Comparecencias - De Consejeros del Gobierno de Aragón - Ante la Comisión de Economía y Presupuestos
Intervinienen: Lafuente Belmonte, Miguel Angel - Lobera Díaz, Pedro - Barrena Salces, Adolfo - Bandrés Moliné, Eduardo - Aliaga López, Arturo - Ruspira Morraja, Antonio - Piazuelo Plou, Antonio Joaquín
El señor presidente (BRUNED LASO): Buenas tardes, señoras y señores diputados.
Iniciamos la sesión de la Comisión de Economía y Presupuestos [a las dieciséis horas y treinta y cinco minutos].
El punto número uno, como es costumbre, lo dejamos para el final, e iniciaremos el debate del punto número dos.
Bien venidos, señores consejeros de Economía, Hacienda y Empleo y de Industria, Comercio y Turismo de la Diputación General de Aragón.
Hay un acuerdo de esta Mesa con los portavoces de que se sustancien conjuntamente las tres comparecencias que hay basadas en el mismo asunto de la comparecencia. Y vamos a debatir, a sustanciar conjuntamente la comparecencia solicitada por seis diputados del Grupo Parlamentario Popular, la solicitada por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista y la solicitada por la Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida de Aragón (Grupo Parlamentario Mixto).
En ese acuerdo también se habló, y lo tienen sus señorías, de cuál va a ser la ordenación del debate de esta comparecencia conjunta de los tres puntos.
Se iniciará con la exposición del representante del Grupo Parlamentario Popular durante un tiempo de quince minutos; a continuación, del representante del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, y, a continuación, del representante de Izquierda Unida de Aragón.
Tendrán el turno de respuesta los señores consejeros, y ellos mismos ordenarán el turno de intervención de los representantes del Gobierno de Aragón. Habrá un turno de réplica de los tres portavoces anteriores, la dúplica de los señores consejeros y, a continuación, podrán intervenir el resto de los grupos, es decir, Partido Aragonés y Partido Socialista. Y finalizará la comparecencia con la contestación de los señores consejeros.
Les he dicho el tiempo de quince minutos en la primera intervención. Esta presidencia es consciente de la importancia del tema a tratar y es consciente también de que estamos debatiendo conjuntamente tres iniciativas, tres comparecencias, con lo cual, quiero decirles que seremos flexibles en la aplicación de los tiempos. Pero, eso sí, también les solicito que vayan al grano del asunto y que procuren no extralimitarse demasiado del tiempo que les da esta presidencia.
Les quiero decir también que ha habido muchas solicitudes para asistir a esta sesión de la Comisión de Economía y Presupuestos, que el criterio de esta Mesa ha sido que pudieran venir todas las personas interesadas. Aquí, como se ve, es notorio que físicamente no hay mucho espacio, y hay unos representantes del Ayuntamiento de Barbastro, de la Comarca del Somontano y del comité de empresa de SEB-Moulinex. Hay muchas otras personas que tienen interés en seguir esta sesión y lo están haciendo en la Sala Goya de estas Cortes de Aragón.
Dicho todo lo anterior, para debatir conjuntamente estas tres comparecencias, tiene en primer lugar la palabra el representante del Partido Popular.
Comparecencia de los consejeros de Economía, Hacienda y Empleo y de Industria, Comercio y Turismo sobre el cierre de SEB-Moulinex.
El señor diputado LAFUENTE BELMONTE: Muchas gracias, señor presidente.
Lo primero, señores consejeros, muchas gracias por su asistencia a esta comisión, y bien venidos en nombre del grupo del Partido Popular.
Nuestro grupo ha sido el único que ha pedido la comparecencia conjunta de los dos consejeros por un motivo fundamental que yo creo que entenderán.
El primero, señor Bandrés, porque en su momento fue su consejería la encargada de negociar el expediente de febrero de 2003, el expediente de regulación de empleo y de extinción de contratos del año 2003, y, por lo tanto, yo creo que era básico en lo que afecta fundamentalmente y específicamente al cierre de SEB-Moulinex en Barbastro.
Y el segundo el señor Aliaga, consejero de Industria: puesto que parece inevitable ese cierre, yo creo que de su consejería tiene que partir también algún tipo de iniciativa, puesto que la cuestión industrial es competencia de su consejería, que tiene que ser liderada también por la consejería de Industria, y pensamos que era muy positivo que estuvieran los dos.
Yo sé que no es usual en estas Cortes la comparecencia de dos consejeros conjuntamente, con lo cual, les agradezco el gesto que han tenido, pero realmente yo creo que el problema es suficientemente grave para que ustedes dos hoy estén en estas Cortes.
Parto de la base -y no me cabe ninguna duda- de la preocupación real del Gobierno de Aragón por este tema: no me cabe absolutamente ninguna duda. Y exactamente igual de preocupados estamos los grupos de la oposición con el tema del cierre de Moulinex. Nosotros no tenemos ninguna intención, absolutamente ninguna, señores consejeros, de intentar buscar culpables de cómo se ha llegado a la situación. No nos interesa lo más mínimo, ni creo, además, que sea competencia de estas Cortes. No nos cabe ninguna duda de que el Gobierno de Aragón en su momento cerró un acuerdo en el año 2003, y que la preocupación, como he dicho antes, es cierta y palpable.
Nos mueve, pues, una sola cosa, y es el aportar y el buscar soluciones, que, de entrada, ya les digo que tienen a disposición de los señores consejeros y del Gobierno de Aragón a este grupo del Partido Popular para que, en lo que pueda ayudar, nos lo comuniquen, y, si está en nuestra mano, les garantizo que lo haremos.
Por lo tanto, no queremos buscar culpables, pero sí -que yo creo que es lo que hoy nos mueve a todos- buscar las soluciones que lleven a doscientas setenta familias a dormir un poco mejor.
Doscientas setenta y una familias que están pasando por una situación complicada, muy complicada; ciento cuarenta familias lo hicieron en febrero del año 2003, y, por lo tanto, yo creo que es un problema que bien merece la presencia de dos consejeros. Ninguna de estas doscientas setenta y una familias, yo creo que ninguna, entendería que hoy los diferentes grupos políticos empezáramos a tirarnos los trastos a la cabeza; yo creo que sería tremendamente negativo. Por lo tanto, vamos a ver si somos capaces de analizar la situación sin llegar a ningún extremo.
La decisión del cierre de una empresa es absolutamente unilateral y suya, y, en este caso, la decisión del cierre de la planta de Barbastro de SEB-Moulinex es suya y de nadie más. Si bien es cierto que es competencia del Gobierno de Aragón crear el caldo de cultivo u ofrecer las posibilidades a aquellas empresas que vengan a nuestra comunidad para hacer de nuestro territorio el territorio más agradable posible, precisamente, para la implantación de esas empresas. Esa sí que es una tarea del Gobierno de Aragón: crear una buena malla -y ya veremos y luego definiremos a qué me quiero referir con este tema- para que, si cierra una, posibilite la apertura de más empresas en la misma zona y la debacle que ahora mismo se está produciendo en la Comarca del Somontano no se vea tan agravada.
Algún consejero del Gobierno de Aragón calificó de sorprendente, en su momento, hace escasas fechas, la decisión de SEB-Moulinex de cerrar. Me gustaría analizar los últimos tres años para ver que yo creo que no es tan sorprendente esa decisión, y que, por lo tanto, podríamos a lo mejor haber hecho algo más de lo que se ha hecho hasta el momento.
En el año 2001 se hace un expediente ya de regulación de empleo que afectó siete días. En el año 2002 hay otro expediente de regulación de empleo que afectó cuarenta días. Don Fernando Gimeno (anterior director general) ya recomendaba en su momento, en el año 2002, negociar ante el posible despido de ciento cincuenta trabajadores y de una regulación de cuarenta y cinco días, y negoció. Y el señor don Fernando Gimeno negoció, se llegó a un acuerdo tanto con la empresa como con el comité de empresa como con el Gobierno de Aragón, se llegó a un acuerdo, y luego veremos también ese tipo de acuerdo y el grado de cumplimiento de ese acuerdo y las responsabilidades que implican la firma de ese acuerdo.
Ese anuncio provocó no solo en la ciudad de Barbastro, sino en toda la Comarca del Somontano, una gran conmoción. No estamos hablando de ciento cincuenta empleos, en su momento, en Zaragoza, que los podría absorber fácilmente, sino que estamos hablando de una comarca de escasamente veinte mil habitantes, donde ciento cincuenta empleos son muchos y ciento cincuenta empleos afectan gravemente a la economía de la ciudad de Barbastro.
Si me lo permiten, a lo largo de la intervención iré haciendo distintas preguntas, y esta es la primera. El Gobierno de Aragón, además, en ese momento, de dar el apoyo solidario a los trabajadores afectados y a la sociedad de Barbastro, ¿qué hizo el Gobierno de Aragón en ese momento?, ¿qué hizo y qué soluciones adoptó en ese momento ante la regulación de expedientes de trabajo que se hizo en su momento?
Se apuntó, incluso, la posibilidad de la creación de empresas auxiliares que absorbieran a los trabajadores despedidos. Me gustaría saber también, por parte de los señores consejeros, en qué se concretó esa iniciativa de crear empresas auxiliares que absorbieran a esos cincuenta trabajadores, y cuántos de ellos han sido absorbidos, si es que lo ha sido alguno, por esas empresas auxiliares del sector.
También es cierto que se planteó un paquete de veinticinco medidas. Concretamente, yo creo que eran veinticinco las medidas que se plantearon -no son palabras mías, señores consejeros, no son palabras mías-, y han sido, yo diría, escasas en cuanto a su eficacia. De los ciento cincuenta trabajadores -creo recodar en este momento-, ochenta aún quedan sin empleo, están ahora mismo parados. Y el sentir general de la ciudad de Barbastro es que esas veinticinco medidas, hechas con toda la buena voluntad del mundo, en cualquier caso, parecen que son escasas, y que fueron escasas en su momento, para absorber a ciento cincuenta trabajadores que habían sido despedidos.
En su momento, y después de febrero del año 2003, al Gobierno de Aragón ya le instaban -y hay diferentes actas en estas Cortes-, con toda la preocupación por parte de todos los grupos de la oposición, a que tomara medidas concretas y efectivas para absorber esa debacle que se había producido en Barbastro.
El Gobierno de Aragón en ese momento encontró respuesta por parte de algún colectivo para hacer efectivas esas medidas. Y ¿en qué se ha traducido?, ¿en qué se ha llevado a la práctica esas veinticinco medidas? Si tienen ahí los datos nos gustaría conocerlos.
Hay otra pregunta, señores consejeros, porque estoy seguro de que ustedes tienen mucha más información que la que podamos tener los grupos de la oposición, y nos gustaría saber que por qué esta medida afecta solo a la planta de Barbastro, y no afecta a la planta de Urnieta. ¿Por qué estamos hablando de un cierre total en Barbastro, y no hablamos de medidas, de expedientes o de cualquier otro tipo de iniciativa empresarial que afecte a las dos empresas en igual medida? ¿Por qué en ningún momento la planta de Urnieta se ha visto afectada durante estos siete años de constante retroceso de SEB-Moulinex en Aragón? Si ustedes tienen alguna información de ese tipo, le agradeceríamos también que nos la dijeran.
Parece que es claro que no es por circunstancias meramente laborales, puesto que demostrado está que incluso los salarios de Urnieta son más elevados -creo recordar que en torno a los diecinueve mil euros anuales frente a catorce mil en Barbastro- que los de Barbastro. Por lo tanto, parece que no son solo meras circunstancias laborales. Si ustedes tienen algún tipo de información que nosotros desconozcamos, nos gustaría conocerla.
Así, pues, el Gobierno de Aragón tiene que averiguar, porque se plantea una disyuntiva: ¿están más subvencionadas las empresas en el País Vasco?, ¿hay algún tipo de condicionante que en Aragón estamos dejando pasar por alto y la empresa ha tomado la medida por alguna carencia o por algún exceso? No lo sé. ¿O se trata de algún exceso de nuestra comunidad autónoma y, por lo tanto, solo afecta a Barbastro? Ese es el tipo de información que les estamos pidiendo, porque sí que parece extraño que no afecte en absoluto a Urnieta y que afecte tan tremendamente a Barbastro.
Ya no solo por ser Moulinex, sino en caso de cualquier otra empresa que en su momento pueda tomar la misma decisión. Estamos hablando de que, frente a dos empresas que fabrican prácticamente los mismos productos, al País Vasco no le afecta y a Aragón le afecta. Por lo tanto, y también como medida de previsión de futuras ocasiones, nos gustaría saber si en el País Vasco se están haciendo cosas que no se están haciendo en Aragón.
Yo no sé tampoco, y me gustaría conocerlo -y es otra pregunta que lanzo-, si la empresa SEB-Moulinex ha planteado en algún momento al gobierno vasco lo mismo que ha planteado al Gobierno de Aragón con el cierre de la planta. Nos gustaría también conocer si el gobierno vasco ha peleado la medida, si se le ha planteado en algún momento la regulación de empleo en Urnieta y qué medidas adoptó en su momento. Lo desconocemos también.
Nos gustaría saber si, después de febrero del año 2003, y viendo la solución de continuidad que iba a tener la empresa, se hizo todo lo que se podía hacer en Barbastro, ya no con la empresa, señores consejeros, sino con las medidas y viendo las decisiones que se estaban tomando en ese momento, si se hizo todo por parte del Gobierno de Aragón para absorber, ante un eventual cierre de la empresa, esos puestos de trabajo. Yo, de entrada, ya les puedo anunciar que pensamos que todo lo que se podía hacer no se ha hizo, pero, en cualquier caso, la pregunta ahí queda.
Los representantes sindicales en su momento, y en febrero de 2003 -y consta en cualquier documentación que quieran leer-, ya anunciaban que esa reestructuración de ciento cincuenta empleos no estaba garantizando la continuidad de la empresa. Eso se anunció ya en febrero del año 2003; por lo tanto, la decisión de SEB-Moulinex no es tan sorpresiva.
Es más, en los pactos a los que se llegó, que luego analizaremos, realmente, yo creo que se han cumplido bien poquitas de las cláusulas que se plantearon. En cualquier caso, los sindicatos ya anunciaron que esto no garantizaba la continuidad de la empresa. Yo estoy seguro de que ustedes algo tendrán que decir también cuando los propios sindicatos estaban anunciando que no estaba asegurada la continuidad de SEB-Moulinex.
Hoy tenemos la confirmación de que los sindicatos en su momento tenían razón frente a otras opiniones, que también veremos otras opiniones que en su momento también se vertieron y que, por supuesto, no tuvieron tanta razón como las centrales sindicales.
Se pidió a la empresa por parte de instituciones y sindicatos un plan industrial y financiero que llegó después de muchísima presión, que llegó con el acuerdo de febrero de 2003, pero que, en cualquier caso, parece que la empresa era bastante reacia a plantear ese plan industrial y financiero. Al final se introdujo, pero realmente no se ha cumplido nada.
Y esto tampoco son palabras mías: son palabras del propio comité de empresa, que dice que ese plan industrial y financiero con nuevas líneas de producción en SEB-Moulinex Barbastro, que estaban puestas en ese pacto, no se ha cumplido, que otras medidas se cumplieron escasamente en el período de seis meses y que de otras nunca se supo nada, ni siquiera se llegaron a plantear.
Así, pues, parece que en el año 2002, y viendo que ese pacto se empezó a incumplir desde el primer momento, la empresa tenía bastante perfilada, podía tener bastante perfilada (si analizamos antes de 2003 y lo que se hizo con las primeras medidas de ese pacto, que no se hizo nada en el año 2003), podía tener en mente en cualquier momento el cierre definitivo de la empresa. Yo no sé si esto a ustedes les pilla por sorpresa o no.
Esta empresa, en veinticinco años de historia, pero sobre todo en los últimos años, ha pasado desde setecientos trabajadores a cuatrocientos con expedientes de extinción de contratos; de ahí se pasó a doscientos setenta y cinco, que es en febrero de 2003, con expedientes de extinción de contratos y también de regulación de empleo, y en este momento nos encontramos con cero puestos de trabajo en SEB-Moulinex.
Por eso, vuelvo a repetir, yo no sé cómo alguien puede calificar la decisión de sorprendente cuando estaba por la propia historia anunciado que SEB-Moulinex podía llegar a esta conclusión, cuando las propias centrales sindicales estaban avisando de que el acuerdo de febrero de 2003 no estaba garantizando absolutamente nada, y que ahora mismo alguien esté calificando la decisión de sorprendente a nosotros nos da qué pensar.
Ese acuerdo, el de febrero de 2003, que yo creo que es tremendamente básico, lo firmó el señor consejero -no sé si exactamente con su firma, pero, en cualquier caso, sí con la consejería de Economía- que ahora mismo también forma parte del Gobierno de Aragón. Ese acuerdo decía, en palabras del señor Bandrés, en ese momento y después de la firma de ese convenio, de ese pacto, textualmente, y no son palabras mías sino del propio consejero: «Tenemos la garantía -esto son palabras suyas, señor Bandrés- de nuevas inversiones y del mantenimiento de unos productos que van a hacer que el empleo que permanece esté asegurado de cara al futuro». Estas son sus palabra al día siguiente de la firma del pacto con la empresa en el año 2003.
Hay dos palabras que yo creo que son tremendamente importantes: «garantía» y «asegurado». Yo estoy convencido de que el señor Bandrés, en su momento, lo dijo de corazón y lo dijo porque lo pensaba. Evidentemente, estoy convencido de que no iba a engañar a nadie, pero, en cualquier caso, esas palabras quedan ahí: «garantía» y «asegurado». Yo siento decirle, señor Bandrés, que se equivocó en su momento, porque ni garantía ni ha quedado nada asegurado, porque están anunciando el cierre para el día 30.
Trescientos veintiún trabajadores votaron mayoritariamente, y esas declaraciones suyas son entre el acuerdo y la firma (en el medio se celebraron las elecciones). Trescientos veintiún trabajadores estaban convocados en ese momento a votar el expediente de regulación de empleo; fue mayoritario el sí, y, en cualquier caso, se llegó, con acuerdo de todas las partes implicadas, a ese expediente.
Entre otras cosas, el compromiso firmado por el Gobierno de Aragón implica ya directamente al Gobierno de Aragón, puesto que en ese acuerdo que el señor consejero garantizaba está la firma del Gobierno de Aragón, por lo tanto, parte no de la responsabilidad, en absoluto, del cierre de la empresa pero sí de la continuidad que en su momento se anunció. Entre otras cosas, el compromiso firmado por el Gobierno de Aragón y la empresa decía que no habría expedientes de rescisión de contratos en dos años, que, por supuesto, no se ha cumplido tampoco. Esos dos años creo que serían efectivos en el año 2005.
Por lo tanto, lanzo otra pregunta, que sería: ¿qué aportó el Gobierno de Aragón, si es que aportó algo (tampoco tenemos la información), a la empresa para llegar a ese acuerdo? ¿La empresa les demandó algo al Gobierno de Aragón? ¿Aportó algo como una línea de subvenciones de cualquier tipo? No lo sé, lo desconozco, y, por lo tanto, me gustaría que me contestaran si el Gobierno de Aragón aportó algo a la empresa para llegar a esa solución de continuidad y que la empresa llegara a firmar ese pacto. Otra pregunta que dejo en el aire.
A esto sí que tendrán que aportarnos algo, porque, cuando alguien firma algo y ese pacto se incumple, la parte que se siente engañada tiene que pedir responsabilidades, y ahí va otra pregunta: ¿el Gobierno de Aragón va a pedir algún tipo de responsabilidad a la empresa por la firma de ese pacto? Sabemos que la solución es difícil y que, en cualquier caso, si la empresa tiene tomada la decisión, si tiene tomada la decisión de cierre, será complicado que el Gobierno de Aragón pueda cambiar la idea que tiene tomada la empresa, pero, en cualquier caso -y va un poco a colación de la pregunta anterior-, si se aportó algún tipo de subvención, de financiación de cualquier tipo de medida desde el Gobierno de Aragón, ¿el Gobierno de Aragón tiene planteado pedir algún tipo de responsabilidad a la empresa?: otra pregunta que nos gustaría conocer.
Otra pregunta sería que si han tenido ustedes en este plazo de tiempo, y después del anuncio del cierre definitivo, algún contacto con la empresa, y ¿qué es lo que la empresa les está diciendo?, ¿cuál es la decisión definitiva?, ¿por qué la decisión tan radical, transcendente, inexplicable y, en palabras de alguien del gobierno, sorprendente de cerrar la empresa? ¿Ustedes, señores consejeros, han tenido algún contacto con esa empresa? Y, si ha sido así, ¿qué motivos les han dado para el cierre?
En el año 2003 se calificó ese expediente que se pactó con el Gobierno de Aragón de extraordinariamente benévolo. No fue un expediente -yo creo- radical, ni se pusieron encima de la mesa cuestiones que pudieran afectar de manera definitiva para que no se firmara. Se calificó, y no lo califico yo, de benévolo en su momento; por lo tanto, ahí queda simplemente dicho para que no se vea que fue una negociación que el propio comité de empresa forzó, en absoluto; se facilitaron a la empresa soluciones para que pudiera continuar.
Algunos están diciendo, y en prensa está recogido, que nos han engañado; fundamentalmente, por parte del Gobierno de Aragón se está diciendo que nos han engañado. Si analizamos la historia, lo que ha hecho esta empresa, cómo ha ido descartando puestos de trabajos, absorbiendo puestos de trabajo y potenciando otras factorías que no eran la de Barbastro, parece que no era tanto que nos hayan engañado sino que en su momento nos dejamos engañar, y, si no en ese momento, sí después al ver cómo evolucionaba el pacto que se firmó y viendo que ese pacto no estaba llegando a ninguna concreción. Incluso hay un dato que yo creo que es bastante relevante: que el propio director de la planta que se nombró había sido el encargado de cerrar otro tipo de plantas en otras localidades de la misma empresa, de SEB.
El señor Bandrés ha dicho recientemente que es un caso claro de deslocalización de libro -son también palabras textuales suyas- y lo ha calificado como un caso de deslocalización de libro. Yo, con toda humildad, señor consejero, con toda la humildad del mundo, se lo digo de verdad, yo creo que no es tanto así. Esta mañana, el comité de empresa nos ha dicho también que no es tanto un caso de deslocalización de libro, puesto que hay dos cosas que son fundamentales: SEB-Moulinex no tiene una planta en España, SEB-Moulinex tiene una planta en Barcelona, de otro tipo, pero, en cualquier caso, está implantado en Barcelona, y tiene una planta en Urnieta. ¿Por qué, si fuera un caso de deslocalización de libro, le afecta solamente a la planta de Barbastro?, ¿por qué no afecta a las plantas de Urnieta y Barcelona? Y, en cualquier caso, y hablando de deslocalización hacia países asiáticos, ¿por qué no está afectando esa deslocalización a las plantas de Francia y a las plantas de Alemania? Por lo tanto, no es tanto un caso de deslocalización. En cualquier caso, yo creo que es una pregunta importante: ¿por qué está afectando a la planta de Barbastro, y no está afectando a otro tipo de plantas?
Señores consejeros, del año 2000 al año 2002, el volumen de inversión exterior que vino a parar a Aragón -y esto es un dato al margen- cayó nada menos que en un 66%. Esto es un dato objetivo que nos está diciendo que podemos, en su momento, tener algún problema. Los datos y la tendencia del 2003 no son demasiado halagüeños tampoco. Me dirá el señor Aliaga, sobre todo, que en España también ha caído eso; pero también es cierto que la mitad: en España hablamos de un 33%, en Aragón estamos hablando en dos años de un 66%. También me gustaría saber -y ampliando un poquito más el tema, sin querer, en absoluto, hablar de otras cuestiones- qué es lo que está motivando esta falta de capital extranjero que está llegando a nuestra comunidad autónoma.
Señores consejeros, se ha hablado mucho de diversificación industrial, concretamente en esta sala. Yo creo recordar que, en este año que yo tengo el honor de ser diputado, con el señor Aliaga hemos hablado ya unas cuantas veces de diversificación industrial, pero en muchas comisiones de Industria sale el tema de la diversificación industrial. La decisión del cierre de SEB-Moulinex es exclusivamente de SEB-Moulinex; pero, si hubiéramos planteado algún tipo de medida de diversificación industrial en aquellas zonas donde dependemos de manera excesiva de determinadas compañías, hoy, a lo mejor, el problema que tenemos sería mucho menor, no sería tan grave como el problema que se está planteando en este momento.
Yo les hago también una pregunta: si a finales de los años noventa esa diversificación industrial no se hubiera concretado en la apuesta definitiva que se hizo en la Comarca del Somontano por el vino, yo creo que hoy estaríamos hablando de un problema mucho más serio, siendo ya tremendamente serio el que tenemos encima de la mesa, yo creo que hoy estaríamos hablando de un problema mucho más serio y que podría afectar en un grado aún mayor a la Comarca del Somontano, por lo tanto, sería doble el problema. Eso, señor Aliaga, yo creo que es diversificar, aunque sí que echamos de más, en aquellas localidades como Barbastro, como localidades del Maestrazgo turolense, en cualquier comarca aragonesa, la excesiva dependencia de determinadas compañías, y que, en un momento dado, si estas compañías deciden retirar su inversión de nuestro territorio, podemos tener el problema tan serio como tenemos en este momento.
También me gustaría saber -y esa es otra pregunta-..., porque, desde febrero de 2003, el pacto contemplaba algo, y, si no se contempló dentro del pacto, se habló por lo menos de ello: ¿cuáles han sido las iniciativas y la inversión en I+D que se han hecho concretamente en la Comarca del Somontano? Todo el mundo, los especialistas en el tema están diciendo que una apuesta para la diversificación es las inversiones en I+D. Me gustaría y desearíamos conocer también cuál fue la apuesta del Gobierno de Aragón, desde el año 2003, en inversiones en I+D en la Comarca del Somontano, si es que alguna ha habido.
He dicho antes que me consta que de diversificación llevamos hablando hace más tiempo, pero, en cualquier caso, va a hacer un año ya de esta legislatura, llevamos hablando un año, infinidad de veces. Nosotros pensamos, señores consejeros, que es hora de dejar de hablar ya de la diversificación industrial y de hacer de verdad una verdadera diversificación industrial. En alguna otra comisión (no recuerdo si a iniciativa de un grupo de la oposición o de otro) se habló de las líneas concretas que se iban a adoptar por parte de la consejería de Industria para diversificar el tejido industrial. Yo creo que ya está bien de hablar de diversificación del tejido industrial y ya es hora de llevar realmente una política de diversificación.
No está en la mano del Gobierno de Aragón (o sí que está) el plantear por lo menos medidas de presión o de negociación con la empresa para evitar ese cierre. Desde luego -y vuelvo a repetir-, van a tener todo el apoyo por parte de este grupo político, pero, en cualquier caso, lo que sí que está en la mano del Gobierno de Aragón es plantear la solución a las doscientas setenta familias que van a quedar afectadas por el cierre de Moulinex.
A ustedes, señores consejeros, no les reclamo porque creo que no sería justo el que ustedes atajen el problema de SEB-Moulinex inexorablemente: yo creo que no está en su mano, señores consejeros, se lo digo sinceramente. Sería injusto pedirles a ustedes que SEB-Moulinex no cierre. Si la empresa ha decidido cerrar es una decisión unilateral que por supuesto no comparte nadie en esta comunidad autónoma, pero que no habrá manera de que no se produzca. Lo que sí que está en sus manos y desde luego lo que les reclamamos es que aporten las soluciones concretas y las medidas prácticas, no las teóricas (que quizás en estas Cortes hablamos demasiado de medidas teóricas), sino las medidas prácticas que ustedes van a tomar, porque esa sí que es su competencia, para amortiguar lo más posible el cierre de la planta de SEB-Moulinex en Barbastro y en la Comarca del Somontano.
El señor presidente de la comunidad autónoma, en la intervención a petición de Izquierda Unida en el Pleno (no sé si en el anterior o hace dos), dijo textualmente que a él, por ahora -son palabras suyas, señor Bandrés-, al señor presidente de la comunidad autónoma, por ahora, no le preocupa la deslocalización industrial en Aragón. Eso son palabras del presidente de la comunidad autónoma hace un pleno o dos: no le preocupa en este momento la deslocalización en Aragón.
A nosotros sí, a nosotros nos preocupa, y tremendamente, no por lo que pueda pasar mañana ni por lo que pueda pasar pasado mañana. Si para el señor Bandrés tan claro es el ejemplo de SEB-Moulinex de deslocalización de libro, lo que nos preocupa es que este mismo problema lo podamos tener a medio o a largo plazo, que lo podamos tener dentro de tres, cuatro o cinco años en la comunidad de Aragón. Muchos especialistas están diciendo que ese problema se puede llegar a plantear. Yo creo que sería interesante que el presidente de la comunidad autónoma se preocupara del problema de la deslocalización en Aragón y no nos tuviéramos que preocupar, como hoy es el caso, de que cerrase Moulinex en Barbastro. Desde luego nos preocupa y nos preocupa con rotundidad ese problema.
Y, si ya nos preocupaba ahora, nos preocupa más con la nueva Unión Europea, con la nueva aportación de los países del antiguo telón de acero. Ahora aún vamos a correr más riesgo de deslocalización ya no solo con países asiáticos (como SEB-Moulinex, que está apoyándose en el traslado a Asia de diversas cadenas de producción), sino con los países que ahora mismo están ofreciendo condiciones no mejores, en absoluto, pero sí más baratas, y no para intentar que las empresas no tengan pérdidas, sino para ganar más dinero. Y eso sí que va a ser un problema dentro de unos años. Por lo tanto, señores consejeros, a nuestro grupo político sí le preocupa la deslocalización y nos preocupa hoy para no tener que estar hablando del cierre de una planta que afecta a doscientas setenta y una familias dentro de cinco años.
Está muy bien, y me apoyo en unas declaraciones del señor Aliaga, que el señor Aliaga -y se lo digo sinceramente, de corazón, se lo digo de verdad- trabaje en varios frentes. Usted ha manifestado recientemente que está trabajando en varios frentes para amortiguar el cierre de la planta de Moulinex; pero, además, en esas mismas declaraciones decía que estaba hablando con un par de empresas, dos -creo recordar-, dos o tres empresas, para ver si se podía atajar el problema de manera urgente.
Yo, señor consejero, en alguna otra intervención se lo he dicho, estoy totalmente de acuerdo y le reconozco el mérito que usted tiene para intentar atajar el problema yendo a visitar cualquier empresa en un momento puntual para atajar el problema lo más rápidamente posible; pero yo creo que el problema que hemos tenido o el problema que se puede plantear con alguna empresa que ustedes conocen en alguna comarca cercana a la del Somontano no es que el señor Aliaga vaya con la UVI móvil cuando una empresa decide apartarse de nuestro territorio. Yo creo que son medidas más contundentes, más estratégicas, más de infraestructuras, más de conjunto, no tanto que el señor Aliaga salga disparado en el momento (que también está bien, señor Aliaga: se lo dije la otra vez y se lo vuelvo a decir hoy, que también hay que hacerlo), también echamos de menos medidas que sean más de conjunto, más globales, que afecten a una comarca, que no afecten solo al cierre puntual de una sola empresa.
Yo creo que nos hace falta previsión, promoción, planificación e inversiones, y yo creo que, en estas Cortes, últimamente, se ha hablado bastante de planificación no solo en este tema sino en muchos que también afectan a la provincia de Huesca; eso es fundamental, eso es fundamental.
Nos hace falta diversificar realmente, señores consejeros, diversificar, no hablar constantemente de diversificación. Cuenten con nosotros para cualquier medida que vayan a plantear en la ciudad de Barbastro, cuenten sinceramente con nosotros; no creemos que eso sea un problema político, no piensa nuestro grupo hacer ni la más mínima concesión a la galería con este problema; realmente, estamos preocupados por doscientas setenta familias, realmente estamos preocupados por una comarca entera.
Por lo tanto, y alejado -y yo creo que lo he conseguido- de cualquier tipo de concesión, les quiero reiterar el ofrecimiento del Grupo del Partido Popular, pero, con la misma contundencia que les ofrezco nuestro trabajo, si en algún momento lo podemos aportar con la experiencia de gobiernos anteriores o con el capital humano que pueda tener este grupo, también le reclamo, porque se lo están reclamando doscientas setenta familias en Barbastro y una comarca entera, las soluciones, y -vuelvo a repetir- no tanto por evitar el cierre de Moulinex (porque si Moulinex ha tomado la decisión, la llevará a efecto el día 30 de junio) sino por la reubicación y por las oportunidades que puedan tener esas familias.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señor Lafuente.
Les haré notar que les he dicho que seríamos flexibles en la aplicación de los tiempos, pero, señor Lafuente, ha utilizado en su intervención treinta y dos minutos, que es más del doble de lo que estaba previsto. No tenga ninguna duda de que se va a seguir siendo flexible, porque el tema así lo merece, pero sí que les rogaré a todos los intervinientes que intenten concretar y ser concisos, para ir cumpliendo un poco los tiempos, aunque ya les he dicho que seguiremos siendo flexibles en la aplicación del tiempo.
A continuación tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, señor Lobera.
El señor diputado LOBERA DÍAZ: Gracias, señor presidente.
Señores consejeros, muchas gracias por asistir a esta comisión.
Pues bien, la verdad es que hoy estamos tratando un asunto que a todos nos resulta muy desagradable, y yo creo que, desde luego, nuestro grupo y todos los grupos, como se ha venido diciendo estos días, hacemos el más firme rechazo a la situación que ha provocado la multinacional SEB-Moulinex con el anuncio del cierre de la factoría.
Desde luego, nosotros en Chunta Aragonesista pensamos que han de tomarse medidas contundentes para solucionar esta situación. Si bien, al igual que ha dicho el Grupo del Partido Popular, van a tener todo nuestro apoyo, están ustedes gobernando, con lo cual, van a tener que tomar esas decisiones, aunque cuenten con nosotros para lo que podamos ayudarles.
Desde luego, hoy tenemos dos debates claramente abiertos: por un lado debemos solucionar el problema urgente, prioritario, que tienen los trabajadores de Moulinex y, por otro, debemos entrar a buscar soluciones a situaciones de deslocalización de empresas, que no es un fenómeno nuevo en nuestro país, puesto que ya son varias las empresas que se han deslocalizado en nuestro territorio y han provocado un serio problema en las comarcas afectadas.
En SEB-Moulinex tenemos un clarísimo ejemplo de deslocalización. Podrá haber algún componente político, pero, desde luego, la producción al final se la llevan a China y se la llevan a Brasil, con lo cual, es, como bien decía el señor Bandrés, un claro ejemplo, de libro, de deslocalización, y, además, el más puro y virulento, porque está provocando una situación de crisis en una comarca ya bastante afectada como es la Comarca del Somontano de Barbastro, como todos ustedes saben.
La verdad es que nosotros entendemos que los trabajadores y trabajadoras de SEB-Moulinex se sientan engañados, timados, que se encuentren maltrechos, después de la paliza moral que les supone el perder sus puestos de trabajo, después de todo el esfuerzo personal que han estado realizando para mantener la viabilidad de la empresa, puesto que en los últimos años han estado sacrificando su tiempo, su dinero, sus condiciones laborales, para evitar el cierre de esa empresa que ellos han intentado por todos los medios que se mantenga. Pero estas decisiones de las grandes multinacionales son de una cabeza bienpensante en un lejano despacho que ha decidido cerrar, y les importa, les da igual la situación que dejen con el cierre de la empresa.
Para que luego digan que estas son las causas de esta economía globalizada, que esto es lo que tiene: que por un lado nos aporta crecimiento y por otro nos lo quita.
Me preocupó cuando el presidente de esta comunidad, a una pregunta del Grupo de Izquierda Unida sobre la deslocalización, decía que no le preocupaba el problema de la deslocalización en Aragón, que, de hecho, se había destruido empleo, pero se estaba creando por otro lado.
El pensamiento único de que las empresas tienen una vida, que tienen que morir y cambiar, y que nosotros nos hemos aprovechado de estas situaciones, nos resulta bastante peligroso. Pero de este tema de deslocalización voy a hablar después.
Yo, señor Bandrés, cuando usted dice que se siente indignado por esta situación, no me extraña, porque le han tomado el pelo a usted directamente, como responsable de empleo del Gobierno de Aragón, y nos lo han tomado a todos y cada uno de nosotros, porque, cuando se engaña al Gobierno de Aragón, se engaña a todos y cada uno de los aragoneses. Y, desde luego, no quiero decir que sea usted el culpable, pues engañar nos pueden engañar a todos, pero sí que ha habido alguna actuación muy permisiva para facilitar las cosas a esta empresa. Porque en SEB-Moulinex se han autorizado, como bien ha dicho el portavoz del grupo parlamentario, cuatro expedientes de regulación de empleo que han supuesto que los trabajadores pierdan una parte muy importante de sus prestaciones por desempleo, y ahora se van a encontrar en la calle con menos paro por cobrar. Y, desde luego, esa situación habrá que corregirla, habrá que hacer que la empresa pague por haber provocado esta situación.
Desde luego, sí que nos preocupa que, aparte de estar firmando muy alegremente esos expediente de regulación (sí que es verdad que con el consentimiento de los trabajadores que han estado ahí dando todo lo que podían), ese acuerdo directo con el Gobierno de Aragón, ese acuerdo en el cual se iba a ampliar la producción para mantener la viabilidad de la empresa y no iban a hacerse despidos, por lo menos hasta 2005, ese acuerdo fuera un acuerdo en falso, un brindis al sol y que nos hayan engañado a todos. Y eso no podemos consentirlo, porque con este acuerdo estaba comprometida la consideración del Gobierno de Aragón.
Y, desde luego, sí que es verdad que el Gobierno de Aragón ha estado dando la cara, ha estado presente en todos los procesos, pero me gustaría hacerles algunas preguntas. ¿Se hizo un seguimiento exhaustivo para el cumplimiento del acuerdo?, ¿se estuvo presionando a la empresa para que siguieran?, ¿se vio si estaban entrando nuevas líneas de producción?, ¿o lo que se ha hecho es solamente actuar puntualmente para apagar el fuego, pero se han dejado las brasas encendidas y, como podemos comprobar, una pequeña brisa ha vuelto a originar un incendio, pero un incendio que ahora no podemos controlar, porque no estaba el Gobierno de Aragón como retén allí para controlar esas llamas?
Desde luego, para paliar la situación de los ciento treinta y siete despidos que se hicieron, se hizo un plan para dinamizar y crear empleo en la comarca. Me gustaría, al igual que al portavoz del Partido Popular, que me contara cuál ha sido el resultado de este paquete de veinticinco medidas que se puso en marcha, si ha dado resultados, si se han instalado empresas capaces de absorber a los trabajadores anteriormente despedidos... Yo creo que sé la respuesta, y creo que no, que, en caso de que se haga efectivo el cierre de Moulinex, los trabajadores y trabajadoras que previsiblemente van a perder su empleo no van a poder recolocarse, por lo menos, rápidamente, porque este plan no ha tenido mucho éxito. Todavía continúan ochenta trabajadores sin encontrar empleo de la anterior regulación de empleo.
Y, si este plan ha sido un fracaso estrepitoso, esperamos que hoy nos traigan aquí un plan urgente de reindustrialización para la Comarca del Somontano de Barbastro. Yo al señor Aliaga le digo que, como en otras ocasiones que ha salido rápidamente en busca de empresas para que se instalen en Barbastro, tenga cautela con sus declaraciones, porque a veces se crean falsas expectativas. Yo recuerdo a algunos trabajadores de una empresa de Sabiñánigo que todavía están esperando saber si se va a abrir o no la empresa. Llevamos muchos meses, aunque parecía que ya estaba firmado el acuerdo con esa empresa. Pues vamos a ser cautelosos y no vamos a crear falsas expectativas en los trabajadores. Seamos serios, rigurosos y trabajemos para solucionar el problema lo más inmediatamente posible.
También me gustaría hacerle algunas preguntas, señor Aliaga: saber de qué forma y manera exigió a la empresa que cumpliese el plan industrial pactado con el Gobierno de Aragón y cuál es el resultado de esa búsqueda que usted ha hecho de alternativas industriales y de captación de propuestas industriales que nos venía anunciando ya desde el mes de noviembre del año pasado. Pero no venga ahora y nos inunde con una relación inmensa de reuniones, contactos, y demás, que luego no tienen ningún resultado. Esperemos que esta vez tenga resultado toda esa enumeración de datos que, como bien nos tiene acostumbrados, nos va a dar.
Desde luego, durante estos tres años, en SEB-Moulinex se ha vivido una continua situación de incertidumbre con los diferentes expedientes y con la negociación del pacto de empresa, en el cual estuvieron mareando a los trabajadores y a la Dirección General de Trabajo, que tuvo que mediar, y a los dos meses anuncian el cierre -parece ser que lo tenían decidido-, no cumplen el acuerdo. Se llega a un acuerdo para el pacto de empresa, en el cual también interviene -y bien intervenido- el Gobierno de Aragón, y ahora anuncian el cierre. Desde luego, yo creo que nos han tomado el pelo pero considerablemente. La empresa solamente ha tenido una decisión puramente mercantilista en maximizar sus beneficios.
Desde luego, con todos estos antecedentes, creo que la respuesta del Gobierno de Aragón debe de ser lo más contundente posible. Las medidas que se tomen deben de servir para solucionar el problema de los trabajadores y para dar ejemplo a otras empresas que puedan estar pensando hacer lo mismo que Moulinex.
Señor Bandrés, nuestro grupo le entiende perfectamente cuando usted aclara que no va a aceptar ningún expediente de regulación. Usted hace esas declaraciones basándolas en el cumplimiento de la normativa vigente. No sé si lo hacía como medida de presión o no para que se lo pensase la empresa, pero, desde luego, no ha resultado.
Pues sí, no pueden firmar un nuevo expediente de regulación porque, evidentemente, no existen causas económicas, organizativas, técnicas o de producción que lo justifiquen. Ustedes se conocen muy bien el Estatuto de los Trabajadores, sobre todo porque esta parte fue incluida en el año noventa y cuatro y fue una reforma laboral del Partido Socialista que nos ha llevado, con toda la flexibilización que se hizo en esa reforma, a situaciones de precarización del mercado laboral y de facilitar a las empresas que puedan irse con impunidad de nuestro territorio.
Claro que, si usted no firma ni autoriza ningún expediente de regulación, seguramente, la empresa se acogerá de alguna manera a la Ley concursal que nos ha dejado en herencia el Partido Popular, que deja a los trabajadores totalmente desprotegidos, ya que los deja en segunda línea y no como antes, que aún estaban un poco más protegidos. Porque la verdad es que nos extrañamos de que las empresas hagan esto, pero llevamos muchos años facilitándoles la labor para que puedan irse con toda impunidad. Se está legislando siempre favoreciendo a las empresas, y más a las multinacionales, en vez de defender a los trabajadores y a las trabajadoras.
Pero, en fin, aparte de no autorizar ese expediente de regulación, ¿me puede decir qué acciones de presión están realizando para evitar el cierre? Está claro que la empresa, ante ese anuncio que hizo de no firmar, no le ha hecho ningún caso. Pero ¿qué caso le va a hacer una empresa que ha estado haciendo lo que ha querido, y ahora, desde luego, no va a tener en ninguna consideración al Gobierno de Aragón?
Chunta Aragonesista no quiere que se cierre ninguna empresa. Entrar en que si una es más rentable, otra es más rentable, las de Francia, las del País Vasco...; la verdad es que no queremos que se cierre ninguna empresa. Pero ahí está ese condicionante. No se lo ha pensado dos veces SEB-Moulinex en cerrar la de Barbastro. A la del País Vasco, ni tocarla. Y no digan que si los despidos van a ser más caros por el tiempo que llevan allí y demás, no. Aquí, evidentemente, hay dos gobiernos, uno que tiene más peso y otro que no tiene peso, y tenemos que hacer y tener ese peso dentro de toda Europa, ¿no? Aragón tiene que estar en primera línea. Que no piensen que pueden hacer con nosotros todo lo que quieran.
Cuando facilitamos muchas veces toda esta venida de empresas sin condiciones, creo que debemos retomar esa política. Que se cree empleo, que se cree empleo de calidad, pero hay que poner condiciones a las empresas para que, en caso de que se vayan, paguen y no se vayan especulando, porque luego venden los terrenos y dejan la comarca con unas situaciones totalmente de desempleo muy graves.
Desde luego, le he dicho a usted que qué está haciendo usted para evitar el cierre, pero es un pregunta compartida sobre qué está haciendo el Gobierno de Aragón para evitar que se realice ese cierre. Porque muchas veces hemos hablado en la Comisión de Industria de esas zonas industriales históricas que yo le digo al señor Aliaga muchas veces que hay que proteger; las empresas que están en zonas industriales históricas hay que protegerlas como especies de protección, pero de máxima protección, porque no vamos a conseguir el reequilibrio industrial de nuestra comunidad si dejamos que se cierren empresas fuera del eje del Ebro.
Por eso es importante no solo que esta empresa sea una multinacional, una deslocalización; es que está en una comarca, es una industria que está fuera del eje del Ebro, y hay que luchar por que, se vaya o no, desde luego, se creen otro tipo de empresas. Porque, cuando hablan de alternativas del vino, del turismo, desde luego, el empleo que se crea con el turismo es un empleo bastante precario, un empleo estacional, y en el vino también es bastante estacional y no da la solución a la calidad del empleo que se pierde cuando es empleo industrial. Por eso, señor Aliaga, haga todo el esfuerzo posible para que lo que se monten allí sean industrias.
Y por supuesto que no podemos consentir que la empresa se vaya de rositas. Tendrán que pagar por la situación que han creado, compensar el sacrificio que los trabajadores han estado realizando durante estos años, compensar al Gobierno de Aragón por el incumplimiento de los acuerdos alcanzados. Y, para esto, el Gobierno de Aragón debe exigir a la empresa, primero, que no cierre y que cumpla lo pactado y, si persiste en cerrar, que este cierre le salga lo más caro posible. Si pueden, tomen medidas como expropiar los terrenos o denunciar la ruptura del acuerdo y pidan compensaciones económicas, pero hay que tomar todas las medidas posibles.
Como he dicho, este tema que hay que solucionar, el de los trabajadores, viene provocado por una situación de deslocalización. Todos conocemos y sabemos qué son estas situaciones donde esas empresas se van a explotar a trabajadores de los países asiáticos o a Sudamérica porque tienen unas condiciones mucho peores que nosotros.
Aquí nos dicen que nosotros antes nos aprovechábamos de estas situaciones y ahora las empresas se van allí. Pues esto es mentira, porque allí las multinacionales nunca van a consentir que haya un desarrollo de estos países, porque solamente les interesa esa mano de obra barata y abastecernos a nosotros, que somos los primeros culpables, los consumidores, a occidente. Y si tienen, si consiguen elevar el nivel de desarrollo social y económico de esos países, van a encontrarse con que no son rentables sus fábricas, con lo cual tenemos que reconsiderarnos nuestro modelo de consumo a nivel mundial.
Puse bien, yo sí que le pediría que, cuando traigan esas empresas, también tengan mucho cuidado en que sean empresas que no hagan dumping social en estos países. Vamos a hacer y traer unas empresas que tengan (ya que les gusta mucho) una responsabilidad social corporativa. Es algo por lo que este gobierno ha apostado, pero que hay que desarrollar mucho más. Pues, bueno, señor Bandrés, señor Aliaga, desde CHA, desde Chunta, le pedimos que actúen con contundencia y celeridad para resolver el problema inmediato que tienen los trabajadores de Moulinex y resolverlo con medidas ejemplares para evitar que estas situaciones de deslocalización se vuelvan a repetir.
Muchas gracias.
El señor presidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Lobera.
A continuación tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario Mixto, señor Barrena.
El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente, y buenas tardes y bien venidos a los consejeros de Economía e Industria. También a quienes nos acompañan viendo el desarrollo de esta comisión.
Mire, estamos hablando de empleo, y el empleo para Izquierda Unida es una cosa muy seria y, por lo tanto, voy a tratar de ser profundamente respetuoso con el tema y, sobre todo, me gustaría -y si acaso no lo consigo, ya pido disculpas de antemano-, me gustaría ser profundamente realista para analizar bien la situación. Trataría de no ser nada demagógico y, desde luego, trataría de poner encima de la mesa propuestas viables, porque yo puedo pedir la nacionalización de la banca, incluso que pasen por las armas a quien explote a trabajadores y toda esa serie de cosas... Pero, bueno, estamos hablando de una cosa muy seria.
Nosotros, desde Izquierda Unida, hemos estado hablando de empleo, no cuando ha surgido el problema de Moulinex, sino cuando, por la privatización de empresas como Telefónica o Renfe, hemos perdido puestos de trabajo en Aragón, igual que en otras comunidades o territorios, o como cuando las fusiones de las empresas financieras como son los bancos han producido también procesos de pérdida de empleo que han tenido también repercusión en las comarcas y en el desarrollo; cuando se han cerrado servicios, cuando se ha producido la reconversión minera... Es decir, para nosotros, el empleo no es un debate de un día porque ha surgido un problema, sino que es un debate continuo y, de hecho, las iniciativas que hemos planteado iban en la dirección que teníamos.
Sobre todo porque el modelo económico que algunos grupos defienden, apoyan e imponen luego tiene estas cosas. Claro, tiene estas cosas porque, al final, el modelo económico al que hemos ido hace que, mientras haya países del tercer mundo en los que un trabajador o trabajadora cueste la mitad o la tercera parte, o la décima parte que un trabajador del mundo desarrollado, cuando además las restricciones ambientales, por poner un ejemplo, no existen, o cuando los derechos sindicales y laborales tampoco..., pues ese es el modelo económico que desgraciadamente está imperando en el mundo. Y, si no lo analizamos así, seguramente nos vamos a equivocar a la hora de encontrar o buscar o plantear soluciones.
Por lo tanto, yo me quiero situar ahí. Lo que ocurre es que hoy estamos hablando de una cosa concreta y puntual que tiene que ver con una empresa, una multinacional que hace un proceso de deslocalización en Barbastro, que es verdad que tiene una historia con un expediente de regulación de empleo aceptado y acordado. Y con esto no estoy diciendo que los trabajadores y trabajadoras tengan en absoluto la culpa, porque siempre trabajador o trabajadora, cuando tienen que negociar o cuando tienen que aceptar un convenio o una cuestión de este tipo, no lo hacen desde la parte de la mesa más poderosa. Por lo tanto, a mí tampoco me gusta esgrimir que es que aquello se aceptó o es que aquello se acordó. Hay que ser conscientes de que el dinero, el capital, el empresario sabe el poder que tiene, sabe cómo puede amenazar con el tema de la deslocalización y sabe cómo, a partir de ahí, exigir e imponer, primero, a los gobiernos, que les chantajea con subvenciones, con ventajas, con terrenos, con toda esa serie de cuestiones...; después, a los trabajadores y trabajadoras, y, por lo tanto, evidentemente, también, a todos los que entramos en ese juego, porque al final llevamos unos cuantos años aceptando que la negociación siempre se salde con el mal menor, nunca con lo mejor, sino siempre con el mal menor.
Y, como esto está así, pues habrá que reconocer que, si una multinacional dice que se va, pues se va. Y, por lo tanto, lo que sí que tendremos que hacer -y en eso estoy totalmente de acuerdo y en eso van a contar con todos los apoyos del Grupo de Izquierda Unida- es trabajar en una dirección, en una dirección que pasa -yo no voy a decir ahora nada nuevo, todos y todas sabemos de lo que estamos hablando- por la diversificación industrial, pasa por tener un tejido productivo apoyado en los recursos endógenos, que, desde luego, es el más seguro y es el que no depende de capital extranjero, pasa por tener una adecuada política de formación, por una adecuada política de inversión en investigación y desarrollo, pero pasa también por tener unas infraestructuras en condiciones, pasa también por planificar la actividad productiva, pasa también por hacer una oferta clara en la posibilidad de actuaciones industriales.
¿Tenemos todo eso en estos momentos y en esta realidad? Pues, señorías, no. Nosotros hemos puesto sobre la mesa también muchas veces el debate de que hay empresas que no se pueden ubicar en determinadas comarcas aragonesas porque no tienen capacidad de desarrollo de Internet, por poner un ejemplo.
Por lo tanto, desde esa realidad, vamos a ver qué es lo que somos capaces de planificar, y, sobre todo, y saben sus señorías que lo he manifestado más de una vez, cuando estamos viendo que alegremente se están haciendo apuestas por que vengan otras multinacionales, seguramente flor de un día, o de cuatro años, o de cinco, si me apuran, no les voy a recordar lo que hemos discutido sobre Puerto Venecia, por ejemplo, que me suena que es la última, o las grandes superficies comerciales, porque encima se pone sobre la mesa el empleo, y yo siempre les digo que qué empleo, que si el precario, el temporal, bueno toda esta serie de cosas.
Pero, claro, yo querría hablar hoy exactamente de qué podemos hacer con el problema que estamos viendo en lo que es la Comarca del Somontano, más particularmente en la ciudad de Barbastro y más personalmente con los doscientos setenta y un trabajadores o trabajadoras que se van a ver, desde el día 30 de junio, sin puesto de trabajo.
Bueno, pues nos parece que a la empresa no hay que facilitarle nada, eso está muy claro; habría que incluso apoyar a los trabajadores y trabajadoras porque estamos seguros de que, viendo cómo las gasta, se van a tener que ver con un contencioso con la empresa para al final cobrar lo que les pertenece y lo que es de ellos y lo que las leyes establecen y marcan. Esa me parece una línea clara que podemos hacer.
Podemos tomar todas las medidas legales, reales y posibles para que las instalaciones que en estos momentos ocupa la factoría puedan quedar para ser aprovechadas con otro proyecto industrial que pudiera venir o que se pudiera captar. Creo que se podría explorar la posibilidad que habría de que los propios trabajadores, bien por régimen de cooperativa, bien por régimen de sociedad anónima laboral, pudieran tener garantizada una línea de trabajo con una línea de comercialización de unos productos a los que se les pudieran buscar líneas de comercialización y desarrollo. Se me ocurre que sería otra.
Se me ocurre que otra línea en la que se podría trabajar es tener un determinado nivel preferencial para los casos más acuciantes que se van a ver afectados por esta decisión de la empresa, bien para el caso de una captación de nuevas empresas, bien para desarrollos de proyectos de empleo que se podrían hacer allí con colaboración del Gobierno de Aragón o con colaboración de otros agentes sociales.
Yo querría saber también si, en el marco del acuerdo económico y social que se ha firmado con los agentes sociales, con los sindicatos, con los empresarios, este tipo de problemas también se pueden situar, o si ahí también hay algún tipo de línea de ayuda, línea de trabajo o línea alternativa en relación con todo este asunto del que estamos hablando.
Creo que también habría que preocuparse de hacer un análisis de la experiencia laboral de los trabajadores y trabajadoras que se van a quedar en esta circunstancia, para ver si están en condiciones de incorporarse a otros proyectos industriales, y, si no lo están, ver cómo abordamos unos programas que les capaciten para poder incorporarse nuevamente, porque a mí tampoco se me escapa que una multinacional que tiene a sus trabajadores y trabajadoras en una cadena no suele preocuparse por programas de actualización, de formación, de reciclado de trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, ahí veo yo otra línea de trabajo que podríamos hacer.
Y luego sí que creo que tenemos que tener una política muy clara, que la deberíamos de extender y sacar de Aragón. Yo antes oía a los miembros del comité de empresa que habían tenido una reunión con el comité de empresa europeo. A mí me gustaría saber si, en los acuerdos que discutimos con los países de la Unión Europea, las discusiones que hay en los comités de empresa europeos tienen en cuenta este tipo de cosas también y se aborda como una problemática conjunta, si no podemos trabajar en la línea y dirección de que los estados al menos miembros de la Unión Europea tengan un acuerdo muy claro recogido en los documentos de anexión sobre que no se puede permitir ni favorecer la competencia entre empresas para irse de un país a otro. Yo creo que recordarán sus señorías lo que vimos aquí en Ejea hace no muchos años. Había una planta embotelladora de tomate que se vendió al mejor postor (no sé si era de Navarra, La Rioja o Aragón), que dijo: oiga, yo necesito una planta nueva y me voy a ir, el que más me dé ese se la queda, para mí. Y, claro, legítimamente, estoy seguro de que los parlamentos de esas comunidades autónomas les decían a su gobierno que optarán por ella, cuanto más mejor, aunque fastidiara en el otro sitio.
Claro, les estoy hablando, señorías, con conocimiento de a lo que nos enfrentamos y sabiendo que a partir de ahí la búsqueda de soluciones es complicada, y, claro, si no tenemos en cuenta todo este tipo de elementos y todo este tipo de criterios, probablemente, podemos caer en lo fácil y lo cómodo, que será buscar un culpable y decir que ahora lo que hay que hacer es sacar las castañas del fuego, y, probablemente, a partir de ahí, encontraremos a lo mejor soluciones inadecuadas, porque podemos volver a caer en favorecer instalaciones de empresas a costa de muchas cosas y sin ninguna contraprestación.
Por lo tanto, nosotros nos queremos situar ahí en ese debate. A partir de ahí manifestamos nuestro compromiso y nuestro apoyo en la búsqueda de soluciones, desde luego, en facilitarlas, en aportar también nuestra experiencia y nuestro bagaje, y en demandar desde el realismo un compromiso serio del Gobierno de Aragón con el problema que en estos momentos hay planteado en la Comarca del Somontano.
Nada más, y gracias.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señor Barrena.
A continuación vendrá el turno de intervención de los dos consejeros comparecientes.
Como es una comparecencia conjunta, que no hay muchos precedentes, ustedes saben que se pueden repartir el turno como ustedes crean conveniente, y además ya les he dicho anteriormente que no tienen limitación de tiempo.
Tienen ustedes la palabra para responder.
El señor consejero de Economía, Hacienda y Empleo (BANDRÉS MOLINÉ): Gracias, señor presidente.
Señoras y señores diputados.
Creo que coincidimos todos en que la situación a la que nos enfrentamos es una situación que tiene especial gravedad por la problemática que fundamentalmente afecta a los trabajadores de SEB-Moulinex en Barbastro, que lógicamente se ven afectados por esta situación de cierre de la empresa. Ese es el elemento que más nos preocupa, y creo que en eso todos los grupos políticos coincidimos, por tanto, en que debemos actuar en conjunto, debemos tratar de plantear soluciones para que este tipo de crisis que ahora estamos viviendo en el caso de Barbastro pueda superarse con la mayor rapidez posible.
Por otra parte, todo esto nos lleva también a un debate algo más amplio, que es el debate en general que algunas de sus señorías han introducido, especialmente el diputado de Izquierda Unida, el señor Barrena, sobre los procesos o no de deslocalización de las empresas, sobre la globalización y, por lo tanto, los comportamientos de las empresas, también multinacionales, en estos mercados globales, y, por consiguiente, sobre la falta de responsabilidad social en las que muchas veces incurren estas empresas, con las consiguientes consecuencias sobre las personas y sobre los territorios.
Pero, efectivamente, la crisis a la que nos enfrentamos tiene una larga historia, como ya han puesto de manifiesto sus señorías. Sin necesidad de remontarnos muchos años atrás, lo cierto es que, en diciembre de 2002 la empresa, la nueva empresa ya, SEB-Moulinex (recordarán ustedes que SEB adquirió las dos plantas industriales de Moulinex en España, junto con otras cuatro en Francia y una en México en octubre de 2001), plantea un expediente de regulación de empleo que se salda con la extinción de ciento cincuenta puestos de trabajo y la suspensión durante cuarenta y cinco días para otros doscientos setenta y cuatro trabajadores.
Es verdad que en ese expediente de regulación de empleo participó, como todos ustedes saben, el Gobierno de Aragón, tratando de mediar en esa solución. De hecho, a lo que se llegó fue a un acuerdo, un acuerdo firmado por el comité de empresa, firmado por la empresa y firmado por la Dirección General del Trabajo, tras un largo y dilatado periodo de consultas y conversaciones de la Dirección General de Trabajo y de los instrumentos de mediación laboral propios del Gobierno de Aragón con la empresa y con los trabajadores.
Ese acuerdo contemplaba, como ya hemos dicho, una serie de condiciones de extinción de contratos y de suspensión para otros trabajadores y, al mismo tiempo, establecía la determinación de la empresa de llevar adelante un plan industrial que consolidase los productos de la planta de Barbastro y la fabricación también de otros nuevos productos, así como la garantía de no presentación de otros expedientes de regulación de empleo que extinguieran los contratos durante un periodo de dos años. Eso era así y eso se contenía en ese acuerdo.
Y, efectivamente, la Dirección General de Trabajo asumió ese proceso de mediación y suscribió también ese acuerdo, en el bien entendido de que esa era una solución, nunca definitiva, porque, señorías, nadie puede garantizar a nadie el puesto de trabajo para siempre, y no se puede garantizar mucho menos en estos casos donde las decisiones de inversión o de cierre de empresas se toman a muchos miles de kilómetros de aquí; pero sí que al menos entendíamos que era una solución razonable, en aquel momento, dadas las circunstancias, dadas las variables económicas que se manejaban, para dar una salida a la empresa en aquellos momentos.
Efectivamente, no terminó ahí la cosa, porque ha habido algunos hechos posteriores que todavía demuestran más a las claras la buena fe también de los trabajadores y del propio comité de empresa. En noviembre de 2003 (hablo ya de 2003 y no de febrero, hablo ya de noviembre y no de febrero), se alcanzó un pacto de empresa con vigencia para los años 2003-2005 de nuevo entre el comité de empresa y la propia empresa con la mediación de la Dirección General de Trabajo (lo que podríamos llamar un convenio colectivo), en el que se definían los incrementos salariales y otras cuestiones sociales y laborales con una vigencia de tres años (estamos hablando de noviembre de 2003: como quien dice antes de ayer), iniciando sus efectos con carácter retroactivo, en esas subidas salariales y en esa serie de condiciones de horarios, etcétera, el 1 de enero de 2003 hasta el 31 de diciembre de 2005. Ese fue un acuerdo que suscribieron los trabajadores con -repito- un pacto con la empresa con una vigencia prevista de tres años, donde se contemplaban desde los acuerdos salariales hasta cuestiones relacionadas con las horas extraordinarias, materias organizativas, excedencias, permisos, jornada y otro tipo de normas adicionales.
En ese momento, la parte empresarial -así nos lo ha hecho saber después- no tenía conocimiento, al menos quien suscribe el acuerdo, no tenía previsto -y hay que entender que esto era así- el cierre de la empresa, y no lo tenía previsto, entre otras cosas, porque hay un proceso de negociación yo creo que bastante duro, con una serie de circunstancias que siempre acompañan normalmente a una negociación de este tipo de desencuentros entre la empresa y los trabajadores, y tuvo que ser necesaria de nuevo la mediación de la Dirección General de Trabajo para poder, digamos, alcanzar ese acuerdo -repito-, tras numerosas y variadas reuniones, diferentes reuniones, con la representación de la empresa, con la representación de los trabajadores.
¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Qué cosas han hecho o han conducido a esta situación, si uno trata de situarse en la explicación (que no en la comprensión) de todos los datos, pero sí en la explicación que argumenta la empresa, que ha ido sucediendo en esos momentos? Algo ya había pasado, algo ya había pasado, entre otras cosas, que la adquisición del grupo Moulinex o de algunas plantas del grupo Moulinex por el grupo SEB dio lugar a unas denuncias de los competidores ante la Comisión Europea y ante el gobierno francés, que se saldó con la decisión de la Unión Europea de obligar al grupo SEB a ceder la marca Moulinex a sus competidores, a los competidores que lo solicitasen por un periodo de ocho años en nueve países de la Unión Europea, en nueve países donde tenían que dejar de actuar: Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Grecia, Noruega, Portugal, Dinamarca y Suecia; se autorizaba la fusión sin limitaciones en España, Italia, Reino Unido, Irlanda y Finlandia y se dejaba a las autoridades francesas la solución del caso de ese mismo país. Esto, lógicamente, produjo una serie de problemas en la empresa en el momento en que no podía actuar en todos los mercados que tenía previsto.
Hay otra circunstancia que acompaña también este fenómeno, y es el hecho del encarecimiento del tipo de cambio del euro respecto al dólar, un encarecimiento, una apreciación del euro de cerca del 40%, que sitúa en una situación de desventaja competitiva a todas las producciones que se hacen en Europa respecto a las que se hacen en otros países de la zona dólar (no solo Estados Unidos, obviamente, sino toda Asia), y que también afecta en este caso a estos pequeños electrodomésticos, a este electrodoméstico de pequeña dimensión.
De todas maneras, hasta ahí, circunstancias graves que atisbábamos que podían poner en peligro algunas de las circunstancias, de los puntos del acuerdo que se había suscrito, no se percibían o no se percibían con la intensidad con la que luego todos hemos podido ver esa amenaza de cierre. De hecho, como digo, es en el mes de diciembre cuando llega (a final de noviembre o comienzos de diciembre) el acuerdo de ese pacto de empresa con la vigencia de tres años. Por lo tanto, estamos hablando de un horizonte que en aquel momento todos entendíamos que era un horizonte de estabilidad en la producción.
Sin embargo, en el primer trimestre del año 2004, la empresa encarga (más bien diríamos marzo) una auditoría externa sobre la situación de cada una de las plantas del grupo SEB en Europa, con objeto de determinar la viabilidad de las mismas y, en su caso, si no, el cierre de las mismas. Esos son los argumentos a partir de ese estudio de viabilidad, esos son los puntos que llevan, los datos, el conocimiento de las cifras que ahí se manejan, los que llevan a la empresa a plantear en este momento, a plantearnos, ya desde hace algunos días, el cierre de la factoría de Barbastro.
Ya digo que no se trata de comprender ni de interpretar lo que ha sido la actuación de la empresa, ni mucho menos de darle facilidades para las decisiones que ha tomado, sino que se trata de explicar esos factores, que, como digo, han podido estar detrás de esa decisión, y, sobre todo, con objeto también de que, si tratamos de extraer lecciones, lecciones acertadas para futuras situaciones, para posibles procesos similares de otras empresas, podamos saber las circunstancias en las que eso se ha movido.
¿Qué es lo que hicimos realmente para mantener, para dar una respuesta en el momento en que se planteó el expediente de regulación de febrero de 2003? ¿Qué es lo que hicimos con los trabajadores? ¿Qué cosas hemos hecho como gobierno para poder dar una salida y dar una respuesta también a la situación de todos los trabajadores? Mire, el expediente de regulación de empleo de 2003, de febrero de 2003, afectó a ciento treinta y cinco trabajadores, más cuatro miembros del comité de empresa que voluntariamente se adhirieron al expediente (como ustedes saben, no pueden ser incluidos salvo que ellos lo admitan); de los ciento treinta y nueve trabajadores, setenta están en este momento desempleados, siendo perceptores de las prestaciones por desempleo; cincuenta y ocho están dados de alta en la seguridad social; ocho en el régimen especial de trabajadores autónomos; uno en el régimen especial agrario, y cuarenta y nueve en el régimen general; seis están en situación de incapacidad temporal, uno es pensionista y en cuatro más no nos consta en este momento la situación concreta en la que se encuentran.
Por lo tanto, lo que hizo el gobierno fue afrontar con un proceso -yo creo que ejemplar-, desde el Instituto Aragonés de Empleo, el seguimiento individualizado de cada uno de los trabajadores mediante tutorías individualizadas, entrevistas en profundidad, actualizaciones curriculares de sus niveles formativos, clasificación de su disponibilidad para el empleo, cursos de formación tanto del plan de empleo como de los propios cursos del Gobierno de Aragón, exposición de programas de motivación y de información para el autoempleo, programas experimentales y servicios -como digo- de autoempleo, también a través de un convenio con la asociación de empresas de economía social del programa Laboralia.
Esto fue lo que se hizo, y esto permitió, ha permitido que en el plazo de, aproximadamente, un año hayamos podido resolver, el caso (lógicamente, en primer lugar, lo han resuelto ellos mismos, porque son los principales interesados en salir de la situación de desempleo), al menos, de la mitad de los trabajadores.
Mire, de los setenta desempleados que tenemos en este momento percibiendo las prestaciones, treinta y uno son hombres y treinta y nueve son mujeres, y la edad media se sitúa cerca de los cincuenta y dos años. Esa es la situación en la que se encuentran los trabajadores actualmente desempleados; en particular, de esos setenta, veinticinco tienen más de cincuenta y cinco años.
En este momento también nosotros continuamos con toda la oferta de actuaciones, como decía, de ayuda a la búsqueda de empleo, de actualización curricular, de formación, etcétera, incluso del apoyo a la creación de autoempleo. Por ejemplo, el programa Laboralia, en el que se inscribieron veintitrés trabajadores, ha permitido que ocho ya estén trabajando como autónomos y nueve como trabajadores por cuenta ajena. Lo cual supone un porcentaje de inserción del 73% de los que se inscribieron en ese programa.
En este momento vamos a afrontar también una próxima selección de alumnos trabajadores de talleres de empleo, y está previsto que participen las personas en desempleo que manifestaron su interés en ello. En total, ya hay veinte personas, diecinueve de las cuales son mujeres.
Por tanto, las actuaciones, como digo, que se han llevado a cabo desde el Instituto Aragonés de Empleo a través de reuniones de la dirección provincial, de los servicios de intermediación, del director de la oficina de Barbastro, con el propio alcalde de Barbastro, el gerente de la Comarca del Somontano, los agentes de empleo y desarrollo local, los técnicos en desarrollo o el técnico en desarrollo del Ayuntamiento de Barbastro, etcétera, todo esto -digamos- ha tenido por objeto dar solución al problema humano, al problema individual, al problema de cada una de las personas que se han visto afectadas por la situación anterior.
Esto mismo es lo que pretendemos hacer, es decir, el mismo tratamiento y el mismo seguimiento personalizado a la medida de cada uno, y lo haremos, si fuere necesario, como ya se hizo en su momento, reforzando también los medios personales de la oficina de Barbastro, bien temporalmente o definitivamente, si fuera necesario, para poder -digamos- llevar adelante este conjunto de actuaciones.
Mire, nosotros, cuando alcanzamos ese acuerdo, cuando mediamos en ese acuerdo, en definitiva, porque lo que nosotros hicimos fue evitar un expediente, realmente, lo que hubo fue un acuerdo, un acuerdo que estuvo motivado, como siempre, por un juego, por un balance entre ventajas e inconvenientes de llegar a un acuerdo o de quedarse fuera de ese acuerdo.
Yo soy consciente de que, efectivamente, las situaciones de negociación, la capacidad de negociación no es la misma entre las dos partes, y ustedes saben que el Derecho del trabajo, precisamente, tiene mecanismos jurídicos para afrontar esas situaciones, y al menos para que no se puedan producir en ese momento de las negociaciones las arbitrariedades que en otro caso tendrían lugar.
El hecho de incluir esa cláusula de que no se pudieran extinguir los contratos durante dos años y el que se haya incumplido no tiene ninguna posibilidad posterior de reclamación jurídica, y nosotros no le podemos pedir una indemnización a la empresa por haber incumplido esa cláusula, ni tampoco los trabajadores que firmaron ese acuerdo; pero sí que nos sirve, como gobierno y como responsable en última instancia de las relaciones laborales en Aragón, para asegurar que no vamos a admitir ningún otro expediente de regulación de empleo de esta empresa, ninguno, porque ha incumplido el anterior.
Y no se trata de hacer simplemente una explicación, vamos a decir, de retórica antimultinacional, sino que esto tiene unas consecuencias inmediatas en el proceso de negociación de los despidos con los trabajadores, y cualquiera que sepa cómo funciona esto sabe que el hecho de que no se vaya a aceptar un expediente de regulación de empleo significa que la empresa va a tener que negociar en condiciones menos favorables de lo que lo haría si estuviéramos dispuestos a admitir un expediente de regulación de empleo.
Por lo tanto, solo sancionaremos un acuerdo cuando haya un acuerdo con los trabajadores, lo cual refuerza la posición negociadora de los trabajadores en este proceso de extinción de contratos. Dijimos y mantenemos que no íbamos a facilitar en absoluto las cosas a la empresa, porque, al decir que no entendíamos la decisión y que nos parecía un caso de deslocalización de libro, es porque la empresa no está en una situación de crisis. Es decir, los ciudadanos, hasta cierto punto, pueden entender que a una empresa que tiene pérdidas continuadas, que se está descapitalizando, que tiene deudas con la seguridad social, que tiene deudas con los trabajadores, con hacienda, etcétera, la situación le va llevando a la suspensión de pagos o incluso a la quiebra, y que necesariamente tiene que cerrar.
En este caso, no: ni hay deudas con la seguridad social, ni hay deudas -que nosotros sepamos- con los trabajadores (o no las había), ni hay deudas con hacienda. Por tanto, la situación de SEB-Ibérica era una situación de beneficios en su conjunto.
Todo esto nos llevaba a decir que el proceso se basaba no tanto en la situación concreta y puntual que, a pesar de todo, se argumenta por parte de la empresa. Mire usted, el coste de la mano de obra en Barbastro, en el año 2002, era de diecisiete mil setecientos euros al año; en Brasil, cinco mil cuatrocientos (es decir, el 30%); en China, dos mil ochocientos (el 15%). Esto es un caso de deslocalización de libro, porque se basa en la búsqueda inequívoca de ventajas salariales al margen de cualquier grado de responsabilidad social en la materia.
Y dijimos que la empresa tendrá que afrontar las consecuencias, si es que las quiere afrontar, que pudieran derivarse de un grado de irresponsabilidad social como este. Es decir, si la responsabilidad social corporativa cotiza en sentido positivo en el mercado de productos entre los consumidores, empresas preocupadas por el medio ambiente, empresas preocupadas por los derechos sociales, empresas preocupadas por la comunidad local donde están, entiendo que la irresponsabilidad social podrá cotizar quizá también en sentido negativo; pero esto dependerá en última instancia, señor Lobera, del grado de responsabilidad social también de los consumidores, sobre la cual no me atrevo a aventurar nada.
Esto es lo que ha sucedido, y esta caída o esta diferencia de precios le lleva, sin más, a tener unas diferencias, una caída de las ventas de la empresa de entre el 40% y 60% entre el año 2000 y el año 2003, respecto a las producciones de Barbastro.
Miren, en ese sentido, nosotros hemos tratado y hemos tenido una continuada relación, sobre todo en los últimos meses, cuando las cosas empezaron a ponerse difíciles. Piense usted que estuvimos presentes en todo el proceso de negociación del convenio, estuvimos durante el mes de noviembre, hasta finales de noviembre, en ese proceso de negociación. Y en ese proceso de negociación conocíamos en cuáles eran las reivindicaciones o demandas de los trabajadores y cuáles eran los argumentos de la empresa para no dar salida a las reivindicaciones o demandas de los trabajadores, y disponíamos de los máximos de negociación de la empresa y de los máximos de negociación de los trabajadores, que, lógicamente, un mediador tiene que tener, y sabíamos cuál era la situación. Y nada en aquel momento hacía predecir el desenlace al cual nos enfrentamos en este momento, ni lo pensábamos nosotros ni lo pensaba el negociador español de la empresa ni lo pensaban tampoco los trabajadores, aunque pudiéramos tener la mosca detrás de la oreja, como siempre sucede, como digo, con las multinacionales.
Entonces, a partir de esa situación, nosotros lo que hemos tratado es, sobre todo cuando entendimos, cuando veíamos que había un proceso de auditoría, cuando se nos empiezan a poner los números sobre la mesa de la caída de ventas de los productos de Moulinex fabricados en Barbastro, cuando se ponen los números sobre la mesa de la diferencia de costes de producción entre esta producción y la otra, y cuando se percibe un dato y una realidad que es que en este momento el 70%, 80% de la producción mundial, no de la de Moulinex, de la producción mundial del pequeño electrodoméstico fabricado en Barbastro -sus señorías supongo que ya lo saben-, tostadores y batidoras, se fabrica en Asia... Y, entonces, todo esto, lógicamente, empieza a preocuparnos, y empezamos a tener también reuniones con la empresa, con altos cargos del departamento y altos cargos del gobierno para ver cuál era la situación.
Evidentemente, llega un momento en el cual la empresa, ya en la segunda mitad del mes de abril, en la segunda mitad del mes de abril -estamos hablando de fechas muy recientes-, comunica que el resultado de la auditoría conduce de manera inexorable al cierre de la planta de Barbastro. Ellos hacen un informe, nos presentan ese informe y lo presentan también al comité europeo, al comité de empresa de Europa, en el cual ellos plantean cuáles son esas razones (que, bueno, si no razones, argumentos; yo creo que lo de razones es más discutible), argumentos, que les llevan a situarse en esa cuestión.
Por eso, por eso estas circunstancias, ellos aducen dos elementos coyunturales, agravados, que no justifican desde mi punto de vista el tema, porque, si son coyunturales, también pueden evolucionar en sentido contrario: la apreciación del tipo de cambio del euro, como ya he dicho, que deteriora la competitividad de los productos fabricados en Europa casi en un 40%; y, en segundo lugar, el hecho de que la prohibición de la Unión Europea de actuar en nueve países de la Unión Europea reduce una parte notable de su mercado en Europa.
Bueno, nosotros, para hacer cumplir ese plan, no les dimos ninguna subvención a la empresa y la empresa no ha tenido ninguna subvención. Después, el consejero Aliaga dirá lo que se ha hecho; pero la última ayuda pública que ha recibido esta empresa fue en el 2001, mil cuatrocientos cuarenta y dos euros, por el fomento de empleo de contratación de una trabajadora: esta es la última ayuda pública que ha tenido, en el 2001.
Es más, le tendría que decir que no ha habido en esta última legislatura ninguna otra ayuda, hay otras anteriores y las explicará el consejero de Industria, pero en ese momento no había ninguna. Que, por cierto, habrá que ver cuál es la situación de ese trabajador (no recuerdo ahora la fecha), porque, si no se cumple el periodo, tendrá que devolver esa ayuda, que, por, otra parte, es una ayuda muy testimonial.
En ese momento nosotros no aportamos ningún tipo de subvención a la empresa para la continuidad. Lo que entendíamos que aportábamos era una solución pactada donde bastante le aportábamos ya a la empresa, que le permitíamos un expediente de regulación, la extinción de ciento treinta y cinco contratos, y nosotros asumimos la responsabilidad social, más que social política, de reinsertar a esos trabajadores. Y en ese proceso andamos, en ese proceso es en el que estamos.
Lógicamente, cuando yo dije que teníamos la garantía de que el empleo estaba asegurado por dos años, es lo que habíamos firmado. Mire, cuando firmo algo, me creo que es así, me creo que es así, y creo que todos los que lo firmamos pensamos que era así. Las circunstancias luego han llevado a esa situación y no ha habido ese cumplimiento. No es irrelevante el que hayan incumplido. Insisto: ese incumplimiento es el que ha dado lugar a la no aceptación de ningún expediente de regulación de empleo, y ese incumplimiento es el que en este momento refuerza la posición negociadora de los trabajadores en esa negociación de las indemnizaciones por despido que tendrán que pactar con el comité de empresa.
¿Se hizo todo lo que se podía hacer? Yo creo que sí. Ustedes además lo han dicho, más de un diputado, ¿no?: cuando una multinacional dice que se va, pues se va. Nosotros hemos puesto sobre la mesa todo tipo de medidas -si quieren después, en la vuelta, en la segunda vuelta, podemos concretar-, hemos puesto sobre la mesa todo tipo de medidas.
Medidas con respecto a las que uno tenía que imaginar las posibilidades prácticas también de su aplicación posterior, dadas las limitaciones de la libre competencia (ya saben ustedes que este sector es un sector con una ferocísima competencia en el conjunto de la Unión Europea), las denuncias de otras posibles marcas, etcétera, pero las pusimos, y las pusimos sobre la mesa con objeto de mantener en todo o en parte la producción en Barbastro, y, por lo tanto, no regateamos ni esfuerzos económicos ni tampoco esfuerzos de negociación y de tiempo para tratar de llegar, para tratar de alcanzar un acuerdo, el mantenimiento de todo o parte de ese empleo.
Yo no sé si en el País Vasco hay otro tipo de razones que lo puedan explicar o justificar -tengo mis dudas- sobre la supervivencia futura de esa planta. Y, en fin, visto lo visto, creo que habría que advertir con carácter, vamos a decir, solidario a los trabajadores de Urnieta y a las autoridades del gobierno vasco sobre lo que pueda pasar en esa fábrica en el futuro, y, es más, me atrevería a decir, a otras fábricas también europeas de todo el sector de pequeños electrodomésticos del que estamos hablando; pero eso son simplemente dudas, y ojalá, desde luego, que no se cumplan, pero tengo esas dudas.
Yo no tengo constancia de que desde el gobierno vasco se haya actuado de forma diferente, pero, desde luego, si alguna de sus señorías tiene constancia de algún tipo de ayuda que haya vulnerado la libre competencia, lo que tiene que hacer es denunciarlo ante los tribunales de la competencia europeos, y, desde luego, si nosotros tenemos las pruebas de que eso es así, acompañaremos también a sus señorías en esa denuncia.
No fabrican los mismos productos, señoría, no son los mismos productos. No se fabrica lo mismo aquí que allí, y perdonen, quizá, en entrar en estos niveles de detalles. En Barbastro se fabrican tostadores, fundamentalmente tostadores de pan y batidoras. El mercado mundial de cada uno de estos productos viene a ser de unos treinta o treinta y dos millones de unidades al año. En Urnieta se fabrican exprimidores, picadoras, licuadoras y algún otro tipo de productos. El mercado mundial de cada uno de estos productos es de alrededor de tres millones de unidades al año.
¿Qué sucede? Que la entrada de la competencia del sudeste asiático en el pequeño electrodoméstico se inicia siempre en aquellos productos de fabricación masiva; donde se empieza a trabajar, vamos a decir, a todo ritmo es en los productos donde el mercado mundial es de treinta millones, no en los que es de tres millones. Pero irán entrando, y las previsiones es que vayan entrando también esos suministradores en estos otros pequeños electrodomésticos diferentes.
En todo caso, desde el Gobierno de Aragón se planteó también a la empresa la posibilidad de sustituir unas producciones por otras. Es decir, nosotros estamos en condiciones de apoyar económicamente cualquier tipo de esfuerzo que la empresa quiera hacer para sustituir una producción por otra. Si ellos entienden que en algunas producciones, dada la desventaja competitiva en costes laborales, no se puede competir con Asia o con Brasil y tienen que necesariamente desplazarse hacia esos continentes, planteemos otras producciones, planteamos productos de mayor valor añadido, de mayor innovación, etcétera, etcétera. Por tanto, esto es lo que se hizo y esto es lo que se trató de aportar.
Pedir responsabilidades a la empresa... Mire, yo estoy muy molesto con esta situación y, desde luego -no se lo pueden imaginar ustedes-, es una de las cosas que a uno le dejan muy malas sensaciones y mucha preocupación, porque hay muchas familias afectadas, y en una zona rural no es lo mismo; a pesar de que Barbastro sea una ciudad importante en Aragón, es medio rural y, por lo tanto, siempre cuesta mucho. Todos sabemos lo que cuesta llevar una empresa al medio rural, y por eso todos entendemos siempre muchas veces que es más fácil mantenerla que llevar otra, y por eso mismo tratamos y echamos el resto en lo que se podía hacer para mantenerla.
Pero mire, yo entiendo, señor Lobera, que usted, desde su labor de oposición, hable de que se firmó el acuerdo aquel alegremente, que nos han engañado, que no podemos consentirlo, que hay que actuar de forma contundente, que no se puede ir de rositas, e incluso ha llegado a decir que a lo mejor había que expropiar algo. Yo no sé si esto es factible, más bien creo que no; pero, mire, yo quiero hacer dos cosas.
Por un lado, efectivamente, me siento profundamente afectado por la situación que se vive ahora en Barbastro y por la situación de los trabajadores, pero también tenemos que ser capaces de seguir ofreciendo un entorno atractivo para la realización de actividades productivas. Hemos vivido cosas parecidas ya, efectivamente, quizá, no de la misma naturaleza que la vivida en Barbastro, pero vivimos procesos de crisis muy importantes en Tarazona (de los que conoce bien el consejero Aliaga), en Belchite, en Andorra y en Utrillas, todo el tema minero... Y estamos recuperando las cosas. Y ese recuperar las cosas implica tejer, en fin, con muchos apoyos mutuos de los ayuntamientos, de los sindicatos, que siempre han tenido una posición muy responsable en estos procesos y del propio Gobierno de Aragón, ¿no?, tratando de buscar inversiones favorecedoras de creación de empleo, de recuperación del tejido productivo.
Y creo que, por eso, siendo, efectivamente, contundentes en la aplicación de la ley, absolutamente contundentes, vamos a llevar a cabo un proceso de fiscalización con todos los medios de que disponemos del proceso de crisis que se está viviendo ahora, desde el punto de vista laboral y social lo vamos a llevar a cabo; pero nosotros tenemos que mantenernos dentro de la legislación, obviamente, dentro de la legalidad, y, a partir de ahí, lo que vamos a hacer es tratar de hacer atractivo nuestro territorio y específicamente Barbastro y la Comarca del Somontano para que haya también otras inversiones.
Mire, yo no sé si la situación es complicada o no es complicada en conjunto: ya no hablo solo de Barbastro en dónde sí lo es, no tengo ninguna duda. Yo creo que este es un problema general en España y en Europa: procesos de deslocalización están afectando a miles de trabajadores españoles y europeos, han afectado a comunidades autónomas que están entre las más diversificadas. La comunidad autónoma que tiene una industria más diversificada en España es Cataluña, y se ha visto afectada gravemente por este proceso de crisis, pero hay datos globales.
Mire, la industria aragonesa ha tenido un crecimiento económico en el año 2003 del 4% y la industria española del 2%. Hemos crecido el doble exactamente de lo que ha crecido la industria española, y ese crecimiento del doble nos ha situado en cabeza en el crecimiento industrial junto con Andalucía en toda España. Lo decía recientemente la fundación de las cajas de ahorros. Por tanto, no están yendo tan mal en su conjunto, aun cuando -repito- valoro y me siento afectado por la gravedad de la crisis, en particular de Barbastro.
Voy terminando ya para que tenga también su oportunidad el consejero de Industria y podamos seguir debatiendo.
Mire, nosotros creemos que lo que tenemos que hacer ahora es, en primer lugar, si finalmente el cierre se consuma, como parece ya definitivo, realizar también de manera inmediata un plan de medidas para actuar sobre el empleo, sobre los trabajadores afectados por el cierre. Va a ser más complicado que antes, son más trabajadores, y va a ser más difícil afrontar ese proceso; pero lo vamos a hacer poniendo más recursos humanos, materiales, económicos y también tratando de facilitar la búsqueda de alternativas industriales, empresariales, económicas, que no siempre están solo en la búsqueda de inversiones procedentes del exterior, tanto si es de España como si son de fuera de España, sino también en el diseño de un conjunto de medidas que permitan, quizá, una distribución más variada del tejido productivo y del tejido económico y que reduzcan los riegos de esa excesiva concentración o dependencia de una sola empresa.
Y, en ese sentido, el AESPA, señor Barrena, efectivamente, contiene medidas en la línea de lo que usted señalaba, en lo que se refiere a actividades de formación, de investigación, actividades relacionadas también con el apoyo a la creación de sociedades laborales y cooperativas. Y, desde luego, desde este mismo momento, todos deben estar seguros de que, para el Gobierno de Aragón, Barbastro, la Comarca del Somontano de Barbastro, pasa a ser un objetivo prioritario en lo que es nuestra actuación de promoción y desarrollo económico en Aragón. Prioritario quiere decir que todas las actuaciones de las que nosotros disponemos en los dos departamentos que aquí nos encontramos y donde actuamos coordinadamente en esta materia van a tener siempre, como primer elemento de referencia, al igual que lo tuvo en su momento Tarazona, al igual que lo tuvo en su momento las Cuencas Mineras, o al igual que lo ha tenido Belchite, van a tener un tratamiento preferencial en la búsqueda de alternativas económicas, alternativas productivas, para paliar, para amortiguar esos efectos críticos que representa el cierre de la planta de SEB-Moulinex en Barbastro.
Y ahora ya le paso la palabra a mi colega, al consejero de Industria, para que continúe.
El señor consejero de Industria, Comercio y Turismo (ALIAGA LÓPEZ): Gracias, consejero.
Señorías, buenas tardes.
Efectivamente, como dice el consejero Bandrés, yo recojo el mismo sentir de preocupación que hay en esta sala, pero también de esperanza, porque no en vano a mí me tocó ya vivir el expediente de Moulinex en el año noventa y cuatro, un expediente complejo, no de la complejidad de este expediente, y el Gobierno de Aragón, junto con el comité de empresa, junto con el Ayuntamiento de Barbastro y la diputación provincial y los miembros del entonces acuerdo social de Aragón, que era el Acuerdo para el progreso industrial de Aragón, el APIA, fueron capaces -y lo voy a relatar- de llegar a un acuerdo para refinanciar la deuda financiera de Moulinex, con puntos de subvención de cinco puntos de interés, para un préstamo de setecientos millones de pesetas, con el compromiso de mantenimiento de cuatrocientos cincuenta puestos de trabajo.
La comprobación -y eso se lo digo a su señoría, señor Lobera- de los mantenimientos de los empleos se hacía a trimestres vencidos comprobando TC1 y TC2; si no, no se pagaba. Aquí están las anualidades, los pagos puntuales de la carga financiera, y el expediente concluyó en el año 1998, manteniéndose los puestos de trabajo para los cuales se habían concedido las ayudas y, de mutuo acuerdo, en la mesa famosa del APIA -como he dicho y reitero-, de los sindicatos representados y del comité de empresa.
Quizá haya que hacer referencia -como decía el consejero Bandrés- a que la última inversión -dijéramos- de futuro de la compañía se produce en el año noventa y uno, y, una vez más -y lo reitero en esta sala-, el Gobierno de Aragón estuvo apoyando con un porcentaje de subvención para inversiones en activos fijos nuevos que mejoraran la planta. Posteriormente vino el expediente de las líneas del APIA famosas, hasta el noventa y ocho. Luego ha habido alguna ayuda de pequeño montante en el año noventa y nueve, por temas de calidad y gestión informatizada de la producción, de dos mil seiscientos dos euros, y, como ha dicho el consejero Bandrés, en el 2001, la famosa contratación de mil cuatrocientos cuarenta y dos euros. El total de la ayuda pública ha sido de cuatrocientos cincuenta y ocho mil euros. En los expedientes de los puntos de interés, para mantener el empleo, comprobado con TC1 y TC2, y la inversión de los ocho o siete millones de euros, la primera, se justificó con la inversión en activos fijos nuevos, se pagó la subvención, se mantuvo el empleo correspondiente y, entonces, todos los controles administrativos sobre las ayudas que ha tenido Moulinex se han ejercido por la administración de la comunidad autónoma, no habiendo dado lugar absolutamente a ningún incumplimiento.
Es evidente que -como decía el consejero Bandrés, y recogiendo algunas intervenciones- tenemos un fenómeno preocupante, pero -y lo he dicho aquí-, analizando el fenómeno en su conjunto -y se han dado datos: yo no me voy a recitar- tenemos contabilizadas inversiones hacia la Comunidad Autónoma de Aragón en empresas localizadas por todo el territorio, y estamos haciendo ese esfuerzo, que saben sus señorías que nos ocupa, de intentar atraer, porque es una economía abierta, más inversión extranjera y diversificar la actividad productiva.
Además, el conjunto de actuaciones centradas en la comarca de Barbastro no solo se refiere a las actuaciones en la planta de SEB-Moulinex, que está llevando a cabo el Departamento de Economía, sino que hay un conjunto de actuaciones que voy a enumerar para que sus señorías tengan constancia de que en el gobierno estamos trabajando en la dirección de resolver el efecto de este expediente.
Conocen sus señorías las órdenes de apoyo a las pymes, donde hay inversiones en activos fijos nuevos que presentan otras empresas industriales de la comarca. Yo tengo registradas una serie de solicitudes y una serie de actuaciones que vamos a desarrollar. Por otro lado, saben que se puso en marcha el Plan de ayuda al emprendedor en su domicilio, un programa donde también han nacido nuevos emprendedores en la comarca, y ese plan está cofirmado con la cámara de Comercio de Huesca, el Ayuntamiento de Barbastro y la Asociación de Empresarios de Barbastro, y han nacido nuevas iniciativas y hay recursos puestos a disposición para fomentar el desarrollo económico de Barbastro.
La feria de Barbastro ha sido un elemento dinamizador clave también en la economía del Somontano. Nuestro compromiso, el compromiso del Gobierno de Aragón ha sido apoyar tanto a los diversos certámenes con la contribución al sostenimiento de los gastos variables de organización de certámenes, así como con la implicación en la ampliación del capital para consolidar el recinto ferial como una feria atractiva donde los certámenes tengan proyección ya no solo comarcal sino nacional.
Por otra parte, estamos trabajando el conjunto y ayudas para la reforma y modernización del pequeño comercio, y, ¿cómo no?, también de la artesanía. Se ha firmado con el Gobierno de Aragón un convenio con el Ayuntamiento de Barbastro para un centro de desarrollo, para dinamizar y fomentar nuevas actividades económicas en la comarca.
En una lucha -diría- sin cuartel, pero en una lucha difícil, se ha conseguido al final poner en marcha y firmar a tres bandas, con la comarca y los empresarios del sector turístico, un plan de dinamización del sector turístico, al objeto de poner en valor esos recursos endógenos, que decía el señor Barrena.
Hemos gestionado con la mayor celeridad que hemos podido nuevos permisos mineros y nuevos permisos de investigación de hidrocarburos para desarrollar otras actividades mineras y de hidrocarburos, si hay suerte de que los yacimientos den resultados en la zona. A la vez, con el Departamento de Economía, en plena colaboración, se han apoyado importantes expedientes diversificadores con las ayudas de incentivos regionales.
Y, por último, y como se ha señalado en esta comparecencia, estamos trabajando en aquellos proyectos originales -pero los originales han cambiado mucho, y hay que poner más recursos, señor Lafuente-, del vino, fomentando la instalación de nuevos proyectos, de nuevas bodegas, con ayudas también y en continua colaboración con el Departamento de Agricultura. Es decir, que tenemos puestos todos los instrumentos del Gobierno de Aragón para paliar este expediente: yo creo que le queda bastante claro y no se lo tengo que demostrar.
Lo ha dicho el consejero Bandrés, pero, cuando en Tarazona hubo una crisis industrial, se perdieron los puestos de Textil Tarazona, de Textil Vallejo, etcétera, etcétera, nosotros (yo entonces en otras responsabilidades), con el consejero Bandrés, trabajamos por Faurecia, NMF Canadá, Aeromac, etcétera, etcétera. En el plan de la minería hemos trabajado también con los ayuntamientos y con los sindicatos en refortalecer el tejido industrial de Andorra, de la cuenca minera central y de otros municipios Rechar y limítrofes, como Fraga. En Belchite -lo ha citado el consejero Bandrés- también hemos estado trabajando y ya empezamos a encontrar algún fruto. Y, en definitiva, yo tampoco tengo que decir muchas cosas, que quedarían para el turno de respuestas.
En cuanto a la política de diversificación, señor Lafuente, yo tengo datos: tenemos treinta y cinco empresas con más de dos mil cuatrocientos puestos de trabajo nuevos en Aragón y con una inversión de setecientos ochenta millones de euros; empresas alemanas, francesas, de Reino Unido, de Estados Unidos, italianas, argentinas, canadienses, etcétera, etcétera. Tenemos programa y tenemos equipo para traer inversiones a Aragón y diversificar, y piense usted que yo creo que, poniendo todos los instrumentos en marcha, seremos capaces de paliar la situación de Barbastro.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muchas gracias.
A continuación empezaremos con el turno de réplica de los grupos solicitantes de la comparecencia. El tiempo que se le va a dar a cada portavoz va a ser de diez minutos, seguiremos siendo flexibles, pero seguiremos también solicitando la mayor concreción posible por parte de los señores portavoces.
Para iniciar este turno tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Lafuente.
El señor diputado LAFUENTE BELMONTE: Gracias, señor presidente.
Yo creo, señores consejeros, que hoy hay gente que nos visita de la propia comarca que no se van a ir demasiado contentos, no se van a ir demasiado contentos. Y no se van a ir demasiado contentos porque yo creo que la situación nos sobrepasa, y entiendo que el propio Gobierno de Aragón está reconociendo implícitamente en las declaraciones de los dos consejeros que la situación nos está sobrepasando. Realmente, después de un año y tres meses, encontrar una reubicación para los ciento cuarenta empleados no ha sido posible, ni siquiera en el cincuenta por ciento, y ahora, como el señor Bandrés reconocía, y yo mismo, y cualquiera que tenga dos dedos de frente, la situación es mucho más grave que la que se manifestó en febrero de 2003.
Cuando digo que la situación nos sobrepasa, nos sobrepasa en la Comarca del Somontano, creo que la gente que hoy nos visita lo que pensaba oír de sus señorías eran medidas concretas.
Señor Aliaga, yo estoy convencido de la buena voluntad del Gobierno de Aragón y, empezado por ahí la intervención, estoy completamente convencido de la buena voluntad y de la preocupación real del Gobierno de Aragón, se lo digo sinceramente. Pero, fíjese, ha nombrado tres o cuatro medidas concretas de lo que se ha hecho. En cuanto a ayuda a pymes no hay ninguna novedad -entiéndame-: se hace en todo Aragón, es una línea de ayuda a todas las pymes. Yo, cuando le decía medidas concretas, le decía medidas concretas en la Comarca del Somontano, que es donde están haciendo falta ahora mismo medidas concretas, ya, mañana. Las ayudas a pymes están muy bien, pero es una ayuda en toda la comunidad de Aragón, perfecto, es una línea más que hay en la comunidad de Aragón desde hace años, además.
Los PAED, perfecto, pero también están por el resto de Aragón, no es una iniciativa nueva que se haya implantado en la Comarca del Somontano, en absoluto; es una medida que está implantada en Huesca y se quiere implantar, además, por lo que anuncian, también en Teruel. Las ayudas a la modernización del pequeño comercio también están en toda la Comunidad Autónoma de Aragón, son líneas de actuación que no son nuevas, que están bien, que además tiene que ser así, que estamos de acuerdo con ellas, pero, en cualquier caso, no van encaminadas a solucionar un problema concreto en el Somontano, no, son líneas que están ahí.
Sí que tiene razón en que, quizás (y en eso sí que se hizo una apuesta más importante), el plan de dinamización del sector turístico sí que es una apuesta concreta. Creo que hay dos, y, si no, me corrige (uno es en Teruel y otro en Barbastro), creo recordar que se han aprobado, y comparten protagonismo con el gobierno central o con el Ministerio de Economía. Yo creo que eso sí que es una iniciativa concreta para Barbastro, para la Comarca del Somontano. El resto, señor Aliaga, está muy bien, pero no es nada concreto, no es paliar ninguna carencia. Se podrían haber acogido estuviera esta empresa, se fuera la empresa o no se fuera.
Yo creo, de verdad, que sus palabras contentan poco, que realmente sí que se les ve apesadumbrados, que se les ve realmente afectados, pero que en cualquier caso aportan más bien poco. Alguien ha dicho, no sé quién de ustedes dos, que hay que tener esperanza -creo que el señor Aliaga-; sí, pero para tener esperanza hay que poner encima de la mesa soluciones que aporten esa esperanza. No se puede hablar de esperanza y no aportar encima de la mesa: miren ustedes, tenemos en mente esta iniciativa, esta otra, esta otra y esta. Porque, señor Bandrés y señor Aliaga, si en lo que se va a basar la solución del problema esta vez va a ser en las veinticinco medidas que se hicieron hace un año y tres meses, yo creo que eso es muy poquito -se lo digo sinceramente-, yo creo que eso es muy poco para el problema que tenemos; pero no lo creo yo, es que lo creen también los barbastrenses que eso es muy poco, que eso está muy bien. Poner un ADL (agentes de desarrollo local) más en Barbastro está muy bien, y yo creo que hay que hacerlo, perfecto, pero yo creo que van a pedirles más que eso, la ciudad de Barbastro yo pienso que les va a pedir más que esas veinticinco medidas, que están muy bien, pero yo creo que esta vez les van a pedir más.
Yo, para empezar -y me sumo a la propuesta que se ha hecho en la Diputación Provincial de Huesca-, ya de entrada les solicito ahora mismo y en este momento un plan de empleo y dinamización industrial para la Comarca del Somontano, y que tenga esas veinticinco medidas, y veinticinco más si hacen falta, y fundamentalmente que tenga una cosa, señor Aliaga, porque siempre hablamos de lo mismo. Usted ha hecho referencia a que estas situaciones ya se han vivido, incluso mucho más complicadas, como fue la cuenca minera, con la destrucción de seis mil puestos de trabajo, que eso sí que tuvo que ser tremendamente complicado, si lo vivieron ustedes -yo en ese momento no estaba en política-. Señor Aliaga, para ese problema, que fueron seis mil puestos de trabajo, se pusieron miles y miles de millones por parte del gobierno central, en su momento, para hacer frente a ese problema de las cuencas mineras. Yo de verdad hoy les he echado en falta una cosa: ¿cuál es la partida presupuestaria, de haber alguna, o cuál es la intención del Gobierno de Aragón para llevar a cabo esas medidas?, no para la contratación de un ADL. Yo creo que lo primero que hay que hacer es poner dinero encima de la mesa, para que luego se puedan llevar a cabo las medidas. Está muy bien decir: las ayudas a las pymes, los PAED y la modernización del pequeño comercio, sí, está muy bien; pero tendrán que hacer un plan específico para la Comarca del Somontano o, por lo menos, nosotros entendemos eso, y de hecho ahí queda la petición ya.
He echado en falta una contestación a una pregunta: ¿cuál ha sido la inversión que han hecho ustedes con esas veinticinco medidas?, ¿cuántos han sido los miles de millones, que me parece que me quedo muy largo, que ha invertido el Gobierno de Aragón en un año y tres meses después de la pérdida de ciento cuarenta puestos de trabajo? No me han contestado; si son tan amables, me lo contestan.
Hay una cuestión en la que yo no estoy de acuerdo. Izquierda Unida ha hecho una intervención en la que realmente en este caso tiene razón, tiene toda la razón del mundo; pero a mí no me gustaría que por un caso demonizáramos a todo un conjunto: yo no estoy de acuerdo en demonizar a todas las multinacionales porque SEB-Moulinex no haya cumplido con los compromisos que tenía. Yo, señoría, cuanta mayor inversión extranjera venga a mi comunidad y a nuestra comunidad autónoma, estaré más encantado, por supuesto, en buenas condiciones y con la creación de trabajo, como tiene que ser; pero, desde luego, demonizar a todo el sector de las multinacionales no me parece que sea legítimo.
Dos cositas y acabo, señor presidente, que antes me he pasado mucho.
Yo, señor Bandrés, difiero de usted, no estoy de acuerdo: yo no me puedo creer que el Gobierno de Aragón, y usted especialmente, que además me consta, y cada día lo demuestra, que es una persona tremendamente preparada en estos temas, no me puedo creer que no lo vieran venir, no me lo puedo creer, porque, si habla con cualquier trabajador de la empresa, verá perfectamente que se veía venir, que no estaban cumpliendo el pacto, que ese pacto estaba degenerando. Yo entiendo que su señoría tenía que controlar ese pacto, y estoy seguro de que llevó el control, pero, en cualquier caso, en la propia empresa se veía, y hablando con gente de Barbastro, venir que esta empresa no estaba cumpliendo lo que había pactado con el Gobierno de Aragón.
Setenta empleados -han dicho- aún están sin trabajo. En un año y tres meses, haciendo una media, señores consejeros, reubicar a doscientos setenta les va a costar, por la misma media, entre cinco y seis años: si en un año y tres meses han conseguido el cuarenta por ciento, entre cinco y seis años a este ritmo. Yo lo que les pediría es mayor celeridad, para que el problema no se nos extienda cinco o seis años o incluso sea peor: que la gente tenga que emigrar de la Comarca del Somontano y, encima, tener, si no un problema tremendo, sí de despoblación de esas personas porque no encuentren oportunidades dentro de su comarca.
Yo, señor consejero -y lo ha dicho antes con retintín, señor Bandrés-, me he expresado mal: yo no quería decir que fabricaran (y si lo he dicho, me he equivocado) lo mismo en Urnieta que en Barbastro. Pero sí lo que quería decir era una cosa: que lo que ustedes pactaron con la planta de Barbastro, con SEB-Moulinex, lo llevaron a los seis meses a fabricar a Urnieta. No es que fabricaran lo mismo; es que SEB-Moulinex se comprometió a fabricar en Barbastro una línea de productos, y esos fueron los que ahora mismo están fabricando en Urnieta. Si lo he expresado de otra manera, me he equivocado. Por lo tanto, a los seis meses se estaba incumpliendo ese pacto.
Ha vaticinado un pequeño desastre -yo pienso que incluso mañana será titular-, ha vaticinado la deslocalización de este tipo de empresas, incluso a nivel europeo, y yo espero que se equivoque. Yo le considero a usted tremendamente preparado y espero que se equivoque. Sinceramente, espero que se equivoque.
Señorías, en cualquier caso, me da la impresión de que por parte del gobierno no se está actuando con esa rapidez, yo no diría contundencia, pero sí con agilidad (vamos a dejarlo en agilidad) que el problema tiene.
Esta mañana alguien decía que este problema es extrapolable al mismo problema que se originaría si Opel se fuera de Aragón. Pues sería una auténtica debacle para Aragón que ahora mismo Opel se fuera. Pues la debacle, ahora mismo, la tienen en Barbastro y en la Comarca del Somontano con haber perdido la planta de SEB-Moulinex. Por lo tanto, lo que están esperando de ustedes es agilidad, soluciones, rapidez y hechos concretos; no soluciones simplemente puestas en un papel: hechos concretos.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor presidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Lafuente.
Tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, señor Lobera.
El señor diputado LOBERA DÍAZ: Muchas gracias, señor presidente.
En primer lugar quiero decir que, cuando Chunta Aragonesista dice lo que dice, lo dice porque se lo piensa, se lo cree y, sobre todo, lo siente. Ha habido algún comentario que, desde luego, no me ha gustado, si bien, no por su parte.
Bien, ustedes saben que, cuando se dan estas circunstancias, los trabajadores, por la situación en la que están, piden celeridad, piden agilidad. Y eso es lo que tiene que hacer el Gobierno de Aragón: intentar desde luego solucionar el problema cuanto antes, porque están en una situación difícil y es urgente por los pocos meses de prestación por desempleo que les quedan.
Señor Bandrés, desde luego, cuando he hablado de los consumidores, he dicho que nosotros mismos somos los que estamos haciendo que esas situaciones se sustenten, de dumping social y demás. A lo mejor, quizás, también ustedes, cuando hablan de responsabilidad social corporativa, deberían hacer también campañas de sensibilización a los ciudadanos para que vean cuáles son esas empresas que cumplen esa responsabilidad social.
Bien, nosotros entendemos que el plan de veinticinco medidas que se ha realizado hasta ahora ha sido ineficaz y que esos setenta trabajadores siguen todavía en paro. Por tanto, habrá que aumentar la cantidad de medidas y habrá que agilizar lo máximo posible la puesta en marcha de un nuevo plan global, que esperamos que dé solución a los trabajadores.
Por supuesto, si una multinacional cierra, se va y se va, y, si tomamos medidas contundentes, como he dicho, a lo mejor otras no quieren entrar; pero también hay que paliar esa indefensión en la que nos dejan cuando se van impunemente y tomar alguna medida que sirva como ejemplo, porque les estamos dando todas las facilidades y luego se van dejando unas situaciones bastante penosas.
Usted, señor Bandrés, ha dicho que han pedido responsabilidades a la empresa. ¿Me puede decir qué responsabilidades son las que le ha pedido?
Y, por acabar, señor Aliaga nos ha enumerado toda esa cantidad de medidas que están puestas en marcha en la Comarca del Somontano de Barbastro. ¿Me puede contar qué resultados, en la medida de lo posible, tienen ya esas medidas que se están planteando?
Muchas gracias.
El señor presidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Lobera.
A continuación tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario Mixto, señor Barrena.
El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente.
Yo creo que hoy lo que buscábamos (al menos eso es lo que buscaba Izquierda Unida en esta comparecencia) era tener claro cuáles eran las iniciativas que desde el Gobierno de Aragón se piensan poner en marcha para solucionar el problema que surge en el Somontano, en Barbastro y en toda la comarca. Y es verdad que concretas hemos visto muy pocas.
Yo no voy a volver a entrar ahora a hacer un debate ideológico y demás. Sí que quizá matizo: yo no he demonizado a todas las multinacionales. Sí que demonizo a las multinacionales que se presentan como solucionadoras de problemas, sacan ventajas, terrenos, infraestructuras, subvenciones..., y luego no hay mecanismos legales para exigirles esa responsabilidad social de la que hablaba el consejero.
Porque, además, es que, cuando vienen estas multinacionales, casualmente cuentan con un gran apoyo de los agentes sociales, de los consumidores. Luego, el problema suele surgir tiempo después, y a eso es a lo que yo me refería. Igual que me refería a cuando estamos planteando medidas o estamos oyendo medidas de cómo exigimos a las empresas determinada responsabilidad social, ¿no?
Yo es que últimamente he visto cómo se han recalificado terrenos para que una empresa se coloque en un sitio mejor y he visto que se ha hecho sin ver tampoco qué compromisos había con relación a mantenimiento de empleo. Y se permiten bloques de diecisiete alturas y, en fin...
Vuelvo a decir lo que al principio decía. A mí me gusta en estos casos ser respetuoso y ser realista, porque podemos, sobre todo, generar sensaciones no deseadas. Yo, de lo que ha dicho el consejero, me quedo con que nos parece adecuado, y lo apoyamos, el que no facilite en absoluto las cosas a la empresa y, por lo tanto, no introduzca elementos de debilidad en la negociación a la que se van a ver abocados los trabajadores y trabajadoras. Desde ese punto de vista nos habríamos opuesto clarísimamente a que entraran otra vez en el juego de aceptar un expediente de regulación de empleo, porque, evidentemente, no se dan las circunstancias; por lo tanto, es un elemento que creo que refuerza la posición de los trabajadores y me parece bien y lo apoyo.
Yo había propuesto también... ¿Se va a apoyar a los trabajadores en esa negociación con los empresarios para al final ver cómo se liquida esa empresa? Yo he hecho otra pregunta que me parece que es otra propuesta que podría marcar también una dirección en las ideas que se tienen, y es si vamos a trabajar en la dirección de que las instalaciones se queden para poder ser utilizadas o no.
En cuanto al plan que nos anuncia el consejero, ¿en qué fase de concreción está?, ¿vamos a empezar a trabajar sobre él?, ¿tenemos ya avanzado un diseño?, ¿tenemos algo en mente?, ¿con qué plazos podemos trabajar para saber cuándo la Comarca del Somontano tiene un plan? A nosotros nos parece muy urgente. Si no, evidentemente, tomaremos iniciativas para exigírselo cuanto antes. Pero, si lo tiene, quizás no haría falta eso.
Nos parece que, en cuanto a las posibilidades que habría de apostar por la creación de empresa contando con el capital humano y demás, no ha merecido nada más que una vaga reflexión sobre que hay posibilidades en el nuevo acuerdo social que se ha firmado, pero ¿a qué nivel estaría eso?, ¿qué posibilidades tendría esa posible creación de empresas de un apoyo en cuanto a comercializar proyectos, líneas...? Es otra de las cosas que a mí no me han quedado claras de la intervención de los dos consejeros.
Y, luego, una última cuestión. Lo digo también porque también hay que ser realista. Saben sus señorías que nosotros hemos incidido muchísimas veces en el tema del empleo cuando estábamos diciendo en más de una ocasión que es verdad que Aragón está por debajo de la media nacional, pero que es verdad que Aragón tienen problemas de empleo, y la prueba está en los procesos de crisis en Tarazona, en Belchite, en la cuenca minera, en Huesca ciudad -ha habido unas cuantas-, Sabiñánigo... No hemos conseguido dar respuesta y salida no voy a decir a todos y a todas, porque sería utópico, pero creo que no podemos sentirnos satisfechos de cómo hemos resuelto esas situaciones. Por lo tanto, es verdad que yo ahora quedaría aquí muy bien diciendo que le exijo al gobierno que en dos meses solucione el problema de los doscientos setenta y un trabajadores y trabajadoras que se van a quedar aquí, pero prefiero saber qué medidas tiene y con qué plazos trabajamos, y, si no consigue reindustrializar, qué posibilidades de apoyo y de ayuda puede haber.
Entonces, esas serían las preguntas que en estos momentos necesitarían respuesta, también anunciando, avisando que es una línea de trabajo que vamos a continuar, es decir, que nos parece que este tema va a requerir la atención de los grupos de la oposición y que, desde luego, Izquierda Unida va a estar muy encima de ello, que, desde luego -insisto y reitero-, todas las medidas de apoyo las vamos a apoyar y las vamos a trabajar en esa dirección y que, si alguna nos parece insuficientes, vamos a trabajar en la dirección, pero, bueno, en principio, sí que nos gustaría que se nos respondiera a las propuestas que hemos hecho.
Gracias.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señor Barrena.
Tienen la palabra los señores consejeros de Economía, Hacienda y Empleo y de Industria, Comercio y Turismo para el turno de dúplica.
El señor consejero de Economía, Hacienda y Empleo (BANDRÉS MOLINÉ): Gracias, señor presidente.
Miren, señorías, yo creo que, cuando se hace un análisis de lo que ha sucedido, uno tiene que entender cuál es el funcionamiento de la economía de mercado en el mundo, y cuáles son en ese sentido los márgenes de maniobra disponibles por los gobiernos: no hablo ya de los gobiernos regionales sino por los gobiernos.
El gobierno no se siente sobrepasado por la situación, no se siente sobrepasado por la situación, en la medida en que la posible sensación a la que usted se refería estaría proporcionalmente relacionada con las expectativas que nosotros hubiéramos tenido, en cada momento, de poder influir sobre decisiones que no están, previsiblemente, al alcance de los gobiernos de los estados. Y, cuando se han vivido procesos de deslocalización industrial en Europa, no hablo solo de España, en Europa, en países muy importantes europeos, los gobiernos tienen la capacidad y el margen de maniobra que tienen ante el funcionamiento de la economía mundial y ante el funcionamiento de la economía global.
Un gobierno sí tiene obligación de agotar, como dije, hasta el límite de sus posibilidades, el margen de maniobra de que dispone, pero sabiendo cuál es su margen de maniobra, y, en este sentido -responsabilidades o no-, hay que entender que la problemática de la deslocalización en España es en buena medida consecuencia de la ausencia de una política industrial durante ocho años en este país, la ausencia de una política industrial a nivel estatal que modernice y fortalezca nuestro aparato productivo. Lo dice un informe de la UGT. Y, si quiere usted mirar un informe de la Caixa de Cataluña, encontrará el mismo tipo de argumentaciones, reciente, sobre la carencia del gasto suficiente en investigación, innovación y desarrollo para tratar de poner y sentar las bases nacionales (nacionales: no estamos hablando de políticas regionales) para evitar que este fenómeno se produzca. Repasen ustedes los fenómenos de deslocalización que se han producido en España en los últimos años, y entenderán que esto ni es un hecho aislado ni es un hecho que afecte exclusivamente a Aragón.
Y esta es la realidad. La realidad es que se ha descuidado y que no ha habido una política industrial en España, no ha habido ni ministerio de industria, fíjense ustedes, ni ministerio de industria, que se han desperdigado las competencias de ese ministerio entre unos y otros ámbitos de la administración. Y los industriales reclamaban hasta tener una interlocución, porque ni tenían interlocución con el gobierno en cada uno de los sectores productivos. Y esto es una realidad que dicen los estudios: lo que es el gasto en I+D en este país, el 1% del PIB. ¿Cuál es el gasto de Aragón? Estamos en la quinta o en la sexta posición de España entre las comunidades autónomas: 0,8% del PIB en los últimos datos disponibles. Y el gasto en la Unión Europea es el doble, el 2% del PIB, y en Estados Unidos y en Japón, el triple. Y esto es una realidad que se puede afrontar o no por las comunidades autónomas.
Y, cuando uno se tiene que enfrentar a estas vicisitudes, uno lógicamente negocia y pone sobre la mesa todo lo que tiene que poner, todo, primero en las negociaciones bilaterales de los directores generales, y finalmente en la propia actuación del consejero, y, cuando este consejero que le habla se va a Lyon a la sede del SEB, del grupo SEB, y se sienta enfrente del vicepresidente ejecutivo y director industrial del grupo y le plantea «dígame qué quiere para seguir en Barbastro, pida lo que quiera, dígamelo usted; yo sé que usted no puede competir con China: no le voy a hacer la demagogia de decirle que le voy a pagar los déficits o las pérdidas que pueda tener la planta de Barbastro en los últimos años, pero yo sé que usted puede quizás plantearse algo que se está planteando en Francia». ¿Por qué? Pues porque el grupo SEB es francés y el 30% de su mercado está en Francia. Y ahí está el tema de la cuestión de dónde se toman las decisiones, y de dónde son y de dónde no son las empresas multinacionales, dónde tienen el capital y dónde también el mercado.
Y esa es la razón, porque, efectivamente, en Barbastro, si el grupo SEB hubiera aceptado la propuesta del gobierno aragonés... Ustedes pueden plantear y ustedes pueden llevar a cabo el establecimiento de un centro de competencia en Barbastro: dígame usted qué quiere, qué quiere en investigación, innovación y desarrollo, en conjunción con las actividades logísticas, de marketing, de producción, de diseño, productos de mayor valor añadido en los cuales la competencia no se puede copiar o la competencia no puede copiar a la misma rapidez o velocidad.
Nosotros nos hemos estudiado el sector, claro que nos lo hemos estudiado, y hemos llegado a la conclusión de que era posible, quizás, encontrar un hueco en esa materia, y, cuando uno se sienta enfrente y le dice «pídame usted lo que quiera», se está arriesgando mucho porque me pueden pedir la luna. Y la respuesta es «no le voy a pedir nada porque nos vamos»; no le voy a pedir nada ni en términos de investigación, ni en términos de apoyos a la empresas, ni en términos de nada porque la decisión que hemos tomado es esta y porque tiene unos componentes y unos perfiles que se basan en circunstancias que él no me llega a explicar, pero que yo entiendo e interpreto no solamente de deslocalización de la producción en el caso de Brasil o de China, o de Asia en general, sino también porque los centros de competencias se van a concentrar donde se van a concentrar, es decir, en Francia.
Y esto es lo que el gobierno hace, y por eso tenemos un problema todos. No es un problema de que el gobierno se sienta o no se sienta sobrepasado. Cada uno se siente sobrepasado en la medida en que piense que su margen de maniobra es mayor del que es en realidad. Por tanto, no nos dejemos llevar por la retórica y vayamos a los hechos reales y concretos.
Y los hechos reales y concretos también son propuestas concretas, medidas concretas a la hora de plantear ante las empresas o ante posibles alternativas. Primero, recolocación: desde luego que sí. Primera prioridad del gobierno, la recolocación de los trabajadores. Y no ha ido tan mal, señoría, no ha ido tan mal, porque no todos los trabajadores manifestaron su disponibilidad en la búsqueda de empleo el primer día que se quedaron en paro, no todos. Había circunstancias familiares, personales, de edad, etcétera, que llevaron algunos trabajadores a preferir dilatar un poco esos procesos o a tener un cierto tiempo para esos procesos de inicio; por lo tanto, no es que hayamos perdido un año y solo hayamos insertado al cincuenta por ciento.
Recolocación. ¿Qué se me ocurre? Por ejemplo, exigirle a la empresa no solamente la actuación del Instituto Aragonés de Empleo pública, sino empresas de recolocación con garantía de ofertas de empleo concretas, como se ha hecho en otros casos y en otros acuerdos sobre deslocalización con mayor grado de responsabilidad social, empresas del outplacement que sean capaces de ofrecer alternativas de empleo ciertas a los trabajadores en un radio determinado de kilómetros, que no les obligue a abandonar su residencia, con unos compromisos por parte de la empresa también de presentar ese tipo de ofertas de las empresas que vayan a llevar ese outplacement. Ese es un tema, lógicamente, con todo el apoyo del Instituto Aragonés de Empleo.
Responsabilidad también en el tema de las infraestructuras industriales. Nosotros ponemos sobre la mesa ya la suscripción de un acuerdo, de un convenio, con el ayuntamiento de Barbastro para la realización y la construcción de un nuevo polígono industrial en Barbastro capaz de ser un polígono moderno, con servicios, capaz de afrontar, de atraer, de ser un elemento de atracción de nuevas iniciativas empresariales.
Las naves: ¿qué pasa con los inmuebles que son propiedad de SEB en este momento? Nosotros, como gobierno, no podemos cerrar en este momento y decir el alcance de todas las conversaciones que hemos tenido, porque este no es un tema que esté cerrado; pero, desde luego, en esas conversaciones o en esas negociaciones, esto no puede ser una cuestión que se quede ahí. Tampoco vamos a ser los que compremos las naves para facilitar todavía más la salida de la empresa, pero esas naves deben quedar a disposición de quien sea capaz de encontrar antes una alternativa industrial, y a disposición quiere decir por un precio razonable, negociado o simbólico, en el caso de que encontremos esa alternativa industrial, por parte del ayuntamiento, por parte del Gobierno de Aragón o por quien sea.
Suelo industrial, hay suelo industrial y había suelo industrial del SEPES, y este gobierno, conjuntamente con el ayuntamiento, le planteó al SEPES la subvención del suelo industrial. Aún no hemos obtenido respuesta del SEPES, aún no hemos tenido respuesta del SEPES para poder vender el suelo que quedaba por comercializar. Por cierto, una empresa de suelo público o de promoción de suelo que verdaderamente estaba más allá de los límites razonables en los precios de venta, y que le ha obligado al gobierno, a través del Departamento de Industria, a suscribir convenios con muchos ayuntamientos y diputaciones provinciales para subvencionar la compra del precio de un suelo industrial promovido por una empresa pública que se llama SEPES.
Oficina de promoción económica de Barbastro. A usted le podrá parecer más o menos irrelevante que haya ADL o que no haya ADL. A mí me parece que el que en Barbastro tengamos una oficina de promoción económica, como hemos tenido en otros sitios (por ejemplo, en Andorra, donde por cierto ha funcionado bastante bien a la hora de captar iniciativas), puede ser un elemento también de dinamización y de búsqueda de alternativas. Sabemos que contamos también con la colaboración de algunas entidades provinciales como la cámara de comercio para colaborar en esa materia.
Emprendedores. Hemos hablado del programa Laboralia, del programa de formación y de motivación para el autoempleo. Tenemos capital riesgo, el gobierno está dispuesto a poner capital riesgo, no solamente subvenciones o ayudas públicas, sino capital riesgo y, por lo tanto, capacidad también de gestión para los emprendedores o las fórmulas societarias correspondientes que estén en condiciones de afrontar o de abordar un proyecto en condiciones también de salir adelante.
Y, señor Barrena, usted lo decía, vamos a crear -y es un acuerdo concreto- un observatorio económico, y es una cuestión más general, en el seno del acuerdo social con los sindicatos y con las organizaciones empresariales, para detectar y anticiparse a las situaciones cambiantes que pueda haber.
Si ustedes analizan y contemplan lo que se está debatiendo y lo que se está haciendo en otras comunidades autónomas, también, sobre estas materias, por esta línea y por esta dirección es por donde entendemos nosotros que deben ir las medidas puntuales y las medidas concretas para poder actuar en esta materia, sin desechar la búsqueda activa o proactiva -como dicen algunos- de iniciativas empresariales.
Hemos tenido varias reuniones, no voy a decir con quiénes, pero hemos tenido ya varias reuniones con empresas, y solamente el alcalde y nosotros sabemos de esas reuniones, que, bueno, no sabemos adónde llevarán, no sabemos todavía cuáles serán las posibilidades o las oportunidades. Puede haber mucha gente esperando también, cuidado, a hacer negocio abusando de la situación de necesidad en la que se pueden encontrar los trabajadores o la ciudad de Barbastro o el Ayuntamiento de Barbastro. Y no debemos tampoco ser tan ingenuos como para, por ese tema de solucionar -entre comillas- un problema tan grave como el que tenemos ahora, precipitarnos y que algunos vengan a hacer el negocio a nuestra costa. Pero hemos tenido ya varias reuniones, desde el momento en el que entendimos que el cierre era irreversible, con empresas que podían hacerse cargo de esas instalaciones o no, o que podían adquirir las naves o adquirir la posibilidad de ofrecer otras alternativas industriales.
Estas son medidas que están sobre la mesa y que pongo aquí sobre la mesa y que se materializarán en un plan formalizado con el Ayuntamiento de Barbastro y con las instituciones provinciales que estén en condiciones también de colaborar con nosotros.
Creo que todo eso, liderado desde esa oficina de promoción económica, y con el apoyo del Gobierno de Aragón, de los agentes sociales y de los grupos parlamentarios que aquí han manifestado, el ayuntamiento, la diputación, la cámara de comercio..., bueno, entre todos yo creo que esto lo podemos levantar. Es decir, lo que tenemos que también presentar no es un ingenuo optimismo basado simplemente en deseos, sino una esperanza cierta de que en otros sitios donde hemos vivido crisis parecidas, y yo he visto las crisis estas, la sensación de depresión que generan en el medio rural, lo hemos vivido, pero también hemos vivido después la capacidad de recuperación de esos municipios, que no es una recuperación instantánea -lo siento: yo no tengo una varita mágica para crear una empresa mañana y contratar a cuatrocientos trabajadores; ojalá lo pudiera hacer-... Hemos vivido que poco a poco se han ido sentando las bases para la atracción de nuevas actividades productivas en municipios que se han visto afectados, y muy gravemente afectados, por crisis industriales. Y desde luego que no renunciamos a mantener la vocación industrial de la provincia de Huesca en esta materia, y, por lo tanto, haremos todo lo que está en nuestra mano, con todos los instrumentos económicos, jurídicos y políticos para recuperar no solamente la esperanza sino lo que es más importante: los hechos, la realidad, el empleo y las actividades productivas.
El señor consejero de Industria, Comercio y Turismo (ALIAGA LÓPEZ): Quizá por matizar alguna de las cuestiones que han quedado sobre la mesa.
El instrumento de la orden de pymes ahí está, pero priorizar comarcas es una decisión, como sabe su señoría, que se ha hecho en otros casos porque hay unos límites de ayudas por normativa europea, los recursos son los que son, pero a veces se aplica agotar el límite de las ayudas, que me estoy refiriendo al 20%, y tenemos y estamos trabajando con ciento trece empresas en la Comarca del Somontano de Barbastro, empresas que se dedican a fabricación y comercialización de queso de cabra, taller mecánico, aceite de oliva, reparación de automóviles, hormigón en masa, vino embotellado, instalaciones eléctricas, secadores de jamones, fábrica de abonadoras, confección textil... Es decir, ¿qué se apoya ahí? La I+D a través de la orden de pymes, la calidad, la gestión informatizada de la producción, es decir, incorporar en esas pymes los nuevos modelos de gestión más eficaz para hacerlas más competitivas, y la inversión reciente en estos dos últimos años ya es de un millón de euros. Ahora estamos analizando los expedientes del año noventa y cuatro.
Efectivamente, el plan de ayuda al emprendedor en su domicilio se implantó en la provincia, pero fue el Ayuntamiento de Barbastro uno de los pioneros y, desde el año 2002, veinte nuevas iniciativas empresariales han nacido, ahí están con sus empleos, etcétera, etcétera.
Del plan de dinamización turística yo no conozco los frutos, porque, como sabe usted, su señoría, se puso en marcha en el mes de octubre del año pasado. Pero vamos a señalizar rutas turísticas, vamos a hacer promoción del Somontano como destino turístico, vamos a apoyar iniciativas privadas turísticas, y ahí están los datos, el compromiso son setecientos mil euros por cada uno de los participantes durante tres años.
En lo que respecta a incentivos económicos regionales, como resulta que otra vez nos pasa lo mismo, que las ayudas de la administración del Estado, en ese caso, han ido decreciendo, y no nos apoya lo suficiente en los expedientes de incentivos (pasa en Huesca), el Gobierno de Aragón tiene que complementar, y ahí estamos poniendo también toda la carne en el asador, y tenemos ciento treinta empleos creados con estos expedientes de incentivos regionales.
Ha dicho usted... Pero ampliar, participar en la ampliación del capital en Viñas del Vero o Bodegas Pirineos es insuflar futuro, y, además, si contamos todos los expedientes que, por la línea de ayuda agroalimentaria están en tramitación, yo creo que la apuesta está clara. Lo ha dicho el consejero y yo lo digo. Mire, la semana pasada, hace quince días, llevamos un trabajo serio con dos expedientes de empresas, intentamos llevarlos a Barbastro, pero muchas veces, como ha dicho el consejero, la decisión no es coger al burro del ramal y llevarlo a Barbastro, porque a mí me hubiera gustado y se lo hemos ofrecido, pero al final unas te dicen que necesitan el ferrocarril, otras que necesitan el avión y otras que no les encaja en sus planes. Pero piense usted -y yo estoy también, como dice el consejero Bandrés, con todas estas medidas que se han anunciado- que dentro de un tiempo podamos no cantar victoria pero al menos tener alternativas para esos doscientos setenta señores, y ese es nuestro objetivo.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muchas gracias.
A continuación pueden intervenir el resto de los grupos parlamentarios por un tiempo máximo de diez minutos.
Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, señor Ruspira.
El señor diputado RUSPIRA MORRAJA: Gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señores consejeros: señor Bandrés, señor Aliaga.
La verdad es que me van a perdonar la sinceridad, pero es difícil intervenir después de la información prestada y las últimas dúplicas que se han vertido en esta Comisión de Economía.
Sí que me permitirán que, en voz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, comente de manera breve cuál creemos que es la postura, el posicionamiento que tiene que adoptar el Gobierno de Aragón ante esta situación.
El primer problema que nos ocupa, y estamos hablando a cortísimo plazo, a partir de antes de ayer -y quiero que me entiendan la expresión-, son esas doscientas setenta y una personas, esas doscientas y setenta y una familias que se van a encontrar a partir del uno de julio sin trabajo. Y creo que, en este sentido, estos recursos humanos merecen el estudio, servicio y apoyo en todas las direcciones posibles respecto a cómo poder trabajar en esta dirección. Y, en ese plazo de urgencia que se está comentando, el Partido Aragonés quiere remarcar que la decisión es unilateral por parte de una empresa que es multinacional, en este caso es francesa, y que, como decisión unilateral, si se tiene que buscar o demonizar algún culpable, habrá que buscarlo primeramente en la empresa y no en ningún otro sitio.
Pero, en este sentido y en esta dirección, también quiero remarcar que la empresa ha incumplido unos acuerdos -y creo que se ha dejado muy claro en la intervención de los señores consejeros-. Y ese incumplimiento favorece la negociación entre los trabajadores y la empresa para obtener los mejores resultados posibles, dentro de la gravedad de la situación, en cuanto a la negociación que se ve, se trasluce en un futuro inmediato, que no va a ser sencilla por las últimas noticias que estamos teniendo al respecto.
En este sentido creo que el Gobierno de Aragón tiene que colaborar en apoyar -y se ha dicho desde el punto de vista económico, jurídico y político- a los trabajadores y a la plantilla para que los resultados que se obtengan de este cierre de empresa, que desgraciadamente parece ser que va a ser una realidad, sean los mejores posibles. Y, en ese sentido, sí que desde el Partido Aragonés transmitimos la necesidad de ese apoyo abierto para la defensa de los derechos de los trabajadores ante una empresa que, insisto, ha incumplido los compromisos que adquirió con el Gobierno de Aragón.
Además, en este mismo sentido y en esta urgencia desde anteayer, hay que velar por la legalidad de todo el proceso, y, en ese sentido, a la empresa habrá que exigirle hasta el último punto de las responsabilidades que tiene en cuanto a su condición y relación con los trabajadores, hasta que, de una manera definitiva, quede cerrada.
Pero, si estamos hablando de doscientas setenta y una personas y doscientas setenta y una familias, y tenemos que mirar de buscar una solución al respecto y ya estamos hablando de corto-medio plazo, porque, efectivamente, nadie tiene la varita mágica para encontrar una empresa de cuatrocientos trabajadores, aquí sí que hay mencionar cuatro o cinco ideas que sí que se han dicho. Creemos, desde el Partido Aragonés, que es fundamental que en una por una de esas doscientas setenta personas sea estudiado su perfil profesional; que se analice cuáles son sus posibilidades de ser recolocados, reubicados en el sector industrial o en otras posibilidades. Que, si necesitan formación, hay posibilidades y el mercado lo permite para recibir todo tipo de formación que permita, en un corto plazo, adaptarse, amoldarse a un nuevo puesto de trabajo.
Sí que es cierto que, en el primer expediente de regulación, las personas que se encuentran desempleadas tienen una edad media de cincuenta y cinco años. La realidad actual de las personas que se van son personas de una edad media menor, de alrededor de cuarenta y dos años (por un dato que me dio una de las personas del comité de empresa), y creo que es más fácil que sean adaptadas y que sean formadas para su integración, si no digo inmediata, sí en un corto plazo en el mercado laboral, recibiendo todo el apoyo formativo necesario.
También me gustaría recalcar que hay que estudiar, en este estudio de perfil individual, la posibilidad que se tiene de autoempleo en todos ellos. Que incluso se estudie la posibilidad de espíritu emprendedor dentro de ese grupo de personas. Que se intente apoyar la creación de pequeñas empresas -y digo pequeñas empresas-, en esa línea de creación de empresa en el territorio, que a lo mejor pueda haber nichos que lo posibiliten en base a los perfiles de estas personas.
Pero, además -y esto sí que creo que es muy importante-, se está todo circunscribiendo al ámbito comarcal del Somontano. En la plantilla a la que nos estamos haciendo referencia hay un alto porcentaje -un porcentaje importante, mejor dicho- de personas que, por ejemplo, están residiendo en el Cinca Medio. Del Somontano al Cinca Medio la distancia es mínima, pero es que del Cinca Medio a La Litera, mínima, y el radio de acción (que lo ha mencionado el consejero de Economía, el señor Bandrés) a lo mejor no es solamente la circunscripción comarcal. Podemos estar hablando del Sobrarbe, Ribagorza, Somontano, Cinca Medio, Litera, Bajo Cinca y Monegros, porque, en un desplazamiento de cincuenta, setenta kilómetros, puede haber posibilidades de trabajo.
Y, en este sentido, creo que sí que es muy importante que, desde el Gobierno de Aragón, y no solo el Gobierno de Aragón, sino las instituciones públicas, administraciones de ámbito tanto provincial, como comarcal, como local, se estudie la posibilidad de estudiar la iniciativa empresarial, la iniciativa privada, que es la que a fin de cuentas tendría que absorber esa recolocación de trabajadores, y esa iniciativa privada tiene que recibir las ayudas pertinentes, vía subvención de fomento de empleo, pero no solo en la Comarca del Somontano: ¿por qué no en la del Cinca Medio, si hay personas residiendo en el Cinca Medio?
Nos consta -y está aquí presente el señor alcalde- que el Ayuntamiento de Barbastro ha puesto doscientos cuarenta mil euros encima de la mesa. Y ¿por qué no el Ayuntamiento de Monzón, o el Ayuntamiento de Binéfar, si se puede producir un planteamiento de trabajo y de absorción de esos puestos de trabajo en la zona oriental de la provincia? No se olviden de que estamos hablando de personas que tienen sus familias ya creadas, personas que tienen su estatus y su modus vivendi ubicado en esa zona oriental de la provincia de Huesca, y, a lo mejor, el que quisiera marcharse a trabajar a Madrid o a Barcelona podría encontrar una solución, pero lo que quiere es seguir manteniéndose allí. Y no nos olvidemos de que, dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón, el recurso más importante es el recurso humano, y ahí hay doscientas setenta y una personas que pueden seguir aportando su grano de arena al desarrollo social y económico de aquella zona.
Pero también me gustaría romper una lanza a favor -y lo he echado de menos en esta comisión-... Se está hablando efectivamente de la atracción de recursos y de la atracción de empresas desde el extranjero, de fuera de nuestra Comunidad Autónoma de Aragón, a nuestro territorio. Y eso es fundamental.
Desde el Partido Aragonés ni demonizamos, ni ensalzamos, ni elevamos a la máxima expresión las inversiones extranjeras. Sí que es importante que el Gobierno de Aragón, en esa línea de colaboración, estudie y prevea y analice cuáles son los antecedentes históricos de las empresas que venga a Aragón, porque la verdad es que la varita mágica no la tenemos, y no sabemos cuáles van a ser sus reacciones, pero sí cuál ha sido su postura, su posición ante la responsabilidad social corporativa en sus países de origen o en aquellos sitios donde tengan sedes y sucursales trabajando en estos momentos. Y, en ese sentido, ¿qué parámetros éticos utilizan?, ¿cuáles son las líneas de formación interna que están aportando sus trabajadores?, ¿cuál es en definitiva la cultura empresarial que están vendiendo? Luego, si aceptamos la entrada (bien venida sea y así lo recalcamos desde el Partido Aragonés) de inversiones extranjeras, analicemos qué empresas son las que quieren participar del desarrollo de nuestra comunidad autónoma, para darnos cuenta de que va a ser gente, personas, que, aparte de invertir desde el punto de vista económico, se van a comprometer desde el primer día con el territorio. Y esto es muy importante.
Y ahí es donde estaba hablando de la lanza a favor de un concepto que no ha aparecido excesivamente en este debate, que es el de las empresas aragoneses. Y, desde el Partido Aragonés, nos gustaría remarcar que si estamos hablando del problema, que es el segundo debate que se ha abierto en paralelo, que es el de la deslocalización industrial, las empresas aragonesas -y podría ser discutible lo que voy a decir, pero creo que podemos estar casi todos de acuerdo en lo que voy a decir- están mucho más apegadas al terrero, por razones obvias, que las empresas que vienen de fuera.
Y creo que es muy importante analizar cuál es su posicionamiento en Aragón, analizar cuáles son los avatares empresariales a los que se encuentran sometidos, y que, desde las instituciones, por supuesto, públicas de todo ámbito (local, comarcal, provincial y regional y estatal), se apoye a esas empresas, que están incorporando desarrollo social y económico en su propia casa, en colaboración con los recursos endógenos que se han mencionado y sacándoles el máximo provecho posible.
Porque la verdad es que, desde el Partido Aragonés, preferimos diez empresas de cincuenta trabajadores de capital extranjero antes que una empresa de quinientos trabajadores, por muchas de las razones que han expuesto los señores consejeros; porque la influencia social y económica puede ser mayor en economía de escala de quinientos trabajadores bajo el paraguas de una sola empresa, pero, ante un problema y una eventualidad negativa en dicha empresa, la influencia negativa es mayor y también se multiplica de la misma forma.
Esto creo que es muy importante. El número de empresas de más de doscientos cincuenta, quinientos trabajadores en la Comunidad Autónoma de Aragón no es excesivo, y creo que sería bueno que, a lo mejor en esa línea de observatorio económico que se quiere plantear, se analice y se conozca cuál va siendo la evolución, no desde un punto de vista de control, porque la iniciativa empresarial privada no tiene la posibilidad de ser controlada desde ese punto de vista, pero sí un planteamiento subsidiario de seguimiento, de apoyo, de impulso para que esas empresas equis, cincuenta, cien, ciento cincuenta empresas... avancen adecuadamente.
Y estoy convencido de que se está trabajando desde la consejería de Economía y desde la consejería de Industria, desde este último año en mi actividad política, como anteriormente desde la cámara de comercio, se está realizando, pero que nos haga recapacitar y que estemos con los ojos muy abiertos ante cualquier tipo de eventualidad y evolución de balance y de cuenta de ingresos y gastos de estas empresas, porque los resultados negativos la verdad es que nos afectan a todos y son dolorosos.
Por último decía que más vale prevenir que curar, que nos tiene que hacer recapacitar, pero quiero remarcar que hay un activo muy importante en nuestra Comunidad Autónoma de Aragón que no debemos perder, que es la paz social de la que disponemos, y que es un valor añadido tremendo para la ubicación de empresas en Aragón, como se viene demostrando.
En este sentido creo que es un dato a tener muy en cuenta. Circunstancias negativas como la que nos acontece tienen que recibir todas las medidas paliativas e incluso preventivas para otros casos, que desgraciadamente llegarán: creo que Hungría tiene la séptima parte de nivel salarial que España, y acaba de entrar en la Unión Europea desde el uno de mayo, lo cual quiere decir que la deslocalización industrial es un problema, es un fenómeno que nos va a afectar no solo a esta comunidad, como se ha dicho, sino a toda la península Ibérica.
Creo que es importante que apoyemos a estas personas de manera inmediata, con los planteamientos que se han hecho, con este plan y con recursos económicos por supuesto, desde la colaboración coordinada de todas las instituciones desde las que se puede colaborar (en lo que a mí modestamente me toque, desde la cámara de comercio ya se ha ofrecido por delante; estoy aquí como diputado, con lo cual no viene a cuento). Pero la verdad es que realmente tenemos que pensar que el fenómeno de la deslocalización se nos va a poder presentar en algún otro sitio de nuestra comunidad autónoma, y que esas oficinas de promoción y de desarrollo económico que se quieren plantear para la circunscripción comarcal en este caso afectada, como es la del Somontano, puedan tener un planteamiento de trabajo, sea permanente o eventual en otras comarcas o incluso en todo el territorio de nuestra comunidad autónoma, porque, efectivamente, habrá que buscar soluciones paliativas, pero también de cara a un futuro -esperamos que lejano-, preventivas, para intentar que estas situaciones nos afecten a la Comunidad Autónoma de Aragón en la menor medida posible.
Sencillamente, desde el Partido Aragonés agradecemos a las consejerías el haber estado de manera conjunta en esta comisión. Estamos convencidos de que la línea de trabajo es la acertada; esperamos que se siga trabajando, pero piensen en esas cuatro o cinco ideas que se les han prestado, para, si ya están en marcha, agradecerles que se hayan tenido en cuenta, que son líneas de solución, y que por supuesto estamos desde el Partido Aragonés, como el resto de grupos parlamentarios -y ya lo he mencionado-, a su entera disposición para colaborar en lo que sea menester.
Muchas gracias.
El señor presidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Ruspira.
Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, señor Piazuelo.
El señor diputado PIAZUELO PLOU: Gracias, señor presidente.
Señoras y señores diputados.
Quiero empezar dando las gracias por su intervención tanto a don Eduardo Bandrés como a don Arturo Aliaga, y, si me permiten, después de este amplio y largo debate, unas pequeñas reflexiones de tipo general que me parecen importantes, por aquello de que puede ser que estemos previendo el futuro, como se ha dicho anteriormente.
Unas generalidades que yo creo que no sobran, aunque parecen bastante obvias. La primera de ellas, la deslocalización de empresas es una decisión empresarial pura, sobre la que los agentes públicos, por lo tanto, solo pueden actuar indirectamente. Su origen está en el diferencial de coste de mano de obra entre países, incluso entre continentes. Por ello, su eliminación requeriría de un acuerdo internacional, incluso de una mayor efectividad de organismos como la Organización Internacional del Trabajo, que evitasen la explotación de la mano de obra en países subdesarrollados e incluso en vías de desarrollo.
Como consecuencia de esto, ¿qué capacidad tiene cualquier gobierno regional de incidir en este fenómeno nuevo como es la deslocalización? Pues yo creo que, como hemos dicho antes, de manera indirecta, una serie de consideraciones, como son el clima laboral, la calidad del servicio de la administración pública en su faceta reguladora, la existencia de mano de obra cualificada, la presencia de un tejido de empresas auxiliares próximas y de calidad, una ubicación competitiva desde un punto de vista logístico y de las comunicaciones, la propuesta por don Adolfo Barrena, que me parece importantísima, de valorización de los recursos endógenos, la posibilidad de acceder a ayudas públicas para la puesta en marcha de proyectos de inversión con creación de empleo, dentro del marco europeo de la libre competencia, la estabilidad política, económica y social, etcétera, etcétera.
Pero, una vez producido el fenómeno, ¿qué es lo que se puede hacer desde él? Me van permitir también que hable de unas cuantas generalidades para después concretar.
Quiero recordarles a ustedes que, en el ámbito estrictamente laboral, aquí se firmó el día 5 de febrero del año 2004 un acuerdo económico y social entre este gobierno y los agentes sociales. Me parece absolutamente importante leerles algo de lo que allí hay recogido: «el establecimiento de un sistema de fomento de empleo cuyas subvenciones tengan como destinatarias empresas que justifiquen el cumplimiento de acuerdos de fomento del empleo estable suscritos con la representación de los trabajadores, regulándose un sistema de reintegro de las subvenciones en supuestos de deslocalización -y esto aparece firmado ya el 5 de febrero del año 2004-, realizándose además el seguimiento en el seno del consejo de relaciones laborales; la potenciación de la formación profesional dirigida a aquellos sectores de actividad empresarial que demandan mano de obra cualificada; actuaciones de promoción y fomento económico del Gobierno de Aragón en base a tres objetivos: diversificación económica, crecimiento empresarial e interrelación de la economía». Todo esto aparece -vuelvo a repetirles- en el acuerdo económico y social del 5 de febrero del año 2004. Impulsar en la negociación colectiva acuerdos que garanticen la competitividad de las empresas, estableciéndose criterios de flexibilidad compatibles. Sí es verdad que a esto no ayuda mucho si legislamos de una manera, como se ha dicho aquí en algunas de las intervenciones, mejor o peor, porque podemos encontrarnos con la situación curiosa, que es la siguiente: que, según como legislemos, no haga falta que las empresas se vayan porque no vendrán.
Es verdad y es evidente y me gustaría resaltar que en todas las intervenciones del consejero de Industria y del consejero don Eduardo Bandrés han dicho dos cosas que me parecen muy importantes. Aquí se ha hablado en primer lugar de un problema comarcal. Y es verdad: hay un problema en la comarca por la desaparición de unos cuantos puestos de trabajo. Y han hablado de una cosa que se llama objetivo prioritario de este gobierno. ¿Qué significa para sus señorías objetivo prioritario? Que no hace falta partida presupuestaria para un objetivo prioritario, porque todo el presupuesto está para dar cobertura política y económica a ese objetivo prioritario. Me parece algo importantísimo. ¿Qué quiere decir que sea objetivo prioritario? Pues que van a encabezar un movimiento político-técnico, pero encabezar quiere decir en unión con los agentes sociales de la propia comarca y de todo Aragón; por algo está aquí don Antonio Cosculluela, alcalde de Barbastro, que no está a título personal, sino que quiero creer y me creo que está en representación de la unanimidad de toda la corporación y de todos los agentes sociales de Barbastro.
Dicho eso, si ya tenemos un objetivo prioritario y si además -lo han vuelto a repetir los consejeros- se van a dedicar todos recursos económicos y humanos para la reubicación y solución de los problemas personales, que es el punto importante que quería oír (doscientos setenta y un problemas personales, con nombres y apellidos cada uno de ellos), es evidente, por tanto, señorías, que el Grupo Socialista no se puede ir contento, porque aquí hay una diferencia fundamental con el señor Lafuente. Nosotros no nos iremos contentos nunca en un problema en Aragón mientras haya un solo parado. Pero es evidente que sí nos podemos ir tranquilos, porque, mire usted, de las intervenciones que hemos oído aquí, reconocemos, entendemos y creemos que hay un equipo de gobierno que va a hacer todo lo humana, política y económicamente necesario para intentar solucionar el problema, y que, además, lo van a hacer incluso con ustedes, que les tengo que agradecer el ofrecimiento que han hecho, porque este es un problema que trasciende las diferencias políticas, que las seguimos teniendo.
Le voy a apuntar un solo detalle -no me resisto a hacerlo-. Cuando dice usted que cuanta mayor inversión mejor, etcétera, etcétera, le voy a decir algo de multinacionales. Mire: Enron, Arthur Andersen, Dynegy, Adelphia, WorldCom, Xerox, Merrill Lynch, Tyco, QWest, Merck, Global Crossing, Bristol-Myers y un larguísimo etcétera que iremos conociendo, ya que, según la agencia Weiss Ratings, al menos un tercio de las empresas que cotizan en bolsa americanas han presentado resultados fraudulentos a la hacienda pública americana, de manera que Barton Biggs, de la Banca Morgan, ha dicho que «sabíamos que estábamos en un casino de juego, pero creíamos que no se hacían trampas». Eso lo ha dicho la Banca Morgan. Desde luego, no tiene nada que ver con el Grupo Socialista, se lo estoy leyendo aquí. También el Premio Nobel Stiglitz, cuyo último libro está abriendo los ojos, dice que el sistema económico occidental patrocinado por Estados Unidos es un capitalismo de amiguetes. ¿Le suena a usted, señor Lafuente, esto del capitalismo de amiguetes? A nosotros, viendo la historia económica de estos últimos años del país, nos parece que esto no lo escribían de Estados Unidos, sino de alguno más.
Por lo tanto, señorías, por centrarnos otra vez en este tema en concreto de lo que hay aquí, es verdad que es un problema serio, es verdad que es un problema del que además no tenemos competencias directas, y es verdad que es un problema en el que los socialistas, aun no teniendo competencias directas, queremos asumir las indirectas, porque justamente, en nuestro programa político, el primer objetivo no es ni siquiera el trasvase del Ebro, es acabar con el paro. Y, como aquí hay un problema de paro, es evidente, por tanto, que con lo expuesto aquí por el señor consejero don Eduardo Bandrés y don Arturo Aliaga... Yo quiero resaltar lo que han dicho: objetivo prioritario para el Gobierno de Aragón. Todos entendemos lo que significa un objetivo prioritario, por lo tanto, cuento con todos y cada uno, contamos con todos y cada uno de sus señorías para que, junto con el gobierno, podamos intentar poner toda la carne en el asador para resolver este grave problema.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor presidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Piazuelo.
Para finalizar ya la comparecencia, tienen la palabra los señores consejeros.
El señor consejero de Economía, Hacienda y Empleo (BANDRÉS MOLINÉ): Sí, gracias, señor presidente.
Gracias a los portavoces de los grupos parlamentarios del Partido Aragonés y del Partido Socialista, y, bueno, yo creo que han puesto sobre la mesa, efectivamente, señor Ruspira, lo que son también las intenciones y las propuestas que en esta comisión hemos querido presentar desde el Gobierno de Aragón.
Compartimos esa visión de que las empresas aragonesas están más ancladas en nuestro territorio y, por lo tanto, es más fácil encontrar puntos de conexión y de relación entre el gobierno, esas empresas, los agentes sociales y las propias autoridades locales. La toma de decisiones efectuada en nuestra comunidad es muy distinta que si se hace fuera de ella y, por lo tanto, lógicamente, aun cuando hayamos dado algunas referencias sobre el fenómeno de las nuevas empresas que han venido a Aragón, lo que pretendía demostrar el consejero Aliaga es que tenemos un caso de deslocalización, que es este que estamos abordando hoy, pero tenemos muchos otros de empresas que vienen aquí a Aragón, a invertir, empresas multinacionales, empresas extranjeras que han elegido Aragón como lugar donde realizar sus actividades productivas. Pues esto ponía de manifiesto que, bueno, no tenemos que tampoco desesperarnos, en sentido global o colectivo, ni tenemos que ser pesimistas por la situación que en este momento vivimos.
En términos globales, los indicadores y los resultados demuestran que hay muchas más empresas que vienen aquí de las que se han ido de aquí. Y que se ha creado mucho más empleo del que se ha distribuido en el sector industrial por las empresas extranjeras durante los últimos años, y en buena medida ha sido gracias a la labor que se ha ido efectuando, desde los diferentes departamentos del Gobierno de Aragón, para convencer, para traer esas empresas, para demostrarles que invertir aquí es positivo.
Pero somos bien conscientes -y no lo hemos hecho explícito pero lo hacemos ahora- de que, efectivamente, la base del tejido productivo empresarial de Aragón son los emprendedores aragoneses, y, por lo tanto, todas las actuaciones y medidas, pequeñas, que alguno puede entender que son actuaciones pequeñas las de apoyo a las pymes, de innovación y diseño, de mejora de la competitividad, de nuevos sistemas de tecnologías de información... Todo eso puede parecer pequeño, pero, a la larga, es lo que configura un tejido industrial sólido, diversificado y capaz de afrontar situaciones de crisis, porque, en esas situaciones de crisis, uno se está jugando algo más que las situaciones o las decisiones de localización industrial que se toman a miles de kilómetros de distancia.
Mire: creo que nosotros tenemos un cambio de escenario en los últimos años en el mundo, y este cambio de escenario no es específico de España, sino que es un cambio de escenario que afecta a todos los países desarrollados y que es un cambio de escenario que exige nuevos modelos de crecimiento, no basados tanto en la competitividad en costes de producción sino en las mejoras de la productividad.
Y la mejora de la productividad pasa, fundamentalmente, por factores que todas sus señorías aquí han puesto de manifiesto: la innovación, la formación y el capital humano, las cuestiones relacionadas también con los ámbitos de la logística, del marketing, en definitiva, de los activos intangibles que forman parte también de la competitividad de las empresas, las infraestructuras públicas también. Todo ello es lo que finalmente determina que, de ser un país o de ser algunos países donde estábamos compitiendo con patrones de comercio exterior basados en costes laborales más bajos y, por lo tanto, en costes, en precios de venta más baratos, vamos a pasar a ser un país que compitamos, quizás, posiblemente, ya en costes laborales no tan bajos, pero sí en condiciones de productividad mayores y mejores.
Por eso es tan importante afrontar también estos nuevos factores, estos nuevos esquemas de competitividad con recursos públicos, y por eso decíamos que es importante, porque, sencillamente, no es posible afrontar desde ninguna comunidad autónoma los recursos necesarios para duplicar el esfuerzo de investigación, innovación y desarrollo que tiene que hacer este país en los próximos cuatros años.
Y esto tiene que ser un objetivo social y colectivo de todos, porque ahí es donde -repito- está nuestra capacidad para ser competitivos no sobre bajos salarios y bajos costes de producción, sino sobre buenos salarios y buenos costes de producción también, sobre la base de una mayor productividad.
En definitiva, quiero agradecer a los grupos parlamentarios su disposición a colaborar con el gobierno. Nos sentimos totalmente concernidos con los trabajadores, con la ciudad de Barbastro, con la Comarca del Somontano de Barbastro, con el problema que en este momento estamos viviendo, y estamos, ya desde hace semanas, no ahora, implicados en la búsqueda también de soluciones que amortigüen los efectos de esta crisis que estamos viviendo en este momento en todos los frentes en los que tenemos instrumentos posibles, y son bastantes.
Ya he dicho antes que uno tiene que ser capaz de situar y de medir el margen de maniobra en las posibilidades y dentro de las limitaciones que tiene, pero, dentro de esas posibilidades, les puedo asegurar que es bastante amplio. Los resultados de atracción de empresas en los últimos años ponen de manifiesto que alguna cosa sabemos hacer los departamentos de Industria y de Economía a la hora de conseguir que empresarios, emprendedores, extranjeros o españoles, también, vengan a Aragón a crear puestos de trabajo.
Y, en este sentido, creo que Barbastro, con los apoyos concretos y específicos que hemos mencionado, y con algunos otros que habrá que poner sobre la mesa también con la colaboración de la administración central, de la diputación provincial, del ayuntamiento, etcétera, seamos capaces de resolver esta situación.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor presidente (BRUNED LASO): Muy bien.
Finalizada ya esta larga comparecencia, que creo que ha merecido la pena por el objeto de la misma, el cierre de la planta de SEB-Moulinex en Barbastro, finalizamos los puntos dos, tres y cuatro.
Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior.
Retomamos el tema del acta. ¿Alguna observación respecto del acta? Se entiende aprobada por asentimiento.
Ruegos y preguntas.
Antes de finalizar, me gustaría, aunque el diputado José María Becana ya se despidió en el último Pleno, como miembro de esta comisión, como presidente, agradecer la labor desarrollada como vicepresidente de esta comisión y desearle los mejores éxitos personales en su nueva andadura política.
Se levanta la sesión [a las diecinueve horas y treinta minutos].