocer lo que todos sabíamos y les decíamos que podía pasar, y eso nunca es bueno, pero en estos momentos, señor Lambán, es que es imperdonable, y se lo digo con respeto y, sobre todo, con muchísima tristeza.
Mire, usted quiere ser siempre el mejor y presentarse como el salvador del conjunto de la sociedad aragonesa en cada uno de sus instantes. Esa es la estrategia permanente de su gabinete. Un poco más de humildad no les vendría nada mal. Probablemente, si su Gobierno hubiera actuado con mayor transparencia también con muchas formaciones políticas, con un mayor grado de lealtad y colaboración con los alcaldes de los municipios afectados, probablemente, las medidas hubiesen sido mucho más efectivas.
Cuando el pico del contagio se propagó a Zaragoza y a la Mancomunidad Central, buscaron otra causa: los jóvenes, el ocio nocturno. No seré yo quien ponga en cuestión las decisiones que al respecto se pudieron tomar y el trabajo de especialistas. Son los que, evidentemente, con un trabajo ingente y con gran profesionalidad, localizan los focos. No puedo entender otra cosa. Pero, una vez más, señor Lambán, y ante los avisos que había, se quedaron cortos con las medidas de contención. Y se pasó de frenada con la criminalización de los sectores.
Yo lo que le quiero decir, señor Lambán, es que su obligación como presidente del Gobierno es hacer lo que le corresponde hacer, que es gobernar, que es gestionar. Los resultados se miden por la gestión, no por otras cuestiones. La nuestra, como primer partido de la oposición, es ejercer el control de la acción del Gobierno. Por qué no, también aportar; por qué no, también hacer propuestas que puedan modificar planteamientos que entendemos que no se hacen bien, pero también es fiscalizar lo que es la acción del Gobierno, y esta acción es tan legítima como la de gobernar, es tan necesaria como gobernar, aporta higiene democrática tanta como la de gobernar.
Y yo le tengo que manifestar que estoy satisfecho con el comportamiento del Grupo Parlamentario Popular, con mis compañeros. Hemos propuesto muchas cosas en estos últimos meses. Propusimos un mayor control de los enfermos asintomáticos para que permanecieran en sus domicilios, incluso haciendo mención a la utilización de los cuerpos y fuerzas de seguridad en la vigilancia de los mismos. Posteriormente, usted llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Zaragoza al respecto. Propusimos que se ampliase el perfil y el número de rastreadores para poder actuar más. Hace unos días dijeron que se iba a hacer así. Propusimos un mayor control de terrazas y de ocio. Exigimos más PCR, sobre todo para los trabajadores de las residencias, que deben ser obligatorios y que deberían satisfacer la comunidad autónoma. Exigimos también que aquellas personas que habían caído enfermas y que son asintomáticas, antes de darles el alta, aunque ustedes nos llamaron mentirosos —lo vuelvo a repetir: aunque algunos de ustedes nos llamaron mentirosos—... Mire usted, se les confinaba quince días con un único PCR, y se acabó la historia. Ahora ya sí se está haciendo el segundo PCR de comprobación.
Debo manifestarle mi sincera preocupación por la realidad, una realidad, señor Lambán, que ha vuelto a superar a su Gobierno, ha vuelto a superarlo, porque en esta segunda oleada se han repetido situaciones. Hemos vuelto a ver cómo el Covid atacaba sin piedad a nuestros mayores en las residencias, hemos sabido que los trabajadores de las mismas tardaban más de una semana en recibir los resultados de los PCR y días en hacérselos. Añado un detalle de esta nueva salida de tiesto: atacando a los trabajadores de las residencias, atacando y haciéndolos responsables, teniendo un comportamiento y un ataque desmesurado contra la residencia de Burbáguena... En fin, señor Lambán, que no voy a seguir por aquí, porque le aseguro que estas actuaciones me resultan incomprensibles, fuera de lugar.
Si no entendemos que los parámetros y los cánones en los que nos movemos en estos momentos en la acción política tienen que ser otros, pero para todos, probablemente nos estamos haciendo un flaco favor.
Hemos visto cómo otra vez, señor Lambán, las ayudas económicas para los sectores afectados no llegan. Mire, en este punto me voy a referir, por ejemplo, a los trabajadores del ocio nocturno, una actividad legal, una actividad que se ha frenado en seco porque se ha entendido probablemente que era necesario que se hiciese así —no seré yo quien lo cuestione—. Pero el Gobierno debió de actuar rápidamente cuando eso se produjo, tenía la obligación de ayudar al sector, porque son personas, son familias, son empresas y son trabajadores.
Señor presidente, los datos demuestran que la gestión de esta segunda oleada no ha sido buena. Usted puede —y su equipo de gobierno y su equipo de gestión y de colaboración— comprar todo el protector gastrointestinal que quieran para que se les proteja y las cosas no sean en el espacio público como son, pero la verdad es... [Corte automático de sonido]. Usted me dirá lo de siempre, que se han hecho más PCR que nadie. Y yo le digo tres cosas: la primera, que quizá, si Aragón no hubiese sido la cuarta región que menos pruebas hacía durante el estado alarma, no hubiéramos llegado a esta situación; segundo, que hemos tenido una importante presión asistencial este verano, pero de asintomáticos no se llenan los hospitales; y, tercero, que se ha pegado gran parte del verano lanzando piedras contra otras comunidades autónomas de manera indirecta, pero escondiendo la mano.
Señor Lambán, quiero acabar esta primera intervención como empecé. Somos conscientes de que frenar la expansión de este virus es complejo y difícil, pero esta mañana me gustaría que nos explicase cómo se va a hacer frente a una posible oleada en otoño. El rebrote de este verano no les pilló preparados, lo vistan como lo vistan, y esto no puede pasar una tercera vez.
Muchas gracias, señor presidente. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Beamonte.
Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, señor Pérez.
El señor diputado PÉREZ CALVO: Gracias, presidente.
Señor Lambán, es evidente que este no ha sido el mejor verano de nuestras vidas. Imagino que, si ha podido disfrutar de eso que llaman vacaciones, habrán sido unas vacaciones bastante exiguas, mínimas, prácticamente reducidas a la nada, entre otras cosas porque yo a usted no me lo imagino debajo de un cocotero plácidamente con el móvil en la mano mientras consejeros como la señora Repollés o el señor Faci o incluso la señora Maite Pérez, la gente de su Gobierno, sudan aquí tinta de calamar. ¡Ojo!, digo esto porque sí que hemos tenido que ver como otro presidente, el presidente del Gobierno de España, ha tenido el cuajo de marcharse a Lanzarote, meter la toalla, el bronceador en el Falcon, mientras este país estaba y está sumido en una crisis sin precedentes con tres frentes clarísimos, que son el sanitario, el económico y el institucional. Afortunadamente, y no esperaba menos de usted, ha sabido comportarse como un gobernante responsable y ha estado allí a pie del cañón durante unos meses horrorosos, en los que si algo ha quedado claro es que a esto le podemos llamar de cualquier manera menos nueva normalidad. Esto no es normal en absoluto; esto es como salir a la calle con treinta y seis grados a la sombra y decir que hace un frío extraño. La situación no es normal, pero lo que sí quiero pensar y estoy convencido es que nosotros, quienes estamos aquí, sí somos personas normales, como son personas normales la inmensa mayoría de los aragoneses, que lo que están esperando de nosotros es que sigamos plantando cara a este virus y tratando de atajar todo lo que nos está deparando.
Yo, de verdad, se lo digo: es que podríamos entrar en bucle. Creo que no es el momento, no es la hora de mirar atrás para buscar responsabilidades, culpabilidades, si se llegó tarde, si se improvisó, si no se improvisó... Habrá un día en que tendremos que hacer ese ejercicio, probablemente incluso con alguna auditoría externa, alguien de fuera, expertos que nos digan objetivamente: «Pues, mira, esto lo podíais haber hecho mejor o aquí realmente fallasteis». Es evidente que, si hemos tenido el reguero de contagios que hemos tenido y los datos que hemos ido arrojando día a día, algún error se ha tenido que cometer, alguna cosa que se ha hecho de una manera se podría haber hecho de otra; incluso se podría haber hecho mejor. Pero yo creo que no debemos perder de vista en ningún momento que esta situación es absolutamente excepcional, desconocida y cambiante en todo momento. Y eso, aunque no puede ser una eximente total, yo creo que sí que debe ser una atenuante, porque esto nos está afectando a todos, a mi partido incluso, en comunidades donde estamos gobernando, donde estamos sufriendo a veces acosos inmisericordes por parte del Gobierno central en este caso —y me estoy refiriendo a la Comunidad de Madrid— que, desde luego, yo no quiero para el Gobierno de Aragón, para el de mi comunidad. Por eso no me duelen prendas en reconocer cuantas veces haga falta que yo estoy convencido que su Gobierno ha hecho todo lo humanamente posible en cuanto estaba a su alcance para evitar que este tsunami que nos está afectando y que no nos ha dado apenas tregua ni para respirar haya tenido un efecto peor del que ha tenido.
Y digo que han luchado humanamente y con los recursos técnicos a su alcance porque es evidente que han faltado recursos, han faltado los recursos que el Gobierno de España, a pesar de tener tiempo para activarlos, no ha querido darnos, esas medidas, esas herramientas para, con la ley en la mano, poder enfrentarse a semejante bestia como es la Covid-19. Yo le adelanto en ese sentido que en esta misma sesión plenaria de hoy vamos a traer una iniciativa parlamentaria para que esta Cámara inste al Gobierno de España para que de una vez por todas active las medidas legales oportunas para que usted, para que los presidentes de comunidades autónomas puedan enfrentarse a esto con los medios adecuados desde todos los ámbitos. Lo único que se nos ha propuesto es solicitar un nuevo estado de alarma, que habría sido absolutamente letal para esta comunidad y para muchas otras, sobre todo en el ámbito económico.
Seguimos teniendo por delante... Porque a veces me da la sensación de que esto ha acabado ya y tenemos ya que empezar a hacer balance y buscar culpables... No, no, no, estamos en mitad, todavía lo peor en el ámbito económico está todavía por llegar. Tenemos por delante un desafío que es un desafío para su Gobierno, sí, pero es que es un desafío para toda la comunidad, es un desafío que nos afecta absolutamente a todos. Nadie puede ponerse en la barrera a ver por dónde va el toro, a ver si le pilla, sin no le pilla. Estamos todos en mitad de la plaza y el morlaco está dirigiéndose a todo lo que se mueve. Y eso tenemos que tenerlo en cuenta.
Tenemos un desafío, un reto que es transversal, afecta a múltiples ámbitos. Y siempre tenemos que tener ese triple objetivo: salvar vidas, lo primero, salvar empleos y, por supuesto, ayudar a tantísimas familias que empiezan ya a hacer esfuerzos ímprobos para sortear la situación que tienen delante, para llegar a fin de mes, familias con autónomos, con pequeños y medianos empresarios que no saben todavía si van a poder seguir levantando la persiana los próximos meses.
Si nosotros somos unos privilegiados... Nosotros sabemos que, por lo menos, quienes estamos aquí tenemos el sueldo garantizado durante los próximos tres años. Yo creo que estamos obligados a dar ejemplo en ese sentido, a coger el toro por los cuernos y a decir: «Aquí estamos para trabajar por todos vosotros», pensando en esas familias que están haciendo grandes esfuerzos. ¡Qué menos podemos hacer desde esta Cámara, desde el Gobierno y desde donde podamos!
Mire, hace tres meses —creo que sí—, el 1 de junio, firmábamos el acuerdo para la reconstrucción y la recuperación de Aragón. Doscientos setenta y tres medidas, que usted luego nos explicará un poquito en qué fase estamos, por dónde van a ir los próximos meses, pero que yo creo que deben ser la hoja de ruta del Gobierno y de la actividad ya no de esta legislatura y lo que queda, sino probablemente de la próxima, porque me parece que tenemos que hacer bueno aquello que decía un gran político, empezar a pensar, más que en las próximas elecciones, en las próximas generaciones.
Ha habido un primer impulso, una primera inyección de quinientos millones de euros, pero es evidente que falta mucho más. Hemos de mirar al Gobierno de España, tienen que venir partidas económicas. Y lo primero que toca... Yo le pediría, señor Lambán, recordando aquello que usted decía, que, si era necesario enfrentarse a Sánchez, no dudaría en hacerlo... No podemos tragar el insulto que supuso en San Millán de la Cogolla que el señor Urkullu se reservase si entraba o no a la Conferencia de Presidentes a cambio de que le dieran o no la mordida, la tajada del 2,6% de objetivo de déficit, mientras nosotros todavía no sabemos dónde vamos a estar. Exija, por favor, que ese listón se iguale al máximo para todos, por supuesto teniendo en cuenta la singularidad vasca que protege nuestra Constitución. Hemos de mirar al Gobierno de España, hay ciento cuarenta mil millones ahí. Dice el señor Sánchez que él se reserva el criterio de cómo repartirlos. Espero que no sea así, porque, si su criterio es favorecer a quienes sustentan el Gobierno Frankenstein, yo creo que una vez más nos las van a dar por todos los lados. Ojalá Europa, a la hora de repartir ese dinero, le dijera al señor Sánchez que tuviera en cuenta los grandes proyectos, las grandes iniciativas, el talento, el mérito o la capacidad de hacer que existe en comunidades como la nuestra para ir a financiaciones directas de proyectos en los que estamos inmersos.
Pero, sobre todo, vamos a ser realistas si le parece, pensemos en lo que depende de nosotros. ¿Qué podemos hacer nosotros? Pues, mire, con ese plan, con ese proyecto de reconstrucción y de recuperación de Aragón, yo creo que lo que hay que hacer es dotarlo de una memoria económica. Y esa memoria económica, para empezar a hablar, tiene que ser la ley de presupuestos de Aragón para 2021. Va a ser muy difícil. Yo, desde luego, no sería capaz de explicar a los aragoneses que hemos sido capaces, ocho fuerzas políticas, aunque una no quiso hacerlo en el escenario donde nos reuníamos, de consensuar doscientos setenta y tres medidas en todos los ámbitos... Y, ahora, ¿no vamos a ser capaces de cerrar unánimemente un presupuesto para ponerlo en marcha? Van a pensar que lo único que queríamos era hacernos una foto bonita ahí, en los jardines de la Aljafería, para salir al día siguiente en las portadas de los periódicos, y eso, desde luego, yo creo que no sería justo.
Por eso aquí y ahora, y es el motivo de la comparecencia, le voy hacer una petición, le voy a pedir un gesto. Señor Lambán, no venga a esta Cámara con un presupuesto ya consensuado y cerrado con los cuatro partidos que sustentan su Gobierno. Invítenos a todos, háganos partícipes a todas las fuerzas políticas de las conversaciones y de las negociaciones para venir a esta Cámara con un presupuesto consensuado al máximo nivel. Mire, el presupuesto que salga va a ser un presupuesto de emergencia, seguro que no es el presupuesto que querría cualquier gobernante, donde le encantaría, como se suele decir a veces, atar los perros con longanizas. Ese presupuesto de emergencia tendrá unos ingresos muy bajos —vamos a intentar que sean los mayores posibles—. Vamos a tener que afrontar el reto de blindar los servicios sociales, garantizar la sanidad, garantizar la educación, la dependencia. Y después de eso no sabemos muy bien para qué va a quedar. Pero, fíjese, fíjense que, si somos —me dirijo ahora a todos los grupos parlamentarios—, si somos capaces de unirnos en ese presupuesto de emergencia, podremos incluso bordear la heroicidad de conseguir algo tan excepcional como que una Cámara apruebe por unanimidad, desde las divergencias ideológicas y políticas, el texto base para afrontar la próxima legislatura. Y, si lo conseguimos, estoy absolutamente convencido que el chute de autoestima que vamos a obtener va a ser brutal y va a permitir que esta comunidad tome impulso para ser noticia, ser noticia de verdad, por lo mucho que vale, por lo mucho que puede, y no para abrir de forma injusta, desproporcionada y totalmente inaceptable los telediarios durante varias semanas.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Pérez.
Para su contestación, señor presidente.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS): Gracias, señor presidente.
Señor Beamonte, si se diera la posibilidad, la hipótesis, un escenario hipotético en el que usted hubiera hecho la intervención que ha hecho estando presentes todos los presidentes de las comunidades autónomas de España, le aseguro que su discurso quedaría absolutamente fuera de lugar y se pondría usted mismo en evidencia. Cada presidente autonómico, con sus problemas, con sus cuitas, habiendo hablado mucho este verano entre nosotros mismos, habiéndonos dado apoyo o muestras de solidaridad, nos sorprenderíamos de que quien está tan fuera de la realidad como denuncia en los demás es justamente usted. Y no le voy a responder, porque eso significaría entrar a una confrontación que es en este momento, como presidente ya del Gobierno de Aragón, lo último que deseo.
Señor Pérez, como siempre, le agradezco la actitud, el tono de su partido. Propuestas de verdad para hacer frente a la pandemia, para hacer frente a la gestión de la misma las han hecho ustedes desde su grupo parlamentario, y yo se lo agradeceré siempre, aunque menos que el tono y la actitud mantenida.
Creo sinceramente que nos enfrentamos a una circunstancia absolutamente excepcional, como jamás había tenido que lidiar ninguno de nuestros antecesores en el ejercicio del gobierno o de la oposición, que a mi juicio habría que definir desde dos premisas que van a condicionar, que van a determinar de arriba abajo la vida política aragonesa, española y europea en los próximos años. Por una parte, esta legislatura, que empezó desde una perspectiva determinada, en este momento hay que reinventarla y hay que afrontarla con otra totalmente distinta. Esta va a ser la legislatura Covid, y ojalá que pueda ser también la legislatura post-Covid, pero, desde luego, absolutamente condicionada por lo que el virus está causando en términos de destrozos en nuestras vidas privadas y en la vida pública del país. Y la segunda gran cuestión que tenemos que asumir, y creo que a todos nos incumbe, es que, en esta etapa, en esta legislatura que se nos avecina, que se nos viene encima —llámenlo ustedes como quieran—, las comunidades autónomas van a estar sometidas a una prueba de esfuerzo como jamás les había ocurrido. Sobre las comunidades autónomas va a recaer una parte fundamental, una parte principal de la gobernanza del país. Y a mí me gustaría —y me parecen muy atinadas sus palabras, señor Pérez— que Aragón diera la talla en este sentido, porque en definitiva estamos aquí para defender los intereses de la comunidad, los intereses de los aragoneses, y para desarrollar el Estatuto de Autonomía de Aragón.
A nosotros, señoras y señores diputados, nos va a corresponder gestionar los servicios públicos básicos (la sanidad, la educación, los servicios sociales). La sanidad es ni más ni menos que la protección del principal bien personal, el derecho a la salud. Y la educación es seguramente la piedra angular de cualquier proyecto serio de país, no solo porque a través de la educación se realizan las personas, se generan marcos de igualdad de oportunidades y se define el perfil exacto de lo que la comunidad quiere ser en el futuro. En ese sentido, esta misma mañana, los consejeros de Sanidad y de Educación van a comparecer ante ustedes. Ellos van a explicar, con el conocimiento que les da el tratamiento diario de los problemas y de la cuestión, cuál ha sido la gestión que han realizado este verano, la consejera Sira Repollés combatiendo, entiendo yo que de manera bastante suficiente y bastante satisfactoria, el brote de virus que hemos tenido y que en este momento aquí, en Aragón, por suerte —y cruzo los dedos—, está en franca fase de descenso, mientras en otras comunidades autónomas va aumentando, y el consejero Felipe Faci les hablará del comienzo del curso escolar. Adelanto, sin entrar en más detalles, que los dos han tenido a lo largo y ancho del verano todo mi apoyo, mi absoluto y total apoyo.
Y, por otra parte, a las comunidades autónomas nos va a corresponder participar en la cogobernanza del país en un asunto absolutamente fundamental, que es el relacionado con la economía y el empleo. Porque, evidentemente, podremos hacernos grandes propósitos de reforzar los sistemas públicos de salud o de educación, pero, sin una economía que funcione y que en definitiva sostenga la financiación de esos servicios, no iremos a ninguna parte, y, sin una economía que genere empleo, el país está abocado al más absoluto de los fracasos.
Y en ese sentido hemos de valorar en todo lo que significan dos instrumentos, dos ámbitos de trabajo, dos ámbitos de colaboración fundamentales. Uno de ellos es la Estrategia Aragonesa de Desarrollo Social y Económico, de Recuperación Social y Económica, que, como usted ha dicho, tuvo un primer avance con el decreto ley de los quinientos diez millones, que se está desarrollando de una manera —en mi opinión— bastante satisfactoria, sobre todo en aquella parte de cuarenta millones cofinanciados con las diputaciones provinciales, que estaban destinados a atender las necesidades más inmediatas en materia de empleo, de atención y socorro de los sectores más castigados por la pandemia. Creo que el día 11 está previsto que se reúna la comisión de seguimiento de esta estrategia, que es lo que se acordó inicialmente. Y me parece oportuno que ahora mismo se haga una evaluación del grado de cumplimiento en todos y cada uno de los departamentos, que —insisto— creo que es bastante razonable para el tiempo que ha pasado, y sobre todo teniendo en cuenta que entre medio ha estado el verano y que hemos tenido que dedicar gran parte de nuestros esfuerzos, además, a todo lo relacionado con la Covid.
Y, por otra parte, está el instrumento del fondo de reconstrucción europeo, en el que nosotros tenemos depositadas muchas esperanzas. Son ciento cuarenta mil millones de euros que, en mi opinión, han de ir destinados fundamentalmente, en forma de colaboraciones público-privadas, a fortalecer los sectores productivos del país y a intentar que esa inyección de ciento cuarenta mil millones de euros, como mínimo, se triplique si es que queremos salvar la destrucción de riqueza que está originando la Covid.
Estamos trabajando en dos direcciones: por una parte hay una comisión interdepartamental que coordina la consejera de Presidencia y que está aunando los esfuerzos y las visiones de los distintos departamentos para presentar proyectos, y, por otra parte, desde Presidencia, es decir, por mi parte, y en colaboración con los consejeros de Economía e Industria, estamos trabajando directamente con el sector empresarial, con los empresarios más importantes de la comunidad —el día 15 tendremos una reunión muy importante al respecto— para tratar de motivar al inversor privado aragonés, al industrial aragonés para esa colaboración público-privada, que en este momento es absolutamente fundamental.
Pero todo ello requiere de un instrumento que usted ha definido a la perfección, señor Pérez: me refiero a la necesidad de unos presupuestos, pero de unos presupuestos hechos con visión no del año 2021, sino hechos con visión de toda la legislatura como mínimo, porque esta —insisto, no sé cuál será la denominación más acertada, que la tendremos al final— va a ser, sin ninguna tipo de dudas, la legislatura del Covid, y espero que nos toque vivir parte del post-Covid. Todo lo que tratamos de hacer (la Estrategia Aragonesa de Recuperación Social y Económica, la reconstrucción y fortalecimiento de los servicios públicos), sin unos presupuestos adecuados, será absolutamente imposible.
Y en este momento —les voy a dar una cifra un tanto estremecedora—, con las previsiones del Gobierno de Aragón, a expensas de algunas decisiones que tiene que tomar el Gobierno de España, el techo de gasto con el que podríamos empezar a elaborar los presupuestos sería ochocientos sesenta millones de euros inferior al del ejercicio pasado. Eso quiere decir directamente que ni podemos mantener los servicios públicos, ni mucho menos impulsar esa importante e imprescindible Estrategia de Recuperación Social y Económica. Eso quiere decir, en definitiva, que es urgentísimo que por parte del Gobierno de España se nos provea a las comunidades autónomas —no a Aragón, sino a todas— de dos recursos, de dos instrumentos absolutamente imprescindibles: uno de ellos es el establecimiento de la previsión de entregas a cuenta, que ha sido siempre... [Corte automático de sonido]. ... para elaborar un presupuesto; y otro de ellos es una de dos o una combinación de las dos: o bien otros fondos incondicionados para las comunidades autónomas, o que se nos permita hacer el presupuesto con un déficit como mínimo del 2,5%, porque, si no —insisto—, nuestros propósitos, entiendo que compartidos por todos los grupos de la Cámara, serán absolutamente inalcanzables.
Mañana hay una Conferencia de Presidentes, con el presidente Sánchez a la cabeza, en la que yo le voy a plantear en qué términos se van a gestionar esos fondos de reconstrucción europeos. Estamos trabajando mucho, pero no sabemos exactamente cuáles van a ser los mecanismos, cómo se van a asignar los fondos, cómo se van a repartir. Le voy a plantear al presidente Sánchez esas dos cuestiones cruciales y urgentes: la de la previsión de entregas a cuenta y la del aumento sustancial del margen de déficit. Le voy a plantear al presidente otra vez que yo asumo con absoluta decisión y determinación las competencias del Gobierno de Aragón en materia de sanidad, las asumo, y creo que Aragón está dando la talla en esa asunción de responsabilidades; pero que necesito algunos instrumentos adicionales, al igual que las demás comunidades autónomas, para poder lidiar con este problema en los próximos meses. Y le voy a plantear también que en la medida de lo posible se mejoren los mecanismos de coordinación entre las comunidades autónomas y el Gobierno para ser todos más eficaces. Aunque parezca mentira, las comunidades nos comunicamos entre nosotras. Yo he hablado recientemente con la presidenta de Madrid. Ella me ha llamado a mí a lo largo del horroroso mes de agosto que hemos pasado. Lo mismo puedo decir del presidente de Castilla-La Mancha, de Galicia, de Asturias. Esa coordinación, ese intercambio de información ha existido, pero entiendo que debería haber mecanismos más estructurales que hicieran más eficaz la coordinación, el intercambio de información, y, desde luego, mecanismos que de una u otra forma tiene que liderar el propio Gobierno de España.
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lambán.
Para la réplica, señor Beamonte.
El señor diputado BEAMONTE MESA: Muchas gracias, señor presidente.
Señor Lambán, la réplica podría ser muy breve, tan breve como su deseo de no contestar al principal grupo de la oposición. Probablemente ya lo hará luego el portavoz del Partido Socialista, evidenciando lo que usted acaba de evidenciar, que es una gran falta de decoro institucional hacia el principal grupo de la oposición en esta institución. [Aplausos].
Mire, señor Lambán, la estrategia aragonesa —llamada así; pudiese ser de otra manera—, una propuesta de este grupo parlamentario. De las doscientos setenta y tres medidas, ciento trece fueron del Partido Popular. El Partido Popular ha arrimado el hombro y lo va a seguir haciendo, aunque usted nos intente obviar. ¿Sabe quién no arrima el hombro para que las comunidades autónomas estén en una mejor posición? El Gobierno de España, el Gobierno de su amigo Pedro Sánchez. Esa es la vergüenza, esa es la actitud desleal, esa es la inhibición ante la mayor crisis del país. Un presidente que elige irse de vacaciones, tumbarse en una tumbona y lavarse las manos. Ha dejado, por mucho que el señor Pérez gesticule, ha dejado solas a las comunidades autónomas y sin un marco normativo claro para poder actuar frente al Covid. Ha dejado a las comunidades autónomas solas para hacer frente a la emergencia sanitaria. Nos ha dejado solos para pedir un estado de alarma lavándose las manos y haciendo dejación de funciones. Y nos ha dejado también solos en apoyo económico, y usted hablaba al respecto.
Ojalá se le haga caso a cuanto manifiesta. Espero que las asignaciones que se puedan hacer no sean las mismas que los dieciséis mil millones de fondos que tenían diferentes parámetros y que, evidentemente, primaban cuestiones de población. Y lo que queda por venir en algunos casos, como la sanidad o la educación, ya está tasado en según qué parámetros, que tendrán realidad con los datos del 31 de octubre, como usted bien sabe. Pero espero que ese apoyo económico sea sincero, que no sea como el de los ayuntamientos, que, además de dejarlos solos, se apropian de sus ahorros.
Mire, yo creo que no falto a la verdad si les digo que el presidente del Gobierno, ante el reto más grande que tiene este país, ante el reto más grande que tienen todas las comunidades autónomas en función también de sus competencia, en este mes de septiembre ha cometido la desfachatez de dejar a todos solos, y sobre todo también en una materia importante: la vuelta al colegio. En fin, seguramente que hablarán los diferentes portavoces posteriormente al respecto, pero resulta de una auténtica desfachatez convocar una reunión de coordinación diez días antes de comenzar el curso escolar. Pues bien: eso lo dice todo, señor Lambán.
Mire, me conteste o no me conteste, diga lo que diga, vamos a seguir apoyando; si se puede entender bien, no le vamos a dejar solo si la estrategia aragonesa precisa de nuestros votos, aunque a veces se lo merece —esa actitud que acaba de demostrar ahora es merecedora también de ello.
Hay que reconocer los errores, no hay que estar por encima del bien y del mal siempre, señor Lambán. Los errores no hay que volver a repetirlos. Por entender como crítica cualquier tipo de propuesta que hacemos no se demuestra más que un simplismo absoluto, señor Lambán. No se demuestra más que un simplismo absoluto. Menudo veranito lleva su grupo parlamentario: cada vez que el Grupo Parlamentario Popular o Ciudadanos o alguna otra formación sale a hacer una rueda de prensa, convocan rueda de prensa urgentemente para decir que todo que decimos es mentira. Es una auténtica realidad que ahí está. [Rumores]. Porque están aplicando una política muy simple —y se lo vuelvo a repetir en estos momentos—. En estos momentos se deben aceptar las reflexiones, se deben aceptar las críticas y se debe aceptar la buena disposición del conjunto de fuerzas políticas de este Parlamento con sus diferencias. Es que esto no es sumisión, colaborar no es ser sumiso. Cada uno haga lo que tenga que hacer, señor Lambán. Y se trata de algo fundamental que creo que todos compartimos: se trata de salvar vidas, se trata de salvar a la comunidad, se trata de salvar al país. Y, si hay errores, se intentan subsanar y se escucha a todos; no solamente cuando interesa, sino cuando no interesa también. Mire, eche un vistazo también a sus compañeros en otras comunidades autónomas, eche. La primera, su amiga Susana Díaz. Échele un vistazo. Usted salta como una flecha enseguida que le dicen algo. Bueno, pues, si en las redes sociales algunos de nosotros o yo mismo hubiésemos dicho las barbaridades que Susana Díaz, esa que la cubren los dioses del socialismo, ha dicho, no quiero ni pensar lo que usted estaría diciendo, no quiero ni pensarlo. [Aplausos].
Pero ¿sabe por qué no vamos a actuar así? Porque, aunque se haga crítica, señor Lambán, aunque se diga algo que no les guste, porque tienen la piel tremendamente fina, porque no soportan al que piensa diferente, sino al que se somete a ustedes, aquí no es cuestión de someterse a nadie, sino de respetar al que tiene opinión diferente y distinta. En eso se basa también el gran acuerdo político: en la amplitud de miras. Nosotros no vamos a hacer eso, señor Lambán, no vamos a caer en esa manifestación que usted insinuaba de que el comportamiento... No, no. ¿Sabe por qué? Iremos con lealtad absoluta, porque entendemos que hay valores de respeto, de proporcionalidad, de altura política también, de ida y vuelta, de compromiso, de capacidad de gestión, que todos somos necesarios en una situación absolutamente extraordinaria.
Mire, hace un momento decía la consejera de Sanidad: el Covid lo ha cambiado todo y lo va a seguir cambiando todo. Y es verdad: estamos viendo en estos momentos cómo la sanidad condiciona la economía de un país de una manera brutal. Por eso somos conscientes, muy conscientes, de que tenemos que trabajar de manera conjunta, pensando en Aragón y en los aragoneses. Después de escuchar el desprecio, su silencio a nuestra intervención, solo me queda pensar que, si todo esto fuese al revés, ustedes nos estarían abriendo en canal. Es que no tengo ninguna duda.
Pero, mire, le vuelvo a repetir, esto no es sumisión, esto es simplemente colaboración y cooperación, es lealtad con los aragoneses; así que, señor presidente, cuente con el Partido Popular para lo que entienda que es oportuno, ejerceremos nuestra labor. Nuestra prioridad es poner freno a la crisis económica, a la crisis social, a la crisis sanitaria. Su obligación es gobernar, como he dicho antes, y la nuestra es ejercer el control de la acción del Gobierno, que es —repito— tan legítimo y sano como gobernar.
Hoy debería haber dejado...
El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo.
El señor diputado BEAMONTE MESA: Sí. Acabo, señor presidente.
Hoy debería haber dejado atrás el silencio y la falta de previsión, y podría haber sido un poco más correcto con este grupo parlamentario, aunque no sea más que con el respeto, la lealtad, la aportación y el esfuerzo que durante estos meses hemos tenido para con usted.
Muchas gracias, señor presidente. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Beamonte.
Por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos, señor Pérez, su turno de réplica.
El señor diputado PÉREZ CALVO: Luego me explica lo de la gesticulación, señor Beamonte, que no lo he entendido bien. Pero, vamos, en cualquier caso, la comparecencia es la de... Yo no le he entendido; es solamente por una cuestión de matiz. Pero no voy a perder tampoco tiempo con eso. Vamos a ver... [Un diputado se manifiesta, desde el escaño y sin micrófono, en los siguientes términos: «Era Carlos Pérez»]. Ah, perdón... Vale, vale. Por eso le digo, que no lo había entendido. Disculpe.
Yo lo único que querría decir y tener claro es que este debate del dedo acusador, de la búsqueda de culpabilidad, desde el reproche permanente y demás, insisto, probablemente habrá que tenerlo algún día, pero vamos a esperar a que esto pase y que pase de verdad, que todavía estamos inmersos, esto de la pandemia no ha pasado, lo peor en el aspecto económico está por venir —no me cansaré de repetirlo.
Señor Lambán, le he hecho una petición, le he pedido un gesto. Me gustaría que nos contestase. Yo le he pedido que nos deje participar a todas las fuerzas políticas de esta Cámara en las conversaciones, en la negociación, en la elaboración de ese presupuesto de emergencia desde el primer momento; que no vengan ustedes aquí, al margen de que podamos tener el trámite de enmiendas y demás, con un presupuesto ya cerrado y pactado entre los cuatro partidos que sostienen su Gobierno. ¿Por qué? Porque, insisto, eso sería la mejor manera de demostrar que nos creemos realmente esas doscientas setenta y tres medidas, que son de todos. Yo no me he limitado a contar exactamente cuántas aportó Ciudadanos, cuántas puso el Partido Popular, cuántas puso el Partido Socialista... Al final hubo un consenso, hubo un acuerdo. Eso es un acuerdo, una estrategia conjunta. Y lo que refleja la foto que nos hicimos en los jardines de la Aljafería es lo que realmente queríamos transmitir.
Mire, queda mucho por delante, ya lo hemos dicho. Yo le he hecho esa petición en relación al presupuesto, pero quiero pedirle también que no nos olvidemos en ningún momento de aspectos tan importantes como es la conciliación de las familias que tienen que hacer frente al gran reto que tenemos por delante, en lo que es la vuelta al cole, pero también en otros muchos ámbitos. Tenemos que entender que la Covid va a condicionar el día a día, la vida de muchas familias trabajadoras que no tienen con quien dejar a sus hijos y que en un momento dado van a necesitar algún tipo de ayuda o van a necesitar algún tipo de soporte, que a lo mejor no podrá ser del todo económico, pero puede ser por la vía de los planes Me Cuida, etcétera, etcétera, para no dejar que nadie se quede atrás.
Sobre todo, ahondar en la concienciación colectiva. Muchas veces parece que reducimos el problema del Covid a un problema de debate político, y en realidad esto afecta a toda la sociedad. O sea, es fundamental que los aragoneses sepan, y ahí tenemos que insistir en las campañas informativas, ahí tenemos que insistir con mensajes directos, si hace falta con su punto agresivo, en que esto es... grave no, muy grave, que está dejando contagios, que está dejando víctimas mortales, que está dejando a gente en las UCI. Y es fundamental que sepamos que la responsabilidad inicial parte de todos y cada uno de los ciudadanos, porque ahora, cuando empiece el cole... Yo estoy absolutamente convencido: no hay ningún virus en un pupitre, ni en una pizarra, ni en ninguna pared ni en nada. Si el virus entra en los colegios, será porque nosotros lo estemos llevando. Entonces, en ese sentido, apelo también a esa labor para concienciar todavía más a la sociedad aragonesa.
Un nuevo marco jurídico. También insistimos en eso. Vamos a hacerlo a través de una proposición no de ley, pero sí que me gustaría que usted asumiera el compromiso de pelear con uñas y dientes para tener un marco jurídico que permita a las comunidades autónomas, no solo a Aragón, hacer lo que toca hacer en cada momento.
Y ¿esos ciento cuarenta mil millones? Pues vamos a ver lo que rascamos. Yo, de verdad, si el planteamiento es que parte y reparte el señor Sánchez, me temo lo peor. Yo creo que tenemos que conseguir que esos ciento cuarenta mil millones no se conciban solamente como partidas para gastar... Hala, toma perricas para meter aquí o allá... No, vamos a concebirlos como una inversión, que ese dinero que pueda venir a Aragón no sea solamente gasto, sea también para invertir, para poner en marcha iniciativas, propuestas, ideas que hagan..., porque, cuando empecemos ya a salir de esto, podamos haber también obtenido algunos cambios o algunos planteamientos nuevos desde el punto de vista ya no tan coyuntural como lo que es la propia enfermedad, sino desde el punto de vista estructural.
Aragón no puede ser menos que ninguna comunidad, señor Lambán. Ahí nos va a tener siempre. Nosotros somos un partido que siempre decimos «libertad e igualdad». La libertad por delante, pero la igualdad, ¿en qué sentido? No basta con que eleve usted su queja. Es impresentable lo que estamos aguantando con el tema del derecho diferencial vasco y navarro; que sí, que está en la Constitución, lo sabemos, y habrá que algún día tomar cartas en el asunto. Pero, así de entrada, insisto, es un insulto a todos ustedes —y a mí no me gusta que insulten al presidente de Aragón, porque también me están insultando a mí— que el señor Urkullu pueda estar esperando leyendo el Deia que le digan si puede pasar o no a una reunión en relación a si le han aprobado ya el «qué hay de lo mío». No puede ser. Pelee usted, vaya usted, por lo menos, a por el mismo, a por el 2,6; si luego se queda en un dos, pues, bueno, ¿qué le vamos a hacer?
Mire, estoy viendo a mis compañeros. La mayoría de nosotros somos nuevos en esto de la política, llevamos muy poco tiempo. Por desgracia, nos ha tocado tener que asumir con responsabilidad parlamentaria la lucha contra el Covid. Nosotros somos conscientes de que nos pagan los aragoneses, somos sus empleados, por hacer nuestro trabajo, que es dar servicio para solucionar los problemas, no para crearlos ni mucho menos para recrearnos en ellos. A mí —y es una confesión que hago pública— se me caería la cara de vergüenza si tuviera algún día que decirle a los aragoneses que el virus nos ha superado no por ser más fuerte que nosotros, sino porque, ante una situación tan sumamente inédita y excepcional, no hemos sido capaces de hacer algo tan inédito y excepcional en política como es darnos la mano, ir unidos y pensar única y exclusivamente en el interés general de los aragoneses, para quienes trabajamos.
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Pérez.
Su turno de dúplica, señor presidente.
Muchas gracias, Teresa.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS): Gracias, señor presidente.
Un par de apuntes rápidos que por razones de tiempo no he podido hacer en mi primera intervención.
El primero de ellos tiene que ver con lo que desde el Departamento de Sanidad se ha hecho este verano. Fuimos los primeros que vimos el problema resurgido y tuvimos que ser los primeros en adoptar medidas —que creo, sinceramente, que han dado resultado— en términos de vuelta a fases anteriores, restricción de uso de espacios públicos, en términos de PCR, rastreadores, carpas de triaje, que todavía no hemos tenido que utilizar y ojalá no tengamos que hacerlo, o en la habilitación de soluciones para el aislamiento de aquellas personas que no lo cumplen en su domicilio o bien que no pueden cumplirlo quedándose en su casa. Creo que hay datos en este momento que nos permiten ver el futuro con un cierto alivio, aunque —insisto— en esto del virus no está escrito absolutamente nada, y pasado mañana podemos ver la situación otra vez complicada de arriba abajo, como estamos viendo, por desgracia, que ocurre en este momento en la gran parte de la comunidades autónomas de España. En todo caso, he de decirles, por cuantificar de alguna forma la evolución de la pandemia, que, si en la semana del 27 de julio al 2 de agosto se producía una media de quinientos setenta y tres casos diarios, en la semana del 24 al 30 de agosto se produjo una media de doscientos cincuenta y seis, es decir, bastante menos de la mitad. Hay que decir que, en este momento, Aragón es quien experimenta el menor incremento de casos en todo el conjunto del país; en este momento, España triplica a Aragón, y somos una de las comunidades autónomas que menos ha necesitado hospitalizar a los casos positivos que se iban produciendo.
Y, en cuanto al asunto de las residencias, creo sinceramente que aprendimos mucho del primer brote de la pandemia. En esta ocasión, los ancianos, las ancianas, las personas mayores están falleciendo más fuera de las residencias que dentro de las residencias. Seguimos siendo una comunidad autónoma en la que el número de fallecimientos por residentes es inferior a la media; hay otras comunidades autónomas con mucho mayor número de fallecimientos.
Y, en cuanto a esas acusaciones que usted dice, señor Beamonte, que he hecho a jóvenes, trabajadores de residencias y demás, le tengo que decir que en el caso de los jóvenes lo he hecho y lo sigo haciendo. Creo que hay buena parte de los sectores de la juventud —no evidentemente todos— que están siendo francamente irresponsables, y, desde luego, darles cobertura y buenas palabras a sus actitudes contribuye poco a buscar mejoras en la situación sanitaria. Y, en cuanto al hecho de que en este momento es a través de los trabajadores de las residencias por donde está entrando el virus, le puedo asegurar desde situaciones que yo he vivido y estoy viendo personalmente que, cuando lo dije, no me estaba equivocando absolutamente en nada.
Por lo demás, señor Beamonte, cuando le hablo en los términos que lo he hecho, le aseguro que en modo alguno pretendo faltarle al respeto ni personal ni políticamente. Intento, eso sí, no confrontar, intento evitar por cualquier medio la falta de confrontación, porque creo que en este momento es a lo último que en el debate político podemos recurrir. Dice que salto a la primera de cambio. Perdón, señor Beamonte: hace mucho tiempo que he perdido la capacidad de saltar y ya no salto. Asimilo y reacciono con suma prudencia. Habla de los dioses del socialismo. Hace mucho tiempo, señor Beamonte, que no sé a quién protegen los dioses del socialismo, se lo digo sinceramente. Habla de ayuntamientos. Mire, la ministra Montero —y voy a hacer un alarde de sinceridad por mi parte— está haciendo más o menos lo mismo que hizo el ministro Montoro, es decir, retener los remanentes de los ayuntamientos para cuadrar las cuentas ante Bruselas, con una diferencia: que la ministra Montero ha mejorado algo la situación que heredó del ministro Montoro, aunque creo sinceramente que esto es manifiestamente mejorable. [Rumores]. Y, cuando desde el Partido Popular se acusa al Partido Socialista de lo que está haciendo ahora, puede ser que tenga parte de razón, pero, desde luego, me permitirá usted que diga que ha actuado con un cinismo bastante absoluto porque está corrigiendo parcialmente...
El señor PRESIDENTE: Por favor.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS): ... lo que hizo el Gobierno anterior. En cualquier caso, no me tendrá usted en la confrontación, me tendrá en el acuerdo, y, en todo lo que de invitación al acuerdo, invitación al ejercicio de la lealtad mutua usted ha dicho, yo comparto absolutamente sus palabras.
Señor Pérez, lo de Urkullu en San Millán de la Cogolla fue sencillamente lamentable, olvidable, manifiestamente mejorable, por no utilizar otros términos que serían seguramente los que me saldrían de la cabeza y del corazón. Lo cierto es que, dentro del propio recinto del monasterio, hubo presidentes que criticaron la presencia de Urkullu allí con las circunstancias que le habían precedido, y le puedo asegurar que yo fui uno de ellos. Lo hice dentro —y hay aquí dos testigos que estaban presentes en la reunión— y lo hice fuera en los mismos términos que lo pudo hacer cualquier otro presidente autonómico de cualquier partido político.
Participamos todos, y fue una invitación expresa —yo creo que prácticamente todos—, en la elaboración de la Estrategia Aragonesa de Recuperación Social y Económica. Por tanto, comprobadas la buena voluntad y la buena actitud de todos, sería bastante razonable que el desarrollo de esa Estrategia de Recuperación Social y Económica —y, desde luego, los presupuestos son una pieza fundamental de la misma— fuera algo en lo que también pudiéramos participar todos. Con lo cual le recojo el guante con mucho agrado y con mucho gusto.
Lo de la conciliación es un asunto fundamental en el curso que ahora empieza. Quiero quedarme con una manifestación que hizo la ministra Celaá el otro día, en el sentido de que todos los padres que tengan que quedarse en casa y dejar su trabajo circunstancialmente porque su hijo no pueda ir a la escuela por razones de Covid cobren algún tipo de prestación. Es verdad que luego ha habido un baile de declaraciones, pero creo que a lo que hay que tender exactamente es a que, independientemente de que el PCR del niño haya sido positivo o negativo, el papá o la mamá se queden en casa y cobren algún tipo de prestación.
Y, por lo demás, su llamamiento a la unidad, a la cooperación y a la coordinación es algo que el Gobierno viene haciendo desde el día 12 de marzo exactamente, en el que se formalizó, por así decirlo, la apertura de una crisis sin precedentes, y, desde luego, por parte del Gobierno serán las pautas rectoras del comportamiento político el próximo año y los que vendrán después. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.
Turno para el resto de los grupos. Por la Agrupación Parlamentaria de Izquierda Unida, señor Sanz.
El señor diputado SANZ REMÓN: Gracias, señor presidente.
Buenos días, señor Lambán.
No le voy a negar que desde Izquierda Unida somos plenamente conocedores y conscientes de las dificultades de la coyuntura y, por lo tanto, también le reconozco las dificultades que enfrenta su Gobierno.
La pandemia sigue estando allí. Y es verdad que ahora mismo vamos a enfrentar un momento que nos sitúa, tanto en la actividad lectiva como en la actividad productiva, a una fase previa a la aparición del Covid. La reactivación de la economía y la reactivación de las aulas nos van a llevar a esa realidad. La situación económica es verdad que es preocupante, pero no es menos cierto que para que deje de ser tan preocupante debemos redoblar esfuerzos en agilidad, protección social y también control epidemiológico para evitar que este septiembre, precisamente, la incidencia de la enfermedad sobre nuestra sociedad minimice o merme todavía más nuestra situación económica. Nosotros siempre hemos dicho que sin salud no habrá nada, y no lo decimos por decir: lo decimos porque es evidente que hoy la seguridad sanitaria es un valor en sí mismo, es un valor en sí mismo y también en lo económico. Y en base a esa creencia y certeza y también en base a lo que recomiendan las autoridades de salud pública y el sentido común hemos estado exigiendo en todo momento una política mucho más profunda de reducción de riesgos, mucho más ambiciosa y en todas las facetas de la vida. Porque, si la situación al final nos exigiera tomar medidas más contundentes, más drásticas, esto requeriría de recursos y agilidad. Y es verdad que la situación es cambiante, pero es verdad que tenemos ya cierta experiencia en esta crisis, que empezó, como bien saben, hace ya unos meses.
Le pedíamos y le pedimos que asuma una actitud mucho más proactiva en ese sentido para dar respuesta a las incertidumbres de quienes hoy aún no tienen muy claro en qué condiciones van a enfrentar los próximos meses, porque —desde allí empezaré con lo que considera esta formación política y que no va a ser nuevo para usted— consideramos que su Gobierno no dimensionó realmente, no dimensionó correctamente el reto de volver a una actividad y lo circunscribió a una supuesta realidad epidemiológica que al final ha sido otra.
Evidentemente, hoy toca hablar de educación. Sabe que Izquierda Unida exigió en todo momento una política de reducción de ratios que implicase su reflejo en todos y cada uno de los escenarios, desde el escenario cero, desde el escenario uno, es decir, también con esa vuelta a la normalidad. La normalidad no se podía sustanciar como se ha sustanciado, y lo hemos visto y lo estamos viendo. Ayer mismo se estaba debatiendo precisamente sobre la incorporación de nuevos docentes para minimizar esas aulas en las que sigue habiendo veinticinco alumnos, y, por lo tanto, si hubiéramos planteado, tanto en el escenario, uno, dos, tres, una política mucho más ambiciosa de reducción de ratios, estaríamos en otras circunstancias. En cualquier caso, recordarle también que esta formación política le hizo propuestas en este sentido a su consejero y a su Gobierno permanentemente, y, como ustedes, hemos escuchado las preocupaciones de los profesionales, de los padres, de las AMPA.
Y, en cualquier caso, sí que me gustaría hacer una reflexión sobre la confianza. La confianza no se pide, se genera, ¿verdad? Y confianza, señor Lambán, es lo que el Gobierno debe inspirar. Esa es nuestra perspectiva. Y yo creo que, en estas circunstancias, toca en esta tribuna decirles que Izquierda Unida considera que no se han hecho correctamente las cosas. Porque no se nos puede pedir que cerremos filas cuando no compartimos incluso el punto de partida inicial, que, a nuestro juicio, incluso incumple esos acuerdos que aquí han salido, por ejemplo, en torno a la Estrategia Aragonesa de Recuperación Económica y Social. No vemos recogidas tampoco buena parte de las medidas, ninguna casi, que propusimos al Gobierno, y, por lo tanto, no confunda lealtad con apoyo acrítico, porque, desde luego, Izquierda Unida jamás va a estar en la crítica destructiva, pero tampoco va a estar en el aplauso gratuito. Yo creo que la lealtad y la responsabilidad es un ejercicio de ida y vuelta, es bidireccional, señor Lambán, y para sumar apoyos necesitamos entendernos. Yo creo que la sociedad necesita que nos entendamos.
No solo hay que hablar de educación; hay que hablar de economía. La vuelta a la actividad productiva quizá sitúe encima de la mesa, ahora mismo, la necesidad de intensificar las labores de prevención. Volvemos a poner una propuesta que Izquierda Unida ya situó en una iniciativa, la figura de delegado territorial de prevención, precisamente para llegar a cuantos más centros de trabajo mejor. El otro día hablábamos con el director general de Salud Pública. Habrá que concebir una nueva política de prevención de riesgos laborales, entendiendo que la Covid también es un riesgo laboral, en este caso biológico. Por lo tanto, tendremos que avanzar en ese sentido. Las aulas, los centros de trabajo, los centros sanitarios, los centros residenciales deben ser en este sentido, y si desarrollamos estas políticas, espacios de cortafuegos. Porque es complicado señalar responsabilidades y pedir responsabilidades a la ciudadanía, a un colectivo tras otro, si no tienen en ocasiones cómo cristalizar, si no se ponen sobre la mesa medidas eficaces y se hacen cumplir. En fin...
Y respuesta ágil a los problemas. Es verdad que la conciliación en el caso de las bajas, por si hay un niño confinado que no es positivo, va a resultar un debate que tiene que saldar el ministerio, es verdad, e Izquierda Unida está con usted: hay que exigir que todos los niños que tengan que quedarse en casa puedan. Pero hay un debate pendiente en esta Cámara que Izquierda Unida propuso abrir y no se ha hecho nada, que es sobre nuestro modelo de cuidados, nuestro modelo... [Corte automático de sonido]. ... y conciliación, que va mucho más allá de pedir a Madrid única y exclusivamente que en este caso concreto se resuelva. Porque el problema es que adolecemos de un sistema de cuidados en condiciones, y esta pandemia lo está poniendo sobre la mesa. ¿Qué vamos a hacer? Tenemos que hacer algo también desde el Gobierno de Aragón, más allá de las subvenciones que han salido.
Señor Lambán, no quería hablar de financiación; usted ha hablado de financiación. Izquierda Unida estará exigiendo esa mejora del modelo de financiación autonómica, esa mejora de la participación de los ingresos que tenga también las peculiaridades concretas de nuestro territorio, esa mejora en los fondos y en los repartos europeos. Pero, desde luego, para Izquierda Unida ahora mismo es fundamental también la corresponsabilidad en el tema fiscal y financiero. Estamos hablando en todo momento de apoyar la Estrategia Aragonesa de Recuperación Social y Económica. Para Izquierda Unida, lo fundamental son los servicios públicos hoy: fortalecimiento de la atención primaria, de la salud pública, de las residencias, de nuestro sistema de derechos sociales, de la educación... Y eso requiere recursos —somos muy conscientes—, y esos recursos hay que buscarlos donde están, porque están. La crisis ha generado desigualdad —incluso en esta crisis se está enriqueciendo determinado perfil económico y social—, y, por lo tanto, hay que hacer justicia, porque no vale tampoco con posiciones profundamente buenistas de vamos a ir todos de la mano... No, hay que tomar partido. Se lo llevaba diciendo las últimas comparecencias, y hoy se lo repito: esta situación también exige justicia por lo fiscal y por lo financiero. Y, desde esa perspectiva, yo le pido que, cuando vayamos a Madrid, también exijamos que haya un reparto justo de las cargas. Y, evidentemente, Izquierda Unida estará allí, como estará el Gobierno de coalición, que espero, evidentemente, no contribuyamos desde Aragón a facilitar esa cuña que está habiendo a escala nacional precisamente para su desestabilización por parte de determinados sectores de la derecha social y económica y política también de este país.
Desde esa perspectiva, todo el apoyo de esta formación política, siempre y cuando se responda, evidentemente, a esas prioridades o, cuando menos, nos sentemos y pactemos las prioridades pautadas y pactadas en torno a esa Estrategia...
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
El señor diputado SANZ REMÓN: ... Aragonesa de Recuperación Social y Económica.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sanz.
Por el Grupo Parlamentario Aragonés, señor Guerrero.
El señor diputado GUERRERO DE LA FUENTE: Sí. Muchísimas gracias.
Señor Lambán, gracias por las explicaciones.
Yo le hago primero una pregunta: ¿usted cree que el cuadripartito va a aguantar cuatro años? Porque sería la mejor noticia para dar estabilidad a las políticas que tenemos que realizar en Aragón. [Aplausos]. Y en ese sentido se lo digo porque, a veces, ya sabe usted, entra la rumorología y tal... Yo creo que la mejor noticia es que exista estabilidad en Aragón, y para eso se requiere altura de miras. Y digo «altura de miras», y, de verdad, lo diría desde la oposición. Nos toca además estar en el Gobierno. Y estamos en una situación excepcional y sin precedentes, en donde no solo el Gobierno: la oposición tiene una responsabilidad. Y no solo la oposición: naturalmente también el Gobierno.
El Partido Aragonés lo hemos dicho por activa y por pasiva: en primer lugar, nosotros pedimos unidad en una situación excepcional en los últimos cien años. Yo creo que la gente ahora lo que quiere es gestión, la gente quiere soluciones, la gente quiere que resolvamos los problemas. Y en ese sentido no hay nada mejor que una estabilidad de cara a nivel presupuestario, con un Gobierno de amplia base, en donde naturalmente debería entrar —y por qué no— la oposición a intentar fomentar unos presupuestos que sean para todos.
Además de responsabilidad, nosotros también queremos poner en valor el ADN pactista que existe en Aragón ya desde hace cientos de años, y muestra de ello es esa Estrategia Aragonesa para la Reactivación Social y Económica, donde prácticamente estamos todas las fuerzas políticas, están los agentes sociales, los sindicatos, naturalmente las asociaciones empresariales, y que yo creo que es un ejemplo para toda España. Y luego, naturalmente, acción. No solo vale con esa estrategia, tiene que haber una acción posterior. Y dentro de esa acción posterior tiene que haber unos presupuestos. Se han hecho modificaciones importantes por valor de quinientos diez millones de euros para atajar esta grave situación que vivimos, por desgracia, no solo en Aragón, sino en toda España y en todo el mundo.
Y a partir de ahí tiene que haber una evaluación, una evaluación en donde estamos en una situación que es de cierta incertidumbre, una situación en la que hay que tomar medidas ágiles y una situación donde la flexibilidad es un concepto que tiene peso. ¿Por qué? Porque lo que está funcionando ahora a lo mejor en diez días deja de funcionar, y a lo mejor nos vamos a cien casos y en diez días estamos en seiscientos. Y ojalá estemos en diez casos. Con lo cual tiene que haber medidas proporcionadas y también especialmente flexibles.
Por tanto, nosotros lo que sí que hemos pedido por activa y por pasiva —y lo ha dicho muy bien el señor presidente— es... Estamos a la espera de ver cómo se conforman esos presupuestos generales del Estado y de otras variables, como pueden ser las entregas a cuenta, como pueden ser los fondos incondicionados y, naturalmente, todo lo que tiene que ver alrededor del techo de gasto.
Además, a nivel social y a nivel sanitario, yo creo que el Gobierno de Aragón está teniendo como prioridad máxima la salud de todos los aragoneses, y espero y, naturalmente, creo que la oposición también lo entiende así. Y luego no podemos dejar de lado a las pymes, a las empresas y al tejido productivo. No nos podemos centrar solo en la salud, porque, si no, existirá otra serie de problemas, que pueden pasar en el corto plazo, y en ese sentido tenemos que estar alrededor de esas pymes, de esos autónomos y de esas empresas. Por si no lo saben, señorías, del cien por cien de empresas que tenemos en Aragón, el 98% son pymes, pero, de ese noventa y ocho, el cincuenta por ciento aproximadamente tiene tres o menos de tres trabajadores. Esa es la realidad que tenemos en Aragón, y debemos trabajar para intentar apoyar a esa realidad económica del Aragón del futuro.
Además, tenemos que seguir abordando los retos del siglo XXI. A veces, la crisis es sinónimo de oportunidad, y no debemos dejar de pasar, que por desgracia —y vuelvo a decir—, por desgracia, tenemos esta crisis... Pero tenemos que aprovechar una serie de oportunidades, en primer lugar, para intentar no solo potenciar el medio urbano, sino especialmente el medio rural. Hay que seguir animando, potenciando el medio rural, donde vive el 60% de los aragoneses, naturalmente sin descuidar el medio urbano, que, por suerte, existen unos mayores servicios. Luego, naturalmente, hablaremos —y lo saben ustedes— de digitalización. Es que ya no es algo que sea pasajero: es algo que tiene que ser ya. Hoy, por ejemplo, el ITA está celebrando una jornada de blockchain, una tecnología de futuro. En ese sentido, señora Díaz, felicidades, porque, al final, el tiempo nos da la razón, y la tecnología llega, y al final tenemos que subirnos al tren de las nuevas tecnologías.
Naturalmente, educación, y luego otra cosa importante: conciliación. Hoy en día, con todos los aspectos del teletrabajo, la conciliación laboral, personal y profesional cobra una especial importancia, y en ese sentido tenemos que trabajar de forma importante.
Se ha empezado el curso escolar con una alta coordinación con sanidad, se está haciendo todo lo posible y más, y hay que seguir apoyando, y también, igual que hablamos de que hay que seguir apoyando esas políticas a favor de la vuelta... [Corte automático de sonido]. ... también seguir apoyando a esas residencias y a esos trabajadores de las residencias. Vaya nuestro reconocimiento para ellos.
Nada más. Señor Lambán, señor presidente, tendrá nuestro apoyo. Coincidimos también con usted en que no es momento de proclamar ningún estado de alarma, salvo extrema gravedad, sino que lo que hay que hacer es tomar medidas proporcionadas y flexibles, y contará con el apoyo del Partido Aragonés.
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Guerrero.
Por el Grupo Parlamentario Vox en Aragón, señor Morón, tiene la palabra.
El señor diputado MORÓN SANJUÁN: Muchas gracias, señor presidente.
Señor Lambán.
Señorías.
Señor Lambán, en su intervención no he apreciado ni un ápice de autocrítica. Muchas justificaciones y muchos planes a futuro, pero dependientes de unos fondos que todavía no dispone en este momento y que, por lo tanto, podrá llevar a cabo o no. Poca autocrítica, que no se corresponde con la realidad, y que no es otra que la situación epidemiológica actual: que durante gran parte del verano hemos abierto los telediarios nuevamente liderando el número de casos declarados por comunidad, que hace días que superamos los mil fallecidos según cifras oficiales, que la mayor parte de la población de Aragón se encuentra en fase dos y que la tasa de contagios y el número de ingresos no terminan de disminuir. Y en las próximas semanas es de prever un empeoramiento de la situación.
Es verdad que la situación no es la de los meses de marzo o abril, pero es que desde entonces algunas cosas han cambiado, diría yo que afortunadamente. Ahora, por ejemplo, el licenciado Simón y su famoso comité de expertos ya consideran que el uso de la mascarilla es conveniente y no contraproducente, como llegó a decir el todavía en el cargo director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. No obstante, la situación está lejos de estar controlada, y la inseguridad y la incertidumbre de la población en estos momentos es máxima. No voy a entrar a analizar la situación epidemiológica con detalle, pues luego tendremos la comparecencia de la consejera de Sanidad, pero, mire, señor Lambán, no puedo pasar por alto su constante intento de querer rebajar el tono de crítica hacia las decisiones tomadas desde Salud Pública en base a lo mucho que han trabajado todos los miembros del departamento, y en especial su director general, dedicación que nadie pone en duda; pero, si es así, cuando otras comunidades autónomas han conseguido controlar mejor la pandemia que nosotros, esta falta de resultados solo puede obedecer a una ineptitud de la dirección de dicho departamento o del conjunto del Gobierno de Aragón.
En cuanto a las medidas para relanzar la economía, no ha dado una a derechas. A finales del mes de julio intentó someter a los aragoneses a la esquizofrenia a la que nos tiene acostumbrada la izquierda en este país: por un lado, nos recomendaba no salir de nuestra ciudad, pero, por otro lado, había que relanzar el turismo en nuestra comunidad. Afortunadamente, el aragonés tiene una cierta sabiduría innata y no les ha hecho mucho caso. Ustedes mismos dejaron de insistir en el tema, y esto ha permitido que muchos establecimientos hayan salvado en el mes de agosto la temporada en destinos turísticos de los Pirineos o de la comarca del Matarraña, por poner algún ejemplo.
Cerró el ocio nocturno sin previo aviso, sin aportar datos al sector ni a la ciudadanía que justificasen la medida y sin dar alternativas lúdicas a jóvenes y no tan jóvenes. Ha condenado a muchas familias al desempleo, otros trabajadores que se van quedando atrás. En este sentido le quiero plantear una pregunta: en ese concepto tan orwelliano de la nueva normalidad, ¿tiene cabida el ocio o no lo considera esencial?; ¿piensa regularlo de algún modo o simplemente convivir con el virus va a significar en los próximos meses o años que iremos de nuestro trabajo o desde la escuela a casa, y viceversa, o nos va a dar alguna alternativa?
Y, mientras no aporta medidas para salvar el tejido productivo, peligran los ERTE y las cifras de desempleo siguen en aumento, su Gobierno sigue regando con partidas económicas de hasta seis dígitos a asociaciones no gubernamentales que no ejercen su actividad en la comunidad autónoma; que, por lo tanto, no generan empleo ni riqueza, y que ni tan siquiera benefician a los más vulnerables, aquellos a los que su Gobierno social debería conceder máxima atención. Ser leal a Aragón es ser leal a los aragoneses. ¿De verdad considera que, en la situación actual, nuestra comunidad autónoma está en disposición de mantener ayudas al desarrollo de otros países? ¿Por qué no deja esa competencia al Ministerio de Asuntos Exteriores y dedica esas subvenciones a los aragoneses? Dos millones de niños españoles pasan hambre, según informó hace unos días su presidente, señor Sánchez. ¿Cuántos calcula que son aragoneses: cincuenta mil...? [Corte automático de sonido]. ¿Cuáles son sus prioridades, señor Lambán?
Respecto a la figura de los mediadores, promovida desde el Departamento de Sanidad y Agricultura para sensibilizar e informar a los temporeros, nos enteramos que la Fundación Open Arms ya ha desembarcado en Aragón, y yo le pregunto: ¿a qué obedece su contratación?; ¿no existía ninguna empresa aragonesa que pudiera realizar esta misma labor?; ¿no ha considerado otras acciones para controlar la propagación de los casos en las comarcas de recogida de fruta que incrementar las inspecciones y solicitar una declaración responsable a los empresarios?; ¿no tiene ninguna intención de controlar la presencia de aquellos inmigrantes en situación irregular en el entorno de estas explotaciones que no están trabajando dada su condición irregular, pero sí conviviendo en muchos casos en situación de infravivienda?; ¿por qué siempre le pasa la patata caliente a los empresarios?; ¿qué medidas reales ha tomado en este tema, además de subvencionar a Open Arms, incrementar las inspecciones y las trabas administrativas a los empresarios?
Señor Lambán, no hemos vencido al virus, solo estamos en el capítulo segundo. En vez de escudarse en llamamientos a la unidad, ábrase a las propuestas que le ofrece la oposición. Ustedes son los que gobiernan: gobiernen.
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Morón.
Por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, señor Palacín.
El señor diputado PALACÍN ELTORO: Gracias, señor presidente.
Señorías.
Señor presidente.
Está claro que no podemos negar que Aragón ha vivido una situación compleja estos últimos meses producida por los rebrotes, pero el Gobierno de Aragón, sin ninguna duda, ha trabajado con firmeza para enfrentarse a este problema, con una apuesta que yo pienso que hay que poner en valor por la transparencia, sin esconder lo que estaba pasando, dando datos con claridad. Aragón ha sido un ejemplo, un ejemplo si lo comparamos con otros territorios en los que todavía, a fecha de hoy, no sabemos ni lo que ha pasado ni lo que está pasando. Aquí creemos que el Estado tiene una responsabilidad, el Estado tendría que haber actuado para que todo el mundo diera los datos de la misma forma. Esta apuesta por la transparencia nos ha hecho sufrir una campaña en los medios muy negativa, una campaña que creemos que es muy criticable, una campaña que ha dañado la imagen de Aragón, que podría haber dañado la campaña turística de este año; pero, gracias a esos recursos que tenemos, ha hecho que en muchas zonas, como puede ser el Pirineo, la campaña no haya sido tan mala y ha seguido viniendo gente con total seguridad. Aquí, yo creo que tenemos que reconocer el trabajo de todos los profesionales del sector que han conseguido que la campaña se haya podido salvar con la mayor dignidad.
Dentro de este trabajo firme del Gobierno de Aragón, el Gobierno de Aragón ha hecho una apuesta en recursos para aumentar el rastreo, para aumentar los PCR, por intentar controlar la situación adelantándose incluso al futuro, a la situación, pasando de fase cuando todavía no era necesario. Creemos que, como decía, el Gobierno de Aragón ha actuado con firmeza en este caso.
Ahora, señor presidente, una vez que pasen estos meses, que pase esta situación, tendremos que reflexionar sobre las razones que nos han hecho sufrir tan pronto el rebrote, tenemos que saber lo que ha pasado para estar preparados para otras ocasiones.
Ahora en el futuro tenemos retos, tenemos preocupaciones, como es el comienzo de curso. Está claro que hay mucha gente que está preocupada. Desde la consejería, desde el Gobierno de Aragón se ha dialogado, se ha trabajado con el sector, se ha trabajado también fuera del sector, se sigue trabajando, se ha llegado a acuerdos, pero es normal que exista esa preocupación.
Estamos hablando hasta en el último eslabón que existe de esta nueva normalidad nos enfrentamos a un problema que es desconocido. Está claro que se han tomado muchas decisiones, pero se van a tener que seguir tomando decisiones sobre la marcha. Por eso es necesario que se siga trabajando con transparencia, con unidad, trabajando con los afectados, con criterios científicos y, como se ha hecho hasta ahora, con la mayor claridad posible.
Otro reto va a ser seguir apoyando los servicios públicos, que han demostrado que son imprescindibles para luchar contra la pandemia; trabajar también para defender el tejido productivo aragonés, que en su mayor parte son pymes y autónomos, que se vuelva a generar ese empleo estable y de calidad.
El Gobierno de Aragón ya está tomando medidas, ha tomado medidas. Yo creo que hemos sido un ejemplo. Hemos puesto en valor muchas veces —y hay que seguir poniéndola en valor—esa Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica. Ahora hay que desarrollarla, hay que cumplirla. El Gobierno de Aragón ya está tomando medidas.
Yo voy a poner tres ejemplos concretos que están recogidos, que son puntos que ya el Gobierno de Aragón está llevando adelante. Por ejemplo, las ayudas para ayudar a las empresas de transporte de viajeros que han visto reducidos sus servicios; una apuesta por la vivienda social, ayudando a los más vulnerables en un momento tan complicado, en el que hay muchas familias que, dada la situación, lo han pasado mal, o hacer frente a problemas que siguen estando allí en Aragón, como puede ser la despoblación —ya se está tramitando ese Fondo de Cohesión Territorial, que se ha adoptado en tiempo récord—. Y yo creo que el Gobierno de Aragón está demostrando que está ya cumpliendo esa estrategia.
Pero está claro que, para afrontar estos retos, para afrontar el futuro, son necesarios fondos, y por eso es tan importante el reparto de fondos del Estado, el reparto de fondos europeos. Esos dieciséis mil millones del Estado, el reparto ya está hecho. Los criterios —ya lo hemos dicho muchas veces en estas Cortes—... No estamos de acuerdo. Aragón ha salido perjudicado, como suele pasar en estas ocasiones. Compartimos algo que ha dicho usted, señor presidente: esa petición de más fondos y también un cambio de criterios que permita que Aragón no vuelva a salir perjudicado. Hemos vivido una situación muy compleja, casi no ha acabado la pandemia en Aragón, los rebrotes nos han hecho continuar, y es necesario que haya nuevos fondos que nos permitan salir adelante para poder prestar esos servicios públicos de calidad y que son tan importantes. Y tenemos el gran reto también de esos ciento cuarenta mil millones que llegan al Estado español. En octubre ya se van a poder presentar proyectos, por lo que el reparto se supone que está aquí, y aquí es necesario que el reparto sea justo, que no beneficie, como siempre, a las comunidades autónomas de siempre. Estamos seguros de que, si el reparto es justo, Aragón estará a la altura y tendrá los proyectos adecuados para poder salir de esta situación.
Por eso, señor presidente, todo el apoyo para luchar contra esta crisis y para defender los intereses de Aragón para conseguir el mayor número de fondos.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Palacín.
Por el Grupo Podemos Equo, señor Escartín.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA: Gracias, Teresa y personal de limpieza.
Buenos días, presidente.
Buenos días, señorías y todas las personas que nos acompañan.
«Nacho, ¿qué tal estáis?», me preguntaba un amigo de Madrid en julio. «Nacho, ¿cómo está la familia?», me preguntaba otro amigo de Pamplona en agosto. La principal preocupación de nuestra familia y de nuestros amigos en este verano hemos sido nosotros, los aragoneses. Y, cómo no, si hemos estado saliendo a diario en todos los medios de comunicación como si estuviéramos en guerra, en las treinta y tres comarcas y setecientos treinta y un municipios aragoneses. Y, efectivamente, la situación de los datos que ofrecía a diario el Gobierno de Aragón no ha sido buena en los meses de julio y agosto. Hemos tenido unas cifras de personas positivas en coronavirus, la mayoría asintomáticas, pero otras con necesidad de ingreso hospitalario, unas cifras de muertes terribles, y detrás de cada uno de esos números hay unos dramas humanos increíbles que nunca podemos olvidar y tenemos que transformar en soluciones para que no se repitan esas situaciones y poderlas parar cuanto antes.
Aunque se repita una y mil veces, la economía se puede detener y se puede gripar por una amenaza sanitaria, y lo hemos visto también este verano. Aunque hemos hecho todo lo posible para intentar equilibrar y aunar la actividad económica y social con atajar cuanto antes la evolución de la pandemia, la realidad es que estas informaciones y otras nos han afectado. Y, a pesar de que algunos sectores geográficos de Aragón, fundamentalmente Pirineo, Matarraña y lugares donde el turismo sostenible ya estaba bastante consolidado, han ido bien, en muchos sitios —y no hace falta que nos vayamos de este palacio de la Aljafería y de esta ciudad de Zaragoza; también nos podemos ir cerca, al Monasterio de Piedra—, lugares emblemáticos del turismo aragonés, han sido muy afectados. Y sectores muy importantes como el del ocio nocturno, la hostelería o el sector de la cultura están en una situación terrible. Y nuestro esfuerzo tiene que ir hacia ese tejido, fundamentalmente creado por pymes y por trabajadores autónomos aragoneses que las están pasando canutas y necesitan con urgencia que actuemos y les apoyemos, porque realmente hay mucha gente que ha cerrado la persiana o ha adaptado su negocio para intentar mantenerse mínimamente que no va a poder hacer las cuentas a final de año si no les ayudamos. Y creo que esa tiene que ser nuestra mayor aportación política en estos momentos de urgencia.
Si, además de esto, le sumas la imprecisión que hemos sufrido de los medios de comunicación de fuera de Aragón, que han llegado a decir que en Aragón había cuatro comarcas, que Caspe está en Huesca, que Zaragoza está al norte de Huesca, que en Teruel hay playa y que, afortunadamente, tanto el sector del Colegio Profesional de Periodistas como la propia asociación ha sacado comunicados este verano para pedir rigor, pues, nos ha afectado, nos ha afectado. Y aunque nuestros vecinos más cercanos se han atrevido a venir, porque Aragón ha sido un territorio seguro, pues, ha afectado, y en muchos sitios, ha faltado gente.
Como decía, el Gobierno de Aragón ha dado una información veraz y transparente, aunque no fuera buena, aunque reconociera también, posiblemente, errores que fundamentalmente, en Aragón —y lo tengo que decir—, se han circunscrito a rebrotes en lugares concretos, relacionados con entornos laborales precarizados, y esto hay que reconocerlo. Y se circunscriben fundamentalmente a empresas, mataderos, recogida de fruta, que no son todas, que no podemos estigmatizar ni generalizar a sectores muy amplios donde la gran mayoría de la gente lo hace bien, pero que evidentemente no han recogido las condiciones de salubridad, tanto de alojamientos como de trabajo, que permiten que la gente se haya podido cuidar y corresponsabilizar para atajar cuanto antes esta pandemia y cuidar para empezar su salud. Y esto no lo hemos conseguido, y es un tema que en estas Cortes lo llevamos debatiendo, al menos, desde los cinco años que llevo yo siendo diputado, en la Comisión de Economía fundamentalmente y también en este Pleno. Bueno, pues, tendremos que reaccionar más pronto que tarde.
En Aragón, lo que se llama «la vigilancia epidemiológica», el rastreo, ha funcionado, se ha incrementado. Aproximadamente, noventa y seis de cada cien casos como positivos acaban detectándose. Es decir, que la mayoría de los casos rastreados se detecta, y esto es una buena noticia, pero también recae en la atención primaria, en los médicos de familia, que son los que sufren este incremento del cuidado de sus pacientes, ¿no?, de las llamadas, del estar pendientes, de ver en qué entornos familiares o sociales han estado. Y esta presión laboral también tiene que ser traducida en apoyo.
Se siguen haciendo, aproximadamente, ahora mismo unas ciento cuarenta y cuatro PCR semanales por cada mil habitantes en Aragón, y esta cifra no es mala; triplica, por ejemplo, los datos de Andalucía. Y esta es una buena idea, de hecho, el principal experto en salud pública y epidemiológica de España, que es el doctor Simón, ha reconocido las medidas sanitarias que se han hecho en Aragón, tanto de restricción de actividades como, sobre todo, de vigilancia epidemiológica.
Pero el inicio político del curso está marcado ahora mismo y es sujeto de debate de este Pleno por la vuelta al cole, la vuelta [corte automático del sonido]..., es por lo que apostamos, con un refuerzo tanto de la contratación de profesorado, de la habilitación de espacios y de las medidas de limpieza e higiene, como de la conciliación familiar. Tan importante es garantizar un inicio del curso seguro, como poner en marcha las políticas públicas que permitan que las familias puedan quedarse con sus niños y niñas en el caso de que haya rebrotes, contagios, PCR, pruebas..., en cualquier aula o en cualquier colegio de Aragón, y esto está dentro de nuestras responsabilidades.
Podemos Aragón hizo ya el esfuerzo y los deberes con respecto a la Estrategia Aragonesa de la Recuperación Social y Económica, y los puntos 115, 267 y 268 ya señalan medidas concretas para la conciliación. Ayer mismo presentamos lo que hemos llamado «La Red Canguro», que no es otra cosa que incentivar en todos los ayuntamientos aragoneses la apertura de cualquier espacio municipal o convenido que pueda ponerse en marcha, sobre todo, para familias monomarentales y personas con más dificultades de conciliar su vida laboral y el cuidado de sus niños, que es de lo que se trata, con actividades lúdicas, artísticas, educativas o para hacer los deberes, y esto es fundamental.
Porque en este país y en esta comunidad autónoma, al final, los cuidados y la conciliación cae encima una vez más, como un trabajo extra, de las mujeres y ensancha la brecha entre hombres y mujeres, guion, yayos y yayas, y en esta situación de pandemia, sabemos que a los niños y las niñas no les podemos dejar en casa de los abuelos y las abuelas...
El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA: No podemos... Acabo ya, presidente.
No podemos mirar para otro lado, no podemos trasladar esta responsabilidad y esta inseguridad de salud de unas personas a otras, y es el momento en que no repitamos errores del pasado, cuando los niños fueron los paganos de la anterior crisis. Pues, ahora toca poner medidas de conciliación familiar ya, y esto es urgente.
Acabo ya, solamente destacando una parte muy importante de nuestra labor como Podemos en el Gobierno de Aragón: ya saben que frente a Miguel Bosé, mafufos, negacionistas y conspiranoicos, nosotros estamos incentivando la investigación aragonesa desde el Itainnova, con la financiación con un millón más para los ocho proyectos de investigación de colectivos aragoneses que están, sobre todo, investigando en torno a la lucha contra el covid, y esa va ser nuestra línea fundamental de trabajo en el Ejecutivo aragonés.
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Escartín.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, señor Guillén.
El señor diputado GUILLÉN IZQUIERDO: Muchas gracias, señor presidente.
Me va a permitir que empiece mi intervención con una cuestión previa, y es que el presidente del Gobierno y su Gobierno es la cuarta vez que comparecen durante este verano en esta Cámara. [Aplausos]. Por lo tanto, es lo primero que desde el Grupo Socialista queremos agradecer, la constancia en el esfuerzo del que ha hecho gala este Gobierno para hacer frente a este segundo rebrote de la pandemia.
Y otra cuestión —y va a ser lo único que le quiero decir al señor Beamonte—: es muy difícil salir aquí a acusar al presidente del Gobierno de España que se ha ido de vacaciones y, a la vez, afearle al Grupo Parlamentario Socialista que no ha hecho vacaciones y que ha estado permanentemente cumpliendo con su deber en esta Cámara durante el verano. [Aplausos]. No volveré a decirle nada más, nada más, señor Beamonte, en esta intervención, pero creo que hay que hacer justicia, porque me parece sorprendente lo que usted ha dicho —además, no deja de ser una boutade—, para hacer justicia con el Grupo Socialista, creo que es importante que la ciudadanía lo sepa.
En todo caso, señor presidente, señoras y señores diputados, Aragón ha trabajado muy bien, es una comunidad realmente valiente y precoz a la hora de implementar muchas medidas. Esta frase, dicha por el doctor Simón hace una semana, es el resumen de la labor realizada por el Gobierno que usted preside en esta segunda ola de la pandemia que azota a Aragón, a España y al mundo. Porque lo cierto y verdad es que Aragón no ha tenido ni un solo minuto de descanso entre las dos fases de la pandemia, y que el rebrote —que esto sí es un rebrote— que afectó a cuatro comarcas de las treinta y tres que tenía Aragón, y no es esto una transmisión comunitaria, el rebrote que se dieron en las comarcas del norte como consecuencia de las campañas agrarias, unido a los excesos de una parte de la sociedad en la vuelta a la normalidad y la debilidad que tiene el sector de los mayores para combatir una enfermedad infecciosa como esta, han sido las causas principales de esta nueva fase de la pandemia.
Y ser capaces de frenar esto, señor Morón, no es síntoma de ineptitud, sino que es un síntoma claro de ineficacia. Por cierto, le quiero decir que se ponga usted de acuerdo con el anterior portavoz, para el que hace cuatro días la gestión del Gobierno era magnífica y hoy, parece que para usted la gestión del Gobierno ha sido todo lo contrario. [Aplausos].
Un rebrote, señorías, que tiene algunas características que, afortunadamente, le alejan del sufrido a principios de año. Por ejemplo, que afecta no solo a los mayores, sino a capas sociales más jóvenes, que más del 50% de estos jóvenes son asintomáticos, que tiene una menor letalidad, pero, aún con todo y con eso, no solo es capaz de tenernos en vilo, sino que es capaz de paralizar nuestra actividad económica. Pero también es verdad que nos coge con un mayor conocimiento de la enfermedad, con mayores recursos para velar por la seguridad de nuestros trabajadores sanitarios y más precavidos también a la hora de implementar medidas que protejan a las capas sociales más débiles, como son nuestros mayores.
Se ha referido el presidente del Gobierno a las actuaciones que ha tenido la consejería de Sanidad: identificación de casos a través de nuevas pruebas, veintiún mil quinientos veinte PCR, pruebas anticuerpos, pruebas en residencias, seguimiento de casos a contagiados, con un incremento del número de rastreadores hasta doscientos sesenta y ocho, uno por cada cinco mil habitantes; alojamientos alternativos para lograr el aislamiento a la gente que no lo puede hacer en sus propios domicilios, equipos de control domiciliario que han visitado más de cien domicilios en las primeras semanas u otros asuntos, como la actuación de Open Arms en Calatayud en lo referido al tema de los temporeros.
Pero si algo ha hecho de verdad este Gobierno, señor presidente, ha sido decir la verdad. Es decir, no hurtar a la ciudadanía del derecho que tiene a recibir datos fiables por proteger la economía o porque conviniera al Gobierno que la gravedad de esos datos se devaluasen en un momento determinado. [Aplausos].
Y si hablo tanto de «verdad» es porque en política, la verdad nunca puede convertirse en un elemento que castiga a los cumplidores, aunque como decía Hannah Arendt, «la verdad, aunque impotente, siempre derrotada en un choque frontal con los poderes establecidos, tiene una fuerza propia. Hagan lo que hagan los que ejercen el poder, son incapaces de descubrir o de inventar un sustituto adecuado para ella. La persuasión y la violencia pueden destruir la verdad, pero no pueden remplazarla». Y digo yo que la demagogia tampoco puede remplazar a la verdad. [Aplausos]. Y puede ser cierto que, como han dicho algunos, decir la verdad en esta segunda fase de la pandemia haya sido una rémora para Aragón, cuando ese periodismo revestido de sensacionalismo nos convertía comparativamente en el escalafón en líderes de la pandemia, junto con Estados Unidos o Brasil, cuando lo cierto es que solo porque hacíamos más PCR que los demás, más pruebas serológicas que los demás, Aragón destapaba más casos. Lamentablemente para algunos y afortunadamente para nosotros, hoy, Aragón no encabeza ese tipo de ranking. Pero esta pandemia, señorías, no solo ataca a nuestra salud, esta pandemia pone a prueba nuestros servicios públicos básicos y, afortunadamente, este Gobierno ha apostado desde hace cinco años por el reforzamiento de estos servicios públicos. Y la prueba está en la planificación que se ha hecho para iniciar el nuevo curso escolar haciendo de nuestras aulas un lugar seguro con la ayuda de los profesores, implementando todas las medidas que, derivadas del covid, son absolutamente necesarias para que los padres y las madres manden a sus niños con normalidad a los colegios.
Y también es cierto que la pandemia ha causado un roto de grandes proporciones a nuestra economía. Sin embargo, desde nuestro grupo parlamentario, queremos mostrar nuestra esperanza en una pronta recuperación que, como dicen los expertos, en Aragón puede ser más próxima en el tiempo y más intensa. Y eso es porque disponemos de una economía más diversificada que otras comunidades autónomas, con más peso en el sector exterior en ámbitos como el cárnico, el automovilístico o el logístico, porque disponemos de un tejido industrial que va recuperando el ritmo de manera eficaz. Según los datos que tenemos del junio de 2020, Aragón fue la tercera región con el mayor crecimiento en la cifra de negocios de la industria respecto al mes anterior porque, en definitiva, gozamos de un sector empresarial muy activo, muy potente y que va a aguantar sin ninguna duda, sin ninguna duda, los avatares de esta pandemia.
Señor presidente, señorías, el debate no da para mucho más, el tiempo tampoco. Así que voy a finalizar animando al Gobierno, animando a su presidente para que sean vigilantes, para que ahonden en esa labor de planificación con la que no es incompatible tampoco la improvisación de la que a veces habla el presidente del Gobierno en algunos momentos, improvisación que va a derivar de las nuevas situaciones que vayan surgiendo.
Pero, sobre todo, para que siga poniendo, señor presidente, en el frontispicio de su actuación la transparencia y, como vienen haciendo, la verdad, porque como dijo Machado, «La verdad es lo que es y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés».
Muchas gracias. [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Guillén.
Su turno para responder al resto de los grupos, señor Lambán.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS): Y decía Serrat que «Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio». Me parece una buena aportación al debate. [Aplausos].
Señoras y señores diputados.
Señor Sanz, respecto a su reclamación o su propuesta de algún tipo de reforma fiscal, ya le adelanto que entre las cláusulas del pacto de investidura figuraba no acometer ningún tipo de reforma fiscal. Pero es más, el Gobierno del que usted forma parte, quiero decir el Gobierno de España, no va a acometer ninguna reforma fiscal y lo ha dejado bastante claro ya el presidente del mismo, el señor Sánchez. No se haga ilusiones respecto a que el señor Garzón pueda votar ninguna clase de reforma fiscal, por lo menos, en los próximos tres o cuatro años.
En cuanto al debate de la reducción de las ratios, que sé que es un asunto que le preocupa y, desde el punto de vista teórico, no se lo puedo reprochar, he de decirle que Aragón es de las comunidades autónomas de España que mejor tiene resuelto ese problema, pero no ahora, sino desde hace bastantes años. Las cosas no se hacen a bote pronto ni impelidos por situaciones sobrevenidas que obligan a repentizar, aunque en el caso de la covid, en algunos casos, hay que hacer justamente eso.
Las cosas se hacen poco a poco, cuando se cree en ellas. Este Gobierno, el Gobierno que presido, lleva cinco años trabajando en bajar las ratios de las escuelas, en hacer más escuelas y en la contratación de profesores, hasta el punto de que, según datos del Ministerio de Educación, entre los cursos 2015-2016 y 2019-2020, ha habido en Aragón un incremento de mil ochocientos ochenta y tres profesores, que es exactamente un incremento del 11,5%. En España, ha sido justamente la mitad, un 5,5%. [Aplausos].
Por tanto, cuando ha llegado la crisis, cuando ha habido que implementar las plantillas de profesores, Aragón ha llegado con los deberes razonablemente hechos. Y celebro —lo celebro sobremanera— que varios de los sindicatos de la enseñanza, tres de ellos, en este momento, estén en una dinámica de acuerdo con el Gobierno que se está plasmando en la adopción de determinadas medidas. El consejero Faci ha incrementado las plantillas en cuatrocientos profesores, pero él sabe perfectamente que no habrá ningún problema por parte del Gobierno para que esas dotaciones de profesores, si son necesarios, se aumenten más todavía. No es cuestión de imaginar cifras hipotéticas de aumentos de plantillas y de profesores sin saber exactamente para qué modelo o a quién tiene que servir ese aumento de plantillas y de profesores. Se trata de tener uno de los modelos —nosotros lo tenemos— mejores de España. Se trata de tener los espacios y, a continuación, disponer de los profesores necesarios para ello.
Señor Morón, su grupo político es el único de los aquí presentes que hace algunos meses tomó la decisión de desentenderse absolutamente de la defensa del interés general de la comunidad desde estas Cortes, desde la representación legítima del pueblo aragonés, que se ejerce justamente en estas Cortes. Seguramente, ello se debe a que ustedes no creen en el sistema autonómico; ustedes han dicho, por activa y por pasiva, que por ustedes, se cerrarían las autonomías, y ya le advierto que, desde luego, los tiempos van a ser propicios para que todos aquellos que no creen en las autonomías las critiquen y las traten de despedazar, porque sobre las autonomías va a recaer una parte importantísima de la gobernanza del país; van a tener ocasiones, van a tener oportunidades. Pero ya le auguro, ya le aseguro, ya me comprometo ante toda esta Cámara a decirle que no lo van a conseguir, que de esta crisis, el sistema autonómico español, lejos de salir debilitado, saldrá fortalecido. [Aplausos].
Creo, señor Morón, que es usted bastante injusto cuando incide en términos y en estigmas que ha utilizado la prensa nacional, a veces, claramente en contra de los intereses de Aragón, hablando de nuestro récord de cifras, de contagios, etcétera, etcétera. Creo que es bastante injusto, porque lo mismo podría decir ahora de otras comunidades autónomas que están rozando cifras muy preocupantes en el momento en que, justamente, Aragón está iniciando la curva de descenso, y no lo digo en demérito de las otras comunidades autónomas que están haciendo exactamente lo mismo que hemos hecho nosotros, esforzarse al máximo y lidiar con la situación, con la inteligencia y con lo que hasta ahora hemos ido aprendiendo todos.
Las comunidades autónomas, todas ellas, no tendrán sino mi solidaridad, pero seamos justos con nosotros mismos y no nos azotemos inmisericordemente a nosotros mismos cuando entiendo que por haber sido los primeros, en este momento, lo hecho en Aragón está siendo utilizado por otras comunidades autónomas como enseñanza o como camino a seguir. [Aplausos].
Señor Morón, alguna autocrítica sí que voy a hacer ante estas Cortes, fundamentalmente, la que tiene que ver con el sector de la recogida de la fruta, y eso que en las videoconferencias de presidentes de los meses de marzo, abril y mayo, yo fui el primero que anunció que esta situación se podía producir. Advertí que había zonas en España, particularmente, en la zona limítrofe entre Aragón y Cataluña, que tenían una estructura empresarial muy complicada para gestionar posibles pandemias. Aragón fue tomando medidas, Aragón fue emitiendo órdenes, aunque reconozco que, a la postre, no resultaron todo lo eficaces que deberían. Y creo, sinceramente, que una de las primeras tareas que debe acometer el Gobierno (las consejerías de Agricultura y de Sanidad) ha de ser justamente prever la campaña de recogida de la fruta del año 2021, que me temo que tendrá lugar en unas circunstancias muy complicadas desde el punto de vista de la pandemia todavía.
Y le aseguro —no me impele el ánimo de demonizar a nadie— que la responsabilidad fundamental de lo que ha ocurrido recae no en el sector entero de los empresarios de la fruta, pero sí en buena parte de ellos, y a las cosas hay que llamarlas por su nombre. Se están produciendo situaciones desde hace muchos años —y es verdad, señor Escartín, que, en gran medida, todos hemos estado mirando para otro lado—, se están produciendo situaciones que son absolutamente inaceptables, que no se pueden repetir. Y si evitar que se vuelvan a generar focos absolutamente indeseables en esa parte del territorio aragonés significa hacer inviables algunas explotaciones, yo, desde luego, como presidente del Gobierno de Aragón, que es el argumento que se utiliza por parte de algunos, no me temblará la mano para adoptarlas porque haya estado buena parte del foco del problema que hemos soportado.
El ocio, señor Morón, es algo que, en fin, por razones de edad, cada vez me resulta más compatible en mi caso con el cierre de los locales de ocio nocturno, aunque reconozco que los jóvenes tienen derecho a divertirse, pero desde luego a lo que no tienen derecho es a que, con comportamientos temerarios e irresponsables, contagien a sus padres y a sus abuelos, y esto está ocurriendo. Por tanto, habrá que buscar fórmulas de ocio —me temo que ya se las buscarán ellos solos—, desde luego, fórmulas de ocio que, en todo caso, sean compatibles con la preservación de la salud.
Y en relación con la situación económica y de empleo por la que atraviesa la comunidad, desde luego, es una situación, señor Morón, que ni en el peor de nuestros sueños hubiéramos imaginado que tuviéramos que hacer frente a ella, ni nosotros ni nadie, ni Europa, ni España, ni ninguna otra comunidad autónoma. Pero le tengo que decir, para satisfacción suya —me imagino—, que en Aragón el número de los ERTE vivos está disminuyendo a mucha mayor velocidad que en España. En este momento, ha habido una reducción del 81% de los ERTE, mientras que en España esa reducción es del 76%, cinco o seis puntos menos.
Y en cuanto al paro, en este momento, calculando el impacto que la covid ha tenido sobre el paro desde el mes de febrero, que es cuando estalló la pandemia, aquí, en Aragón, ha habido un aumento del paro del 14,86% y en España ha sido del 17,15%. El BBV, en sus previsiones, habla de que Aragón será la comunidad autónoma que mejor resistirá en el año 2020 en términos de empleo, y también habla el BBV, una de las entidades más cualificadas a la hora de hacer pronósticos sobre la economía, que Aragón será la tercera región con un menor descenso del PIB en el año 2019. España decrecerá un 11%, mientras nosotros, un 9%.
Le tengo que decir también que las exportaciones, uno de los motores más importantes de la economía aragonesa, han decrecido en España, pero en Aragón han aumentado, sobre todo, por el formidable motor que es la industria agroalimentaria aragonesa.
Y le tengo que decir, en definitiva, que estando en una situación muy difícil y muy complicada, no estamos, como mínimo, peor que ninguna comunidad autónoma española para enfocar la recuperación.
Y por lo demás, y teniendo una palabra de gratitud añadida a los grupos que forman parte del Gobierno, me imagino, señor Escartín, que ahora estará llamando usted a sus amigos y familiares de Madrid para interesarse por su salud; sería la justa correspondencia a lo que hacían con usted al comienzo de la pandemia.
Les agradezco mucho la actitud que están teniendo respecto al Gobierno.
Me hacía una pregunta el señor Guerrero respecto a si el cuadripartito resistirá. Yo tengo la convicción de que sí que resistiría. Desde luego, por parte del grupo al que represento, con permiso del señor Guillén, el Grupo Socialista ve el futuro del cuadripartito con mucho optimismo, con mucha confianza y con la seguridad de que resistirá. Y como creo que el resto de los participantes del pacto piensan exactamente lo mismo, creo que estamos ante una legislatura en la que la principal misión que tenemos encomendada como Gobierno, que es dotar de estabilidad social y política a la comunidad, vamos a estar en condiciones de cumplirla.
Y me alegro mucho cuando otras formaciones políticas, por razones de situación de Gobierno-oposición, menos obligadas a arrimar el hombro, lo están haciendo con una generosidad absolutamente encomiable y, por tanto, la estabilidad social y política, la unidad, la cooperación entre todos, que será un factor absolutamente decisivo para superar con éxito la pandemia, estoy absolutamente convencido de que Aragón la va a tener, y no solo la va a tener, sino que va a ser un factor diferencial respecto a los demás.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente. [Aplausos].