Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
Proposiciones no de ley
Proposiciones no de ley núms. 339/20, sobre el apoyo y defensa de la Constitución española y de Su Majestad el Rey de España, y 340/20, sobre la defensa del Rey Felipe VI.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 025 de Plenos (X Legislatura)
Intervinienen: Vaquero Periánez, María Del Mar - Pérez Calvo, Daniel - Sanz Remón, Álvaro - Guerrero De La Fuente, Jesús - Morón Sanjuán, Santiago - Palacín Eltoro, Joaquín Antonio - Escartín Lasierra, Ignacio Miguel - Urquizu Sancho, Ignacior
El señor PRESIDENTE: Continuamos con el orden del día, con el último punto, debate conjunto y votación separada de la proposición no de ley número 339/20, sobre el apoyo y defensa de la Constitución española y de Su Majestad el Rey de España, presenta por el Grupo Parlamentario Popular, y la proposición no de ley 340/20, sobre la defensa del Rey Felipe VI, presentada por Grupo Parlamentario de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía.
Para su presentación y defensa, en primer lugar tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Popular, la señora Vaquero.
Proposiciones no de ley núms. 339/20, sobre el apoyo y defensa de la Constitución española y de Su Majestad el Rey de España, y 340/20, sobre la defensa del Rey Felipe VI.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Y, señorías, la verdad es que resulta preocupante e incluso doloroso que en este Parlamento tengamos que venir a reivindicar la defensa de instituciones del Estado que están consolidadas en el sentir de los españoles y de los aragoneses desde hace ya más de cuarenta años.
Con esta iniciativa, hoy no solamente pretendemos apelar a la Constitución, también pretendemos apelar a todos y cada uno de los constitucionalistas. Con esta iniciativa lo que queremos defender son las instituciones, apelamos a nuestro apoyo a la Constitución, al Estado de derecho, a las instituciones del Estado y a la separación de poderes.
Queremos mostrar también nuestro respeto a la forma política que nos hemos dado a esa monarquía parlamentaria. Y también especialmente a la figura del Rey, a todos y cada uno de los ataques y actuaciones que quieren desestabilizar, precisamente, la Jefatura del Estado.
Hemos incluido también en nuestra iniciativa la referencia a esas declaraciones hechas por un ministro del Gobierno de España, para el cual pedimos su cese, y también la reprobación del vicepresidente del Gobierno, del señor Iglesias, por las declaraciones y los continuos ataques también a la monarquía.
Señores diputados, hablar de la Constitución es hablar de democracia, es hablar de un modelo de convivencia que nos hemos dado todos los españoles. Hablar de instituciones es hablar de nuestra libertad, es hablar de derechos y libertades, es hablar de la consolidación de la democracia y de los cimientos también del Estado de derecho. Y es por ello que cualquier ataque a las instituciones del Estado es un ataque también a la democracia.
Una democracia que ha entrado, por parte de algunos miembros del Gobierno, en una vía de degeneración, en un intento de subvertir precisamente el modelo de país que nos dimos entre todos los españoles. Pero no a través de su régimen jurídico, de su ordenamiento jurídico, sino a través de esa puertita de atrás de quien precisamente lo que menos respeta es la libertad.
Hablar de la forma jurídica y la forma política del Estado es hablar también ya no solamente de un modelo ideológico, es un modelo de país que nos dimos todos los españoles con el consenso de todas las fuerzas políticas, consenso que hemos mantenido, precisamente, en esa convivencia democrática, y, por lo tanto, es la fórmula que elegimos de esa monarquía parlamentaria representada por el Rey y que supone la Jefatura del Estado.
Por eso, cualquier constitucionalista, cualquier persona, cualquier ciudadano que defiende la democracia, el Estado de derecho, nuestras libertades, también tiene el deber de defender nuestras instituciones. Y, entre esas instituciones, especialmente, por las declaraciones que hemos tenido que ver en pasadas semanas, esa institución que es la Jefatura del Estado y que es el Rey.
Miren, en estos días, yo creo que no nos tenemos que llevar al falso debate de monarquía o república. El debate en estos momentos en España no es la dicotomía de conceptos de monarquía o república. El debate y el problema que en estos momentos tiene España es el debate entre democracia y regímenes totalitarios, entre libertad o esclavitud o entre prosperidad y miseria. Ese es el verdadero debate que en estos momentos está en España.
A aquellos que no respetan la Constitución, que no respetan nuestro Estado de derecho, que no respetan nuestras instituciones, les daría igual que en estos momentos la forma política fuera la monarquía o fuera la república, les daría igual. Porque lo que no quieren, lo que no quieren es precisamente la libertad, los derechos de los españoles, las instituciones, el Estado de derecho. Lo que no quieren es una Constitución, un modelo de país que permite que los ciudadanos libremente elijan a sus gobernantes, porque saben que nunca, nunca les elegirían a ellos. Por eso no debemos desenfocar cuál es el debate que tenemos en estos momentos. No es monarquía o república, es democracia y libertad frente a totalitarismo y esclavitud.
Desde mi grupo parlamentario vamos a facilitar la votación separada, ya lo anticipo, de todos y cada uno de sus puntos, porque queremos apelar una vez más a todas las fuerzas políticas constitucionalistas que en estos momentos quieran elevar el debate que en estos momentos hay en este país, el de la libertad, el de la democracia, el del Estado de derecho, el de la unidad, el de la igualdad. Es ese el debate frente a aquellos que, como digo, quieren subvertir nuestro modelo de país.
Además, que hay una enmienda que ha solicitado también Ciudadanos, que ya apunto que en todo caso se incorporará como un punto aparte. Pero, bueno, esperaremos al debate para definir cómo va a quedar finalmente esta iniciativa.
Muchísimas gracias. [Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Vaquero.
Señor Pérez, su turno para presentar su proposición y defender la enmienda presentada a la proposición del PP.
Tiene la palabra.
El señor diputado PÉREZ CALVO [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Pues si me permite, alterando un poquito el orden y así condenso los tiempos, entro directamente a la enmienda, esa enmienda de adición que en realidad lo que hace es completar el punto primero de su proposición no de ley, en cuanto a la separación de poderes. Porque creemos que hay que añadir que es necesaria una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que los doce vocales del consejo general procedentes de la judicatura y la magistratura sean elegidos directamente por los propios jueces, por los propios magistrados, tal y como venimos reclamando insistentemente desde Ciudadanos, en nuestra apuesta por la regeneración democrática.
Creemos que además es importante insistir en esa dirección, cuando vemos que el Gobierno de España tiene unas prisas inusitadas por atar en corto al poder judicial controlando el nombramiento de sus miembros. Por cierto, un gobierno cuyo vicepresidente segundo, el señor Pablo Iglesias, bueno, ha encontrado en un privilegio como es el de la casta el mejor salvoconducto para evitar lo que a día de hoy ya sería una imputación por varios delitos graves.
Ha dicho usted que podremos votar por separado los puntos, pues perfecto, en principio ya le digo que votaremos a favor algunos de ellos y en dos, concretamente los dos últimos, nos abstendremos.
Mire, la verdad es que para mí, para nosotros, para mi grupo parlamentario, es también una pena tener que recabar en estas Cortes el apoyo explícito a nuestra Constitución y a la figura del Rey Felipe VI, que encarna la máxima expresión de los valores que nuestra Carta Magna encierra.
Muchos dirán que eso es algo que se da por hecho, que no hace falta, que no es necesario, pero, bueno, la verdad es que estamos viviendo unos tiempos en los que la única certeza es la incertidumbre y que parece que ya nada es igual y nada se puede dar por asentado y por firme.
Resulta que cuando más necesitamos la estabilidad de nuestras instituciones, ante una crisis sanitaria y económica sin precedentes, algunos marineros tratan de amotinarse con la indolencia o incluso la complacencia del capitán del barco.
Solo así se entiende que, por primera vez en cuarenta años, la figura del jefe del Estado, su majestad el Rey Felipe VI, haya sido criticada abiertamente y de manera gratuita por dos miembros del Gobierno de España, entre ellos su vicepresidente segundo, sin que hasta el momento el jefe de ese Gobierno, Pedro Sánchez, les haya, como se suele decir, pintado la cara o desautorizado de forma clara e indubitada.
Las intolerables declaraciones del ministro Garzón y del vicepresidente Iglesias contra su majestad y otras altas instituciones del Estado, como la magistratura, en realidad han sido el colofón a la actuación cobarde y desleal de un gobierno rendido con mansedumbre lanar a los socios independentistas que facilitaron su creación y que, en cualquier momento, cuando hayan conseguido exprimirles ya todo el jugo, acabará por devorarle con el mismo canibalismo con el que la mantis religiosa devora a su pareja cuando ha culminado la faena, por decirlo de alguna manera.
Estamos viendo un gobierno capaz de doblar la rodilla ante los enemigos de la España constitucional y romper con una larga tradición de más de veinte años en la que el rey avalaba al poder judicial, como pilar fundamental de nuestro Estado de derecho, presidiendo en Barcelona la entrega de despachos a las distintas promociones de la Escuela Judicial.
Esta vez, el Gobierno de Sánchez no ha permitido al jefe del Estado participar en ese acto solemne y cargado de simbolismo. Y lo ha hecho por no desairar a quienes, lejos de valorar esa inaceptable concesión como un gesto, lo habrán tomado, sin duda, una vez más, como una muestra de debilidad por parte de quienes, teniendo como tienen la obligación de defender el interés general de España y de las instituciones, han optado por hacer lo que sea con tal de poder satisfacer su único interés, que es permanecer en la Moncloa a cualquier precio.
Solo desde la irresponsabilidad, el egoísmo y una nula visión de Estado, se puede consentir desde el Gobierno de España que los mismos que no ocultan su deseo de romper el candado de 1978 aprovechen una crisis tan espeluznante y terrible como es esta para arrimar el ascua a su sardina y tratar de desestabilizar el barco de la libertad y la democracia, que por tan buen rumbo nos ha llevado durante estas cuatro décadas.
Miren, que lo haga el señor Iglesias, que lo haga el señor Garzón es intolerable, pero, les voy a decir una cosa, es coherente con su propia estrategia, destinada a dinamitar nuestras libertades e instaurar, qué más quisieran, un nuevo régimen a imagen y semejanza de esas repúblicas bolivarianos, en las que lo que no está prohibido es porque es obligatorio.
Pero lo que no es de recibo en ningún caso es que eso lo consienta con su silencio atronador quien a día de hoy lleva las riendas, no solo del Gobierno de España sino también del Partido Socialista Obrero Español, el PSOE, un partido que ha sido durante las últimas cuatro décadas piedra angular de la España constitucional y una pieza imprescindible en lo que fue la recuperación de las libertades y la modernización de un país que algunos parece que quieren arrastrar de nuevo al guerracivilismo de nuestras peores pesadillas.
Creo que hay razones de peso para que desde estas Cortes de Aragón, desde los distintos parlamentos de España donde Ciudadanos ha presentado esta misma iniciativa, reafirmemos nuestro compromiso en defensa de la Constitución del 1978, de sus instituciones, en especial de la figura del jefe del Estado, pongamos pie en pared contra la desestabilización y recordemos que en democracia no hay atajos y la ley va siempre por delante del legítimo derecho a discrepar, a querer cambiar el curso de la historia o a alterar el marco legal de nuestra convivencia.
Hemos glosado, voy terminando, en cuatro puntos la proposición no de ley que hoy traemos a esta Cámara y que sus señorías ya conocen, pero en realidad podríamos resumir esos cuatro puntos en uno solo.
Por eso pedimos desde aquí al Gobierno de España que nos defienda de quienes incluso desde sus propias filas pretenden arrebatarnos, sin respetar las normas, la manta con la que la Constitución nos cubre. La manta bajo cuya protección, aunque Pedro Sánchez no lo consiga, el resto de los españoles sí podemos dormir tranquilos. Porque esa manta es en realidad la manta de la libertad que nos hemos ganado a pulso y no nos vamos a dejar robar.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Pérez.
Turno para el resto de grupos.
Por Izquierda Unida, señor Sanz, tiene la palabra.
El señor diputado SANZ REMÓN [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Un poco de mesura, señorías, un poco de mesura. Y se lo dice un republicano convencido como yo, que lo que menos pretende con esta intervención es entrar en debates absolutamente bizantinos, más propios del debate que hemos tenido antes sobre la hispanidad que sobre la cuestión que nos ocupa.
Yo creo que hay dos cuestiones encima de la mesa bien interesantes que subyacen en este debate, ¿no?, que ustedes quieren tapar con la reprobación, en un tono o en otro, de dos ministros que lo único que han hecho ha sido poner en valor lo que dice nuestra Constitución, señorías, lo que dice nuestra Constitución.
Miren, el otro día leí a un profesor de Derecho Constitucional que decía con claridad que la oportunidad política de que el rey visite Guatemala o Egipto la decide Exteriores. Si conviene o no conviene que esté en Barcelona lo decide Justicia, y eso se llama refrendo, eso se llama artículo 64 de la Constitución, y eso es lo que tenía que haber sido, de forma normal y natural, una cuestión constitucionalmente asumida.
¿Qué pasó? Pues, que ese señor que se llama Felipe no llamó a un señor que se llama Carlos, pero es que da la casualidad de que no estamos hablando de un señor que se llama Felipe y de un señor que se llama Carlos: estamos hablando del jefe del Estado y estamos hablando el presidente del Consejo General del Poder Judicial, que no son dos cualquieras y que tienen que estar sometidos al mandato constitucional. Y el mandato constitucional lo deja claro. Ustedes, con esto, están diciendo que la Constitución se la pueden saltar algunos cuando quieren, a tenor de los intereses que quieran. Pero permítanme que ponga en valor que la Constitución es para cumplirla. Yo la acaté y la tengo que cumplir, y es verdad, yo soy republicano y quiero avanzar hacia un régimen mucho más democrático en el sentido que no haya nadie que por sangre esté por encima de los demás.
Pero ese no es el debate de hoy, el debate de hoy es por qué no se le dice al rey que vaya a la entrega de despachos y por qué tenemos un Consejo General del Poder Judicial secuestrado. Y ahí, ustedes, ahora mismo, proponen cuestiones: una es el secuestro evidente que tiene el Partido Popular para con la justicia y otra es la solución que propone Ciudadanos, que es que los jueces elijan a los jueces. Bueno, este Parlamento elegirá al Parlamento que venga, pues. Le quiero recordar que la Constitución dice en su artículo 117 que la justicia también emana del pueblo y que, ahora mismo, la representación del pueblo está en los parlamentos, nos guste más o no guste menos. Por lo tanto, habrá que cumplir también el mandato del 117 y también del 122, que habrá que cumplirlo, señorías del Partido Popular. Y del 64, como les he dicho antes. Pero, sobre todo, del 1.2, que es donde reside la soberanía nacional.
Y hay lecturas constitucionalistas de Hernández de Miñón hasta otros, antagónicas en estas cuestiones. Por lo tanto, no elevemos a soflamas lo que es una cuestión de orden constitucional que, en este caso concreto, le confiere al gabinete de Gobierno, le confiere al presidente del Gobierno unas atribuciones exactas que el rey incumplió y rompió la neutralidad política. Y a partir de ahí, ustedes utilizan esto para cargar con quienes, en el ejercicio de la libertad, sana y sensata en democracia, señalan un hecho, además desde sus responsabilidades políticas, que las tienen y muy importantes. Y es una cuestión de salud democrática, señorías.
A partir de ahí, yo, evidentemente, ¡qué voy a votar en estas propuestas!, pues, voy a votar en contra, voy a votar en contra y creo que he dejado claro los argumentos.
Pero es que también les voy a decir otra cosa más: cuando quieran tener un debate sobre modelo de Estado, cuando quieran tener un debate sobre libertad, cuando quieran tener un debate sin miedo en ese sentido y sin apriorismos, lo tendremos. Pero, desde luego, no utilicen para esconder sus miserias el ejercicio de responsabilidad que en este caso concreto los miembros del Gobierno pusieron sobre la mesa para dejar, negro sobre blanco, que la ley está para cumplirla y la Constitución también. Y el primero que la tiene que cumplir, precisamente, para dar ejemplo de esa neutralidad y esa estabilidad, es el jefe del Estado, que es el rey.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Sanz.
Por el Grupo Parlamentario Aragonés, señor Guerrero.
El señor diputado GUERRERO DE LA FUENTE [desde el escaño]: Sí, muchísimas gracias.
Bueno, ya conocen cómo pensamos. De hecho, hace poco hemos salido manifestando, pues, ese apoyo dentro de la Constitución, dentro de la centralidad y de la normalidad, al rey y a la monarquía y, especialmente, dentro de lo que acapara la Constitución, el paraguas de la Constitución española.
Ya en los estatutos del propio Partido Aragonés, en el artículo 2, se habla de poner en valor la integración del pueblo aragonés dentro del Estado constitucional español y que, además, el Partido Aragonés defiende la vigencia y el desarrollo de la Constitución, que también, por ende, incluye a la monarquía como forma de política del Estado. Simplemente, lo decimos con esta normalidad, pero también con esa contundencia que nos caracteriza, en base a ese artículo 2 de los propios estatutos.
Nos gusta y votaríamos a favor de lo que es la proposición no de ley del Partido de Ciudadanos, porque los cuatro puntos nos representan y así es como pensamos nosotros.
Y en cuanto a la del Partido Popular, pues, hay algunos puntos, especialmente los del principio, que hablan de lo que estamos hablando, y algunos de ellos que van en contra de miembros del Gobierno, y en ese sentido no nos gustan tanto. No por nada, simplemente, porque al final es el propio Gobierno de España el que pone, el que quita, etcétera. Con lo cual, en función de las circunstancias, votaríamos a favor o de otra manera.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Guerrero.
Por el Grupo Parlamentario Vox en Aragón, señor Morón.
El señor diputado MORÓN SANJUAN [desde el escaño]: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, decía la proponente del Partido Popular que resulta sorprendente a estas alturas de la película tener que salir en defensa de nuestra Constitución y de Su Majestad el rey. Pero lo cierto es que la extrema izquierda, como nos ha demostrado el señor Sanz, lleva ya varios años cuestionando una de las etapas de mayor prosperidad y concordia entre los españoles, como ha sido la transición.
Frente a este posicionamiento, es conveniente recordar que el 6 de diciembre de 1978, el pueblo español alcanzó un gran acuerdo de convivencia, refrendando mayoritariamente nuestra Constitución, con nada más y nada menos que un 91,81% de votos afirmativos, ratificando de esta forma la monarquía parlamentaria como modelo de Estado. Desde entonces, la figura del rey de España ha garantizado un Estado de libertades frente a varios intentos de ruptura de la convivencia. El último, en el año 2017, en Cataluña. La deriva separatista de una parte de la sociedad catalana y vasca y el intento de contentar a sus representantes en el Parlamento por parte del actual Gobierno social-comunista para obtener mayorías suficientes que les permitan, entre otras cosas, la aprobación de los presupuestos y el mantenerse en el poder a cualquier precio, han propiciado actos de agravio a la Corona y amenaza con romper la convivencia entre los españoles.
Los constantes llamamientos, velados o explícitos, a un cambio de régimen, protagonizados por el vicepresidente segundo del Gobierno, el aforado señor Iglesias, y del ministro de Consumo, señor Garzón, a los que, en conjunto, tan solo los apoyaron un 13% de los electores en las últimas elecciones generales, por cierto, nos parece del todo irresponsable, en especial, en estos momentos de emergencia sanitaria, social y económica.
¿A quién tenemos que creer, pues? ¿A la izquierda, que llama a la unidad y al consenso para salir más fuertes de la crisis? ¿O a la izquierda que cuestiona las bases de nuestro Estado de derecho para buscar rédito político a río revuelto?
El Grupo Parlamentario Vox en Aragón apoyará ambas proposiciones no de ley y también la enmienda presentada por el Grupo Ciudadanos de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, para una independencia real del poder político y, de este modo, mejorar la calidad democrática de nuestro Estado de derecho con una auténtica separación de poderes.
Para finalizar, y ante esta gravísima situación de acoso a las instituciones del Estado que estamos sufriendo, el Grupo Parlamentario Vox en Aragón refrenda el compromiso de defender y proteger la institución de la Corona, máxima representante de nuestra forma de gobierno, la monarquía parlamentaria, así como la dignidad y la figura de Su Majestad el rey, don Felipe VI, que encarna la indisoluble unidad y continuidad histórica de la nación española.
Y si me lo permiten, como hace tres años, el 6 de diciembre del año 2017, día de la Constitución, en la Vía Layetana de Barcelona, finalizaré mi intervención con un ¡viva el rey! [Algunos diputados se manifiestan, desde sus escaños, con el siguiente término: «¡viva!»].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Morón.
Por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, señor Palacín, tiene la palabra.
El señor diputado PALACÍN ELTORO [desde el escaño]: Sí, gracias, señor presidente.
Debatimos... [Rumores].
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, señor Palacín.
El señor diputado PALACÍN ELTORO [desde el escaño]: Sí, gracias, señor presidente.
Debatimos una iniciativa contra el Gobierno del Estado, escondida en defensa del rey, escondida en defensa de la Constitución. Es una iniciativa en una clave estatal que creemos que en este momento solo busca enfrentarnos, que va a aportar muy poco en un momento tan complicado como el actual.
Aunque sabemos que no va a ser así, confiemos en que también se presenten iniciativas cuando se ataca al Estado autonómico, que también está recogido en la Constitución, cuando se pide que se eliminen ayuntamientos o cuando hay partidos que quieren ilegalizar a partidos como el mío por ser simplemente nacionalistas. Y esto también es anticonstitucional, señorías.
Estas iniciativas hablan de defender y apoyar la Constitución, por supuesto. Por eso, prometemos el primer día en estas Cortes. De la Constitución, mi grupo está de acuerdo en muchas cosas, por no hablar que forma parte del acuerdo de Gobierno en el punto 123: «Exigir la defensa del actual modelo autonómico y del modelo constitucional vigente».
Como decía, estamos de acuerdo en muchas cosas. Podemos hablar del derecho a la vivienda, del derecho a la protección de la salud, del derecho a un empleo digno, a la libertad sindical, a la garantía que supone la Constitución para los derechos y las libertades. Para eso se creó la Constitución, para que tuviéramos derechos y libertades.
Pero también, como decía, estamos de acuerdo con el título VIII, título VIII que habla de la organización territorial, que hay partidos que lo cuestionan día a día, algo que podemos ver en muchas cámaras del Estado.
También estamos de acuerdo, de la Constitución, en una parte en la que habla de su reforma, en la reforma de la Constitución que recoge el título X, y por eso, siempre, siempre respetando las instituciones, creemos que hay que cambiar la Constitución con una mayor participación, yendo hacia una mayor democracia, para reducir los privilegios, para que haya más transparencia. También para que tengamos en Aragón una mayor capacidad de autogobierno, con una financiación adecuada.
Creemos que con esta iniciativa, utilizando la Constitución, se quiere usar para la confrontación política y no como el marco democrático que nos hemos dado todos para el debate de ideas. La Constitución no está pensada para definir quiénes son los buenos y quiénes son los malos, algo que se pretende en estas iniciativas.
Por eso, y visto que esta iniciativa no aporta más que la búsqueda de confrontación, Chunta Aragonesista votará en contra.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Palacín.
Por el Grupo Podemos, señor Escartín.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Buenas tardes, señorías.
En cualquier casa, cuando una manta se queda rancia, se cambia, y si somos capaces de hacernos con una manta más grande y que nos abrigue más, mucho mejor. [Rumores]. Y de eso se trata.
En España, hay una crisis institucional sin parangón, protagonizada por el rey emérito, desde que lo nombró Franco hasta el año...
El señor PRESIDENTE: A ver, por favor.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: ... 2014. Esto no lo ha provocado nadie, ni cuando estábamos en plena crisis de estafas, sus viajes a Botsuana para cazar elefantes, ni las cuentas en Suiza, ni los presuntos cobros de comisiones, ni sus líos de faldas y testaferros. Y lo que quedará por tirar de la manta [rumores], mientras el Tribunal Supremo y la justicia suiza...
El señor PRESIDENTE: A ver, un momentito, señor Escartín.
Creo que hasta ahora todo el mundo ha escuchado a los que han intervenido, estando o no estando de acuerdo. ¡Escuchémosle también! Siga.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Mientras la justicia suiza y el Tribunal Supremo están investigando estos presuntos delitos, el rey emérito ha huido de España y no ha dado la cara ante los españoles. Una vez más, ha demostrado que no está la altura del pueblo que durante tantos años ha representado.
En Podemos respetamos la Constitución del 1978, y creo que todos tenemos la imagen de Pablo Iglesias en un montón de actos con la Constitución en la mano, recordando sobre todo los artículos más sociales que, a veces, a algunos se les olvidan: el 47, de acceso a la vivienda; el 30, para actualizar las pensiones; el 35, para que haya trabajos dignos, y el que más nos gusta a algunos, el 128, «toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general».
Y pese a esto, queremos profundizar en la senda democrática para que llegue a todas las instituciones del Estado, incluido al jefe del Estado, para que rinda cuentas en un horizonte de nueva república, en un nuevo horizonte de país.
Ante una monarquía en claro papel de agotamiento representativo, nosotros estamos proponiendo, primero, que podamos elegir al jefe de Estado. ¿Cuántos de aquí habéis votado monarquía? Yo, no, nunca se me ha dado esta opción. [Rumores].
Tampoco se entiende que nunca responda ante la justicia...
El señor PRESIDENTE: Por favor.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: ... que no pueda ser apartado de sus funciones cuando cometa delitos. ¡La justicia es igual para todos, para todos los españoles!
Y nuestro proyecto no tiene que asustar a nadie: es defender la res publica, la cosa pública, la que hoy, más que nunca, sabemos que iguala a todos los españoles. Los servicios públicos, derechos sociales, educativos, sanitarios, que permiten una sociedad igualitaria. Y nuestra vocación es proteger, blindar y ampliar dichos derechos en una Carta Magna que nos incluya a todos.
Voy a utilizar un poquito más de tiempo. Disculpe, presidente, que he tenido que ir un poco como un tren de cercanías de Teruel.
El señor PRESIDENTE: El menor posible.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: El proyecto común tiene que resolver la crisis territorial, también la crisis económica, hacia un país moderno, avanzado, como hablamos en estas Cortes constantemente, con sectores estratégicos de futuro —eso, queremos que se incluya—, más diversificados, más dinámicos, más sostenibles.
Porque igual que los culturistas no son quienes mejor defienden la cultura, muchos que se dicen constitucionalistas, que ni siquiera votaron a favor de la Constitución, no son quienes mejor defienden la Constitución. Y se ve —y voy a citar en concreto al Partido Popular, una noticia de estos días— cuando no quieren renovar el Consejo General del Poder Judicial, porque prefieren seguir utilizándolo como ariete contra el Gobierno.
Dicho esto, y voy al texto de Ciudadanos...
El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: ... que es el único que estaríamos dispuestos a votar en el caso de que se votara por separado, que no creo.
Pero pido que en el caso de que se votara por separado, esta enmienda in voce introdujera un cambio en el punto uno para que señale «defender la Constitución de 1978 e instar a la Jefatura del Estado al respeto de la Constitución, así como a la neutralidad política».
Porque esta manta, la que construiremos entre todos, será legal...
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
El señor diputado ESCARTÍN LASIERRA [desde el escaño]: ... legítima y democrática.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Escartín.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, señor Urquizu.
El señor diputado URQUIZU SANCHO [desde el escaño]: Muchas gracias, señor presidente.
Ahora, en estos momentos, estamos debatiendo, creo que dos iniciativas algo distintas: la iniciativa de Ciudadanos lo que persigue, básicamente, es reafirmarnos en nuestro Estado democrático, social y de derecho, y la iniciativa del Partido Popular, en alguno de sus puntos, intenta utilizar las instituciones compartidas para desgastar al Gobierno.
Como todo el mundo supone y presupone, mi grupo y mi partido estará con la Constitución de 1978 como ha estado siempre, no va a estar en otra posición.
Y aunque parezca obvio, hay que recordar algunas cosas. En primer lugar, que vivimos en una monarquía parlamentaria. Y esto, ¿qué significa? Significa que nuestra Constitución solo reconoce una soberanía, que es la soberanía popular. La soberanía nacional es de donde emanan todos los poderes del Estado, también la Corona. En España hay un rey, pero no hay súbditos, sino ciudadanos de pleno derecho. Y como decía mi compañero de partido en el debate constitucional, Luis Gómez Llorente, «si democráticamente se establece la monarquía, en tanto sea constitucional, nos consideramos compatibles con ella».
Mi partido votó, defendió y defiende la Constitución. Un consenso que en la transición no solo aceptamos, sino que además ayudamos decisivamente a construir. Un consenso, por ejemplo, en el que no estuvo Fuerza Nueva, que hoy grita «¡viva el rey!», pero que en aquellos días estaba en contra de la Constitución y así se manifestó [aplausos]. Gracias a ese consenso, se han construido los cuarenta mejores años de nuestra democracia, una democracia que ha permitido que gobierne la izquierda y la derecha, que ha permitido que modernicemos nuestro país, que ha permitido una profunda descentralización política y administrativa.
Y sí, los socialistas hemos sido compatibles con la monarquía y con la democracia, como no podía ser de otra manera. Y en estos cuarenta años, si nuestro partido ha demostrado algo es que en temas de Estado, nos comportamos de la misma manera estemos en el Gobierno o en la oposición. Ese es el ADN socialista. Por ello, como no puede ser de otra manera, nos vamos a reafirmar hoy en nuestro apoyo al Estado democrático, social y de derecho. Lo que no vamos a hacer es apoyar los socialistas el uso de las instituciones compartidas como arma arrojadiza para desgastar a un gobierno. Eso no lo vamos a apoyar.
Si respetan a la monarquía o al poder judicial, no se apropien de ella, porque son de todos. Permitan, como se les ha recordado en varias intervenciones, la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Muestren su compromiso con la Constitución permitiendo el funcionamiento correcto de un órgano tan constitucional como es el Consejo General del Poder Judicial, tal y como recoge el artículo 122 de la Constitución.
Y si me permiten, si hay alguien que ha sido impecable en este momento ha sido el rey, porque su prudencia y su silencio no tiene nada que ver con todo el ruido mediático y todo el ruido partidista que hemos escuchado estos días.
Con su iniciativa, señores del Partido Popular, están ayudando muy poco a la monarquía parlamentaria, muy poco.
Y si me permite, para finalizar, voy a hacer mías unas palabras de Mariano Rajoy y de Felipe González, pronunciadas recientemente en un acto: «Si cada uno de nosotros tiene inclinación de defender a los nuestros, podemos llegar a la conclusión de que a los de todos no los defiende nadie. La monarquía parlamentaria es de todos, no es de unos pocos». [Aplausos].
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Urquizu.
Señora Vaquero, para fijar su posición sobre la enmienda.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: Sí, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Y sobre la votación separada.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: En relación a la enmienda presentada por el Grupo Ciudadanos, tal y como he anunciado, no lo añadiría a continuación del punto número uno, como proponen en la enmienda, porque creo que es suficientemente clara con la defensa que hace de la separación de poderes y del Estado de derecho. Con respecto al Consejo General del Poder Judicial, la reforma que se pueda llevar a cabo, creo que corresponde al poder judicial.
Y lo que haría sería crear un nuevo punto, que lo que propongo es que sea el punto número cuatro, de tal forma que el cuatro y cinco actual se convertirían en cinco y seis, ¿vale? Pero la enmienda quedaría incorporada en su literalidad como punto número cuatro.
Y con respecto a una enmienda in voce propuesta por algunos de los grupos, en concreto por el señor Guerrero, para matizar el punto número tres, que habla de los ataques a la figura de Su Majestad el rey, voy a aceptarla, porque lo que quiero es, lógicamente, el mayor consenso en el respaldo manifestado por todos los grupos que han defendido la figura de la monarquía parlamentaria y del rey.
Y, por lo tanto, quedaría redactada de la siguiente forma: «Muestran su apoyo a Su Majestad el rey ante cualquier declaración o actuación que suponga un ataque a la Jefatura del Estado». De tal forma, eliminaría la referencia expresa a los ataques por parte de alguno de los miembros del Gobierno.
Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias.
Como hay algún voto vía telemática y cambia esto bastante, entiendo que quedarían, pues, el uno, dos y tres como actualmente y se votarían por separado.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: No, señor presidente.
Se modifica la redacción del punto número tres, y en lugar de hacer referencia a... —un segundo, que cojo la literal—, quedaría de la siguiente forma, y lo leo tal y como quedaría: «Muestran su apoyo a Su Majestad el rey ante cualquier declaración o actitud que suponga un ataque a la Jefatura del Estado».
El señor PRESIDENTE: De acuerdo.
El cuatro sería nuevo, el punto nuevo.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: Sería la enmienda propuesta por Ciudadanos.
El señor PRESIDENTE: Perfecto.
El punto cinco, el actual cuatro; el punto seis, el actual cinco, ¿vale?
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ [desde el escaño]: Efectivamente.
El señor PRESIDENTE: Vamos a dar, pues, cinco minutos para intentar encajar el tema del voto telemático y empezamos a votar, ¿de acuerdo?
El señor diputado PÉREZ CALVO [desde el escaño]: Perdón, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: ¿Sí?
El señor diputado PÉREZ CALVO [desde el escaño]: Sí. Había una enmienda in voce también de...
El señor PRESIDENTE: Sí, perdón. Tiene la palabra.
El señor diputado PÉREZ CALVO [desde el escaño]: Obviamente, aunque se da por hecho, por supuesto que no la vamos a aceptar, porque sería tanto como tratar de asumir que por parte de Su Majestad el rey no existe neutralidad o no cumple escrupulosamente sus funciones que tiene, pues, claramente, como se suele decir, mamadas además desde la cuna.
Puestos a asumir responsabilidades, puestos a saber lo que tiene que hacer, más le valdría al vicepresidente segundo del Gobierno, al señor Pablo Iglesias, a la hora de dar la cara, ser coherente, hacer ahora lo que siempre ha dicho que haría, en lugar de lo de siempre, esa ley del embudo, en la que lo estrechito es para los demás y la manga ancha para mí.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Pérez.
Pues, esperamos un segundo. En cuanto tengamos el voto telemático adaptado a esta nueva votación, empezaríamos. [Pausa].
Si hubiera sido el primer punto, estaría ya resuelto, pero al ser el último punto, vamos a esperar un par de minutos. Aunque hoy cueste un poquito, nos vamos a tener que acostumbrar, porque va a pasar más veces. [Pausa].
Pues, ya está resuelto. Entonces, vamos a comenzar ya la votación. Yo creo que estamos todos ya. Cierren las puertas, por favor.