El señor PRESIDENTE: Señores Diputados, comienza la Sesión. (A las diez horas y quince minutos).
El primer punto del Orden de Día es el relativo al debate de los documentos remitidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores dando respuesta a las Proposiciones no de Ley números 2 y 3 del año ochenta y ocho, solicitando información al Gobierno de la Nación en relación con el Tratado bilateral hispano-norteamericano.
Por intervención de los Grupos Parlamentarios, tiene la palabra el Portavoz de Convergencia Alternativa de Aragón-Izquierda Unida, don Antonio de las Casas.
Debate del documento remitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores dando respuesta a las Proposiciones no de Ley núms. 2/88 y 3/88, solicitando información al Gobierno de la Nación en relación con el Tratado bilateral hispano-norteamericano.
El señor DIPUTADO (DE LAS CASAS GIL): Señor Presidente, señoras y señores Diputados.
Bueno, propiamente quizás no sea un debate, porque no hay una parte con la que deba debatir, entonces podría tenerse la intención de - dado que se tratará de soliloquios- elaborar un gran discurso florido y hacer ejercicio de la retórica; nosotros no hemos planteado las cosas así. Así que algunos señores Diputados -y ahora no están presentes, pero seguramente me están escuchando por los servicios internos de televisión; le digo al Portavoz del Grupo Socialista- no tengan reparo, que no voy a hacer ningún discurso sobre los efectos bélicos de los misiles, antimisiles y las tácticas defensivas oceánicas y transoceánicas de España y Estados Unidos y algún otro invasor de fuera de este planeta. Simplemente, vamos a ser muy concretos y nos referiremos a los problemas fundamentales o a los problemas, algunos de los problemas fundamentales, que a nosotros nos parecen que se nos están planteando en estos momentos con respecto, únicamente, a la renovación del acuerdo España-Estados Unidos en materia militar, en defensa militar, y con respecto a la documentación del Ministerio de Asuntos Exteriores, a las dos comunicaciones. Es decir, que en ese sentido, señor Presidente, quiero decirle que nos vamos a ceñir estrictamente a los documentos.
El primer documento, que tiene su entrada en las Cortes el 2 de mayo de 1983, es un documento que no ha sido ni rectificado, ni retirado. Es decir, que por ahora mantiene la posición del Gobierno con respecto a este tema y al artículo 16 del Estatuto de Autonomía de Aragón. El documento no reconoce el artículo 16 del Estatuto de Autonomía Estatuto y artículo que definen como competencia de estas Cortes recibir información sobre los efectos que para Aragón puedan suponer determinados convenios internacionales. Es más, cuando, a título de ejemplo, indican los temas de competencia de la Comunidad Autónoma se nos descuelgan con el empleo, hasta un largo etcétera. Pues no, señores del Gobierno, ni empleo ni un etcétera tan largo son las competencias que tiene esta Comunidad Autónoma.
El documento señala que las Cortes no son depositarias de alguna suerte de soberanía popular, es decir, que estas Cortes de Aragón no son depositarias de, palabras textuales, «alguna suerte de soberanía popular». Esto no lo dice ningún hombre o mujer ignorante, esto lo dice nada menos que el Subsecretario de Asuntos Exteriores, y lo que es peor, esto no se ha corregido ni en una sola letra. La soberanía es un todo indivisible, ciertamente, como la unidad de España, pero compartido, es un todo compartido, como el poder político, y como el poder de representación en España. De acuerdo con la Constitución de 1978, las Cortes de Aragón participan, en una determinada medida, en la soberanía delegada de aquéllos que son los únicos propietarios de dicha soberanía, los españoles y, por tanto, también los aragoneses, y por lo cual participan de la delegación de soberanía que le hacen los aragoneses. Las Cortes de Aragón son soberanas, con minúscula, con minúscula todavía, sí, pero son soberanas con la soberanía del pueblo aragonés, para el autogobierno, para la pequeña autodeterminación de cada día, que supone el ejercicio del pequeño autogobierno para las competencias que todavía tenemos, y que está reconocido en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía. Y esto habría que decírselo claramente al Gobierno y al Ministerio de Asuntos Exteriores.
También se dice en dicho documento que sólo las Cortes Generales controlan la acción de gobierno; es cierto, pero en nuestro caso no se trataba de control de gobierno, sino de la mínima participación en las decisiones que nos atañen, a través del instrumento más inocuo y de menor compromiso que podíamos plantear: el ser informados, simplemente, ser informados.
Es claro que al no ser retirado ni descalificado este documento, refleja la concepción centralista de los miembros del Gobierno central, monocolor del Partido Socialista Obrero Español, en Madrid.
El segundo documento, que tiene fecha de 17 de mayo de 1988, como decíamos, no rectifica ni anula el anterior. Es un documento que, en parte, es fruto de una buena gestión de la Junta de Portavoces, una gestión de buena voluntad y de acercamiento al Gobierno central y al Ministerio de Asuntos Exteriores, y que se materializa en la gestión de buena voluntad realizada por el Presidente de esta Cámara ante el propio Ministro, y que las Cortes, la Junta de Portavoces, vio correcta en el sentido de recibir esa información.
Aparentemente, el documento segundo trata de ampliar información. Analicemos, brevemente. En primer lugar, dice que la decisión más importante que se está tomando en estas negociaciones entre España y Estados Unidos, en lo que a Aragón afecta, es el traslado del escuadrón SS, escuadrón estratégico, número treinta y cuatro. Bien, esta gran información, la decisión más importante, ya era conocida en Aragón, y a nosotros nos parece que no es ningún logro especial ni tienen ninguna relevancia estos aviones cisternas, que están siendo poco operativos en Zaragoza, y las pocas veces que han salido ha sido para reabastecimiento en vuelo bastante lejos de nuestro cielo.
Desde Morón estos aviones actuarán como unidades de reabastecimiento en vuelo con mayor eficacia, incluso con más ahorro para los Estados Unidos y para la OTAN, porque Morón está mas cerca de los puntos fundamentales y estratégicos de reabastecimiento, en el Estrecho, en el Oriente Medio, incluso en relación con los aviones de la base norteamericana-turca de (¿... ?).
No olvidemos que hoy Morón es una base infrautilizada, por ejemplo, en el convenio de España-Estados Unidos, y no hace falta más que consultar lo de 1982: autorizaba hasta quince aviones cisterna en Morón, y hoy no hay ni un solo avión cisterna. Y el señor Ministro nos quiere vender en su documento el traslado de los cinco aviones cisterna, como la decisión más importante que afecta a Aragón.
Segundo, segunda información, desaparece la unidad de salvamento y rescate; es también otro éxito - se refiere a los helicópteros de la unidad de salvamento y rescate-. En este caso se nos quiere incluso vender o sugerir que deberíamos apoyar que estos helicópteros sigan en Zaragoza. Veamos la situación: estos helicópteros ya son muy viejos, tienen más de veinte años; esto para el ejército norteamericano -no estoy enjuiciando ahora al ejército español; y qué criterios tendría con unos helicópteros de veintiocho y veintitrés años de fabricación- es pura chatarra, y así está y lleva más de un año sin repuestos y sin utilización. En efecto, eso se puede observar, cualquiera de ustedes lo puede hacer, en los números de la serie de cola de dichos helicópteros, que todos ellos empiezan con los números sesenta y seis y sesenta y siete, que son indicativos de los años de fabricación, es decir, hace más de veinte años. Que tampoco el señor Ministro del Gobierno de Madrid, el Gobierno central, nos venda esta moto.
¿Cuál es entonces el verdadero sentido de todo este montaje semipublicitario de las negociaciones España-Estados Unidos, presentado como cumplimiento de las condiciones del referéndum? No lo sé, no estoy, ni estamos en el meollo de la negociación, pero pueden darse muchas interpretaciones, y quizás ésta pueda ser una, y permitan ustedes esta relatividad humilde con que planteo el problema, dada su naturaleza. Quizá se trate sólo de una operación de imagen, una operación de estética, una operación de gestos, como hoy se dice, o en efecto analicemos algo que puede ocurrir.
¿Cuáles son los intereses actuales de los Estados Unidos en el sur de Europa, una vez que España ya ha entrado en la OTAN y se dispone por parte de la OTAN de las bases de Morón y Gibraltar? La OTAN y, en su consecuencia, su principal valedor, Estados Unidos, tienen al descubierto todo el enorme flanco vertical europeo que va desde Italia hasta Turquía, lo que podríamos llamar el flanco adriático; se trata de un gran corredor que facilita el acceso de aeronaves posible, posible acceso de aeronaves, del Pacto de Varsovia hacia el Mediterráneo y hacia el Medio Oriente. La base de Zaragoza no es la mejor disposición para cubrir ese corredor vertical, mejor se cubriría desde los puntos más orientales de Italia, que son limítrofes y están bañados por el propio Adriático. Por ejemplo, un lugar ideal podría ser situar los F-16 de Torrejón en algún punto como es, en concreto, la pequeña localidad cercana de Crotona, en la pobre región de Calabria, castigada por el paro, la desindustrialización e incluso la propia mafia calabresa, que está dicho, todo de paso, y no creo que tenga mucho que ver, quién sabe, con estos intereses norteamericanos.
¿Cuál es - digo que dicho sólo de paso-, cuál es el papel de Zaragoza en todo este asunto? Y ésta puede ser una posible interpretación, pues, lógicamente, con la incorporación de España a la OTAN, la base aérea de Zaragoza sólo tiene ahora un interés, que es servir de apoyo a los ejercicios de entrenamiento de tiro para los aviones norteamericanos en Centroeuropa y, sobre todo, operando en el polígono de las Bardenas directamente. Pues eso sigue igual, Señorías, eso sigue absolutamente igual, es decir, no nos están vendiendo nada, no nos están reduciendo nada importante, no se está haciendo ningún esfuerzo negociador en este tema en Zaragoza, bajo el punto de vista militar, por lo menos, según nuestra interpretación, y que se nos explique otra; ahora la OTAN dispone de Gibraltar, dispone de una base en Azores, que con el apoyo básico de la intervención submarina y marina en el Estrecho de Gibraltar cubre perfectamente el área Baleares-Estrecho-Azores-Canarias.
Zaragoza, pues, sólo tiene ese interés, y eso permanece tal cual en el documento del Ministro de Asuntos Exteriores, en el segundo documento, en el que pretende ser más explícito y decir muchas cosas. Incluso vamos más allá, vamos a adelantarnos en el futuro, nos pueden pretender vender otra moto en el futuro, puede desmantelarse en gran medida la base de Zaragoza, en el futuro, si el polígono de Bardenas es cierto que se va quedando pequeño; quizás ahí tenga que ver el interés del Ministerio de Defensa por Cabañeros, etcétera. Cabe la posibilidad de que si el polígono de tiro se desplaza hacia otra zona del centro de España, entonces sea una realidad que Zaragoza pueda ser desmantelada de los servicios de apoyo a los ejercicios tácticos o de tiro de aviones norteamericanos en Europa, pero eso sería una necesidad estratégica del propio, derivada, una necesidad táctica también derivada de las condiciones del campo de tiro. Por lo tanto, que no se nos diga también en su día, y por eso aviso desde ahora, que es un logro de la democracia, del Partido Socialista y de la capacidad de negociación.
En una palabra, nosotros creemos que estamos ante una mera operación de estética en esto de la reducción de las bases americanas en España, y lo malo es que en una operación de estética hay algo que resulta tremendamente horrible, tremendamente monstruoso, incluso bajo el punto de vista de la belleza social, y es la situación de los trabajadores.
Por lo que se refiere a una cuestión que claramente afecta a los aragoneses, éste es uno de los temas que más nos afecta: la vaguedad de la información es absoluta, es extrema, en lo que respecta a la situación de los trabajadores. El señor Ministro dice textualmente: «En cuanto a la reducción del personal, aunque todavía es pronto para anticipar cifras, puede calcularse en torno a una cuarta parte de la presencia militar norteamericana, efectivamente, de los últimos años». Una lectura detenida da a entender, en primer lugar, que sólo se refiere al personal militar, porque habla en cuanto a la reducción de personal y a continuación hace referencia a la presencia militar. Pero también puede referirse al personal civil que trabaja allí, pero que toma como referencia en la reducción de personal civil el número de militares. En fin, la vaguedad, la confusión, la duda son totales. La cantidad de personal que se reduce es tan vaga como la anterior: se dice en torno a una cuarta parte de la presencia militar norteamericana efectiva media de los últimos años.
Primero, de cuántos últimos años, porque si va a sacarse un promedio, es necesario saber de cuántos años se saca el promedio.
Habla de la presencia militar norteamericana efectiva. Presencia efectiva, ¿qué es eso?, ¿qué se entiende por presencia efectiva? Te habla de la presencia del personal militar norteamericano, pero si esa presencia es muy variable, quién la conoce, yo no sé si el propio Gobierno español conoce la presencia permanente, que es muy variable, la presencia en todo momento de personal norteamericano en la base de Zaragoza. Señorías, esto dicho así no sé si calificarlo de una tomadura de pelo o un lenguaje absolutamente crítico para estas Cortes.
¿Cuál es la situación real, en concreto, en Zaragoza? En la base aérea de Zaragoza, en la zona norteamericana, están trabajando más de setecientos trabajadores civiles aragoneses, la inmensa mayoría lo hacen a través de una empresa civil, la PAE, la Pacific Architects and Engineers - perdonen ustedes la expresión, que es absolutamente incorrecta del inglés, seguro-, la antigua Boeing. Contrariamente a lo que ocurre en Torrejón, donde los mil doscientos trabajadores civiles trabajan contratados por la defensa norteamericana o para la defensa norteamericana a través del Ministerio de Defensa español, aquí en Zaragoza la mayoría del personal civil realizando los mismos trabajos que en Torrejón está contratado por una empresa civil norteamericana. Esos trabajadores de Zaragoza, como en Morón también, en muchos casos sustituyen a unidades militares enteras, por ejemplo, la unidad de abastecimiento que en Torrejón se compone de militares norteamericanos, aquí en Zaragoza está formada por trabajadores civiles aragoneses de esta empresa, de la PAE, y algo similar podríamos decir, por ejemplo, de la unidad de ingeniería civil, y otras.
Todo esto quiere decir que este personal civil de Zaragoza debe ser tenido en cuenta exactamente igual que el personal civil de Torrejón, o el de Morón, contratado por el Ministerio de Defensa. Nosotros nos tememos que se esté produciendo un abandono y olvido casi total de la mayoría de los trabajadores civiles de la base aérea de Zaragoza, y que lo que es válido, o pueda serlo para los trabajadores de Torrejón, no vaya a serlo para los de Zaragoza. Y prueba de que los trabajadores aragoneses en la base aérea de Garrapinillos están siendo marginados es que en los últimos meses ya han sido despedidos diecisiete trabajadores, y que existe la previsión de despido inmediato de treinta y cinco más, es decir, más de cincuenta familias aragonesas sin trabajo debido a la decisión del Senado norteamericano de reducción del presupuesto para empresas como la PAE; es una triste ironía ésta, de que sea el Senado yanki el que decida sobre el destino de estos aragoneses. Aquí tiene don Hipólito otro enemigo exterior también; hombre, además cuenta aquí con un embajador representante muy cualificado, como es don Angel Cristóbal.
El Gobierno español, por razones elementales de dignidad, debe negociar con Estados Unidos una solución para todo el personal civil español - voy terminando, señor Presidente-, para todo, subrayo, todo el personal civil español que trabaja para los norteamericanos en las bases militares de utilización conjunta. Para que esta negociación sobre el personal civil, sobre los trabajadores españoles - caso de darse-, llegue a tener eficacia y transparencia, porque no afecta a cuestiones estrictamente de defensa, y ahí tenemos que expresarnos claramente en estas Cortes, afecta a aragoneses, intereses de aragoneses, familias aragonesas, y no a cuestiones estratégicas de defensa, para que esta negociación sea eficaz debe informarse permanentemente a los sindicatos o centrales sindicales representantes de los trabajadores. No nos extrañaría nada que tanto en Zaragoza como en Morón y Torrejón los trabajadores, de seguir las cosas así, endurezcan sus medidas de presión, llegando incluso a la paralización total de las actividades. Entre los trabajadores de la base de Zaragoza hay auténtica inquietud y temor, no saben cuál va a ser su situación laboral. Hay noticias de fuertes reducciones de personal, incluso de posible desaparición de alguna empresa de servicios. Y una cosa debe quedar clara: nosotros creemos que son los propios Estados Unidos los que deben cargar con los gastos de reestructuración del personal, como, por ejemplo, jubilaciones anticipadas, posibles indemnizaciones, etcétera, y de esto no se nos dice absolutamente nada, y esto nos interesa mucho de acuerdo con nuestro Estatuto de Autonomía.
Nada más, muchas gracias, señor Presidente, muchas gracias, señores Diputados. Como ustedes han visto, no ha tratado de ser un discurso grandilocuente sobre los grandes temas de la defensa, no hemos querido entrar en los grandes temas del pacifismo, no hemos querido entrar a glosar aquella famosa frase-idea de Albert Einstein, cuando decía: «No debemos dejar en manos de los gobiernos la responsabilidad de lucha contra los armamentos y el espíritu bélico; el mejor camino - decía Einstein- es negarse a hacer el servicio militar, con el respaldo de las organizaciones antibélicas, que en cada país ayuden moral y materialmente a los valientes que se nieguen y que adopten esta decisión».
Nada más y muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, don Antonio de las Casas. El Portavoz del Centro Democrático y Social, señor Merino, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (MERINO Y HERNANDEZ): Señor Presidente, Señorías.
Mi Grupo Parlamentario en situaciones como éstas, que podríamos calificar apriorísticamente de muy negativas, trata sin embargo de sacarle la mayor rentabilidad y buscar el aspecto más positivo que hasta esta cuestión, hoy negativa para nosotros, pudiera tener. Me voy a explicar, nosotros creemos que el debate que hoy se suscita aquí es un debate que puede dejar defraudado a quien espere encontrar grandes afirmaciones o discusiones cuantitativas, de gran peso, en torno a lo que concierne al Tratado bilateral de España con los Estados Unidos de Norteamérica, dado que en su conjunto no sería materia propia de este Parlamento, y en lo que específicamente concierne a la base sita en el territorio de Aragón no se nos ha dado la oportunidad, como tendré ocasión de demostrar, ni siquiera de poder entrar en un pequeño debate sobre la materia.
Sin embargo, creemos que puede ser un debate cualitativamente importante, pero por otras razones distintas. Recuerdo a Sus Señorías que cuando estábamos hablando hace unos días de la reforma de los Estatutos, de la ampliación de competencias, el CDS ofreció eso que se ha llamado, que se ha dado en llamar «la tercera vía de desarrollo o de profundización autonómica». Y recuerdo a Sus Señorías que desde el CDS ofrecíamos tres puntos muy concretos que pudieran ayudarnos a ese desarrollo autonómico.
Uno, la reforma de los Estatutos, evidentemente; otro, la ampliación de sus competencias; pero había un tercero, que nosotros lo poníamos y lo anteponíamos como primero y casi principal, y es que antes de llegar a todo eso y simultáneamente con todo eso profundicemos seriamente todas las posibilidades que tienen nuestro Estatuto de Autonomía y la Constitución. Nosotros estamos convencidos que hay mucha materia, que hay muchos instrumentos, todavía, en este Estatuto nuestro y en otros Estatutos de Autonomía, y en la propia Constitución Española, en su Titulo VIII, que no han sido, a veces, ni siquiera comenzados, otras veces iniciados tímidamente y no desarrollados en modo alguno. En esta Legislatura hemos tenido ocasión ya de comprobarlo, por ejemplo, con los debates habidos recientemente para el envío al Congreso de los Diputados de iniciativas legislativas desde las Cortes de Aragón. Bien, ése es un camino.
Hay otros muchos caminos, en el Estatuto de Autonomía se contemplan otras muchas posibilidades, y una de ellas, curiosamente, es ésta que planteamos por primera vez en esta Legislatura, la petición de información al Gobierno nacional sobre una materia, sobre un Tratado internacional que afecta a materia de profundo interés para Aragón. Es decir, el Tratado bilateral con los Estados Unidos de Norteamérica, en cuanto afecta a la existencia de una base militar en el territorio de Zaragoza, en el territorio de Aragón.
La verdad es que la posibilidad que hemos tenido en esta Legislatura de haber podido dirigirnos al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Gobierno de la Nación, pues está claro que es debido a un mayor pluralismo político que existe en la Cámara y a, una mayoría clara, una mayoría clara de varios Grupos Parlamentarios, que estamos decididos a que el proceso autonómico vaya adelante, y que se profundice día a día en lo que es el desarrollo de nuestra autonomía.
Entrando en los documentos - y yo también hablo de documentos en plural- que han llegado hasta nuestras manos, muy limitados en su contenido, pero muy sustanciosos, por lo que dicen y por lo que no dicen también en la materia que nos concierne, tampoco puedo olvidar, evidentemente, como hacía mi compañero anterior, el primer documento que remite a estas Cortes el Subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores. Y en él se contienen dos afirmaciones claras; no voy a detenerme excesivamente en ese documento, que he tenido ocasión, por escrito y en los medios de comunicación, en la prensa, de pormenorizar detalladamente cuáles son los graves errores que a mi juicio contenía el documento del Subsecretario, cuando llega a hacer dos afirmaciones categóricas, que son: «Aragón no tiene competencias, las Cortes de Aragón no tienen competencias para pedir información al Gobierno de la Nación en un tratado de defensa bilateral con otro país, y Aragón, las Cortes de Aragón no tienen soberanía.
No voy a entrar en este segundo punto, porque me parece que la simple lectura del Estatuto de Autonomía desdice suficientemente de ese grave error constitucional en que ha incurrido el Subsecretario. Aragón tiene, claro que tiene una representación del pueblo aragonés, las Cortes de Aragón tienen una representación del pueblo aragonés y por tanto tienen una determinada soberanía.
Ahora, el primer aspecto, la negación de nuestra competencia a pedir información al Gobierno de la Nación, quizás no necesite de ningún argumento por mi parte. El argumento más claro, el grave error de la equivocación de ese dechado de inoportunidad con que se manifiesta el Subsecretario de Asuntos Exteriores queda claramente de manifiesto con el segundo documento, es decir, con el documento que remite a esta Cámara el Ministro de Asuntos Exteriores, señor Fernández Ordóñez, y primero en la propia recepción que hace personalmente del Presidente de la Cámara. Los dos actos, recibir al Presidente de la Cámara en Madrid; segundo, remitir un documento - ahora vamos a entrar en su análisis- de información acerca del Tratado bilateral, es una afirmación implícita, eso sí, pero categórica, de dos cosas: de que Aragón tiene competencias, que el artículo 16.k) del Estatuto de Autonomía permite que en cualquier materia de tratado internacional que nos concierna tenemos el derecho de poder exigir del Gobierno de la Nación, al que sea, que seamos informados en torno a su contenido antes de que sea aprobado; y segundo, afirma categóricamente que el Subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores no sabía lo que decía.
Yo creo que esto es lo mejor, y casi diría lo único bueno, que contiene el documento del señor Fernández Ordóñez: esta implícita afirmación, más bien reconocimiento de la competencia de nuestro Parlamento para tratar un tema como éste. Yo creo que hemos ganado una vez más desde estas Cortes de Aragón, tímidamente, y creo que habrá que resaltar en lo sucesivo estas acciones nuestras; hemos ganado tímidamente una batalla más, a lo que, desde nuestro Grupo, llamamos inercia centralista del Gobierno de Madrid, del Gobierno socialista. Quizás tengamos oportunidad de seguir ganando batallas en otros temas de gran alcance, de gran importancia para nuestra Comunidad, como es la reforma del Estatuto.
Señorías, en torno a la materia que concierne al Tratado bilateral yo voy a ser muy claro, no puedo decir una cosa distinta de lo que dice mi propio partido político, ni la voy a decir ni quiero decirla, de lo que mi propio partido político dice a nivel nacional y dice en todas las Comunidades Autónomas y ha dicho en todo momento, inclusive en el referéndum de la OTAN, tesis general que el CDS mantiene para toda España, Señorías, cuando estamos en la OTAN, cuando se nos ha ratificado, se nos ha mantenido por el Gobierno socialista, antes contrario, y no vamos a entrar en eso, en la OTAN, es absolutamente innecesario, bajo nuestro punto de vista, la existencia de tratados bilaterales de defensa con un país de la OTAN. Quizás pudiera tener sentido en algún momento que España concertase tratados bilaterales con países de la OTAN, pero de mayor alcance, distintos alcances que el defensivo, culturales, económicos, de cooperación... En cualquier momento podemos hacerlo, y podemos hacerlo con Alemania y podemos hacerlo con Italia y podemos hacerlo con cualquier país de los que están integrados en la Alianza Atlántica.
Un Tratado bilateral con los Estados Unidos, no digo igual que el anterior, ni mucho menos, sino de mayor alcance en lo que es la cooperación científica, cultural, educativa, económica, con beneficiosas repercusiones para nuestro territorio y, en especial, para Aragón, donde soportamos una pesada servidumbre, que es una base norteamericana o una base de utilización conjunta, pudiera tener algún sentido, y a nosotros nos haría dudar acerca de la conveniencia o no de tener ese Tratado aunque estuviera en una de sus cláusulas la carga pesada de tener que soportar una base militar. Pero nuestra afirmación, desde el punto de vista del puro discurso racional, es - y además el documento del Ministerio de Asuntos Exteriores lo confirma- que ya no se le llama Tratado de amistad, de cooperación con los Estados Unidos, etcétera, se le llama Tratado bilateral de defensa. Es decir, España, que esta integrada en la OTAN, donde hay una estructura militar y hay unos instrumentos de defensa, de defensa frente a otros bloques del mundo, resulta que también necesita ver reforzada su defensa con un Tratado bilateral con los Estados Unidos. ¿Es el interés de España de verdad o es más bien el interés del país contratante, es decir, de la otra parte, es decir, de los Estados Unidos de Norteamérica?
A mí me sorprende cuando el señor Ministro de Asuntos Exteriores dice en su escrito que los criterios que orientan la negociación sobre la presencia militar norteamericana de España, en España, y en razón a las bases americanas... se ha hecho como la mejor manera de garantizar la soberanía y la defensa nacionales. Mire, señor Ministro, con todos mis respetos a los mayores conocimientos que usted tenga, desde el CDS opinamos que para garantizar la soberanía y la defensa nacional de España, en estos momentos bastaría -y no nos gusta, y saben ustedes la posición adoptada en el CDS en su momento en este tema- con el Tratado de la Alianza Atlántica. Por lo tanto, tesis general que nosotros mantenemos para toda España, pero que aplicamos concreta y específicamente para Aragón. Si Aragón, dentro del contexto de las Comunidades Autónomas españolas y del Estado español, está inmerso en un Tratado multinacional de defensa con muchos países europeos y americanos, no necesitamos un Tratado bilateral.
Nosotros en las conclusiones, en la propuesta de resoluciones que vamos a presentar a esta Cámara, no sorprenda que en lo que vamos a pedir, entre otras cosas, para Aragón, específicamente, no vamos a ser tan ingenuos de ir a una petición general al Gobierno español de bases fuera, o de desmantelamiento de bases, no. El Tratado bilateral se está concertando, el Tratado bilateral con los Estados Unidos de Norteamérica es ya casi una realidad, pero sí por lo menos vamos a hacer el gesto que creemos importante y no renunciamos a que pueda tener una mínima, aunque sea una millonésima de posibilidad de éxito, y es que los efectivos norteamericanos de la base de Zaragoza desaparezcan.
Siguiendo con el documento del Ministerio, sorprenden muchas cosas. Por ejemplo, al señor Ministro le preocupa mucho la manera de garantizar la soberanía y la defensa nacionales; no le preocupa nada, nada, porque en ningún momento del documento se dice que con eso esté tratando de cumplir la soberanía del pueblo español. Yo creo que el Ministro de Asuntos Exteriores podría haber empezado su discurso, en su brevísimo documento, diciendo algo así como: en cumplimiento de la soberanía del pueblo español, manifestada en el referéndum en torno a la permanencia en la OTAN, vamos a reducir esto y aquello de la base de Zaragoza. No dice eso, se preocupa de pensar en la soberanía, en los intereses nacionales, en la defensa. No, señor Ministro, en estos momentos la reducción no tiene casi nada que ver con todo eso, usted tiene obligación por supuesto de garantizar la soberanía española y, desde luego, proteger al territorio español, defender al territorio español, pero su principal argumento para introducir cualquier tipo de reducción hoy es el cumplimiento estricto de los principios que sirvieron de base al referéndum, si no, ya no tendría ningún sentido. Cuando nosotros decimos, desde el CDS, que las bases no son necesarias cuando tenemos un Tratado multinacional como es la OTAN, también reconocemos y decimos que se ganó por el Gobierno, por el Gobierno actual, un referéndum de permanencia, y en ese referéndum se establecían unos criterios, unas exigencias de cumplimiento, unas promesas al pueblo español; la principal de todas: reducción sustantiva de los efectivos americanos en España.
Señor Ministro, lo primero que se nos tendría que decir es que está cumpliendo eso, ¿o es que no cree que tenga que cumplir eso?, ¿o es que no cree que la reducción que nos propone para Zaragoza entre en el contexto de esa obligación de tener reducción sustantiva? ¿Es sustantiva la reducción que se va a producir en Zaragoza? Nosotros tenemos serias dudas. Suena muy bien la desaparición de los aviones cisternas, sobre todo suena muy bien después del caso libio; mucha gente da la bienvendida a esta idea, va a respirar y decir: ¡oh, Dios mío!, claro, Zaragoza estaba sujeta a posibles ataques de potencias extranjeras, merced a los aviones cisterna que en estos momentos desaparecen. Bueno, mire usted, yo creo que cualquier base, en estos momentos, de utilización norteamericana es un objetivo, un objetivo deseado de cualquier potencia extranjera que quiera en estos momentos atacar directamente a cualquier posición militar norteamericana, y da lo mismo que haya aviones cisterna, o que deje de haber aviones cisterna; para nosotros será exactamente igual el peligro que pueda tener Zaragoza y sus habitantes, es lo mismo con aviones cisterna que sin ellos, es lo mismo con los actuales contingentes norteamericanos que con esos contingentes norteamericanos reducidos en una cuarta parte, como dice exactamente el documento.
A mi juicio, el señor Ministro de Asuntos Exteriores nos oculta mucha información. Por ejemplo, el Portavoz de Izquierda Unida hablaba del tema del personal, evidentemente, y es un tema que preocupa, y todos en esta Cámara hemos sido testigos y hemos tenido que recibir la visita del personal civil de la base americana. En estos momentos la base de utilización conjunta de Zaragoza es un problema grave. A esos setecientos u ochocientos civiles españoles que están trabajando al servicio, dicho entre comillas, de las fuerzas americanas no puede de ninguna manera perjudicarles una reducción, por mínima que se haga, no podría perjudicarles un desmantelamiento que se llevara a cabo de la propia base en el sector americano, no podría nunca perjudicarles en la medida en que ello depende de un Tratado que firma un Gobierno, su propio Gobierno, el Gobierno español. Por tanto, también pediremos en una propuesta de resolución una atención preferente para evitar las consecuencias negativas que se puedan derivar, lógicamente, desde el punto de vista laboral, de la posible reducción o supresión, que parece ser que sólo será reducción minireducción. No nos dice el Ministro nada más; desaparecen los aviones cisterna según él y se reduce el contingente de personal y material en una cuarta parte; eso es no decir nada. ¿Qué queda en la base americana de Zaragoza? ¿Qué otras cosas pueden venir en el futuro a la base americana de Zaragoza? Pues nos dicen lo que se va, pero no nos dicen lo que viene o lo que pueda venir.
La verdad es que yo creo que simplemente se ha cubierto el expediente; por eso les decía, Señorías, al principio de todo ello, que no se preocupen, que esto no es un debate cuantitativamente importante, nos quedábamos, nosotros por lo menos, el CDS, tal como estábamos al principio, es decir, seguiremos sabiendo tan poco o menos de lo que sabíamos antes de que el señor Ministro de Asuntos Exteriores nos mandara su información.
Y termino con otra cosa importante, un tema que a mí sí me preocupa también. Hemos visitado muchos de esta Cámara la base, el sector español de la base de utilización conjunta, y nos hemos ido con las ideas muy claras, pero muy claras de que el control -y Sus Señorías lo saben, los que estuvieron en aquella reunión- tiene a gala poseerlo el Ejército español, así nos lo dijeron por lo menos y así lo recuerdo yo, cuando el Coronel jefe de la base, de la base de utilización conjunta, afirmaba categóricamente que el control de la base es un control español. Pues muy bien, el tratado futuro, según el escrito -y con ello ya termino, señor Presidente- del Tratado futuro con los Estados Unidos, ofrece dudas de que eso vaya a seguir siendo así, si es que era así. Yo no pongo en duda la palabra del Coronel español cuando dice con frases casi finales que se encuentran en fase de negociación temas, por ejemplo, relativos al control de las bases. El señor Ministro de Asuntos Exteriores todavía tiene dudas si la base, por ejemplo, de utilización conjunta de Zaragoza hispano-norteamericana será controlada por los españoles, como hasta ahora creíamos que lo era o, por el contrario, ahora perdiendo nuestra propia titularidad, perdiendo lo que es el derecho del Ejército español, pueda caer bajo control de las fuerzas norteamericanas.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Merino. Tiene la palabra el Portavoz de Alianza Popular, don Angel Cristóbal Montes.
El señor DIPUTADO (CRISTOBAL MONTES): Señor Presidente, señores Diputados.
Hay días en que uno se levanta con suerte; yo no sospechaba que esta mañana me iban a nombrar embajador de nada, pero parece que me han nombrado embajador y representante supremo de los Estados Unidos, de los intereses de los Estados Unidos en esta casa, en las Cortes de Aragón, gentileza que agradezco. He vivido muchos años en América, me considero hispanoamericano, en América del Sur, no en América del Norte, y en cualquier caso una mención de ese tipo pues siempre es gratificante. En cualquier caso, pido al Presidente que investigue la condición de embajador norteamericano, si es o no compatible con la de Diputado en estas Cortes de Aragón, y me reservo los derechos a los emolumentos acumulados retroactivamente desde la fecha que me señala el señor de las Casas. (Risas.)
La política exterior y la política de defensa es un tema tentador para cualquier político, incluso para una Cámara local como es ésta, una Cámara política como son las Cortes de Aragón, una Cámara menor, pero es tentador, y además tenemos punto de apoyo, como luego esgrimiremos, como luego señalaremos, en la Constitución y, sobre todo, en nuestro Estatuto de Autonomía.
El político, naturalmente, tiende a ocuparse, le gusta ocuparse de los temas de defensa, de los temas de política exterior; son dos de las grandes asignaturas de toda política, y en ellas se aprende necesariamente, y en ellas hay siempre un contenido enriquecedor.
Yo recuerdo muchas veces una frase de un gran maestro de la diplomacia que decía que la no intervención es un concepto muy difícil, significa lo mismo que la intervención. Aquí no hemos llegado todavía a esas sutilezas, pero en cuanto a la formulación teórica, en cuanto a la actuación práctica, nos hemos encontrado muy cerca. Felipe González podría decir: la no permanencia en la OTAN es un concepto muy difícil, significa lo mismo que la permanencia; podría decirlo, porque a la vista de la forma en que ha seguido en ese tema, pues podría perfectamente llegar a esa conclusión. Recuerden los señores Diputados que en el corto lapso de cuatro años Felipe González pasó de decir: «defenderemos desde el Gobierno la salida de la OTAN», a decir: «el Gobierno será neutral respecto a la salida de la OTAN», a decir, y plasmar después: «el Gobierno defenderá la permanencia en la OTAN».
Pues bien, en esta Cámara se presentaron dos Proposiciones no de Ley, una del CDS, otra de Izquierda Unida, en cuya virtud, y en cumplimiento, y en actuación de un precepto de nuestro Estatuto, el artículo 16.k) de nuestro Estatuto, que faculta, que hace competente a las Cortes para obtener información del Gobierno en aquellas materias, en aquellos tratados internacionales que afecten a intereses de Aragón, proposiciones aprobadas mayoritariamente en esta Cámara, se requería al Gobierno información sobre el preacuerdo suscrito con Estados Unidos respecto a la reducción de tropas en España y respecto a las negociaciones en curso para la firma del Convenio de defensa por USA, Convenio respecto al cual Aragón está perfectamente legitimado para obtener información de acuerdo a su artículo 161), porque en Aragón, en Zaragoza tenemos una base americana de utilización conjunta.
En contestación a estas dos Proposiciones no de Ley, esta Cámara ha recibido dos documentos, de los cuales, al menos uno, me atrevería a calificar de documento singular. Un documento de 21 de abril y otro documento de 17 de mayo. Los factores personales, normalmente, no tienen mucho que ver, o al menos formalmente se pueden excluir de los planteamientos políticos.
Cuando se remite el primer documento, el señor Fernández Ordóñez, Ministro de Asuntos Exteriores, desgraciadamente se encontraba ausente de la sede ministerial, estaba siendo tratado, intervenido quirúrgicamente, y parece que no tuvo control, conocimiento de esa nota; yo tiendo a creer esto. Si hubiera tenido conocimiento de esa nota, esa nota posiblemente no hubiera salido del Ministerio de Asuntos Exteriores, porque ése no es su estilo, y además él es lo suficientemente inteligente para no meter la pata de esa forma tan descarada y obvia. Cuando ya sí estaba reintegrado a sus funciones, remite, ahora sí, bajo su firma, el documento de 17 de mayo, que ha sido prolijamente expuesto en esta Cámara, y al cual yo posteriormente dedicaré también alguna alusión. Es otro tipo de documento, es un documento serio, es un documento diplomático, es un documento ponderado, con mayor o menor contenido, con mayor o menor enjundia, pero de recibo; el primero no es de recibo. Ahora bien, ese primer documento debió ser retirado por el segundo, nada le costaba al Ministro de Asuntos Exteriores, en el segundo documento, decir: téngase por no recibido, o téngase por retirado, o téngase por invalidado o por neutralizado, la fórmula diplomática que quisiera, que las hay infinitas, de haber retirado aquel primer documento, nada le costaba y, sin embargo, no se ha hecho; ese documento sigue vivo, sigue en pie. Tenemos dos contestaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores: una concreta, la segunda; y otra genérica, la primera, otra de principios, la primera, que sigue en pie, y a la que estamos obligados a referirnos porque no ha sido retirada, no ha sido invalidada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, por lo tanto podemos y debemos seguir considerándola como la doctrina oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores respecto al cumplimiento, a la ejecución de la competencia que el artículo 16.k) de nuestro Estatuto reconoce a las Cortes de Aragón.
¿Y qué se dice en ese primer documento del 21 de abril? Pues se dicen cosas harto singulares, se dicen cosas estrambóticas, se dicen cosas muy, muy criticables, muy discutibles. Se dicen cosas como, por ejemplo, que por el Ministerio ha de entenderse que las Cortes de Aragón son incompetentes para realizar la solicitud referida, es decir, el Ministerio de Asuntos Exteriores o no se ha leído el Estatuto de Autonomía de Aragón, o no lo tienen a la mano, o no lo pueden consultar, o si se lo han leído y lo tienen en la mano les trae sin cuidado. Para el Ministerio de Asuntos Exteriores no existe el artículo 16.k) del Estatuto de Autonomía, que faculta a estas Cortes para recibir, y por ende para recabar, información respecto a todos aquellos tratados que afecten a intereses de Aragón. Y lisa y escuetamente, como si se tratare de un Tribunal Constitucional cualquiera, o de una Cámara legislativa con facultades derogatorias, el Ministerio de Asuntos Exteriores borra, pasa el borrador y acaba con esa facultad, con esa competencia del artículo 16.k), lo elimina, lo elimina incluso sin mencionarlo, lo cual es más grave, porque si el Tribunal Constitucional declarara en su día que esa competencia es inconstitucional al menos tendría que referirse a ella y argumentar esa nulidad. El Ministerio de Asuntos Exteriores ni la menciona, pasa simplemente sobre ella, la ignora y tácitamente la da por no existente, la da por derogada.
Esta es un aberración no sólo jurídica, sino también política, es algo concretamente inadmisible, porque implica nada más y nada menos que la desaparición de golpe y sin explicación de algo que forma parte del Estatuto y que, según doctrina reiterada del Tribunal Constitucional, forma parte también, nada más y nada menos, que del bloque de constitucionalidad de este país, integrado, como saben ustedes, no sólo por la Constitución, sino por los Estatutos de Autonomía. Nada más y nada menos que una norma que forma parte del bloque constitucional de nuestro país ha sido ignorada, ha sido arrojada al cesto de los papeles por esta desdichada nota de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores.
Pero se dicen más cosas en esta nota del 21 de abril, se dice, se critica en aras de haberse formulado por las Cortes de Aragón ese requerimiento de información, que las Cortes de la Comunidad Autónoma de Aragón no son depositarias de suerte alguna de soberanía popular. Esto ya es, esto ya es harina de otro costal, esto ya no es, simplemente, desconocer una norma, esto ya es desconocer el entramado político, la estructura política en la que se asienta nuestro Estado de las Autonomías, constitucionalmente consagrado. Un Estado de las Autonomías - y se ha dicho muchas veces aquí- se parece extraordinariamente a un Estado federal, y se parece extraordinariamente porque en ambas formas de organización político-territorial del Estado la soberanía se encuentra dividida entre el poder central y las Comunidades Autónomas en este caso, o los Estados federados o Estados miembros en el otro caso. Hay, por el propio texto constitucional, una suerte de reparto de competencias entre dos categorías de Gobierno, según dicen los politólogos, y, en consecuencia, estamos frente a un supuesto en que la soberanía se distribuye, se reparte, se divide entre las distintas instancias de poder, centrales y periféricas, en este caso las Comunidades Autónomas.
Pues bien, esto parece no existir, parece no tener ninguna importancia para nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, porque lo borra, lo ignora, lo desconoce, con lo cual comete una tropelía, una tropelía política de enjundia, de importancia, de gran trascendencia, negativa en este caso, porque es poco más o poco menos que atentar contra postulados constitucionales. La soberanía reside en el pueblo español, ciertamente, las Cortes representan a ese pueblo español; pero las Cortes de Aragón - lo dice nuestro Estatuto también- forman parte del bloque de constitucionalidad, representan al pueblo de Aragón; el pueblo de Aragón forma parte del pueblo español, por tanto, las Cortes de Aragón representan, a través de los aragoneses, al pueblo español, y en consecuencia son depositarias no de alguna suerte de soberanía popular, son depositarias de la parte de la cuota de soberanía popular que le corresponde a Aragón; por lo tanto, son conceptos difícilmente admisibles, difícilmente defendibles, difícilmente tolerables en una nota oficial, nada más y nada menos que de un Ministerio de Asuntos Exteriores.
Había que decir estas cosas, porque si no se denuncian, porque si no se señalan, se corre el grave riesgo de que por dejación, por omisión, vayamos dando facilidades, vayamos posibilitando ataques a un Gobierno central que es muy proclive a este tipo de desconocimientos, a este tipo de ataques. Hay que levantar la voz desde Aragón, y se levantó en su momento, y la levantamos ahora para decir que el Estatuto hay que cumplirlo, que el Estatuto hay que respetarlo, y que cuando se dice en nuestro Estatuto que tenemos facultades en estas Cortes para recabar información, eso es ley, eso es principio, eso es norma del máximo rango, y todos, empezando por el Gobierno de la Nación, están obligados a conocerlo, a respetarlo y a cumplirlo. Por lo tanto, esta primera nota tiene que ser profundamente criticada, como hemos hecho, profundamente desechada, profundamente invalidada desde el seno de esta Cámara aragonesa, representante de los intereses y del pueblo aragonés.
La segunda nota, la nota del 17 de mayo, que ya ha sido comentada aquí suficientemente, es una nota de otro talante, es una nota de una persona inteligente, de una persona sensible, que dice lo que puede decir, que se compromete hasta donde puede comprometerse, pero que no ofende, que no invalida, que no invade otras competencias, y ahí está la muestra de inteligencia y de diplomacia que sobra, perdón, que falta, que falta claramente en la primera nota de un supuesto «ministerio de la diplomacia».
Se anuncian en esta segunda nota algunas reducciones, algunas limitaciones; ya se ha comentado, no voy a insistir, sobre los aviones cisterna, sobre la unidad de salvamento y rescate, sobre la disminución de personal, etcétera. Nosotros - ya ha sido criticada la faceta estrictamente militar desde esta tribuna por los Diputados precedentes- no vamos a insistir sobre esto, acogemos en principio las mismas renuncias que se han señalado de que eso nos dice lo que va a desaparecer, no nos dice lo que va a venir, que previsiblemente va a venir, después del cierre de la base de Torrejón, y se va a aumentar la capacidad operativa, en cuanto base, en cuanto base que reciba las fuerzas aéreas de Europa en misión de entrenamiento en los polígonos de tiro; posiblemente se incremente de manera sensible, aparte del hospital y demás dependencias de Torrejón que posiblemente vengan a Zaragoza.
No vamos a insistir en ese punto, sí vamos a insistir en otro punto. Y es que según las negociaciones en curso, el futuro convenio de defensa con USA va a tener dos tratados, uno estrictamente de defensa y cooperación, y otro atinente a aspectos culturales, científicos y técnicos, y en la nota del Ministerio no se nos dice ni una palabra sobre este segundo tema, que nos interesa profundamente, aquí en Aragón, aquí en Zaragoza. Si algo podemos recibir de este nuevo convenio con USA, obviamente no van a ser facilidades militares; por ahí tenemos muy poco que conseguir, podemos conseguir, deberíamos conseguir algún tipo de facilidades, algún tipo de ayuda, algún tipo de contraprestación o compensación en los campos contemplados en este segundo Tratado, en los aspectos culturales, en los aspectos científicos, en los aspectos tecnológicos. Si alguien tiene derecho a reclamar un trato preferente, debe ser Aragón, o por lo menos Aragón y las otras regiones que soportan las bases americanas, y nada se nos dice, más bien se da a entender que en ese aspecto, por conversaciones habidas, en ese aspecto, no vamos a ser tomados ni siquiera en consideración, y esto es muy grave, esto es muy serio.
No es la visión egoísta simplemente de que porque sufrimos los riesgos nos compensen económicamente, es más, no es esa contrapartida que a veces se ha presentado egoístamente de que nos paguen en dinero los peligros que nos suponen en el campo de la defensa y en el campo militar, no es eso, no es eso, es el sentido de la lógica, el sentido de la equidad, el sentido de la participación, de que aquél que pone más en cualquier empresa común - y ésta es una empresa común- debe también tener una participación mayor en las consecuencias positivas de esa empresa común. Y, obviamente, éste es un aspecto que no se puede, que no se debe marginar, que no se debería haber marginado en la información a suministrar a una Comunidad Autónoma como la aragonesa, en la que existe una base. Lo ratificamos también en la fijación de posición, y en su momento haremos la presentación de la propuesta de resolución correspondiente, de que el personal español al servicio de la base tiene que ser objeto de una consideración muy especial. Es un personal que está ahí, en una base de utilización conjunta en virtud de un convenio celebrado por España con un país extranjero, en virtud de un compromiso del Ministerio de la Defensa español, y ese Ministerio de la Defensa tiene que cubrir, tiene que avalar, tiene que garantizar, como ha hecho en otros sitios, si no la permanencia, porque a lo mejor eso es lo imposible, la salida honorable desde el punto de vista laboral de ese personal español que ha estado pie a tierra, que ha estado haciendo acto de presencia, cumpliendo un cometido importante en unas bases que son, oficialmente al menos, bases de utilización conjunta por parte del Ejército español. Esto no lo puede, no lo debe ignorar nuestro Ministerio de Defensa.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor don Angel Cristóbal Montes. El portavoz del Partido Aragonés Regionalista, señor Mur, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (MUR BERNAD): Señor Presidente, señora y señores Diputados.
Yo creo que hoy debatimos en esta Cámara un tema y un asunto interesante, pero permítanme que comience haciéndome una pregunta, que quizá todos nosotros nos hemos hecho ya a esta altura del debate: ¿qué esperamos como conclusión y como resultado de lo que aquí esta mañana estamos diciendo? ¿Qué esperamos de este debate en el orden práctico? Pues permítanme que por parte de nuestro Grupo seamos excépticos y les diga que tal y como están las cosas, tal y como está la voluntad política en este momento, nosotros esperamos muy poco, quizás lo único que esperamos es que se nos escuche, y en la medida de lo posible, que esperemos que sea mucho, que se nos atienda.
Hay tres cuestiones que convendría resaltar, porque yo creo que inciden en el debate de esta mañana, en la cuestión que estamos tratando: hay las cuestiones que yo llamaría de procedimiento, unas cuestiones formales competenciales y, por fin, unas cuestiones sustantivas. Pero retomemos los argumentos que ya vertimos aquí en el Pleno del día 11 de marzo, cuando fueron aprobadas dos Proposiciones no de Ley similares, aunque con contenidos distintos. Una de ellas, la que propuso el Grupo Aragonés Regionalista, era la más genérica, la más respetuosa con el texto del Estatuto, ya que acordábamos dirigirnos al Gobierno de la Nación para que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 16.k) de nuestro Estatuto, nos enviara la información, etcétera, etcétera. La Proposición no de Ley 3/88 iba un poco más allá y pedía, incluso, la presencia, la comparecencia del señor Ministro de Asuntos Exteriores, señor Ministro de Asuntos Exteriores y Diputado por Zaragoza, en esta Cámara para que informara, con el procedimiento que tuviera a bien, de las cuestiones que aquí se planteaban.
Bien, de todos es sabido lo que ha ocurrido, esto no ha sido posible, no ha habido información, no ha habido comparecencia, pero yo creo que convendría estudiar, convendría indagar por qué no ha habido comparecencia, cómo se han sustanciado las respuestas a estas preguntas, qué es lo que ha ocurrido mientras tanto. Pues lo que ha ocurrido yo creo que es conocido de todos ustedes, ya que en su momento levantó una polvareda en los medios de comunicación, por aquella contestación, aquella carta enviada por el señor Subsecretario, remitida a través del Delegado del Gobierno en Aragón, una carta que desde luego, nosotros ya lo dijimos en aquel momento, era una carta inaceptable, yo creo que era un documento que jamás debió salir ni jamás debió ser firmado por persona competente o responsable del Gobierno de esta Nación.
El señor Ministro Diputado, en aquel momento, no pudo contestar, pero se supone que sabía y era solidario de lo que su Subsecretario firmaba y decía en aquel documento, un documento que, desde luego a nosotros, nos dejó muy mal sabor de boca, porque no solamente no se contestaba a nada de lo que se pedía, no se daba satisfacción a ninguna de las peticiones, sino que se iba más lejos; en aquel documento ya se opinaba sobre nuestra capacidad o sobre nuestra competencia, sobre nuestra soberanía, para indagar las cuestiones que estábamos preguntando. Es decir, no solamente no se nos contesta, sino que se nos remite una regañina por haber tenido la osadía de dirigirnos al Gobierno de la Nación y pedir algo tan elemental como lo que resulta de la aplicación estricta del apartado k) del artículo 16 de nuestro Estatuto. Es decir, por tener la osadía de utilizar un mecanismo previsto en nuestro Estatuto, el señor Subsecretario no solamente no nos contesta, sino que nos da un mal palo, diciendo que no somos competentes, que no tenemos soberanía, casi, casi nos descalifica. Pero, Señorías, no hay que escandalizarse de este comportamiento, yo creo que no tenemos suerte con las interpretaciones, cada vez más restrictivas, que desde el Gobierno central se hace de nuestras competencias y de nuestros derechos, porque cada vez se restringe más lo que nuestro Estatuto dice. Y a este respecto me permitirán ustedes una pequeña licencia, para que vean cómo han ido derivando las cosas en esta materia. Nuestro Estatuto dice que podremos recibir, que recibiremos información, información que, como se sabe luego, por la vía de los hechos, no se recibe. Pero esta interpretación restrictiva no es de ahora, las restricciones vienen incluso desde el momento que se estaba redactando el Estatuto de Autonomía de Aragón, que ya saben las fases y vicisitudes que pasó, las restricciones, recortes y mutilaciones de que fue objeto en su tramitación parlamentaria, y este artículo 16 no se pudo librar también de ese tijeretazo y de ese recorte en la tramitación parlamentaria en el Congreso de los Diputados.
«Fue una lástima que en el Pleno del Congreso se cercenara el contenido más amplio que en este precepto había, y que había sido aprobado no sólo por la Asamblea de Zaragoza, sino también por la misma Ponencia y la Comisión del Congreso de los Diputados. Este arrepentimiento de última hora por parte de los Diputados centristas y socialistas mermó de forma importante las atribuciones de esta Comunidad Autónoma en torno a esta materia. En efecto, en su versión original, es decir, el texto que se había remitido, hablaba de ser oídas las Cortes de Aragón y recibir información, lo que suponía, a favor de las Cortes aragonesas, un doble mecanismo de control bastante importante en todos aquellos tratados internacionales que el Estado se propusiera concretar. El ser oída significaba el derecho de nuestro Parlamento a emitir un informe acerca de cualquiera de esos tratados y leyes con carácter previo a la concertación o aprobación de los mismos. Por el contrario, el recibir información sitúa a nuestra Comunidad en una posición más bien pasiva respecto de los mismos, porque esa información podrá ser remitida - ojalá fuera remitida-, incluso, una vez aprobados dichos tratados». Perdón por la cita tan larga, reconozco públicamente al autor de la misma, el ilustre Diputado don José Luis Merino, en el libro que tiene sobre Comentarios al Estatuto de Autonomía de Aragón. Ya ven ustedes cómo en la tramitación parlamentaria fue cercenado un derecho importante, como se pone de manifiesto en esta cita, el ser oídas con carácter previo y después, indudablemente, el ser informadas. No como quedó en nuestro Estatuto de ser informadas, cuando lo seamos, a posteriori, a toro pasado y sin posibilidad de hacer nada para evitar lo que de negativo tengan esos tratados.
Por tanto, Señorías, a mí me produce de alguna manera una gran sorpresa cuando en esta Cámara muchos grupos políticos están conformes con este Estatuto que tenemos, cuando estamos viendo que no nos es suficiente en materias que parecen tan alejadas, a veces, de la política diaria de estas Cortes, como los temas de tratados internacionales. Ven ustedes cómo también hay que reformar el Estatuto en esa materia, ven ustedes cómo hay que reponer, como mínimo, el estado primitivo de la relación que había. Este tema, el ser oídas estas Cortes, claro que deben ser oídas, deben ser oídas, y deben ser escuchadas, y deben ser informadas, pero eso parece ser que con el talante que en estos momentos reina por Madrid no va a ser fácil en un breve período de tiempo.
Nosotros reiteramos, Señorías, que éste es un tema de especial interés por las servidumbres, por los riesgos, por las faltas de compensaciones que tiene para nuestra Comunidad Autónoma.
Y también nos hacemos partícipes de los problemas de los trabajadores de la base. Los trabajadores de la base han manifestado su preocupación a todos los grupos políticos de esta Cámara por las consecuencias que tiene para ellos esa política diaria, ese interés inmediato que tienen por las consecuencias de este Tratado, porque en este Tratado no sabemos si hay alternativas, si se ha hecho alguna previsión con los puestos de trabajo.
Es posible que para el señor Ministro Diputado todos estos temas que hoy estamos debatiendo en esta Cámara, los problemas de los trabajadores, los riesgos, las servidumbres, las faltas de compensaciones, pues posiblemente para el señor Ministro Diputado estos temas carezcan de especial interés dada su dedicación a resolver problemas ajenos y olvidando los nuestros.
No voy a leerles la carta del presidente del comité de empresa de la empresa PAE, que nos ha remitido a los Grupos Parlamentarios, en la cual nos informa de cuál es su situación laboral, de cuál es el riesgo inmediato que se cierne sobre la plantilla y de cuáles son los temores, yo creo que fundados temores, que tienen de que este Tratado pueda traerles consecuencias graves e irreversibles, pero todo esto, como digo, para el señor Ministro Diputado carece de importancia.
¿Qué hemos hecho desde Aragón sobre esta cuestión? ¿Qué se ha hecho desde estas Cortes de Aragón después del Pleno del día 11? Pues el señor Presidente de las Cortes, yo creo que en un gesto que deberían imitar otros políticos, y quizás olvidando a veces, pues, ese punto de orgullo que los políticos tienen en algunos momentos, de no renunciar a sus competencias, fue hasta Madrid a entrevistarse con el señor Ministro de Asuntos Exteriores. Fue hasta Madrid para recibir una información, para saber si el señor Ministro iba a venir aquí. El señor Presidente de estas Cortes fue hasta Madrid, y el señor Ministro Diputado todavía no ha venido hasta Zaragoza.
¿Cuál es la postura del Ministerio? La carta del Subsecretario, la carta que, desde luego, yo creo que a estas alturas se habrá arrepentido más de una vez de haberla escrito, porque desde luego no pasará a los anales de la diplomacia, no creo que le condecoren al señor Subsecretario por cartas de esta naturaleza, son de esas cosas que uno querría olvidar, y que, desde luego, son lamentables en un Ministerio que tiene que hacer gala de la diplomacia y de la prudencia cuando escribe.
Esperemos que se pueda aprobar en estas Cortes una resolución, que aunque nosotros vamos a presentar, en el sentido de «dése por no recibida», y nosotros, que somos comprensivos, tolerantes y hasta dados a olvidos cuando es necesario, seremos capaces de olvidar.
Y luego está la carta del señor Ministro, esa carta, todo lo contrario, diplomática, esa carta que no dice absolutamente nada, esa carta que la escribe al señor Presidente de las Cortes, como continuación de la conversación del pasado día 12, es decir, parece ser que el señor Ministro continúa la conversación, pero esta vez ya de manera epistolar, lo cual de alguna manera, sensu contrario, nos da a entender que el señor Ministro, señor Ministro Diputado, no tiene interés, no tiene intención de aparecer por Zaragoza, salvo - opino yo- que se vuelvan a convocar nuevas elecciones generales.
¿Qué podemos hacer desde aquí, Señorías? Es la pregunta que creo que nos estamos haciendo todos y que se están haciendo los ciudadanos de Aragón, ¿qué podemos hacer a la vista de esta situación? ¿Seguir callando, ser buenecitos, no protestar? ¿Cuál va a ser la compensacion que nos va a dar el Gobierno socialista si somos buenos y no planteamos conflictos? ¿Cuál va a ser la limosna que en este momento nos propone para que no hagamos uso de nuestros derechos y de nuestras competencias? Quizá ahora la intervención del Grupo Socialista nos lo aclare, y nos digan que si somos buenos y estamos calladitos nos van a mandar no sé cuántos miles de millones de pesetas o nos van a hacer inversiones, o nos van a proporcionar no sé cuantas cosas. Yo estoy ansioso por oír al Grupo Socialista que, en definitiva, supongo que representará la voluntad del Gobierno de la Nación, y nos podamos enterar de qué vamos a decidir, cuál es el procedimiento adecuado, qué tenemos que hacer, si seguimos reivindicando, si nos tenemos que callar. Yo espero, Señorías, que este tema acabe de manera más seria, no en balde.
El Justicia de Aragón, que tiene como misión la defensa de nuestro ordenamiento y la defensa de nuestro Estatuto, ha tomado cartas en el asunto. Ha pedido los datos y la documentación de este tema para ver si desde el Gobierno de la Nación, si desde el Gobierno de Madrid, se ha cercenado algún derecho reconocido en el Estatuto de Autonomía. Yo espero que la actuación del Justicia clarifique este asunto y, sobre todo, sobre todo, los de nuestro Grupo esperamos que el sentido común, la racionalidad, se imponga y a este tema se le dé un tratamiento acorde con la importancia del mismo. Yo creo que no debemos frivolizar con anécdotas un tema de tanta importancia, nada más y nada menos que tratados militares, tratados de defensa, tratados bilaterales, una base militar, aquí, a muy pocos kilómetros, unos aviones que van a sobrevolar nuestras cabezas, unos puestos de trabajo, que están en entredicho, unas hipotecas grandísimas que estamos padeciendo en Aragón por contribuir a esa defensa nacional que a todos nos afecta, y, sin embargo, qué pocas compensaciones recibimos en esta ciudad. Ni siquiera la compensación de ser oídos, ni siquiera la compensación de recibir explicaciones.
Nada más y muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mur. Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Tejedor.
El señor DIPUTADO (TEJEDOR SANZ): Señor Presidente, señoras y señores Diputados.
Las Cortes de Aragón aprobaron en su momento dos Proposiciones no de Ley; en una de ellas se recababa información sobre el Convenio a suscribir con el Gobierno de los Estados Unidos de América, en lo que sea de particular interés para Aragón, de acuerdo con lo previsto en el artículo 16.k) del Estatuto de Autonomía. El Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en aquella ocasión, cuando se debatió esta Proposición no de Ley, ya expuso nuestro parecer favorable a hacer uso de esta prerrogativa del Estatuto de Autonomía, con objeto de que las Cortes de Aragón y, en consecuencia, la ciudadanía aragonesa, a quienes representamos en esta Cámara, pudieran tener cumplida información del estado de la cuestión que estamos debatiendo.
De la misma manera, cuando debatimos la segunda Proposición no de Ley expresamos también, y ratificamos ahora, nuestro parecer contrario a que el Ministro de Asuntos Exteriores tuviera que desplazarse personalmente a esta Cámara para dar información, porque entendíamos que no era el procedimiento más adecuado el desplazamiento de los Ministros del Gobierno de la Nación a los diversos Parlamentos autonómicos para informar personalmente, habiendo otros muchos mecanismos que pueden revelarse tan eficaces como el entonces solicitado.
¿Qué ha ocurrido? ¿Cuál ha sido la actitud del Gobierno de la Nación española con objeto de dar cumplimiento al núcleo esencial de las Proposiciones no de Ley, que para nosotros es dar información a esta Cámara? Hubo un primer escrito, primer escrito no redactado por el Ministro de Asuntos Exteriores, quien a la sazón se encontraba enfermo y en consecuencia estaba de baja de sus actividades oficiales, no acudía a su despacho oficial. Un escrito que en la forma también al Grupo Parlamentario Socialista nos pareció en su momento no adecuado, pero un escrito que en lo esencial - y en eso dicrepábamos, discrepamos además seriamente de la perspectiva que ha planteado alguna de Sus Señorías esta mañana en esta tribuna- fue posteriormente rectificado por el propio Ministro, a iniciativa del Ministro, en su momento. ¿Y por qué digo que fue claramente rectificado? Porque en el primer escrito de un funcionario del Ministerio se dice que «las Cortes de Aragón son incompetentes para realizar la solicitud referenciada»; ¿qué quiere decir semejante frase, señores, que no van a recibir ustedes información? Luego ha sido rectificado ese escrito por la vía según la cual se rectifican las cosas, que es por la vía efectiva de los hechos, es decir, remitiendo un segundo escrito donde se da cuenta, en nuestra opinión, como ahora expondré, de cómo se da cumplimiento a lo solicitado.
Pero hay más, a iniciativa personal, el Ministro de Asuntos Exteriores, don Francisco Fernández Ordóñez, el día 11 de mayo cita al Presidente de las Cortes de Aragón con objeto de adelantarle un primer posicionamiento sobre lo que piensa, antes incluso de que la Junta de Portavoces de esta Cámara lo solicite el día 11 de mayo. Es decir, el Ministro de Asuntos Exteriores, que es quien representa políticamente al Gobierno en las materias de su competencia en todo lo que es la política exterior de España, toma la iniciativa, plantea la necesidad de informar, llama al Presidente de la Cámara y, posteriormente, remite un escrito - creemos nosotros que detallado-, un escrito suficiente. Y digo suficiente, porque en estos momentos, Señoría, está todavía en discusión el Convenio a firmar entre España y los Estados Unidos de Norteamérica. Es una materia sobre la cual todavía está habiendo dificultades en la negociación, como bien dejó entrever el otro día el propio Ministro, cuando se reunió con el Secretario de Estado norteamericano. Es una materia difícil en la cual el Gobierno está defendiendo todavía legítimas posiciones, a las que se resiste la diplomacia norteamericana. En consecuencia, parece lógico que la información que se dé sea única y exclusivamente la que se ha cerrado en el preacuerdo, pero que las buenas formas de negociar, la habilidad negociadora de un Gobierno que representa los intereses de España, lógicamente también los de Aragón, aconsejen esperar a la conclusión de la negociación con los Estados Unidos, y se dice en ese mismo escrito que cuando la negociación haya terminado se presentará y se dará puntual cuenta al Congreso de los Diputados.
¿Qué es lo que sabemos en estos momentos de lo que se ha negociado? ¿Qué es lo que plantea el Ministro? Algo fundamental para nosotros. Primero, que los criterios de la negociación se enmarcan en la defensa de la soberanía nacional, de los mejores postulados que convengan a la política de defensa, como no podía ser de otra manera. Segundo, que ha habido o va a haber una sustancial reducción de la presencia cualitativa y cuantitativa de las fuerzas estadounidenses en Zaragoza. Así se refiere a la misión de reabastecimiento en vuelo, los conocidos como aviones nodrizas, los destacamentos de helicópteros y el personal afecto a todas estas misiones, que puede suponer reducir la presencia militar norteamericana a una cuarta parte de lo que ha sido esa presencia en los últimos años.
Esto es importante, Señorías, es algo realmente importante, y es importante porque en su día ha habido un referéndum en el cual se ha pronunciado mayoritariamente el pueblo español, y en el cual uno de los compromisos que obligan al Gobierno de la Nación, sea cual sea éste, es contribuir a reducir la presencia militar norteamericana en España con objeto de recuperar la soberanía nacional sobre todo el territorio. Este es un tema para nosotros irrenunciable, el compromiso de cumplir el referéndum. Y el Gobierno está haciendo honor a ese compromiso, avanzando en esa dirección.
Decía el Portavoz del Grupo Parlamentario de Alianza Popular que, efectivamente, en ocasiones los políticos tenemos una extraordinaria tendencia a hablar de temas relacionados con defensa y con política exterior. Bien, eso es cierto, lo suscribo, también diría que en política; a veces, hay una cierta tendencia natural a la demagogia y, a veces, a la fraseología grandilocuente, sobre todo cuando se utiliza en ciertas tribunas públicas. En un tema como éste que estamos tratando, para nosotros es fundamental la racionalidad. Y esa racionalidad empieza por reconocer, Señorías, que no solamente son estas Cortes de Aragón el único mecanismo posible para recibir información de lo que el Gobierno lleva entre manos en política de defensa o política exterior en materia de interés para Aragón, al amparo de ese artículo 16 del Estatuto de Autonomía.
No es el único, aún más, yo creo personalmente que no es ni siquiera el primero; el fundamental es el Congreso de los Diputados y el Senado. Las Cortes Generales, donde para los socialistas reside la soberanía del pueblo, es en esa Cámara donde el Gobierno está obligado a dar información, donde los diversos grupos políticos tenemos la responsabilidad de exigirla y donde, por cierto, todos y cada uno de los Grupos Parlamentarios que estamos representados en esta Cámara tenemos allí representantes, Señorías. Nuestros representantes tienen la obligación de pedir y exigir la información en lo que a Aragón corresponde en las actuaciones del Gobierno de la Nación. Y esa información puede ser perfectamente canalizada a la Comunidad Autónoma, explicada a los ciudadanos a través de los partidos políticos, que tienen una importante misión constitucional que cumplir como formadores de la opinión pública y como elementos para canalizar la información del Gobierno al conjunto de la sociedad. No olvidemos nunca ese mecanismo y no caigamos en la demagogia de decir que las Cortes son el único mecanismo posible para recibir información, para ser oídos. Para informarse, Señorías, los ciudadanos aragoneses, todos y cada uno de nosotros, tenemos nuestros representantes en el Congreso y en el Senado de la Nación, para recibir esa información. Y eso es lo que dice el Ministro. El Ministro dice: señores, de lo que hasta ahora se ha negociado, de lo que hasta ahora afecta a Aragón, de las condiciones de cumplimiento del referéndum, esto es lo que ha hecho el Gobierno de la Nación, posibilidad real de reducir a una cuarta parte los efectivos militares, y de reducir las unidades operativas en principio mas serias, como son los aviones nodriza, que demostraron su utilidad en el ataque norteamericano a Libia, y el tema del destacamento de helicópteros. Y además dice: cuando el Convenio se haya cerrado y comprendan ustedes que es una materia de suficiente trascendencia para España, para mantener la discreción en la negociaciones, precisamente porque hay diferencias, precisamente porque hay tensiones, precisamente porque el Gobierno defiende los intereses de los españoles, entiendan ustedes que esa información se dará en el Congreso de los Diputados y, en consecuencia, a través de nuestros Diputados, de los Diputados aragoneses de todos los grupos políticos, se podrá dar a conocer al conjunto de los aragoneses.
Señorías, yo comprendo que éste sea un tema que a lo mejor no gusta a todo el mundo la solución que está dándole el Gobierno, y quizás no guste porque, con la excepción del Partido Socialista, ninguno de los Grupos Parlamentarios aquí presentes, ninguno de los partidos aquí presentes, defendió la posición del Gobierno cuando se convocó el referéndum, a pesar de supuestos planteamientos atlantistas de algunos partidos; es decir, ningún grupo político, ningún partido, quiso en aquel momento defender las posiciones que el Gobierno de la Nación planteó a los españoles, y entre ellas, la reducción de la presencia militar norteamericana en España.
Comprendemos, pues, que puedan disgustar los avances que se hagan en la materia, comprendemos el escepticismo que hayan planteado algunos Grupos, pero, Señorías, ésa es la esencia de la democracia, el pueblo español tomó una decisión mayoritaria, en Aragón también. El Gobierno está obligado a su cumplimiento, y el Gobierno avanza en esa dirección. Obras son amores y no buenas razones, Señorías, y en ese sentido, eficacia, cumplimiento y menos -a lo mejor- viajes por las regiones; de nada nos serviría que viniera aquí el Ministro de Asuntos Exteriores a vernos todos los días si luego en el cumplimento del referéndum, nada de nada.
Esa es pues la cuestión de fondo para nosotros, ver el bosque con claridad, evitando los árboles que se interpongan en nuestra visión. El referéndum se ha cumplido, en parte, por lo que afecta a Aragón, y el Gobierno asume el compromiso de profundizar en el sentido manifestado hasta la fecha, dado que es él quien dirige la política de la Nación en materia de defensa.
El Partido Socialista Obrero Español en Aragón ha sido siempre contundente en la cuestión y sigue siéndolo, seguimos aspirando al desmantelamiento total de las bases americanas en España. Este primer paso dado es significativo, y creemos que se avanzará en esa dirección, siempre en el marco de una política óptima de seguridad nacional, de cumplimiento de nuestras obligaciones con los aliados europeos y de acuerdo con lo previsto en el Plan estratégico de la defensa. El Partido Socialista considera, desde luego, esta aspiración irrenunciable para Aragón, y especialmente para Zaragoza, cuyo Ayuntamiento, por cierto, se ha manifestado reiteradamente y rotundamente en los últimos años en tal sentido, la última vez hace escasas fechas, tomando parte activa en una marcha ciudadana hacia la base aérea, Ayuntamiento que ha estado gobernado y lo está, desde hace muchos años, por el Partido Socialista.
Hay otros temas especialmente sensibles para un partido como el Partido Socialista, que representa a un buen sector de los trabajadores españoles y, por consecuencia y en consecuencia, de los trabajadores aragoneses; los temas laborales que puedan afectar a nuestros conciudadanos que desarrollan allí su actividad profesional. Quiero decir que el Partido Socialista va a trabajar denodadamente a fondo, y así vamos a plantear una propuesta de resolución para solucionar los problemas que puedan afectar al colectivo de ciudadanos que allí trabajan, en la línea, como ya se ha hecho, de sectores en los que se han planteado problemas de reconversión industrial y donde, también, se encontraron soluciones adecuadas en una negociación por los sindicatos correspondientes, en una negociación con los comités de empresa afectados. Además, nos consta, porque así lo hemos hablado, la buena voluntad del propio Ministro de Asuntos Exteriores, Diputado por la provincia de Zaragoza, para trabajar en la solución de ese problema.
En definitiva, Señorías, creemos pues que el documento que ha remitido el Ministro de Asuntos Exteriores es satisfactorio y es, en cierta manera, una buena nueva para los aragoneses. Lo que por otra parte, ya he dicho, no es sino el cumplimiento responsable y serio de las decisiones democráticas del pueblo español. La significativa disminución de la presencia militar norteamericana en las proximidades de Zaragoza es hoy para los aragoneses un motivo de esperanza, de satisfacción y también - nobleza obliga- de agradecimiento al Gobierno de España.
Nada más y muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Diputado.
Se va a suspender la Sesión durante treinta minutos, a efectos de que por los Grupos Parlamentarios se puedan presentar propuestas de resolución ante la Mesa. Y además, yo ruego a los Portavoces que se acerquen a la Mesa un momento, por favor.
Se suspende la Sesión.
El señor PRESIDENTE: Se reanuda la Sesión, señores Diputados, con la ausencia momentánea del Portavoz de Convergencia Alternativa de Aragón-Izquierda Unida.
Pasará al uso de la palabra el señor Merino, en nombre del Centro Democrático y Social, para la defensa de las propuestas presentadas y admitidas por la Mesa, y posteriormente, después de las defensas que puedan hacer los respectivos Grupos Parlamentarios, se volverá a suspender la Sesión para proceder al análisis de las propuestas que se hayan hecho por los Portavoces, por si se puede llegar a algunas propuestas de resolución conjunta.
Tiene la palabra el señor Merino... perdón, don Antonio de las Casas, puesto que acaba de entrar en el hemiciclo. Así pues, señor de las Casas, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (DE LAS CASAS GIL): Muchas gracias, señor Presidente.
Nosotros presentamos, en principio...
El señor PRESIDENTE: Perdón, perdón, señor de las Casas, por cinco minutos, que es lo que van a tener los Grupos Parlamentarios. Tiene usted la palabra.
El señor DIPUTADO (DE LAS CASAS GIL): Sí, señor Presidente.
Precisamente, precisamente fue este Grupo el que propuso la reducción de tiempo en la Junta de Portavoces a cinco minutos, porque ya podía ser suficiente.
Nosotros presentamos, en principio, siete propuestas de resolución; decimos «en principio» porque están abiertas al acuerdo con los demás Grupos Parlamentarios. En la primera, se trata de influir modestamente en el Gobierno español para que el único acuerdo que se firme con Estados Unidos sea aquel que establezca las condiciones y características de la total retirada de las fuerzas militares norteamericanas de España.
A continuación, lógicamente, planteamos que, en beneficio de Zaragoza y en beneficio de Aragón, sería conveniente el total desmantelamiento de la presencia militar norteamericana de la base aérea, en relación con el polígono de tiro.
Y finalmente, Presentamos tres propuestas de resolución que se refieren al tema concreto que, de una manera particular, afecta a Aragón, en lo que se refiere a los trabajadores. Planteamos, en concreto, y con la lectura rápida puedo abreviarlo mucho más, «que las Cortes de Aragón, seriamente preocupadas por la situación y las perspectivas laborales de más de ochocientos trabajadores aragoneses de la base aérea de utilización conjunta, y del centro americano, solicitan del Gobierno español que informe a los representantes de los trabajadores de las consecuencias que para éstos se derivan de los acuerdos que se vayan adoptando». «Asimismo - y éste sería el siguiente paso escalonado de resolución-, las Cortes solicitan del Gobierno español la apertura de una mesa de negociación con las centrales sindicales representativas de los trabajadores civiles, tanto del centro americano como del centro de utilización conjunta, al objeto de acordar las soluciones adecuadas para los trabajadores aragoneses». Y finalmente, nos atrevemos a sugerir al Gobierno de la Nación que introduzca en las propias negociaciones las aportaciones financieras que debe hacer el Gobierno de los Estados Unidos, que se ha beneficiado hasta ahora de los servicios de los trabajadores españoles y aragoneses, que sugiera -decimos- a los Estados Unidos la aportación financiera para paliar las situaciones sociales delicadas que se puedan plantear, como puede ser la jubilación anticipada, indemnizaciones y otras razones.
Este sería el planteamiento. Como Sus Señorías pueden ver - y termino, señor Presidente-, se puede pedir con toda coherencia el desmantelamiento de la base, y la solución a los problemas de los trabajadores se puede y se debe pedir, cabe perfectamente, pero cabe dentro de una lógica decidida y de una lógica de auténtica negociación, y no cabe dentro de la lógica entreguista y de una lógica de satisfacción por parte de una de las partes negociadoras.
Nada más y muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor de las Casas. Señor Merino, tiene la palabra por el Centro Democrático y Social.
El señor DIPUTADO (MERINO Y HERNANDEZ): Señor Presidente, Señorías.
El Centro Democrático y Social presenta cinco propuestas de resolución, todas ellas coherentes con las afirmaciones realizadas por este Portavoz esta mañana.
La primera - y también voy prácticamente a leer, puesto que se tratan todas ellas de instancias desde las Cortes de Aragón o bien al Gobierno de la Nación o bien al Ministerio de Asuntos Exteriores-, la primera es a este último, para que en el Tratado bilateral de defensa con los Estados Unidos de Norteamérica se contemple expresamente la retirada de todos los efectivos americanos de la base aérea de Zaragoza.
La segunda, afectante, como es natural, al personal civil, para que se adopten las medidas tendentes a paliar los efectos negativos que, en el orden laboral, pueda suponer para el personal civil empleado en la base aérea de Zaragoza la firma y ratificación del acuerdo bilateral.
Hay una tercera que damos por supuesta, evidentemente, pero es un gesto político que el CDS debe mantener coherente con su propio posicionamiento - me refiero a la primera-, pero damos por supuesto que, posiblemente, no pase ni siquiera el trámite de esta Cámara, mucho menos lo pasaría en el Ministerio de Asuntos Exteriores y del Gobierno español, y que ha de firmar el Tratado bilateral que afectará a la base de utilización conjunta de Zaragoza; coherentes también con el derecho de información que este Parlamento tiene, que aquí se ha visto, tenía como competencia específica. Si se firma, y se firmará ese Tratado bilateral, pedimos se nos rinda cuenta del cumplimiento del mismo, y en este sentido, solicitamos del Ministerio de Asuntos Exteriores que, trimestralmente y hasta su efectiva conclusión, dé cuenta a las Cortes de Aragón, por el procedimiento que el Ministerio juzgue mas oportuno, como ha hecho hasta ahora, del grado de cumplimiento de los compromisos de reducción de la presencia norteamericana de la base de Zaragoza. No nos parece que sea pedir nada fuera de lugar, puesto que si una vez se ha informado, bien se podrá seguir informando en meses sucesivos, una vez el Tratado sea firmado y ratificado. A las Cortes les interesa conocer hoy la situación de ese Tratado, pero les interesará mucho más conocer en el futuro, y nos gustaría no tener que volver a instar desde esta Cámara al Ministerio de Asuntos Exteriores para que nos dé cuenta de cómo está el Tratado en su grado de cumplimiento, sino que ya el Ministerio lo adopte como una obligación propia.
La siguiente hace referencia, como no podía ser menos, al escrito primero del Subsecretario, y no pedimos tanto su retirada como hacer llegar al Presidente del Gobierno español el malestar que en esta Cámara se ha sentido generalizadamente, parece ser que, desde luego, por la mayoría, aunque no sea unánime ese malestar, pues no lo es en el Grupo Socialista, que están satisfechos de no tener una soberanía popular en Aragón. Y aquí se dice que se solicite, que se dé traslado de ese malestar al Presidente del Gobierno español.
Y una última propuesta de resolución. Hemos oído esta mañana que ese Tratado no va a ser solamente de defensa, que también va a afectar a otros aspectos, y nos gustaría saber qué aspectos, tecnológicos, de investigación, culturales, etcétera, van a ser contemplados en el Tratado con respecto a Aragón, no vaya a ser que, como consecuencia de ese Tratado, Aragón no tenga ningún efecto beneficioso. En consecuencia, nos gustaría, y pedimos entonces al Ministerio de Asuntos Exteriores que la información ya remitida hace unos días la complemente con una nueva información en la que se hagan constar los efectos culturales, tecnológicos, de investigación y similares que para Aragón va a representar la firma del Tratado bilateral con los Estados Unidos de Norteamérica.
Esto es lo que plantea el CDS. Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Merino. Por el Grupo de Alianza Popular, don Angel Cristóbal Montes tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (CRISTOBAL MONTES): Señor Presidente, señores Diputados.
De acuerdo a la intervención anterior de este Grupo Parlamentario, nuestras propuestas de resolución, que presentamos a debate y votación en esta Cámara, son reducidas en número, tan sólo dos, y se enmarcan dentro de los objetivos que señalábamos en dicha intervención. Estamos, desde luego, abiertos a otras propuestas presentadas por otros Grupos, para su votación favorable, y estamos, desde luego, abiertos a la discusión y a la refundición y a la posible presentación de propuestas transaccionales, en base a los diversos textos presentados.
La primera propuesta de resolución nuestra dice que «las Cortes de Aragón acuerdan elevar su protesta ante al Gobierno de la Nación por los términos en que aparece redactada la nota del Ministerio de Asuntos Exteriores del 21 de abril de 1988, y en cuanto constituyen flagrante desconocimiento de la competencia atribuida a las mismas por el artículo 16. k) del Estatuto de Autonomía de Aragón».
No voy a extenderme, lo hice antes. Consideramos que esa nota, no diplomática, es un atentado directo e injustificable a una competencia atribuida por el Estatuto de Autonomía a las Cortes de Aragón y, en consecuencia, estas Cortes, en nuestra opinión, deben manifestar su protesta ante el Gobierno, deben manifestar que no es correcto que un órgano de ese Ministerio, de ese Gobierno, el Ministerio de Asuntos Exteriores, desconozca, lisa y llanamente, algo que desde el punto de vista legal, desde el punto de vista político, desde el punto de vista constitucional y estatutario nos corresponde.
La segunda propuesta, también en orden a lo mismo, que he defendido en su momento, esta mañana aquí, diría así: «Las Cortes de Aragón acuerdan dirigirse al Gobierno de la Nación para que en la previsible disminución del personal español empleado en la base de Zaragoza se tomen las medidas oportunas al objeto de que el mismo encuentre la salida laboralmente satisfactoria y no sufran perjuicio sus legítimos derechos».
Tampoco voy a extenderme, y constatamos con alegría que todos los Grupos son sensibles, incluido el Grupo Socialista, a esta situación de los trabajadores españoles civiles en la base de Zaragoza, y creo que no va a haber ninguna dificultad para que la propuesta que aprueben estas Cortes sea una Propuesta conjunta, porque éste es uno de los aspectos más delicados y sensibles de la problemática. Hay de por medio un aspecto humano, hay de por medio un aspecto profesional, hay de por medio unas familias, unos trabajadores que, en un escrito que nos remitieron, rondan la media de los treinta y nueve años y la media de diez años de trabajo en la base de Zaragoza, y esto es algo que no debe quedar ajeno a la sensibilidad de ningún Grupo y a la sensibilidad de esta Cámara. Se trata de unos legítimos derechos de unos trabajadores que han trabajado fiel y lealmente y que han defendido, a su manera, los intereses de España, trabajando en una base de utilización conjunta, y esto es algo que debe estar, ha estado y debe continuar estando cobijado bajo el paraguas del Ministerio de Defensa. Si hasta ahora el Ministerio de Defensa se ha servido de esos trabajadores para la defensa de unos legítimos intereses españoles, en adelante, cuando cesen a alguno de ellos, si cesan, deben quedar cobijados por ese mismo paraguas del Gobierno; ésta es la obligación moral, política y legal de tomar las medidas adecuadas para que esos legítimos intereses de esos trabajadores no sufran quebranto de tipo alguno.
Y finalmente, señalar que nos ha gustado mucho la oferta hecha por el Grupo Socialista de que el Gobierno está abierto, el Ministerio de Asuntos Exteriores está abierto a cualquier tipo de comparecencia ante los representantes de los partidos, de los grupos políticos aragoneses, en las Cortes Generales, Congreso y Senado. Da la casualidad de que aquí esta mañana estaba entre nosotros un Diputado de Alianza Popular por Teruel, el Diputado Felipe Benítez, que se ha puesto en contacto inmediatamente con Madrid. En Alianza Popular algunas cosas también funcionan y, en consecuencia, se ha tomado la palabra de que el Gobierno estaba abierto, estaba abierto a este tipo de comunicación, y hoy mismo se va a hacer la solicitud en Madrid de una comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores ante la Comisión del Congreso respectiva para que informe a los representantes, todos, incluidos los aragoneses, de cuáles son los asuntos que se están contemplando, de cuáles son las medidas, de cuáles son los intereses que se están tutelando, intereses de Aragón en esa negociación y en ese futuro Convenio de defensa con USA. Agradecemos, pues, la indicación al Grupo Socialista y ya ven ustedes que somos solícitos, disciplinados y rápidos en nuestras decisiones.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Cristóbal Montes. Por el Grupo Parlamentario del Partido Aragonés Regionalista, señor Mur, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (MUR BERNAD): Muchas gracias, señor Presidente.
El Grupo Parlamentario Aragonés Regionalista ha presentado cuatro propuestas de resolución tendentes a lo siguiente: primero, a que se reconozca claramente el derecho y la competencia de estas Cortes a solicitar y a obtener información.
Segundo, a que tengamos garantías en cuanto a los puestos de trabajo y a los derechos laborales de los trabajadores afectados por el nuevo Convenio. También, para tener información sobre los aspectos económicos, especificando las inversiones que están previstas en nuestra Comunidad Autónoma, así como todo lo relacionado con los temas urbanísticos, culturales y ecológicos que comportan y se contemplen en el nuevo Tratado, siguiendo un poco la pauta que desde el propio Ministerio se ha indicado de concreción de información.
También nos gustaría conocer - y en ese sentido va nuestra tercera resolución, nuestra tercera propuesta- la información sobre las compensaciones de todo tipo que se han negociado y previsto, y que tengan en cuenta los riesgos, las servidumbres y las hipotecas que comportará a buen seguro la aplicación del nuevo Tratado.
Y por último, nos gustaría que se aprobara una propuesta de resolución que dice así: «Las Cortes de Aragón solicitan del señor Ministro de Asuntos Exteriores la declaración de nulidad de la carta remitida en su nombre por el señor Subsecretario del Ministerio, en cumplimiento de los acuerdos tomados en esta Cámara», porque, curiosamente, como todos ustedes conocen, la carta del señor Subsecretario dice textualmente: «En relación con dicho escrito - le contesta al señor Presidente de las Cortes-, me ruega el señor Ministro que comunique a V.E., para su traslado al Presidente de las Cortes, lo siguiente ... » Es decir, el señor Subsecretario no estaba actuando motu proprio, sino que estaba cumplimentando un ruego del señor Ministro, como dice él en la carta. Por tanto, yo creo que el señor Ministro puede perfectamente tomar una medida, o darla por no recibida, o la fórmula diplomática - que eso supongo que lo encontrarán fácilmente- de que venga de alguna manera a dar satisfacción a, diría yo, esa desatención que se tuvo con estas Cortes. Y en ese sentido, estamos abiertos también a negociar con otros Grupos Parlamentarios las propuestas, puesto que en algunos de los temas son coincidentes, si bien a nuestro Grupo le gustaría que los textos que finalmente aprobemos sean rotundos, sean claros y sean concretos, porque si nuestros textos son excesivamente generales, generalizables y difusos, me temo que después, traducidos al lenguaje diplomático, acaben tan diluidos que al cabo de un año vamos a preguntarnos aquí para qué ha servido esta Sesión.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Diputado. Por el Grupo Parlamentario Socialista, señor Tejedor, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (TEJEDOR SANZ): Señor Presidente, Señorías.
El Grupo Parlamentario Socialista presenta una única propuesta de resolución, que textualmente dice: «Las Cortes de Aragón instan a la Diputación General a realizar ante el Ministerio de Asuntos Exteriores cuantas gestiones puedan conducir a resolver la situación laboral del personal español que, trabajando actualmente en el sector americano de la base aérea de Zaragoza, pueda resulta afectado por la reducción de la actividad militar en dicha base».
Ya hemos explicado en nuestra anterior intervención el sentido y el objetivo que tiene esta propuesta. Pensábamos que en la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores este punto no se contemplaba explícitamente. Nos consta, no obstante, como dije antes, que ya el Ministro estaba sensibilizado con la cuestión, y con objeto de reforzar esa orientación, con objeto de plasmar en una resolución ese criterio, nos parece adecuado y oportuno que estas Cortes se manifiesten. Los socialistas, que siempre hemos sido sensibles, lógicamente, a ese tipo de problemática, con resoluciones efectivas, con hechos, allá donde en ocasiones hay situaciones en las que los altos intereses de España conllevan a situaciones difíciles para los trabajadores, proponemos esta resolución, que mucho nos congratulamos pensando será aprobada con el apoyo incluso de los Grupos conservadores de esta Cámara.
No hemos presentado más resoluciones porque consideramos que las respuestas dadas por el Ministro de Asuntos Exteriores en la carta, en su documento, significan como dije antes, en mi primera intervención, avanzar en los objetivos comprometidos y asumidos por el pueblo español en el referéndum: reducción progresiva y sustancial de la presencia militar norteamericana en España y, por consiguiente, también de la base aérea de Zaragoza.
Nos limitaremos, en consecuencia, a apoyar nuestra resolución; no apoyaremos ninguna otra de las que aquí se han defendido, por entender que las gestiones llevadas hasta ahora por el Gobierno de la Nación, el nivel de negociación, dificilísimo, con Estados Unidos, magníficamente ejecutado hasta el momento, puede llevar a conseguir esos objetivos que los ciudadanos expresaron en su día en referéndum, en marzo de 1986.
Nada más y muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Diputado.
Por haberlo solicitado algún Grupo Parlamentario se vuelve a suspender la Sesión durante diez minutos, a efecto de que puedan llegar a propuestas de resolución conjuntas por todos los Grupos, en la medida de lo posible.
Se suspende la Sesión durante diez minutos.
El señor PRESIDENTE: Señores Diputados, se reanuda la Sesión. (Pausa.)
Señores Diputados, se va a proceder a la votación de las propuestas presentadas por los distintos Grupos Parlamentarios. El procedimiento va a ser el siguiente: a los señores Portavoces se les ha entregado el dossier donde figuran todas las propuestas, que resultan ser diecinueve. El Presidente irá diciendo qué propuesta se somete a votación y de qué Grupo Parlamentario procede, y se irá realizando la votación individual de cada una de ellas.
Llámese a votación. (Pausa.)
¿Votos a favor de la propuesta número uno, procedente del Grupo Parlamentario de Centro Democrático y Social? (Pausa.) ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la primera propuesta por veintinueve votos a favor, ningún voto en contra y treinta abstenciones.
Segunda propuesta de resolución, procedente del Centro Democrático y Social. Votos...
El señor DIPUTADO (CRISTOBAL MONTES) (Desde el escaño): En cuanto que las propuestas de resolución han sido repartidas únicamente a los Portavoces y los Portavoces sucintamente han comentado con alguno de los miembros del Grupo los temas, los votantes no conocen el contenido en detalle de todas y cada una de las resoluciones; nosotros pediríamos que el Presidente leyese la proposición.
El señor PRESIDENTE: De acuerdo, señor Cristóbal Montes.
Segunda propuesta de resolución, presentada por el Centro Democrático y Social: «Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de la Nación para que simultáneamente a la firma del Tratado bilateral de defensa con los Estados Unidos de América, de Norteamérica, se adopten medidas tendentes a paliar los efectos negativos que en el orden laboral pueda suponer el mismo para el personal civil empleado en la base aérea de Zaragoza. Zaragoza, fecha de hoy, presentada por el Portavoz, José Luis Merino».
¿Votos a favor de esta propuesta de resolución? Queda aprobada por unanimidad de toda la Cámara.
Propuesta número tres, procedente del Centro Democrático y Social: «Las Cortes de Aragón instan al Ministerio de Asuntos Exteriores español para que, una vez firmado y ratificado el acuerdo bilateral de defensa con los Estados Unidos de Norteamérica, informe a estas Cortes trimestralmente y hasta su efectiva conclusión del grado de cumplimiento de los compromisos de reducción de la presencia norteamericana de la base de Zaragoza. Zaragoza, a fecha de hoy, firmada por el Portavoz, José Luis Merino y Hernández».
¿Votos a favor de la tercera propuesta? (Pausa.) ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la propuesta de resolución por treinta y siete votos a favor, ninguno en contra y veinte abstenciones.
Cuarta propuesta de resolución, procedente del Centro Democrático y Social, que dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón acuerdan dar traslado al Presidente del Gobierno español del malestar existente en la Cámara como consecuencia del escrito dirigido a la misma por el señor Subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, con fecha de entrada en estas Cortes del mes de mayo de 1988. Zaragoza, fecha de hoy, firmada por el Portavoz, don José Luis Merino y Hernández».
¿Votos a favor de la cuarta propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abtenciones? Queda aprobada la anterior propuesta de resolución por treinta y siete votos a favor, veinte en contra y ninguna abstención.
Quinta propuesta de resolución, presentada por el Centro Democrático y Social, con texto del siguiente tenor: «Las Cortes de Aragón instan al Ministerio de Asuntos Exteriores español para que, completando la información remitida a esta Cámara el 17 de mayo del corriente, envíe nuevos datos referentes a los efectos culturales, tecnológicos, de investigación y similares que para Aragón va a representar la firma del Tratado bilateral con los Estados Unidos de Norteamérica. Zaragoza, fecha de hoy, firmada por el Portavoz, José Luis Merino y Hernández».
¿Votos a favor? (Pausa.) ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la anterior propuesta de resolución por treinta y siete votos a favor, ninguno en contra y veintidós abstenciones.
Propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario Socialista. Ha quedado modificada en los siguientes términos: «Las Cortes de Aragón acuerdan realizar ante el Ministerio de Asuntos Exteriores cuantas gestiones puedan conducir a resolver la situación laboral del personal español que, trabajando actualmente en el sector americano de la base aérea de Zaragoza, pueda resultar afectado por la reducción de actividad militar en dicha base».
¿Votos a favor? Por unanimidad queda aprobada la anterior propuesta de resolución.
Propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés Regionalista: «Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de la Nación para que en el futuro convenio militar con los Estados Unidos queden plenamente garantizados los puestos de trabajo existentes en la base de Zaragoza, así como los derechos laborales de sus trabajadores».
¿Votos a favor? Por unanimidad queda aprobada la anterior propuesta de resolución.
Otra propuesta de resolución, procedente del mismo Grupo Parlamentario: «Las Cortes de Aragón solicitan del Gobierno de la Nación información detallada sobre los aspectos económicos, especificando las inversiones previstas en Aragón, así como lo relacionado con los temas urbanísticos, culturales y ecológicos que se comportan y se contemplan en el nuevo Tratado».
¿Votos a favor de esta propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la anterior propuesta de resolución por treinta y ocho votos a favor, ninguno en contra y veintidós abstenciones.
Siguiente propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario Aragonés Regionalista: «Solicitar del Gobierno de la Nación información sobre las compensaciones de todo tipo que se hayan negociado y previsto y que tengan en cuenta los riesgos, servidumbres e hipotecas que comporta la aplicación del nuevo Tratado».
¿Votos a favor de esta propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? (Pausa.) Aprobado por treinta y ocho votos a favor, ninguno en contra y veintitrés abstenciones.
Siguiente propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario Aragonés Regionalista: «Las Cortes de Aragón solicitan del señor Ministro de Asuntos Exteriores la declaración de nulidad a la carta remitida. en su nombre por el señor Subsecretario del Ministerio, en cumplimiento de los acuerdos tomados en esta Cámara».
¿Votos a favor de esta propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? Queda aprobada la propuesta de resolución por treinta y ocho votos a favor, veintitrés en contra y ninguna abstención.
Siguiente propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario de Alianza Popular. El texto es el siguiente: «Las Cortes de Aragón acuerdan elevar su protesta ante el Gobierno de la Nación por los términos en que aparece redactada la nota del Ministerio de Asuntos Exteriores del 21 de abril de 1988, en cuanto constituyen flagrante desconocimiento de la competencia atribuida a las mismas y del artículo 16.k) del Estatuto de Autonomía de Aragón».
¿Votos a favor de la propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? Queda aprobada la anterior propuesta de resolución por treinta y ocho votos a favor, veintidós en contra y ninguna abstención.
Siguiente propuesta de resolución, procedente del Grupo Parlamentario de Alianza Popular, a tenor del siguiente texto: «Las Cortes de Aragón acuerdan dirigirse al Gobierno de la Nación para que en la previsible disminución del personal español empleado en la base de Zaragoza, se tomen las medidas oportunas al objeto de que el mismo encuentre una salida laboralmente satisfactoria y no sufra perjuicio en sus legítimos derechos».
¿Votos a favor de la propuesta de resolución? Por unanimidad de la Cámara queda aprobada la propuesta de resolución.
Propuestas de resolución procedentes del Grupo Parlamentario Convergencia Alternativa de Aragón-Izquierda Unida. La primera dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón consideran que el Gobierno español debe negociar con el Gobierno de los Estados Unidos la firma de un acuerdo que únicamente establezca las condiciones y características de la total retirada de la presencia militar norteamericana en España».
¿Votos a favor de la propuesta de resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? Queda rechazada la anterior propuesta de resolución por darse ocho votos a favor de la misma, treinta y cinco en contra y dieciocho abstenciones.
La siguiente propuesta de resolución, procedente igualmente del Grupo Parlamentario Convergencia Alternativa de Aragón-Izquierda Unida, dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón, recogiendo la preocupación de los aragoneses y de sus instituciones representativas, proponen al Gobierno español que en las cláusulas del acuerdo negociado con los Estados Unidos se recoja el total desmantelamiento de la presencia militar norteamericana en la base aérea de Zaragoza».
¿Votos a favor? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la anterior propuesta de resolución por veintiséis votos a favor, ninguno en contra y treinta y cinco abstenciones.
La siguiente propuesta de resolución dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón, haciéndose eco del sentir de toda la población afectada por tantos accidentes y riesgos, solicitan del Gobierno español que trate de introducir entre las cláusulas de negociación del nuevo acuerdo español, del nuevo acuerdo España-USA, la no utilización del polígono de tiro de las Bardenas como lugar de entrenamiento de las fuerzas aéreas norteamericanas en España».
¿Votos a favor de la presente resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la propuesta de resolución por veintiséis votos a favor, ninguno en contra y treinta y cinco abstenciones.
La siguiente propuesta de resolución: «Las Cortes de Aragón solicitan del Gobierno español que negocie el desmantelamiento de la parte militar norteamericana de la estación de seguimiento de vuelo de Inogés».
¿Votos a favor de la presente propuesta a la resolución? (Pausa.) ¿Votos en contra? (Pausa.) ¿Abstenciones? (Pausa.) Queda aprobada la propuesta de resolución por veintiséis votos a favor, ninguno en contra y treinta y cinco abstenciones.
La siguiente propuesta de resolución dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón, seriamente preocupadas por la situación y las perspectivas laborales de más de ochocientos trabajadores aragoneses de la base aérea de utilización conjunta hispano-norteamericana de Zaragoza y del centro de Inogés, solicitan del Gobierno español que informe a los representantes de los trabajadores de las consecuencias que para éstos se deriva de los acuerdos que se hayan adoptado, que se vayan adoptando».
¿Votos a favor de la propuesta de resolución? Por unanimidad queda aprobada la propuesta de resolución.
La siguiente: «Asimismo, las Cortes de Aragón solicitan del Gobierno español la apertura de una mesa de negociación con las centrales sindicales representativas de los trabajadores civiles en el sector americano de la base de utilización conjunta de Zaragoza y del centro de Inogés, al objeto de acordar las soluciones adecuadas a los trabajadores aragoneses».
¿Votos a favor? Por unanimidad queda aprobada la propuesta de resolución.
Por último: «Las Cortes de Aragón sugieren al Gobierno de la Nación la conveniencia de que introduzca en las propias negociaciones del próximo acuerdo España-USA las aportaciones financieras que puedan paliar situaciones de jubilación anticipada, indemnizaciones u otras».
¿Votos a favor de la resolución? Queda aprobada por unanimidad.
Sí, señor Merino, tiene la palabra.
El señor DIPUTADO (MERINO Y HERNANDEZ) (Desde el escaño): No, señor Presidente, como se ha variado al inicio de las votaciones el sistema, decir que me ha parecido lógico el que se seguía, y solamente a efectos de que quede constancia incluso en las cintas que se graban en esta Cámara, yo rogaría a Su Señoría que se limite literalmente, como ya ha hecho con todas las demás, a leer la primera propuesta, que ha resultado favorablemente votada, proveniente del Centro Democrático y Social; nada más que su lectura, para constancia.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Procede la petición. Se va a dar lectura; eran las dos primeras proposiciones. La primera, señor Merino, dice lo siguiente: «Las Cortes de Aragón instan al Ministerio español de Asuntos Exteriores para que eleve al Gobierno de la Nación la propuesta de que en el futuro Tratado bilateral de defensa con los Estados Unidos de Norteamérica se contemple expresamente la retirada de todos los efectivos americanos de la base aérea situada en territorio aragonés».
Habida cuenta de que algunas propuestas de resolución se complementan, y coinciden otras, y a efecto de evitar reiteraciones innecesarias, por la Junta de Portavoces se ha comunicado que una vez aprobadas estas propuestas de resolución, formalmente, se les dará forma, de manera que se complementen, con ayuda de los técnicos de la Cámara, cuando deseen los señores Portavoces; cuando se reúnan y den forma a las propuestas de resolución se publicará y se dará traslado a quien corresponda.
Muchas gracias.