Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
Proposiciones no de ley
Debate y votación de la proposición no de ley núm. 190/01, sobre aplicación de la tasa Tobin y medidas para reducir la pobreza.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 131 de Serie B (V Legislatura)
Intervinienen: Lacasa Vidal, Jesus - Yuste Cabello, Chesus - Costa Villamayor, Montserrat - Ortiz Alvarez, Maria Angeles - Falcon Blasco, Juan Antonio
Pasamos, pues, al punto número tres del orden del día: debate y votación de la proposición no de ley número 190/01, sobre la aplicación de tasa Tobin y medidas para reducir la pobreza, presentada por la Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida.
Para su presentación y defensa, tiene la palabra don Jesús Lacasa.
Proposición no de ley núm. 190/01, sobre aplicación de la tasa Tobin y medidas para reducir la pobreza.
El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, otro mundo es posible y Porto Alegre II en estas últimas fechas nos lo está recordando. Creo que para todos los que observamos con interés los efectos devastadores, por una parte, de esta globalización neoliberal, pero también los que vemos como desde muchas comunidades, desde muchos países, desde muchas organizaciones se están tendiendo lazos de solidaridad para hacer frente a esta hidra, por así decirlo, de mil cabezas, que es difícil de someter, es evidente, sin embargo, que hay esperanza porque hay propuestas, no solo hay contestación, sino que hay propuestas para hacer frente a esa globalización y traducirla en otra globalización, en la globalización de los derechos humanos, en la globalización de la solidaridad, en la globalización de la justicia, que es la única globalización que nosotros entendemos positiva.
Señorías – y lo he citado en el anterior debate, tienen una conexión evidente– , la falta, la carencia de acceso a medicamentos esenciales tiene mucho que ver con la distribución de la riqueza en el mundo. Los datos de los que partimos son bastante espectaculares: en 1960, el 20% más rico del mundo tenía treinta veces más que el 20% más pobre, y en 1990 era sesenta veces más, es decir, se había incrementado, se había duplicado esa décalage, y, en 1995, ochenta y dos veces más, seguía ensanchándose la brecha. La constatación es que entre países ricos y países pobres hay una brecha y esa brecha se incrementa. Es más, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, un programa básico a la hora de hablar del desarrollo en el mundo, actualmente las diez personas más opulentas tienen una riqueza equivalente a la producción de cincuenta países, y los cuatrocientos cuarenta y siete más pudientes suman una fortuna mayor que el ingreso anual de la mitad de la humanidad.
Son cifras que pueden parecer muy espectaculares pero creo que son una simple demostración de lo que está pasando por el mundo. Por ello, Porto Alegre y Porto Alegre II en particular no dejan de ser una expresión de ese descontento, una expresión de esa inquietud y, desde luego, de esa no resignación a aceptar que un único modelo es el que se debe imponer y a aceptar pasiva y resignadamente el destino que parece habérseles asignado. No es así, hay movimiento de contestación.
Y, dentro de este movimiento, una parte importante viene siendo protagonizada por algunas organizaciones, y quiero destacar a la organización ATTAC, la Asociación para la Tasación sobre las Transacciones Financieras y la Acción de los Ciudadanos, una organización que se pone en marcha a iniciativa de Ignacio Ramonet, un periodista de origen español pero que todos sabemos que es el director de Le Monde Diplomatique en Francia. A partir del año 1997, a través de unos escritos que publica en Le Monde Diplomatique habla en un artículo, en un editorial importante titulado «Desarmar los mercados», de la necesidad de organizar la implantación, entre otros instrumentos, de la tasa Tobin como objetivo para reducir la especulación de los mercados de cambio y reducir el espacio de maniobra de la especulación monetaria. Este es el objetivo fundamental que plantea Ignacio Ramonet y a partir de ahí, a lo largo del año 1998, se producen los contactos y en Francia se constituye ATTAC como una gran plataforma que agrupa a sindicatos, asociaciones, voluntarios en general, personas interesadas, intelectuales que van dando su apoyo y prestan su apoyo a esta iniciativa.
Ramonet hablaba de que diariamente más de mil quinientos billones de dólares realizan viaje de ida y vuelta y se especula sobre su variación en la cotización de las divisas. La inestabilidad de los cambios es una de las causas del alza de los intereses reales y, además, incrementa los déficit e incita a los fondos de pensiones a reclamar a las empresas dividendos cada vez más elevados. Son una burbuja financiera que amenaza con engullir a los ciudadanos que viven en los países, por supuesto en los países alejados del centro, en los países del subdesarrollo, pero también, por supuesto, a muchos ciudadanos de los países más avanzados, entre comillas, pero que ven como la brecha también se abre dentro de estos y se instauran a veces cuartos mundos dentro de este, entre comillas, primer mundo.
Pues bien, ATTAC plantea un instrumento, que es la incorporación de una propuesta de un Premio Nobel de Economía, de James Tobin, habla de una tasa sobre estos movimientos, estas transacciones especulativas y financieras. La tasa Tobin consistiría en un impuesto de un 0,1% – se da esa cifra como una cifra posible y real– sobre las transacciones cambiarias que realizan bancos, empresas y agentes privados en distintos países. Se ha estimado que este impuesto podría suponer unos ciento sesenta y seis mil millones de dólares anuales, esto es, diez veces más que la suma anual necesaria para erradicar la pobreza extrema de aquí a comienzo – se calculaba en el año 1998, estamos hablando de hace tres años– de siglo, por lo tanto en tres años, que planteaban quienes pusieron en marcha esta medida.
En estos momentos hay países que ya han dado una respuesta. Canadá en el año 1999 asumió ya este planteamiento y ya recientemente, y es más directo porque nos toca en el seno de la Unión Europea, Francia, que no es cualquier país dentro de la Unión Europea, sino que es un país, digamos, del eje fundamental, del eje fundador franco-alemán, planteó que estaba dispuesto a partir del año 2003 a aplicar la tasa Tobin, a aplicar este 0,1% sobre las transacciones y sobre los movimientos de capital, y, obviamente, la supeditaba a su incorporación en un plano común por parte de la Unión Europea. Por lo tanto, un primer país importante ha dado un paso pero es necesario que sumemos al resto de los miembros, al resto de los socios de la Unión Europea, para poder incorporar esta fórmula que ya se imaginó en el año 1971, que ha sido muy debatida, y en estos momentos estamos esperando su posible desarrollo y su posible incorporación.
Hemos visto con alegría que en España también este movimiento ha tenido un importante desarrollo, se han creado plataformas ATTAC en distintas comunidades autónomas, también en Aragón. Queremos saludar y celebrar la constitución de la reciente plataforma ATTAC en Aragón, con su portavoz Francisco Polo en los últimos tiempos, y creemos que esto debe de ser un germen, una idea que debe plasmarse en un corto plazo de tiempo.
Por eso, nuestra formación política, Izquierda Unida, plantea en estos momentos una proposición no de ley para que la adopte esta Comisión de Peticiones y Derechos Humanos con cuatro puntos básicos vinculados a la tasa Tobin y a otras reivindicaciones que ATTAC está planteando y que nos parecen también bien interesantes.
Un primer punto sería: «Promover en la Unión Europea – ya lo ha hecho Francia, ahora se trata de que demos el paso otros– y en los organismos internacionales – en otras esferas internacionales– la adopción de la denominada “tasa Tobin” sobre transacciones financieras internacionales, y destinar lo recaudado a la lucha contra la pobreza en el mundo». Un segundo punto: «Favorecer, en los organismos internacionales, la condonación de la deuda externa de los países empobrecidos, y que, en el ámbito de su competencia, se acuerde la inmediata condonación de la deuda externa de estos países para con el Estado español». Un tercer aspecto es: «Destinar progresivamente, durante la actual legislatura, el 0,7 por ciento del producto nacional bruto español a la cooperación y desarrollo internacional con los países empobrecidos». Y un cuarto punto: «Promover la celebración de una nueva reunión extraordinaria de las Naciones Unidas sobre la pobreza en el año 2003».
Nos parecen cuatro objetivos que se plantean al hilo de esta movilización de conciencias, de voluntades y también de acciones que ha realizado ATTAC a escala internacional y que también lo está planteando en nuestro país y en nuestra comunidad autónoma, y nos parece muy positivo que estas Cortes de Aragón, este parlamento, también tomara una posición activa y se pronunciara a favor de esta reivindicaciones y, por supuesto, presionara al Gobierno central para que España se sumara a esta corriente internacional que esperamos que pronto sea una corriente amplia y mayoritaria.
Muchas gracias.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, don Jesús Lacasa.
Por Chunta Aragonesista, tiene la palabra don Chesús Yuste.
El señor diputado YUSTE CABELLO: Muchas gracias.
Hace un año estuvimos a punto de sumarnos a esa corriente, el 20 de febrero de 2001 yo mismo tuve la oportunidad de defender en la Comisión de Economía y Presupuestos la proposición no de ley 172/00, presentada por Chunta Aragonesista, sobre la puesta en marcha de una tasa sobre los movimientos internacionales especulativos de capital, la denominada popularmente «tasa Tobin», aunque a este economista le moleste que se abuse de su nombre.
Pedíamos entonces que el Gobierno español creara una comisión de especialistas para estudiar la puesta en marcha de la tasa Tobin y de otros mecanismos democráticos de regulación y de control de los mercados y del sistema financiero, pedíamos también que el Gobierno español propusiera a sus socios de la Unión Europea el estudio de estas medidas y que el Gobierno español defendiera ante la comunidad internacional los resultados de ese estudio. Lamentablemente, la iniciativa fue rechazada porque los grupos mayoritarios que conforman el Gobierno de Aragón se abstuvieron, y a los defensores de la tasa Tobin (a Chunta Aragonesista y a Izquierda Unida) nos dejaron a los pies de los caballos del Grupo Popular.
Y la verdad es que es curioso, es curioso que la mayoría gubernamental se abstenga en una votación, no es algo habitual. ¿Ustedes se imaginan que el PP de Aznar se abstuviese en el Congreso porque un asunto no lo tuvieran claro? La verdad es que es absolutamente ridículo. Yo creo que un gobierno tiene siempre que tener una opinión sobre cualquier materia y tiene que mojarse a favor o en contra, votando lo mismo o votando distinto los socios de la coalición, pero, desde luego, un gobierno, una mayoría gubernamental tiene que mojarse.
Y hoy tengo la sensación, he venido con la esperanza de que hoy sí que se van a mojar, y no porque a lo largo de este año haya habido grandes novedades que les permitan justificar un cambio de opinión, sino fundamentalmente porque la proposición no de ley viene firmada por Izquierda Unida, o quizá otra posibilidad es que las portavoces de la mayoría gubernamental en la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos tienen más sensibilidad que los portavoces de estos mismos grupos en la Comisión de Economía y Presupuestos.
Hace un año – quiero recordarlo– , el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso votaba a favor de iniciativas similares a esta presentadas por la izquierda de la cámara, y la verdad es que entonces el Grupo Socialista para apoyar la tasa Tobin no necesitó ni el compromiso del Gobierno francés ni del propio presidente de la República Francesa, es decir, de todo el hemiciclo francés, que se ha producido posteriormente, un compromiso a favor de esta tasa, ni que después se pusiera este asunto en la agenda de la Unión Europea, ni que el Foro Social Mundial recién celebrado en Porto Alegre haya sido un éxito. El PSOE en aquel momento en Madrid votó a favor pero en Aragón no. Y yo, sinceramente, señor Lacasa, espero que esta iniciativa tenga más suerte que la de hace un año y, desde luego, me alegraré por ello.
Vivimos unos tiempos, que llamamos «de globalización», en los que la economía está gobernando la política y no al revés, quienes elegimos en las urnas no deciden libremente las políticas a desarrollar en cada país, son unos organismos internacionales de nula legitimidad democrática los que toman las decisiones que luego ejecutan todos los gobiernos del planeta, y no solo se trata de sacar adelante una determinada política económica, sino también de políticas sociales que sufren los ciudadanos. Y en esa selva, la economía financiera puramente especulativa vive a sus anchas, alejada de la economía productiva, buscando la rentabilidad a corto plazo, provocan crisis bursátiles, crisis industriales de sobreproducción, recortes en las políticas sociales y caídas de la productividad en sectores que son básicos. Y los gobiernos tienen las manos atadas para actuar porque carecen de los instrumentos que les permitan afrontar esas situaciones.
Por eso se ha abierto un debate social, y ahora ya también político, sobre la necesidad de establecer instrumentos de regulación y de control para que los poderes políticos democráticos puedan empezar a gobernar la economía. Y en ese debate, entre otras ideas, se ha recuperado la tasa sobre las transacciones internacionales especulativas, que es necesaria pero no suficiente. Desde luego, hay dificultades para su puesta en marcha, evidentemente los dueños del mundo rehuyen cualquier mecanismo de control democrático, pero tenemos la convicción de que tarde o temprano iniciativas como esta se van a abrir paso. La verdad es que hace años era impensable que la comunidad internacional pudiera procesar y condenar a un jefe de Estado culpable de genocidio y hoy estamos viendo como se están desarrollando esos acontecimientos hechos realidad. Por lo tanto, la historia avanza y no hay quien la detenga.
Esta proposición no de ley habla también de la condonación de la deuda externa. Yo quiero recordar que un texto similar de iniciativa de nuestro grupo fue aprobado en el Pleno del pasado 20 de diciembre, y es que nosotros pensamos que el control democrático de la economía mundial, la condonación de la deuda externa y la cooperación al desarrollo de los países empobrecidos, a la que también se refiere la proposición no de ley que debatimos hoy, forman un tridente imprescindible para que entre todos podamos hacer más habitable el mundo del siglo XXI. Y, por eso, Chunta Aragonesista respalda con entusiasmo esta iniciativa, vamos a votar a favor.
Señoras y señores del PSOE y el PAR, e incluso también del Grupo Popular, otro mundo es posible si queremos.
Muchas gracias.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, don Chesús Yuste.
Por el Grupo del Partido Aragonés, tiene la palabra doña Monserrat Costa.
La señora diputada COSTA VILLAMAYOR: Gracias, presidente. Señorías.
La propuesta que hoy nos hace Izquierda Unida para que se adopte en la Unión Europea y en los organismos internacionales la tasa Tobin ya fue planteada, como se ha dicho, por Tobin, Premio Nobel 1981, estableciendo una tasa sobre los movimientos especulativos en los mercados de divisas con el fin de recaudar fondos que servirían para paliar los problemas más graves de los países en desarrollo, el señor Lacasa lo ha explicado muy bien. Se trata de una propuesta antigua cuya viabilidad progresa día a día pero sin conseguirlo. Actualmente tiene a su favor la evolución de la tecnología, que nos facilita el conocimiento de estas transacciones, y porque nos planteamos ya, como debería ser siempre, ventajas sociales cuyo desarrollo ayuda no solamente a los países empobrecidos, sino al equilibrio y la paz de los países más desarrollados. Una tasa del uno por mil sobre estas transacciones generaría un capital que solucionaría en gran medida la problemática de los países más empobrecidos.
Señor Yuste, usted no debería hacer hoy una crítica, usted debería mostrar su alegría, lo importante es que se apruebe lo que usted ya presentó, lo presente el grupo que lo presente. Sobraba nuestra evolución, nuestro cambio de pensamiento, la sensibilidad de los portavoces… No es sensibilidad de los portavoces, es un estudio y un cambio de opinión por el que usted debería de alegrarle.
Desde los años sesenta la deuda externa no ha cesado de crecer ya que los intereses la han duplicado y han tenido que pedir más fondos al FMI (Fondo Monetario Internacional), que los ha concedido pero condicionándolos a duros programas económicos con repercusiones en sectores sociales básicos que se han quedado sin cobertura. Si los países africanos, señorías, más endeudados hubieran invertido los pagos de la deuda en programas de reducción de la pobreza se habrían podido salvar veintiún millones de niños para el año 2000.
La proposición nos solicita también la celebración de una reunión extraordinaria de las Naciones Unidas sobre la pobreza en el año 2003. Yo añadiría: y que sea efectiva y las conclusiones se apliquen, que no se queden a medias en el papel, como en la mayoría de estas reuniones.
Respecto a destinar progresivamente para llegar al 0,7% del producto nacional bruto a la cooperación, debo decirle que soy escéptica, y le doy un dato que va en dirección contraria, un dato que me proporcionó Intermón: en los últimos años, los presupuestos de ayuda oficial al desarrollo que prestan los países industrializados se han reducido; si en 1990 esta ayuda era del 0,33% del producto interior bruto, en 1997 es del 0,22%. No tengo datos más recientes pero me avergüenzo al dar estos. Por lo tanto, en vez de acercarnos al objetivo, lamentablemente nos estamos alejando de el. Por eso son necesarias proposiciones como las que hoy nos presenta Izquierda Unida, que el PAR va a votar afirmativamente en sus cuatro puntos.
Muchas gracias.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, doña Monserrat Costa.
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra doña María Ángeles Ortiz.
La señora diputada ORTIZ ÁLVAREZ: Gracias, señor presidente.
Es cierto que la configuración de un nuevo orden financiero internacional está presente hoy en día en los diversos debates de organizaciones internacionales como la ONU, incluso de organismos económicos y financieros como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, también en el debate que se realiza en los foros más poderosos del mundo, como el grupo G7, y en el que también participa la Unión Europea, y las conclusiones y lo que se está viendo día a día es que los problemas derivados de la globalización de la actividad económica sin duda suponen un riesgo y acentúan cada vez más las tremendas desigualdades ya existentes en la economía mundial entre los países más avanzados y los que luchan por salir de la miseria.
Cada día, más de dos billones de dólares se mueven en los mercados financieros afectando al tipo de cambio de las divisas y una buena parte de esos movimientos nada tienen que ver con el intercambio comercial o con el soporte de inversiones físicas, sino que constituyen, como bien ha dicho el señor Lacasa, movimientos especulativos relacionados con la evolución de las economías y los tipos de cambio. Y su volumen ha alcanzado tal magnitud que se calcula que más del 85% de estas transacciones tienen naturaleza puramente especulativa, como ya he dicho.
Un creciente consenso en la comunidad científica avalado por el pronunciamiento de múltiples y relevantes economistas entre los responsables políticos de las naciones y entre organizaciones sociales de diverso tipo coincide en atribuir algunos de los problemas de la inestabilidad financiera que caracterizan a este mundo globalizado a la existencia de inmensas cantidades de capital dispuestas a moverse de un confín a otro del mundo a la menor señal económica real o imaginaria; movimientos que se producen sin apenas coste y con reducido riesgo, exacerbando los desequilibrios allá donde existen o generándolos en ocasiones sin fundamento para ello.
Por lo tanto, estamos de acuerdo en la propuesta de aplicación de la tasa Tobin, con el fin de desalentar siempre la especulación en los mercados de divisas, reduciendo así el volumen de movimientos generados por esta exclusiva razón pero sin afectar, además, por ello a los determinantes reales de la rentabilidad de las inversiones o a la eficiencia de los mercados financieros internacionales. Una propuesta la de hoy cuya creciente aceptación en términos políticos ha llevado a su recomendación, a su debate o a su adopción, como ya se ha dicho por diversas personalidades, parlamentos, incluso gobiernos. Se calcula, además, que con una tasa impositiva del uno por mil podrían llegar a recaudarse entre veintisiete y cuarenta y cinco billones de pesetas, que, administrados por la comunidad internacional, permitirían realmente una importante contribución a la resolución de los problemas del hambre, del desarrollo, de la igualdad y de la justicia en el mundo.
Los debates iniciados en los parlamentos de los Estados Unidos, de países europeos, en el propio Parlamento Europeo y las múltiples iniciativas que sobre este asunto se están planteando hacen imprescindible un pronunciamiento sobre esta iniciativa.
El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados también presentó una proposición no de ley – si quiere el señor Yuste, luego se la pasaré– el pasado año en este sentido, además bastante completa, sobre la consideración de una implantación de la tasa Tobin armonizada y de ámbito mundial, así como también compartimos la idea de la condonación de la deuda externa, y que aprobamos hace unos meses en estas Cortes a propuesta del Grupo Chunta Aragonesista.
Si bien es cierto que ha habido algún debate sobre esta cuestión y nos abstuvimos, ya manifestamos en su momento que estábamos de acuerdo en el fondo pero no estábamos de acuerdo en la forma. Y la verdad, señor Yuste, tendrá que reconocer que la diferencia entre la proposición que ustedes presentaron y la que hoy presenta Izquierda Unida es realmente notable, incluso yo diría que la suya era bastante tibia ya que decía estudiar la posibilidad, o llevar el estudio, etcétera, etcétera, mientras que aquí ya se plantea promover la adopción de estas medidas.
Creemos, pues, que la proposición que presenta Izquierda Unida es una proposición que con unos puntos concretos propone soluciones que abordan el grave problema de la pobreza y de las desigualdades de este mundo en un contexto realista y, además, con una visión global, que creemos del todo acertada. Y, por lo tanto, vamos a votar a favor de esta proposición con pleno convencimiento y dentro de un planteamiento que comparte el Partido Socialista no solo en Aragón o en España, sino también a nivel internacional.
Nada más y muchas gracias.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, doña María Ángeles Ortiz.
Por el Grupo Popular, tiene la palabra don Juan Antonio Falcón.
El señor diputado FALCÓN BLASCO: Gracias, presidente.
El proponente ha comenzado diciendo que la tasa Tobin es uno de los mayores estandartes que luce el movimiento antiglobalización, etcétera, etcétera, y, sin embargo, pienso que los movimientos antiglobalización que están de moda ahora defienden justo lo contrario de lo que defendían los demócratas en los años cincuenta, sesenta y setenta. Pero, bueno, simplemente por matizar cuestiones que a veces se dicen alegremente y no se recuerda un poco la historia.
Sin embargo, sí que estamos de acuerdo con una frase que dijo Jacques Delors respecto a todas estas cuestiones, el comentó: «Rebelarse contra el actual desequilibrio internacional es sacrosanto pero rompiendo escaparates no se construye una alternativa. Es tiempo de propuestas». Con esto sí que estamos de acuerdo, señor Lacasa. Y, realmente, ha tenido el acierto de presentar una proposición no de ley más perfilada – permítame decirlo, señor Yuste– que la que presentó Chunta Aragonesista en su momento.
Es cierto que respecto a esta tasa los expertos o pseudoexpertos añaden ventajas y añaden desventajas. Las ventajas, por supuesto, son: combatir la especulación internacional y ayudar al desarrollo de los países menos avanzados; las desventajas, bueno, todos las hemos oído: que para su aplicabilidad haría falta la total aceptación de todos los países, que la cooperación de los fondos y bancos internacionales, que se crearían paraísos fiscales offshore, y quizás que se crearía un impuesto adicional extra a las exportaciones, lo cual repercutiría a su vez a largo plazo en contra otra vez de los países menos avanzados. En cualquier caso, estos fondos deberían beneficiar realmente a los sistemas democráticos, a los países con sistemas democráticos, si se creara esta tasa, y no perpetuar ciertos sistemas de injusticia con una ayuda incondicional a estos países menos avanzados.
Nosotros estamos de acuerdo con la filosofía de este primer punto de la proposición no de ley que ha presentado Izquierda Unida, nos parece, como acabo de comentar, más perfilada, más acabada quizás que la que presentó el señor Yuste en su momento porque [el señor diputado Yuste Cabello pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles]… – sí, señor Yuste– quizá Izquierda Unida ha visto, no sé si voluntaria o involuntariamente, que para adoptar este tipo de resoluciones hace falta la cooperación internacional, hace falta colocarlo en su ubicación internacional, puesto que este tema se tiene que resolver dentro de la Unión Europea por los tratados que nos afectan, entre otros la libre circulación de capitales, y de la OCDE, que son los dos organismos realmente competentes para tomar cualquier resolución a este respecto.
Le recuerdo, señor Yuste, que lo democrático en los organismos internacionales es que estén representados por países, por Estados democráticos, entonces sus decisiones son democráticas. Lo que no es democrático es un grupo que representa a una minoría minoritaria, muy minoritaria, rompiendo escaparates a pedradas, eso no es democrático, creo yo. Entonces, lo democrático es que las instancias que han sido elegidas por los poderes populares decidan sobre esta cuestión. En este caso, lo lógico sería quizás el Consejo de Ministros de la Unión Europea, aunque se dice el Parlamento Europeo, pero, bueno, también podría tener – ¿por qué no?– decisión el Parlamento Europeo, aunque sabemos que es una figura de momento bastante decorativa, y el ámbito de la OCDE.
Nosotros vamos haciendo un pequeño esfuerzo porque podríamos matizar el texto de la proposición no de ley. Vamos a apoyar este primer punto («Promover en la Unión Europea y en los organismos internacionales la adopción de la denominada “tasa Tobin”…»), pero sin ningún compromiso, por supuesto, porque mejor debería decir «promover el estudio en la Unión Europea», que estamos más de acuerdo con esta vertiente puesto que nosotros, España, aunque en estos momentos hemos pasado a ser el tercer donante real a nivel mundial de fondos a países en vías de desarrollo, por encima de Estados Unidos, aunque hemos condonado deuda a ciertos países con graves catástrofes que han surgido recientemente, sobre todo en Centroamérica, también somos conscientes de que España puede lo que puede y no podemos más allá de lo que no podemos. Sin embargo, nuestra filosofía, insisto, es el apoyo a los países en vías de desarrollo.
Por supuesto, vamos a apoyar el cuarto punto de su proposición no de ley. Y, aun estando a favor de la filosofía de los puntos segundo y tercero, no vamos a votarlos a favor porque, por coherencia y rigor, no podemos ponernos ciertos corsés debido a que el texto dice «inmediata condonación», por ejemplo, y nosotros estamos en el gobierno, tenemos que ser coherentes, igual que tampoco podemos decir «actual legislatura» en el siguiente punto. De todas formas, también me gustaría señalar que en estos temas se suele pensar con el corazón muchas veces y no con la experiencia de años y años de trabajo con los países en vías de desarrollo.
Me gustaría matizar diciendo que nosotros estamos a favor de que se pudiera condonar esa deuda externa pero también es cierto que se ha demostrado que la condonación simple, haciendo tábula rasa de la deuda externa, no ha resuelto ningún problema donde se ha llevado a cabo. Porque, vamos a ser también claros, muchas veces esa deuda externa ha sido producto de la mala utilización, de la mala gestión y la corrupción y, cuando se ha condonado, lo único que se ha hecho ha sido aumentar esas diferencias entre clases sociales que existen en esos países debido a que se ha profundizado y se ha dado más ánimo todavía a esa corrupción y a esa mala gestión dentro de esos países. Hace falta poner unos ciertos deberes a esos países porque entonces sí que salen beneficiados los pueblos, las masas empobrecidas de esos países.
No quiero extenderme y simplemente pediría la votación separada de estos puntos.
Gracias, presidente.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, don Juan Antonio Falcón.
Para hacer la votación separada debe haber unanimidad de los grupos. ¿Ningún grupo la impide?
Pasamos, pues, a la votación por puntos.
Punto número uno. ¿Votos a favor? Unanimidad.
Punto número dos. ¿Votos a favor? ¿Votos en contra? Por siete votos en contra y diez a favor, queda aprobado.
Punto número tres. ¿Votos a favor? ¿Votos en contra? Por diez votos a favor y siete en contra, queda aprobado.
Punto número cuatro. ¿Votos a favor? Unanimidad.
Muchas gracias.
¿Explicación de voto?
Tiene la palabra don Jesús Lacasa.
El señor diputado LACASA VIDAL: Brevísimamente, señor presidente, porque debo abandonar esta comisión para incorporarme a la Junta de Portavoces, lo lamento.
Pero sí quiero agradecer a todos los grupos, incluso al Partido Popular, porque creo que ha hecho un esfuerzo votando al menos dos de los puntos, debo reconocerlo y me parece que es justo hacerlo así.
En todo caso, una pequeña matización. Yo creo que quienes hemos podido tener algún conocimiento de ello a través de la prensa, a través de los contactos personales…: en Porto Alegre no se han roto escaparates, en Porto Alegre ha habido una eclosión de debate, de ideas, de propuestas y de alternativas. Y Porto Alegre significa precisamente esto, no es meramente decir «no» a la globalización, sino decir «no» a esta globalización y «sí» a un proyecto distinto y con planteamientos concretos y con planteamientos reales, y uno de ellos, entre otros, es este, no es el único elemento, evidentemente, de contenido de la cita de Porto Alegre pero sí era un elemento interesante a debate y en Porto Alegre ha estado bien presente.
Por lo tanto, la alternativa a la globalización ultraliberal no es la antiglobalización tout court, es otra globalización: la globalización de los derechos humanos, la globalización de los valores universales. En esa línea sí creemos que se está avanzando.
Muchas gracias.
El señor presidente (ARTIEDA GARCÍA): Muchas gracias, señor Lacasa.
Señor Yuste.
El señor diputado YUSTE CABELLO: Muchas gracias.
Yo, en primer lugar, quería expresar mi alegría por la aprobación de esta iniciativa. Yo quiero, en serio, felicitar a los portavoces, a los diputados de esta Comisión de Peticiones y Derechos Humanos por la sensibilidad que han demostrado.
Yo creo que no debe haber nunca protesta sin propuesta, yo creo que esta iniciativa, que hablaba de la tasa Tobin, y que hablaba también del 0,7% para cooperación al desarrollo, y que hablaba también de la condonación de la deuda externa, es una propuesta en positivo como las que realiza la mayoría del movimiento antiglobalizador, propuesta en positivo como las que se han expresado con claridad, con contundencia en el foro de Porto Alegre, y yo lo que siento es que incluso esas propuestas en positivo tampoco terminan de convencer al Grupo Popular, a pesar de que hoy ha hecho un esfuerzo para participar al menos de una parte del acuerdo que adoptábamos en esta comisión.
Quiero también hacer una reflexión, porque, claro, el portavoz del Partido Popular ha votado a favor del primer párrafo diciendo que le hubiera gustado más que hubiera dicho que se promoviera el estudio de la tasa Tobin en la Unión Europea. Pues, ¡hombre!, es que eso era precisamente lo que decía la iniciativa de Chunta Aragonesista del año pasado, exactamente lo que planteábamos era eso: que el Gobierno español estudiara esto, que invitara a los demás gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea a estudiar esto y que la Unión Europea tomara decisiones sobre esto y las trasladara a la comunidad internacional, porque, evidentemente, esta es una propuesta, la tasa Tobin, para su puesta en marcha a nivel internacional, no en un solo país, evidentemente. Y ese era precisamente el contenido que, por lo visto, no le gustaba y que luego parece ser que sí.
Me queda clara una cosa – concluyo con esto– : la diferencia entre la proposición no de ley que presentó hace una año Chunta Aragonesista y la que hemos aprobado hoy está precisamente en ese año de diferencia. Hace un año el debate en las instituciones españolas estaba planteado en los términos en que nosotros planteamos nuestra proposición no de ley y hoy, evidentemente, la iniciativa se puede plantear en otros términos, como la ha planteado Izquierda Unida. Y yo me alegro sinceramente de que haya sido aprobada, además por unanimidad en una parte importante.
No obstante, ya me queda claro: el problema de nuestra iniciativa es que fue a la Comisión de Economía y no a la Comisión de Peticiones, y, desde luego, para posteriores iniciativas que requieren de una mayor sensibilidad de sus señorías yo, desde luego, tomo nota, y, sensibilidad social e internacionalismo, hay que venir aquí, a la Comisión de Peticiones.
Muchas gracias.