La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Pregunta número 870/09, relativa a los derechos de las y los trabajadores del Salud que prestan servicios en el Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución, formulada a la consejera de Salud y Consumo por el diputado de la Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida de Aragón, señor Barrena Salces, que tiene la palabra para la formulación de la pregunta.
Pregunta núm. 870/09, relativa a los derechos de las y los trabajadores del Salud que prestan servicios en el Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución (CASAR).
El señor diputado BARRENA SALCES [desde el escaño]: Gracias, señora presidenta.
Señora consejera, ¿se está ejerciendo algún tipo de control desde su consejería para preservar los derechos de las y los trabajadores del Salud que prestan servicios en el Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución?
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor diputado.
Señora consejera, su turno de respuesta. Tiene la palabra.
La señora consejera de Salud y Consumo (NOENO CEAMANOS) [desde el escaño]: Gracias, señora presidenta.
Consideramos desde el Departamento de Salud y Consumo del Gobierno que todos los trabajadores del Servicio Aragonés de Salud, fundamentalmente estatutarios, que actualmente se hallan prestando servicios en el Consorcio mantienen la totalidad de los derechos, no existiendo hasta ahora ninguna constancia oficial de queja alguna al respecto.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señora consejera.
Señor Barrena, es su turno de réplica.
El señor diputado BARRENA SALCES [desde el escaño]: Gracias, señora presidenta.
Señora consejera, el que no haya una constancia oficial de queja no quiere decir que su departamento esté garantizando los derechos de las trabajadoras y los trabajadores: eso, simplemente, quiere decir que no se ha quejado alguno o alguna. Pero, que yo sepa, los derechos no van en función de que haya quejas o no: se garantizan.
¿Por qué le hago esta pregunta?, y trataré de que concrete usted más. Dice usted: el personal estatutario, que es el que presta servicios en el CASAR, en algunos de ellos. Por ejemplo, ¿puede usted decirme cuántos trabajadores estatutarios o trabajadoras estatutarias del Salud utilizan su día de libranza en los centros del Salud para acudir a los centros del CASAR, que también son del Salud? Porque, que yo sepa, a la libranza se tiene derecho, y no se debería permitir que esto ocurriera. Me encantaría que usted me dijera que ninguno, me encantaría, y de verdad que es lo que esperaría. Ahora bien, si está ocurriendo esto, que hay personal estatutario del Salud que está utilizando –algunos dicen «aprovechando»– su día de libranza, al que tienen derecho, para prestar servicios en el CASAR, que también es un centro público, aunque no haya habido una queja, su departamento no está garantizando su derecho a la libranza. Y ya no voy a entrar, si esto es así, en las cosas que se incumplen: directivas europeas, derecho al tiempo de trabajo, ley de prevención de riesgos laborales... Bueno. Entonces, de verdad que lo que espero es que usted me diga que ninguno, que no se da este caso, igual que espero que, si se da ese caso, sirva esta pregunta para que eso deje de pasar, porque creo que es la primera obligación.
Y a partir de ahí, si esto esta ocurriendo, también me gustaría que me dijera cómo se cumple la ley de incompatibilidades, y eso ya no es un derecho del trabajador o trabajadora, sino una obligación también de su departamento.
Por lo tanto, de verdad, señora consejera, sabiendo, como sabe usted, cuál es nuestra posición con el CASAR, nos gustaría quedar lo suficientemente tranquilos como para que este tipo de cosas no estén ayudando a tener todavía una visión más negativa que la que ya tiene Izquierda Unida del CASAR. Y eso es lo que le preguntamos.
Gracias.
La señora vicepresidenta primera (PÉREZ ESTEBAN): Gracias, señor diputado.
Su turno de dúplica, señora consejera de Salud. Tiene la palabra.
La señora consejera de Salud y Consumo (NOENO CEAMANOS) [desde el escaño]: Gracias, señora presidenta.
Cuando yo le he dado mi respuesta, lo primero que he dicho es que mantienen la totalidad de sus derechos. Y eso es lo que he contestado, diciendo que no nos consta que haya ninguna queja, pero no por parte de los trabajadores, sino tampoco por parte de los sindicatos, con carácter general. Porque usted sabe que, si hay algo que tiene una vigilancia y un control exhaustivo, es lo que hacen y los derechos que tienen los trabajadores, sean estatutarios, funcionarios o personal laboral.
El personal del Servicio Aragonés de Salud que desea trabajar en el Consorcio a tiempo completo, adscribiéndose a él, o a tiempo parcial lo hace legalmente, y lo hace porque quiere, y no se le obliga a nadie. Yo ya sé que el Consorcio no es santo de su devoción, pero eso es otra cuestión.
Es decir, nosotros estamos obligados a prestar asistencia especializada en todo el medio rural, o, al menos, en todo el medio rural que podamos. ¿Cómo? Con un nuevo modelo de organización y de gestión: Consorcio y personal laboral. Pero esto no quiere decir que, si hay estatutarios que, porque son de ese pueblo o de esa comarca, les gusta trabajar allí, les digamos que no. ¡Pues buenos están los tiempos como para, encima, decir: «no, usted no venga, que es estatutario, usted no venga, que es funcionario»!
No sé cómo piensa su señoría que podríamos resolver esto, pero, desde luego, no cabe la menor duda de que los derechos están garantizados. ¿Usted se imagina, señor Barrena, que en la Administración Pública el no cumplimiento se consintiese por parte de los trabajadores y, digo más, por parte de sus representantes sindicales, que no se respetaran los derechos? ¿De verdad que podemos creer eso? Yo creo que no.
En todo caso, pienso que, si usted tiene alguna información particular o duda sobre compatibilidades..., en fin, que, si el hecho de compartir dos puestos de trabajo le suscita alguna duda, con nombres y apellidos, nos lo diga, porque, con carácter general, el tema está perfectamente legal. Y, además, es que no lo podríamos hacer de otra manera, ni lo deberíamos hacer tampoco.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.