Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - De Consejeros de la DGA - Ante el Pleno

Comparecencia conjunta de la consejera de Sanidad para informar sobre la campaña de vacunación de la COVID-19 en la Comunidad Autónoma de Aragón; sobre la previsión y los medios que desde su departamento se están considerando para una futura vacunación de la COVID-19, y al objeto de informar detalladamente sobre los criterios, plazos y objetivos del plan autonómico de vacunación COVID-19 desarrollado por el Gobierno de Aragón.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 033 de Plenos (X Legislatura)
Intervinienen: Repollés Lasheras, Sira - Marín Pérez, Ana - Gaspar Martínez, Susana - Sanz Remón, Álvaro - Peirat Meseguer, Esther - Morón Sanjuán, Santiago - Lasobras Pina, Isabel - Cabrera Gil, Itxaso - Moratinos Gracia, Olvido

El señor PRESIDENTE: Y continuamos pues con el orden del día, con la comparecencia conjunta de la consejera de Sanidad, a petición propia, para informar sobre la campaña de vacunación de la COVID-19 en la Comunidad Autónoma de Aragón; a petición del Grupo Parlamentario Popular, para informar sobre la previsión y medios que desde su departamento se están considerando para una futura vacunación de la COVID-19, y, en último lugar, a petición del Grupo Parlamentario Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, al objeto de informar detalladamente sobre los criterios, plazos y objetivos del plan autonómico de vacunación COVID-19 desarrollado por el Gobierno de Aragón.
En primer lugar, tiene la palabra la consejera de Sanidad por un tiempo de diez minutos.
            Comparecencia conjunta de la consejera de Sanidad para informar sobre la campaña de vacunación de la COVID-19 en la Comunidad Autónoma de Aragón; sobre la previsión y los medios que desde su departamento se están considerando para una futura vacunación de la COVID-19, y al objeto de informar detalladamente sobre los criterios, plazos y objetivos del plan autonómico de vacunación COVID-19 desarrollado por el Gobierno de Aragón.

La señora consejera de Sanidad (REPOLLÉS LASHERAS): Gracias, presidente.
Caminaba por la ciudad de Zaragoza y me encontré con un cartel publicitario de Médicos del Mundo que decía: «Hay algo peor que las vacunas: no tenerlas». Me hizo pensar que a veces, en esta vorágine de noticias cortas y rápidas, perdemos la perspectiva. Solo diez países del mundo concentran, bueno, concentramos, el 95% de las vacunas, esa parte del mundo rica y desarrollada que tiene capacidad de investigar en ciencia y de invertir en salud, potencias mundiales entre las que nos encontramos gracias a formar parte de algo más grande que nosotros mismos, la Unión Europea. Ahora que no nos escucha nadie, seamos sinceros, no hubiésemos sido capaces de incorporarnos a esta campaña de vacunación, no nos podríamos plantear inmunizar a la población, si no fuera porque la Comisión Europea ha negociado y negocia con la industria farmacéutica la compra de las vacunas.
Por tanto, la primera idea que me gustaría transmitir es que la estrategia de vacunación es europea, no española o aragonesa. La coordinación y el acuerdo proceden de instancias más elevadas que nos aseguran una acción conjunta más eficaz y mayor poder de negociación. Así que, cuando AstraZeneca anuncia este viernes que solo va a entregar el 40% de las dosis comprometidas de la vacuna de Oxford, no incumple con Sira Repollés, sino que incumple con el conjunto de la Unión Europea y obliga a todos los Estados miembros y, en consecuencia, a todas las comunidades autónomas a reprogramar su planificación. [Aplausos].
De tal forma que la segunda idea importante que quiero compartir es que nos encontramos con un escenario dinámico e incierto. Si algo hemos aprendido de la gestión de la pandemia es que no hacemos sino gestionar la incertidumbre. Reconozco que llevamos mucho tiempo, ahora casi un año, viviendo momentos extraordinarios, difíciles, duros y complicados. Tenemos nuestra vida limitada, no vemos a nuestros amigos ni a nuestros familiares, algunos, demasiados, se han ido sin despedida, y nos faltan muchas risas y abrazos. Todo esto, sin duda, agria el carácter. Los expertos llaman «fatiga pandémica» al cansancio y al hartazgo que sentimos tras un periodo tan prolongado de restricciones.
Yo creo que este desgaste acumulativo nos hace ser más irascibles, más polarizados y menos tolerantes. Este fin de semana era tendencia en Twitter un hashtag que decía «queremos la lista», refiriéndose a la lista de personas vacunadas, lo que supone dar publicidad a datos de carácter personal y sanitario, como si de repente pidiéramos una lista de todos los diabéticos o de todas las mujeres que se han sometido a una interrupción voluntaria del embarazo. Decenas de miles de personas cargaban contra la clase política y jaleaban a una periodista que titulaba: «Esto de las vacunas no lo vamos a consentir». Y, francamente, creo que estamos perdiendo norte. La crispación política no nos permite distinguir entre la malversación y el aprovechamiento de una posición pública o política, las acciones poco meditadas, incluso imprudentes, de la exigencia de utilizar y no desperdiciar todas las dosis disponibles.
Pues bien, en el caso de Aragón, los equipos sanitarios, siguiendo las pautas de priorización europeas y estatales, deciden dónde y a quién se le suministra la vacuna, y, con carácter general, han sido y son absolutamente escrupulosos en la utilización de los recursos. ¿Ha podido haber acciones poco estéticas? Es posible. ¿Alguna imprudencia o alguna decisión que en el momento se creyó adecuada, pero que después ha podido cuestionarse? También. Pero no me consta que nadie haya tomado decisiones a sabiendas de que son injustas o reprobables. El fin siempre ha sido el aprovechamiento máximo de las dosis disponibles y alcanzar el mayor nivel de inmunidad posible, priorizando a los grupos de riesgo.
Por ello, quiero dejar claro que no participaré de ninguna caza de brujas sobre si fulanito o menganita se han vacunado o si alguien se ha colado. Confío en el criterio de mis compañeros sanitarios. Mi equipo y yo esperaremos a que llegue nuestro turno para vacunarnos. Hasta entonces seguiremos con el proceso de vacunación en coordinación con el Ministerio de Sanidad.
Proceso de vacunación que desde el domingo 27 de diciembre se inició frente al COVID-19 en el ámbito de la Unión Europea. El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón está desarrollando de acuerdo con el plan previsto y solamente condicionado por la llegada de suministros de vacunas y las características técnicas de estas. Esta campaña se está realizando en consonancia con la Estrategia de Vacunación COVID-19 en España, de forma coordinada con el Ministerio de Sanidad y el conjunto de comunidades y ciudades autónomas.
La Comunidad Autónoma de Aragón ha establecido y llevado a cabo el operativo de vacunación COVID-19 en su territorio contemplando las necesidades de almacenaje, distribución y administración de las vacunas disponibles, siempre en función de la llegada de las mismas y contando con la capacidad del sistema de salud de la comunidad autónoma, así como con los recursos humanos y materiales necesarios para la administración de las vacunas de forma escalonada y según la priorización de los grupos de población establecida en el conjunto del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
En la primera etapa en la que nos encontramos, la vacunación se dirige a los cuatro grupos de población acordados: residentes y personal sanitario y socio sanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a discapacitados, personal de primera línea en el ámbito sanitario y socio sanitario, otro personal sanitario y socio sanitario, y personas consideradas grandes dependientes con necesidad de intensas medidas de apoyo que no estén actualmente institucionalizadas.
La estrategia de vacunación en estos grupos iniciales se ha adaptado a las características de los mismos y a los puntos que se han establecido para su vacunación. Es decir, en residentes y trabajadores de centros residenciales, desplazándose los profesionales de atención primaria de salud a los propios centros; en el medio hospitalario público, mediante el trabajo de las unidades básicas de prevención de riesgos laborales de cada uno de los sectores sanitarios, y, en el caso de la sanidad privada, donde esta misma semana ha comenzado también la vacunación, mediante la coordinación del personal de enfermería de salud pública y con la colaboración del personal de enfermería de los propios centros hospitalarios privados.
Conforme se vayan sumando nuevos colectivos a la vacunación, según el ritmo de llegada de los suministros, insisto, se irán estableciendo las estrategias poblacionales necesarias y la habilitación de los recursos necesarios y de posibles espacios alternativos, especialmente en el medio urbano.
La sistemática de programación de las vacunas administradas se ha basado en todo momento en la previsión de los suministros, primero, de la vacuna de Pfizer Biontech, y, posteriormente, de la de Moderna. Ha sido un objeto desde el inicio del plan de vacunación el establecimiento de una reserva de seguridad que permitiese minimizar los posibles imprevistos en la distribución, asegurando siempre la continuidad del proceso y la disponibilidad de segundas dosis. El ritmo de vacunación que hemos establecido se ha fijado, pues, de acuerdo a los suministros, dimensionando semanalmente las dosis a distribuir, que han ido siendo programadas desde los diferentes sectores sanitarios mediante un proceso logístico complejo, que se está desarrollando sin incidencias destacables y con un alto grado de profesionalidad por todo el personal que participa en la gestión y en la administración de las vacunas.
A fecha de hoy se ha vacunado con primera dosis a la práctica totalidad de los residentes y trabajadores de los centros residenciales, incluyendo aquellos en los que puede haber algún brote abierto, donde se vacuna también siempre que esté asegurada la adecuada sectorización y el control del brote. En algún caso, mediante la decisión coordinada entre Salud Pública y Atención Primaria, se difiere dicha vacunación hasta el momento adecuado.
Se han vacunado también con primera dosis la totalidad de profesionales de atención primaria, también profesionales de primera línea, y continúa la vacunación de los profesionales de atención especializada, tanto de la sanidad pública, donde se alcanzará el 50% de cobertura en esta semana, como de la privada, donde ayer se comenzó a vacunar, alcanzando cerca del 30% de sus profesionales.
Tanto en residencias como en atención primaria comenzó ya hace diez días la vacunación de segundas dosis, y está previsto que quede completada la vacunación en ambos casos en la segunda semana de febrero. En los próximos días comenzaremos a incorporar, siempre de acuerdo con las limitaciones que imponen las dosis de suministro semanales, al colectivo de grandes dependientes, cuya inclusión en el sistema de agendas ya se está implementando, y, pendientes de la información solicitada a colegios profesionales y otras organizaciones profesionales, se planificará la oferta de vacunación a otros sanitarios y sociosanitarios.
Quedo a su disposición.
Gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, consejera.
Por el Grupo Parlamentario Popular, señora Marín, tiene también la palabra por un tiempo de diez minutos.

La señora diputada MARÍN PÉREZ: Muy bien. Pues muchas gracias, señor presidente.
Señora consejera, pues le niego la mayor, y lamento tener que hacerlo, pero es que no me queda otra. Porque dice usted que la estrategia de vacunación es europea, y la estrategia de vacunación no es europea, lo que es europeo es la compra y suministro de las vacunas a cada uno de los países que conformamos la Unión Europea en proporción a diversas cuestiones que previamente se fijaron, pero la estrategia de la vacunación, es decir, el reparto de esas vacunas a cada grupo de población, no es europea. Es en este caso española y es en este caso aragonesa, porque el Gobierno de España sacó una estrategia, de la que ahora hablaré, y, a renglón seguido, el Gobierno de Aragón sacó la suya propia, de la que también ahora hablaré, y el Gobierno de Andalucía sacaría la suya, y el de Galicia sacaría la suya, y cada comunidad autónoma sacó la suya.
Usted lo que ha hecho es empezar su intervención poniéndose la tirita, mirando hacia otro lado, esta vez bastante más lejano de lo que habitualmente nos tienen ustedes acostumbrados, es decir, mirando hacia Europa, y echándole la culpa de lo que está ocurriendo en Aragón a Europa, por no mirar a su lado y ver que la responsabilidad de lo que está ocurriendo en nuestra comunidad autónoma, señora consejera, es suya. Falta un protocolo claro, falta una estrategia de vacunación clara, y esa falta de claridad es lo que hoy nos está trayendo los problemas que nos está trayendo.
Y señora consejera, si dentro de Aragón todo el proceso de vacunación está funcionando tan bien, yo le voy a preguntar una serie de cuestiones. ¿Por qué un mes después de la primera vacunación, con foto incluida, todavía hay profesionales sanitarios que están en primera línea sin vacunar? No, hace usted así… No, le pregunto el porqué.
¿Por qué se han tenido que suspender citas de vacunación? La semana pasada, sin ir más lejos, el lunes, este lunes sin ir más lejos. Porque no había vacunas, señora consejera, le contesto yo, porque no había vacunas.
Y, frente a esto, pues le voy a preguntar de otra manera: ¿por qué usted, cuando el Gobierno de España niega a Aragón las vacunas que nos corresponden por derecho, por derecho...? Y le voy a decir por qué lo niega: porque ustedes hicieron una cosa bien, igual que digo una cosa, digo a la otra, ustedes se quedaron diez mil dosis de reserva y entonces el Gobierno de España, el señor Illa, este que ha abandonado el barco, este que se ha ido a Cataluña, bueno, pues ese señor, ese señor que acaba de abandonar el barco dejando a España en la peor crisis sanitaria y económica y social que hemos vivido en los últimos años, bueno, pues ese señor dice «a Aragón le vamos a dar menos dosis porque como ustedes han guardado vacunas...». Yo a usted no la he escuchado decir nada, yo a usted no la he escuchado salir en una rueda de prensa defendiendo los derechos de los aragoneses, los derechos «sanitarios» de los aragoneses, nuestra salud, señora consejera. No le he oído yo decir nada, ni a usted ni al señor Lambán, que son los máximos responsables ahora mismo de nuestra salud y de la situación que estamos viviendo, no lo he oído.
¿Por qué se están colando —vamos a dejarlo ahí— personas a las que a lo mejor no les correspondía vacunarse ahora mismo, sino un poquito más tarde? Pues porque no hay un protocolo claro de vacunación.
Y así, señora consejera, un montón de cuestiones. Mire, yo le decía al principio que la estrategia de vacunaciones es una cuestión de España y de Aragón. Y se lo voy a decir y, además, se lo voy a demostrar. Porque el Gobierno de España saca un plan de vacunación, «estrategia» le llama concretamente, y ese plan de vacunación adolece de muchas cuestiones, sobre todo de la principal: de planificación y de organización. Porque en esa estrategia de vacunación hay varias etapas, y esto lo voy a leer, me permitirá, de forma textual: «Etapa 1: grupos prioritarios. Presidentes y personal del centro de mayores, personal sanitario y socio sanitario y grandes dependientes no institucionalizados». Usted lo ha dicho. Y después, en la misma estrategia del Gobierno de España pone: «Etapa 2: otros grupos prioritarios». Y a continuación pone: «Pendiente de anunciar». «Etapa 3: resto de grupos prioritarios: pendiente de anunciar».
El problema es que hoy, señora consejera, hoy, sigue pendiente de anunciar, y ahí se acaba la estrategia de vacunación del Gobierno de España, ahí se acaba. Y, señora consejera, hablando como estamos hablando de una pandemia que está asolando España, donde hay más de dos millones y medio de españoles contagiados y más de ochenta mil fallecidos, más de ochenta mil fallecidos, y en Aragón —y sé que a usted le duele—, casi tres mil personas han fallecido por coronavirus en los diez últimos meses, casi tres mil personas, esta estrategia de vacunación, señora consejera, es un insulto a todos los españoles, a todos, y una vergüenza en su más amplio concepto. [Aplausos].
No cabe, señora consejera, que, en la situación en la que nos encontramos, la fase 2 o la etapa 2 sea «pendiente de anunciar», no cabe, es que no le cabe a nadie en la cabeza. Es que la etapa 2, «otros grupos prioritarios», debería decir... no voy a decir ninguno para no hacer desequilibrios, pero «equis», «i», «zeta», y no movernos de ahí, y la etapa 3, los estudiantes, los jóvenes, los niños..., yo que sé qué, debería constar, debería constar, es que no cabe.
Bueno, y en Aragón, señora consejera, estamos en las mismas. Ustedes estiraron de la Estrategia de Vacunación del Gobierno de España, lo cual es normal, tampoco voy a decir yo que no: en la fase 1, lo que usted nos ha anunciado, en la fase 2, dependientes no institucionalizados, bueno, y personal sanitario —le recuerdo, señora consejera, personal sanitario que, a fecha de hoy, en primera línea de fuego, sigue sin vacunar—, y después ponía «Siguientes fases: calendarios escalonados según disponibilidad de vacunas». Mire, señora consejera, yo puedo entender que dependamos de la disponibilidad de vacunas, eso lo puedo entender, pero me cuesta entender que ustedes estén esperando esa disponibilidad de vacunas para decidir a quién vacunamos. Por dos cuestiones: porque los grupos son prioritarios, ustedes los dicen, pero, sobre todo y por encima de todo, porque estamos hablando de personas, y porque después nos encontramos con los problemas que nos estamos encontrando, y porque esos grupos prioritarios o no prioritarios de vacunación deberían estar negro sobre blanco escritos desde hace ya mucho tiempo, desde hace mucho tiempo.
Señora consejera, un mes después de que se inoculó la primera dosis de la vacuna, en este caso de Pfizer, no hay disponibilidad de cuentas, ya no hay disponibilidad de vacunas. Se han perdido en Aragón —y usted lo sabe tan bien como yo— un elevado número de dosis por no vacunar con el material correspondiente o con el material correcto, usted lo sabe igual que lo sé yo. Pero, además, y sobre todo, creo yo por encima de todo, y por encima de todo... [La consejera de Sanidad, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles]. [Pausa].
Bueno...

El señor PRESIDENTE: Continúe, señora Marín.

La señora diputada MARÍN PÉREZ: No se enfade usted, señora consejera...

El señor PRESIDENTE: Ruego que no entren en diálogo.

La señora diputada MARÍN PÉREZ: ... luego me contesta usted, pero recuerde una cosa: que la oposición soy yo. Dejen ustedes de hacer oposición a la oposición, lo que tienen que hacer es ser Gobierno, es decir, gestionar, es decir, solucionar todos estos problemas que yo como oposición tengo todo el derecho del mundo a decirle a usted. Que, por cierto, tengo otros muchos más que luego le iré exponiendo. Conteste usted a la oposición porque al final a lo que está contestando es a las preguntas que los aragoneses tienen, los que están en la puerta de la calle tienen.
Le decía que no se ha vacunado de la forma correcta, pero, además, no han sabido plantar cara al Gobierno España —eso ya se lo he explicado antes— para reclamar lo que nos correspondía. Porque en Aragón se están recibiendo menos vacunas de las que nos correspondían, le guste a usted o no, es que esto es así, el Gobierno de España ha decidido no dar todas las vacunas que nos correspondían a nuestra comunidad autónoma. Eso es así le guste a usted o no le guste.
Señora consejera, hay varias cuestiones que le quiero plantear, aunque me queda muy poco tiempo. La primera, muy clara: ¿por qué en Aragón no se vacuna los fines de semana? Así de claro. Nosotros se lo pedimos, el Partido Popular se lo pidió. Y entonces resulta que durante un fin de semana, porque yo los fines de semana tampoco descanso, durante un fin de semana ustedes vacunaron, pero después, pues, si te he visto, parece que no me acuerdo, y ahora no vacunan los fines de semana. Bueno, también es cierto que el lunes, que no era fin de semana, tampoco vacunaron y los profesionales del hospital Miguel Servet vieron cómo se anulaban sus citas de vacunación, pero esa es otra cuestión, aunque a usted no le guste.
Señora consejera, ¿cuántas vacunas ha recibido a fecha de hoy Aragón? Porque no lo sabemos, porque en la página de transparencia del Gobierno de Aragón —está, por cierto, desfasado de día, siempre lo cargan con ciertos días de diferencia, pero, bueno...— está el número de personas que se han vacunado, pero no el número de vacunas que hemos recibido.
Otra pregunta, esta ya curiosidad: ¿cuántas vacunas hemos recibido esta semana... [corte automático del sonido]…?
Y, como se me ha acabado el tiempo, señora consejera, sí que le quiero preguntar dos cuestiones que para mí o para el Grupo Parlamentario Popular son muy importantes.
La primera es qué pasó exactamente en el Consejo Interterritorial celebrado hace apenas unos días, donde el ministro, el exministro ya, desoyendo a algunas comunidades autónomas, siguió sin defender nuestra salud? Porque el señor Lambán —también es verdad que aquí hubo una dualidad— por la mañana planteó que el toque de queda se pudiera adelantar a las ocho de la tarde y luego, por la tarde, planteó, después de que el ministro dijo que no, que no, que estaba bien el toque de queda a las diez de la noche. Y entonces yo le quiero preguntar que a usted ese tema qué le parece, que, ante esa dualidad o ante esa incoherencia, queremos saber qué defendió usted en ese Consejo Interterritorial.
Mire, señora consejera, como siempre, muchas dudas, demasiadas incógnitas, falta de actuación, falta de organización, un Gobierno de España que está ausente —el ministro ya se ha ido—, un Gobierno de Aragón que está sobrepasado y un Gobierno, señora consejera, que es incapaz de resolver el día a día de los problemas que tenemos todos los aragoneses.

El señor PRESDIENTE: Vaya concluyendo.

La señora diputada MARÍN PÉREZ: Concluyo.
Y hoy, señora consejera, y por desgracia, en ese problema, en ese, nos va la vida. [Aplausos].
Gracias, presidente. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Marín.
Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, también por un tiempo de diez minutos, señora Gaspar.

La señora diputada GASPAR MARTÍNEZ: Gracias, señor presidente.
Señora consejera, usted lo ha dicho y yo lo reitero: las vacunas son la esperanza. Son la esperanza para que recuperemos pequeños gestos, para, como decía mi madre, «¡qué ganas tengo de volver a abrazar a mis nietos!» o «¡qué ganas tengo de poder estar una tarde con ellos en casa jugando!» Pues eso es lo que nos jugamos con las vacunas, señora consejera, el que no perdamos más vidas y el que volvamos a recuperar esos gestos sencillos.
Usted ha hecho el relato. Recibimos las vacunas el día 26 de diciembre y aquí, en Aragón, se comenzaron a administrar el día 27 de diciembre a bombo y platillo, con cobertura de todos los medios, no solo autonómicos, sino también nacionales. Y eso es la vacuna, la esperanza, la esperanza de todos para recuperar pequeños gestos y, sobre todo, la esperanza de todos para evitar que sigamos perdiendo vidas por el COVID.
Y le voy a contar ya desde el principio cuál es la posición de Ciudadanos, una muy sencilla: necesitamos un plan nacional para gestionar las vacunas, un plan nacional con unos criterios comunes y únicos para todas las comunidades autónomas. Y aquí discrepo de usted, señora consejera: no hay un plan nacional, no hay unos criterios comunes para todas las comunidades autónomas, y le voy a explicar por qué.
Mire, ha habido baile de datos sobre el número de vacunas suministradas según las comunidades autónomas. Hemos tenido un criterio, una reserva estratégica, que aquí, en Aragón, precisamente nos ha perjudicado. Tenemos un tema encima de la mesa candente que es el tema de las vacunas sobrantes, y, evidentemente, tenemos un problema que afecta a toda España y a toda la Unión Europea, como usted bien ha dicho, que son los criterios que están utilizando las farmacéuticas para reducir el número de vacunas que recibimos en Aragón.
Comenzaré hablando de la reserva estratégica. En Aragón empezamos teniendo una reserva estratégica de diez mil unidades, diez mil dosis, ahora hemos pasado a cuatro mil dosis de reserva estratégica. Mi primera pregunta: ¿basándonos en qué criterios técnicos marcamos una reserva estratégica de diez mil unidades y ahora decidimos cambiarla a cuatro mil unidades? Pero, claro, nos hemos encontrado con que hay comunidades autónomas que no tenían reserva estratégica, otras comunidades autónomas que decidieron hacer una reserva estratégica de un 5% de las dosis que recibían, otras comunidades autónomas, un 10%, y nosotros, diez mil. Y este criterio, que no es común para todas las comunidades autónomas, es decir, que el ministerio no ha marcado un criterio común para todas, al final, aparte de convertirnos a cada comunidad autónoma en la casa de Tócame Roque, nos ha venido a perjudicar a Aragón. ¿Por qué? Porque cuando Pfizer anunció que enviaba menos vacunas a España, el ministerio, el exministro Illa, ahora candidato, decidió que iba a beneficiar a aquellas comunidades autónomas que más vacunas habían administrado en las primeras semanas, y Aragón, como habíamos tenido una reserva estratégica de diez mil y habíamos administrado menos, se vio perjudicado recibiendo casi un 50% menos de las dosis que teníamos asignadas. Si no hay un criterio común, al final unas comunidades autónomas salen perjudicadas en relación con otras, y en esta ocasión nos ha tocado pagar el pato a los aragoneses.
Y ahora voy con otro tema: el porcentaje de dosis administradas. Aquí sí que había un criterio común. De hecho, todas las tardes, el Ministerio de Sanidad saca una hoja con información en la que dice el número de vacunas administradas por cada comunidad autónoma. ¿Cómo lo calculan? Muy sencillo: dosis que se han enviado a las comunidades autónomas, dosis administradas y porcentaje. Y ustedes decidieron que aquí, en Aragón, íbamos a cambiar la forma de calcular ese porcentaje de dosis administrados, ustedes decidieron que dosis que habíamos recibido menos la reserva estratégica y dosis administradas, y ahí sacábamos un porcentaje. Y claro, nosotros comparábamos y todos los días comparábamos y, evidentemente, el porcentaje que establecía el Ministerio de Sanidad, que, además, en las primeras semanas era de los más bajos, no coincidía con un porcentaje que ustedes daban aquí, en Aragón, que era de los más altos.
Y ahora ya, para acabar de rematar la jugada, hemos decidido que, claro, de cada vial, la indicación era cinco dosis, pero nosotros en Aragón fuimos capaces de sacar prácticamente desde el principio las seis dosis. Entonces, hemos calculado ya el porcentaje de dosis que administramos con seis y ya estamos dando porcentajes de vacunas administradas de 110-111%. Y al final, ¿sabe qué pasa, señora consejera? Que tanto jugar con los datos, porque esto es jugar con los datos, señora consejera, estamos volviendo locos a los aragoneses, y eso no está bien. Y le puedo asegurar que más de uno y más de dos a mí me han preguntado por qué estamos administrando más dosis de las que recibimos. ¡Ojo!, que la pregunta tiene miga.
Y ahora hablamos de las vacunas sobrantes. Mire, señora consejera, yo no voy a entrar en el juego de si está bien que se administre a unos, si está mal que se administre a otros, pero nos hemos encontrado con que tenemos vacunas que nos sobran cuando hacemos los procesos de administración de las vacunas. En primer lugar, por esos pequeños culillos, que les llaman por ahí, sobrantes de cada paquete, y porque también nos encontramos con que hay gente que no acude a vacunarse en el momento. Y, claro, esas vacunas se están suministrando a personas que inicialmente no son grupos de riesgo, por ejemplo, a alcaldes.
Y, mire, yo aquí solo le voy a decir una frase: a los políticos... Señora consejera, ¿usted sabe eso de la mujer del César, que no solo tiene que ser, sino parecer? Pues eso, los políticos también tenemos que ser y parecer. Y sí que me van a permitir que aquí haga un inciso para agradecer tanto al Partido Socialista como al Partido Popular la diligencia y la celeridad que han tenido aquí, en Aragón, a la hora de tomar las decisiones que correspondían con esos alcaldes que se han vacunado, e intuyo que ni el Partido Socialista ni el Partido Popular de Aragón tendrán el más mínimo problema a la hora de unirse a la petición que hemos hecho por un compromiso ético para sumarnos a una campaña de vacunas sin privilegios.
Pero le voy a decir una cosa, señora consejera: creo que este problema, aparte de la ética que pueda llevar o no llevar, es un problema de falta de instrucciones claras o de protocolos claros respecto a qué hacer con esas vacunas sobrantes. Y sí que le voy a pedir desde esta tribuna que, por favor, dicten unas instrucciones claras y concisas para todos los centros de salud y para todas aquellas personas que están administrando vacunas en las que les expliquen qué hacer con esas vacunas sobrantes. Hagan una base de datos con personas en grupos de riesgo para que esas vacunas sobrantes automáticamente sean administradas a esas personas de riesgo y no al primero que pasa por la calle le dicen «oiga, entre, a ver si quiere ponerse la vacuna».
Y luego tenemos el problema con las farmacéuticas. Es verdad, señora Repollés, este no es un problema de la comunidad autónoma, ni siquiera es un problema de España, es un problema de la Unión Europea. En España tenemos otros problemas sobre la falta de criterios comunes, podemos tener problemas sobre la gestión, planificación y organización en nuestra comunidad autónoma, pero el problema de que las farmacéuticas hayan decidido que ahora, en vez de ochenta mil dosis, como AstraZeneca, van a enviar treinta y una mil dosis a la Unión Europea, es de la Unión Europea. Y usted lo ha dicho antes: hay algo peor que las vacunas, no tenerlas. Pues tengamos cuidado con que esa máxima no se convierta en realidad.
Señora Repollés, al ritmo que estamos de vacunación en estos momentos, el objetivo que se marcaron Pedro Sánchez, el candidato Illa, e incluso el señor Lambán y usted misma de alcanzar al 70% de la población vacunada en verano es imposible de conseguir. Es más, hay informes técnicos, e imagino que usted los conocerá ya, en los que nos están diciendo los profesionales que, al ritmo que llevamos, no tendremos al 70% de la población vacunada hasta el verano del año 2023.
Señora consejera, yo hoy espero que en su siguiente intervención no salga aquí y se dedique a hacer comparaciones con lo que está ocurriendo en otras comunidades autónomas, porque todos tenemos cosas de las que presumir y todos tenemos cosas que no están funcionando bien. Y, señora consejera, si la defensa es hacer comparaciones con otras comunidades autónomas, demostraremos que el casi año que llevamos con la crisis sanitaria que está generando la COVID no nos ha servido para aprender nada.
Gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Gaspar.
Señora consejera, para responder, un primer turno de cinco minutos.

La señora consejera de Sanidad (REPOLLÉS LASHERAS): Gracias por las aportaciones.
Y voy a proceder a explicar cómo ha sido el proceso, porque creo que algunas de las preguntas son comunes y podemos resolverlas con una explicación muy sencilla y espero que clara.
Tengo que dejar bien claro que nosotros tenemos una disponibilidad de dosis y el plan y el programa y la estrategia de vacunación están basados única y exclusivamente en la disponibilidad de dosis que tenemos de las vacunas y en las características técnicas de cada una de ellas. Estas características técnicas hacen que sean más adecuadas para un tipo de población, para otro tipo de población, el transporte sea de una forma o de otra, el almacenamiento, las dosis que se pueden administrar, cuántos días se pueden administrar y a qué tipo de personas. Todo esto está recogido en la Estrategia Aragonesa para la Vacunación y en el plan de vacunación, que se basa, como no puede ser otra manera, en el plan nacional.
¿Por qué no vacunamos el fin de semana? Porque ¿qué ponemos el fin de semana, qué vacunamos si se nos acaban las dosis el viernes? Si las dosis de la vacuna de Pfizer se sacan del congelador el lunes, se tienen que administrar antes del viernes. ¿Qué quieren ustedes que coloquemos el sábado y el domingo? Cuando nos llegaron las dosis de Moderna, que podían administrase en sábado y domingo, pero no se podían desplazar, en el mismo momento en que llegaron las dosis de Moderna, que fue un viernes, se administraron en el Hospital Clínico Universitario en sábado y domingo porque esas dosis de Moderna se podrían administrar porque teníamos a nuestra disposición esas dosis nuevas. Pero no hablemos de por qué no se vacuna los sábados y los domingos porque está muy claro: porque no tenemos nada que inocular, o vacunamos con suero o no tenemos nada que inocular. Se nos podría echar en cara por qué no estamos vacunando los fines de semana porque tenemos falta de disponibilidad o de personal o de horas, pero no es el caso, estoy diciendo que tenemos recursos humanos suficientes para poder proceder a la vacunación de todas las dosis que nos llegan.
En segundo lugar, cuando hablamos de reparto de dosis por parte del Gobierno central, estamos hablando de una circunstancia especial que se produjo en la tercera semana, y somos conscientes de que todas las comunidades autónomas nos vimos muy perjudicadas por esto. Y la priorización que se realizó —y entiéndame que, aunque a nosotros no nos beneficiara, se puede entender desde el punto de vista solidario— fue que se priorizara poder poner la segunda dosis a las personas que estaban institucionalizadas en las residencias. Con lo cual, en aquellas comunidades autónomas que no tenían reserva estratégica y que tenían que proceder a administrar la segunda dosis a las personas de las residencias se les administraron tantas como para llegar a ese número de dosis de segundas dosis de las residencias, no indiscriminadamente más cantidad y se penalizó al resto de comunidades autónomas. Me consta que la que más recibió fue Valencia, recibió un 57% de las dosis que en principio se habían prometido, y el resto de las comunidades autónomas recibimos el 50%. Ese 7% corresponde a segundas dosis, que entiendo que era prioritario, necesario y en aras a la solidaridad, que tenían que mandarse a esas comunidades autónomas para garantizar la vacunación de esas personas.
También se criticó desde el primer momento por qué teníamos una reserva estratégica. Está bien claro que la reserva estratégica nos ha permitido poder seguir vacunando a todas las personas sin modificar nuestro plan de vacunación. Por eso, al principio teníamos diez mil unidades de reserva estratégica que correspondían a un nivel, que era un envío semanal, y ahora tenemos cuatro mil porque hemos dispuesto de esas seis mil dosis de reserva estratégica para no interrumpir la vacunación cuando las dosis que nos suministran desde el Gobierno central no son las necesarias para cumplir la planificación.
¿Que si tenemos priorización? Tenemos quince grupos de priorización, tenemos el documento, quince grupos de priorización. En el grupo número 2 se dice «profesionales sanitarios y otros profesionales sanitarios», y tenemos perfectamente delimitado con qué secuencia y con qué orden vamos a tener que vacunar.
Evidentemente, ustedes pensaban que esto es muy sencillo, pero con quince grupos de segunda línea es extremadamente complejo poder hacer la logística, y, sin embargo, hemos sido capaces de proceder a la priorización de los pacientes mayores de ochenta años para cuando se requieren dosis de reserva, administrar dosis de reserva, dosis sobrantes o la sexta dosis.
De manera que contesto a la señora Gaspar cuando nos dice que tenemos que hacer una base de datos en la cual tengamos a aquellas personas a las cuales se puede suministrar la dosis sobrante. Tenemos la base de datos desde hace dos semanas donde se pone prioritariamente a quién se deberá administrar la sexta dosis o aquellas dosis que sobran. Porque, como ustedes sabrán, esas dosis que se han sacado del congelador tienen que aprovecharse y, si no, se tienen que desechar, cosa que me parecía harto imprudente.
¿Por qué no salen esas cifras en los numeradores [corte automático del sonido]...? ¿Por qué hemos vacunado al 124%? Porque desde el primer día hemos sacado siete dosis de cada vial, cuando ninguna comunidad autónoma sacaba... seis dosis, perdón, seis dosis de cada vial..., no, de algunos siete, por eso es ciento veinticuatro, si no sería ciento veinte, y también sacamos once de la de Moderna, se lo puedo adelantar.
¿Por qué utilizamos unas jeringas determinadas que nos permiten sacar la sexta dosis? Porque precisamente esas de la marca Nacatur, que pensaba que iba a salir aquí, y ya se lo digo directamente, son las que nos permiten sacar la sexta dosis porque, además, al no estar soldada la aguja con lo que es el émbolo, nos permiten tener una aguja insertada en lo que es el vial reconstituido y proceder a la vacunación de las personas con una aguja nueva cada vez, además de que son más económicas. No hay ningún problema en eso, simplemente criterios técnicos.
Evidentemente, cuando los numeradores aumentan, el porcentaje disminuye. ¿Por qué antes con diez mil unidades de reserva teníamos unos porcentajes de vacunación y ahora con cuatro mil unidades de reserva tenemos menos porcentaje? Evidentemente, porque, cuanta más dosis recibes, el porcentaje sobre la reserva estratégica es menor, es matemática pura.
Pienso que tenemos un plan, que es un plan que está basado en el ministerio, tenemos los grupos de priorización, trabajamos día a día, confiamos en nuestros profesionales, tenemos unos datos de a quiénes tenemos que vacunar con las dosis sobrantes y con la sexta dosis, estamos consiguiendo un proceso de vacunación ágil, a tiempo y que está siendo solamente delimitado por el número de dosis que recibimos. Vamos a alegrarnos de alguna de las maneras de que es una comunidad autónoma en que estamos consiguiendo proceder a la vacunación en tiempo y forma con nuestros profesionales, con el esfuerzo de nuestros profesionales, y no debatamos de las tonterías y de las banalidades de si la sexta o la séptima dosis se la das a tu vecino o se la das a tu primo hermano, que no es el caso. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.
Réplica por el Partido Popular, señora Marín.

La señora diputada MARÍN PÉREZ: Muy bien. Pues muchas gracias, señor presidente.
Señora consejera, yo en ningún momento he dicho que este trabajo fuera fácil, de verdad que en ningún momento lo he dicho, porque, además, no lo pienso, creo que es una cosa muy complicada, pero, dada la exposición que tiene, tendremos que ser especialmente cuidadosos, meticulosos, en hacerlo perfecto, si pudiera llegar a ser, perfecto; desde luego, cuanto mejor, mejor.
Y, lo quiera usted o no, señora consejera, de verdad, lo quiera usted reconocer o no, tenemos un problema, y es que tenemos un problema con esta vacunación, y a ese problema, señorías, se le llama «falta de previsión», sea suya o del Gobierno de España, «falta de previsión», se le llama «falta de planificación» y se le llama «falta de organización», así de simple, además de algo de transparencia, que eso, en fin, después hablaremos.
Mire, ¿y quiere usted un ejemplo? Yo se lo voy a poner, le voy a poner varios. Por ejemplo, ya lo hemos hablado y se ha dicho también por la señora Gaspar: ¿por qué no se ha planificado con antelación a quiénes irían las vacunas sobrantes? Si es que es tan sencillo como decir «dosis sobrantes de cada una de las inoculaciones, equis, única y exclusivamente van a ir destinadas a, punto», a quien fuera, a un grupo o a otro, yo ahí no voy a entrar. Si estuviera claro, señora consejera, si hubiera estado claro desde el principio, como debería de haber estado claro, no tendríamos los problemas que estamos teniendo, no tendríamos esos problemas.
Señora consejera, usted sabe como yo que se están desaprovechando vacunas, que hay sobrantes de vacunas que se están desaprovechando porque no se están utilizando las jeringuillas adecuadas, que son las de bajo volumen muerto, así de claro, esas son las jeringuillas que se deberían de utilizando, y, además, las tenemos muy cerquita de nosotros, y no se está haciendo bien.
Señora consejera, ¿por qué —también le pregunto— se envía esta carta desde la consejería el día 18 de enero de este año, obviamente, indicando que en el actual nivel en el que nos encontramos se va a vacunar —ya lo que sería nuestra fase 2— al personal sanitario y también a..., o sea, se va a vacunar al personal 2, que es al personal sanitario, pero no incluyen dentro de esa fase 2, que en un lugar sí que está incluido y no en esta carta, a los grandes dependientes no institucionalizados? En esta carta —señora consejera, yo se la hago a usted llegar— se les ha olvidado incluir a los grandes dependientes no institucionalizados. Yo entiendo que esto ha sido un error de transcripción porque en esas fases que ustedes se han marcado sí que están, pero esta carta ha llegado y esta carta ha preocupado a esos grandes dependientes no institucionalizados, que a fecha de hoy todavía no tienen una aclaración por parte del Gobierno de Aragón respecto al lugar que ocupan en esa fase de vacunación. Yo estoy segura de que sí que van a ser incluidos, pero yo creo que el Gobierno de Aragón o su departamento deberían de haberles remitido otra carta subsanando el error del que adolecía esta.
¿Por qué no entran en ese momento, en esta fase de vacunación actual, los pacientes de EPOC? Señora consejera, se han olvidado ustedes de ellos, como lo ha hecho también el Ministerio de Sanidad, porque mucho votar aquí a favor en mucha declaración institucional, mucha mentira, pero después, si te he visto, no me acuerdo. Y es un colectivo extremadamente vulnerable, que, por miedo, lleva desde marzo sin salir de casa, y ustedes se han olvidado de ellos. No es un gran dependiente no institucionalizado, no lo es, y no está en esa fase de vacunación.
¿Qué criterios han seguido para la vacunación de los alumnos de los colegios de centros educaciones especiales, que también tienen unas características propias que los hacen ser personal especialmente vulnerable ante la situación que estamos viviendo? Le pregunto qué criterio tienen respecto a este colectivo, si es que tienen algún criterio. Porque en ese plan de vacunación que no existe, obviamente, no están reflejados. Y yo le pregunto dónde los van ustedes a poner.
Y también le pregunto [la señora consejera, desde su escaño, muestra un documento] —¡si me lo puede enseñar, si yo también lo tengo!, pero que ahí no están, señora consejera, que eso no es un plan de vacunación, que ahí no están—, y también le pregunto por los trabajadores de los centros de día, que tampoco constan en ningún sitio, que también ustedes se han olvidado de ellos.
En fin, señora consejera, muchos olvidos, demasiados, y todos ellos, todos ellos, muy importantes.
Mire, voy concluyendo porque se me acaba el tiempo. Pero sí que le quiero enseñar este gráfico, que esto es un gráfico del Ministerio de Sanidad. No lo he hecho yo, ni lo ha hecho el Partido Popular, ni lo ha hecho Díaz Ayuso, lo ha hecho el Ministerio de Sanidad, ese ministerio que, en junio..., perdón, que en diciembre dijo que en junio de este año, del veintiuno, estaría vacunada la mitad de la población de España, y que la realidad, la cruda realidad, es que la mitad de la población de España estará —yo no me incluyo— vacunada en diciembre del año 2023.
Señora consejera, ¿para cuándo prevé usted que en Aragón tengamos la inmunidad de rebaño? ¿Por qué esa falta de transparencia sobre todo lo que rodea a este proceso de vacunación? ¿Por qué esa falta de comunicación constante y de información, que ha sido la causante de que más de dos mil trescientos profesionales de residencias no se hayan querido vacunar? ¿Por qué esa falta de planificación? ¿Por qué esa falta de planificación existe? ¿Por qué esa falta de planificación? ¿Por qué la nula capacidad de exigir usted y el señor Lambán al Gobierno de España lo que nos corresponde, lo que es el derecho de todos los aragoneses?
Pues, mire, demasiadas preguntas —y concluyo, presidente— que estoy segura de que van a quedar sin respuesta.
Señora consejera, les ha pillado el toro una vez más, y ya van demasiadas, por su falta de previsión, y el problema es que con esa cornada sufrimos todos. Desde marzo hasta hoy ustedes no han aprendido casi nada y esa ignorancia la seguimos pagando a fecha de hoy todos los aragoneses.
Gracias, presidente. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Marín.
Señora Gaspar.

La señora diputada GASPAR MARTÍNEZ: Gracias, señor presidente.
Señora consejera, yo discrepo de usted. El Gobierno España no tiene un plan nacional, el Gobierno de España no ha establecido criterios comunes para todas las comunidades autónomas en muchos de los temas que afectan directamente a la vacuna. Así que desde aquí, desde esta tribuna, yo le pido que en el próximo consejo interterritorial que vaya pida en nombre de todos los aragoneses que se establezcan criterios comunes y uniformes para todas las comunidades autónomas en el Plan de Vacunación.
Y también discrepo de usted en una frase que usted ha dicho: a quién le damos la sexta vacuna, la sexta dosis, es una banalidad. Pues no, señora consejera, no es una banalidad, y, vuelvo a insistir, especialmente cuando estamos hablando de políticos, porque, como la mujer del César, hay que ser y parecer, y por encima de todo está la ética.
Pero quiero que esta segunda parte de la intervención sea mirar hacia el futuro, y hacer propuestas, y hacer sugerencias, porque yo creo que una máxima que todos tenemos que tener clara es que el objetivo con las vacunas es vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible. Y usted y la señora Pérez, que ahora no está, dijeron en la reunión que mantuvieron con los grupos parlamentarios hace una semana aquí, en las Cortes, que la única limitación que había en estos momentos era el número de dosis que recibíamos y que ustedes preveían que, a medida que se fueron aprobando otra serie de vacunas, íbamos a tener más vacunas para la población. Pero es verdad que, como cada una de las vacunas tiene una forma de almacenaje, logística, etcétera, diferente y transporte diferente, aquí va mi primera pregunta: señora consejera, ¿está la Comunidad Autónoma de Aragón preparada para cumplir todos los requisitos logísticos de almacenamiento, transporte, etcétera, de cada una de las vacunas que previsiblemente se van a aprobar y van a llegar a Aragón? Porque yo, señora consejera, estoy deseando el día que se anuncie que empiezan a llegar vacunas suficientes para poder empezar a hacer vacunaciones masivas a la población y conseguir esa ansiada inmunidad de rebaño, ese ansiado 70% de la población vacunado.
Y le sigo haciendo preguntas. ¿Está la comunidad autónoma preparada con recursos materiales y humanos suficientes para que, cuando nos lleguen ese porrón de vacunas que nos van a llegar, podamos cubrir esas vacunaciones masivas a toda la población? ¿Han previsto contar con alguien más que los centros de salud, los centros de atención primaria? Por cierto, ciertos centros de atención primaria que tienen una carga ya de por sí ingente, ingente. ¿Van a contar con la bolsa de profesionales de enfermería jubilados que les ha puesto a disposición el Colegio de Enfermería? ¿Van a contar con la bolsa de médicos jubilados que ha puesto a disposición de la consejería el Colegio Oficial de Médicos? ¿Van a contar con otros colectivos? ¿Van a contar con odontólogos? ¿Van a contar con farmacéuticos? ¿Van a contar con veterinarios? ¿Van a contar con el Ejército?, que el Ejército también se ha ofrecido, sus profesionales sanitarios, a llevar a cabo la vacunación, y el resto del Ejército se ha ofrecido para gestionar la logística del transporte de estas vacunas que van a llegar a nuestra comunidad autónoma.
Y voy a más, recursos materiales. Ustedes saben que muchos municipios han puesto a disposición del Gobierno de Aragón instalaciones municipales para poder llevar a cabo esas campañas de vacunación masivas. ¿Van a contar con la colaboración de los municipios y con esos espacios que les están habilitando?
Y, mire, una propuesta. En Navarra han habilitado un camión hospital que va a ir por las diferentes zonas de Navarra cuando haya vacunas suficientes haciendo campañas de vacunación en determinados municipios, en determinados de poblaciones. ¿Se plantean hacer algo similar aquí para ir haciendo campañas de vacunación masivas en las diferentes comarcas de nuestra comunidad autónoma?
Mire, señora consejera, son muchas preguntas las que le hago, pero es para preparar el futuro. Porque ¿sabe cuál es la sensación que yo tengo? Que llevamos casi un año corriendo detrás del virus, que en ningún momento hemos sido capaces de adelantarnos y planificar y gestionar por delante de la pandemia, por delante del virus. Ustedes son unos cracks, no se lo niego, son unos cracks a la hora de limitar movimientos, restringir aforos [corte automático del sonido], restringir la actividad económica en nuestra comunidad autónoma, pero pinchan, y pinchan mucho, cuando tienen que invertir en medidas sanitarias para hacer frente a la COVID: en rastreos, en test y ahora en la vacunación.
Espero que para todas las preguntas que le he hecho haya respuesta afirmativa y espero que todo esto, que es el futuro inmediato, esté preparado porque, si no, seguiremos teniendo los aragoneses la sensación de que ustedes siguen corriendo detrás del virus ¿Y sabe cuál es la sensación? Que poco hemos aprendido porque seguimos cometiendo los mismos errores que hace ya casi un año.
Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Gaspar.
A continuación, turno para los grupos que no habían solicitado la comparecencia.
Por Izquierda Unida, señor Sanz.

El señor diputado SANZ REMÓN: Gracias, presidente.
Consejera.
Compartimos que la campaña de vacunación es una esperanza colectiva, pero también tenemos que compartir que es un reto complejo, muy complejo. Izquierda Unida comparte la estrategia y los criterios que conjugan abastecimiento, definición de grupos de riesgo y prioridad. Nos parece también adecuada la incorporación de ese sistema de información y registro de vacunación COVID-19, el plan específico de vigilancia de la seguridad de la vacunación y también los estudios sobre su efecto en la onda epidémica. Yo creo que son bases relevantes para empezar a aprender alguna de las cuestiones que arroja esta pandemia.
Pero permítanme —y empiezo contestándole a la derecha— que comparta con ustedes un titular que he leído, y posteriormente he estado mirando el informe, un informe europeo en el que aparece un titular que era demoledor, que decía: «La privatización de los servicios públicos ha tenido efectos mortales sobre la pandemia y está directamente relacionada con las decisiones de la Comisión Europea, y el sector sanitario privado está utilizando la pandemia para presionar de cara a percibir más dinero público de los fondos de recuperación». Bien, esto no se escapa a la vacunación. Aquí todo el mundo habla de determinadas cuestiones, pero no habla del fondo de la cuestión, que es que carecemos de un sistema público que garantice una vacunación pública efectiva y con todas las garantías y a todos los niveles. Claro, las empresas juegan a lo suyo, y nosotros nos encontramos con una situación compleja.
Yo sí que le pido firmeza en el Consejo Interterritorial, precisamente para garantizar que estas cuestiones no se permitan, porque si hay problemas de abastecimiento que no tienen que ver con capacidades, sino que tienen que ver con que no se extiende la patente para hacer esa producción masiva, pues, estamos ante lo que estamos.
Y dicho esto, alguna cuestión que Izquierda Unida quiere plantearle para mejorar, para saber en qué estado están algunas de las cuestiones. La primera, sobre la reserva estratégica. Nosotros no estamos de acuerdo en mantener una reserva estratégica —ya se lo hemos trasladado en varias ocasiones—, el ministerio tampoco, la Sociedad Española de Vacunología tampoco, y lo que no queremos es que esto se deba a que en un momento determinado carezcamos de profesionales.
A mí sí me gustaría saber cuántos profesionales o qué recursos humanos se han utilizado, cuántos estamos contratando para este proceso y el que vendrá, cuando sea masiva la vacunación. Y sí cuando sea masiva la vacunación, también vamos a dar respuesta a esa vacunación en fines de semana, como ya hemos vivido alguno y en festivos, porque es importante, garantizar que ese plan que se ha determinado por fases se cumpla por fases de forma prioritaria. Y en ese sentido, claro, hay problemas y dificultades logísticas de organización de la campaña y también de gestión.
Y yo quiero compartir con usted, no con ánimo de polemizar, sino con ánimo de concretar, porque consideramos que si estamos reconociendo que hay una estrategia y que hay cumplir esa estrategia, lo prioritario será planificar de tal manera para que la sexta dosis del vial se aproveche precisamente entre los sectores de población y sectores contenidos en esa primera etapa, en la primera etapa, sin saltar la prelación de prioridades, porque consideramos que es importante.
Hablaba de los datos que constan en nuestro poder: son setecientas cincuenta las dosis de personal que, sí siendo personal prioritario, no pertenece a esos grupos, y ha habido como un salto: se va a prolongar la campaña de vacunación en la atención sanitaria, y queremos saber si no se puede organizar esto otra manera para garantizar que se cumpla esa prelación de prioridades.
Otra de las cuestiones que queríamos preguntarle es sobre la compra de esos dos grandes frigoríficos por treinta mil euros, creo recordar. Había dos frigoríficos de estas características en el Clínico y queremos saber en qué se están usando esos que ya teníamos. Precisamente, pues, para despejar dudas sobre compras inútiles.
Volvemos otra vez a la prelación de prioridades, a la situación de los diferentes grupos y colectivos. En el grupo cuatro estaban los grandes dependientes y también estaba otro personal sociosanitario, en el que se encontraba el servicio de ayuda a domicilio. Claro, a nosotros nos preocupa la situación de los grandes dependientes. Usted adelantaba ayer en rueda de prensa que se está estudiando la posibilidad de la movilización de los viales rearmados, creo recordar, y queremos que nos aclare un poco en qué términos está ese asunto, porque vemos complejo también que se vacune a los grandes dependientes en su domicilio junto con sus cuidadores y cuidadoras, y eso es fundamental, porque es un sector, además, que es muy complejo.
Yo creo que habría que ponerse en coordinación con los servicios de prevención de riesgos laborales de esas empresas de servicio y ayuda a domicilio para garantizar la vacunación efectiva de un personal de riesgo que está en movimiento y, además, que está muy expuesto. Y en ese orden de cosas también, yo le pido que apliquemos mucha sensibilidad a este sector, un sector precario, complejo, para que lleguemos al conjunto de profesionales que lo integran.
¿Qué va a pasar con los estudiantes en prácticas en centros sociosanitarios y sanitarios? Que nos aclare también porque no están incluidos en esta lista.
¿Qué metodología de vacunación se está utilizando entre profesionales de sectores sanitarios? Nos han alertado de que hay listas abiertas en Excel en la que la gente se apunta. Yo creo que esto hay que compatibilizarlo con el tema de la protección de datos.
Consejera, cuéntenos qué criterios de vacunación se están aplicando a los centros de sanidad privada —habla ya del 30% de vacunación—.
Y sobre una cuestión que quiero también compartir con usted, sobre la efectividad de la vacuna de Pfizer, en primera dosis, que hablaban de hasta un 64%. Bueno, si se está valorando en el consejo, si se está valorando en la estrategia nacional la posibilidad de vacunación con una sola dosis en determinados colectivos, sin más, para aclarárnoslo, porque están empezando a surgir dudas con respecto a esto.
Acabo también preguntándole, por si lo sabe, en qué estado está el desarrollo de la vacuna del CSIC, que daría respuesta, en buena medida, a las necesidades amplias que tiene la población de forma justa y que pondría encima de la mesa que se puede caminar —acabo ya, presidente—, que se puede caminar sin necesidad de tener que estar recurriendo al mercado, porque el mercado ya sabemos lo que hace con nuestra salud en ocasiones como esta de forma flagrante: negocio, señorías, negocio.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Sanz.
Por el Grupo Parlamentario Aragonés, señora Peirat.

La señora diputada PEIRAT MESEGUER: Muchas gracias, señor presidente.
Buenos días.
Señora Repollés, agradecerle, en primer lugar, las explicaciones que nos ha ofrecido en esta comparecencia que ha abordado la campaña de vacunación en Aragón contra esta maldita pandemia que tanto sufrimiento nos está causando.
Efectivamente, ya lo sabíamos desde hace mucho tiempo: seguimos viviendo en estos momentos las consecuencias de este coronavirus que lo ha invadido todo y que está afectando de manera muy grave a la salud y al desarrollo social y económico de todos los aragoneses. Se han dictado muchísimas medidas, normativas y sanitarias, por parte de los diversos poderes públicos en sus diferentes ámbitos: Estado, comunidades autónomas, municipios, y, sin embargo, todo parece poco para doblegar de manera definitiva al coronavirus o, al menos, eso parece.
Es evidente que estamos en una cuarta ola en Aragón y que, pese a los enormes esfuerzos de los aragoneses, las cifras de contagios, los índices de hospitalización y la ocupación de las UCI son ahora, si cabe, muy preocupante.
Numerosos sectores de nuestra economía (establecimientos, autónomos, hosteleros...) han sido directamente afectados y, en muchas ocasiones, tocados en su línea de flotación.
Se han preparado medidas también de carácter económico y financiero para intentar paliar, en la medida de lo posible, las consecuencias en nuestras empresas, nuestras pymes y en los puestos de trabajo, pero está claro que todo es poco y que en esta situación, además de continuar luchando día a día, respetando al máximo las normas y las medidas sanitarias dictadas, la vacunación de la población parece ser la herramienta efectiva para detener esta pandemia.
Las esperanzas que hemos puesto los aragoneses en las vacunas son enormes. Tras muchos meses de esfuerzos, confinamientos, condicionamientos, etcétera, tenemos todos la idea clara de que la vacuna es realmente la medida efectiva que llevamos esperando desde hace ya casi un año.
Para nosotros, para el Partido Aragonés, dada la importancia capital y del papel que van a jugar las vacunas para intentar doblegar al coronavirus, la campaña de vacunación, su distribución y suministro resulta fundamental. Entendemos que si la campaña de vacunación se realiza correctamente, es posible notar de manera pronta sus efectos. Ahora bien, si no se siguen las pautas que se nos han explicado y se hace de manera incorrecta, podemos ingresar en un auténtico infierno. ¡La responsabilidad es altísima! Y altísima es también la posición del Gobierno de Aragón, que está actuando a la altura de las circunstancias, y entiendo que ha quedado claro tras las intervenciones de usted, señora consejera.
Somos conocedores —y así nos lo explicaba, señora Repollés— de que los colectivos más vulnerables al coronavirus y con mayor riesgo, por los que se ha comenzado esta campaña, son los que usted ya ha nombrado: residentes y personal del centro de mayores, personal sanitario y sociosanitario, etcétera. Y que también somos conscientes de que no se vacuna en fin de semana porque no hay dosis.
Creemos que se están haciendo las cosas de manera eficaz, gracias, sobre todo, al magnífico personal sanitario del que dispone Aragón, al que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por la enorme dedicación que han tenido y siguen teniendo en estos momentos, a pesar de estar agotadísimos por la sobrecarga que están llevando tras estas navidades, porque así es.
Desde el Gobierno, entendemos que se está actuando con prudencia, una prudencia que le ha llevado a generar una reserva estratégica que garantice la segunda dosis a los colectivos vulnerables que hayan recibido la primera. Un esfuerzo que tal vez no haya sido bien entendido por el Gobierno central, pero que en estos momentos, frente a la posible disparidad de criterios, se ha impuesto la razonabilidad y la agilidad del propio ejecutivo aragonés. Pero esto no es fácil, objetivamente, no es fácil, lo saben los aragoneses, lo sabe el Gobierno, lo sabemos los grupos parlamentarios que apoyamos al ejecutivo y lo saben los grupos de la oposición. Una dificultad extrema que obliga a todos a ser especialmente responsables de nuestra conducta política, porque, efectivamente, el control de la actividad del Gobierno se ubica en este Parlamento, pero también la responsabilidad y el sentido común.
Por ello, estaba plenamente segura que la actitud de todos los grupos era de plena colaboración. Después de escuchar algunas de las intervenciones, tengo algunas dudas. Y decía que no es fácil porque la realidad es muy testaruda, y así nos lo están recordando todos los días, con unas cifras diarias de contagios y, desgraciadamente, con muertes, detrás de las cuales hay personas y familias, no son meros números.
Y a pesar de todo este sufrimiento, me llama amargamente la atención ver que todavía hay gente que no acaba de entender el momento tan delicado que estamos atravesando. Me refiero a actitudes incomprensibles que hemos podido ver en estos últimos días en muchos lugares. Y sí, son momentos puntuales, son excepciones, lo que quieran, pero son un riesgo para todos. Y es que las imágenes de hace pocos días de aglomeraciones en ciudades, en AVE u otras son lamentables. No quiero ni imaginar cómo se puede sentir viéndolas un médico, un familiar enfermo o un familiar de un fallecido.
Pido, reclamo y exijo a todas las personas que no respetan las medidas sanitarias o que tienen un exceso de confianza que recapaciten. Que sean solidarias no solo con los demás, sino también solidarias con sus amigos, con sus familiares y con ellos mismos, porque absolutamente nadie está libre de ser contagiado de este terrible virus, y, además, esas actitudes nos perjudican en esta campaña de vacunación que se está llevando a cabo y que tan importante es en estos momentos.
Por ello, señora consejera —y ya finalizo—, le agradezco nuevamente el esfuerzo que se está realizando desde Aragón en la lucha contra esta pandemia y, en particular, con el procedimiento de vacunación. No va a encontrar en mi grupo parlamentario la más mínima pega al respecto. Al contrario, le mostraremos y le seguiremos mostrando todo nuestro apoyo.
Muchas gracias presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Peirat.
Grupo parlamentario Vox. Señor Morón.

El señor diputado MORÓN SANJUÁN: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías.
Señora consejera, tras su exposición, el Grupo Parlamentario Vox puede afirmar claramente que no existe, no existe un plan de previsión y de provisión de vacunas en Aragón. Y realmente, si existe, pues, la verdad es que no lo ha presentado, pese a que comparece a petición propia para informar sobre la campaña de vacunación de la COVID en la Comunidad Autónoma Aragón.
Mire, no voy a profundizar mucho en el tema del retraso, en la recepción de las vacunas, pues, porque se ha hablado ya bastante a lo largo del debate, en parte, mediado por esa falta de suministro de los propios laboratorios, pero también por los criterios que ha utilizado el Gobierno de España. Criterios que le he preguntado al señor Lamban en su comparecencia si compartía, pero no me ha respondido, y que usted, he creído entender —y si no, dígame luego lo contrario— que sí que los comprende, porque entiende que por solidaridad, pues, se debían de ceder esas vacunas a aquellas comunidades en las que no se garantizaba esa segunda dosis. Pero lo cierto, lo cierto es que al ritmo que llevamos, como ya han adelantado otros portavoces, al ritmo que llevamos, no vamos a finalizar la vacunación hasta muy avanzado el año 2023.
Mire, señora Repollés, hablar de un plan no es hablar de las directrices marcadas por el Ministerio de Sanidad para la vacunación de los grupos de riesgo. Eso es una estrategia, cuando se ha referido antes a la estrategia europea, que decía que era la misma que la estrategia nacional. Un plan debe contemplar una campaña de información, debe proveer un sistema de citas, debe contemplar también una logística adecuada y debe proveer también los medios técnicos y recursos humanos necesarios para que se pueda llevar adelante. De eso, no comentado nada; no sé si luego, en su última intervención, le dará tiempo de poder hacerlo.
Una campaña de información a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general, porque hay muchas dudas, porque los ciudadanos tienen muchas dudas, y se las preguntan, como ya le he recordado en alguna ocasión, se las preguntan a los profesionales sanitarios, y ellos, en muchas ocasiones, no disponen de esa información. Me gustaría saber qué grado de colaboración existe en estos momentos en su consejería con los sindicatos y los colegios profesionales para transmitir esa información a los profesionales y, también, con las asociaciones de defensores del paciente.
Proveer de un sistema de citas ágil y prever aquellas situaciones que se pueden generar, es decir, qué va a ocurrir cuando, vamos a suponer, que ya hemos iniciado una campaña de vacunación masiva y haya personas que no acudan a su vacunación. ¿Qué va a ocurrir con esas vacunas, con esas dosis que se podrían llegar a perder? Por tanto, debería de haber algún sistema que prevea esa situación y que, de alguna manera, intente aprovechar al máximo todas las dosis que vengan en los viales.
Logística. Proveer también una logística adecuada. ¿Cómo se va afrontar la vacunación domiciliaria de aquellos pacientes o personas que, en muchos casos, tienen una gran discapacidad? Que yo sepa, hasta ahora, no se ha dado solución a esta cuestión, pero es un tema fundamental, porque estas personas que se encuentran en su casa, estos discapacitados son, realmente, personas de un riesgo muy elevado. Utilización, como se ha comentado antes, de las Fuerzas Armadas, de empresas de logística privada, la red de farmacias, habilitación de espacios públicos y privados...
Y en cuanto a la provisión de medios técnicos, pues, ya se ha comentado también: habrá que ver si, efectivamente, disponemos de las mejores agujas, jeringuillas, todo el material de protección necesario para poder realizar la campaña de vacunación sin ningún problema.
Y también de los recursos humanos, como también se le ha dicho, públicos y privados. Y en cuanto al tema de los de los recursos privados, yo le diría al señor Sanz, que decía que el fondo de la cuestión es que la campaña de vacunación la tiene que realizar la sanidad pública, pues, mire, no. El fondo de la cuestión no es ese, el fondo de la cuestión y lo que tenemos que conseguir es una vacunación de aquellas personas que se quieran vacunar lo antes posible. No priorizar el que tenga que ser la sanidad pública o la sanidad privada, lo que tenemos que conseguir es el objetivo que nos hemos marcado, que la sociedad esté vacunada lo antes posible.
Desde Vox denunciamos esta falta de información a la que he hecho referencia, y no surgen muchas más preguntas, que, evidentemente, no voy a poder abordar porque me he quedado sin tiempo. Pero sí que queremos dejar claro que para nosotros es fundamental garantizar el acceso informado, libre y seguro a la vacuna para todos aquellos aragoneses que lo deseen. Acceso que se ha de realizar estrictamente por motivos sanitarios y respetando las normas establecidas, nos gusten o no nos gusten. Y en ese sentido, condenamos la actitud reprobable de algunos alcaldes, mayoritariamente del Partido Socialista y del Partido Popular, que no han respetado las norma del juego. Pero también queremos que se garanticen los derechos de aquellos aragoneses que, de forma libre, decidan no vacunarse.
Eficacia, respeto a los derechos fundamentales, información y transparencia en la gestión. Eso es lo que, desde Vox, le reclamamos en bien de los aragoneses.
Y para finalizar —concluyo ya, señor presidente—, la ciudadanía aragonesa, de forma generalizada —se lo quiero recordar—, ha puesto todas sus esperanzas en esta vacuna. Saben que es el único bote salvavidas al que pueden aferrarse ante la nefasta gestión sanitaria del Gobierno de España y del caos autonómico para salvar sus negocios, conservar su trabajo, proteger su salud y recuperar su modo de vida. No les fallen otra vez.
Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Morón.
Por el grupo Chunta Aragonesista, señora Lasobras.

La señora diputada LASOBRAS PINA: Buenos días a todos y a todas.
Voy a comenzar mi intervención agradeciendo las explicaciones de la consejera de Sanidad, pero también quiero dar las gracias a todo el personal sanitario y no sanitario que lleva ya casi un año luchando contra esta maldita pandemia y que ahora están inmersos en un proceso de vacunación.
Desde el comienzo de esta pandemia, el objetivo tanto de los Gobiernos como de las comunidades científicas ha sido desarrollar una vacuna segura y eficaz, y aunque sabemos que esto lleva mucho tiempo, gracias a la inversión sin precedentes en investigación y desarrollo, así como a la cooperación global, el personal científico ha podido desarrollar la vacuna sin dejar de mantener una normativa sólida basada en la evidencia y en rigurosos estándares.
Sería bueno que en estos momentos aplicásemos la prudencia que exige la ciencia. Pretender desautorizar, como se hace en ocasiones, a las autoridades sanitarias y científicas no es sensato, y menos en un momento como el actual. Las decisiones que se toman desde las administraciones públicas y las agencias no son arbitrarias. La Agencia Europea de Medicamentos está siendo especialmente garantista y debemos confiar. Por eso, prudencia a los que hablan y sensatez para todos nosotros y nosotras, porque el verdadero riesgo para la salud a día de hoy sería no tener vacunas.
Hace unos meses, cuando una compañía farmacéutica anunció que los primeros datos mostraban que su vacuna contra el coronavirus era eficaz en el 90%, los corazones de miles de personas en todo el mundo dieron un salto, y ahora, desde hace unas semanas, nos vemos envueltos en numerosas noticias sobre la vacunación de la COVID, pieza esencial para el control de la pandemia. En el inicio de esta campaña de vacunación, ha cumplido un objetivo muy claro e importante, que disponer de vacunas desde finales del 2020 para hacer frente a esta pandemia, porque la mejor herramienta de lucha es la vacuna, la gran esperanza, como se ha dicho aquí en esta Cámara. Mientras que otras estrategias, como los confinamientos o toques de queda, que se ha demostrado que, al final, ayudan, pero no terminan de resolver el problema. Y han existido diferentes críticas, porque el inicio de la vacunación ha sido lento, pero siempre, siempre cuesta empezar.
Estamos de acuerdo desde Chunta Aragonesista con la consejera de Sanidad en que la vacunación es una carrera de fondo y que debemos de intentar aplicar las vacunas a la población aragonesa en el menor tiempo posible. Somos conscientes de que la vacunación depende de muchos factores externos, por ejemplo, de las próximas vacunas que se autoricen o de las dosis que nos lleguen a Aragón, porque ya sabemos que, en este momento, Bruselas ya reconoce que va a ser complicado cumplir con los ambiciosos plazos de vacunación fijados, en parte, por las imprevistas complicaciones logísticas y por la dificultad de trazar un calendario de producción y distribución claro con las compañías farmacéuticas. Lógicamente, el ritmo de vacunación dependerá siempre de la cantidad de dosis disponibles.
También coincidimos con la consejera en que debe cuidarse a todos los trabajadores sanitarios, especialmente a atención primaria, los hospitales y el 061, y por ello, debemos cuidarlos y protegerlos. Y consideramos acertado, como aquí se ha dicho, comenzar la vacunación con los residentes y personal de las residencias de mayores, que a algunos de ellos ya se les ha implantado la segunda dosis y ya empiezan a ser inmunes, y también, seguido de los profesionales sanitarios y grandes dependientes. Y, próximamente, a los mayores de ochenta años, porque hay que protegerlos, porque son ellos quienes sufren con una mayor virulencia esta enfermedad.
Ya conocemos que al Estado español le corresponde el 10% de las dosis a las que tendrá acceso la Unión Europea, que hay una estrategia de vacunación con acceso equitativo y garantizado para que todos los grupos priorizados tengan acceso a la vacuna, y no quiero hablar de sobrantes, porque aquí no sobra nada. Porque ha sido una estrategia diseñada por un grupo de expertos, entre ellos, algunos en bioética, con un sistema de registro de seguimiento de vacunación para quienes decidan libremente vacunarse.
Aquí, quiero hacer un alto en el camino para que se evite y no se permita ninguna alteración del sistema de vacunación establecido. Así es como debe de ser. Sin embargo, hemos conocido recientemente que diferentes cargos públicos se han vacunado sin que les correspondiese todavía su turno, y es algo que no podemos tolerar, sobre todo, porque todas y todos los que somos cargos públicos debemos de ser ejemplares.
Y también aquí quiero hacer una reflexión, y quiero insistir en ello, para que el Estado español sea capaz de luchar para que la Unión Europea asuma el Plan de vacunación solidaria, una respuesta conjunta de solidaridad europea. Quiero subrayar la importancia de facilitar la vacunación a países más pobres y grupos más vulnerables, como refugiados y exiliados. Un plan de acceso universal y equitativo de la vacuna en el mundo basado en los principios de justicia, equidad y solidaridad, y en la convicción de que nadie estará a salvo hasta que todos y todas estemos a salvo.
Me queda comentarle, consejera, algunas cuestiones que nos han transmitido algunos colectivos, por ejemplo, la preocupación de los estudiantes de medicina y enfermería, que realizan las prácticas en hospitales y centros de salud, para saber en qué turno les va a tocar vacunarse.
¿Qué va a pasar con los temporeros que vengan próximamente a la recogida de la fruta? Y sí han estado en contacto con los sindicatos agrarios, sobre todo para evitar una nueva ola de contagios.
Finalmente, quiero incidir en el compromiso individual y en la responsabilidad social, porque debemos comportarnos como si no hubiera vacuna. Debemos hacer un último esfuerzo, porque hay que seguir las normas que dictan las autoridades sanitarias y protegerse, porque es algo que va en favor de cada persona y de cada familia.
Señora Repollés, nos esperan meses difíciles para controlar los brotes, el plan de vacunación, y después habrá que poner en orden nuestro sistema sanitario público, pero todas y todos los que estamos aquí presentes debemos hacer un último esfuerzo, sobre todo, para tratar de dar solución ante esta pandemia.
Gracias, presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Lasobras.
Por el Grupo Podemos Equo, señora Cabrera.

La señora diputada CABRERA GIL: Muchas gracias, señor presidente.
Quería comenzar agradeciendo al Gobierno de Aragón y, en concreto, a usted, señora consejera, que hayan tenido una comunicación fluida y continuada aquí en el Parlamento a lo largo de la pandemia, también en esta ola, en la que, lamentablemente, continuamos en Aragón. Y también agradecer a todo el personal sanitario y no sanitario que sigue haciendo frente a este maldito virus, que todavía está en nuestra comunidad y también en el resto.
Hay que sentirse afortunadas, hay que sentirse orgullosas de la sanidad pública. Hubiera sido muy diferente si no hubiéramos tenido la sanidad pública. Hubiera sido bien diferente ese establecimiento que se ha dado de los servicios públicos, esa manera de mantener el Estado de bienestar, y creo que es oportuno ponerlo en valor y ahora mismo sacar pecho de la sanidad pública que tenemos en nuestra comunidad autónoma y también en el resto del Estado.
Cuando se pone en marcha un plan, existe una responsabilidad, que es primordial y es básica. Existe también un orden establecido por parte de los protocolos, y existe también la depuración de responsabilidades, precisamente, en el momento que se van a dar certezas al conjunto de la ciudadanía. Y desde esas premisas, podremos establecer el resto. Yo creo que hay que sentirse avergonzados cuando se está hablando de acceso a la sanidad pública, que cuando se está hablando de acceso a las vacunas, aparezcan piratas del siglo XXI que se cuelan y que, por lo tanto, hacen uso de sus privilegios y no defienden aquello de «el pueblo primero», y por lo tanto, creo que es oportuno que hoy se saque pecho de la defensa de la sanidad pública, pero también de que toda la clase política no es igual, que todos los partidos no somos iguales y que, por lo tanto, esa corrupción en las vacunas existe solo y lamentablemente en algunos partidos políticos y en algunos cargos que si tuvieran un poquito de vergüenza, dimitirían a la de tres. Quien se salta la cola del proceso de vacunación no está respondiendo a la altura del pueblo y, por lo tanto, no está haciendo ningún favor a la ciudadanía aragonesa ni, como decía, a la de carácter estatal.
Y me permitirá que haga aquí un parón para dirigirme directamente a aquellos que utilizan la bandera de lo público-privado, de la concertación, para sacar pecho y también para ir en contra del Gobierno, tirar piedras y poner palos al propio Gobierno. Mire, si la colaboración público-privada —me dirijo a Ciudadanos y me dijo también a la ultraderecha, que la ha defendido—, si la concertación de los servicios públicos no hiciera aguas, como está siendo, quizás, quizás, no tendríamos que echar la culpa a aquellos convenios que se incumplen con la Unión Europea y ahora no tendríamos este debate en los términos que se está teniendo. Por lo tanto, el cumplimiento de las propuestas que se han llevado a cabo con la Unión Europea no haría, por lo tanto, tener, como decía, el debate en estos términos, y no llegaríamos a tener problemas, a tener carencias y también a tener que hacer una autocrítica.
Porque, señora consejera, yo creo que es oportuno que se tenga la oportunidad ahora, en esta comparecencia, de resolver algunas dudas, de ser también autocríticos y, por lo tanto, también acabar con dimes y diretes que se están llevando a cabo en relación al debate que ahora mismo nos aborda.
La campaña que se está desarrollando ha traído dificultades de carácter logístico, por lo que debe de revisarse y mejorar semana a semana, y creo que ahí estamos de acuerdo. Ello pasa por reconocer errores y responder a la autocrítica, pero también a quienes les piden hoy explicaciones, pues, debemos de mirarnos el ombligo, porque ¿qué está ocurriendo en otras comunidades autónomas, como Ceuta? ¿Qué está ocurriendo en Madrid? ¿Qué está ocurriendo en Andalucía? ¿Qué está ocurriendo en Murcia? Porque creo que a quien gestiona ahí no le están yendo las cosas igual que en Aragón. Por lo tanto, también, cuando se critica al Gobierno de Aragón, deberían de hacer autocrítica aquellos que intentan, como decía, tirar piedras aquí al Ejecutivo aragonés.
Tenga usted hoy también, señora consejera, la oportunidad de poder explicar el procedimiento para la vacunación. Tenga usted hoy la oportunidad de poder acotar y poder explicar cómo será esa acotación en los grupos. Como bien ha dicho, hay una lista muy clara, pero tenga hoy la oportunidad de cómo se va a proceder al acotamiento de los grupos para suministrar la vacuna, y tenga también la oportunidad de poder adelantar, si es posible, esas evidencias técnicas con las que ya se está trabajando con expertos. Yo creo que flaco favor hacemos a la ciudadanía cuando la gente que estamos aquí debatiendo en términos políticos dentro del legislativo pensamos que podemos hacerles sombra a los técnicos. Creo que debemos tener un gran respeto hacia la ciencia y hacia todas las personas que la hacen posible.
Me gustaría que pudiera adelantarnos cuáles son esas evidencias técnicas que harán —que ojalá lo hagan— que pueda acercarse la vacuna a las personas que se encuentran en una situación domiciliaria. Por lo tanto, creo que es oportuno que hoy hablemos también de términos de dependencia y que pongamos también esa visión futura para hacer frente a todos los interrogantes que vengan.
Voy a concluir con una cuestión que nos parece también desde mi grupo parlamentario que deberíamos de revisar, que debería de plantearse, que el departamento debería de hacer un estudio sobre ello: ¿por qué alrededor de tres mil sanitarios —estos son los datos con los que contamos— no han querido vacunarse? La han rechazado. Falta de información y, permítame la expresión, magufadas aparte, espero que no vayan por ahí las cuestiones.
Y concluyo con una cuestión que me parece que es importante y que es fundamental. No tiene relación directa con las vacunas, pero sí con la situación de la pandemia aragonesa. Nos preocupan muchísimo las listas de espera que se puedan estar generando en relación a las pruebas quirúrgicas y también a las diagnósticas. Por lo tanto, cuáles son los planes que tiene el departamento para, más allá de la vacunación, poder hacer frente a aquellos problemas que previamente ya existían y que, lamentablemente, se han agravado a consecuencia de esta pandemia.
Nosotras y nosotros seguiremos trabajando para que la población aragonesa siga sintiéndose orgullosa de la sanidad pública, y también seguiremos en esa premisa, que ya lo marcamos, de seguir haciendo frente a la pandemia sin bulos y sin una crítica que no va más allá de lanzar piedras al Gobierno.
Nada más, y muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Cabrera.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, señora Moratinos.

La señora diputada MORATINOS GRACIA: Gracias, presidente, y gracias, consejera.
Voy a comenzar con datos, porque yo creo que los números en este caso hablan por sí solos. Con fecha 25 de enero, se habían administrado cuarenta y dos mil seiscientas cincuenta dosis de las cuarenta y dos mil seiscientas que se habían entregado, lo que significa —y lo ha comentado usted— un 123% de porcentaje de vacunación. Con los datos de ayer de 26 de enero, el porcentaje —también ha comentado— se reduce un poquito, a 96,54%, pero por la entrega de vacunas que tuvimos ayer. Creo que esto deja clara constancia del buen aprovechamiento que se está haciendo de todos los viales. En Aragón, desde el principio, se sacaron seis dosis de cada vial y, en algunos casos, y me consta, se están sacando siete dosis. Esto es debido, por un lado, al material técnico que se está utilizando, pero, por otro lado, a la gran profesionalidad de nuestras enfermeras.
En resumen, Aragón es la segunda comunidad autónoma con mayor porcentaje de dosis administradas respecto a las entregadas: 8,3 puntos por encima de la media nacional. No voy a comparar con ninguna comunidad autónoma. Los números se comparan por sí mismos.
Para teñir todo esto de color de negro, como tanto les gusta hacer a los partidos de la derecha, estamos escuchando que últimamente utilizan términos como «proceso de vacunación suspendido», «improvisación», «paralización», «vergüenza de vacunación»..., además, en este hemiciclo, de faltar a la verdad en algunos casos, de hacer explicaciones incongruentes, reconocidas por los propios profesionales sanitarios y, por supuesto, una falta de conocimiento técnico.
Y lo hemos dicho en infinidad de ocasiones: nos encontramos en una situación crítica. La vacunación de la población debe de ser ese punto de inflexión para comenzar esa recuperación sanitaria y, por ende, económica y social, y lo debemos de hacer desde la unidad. Y ustedes, incluso en este punto, en el punto en el que empezamos a ver la luz al final del túnel, buscan alarmar a la población, crispar, enfrentar, etcétera, etcétera, y todo esto y teñir todo de negro, pues, no dudo que tenga su bagaje político, pero creo que estamos en un momento en el que hay que dejar la política al lado y luchar por los intereses de los aragoneses y de las aragonesas.
Dicen que el proceso de vacunación se ha paralizado en Aragón, que se ha suspendido —lo explicado la consejera—. Yo voy a tratar de volver a explicarlo, no más alto, pero vamos a repetirlo claro y sencillo, para ver si conseguimos que se entienda. Tenemos que estar orgullosos y agradecidos de formar parte de la Unión Europea, ya que ellos son los que están gestionando y negociando la compra de vacunas para todos los países europeos. Por tanto, cuando hay un problema de suministro de vacunas, no es un problema de Aragón ni de España, es un problema a nivel europeo que, por supuesto, nos afecta a todos, también a Aragón. Y gracias a esa reserva que Aragón, siendo previsora, hizo desde el primer momento para posibles desabastecimientos, se ha podido continuar sin problemas con la planificación prevista. Reserva que, en algunos casos, solo fue criticada, y ahora nos alegramos de que se hiciera esa reserva.
De todas formas, aclarar que en ningún momento se nos ha discriminado en el suministro de vacunas, no se nos han negado vacunas, como dice la señora Marín. Sí que hubo una reducción en el abastecimiento a España que repercutió en todas las comunidades autónomas, pero ese porcentaje de reducción estuvo entre un 50 y un 57% en todas las comunidades autónomas. Estamos hablando de siete puntos de diferencia. Parece, según dicen ustedes, que a nosotros se nos han negado vacunas. Estamos hablando de un porcentaje de siete puntos de diferencia y que, por cierto, lo ha dicho también la consejera, se hizo por solidaridad, para que se pudieran poner esas segundas dosis en todas las comunidades autónomas. Otra vez, lo que pretenden es buscar enfrentamiento con el resto de las comunidades autónomas e, incluso, con el Estado.
Y segundo, hablan también de improvisación. Todos, absolutamente todos, nos encontramos en un estado de incertidumbre, y hay que readaptarse a todo, con lo cual, improvisación, no. Capacidad de adaptación, siguiendo esa estrategia de vacunación de España, adecuada lógicamente a ese plan aragonés.
Y, por último, felicitarle por dos cosas: por continuar trabajando con esa transparencia en la que sabemos exactamente cómo está todo el proceso de vacunación a través de la web. Obviamente, informando de los datos que están legalmente permitidos, basándose en esa protección de datos. Y, por otro lado, felicitarle por esa app, por la app de vacunación COVID, de gran utilidad para la gestión, para el suministro, para la logística de la administración de las dosis. Tanto es así, que creo que el Ministerio de Sanidad ha requerido información de esta app para trasladarla a otras comunidades autónomas.
Evidentemente, todo no es de color blanco, pero absolutamente no todo es negro. Ha podido haber equivocaciones, pero, obviamente, se está trabajando bien, y como he dicho, el comienzo de la vacunación es un punto de inflexión, es una esperanza en esa próxima recuperación sanitaria y económica en la que, obviamente, tenemos que continuar siendo responsables, en la que tenemos que seguir apelando en esa responsabilidad individual y colectiva.
Y les pediría que dejaran trabajar a los profesionales, a los profesionales, que son los verdaderos expertos. Es la primera vez —cierto— que ponen la vacuna de COVID, pero que llevan muchos años poniendo vacunas, y tenemos el caso reciente de la vacunación contra la gripe. Los profesionales están perfectamente informados y tienen el protocolo que deben de seguir. Poniendo un caso concreto: en Jaca, hubo dosis sobrantes el viernes pasado, se consultó, siguieron el protocolo, y se administraron a personas mayores de ochenta años, con lo cual, el protocolo se está siguiendo. Dejemos de faltar a la verdad.
Muchas gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Moratinos.
Señora consejera, turno para contestar a los distintos grupos.

La señora consejera de Sanidad (REPOLLÉS LASHERAS): Gracias.
Páginas seis y siete de la Estrategia de vacunación del Ministerio de 2 de diciembre 2020: «Plan operativo de vacunación COVID, Comunidad Autónoma de Aragón. Última revisión, 5 de enero», Plan europeo y Estrategia europea de vacunación, que sí que existe, señora Marín. Todo esto, que está a disposición de cualquiera, no hace más que decir que nosotros, como aragoneses, seguimos las instrucciones europeas y españolas, pero tenemos nuestros propios documentos que permiten adaptar las formas de vacunación a las características de nuestro territorio, con la única limitación, insisto, de las dosis que nos llegan.
El objetivo de la vacunación, y no tenemos que olvidarlo, es prevenir la enfermedad y disminuir la gravedad y mortalidad de la misma, además de disminuir el impacto de la pandemia sobre el sistema asistencial y la economía, protegiendo especialmente a aquellos grupos con mayor vulnerabilidad.
Se han delimitado varias etapas según las dosis disponibles —insisto— en cada momento, donde se establecen los grupos de población a vacunar por orden de prioridad, tras realizar una evaluación en función de criterios, que incluye el riesgo de exposición, de transmisión y de enfermedad grave, así como el impacto socioeconómico de la pandemia en cada grupo de población, como rezan las características en los objetivos de toda vacunación que se ha realizado durante todo este tiempo y todos estos años anteriores en cualquier país y en cualquier comunidad autónoma.
Así pues, insisto, en la etapa uno, atendemos a personas institucionalizadas, personal sanitario y sociosanitario. En la etapa dos, a mayores de ochenta años y grandes dependientes. Aquí surge otro problema: ¿qué pasa con los grandes dependientes y que tenemos que desplazarnos a los domicilios para poderlos vacunar? ¿Qué pasa con sus cuidadores y qué pasa con esos viales que, teóricamente, no se pueden trasladar? Este problema, para que vean ustedes que tenemos comunicación con el ministerio, se ha planteado por todas las comunidades autónomas y esperamos que, previsiblemente, esta misma semana se permitan las características técnicas para poder desplazar esos viales y administrárselos a personas mayores de ochenta años, que son el siguiente grupo vulnerable, y de las cuales sí que existe una base de datos, que estamos agendando, y de las cuales hay un listado para que se administren las dosis sobrantes y la sexta dosis de todos aquellos centros de salud que se encuentran en este momento vacunando. Con esto, creo que he contestado a varias de las preguntas que se han suscitado esta mañana.
Esta semana mismo, se ha iniciado la información a los servicios de admisión de los más de veintitrés centros de salud en los cuales hay más personas mayores de ochenta años de todo el territorio, para comenzar a citar y a agendar a los usuarios grandes dependientes institucionalizados y mayores de ochenta años para concertar fecha y hora a partir de febrero. Se comenzará con los usuarios que puedan movilizarse. Más tarde, de estos colectivos, como son los sanitarios, sociosanitarios institucionalizados, personal sanitario, médicos de primera línea, podremos incorporar a los mayores de setenta años, a los mayores de sesenta y cinco años, menores de sesenta y cinco años con patologías —y aquí, respondo a los que han hablado de los pacientes con EPOC—, e insisto, los criterios de priorización son los que son, son estos, basados en las evidencias científicas, en las características de aquellas personas susceptibles de ser vacunadas, y detrás de estos está el personal esencial. Dentro del personal esencial, estarán las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, estudiantes en prácticas... Aquí, voy a añadir una teórica falta de previsión que ustedes han dicho: está previsto que los estudiantes en prácticas se vacunen con una tercera vacuna, que previsiblemente nos llegará, que será la de Oxford, la de AstraZeneca, por sus características determinadas, ya que esta vacuna, a pesar de producir algo menos de inmunidad, es la que más disminuye la transmisibilidad. Con lo cual, pensamos que los colectivos que están más expuestos a la transmisión de la enfermedad serían los más adecuados y oportunos para recibir esa vacuna. No nos pueden decir que tengamos falta de previsión. Estamos mirando qué características tiene cada vacuna, población diana y cómo se tiene que vacunar.
Es importante recordar que la vacunación, como así lo hemos transmitido a la población, como yo personalmente, firmando una carta, me he encargado de decir a toda la población aragonesa y a todos los susceptibles de ser vacunados mayores de dieciséis años, en una carta personal que aparece en la app de «Salud informa», así como la app del Salud, a todos los aragoneses, cómo se va a producir el proceso de vacunación, así como a todos los profesionales que nos hemos encargado de realizar una información verídica, precisa y actualizada día a día de qué características tenía la vacunación, así como la formación de todo el personal sanitario de atención primaria que, aunque tenían experiencia en la vacunación contra la gripe y en otra serie de circunstancias, hemos tenido que adiestrarlos en la nueva forma de vacunación y en las nuevas administraciones de las dosis. Insisto, se han sacado seis y siete dosis de cada uno de los viales, porque se ha utilizado el material técnico adecuado y, sobre todo, porque los profesionales sanitarios que han administrado las vacunaciones son altamente especializados y han trabajado, como siempre, de forma excelente.
Vamos a seguir diciendo que, a fecha de hoy, no se conocen otros efectos secundarios descritos, más que los conocidos, y que están posicionadas para toda la ciudadanía mayor de dieciséis años, con algunas excepciones. Respecto a este dato, en Aragón, personas mayores de dieciséis años, la que llamamos «población diana», hay alrededor de un millón ciento once mil personas; el 70% de la vacunación supondrían setecientas ochenta mil personas vacunadas a final de verano, que es la previsión que se realizó en el ministerio.
En el momento actual, la previsión que podemos realizar es hasta la última semana de febrero, que es hasta cuando tenemos garantizado el suministro de viales. Hasta esa fecha, tenemos algo más de ciento cuarenta mil dosis para vacunar a setenta mil aragoneses siguiendo los grupos prioritarios. Esperamos a lo largo del mes de marzo, recibir sesenta mil diales de la vacuna de Pfizer, con lo cual, habremos vacunado a final de marzo a unas cien mil personas.
Aquí, queda por delimitar y por calcular la vacuna de AstraZeneca, que, como sabrán ustedes, de momento, no tenemos una previsión de cuándo va a ser admitida, de cuándo va a ser comprada y cuántos viales nos llegarán. Pero, insisto, el posicionamiento de esta vacuna se encuentra en uno de los últimos grupos, con lo cual, mientras podamos disponer del viales suficientes para poder vacunar a las personas priorizadas por Pfizer o Moderna, procederemos a dejar estas últimas vacunas para los grupos prioritarios en el sentido que antes he expresado.
Este proceso es largo, se tiene que consolidar poco a poco, pero es imprescindible que, desde luego, aun con el proceso de vacunación empezado, seamos capaces de frenar la transmisión.
¿Tenemos un plan? Sí, tenemos un plan, señor Morón. Un plan muy largo, con muchos puntos, muy bien especificado y propio para Aragón. Aseguramos la priorización acordada en el seno del Consejo Interterritorial. Disponemos de la logística de los ultracongeladores necesarias para almacenamiento, control, desplazamiento y traslado de cada una de las vacunas con sus características técnicas y especificaciones de traslado. Disponemos y garantizamos los recursos materiales complementarios: jeringas, vías de administración, transportes, cajas, congeladores, manejo y administración de las seiscientas vacunas. Dimensionamos los recursos humanos suficientes. Yo misma me he encargado de supervisar los listados de personal jubilado, de personal de enfermería, tanto de enfermería y médicos, así como los listados de personas que trabajan en la sanidad privada, los servicios de prevención de riesgos laborales, incluso del ejército, que están disponibles y contamos con ellos siempre que los necesitemos.
Asimismo, me he encargado personalmente de emitir una carta a todos los ayuntamientos, a los municipios, especialmente a las ciudades grandes, solicitando espacios para la posible previsión de una vacunación masiva cuando nos lleguen las dosis suficientes. Creo que eso no se llama falta de previsión: previsión de personal humano, previsión de recursos materiales, previsión de posibles espacios habilitados por los municipios. Como siempre, contamos con ellos en la colaboración, que siempre ha sido excelente.
También hemos habilitado sistemas de programación y licitación, que no es fácil, es un proceso extremadamente complejo, igual que la logística. Estos sistemas de información específicos son: Siscovid para las residencias, sistema de agendamiento para los centros de salud y sistemas de cruce con las empresas privadas y las previsiones de riesgos laborales. No es sencillo, pero se está realizando, se está haciendo bien en tiempo y forma.
Hemos establecido un sistema de información para seguimiento y evaluación de la vacunación frente al COVID, incluyendo datos sobre coberturas de población, seguridad y efectividad de las vacunas disponibles, así como su impacto epidemiológico en la enfermedad mediante un individualizado sistema de registro basado en una app específica que, como nos ha recordado la señora Moratinos, ha sido creada por el departamento, ha sido desarrollada por Iberus, y para agilizar este proceso, ha merecido la atención del Ministerio y la propuesta de uso a nivel nacional de nuestra aplicación, aplicación diseñada por el Centro de Gestión Integral de Proyectos Corporativos de la Consejería de Sanidad.
Desde Departamento de Sanidad, seguimos trabajando, además, en la vigilancia epidemiológica y en la realización de pruebas diagnósticas. Estamos preparados, no escatimaremos en recursos humanos ni materiales. Confiemos en nuestros profesionales. Seguiremos trabajando y dedicaremos todo nuestro esfuerzo para conseguir que la población aragonesa se inmunice pronto y ordenadamente, protegiendo a los grupos más vulnerables para evitar su enfermedad y muerte. Entre todos, poniendo en valor, en valor, el compromiso social que nos caracteriza, seremos capaces de superar esta situación extraordinaria de emergencia sanitaria.
Si nos fijamos en la anécdota, perdemos la visión general y trascendental de este momento histórico. Deberíamos plantearnos la relevancia de las vacunas frente al COVID para el interés general y el progreso, y si son tan relevantes como yo opino —creo que ustedes también—, deberíamos ser más exigentes todos con el suministro comprometido por la industria. Incluso, plantearnos el control público de la investigación, producción y distribución de las mismas. Los retrasos, la reducción de dosis y los cambios de posición no ayudan a dar certidumbre en este proceso de salida de la mayor crisis sanitaria que nos ha tocado vivir, y eso lo entiendo. Así que, si me lo permiten, no nos quedemos con el dedo que señala, sino alcemos la vista apuntando más alto, apuntando al bien común.
Gracias. [Aplausos].

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.

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