Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Interpelaciones

Interpelación núm. 3/10, relativa a política general del Gobierno de Aragón sobre desarrollo rural sostenible.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 084 de Plenos (VII Legislatura)
Intervinienen: Fuster Santaliestra, Bizén - Boné Pueyo, Alfredo

El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión [a las diez horas y quince minutos].

Interpelación 3/10, sobre la política general del Gobierno de Aragón sobre desarrollo rural sostenible, formulada al consejero de Medio Ambiente por el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, señor Fuster Santaliestra, que tiene la palabra.

Interpelación núm. 3/10, relativa a política general del Gobierno de Aragón sobre desarrollo rural sostenible.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Gracias, señor presidente.

Señorías. Señor consejero.

Hoy vamos a darle la oportunidad a la otra parte del Gobierno para que «saque pecho», entre comillas —ya veremos luego en qué queda todo—, en relación con los planes de desarrollo rural sostenible, a la vista de la celeridad con la que la otra parte de Gobierno, la del Partido Socialista, pidió la comparecencia del secretario general técnico, la urgencia con la que se tramitó, la inusitada rapidez con que salió del Pignatelli, llegó aquí, fue calificado, llegó, fue incluido en el orden de día y se sustanció; todo eso, en apenas cinco días. Entendemos que había mucho interés en explicarlo, y, por eso, seguro que usted me estará agradecido de que aprovechemos esta interpelación para que el Departamento de Medio Ambiente, en este caso, y el consejero, en particular, puedan explicar o hacer un balance del devenir de estos planes de desarrollo rural sostenible, con el proceso que iniciamos, precisamente, hace aproximadamente un año, con los acuerdos que alcanzamos en esta misma Cámara también, en Sos del Rey Católico en primer lugar y en este palacio de la Aljafería, con los departamentos afectados del Gobierno de Aragón y con los cinco portavoces de medio ambiente de los grupos parlamentarios.

Bien, pues, ¿cómo ha ido el proceso? ¿Tenemos que estar orgullosos de cómo están funcionando los planes de desarrollo rural sostenible?

Para empezar, diré que el hecho de que nos pusiéramos de acuerdo, evidentemente, ha supuesto avances en cuanto al consenso en algunas de las fases, en cuanto a que se hayan podido cumplir los plazos, en cuanto a que hemos sido pioneros en la presentación de los proyectos y, por tanto, se ha hecho posible un calendario, para cuyo trabajo reconozco el esfuerzo que se ha realizado por parte de todos. Cuando digo todos, hablo empezando por esta Cámara, pasando, por supuesto, por el Gobierno de Aragón y por los departamentos responsables y también por los comités de zonas rurales en las comarcas para la aprobación de los proyectos, para la presentación de los proyectos.

Sin embargo, el resultado final es que, cuando los ministerios afectados del Gobierno central y las comunidades autónomas reúnen estos recursos para generar este desarrollo rural sostenible, lo que ocurre es que, de alguna forma, se genera un sistema que mimetiza el sistema de funcionamiento de las diputaciones provinciales y se empiezan, en general —estoy hablando ahora en España—, a construir pistas deportivas, centros médicos, cambios de luminarias, rehabilitación de patrimonio, caminos, accesos, etcétera, de forma que parece alejarse del espíritu de lo que era el desarrollo rural sostenible.

Luego hablaremos de la participación, de los planes de zona, de un balance de cómo han ido las cosas y sacaremos conclusiones, pero quisiera empezar por la mayor, señor consejero, y espero que no se les ocurra a ustedes hacer una campaña publicitaria de estas engañosas, de propaganda del Gobierno engañosa, diciendo lo que se va invertir en los planes de desarrollo rural sostenible, para que no tengamos que recordarles lo que no se va invertir también en el territorio, en la Administración local, en los ayuntamientos y las comarcas, que, como veremos, es mucho más lo que se deja de invertir que lo que se consigue invertir por otras vías.

Y esta la parte más sustancial, señor consejero, que quisiera destacarle, porque, cuando aquí alcanzamos los acuerdos, todos pensábamos que estos fondos eran fondos adicionales, que eran fondos «además de», que eran fondos que realmente iban a llegar al mundo rural y para el desarrollo del mundo rural, además de los gastos y las inversiones ordinarias.

Bien, pues la realidad, señor consejero, es que estos planes de zona, de desarrollo rural sostenible de todo Aragón, contando todos, incluidos los programas piloto, de los que, en principio, hoy ya no tenemos que hablar, estos planes suponen un importe total de ciento ochenta y ocho millones de euros para invertir en cinco años. Pues bien, de esos ciento ochenta y ocho millones, el Gobierno de Aragón aporta el 50%; el Gobierno central, otro 50%, pero además hay incluido un 15% adicional que aportan las propias comarcas, y habría que sumar a esto los gastos de gestión y administración, de 4,7 millones de euros.

Pues bien, ¿qué ocurre con el Gobierno Aragón y con el mundo rural y las comarcas? Pues que lo que da por una mano, lo que el Gobierno Aragón entrega o aporta por una mano, lo quita con la otra, es decir, el Gobierno Aragón ha recordado trece millones y medio el Fondo de cooperación municipal, trece millones y medio, y ha recortado en diez millones el Fondo de cooperación comarcal, es decir, casi veinticuatro millones que ha recortado para este ejercicio a las entidades locales aragonesas, y, sin embargo, la aportación que el Gobierno de Aragón hace para los planes de desarrollo rural sostenible alcanza los quince millones de euros anuales. Es decir, el Gobierno Aragón aporta quince millones, pero, como ha recortado veinticuatro millones, aún sale ganando, aún se ahorra nueve millones, nueve millones que se «ahorra», entre comillas, el Gobierno de Aragón, nueve millones que pierden nuestras comarcas, nuestros municipios y nuestras comarcas.

Está claro que todo lo que parecía ser el plan de desarrollo rural sostenible, de inyección, de financiación adicional, de intento de revitalizar el mundo rural, se puede quedar en agua de borrajas si, a la vez, como está ocurriendo, el Gobierno Aragón está retirando toda la financiación o una parte muy importante de la financiación a los ayuntamientos y las comarcas.

Se nos ha llenado la boca mucho vendiendo esta inyección de dinero público, esta inversión en el mundo rural, pero tenemos que decirles a los ciudadanos la verdad, y la verdad es que, mientras les aportamos esta cantidad, desde el Gobierno de Aragón y con el presupuesto, se les ha retirado una cantidad mucho mayor: como digo, quince millones se aportan y veinticuatro millones se retiran.

No es de extrañar que los ayuntamientos y las comarcas estén preocupadísimos y estén intentando, a través de los planes de zona, destinar estos fondos, que debían ser específicamente dirigidos al desarrollo rural sostenible, en buena parte de los casos y en un porcentaje muy alto se estén destinando a gasto corriente, es decir, a actuaciones ordinarias que, en circunstancias normales, les vendrían dadas por otras vías de inversión del propio Gobierno de Aragón o de las diputaciones provinciales, o que las propias diputaciones provinciales hayan tenido que crear fondos para gasto común, para gasto corriente, para repartir a los ayuntamientos, ante la penuria absoluta a la que se les ha abocado (no olvidemos que nunca han tenido los ayuntamientos esa financiación local).

Por tanto, hablar del desarrollo rural sostenible en estos términos, como gran apuesta del Gobierno central, con esa ley de 2007 que también se está quedando en agua de borrajas a la vista de su evolución, y hablarles a los ayuntamientos y al mundo rural de esa supuesta gran apuesta que se está haciendo desde el Gobierno de Aragón es, en estos momentos, no diré engañoso, es directamente tomadura de pelo, teniendo en cuenta cuál es la realidad.

Me quedaré en esta reflexión en esta primera intervención, pero hablaremos también —lo digo por si el señor consejero quiere avanzar en esta línea—, hablaremos de cómo ha funcionado la participación y la representación, a qué se han destinado buena parte de esos planes de zona, qué errores se han cometido, sobre todo pensando en el futuro, pensando que estos planes tienen, en principio, un desarrollo de cinco años y pensando en corregir errores y evitar malos funcionamientos, deficientes funcionamientos que se han producido este año, para años sucesivos, al menos para el resto de las anualidades correspondientes a estos programas de desarrollo rural sostenible.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Respuesta del señor consejero.

El señor consejero de Medio Ambiente (BONÉ PUEYO): Muchas gracias, señor presidente.

Señorías.

En primer lugar, señor Fuster, quiero agradecerle esta iniciativa, aunque, evidentemente, usted la formuló ya hace tiempo y me parece adecuado que hablemos ya de otras cosas, no solamente de los planes piloto, porque nos va a permitir hablar al Gobierno, en todo caso, una vez más, de uno de los proyectos más importantes para Aragón, sobre todo para el medio rural de Aragón, como usted ha calificado en alguna ocasión.

Hombre, lo primero que tengo que decirle es que esta no es la otra parte del Gobierno. Aunque, evidentemente, este Gobierno es un Gobierno de coalición, lo que le puedo decir es que este es un proyecto horizontal, y hay muchas razones que explican por qué este es un proyecto del Gobierno, independientemente de que lo explique el Departamento de Presidencia o el Departamento de Medio Ambiente. Desde el principio, el Gobierno consideró conveniente que un proyecto de estas características, tan horizontal que, prácticamente, abarca todas las áreas departamentales, fuese coordinado por dos departamentos: por el Departamento de Medio Ambiente, que es quien tiene la Dirección General de Desarrollo Sostenible, y, lógicamente, por el Departamento Presidencia, dado su carácter horizontal. Primera razón.

Segunda razón: que se trata de un proyecto del Gobierno. Es que el presupuesto por parte del Gobierno de Aragón para hacer frente a los compromisos, por lo menos en este año 2010 y en los siguientes años, no está en los diferentes departamentos ni está en un solo departamento, está en la sección 26; los más de veintiocho millones de euros con los que va a contar este año el Plan de desarrollo rural sostenible en Aragón están en la sección 26, que, como usted sabe, es la sección de las comarcas.

Y en tercer lugar, pues, hombre, los órganos correspondientes que van a tratar este tema y están tratando los programas de desarrollo rural en Aragón... La comisión interdepartamental está formada por todos los departamentos y el Consejo para el Medio Rural, por todos los departamentos más por muchos representantes de determinados consejos sectoriales y de amplia representación pública, ¿no?

Y además, hay una cuarta razón que justifica plenamente por qué este proyecto es un proyecto horizontal y un proyecto del Gobierno de Aragón, yo diría que un proyecto de Aragón. La cuarta razón la ha comentado usted y yo se lo agradezco, y es que este proyecto, en buena parte, se elaboró con la colaboración de todos los grupos parlamentarios. Usted ha hablado de la reunión de Sos y hubo alguna otra reunión en las que no solamente les comunicó el Gobierno lo que llevaba intención de hacer, sino que puso sobre la mesa los elementos esenciales para elaborar el decreto que, en mayo de 2010, establecía las reglas de juego para la aplicación de la Ley 45/2007. Por lo tanto, le agradezco esa referencia que ha hecho y coincido con usted en el reconocimiento al importante papel que los grupos parlamentarios, todos los grupos políticos de la Cámara, han jugado en lo que ha sido el diseño de la aplicación del Plan de desarrollo rural en Aragón.

Y decía usted que es un proyecto de todos, y es verdad, es un proyecto de todos: primero, en su diseño, pero después se ha convertido en un proyecto de todos en el propio territorio, donde han participado más de mil trescientas personas, de las cuales más del 30% son personas que no pertenecen a ninguna institución política, o sea, no pertenecen al consejo comarcal de cada comarca, por lo tanto son personas que representan a determinadas entidades sociales, independientemente de cuál sea su interés, su posición política personal, independientemente de a quién voten; pero, desde luego, no representan a ningún partido político.

Ha hablado usted de los presupuestos. Probablemente, me habré tomado mal las notas, pero, según mis datos, estamos hablando de que, si sumamos los cuarenta y ocho y pico millones de euros que supusieron los planes piloto a los ciento cuarenta y nueve que, al 50%, ponemos el Ministerio y el Gobierno de Aragón, más los veintidós millones aproximadamente que ponen las comarcas, estamos hablando de una inversión próxima a los doscientos veinte millones de euros hasta el año 2015.

Y usted ha entrado en una cuestión, que es la disminución del presupuesto. Mire, que los presupuestos de la DGA han disminuido es una característica general, es decir, han disminuido los de las comarcas, han disminuido los de los departamentos... Y yo, de eso, sé bastante, porque me he convertido en el primero del ranquin en la disminución presupuestaria desde el punto de vista proporcional, es decir, los presupuesto del Departamento de Medio Ambiente han disminuido un 28%.

Y esta es una cuestión general. Por lo tanto, no podemos decir que han disminuido solo las comarcas y que ahora ese dinero viene a compensar la disminución de las comarcas. Porque, mire usted, no va haber programas de desarrollo rural que compensen las disminuciones de todos los departamentos que han tenido. Por lo tanto, estamos en ese contexto general, y, en ese contexto general, se produce, en este caso, la aplicación del programa de desarrollo rural.

Mire, señor Fuster, y miren, señorías, aproximadamente, las comarcas vienen a tener un presupuesto de tres millones de euros al año de promedio. El Plan de desarrollo rural va a suponer un incremento de 4,3 millones de euros de media en los próximos cinco años, es decir, en el conjunto de cinco años. Por lo tanto, la lectura que yo haría no es la que hacía usted, señor Fuster, la lectura que haría es que, en una coyuntura de recesión presupuestaria donde todos los presupuestos disminuyen, las comarcas aragonesas han tenido la suerte de tener un programa complementario que va a minimizar la disminución presupuestaria y a incrementar sus posibilidades de inversión. Porque, mire, con las cuentas que nosotros hemos sacado, las comarcas van a poder incrementar en un 25% su capacidad inversora durante estos próximos cinco años, cosa que otras entidades cuyos presupuestos también han disminuido no podrán hacer. En consecuencia, la conclusión que yo saco es que las comarcas aragonesas, en un estado de recesión presupuestaria, van a tener más dinero del que tenían anteriormente. Para hacer, ¿qué? Para hacer lo que establece la Ley de desarrollo rural.

No es cierto, señor Fuster, que la mayor parte de ese dinero se utilice para gasto corriente, no es cierto: ese dinero se utiliza para los cinco ejes que marcan la ley y las diecisiete líneas, y, si quiere, le daré algunos detalles rápidamente, porque veo que mi tiempo ya se ha agotado o se está agotando: actividades económicas y de empleo, 33,7 millones de euros, el 23,9%; infraestructuras, el 30%, cuarenta y tres millones (esto no es gasto corriente); servicios y bienestar social, el 30,9%; medio ambiente, el 17%, veinticinco millones; actuaciones no territoriales, el 4,7%.

Y, si quiere, lo podríamos ver desde otra perspectiva, por tipologías, pero esa es la realidad.

Pero, mire, ¿sabe lo que más me importa mí? Lo que más me importa es que, si utilizamos la ratio de que, por cada treinta mil euros que se invierten en el territorio en cuestiones de medio ambiente y sostenibilidad, se crea o se mantiene un puesto de trabajo, eso significa que los programas de desarrollo rural van a propiciar la creación o mantenimiento de una media de ciento cuarenta y cinco puestos de trabajo por comarca en estos cinco años, y eso significa que, en el conjunto de los cinco años, con el programa de desarrollo rural que hacemos a medias entre el Ministerio, el Gobierno Aragón y con la participación y aportación del 15% de las comarcas, se van a generar o mantener cuatro mil setecientos ochenta y cinco puestos de trabajo. Esto es lo importante, y además, que, en un análisis hemos hecho, hemos visto que este dinero va a ir a actividades o —digamos— a cuestiones competenciales que, en un 60%, no tienen las comarcas, es decir, que podrán invertir dinero en cuestiones que no son de su estricta competencia en estos momentos o de su estricta responsabilidad.

Luego yo, en esta primera parte de mi intervención, le diría que me siento muy satisfecho de que, en una coyuntura como la actual, la Ley de desarrollo sostenible esté propiciando en Aragón que se incremente en un 25% la capacidad inversora de las comarcas, que se generen casi cinco mil puestos de trabajo, con la que está cayendo, como dice un amigo mío, y yo creo que es una valoración muy positiva que tenemos que hacer. Y lo más importante es que esto lo hemos hecho entre todos, también con ustedes, que son los que, como grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno o de la oposición, han contribuido a la elaboración de un plan que, por cierto, ha sido valorado muy positivamente a nivel nacional por el Ministerio y por otras entidades.

Muchas gracias. Gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Su réplica, señor Fuster. Tiene la palabra.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Gracias, señor presidente.

Señorías. Señor consejero.

Decía que entraríamos ahora, en este segundo turno, en otras cuestiones, en parte con más detalle, pero muy significativas, porque la participación y la representación son un aspecto crucial del proyecto de Ley de desarrollo sostenible para el Gobierno central cuando así se planteó y en el Parlamento, cuando se puso de manifiesto que era tan importante la inyección de fondos como la participación, que las propias propuestas nacieran del territorio, la implicación de todos las asociaciones y entidades de todo tipo y colectivos.

Y en este caso, tengo que decirle que también ha habido más deficiencias, muchas más, de las que nos hubieran gustado. Mire, haciendo un repaso de las treinta y tres comarcas o de los treinta y tres planes de zona, nuestros representantes votaron a favor en quince de ellas, se abstuvieron en catorce y votaron en contra de tres. Podemos traducirlo, desde nuestra perspectiva, como que en quince casos o en quince comarcas se que se hicieron bien las cosas, en catorce se hicieron regular y en tres de ellas, rematadamente mal.

Pero ya sé que la casuística y que en cada comarca la responsabilidad es de quien está allí, de quien tiene esa responsabilidad, pero habría que evitar, señor consejero, que ocurrieran cosas como esta: cuando se trata de la elección de la representación los agentes sociales y económicos, parece, y ha sido así en bastantes casos, que era más importante la filiación política de la persona que la representatividad que ostentaba a veces en nombre de otra organización.

Le voy a poner tres ejemplos, y no quiero entran en más detalles, pero esto no debería pasar: en Monegros, por ejemplo, se designa al representante de la UGT cuando en esta comarca es Comisiones Obreras quien tiene absolutamente la mayoría en la comarca (ya estamos incumpliendo todos aquellos acuerdos que tomábamos aquí, que todos veíamos tan razonables y tan sensatos); en Sobrarbe, el representante de los jóvenes se sentirá muy joven, pero, desde luego, tiene más de cincuenta años, y creo que, si se trataba de representar a los jóvenes del Sobrarbe, había que buscar a alguien con independencia de que el carnet fuera ese u otro, alguien que, al menos, representara mínimamente a los jóvenes; ¿o qué le voy a decir en Caspe, donde, cuando se trata incorporar un colectivo ecologista, pues no se encuentra otro mejor que la sociedad de cazadores, que, seguramente, muchos de ellos serán muy ecologistas, pero la sociedad de cazadores, por norma, por objetivos, no se considera un colectivo ecologista, sino que su función, además de ser pasárselo bien y cuidar sus prácticas cinegéticas, pues no se corresponde con lo que hay? Bien, le he puesto tres ejemplos, tengo una docena más. Estas cosillas debíamos pulirlas lo suficientemente para que no pasaran Más y para que se corrigieran en los lugares donde se ha podido hacer de esta manera tan irregular.

En los planes de zona ha habido comités que han planteado, cuando hablamos ya de lo que se ha hecho en cada sitio, han planteado inversiones inverosímiles: por ejemplo, en Monegros, un ascensor para la sede comarcal; otros se dedican a arreglar caminos como gran proyecto de desarrollo rural sostenible cuando podían acceder a él a través de otras vías; en otras, la mitad del presupuesto se ha ido a gasto corriente (por ejemplo, le digo cuál, porque me dice usted que no se da el caso: en Monegros, prácticamente la mitad del presupuesto se va a gasto corriente), y, en varias comarcas, no se va a dar cabida a financiar proyectos privados que generen empleo. Lo cual ratifica eso que decíamos antes de que va a ser, básicamente, una financiación, de alguna forma, encubierta de ayuntamientos y comarcas, por la puerta de atrás; eso sí, bajo el rimbombante título o denominación de «desarrollo rural sostenible».

Por eso, señor consejero, la pregunta es: ¿cómo piensa el Gobierno de Aragón impulsar la mejora de la situación socioeconómica y la calidad de vida en las poblaciones de las zonas rurales si recorta nueve millones lo que es su aportación (hablo de la aportación del Gobierno de Aragón) a los municipios y a las comarcas, el dinero que se destina, precisamente, a mantener y mejorar los servicios básicos de los ciudadanos en el medio rural aragonés? Esto que llegó a decir el Ministerio de que iban a ser estos programas una especie de programa Leader a lo bestia —llegó a decir alguien del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino—, pues, al final, esta especie de míster Marshall rural puede quedarse en un en un bluf, en una especie de tocomocho presupuestario y financiero, porque la gente del pueblo y la de la ciudad va a acabar convencida de que las políticas de desarrollo rural son siempre un fracaso, porque, claro, dice, si tanto dinero llega, si tantas inversiones se hacen, y luego ve que los resultados son tan exiguos, evidentemente, parecerá y pensará alguno que, con la de millones que se gastan en el medio rural y los pocos resultados que dan, ¿será que el medio rural no tiene remedio? Pues no, el medio rural por supuesto que tiene remedio, y lo que hay que hacer es que, cuando se dice que se pone dinero pero en realidad se está quitando por otro lado, pues hay que decir la verdad. Y es verdad que, si dicen «es que le han cortado una pierna» y contestan «hombre, será peor si le cortan las dos», digo: «claro, es peor si le cortan las dos, pero sería mejor que a la primera pierna se le pusiera una prótesis para poder andar». Y esto es lo que está pasando aquí: se le da por un lado, se le quita más por el otro y luego decimos: «hombre, si no se le volviera a dar, aún sería peor»... Claro, sería peor si le cortan las dos piernas, ciertamente, pero, básicamente, no es para sentirnos tan orgullosos.

Y termino, señor consejero, concluyendo que se puede pasar por alto... después de denunciarlo, pero quiero decir que nos pueden parecer más importantes o menos los intereses partidistas que ha habido en el proceso de participación y representación; se puede, incluso, pasar por alto que buena parte del dinero de estos planes vaya para financiar a los ayuntamientos y a las comarcas o servicios básicos de ayuntamientos y comarcas; podemos, incluso, superar esta especie de timo del tocomocho, de poner quince millones por un lado y quitar veinticuatro por otro, del Gobierno de Aragón respecto al mundo local. Pero, señor consejero, lo que no podemos pasar por alto es que en Aragón hacen falta medidas serias, mucho más que estos planes cortoplacista (al fin y al cabo, cinco años en principio, ya veremos en qué queda finalmente): debemos tomarnos en serio el medio rural, el desarrollo rural; tenemos que tener una ley aragonesa propia de desarrollo rural sostenible, pero, sobre todo, tenemos que tener voluntad de igualar, voluntad presupuestaria... Alguien citaba el ejemplo de que, para la ciudad de Zaragoza, en el entorno de la Expo, llegaron a invertirse entre dos mil y dos mil quinientos millones: pues dos mil-dos mil quinientos millones para la mitad de Aragón concentrada en un punto, frente a ciento ochenta y siete, en cinco años también, para el conjunto de todo Aragón, de la otra mitad de Aragón, en todo el territorio, no son cifras comparables.

Y por eso, una vez que cumplamos los deberes y que Aragón ponga su parte, entonces también podremos pedir y exigir al Gobierno central que ponga su parte, que ponga lo que le corresponde, esa mitad, si es que el Gobierno central se cree que la Ley de desarrollo sostenible del medio rural tiene que servir realmente para algo más que para, luego, convertirlo en una especie de cajón de sastre, que nos recuerda a las leyes de acompañamiento, donde se aprovechan sus modificaciones para hablar de todo lo humano y lo divino.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Su dúplica, señor Boné. Tiene la palabra.

El señor consejero de Medio Ambiente (BONÉ PUEYO): Gracias, señor presidente.

Señor Fuster. Señorías.

Yo creo que estamos de acuerdo en muchas cosas, señor Fuster, en casi todo. Vamos a ver cuáles son las diferencias.

Solamente hay una parte en la estructura de su discurso que yo no comparto. O sea, estoy de acuerdo con usted en que esto no ha funcionaba a la perfección en las treinta y tres comarcas de Aragón, totalmente de acuerdo, teniendo en cuenta, además, lo complejo que era el procedimiento, porque la constitución del pleno de los comités comarcales de desarrollo rural, que usted la conoce bien, y la recuerdo a sus señorías, es: el presidente de la comarca, todo el consejo comarcal, un vocal en representación del grupo líder de la zona y, después, seis vocales designados por dicho grupo, seis vocales que tenían que representar a las organizaciones agrarias, asociaciones ecologistas, organizaciones empresariales, sindicatos, asociaciones de jóvenes y de mujeres.

Mire, de acuerdo con ustedes, ya pusimos como medida precautoria la posibilidad de que desde la presidencia de la comarca se pudiesen designar dos más: primero, para tratar de cubrir alguna peculiaridad, que no es fácil generalizar en una comarca, pero, sobre todo, para tratar de compensar posibles —llamémosle— desviaciones de la filosofía de participación.

A partir de ahí, las cuestiones que usted plantea pues tendrá que reconocerme que son casos singulares. Me ha hablado usted de problemas en la designación en la comarca de Monegros, pero es que luego, cuando me ha puesto ejemplos de cuáles eran las actuaciones que en algunas comarcas no se ajustaban, según su criterio, a lo que debería ser el programa, me ha vuelto a poner la comarca de Monegros... Entonces, a lo mejor estamos hablando de que, en treinta y tres comarcas de Aragón, hay algunas comarcas que vamos a decir que no han entendido bien la filosofía de la ley y la filosofía del decreto que se aprueba en mayo por parte del Gobierno de Aragón..., bueno, digámoslo así; digamos que el procedimiento en algunas comarcas es mejorable; pero digamos también que en el resto de las comarcas, la inmensa mayoría, usted mismo me dice que sus representante, los representantes de su grupo político, solamente ha habido tres comarcas donde han votaban en contra, lo cual quiere decir que, en las otras, en unas han votado a favor, en otras se han abstenido, pero no estarían totalmente en contra.

Por lo tanto, esta es la única cuestión que yo le matizaría, y es que, probablemente, la aplicación de un programa tan complejo..., porque, de todas las zonas rurales de España, Aragón supone el 18%, es decir, que la aplicación de la Ley de desarrollo sostenible del medio rural tiene una enorme incidencia en Aragón, tenemos la suerte de que gran parte de nuestro territorio, el 95%, y más de 40% de la población es ámbito rural y, por lo tanto, todas nuestras comarcas entraban en alguna de las tres categorías.

En consecuencia, yo supongo que usted estará de acuerdo conmigo en que el programa ha funcionado, globalmente, bien, satisfactoriamente en la mayoría de las comarcas, y hay comarcas en donde la designación de los representantes de la parte social pues sería cuestionable, simplemente. Pero son poquitas, usted mismo me ha hablado de tres, y, evidentemente, alguna de ellas coincide con que, a la hora de ver cuál es la aplicación del programa, pues también se dan algunas peculiaridades en esas tres comarcas, ¿no?

En consecuencia, yo estoy totalmente de acuerdo con usted en que esto no ha funcionado a la perfección en todas las comarcas, pero usted estará de acuerdo conmigo en que, cuando se presentan los treinta y dos planes en la mesa de asociaciones a nivel nacional, el nivel de aprobación es unánime y la felicitación es unánime por parte de la mesa de asociaciones, que es uno de los dos estadios por los cuales hay que pasar los planes de cada comarca, los planes de cada zona.

Allí también hablaron de disfuncionalidades —llamémosle así— en algunas comunidades autónomas. ¿Y sabe lo que hicieron algunas organizaciones sociales? Poner a Aragón como ejemplo, y hablaron de otras comunidades autónomas diciendo que, bueno, que se fijasen en el ejemplo de Aragón, donde los procesos de participación se habían ajustado a la ley y se correspondía realmente con la filosofía de la propia ley.

Pero es que, mire, en la mesa de asociaciones a nivel nacional no está la Administración, está como una parte más. Mire, muy rápidamente, están: la Red Española de Desarrollo Rural; la Red Estatal de Desarrollo Rural; la UPA, la COAG y Asaja; organizaciones sindicales: Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras; asociaciones de mujeres agrarias: Confederación de Mujeres Rurales, Asociación de Federación de Mujeres Rurales y Federación de Mujeres y Familias de Ámbito Rural; asociacionismo cooperativo: Confederación de Cooperativas Agrarias de España; asociacionismo empresarial: Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Federación Española de Asociaciones de Productores y Exportadores de Frutas; y organizaciones ecologistas y de conservación de la naturaleza: Adena, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción.

Este es el panel por el que pasaron los treinta y dos planes de zona de Aragón y estos son los representantes que felicitaron a Aragón y lo pusieron como ejemplo ante todas las demás comunidades autónomas, de lo cual yo estoy convencido que usted se siente orgulloso, y todos los que nos sentamos en estos escaños, también, porque, como usted ha dicho al principio de su intervención, este es un proyecto de todos, no es un proyecto de un departamento o, como usted ha dicho, de una parte del Gobierno... Pues, mire, aquí tiene usted un proyecto de gobierno, y no solamente un proyecto de gobierno: tiene usted un proyecto de gobierno y un proyecto de Aragón, que me parece lo más importante.

En consecuencia —yo ya quiero terminar mi intervención—, primero, agradecerle la iniciativa, que nos ha permitido hablar de esta cuestión, y segundo, bueno, pues hacer un análisis, yo creo que entre usted y yo hemos hecho un análisis bastante objetivo: el tema no ha funcionado exactamente o perfectamente en algunas comarcas, afortunadamente, muy pocas (usted ha hablado de tres, es decir, del 10% de las comarcas aragonesas); por otro lado, creo que tenemos que tener a gala lo que he dicho antes, y es que este ha sido un programa... Primero, somos la primera comunidad autónoma, la primera de la clase, porque, hasta ahora, solamente Aragón y Navarra han superado el trámite de la mesa de asociaciones y del consejo nacional (Asturias, que superó la mesa de asociaciones, se ha quedado en el consejo nacional). Por lo tanto, vamos los primeros de la clase nosotros, con treinta y dos comarcas (la de Valdejalón, que es la que queda, va a ser de información pública en los próximos días), y Navarra, que es la segunda de la clase; es que las demás no han empezado el curso todavía, o sea, ni siquiera han llegado a la mesa de asociaciones.

Yo espero que podamos firmar los convenios correspondientes con el Ministerio, los convenios correspondientes con la comarca, que espero que en este mes de marzo estén aprobados por Consejo de Gobierno, y que el mes de marzo se caracterice por el banderazo de salida definitivo para lo que es la puesta en marcha de estos programas, que, vuelvo a decir, van a crear o mantener en el territorio en estos próximos cinco años casi cinco mil puestos de trabajo, y yo creo que, en las circunstancias actuales, esto es una bendición que, además, hemos sido capaces de poner en marcha desde el acuerdo político y, tal como pide la ley, desde el acuerdo social.

En consecuencia, espero la colaboración de su grupo político, como siempre la hemos tenido en estos temas, espero la colaboración de los demás grupos políticos, como también la hemos tenido. Y les voy a decir una cosa: yo estoy absolutamente convencido de que, si este proyecto no se hubiese abordado desde el acuerdo político, que lo hemos hecho, y desde el acuerdo social que hemos conseguido o han conseguido en el territorio, aunque haya habido algunas cuestiones que hay que mejorar, estoy absolutamente convencido de que el resultado que tendríamos hoy no sería el que tenemos; probablemente sería bueno, pero no sería el que tenemos.

Y en este tema, hemos trabajado muchísima gente. Veo ahí a mi compañero de Gobierno, a Javier, que me dice: «si llegas tarde tú, hago tu comparecencia», porque también se sabe buena parte de este proyecto, porque lo empezó conmigo cuando él era consejero de Presidencia, y recorrimos todo el territorio reuniéndonos con toda la gente, escuchando a la gente y elaborando un plan del que yo creo que los grupos parlamentarios, estas Cortes, el Gobierno de Aragón y Aragón, se tienen que sentir orgullosos, porque supone una gran oportunidad en un momento de recesión presupuestaria. No me gustaría que se confundiesen las dos cosas: la recesión presupuestaria es para todo el mundo, pero las comarcas aragonesas van a tener un elemento suplementario que, insisto, les va a permitir crear o mantener casi cinco mil puestos de trabajo durante los próximos cinco años.

Muchas gracias por su iniciativa, y gracias a los grupos parlamentarios por la colaboración que, desde el Gobierno, hemos tenido en todo momento y en todo lugar.

Muchísimas gracias. Gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias

CORTES DE ARAGÓN
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