Interpelación núm 16/86, formulada por el Portavoz del G.P. Mixto, Sr. de las Casas Gil, relativa a la Política general del Gobierno aragonés en materia de prevención de incendios forestales.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias señor Diputado. ¿Por el Grupo Socialista? No interviene.
Pasamos al siguiente punto del Orden del Día, que es la Interpelación 16/86, formulada por el Grupo Mixto. Tiene la palabra don Sixto Agudo.
El señor DIPUTADO (AGUDO GONZALEZ): Señora Presidente, Señorías. A la altura que estamos, es obligado ser lo más concretos posible para no producir un mayor cansancio del que ya tenemos.
Yo considero que, aunque las lluvias han calmado las desesperanzas producidas por los incendios, no ha disminuido por ello la importancia que el problema tan grave tiene. Porque esta es una cuestión que no es de los últimos años: Hace mucho tiempo que está poniendo en peligro sobre los bosques españoles. Yo, personalmente, he sido testigo presencial de cómo ardían los bosques en la primera mitad de los años sesenta en Galicia, en Asturias y Cantabria, entre otras regiones, como consecuencia fundamental de una política de repoblación forestal que se hacía sin contar y contra los intereses de los propietarios de las tierras. En infinitamente menor proporción se ha producido eso en otras regiones desde entonces, y en menor medida en nuestra región, en Aragón. Pero en los últimos años, según la información que nosotros tenemos, Aragón ha perdido el cuarto lugar que ocupaba respecto a las Comunidades Autónomas con menos incendios en el año 1985. Pero este año, que ha habido menos incendios, sin embargo se han quemado muchísimas más hectáreas que en los años anteriores.
Y yo creo que no vale pretender escabullir responsabilidades, echándoselas a los incendios provocados. Porque creo, y tengo conciencia de ello, que algo fundamental falla para que no se erradiquen en una parte muy fundamental los incendios que estamos viendo. Un estudio bastante responsable hecho sobre veinticinco años de incendios llega a conclusiones generales que, en mi opinión, inciden en la esencia del problema: La política de repoblación forestal actual conduce inevitablemente al incendio. Los datos cantan: Por término medio, los montes consorciados con ICONA, hoy COMENA, arden el doble que los del Estado, tres veces más que los montes de los ayuntamientos y cuatro veces más que los de los particulares, en cuyos montes arden mucho más las especies utilizadas para repoblar que las autóctonas. El 95'5% fueron pinos y eucaliptos, y el 3'5% encinas, robledos y hayas.
Otro dato muy interesante: Mientras en Galicia, Asturias, León, Santander, también Cataluña y Levante, ha habido gran cantidad de incendios que abarcan decenas de miles de hectáreas, sobre la superficie forestal de Soria, Segovia, Guadalajara y Teruel apenas los ha habido. La diferencia es muy clara: en el primer caso, los labradores no tienen beneficio de las repoblaciones; en el segundo caso, los beneficios que reportan los pinares desde hace muchísimo tiempo son directamente para los vecinos. Esto, en la parte que le corresponde, creo que también corresponde para Aragón.
Sin duda la Diputación General de Aragón, todos somos testigos, ha tomado medidas de prevención y extinción importantes, pero las adoptadas ahora, tanto por la Diputación General de Aragón como en otra parte otras Comunidades Autónomas, no han mostrado una eficacia convincente. En esta dirección, las declaraciones que en el momento álgido de los incendios hizo el Ministro de Agricultura, en vez de aclarar la cuestión, han confundido, porque hacían ver o ponían en tela de juicio la eficacia de las transferencias hechas a las Comunidades Autónomas. Hay una realidad, y es que algo falla para que los incendios en vez de disminuir aumenten.
El motivo de esta Interpelación es que el señor Cosnejero de Agricultura nos aclare ¿cuál es la política de la Diputación General de Aragón en materia de prevención de incendios forestales?
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias señor Diputado. Para su respuesta tiene la palabra el Consejero de Agricultura, don Enrique López.
El señor CONSEJERO de Agricultura, Ganaderia y Montes (LOPEZ DOMINGUEZ): Hacer un análisis de lo que es la política forestal a nivel nacional, yo creo que nos podría perder dentro de esta Cámara. Yo pienso que la Interpelación estaba basada en el fenómeno de los incendios, que a todos nos horroriza, y que sufrimos desgraciadamente cada verano dentro nuestra Comunidad Autónoma.
En Aragón, en el momento de producirse la transferencia del ICONA en 1984 a la Comunidad Autónoma se tomaron una serie de medidas, puesto que estábamos ya atravesando de 1984 a 1985 un ciclo de sequía permanente por el que el riesgo de incendios era infinitamente superior al de los años anteriores. Cuando ICONA fue transferido a la Comunidad Autónoma aragonesa, venía haciendo una dotación en cuanto a gasto para extinción de incendios de ciento cuarenta y cuatro millones de pesetas -este dato es importante retenerlo- y en 1985, cuando se elaboró por primera vez en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma el capítulo de conservación del medio natural, ya había doscientos quince millones para extinción de incendios y doscientos sesenta en 1986.
Su Señoría afirmaba antes que en 1985 hubo menor número de incendios dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón que en 1986. En 1985 tuvimos en Aragón ciento sesenta y ocho incendios, yo diría una cantidad importante de incendios en Aragón. En 1986 hemos tenido ciento cincuenta y cuatro incendios hasta la fecha de hoy. Hay un descenso, yo no diría importante, pero ha sido inferior el número de incendios que hemos tenido. Los medios con que hemos contado para desarrollar la campaña han sido infinitamente mayores que de los que se disponía una vez ejecutada la transferencia a la Comunidad Autónoma, como han sido dotar de mejor y más número de material de lucha contra incendios, como han sido los vehículos todo terreno, y poder dotar en mejor medida las cuadrillas de retén, que nos permitía poder desarrollar mejor esa política de prevención de incendios.
En 1985, efectivamente, Aragón estaba entre las cuatro Comunidades Autónomas que, en función de la masa forestal que teníamos, menor superficie se había quemado. El año pasado, en 1985, el criterio que desde la Diputación General de Aragón se había establecido para la prevención contra la lucha de los incendios fue motivo de felicitación tanto por el Ministerio del Interior como por el Ministerio de Agricultura y ha sido trasvasado como experiencia a otras Comunidades Autónomas para aplicar durante el presente año.
Y explicaré en qué ha consistido la prevención de lucha contra incendios. En primer lugar, tener una dotación de cincuenta y dos puestos fijos en toda la Comunidad Autónoma permanentemente, las veinticuatro horas del día, desde el mes de julio al 15 de octubre, concretamente ayer, con lo que se trataba de actuar con agilidad en el momento que se detectase humo en cualquiera de las zonas. Eso nos ha permitido que prácticamente el 70% de los incendios que hemos tenido en Aragón no han sobrepasado las cinco hectáreas quemadas de media, nos ha permitido actuar con agilidad; así lo hicimos en 1985, yo diría con unos resultados francamente espectaculares. Pero este año nos hemos visto desbordados, no en cuanto al sistema o la eficacia del mismo, sino en tres incendios muy concretos, que han sido: el incendio de Nocito, el de Murillo de Gállego y el de Calanda. En los tres incendios prácticamente se ha arrasado el 66% de la superficie quemada durante la presente campaña, este dato es importante tenerlo en cuenta, puesto que han sido tres incendios muy simultáneos que se han producido prácticamente en las mismas fechas. Solamente en el de Calanda se quemaron dos mil quinientas hectáreas; en el de Nocito, dos mil doscientas setenta; y en el de Murillo de Gállego, mil trescientas cincuenta.
Hasta ciento cincuenta y cuatro incendios, vemos como en fechas... Y después de terminar mi intervención en esta tribuna le pasaré el informe de cada uno de los incendios y va a tener la oportunidad de analizar que, efectivamente, en Aragón, ese fenómeno de terrorismo encubierto que en otros sitios se puede dar en cuanto al incendio provocado, no se da. Tenemos alguna sospecha, como puede ser el de Nocito, pero no en el resto, donde el fenómeno más importante que hemos tenido ha sido el rayo. Por una proporción lógica, en veinticinco años el incendio en Aragón por rayo estaba en torno al 16%; este año hemos pasado a un 24% de los incendios que hemos tenido provocados por los rayos. También desde otros grupos de opinión se ha denunciado la quema de rastrojos. En mayo de 1986 nos dirigimos a todos los ayuntamientos y a todas las cámaras agrarias de la Comunidad Autónoma aragonesa con el fin de que diesen la mayor divulgación posible a prohibir la quema de rastrojos para evitar un mayor riesgo de incendios, puesto que estábamos sabedores de que nos enfrentábamos a un año francamente dificil. En el tema de las cifras, yo creo que ni el año pasado ni este podemos ser triunfalistas en cuanto al sistema que se ha aplicado cuando la superficie que se nos ha quemado en Aragón es de diez mil setecientas ochenta hectáreas; lo que no, quiere decir que sean diez mil setecientas ochenta y seis hectáreas arboladas, ni muchísimo menos, la superfice arbolada no llega ni a las cinco mil, el resto es monte bajo, rastrojeras, o es pastizal simplemente.
Pero la verdad es que creo que hemos estado haciendo un gran esfuerzo desde la propia Guardería Forestal, donde trescientos cuarenta y tres agentes forestales han estado a lo largo de todo el verano en permanente guardia, sin tener un día de descanso a la semana, que se lo permite el propio Estatuto de los Trabajadores y han renunciado a ello, yo diría con exceso de celo al trabajo, y las propias cuadrillas de retén, que las han integrado también trescientas doce personas fijas. A esto hay que unirle cuarenta y un técnicos permanentes, los conductores de los vehículos y la colaboración estrecha que ha existido con otras instituciones; otras instituciones a las que quiero agradecer públicamente desde esta tribuna, como ha sido la colaboración del Ejército en diecinueve incendios, la colaboración en todos los incendios que ha habido en la Comunidad Autónoma de la Guardia Civil y la Cruz Roja. Y algo que también ha sido criticado en alguna ocasión: la participación de los hidroaviones en la extinción de incendios; han actuado en número de doce incendios dentro de la Comunidad Autónoma en la presente temporada, y yo diría que en algunos casos haciendo un alarde de valentía, puesto que la situación, de nuestros pantanos era bastante precaria en la época de mayor riesgo de incendios, como es el mes de agosto y julio. Y voy a poner un ejemplo claro: cargar en la estanca de Alcañiz cuando estaba dos metros por debajo de su nivel normal en toda la actuación de tres días que duró el incendio de Calanda y que estuvo cargando permanentemente.
Yo creo que con toda esa coordinación, con todo ese esfuerzo que se ha hecho desde las diferentes instituciones, incluidas las Diputaciones Provinciales y los parques de bomberos a nivel local y comarcal, donde han sido sesenta y nueve los vehículos de las Diputaciones Provinciales que han participado a lo largo de la temporada, hemos visto que el sistema ha sido altamente eficaz, independientemente de que hayamos tenido tres incendios, uno provocado por un descuido, como ha sido el de Murillo, otro provocado por un rayo, como ha sido el de Calanda, y en el otro que hay sospechas claras de que podía haber sido provocado intencionadamente, como era el de Nocito; hemos visto que en el resto estamos, estadísticamente hablando, por debajo de las cifras que se mueven a nivel nacional. Estos tres incendios, coincidiendo con días de alta temperatura y con bochorno o viento del sur, provocaron grandes dificultades en cuanto a la extinción, no en cuanto a los medios que se llegaron a desarrollar; en el de Nocito hubo días que estaban trabajando mil cien personas. Yo creo que ya no es problema de medios, sino es problema de actuar con rapidez, puesto que un incendio en el momento que llega a tener esa dimensión de trece-catorce kilómetros de frente, la verdad es que todos los medios son insuficientes para poder atajarlo. Solamente la suerte y la colaboración del tiempo, unas veces a favor, otras veces en contra, puede ayudar a combatirlo
Yo creo que lo que no se puede poner en duda, y Su Señoría no lo ha hecho, es el gran esfuerzo que desde la Diputación General de Aragón a lo largo de estos dos años se ha venido desarrollando en cuanto a la prevención de lucha contra incendios, que el año pasado funcionó eficazmente, puesto que la estadística no la saltó; pero este año la estadística nos ha saltado en tres incendios concretos, que no pueden, de ninguna manera, esos tres incendios, borrar un buen sistema de lucha contra ellos, como ha sido que ciento cincuenta y cuatro incendios dentro de la Comunidad Autónoma no hayan podido quemar más que esas diez mil setecientas ochenta y seis hectáreas, que para mí siguen siendo muchísimas, pero seguimos estando por debajo de la media nacional en cuanto a incendios. Gracias.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias señor Diputado. En su turno de réplica tiene la palabra el Diputado Sixto Agudo.
El señor DIPUTADO (AGUDO GONZALEZ): Muy brevemente. Yo comparto los criterios en cuanto a la prevención de incendios que el Consejero de Agricultura nos ha explicado, porque lo estoy viviendo. Y precisamente este año, en relación con el anterior y los anteriores, por primera vez hemos visto equipos móviles de ICONA colaborando con la población en los conatos de incendio que se han producido en rastrojeras y en el monte; en la zona donde yo vivo eso se ha producido y, naturalmente, se ve la mejora que ha habido en la prevención. Yo no he puesto en tela de juicio esa cuestión, ni la pongo. También por primera vez hemos visto actuar avionetas para desinfectar los bosques en los alrededores de nuestros departamentos, cosa insólita en todos los años que llevamos viviendo en el territorio donde nosotros vivimos; yo creo que eso nadie puede ponerlo en duda.
Yo comparto en lo fundamental los criterios dados por el señor Consejero, pero al hacer la Interpelación iba en otra dirección también. En medicina se dice que lo mejor no es curar sino prevenir. Y si la encuesta o informe que yo he relatado en sus partes esenciales pone de relieve como causa fundamental de los grandes incendios que se han producido una mala repoblación forestal, entramos en la cuestión, para mí la más importante, de lo que es necesario hacer por el Departamento de Agricultura de Aragón, que tiene competencias para ello, en torno a las modificaciones esenciales que hay que hacer en orden a la conservación y mejora de los bosques de nuestra región. Porque, claro, una de las causas de los incendios, en general, es precisamente que las especies que se han utilizado para la repoblación forestal en estos cuarenta o cincuenta años anteriores, que hasta ahora no han sido hechas de una manera científica, teniendo en cuenta qué especies son las que pueden ser rentables, más rentables, más fructíferas en nuestra zona y cuáles no lo son. Aquí está la primera cuestión: que una buena política forestal, y además hecha de acuerdo con los intereses generales, pero teniendo en cuenta los intereses particulares, indudablemente a los interesados les incita a ser guardianes y defensores de ese desarrollo de nuestro arbolado. Si se hace como se ha hecho en estos años atrás, en los que no se ha contado con ellos y se ha hecho en contra de sus intereses, nosotros no solamente vemos el desinterés de los dueños de la tierra, sino muchos que están deseando que desaparezca esa repoblación que no sirve para nada. En la zona nuestra ha habido repoblación forestal, ¿pero con qué criterios? Ahí estaban los intereses del Alcalde Balaguer y de su cuñado, el Alcalde Barcelona. Necesitaban madera, celulosa para la fabricación de papel, y toda la repoblación que ha habido por esa zona llevaba esa dirección. Y llevábamos treinta y tantos años de repoblación y los dueños de esas tierras no han percibido ni un solo céntimo de beneficio en los consorcios que hicieron con ICONA. Por ahí iba.
Como ésta es una cuestión muy importante, yo creo todos estamos interesados en que, en el conjunto de la agricultura, este aspecto tan importante para Aragón sea estudiado y elaborado convenientemente, no solamente mediante medidas preventivas, sino concretamente con una política de desarrollo, consolidación y mejora de los bosques de la región aragonesa.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias señor Diputado. En su turno de dúplica tiene la palabra el Consejero de Agricultura.
El señor CONSEJERO de Agricultura, Ganadería y Montes (LOPEZ DOMINGUEZ): Señora Presidenta, Señorías. Efectivamente, la política de repoblación ha sido contestada permanentemente, yo diría que nunca se ha dado gusto a todos en este sentido. La Diputación General de Aragón, en 1985, encargó un trabajo de colaboración entre el Departamento de Agricultura y el Instituto de Estudios Pirenaicos con el fin de estudiar científicamente qué criterios se deben aplicar a la hora de llevar a cabo las nuevas repoblaciones; pero hay que tener en cuenta que últimamente se está hablando muchísimo de que si las repoblaciones de 1960 a 70 se hacían con pino carrasco, que es una bomba en potencia permanentemente. La verdad es que en el ecosistema que tenemos en Aragón, ecosistema mediterráneo la mayor parte del mismo, tenemos muy pocas alternativas en cuanto a nuevas especies. Estamos hablando de alcornocales, de carrasco, de carrasca, de belloteros y la verdad es que en toda nuestra Comunidad Autónoma hay algún bosque autóctono y no se dan dichas especies; un abetal o un hayedo se pueden contar con los dedos de la mano dónde están dentro de nuestra Comunidad Autónoma. El improvisar una nueva política de repoblar la verdad es que es dificil, aunque no se van a escatimar esfuerzos desde la Diputación General para buscar especies que sean menos inflamables de ahora en adelante, pero la política forestal no es algo que se pueda improvisar y solamente de la mano de un estudio científico para llevar adelante esa política forestal puede ser acertada. También hay algo que se está desarrollando en este momento y es contar con las mancomunidades de ayuntamientos o con los ayuntamientos a la hora de consorciar no solamente los montes para lo que es la política de repoblación, sino incluso los trabajos que se están desarrollando dentro de esos mismos montes, como pueden ser accesos, como pueden ser la construcción de apriscos o parideras o la construcción de pistas de comunicación entre pueblos. Ahí, a lo largo de 1985 y 1986, han sido múltiples las reuniones que ha habido con esos ayuntamientos que se ven afectados por una determinada masa forestal y en donde estamos tratando de desarrollar una política de concertación con los ayuntamientos para que ellos sean partícipes y protagonistas de la política forestal que se está desarrollando en la zona. Ese es un criterio, no es una voluntad que se vaya a desarrollar, es algo que se está ejecutando ya en este momento.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Gracias señor Consejero.
Pasamos a continuación... La pregunta número 41/86, que ha formulado el Diputado del Grupo Mixto de las Casas Gil ha sido... ¡Ah! Perdón, para fijación de posiciones, el Grupo Aragonés Regionalista. Tiene la palabra el Diputado señor Alvo.
El señor DIPUTADO (ALVO AGUADO): Señora Presidenta. Y esto ya huele a prisa y posiblemente el aspecto de esta Cámara da la sensación de haber padecido un horroroso incendio por su despoblación. (Risas). Pero, en fin, seremos rápidos.
En cuanto a fijación de posiciones, entendemos que para eso es la Proposición no de Ley, para que el Gobierno aragonés presente una Ley sobre prevención de incendios, repoblaciones, en fin, en un aspecto global de todo el planteamiento de los bosques aragoneses.
Con el deseo de aportar algo positivo a esta empresa común de mantener y mejorar nuestro hábitat mediante la defensa de los bosques, y dejando de lado críticas y lamentaciones por aquello de que "el agua pasada no mueve molino", analizaría, pues, el esfuerzo económico que la Diputación General ha hecho y que en jornales se ha gastado los ciento veinte millones, cantidad que no juzgo si es suficiente, pero sí que es verdaderamente importante. Creo que se ha hecho en cada momento lo que cualquiera hubiéramos aconsejado hacer, aunque posiblemente las circunstancias se hayan desbordado por la terrible sequía que hemos padecido este verano. Se ha gastado, a lo mejor en retenes, en hombres que estaban disponibles para cuando ocurriera el incendio; creo que también sería útil trabajar para evitar que ocurra. Están muy bien la poda y el aclareo, pero antes de que se sequen los residuos deben sacarse del monte y, aprovechando los cortafuegos y los claros, quemarlos con las debidas preocupaciones, porque, en definitiva, pocos alicientes tenemos que darle para que la tragedia se produzca.
Y plantar, señor Consejero, seguir plantando encinas donde sea posible y pinos donde sólo ellos son capaces de supervivir. Tengamos en cuenta que las coníferas fueron y siguen siendo las colonizadoras de este planeta llamado tierra. En Aragón tenemos pruebas fehacientes de que las coníferas son los árboles autóctonos en sus zonas áridas y difíciles. Los árboles en Borja -la Plana de Borja-, las Planas del Castellar y de María, Perdiguera, Luna, de Caspe a Beceite y Cuenca Minera son los pinos y las sabinas en los llanos de los Monegros son los árboles autóctonos de nuestra Comunidad. Ordesa es el testimonio patente más claro de lo que acabo de decir: las buenas zonas, bajas y húmedas, están ocupadas por las frondosas, pero ahí tenemos esos murallones impresionantes a los que solamente los pinos son capaces de dar vida hasta donde, por su altitud, es imposible cualquier resquicio vegetal. Y ahí nadie los ha puesto. Me estoy refiriendo, pues, a los árboles que están ahí a pesar de los hombres, no con la intervención de los hombres y es la mejor prueba de que son ellos los que únicamente siguen ahí, colonizando nuestra dura tierra y que son las coníferas las que, en definitiva, en todo el planeta han antecedido a cualquier otra especie arbórea.
En resumen, desearía que se proyecte todo un plan coordinado de cortafuegos, accesos, poda, clareo, desbroce y eliminación de restos vegetales capaces de provocar o hacer posible un incendio, por aquello de que es mejor prevenir que curar. Y a plantar y no dejar de plantar. Se ha dicho, incluso, que los pinos dan calor y sequía... ¡Hombre!, lo que sucede es que son los únicos capaces de vivir en esas condiciones. Cojamos el timón con pulso firme y traiga la Consejería de Agricultura de la Diputación General de Aragón a esta Cámara la ley de nuestros bosques, donde se contemplen los trabajos culturales, la prevención de los incendios, las implantaciones y las repoblaciones, y la penalización de las infracciones; en definitiva, un ordenamiento jurídico de la propiedad y de los bosques para que disfrutemos de árboles y madera en vez de una permanente cosecha de cenizas. Se ha citado aquí lo de Soria. Es evidente, cuando los pueblos son los propietarios de los bosques, no se queman. Y es que hay un refrán: "Aquello que es de todos, posiblemente es que no es de nadie". Y arden menos los que son de propiedad de los pueblos.
Así es que animo, señor Consejero, y hagamos por todos los medios, también el legal, que Aragón sea un espacio agradable y habitable. Gracias señora Presidenta.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias, señor Diputado. Por el Grupo Popular tiene la palabra el Diputado Leocadio Bueso.
El señor DIPUTADO (BUESO ZAERA): Muchas gracias, señora Presidenta. Señores Diputados. Brevemente, para exponer la posición del Grupo Parlamentario Popular respecto a esta Interpelación: la prevención de incendios.
Bajo nuestro punto de vista, consideramos que es necesario evitar la desertización de nuestra Comunidad Autónoma, como está ocurriendo, desgraciadamente, en otras Comunidades. Las medidas preventivas entendemos que son necesarias. Es necesaria, como se ha dicho en esta tribuna, la limpieza del monte y el mantenimiento en buen estado de los cortafuegos, no solamente hacer cortafuegos, no, sino mantener los que ya existen porque, con el crecimiento de las hierbas, a la vuelta de los años de poco sirven o no sirven para nada. Y también es importantísimo, y ha hecho referencia a ello el señor Consejero, no solamente contar con medios, sino también la rapidez en la llegada de los hombres al lugar donde se ha producido un incendio forestal, al margen de los medios técnicos, pues quienes apagan los fuegos, a fin de cuentas, son los hombres y hay que estudiar el sistema para que puedan llegar lo antes posible. En esta época los helicópteros militares deben estar, desde nuestro punto de vista, en disposición de ser utilizados por brigadas de trabajadores para que ellos puedan llegar mucho antes al lugar donde se requieran sus servicios. Es necesaria una política clara de repoblación forestal y aumentar las disponibilidades económicas, incluyendo en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón una partida especial dedicada a este tema. Y no hay que acordarse sólo, como se suele decir, de Santa Bárbara cuando truena, sino que hay que acordarse siempre, no solamente en las épocas en que empieza a haber incendios. Y, por tanto, como bien ha dicho el representante del Grupo Mixto, tiene que haber una política clara de prevención.
Nosotros entendemos que es un problema de todos y no se puede decir, como alguien muy significado ha dicho, que la responsabilidad directa sobre la política forestal está en manos de las Comunidades Autónomas, que siguen distintas políticas con resultados muy diferentes. Es un problema, bajo nuestro punto de vista, de solidaridad, pues hay que elaborar una legislación básica que englobaría no sólo el problema forestal, sino toda la política del medio ambiente y protección, por tanto, de la naturaleza.
Los medios de los que se dispone a nivel nacional, los medios técnicos, entendemos que en este momento no son cuantiosos, porque, en total, hay catorce aviones anfibios, con una carga de cinco mil quinientos litros de agua cada uno, siete helicópteros y unas catorce mil personas. Y en Aragón tenemos, como ha hecho referencia el señor Consejero, unos cuatrocientos empleados, aproximadamente, en el servicio forestal y unos trescientos cincuenta trabajadores contratados durante seis meses. Pero, junto a ello, entendemos que debe plantearse con claridad quién controla o quién debe controlar, por ejemplo, las acampadas. Hacen falta, bajo nuestro punto de vista, auxiliares de la guardería forestal, no solamente los guardas forestales que hay en cada localidad. También los parques de bomberos son imprescindibles y entendemos que en la Comunidad Autónoma, y concretamente en la provincia de Teruel, tienen unos medios escasísimos y en muchos casos anticuados. Tiene que haber una coordinación entre las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos. Y hay que conjugar los intereses de la repoblación con los intereses de la ganadería para evitar la emigración forzosa de los ganaderos.
Hay que tener una cosa muy clara y es: antes había más bosques y tanta sequía como hay ahora, y había menos medios económicos y no había tantos incendios. ¿Por qué? Algo falla. Y por poner un símil: accidentes, por ejemplo, en la carretera ha habido muchos, cada día hay más, cada día hay más coches y, en cambio, a pesar de los medios de que se dispone, las estadísticas durante el verano son alarmantes. En los incendios pasa algo parecido. ¿Qué es lo que falla? Entendemos que son necesarias unas medidas claras, que haya una coordinación a todos los niveles, que se pongan los medios adecuados y, por supuesto, que haya una responsabilidad a todos los niveles, porque no solamente es problema de las Comunidades Autónomas sino, también, problema a nivel nacional. Y, desde luego, la Protección Civil debe funcionar coordinada.
Entendemos que la Ley de Incendios, en lo que respecta a cada Comunidad Autónoma, debe ser actualizada y debe ser aplicada. Tiene que haber, como he dicho anteriormente, una coordinación para estar siempre y en todos los incendios, y no dar preferencia a unos sitios y dejar que otros sitios mueran por inhibición. Y también hace falta que la Guardia Civil y la Guardería Forestal tengan mayores plantillas, sobre todo para estos cometidos específicos en estas situaciones y en estos momentos. Y también unos planes comarcales para prevenir. Y, en este momento entendemos que se debe llevar a cabo una política clara para poder dar las indemnizaciones que se han venido dando cuando hay esa colaboración por parte de las personas, aunque tengan la obligación cívica de acudir a todos los incendios, para que en su momento se vean perfectamente resarcidos y, en cierta forma, tener el máximo interés. Porque es lamentable, y termino con esto señora Presidenta, que se repueblen en España sesenta mil hectáreas anuales y se quemen en un año nada más y nada menos que trescientas cincuenta mil hectáreas; en un año. Y en lo que respecta a Aragón, de cuatro a cinco veces más que el año pasado. Luego, para ello, entendemos que es necesaria esta armonización de la legislación, esta concienciación ciudadana y un plan de incendios forestales, estableciendo un refuerzo de personal en la prevención, en la detección y en el refuerzo de los parques de bomberos. Nada más. Muchas gracias.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Muchas gracias señor Diputado. ¿Grupo Socialista? Tiene la palabra el Diputado don Pedro González.
El señor DIPUTADO (GONZALEZ DOMINGUEZ): Señora Presidenta. Quizás, en un tema de tanta transcendencia tendría que haber empezado, el interpelante, por explicar la teoría del fuego; yo creo que hay que empezar por ahí. Es decir: ¿cuáles son los factores que inciden en cualquier fuego? Y habría que hablar de combustible, comburente e incluso del foco de ignición. Y, quizás, eso podría explicar algunas de las cuestiones que el Consejero ha explicado, quizás desde otra vertiente.
¿Qué esta ocurriendo en Aragón? Yo antes, cuando el señor Biel hacía ese canto triste de la provincia de Teruel, me hablaba de ciento cincuenta mil habitantes con catorce mil kilómetros cuadrados; y yo, a mi compañero de Teruel le decía, Huesca doscientos doce mil y diecisiete mil y pico kilómetros cuadrados. No hay tanta diferencia. Un problema fundamental. Un problema fundamental para evitar, precisamente, el fuego. Los fuegos, esos grandes fuegos que se han producido este año, al menos dos que son los que corresponden a la provincia en la que en estos momentos vivo, se dan en aquellas zonas -Nocito y en los alrededoresen los que prácticamente no existe población. No hay personas en estos momentos. Y aquellas que las están habitando son personas que, me parece, todavía no han tenido tiempo suficiente para querer y amar aquella cosa tan importante como puede ser el arbolado. Esa tiene que ser una razón.
Después, a continuación, por qué se queman tantas hectáreas en un fuego. Bueno, también lo ha dicho el Consejero. El acceso a las zonas de las que estamos hablando son accesos difíciles. Ya quisiera el Consejero tener, aparte de esos coches todo terreno tener helicópteros, evidentemente. Si en vez de un coche tuviera un helicóptero, probablemente podría desplazar a esos nueve o diez hombres, situado o determinando, cuál es el foco de ignición, para automáticamente apagar, porque se hablan de unas cifras ridículas. Cuanndo el fuego supera los trescientos metros, trescientos metros, es dificil poderlo controlar por una sóla persona. Y esto se produce con una rapidez extraordinaria. Por lo tanto, más medios. Evidentemente más medios.
Y en el tema de la repoblación, yo me alegro de que el señor Alvo haya hablado, concretamente, de algunas especies; porque parece que no estaría en consonancia con lo que el interpelante quería decir. Porque yo también soy de la opinión de que, en Aragón, tenemos que poner para repoblar, aquello que se pueda repoblar. Y ha hablado del pino; del pino que, en muchos aspectos, es criticado duramente desde Aragón. Parece como si no fuera una planta que fuera ideal para repoblar, yo entiendo que sí. Y que es bueno pensar en hayas, abetos y demás que en Aragón existen, pero existen en unas zonas determinadas donde no hay fuego, entre otras razones porque es dificil, porque allí la humedad es muy alta, es decir, por encima de los novecientos o mil metros, difícilmente hay fuego. ¿Dónde se produce? Pues en altitudes de seiscientos o setecientos, con unas especies muy combustibles y con, probablemente también -he hecho referencia-, con acampadas frecuentes y de dificil dominación; es decir, que es muy dificil exigir a los ciudadanos que ocupen aquellos lugares que realmente tienen destinados, a pesar de que luego realmente está destinado.
Por lo tanto, yo creo que la política, y era la pregunta y yo tengo que defender y apoyar a mi Consejero, evidentemente, que se le hacía: cuál es la política, cuál es la política adecuada. Y, probablemente esté carente de medios. pero quiero recordar, porque el año pasado en los Presupuestos así lo hacían algunos compañeros de la Comisión de Economía, que no es fácil recortar para esas partidas que en estos momentos estamos llamando a que sean mayores, de otras necesidades que también son importantes. Muchas gracias, señora Presidenta.
La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (NAVARRO PRATSAVALL): Gracias señor González. La pregunta 41/86 formulada por el Diputado de las Casas Gil, del Grupo Mixto, ha sido retirada. Con lo cual, sustanciados todos los puntos del Orden del Día, se levanta la Sesión. (A las diecinueve horas quince minutos).