Intervinienen: Lafuente Belmonte, Miguel Angel - Vicente Barra, Alfonso - Barrena Salces, Adolfo - Fuster Santaliestra, Bizén - Ferrer Górriz, Juan Miguel - Tomás Tomás, Angel Daniel
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Comparecencia del consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes —nuevamente el señor Vicente—, a solicitud de los veintitrés diputados del Grupo Parlamentario Popular, para informar sobre la situación actual y previsiones de futuro de la instalación de un aeropuerto/aeródromo/pista de aterrizaje en Caudé, actualmente en fase de construcción.
Para la defensa de dicha interpelación, y en nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Lafuente.
Comparecencia del consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes para informar sobre la situación actual y previsiones de futuro de la instalación de un aeropuerto/aeródromo/pista de aterrizaje en Caudé, actualmente en fase de construcción.
El señor diputado LAFUENTE BELMONTE: Muchas gracias, presidenta.
Señor consejero.
Lo primero que desearía es centrar un poco el debate, centrar el tema por el cual este grupo parlamentario ha solicitado su comparecencia.
Mire, nosotros pretendemos hablar de la situación actual y de la situación del futuro del aeródromo de Caudé. Las decisiones de por qué se construyó o por qué se está construyendo —mejor dicho— en este momento una pista de aterrizaje en las inmediaciones de Teruel capital, yo creo que es el pasado, y eso nos preocupa ahora mismo bien poco o relativamente poco. Vamos a ver dónde estamos y, fundamental, vamos a ver a dónde vamos con esa infraestructura.
No queremos plantearle —ya se lo digo de entrada; otros grupos parlamentarios no sé lo que harán—, nosotros no vamos a entrar a plantearle ni el «sí» o el «no» a esa infraestructura. Esa infraestructura está ahí, y, por lo tanto, algo habrá que hacer con ella. Ya le digo: no vamos a entrar en el debate del «sí» o «no». Ese debate esta pasado y a ningún sitio nos lleva.
Lo que sí que piensa el Partido Popular es que son treinta y siete millones de euros los gastados y que el Gobierno de Aragón va a tener que explicar en algún momento, señor consejero, en algún momento, ustedes van a tener que explicar para qué se han gastado treinta y siete millones de euros. En algún momento lo van a tener que explicar. Yo espero que sea hoy.
Nadie construye una plaza de toros si no es para hacer toros y nadie construye un polideportivo si no es para hacer deporte. Superado, pues, el «sí» o el «no», señor consejero, y, una vez que el proyecto original se fue al garete, que era el del desguace y mantenimiento de aeronaves, usted nos va a tener que explicar para qué continúa esa infraestructura adelante y qué pretenden hacer con los treinta y siete millones que está costando —y luego hablaremos— en su primera fase. En su primera fase.
Yo entiendo que, a usted, este problema le viene a posteriori. No es usted ni el que inició la obra como consejero ni es usted siquiera el que la pensó. Llevamos con este tema, señor consejero, años hablando. Llevamos siete, ocho años hablando, en un principio, de un proyecto de mantenimiento y desguace de aeronaves —ese fue el origen y eso fue lo que justificó una inversión de semejante calibre— para abastecer, fundamentalmente, como usted sabe, al parque tecnológico de reciclado de Zaragoza. Lo que se pretendía en un momento era una inversión..., puede ser discutible o no, pero era una inversión que lo que hacía era trocear aviones y traerlos a Zaragoza, al parque tecnológico del reciclado.
Señor consejero, no en este tema: este grupo parlamentario está bastante harto ya del amparo constante del Gobierno de Aragón en la discreción de las negociaciones. Todo es tan discreto que nunca podemos hablar, prácticamente, de ningún tema porque la discreción de las negociaciones no permite hacerlo. Dicho de otra manera: si hablamos del tema, es la oposición la que se carga el tema. Pues no, pues no, señor consejero.
Desde hace tres años, ustedes no han dado ni una explicación, ni una. Comparecencias, interpelaciones... Todo tipo de figuras parlamentarias, en las cuales ustedes aún no han dado ni una explicación. No dieron ni una explicación de la instalación de un desguace de aeronaves y mantenimiento, no dijeron por qué iba a las inmediaciones de Teruel, pero tampoco han dicho en este momento por qué continúan con la infraestructura y para qué la quieren.
En un principio envuelven ustedes el desguace y el mantenimiento en una idea marco de modernidad. Eso es moderno, y así se lo hacen saber a los ciudadanos de Teruel, a los ciudadanos de Aragón. Y, además, con esa idea de modernidad se acopla el que no descartan ustedes ni el tráfico de mercancías ni el tráfico de pasajeros.
Lo colateral, en prensa, ustedes lo vuelven fundamental, y el proyecto lo amparan en eso para no hablar de lo que en un origen era realmente el proyecto.
Se llegó a hablar, señoría, incluso de puente aéreo. Esto quizá sea lo más gordo que se ha hablado del tema, pero se llegó a hablar incluso hace dos años —no hace tanto— de un puente aéreo de Teruel con no se sabe dónde. Y ahora, amparados en esa discreción de las negociaciones, siguen ustedes dando la callada por respuesta.
A mediados del año 2007, el Ministerio de Fomento (el ministerio de la señora Álvarez, entonces ministra de Fomento) desconocía completamente siquiera el proyecto que se estaba realizando en el aeropuerto de Caudé. La DGA no se había puesto, por lo visto, ni en contacto con el ministro de Fomento para comentarles que había una idea de un aeropuerto y que estaban llevando a cabo esa idea. Son declaraciones en prensa; evidentemente, no las dice este diputado.
Eso continúa hasta hoy en día. Ni el Ministerio de Fomento ni Aviación Civil tienen absolutamente nada que ver con el proyecto del aeródromo de Caudé. Absolutamente nada que ver. Lo que ustedes lleven en mente hacer con esa pista de aterrizaje, el Ministerio de Fomento y Aviación Civil no tienen nada que ver. Ni respaldan ni no respaldan el proyecto: simplemente, no saben nada o no quieren saber nada del proyecto. En el diseño que ustedes están haciendo de la aeronáutica en la provincia de Teruel están ustedes completamente solos. No les respalda nadie a nivel nacional que piense que esa infraestructura puede tener un contenido de aquí a unos meses, de aquí a unos años. El Ministerio de Fomento y Aviación Civil, ni están en el proyecto ni se les espera.
Se habló en el año 2008 del despegue de Teruel. Un eufemismo aprovechando la pista de aterrizaje; como que esa infraestructura iba a significar el despegue de Teruel. ¡Qué anacronismo, señor Vicente! A fecha de hoy, 2010, a fecha de hoy, ustedes, por no tener, no tienen ni siquiera el objetivo claro de lo que pretenden hacer con la instalación. Pero le recuerdo que después vino el plan director y que ese plan director sigue vigente, que no se hecho otro. Usted me dirá luego si se ha hecho otro, pero ese plan director de esa infraestructura —que, por cierto, costó una millonada— sigue vigente, no se ha hecho ninguna modificación. Pues ese plan director, como usted bien sabe, descarta pasajeros y descarta mercancías, y no justifica ninguna infraestructura de treinta y siete millones de euros en una primera fase si no es para lo que en principio el plan decía que era una cuestión ad hoc, hecha para una determinada empresa para realizar una serie de funciones empresariales. El resto, el plan director, vigente todavía, lo descarta.
Claro, una vez que se les cae la empresa, se quedan ustedes con la carreta, pero sin los bueyes. Y, lejos de enmendarse a sí mismos o replantear siquiera la infraestructura, siquiera replantearla, tiran para adelante y tiran con una infraestructura que a fecha de hoy no tienen ni idea en qué utilizar.
Ni el señor Velasco, ni siquiera el señor Velasco, consejero de la Presidencia hoy en día, antecesor suyo en el cargo, creía en el tráfico ni de pasajeros ni de mercancías. Ni siquiera él. Mire, en el año 2007 ya decía —titular—: «Velasco reitera que Caudé se utilizará como aparcamiento de aviones. El resto no lo justifica». Ni ustedes creen en el proyecto más allá del aparcamiento de aviones. Su propio Gobierno no cree en ese proyecto. ¿Para qué lo quieren, señor consejero? ¿Qué están haciendo allí y para qué lo quieren?
Error tras error, durante cuatro o cinco años, en una tramitación que realmente hoy se antoja, simplemente, y después de concursos declarados desiertos y no haber sacado siquiera pliegos nuevos, se antoja bastante errática.
¿Por qué no renuncian a la construcción? Cuando ustedes no renuncian a la construcción del aeropuerto —el aeródromo, porque llamar a eso aeropuerto es un poco grandilocuente—, cuando no renuncian, algo tendrían en la cabeza. El replanteamiento de la infraestructura lo hacen ustedes en veinticuatro horas. Se quedan sin empresa, y a las veinticuatro horas salen en prensa diciendo que no nos lo planteamos, que seguimos para adelante y ya veremos después lo que hacemos con la infraestructura. ¿Por qué siguen? ¿Tienen algo? ¿Es algún plan oculto, estratégico, que la oposición no merezca conocer? ¿Es algo que realmente sea tan secreto —la NASA, la CIA...— que no podamos conocerlo la oposición, por si acaso ponemos en peligro la seguridad nacional? Yo creo que no, pero ustedes, tampoco.
A mediados del año 2008, y de eso hace cuatro días, sin empresa, empiezan ustedes a ir por todo el mundo —y saludo al señor Casas, que creo que lo he visto por ahí— a buscarle finalidad. Ustedes van por todo el mundo a buscar finalidad. Y han designado para el cometido al señor Casas, que va por el globo terráqueo buscando finalidad para el aeropuerto. Están haciendo eso. Oiga, viaja por Alemania, viaja por los Estados Unidos, va por Europa buscando a ver qué es lo que tienen que hacer ustedes con el aeropuerto. Yo, más que buscar empresas, lo que me da la sensación es que lo que ustedes buscan es ideas, saber a qué pueden dedicar el famoso aeródromo.
¡Hombre!, si el señor Casas con eso saca algo, pues fenomenal. Pero, bueno, hasta una empresa de incendios han gestionado ustedes. Una infraestructura de 2,7 kilómetros, se llegó a decir que la pretendían tener para dedicarla al despegue y aterrizaje de naves, de aeronaves de incendios. Eso es como pegarle a las moscas con cañones, y usted lo sabe bien.
El aeropuerto de Huesca-Pirineos, usted sabe que solo se justifica con una cosa, y esa cosa se llama la nieve, el Pirineo. Si no, el aeropuerto difícilmente tiene ninguna viabilidad hoy. Lo justifica una orientación, que nosotros no discutimos. Esa es la orientación del aeropuerto de Huesca-Pirineos.
El señor director general, el día 3 del 12 de 2008 —hace cuatro días, cuatro días— decía —literal—: «Esta infraestructura no será ninguna carga económica». Eso son palabras de su director general: esta infraestructura no va a ser ninguna carga económica. Pero esta es la pregunta —yo creo— del millón: están haciendo la obra, y simplemente hay qué ver cuánto les va a costar a los aragoneses la construcción y el mantenimiento de una pista de aterrizaje de 2,7 kilómetros. Ya no la finalidad. Es la segunda pregunta que le hago a usted. Después de encontrar una finalidad, si es que la llegan a encontrar algún día, ¿cuánto les va a costar de dinero público a los aragoneses el mantenimiento y la gestión de esa infraestructura? Con la anterior empresa, con la que ustedes tenían designada para gestionarla, sabíamos —porque había un pliego encima de la mesa que se quedó desierto— que el canon iba a ser un determinado número de euros y que, en quince años, la inversión que todos los aragoneses habíamos puesto, a través de los impuestos, la íbamos a recuperar porque una empresa iba a recuperar, con una gestión y un beneficio que legítimo es que lo tenga, la inversión que iba a producirse. Eso lo teníamos claro y, además, eso fue uno de los puntales de la venta del producto en ese momento, hace tres años.
Pero y ahora, ¿qué es lo que nos queda? ¿Cómo se va a justificar semejante dineral? Porque de lo que no me cabe ninguna duda —se lo digo ya, señor Vicente; además se lo digo diciéndoselo a la cara—, no me cabe ninguna duda de que un avión aterrizará. ¡Uno! Yo le digo que el primero aterrizará. De eso no me cabe ninguna duda. ¡Ninguna! Además, le digo más: será un día con vino español —seguro— en la infraestructura, será un día con grandes palabras de situar a Teruel en el mapa —seguro, señor Vicente, que alguien dirá que va a situar esa infraestructura en el mapa—. Será un día con vino español, será un día en el que van a reubicar ustedes otra vez a Teruel en el mapa; alguien dirá que, por fin, Teruel está en el mapa a través de esa infraestructura; y será un día de abrazos por ese primer aterrizaje. De eso no me cabe ninguna duda: de que ustedes, un avión, lo harán bajar.
Puede que sea el aterrizaje más caro de la historia, puede que sea el aterrizaje que más dinero le cueste a una Administración de toda la historia, pero que ustedes bajan un avión, con toda seguridad. Y aún le voy a hacer otro pronóstico: bajarán un avión, habrá vino español, dirán que van a situar a Teruel en el mapa, ¡y será en campaña electoral! Y, si no, faltarán quince días. ¿Se juega usted algo, señor consejero, que lo harán bajar...? ¡También! ¡Autoridades nacionales seguro que aparecen también! Serán cercanas unas elecciones, pondrán un vino español, y grandes abrazos y palabras.
Hasta ahora... Y con esto acabo mi primera intervención; iré a la segunda, que le diré más cosas. Y le dejo, simplemente, para que vaya pensando en lo que voy a hacer en la segunda intervención. Hasta ahora, el señor Casas ha ido por el globo terráqueo —y lo digo literal—, por el globo terráqueo buscando empresas. Anuncian ustedes ahora que la gestión va a llevarla la comunidad autónoma. Ustedes se van a meter a gestionar un aeropuerto.
Muchas gracias, y seguiré en la segunda intervención. Gracias.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor diputado.
Señor consejero, su turno de intervención. Tiene la palabra.
El señor consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (VICENTE BARRA): Gracias, señora presidenta.
Señorías.
Señor Lafuente.
Tengo que decirle que ha estado ocurrente, que ha estado ocurrente, o sea, que por lo menos... Pero lo que me resulta a mí chocante es que tenga que venir aquí un aragonés de Zaragoza a explicarle a un turolense de pro, de los que defienden Teruel, la necesidad de que Teruel cuente con una infraestructura como la que estamos planteando. ¡Una infraestructura que tiene Huesca, que tiene Zaragoza y que usted se la niega a Teruel! Eso me resulta complicado, y no sé cómo lo voy a hacer. Me resulta difícil.
Pero esta es una infraestructura que usted la tiene que ver incardinada en una serie de actuaciones que el Gobierno de Aragón viene realizando en Teruel: Dinópolis, Motorland, Platea... También recuerdo que usted dijo que Platea era un campo de cebada, y ahí está el campo de cebada, con empresas que se están implantando en Teruel.
Tiene usted difícil explicar su postura. Otra cosa es que me pida explicaciones de qué vamos a hacer, cómo se está desarrollando, cómo la estamos haciendo... Pero que me venga usted aquí a que yo le convenza de la necesidad de que Teruel también cuente con una infraestructura aeropuertaria, yo creo que la tendrá que explicar usted, pero seguramente en Teruel, porque aquí yo no lo entiendo.
En ese sentido le pido por favor que tenga una visión un poco más de conjunto, de desarrollo de Teruel. Las infraestructuras en Teruel no son como las infraestructuras en Zaragoza: necesitan que las administraciones vayamos por delante de los ciudadanos y que estén preparadas para la ubicación y el desarrollo de Teruel; que se pueda, que es nuestro objetivo fundamental, crear empleo y desarrollar Teruel.
En todo caso, como ha pedido mi comparecencia para informar sobre la situación actual y previsiones, no tengo ningún inconveniente en informar sobre lo que estamos haciendo —vamos, todo lo contrario, al revés: estoy encantado—.
Estamos hablando de una infraestructura que fue declarada de interés autonómico por el Gobierno de Aragón en marzo de 2006 y que ha necesitado salvar una serie de complejos trámites administrativos hasta llegar a la avanzada situación en que se encuentra.
Ha sido necesario trabajar en paralelo tanto en la aprobación del plan director, que está aprobado, que es un instrumento de naturaleza estrictamente aeroportuaria y que define las grandes directrices de ordenación y desarrollo de la instalación, como en el proyecto supramunicipal, que es un instrumento urbanístico cuya tramitación se sustentó sobre la consideración de una infraestructura pública de transporte.
Para la ejecución del aeródromo, tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Teruel decidieron constituir un consorcio, que es el encargado de llevar a buen término las actuaciones necesarias para su puesta en funcionamiento, así como la promoción y gestión del conjunto de esta infraestructura aeroportuaria y de las actividades para las cuales se ha concebido, con un objetivo fundamental y final, que es crear empleo en un sector nuevo en Teruel y de amplias posibilidades.
Con respecto a la situación actual, una de las cuestiones sobre las que expresamente se me solicita la comparecencia, el 20 de noviembre de 2008, el consejo rector del consorcio adjudicó por un importe de 38,6 millones de euros (catorce millones menos sobre el precio de licitación) las obras de construcción de la instalación, entre las que figuran: la pista de despegue y aterrizaje, de dos mil ochocientos veinticinco metros de longitud y cuarenta y cinco metros de anchura, unas características ideales para las operaciones del tipo de aeronaves más grandes del mercado; la plataforma de mantenimiento de aeronaves, cuya función principal es el tratamiento de las aeronaves a su llegada, su puesta a punto y su preparación para el vuelo tras un período de estacionamiento de larga estancia; una campa, de características únicas por su tamaño y calidad del suelo, que no hace necesario su hormigonado y que servirá de estacionamiento de larga estancia de aeronaves —con ciento veinticinco hectáreas es la mayor de Europa y puede albergar desde ciento cincuenta hasta cuatrocientos aviones, según el tamaño del avión—; tiene también un edificio de servicios generales y sala de control, que será el centro de gestión administrativa y técnica del aeropuerto; tiene un edificio del servicio de extinción de incendios y una zona industrial de trescientos treinta mil metros, con parcelas que permiten el uso ferroviario —otra novedad que hace a la instalación singular, puesto que permitirá transportar grandes piezas de manera segura—.
Con respecto a las actividades a desarrollar, como les he dicho anteriormente, el plan director, que un instrumento de naturaleza aeroportuaria, estudia varios aspectos, pero sobre todo las superficies necesarias para la ejecución de las actividades de tráfico y transportes aéreos, los espacios de reserva que garanticen las posibilidades de desarrollo y expansión y el desarrollo de otras actividades complementarias. Sin ser en sí mismo un instrumento para establecer análisis de viabilidad económica, explora los mercados en las diferentes actividades económicas a las que se puede destinar la instalación inicialmente. En la actividad aérea hay mercados bien diferenciados, que pueden resumirse en tres grandes campos de actividad: el de transporte de pasajeros, el de transporte de carga y el mercado de servicios a aeronaves y otras actividades.
Al igual que, en las dos primeras actividades, las características de la zona donde se ubica desaconsejan desarrollar esas actividades como objeto fundamental, es en el campo de los servicios a aeronaves en el que desde un primer momento se quiere centrar la actividad principal a desarrollar, si bien —insisto— esto no quiere decir que se excluyan otro tipo de actividades, como la enorme posibilidad que presentan las instalaciones para prestar otro tipo de servicios, como los médicos, policiales, contra incendios, de fotografía aérea, escuela de pilotos, vuelos de negocios... (es decir, aviación general).
Deteniéndonos en lo que significan los servicios a las aeronaves, el propio plan director concluye que el estacionamiento de aeronaves es una actividad en auge, variable según las coyunturas del sector. Se estima que el porcentaje de la flota mundial estacionada se encuentra en el intervalo del seis al diez por ciento. El número de aeronaves que puede captar Teruel estará en función no solo de sus adecuadas características —que las tiene, y sin duda a precios competitivos—, sino de la capacidad empresarial de las empresas que se dediquen a esta actividad. En cuanto al tiempo medio de estacionamiento, el 90% de las aeronaves vuelven al servicio en un período inferior a dos años.
Otra actividad para la que se concibe el aeródromo es el desmantelamiento o reciclado de aeronaves. Esta actividad va a tener un impulso importante por la necesidad de cumplir parámetros de eficiencia que obligarán a renovar las flotas, así como, siguiendo lo ocurrido en otros sectores, un endurecimiento de la legislación ambiental en cuanto al destino final de las aeronaves fuera de uso. Al igual que en el caso anterior, el número de aeronaves a desmantelar estará en función de la capacidad empresarial de las empresas que se dediquen a esta actividad.
Finalmente, en cuanto a actividades principales, la instalación de compañías especializadas en mantenimiento de aeronaves es una de las líneas de actividad más importantes por lo que conlleva de mano de obra especializada y por la necesidad existente de mantener la seguridad de las aeronaves. Varias empresas están contactando en estos momentos para conseguir crear estos servicios. A título de ejemplo le diré que una revisión en profundidad de una aeronave tipo 747 conlleva unas veinte mil horas de trabajo.
Además de lo anterior, pensamos que existen otras cuestiones de importancia que conviene considerar: la existencia de proyectos de investigación y desarrollo en el campo aeronáutico que necesitan de las cualidades del aeródromo de Teruel (es el caso de experimentación, certificación de prototipos y procedimientos operativos) o la propia de las enseñanzas formativas en mecánica, en aviónica y en controladores. No les niego que una de nuestras aspiraciones es formar mano de obra, dado que hoy es una de nuestras debilidades en el entorno.
Igualmente no vamos a descartar ningún proyecto relacionado con la construcción de piezas para la aviación, y para ello estrecharemos las relaciones con los constructores más importantes del mundo.
Con respecto a las previsiones de futuro en relación al modelo de gestión, es necesario tener en cuenta que el aeropuerto-aeródromo de Teruel es una infraestructura que no pertenece a la red de AENA y cuya gestión podría realizarla directamente el consorcio, de la misma manera que, por ejemplo, se gestiona la plataforma logística e industrial de Teruel o bien cualquier otra entidad —eso sí: previo concurso público nuevamente—.
El hecho de que el anterior concurso quedase desierto hizo que el consorcio se replanteara el proyecto, analizando la situación de lo invertido en trabajo y recursos, varios años de tramitaciones y más de un millón de euros en los documentos. Esto, junto al hecho de que Teruel pudiera disponer de una infraestructura que le permitiera nuevas oportunidades, hizo que el proyecto no se detuviese. Es por ello que el consorcio decidió continuar con este proyecto, con esta infraestructura, con suficiente capacidad básica, pero ligera en inversión, que, además de adaptarse a las posibilidades que el sector de la aviación puede dar, unido a los usos industriales y de servicios (como la de protección civil y ambiental), se puede adaptar en el futuro a otras prestaciones más comerciales si el mercado lo demanda.
En este momento, el consorcio está valorando varias opciones de gestión: por un lado, la directa, a través de una sociedad pública; por otro lado, la participada, con un socio privado, y también la concesión global de gestión del recinto aeroportuario. Lo que no hay que perder nunca de vista es que estamos hablando de una infraestructura necesaria para contribuir efectivamente a la vertebración territorial y que supone un soporte importante para el desarrollo de las actividades económicas. Esta instalación aeroportuaria hay que verla integrada en un conjunto de infraestructuras que juntas multiplican su efecto —le estoy hablando del conjunto Caudé-Platea y sus conexiones ferroviarias con el Cantábrico-Mediterráneo, tanto a los puertos del Mediterráneo como a la plataforma logística de Zaragoza, así como la autovía Mudéjar—. Se está desarrollando en torno a la ciudad de Teruel un conjunto logístico-industrial que permite la intermodalidad, tan necesaria hoy en día y cuya contribución al PIB es indiscutible. Todos los proyectos, todos, necesitan un tiempo de maduración, así como un tiempo de consolidación; pero lo que es innegable es que Caudé es una instalación real, de interés general y cuya construcción en estos momentos está contribuyendo —en estos momentos ya— a paliar la situación del sector de la construcción.
En conclusión, señorías: en el entorno de la ciudad de Teruel se está articulando un espacio logístico e industrial (Platea y el aeropuerto-aeródromo de Teruel) que completa seis millones de metros cuadrados. Si el Gobierno de Aragón, si los socios con los que participan las entidades que gestionan estos proyectos, sean públicas o privadas, si el Ayuntamiento de Teruel o el propio ministerio no hubiesen invertido con antelación, en estos momentos la situación sería bien distinta. La existencia de esta infraestructura nos permite ir desarrollando contactos comerciales que de forma discreta e intensa se están efectuando para culminar lo que siempre ha sido un objetivo del Gobierno y que no ha cambiado: la creación de empleo y nuevas oportunidades para el desarrollo de la provincia de Teruel.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Muchas gracias, señor consejero.
Señor Lafuente, en su turno de réplica, puede tomar la palabra.
El señor diputado LAFUENTE BELMONTE: Muchas gracias, presidenta.
Pero entonces, señor consejero, aquí, ¿de qué se trata: de, por ser de Teruel, de Zaragoza o de Huesca, decir la más gorda? ¿De eso se trata? Le voy a presentar una proposición no de ley en las Cortes de Aragón que va a decir que construya el Gobierno de Aragón una pista de despegue de... ¡cohetes espaciales! ¿La más gorda es la que tenemos que decir para sentirnos identificados con el territorio? ¿Eso es lo que pretende, que cómo un turolense no defiende la pista? Yo le he entrado diciendo..., la primera ha sido: yo no le pongo ni el sí ni el no. ¡Si la infraestructura está ahí! Lo que le vengo a decir es la gestión. Señor consejero, ¡lo están haciendo ustedes muy mal! ¡Si yo no le pongo a discusión la pista! ¡Pues ahí está, perfecta! ¡No molesta, está ahí, perfecta! ¡2,7 kilómetros de pista! ¡Perfecta! ¡No le digo que no a la infraestructura! Señor consejero y para siguientes intervinientes: no discute el Partido Popular la infraestructura. Lo que le dice es que la están gestionando fatal. ¡Ya está! ¿Está claro? ¡Perfecto!
Dicho eso... Por cierto, yo entiendo que lo del campo de cebada lo llevan ustedes bastante mal, pero le vuelvo a reiterar que, cuando ustedes estaban poniendo fotos virtuales de Platea, ¡fotos virtuales de Platea!, que le estaban diciendo a todos los turolenses que aquello era poco más o menos el polígono industrial del área del cinturón de Madrid, allí no había más que cebada. ¿Se lo vuelvo a recalcar? Cebada. Y, por cierto, en cinco años han sido ustedes capaces de crear cero empleos, ninguno nuevo. No le digo que ahora no hayan conseguido una empresa, por lo cual le doy mi enhorabuena, ¡sincera enhorabuena! ¡Lo han conseguido, perfecto! Oiga, que hay muchos metros allí de polígono industrial sin utilizar. Perfecto. Pero, hasta el momento, cero empleos: eso han creado.
Me dice usted que van a emplear el aeropuerto en todo lo que en un motor de búsqueda como Google, si ponen «aeródromo», pondrá todas las finalidades del aeródromo... No descartan ninguna. Claro que no descartan ninguna. Oiga, pero, concreto, ¿qué tienen ustedes! Porque la pista en 2010 está acabada. ¡Si yo no le pregunto para qué sirve! Con buscar «opciones aeródromo-aeropuerto» en Google, se encuentran mil —que supongo que con el relato que lleva usted en su intervención es lo que han hecho—. ¡Mil, mil! Pero, concreto, ¿qué tienen ustedes? Porque lo que tenían concreto era una empresa, que tenía un destino final, el aeropuerto, que era el desguace y mantenimiento de aeronaves. Ahora no tienen nada —o, por lo menos, no nos lo dicen—. Las finalidades del aeropuerto ya las sabemos. ¡Todos conocemos las finalidades! Pero ustedes, ¿tienen algo concreto? ¿Están gestionando esa infraestructura para que realmente sirva para el despegue económico de la provincia? Eso es lo que ponemos en duda.
Le digo yo más, que no lo ha nombrado: pista de aceleración de prototipos. ¡También, señor consejero! ¡Si aquí lo que usted ha dicho es un discurso generalista de todo lo que puede suceder! Pero ¿tienen algo que sepan que vaya a suceder? ¿En 2010 va a pasar algo, alguien se va a hacer cargo de la infraestructura?
Hasta hace unos días le decía que iban implorando a empresas que se quedaran con la infraestructura, y ahora aparece en fecha..., bueno, en verano de 2010 van a tener ya el aeropuerto en la primera fase concluido. Primera fase acabada.
La segunda fase, ¿qué será, señor consejero? Porque creo que no tiene torre de comunicaciones —usted me corregirá, pero el proyecto no contempla la torre de comunicaciones—. No hace falta la torre de comunicaciones. Entonces, no hay problema. No hace falta, me dice el consejero que no hace falta torre de comunicaciones para el aeropuerto-aeródromo. Le recuerdo que en Torremocha, a unos quince kilómetros, tienen otro aeródromo. No sé si lo sabe usted, pero tienen otro aeródromo sin torre de comunicaciones, porque es un aeródromo para el despegue y bajada de avionetas de pequeño tamaño. Pero, bueno, si entonces la segunda fase no es la torre de comunicaciones, entonces ya no sé qué será la segunda fase.
Necesitaban urgentemente fichar a un gestor, y lo han dicho por activa y por pasiva. Necesitaban, de acuerdo al modelo de explotación que ustedes tenían en mente, una empresa como socio tecnológico —usted lo ha dicho por activa y por pasiva—. Necesitaban un socio tecnológico para llevar o para ver la viabilidad técnica —técnica, que no económica, técnica— del proyecto. Necesitaban también..., o han dicho ustedes que va a ser un proyecto, en el modelo de explotación que llevan en la cabeza, va a ser pionero en España. Usted lo ha dicho tres o cuatro veces, y el señor Casas ya ni me acuerdo de las veces que lo ha dicho: pionero en España. ¿Le recuerdo la última cosa pionera que han hecho ustedes en la ciudad de Teruel, en la provincia de Teruel, pionera en España? La plaza del Torico, señor consejero, que con seis millones de euros puestos para luz lleva la tercera reforma ya, pagada por el erario público. Eso se lo dice uno de Teruel, que también le gusta la plaza del Torico. Pero lo que no entiende es que se hayan gastado seis millones en «farolicas» —y se lo digo así porque les dicen «farolicas»— que nadie entiende que puedan costar mil millones de las antiguas pesetas. Ese es el anterior proyecto que han hecho ustedes de innovación. Y con la idea esa de la modernidad nos vuelven a vender lo que puede hacer cualquier pista de aterrizaje. Ustedes en este momento —me reafirmo—, yo pensaba que no, pero no tienen absolutamente nada. ¡Nada!
Anuncian también ciento veinte nuevos puestos de trabajo —¡ciento veinte nuevos puestos de trabajo!— y anuncian que, posiblemente, la gestión sea directa por parte del Gobierno de Aragón. Entonces es cuando ya nos echamos a temblar. ¿Una empresa pública más, eso está diciendo? ¿Una nueva empresa pública dedicada al tráfico de aeronaves en la provincia de Teruel? Y, además, embarcan al Ayuntamiento de Teruel —usted sabrá, señor Ferrer— en la gestión de un aeropuerto con una nueva empresa pública. Y ya sabemos que tienen cuarenta y tantas y que escapan completamente al control parlamentario. ¡Cuarenta y tantas empresas públicas, y quieren, pretenden crear una más, embarcando a un ayuntamiento —le recuerdo— de treinta y cinco mil habitantes para gestionar un aeropuerto! Pero ¡si eso no pasa en ningún sitio! ¡Señor Vicente, eso no lo hace nadie! ¡Nadie! Es más: la gestión de los servicios que no son propios de la Administración, como usted bien sabe, en muchas administraciones se llevan a otro sitio, no se crean empresas públicas como está diciendo usted. Se gestionan por empresa externas, que eso es lo que precisamente no encuentran. O sea, buscaron una; se les fue. Buscan otra; no la encuentran. ¿Remedio? Tenemos una pista de aterrizaje; tendrá que gestionarla alguien. Ustedes.
Pues miren...
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Señor Lafuente, concluya, por favor.
El señor diputado LAFUENTE BELMONTE: Sí, acabo, señora presidenta.
Nosotros no le ponemos en tela de juicio la infraestructura, no —si lo vuelve a decir, será usted—. Nosotros no la ponemos en tela de juicio. Ponemos en tela de juicio la gestión. Pero sí que le voy a decir —y con esto acabo—... ¿Ponemos en duda la gestión? No la ponemos en duda: lo están haciendo ustedes muy mal. Pero sí que son ustedes tremendos gestores en ideas. ¿Saben lo último que han hecho ustedes como gran aportación a la aeronáutica en la provincia de Teruel? Ponerle título: ya se llama Plata, se llama Plata. Eso sí: ustedes lo venden todo muy bien. Se llama Plata (Plataforma Aeronáutica de Teruel). A eso ya le han puesto nombre, ya lo han titulado para que todo el mundo vea que las ideas las tienen.
Mire, señor consejero, hablando en plata, hablando en plata: lo están haciendo ustedes muy mal, rematadamente mal, y ya veremos al final para qué quieren ustedes esa pista, que este partido nunca ha puesto en tela de juicio.
Muchas gracias, señora presidenta.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor diputado.
Señor consejero, en su turno de dúplica, puede contestar.
El señor consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (VICENTE BARRA): Gracias, señora presidenta.
Señor Lafuente, yo no dudo de que estén de acuerdo con el aeródromo, pero lo disimulan muy bien, porque la verdad es que, con todo lo que dice, después salir diciendo que está de acuerdo con el aeródromo... Pues yo ya no lo entiendo. Pero, en fin, ya me parece bien que usted reconduzca su opinión y que esté de acuerdo con el aeropuerto-aeródromo de Teruel, pero cambie también los objetivos.
Y, luego, con lo de las ocurrencias, pues, fíjese, lo de los prototipos no se me había ocurrido. Lo voy a apuntar, porque eso sí que es fineza ya, finura en las... Los prototipos. Y yo pensaba que iba a hablar de los vuelos no tripulados, pero lo de los prototipos no se me había ocurrido.
Pues claro que tenemos que echarle trabajo y dedicación al desarrollo de este aeropuerto. En primer lugar, nosotros lo planteamos como le he dicho: como una infraestructura más, una infraestructura imprescindible para el desarrollo de Teruel. Y usted ha justificado el de Huesca... Claro, lo ha justificado porque como lo hizo su partido... Lo ha justificado con lo de la nieve. Bueno. Y, además, le parece bien. ¡Y también en Teruel hay nieve, y también hay otras oportunidades de desarrollo! ¿Por qué le vamos a limitar a la provincia de Teruel un posible desarrollo en una infraestructura que ustedes se empeñan también en decir que es muy cara y que es un derroche? Pues, mire usted, en las infraestructuras, los precios son los que hay, pero en este aeropuerto en concreto, con lo que vamos a invertir en Teruel, de AVE hubiésemos podido desarrollar tres kilómetros. Tres kilómetros de AVE, a quince millones de euros cada kilómetro. De autovía, a seis millones de euros por kilómetro... Seis por siete: siete kilómetros de autovía. En tren no electrificado, exactamente veintidós kilómetros de tren (a dos millones por kilómetro de desarrollo). Y de una carretera convencional, aproximadamente a millón de euros por kilómetro. ¿No está bien invertida esa cantidad en Teruel en una infraestructura que puede tener y va a tener un desarrollo de futuro?
Yo creo que sí, yo creo que ahí tendrá usted que pensar que es una infraestructura que tiene que ir por delante de las actividades. Aquí claro que no hay empresas en Teruel que nos vengan empujando para hacer el aeropuerto —¡ya eso faltaría!—. Somos nosotros los que tenemos que hacer la infraestructura, y después vendrán las empresas. Eso de que las empresas vengan a pedirnos una infraestructura en Teruel es más complicado de lo normal.
Por lo tanto, yo le he intentado explicar las líneas de negocio. Las líneas de negocio actuales, teniendo en cuenta las características socioeconómicas en estos momentos de la provincia de Teruel, van más encaminadas al mantenimiento de aeronaves y todo lo que está relacionado con ese servicio. Pero de ninguna manera se descarta la posibilidad de utilizarlo en carga —es fácil utilizarlo en carga, sobre todo para vuelos dentro del territorio nacional; no harían falta grandes cambios de seguridad— y para viajeros. Para viajeros supondría incrementar las medidas de seguridad, sobre todo en el tema de bomberos y de temas de seguridad en general del aeropuerto. Pero no serían grandes las infraestructuras necesarias para poder desarrollar otras actividades que no son las de las aeronaves.
Por lo tanto, nuestro objetivo es, como le decía, dotar a Teruel de esta infraestructura, que tiene futuro, que va a tener empresas. Usted dice que verá aterrizar un avión —y despegar, porque lo que es obligatorio es aterrizar, pero primero tiene que despegar—. Despegará. Y habrá aviones en Teruel. Y habrá sobre todo, sobre todo lo que habrá serán empresas que desarrollarán actividades industriales alrededor de un sector que está en estos momentos en auge y que crea muchísimos puestos de trabajo.
Y, si lo conseguimos, usted tendrá que reconocernos, igual que está reconociendo ahora en Platea, que vamos avanzando. Y avanzamos al ritmo que podemos, porque, evidentemente, cuesta mucho llevar empresas a Teruel, cuesta mucho llevar actividad a Teruel. Pero ese es nuestro objetivo, y a ese no vamos a renunciar.
Gracias, señora presidenta.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor consejero.
Turno del resto de los intervinientes, del resto de los grupos parlamentarios.
En primer lugar, señor Barrena, portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra.
El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señora presidenta.
Señor consejero.
Supongo que esto le sirve de precalentamiento para mañana. Por lo tanto, yo creo que le tiene que agradecer al Partido Popular que le da opción para conocer un poco por dónde vamos a ir y demás.
Yo le voy a dar muy pocas sorpresas. Primero: sabe usted que nosotros estamos en contra del aeropuerto de Caudé. Es decir, que no tengo ningún problema en explicarles a los ciudadanos y ciudadanas de Teruel y al resto de Aragón que no estamos a favor del proyecto del aeródromo de Caudé. Lo hemos explicitado desde el principio y hemos dado una serie de argumentos de por qué, que usted, hasta ahora, no nos ha dado ninguna cuestión de que cambiemos de posición. ¡Claro! Usted, al final, lo que viene a decir es: «Pero ¡hombre!, ¿cómo pueden estar ustedes en contra de que Teruel tenga un aeropuerto?». Bueno, pues, en función del planteamiento que nosotros creemos que hay que hacer de la gestión de lo público, nos gustaría que nos demostraran por qué Teruel tiene que tener un aeropuerto. Porque luego, a partir de ahí, ¿por qué no tiene que tener también...? Bueno, puerto de mar, difícil, pero cualquier otra cosa... Fíjese, hasta base de cohetes, que decía el señor Lafuente. Bueno, pues nada, la próxima, una base de cohetes aeroespaciales para Teruel. Pero, claro, luego tendrán que llevar otra a Huesca para que no sea menos. Zaragoza..., bueno, ya con la base de la OTAN ya quedaríamos.
¡Hombre!, nosotros creemos que con esto hay que hacer las cosas bien. Claro, con la nueva forma que tienen en Aragón de medir lo que se gasta por kilómetro de autovías... El otro día, el señor Biel decía: «Motorland, diez kilómetros de...», no sé cuánto. Pero al final no nos dicen realmente cuánto cuestan las cosas. ¡No nos dicen cuanto cuestan las cosas! Nos dicen que son muy buenas. Bueno. Y ¿en qué se apoyan? Nos dicen que estas cosas sirven para garantizar el futuro y el desarrollo de la comunidad autónoma; en este caso concreto del que estamos hablando, de Teruel.
Ha aludido usted a otro aeropuerto, el de Huesca. Dice: «¡Claro!, es que, como lo hicieron ustedes, les parece bien». Y ¿a ustedes les parece mal? ¿Entonces? ¿Qué diferencia hay entre uno y otro? Porque, a ver, el de Huesca se monta en función de un determinado sector: el de la nieve. Absolutamente... A ver, ¿qué palabra emplear? ¿Temporal? Muy poquito temporal: lo que dura la estación de la nieve, y además no todos los días. Y ¿a cambio de qué y cuanto cuesta? ¿A cambio de qué y cuánto cuesta? ¿Cuánto cuesta el mantenimiento diario del aeropuerto de Huesca? El diario. Pues fíjese, dos millones para crear... ¿Cuántos puestos de trabajo estables?
¡No! Ya. Pero si es... Señores del Gobierno, pero ¡si es un poco el debate que continuamente está intentando tener Izquierda Unida con ustedes! Ustedes tienen dinero para hacer determinados proyectos, los que a ustedes les interesan. Legítimo, claro —para eso gobiernan—, pero, ¡hombre!, luego digan las cosas como son. En este caso concreto, pero ¿cómo puede usted venir a decirnos que claro que habiendo un aeropuerto en Teruel luego vendrán las empresas? ¿Cuáles? ¡Si hasta ahora las empresas les han dicho que no van allí ni atadas! [Murmullos.] ¡Ni atadas! La que había, la de López Soriano, que es el detonante de que se embarquen en esta cuestión, aunque ya les llevan ustedes a comprar..., primero a comprar el suelo, después a presentar un plan director, proyectos, ramal ferroviario... Que el señor Lafuente decía treinta y cinco millones. ¡No, no! ¡Van más! Van cerca de cincuenta millones de euros. Y no cuento los diecisiete que cuesta el ramal ferroviario a Cella, porque me parece bien, porque empalma Platea con... Y me parece bien utilizar el ferrocarril, como ustedes saben. No cuento los diecisiete millones, no, pero en todo lo demás ya vamos por cincuenta. ¡Sí, señor Velasco, que ya vamos por cincuenta! ¡Que tengo todos los datos! ¡Que saben que esto lo hemos perseguido insistentemente! Vamos por cincuenta, entre proyectos, redacciones de proyectos, licitaciones, declaraciones de impacto... ¡Todo! Unos cincuenta millones van ya.
Y claro, ¿para qué? ¿Para qué? Para que al final nos digan que, una vez que eso esté, ya vendrán y, si no, que lo va a gestionar el Gobierno de Aragón. Entonces, a nosotros no nos parece razonable esa forma de utilizar los recursos públicos. No nos parece razonable. Y mucho menos en la situación que estamos viviendo, en la que tenemos problemas para financiar la universidad, por ponerle un ejemplo. Y dentro de la universidad... Fíjese: con la mitad de lo que se gastan en uno de esos kilómetros, hubieran atendido el campus de Teruel, que también es un mandato y un compromiso. Imagínese.
Por lo visto, que ha llegado usted a decir incluso que tenían problemas de mano de obra, de cualificación de mano de obra. Sí, claro, es cuestión de prioridades. Ustedes han decidido pista de aterrizaje. Vale. ¡Bueno, pero asúmanlo! No pidan que nos parezca bien, y encima nos acusen de no querer para Teruel lo mejor. Queremos lo mejor, pero lo mejor es lo posible. ¡Lo mejor es lo posible! Porque con eso sí que al final se resuelven problemas; con eso sí que al final, hay actividad económica, y con eso al final sí que hay empleo. Con cuentos de la lechera, el problema es cuando luego se rompe el cántaro, y encima lo hemos pagado entre todos y todas. Y, claro, cuando es un cántaro de barro, vale una cosa. Cuando el cántaro es de platino, cuando es producto de...
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Señor Barrena, concluya, por favor.
El señor diputado BARRENA SALCES: ... —ya acabo, señora presidenta— de ideas grandilocuentes y poco realistas, y, además, cambiadas sobre la marcha porque la idea original ha fallado, entonces es el verdadero problema que tenemos. Por lo tanto, yo le recomendaría que se lo pensaran muy mucho antes de seguir metiendo dinero ahí, en ese proyecto, que todavía no saben para qué va a servir.
Gracias.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor Barrena.
Turno del Grupo Parlamentario de Chunta Aragonesista. Nuevamente, el señor Fuster tiene la palabra para fijar la posición de su grupo.
El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Gracias, señora presidenta.
Señorías.
Señores consejeros.
Aeródromo/aeropuerto/pista de aterrizaje: esta es la terminología que se utiliza en esta iniciativa parlamentaria. Y es que quiero recordar cómo comenzó, como proyecto y como idea, la pasada legislatura —aprovechando, señor Vicente, que tiene usted al lado al señor Velasco, al lado—, cómo empezó, siendo llamado por un socio de gobierno «aeropuerto» y por el otro socio de gobierno siendo llamado «aeródromo». Significativo, significativo de por qué esta infraestructura, a diferencia de otras, es objeto de polémica, es objeto de comparecencias, es objeto de iniciativas. Y ya hemos tenido muchos debates al respecto.
Y la comparaba usted con otros proyectos, otros proyectos que se están desarrollando en Teruel. Pero, mire, yo... Plantearon ustedes Dinópolis. Bueno, por mejor decir lo planteó Chunta Aragonesista inicialmente al señor Lanzuela, a través del grupo municipal de Teruel, como un proyecto de gran museo paleontológico con carácter también lúdico, divulgativo, etcétera. Y finalmente de ahí salió Dinópolis. Pero todos teníamos claro, en cualquier caso, cuando se desarrolló el proyecto, para qué era, o sea, a qué público se dirigía, qué se buscaba, y había una presunción no de inocencia, sino una presunción de rentabilidad o de utilidad, de garantías de funcionamiento, que podía funcionar mejor o peor, pero tenía sentido y el proyecto estaba claro desde el principio.
Habla usted de Ciudad del Motor. Ya veremos qué es lo que sale, pero hay ahí una presunción de funcionamiento y se habla claramente de qué es lo que se pretende instalar allí: un parque tecnológico relacionado con el motor, con empresas relacionadas con el mundo del automóvil, con entrenamientos de equipos, etcétera. Hay una previsión y una infraestructura que desde el principio se ha llamado así, Motorland o Ciudad del Motor, etcétera.
Y hablamos de Platea, y, con el respaldo —creo recordar— de todos los grupos parlamentarios, todos entendimos que se trataba de una plataforma logística, de generar un suelo industrial en una zona con muchos problemas de autoubicación de empresas, que, si no se les impulsaba y facilitaba el suelo, no iban a prosperar. Hasta ahí creo que estamos de acuerdo.
Estamos de acuerdo hasta ahí, porque eso de que todos estábamos de acuerdo con el aeropuerto de Huesca... No lo diga usted, señor Vicente. Usted no lo diga. No, quien no lo estaba era su actual secretario de Estado de Infraestructuras, señor Víctor Morlán, que se despiporró —vamos a decirlo así— de esta infraestructura y del señor senador Aínsa cuando la planteaba, y cada año, en los presupuestos generales del Estado, etcétera, estando entonces ustedes en la oposición en el Gobierno central y gobernando el Partido Popular. Y la pusimos en duda y hasta se ridiculizó por todos los grupos de esta cámara menos al que correspondía el senador que la proponía. Así de claro. ¡Así son las cosas! Por lo tanto, no me diga usted que ustedes también la defendían, porque no. Y, si no defendían un aeropuerto para una ciudad de cincuenta mil habitantes con determinados objetivos que pueden generar demandas (Pirineos, etcétera, etcétera), menos la defendían, evidentemente, para una ciudad de treinta y cinco mil sin esos objetivos tan claros o más difusos. Evidentemente.
Pero ese debate ya está superado. El debate de la infraestructura yo creo que está superado. Se está construyendo, y yo creo que no tiene sentido que estemos debatiendo aquí más —yo respeto las opiniones de todos los grupos—.
Fíjese, estoy por pensar que han conseguido ustedes algo difícil, que es: el Partido Popular tiene una posición —no sé si ha quedado muy clara; desde luego, a usted no le ha quedado muy clara, por lo que dice el señor Lafuente—; los socios de gobierno tenían posiciones diferentes —no sé si ahora ya están de acuerdo, pero han venido manteniendo posiciones diferentes sobre esta infraestructura—; el señor Barrena ya ha explicado que tiene otra, y la nuestra, que ya no sé exactamente si está a caballo de unos, de otros, entre medio de cuáles, porque ya, sinceramente, no está. Nosotros hemos dicho que apoyábamos —lo dijimos aquí—, que apoyábamos la creación de la infraestructura, pero también es cierto —y esto es lo que quiero terminar de decirle ahora— que la apoyamos con un planteamiento que aquí se nos hizo y se nos explicó. Cuando el señor Velasco —creo recordar— compareció, y el señor Casas, y explicaron —creo que era él ya— el plan director, etcétera, quiero recordar que se planteó con un objetivo concreto: la rentabilidad de la infraestructura estaba pensada en Industrias López Soriano y en el negocio del mantenimiento y reciclaje de las aeronaves. Eso es así.
¿Quiere esto decir que, porque esa empresa ya no esté o se retirara en un momento —quizá debiera haberlo hecho antes o hubiera tenido que clarificar más la posición—, quiere esto decir que, porque no lo haga esa empresa, esa actividad ya no se puede hacer? No. ¿Quiere eso decir que sea fácil encontrar otra empresa que esté dispuesta a hacerlo? Tampoco. Evidentemente, no es fácil. Nosotros somos conscientes de que no es fácil, como somos conscientes de tantas cosas. Poner en marcha cualquier tipo de actividad resulta difícil en todo tiempo y lugar, y en algunos lugares, como es el caso de Teruel, evidentemente más que en otros, más difícil que en otros.
¿Quiere eso decir que haya que abandonar? No sé si quizá no tendríamos que haber hecho la reflexión más de, buscando el consenso, buscando el acuerdo, cuando se rompe la operación, se rompe la idea inicial, el proyecto inicial, no sé si no hubiéramos tenido que parar, bajar el balón a tierra y habernos replanteado el proyecto: hay que hacerlo, no hay que hacerlo; con qué parámetros; etcétera. Bien. El Gobierno tomó la decisión. Quiero pensar que se sintió seguro, que estaba convencido de que podía salir adelante el proyecto, y ahora estamos donde estamos.
Pero no es bueno ni ayuda al proyecto la confusión, el que unos miembros del Gobierno le llamen de una manera... Porque aquí ya lo hemos hablado, y usted tampoco lo ha contado, pero acuérdese de que esto iba a ser el puente aéreo, el puente aéreo Madrid-Teruel, Teruel-Barcelona, la escala del puente aéreo iba a ser esta. Y eso eran viajeros, era transporte de viajeros. Y el plan director dice que el transporte de viajeros no es la actividad preeminente ni la más indicada, ni con la que se vaya a alcanzar la rentabilidad.
Todo eso se ha dicho. Por tanto, yo creo que sería bueno que ustedes como Gobierno —con el señor Biel, que no está, pero en su día con el señor Velasco y ahora con usted—, como Gobierno clarificaran más la situación, fueran modestos, dentro de lo que cabe, en las pretensiones, y yo espero que no les falte el apoyo de la cámara cuando haya que conseguir realmente resultados.
¿Que vamos retrasados? Evidentemente. ¿Que todavía no sabemos qué fórmula de gestión va a haber? Es obvio que no se ha encontrado una empresa tecnológica —de momento al menos— que pueda hacerse cargo de la gestión. ¿Que la infraestructura es separada y es distinta? Sí, pero entienda usted, señor consejero, que, en tiempos de crisis, en tiempos de tanta escasez para los presupuestos, que a la gente le digamos que estamos haciendo una infraestructura costosa, porque siempre todo es relativo —según con qué la comparamos—... Si la compara usted con kilómetros de AVE, parece pequeña; si la comparamos con personal al que contratar para abrir determinadas aulas en la universidad, será muy grande, ¿verdad? Todo es relativo. Pero en todo caso es una infraestructura costosa, importante, para nuestros presupuestos importante. Por tanto, es bueno no generar más dudas, que no nos enteremos de determinadas novedades importantes con alegres titulares. «¡Que si no viene nadie la gestionaremos nosotros!» Bien, queda bien, como bravuconada no queda mal, pero quizá sea bueno explicar si se va a agotar o no se va agotar esa vía para conseguir que haya un socio tecnológico, si se va a priorizar o no priorizar la gestión por parte de empresas especializadas. Eso es bueno decirlo y no solo ir a salto de mata o respondiendo a determinadas actuaciones.
En tiempos de crisis se exige...
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Señor Fuster, concluya, por favor.
El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Termino ya, señora presidenta.
En tiempos de crisis se exige todavía más claridad, todavía más certeza en las informaciones, y en consecuencia... Y termino fijando nuestra posición. Nosotros dijimos desde el principio que nos parecía una infraestructura relacionada con Platea que podía resultar, que podía generar puestos de trabajo, que podía generar actividad industrial. Seguimos pensando que puede ser así —ya sé que este no es el mejor momento—, que puede ser así, y, por tanto, nosotros apoyamos la infraestructura. Ahora bien, exigimos, como es normal, exigir claridad, exigir planteamientos correctos, ajustados a los tiempos en los que estamos, y, sobre todo, que se pongan de acuerdo ustedes, que no transmitan una sensación de confusión, de ideas o de ocurrencias del momento o de titulares buscados alegremente. Creo que en estos momentos se exige esa seriedad que el proyecto requiere. Y, por lo demás, suerte, que hará mucha falta.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Muchas gracias, señor diputado.
Turno del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés. En su nombre, el señor Ferrer puede tomar la palabra.
El señor diputado FERRER GÓRRIZ: Muchas gracias, señora presidenta.
Señorías.
Señor consejero, yo quiero quitarle esa sensación que ha podido tener de las tres intervenciones antes y decirle que gracias, gracias porque lo difícil era lo que ha hecho.
Cuando empezó esta infraestructura, y todos coincidimos —el señor Lafuente dice que no quiere hablar de historia, pero lo disimula mucho; también coincido con usted—, los objetivos estaban claros y la empresa estaba clara. El empresario vino. Todo el mundo era consciente de lo que se iba a hacer en Teruel: un aeropuerto, un aeródromo —me da igual— que sirviera para desguazar aviones, es decir, desmontar aviones —no para trocear aviones—, para desmontar aviones y buscar el valor añadido que eso daba.
Naturalmente se hicieron unas condiciones, se hizo un pliego. Todo el mundo estaba conforme. Salió ese pliego, se hace el plan director del aeropuerto, se empieza la licitación... Se dan todos los pasos oportunos para que esa infraestructura, apoyada por una empresa que estaba dispuesta a ir, se lleve adelante.
Una vez que pasa eso, resulta que la empresa, por lo que sea —no voy a empezar a discutir aquí ahora qué razones tuvo, pero por lo que sea—, resulta que no le interesa en ese momento venir a Teruel. Y, claro, ¿qué pasa, qué ocurre? Pues que nos quedamos con una infraestructura en la que se ha gastado ya mucho dinero, con una palabra dada de alguien que decía que iba a venir, pero —vamos a decirlo así— compuestos porque no tenemos ese socio prioritario que hace falta para que una instalación de este tipo funcione.
Por cierto, señor Lafuente, este aeropuerto, este aeródromo no es de interés público; por lo tanto, no es de AENA. Pero pregunte usted el aeropuerto de Castellón, que ha costado por lo menos ocho veces más, si este es de interés autonómico y si lo va a gestionar AENA. Pregunte usted. Porque resulta que muy cerca de Teruel tiene un espejo de algo parecido a lo que ha pasado en Teruel, y allí nadie discute el aeropuerto. Está todo el mundo encantado de que ese aeropuerto pueda llevar turismo a toda la zona esa de Levante. ¡Todo el mundo encantado!
Por eso coincido perfectamente con las palabras del consejero cuando le dice: pero ¿cómo un turolense que ha sido concejal del Ayuntamiento de Teruel, que está defendiendo los intereses de la ciudad de Teruel, puede poner en cuestión lo que está haciendo el consejero? Pero ¿cómo lo puede poner en cuestión? ¿Cómo puede poner usted en cuestión esa instalación, que si no fuera por eso y si no fuera por la decisión valiente que tomó el consejero en su momento y el otro consejero que está al lado, que forma parte del consorcio, los dos, junto con el Ayuntamiento de Teruel tomaron la decisión de terminar la infraestructura, porque en este momento, si no, no tendríamos nada?
Ahora tenemos un aeropuerto. Claro que tenemos dificultades. ¡Faltaría más! Si lo que teníamos se nos cayó, ¡claro que tenemos dificultades! Pero, mire usted, cuando dice que va buscando empresas por ahí el señor director general, no va buscando empresas: va a esos viajes a requerimiento de esas empresas.
Y sepa usted que desde el Ayuntamiento de Teruel, para que se vaya enterando de todo, para que no haya oscurantismo, sepa usted que desde el Ayuntamiento de Teruel hemos acompañado ya a cinco empresarios a ver el aeropuerto. Y ¿sabe usted lo que dicen? Pues que se quedan admirados de que tengamos una instalación ahí de este tipo. Y se quedan admirados, señor Lafuente, de que, hace cinco años, la provincia de Teruel fuera a Castellón a hablar con los azulejeros y no tuviera nada que ofrecer. Y hoy tiene no un campo de cebada: hoy tiene dos millones de metros cuadrados disponibles de suelo industrial. ¡Disponibles! Por cierto —e intercalo cuestiones—, esa empresa que dice usted de ciento veinte puestos de trabajo no va al aeropuerto: va a Platea. Y tiene el proyecto presentado en el ayuntamiento. Entérese: ciento veinte puestos de trabajo. ¡Con proyecto presentado en el Ayuntamiento de Teruel, a falta de que le demos licencia! Seguramente después se nos acusará al Ayuntamiento de Teruel de que seremos muy diligentes con esta licencia, seguro que sí. Luego se nos acusará de que somos diligentes.
Bueno, pero por terminar. Hoy tenemos en el entorno de Teruel, cuestión que admiran y cuestión que se vende además muy bien —no se equivoque: yo estoy seguro de que esto tendrá consecuencias, y buenas, para Teruel—, pues fíjese, tenemos suelo industrial abundante, a buen precio y con todos los servicios; tenemos autovía en un radio de dos kilómetros; tenemos ferrocarril —ramal de Platea y la línea de alta velocidad, que ojalá lo que se anunció ayer venga pronto—; tenemos gas; tenemos electricidad, potencia eléctrica, que se está poniendo ahora, que se está desbloqueando —es cierto—; y tenemos también aeropuerto. Pues, mire usted, ahora es cuando Teruel puede ir a Castellón, ofrecer a los empresarios de Castellón y del Levante... Lo siento, pero es así: estamos más cerca de Levante que de Zaragoza, viene más la gente de Levante que la de Zaragoza. Empresarios de Levante han venido muchos a ver la infraestructura; de Zaragoza ha venido uno, pero de Levante, más. Bueno, pues ahora podemos ofrecerles a todos estos empresarios que vienen las mismas condiciones que ellos han tenido allí hace veinte años. ¡Las mismas! ¡Ahora podremos empezar a competir con ellos! Hasta ahora no hemos podido.
Y, esto, yo siento que se critique con tanta frivolidad, porque a mí me estaba dejando admirado la facilidad con que se critican y la ligereza con que se critican este tipo de actuaciones. Pero ¿cómo no va a ir de viaje el director general, a requerimiento de una empresa que le ha llamado, que igual sale bien —y ojalá salga bien—, pero lo está intentando? ¿Cómo no va a ir? Lo que habría que achacarle y lo que habría que reprocharle es precisamente que no fuera. Eso es lo que habría que reprocharle.
Y, fíjese, si hubiéramos podido ir alguno más, seguramente le hubiéramos acompañado, porque a lo mejor hubiéramos dado otra sensación de..., no digo más seriedad, que la tiene bastante, pero sí de más empuje o de más apoyo.
Mire usted, señor Lafuente, yo lamento estas posturas que sean tan, como digo, ligeras, que se hable con tanta ligereza de cuestiones que son fundamentales para Teruel, pero yo estoy seguro de que todos los turolenses, en este momento, están apoyando la gestión que está haciendo el consejero de Obras Públicas —lo digo como presidente del consorcio, que no está él solo; presidente del consorcio—.
Y yo lo que le digo es: no se desanime, señor consejero, siga usted por esta labor, apoye usted a Teruel y crea en una infraestructura.
Y, por último —y lo quiero decir también—... Porque, claro, es que estamos hablando aquí de infraestructuras que no son rentables. Ya se da por hecho que el de Teruel no lo va a ser. Vale. El de Huesca parece que no lo va a ser. Y ¿el de Zaragoza? Y ¿alguien ha dicho que se cierre? ¿Es que el aeropuerto de Zaragoza es rentable? Es que, de los sesenta aeropuertos que hay en España, ¿cuántos hay rentables? Me sobrarán dedos. ¡Me sobrarán dedos! Y ¿en alguna comunidad autónoma cuestionan que ahora el aeropuerto de Valencia, porque no es rentable, se cierre? Pues pregunten datos. Y, cuando digo Valencia, me da igual. Hay cinco, por los estudios que yo conozco, cinco aeropuertos que son rentables en España. Bueno, pues vamos a cerrarlos todos, y fíjese, señor Barrena, si tendremos dinero para financiar a la universidad.
Gracias, señora presidenta. [Aplausos desde los escaños del G. P. Socialista.]
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Muchas gracias, señor Ferrer.
Para concluir, turno del Grupo Parlamentario Socialista. Señor Tomás, para concluir este turno de intervenciones de los distintos grupos parlamentarios, puede usted tomar la palabra.
El señor diputado TOMÁS TOMÁS: Gracias, presidenta.
Señorías.
Señor consejero.
En primer lugar, desde el Grupo Socialista le queremos agradecer la información y las explicaciones que hoy ha traído aquí. Pienso, desde nuestro punto de vista, que meridianamente claras, precisas y realistas, ya no de la fase en que se encuentra ahora el aeródromo/aeropuerto, la construcción, que parece que ya esas dudas se han despejado. Ahora tenemos que entrar en otra cuestión, que es la gestión, cómo se va a gestionar el aeródromo/aeropuerto.
A nosotros también nos gusta llamarlo de otra manera: «aeropuerto industrial» —también se ha dicho así—, porque ha quedado claro, yo creo que hoy usted ha dejado claro que es en el transporte derivado de servicios a aeronaves donde se quiere centrar la principal actividad que se ha de desarrollar, si bien también usted ha dejado claro que no se deben excluir ni se excluyen otro tipo de actividades que a priori se pudieran desarrollar.
Yo no voy a hacer historia, aunque algún portavoz ha salido aquí diciendo que no iba a hacer historia, pero luego ha hecho bastante de ella. Igual que Izquierda Unida claramente desde el comienzo se ha definido en contra de este proyecto, nosotros hemos apostado por esta infraestructura muy importante, creemos que estratégica para la provincia de Teruel.
Es una fuerte apuesta del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Teruel, cuyas obras, como se saben, está previsto que terminen en el año 2010 y con una financiación —que yo creo que no se ha dicho hoy aquí— en torno a treinta y ocho millones de euros, con cargo al Fondo de inversiones de Teruel, que, como todo el mundo sabe, está financiado al 50% por el Gobierno de la nación y otro 50% el Gobierno de Aragón. Quiero recordarlo y dejarlo aquí y ahora.
Pero, señor consejero, también pienso que su intento de dar explicaciones no va a dar los resultados que podíamos apetecer con algunos de los portavoces que hoy han intervenido, porque las posiciones de cada grupo están prácticamente fijadas de antemano —legítimamente, por supuesto—: de apoyo al proyecto y a la futura gestión; en contra del proyecto. Pero, desde nuestro punto de vista, lo peor es la indefinición respecto a este proyecto: ni sí ni no, sino todo lo contrario. Sí que queremos la infraestructura, estamos de acuerdo con la infraestructura, pero ustedes lo están haciendo fatal. Al final, solo descalificaciones por parte de un portavoz (concretamente, el del Partido Popular, señor Lafuente), descalificaciones al Gobierno, y al final desaprobar cualquier actuación que este Gobierno de coalición realiza en la provincia de Teruel, que para nosotros no conducen a nada, sino a no apostar firmemente por el desarrollo y el futuro de la provincia de Teruel.
Miren, señores del PP, al final tendrán que decirles a los ciudadanos de Teruel si apoyan o no apoyan este proyecto. ¡Si apoyan o no apoyan este proyecto! Esto es lo que tienen que aclarar. Porque, miren, se usan muchos adjetivos, para mí todos descalificativos, pero, en el año 2006, su partido ya quería instalar algo muy semejante en Galicia, en Lugo. O sea, ¿que lo que era bueno o podía ser bueno para Galicia no es bueno para Teruel? Pues creemos que es una infraestructura que dará nuevas posibilidades.
De todas formas, señorías, hay una cuestión clara en todo el debate que se ha producido y se producirá a lo largo de estos meses en torno a este proyecto de Caudé, y es que el Gobierno de Aragón está cumpliendo con los objetivos que se había planteado para Teruel, a pesar de todas las dudas que puedan planear sobre el tema.
Pero, si echamos un poco la vista atrás, ¿no había las mismas dudas sobre la Ciudad del Motor y sobre Motorland, en principio, cuando se empezó con la inversión —por cierto, bastante más alta que la que se va a llevar a cabo en Caudé—? Las dudas eran las mismas. Pero, una vez esta gran infraestructura se ha puesto en funcionamiento, ya está dando sus resultados. Ayer mismo ya el equipo de Fórmula 1 de los Estados Unidos se ha interesado y va a firmar los contratos necesarios. Y, ahora, todos nos felicitamos por el éxito, lo cual me parece bien, me parece perfecto; pero, si la infraestructura no hubiera estado hecha, nadie se hubiera interesado por esta nueva economía, por llamarlo de alguna manera. Demos un margen de confianza, que lo mismo puede suceder con las inversiones que el Gobierno y el Ayuntamiento de Teruel están llevando a cabo en Caudé. Porque, al final, si Motorland se ha convertido —y ya digo que me parece perfecto— en un proyecto de todos, en un proyecto de Aragón, también nosotros desearíamos que Caudé fuese un proyecto de todos, pero sin descalificaciones.
Bien. Es cierto —y no lo hemos ocultado en ningún momento— que estamos ante un proyecto difícil, complejo y yo diría que hasta arriesgado por parte del Gobierno. La empresa impulsora ha dejado de mostrar su interés, pero se decidió seguir adelante. El Gobierno y el Ayuntamiento de Teruel decidieron apostar por él y se sigue otra vez en los trámites para solucionar el tema de gestión, el tema de un nuevo concurso, etcétera, etcétera, que el consejero ha explicado suficientemente. Y este es el problema actual, el problema de buscar la gestión, de buscar soluciones para la gestión, en la cual están trabajando mucho, mucho, los responsables en la materia, que también se llega aquí y también son descalificados los trabajos que están haciendo. O sea, descalificar por descalificar.
Nosotros pensamos en torno a este proyecto y otros que se han realizado, tanto en la provincia de Teruel como en la provincia de Zaragoza, como en la provincia de Huesca, pensamos que, las grandes infraestructuras, las administraciones públicas deben ir siempre por delante de la iniciativa privada, por delante de las empresas, haciendo las infraestructuras y poniendo las condiciones necesarias para la posterior instalación y atraer a la iniciativa privada.
Esto, nos guste más o nos guste menos, es así. Si en Zaragoza hay que ir con las grandes infraestructuras por delante para que luego las empresas se instalen, pues, señorías, en Teruel, con muchísima más justificación, porque todos sabemos que es mucho más difícil que sea atractivo para las empresas.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Señor Tomás... Concluya, por favor, señor Tomás.
El señor diputado TOMÁS TOMÁS: Voy terminando, señora presidenta.
En resumen, al final, este proyecto, como otros proyectos de esta naturaleza que el Gobierno de Aragón está llevando a cabo, el objetivo final —ya lo ha dicho también el consejero— es crear empleo en la provincia de Teruel en este caso y sobre la base de un negocio nuevo, que es el aparcamiento, el mantenimiento, reciclaje de aviones, que los expertos consideran que puede ser bastante boyante en los próximos años, y, además, un empleo mucho más especializado.
Este Gobierno ha hecho una apuesta estratégica, necesaria desde nuestro punto de vista para Teruel. Estamos seguros de que este es uno de esos proyectos estratégicos ilusionantes y con posibilidades de desarrollo que pueden obtener los resultados que se desean. Tener una posibilidad más de desarrollo en la provincia y, tal vez —¿por qué no?, ¿por qué no?—, uno de esos proyectos que Teruel necesita para estar preparados de cara a la salida de la crisis, un proyecto innovador, por llamarlo de alguna manera. ¿O acaso no estamos hablando todos los días de que, a la salida de la crisis actual, el modelo económico no volverá a ser el mismo y que hay que pensar en nuevos modelos productivos? ¿Por qué este proyecto no ha de ser esto y tener la provincia de Teruel preparada tal vez en esos nuevos modelos productivos?
Y, para terminar, lo que mi grupo quiere manifestar es que el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Teruel sigan apostando con ambición por este proyecto. También apoyaremos el modelo de gestión que se decida, que sea el mejor para su desarrollo. Y, por supuesto, contarán con el apoyo del Grupo Socialista en este proyecto que creemos muy importante, en Caudé, para Teruel ciudad y para Teruel provincia.
Muchas gracias. [Aplausos desde los escaños del G.P. Socialista.]
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Muchas gracias, señor diputado.
Su turno de intervención, señor consejero, para concluir. Tiene la palabra.
El señor consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes (VICENTE BARRA): Gracias, señora presidenta.
Para terminar y cerrar este debate. Después de las intervenciones de los portavoces de los diferentes grupos, agradecerles sus intervenciones.
Señor Barrena, mañana seguiremos, o sea, que no voy a intentar hoy convencerlo. Además, he visto que está duro, o sea, que va a ser complicado el que le cambie la opinión. En todo caso sí que le pido que no le exija a este proyecto, a esta infraestructura más rentabilidad económica que a las demás, que esta no es diferente a las demás. Yo creo que es una infraestructura que, por cierto —como tendremos tiempo mañana de debatir—, nos va a costar el mantenimiento bastante menos que cualquier otra infraestructura que tenemos en estos momentos en marcha (incluidos autobuses, trenes, carreteras...). Por lo tanto, lo voy a seguir intentando, porque su apoyo me interesa.
Con respecto al señor Fuster, agradecerle su intervención. Compartimos y comparto prácticamente su intervención. Yo creo que esta es una infraestructura —por recordar— que nace con el apoyo de la sociedad turolense. Tengo entendido que hay muchas organizaciones de Teruel que apoyaron y pidieron este proyecto —incluida la Cámara de Comercio, que fue especialmente importante su opinión— y que nace para un modelo determinado, con una línea determinada de negocio.
Imagínense ustedes que yo hubiese venido hoy a esta cámara y hubiese dicho: «Miren, que este proyecto que nace con estas características, como el que iba a presentarse no se presenta, que lo desecho, que no lo voy a hacer». Seguro que ahora estarían criticándome por no haberlo hecho. En todo caso, yo asumo la responsabilidad, como presidente del consorcio, junto con el resto de los socios, de que esta infraestructura siga adelante. Y claro que es nuestro objetivo el hacerlo de una manera razonable y ponderada. Y, desde luego, con el mismo objetivo, que sigue siendo el mismo: generar puestos de trabajo en un área, la aeronáutica, que yo sigo pensando y seguimos pensando en el consorcio que tiene futuro. Y si, además, dotamos a Teruel de una infraestructura de futuro también para la carga y para los viajeros a un coste razonable, creo que... Bueno, pues yo vendré a defenderla las veces que haga falta.
Es cierto que tenemos un reto de gestión política importante por delante. No va a ser fácil encontrar esas empresas y no va a ser fácil encontrar los socios que quieran venir. Es cierto que hay muchísimos o muchos empresarios que están interesados y que vamos a trabajar en esa línea.
Por lo tanto, mañana seguimos el debate, pero he intentado explicarles que esta es una infraestructura especialmente importante para el territorio y, desde luego, que hay que entenderla en un conjunto de actuaciones que el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Teruel y otras instituciones estamos intentando desarrollar en la provincia de Teruel para conseguir su desarrollo.
Muchas gracias. Gracias, señora presidenta. [Aplausos desde los escaños del G.P. Socialista.]
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Muchas gracias, señor consejero.