Comparecencias - De Consejeros del Gobierno de Aragón - Ante la Comisión de Educación y Cultura
Intervinienen: Almunia Badía, María Eva - Herrero Herrero, María - Ibeas Vuelta, María Nieves - Moreno Bustos, José María - Pérez Esteban, María Teresa
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Buenos días, señorías.
Señora consejera.
Vamos a dar comienzo a la Comisión de Educación del día 16 de febrero de 2005 [a las diez horas y veinte minutos].
En primer lugar, darles la bienvenida tras este período de vacaciones legislativas y darle la bienvenida también, señora consejera, por su visita a esta comisión.
El primer punto del orden del día, como ya es costumbre, lo vamos a dejar para el final.
El segundo punto del orden del día es la comparecencia de la consejera de Educación, Cultura y Deporte, a propuesta del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, al objeto de informar sobre el desarrollo del proyecto de rehabilitación del Teatro Fleta desde el inicio hasta el momento, con especificación del presupuesto económico previsto y la ejecución correspondiente, así como las previsiones de desarrollo del proyecto tras el cambio de titularidad de la consejería responsable y criterios del Gobierno de Aragón respecto del planteamiento global del proyecto dentro del panorama cultural aragonés.
En primer lugar, tiene la palabra la señora consejera.
Comparecencia de la consejera de Educación, Cultura y Deporte al objeto de informar sobre el desarrollo del proyecto de rehabilitación del Teatro Fleta.
La señora consejera de Educación, Cultura y Deporte (ALMUNIA BADÍA): Gracias, presidenta, y buenos días, señorías.
Quiero decirles que me produce una enorme satisfacción el poder inaugurar este nuevo tramo de este período de sesiones en esta comisión. Y, además, creo que es una comparecencia en la cual nos encontramos a las puertas de una solución definitiva para el proyecto de rehabilitación del Teatro Fleta, y en ese sentido creo que es importante que lo abordemos.
Un proyecto que, como todos ustedes saben, no ha estado exento de problemas ni de imprevistos y de replanteamientos. Y creo que es precisamente ahora cuando podemos empezar a decirles y a asegurarles que estamos a punto de recuperar el Teatro Fleta para todos los ciudadanos.
Somos conscientes, y soy consciente, señorías, de que la rehabilitación del teatro es un asunto de la suficiente envergadura como para que haya ocupado la atención de los diferentes grupos políticos de la cámara, así como de los medios informativos, como de los diversos sectores culturales y, en general, de la opinión pública aragonesa. No en vano, yo creo que todos hablamos de imprimir un considerable impulso a la cultura, no sólo en Zaragoza, sino en toda la comunidad autónoma, y les aseguro que me produce una gran satisfacción el comprobar que compartimos la preocupación y, sobre todo, que compartimos el compromiso, el sólido compromiso con el desarrollo cultural, algo que es tan importante y tan básico, como es la construcción del teatro.
Les aseguro que, de ese estado de opinión y de esa inquietud en torno a este proyecto, he sido consciente en todo momento desde el mismo día de mi toma de posesión como consejera de Educación, Cultura y Deporte, como el resto del departamento. Tanto yo como el resto del departamento hemos asumido las dificultades con las que nos hemos encontrado; hemos ido dando los pasos oportunos y hemos tomado las decisiones que han sido necesarias para ofrecer a Zaragoza el Teatro Fleta que reclama y que, además, yo creo que merece.
Sin embargo, señorías, me gustaría asegurarles que todas y cada una de esas decisiones las hemos asumido con rigor y con coherencia y, sobre todo, en el momento en que estaban suficientemente meditadas, sin dejarnos aconsejar por las prisas y sin que la urgencia se priorizase sobre la importancia.
Y saben ustedes que todas esas decisiones las hemos ido tomando y les hemos dado información puntual a ustedes en esta cámara, a través de interpelaciones en esta comisión o en el Pleno o a través de las peticiones de documentación que ustedes han ido haciendo o de las preguntas que nos han ido formulando al departamento. Pero, sin embargo, señorías, quisiera explicarles una cosa, y es que el hecho de no haber informado antes de ahora sobre el Teatro Fleta no significa en absoluto que se haya ocultado información, todo lo contrario: yo creo que se tuvo una primera comparecencia en la cual pudimos abordar el porqué y cuáles eran las causas no sólo de la rescisión del contrato de obras, sino de la modificación del proyecto. Y durante todo este tiempo se ha estado trabajando en lo que ha sido, efectivamente, rescindir el contrato de obras con la empresa adjudicataria e ir dando los pasos necesarios para conseguir lo que yo creo que a todos nos preocupa, que es que el Teatro Fleta sea una realidad. Entonces, la ausencia de noticias importantes ni ha significado que el proyecto se ha paralizado ni que la ausencia de ideas y de trabajo haya sido continuada.
Creo que en el año pasado les informé extensamente, en el Pleno de las Cortes, de los inconvenientes que habían surgido en el proyecto inicial de rehabilitación del Teatro Fleta. Ya entonces conocieron la imposibilidad de llevar a cabo la idea de convertirlo en el gran teatro de ópera que había sido proyectado; supieron en aquel momento que, a la vista del resultado de los sondeos geotécnicos realizados, consideramos imprudente mantener la profundidad del edificio al nivel que recogía el proyecto inicial, y tomamos la decisión de descender el volumen edificado hasta situarlo por encima de la capa freática al comprobar que ésta aparecía a un nivel muy por debajo de lo previsto. Esa decisión dio paso a la modificación del proyecto arquitectónico y, consecuentemente, a un complejo proceso de rescisión del contrato con la UTE adjudicataria del proyecto de rehabilitación.
Como les decía, el que no se haya informado a la cámara de nuevas decisiones durante todo este tiempo responde al hecho claro de que no se ha adoptado todavía ninguna desde entonces, ninguna importante. Sin embargo, se ha ido trabajando en el desarrollo de un modelo de Teatro Fleta flexible, enfoque que expuse también en su momento en esta cámara, a la vez que se han ido contrastando las diferentes modalidades de gestión. Se han ido descartando posibilidades, en un sordo trabajo de despacho y de sala de reuniones, hasta conseguir definir las opciones de gestión más adecuadas para alcanzar los objetivos que ha de cumplir el Teatro Fleta en nuestra comunidad. Y precisamente porque empezamos a estar en disposición de presentarles unas líneas de actuación que están suficientemente maduras, quiero, en este recién abierto período de sesiones, explicarles el estado actual del proyecto de rehabilitación del Teatro Fleta. Además, como consecuencia de esas líneas ya definidas, deberemos adoptar de manera inmediata algunas decisiones, que entiendo que ustedes, señorías, tendrán que tener la información suficiente para poderlas meditar también.
A lo largo de este tiempo, les decía, se han dado pasos que afectan, en primer lugar, a los aspectos técnicos. Así, tal y como estaba previsto, el pasado 30 de noviembre se recibió la obra parcialmente ejecutada y se resolvió por mutuo acuerdo el contrato de obra suscrito con la UTE adjudicataria de la obra; en esa misma fecha se procedió a la cancelación parcial de las garantías prestadas según la obra ejecutada, y la Administración se comprometió a prestar ante el Ayuntamiento de Zaragoza nuevas fianzas por el importe correspondiente a los conceptos de ocupación de calzada y vallado de la obra y por traslado de la mediana de la avenida de César Augusto, que, hasta la fecha, había sido prestado por el contratista. En consecuencia, la empresa ha desmontado y retirado ya los equipos e instalaciones de su propiedad que existían en el teatro.
En cuanto a los elementos que en estos momentos se encuentran en la obra, elementos como andamios o grúas, han sido instalados por la Administración para su utilización en las siguientes fases de la obra de rehabilitación del nuevo Teatro Fleta.
Por otra parte, las obras de licitación de la excavación extensiva del inmueble (es decir, la excavación que había que hacer bajo el patio de butacas), necesidad que pusieron de manifiesto las catas arqueológicas realizadas a lo largo del año 2002 bajo la caja escénica, se van a licitar antes de terminar este mes de febrero, con una duración prevista, aproximadamente, de cuatro meses.
Ya saben ustedes, señorías, que el proyecto original se ha modificado formalmente al vernos obligados a reducir la excavación de veintidós a dieciséis metros, con la reducción de las plantas de sótanos destinados a almacenes y servicios auxiliares que ello conlleva. Sin embargo, la adaptación del proyecto original a otros espacios, al cambiar el uso previsto inicialmente como gran teatro de la ópera al de teatro destinado a las artes escénicas, introduce el criterio de usos flexibles que ustedes conocieron, yo creo que de una manera más extensa, en mi última intervención sobre el Teatro Fleta. Eso es algo que hay que abordar, la necesidad de modificación es clara, pero no será posible llevarla a cabo hasta que no se adopte definitivamente un modelo concreto de gestión y explotación del Teatro Fleta. Les aseguro, sin embargo, que tendrán también la más cumplida información sobre la previsión de adecuación de espacios y modificaciones técnicas a las que nos obligue ese modelo de gestión.
Les quiero adelantar, sin embargo, que esa modificación del proyecto no supone cambios sustanciales ni en el presupuesto ni en los plazos de ejecución. Además, el modelo sobre el que estamos trabajando también permite respetar tanto las características del espacio escénico como las de la sala principal del teatro.
Por otra parte, el modelo de gestión al que hacía referencia y en el que estamos avanzando mantendrá las líneas generales que permitan la adaptación del teatro a un modelo de usos flexibles destinado a las artes escénicas, pero capaz de ofrecer a los ciudadanos otro tipo de servicios necesarios en Zaragoza.
Actualmente, se está cerrando la manera de abordar, del mismo modo, objetivos imprescindibles desde ese punto de vista cultural, teniendo en cuenta que, como ya apuntamos, el Teatro Fleta jugará un papel significativo en el futuro inmediato de las artes escénicas de nuestra comunidad. Además, la celebración de la Expo 2008 en Zaragoza nos ha abierto las puertas hacia la construcción de lo que debe ser, de alguna manera, uno de los principales símbolos culturales de una comunidad que vive su segundo proceso de modernización. Así, estamos trabajando para que el nuevo Teatro Fleta constituya un elemento fundamental a la hora de vertebrar las artes escénicas de nuestra comunidad.
Además, apostamos por el teatro capaz de articular una buena oferta de espectáculos para la ciudad, aprovechando y potenciando las posibilidades que su escenario ofrece. El Teatro Fleta, por las características originales de su escenario y por las nuevas dotaciones de espacios con que va a contar, ha de ser capaz de complementar las ofertas de artes escénicas y musicales que actualmente existen en la ciudad, pero además contará con la especificidad de estar preparado para albergar espectáculos que no pueden ser representados en condiciones idóneas ni en el Teatro Principal ni en el Auditorio de Zaragoza.
Por otro lado, es necesario que el Centro Dramático de Aragón tenga en el Teatro Fleta un lugar de referencia para desarrollar sus actividades. Asimismo, desde el Teatro Fleta debe impulsarse la programación de la red de teatros públicos de la comunidad, en la que se está trabajando.
Por otro lado, no sólo debe ofrecerse la misma colaboración con el conjunto de equipamientos escénicos de nuestra comunidad, sino que además debe ofrecer la posibilidad de ser utilizado, dado lo específico de sus instalaciones, por los diferentes colectivos artísticos de la comunidad pertenecientes a los ámbitos de las artes escénicas y musicales.
El nuevo Teatro Fleta que se está diseñando nace con la voluntad de ser un centro de referencia para los nuevos conceptos que en el siglo XXI deben utilizarse en la gestión cultural: las relaciones con las nuevas tecnologías, la simbiosis entre la difusión y la creación cultural y la creación de nuevos públicos.
Señorías, tenemos la oportunidad de construir un teatro en el siglo XXI, y precisamente es esa oportunidad y la necesidad de ofrecer usos flexibles lo que exige que las nuevas tecnologías tengan un lugar privilegiado en el diseño del nuevo teatro: por un lado, las dotaciones escénicas no pueden quedar al margen del desarrollo tecnológico, es más, deben aprovecharse de él; igualmente, las soluciones para obtener una versatilidad de usos pasan irremediablemente por la introducción de esas nuevas tecnologías. Y, ¡cómo no!, lo mismo sucede con el necesario apoyo tecnológico que la Administración debe ofrecer para las producciones de los creadores aragoneses.
En definitiva, lo que pretendemos es un nuevo teatro concebido en el siglo XXI, con instalaciones adecuadas para la sensibilidad del siglo XXI. Estoy convencida de que sólo así conseguiremos, en el Teatro Fleta, atraer nuevos públicos, además de convertirse en el motor cultural que está obligado a ser.
Pero no podemos perder de vista una de sus principales funciones, que no debe ser otra más que situarse como el mejor elemento para ofrecer el máximo respaldo a nuestros autores e intérpretes. Estoy segura de que compartirán conmigo la idea de que el reconocimiento y la protección de la diversidad cultural pasan necesariamente por que nuestros creadores cuenten con infraestructuras adecuadas para que lleguen sus propuestas de la forma más eficaz al público. El nuevo teatro ha de tener un compromiso explícito e inequívoco con nuestros autores e intérpretes, ha de servir de plataforma para las producciones escénicas y musicales autóctonas, a la vez que utilizar el intercambio artístico como instrumento idóneo para la proyección exterior de las producciones aragonesas. No debe limitarse a servir de escenario a las mejores producciones escénicas que circulen por el país, sino que ha de tener un compromiso explícito con nuestros autores y con nuestros intérpretes.
Para la consecución de todos estos objetivos que acabo de enunciarles, tenemos claro que es necesario un modelo de explotación que suponga un uso eficaz y eficiente de los recursos disponibles, que asegure una gestión moderna, capaz de garantizarlos. Contamos -yo creo- con una ventaja imprescindible que nos permitirá hacer realidad este reto: me refiero, señorías, a que las condiciones especiales del Teatro Fleta le van a permitir jugar el papel de agitador cultural en la ciudad que debe cumplir.
La multiplicidad y versatilidad de espacios puede garantizar que en todo momento haya una actividad pública en el Teatro Fleta; que sea, en definitiva, un espacio cultural vivo -asegurar ese papel debe ser una de las bases de su gestión-, y, al mismo tiempo, tiene que ser escenario y lugar de actividad, un espacio público donde ocurren cosas, decididamente abierto al exterior.
En definitiva, el objetivo central de la rehabilitación del teatro es la de recuperar el papel histórico que jugó en sus orígenes, adaptándolo a las alturas del siglo en que nos encontramos y a la realidad del público y los autores e intérpretes de nuestra comunidad.
El Teatro Fleta nació en la mitad del siglo pasado como un teatro popular. Hoy, el Fleta debe mirar al futuro, debe actualizar ese papel y ser un teatro popular para el siglo XXI; un símbolo, por tanto, de la nueva modernidad, que tiene en las personas y en los ciudadanos su principal valor; un nuevo concepto del espacio escénico, comprometido tanto con los creadores como con el público, al servicio tanto de los creadores como del público.
Acabo de diseccionarles los objetivos y la personalidad de este nuevo Teatro Fleta que estamos construyendo. Sepan que, para alcanzar esos objetivos, desde el departamento hemos analizado distintas fórmulas de gestión deseables, las fórmulas jurídicas a las que cada una de ellas pudiese dar lugar y la posible participación de otras instituciones o entidades en la explotación: se han analizado con detenimiento las ventajas e inconvenientes de una gestión directa, de una gestión a través de una empresa pública, de una gestión a través de una fundación o patronato, de una gestión a través de un consorcio y de una gestión a través de una empresa mixta, entre muchas otras cosas. De momento, hemos considerado que la fórmula que mejor permitiría cumplir los objetivos previstos, con un uso más eficaz de los recursos existentes, es aquella que posibilite una participación directa de los sectores culturales implicados en sus actividades, desde los ámbitos del teatro, la música y la danza.
Queremos que los agentes culturales sean el motor que dé vida al nuevo Teatro Fleta. Pero no tengan ninguna duda, señorías, de que mantendremos una responsabilidad pública sobre el teatro que garantice el cumplimiento de los objetivos y el control de la actividad.
En este momento, creo poder afirmarles que estamos ultimando la fórmula definitiva, que, a falta de algunos ajustes jurídicos, podré concretarles en los próximos días. Estoy segura de que sus señorías me van a permitir que en este punto sea discreta.
Sobre los objetivos anteriores y sobre el modelo de gestión previsto, he querido informarles, y me atrevo también a pedirles su apoyo. La concreción, si ustedes están de acuerdo, la podremos ver yo les diría que muy, muy pronto.
Muchas gracias.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señora consejera.
Vamos a seguir con la intervención del resto de los grupos.
Para ello, tiene la palabra la señora Herrero.
La señora diputada HERRERO HERRERO: Muchas gracias, señora presidenta.
Bienvenida de nuevo a esta comisión, señora consejera.
Son numerosos los antecedentes parlamentarios que podemos encontrar con respecto a este tema que hoy nos ocupa del Teatro Fleta, y son numerosas igualmente y múltiples las referencias, a través de diferentes medios de comunicación, de los distintos responsables que han estado al frente del Gobierno autonómico en el ámbito de la cultura.
Así pues, es un proyecto, tal como decía usted misma en respuesta a la interpelación del Grupo Popular en el anterior Pleno, que ha sido un proyecto heredado, gobierno tras gobierno, y que, indudablemente, a lo largo de todos esos años, se ha ido replanteando, haciéndose modificaciones, etcétera. Y, así, vemos que ahora estamos, quizás, más cerca que nunca de que el Gran Teatro Fleta sea una realidad.
Del anterior Gobierno a éste (PSOE-PAR en ambos casos), ha habido una modificación del proyecto: ha cambiado el responsable del departamento, en este caso de Javier Callizo, en el Departamento de Cultura y Turismo, pasando a estar usted misma. E indudablemente, al igual que durante todos esos años ha habido modificaciones, usted ha explicado en reiteradas ocasiones que ha habido también una modificación de esas previsiones que había en los años anteriores hasta las de ahora.
Nosotros, desde nuestro partido, respetamos la gestión que está haciendo al frente de su responsabilidad en la cultura del ejecutivo autonómico, y lo que más nos gustaría en estos momentos es que el Teatro Fleta realmente pudiese ser un referente, tal como nosotros siempre hemos perseguido, un referente en la cultura aragonesa, y que podamos disfrutarlo en el menor tiempo posible.
Compartimos la necesidad de adecuar este espacio a los nuevos tiempos, a los nuevos conceptos del siglo XXI, basándonos en la flexibilidad, en la multiplicidad y en la versatilidad de los espacios, acorde con el desarrollo tecnológico, y con una gestión que sea eficaz y eficiente. Sea la fórmula que sea -me consta que ustedes lo están estudiando desde el departamento-, lo importante es que sea una gestión que realmente sea eficaz.
Creemos desde el Partido Aragonés que es muy importante apoyar a nuestros creadores. Por eso, me alegra oírle en su intervención, sabiendo que ésa es una apuesta importante, que hemos de tener un compromiso explícito con nuestros creadores, tanto de producciones escénicas como de musicales, con visión no sólo de apoyarles a ellos, sino incluso de proyectarles al exterior y que puedan ser un referente también en otras comunidades autónomas. Asimismo, tampoco nos cabe ninguna duda de que el Gran Teatro Fleta será un referente para otras compañías o para otras producciones que no procedan de nuestra comunidad autónoma, y yo creo que las dos cosas son compatibles y que eso es algo positivo, buscando nuevos públicos y buscando despertar la inquietud por la cultura, que nos gustaría que la sociedad aragonesa tuviese cada día más.
El año 2008, sin duda, es una fecha importante, no sólo para Zaragoza, sino para Aragón, y esperamos que en ese horizonte se articulen diferentes proyectos y programas para que podamos tener también el Fleta rindiendo y que podamos complementar todas las actuaciones, todas las actividades y programaciones que haya en la ciudad de Zaragoza y en Aragón con la actividad del Teatro Fleta.
Nada más, y muchas gracias.
Le agradecemos su información, que siempre ha sido detallada y puntual, y sí le pedimos que nos siga informando en esta cámara con ese detalle y con esa frecuencia.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señora Herrero.
Tiene la palabra la señora Ibeas.
La señora diputada IBEAS VUELTA: Gracias, señora presidenta.
Señora consejera, bienvenida a la comisión.
Yo no le voy a pedir en nombre de mi grupo que nos siga informando con esa frecuencia que acostumbra, entre otras cosas porque esta iniciativa lleva esperando un año y cuatro meses. Así que voy a intentar atenerme a lo que entiendo que debe ser la cortesía parlamentaria, y no voy a entrar en otros comentarios, pero, francamente, que se esté valorando en este caso como algo positivo que haya una frecuencia y una respuesta adecuada a las iniciativas de los grupos parlamentarios, sobre todo de la oposición, me parece, cuando menos, bastante discutible.
Me decepciona, no obstante, su tranquilidad -se lo voy a decir en serio-. Y además discutimos o debatimos muchas veces porque, como el departamento del que usted es responsable es tan amplio y yo soy portavoz de mi grupo, pues tenemos que hablar, cuando menos, de educación, de los múltiples aspectos de la educación, de los múltiples aspectos de la cultura.
Y, francamente, me decepciona: usted inicia su intervención señalando que incluso tiene satisfacción por iniciar este período parlamentario con esto, o sea, usted, y con este tema... Francamente, yo no comparto esa satisfacción, y mi grupo, desde luego, tampoco la comparte, porque, realmente, estábamos esperando tanto tiempo que usted nos viniera a contar algo sobre una pregunta que nosotros formulábamos prácticamente cuando se abría la nueva legislatura, pero cuando ya se abría ya había habido, por lo menos, unos meses para que ustedes hubieran tenido que reflexionar sobre el tema, para que ustedes estuvieran trabajando ya en los presupuestos -por lo menos, en el proyecto de presupuestos, que además me acuerdo de cómo vinieron en aquella época bastante seguidos los de 2003 y 2004-. Así que me imagino que comprenderá que no me produce ninguna satisfacción.
Y por lo que respecta a la información, creo que tampoco coincidimos en la acepción de la palabra «informar». Usted entiende una cosa por informar y, desde luego, en mi grupo parlamentario entendemos otra, otra: informar no es pretender convencer a alguien de lo que no le tiene que convencer. Usted no vino a ninguna interpelación en ningún debate de Chunta Aragonesista, propuesto por Chunta Aragonesista y aceptado por la Mesa de las Cortes, para hablar sobre política cultural, para hablar también sobre el caso del Fleta, usted no vino a convencernos a mi grupo parlamentario de que no se tenía que hacer ese tipo de obra que al señor Callizo se le metió en la cabeza que tenía que hacer, al Gobierno de su presidente quiero recordar. No vino, y usted se empeñó, en su intervención, en explicarnos: «miren ustedes, es que no va a poder ser...». Perdone, es que no había que esperar a aquella fecha, es que ya lo sabíamos, es que lo sabía mucha gente, es que yo no sé quién no lo sabía en la comunidad autónoma aparte del Gobierno de Aragón.
Entonces, en ese caso, la información que nos aportó era, desde luego, bastante poco significativa; le podía servir a lo mejor ante los medios de comunicación, pero, desde luego, en un debate serio, no, señora consejera, para nada.
Usted nos recuerda ahora que estamos a punto de recuperar este espacio, y usted siempre está a punto de algo, siempre está ultimando algo; ya no es siquiera que esté trabajando, es que siempre está ultimando algo. Y cuando viene, siempre resulta que va a anunciar algo, pero dentro de unos días.
Usted se puede imaginar que no le voy a hacer otra interpelación para que venga a hablar del Fleta, por respeto a mi grupo y por respeto también a usted, porque ya entiendo que está fuera de todo lugar. Es una ocasión la de estos momentos francamente complicada, pero, por lo menos, sí me proporcionaba a mí la posibilidad de ver qué cambiaba usted del discurso que mantuvo en el Pleno de las Cortes hace un año respecto a ahora, qué cambiaba. En aquel momento llegó porque había una interpelación y, entonces, pues usted compareció, pero, fíjese, en aquel momento usted llegó a decir que aprovechaba la oportunidad para despejar cualquier duda que el estado actual de las obras del Gran Teatro Fleta pudiera suscitar a sus señorías... No las despejó, luego, objetivo, en ese caso..., no sé si se lo creía usted, pero, desde luego, en cualquier caso, fracasado.
También señaló usted -y la cito casi textualmente- que intervenía, que aprovechaba para dejar claro también cuál era la posición del Gobierno ante el futuro del edificio y el papel que ese edificio debía jugar en el contexto de las infraestructuras culturales en Aragón. Y, mire usted, lo que señaló, prácticamente, es lo que ha señalado hoy, pero realmente no dejó claro nada, no dejó claro nada. Alabo su flexibilidad..., no la flexibilidad de usos que va a tener, en este caso, el edificio o que pueda tener, sino la flexibilidad que tiene usted para adaptar el discurso a lo que mejor le conviene a su Gobierno.
En aquel momento realizó usted un recorrido por lo que había sido la historia del proyecto, que es la historia de este «Gobierno Iglesias» también, y, por ejemplo, señaló que había un trabajo que se estaba llevando a cabo de definición del programa de uso y de gestión del futuro Gran Teatro Fleta, que es, prácticamente, lo que usted ha venido a señalar hoy día. ¿Me quiere usted decir que, en un año, todavía este Gobierno es incapaz de haber aclarado algo más de lo que aclaró usted en aquel Pleno del 26 de marzo de 2004? Es que no me lo puedo creer, o sea, ¡no me lo puedo creer! Es un Gobierno absolutamente incapaz de llevar adelante una política coherente, como usted está señalando. En este tema, señora consejera, es que, francamente, lo tienen muy mal para encontrar argumentos.
Hablaba de adecuar usos a las características del edificio. ¡Pero si se habían cargado el edificio! ¿A qué características del edificio quieren adaptar los usos? Si quiere decir que, como hay un cuadrado, tenemos que meter lo que quepa en un cuadrado y no podemos meter otra estructura, punto, pero nada más, porque todo lo demás, prácticamente, se lo han cargado. Si todo se basa en una reflexión de que tienen que pasar de los veintidós metros de profundidad a los dieciséis metros y eso conlleva cambios, bueno; pues yo creo que eso se dice una vez y lo comprendemos todos, lo dicen los técnicos, pero no puede basarse un discurso únicamente en eso.
Habla de un desarrollo de programa coherente con el papel cultural que el Teatro Fleta puede llegar a... Llevan un año trabajando en eso en función de lo que usted nos señaló, porque ya estaban en ello.
Está hablando de definir un plan de gestión y todavía no nos ha dicho que están barajando las múltiples teorías que hay, pero bueno: gestión pública, no; agentes culturales... En fin, nada más claro. Están en ello y, por discreción, no quiere decir nada: hace bien, porque, para lo que señala el Gobierno, yo creo que casi sería mejor que no abriera la boca.
Y las conclusiones, realmente, a las que usted llegaba eran que, entre otras cosas, excluían aquel uso preferente del Gran Teatro Fleta como teatro de ópera; pero, al mismo tiempo, también preveía luego ópera; pero luego iba a haber teatro; pero, al mismo tiempo, también podía ser una sala para que pudiera haber convenciones, etcétera. Podía ser un poco de todo.
Y ya, en el colmo de los colmos, sale a la prensa el tema del Kursaal. Mire usted, si le quieren poner por detrás la fotografía del Cantábrico, dudo mucho que se pueda hacer nada similar. Ahora resulta que el modelo ya no era el Gran Liceo, sino que ahora era el Kursaal. Es que nos conformaríamos con que la obra, señora consejera, hubiera estado terminada en plazo, es que ya nos hubiéramos conformado con eso, pero resulta que ni siquiera a fecha de hoy hemos podido tener más concreción de lo que usted nos vino a señalar.
Y no es porque yo no entienda lo que usted quiere decir, he tomado perfecta nota de lo que ha comentado, perfecta nota. Me podía haber venido con el discurso ya hecho, pero he tomado perfecta nota de lo que ha dicho, porque, además, fíjese, yo creía que hoy iba a contar algo más de lo que ha contado. Por eso le digo que, francamente, me ha decepcionado su intervención.
Así, en estas circunstancias, difícilmente podemos creernos, desde Chunta Aragonesista, que ustedes quieren realizar un impulso a la cultura. Será en otros aspectos, pero no utilice este tema para hablar: «En fin, después de las dificultades, los pasos que se han dado, las decisiones...». ¡Perdón!, decisiones, ¿qué decisiones ha adoptado el Gobierno? ¿Cuándo tenía que haber adoptado este Gobierno decisiones? Que aún les tenemos que oír que «mire, la política, cada uno hace política y, luego, todo, con buena voluntad». No, esto es un ejemplo de pésima gestión del «Gobierno Iglesias», y la responsabilidad la tendrá quien la tenga: usted, porque le corresponde ahora, porque es la responsable, exactamente, del departamento. Pero tiene que entender que es un auténtico ejercicio de tragarse constantemente lo que este Gobierno quiere contar con los temas de cultura.
Y fíjese, no podemos comprender cómo aún se atreve a señalar que han asumido nada con rigor y con coherencia, que no quieren prisas, que no quieren urgencias. Por favor, lo que queremos es un Gobierno que gestione y un Gobierno que sea capaz de tomar decisiones en su momento, en su momento.
Yo no voy a entrar en si nos están ustedes ocultando información o no. Desde luego, ya le digo que han sido tantas las preguntas que han salido y tantas de las respuestas que nos han estado llegando que..., en fin.
Y nunca supimos si en algún momento hubo alguna crisis interna que hiciera pensar que esto podía ser un agujero difícil de resolver por el departamento, porque ustedes se encargan de cubrirlo todo muy bien. Allá ustedes, pero, francamente, con la información que usted nos ha aportado, no podemos, ni muchísimo menos, pensar que, encima, a nosotros se nos solicite el apoyo a su gestión, el apoyo a lo que vaya a salir.
Mire, estamos esperando a ver si algún día podemos recorrer también el Centro Aragonés de Arte Contemporáneo, pero cuando esté concluido y cuando funcione como Centro Aragonés de Arte Contemporáneo, no como depósito de una colección muy respetable, pero... En fin, para nosotros, no tiene nada que ver. Estamos esperando a ver si el Centro Dramático de Aragón se convierte en algo además de lo que en estos momentos es. No sabemos si este espacio va a resolver el tema del Centro Aragonés de Arte, pero, encima, volver a escuchar que se va a vertebrar nada, desde un edificio que va a ser cualquier cosa menos nada concreto, pues perdone, señora consejera, pero es muy difícilmente defendible lo que usted ha señalado, y más, desde luego, difícilmente creíble, más difícilmente creíble...
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Vaya concluyendo, señora Ibeas.
La señora diputada IBEAS VUELTA: Gracias, señora presidenta, por su recuerdo.
Usted habla, señora consejera, de construir un teatro para el siglo XXI..., o del XXII o del XXX. Es que, francamente, se les están pasando los años. Yo creo que usted utiliza palabras muy correctas políticamente, que utiliza un lenguaje tal que, evidentemente, es muy difícil estar en contra de que «queremos hacer una cultura potente en nuestra tierra», «queremos impulsar a los grupos aragoneses». Evidentemente, lo compartimos, pero eso, a nuestro modo de ver, no dejan de ser palabras vacías si no tenemos otro ejercicio, que es el ejercicio de la política de gestión, que ésa es la que necesitamos.
Por el momento, si estamos esperando a que el Gran Teatro Fleta -o el Teatro Fleta o como lo llamen-, finalmente, sea un agitador cultural, ustedes podían haber empezado a plantearse que tenía que haber sido realmente el elemento agitador cultural en el sentido más positivo de la palabra. Yo creo que lo que están agitando son otras cosas en esta tierra, no realmente la cultura.
«Un espacio público [señalaba usted] donde ocurran cosas»: pues sí, señora consejera, que en nuestra tierra, desafortunadamente, ocurren bastantes pocas cosas; desde el punto de vista cultural, bastante poco, además. «Y un símbolo de una modernidad»: ¡pues claro!, ¿cómo no? Pero me temo que no dejan de ser palabras vacías. Es como cuando uno se compra un coche: el coche que se compra, aunque sea de la calidad más baja, siempre es mejor que el que tenía antes, sin duda -por lo menos, eso nos pasa a los que tardamos en cambiar de coche-, siempre es mejor, aunque sea la gama más baja.
Pero, por mucha tecnología de por medio que quiera introducir, que tampoco aclara en qué va a consistir esa tecnología -que, además, utiliza la palabra «tecnología», muy adecuada a este principio, y no sabemos muy bien a qué se refiere usted, igual nos lo puede explicar-, sigue, insisto y concluyo, decepcionándonos, porque usted, en aquel momento, en marzo, nos señaló que ya estaban las cosas mucho más definidas, señora consejera. Hace unos meses señaló que estaba el Gobierno preparado para que, antes de finalizar 2004, pudieran ya, por fin, ofrecer respuestas muy claras. Lo de hoy no han sido respuestas muy claras sobre el Fleta.
Y además hay, insisto, toda una serie de aspectos que, cuando usted hablaba de que esto tenía que ser importante para la formación, aparte de para la formación integral del individuo (que toda actividad, evidentemente, tiene que serla), sigo sin entender, seguimos sin comprender qué quieren hacer ustedes realmente con este proyecto. Hacen bien en seguir trabajando, porque tienen muchísimo por hacer, muchísimo. Y, desde luego, no sé si me pillará como diputada el ver cómo el Fleta ha recuperado el esplendor que tenía en los años cincuenta, porque me temo que, desde luego, en 2008, que está a la vuelta de la esquina, veremos qué hay (ahora les ha venido muy bien esta justificación) y veremos además si cumple esos requisitos que usted hoy ha puesto encima de la mesa.
Gracias.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señora Ibeas.
Tiene la palabra el señor Moreno Bustos.
El señor diputado MORENO BUSTOS: Gracias, presidenta.
Buenos días, señora consejera. Bienvenida, de nuevo, a esta comisión.
Yo pensaba extenderme un poco en un tema que yo creo que es de verdadero interés, de verdadero calado para la cultura en esta tierra, para los ciudadanos aragoneses en general y, en particular, para los de Zaragoza. Pero la verdad es que yo creo que, después de escucharle, me da la sensación de que sobraba esta comparecencia, y sobraba esta comparecencia porque el discurso filosófico que nos ha leído es prácticamente textual, por no decir calcado, del que ya nos hizo en su momento en el Pleno de esta cámara.
Parece ser que, a lo largo de los meses, no varían las cosas, y siempre, como decía la anterior interviniente, estamos a punto de algo, pero ese punto nunca termina de llegar; tristemente, ese punto no acaba nunca de llegar.
Yo creía que hoy veníamos aquí a hablar, como decía en la comparencia, del desarrollo del proyecto de rehabilitación del Teatro Fleta desde el inicio hasta el momento y con explicación del presupuesto económico previsto, etcétera. Yo creo que se ha hablado de todo menos, evidentemente, de lo que ha pasado, explicarnos puntualmente qué es lo que ha pasado. Es cierto que sí nos ha ido contestando algunas preguntas, algunas informaciones que nosotros hemos requerido; también es cierto que lo ha hecho, normalmente, con una media de seis meses de retraso, como ha quedado constancia en las últimas preguntas que yo me vi obligado a hacerle en comisión y en las que usted misma reconoció que había habido un retraso importante.
Bueno, pues, llegado ese momento, la verdad es que yo no sé si llevarnos las manos a la cabeza, porque, posiblemente, con el Teatro Fleta, la verdad es que quedan pocos sustos ya que darnos.
Por fin hoy podemos... o pensábamos que podíamos hablar en profundidad sobre este asunto. Usted, en el Pleno pasado, decía que, por cortesía parlamentaria, iba a dejar para esta comisión toda la información sobre el Teatro Fleta, y, bueno, pues la verdad es que, como le decía anteriormente, es más de lo mismo.
Por fin ha llegado ese momento, como decía la portavoz de Chunta, dieciséis meses después de que se le hizo la petición de comparecencia, y encima ha venido, pues eso, por imperativo legal más que por un deseo propio, porque el retraso permanente de sus comparecencias es manifiesto.
Yo quería hablarle de algunas cosas en particular después de la magnitud que, a nuestro juicio, supone este desastre, un teatro que perfectamente podía estar situado en Bagdad, porque la situación es absolutamente lamentable, en abandono permanente.
Ustedes dicen que han ido haciendo actuaciones y colocando más material y demás para poder acometer las -parece ser- prontas excavaciones arqueológicas, que, bueno, aunque algún medio de comunicación haya adelantado que ya estaban licitadas, pues no es así, como hemos podido comprobar. La verdad es que es triste que este desastre, esta magnitud de desastre siga sin avanzar.
Yo querría hablarle en particular de algunas cuestiones, algunas cuestiones que a lo mejor son repetitivas respecto de las últimas, pero la verdad es que no nos deja mucho margen de maniobra, porque tampoco nos avanza nada en particular.
Yo le querría hablar de lo que ustedes han llamado «rehabilitación» y que nosotros llamamos «reconstrucción». Evidentemente, a nosotros nos hubiera gustado acceder a esta instalación. Por dos ocasiones, nosotros hemos pedido ya a la Mesa de esta comisión la posibilidad de acceder a esa instalación para verla en directo, y en las dos ocasiones se nos ha relegado, por indicación, obviamente, del departamento, a que en un futuro ya se verá si se puede o no se puede visitar. Y nosotros queremos visitarla por reafirmar si, efectivamente, es rehabilitación o es reconstrucción. Usted sabe perfectamente que en el Plan general de ordenación urbana del año 2001 del Ayuntamiento se especifica claramente que, para este tipo de actuaciones, para este tipo de rehabilitaciones de inmuebles catalogados, no se puede en ningún momento hacer reconstrucciones, sino rehabilitaciones, que es, justamente, lo contrario de lo que han hecho, porque la verdad es que se ha metido la piqueta sin ningún control, y, si no, no hay más que verlo desde fuera. Y la verdad es que luego veremos lo que pasa cuando se hayan tocado algunos aspectos puntuales de ese edificio.
Es cierto que hubo un problema con las catas, que es de todos conocido, como ya ha quedado manifiesto, y que ha modificado el planteamiento inicial del Teatro Fleta. También es cierto que a ustedes, una vez que se manifestaron esos problemas, sólo les costó un año adoptar las decisiones oportunas para cambiar, en este caso, el uso con posterioridad y para cambiar también el modelo del edificio. Bueno, pues yo le reconozco que, en un momento determinado, sí que tuvo la valentía de sentarse en esta cámara y decirnos que todo había terminado, que el desastre había terminado y empezaba una nueva etapa para el Teatro Fleta.
Bueno, pues con cierto desagrado, pero con cierta satisfacción, nuestro grupo recogió ese llamamiento, esa solidaridad compartida con el departamento, en la que entendíamos que, por lo menos, alguien adoptaba una decisión que ponía freno a la situación caótica por la que estaba atravesando y que comenzaba una nueva etapa. Es triste, pero esa nueva etapa, en la que nosotros hemos dejado un margen de confianza para poder ir avanzando (y es cierto que los procesos administrativos son complicados y lentos), la verdad es que, aun a pesar de eso, ciertamente, no se ha avanzado absolutamente nada. Se podía haber avanzado, usted sabe perfectamente que los procesos administrativos no dejan al margen otro tipo de actuaciones que se podían haber hecho y, tristemente, no se han hecho.
Yo entiendo que esto, para usted, sea un proyecto heredado, entiendo que sea un balón que le ha caído y que no quiere jugar; pero es el mismo Gobierno que en la pasada legislatura y es el mismo Gobierno que se comprometió a terminar el edificio en el año 2003, y los mismos responsables que estaban en ese Gobierno siguen estando en este Gobierno. Por eso, yo le vuelvo a pedir responsabilidades, es necesario que el Gobierno de Aragón asuma responsabilidades y depure responsabilidades. No puede ser que, después de haber gastado más de cien millones de pesetas, después de dilapidar más de cien millones de pesetas tras una rescisión obligada de contratos, nadie tenga ninguna responsabilidad. Los ciudadanos aragoneses pagan sus impuestos, pagan religiosamente sus impuestos y quieren ver que se gasten y se ejecuten correctamente, que se gestionen eficazmente, y en este caso en particular, desde luego, no ha habido ningún euro de gestión eficaz. Por lo tanto, yo insisto.
Es más: a estas alturas, se le puede hasta exigir la asunción de responsabilidades, la depuración de responsabilidades. No puede ser serio un Gobierno que deja a la intemperie un edificio como éste, que deja prácticamente al aire, prácticamente desolado, un edificio, que ejecuta negligentemente las actuaciones que tiene que hacer, que hace actuaciones técnicas que no son correctas -y, en esto, le recuerdo el tema de las catas-, que hace actuaciones técnicas, como las excavaciones arqueológicas, que tampoco son eficientes y que a estas alturas nadie haya asumido una sola responsabilidad. Yo creo que eso, en ningún país serio, en ninguna comunidad autónoma seria, puede quedar sin castigo, por decirlo de alguna manera. Desde luego, esto sí que es claro que es el mayor fiasco cultural de la historia autonómica de Aragón -no hay que remontarse muchos años-. Le vuelvo a insistir: el mayor fiasco cultural.
Hablaba del presupuesto. Nos decía antes que el presupuesto se va a mantener, que va a ser el mismo que estaba previsto. Permítame que lo dude, permítame que lo dude por dos razones: la primera, porque ya llevamos cien millones que no estaban previstos en el presupuesto inicial, más de cien millones, y que se han visto obligados a ejecutar (por tanto, ya no puede ser exactamente igual que el previsto inicialmente); en segundo lugar, tampoco puede ser el previsto inicialmente porque, como usted conoce perfectamente, unas obras que sufren una paralización, aunque usted diga que el proyecto no se ha paralizado (evidentemente, yo creo que, para todos los que vivimos en Zaragoza y pasamos por ahí a diario, el proyecto está paralizado desde hace más de un año), para unas obras que llevan paralizadas más de un año, la degradación del edificio va a suponer un aumento del coste a la hora de actuar sobre él, eso es inevitable.
Coincidirá conmigo en ese mismo planteamiento. Por lo tanto, perdone que lo dude, pero el presupuesto, seguro -y, si no, lo veremos, supongo que en 2010, en 2015 o en 2020-, seguramente, el presupuesto no será el mismo que usted dice que se ha mantenido desde el principio.
También me gustaría saber -en este caso, aprovecho que usted está aquí- si el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Fomento, por medio del 1% cultural, van a seguir manteniendo las ayudas previstas en el Teatro Fleta. Yo reconozco -y espero que no sea así, también se lo digo- que, si yo fuese ministro de Fomento o ministro de Cultura, no daría ni un euro, porque no me merece la menor confianza el poder facilitar cantidades económicas a una obra que lleva cinco años con aportaciones del 1% cultural desde años anteriores y que han sido incapaces de ejecutar. Créame que es difícil para un ministerio el seguir apostando por una obra que se ve que, en vez de avanzar, va retrocediendo. Por eso, sí que me gustaría saber si usted está en disposición de decirnos si el Ministerio de Fomento o el Ministerio de Cultura, mediante el 1% cultural, van a seguir apostando por esta obra...
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Vaya concluyendo, señoría.
El señor diputado MORENO BUSTOS: Termino inmediatamente, señora presidenta.
Respecto de los usos, bueno, pues hoy nos encontramos un nuevo uso. Yo no sé si cada vez que usted comparezca ante esta comisión o ante el Pleno va a ser un nuevo uso. Hoy es el teatro de las artes escénicas; la última vez era el palacio de congresos flexible; la anterior era el gran teatro de la ópera de Aragón... Bueno, pues el próximo ya puede ser el circo de los hermanos Tonetti. Yo ya no sé lo que puede ser.
Nosotros hemos mantenido, como usted bien sabe, el mismo planteamiento desde el principio, y seguimos apostando por él porque creemos que tiene que ser el eje vertebrador de la cultura de cara a 2008, pero no sólo de cara a 2008, sino en el futuro, que es lo más importante. La gran fecha es 2008, pero no se nos tiene que borrar que 2008 pasará.
Por lo tanto, respecto de los usos, bueno, yo le pensaba decir que no entendía lo de palacio de congresos otra vez, puesto que parece ser que va a ir un palacio de congresos en el territorio Expo. Ahora, como nos habla del teatro de las artes escénicas, pues me deja un poco descolocado; yo eso no lo había oído, no lo había entendido en anteriores intervenciones, y yo me he remitido a sus palabras textuales, «palacio de congresos flexible», en sus anteriores comparecencias.
Voy terminando.
Simplemente, decirles que, de las fechas, ya no hablamos. Yo creo que ya sobra insistir, porque hasta ahora las han incumplido todas. Por lo tanto, hablar de 2008 o hablar de 2007 antes de que acabe la legislatura, hablar de otras fechas, yo creo que en estos momentos no procede, o sea, no toca, porque la improvisación permanente a la hora de hablar en este tema la verdad es que no nos deja ningún margen de maniobra para poder creerle nuevamente. Y ya le digo que nosotros, por nuestra parte, sí que le dimos ese margen de confianza.
Simplemente, termino pidiéndole celeridad en la obra, no puede ser de otra manera; le pido control, le pido control y transparencia en la gestión, además, como no puede ser de otra manera, como le he dicho antes, de la asunción de responsabilidades.
Nada más, y muchas gracias.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señor Moreno Bustos.
Tiene la palabra, señora Pérez.
La señora diputada PÉREZ ESTEBAN: Muchas gracias, señora presidenta.
Bienvenida, señora consejera. Agradecerle, ¡cómo no!, su disposición y la disponibilidad para acudir siempre a esta su comisión en esta cámara.
Pero me gustaría hacer una puntualización a los grupos de la oposición que han intervenido previamente sobre cuál es la situación que tenemos en este momento antes de entrar a debatir el tema que nos ocupa en esta iniciativa, en esta comisión.
Cierto es, señora consejera, que tenemos asuntos pendientes, pero cierto es también que igual que seguiremos teniéndolos siempre, porque, como ha dicho la señora Ibeas, tiene usted la responsabilidad de un departamento con mucha gestión, con muchos asuntos, y, con la misma rapidez con que vamos debatiendo las iniciativas, se van registrando, si no en el mismo número, incluso más, con lo cual nunca podremos estar en niveles parecidos a otro tipo de comisiones.
Pero, mire, le voy a hacer un repaso de lo que ha sido su participación a lo largo de esta legislatura en esta comisión y en esta cámara: ha respondido usted a un total de cuatrocientas treinta y nueve preguntas frente a un total de mil cien preguntas, lo que supone nada más y nada menos que un 40% del total de todas las preguntas que hay, en diez u once comisiones que tenemos en este parlamento; ha sido usted interpelada en diecinueve ocasiones -y, además, yo creo, como ha dicho la señora Ibeas, que está absolutamente tranquila y encantada de poder comparecer en esta comisión y en el Pleno de esta cámara-, ha sido interpelada en diecinueve ocasiones y han dimanado diecinueve mociones de un total de cuarenta del total de las iniciativas de esta cámara, y ha comparecido un total de dieciséis veces en esta comisión. Lleva usted el peso, prácticamente, de más del 40% de los asuntos que se tramitan en este parlamento.
Pero, fíjese, yo creo que, más que mermarle en su capacidad de gestión y de política, le sirve de estímulo, porque yo creo, y lo compartirán conmigo, que debe de tener a personas exclusivamente dedicadas a contestar y a atender todo lo que le pedimos desde esta cámara, y, además, debe ser así, porque es una de las funciones que tiene que tener el parlamento: la de control del Gobierno. Pero le sirve de estímulo, y yo creo que, en lugar de mermar o de bajar la guardia en muchos asuntos, se crecen ustedes y van mejorando, cosa que, por supuesto, le agradecemos todos e incluso se lo podrán agradecer, como lo están haciendo, los propios grupos de la oposición, aunque les cueste reconocerlo.
Yo creía necesario recordar estos datos, en primer lugar, porque, desde luego, está haciendo gestión, es decir, es un departamento absolutamente solicitado en esta cámara, y eso es porque nos tienen que contar muchas cosas, muchas, y en segundo lugar porque, claro, esa cantinela de que «no hay transparencia» y de que «huye del control parlamentario» yo creo que es absolutamente rebatible con estos datos, que son reales y comprobables, cualquiera que vaya, simplemente, al Registro de las Cortes. Pero los grupos de la oposición seguro que tienen una concepción distinta, una percepción distinta, igual que la tenemos en relación con las obras del Teatro Fleta, y ya me meto en lo que nos ocupa.
Han sido numerosas las iniciativas, ya paralelamente a esta petición de comparecencia de Chunta Aragonesista, que se han tramitado en esta cámara, también es verdad que, fundamentalmente, por parte del Grupo Chunta Aragonesista, ya que el Partido Popular, pues, bueno, recientemente ha habido un par de preguntas en las que se interesaban por cuál era la situación económica y cuál era la situación que se tenía con la empresa constructora. Pero Chunta Aragonesista tuvo dos interpelaciones, a las que acudió usted, para hablar en términos generales de las artes escénicas y del teatro, y que sí que descendió a la preocupación que le suscitaba al Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista la situación del Teatro Fleta.
Pues bien, compartiendo también esa preocupación, y yo creo que compartiéndola con ustedes, con el departamento, el Grupo Parlamentario Socialista tiene que reconocerle y agradecer su actitud, la actitud que ha mantenido usted ante este tema, por varios motivos que creemos que en política son fundamentales.
En primer lugar, señora consejera, por su prudencia. Ha tenido la cautela de no tirarse a la piscina, como vulgarmente decimos, de analizar cuáles son las posibilidades, cuáles son los problemas que se encontró cuando llegó a su mandato. En un trabajo callado de despacho, como usted ha dicho, de reflexionar cuáles podían ser las posibilidades y las oportunidades de esta gran infraestructura, ir desbloqueando situaciones sin lanzar campanas al vuelo y sin hacer grandes alardes de ello.
En segundo lugar, su actitud, ¡cómo no!, responsable y respetuosa, de acuerdo con los informes técnicos y jurídicos que le iban ofreciendo, y tomando, evidentemente, decisiones con rigor, como usted ha dicho, sin buscar fuera de su propia responsabilidad posibles causantes o posibles culpables de la situación que pudieran manchar la imagen de una futura infraestructura cultural que es relevante para nuestra comunidad.
Por tanto, su prudencia; en segundo lugar, su actitud responsable y respetuosa, y por último, su paciencia, su paciencia y el don de la oportunidad, porque, señora consejera, se ha mantenido usted siempre en la firme convicción de la necesidad de tener una infraestructura magnífica que estuviera a la altura de las circunstancias, a la altura que la ciudad de Zaragoza requiere en este sentido. Y ha sabido, ¡cómo no!, resistirse a posibles tentaciones, que seguramente hubiese tenido oportunidad de lanzar, que pudieran generar polémicas o que agitaran, como la señora Ibeas decía. Ha preferido mantenerse quieta, mantenerse tranquila, buscando soluciones y sin aportar polémica, que, en definitiva, no aporta nada positivo a la ciudad de Zaragoza y a la vida cultural de la misma.
En este momento, ha considerado oportuno, después de haber despejado dudas, después de ver la situación real con la que nos encontramos, después de haber aclarado, tanto técnica como jurídica y políticamente, cuál es la gestión del Teatro Fleta que más le interesa, la gestión óptima que rentabilice y que realmente sea buena para la ciudad de Zaragoza, para los aragoneses, es hoy cuando comparece en esta comisión.
Por tanto, quiero destacar, señora consejera, su actitud ante esta situación y también destacar que el Grupo Parlamentario Socialista comparte plenamente los criterios que usted ha marcado, que deben regir y que debe prestar el Teatro Fleta. Compartimos plenamente que debe servir como un elemento vertebrador de las artes escénicas de nuestra tierra; que constituya un complemento y un espacio que albergue aquellas creaciones que no pueden realizarse en otros teatros que tenemos existentes, pero que, junto al Teatro Fleta y junto a otras infraestructuras culturales que se están construyendo o que están ya presentes en otras ciudades de nuestra comunidad autónoma, permitan la posibilidad de planificar, de ofertar, de lanzar una oferta cultural digna y de calidad que se merece nuestra tierra; que constituya también el Teatro Fleta un elemento de modernidad que nos haga situarnos en un teatro de vanguardia, en el teatro propio del siglo XXI, en una combinación de nuevas tecnologías, de nuevos elementos que hagan de su puesta en escena una apuesta por la modernidad, y por último -y no por ello menos importante, desde luego-, un elemento, como usted ha dicho, de apoyo, de promoción de nuestros propios intérpretes, de nuestras propias creaciones, que sirva, de alguna manera, de plataforma que dé cabida a nuestras creaciones, las creaciones de los aragoneses y las aragonesas.
Y todo ello, atendiendo, como también ha dicho usted en su intervención, a criterios de territorialidad, como he dicho antes, que nos hagan plantearnos el Teatro Fleta junto con el resto de infraestructuras, que nos posibiliten lanzar una oferta conjunta que eleve el nivel cultural de nuestra comunidad autónoma, y atendiendo también a criterios de oportunidad.
Y sí que es cierto que en este momento estamos ante un horizonte próximo ya, porque tres años se pasan rápidamente, en una fecha mágica -como usted dijo en el pasado Pleno-, en 2008, que no sólo Zaragoza, sino todos los aragoneses afrontamos con ilusión. Y, ¡cómo no!, el Teatro Fleta se convertirá en un elemento fundamental que complemente la programación cultural que rodee a la exposición internacional de Zaragoza 2008.
Por todo ello, señora consejera, agradecerle de nuevo, reconocerle la actitud, para nosotros, seria y responsable, que ha mantenido ante este tema con el único objetivo de poder contar con el mejor Teatro Fleta que podamos, que las posibilidades nos podían dar. Seguro que los zaragozanos, que los aragoneses..., seguro que nuestro magnífico tenor Miguel Fleta se lo agradecería.
Y seguro -no tengo ninguna duda, señora Ibeas- que usted, no sólo como diputada, que tengo clarísimo que será una política de largo recorrido, sino como aragonesa, disfrutará del Fleta con los máximos niveles de calidad que están en sus manos.
Muchas gracias.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señora Pérez.
Tiene la palabra, para la respuesta, la señora consejera.
La señora consejera de Educación, Cultura y Deporte (ALMUNIA BADÍA): Muchas gracias, presidenta.
Y gracias, señorías, por sus palabras a todos.
Yo les pediría una cosa, y es que, si pueden, que yo entiendo que ustedes están muy ocupados, pero, si pueden, que se relean mi primera intervención, la primera intervención en esta comparecencia, porque yo creo que, sin lugar a dudas, sí que tiene unas modificaciones importantes con respecto a otras intervenciones y a otras comparecencias que he tenido en esta cámara.
En la primera de ellas, intenté explicarles cuáles eran los problemas y por qué se tomaban una serie de decisiones con el Fleta, en función de una serie de estudios técnicos que hacían que hubiera una serie de incertidumbres, tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista económico, que nos hacían imposible e inviable el que ese espacio, metido entre edificios, pudiera ser un gran teatro de la ópera, si queríamos que fuera un gran teatro de la ópera del siglo XXI, en el cual la caja escénica ocupa un papel importante y el patio de butacas es la mera anécdota; ahora bien, si queríamos un gran teatro de la época del siglo XIX, evidentemente, podía caber en mejores o en perores condiciones. Y yo creo que ahí hablamos y abordamos lo que fue esa primera intervención.
A partir de ahí, creo que la obligación que tiene todo Gobierno es decidir, es asumir responsabilidades, y creo que se asumen, y, sobre todo, afrontar las dificultades y buscar las mejores soluciones, sobre todo aquellas que no hipotequen el futuro de ningún equipamiento ni de ninguna instalación. Y eso es lo que creo que ha hecho este Gobierno de Aragón, el de los cuatro años anteriores y el que estamos empezando ahora o el que está casi a mitad de camino ahora, porque tan importante es la construcción del espacio como el uso posterior, pero también la gestión posterior.
Y creo, señorías, y, por lo menos, permítanme que también les haga una crítica, creo que los veo un tanto anclados no diría que al año pasado, yo diría al año anterior, cuando el proyecto de esta nueva Zaragoza que la Expo 2008 nos ofrece y nos abre era todavía algo muy incipiente y en pañales. Ahora, no es que tengamos una candidatura, es que tenemos la obligación de desarrollar una Expo en Zaragoza, y ésa es una oportunidad para modernizar, pero también para organizar estructural y urbanísticamente lo que es la ciudad.
Y en ese sentido, señorías, es en el que se ha estado trabajando con el Teatro Fleta, tanto en lo que es la gestión como en lo que son los usos, como es la posibilidad de concretar muchísimo más lo que hemos estado trabajando durante este tiempo.
En esa distribución temporal dentro del espacio de la ciudad de Zaragoza, de los distintos elementos que van de cara a la Expo, ustedes sabrán tan bien como yo que hay un palacio de congresos que no va en el recinto de la Expo, va fuera del recinto de la Expo previsto, y que tiene obligación el Gobierno de Aragón de desarrollar. Ésa era una idea que nosotros teníamos para desarrollar como idea principal dentro de lo que era el Teatro Fleta, idea que hemos explorado, idea que hemos madurado, idea que hemos contrastado e idea en la que hemos invitado a participar a muchísima gente. ¿Dificultades de que únicamente fuera palacio de congresos? Pues había muchas; ventajas, también las tenía; pero, sobre todo, de cara a esa fecha de 2008 era cuando más dificultades se nos presentaban para que este gran teatro fuera únicamente palacio de congresos. De ahí la versatilidad y de ahí los usos flexibles que se le han de dar al espacio y que pueda funcionar de una manera mucho más clara como espacio escénico, para las artes escénicas. Pero, al igual que el Auditorio de Zaragoza (y «auditorio» es de oír) sirve para hacer también congresos, evidentemente, el Teatro Fleta servirá también para ello, pero no como una única condición o como un único uso: sí habrá posibilidad de utilizarlo.
Y como yo les decía, creo que es importante que no perdamos de vista que, si se toma una decisión de que, bueno, las cosas con la UTE no terminan de funcionar, de que hay incertidumbres técnicas y hay incertidumbres económicas en la resolución de este proyecto, yo creo que, cuando menos, sí que deberíamos estar pensando en cómo abordamos esta nueva Zaragoza y cómo distribuimos esos espacios. Y yo entiendo que a ustedes eso no les preocupe, lo entiendo relativamente. Yo creo que sí, que es una obligación de todos, precisamente, el dar respuesta a ello, y, sobre todo, si tenemos tiempo a la hora de definir un espacio como el Fleta, yo creo que muchísimo mejor.
No comparto esas tesis depresivas de que aquí no ocurre nada, yo creo que es al contrario: en Aragón, afortunadamente, cada día ocurren más cosas. Y me alegro mucho del papel que el Gobierno de Aragón hace en materia de cultura, y es dejar que ocurran las cosas, no intervenir en las cosas, ayudar, apoyar, incentivar, pero no ser el que intervenga y el que decida sobre cómo y dónde se tienen que hacer las cosas, sino prever el que esto ocurra y que ocurra de la mejor manera posible.
Yo creo que en mi primera intervención he intentado y creo que les he podido despejar muchas dudas si ustedes releen, precisamente, por dónde queremos abordar la nueva fase del Teatro Fleta de Zaragoza.
Y, ustedes lo podrán comprobar, yo les he dicho «no quiero ir más allá de lo que hoy pueda ir» y les he pedido ese respeto porque, precisamente, en estos días se están ultimando yo diría que ciertas negociaciones que van a ser importantes para el desarrollo del Teatro Fleta, no sólo para lo que es su rehabilitación, sino también para lo que es su gestión posterior, porque yo creo que ésa es otra de las obligaciones que se tienen desde un Gobierno. Efectivamente, el poner ladrillos es sencillo, al final es una cuestión de dinero y de que las cosas se vayan produciendo con normalidad a la hora de la obra; lo complicado muchas veces es darle contenido y, sobre todo, significar una programación importante, que es la que tiene que albergar el Teatro Fleta.
Yo creo y les repito que, si releen mi primera intervención, se darán cuenta de cuáles son esos objetivos que nos hemos marcado, que siguen siendo el tener un espacio del siglo XXI para el siglo XXI, y verán o podrán intuir, más o menos, por dónde podemos ir.
Yo les sigo diciendo que resolver esto es dificultoso, y no les quepa la menor duda. El día 30 de noviembre resolvíamos los problemas que teníamos con la UTE y resolvíamos esa apuesta o esa rescisión de contrato de mutuo acuerdo. Y les puedo decir que, hasta el 30 de noviembre, las dificultades que hubo en torno a la obra fueron importantes y que, desde el punto de vista administrativo, hubo bastantes dificultades, las cuales, paulatinamente, hemos ido resolviendo.
Y ahora, señorías, estamos en el momento de poder despejar todas las dudas que existen sobre el Teatro Fleta, precisamente, para dejar el mejor teatro para esta ciudad y el mejor teatro para esta comunidad autónoma, y sobre todo un teatro en el que seamos capaces de no confundir proyecto de ejecución con proyecto artístico del espacio escénico, y con las cantidades económicas que para ello destinamos. Que, muchas veces, dentro de sus discursos, veo que no encajamos demasiado bien que es un proyecto como cuál o qué es lo que queremos hacer.
Porque lo que queremos es que este teatro esté en esa red intermedia de teatros de España y que entre en los circuitos no sólo españoles, sino también europeos, en estos momentos en que estamos decidiendo -y espero que así lo decidamos el día 20- que esta constitución europea defiende la diversidad cultural de todos los pueblos, no sólo de España, sino de Europa.
Muchas gracias.
La señora presidenta (GARCÍA MAINAR): Gracias, señora consejera, por sus explicaciones y sus aclaraciones, y sepa que tiene esta comisión a su disposición para cuantas veces quiera acudir.
Vamos a hacer un receso de dos minutos para despedir a la señora consejera.