Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - De Consejeros del Gobierno de Aragón - Ante la Comisión de Economía y Presupuestos

Comparecencia del consejero de Agricultura al objeto de informar sobre el proyecto de ley de presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón para el año 2000 en lo correspondiente a su departamento

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 017 de Serie A (V Legislatura)
Intervinienen: Arguile Laguarta, Gonzalo - Lacasa Vidal, Jesus - Labordeta Subias, Jose Antonio - Aullo Aldunate, Maria Trinidad - Piazuelo Plou, Antonio Joaquin - Urbieta Gale, Jose

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Comienza la sesión [a las diez horas y cuarenta y siete minutos].
El primer punto del orden del día es la lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior. Se ha entregado el borrador de dicha acta y, como es habitual, al final de la sesión preguntaré si hay algún problema sobre ella.
El segundo punto del orden del día es la comparecencia del consejero de Agricultura al objeto de informar sobre el proyecto de ley de presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón para el año 2000 en lo correspondiente a su departamento.
Tiene, por tanto, la palabra el consejero de Agricultura.

Comparecencia del consejero de Agricultura al objeto de informar sobre el proyecto de ley de presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón para el año 2000 en lo correspondiente a su departamento.

El señor consejero de Agricultura (ARGUILÉ LAGUARTA): Gracias, señor presidente.
Señorías, con el máximo respeto hacia sus señorías, comienzo esta intervención sometiendo a examen el proyecto de presupuestos del Departamento de Agricultura.
Por supuesto que no ha sido una tarea fácil elaborar un proyecto presupuestario con las dificultades que entraña el no disponer en estas fechas, con claridad aceptable, de una propuesta de cofinanciación por parte del gobierno central (y, en concreto, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) sobre los gastos en las zonas del objetivo 2, que, como saben sus señorías, sustituye al objetivo 5b. Se ha definido el objetivo 1, pero todavía está sin definir el objetivo 2. Esto es una dificultad externa que añade un cierto riesgo y un sesgo de incertidumbre a la sección 14; pero, además, para la elaboración del proyecto que presentamos hemos de añadir, como complicación, el que el Departamento de Agricultura haya sufrido una redefinición. Lo cito como problema añadido, pero, naturalmente, no me lamento de ello.
Permítanme sus señorías que en la presentación del presupuesto del Departamento de Agricultura hayamos aplicado un proyecto distinto al que se venía mostrando hasta ahora, y no tanto en el fondo como en la forma. Mi aprendizaje presupuestario, adquirido en la administración local y como portavoz de la Comisión de Presupuestos del Senado, en lo que concernía a la defensa de la sección 21, de Agricultura, me ha conducido, con la complicidad del consejero de Economía y Hacienda y con los responsables de mi departamento en esta materia, a considerar que es buena práctica el reflejar en las cifras del presupuesto de la sección 14 todo el gasto público que conlleva la política agraria de la Comunidad Autónoma de Aragón.
En primer lugar, porque constatar una realidad es una obligación de transparencia en el gasto; en segundo lugar, porque el incremento neto del esfuerzo presupuestario de la comunidad autónoma conlleva un incremento de fondos provenientes de la cofinanciación, que es necesario reflejar, y, tercero, porque de esta forma se constata la importancia del capítulo I del Departamento de Agricultura, ante ustedes y ante la opinión pública, que pueden observar cómo un elevado número de funcionarios se dedican con gran trabajo y enorme celo profesional a que más de setenta mil millones de pesetas, provenientes del Feoga-Garantía, lleguen puntualmente a los agricultores y ganaderos aragoneses, ayuda, por otra parte, imprescindible para el apoyo a la renta.
Sí les quiero advertir -y pongan atención en esto que les voy a decir ahora-, les quiero advertir y rogar sobre una cuestión. Señorías, les rogaría que pongan mucho cuidado a la hora de sugerir o proponer modificaciones presupuestarias a la sección 14, porque, por poner un ejemplo, modificar cien millones de pesetas en fondos propios en un programa cofinanciado por la Unión Europea y por el MAPA puede suponer un descenso en el conjunto del presupuesto de cuatrocientos. Ésta es la proporción: suprimir cien en programas cofinanciados puede suponer una rebaja en el presupuesto total de Agricultura de cuatrocientos. Por lo tanto, les rogaría que tengan mucho cuidado en este asunto.
Señorías, el gobierno, en especial el Departamento de Economía y Hacienda, nos indicó a los diferentes departamentos las cifras macroeconómicas del proyecto de ley de presupuestos de la comunidad autónoma, las posibilidades de crecimiento en las operaciones de capital y la austeridad que deberíamos aplicar en el gasto corriente, sobre todo en los capítulos I y II. A nadie se le escapa -y menos a esta comisión, que tiene una visión global del gasto- la intimidad y la interrelación que existe entre los diferentes departamentos a efectos presupuestarios.
También, todos ustedes, como políticos avezados que son y bien experimentados en estas lides, son conscientes de que cada uno de los departamentos dentro del consejo, y con toda legitimidad, tratamos de nutrirnos presupuestariamente lo suficiente como para acometer el máximo de realizaciones posibles a lo largo del ejercicio. En este sentido, señorías, les aseguro que el consejero que les habla en esta mañana está plenamente satisfecho con la dotación presupuestaria que el Consejo de Gobierno aprobó para el Departamento de Agricultura, y que, como ustedes saben, supone un incremento del esfuerzo presupuestario de la comunidad autónoma de mil ciento sesenta y ocho millones netos, lo que nos sitúa en una modificación al alza, en relación con el ejercicio anterior, en los capítulos VI y VII, del 20%.
Ello supone que, si la cofinanciación europea y del Estado se mantiene en los términos negociados en Madrid -todavía, como les he comentado, no está explicitado eso en un documento-, las disponibilidades presupuestarias en los capítulos mencionados aumentan de manera considerable. No digo el porcentaje porque es muy alto, y parece mentira.
Hay un hecho sobresaliente que llama poderosamente la atención: me refiero a la cifra global del presupuesto del departamento, que, como habrán apreciado ya ustedes, se eleva a noventa y cinco mil novecientos treinta y cinco millones. Como he dicho anteriormente, es consecuencia de la inclusión de todo el gasto agrícola gestionado por la comunidad autónoma, que, como sus señorías saben, proviene tanto de la comunidad autónoma como del Ministerio de Agricultura y de la Unión Europea.
Al margen de esta cuestión, que me ha parecido oportuno señalar, entiendo que debemos comentar la evolución del gasto por capítulos, aunque es difícil reflejar datos comparativos por la modificación de las estructuras del propio departamento y de la confección del presupuesto, pero vamos a intentarlo.
El capítulo I experimenta una modificación al alza del 1,6%. Este cálculo está realizado, como saben sus señorías, sobre los efectivos que en estos momentos asume Agricultura, una vez que se ha segregado Medio Ambiente.
En el capítulo II se produce un aumento del 8,3% del gasto, que pasa de seiscientos setenta y cinco millones a setecientos treinta y uno, para hacer frente a un déficit estructural en servicios periféricos; son las oficinas comarcales.
El capítulo IV, de transferencias corrientes, permanece establece prácticamente, si segregamos lo que hemos incluido ahí de la PAC. De manera, señorías, que las operaciones corrientes en Agricultura experimentan una modificación al alza del 2,1%, porcentaje más que aceptable dentro de las indicaciones de Economía y Hacienda en la contención del gasto corriente.
Señorías, entrando en operaciones de capital, como he dicho en la introducción, es muy interesante la evolución de los capítulos VI y VII, que vuelvo a repetir que en su conjunto gozan de un incremento importante. Frente a los cinco mil setecientos treinta y seis millones de esfuerzo presupuestario propio de la Diputación General (diferencia entre gastos e ingresos) en el ejercicio anterior, pasamos en el año 2000 a seis mil novecientos cinco millones, con un incremento neto del 20%. Esto nos permite mayores pretensiones de inversión directa y, a demanda de los solicitantes, como todos sabemos y somos conscientes, existen programas que dependen de los inversores privados, como explotaciones agrarias para su mejora a través del decreto 204, como las comunidades de regantes para la modernización de los regadíos a través del decreto 32, o el programa de industrialización y comercialización agraria.
De todas maneras es destacable que el incremento de esfuerzo propio (mil ciento sesenta y ocho millones) permite un arrastre de fondos cofinanciables de más de tres mil millones de pesetas; ello refuerza lo que yo les comentaba anteriormente, que es la importancia que tiene la aportación presupuestaria en programas que son susceptibles de ser cofinanciados.
Queda, pues, para información de sus señorías, que el 20% de incremento sobre los recursos propios en la sección 14, sobre los recursos de la propia comunidad, experimenta un aumento sobre el conjunto del presupuesto, en los capítulos VI y VII, del 40%, por eso efecto de arrastre de fondos cofinanciables.
He querido llamar la atención sobre este asunto porque me parece de interés general, en el que todos debemos insistir y, además, en el que todos estaremos de acuerdo.
Sin perjuicio de bajar al detalle, si ustedes lo desean, paso a relatarles los presupuestos totales de cada una de las direcciones generales, aunque me voy a entretener un poco en la secretaría general técnica y luego pasaré un poco por encima de este dato.
Por direcciones generales, la secretaría general técnica, que asume el pago de la PAC, tiene un total de setenta y tres mil doscientos treinta y seis millones de pesetas; la dirección de Producción Agraria y Gestión de Ayudas tiene un total de tres mil cuatrocientos treinta y siete millones; la Dirección General de Industrialización y Comercialización tiene un total de cinco mil doscientos doce millones; la Dirección General de Tecnología Agraria, tres mil ciento sesenta y cuatro millones, y la mejora de estructuras agrarias y desarrollo rural, diez mil ochocientos ochenta y siete millones.
La secretaría general técnica asume en la práctica dos áreas funcionales: por una parte, la relativa a las funciones de coordinación general de la actividad del departamento, gestión del presupuesto y gestión general de los servicios comunes, entre los que destaca la gestión descentralizada de los servicios a través de las oficinas comarcales agroambientales y las direcciones provinciales, y, por otra, la dirección efectiva del organismo pagador de los gastos del Feoga-Garantía y de la PAC, es decir, de la PAC.
El presupuesto de la secretaría general técnica total es el que he dicho, pero, excluido el capítulo I, se eleva a setenta y un mil novecientos un millones por la inclusión de la PAC. Esta cifra incluye, como he explicado, los gastos que en 1999 figuraban en la sección 20, el pago de la PAC, y alcanzan este año setenta y un mil seis millones, correspondientes a este pago.
Por otra parte, se ha producido la separación del Departamento de Medio Ambiente y, como consecuencia de la misma, se ha dividido el programa económico entre los dos departamentos, y, por último, se han traspasado algunas funciones entre la secretaría general técnica y otras direcciones generales. Como saben, las tres direcciones que pasaban a Agricultura se han convertido en cuatro; por lo tanto, ha habido un movimiento interno del departamento.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, el capítulo II, con cuatrocientos cuarenta y cuatro millones de esta secretaría, experimenta un aumento real, con relación a 1999, de cuarenta y ocho millones, que supone un 10,8%. Como he explicado, el motivo de este incremento es el pleno funcionamiento de la mayoría de las oficinas comarcales agroambientales y de los nuevos servicios que desde las mismas se ofrecen al ciudadano. Debo recordar que ya en 1998 y 1999 se produjo un importante incremento en este gasto, incremento no recogido en los presupuestos y que ha sido soportado casi en su totalidad por el Departamento de Agricultura. Es decir, como saben sus señorías, la implantación de oficinas comarcales produjo un sobregasto que no se fue contemplando en su justa medida en ejercicios anteriores, y eso nos llevó en el ejercicio de 1999 a un déficit bastante acusado por este motivo, y nosotros este año tenemos que aumentar ese concepto porque, aparte de situar el gasto en su justa medida, hay que ir cofinanciando el arrastre de déficit que veníamos soportando.
El capítulo IV (transferencias corrientes) contiene por primera vez los fondos correspondientes a la PAC, como se ha mencionado anteriormente, que suponen los setenta y un mil millones. Este gasto, que proviene de los fondos, como todos ustedes saben, de la Unión Europea, aumenta este año siete mil millones de pesetas por la aplicación de la Agenda 2000. En este programa se han reorientado las actividades en distintos aspectos: por un lado se ha traspasado la gestión directa de las ayudas a cultivos herbáceos a la Dirección General de Producción y, por otra parte, se potencia la actuación de control y coordinación de todo el sistema integrado, manteniendo la independencia del servicio que tiene encomendadas dichas funciones con respecto a los servicios gestores.
Respecto a los procesos de coordinación, se mantienen en la secretaría general los fondos necesarios para la realización de los procesos de inspección sobre el terreno, apoyada, como saben sus señorías -cuando menos, los que están bastante relacionados con agricultura-, por sistemas de teledetección, y que afecta a todos los servicios gestores de ayudas ligadas a la tierra. Por último, y dada la elevada cuantía de fondos gestionados, se mantiene el servicio de pagos del Feoga-Garantía, que centraliza la contabilidad del pago de todas las ayudas europeas gestionadas por el departamento.
Debemos destacar el papel de las oficinas comarcales agroambientales, que soportan una parte importante de la gestión y suponen el punto de contacto de este departamento, del Departamento de Agricultura, con los agricultores y ganaderos aragoneses. Ello implica un necesario apoyo, tanto en el mantenimiento e incremento del personal ubicado en OCA, como una constante actualización de los medios materiales necesarios.
Al margen de la PAC, el resto del capítulo IV, que en 1999 fue realmente de ciento treinta y dos millones de pesetas, se mantiene prácticamente igual; no hay ningún tipo de incremento. Este programa se dirige a apoyar los gastos de funcionamiento de las cámaras agrarias provinciales, las organizaciones profesionales agrarias y el suministro de datos estadísticos.
En lo que se refiere a gastos de capital, tanto en el capítulo VI, con ciento setenta y ocho millones, como en el VII, con ciento cuarenta, se mantienen con relación al año anterior. En estos aspectos, la secretaría general técnica queda definida de esta manera.
En la Dirección General de Producción Agraria -si me permiten, por no ir pormenorizando todos los detalles del presupuesto, que los tengo muy pormenorizados, voy a saltármelos y voy a poner de relieve aquellos aspectos que sean más destacables, y, luego, en el turno de preguntas, si quieren alguna explicación más concreta de algún asunto, lo podré hacer-... En Producción Agraria, saben sus señorías que uno de los centros de nuestra política en Producción Agraria va a ser, no cabe duda, el saneamiento ganadero; es decir, hacer un esfuerzo en saneamiento ganadero. Primero, porque interesa para la población en general, por salvaguardar la salud pública, y, segundo, porque el llegar a índices muy bajos o casi nulos de enfermedades de los animales ocasiona, de hecho, que los ganaderos tengan unos mayores ingresos por unas menores pérdidas por cuestiones sanitarias. Por lo tanto, por esas dos cuestiones, que son importantísimas, ya que en Aragón, dentro de la producción final agraria de la comunidad autónoma, la ganadería supone el 52%, naturalmente, para vigilar la sanidad por esas dos cuestiones (la salud pública y los intereses de los ganaderos) nosotros aquí hacemos un importante esfuerzo presupuestario, dedicamos a esta cuestión mucho dinero. Aumenta un 52% el presupuesto en este aspecto.
Naturalmente, también vamos a tener gran atención a la producción animal, y en esto también incrementamos el presupuesto en una cuantía, en producción animal, de un 33%, aumento que es de doscientos millones de pesetas en el capítulo VII (son de transferencias).
Luego hay una serie de programas en los que nos entretendríamos demasiado, porque son partidas presupuestarias muy pequeñas, como el programa apícola de Aragón, el programa de mejora de calidad de la leche, planes de abandono de la producción lechera... En fin, hay una serie de cuestiones importantes para los ganaderos y que, aun con cantidades que son bajas en relación con otras cantidades del presupuesto, son importantes para cada uno de ellos.
En Industrialización y Comercialización Agraria, el proyecto de presupuesto para la dirección general -el total ya lo he dicho-, excluyendo el capítulo I, es de cuatro mil novecientos cuarenta y nueve millones, que, si lo comparamos con la correspondiente a esta área en el ejercicio anterior, representa un incremento muy alto, e incluso puede también esto llamar la atención; pero, al incluir todos los gastos -quienes lo conocemos no nos asustaremos por ello-, es un 542%, que puede resultar llamativo, por lo que luego lo aclararé en detalle.
El fuerte crecimiento de este programa se produce en los capítulos inversores, en particular en el VII, de transferencias de capital, donde el aumento respecto al ejercicio de 1999 es de cuatro mil ciento nueve millones de pesetas, es decir, 589%. Sus señorías saben que estos gastos provienen... Nosotros hemos aumentado aquí el 112% en la aportación de la propia comunidad, y lo hemos aportado por dos cuestiones: una, por atender esta línea, que es importantísima, que funciona a demanda de los privados, es importantísima para despejar el cuello de botella de la agricultura aragonesa, y, además, para aprovechar el valor añadido que se pueda en favor de los agricultores, y hemos atendido con el 112% de aumento esta partida por dos cuestiones: una, por mantener la ayuda a la inversión en agroindustria y en la comercialización, y, dos, porque, en la nueva cofinanciación para esta línea, el Ministerio de Agricultura ha pasado de aportar el 45%, en la nueva organización de los fondos... Nosotros aportábamos el 5% hasta este momento, y, a partir de este momento, vamos a tener que aportar el 25% la comunidad autónoma. Por lo tanto, parte del aumento va a ser anulado, por decirlo de alguna forma, por la disminución en la aportación del MAPA en esta línea concreta.
Aquí, como pueden imaginar sus señorías, la industrialización agroalimentaria se lleva la parte gorda, la parte del león, que experimenta en esta partida una fuerte subida: va de doscientos noventa y ocho millones en el presupuesto que hemos presentado a cuatro mil setenta y tres, y viene motivada -ahora lo explico- por las siguientes circunstancias: el inicio de un nuevo período de programación, que es lo que estaba comentando ahora (2000-2006), en la que la financiación comunitaria correrá con cargo del Feoga-Garantía, y, por consiguiente, abonar a través de nuestro organismo pagador supone una serie de exigencias en la gestión y pagos que lo hacía necesario; por eso hemos incorporado al presupuesto la totalidad de esta financiación. Nosotros hacemos la gestión, toda la gestión, recibimos los fondos, hacemos la gestión y hacemos los pagos; por lo tanto, era conveniente reflejarla en el presupuesto.
La cofinanciación del departamento en este programa asciende a quinientos sesenta y cinco millones, que representa, como les he dicho anteriormente, un incremento del 112% respecto al año 1999, y es consecuencia de lo que ya les he explicado.
La partida de la Unión Europea -es importante aquí, muy importante, para cofinanciar los pagos del programa- totaliza dos mil novecientos setenta y seis millones, frente a una participación en 1999 de dos mil trescientos cuarenta y cinco millones. También aquí se incrementa, pero por mayor volumen de demanda, el 27%.
Las dotaciones de cofinanciación del MAPA por la misma cuestión, aunque aporta menos porcentualmente, también aumenta: pasa de trescientos setenta y seis millones a quinientos treinta y dos; a pesar de bajar el porcentaje de aportación del MAPA, como hay mucho volumen de peticiones, sube la aportación.
Como saben ustedes, en esta dirección está también la comercialización agraria, que también es importante. Si luego quieren alguna precisión sobre ella, muy gustoso se la daré, pero querría, por agilizar un poco la presentación de los presupuestos, pasarlo un poco por encima.
La Dirección General de Estructuras es importante en estos presupuestos, muy importante. Como introducción, y para tener una visión de las cifras globales, digamos que, en conjunto, y sumados los capítulos VI y VII, se pasa de los siete mil cuatrocientos cuarenta y cinco millones de pesetas del actual presupuesto a los nueve mil novecientos sesenta y cinco millones para el año 2000. Este importante incremento, superior al 33%, encierra, por un lado, aumentos de dotación para programas en marcha y, por otro, líneas nuevas o con nueva financiación.
Los presupuestos giran en torno a los siguientes ejes básicos: la mejora de las estructuras agrarias, incluyendo como pilares básicos la concentración parcelaria y la política de regadíos; la modernización de explotaciones y la incorporación de jóvenes, y, luego, con una menor dotación, naturalmente, el desarrollo rural y los seguros agrarios, que también es muy importante para los agricultores, para el apoyo a las rentas.
En mejora de estructuras, en el primer punto, destaca el incremento destinado a la concentración parcelaria. Del análisis que hemos hecho de la situación de esta medida en Aragón se deduce un estrangulamiento del proceso en su fase final, en la ejecución de los planes de obra, cuando ya se han realizado o está próxima la toma de posesión de las fincas de reemplazamiento. Así, pues, con objeto de avanzar al máximo las obras incluidas en los diversos planes por ejecutar y concluir, hemos propuesto un incremento presupuestario que, si bien, como verán ustedes es muy elevado en porcentaje, lo es menos en cifras absolutas, habida cuenta las necesidades existentes. El presupuesto sube de doscientos cuarenta y ocho millones a cuatrocientos noventa millones: un 97,5% de incremento.
En el actual ejercicio de 1999 figuran desglosados doscientos cuarenta y ocho millones para concentración y treinta millones para comarcas de ordenación de explotaciones, en la Ribagorza y en Teruel. Como algunas de estas actuaciones estaban también relacionadas con procesos de concentración, se ha optado por refundir el concepto presupuestario en un único que suma quinientos veinte millones.
En política de regadíos continúa dándose prioridad a la modernización y mejora -el decreto 32 que hemos comentado-, que dispondrá de la partida presupuestaria máxima de toda la dirección: mil novecientos cinco millones de pesetas, un 13,6% más que en 1999. A pesar de estas importantes cifras, esta línea de ayudas es la que mayor desequilibrio financiero tiene, dada la gran cantidad de proyectos de modernización presentados por las comunidades de regantes. Sepan sus señorías que hay un stock de diecisiete mil millones de pesetas para la modernización en regadíos. El aumento seguirá siendo insuficiente si no lo alivian aquellas comunidades de regantes que optan por dirigirse a las sociedades anónimas estatales, al gobierno de la Nación, aunque lo tramitemos nosotros también, para modernizar aquellos proyectos que tienen un volumen importante. Nos vendría bien que se descargaran aquellos proyectos que sobrepasan los dos mil millones de pesetas en este apartado.
A destacar en esta línea la discriminación positiva que encierra para el agricultor profesional, que recibe y va a seguir haciéndolo, un mayor porcentaje de ayuda que el resto de los regantes. Si nosotros, cuando vamos a seleccionar a partir de ahora los proyectos de modernización de regadíos, veremos el porcentaje de agricultores a título principal que hay dentro de esa comunidad de regantes. Ésos tendrán preferencia absoluta. No miraremos la cara de quien presenta el proyecto, sino que miraremos el conjunto de aquellos agricultores que pertenecen a esa comunidad de regantes.
La modernización de regadíos está también incluida en el borrador del plan nacional de regadíos, que se quiere aprobar por el gobierno central, previéndose una cofinanciación del 50%. Esto es a través del 678, pero en el último año estaba falto de dotación, no había dotación. En estos meses, este ministerio ha planteado la constitución, como les he dicho, de sociedades anónimas estatales, que, a medias con las comunidades de regantes, financiarían los grandes proyectos de modernización, lo que contribuiría a aliviar la enorme cartera que tenemos.
Los compromisos derivados del plan nacional de regadíos, a aprobar previsiblemente en corto plazo de tiempo, junto con la voluntad del gobierno actual de acelerar el ritmo de las transformaciones, sobre todo en las zonas de interés general, se traduce en un incremento de las inversiones de un 120% respecto a la cifra del presente ejercicio: de quinientos a mil cien millones de pesetas.
Sus señorías saben que ahora se estaba actuando de manera separada -no sé si esto lo comenté en la anterior comparecencia, pero por aclarar esta cuestión-, se estaba actuando de manera separada: por un lado, la comunidad autónoma, con sus recursos propios y los de la Unión Europea, actuaba en Bardenas, y el Ministerio de Agricultura, con sus recursos y los recursos de la Unión Europea actuaba en Monegros. Entonces, se produjo en un momento determinado -yo no sé qué año fue- este convenio de separar las actuaciones. Yo estoy seguro de que quien lo hiciera lo hizo con toda la buena intención; pero, naturalmente, esto hacía que la comunidad autónoma, que en principio con el Ministerio de Agricultura actuaba con un convenio en que tenían que participar en los planes generales al 50%, pues, claro, al separar las actuaciones, las inversiones no estaban equilibradas, y mientras los recursos de la comunidad autónoma se mantenían estables en inversión en Bardenas, los recursos del MAPA habían bajado bastante en Monegros.
Por lo tanto, la intención de este consejero es que en ello estamos, negociando con el Ministerio -y además hay muy buena predisposición a que así ocurra-, para volver otra vez a meter todos los recursos, los del MAPA y los de la comunidad autónoma, en el mismo saco, y, luego, la comunidad autónoma dice dónde se debe actuar y dónde se deben expandir y dónde se debe invertir más o menos, si en Bardenas o en Monegros; pero, en cualquiera de los dos casos, al 50% las dos partes. Naturalmente, con la reversión de los fondos europeos, que son el 50% del total de la inversión.
En modernización de explotaciones, la línea de ayudas a la modernización y la incorporación de jóvenes constituye -como sus señorías saben y viene siendo habitual, histórico- el instrumento básico para que exclusivamente los agricultores profesionales y las explotaciones prioritarias puedan aportar sus planes e inversiones de mejora. Se trata de la segunda línea en importancia conceptual y presupuestaria del departamento, con una dedicación de mil cuatrocientos millones, un 16,8% más que en el ejercicio actual.
Luego está el desarrollo rural, las medidas de acompañamiento, en que también vamos a tener que empezar a participar, porque antes no participábamos, y ahora vamos a tener que participar; con lo cual, por ahí se nos va a ir una parte de nuestro presupuesto. Eso es lo más destacable de la variación que se puede producir en el futuro, porque había programas, líneas de política de acompañamiento, donde antes la comunidad autónoma no tenía necesidad de poner dinero, y ahora va a tener necesidad de seguir haciéndolo, de poner dinero, con el nuevo modelo de financiación, y, por lo tanto, ahí se nos van a ir una serie de recursos; pero vamos a mantener lo que se venía haciendo hasta este momento.
Las subvenciones a suscripción de seguros agrarios, que es una medida importante de apoyo a la renta, en la que se venía haciendo una buena actuación -a mí no me duelen prendas en este sentido de reconocer lo que se hacía estupendamente bien-, pero cambia de ubicación: esta vez se va de la secretaría general, donde creo que estaba antes, a Estructuras. Una vez finalizados los compromisos por préstamos subvencionados por climatología adversa, que se estaban amortizando, el presupuesto neto dedicado a subvencionar las primas del seguro agrario este año, el presupuesto neto dedicado a seguros, sube cincuenta millones, situándose en ochocientos millones para el año 2000.
En la línea de avanzar en la garantía de la rentas de los agricultores profesionales, proyectamos incrementar la subvención máxima del 65%, que se venía haciendo ahora, al 70%. Lo que repercutiría fundamentalmente en el coste de los seguros de frutales para el agricultor a título principal, que puede bajar su aportación del 35% al 30% (señalemos que los frutales absorben más de la mitad de las ayudas de la Diputación General a los seguros agrarios). También está previsto aumentar la subvención de la DGA al seguro de ganado vacuno, pasando del 15% al 30%. Para la próxima campaña está prevista la aparición de dos nuevas líneas de rendimientos para la uva y para la aceituna; con lo cual, con ese aumento podemos atender la subvención o la aportación a la subvención estatal que se viene haciendo desde el Estado a esas nuevas líneas.
Llegados a este punto, y después de esta exposición -que no creo que haya sido excesiva, porque he acortado mucho con lo que llevaba preparado, pero hubiese resultado más monótona y con muchas cifras-, quiero resumir el contenido político, que es lo que nos lleva a estas comisiones... De hecho, la ley de presupuestos es la ley más política: de nada sirve decir voy a hacer o voy a dejar de hacer, si detrás no tiene cobertura presupuestaria... Pues, resumiendo el contenido político de este proyecto de presupuestos del Departamento de Agricultura, del elevado presupuesto que maneja el departamento, un gran volumen está condicionado totalmente por la reglamentación comunitaria, como ya he dicho, y el departamento debe gestionar estas ayudas directas con agilidad, eficacia y adecuado control, pues de ellas depende en buena parte, como he dicho, la renta de los empresarios. Ahí vamos a poner todo el celo del mundo. Ahora estamos a punto de pagar ya las ayudas de la PAC, esta semana las pagamos, y eso les viene muy bien a los agricultores: pagarlas con puntualidad. Por lo tanto, se ha adquirido una experiencia elevada dentro del departamento, y yo aspiro a perfeccionar más aún esta cuestión. A esto se dedican la mitad de los funcionarios de la casa. Por eso he querido resaltar el incluirlo en presupuestos, los setenta y un mil millones de las ayudas de la PAC.
Además, pretendemos modernizar las estructuras productivas y de transformación y comercialización de nuestros productos para mejorar nuestra competitividad, y, para ello, como ya vengo diciendo constantemente, vamos a intensificar la modernización de las explotaciones agrarias (creemos que modernizar el aparato productor agrario es fundamental de cara al año 2000, al nuevo milenio); la mejora y modernización de los regadíos por lo que conlleva detrás de ello: ahorro de agua y además mejora de las condiciones laborales del propio regante; el apoyo a la industrialización agroalimentaria, que, como ya he dicho, nosotros entendemos que es el cuello de botella con que se encuentra el agricultor cuando produce y no puede vender: primero, debe transformar y, segundo, debe comercializar, para aprovechar el valor añadido: a esto le dedicamos una atención presupuestaria preferente.
También -¿cómo no?-, relacionado con la sanidad animal y con la vigilancia en los productos, la mejora de la calidad y el acceso a los mercados, la mejora de la calidad de los productos. Les anuncio, señorías, que yo ya le comuniqué al Ministro de Agricultura en la reunión de Mérida -y ahora lo vamos a hacer formalmente- que vamos a pedir una demora -lo anuncio aquí ya- de los productos transgénicos. Creemos que no está clara esa situación, y ya lo ha pedido el Reino Unido, lo ha pedido Francia, y creemos que España se debe adherir a esas peticiones de demora en admitir los productos transgénicos en España, y nosotros lo vamos a pedir: nosotros no tenemos el poder para hacerlo, pero lo vamos a pedir en la conferencia que se va a celebrar en Cuenca el próximo día 25 de noviembre.
La actuación de nuestro departamento quiere también contribuir al equilibro territorial del medio rural aragonés a través de la política de creación de regadíos. Creemos que es importantísimo superar todas las dificultades que hay en este momento y apoyarlas también con presupuesto. También, los programas de desarrollo rural a través de los programas Leader, de los Proder y de los Leader Plus.
Dada la limitación de los recursos económicos disponibles, y conscientes de las diferencias socioeconómicas dentro del sector agrario aragonés, este consejero que les habla quiere prestar también especial preferencia a las ayudas, sobre todo, a los agricultores a título principal -y no me cansaré de decirlo-, que son los que habitan y vertebran el territorio, y a los profesional, también, que es un grado más bajo (a pesar de ser profesional es un grado más bajo que a título principal -el profesional es el que puede combinar con otras actividades: turísticas, artesanales-) y también -¿cómo no?- a las explotaciones prioritarias.
Éstas, pues, van a ser un poco las líneas presupuestarias del Departamento de Agricultura; éstas van a ser, las que acabo de decir al final, las preferencias políticas -y así se refleja en el presupuesto de Agricultura- para el año 2000 que vamos a atender desde el Departamento de Agricultura.
Muchas gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señor consejero.
Comienza la intervención de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, comenzando por la del portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, señor Lacasa.
Tiene la palabra.

El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señor presidente.
Señor consejero, desde Izquierda Unida quisiera transmitirle una impresión: el señor consejero de Economía hizo -se lo tengo que transmitir así- una encendida defensa de la aplicación de políticas del sector público y, en concreto, del instrumento presupuestario a favor del sector primario en nuestra comunidad autónoma. Fue una declaración de principios interesante, porque en muchos aspectos usted conocerá que la academia y muchos economistas han venido manifestando la necesidad de ir reconvirtiendo las políticas e ir abandonando las políticas de ayuda al sector primario. Hay tesis -y se han visto publicadas en distintos medios- en las que se incide en la necesidad de que el sector público ya no se ocupe intensivamente del sector primario, por considerar que en un mundo abierto y globalizado estas ayudas del sector público deben reducirse. Bueno; pues la verdad es que el señor consejero de Economía hizo una encendida defensa de la aplicación de políticas activas desde el sector público.
Hombre, si uno cogiera el presupuesto y viera que le han puesto noventa y cinco mil millones en el departamento -pues se ha concretado, y efectivamente es así-, nada menos que tiene usted la tercera parte, casi, de los presupuestos de la comunidad autónoma. Hay que relativizarlo -usted mismo lo ha hecho-, primero, porque se incorporan las ayudas de la PAC -puede ser razonable-, y, por lo tanto excluimos setenta y un mil millones de pesetas, que tienen lógicamente un carácter finalista, para lo que está previsto en la Unión Europea.
Y luego usted ha planteado dos cuestiones que dificultan hoy el trabajo un poco de esta comisión todavía. Una, el cambio de estructura: Agricultura y Medio Ambiente nos dificultan, obviamente, cualquier comparación homogénea entre dos departamentos que no se parecen ya en nada. Es decir, no era lo mismo un departamento que combinaba de forma absolutamente inverosímil, a nuestro modo de ver, porque ya dijimos entonces que no considerábamos oportuna esta fusión, y ahora mismo se divide y vuelve a aparecer el departamento propio de Agricultura, y, además de eso, se producen cambios en la direcciones generales, con lo cual todavía complica más cualquier esfuerzo de comparación. Por lo tanto, es un poco prematuro para hacer comparaciones demasiado homogéneas con el pasado.
Un segundo aspecto -usted lo ha señalado también- es que una parte de su presupuesto, aunque todos los presupuestos son presupuestos, como la propia palabra dice (es decir, suposiciones de futuro), en su comparecencia nos ha explicado que en éste más que nunca, porque no tiene todas las certidumbres en relación con la aportación de los fondos europeos, porque el escenario de programación (2000-2006) parece que no está claro en lo que sería la aportación para el objetivo 2. Y, claro, esto es fundamental, porque si las cifras que usted nos plantea en el presupuesto, que una parte muy importante está condicionada por aportaciones europeas, luego no se verifican, pues, realmente, no se parecería nada el presupuesto que ejecutemos al final del año 2000 con el que usted nos está planteando hoy a finales del año 1999. Es decir, que ésa es otra dificultad que nosotros entendemos que hay en este presupuesto.
Yendo a alguna cuestión concreta, para que usted la pueda contestar después o usted pueda opinar, efectivamente, en producción agraria nos agrada el esfuerzo que se hace -un esfuerzo interesante en inversión y también menos en transferencias, pero sobre todo en inversión- en el tema de sanidad animal. Creemos, como usted ha dicho, que coincidimos en que éste es un aspecto determinante de futuro. Hoy, los ciudadanos y las ciudadanas -en todo caso, interpelar en este sentido al consejero de Sanidad- exigen una alta prestación en la calidad y en la seguridad en los alimentos que consumen, y esto tiene una base, lógicamente, en la cabaña ganadera que existe y que no esté afectada por una serie de enfermedades. Desgraciados sucesos en la Unión Europea, desde las «vacas locas» hasta los pollos con dioxinas, nos marcan demasiado a las claras los peligros en que se puede incurrir en un produccionismo ilimitado y en una falta de atención a aspectos tan básicos como es la sanidad adecuada en este sentido.
También nos gustaría que se hiciera un esfuerzo en relación con la sanidad vegetal, porque no sólo hay que hacer un esfuerzo en la sanidad animal, que lo hay, importante en este presupuesto; pero la sanidad vegetal tiene unas partidas, por lo menos las que nosotros hemos podido averiguar, muy pequeñas en relación con la sanidad animal, y también habrá que hacer un esfuerzo en esa dirección. No sólo ahí, sino en las buenas prácticas que los agricultores tienen que ir observando, cada vez más, sobre todo en lo que se refiere a las posibles contaminaciones por productos pesticidas, etcétera, que también es otra preocupación que mantenemos.
Aprovecho para felicitarle, si he entendido bien, porque usted ha defendido la proposición que este parlamento aprobó en relación con el tema de los alimentos transgénicos. Creo que es un avance que la Comunidad Autónoma de Aragón se sitúe a la cabeza, pidiendo al gobierno de España que proponga ya, implante la moratoria hasta que no exista un protocolo de bioseguridad, que yo creo que es lo que estamos todos esperando, es decir, que las autoridades a nivel internacional determinen cuáles son las cuestiones de seguridad en materia de alimentos transgénicos. Cuestión a la que hoy por hoy no podemos más que aplicar el principio de precaución, que es un principio de la Unión Europea muy importante. Por lo tanto, en ese sentido tiene nuestro apoyo.
Pasamos al tema de desarrollo agroalimentario y fomento asociativo. Y aquí, efectivamente, la verdad es que habría un sorprendente aumento, un sorprendente incremento, porque pasamos en capítulo VII, que es el fundamental aquí, de mil seiscientos cincuenta y dos millones a nada menos que cuatro mil ochocientos cincuenta y seis; lo cual, a priori, parecería un salto espectacular. Claro, luego no es tan así, si nos detenemos más detalladamente en las partidas. Por ejemplo, en apoyo a la industria agroalimentaria, efectivamente, pasamos de doscientos sesenta y siete millones a quinientos sesenta y cinco, con endeudamiento propio de la comunidad autónoma. Pero es que la gran partida que se incorpora son los dos mil setecientos millones de pesetas previstos de transferencias de la Unión Europea, y también unos cuatrocientos sesenta y cinco millones de la administración central, del gobierno central.
Nada que decir. Si esto se verifica, supondrá que el Gobierno de Aragón puede coordinar, de la manera que sea, importantes fondos, que no importa de dónde vengan, si se aplican bien a las finalidades que trazamos, que están claras -usted lo ha dicho, y creo que casi podría haber unanimidad-. Es decir, no se trata de producir más y mejor, sino que se trata sobre todo también de transformar los productos que producimos y generar valor añadido, y ahí hay que hacer un esfuerzo impresionante, porque la falta de articulación, la necesidad de reestructurar el sector cooperativo de nuestra comunidad autónoma, en definitiva, un redimensionamiento adecuado de esta situación, debe ponernos a la vanguardia (debería poner a Aragón, que es una comunidad autónoma potente -yo creo- en posibilidades agrarias y ganaderas), ponernos a la cabeza, junto con comunidades mucho más pequeñas en todos los órdenes, como tenemos a nuestro alrededor, como pueden ser Navarra o La Rioja -por citar sólo dos de ellas-, pero que creo que han hecho avances importantes significativos en estos terrenos. Creo que nosotros vamos algo rezagados y deberíamos intensificar, y, si estos fondos de la Unión Europea o de la administración central sirven para este objetivo, y usted sabe coordinarlos bien, seguramente supondrán algún avance.
No ha dicho prácticamente nada de investigación. Bueno; supongo que por abreviar y me parece también lógico. En investigación prácticamente hay incluso un pequeño retroceso en el capítulo VI: hemos detectado que pasamos de trescientos dos millones a doscientos noventa y dos. Pero a mí me preocupa en particular que había una consignación pequeña en el anterior presupuesto de tres millones setecientas cincuenta mil pesetas para investigación en materia de purines, y esto desaparece, por lo menos nominalmente no aparece consignada esta partida.
Yo creo que el tema del porcino es un tema importante. Lo hemos debatido y se ha hablado de «la segunda Opel», etcétera, a pesar de los problemas que tiene, como las pestes porcinas, la clásica, la africana... Han ido apareciendo problemas sanitarios, problemas de mercados que han ido apareciendo también con el desplome del mercado en Rusia, etcétera; pero también posibilidades y virtualidades que hoy tiene el sector del porcino. Pero hay una cuestión clara: están los purines. Los purines son un problema claro y sobre todo la necesidad de investigar en métodos alternativos de tratamiento y de valorización de los propios purines, en el sentido de poder tener alguna virtualidad energética. Y, en ese sentido, nos gustaría saber si es que ha desaparecido la voluntad política de su departamento de ayudar a procesos de investigación y desarrollo en materia de reutilización de los purines, o es que está en otras líneas, o ¿qué intención tiene usted en esta materia?
Ya he hablado, en el tema de transferencias de tecnologías agrarias, de que quizá lo que aparece ahí en materia de sanidad vegetal es muy pequeño. Nos preocuparía que no se diera algún impulso también en esta dirección. Y, por lo demás, las cifras en ese programa son más o menos continuistas con las que había en el pasado.
Y ya pasaríamos, por último, a la dirección general, al apartado más importante del departamento, como no puede ser de otra manera (al margen de gestionar la PAC), como son las estructuras agrarias. Es verdad que hay un mayor esfuerzo del Gobierno de Aragón -hay que decirlo así-, porque pasamos de unos tres mil y pico millones de pesetas de endeudamiento a unos cuatro mil cuatrocientos sesenta y cinco, que son los que plantea usted aquí. Y ésos son recursos propios, porque nos endeudamos para ponerlos en marcha, además de otros recursos propios que aparecen en las transferencias de capital.
Efectivamente, también es llamativa la cifra absoluta: pasamos de cinco mil setecientos diecisiete millones, en el capítulo VII, a ocho mil doscientos treinta y cinco millones en este mismo capítulo VII. No obstante, hay que señalar que se producen también incorporaciones importantes de fondos de la Unión Europea (de setecientos ochenta y dos millones a mil seiscientos sesenta), que usted cuenta con esos recursos de la Unión Europea, que esperemos que no nos fallen, y que usted cuenta con pasar en fondos de la administración central de trescientos noventa y un millones a mil ciento sesenta millones en este ejercicio. Son saltos con relación a lo que estaba presupuestado -no sé lo que está ejecutado-; con relación a lo que estaba presupuestado son importantes incorporaciones de fondos europeos y fondos de la administración central.
Por supuesto, compartimos que la modernización de explotaciones y la modernización de regadíos deben ser absolutamente prioritarias desde cualquier punto de vista que lo analicemos.
En todo caso, alguna pregunta. Observo una drástica disminución en los fondos consignados inicialmente en el PEBEA -usted no ha aludido a ello en su comparecencia-, y me gustaría que expusiera por qué se pasa de setecientos cincuenta y cuatro millones de pesetas en el año anterior (presupuestados, no ejecutados) a doscientos cincuenta en este ejercicio. Y es verdad que usted habló de que quería retocar aspectos del PEBEA -lo cual creo que estamos dispuestos a debatirlo en esta cámara-; pero el PEBEA es una ley aprobada por las Cortes de Aragón que habrá que seguir ejecutando. Entonces, me preocupa, de alguna manera, que no nos explique suficientemente por qué se produce una reducción de las dos terceras partes de las consignaciones para el PEBEA.
En contrapartida, sí es verdad que aparece una consignación muy importante para seguros agrarios, que creo que se puede valorar en sus justos términos como algo positivo y que creo que va en la buena dirección, para hacer frente a las catástrofes naturales, porque la única forma de hacerlo es a través del impulso en el aseguramiento. Por lo tanto, en ese sentido compartimos esa idea.
Ha hablado de la concentración parcelaria, y vemos también -usted mismo lo ha dicho- que hay porcentualmente un salto importante en términos absolutos todavía pequeño, en el sentido de que cuatrocientos setenta millones es poco dinero. Al fin y al cabo estamos hablando de partidas que, cuando las vamos viendo una por una, desgraciadamente, para todo lo que hay que hacer (modernizar, transformar y concentrar), la verdad es que son partidas que al final se acaban quedando muy pequeñas, en relación con las necesidades que usted mismo ha reconocido que existen.
En todo caso le pediría un mayor detalle en lo que se refiere al capítulo VI, de inversiones -usted prácticamente no ha comentado nada-, en lo que es la creación de regadíos por parte de la comunidad autónoma: ¿en qué sentido está orientada?, ¿cómo se plantea para el próximo ejercicio? Nos gustaría alguna ampliación, porque, efectivamente, aparecen ochocientos cincuenta millones por una parte y otros cien millones por otra, aparte de los regadíos de interés local, que también aparecen consignados, y, en todo caso, nos gustaría alguna ampliación.
En definitiva -concluyo, señor consejero-, creo que sí que tiene más recursos, ha hecho algún esfuerzo en tener más recursos propios, y creo también que usted está a la expectativa de que le vengan los recursos de la Unión Europea y de la administración central, que usted -digamos-, de una forma no sé si optimista, pero de una forma avanzada, ha intentado plasmar en este presupuesto. Ojalá acaben viniendo todos estos recursos y usted sepa gestionarlos, de forma que sea un importante salto hacia delante en el sector primario aragonés, que nosotros sí que creemos (con el consejero de Economía, Hacienda y Función Pública) que desde los poderes públicos hay que seguir incidiendo en políticas en relación con este sector y contraponiéndolas a las opiniones agoreras que hablan de un laisez faire y dejar al mercado intervenir sin más en este terreno, con lo cual, prácticamente, la agricultura (no sólo la aragonesa sino la de una buena parte de la Unión Europea) podría tener unas grandes dificultades, y creemos que todavía es instrumento de vertebración del territorio y de conservación también del medio natural, como es la presencia y la vida humana en el mundo rural.
De momento, nada más.
Muchas gracias, señor consejero.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señor Lacasa.
A continuación tiene el uso de la palabra, en representación del Grupo Chunta Aragonesista, el señor Labordeta.

El señor diputado LABORDETA SUBÍAS: Gracias, señor presidente.
Señor consejero, cuando uno analiza el presupuesto se encuentra con contradicciones, y yo creo que un titular de un periódico el otro día decía un poco lo que en el fondo hay: «la DGA aportará menos dinero al presupuesto de Agricultura»; porque aparentemente son noventa y tantos mil millones de pesetas, pero, si quitamos los setenta y un mil millones de Bruselas, se queda bastante reducido.
De todas maneras, visto el presupuesto en general, en amplitud, efectivamente, hay un aumento de dieciocho mil millones, que tenía el presupuesto de 1999, a veinticuatro mil millones de pesetas que tiene este año. Por lo tanto, hay un esfuerzo importante de intentar elevar el presupuesto de la consejería de Agricultura.
Visto también así, un poco por encima, vemos que el capítulo VII, la modernización de regadíos, pasa de mil doscientos dieciocho millones a mil novecientos cinco millones. Es decir, hay un reto un poco raro, porque tampoco es que nosotros seamos muy partidarios de aumentar y de ir haciendo nuevos regadíos, sino que somos más partidarios de que los regadíos que están en deuda todavía por hacerse se terminen.
El diputado del Grupo Mixto, de Izquierda Unida, preguntaba y no entendía muy bien cómo el PEBEA bajaba de setecientos ochenta y cuatro millones a doscientos cincuenta millones. A nosotros como grupo nos parece bien. Es una medida en que estamos de acuerdo, y que, si usted nos la quiere explicar, pues mucho mejor; pero en principio estamos de acuerdo en ese descenso de esta especie de regadíos extraños. Cuando la presentación de la consejería de usted en la comisión ya se discutió bastante este problema.
Vemos también que hay un descenso en los regadíos de interés local, y hay un aumento importante en nuevos regadíos: pasamos de doscientos cuarenta y dos millones a novecientos cincuenta millones.
Ésta sería un poco la visión general del presupuesto visto en los grandes capítulos.
Pasando un poco dirección general por dirección general, hay algunos puntos en que se queda uno perplejo: no sé si es un error o no sabe uno muy bien... Por ejemplo, en personal eventual del gabinete en la secretaría general técnica pasa de quince millones a veinticinco millones de pesetas. Entonces, parece ser que sólo hay una secretaria más en el personal, y uno se queda bastante sorprendido de eso. Es posible que sea un error, pero, a veces, esas cosas te sorprenden. De pronto, que la secretaria cobre estas cantidades de dinero..., pues yo quiero ser secretaria también. Supongo que es una tontería que no tiene más importancia, pero uno se queda un poco perplejo.
La Dirección General de Industrialización y Comercialización Agraria se divide en dos direcciones: la Dirección General de Producción Agraria y la de Industrialización y Comercialización Agraria. La primera, en el fondo, va a servir, fundamentalmente, como usted ha dicho, para apoyar todo lo que sean los aspectos fundamentalmente de la ganadería. Va a ser un poco invertir y gestionar la PAC en lo que corresponde a este aspecto.
Quiero también agradecer que por primera vez aparece ya la PAC comarcalizada. No sé si ha sido esta mañana o ayer -yo ayer no estuve, tuve que estar en Huesca-, esta mañana me han dado ya (y también viene en el presupuesto, la verdad es que viene en el presupuesto) la ayuda de la PAC ya comarcalizada. Es decir, un poco el compromiso que este gobierno adquirió de ir comarcalizando las inversiones poco a poco va apareciendo, y, entonces, bueno, eso siempre es de agradecer.
De todas maneras me da la sensación de que esta nueva dirección no va a realizar inversiones. Lo que va a hacer es coger el dinero que le viene de Bruselas, lo va a repartir y esperemos que el reparto vaya muy bien.
Lo que es raro es la Dirección General de Industrialización y Comarcalización Agraria, porque es una dirección general que tiene un presupuesto de cinco mil doscientos doce millones, y del Feoga-Orientación recibe cuatro mil seiscientos ochenta y nueve millones. Si a eso le quitamos los gastos de personal y los gastos corrientes, esta dirección general tiene un presupuesto de doscientos veinticinco millones, con lo que gestiona el 4,33% del presupuesto, y parece ser que, con esta pequeña cantidad, crear una dirección general para gestionar doscientos veinticinco millones de pesetas parece un poco excesivo, si quitamos todas esas cantidades que van.
Por otra parte, es una dirección general que a mí me parece muy importante, porque es una dirección general que tiene entre sus actividades la promoción agroindustrial, que estamos siempre planteando el problema de que el problema del agricultor es que sus productos no son capaces de salir al exterior, y, bueno, la gente que recorremos el país muchas veces entramos en las grandes extensiones comerciales, vamos buscando productos aragoneses, y es muy raro encontrarte productos comercializados en las grandes superficies, productos que salgan de Aragón. Ahí está la promoción agroindustrial, denominaciones de origen, calidad, reestructuración y fomento del sector cooperativo, más inversión... A mí me da la sensación de que esta dirección general, que tiene una importancia enorme, no tiene suficiente dinero. Yo sería partidario..., supongo que usted también sería partidario, porque los consejeros son siempre partidarios de que haya mucho más dinero en todas las direcciones generales; pero uno se queda un poco asombrado de que estas direcciones generales, tan importantes para el futuro del campo aragonés, se queden un poco ralas de inversiones.
En Tecnología Agraria sí que hay un aumento significativo en inversiones reales. Por lo tanto, ahí está «Investigación, desarrollo, transferencia y tecnología», que, efectivamente, ahí se ha hecho un esfuerzo inversor muy importante; pero, si comparamos la inversión en investigación, desarrollo y transferencia tecnológica de Aragón con otras comunidades, yo también vuelvo a decir que nos encontramos con que son inversiones mínimas, es decir, son muy escasas, aunque el esfuerzo inversor ha sido realmente importante.
Por último, llegamos a la última dirección general, Estructuras Agrarias, y aquí yo creo que hay un problema que no hemos tratado, que es el problema de los Leader y de los Proder. Yo creo que la supervivencia en este momento de muchas zonas del territorio aragonés está basada en que el Leader Plus, que viene ahora, y el Proder sean lo suficientemente importantes para que la gente no se vaya de los campos. Es decir, gracias al Leader I y al Leader II mucha población se ha asentado y se ha quedado a vivir en territorios que realmente hubieran abandonado. Ahora nos viene encima un peligro enorme: primero en el Leader Plus sólo entrarán los territorios que tengan entre veinte mil y cien mil habitantes. Eso significa -y usted lo sabe, naturalmente- que, de todos los Leader que en este momento tenemos, solamente van a sobrevivir Daroca, Calamocha, Somontano, Calatayud, Caspe y Moncayo. El resto de los Leader van a desaparecer si realmente no hacemos algo.
Yo creo que en esto hay un ejemplo muy claro, que es Andalucía. En Andalucía todo el territorio andaluz está dentro de los Leader o de los Proder. Y volvemos siempre al mismo problema: de dónde sacamos el dinero para que estos proyectos Proder y Leader se puedan poner en marcha, no se abandonen y la gente no se vaya de la comarca, y, sobre todo, una serie de proyectos imaginativos que en este momento muchas gentes, los jefes de los programas Leader están poniendo en marcha y están rehabilitando esas zonas que estaban a punto de ser abandonadas, y, al poner en marcha estos nuevos proyectos, se pueda seguir viviendo en ese territorio. Sobre todo cuando en algunos de esos territorios tienen el terrible problema de que les van a poner un pantano encima. Es el caso de Biscarrués, porque la zona del Gállego empezaba a vivir con el trabajo del rafting, y toda esta serie de actividades deportivas, y, como les pongan el pantano, entonces ya desaparecerán absolutamente.
Nuestro problema, el problema de Chunta Aragonesista, es preguntarse de dónde se pueda sacar el dinero para ayudar a estos Proder y al Leader Plus, que tampoco sabemos muy bien en qué va a consistir: parece ser que va a ser un Leader de tipo temático, muy a lo francés, etcétera. Pero, bueno, ¿de dónde saca el dinero?
Nosotros hacemos una propuesta, y la vamos a llevar adelante, que es sacar un 20% de la modulación de la PAC, de las grandes cantidades de la PAC, y destinarlas a otras actividades, y estas actividades serían exactamente las actividades del Proder y del Leader, en apoyo de las zonas más desfavorecidas del territorio aragonés, porque el problema que tenemos es realmente grave. Sabiendo que hay un problema de población terrible, nos vamos a quedar con que, primero, va a haber menos dinero para los Leader; segundo, va a haber menos territorios, pero, sin embargo, al haber menos dinero también va a haber una riña terrible por conseguir que el Leader se imponga en uno u otro territorio. Entonces, lo que tenemos que evitar, fundamentalmente, es el enfrentamiento entre unas y otras comarcas, es decir, no vayamos a hacer una guerra -yo no diría civil, pero sí una guerra económica- entre aquellas comarcas que tengan posibilidades de conseguir el dinero para los Leader y aquellas otras que se queden fuera del Leader y que entonces ya desaparezcan absolutamente de nuestro mapa y, por mucha comarcalización que queramos hacer, si no hay gente en las comarcas, no sé para qué querremos seguir haciendo bonitos mapas de comarcalización.
Nada más. Animarle. Sepa usted que estamos aquí dispuestos a ayudar de una manera importante, para que este territorio sobreviva a esta desertización que está avanzando. Como dice Ángel Petisme, que el desierto avanza.
Para terminar, recordarle que CHA presentó en el año 1998-1999 la creación de regadíos del tramo cuarto de Monegros I, con cien millones de pesetas, y la creación de otros regadíos (setecientos cincuenta millones), y que he visto que en estos presupuestos aparecen consignados, que son dos propuestas que Chunta Aragonesista ya hizo en la legislatura anterior.
Nada más.
Muchas gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señor Labordeta.
A continuación intervendrá la portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, señora Aulló.
Tiene la palabra.

La señora diputada AULLÓ ALDUNATE: Muchas gracias, señor presidente.
Señor consejero. Señorías.
Desde mi Grupo Parlamentario del Partido Aragonés le agradecemos al consejero su clara y extensa explicación del presupuesto de su departamento y, por ello, de forma muy breve, yo voy a resaltar algunas de las cuestiones de las que nos ha hablado el consejero.
Sabemos que el presupuesto es el documento donde se expresa el programa político de todo gobierno y, por ello, refleja las actuaciones que va a realizar para la promoción del desarrollo económico, el equilibrio territorial, la política social y otros muchos aspectos que contempla el presupuesto.
Los presupuestos del Gobierno de Aragón, en este próximo año, en el año 2000, se han incrementado en un 10% con respecto a los de 1999, y el de su departamento supone a su vez un 27,5% del presupuesto total del Gobierno de Aragón. Pero respecto a esta enorme subida tendríamos que recordar que en el ejercicio anterior el departamento era Departamento de Agricultura y Medio Ambiente, porque estaba unido, y suponía el 8,2%. Por eso decía que esta enorme subida se debe a que los setenta y un mil millones, aproximadamente, que se estiman para el año 2000, de los gastos correspondientes a las subvenciones del Feoga-Garantía para la política agraria común, se han incluido en la sección 14 en vez de en la sección 20, como figuraba anteriormente, que es una sección interdepartamental.
En el capítulo I se aprecia un leve incremento debido a la nueva estructura que tiene el departamento al segregarse de Medio Ambiente. Si vemos el II, vemos que se ha aumentado un poco: el aumento se centra en la secretaría general técnica, para atender a esa progresiva implantación que están haciendo de las oficinas comarcales agroambientales, para mejorar locales y disponer de mejores medios, porque creo que es un buen servicio que se está dando (además, comarcalizado) a los agricultores aragoneses.
En el capítulo IV ya hemos dicho que se han incluido los fondos correspondientes a la PAC, y se prevé un aumento en estas ayudas, con las cifras que nos ha dado de la PAC, de unos siete mil millones; pero también son como consecuencia de la aplicación de la Agenda 2000 y de la nueva regionalización productiva de los cultivos herbáceos.
También hemos observado que en este capítulo se incluyen catorce millones para ayudas a asociaciones que tengan como fin el preservar y fomentar las razas autóctonas que están ahora casi en peligro de extinción.
Observamos que, como en años anteriores, se pretende apoyar e impulsar el fomento y el control de la calidad. Si queremos conseguir una mayor cuota de mercado para nuestros productos de calidad, que los consumidores los conozcan mejor y que se aumente el número de productos que pueden ampararse bajo esas denominaciones geográficas (por ejemplo, como el aceite del Bajo Aragón), pues no cabe duda que es necesario el impulso al fomento y control de la calidad. Y con esta finalidad hemos visto que se han destinado veinticinco millones de pesetas, para la adquisición y mantenimiento de un stand que garantice la presencia institucional en ferias y exposiciones, acorde con la calidad de nuestros productos. No podemos ir a una feria con unas instalaciones francamente malas. Yo creo que el marketing incluso para eso es importante, y, por ello, nos parece bien esa inversión en el stand para participar en ferias y exposiciones.
Se incrementa la promoción de los productos de calidad en diez millones y además se destinan seis para un programa especial de calidad de carne.
Apreciamos una importante subida del capítulo VII, en industrialización y comercialización; pero también se debe a que las aportaciones finalistas de la Unión Europea y del MAPA tuvieron un tratamiento extrapresupuestario en ejercicios anteriores. Pero, aun así, el presupuesto con recursos propios para la participación en la cofinanciación con el MAPA y con la Unión Europea asciende a unos trescientos millones de pesetas.
Al Grupo del Partido Aragonés nos parece bien y, además, siempre hemos impulsado el apoyo a la industria agroalimentaria, porque permite incorporar el valor añadido en la transformación de nuestros productos agrarios, y porque además influye en el asentamiento de la población en el medio rural. Por tanto, nos congratulamos de esta actuación.
En relación con lo anterior, suponemos que para fomentar la fusión entre cooperativas y la participación de éstas en empresas mixtas de comercialización, vemos también que se ha aumentado el presupuesto en veinticuatro millones de pesetas. También nos parece correcto, ya que el cooperativismo es el mejor instrumento para afrontar con éxito el reto de la comercialización agraria.
Vemos con mucho agrado que se va a seguir la línea que se venía realizando en la legislatura anterior, continuando con las campañas de saneamiento ganadero para conseguir un buen nivel sanitario en nuestras explotaciones ganaderas y erradicar enfermedades conocidas por todos (como la tuberculosis o la brucelosis), que suponen un riesgo para la salud pública y suponen también pérdidas en la producción. Además, es una auténtica barrera comercial para el movimiento pecuario. Por ello, valoramos positivamente ese aumento de doscientos diez millones de pesetas, así como los ciento sesenta que también se han destinado a indemnizaciones por sacrificio y a las ADS.
Lo mismo sucede con la modernización de explotaciones, a la que se dio un fuerte impulso en la anterior legislatura. Sigue además existiendo en este ámbito una fuerte demanda para modernizar las explotaciones y adaptarlas a las nuevas condiciones de mercado, mejorando su competitividad. Esta partida se incrementa en doscientos dos millones, lo que supone el 16,8%; pero hay que tener en cuenta que el montante económico anterior, el de 1999, ya era un montante alto, con lo cual, tampoco podría subir excesivamente más. Era un montante de mil ciento noventa y ocho millones.
Vemos que la modernización de regadíos continúa siendo una línea prioritaria para el departamento, y, además -volvemos a decir-, con mucha demanda todavía. En esta línea se han incrementado doscientos veintinueve millones. Sobre los nuevos regadíos, con compromisos derivados del Plan nacional de regadíos, el aumento es importante: asciende a seiscientos millones.
Aquí querría hacer un inciso -y quizá me adelante un poco a lo que el consejero nos puede después explicar-. En cuanto a la disminución que existe en el PEBEA, sabemos que ha tenido problemas en el ritmo de transformación, no tanto por la falta de peticiones, pero sí por la falta de agilidad de la Confederación Hidrográfica del Ebro en otorgar las autorizaciones necesarias. Por tanto, también entendemos que si ahí hay un dinero se pueda utilizar en otras actividades, puesto que los trámites administrativos no se pueden saltar, con lo cual hay que esperar a que la confederación levante los papeles y pueda otorgar las autorizaciones y las concesiones de agua que desde hace bastante tiempo están solicitadas y parece que están durmiendo un poco el sueño de los justos.
Por último, respecto al desarrollo rural, observamos que la partida de ochocientos quince millones con cargo al capítulo VII del programa Leader recoge los ingresos finalistas del MAPA, que hasta ahora se transferían directamente a los grupos locales. De ahí la diferencia con el año anterior, que recogía sólo la aportación del departamento y suponían cuatrocientos veinticinco millones.
Por otro lado, nos parece una buena previsión la inclusión de cuatrocientos veinte millones de pesetas para futuros programas Proder (los programas de diversificación económica rural), con una finalidad similar a los programas Leader. Hay que tener en cuenta que el Leader Plus, a partir del año 2000, a lo mejor no permite continuar con el mismo número de grupos acogidos en esta iniciativa comunitaria. Por tanto, nos alegramos mucho de esa buena previsión que ha tenido el consejero de meter los cuatrocientos veinte millones de pesetas para los programas Proder.
En general, el Grupo del Partido Aragonés vemos muy bien los presupuestos del departamento. Nos han parecido unos presupuestos muy estudiados; priorizan sus actuaciones en función de la demanda del sector agrario y ganadero, y reflejan además un aumento de inversión. ¿Qué más podemos pedir a un presupuesto? Pero, eso sí, señor consejero, no se olvide de que esto es un presupuesto; por lo tanto, ya sólo queda una buena ejecución que ratifique la bondad del documento.
Yo no dudo que el consejero de Agricultura y su equipo, al final del año 2000, nos podrán decir «lo conseguimos». En beneficio de los aragoneses, yo le deseo de verdad mucho éxito en su labor.
Muchas gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señora Aulló.
Tiene la palabra, a continuación, el señor Piazuelo, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

El señor diputado PIAZUELO PLOU: Gracias, señor presidente. Señorías.
Señor consejero, en primer lugar, agradecerle su presencia. Mi breve discurso va a tener cuatro o cinco connotaciones políticas, además de una, si me lo permiten, confesión personal. Yo tengo que reconocer que tengo una antigua amistad con el consejero que hoy nos visita aquí, y que esa amistad está basada en un respeto a su profesionalidad y a su persona.
Por lo tanto, parte de mi discurso, de este pequeño discurso que voy a hacerles hoy aquí, va a ser repetir las palabras que de don Gonzalo Arguilé he ido oyendo durante estos años, de confección reiterada de programas, de análisis de situaciones agrarias, reconociendo que no tenía ninguna duda de que sabía perfectamente cuáles eran los problemas del campo, dado que los sufría en su propia persona; pero que tenía dudas de si sabría resolver esos problemas. Estas dudas se me han disipado bastante.
Este un presupuesto basado en un programa político de dos partidos políticos (de dos programas políticos, por lo tanto), que son los que sustentan este gobierno, no es el programa socialista, sino que es el programa y el presupuesto del PAR y del PSOE, como me estoy encargando de repetir en cada una de mis intervenciones en esta comisión.
Sí es verdad que usted, señor consejero, nos decía durante mucho tiempo que había que distinguir en Agricultura, como en otras muchas facetas de la vida, lo urgente de lo importante. Y aquí se han desgranado un montón de temas urgentes; pero de lo que estamos satisfechos el Grupo Socialista es de que usted ha entendido perfectamente lo que es importante, a medio y largo plazo, en el sector agroalimentario de Aragón, y es la terrorífica cifra de que casi el 40% de las rentas agrarias de nuestro territorio provienen de las subvenciones. Y no vamos a caer -como usted también decía, y lo oí en algunas de sus conferencias- en la disquisición de si hace falta subvencionar o no subvencionar, porque en este momento sería absolutamente irresponsable no reconocer que tenemos que hacer todos nuestros esfuerzos en conseguir ese tipo de subvenciones; pero que lo importante es, en una gestión de gobierno, plantear las ejecuciones desde el gobierno para que no hubiera que subvencionar.
¿Eso qué significa? Muy fácil -y usted también nos lo explicaba con su vocabulario directo-: que lo que se produce tenga un coste y que se pueda vender a mayor coste que lo que se produce, para que esos beneficios (las famosas plusvalías, etcétera, etcétera) quedaran en el propio agricultor. Porque usted también decía que no hay nada más digno que un agricultor que pueda vivir del precio de su trabajo, que no hay nada más digno que un ganadero que viva del precio y del producto de su trabajo. Por lo tanto, usted ha tenido la oportunidad -y de eso es de lo que nosotros estamos absolutamente satisfechos- de confeccionar adecuadamente su programa, y, cuando yo he leído este programa, he visto que usted ha atendido a lo urgente y sobre todo a lo importante en estos presupuestos.
Ha hablado de solución al desarrollo industrial; ha hablado y casi ha dicho lo que tantas veces nos ha dicho: que la única solución a la comercialización es el asociacionismo y el cooperativismo, la reducción de costes, la ampliación de mercados; ha hablado del fomento de la comercialización; del asociacionismo agrario; del apoyo a la industria agroalimentaria; del fomento del control de la calidad; de las denominaciones de origen; etcétera, etcétera.
Acabo, señor consejero, con unas poquitas palabras.
Tiene usted programa, tiene ideas. Desde nuestro punto de vista, su equipo se podría calificar de dream team, tiene usted un dream team de equipo en la agricultura. Suya será sólo la responsabilidad si este presupuesto, que cuenta con el apoyo del Grupo Socialista, no lo gestiona con eficacia. Le voy a decir algo más: gestionar con eficacia es lo más progresista que yo conozco, y, desde luego, si usted es capaz de gestionar con eficacia este presupuesto, habrá cumplido con éxito un gran servicio para los aragoneses.
Cuente con el apoyo del Grupo Socialista, y mucha suerte.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señor Piazuelo.
Finalmente, intervendrá el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Urbieta, que tiene la palabra.

El señor diputado URBIETA GALÉ: Gracias, señor presidente.
Bien venido, señor Arguilé, a esta comisión, como siempre, y todas las veces que venga lo recibiremos con el aprecio que como persona se merece.
Realmente vamos a hablar clarico como introducción, vamos a plantear las fases. Las circunstancias que tenemos en esta cámara hacen que la verdadera oposición, siempre noble y leal oposición, y constructiva, sea el Partido Popular. Y a los hechos me remito: no hace falta más que haber oído a todos los intervinientes actuales: uno, que es el número treinta y cuatro de estas Cortes, que apunta pero bien, y no pasa nada; otro, que están entre Pinto y Valdemoro: quieren, pero, bueno, están inclinados; y, luego, lo lógico que pasa siempre, porque las cosas son así (¿para qué nos vamos a engañar?): los partidos que apoyan al gobierno dicen que todo muy bien, muy bueno, todo es excelente, es un acierto, no se puede hacer mejor. Y esto se repite reiteradamente presupuestos tras presupuestos, y no sorprende a nadie. Pero resulta que, como, además, ustedes tomaron la decisión de llamar a consulta de los presupuestos a todos los demás grupos, menos al Partido Popular, evidentemente, tenemos que reconocer que el Partido Popular somos la única oposición que hay hoy por hoy en esta cámara realmente.
Y, claro, nuestro discurso o nuestra lectura de los presupuestos, obligadamente, por responsabilidad, va a ser un tanto distinta a la que han hecho los que me han precedido, un tanto distinta, con ánimo de denunciar lo que creemos que debemos denunciar y también de reconocer lo que consideramos que está bien, porque el Partido Popular, señor consejero, somos así.
Mire, como principio creo que también debíamos dejar claro qué pasa con el proceso presupuestario. Un Consejo de Gobierno se sienta y los consejeros discuten: todos quieren más, todos quieren más de lo que se pueden llevar, y al final cada uno se queda con la parcela que le dejan, con el trozo de la tarta que le dejan, y ese trozo de la tarta es su labor política, lo distribuye de los objetivos y acciones de su departamento, según sus criterios políticos y sus valoraciones o prioridades de las cosas. Es lo que viene sucediendo.
También es cierto que, sobre todo, cuando hay un gobierno de coalición, cuando un consejero tiene la tarta, difícilmente esos criterios o esas prioridades se modifican; en todo caso, puede tener influencia de su propio partido, pero no del coaligado. Entonces, la responsabilidad de lo que se hace queda siempre en el consejero que administra este patrimonio que le ha tocado ese año.
También creo que es la primera vez -y si me equivoco me corrige- que un gobierno expone los presupuestos a la opinión pública antes de exponerlos en esta cámara. Hombre, no es nada ilegal, pero desde luego es novedoso. Yo, que recuerde, no lo había visto nunca hasta ahora. Usted es uno de los que lo han hecho, y, por cierto, hay algunos artículos de prensa que los vamos a comentar.
Comenzaremos diciendo que los noventa y cinco mil novecientos treinta y cinco coma seis millones de pesetas del presupuesto son lo nunca visto, es espectacular. Desde luego, la agricultura nunca jamás se podía imaginar que se le presentase un presupuesto de casi noventa y seis mil millones de pesetas. Pero, claro, también es cierto que tiene trampa, tiene trampa.
Los medios de comunicación, en lo que he leído, le hacen un juicio bastante demoledor; tan sólo dicen ocho mil trescientos cincuenta y cuatro millones de recursos propios de la DGA para operaciones de capital, sobre noventa y cinco mil novecientos treinta y cinco millones que presenta. La verdad es que es un poco miserable: un 22% menos que en el presupuesto de 1999. Dicen los medios de comunicación: los tengo aquí.
A este paso, en cuatro años vamos a tener que declinar nuestras competencias en Agricultura para que las vuelva a recoger el gobierno central, que, al fin y al cabo -el que paga manda- es el que, siendo el interlocutor válido con la Unión Europea, está trayendo la mayor parte del presupuesto a Aragón. Si vamos a menos cada vez, tendremos que decir que no terminamos de ser competentes, que no hay sensibilidad suficiente con la agricultura, que este gobierno está dejando al sector... Yo creo que cuando lean esto los agricultores se van a llevar una gran decepción, a pesar de que el consejero de Economía, por lo visto, en su comparecencia, dijo que era prioritario invertir, llevar dinero para inversiones en agricultura.
De todas formas, vamos a analizar un poco. Digo que hay trampa, hay una pequeña trampa: lo aparente no es lo real. Vamos a analizar un poco el presupuesto y vamos a separar el grano de la paja, señor Arguilé.
La PAC: setenta y un mil y pico millones a descontar, por favor, porque viene, se gestiona aquí, pero no se dispone de ese dinero, no se puede disponer de él porque viene con nombres y apellidos y hay que entregarlo a sus respectivos agricultores y ganaderos, etcétera. Es un dinero para el que Aragón es como un apeadero, y tiene que salir. Por cierto, ya que estamos en esto, a ver si los pagos de este año llegan lo antes posible, que en agricultura los precios han ido muy mal, y les vendría muy bien a los agricultores recibirlos ya, si es posible; que otros años se ha hecho con celeridad. Esperemos que, ahora, con el nuevo impulso del nuevo gobierno, a ver si en noviembre pueden recibir ya... Ya sabe usted, porque es del campo, que el cordero ha ido fatal, que..., en fin, etcétera. No digamos nada del porcino.
En El Periódico leo que dice que es para dar transparencia. No; si esos dineros ya estaban contemplados, no en el Departamento de Agricultura. Y no digo que no dé transparencia; pero lo que sí que da es mayor capacidad de endeudamiento también.
Tenemos que -siempre se hace, y lo ha hecho usted, lo hacen todos- comparar los presupuestos del año anterior con los que usted presenta. Entonces, para compararlos no había dicho -tenía que decir- que primero hay una serie de cantidades incluidas en este presupuesto que no figuraban en el anterior, que en el anterior se consideraban gastos extrapresupuestarios, que sí que venían, que sí que se invertían en mayor o menor medida, y que aquí, novedosamente, aparecen recogidos en el presupuesto, y, de esos gastos, sumando todos los que ha incluido como novedosos, me dan prácticamente más de cinco mil millones de pesetas, que no estaban en el anterior presupuesto; que si, además, le sumamos los que obligatoriamente tiene que situar en los presupuestos con cargo a deuda, normalmente, porque son dineros cofinanciables, y hay que ponerlos, pues nos acercamos a los seis mil millones de pesetas.
Descontando la PAC, descontando los aproximadamente seis mil millones de pesetas -que no figuraban recogidos en el otro presupuesto-, de los veinticuatro mil y pico millones de pesetas, nos bajamos ya prácticamente a poquico más de los presupuestos que, descontado Medio Natural y Calidad Alimentaria, llevaba en 1999 el anterior consejero. No hemos subido. Desde luego, en relación con los presupuestos generales de la DGA, la mínima subida que hay es muy inferior a la que normalmente había desde el año 1989 hasta 1999 en los presupuestos de Agricultura.
Por supuesto que no es ilegal lo que ha hecho, es legal. Lo que pasa es que antes no se explicitaban en los presupuestos ni los gastos cofinanciados del gobierno central, ni los de la Unión Europea. Todos ésos que usted ha puesto se los puedo leer, pero creo que es innecesario. Están los dos mil setecientos millones de la Unión Europea; cuatrocientos sesenta y cinco de la administración central para Industria; están para maquinaria ciento diez; están de APAS doscientos millones; están del Leader trescientos noventa; de indemnizaciones compensatorias, doscientos; Proder, ciento cuarenta; otros cuatrocientos de indemnizaciones compensatorias, y de modernización de explotaciones, cuatrocientos millones, que antes no estaban reflejados en el presupuestos. Y más, pero no voy a hacerlo más extensivo.
Entonces, verdaderamente, señor Arguilé, su pelea dentro del Consejo de Gobierno no nos ha dado al sector agrario el resultado que apetecíamos, hablando de cifras globales, no examinando todavía hacia dónde dirige usted los presupuestos que ha podido conseguir; eso lo haremos después. Pero en cifras globales pues verdaderamente al sector agrario su gestión aporta poco. Yo ya le avisé en la anterior comparecencia de que tiene unos socios un tanto peligrosos, que fuera prevenido, ya le avisé. Pero parece ser que no le ha salido -a mi juicio, a nuestro juicio- lo bien que seguramente usted hubiese deseado. Estoy seguro de que usted deseaba más presupuesto porque quería hacer más cosas, pero no le han dejado, y la cruda realidad es ésta.
Yendo ya a pormenorizaciones, ya me explicará en modernización de explotaciones (que usted declara que es uno de sus objetivos prioritarios), contemplando las cuentas del año pasado y de éste, evitando los cuatrocientos millones de la Unión Europea, que no figuraban en el presupuesto del año pasado, resulta que usted baja ciento noventa y ocho millones. No es que suba lo que ha dicho: baja ciento noventa y ocho millones: de mil ciento noventa y ocho millones pasa usted a mil millones en su consignación. Luego, usted introduce como nuevos cuatrocientos millones que vienen de la Unión Europea.
En el PEBEA, fíjese en cómo son las cosas, señor Arguilé, que no voy a leer lo que decía el portavoz del PAR sobre el PEBEA en la comparecencia del consejero anterior con los presupuestos de 1999, y en esta ocasión, ¡cómo serán las cosas!, que ni lo ha mencionado, y ha bajado usted de setecientos cincuenta y cuatro millones a doscientos cincuenta.
El Grupo Parlamentario Popular no le critica eso. Usted, si lo hace, sus razones tendrá. Ahora bien, como le hemos leído y ha hecho declaraciones sobre que no le gusta la ley (pero la ley, mientras está vigente, la tiene que cumplir, y no le queda más remedio porque es consejero del Gobierno de Aragón), lo que sí le pediremos desde el Partido Popular es que mande un proyecto de ley modificando la Ley del PBEA, mándelo a las Cortes. Pero no debe dejarlo morir por inanición ese proyecto. Mándenos un proyecto de ley, y modifique a su juicio lo que tenga que modificar. Luego, estas Cortes ya decidirán; pero no lo deje ahí muerto, empantanado, mirando los presupuestos y mirando a ver cómo brujulea dentro del marco de esta ley que tenemos hoy vigente.
Seguros agrarios: muy importante, usted le ha dado siempre mucha importancia, y tiene toda la razón. Nosotros también. Pero, según las cuentas, no es que haya subido. Había cuarenta y dos millones de pesetas en el anterior para amortización de los créditos de sequía -por cierto, que también podía hacer algo para posponer el pago, dada la situación económica de las explotaciones agrarias, del último pago que tienen ahora. No estaría nada mal: es una sugerencia de paso-... De los cuarenta y dos millones de pesetas había para pagar intereses de los créditos de sequía últimos y ya finalizar este año, pero había ochocientos cincuenta y ocho millones para seguros agrarios, y ahora aparecen ochocientos. Esto no encaja o, por lo menos, yo lo he visto en los libros de presupuestos. No tengo aquí el de 1999, pero me ha puesto en una duda tremenda cuando ha dicho que sube cincuenta millones. En mis notas, que no creo que me haya confundido, baja cincuenta y ocho millones, y usted había hablado aquí de hacer un plan de seguros de rentas, y tal. Bueno; esto no responde a las expectativas que ha creado en este aspecto. Va normalico. Baja cincuenta y ocho millones, a mi juicio.
Mire, en la creación y mejora de nuevos regadíos, enhorabuena, relativa, pero enhorabuena. Es mucho mejor que lo que hizo el consejero anterior. Se ve que verdaderamente usted tiene interés por mejorar y crear regadíos. Pero digo «relativamente», porque a nuestro juicio sigue siendo bastante escaso. Y me voy a adelantar, porque, como he leído la prensa y leo sus declaraciones y me imagino por dónde me va a venir -luego usted me contesta y yo no le puedo contestar-, entonces me voy a adelantar a darle una información que le sirva de referencia, antes de que trate de decir lo mal que lo hace el Partido Popular, porque somos la única oposición.
Mire: una referencia en regadíos. Porque le he leído hablando de 1991 en concentración parcelaria. Mire: el presupuesto de la DGA del 2000 se aproxima a los trescientos cincuenta mil millones de pesetas. Usted lleva para regadíos y concentración parcelaria (incluidos compra de tierras, notarios, gasto de notarios: todo) tres mil ochocientos ochenta y cinco millones.
En el capítulo VI, que ayer el consejero de ordenación del territorio decía que era el que marcaba la verdadera voluntad política del gobierno porque es el inversor, y tal, sólo lleva mil setecientos treinta millones.
En el presupuesto de la DGA de 1991, el presupuesto global era de ochenta y cuatro mil ochocientos cuarenta y cuatro millones, y para regadíos y concentración parcelaria llevábamos -y digo bien-, llevábamos cuatro mil quinientos sesenta y cuatro coma siete millones. Es decir, más de lo que lleva usted ahora. Y en el capítulo VI llevábamos cuatro mil trescientos cuatro millones. Y, en 1992, con ciento cinco mil millones de pesetas de presupuesto de la DGA, llevábamos en el programa 531, para regadíos y concentración parcelaria, cinco mil doscientos cuarenta y tres millones de pesetas. Es decir: en 1991, un 17,50% más de lo que lleva usted ahora, y en 1992, un 35% más.
Abundando más en esto, en la comparecencia del señor Lasa, consejero de Agricultura y Medio Ambiente de 1999, su portavoz, el portavoz del Partido Socialista, en aquel momento, fíjese, sorpréndase de lo que decía: «Mire usted, señor consejero, aquí hay un gráfico de cómo han avanzado las subvenciones en su departamento. Así están avanzadas las subvenciones: prácticamente cerca de duplicar ya las inversiones. Yo no digo, como no decía, que esto sea -debe estar mal transcrito- en sí mismo malo; pero sí que le quiero poner encima de la mesa que lo que usted criticaba usted lo utiliza, y quien tiene credibilidad en una opinión puede tenerla en otra». Me he confundido de párrafo. Está aquí: «Para que no me acusen como otras veces nos han acusado de hacer un debate de consejeros y exconsejeros, simplemente le comentaré que si comparamos su presupuesto actual con el presupuesto de 1992 -decía el portavoz de su partido, el Partido Socialista-, allá en los albores de los tiempos presupuestarios, su incremento de capital, de operaciones de capital, lo que van a percibir los aragoneses, es del 3,14%, en siete años. Ha traído usted un presupuesto 3,14% más que el gobierno del señor Eiroa, que tuvo como consejero a uno de los diputados que nos acompaña aquí, el 3,14%». Pues si ahora su incremento ha sido mínimo, pues ya me dirá, realmente, lo que le diría su compañero de partido.
Mire, para...

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Señor Urbieta, vaya terminando.

El señor diputado URBIETA GALÉ: Voy terminando.
Eramos el departamento que siempre ejecutaba mejor los presupuestos, todos los años, y si había acciones que se quedaban pendientes es porque no llegaban los presupuestos, llevando más, o porque había demasiadas peticiones, porque confiaban en el gobierno que había, que también cuando se pide hay que confiar en el gobierno.
Por supuesto, yo pienso que usted también quiere ejecutar bien estos que ha presentado, y hay una prueba clarísima, que a mí me parece muy bien, y es que ha tomado algunas medidas: incrementar en un 66,66% el gasto de asesores, con respecto al consejero anterior, y crear una dirección general más. A mí me parece muy bien. Lo que hace falta es que usted además cumpla, concrete, sea efectivo y dé buenos resultados.
En sus presupuestos Teruel no lo veo compensado. No voy a extenderme más. Como tenemos comparecencia suya para tratar sobre industrialización y comercialización -la tenemos pedida para tratarlo más a fondo-, y el tiempo se termina, lo dejo para otra ocasión.
En definitiva, mire, señor consejero, los presupuestos, tal como se presentan, a nuestro juicio, son un poco un cuento chino, y tienen cosas buenas -yo he destacado alguna-: lo de sanidad ganadera nos parece muy bien también, está bien enfocado. Del Decreto 678 ha contado usted que no había presupuesto en Madrid. Mire -se lo dije en la otra ocasión-, investigue usted, pregunte a sus socios: sobraron siete mil millones de pesetas en Madrid y se tuvieron que aplicar a otras cuestiones. No vuelva a decir que no había presupuestos. Otra cuestión es que había proyectos aquí -y se lo dije- y presupuestos en Madrid; entérese, infórmese usted. No le voy a decir más, no le puedo decir más, no debo.
Por último -ya voy a terminar, y luego usted ya me contesta a todo lo que crea oportuno-, usted presenta realmente unos presupuestos que en el capítulo VII llevan catorce mil trescientos noventa y un millones de pesetas, con la Unión Europea, con la administración central, con todo, de transferencia de capitales. El presupuesto anterior llevaba algo más de ocho mil, y fíjese qué críticas que hacían al presupuesto del gobierno anterior don Marcelino Iglesias, que está en la foto, y don Ramón Tejedor, que también está en activo. Decían de los presupuestos: «mero continuismo e inercia presupuestaria, carece de propuestas nuevas y proyectos ilusionantes». Ya nos contará sus proyectos ilusionantes. Decían más, era más gordo, decían: «carácter clientelar, aumentar escandalosamente el capítulo de transferencias de capital». ¿Es que cuando se está en la oposición se tiene unos criterios, y cuando se está en el gobierno se actúa de forma contraria? ¿Esto es de sabios, cambiar de opinión, o lo que ocurre es que una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que se hace?
Sólo le voy a hacer una pregunta. Bueno, le haría dos: ¿a qué asociaciones técnicas, y con cuánto dinero a cada una, va a apoyar con esos cuarenta y un millones de pesetas que lleva en el presupuesto, para asociaciones técnicas? Si me puede explicar cuánto les va a dar, a qué asociaciones técnicas y cuánto dinero les va a proporcionar a cada una. En otras ocasiones iban especificadas en los presupuestos. Hoy vienen globalizadas, y no especifica a quién.
Y si va a contemplar el Decreto 32 tal como está o... Es decir, ¿va a ayudar a las zonas de transformación de interés general en el equipamiento de las parcelas, como dice el Decreto 32? O ¿va a actuar según las órdenes posteriores, que sacó el anterior consejero, que, por cierto, presentó una proposición no de ley el Grupo Socialista y la apoyó el Partido Popular?
Nada más, señor presidente.
Muchas gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Gracias, señor Urbieta.
Tiene la palabra el señor consejero.

El señor consejero de Agricultura (ARGUILÉ LAGUARTA): Muchas gracias, señor presidente.
Voy a empezar por el último interviniente.
Mire usted, señor Urbieta, qué malo es, aunque usted lo critica en su intervención, qué malo es haber sido consejero de Agricultura, y luego ser portavoz de la Comisión de Agricultura y portavoz en esta Comisión de Agricultura. Porque yo no se lo voy a reprochar, yo no le voy a reprochar lo que está comentando usted en su último tramo de intervención, que si opina uno de una manera cuando está en un sitio y si opina de otra, porque sacaríamos contradicciones de usted a montón, a barullo.
En todo lo que usted se ha entretenido es en si, bueno, yo he salido mal parado como consejero del Departamento de Agricultura, en el Consejo de Gobierno, y que ahí todos queremos, efectivamente, un pedazo más gordo de la tarta.
Mire, yo sólo, para contestarle a eso, le voy a dar un dato, que es la diferencia entre gastos e ingresos de los recursos propios de la comunidad autónoma -se lo he dicho en la intervención; lo que pasa es que no sé si me ha escuchado-: presupuesto neto de la comunidad autónoma, neto, nuestros recursos propios -se lo recalco-, en el ejercicio anterior, cinco mil setecientos treinta y seis millones de pesetas; en el ejercicio actual, el que se va a ejecutar en el 2000, seis mil novecientos cuatro millones de pesetas; diferencia: mil ciento sesenta y ocho millones; porcentaje de subida: 20%.
Le aseguro que siendo responsable, como me parece que soy, con las directrices de Economía y Hacienda, me encuentro mucho más que satisfecho. Con esa cifra que le he dado es completamente imposible que luego las diferentes partidas presupuestarias que jalonan el presupuesto de Agricultura estén menos dotadas que el año pasado, imposible, señor Urbieta, imposible, y, a partir de ahí, le digo que esos mil ciento sesenta y ocho millones de pesetas generan para esta comunidad, de recursos cofinanciables de la Unión Europea y del MAPA, que se ve obligado a cofinanciar también, el 40% de subida sobre el presupuesto global. Porque, en realidad, la subida del presupuesto global es el 70,4%. Pero la diferencia entre el 40% y el 70% es que, efectivamente, nosotros hemos puesto en nuestro presupuesto de la comunidad autónoma todos los recursos que gestionamos, vengan de donde vengan. ¿Es eso malo, señor Urbieta? ¡Qué va a ser malo! No se puede ni cuestionar: cuanta más claridad, mejor, y eso tiene una claridad enorme. No; es que ha dicho usted que poner noventa y cinco mil millones en el presupuesto tenía trampa. No tiene ninguna trampa. Trampa puede tener algo que no se pone, se gestiona, se envía y no se plasma en los presupuestos. Pero cuando plasmas todo en un presupuesto, todo el gasto agrícola de la comunidad autónoma, lo más lejos está la trampa, lo más lejos de todo.
Otra cosa le voy a decir, señor Urbieta. Mire usted, yo soy consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, pertenezco al Partido Socialista Obrero Español desde hace mucho tiempo, soy agricultor de profesión y he sido senador trece años. Pero mire: llevo tres meses gobernando en un gobierno de coalición, y lo que también le digo con toda rotundidad es que los que tengo de coalición, los compañeros de gobierno que tengo de coalición son todo menos peligrosos. Usted ha dicho «socios peligrosos». Pues son todo menos peligrosos. Pueden serlo todo, menos peligrosos, que dice usted. Porque yo tengo, precisamente porque tenemos entre manos cuestiones muy delicadas, como es el tema de Monegros, tengo cuestiones muy delicadas, y estoy en permanente contacto con el consejero de Medio Ambiente, para sacar adelante un problema muy agudo que estaba ahí, del que yo no culpo a nadie, pero que estaba ahí, y que nosotros vamos a resolver. A unos les gustará más o menos, pero le puedo asegurar que, en eso, en ese tema, que es un problema agudo y peligroso, que ustedes seguro que lo criticarán, se resuelva como se resuelva, yo encuentro en Víctor Longás, que es con el que más me veo, una cooperación absoluta y una comprensión total. Con lo cual, le dejo claro que eso de «socios peligrosos» nada.
Yo creo que lo demás ha sido divagar, fijarse más usted en los datos de prensa que en los datos que tiene en el libro de presupuestos, o en los propios datos que nosotros podemos proporcionar, y, entonces, naturalmente, entra en una contradicción absoluta, porque maneja datos de prensa y datos propios, que usted puede acceder a ellos, como todos los diputados de la cámara.
Mire, en la referencia que ha hecho a una crítica de un periódico, con todas las reservas del mundo, dentro de que es un acto público, yo le aseguro que la periodista que intentó entrevistarme, y no pudo -bueno, estuvo en la rueda de prensa-, de El Periódico de Aragón, que es el que ha sacado un dato contradictorio, le aseguro que tiene una altura más elevada de lo que muchos pueden pensar de un periodista. Porque en la mañana que aparece la noticia en el periódico, después de la rueda de prensa, me llama a mí personalmente disculpándose de la equivocación que había tenido en el manejo de los datos. Por lo tanto, yo no he sacado ninguna nota que dejara en cuestión la noticia del periódico, porque ya daba por hecha la preocupación de esa periodista, que además estaba bastante afectada por el asunto.
Por lo tanto, le rogaría, señor Urbieta, que usted, cuando maneje datos, maneje los que salen del proyecto de presupuestos que ha presentado el gobierno para debatir en la cámara; no maneje dos tipos de documentaciones, porque lo que vale es esto, y no otra cosa.
Agradecer la intervención de mi viejo amigo y compañero Antonio Piazuelo, y decirle que, efectivamente, muchas veces, cuando uno es profesional de una cosa y ha sido uno sindicalista, además, y le dicen «ahí tienes la responsabilidad de ejecutar la política agraria de tu territorio», naturalmente, uno siente ganas de no aceptar, porque yo creo que se multiplica la responsabilidad, porque conoces de cerca el problema, y tan de cerca -lo conozco de mi hijo: mi hijo es agricultor también y está al frente de la explotación-... Entonces, yo siempre he creído -y así hemos tratado de orientar estos presupuestos-, he creído que al agricultor, como a cualquier empresario en cualquier actividad económica, hay que ayudarle si no tiene recursos suficientes para poder modernizar su empresa con las exigencias que requiere el mercado en el que se mueve.
Nosotros, en estos presupuestos, no digo que lo vamos a conseguir, pero vamos a tratar de ayudar a esa gente que precisa de ayuda para situarse con un aparato productivo que sea capaz de competir en el nuevo milenio y con esas amenazas que dicen algunos de un mercado global libre, que yo nunca creeré en eso, no creo que el mercado vaya a ser libre, porque no puede serlo, porque el que lo dice es el primero que lo impide, que es Estados Unidos. Entonces, yo voy a tratar desde mi departamento, precisamente, y en línea con lo que ha dicho el portavoz del Grupo Socialista, que ese segmento de agricultores que vertebran el territorio y que son los que viven y trabajan en el medio rural, tengan la ayuda precisa, si no tienen recursos suficientes ellos, para modernizar su explotación, para modernizar su sistema de riego y para que también, una vez que ha obtenido el producto, pueda, mediante asociaciones, cooperativas o sociedades de otro tipo, recuperar el valor añadido que produce el industrializar el producto, la transformación del producto y que vaya más allá, si puede, comercializando el producto.
Yo creo que además es tan sencillo y tan limpio, que no se puede objetar absolutamente nada. Naturalmente, como los recursos siempre son limitados -efectivamente, siempre uno quiere más recursos-, hay que dar preferencias, y las preferencias van a ser las que vengo diciendo constantemente: el agricultor a título principal, el profesional y la explotación prioritaria, que ya saben ustedes que eso lo regula una ley y que se mueve con una base del salario medio no agrario en España entre una banda del 30% de esa referencia y el 120%: entre ochocientas mil pesetas de renta y tres millones doscientas mil. Yo creo que es una banda en la que nos podemos mover unos cuantos profesionales que precisan de esta ayuda, y ésa es una buena referencia.
Agradecer, desde luego, como no puede ser de otra forma, las ideas generales sobre política agraria y sobre política económica que ha expresado el portavoz socialista, y estar absolutamente de acuerdo con ellas.
La portavoz, señora Aulló, del Partido Aragonés regionalista, ha hecho una serie de precisiones que yo ya no tengo que precisar, porque veo que se ha leído todo el proyecto, porque ha desmenuzado perfectamente aquello en que yo no he querido entrar por no ser pesado, y que sí que tiene mucha importancia. Por ejemplo, por hacer referencia a alguna de ellas, efectivamente, a la sanidad animal le queremos dar una importancia enorme, y las ADS (agrupaciones de defensa sanitaria), que son instrumentos, que son imprescindibles para que la sanidad animal se lleve a buen puerto, naturalmente que tienen muchas deficiencias en estos momentos. Llevan rodando una cantidad de tiempo importante; pero, a lo largo de su actuación, ha habido unas que funcionan bien, y otras que no funcionan o que funcionan mal.
A eso le vamos a echar un vistazo, lo vamos a tratar de cerca, porque queremos que eso funcione bien, porque es un instrumento fundamental. Eso no es cuestión de dinero, no es cuestión de aumento presupuestario. Es cuestión de celo en que esas organizaciones funcionen.
Por supuesto que la sanidad tiene una importancia tremenda y terrible -y con esto también le contesto de paso a algún que otro portavoz-. La brucelosis, la brucela tiene mucha importancia sobre la salud humana, y estamos en unos niveles bajos, que no digo que la anterior gestión haya sido mala, sino que se va progresando paulatinamente, y vamos a intentar progresar más en esa línea, a ver si desaparece el peligro de afección para los que manipulan el ganado ovino, en este caso, o bovino. Ahí hemos aumentado mucho la partida presupuestaria.
En referencia al PEBEA... También contesto al portavoz del Grupo Popular, que se me ha pasado, porque es una cuestión bastante importante, yo creo que con más importancia política en esta cámara, a la hora del debate, que de importancia del plan en sí. ¿Por qué? Pues porque, legítimamente, el Partido Popular quiere aprovechar que, cuando se propuso el PEBEA, se hizo la ley y se puso en marcha, el consejero era del PAR, y, ahora, el consejero del PSOE, dentro de la coalición PAR-PSOE, dice otra cosa en algunos asuntos muy puntuales. Pero también le tengo que decir una cosa, señor Urbieta: que yo entiendo que el señor Lasa, en su momento, como ustedes nos dicen que estamos tan influenciados por el socio, pues digo yo que el señor Lasa también estaría influenciado por el PP en su momento, y no haría una Ley del PEBEA como él hubiera querido, sino como usted quisiera, usted quiso. Entonces, por eso tiene tanto empeño en llevar esta cuestión a términos políticos para meter el dedo en el ojo de ambos grupos.
Pero mire, le diré una cosa: si esto es de lógica, de sentido común, de sentido común. El PEBEA, por circunstancias que todos saben -y lo ha dicho la señora Aulló-, más ubicadas en la Confederación Hidrográfica del Ebro, que en ningún otro sitio (y eso, que sepa yo, es del gobierno de la Nación), pues, más por eso que por otra cosa, el PEBEA está paralizado, y se han gastado, de los setecientos cincuenta millones de pesetas presupuestados, ciento veinte, y sabe usted, que ha sido consejero, lo que hay que hacer cuando llega octubre y te encuentras con gastos de inversión sin ejecutar de un montante en un presupuesto como el de Agricultura del Gobierno de Aragón, de seiscientos millones de pesetas. Usted sabe lo que hay que hacer, lo que hay que pedalear si quieres llegar a diciembre con ese gasto ejecutado. Y ése es un inconveniente, y, como ha tenido un comportamiento lento, nosotros hemos bajado el presupuesto, para ver qué comportamiento tiene en el próximo año, y, si tiene un comportamiento mayor, pues al año siguiente dotaremos al PEBEA de más presupuesto. Y eso no tiene nada que ver, el presupuesto, la dotación presupuestaria, con las modificaciones que queramos o que podamos introducir dentro del PEBEA. Pero no se preocupe, señor Urbieta: las que introduzcamos serán del Gobierno de Aragón, es decir, del gobierno de coalición PSOE-PAR, no de este consejero.
En el tema de desarrollo rural, efectivamente, cambia absolutamente, cambia sustancialmente la financiación de la Unión Europea, la financiación y la forma de financiación también. Y, bueno, claro -esto me parece que lo ha mencionado el señor Labordeta también-, nosotros no podemos hacer todavía la normativa europea para decir que éste tiene derecho al Leader Plus o se tiene que conformar con el Proder. Ojalá tuviéramos influencia. Pero, naturalmente, nosotros, como ha desgranado la señora Aulló, vamos a poner la atención en los Leader Plus que nos pueden quedar, por el nivel de habitantes que tenemos en cada una de las comarcas, y, en aquellas que no se pueda acceder al Leader Plus, haremos lo posible por que exista el Proder, y por eso hemos dotado presupuestariamente esta partida, de manera que podamos atender esa demanda, que, efectivamente, es muy importante para esas comarcas, para el desarrollo de esas comarcas, y además lo llevan muy bien, la gente está muy interesada y además es una gestión que se lleva de cerca por los propios habitantes de la zona, que eso sí que tiene una enorme ventaja.
Quiero hacer también una referencia a una cosa que ha dicho la señora Aulló muy importante. Yo tendré que venir a esta cámara, de aquí a no sé cuánto tiempo, a decir cómo va la ejecución del presupuesto, porque muchas veces nos tratamos hasta regular en los debates políticos de confección de un presupuesto, y luego -eso pasa también mucho en los ayuntamientos-, a lo largo del ejercicio, se olvida uno de la ejecución, y la ejecución es muchísimo más importante que el presupuesto en sí, porque lo peor, en mi opinión, lo más inmoral que puede hacer un ejecutivo es pelear y arrebatarle a otro ejecutivo presupuesto, y luego que no se ejecute, por lo menos en un 98% o en un 97%. Porque eso es casi inmoral.
Por lo tanto, atendiendo a la referencia que ha hecho la señora Aulló, este consejero y el equipo que me acompaña, parte del equipo que me acompaña, que lo ha oído también, y los que se han quedado allí, a quienes se lo vamos a transmitir, desde luego, vamos a poner todo el énfasis posible para que esto se ejecute al máximo posible.
Gracias por desearme éxito en la labor.
El señor Labordeta también ha hecho referencia a El Periódico de Aragón, y ya he aclarado que no se tenía la referencia del Heraldo con la referencia de El Periódico de Aragón. Por lo tanto, es que fue una noticia mal presentada; pero, bueno, ya digo que ha quedado disculpada la periodista porque se portó estupendamente.
Se ha referido a hacer regadíos, se ha referido también al PEBEA (que yo creo que ya he contestado, aunque no nos vamos a meter ahora en la discusión de las modificaciones que desearé introducir en esa ley) y a los regadíos de interés local, que a lo mejor ha querido decir el señor Labordeta «regadíos de interés social», que son los que se contemplan. La expansión del regadío tiene dos partes: una la de regadíos de interés general y otra la de regadíos de interés social, que se consideran así aquellas manchas aisladas que son susceptibles de ser regadas, que tienen una superficie por debajo de las dos mil quinientas hectáreas, y nosotros le hemos puesto mucho interés en que eso salga adelante.
Les informo a sus señorías de que, en la negociación que estamos llevando con el Ministerio de Agricultura, nuestra propuesta -y yo creo que ya podemos decir que puede estar semiaceptada- es de veintiséis mil hectáreas, con el horizonte 2008 en los planes generales de regadío, y veintiuna mil en regadíos sociales. Les digo que he hecho esta propuesta, como le dije al ministro Posadas, que no es una propuesta descabellada, que no es una propuesta sin pensar ni demagógica, ni para poner en cuestión al Ministerio de Agricultura, porque yo creo que las obras de regadío, las obras hidráulicas y las obras de infraestructuras, todas ellas, trascienden a los gobiernos -y eso es lo malo: hacer política de partido en este tipo de cosas-, y, bueno, nosotros hemos hecho desde el Departamento de Agricultura una propuesta al MAPA -la explico porque tiene relación presupuestaria- que no es descabellada, como le dije al ministro: «Ministro, nosotros no te vamos a proponer una cosa que te ponga en jaque a ti, porque bien podríamos haber pedido hectáreas a montón, y luego dejarte a ti mal; no, no pretendemos eso, porque detrás de nosotros vendrán otros que quisiera que cogieran el testigo, y detrás del PP en el gobierno de Madrid también vendrá otro gobierno, y quiero que el testigo se lo dejemos en condiciones.»
Nosotros hemos pedido una expansión del regadío, en regadíos sociales y en regadíos de interés general, que tenga relación con nuestro poder de financiación, con la parte que nos toca poner, y, como nos toca poner, de momento, mientras las cosas no cambien en este tipo de regadíos, el 25% del cien por cien, pues nosotros hemos calculado que podemos poner al año mil quinientos millones de pesetas de nuestro presupuesto; otros mil quinientos tiene que poner el MAPA, y tres mil tiene que poner la Unión Europea. Y con esos seis mil millones podemos hacer seis mil hectáreas al año, que hace mucho tiempo que no se han hecho. A ver si lo acepta el Ministerio de Agricultura, y, además, como he dicho en la primera intervención, echamos todo a un saco, y cincuenta-cincuenta, no se nos vaya a desviar y a distraer, sea el que sea quien esté en el gobierno de Madrid, que faltan cinco meses para las elecciones.
Estaba contestándole a este tema del regadío. Ésta es nuestra pretensión, ésta es nuestra intención, y nuestras preferencias también las voy a decir. Nuestras preferencias de actuación nos dan -que la estoy pidiendo también- la oportunidad de decidir dónde invertimos (que es lo menos que podemos decidir desde un gobierno autonómico), nuestras preferencias en regadíos sociales, la primera de todas, la Canal de Berdún, la primera de todas. Naturalmente, ahí no hay ni plan coordinado ni proyecto. Entonces, hay que empezar por eso. Pero lo primero, la Canal de Berdún, para compensar decididamente a aquellos que supuestamente pueden salir perjudicados con el recrecimiento de Yesa.
Segunda preferencia: Teruel: terminar la primera fase del Calanda-Alcañiz, que también hay un problema entre Eléctricas y Confederación, un problema que hay que superar, que tienen que superar, que deberían superar, y, si pueden hacer algo, ustedes lo hagan, y, a continuación, la segunda fase de Calanda-Alcañiz; es decir, continuación, porque están juntas.
En tercer lugar, me gustaría salir del conflicto de Monegros de manera loable. De manera loable sería, en mi opinión, señorías, para poder seguir invirtiendo en Monegros, porque en el plan nacional que nosotros hemos propuesto hay doce mil hectáreas en el horizonte 2008, y en los sectores ocho y nueve pueden quedar, después de las CEPA y de todo, ocho mil hectáreas aproximadamente; pero nosotros entendemos que todos los pueblos de Monegros, en el horizonte 2008, o tienen que estar regando o tienen que tener ya un proyecto que les asegure que riegan: Farlete, Monegrillo, Sástago -estoy hablando de pueblos que en estos momentos no riegan-, Fraga y Ballobar. Los demás riegan todos. En los demás también iremos avanzando, porque las zonas, los sectores ocho y nueve pertenecen a Bujaraloz, y algo de Peñalva, y, entonces, a ver si podemos, en el horizonte 2008, con esas doce mil hectáreas que ponemos en el plan de Monegros, haberles dado la oportunidad a todos de tener un regadío y secano, y salvar esos pueblos a corto plazo. Porque hay veces en que se discute el fuero y no se discute el huevo. Estamos pensando en no sé cuántas mil hectáreas desde el año once o desde el quince, y aún no están, ni mucho menos, y, en el quince, Alfonso XIII dijo que se tenían que acabar en veinticinco años, y aún estamos en ello.
Por lo tanto, muchas veces es mejor fijarse objetivos más modestos, pueblo por pueblo, que no cantidades exorbitantes, que asustan al personal, asustan a ecologistas, asustan a todo el mundo, asustan a la Unión Europea con su dedicación presupuestaria, asustan a todo el mundo, y luego no se hace. Es mejor ser en este momento prácticos, y ver las cosas a un plazo mucho más corto.
Me he extendido un poco en el tema de los regadíos.
Lo de personal es un error.
Y lo de la PAC, efectivamente, aparece comarcalizado. Lo de la comarcalización tiene sus problemas también, porque luego se mira uno y se compara; pero, bueno, también es bueno que las comarcas sepan lo que reciben de la ayuda de la PAC.
Yo, en el tema de la PAC, y que nosotros hemos reflejado en el presupuesto los setenta y un mil millones... Es que, cuando he llegado al Departamento de Agricultura, he visto que tenía mucha importancia reflejar esto. Tenía mucha importancia porque yo estuve en el debate, me tocó el debate en el Senado, cuando el PNV ganó en el Constitucional el que el SENPA, o el FORPA (el FEGA hoy), tuviese que ser diecisiete «fegas», y lo ganó el Partido Nacionalista Vasco en el Constitucional. ¿Qué ocurrió? Pues que se hicieron diecisiete «senpas» en cada una de las comunidades autónomas. Se transfirió la responsabilidad, que es muy delicada esa responsabilidad -lo saben ustedes, los que han estado ahí- de repartir esa partida presupuestaria entre los agricultores, y que llegue a punto. Y eso ha conllevado, desde que se asumió la competencia, a través de un recurso del Constitución que falló en favor del gobierno vasco, un gasto terrible, un esfuerzo considerable de los funcionarios de la Diputación General. Y el 50% de estos funcionarios se dedican a esto, se dedican a esto, y, por lo tanto, yo creo que es bueno que la gente lo sepa, que todo el mundo lo sepa, que quede reflejado, y que, al final, yo creo que las comunidades autónomas, en su momento, asumieron un papel que no cuantificaron bien económicamente, porque desde luego se transfirió la competencia, pero no el calado del gasto que llevaba gestionar todo eso. Pero, bueno, eso ahora está medianamente superado.
Respecto a la industrialización y comercialización agraria, a la creación de esta dirección general, nos ha parecido oportuno, porque cuando tú separas una cosa y le pones la nomenclatura correcta y la pones ahí, yo creo que ya le estás dando una importancia mayor de la que antes tenía, confundida dentro de la Dirección General de Producción Agraria. Y, entonces, naturalmente que esta dirección gestiona un presupuesto, en comparación con lo que viene de la Unión Europea y del MAPA, más bien pequeño, de recursos propios; pero en el conjunto gestiona un enorme presupuesto, y lo que tiene más importancia en esa dirección que tiene una gran labor de comunicación con los sectores económicos y sociales del campo aragonés. Es decir, no sé cuántas cooperativas, cuántos agricultores y cuántas empresas agrarias y alimentarias ha podido recibir hasta este momento ya su director general, pero son enormes, porque luego vienen a hacerme la visita de cortesía un número considerable de empresas que se han entrevistado, le han contado sus problemas, y la verdad es que esta cuestión va muy bien, y estoy muy contento de cómo está funcionando. Gestiona un volumen presupuestario de más de cinco mil millones de pesetas, que, aunque no sean recursos nuestros (son recursos de la Unión Europea, preferentemente, y del MAPA, en menor cantidad), pero su volumen global es muy importante.
A lo de los Leader y los Leader Plus ya he contestado.
Una cuestión que he anotado al final del señor Labordeta, que ha dicho que el desierto avanza, puede avanzar. Me gustaría que en Aragón no avanzara el desierto, aunque sea a través de transformación en regadío y de forestación, que tuviésemos las zonas esteparias precisas, pero no más de la cuenta, porque si ahora son esteparias es porque antes fueron boscosas, y, bueno, pues desearía que no volviera a pasar, que no aumentase la zona esteparia ni el desierto; pero no veo otro modo de hacerlo que la forestación y el regadío.
El señor Lacasa se ha tenido que marchar. Bueno, pues, como he contestado a varias cosas, contestando a todos, de lo que él ha mencionado, nos ahorramos el rato.
Gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Muchas gracias, señor consejero.
Puede optar, señor consejero, por esperar a que finalice la sesión, que hay un debate, o despedirse ya. Como usted quiera.

El señor consejero de Agricultura (ARGUILÉ LAGUARTA): Pues opto por marcharme y dar las gracias a todos ustedes por el tono de la discusión y por sus aportaciones.
Muchas gracias.

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Señoras y señores diputados, continuamos con el orden del día.
Los puntos tres, cuatro, cinco y seis aluden todos ellos al debate y votación de expedientes de modificación presupuestaria que han sido remitidos por el gobierno a esta comisión para su aprobación, si procede.
[El debate de los expedientes de modificación presupuestaria no se publica.]

El señor presidente (GIMÉNEZ ABAD): Antes de finalizar la sesión, les comunico que se ha tenido que modificar el calendario de comparecencias de los consejeros. Esta tarde estaba prevista la comparecencia del consejero de Industria, y, por enfermedad, no va a ser posible que comparezca. Mañana se les comunicará, tras la reunión de la Mesa de las Cortes, en qué momento se producirá esa comparecencia.
También debemos, como es habitual, aprobar el acta de la sesión anterior, que les ha sido entregada al comienzo de la misma.

Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior.

¿Hay alguna observación al acta? No; no hay ninguna observación. Queda aprobada.
Ruego o pregunta, ¿hay alguna? Aunque este trámite lo llevo omitiendo por acelerar las cosas en estas sesiones. Tampoco.
Agradeciendo su presencia a los señores diputados, se levanta la sesión [a las trece horas treinta minutos].

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