Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - Comparecencias del Justicia de Aragón

Comparecencia del Justicia de Aragón al objeto de presentar el informe extraordinario relativo al abuso del alcohol por los menores de Aragón

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 009 de Serie A (V Legislatura)
Intervinienen: Garcia Vicente, Fernando - Lacasa Vidal, Jesus - Labordeta Subias, Jose Antonio - Costa Villamayor, Montserrat - Ortiz Alvarez, Maria Angeles - Plantagenet-White Perez, Rosa

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Buenos días, señorías.
Si les parece, vamos a dar comienzo a la sesión de la Comisión [a las once horas y cinco minutos], que incluye hoy la comparecencia, a petición propia, del Justicia de Aragón, don Fernando García Vicente, al objeto de informar sobre el informe extraordinario relativo al abuso del alcohol por los menores de Aragón.
Yo, antes de darle la palabra, quiero saludar especialmente al Justicia en su primera comparecencia ante esta Comisión de Peticiones y Derechos Humanos de las Cortes. Yo sé que es voluntad del Justicia, así nos lo ha manifestado, el tener una relación estrecha, fluida y permanente con las Cortes de Aragón, y con esta Comisión de una manera particular. A nosotros nos honra y nos satisface enormemente ese interés, y queremos decirle también que es un interés compartido el tener una fluida relación entre las dos instituciones que representamos.
Acompaña al Justicia en esta comparecencia uno de sus asesores, don Francisco Polo Marchador.
Sin más, vamos a dar la palabra al Justicia de Aragón para que haga su exposición.

Comparecencia del Justicia de Aragón al objeto de presentar el informe extraordinario relativo al abuso del alcohol por los menores de Aragón.

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Muchas gracias, señora presidenta.
Con su venia, quiero, en primer lugar, manifestar que es la quinta vez que comparezco ante estas Cortes y que reitero ante todos ustedes mi deseo de comparecer de forma periódica para presentar otros informes especiales. Tenemos preparado uno sobre los montes, estamos trabajando en otro sobre la situación de los ruidos en Aragón y otro sobre temas relacionados con el medio ambiente, y no descartamos plantearnos el tema o hemos iniciado ya el estudio de temas como envejecimiento y despoblación rural en Aragón en su conjunto.
Además de eso, estaré encantado de comparecer de forma habitual para explicarles no sólo el informe anual, sino, al menos, otra vez todos los años para explicarles la situación en la que se encuentra la institución pasado un cierto período de tiempo.
El informe que hoy vengo a presentar, el resumen del informe que hoy vengo a presentar, del que ustedes ya tienen copia, es sobre el consumo abusivo del alcohol por parte de los jóvenes.
Debo decirles que la periódica aparición en medios de comunicación social de casos en los que estaban presentes jóvenes que habían tenido que ser ingresados en centros o establecimientos médicos, sujetos a coma etílico o a grave intoxicación, nos determinó a realizar este informe. Luego, la realidad de los hechos viene a confirmar que había un problema real, porque eran numerosos los casos que se habían planteado.
Quiero decirles que, además, detectamos ingresos en centros, pero que estos ingresos en centros eran de personas que se encontraban con intoxicación etílica aguda o en coma etílico, y esto no es sino la punta del iceberg de un problema muchísimo más grave, porque hay otros muchos jóvenes que, como veremos, también consumen y, sin embargo, no llegan a un estado tan grave.
Puedo decirles que, durante el año 1998, doscientos ochenta jóvenes ingresaron en algún centro público de Aragón con lo que, médicamente, se denomina «intoxicación etílica aguda» (algunos estaban en coma etílico, pero no todos ellos estaban en coma etílico). Por ejemplo, en el hospital Lozano Blesa ingresaron ciento treinta y cinco personas menores de veinticinco años, según los datos que ellos nos dan, y quiero decirles que, según ellos me indican, la mayoría de ellos fue en los fines de semana. En el hospital Miguel Servet entraron ciento veinte menores, en el concepto técnico de «menor», y, por ejemplo, como estamos en este momento en las fiestas del Pilar, quiero decirles que la víspera del Pilar entraron trece menores con intoxicación etílica aguda.
Los casos que se presentaron en Calatayud o en Huesca son menores que, en razón de la población y yo creo que por la situación sociológica, antes de llevarlos a un hospital se busca un médico amigo o se les lleva a la casa: en Calatayud, seis; en Huesca, fíjense, de veinticuatro que fueron al hospital San Jorge a lo largo del año con intoxicación etílica, once, casi la mitad, fueron menores, y en el hospital Obispo Polanco, entre catorce y diecisiete años (a pesar de que les pedimos una cifra igual a todos, no todos nos han contestado con la misma cifra, y yo se lo transmito tal y como me lo dicen ellos), siete casos, en el hospital Obispo Polanco, ingresaron en esta situación.
A esto hay que añadir los casos, que ustedes verán que están recogidos ahí, de otras localidades más pequeñas, en las que la Guardia Civil o la Policía Municipal se hicieron cargo de jóvenes que se encontraban en esta situación.
El segundo dato que hemos detectado es la edad de estos jóvenes. Según nos manifiestan, el 86% de los jóvenes entre quince y diecisiete años se reconoce como consumidor habitual de alcohol.
En cuanto al lugar y periodicidad del consumo, tres de cada diez jóvenes reconocen haber bebido «mucho» (técnicamente, es así); vulgarmente, reconocen haberse emborrachado el último mes antes de realizarse la encuesta. Un 37,6% reconoce consumir los fines de semana bebidas que denominamos «fuertes», con una graduación alcohólica superior al 22%, como pueden ser «cubatas» u otros licores, un 37,6%. Sin embargo, reconocen ser abstemios totales el 17% de los jóvenes, y un 33% reconoce que no bebe nada entre semana, pero que sí que beben los fines de semana. El 51% nos dice que comienza a beber en fiestas populares; el 20%, en fiestas escolares, y el 18%, en celebraciones familiares.
La edad, y éste es un dato que me parece interesante en este informe, la edad es de 13,9 años en los chicos y 14,8 en las chicas. En otras comunidades autónomas, todavía es inferior la edad en la que se empieza a consumir. El 80% de los jóvenes reconoce haber consumido alcohol antes de los dieciocho años, y, según estudios realizados (no sólo por nosotros, nosotros hemos utilizado estudios que han realizado otros organismos), entre los dieciséis y los veintiún años es la época en la que más se bebe.
Justifica el consumo de alcohol, en todo caso, el 10%, y rechaza el consumo excesivo del alcohol el 68,7%, y un 20% no nos da respuesta a la pregunta que se hace.
¿Están contentos los jóvenes con la información que tienen sobre los efectos perjudiciales del alcohol? Pues nueve de cada diez manifiestan que querrían tener más información. Para ellos, la familia y la escuela son las fuentes de información más importantes, con un 60% y un 30%, y los medios de comunicación social, el 25%.
Otras conclusiones que podemos sacar de este informe de una manera genérica es que, en general, los jóvenes beben los fines de semana y que, a pesar de la prohibición legal que existe de la venta de bebidas alcohólicas, los jóvenes no tienen ningún problema para tener acceso en la práctica a su adquisición y consumo.
Se plantearán ustedes: bueno, ¿y por qué interviene el Justicia en este tema? Pues el Justicia interviene como defensor de los derechos y libertades. Se lo habrán planteado algunos, algunos no querrían que hubiéramos intervenido en este tema, aunque, seguramente, ninguno de ustedes está en esa situación. Pues el Justicia justifica su intervención en que una de las funciones que tiene es la defensa de los derechos y libertades de los aragoneses, y el primer derecho que se tiene y se puede poner en riesgo con esto es la vida, la salud, la integridad física, la integridad moral.
Y, luego, también queremos verlo desde otra perspectiva completamente distinta, en la que incidiré luego: el derecho a una educación que tenga por objeto el pleno desarrollo de la personalidad y el derecho a la salud, que es como a mi juicio hay que enfocar esta materia.
El fenómeno del consumo de alcohol, a mi juicio, requiere una respuesta pública, pero pública en el sentido amplio del término «público»: de la polis, de la ciudad.
Yo querría, y así lo manifiesto y así lo he dicho siempre que he tenido oportunidad ante los medios de difusión social, llamar la atención. Lo primero que pretendemos con este informe es llamar la atención de la sociedad sobre el problema que hoy tenemos y que puede verse incrementado en el futuro y con consecuencias distintas. Por eso queremos que este informe sirva de aldabonazo, en primer lugar, a la sociedad, para que sea consciente del problema y tome medidas y exija la adopción de medidas para hacerle frente. Insisto en que ésta es la primera finalidad.
Pero creemos que, además de esto, siendo lo fundamental, hay que acudir también a los poderes públicos para que asuman una cierta responsabilidad en esta materia. Esta responsabilidad hay que pedirla en toda la escala de lo que es el funcionamiento de la Administración, desde los educadores, que tienen una importante función que cumplir, junto con la familia (probablemente son los que tienen más función que cumplir en esta materia), y, junto a ellos, hay que pedirlo también a los poderes públicos.
A los poderes públicos les pedimos dos cosas fundamentales: primero, que lleven a cabo una función preventiva, que, a mi juicio, es la más importante, una función preventiva informando y dando a conocer de los riesgos del alcohol. Y luego, con carácter subsidiario, aunque será imposible, es imposible, y ustedes lo saben igual que yo, cualquiera que sea el gobierno central o el gobierno municipal o el gobierno de la Diputación General de Aragón, que se pueda colocar un policía, un agente en la puerta de un establecimiento, en la zona donde se consume el alcohol para evitar el consumo. Hay que apelar a la conciencia social, a la educación, a la prevención de nuestros jóvenes, para que sean ellos los que se autoexcluyan de este consumo abusivo.
Pero hay que exigir también a los poderes públicos alguna participación en esto, por una parte, a través de la prevención, realizando campañas de prevención. Quiero decirles que son ciertas, hay que reconocer aquí públicamente que en los últimos años, en los últimos diez años, se ha mejorado muchísimo esta materia, tanto desde todos los poderes públicos (el Plan nacional de drogas, en la Diputación General, en todos los municipios) como en las mismas aulas, en colegios públicos y privados, se ha hecho una función importante sobre esto. Pero, a nuestro juicio, quizá debería haber un plan dentro de esta comunidad que coordinara y permitiera aprovechar mejor los recursos que ya se están utilizando (y, en todo caso, si fuera posible, aumentarlos) para sacarle mayor partido a los mismos.
Junto a este carácter preventivo y de establecimiento de este plan, nosotros creemos que también debe entrarse a legislar en esta materia. Yo creo que en nuestra comunidad autónoma, frente a trece comunidades que tienen legislación específica en esta materia, no hay ninguna norma especial que la regule, y yo creo que ha llegado el momento de que, quizá por parte de estas Cortes, se pida al Gobierno, de forma conjunta o separada, como ustedes lo quieran, y es una propuesta que les hago, el que se afronte el problema.
Nosotros somos conscientes de que hay que afrontar el problema, pero nosotros no asumiremos en ningún caso la labor del legislador. Nosotros creemos que tiene que haber una legislación específica, pero somos respetuosos con los criterios que estas Cortes determinen a la hora de cómo debe hacerse la ley.
Sin embargo, sí que quiero decirles que nos hemos permitido, puesto que tenemos la ventaja de que otras trece comunidades autónomas ya han legislado sobre esta materia, exponerles los distintos criterios que hay en otros lugares para que, dentro de esta comunidad, a la hora de hacer la ley, puedan ser tenidos en cuenta y valorados unos y otros a la hora de decidir cómo ha de hacerse.
Hasta ahora, hay un marco legal general, que empieza por la Convención sobre los Derechos del Niño, del año 1989, que exige a todos los países que la ratificaron, entre ellos España, que adopten medidas eficaces para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños, y, entre ellas, el alcohol. La Carta Europea sobre el Alcohol, adoptada en diciembre del año 1995 y aprobada por cuarenta y seis estados europeos (faltan tres por ratificar esta carta), establece que todas las personas tienen derecho a recibir una información y una educación válida e imparcial desde la infancia acerca de las consecuencias del consumo de alcohol sobre la salud, la familia y la sociedad. «Todos los niños y adolescentes [se dice en la declaración que se hace] tienen derecho a crecer en un medio ambiente protegido de las consecuencias negativas asociadas al consumo de alcohol y, en la medida de lo posible, de la promoción de bebidas alcohólicas», se lo digo textualmente.
Y, para el cumplimiento de este fin, establece una serie de estrategias: primera, informar sobre las consecuencias del consumo de alcohol en la salud de la familia y la sociedad y sobre qué medidas son eficaces para prevenir o minimizar el daño, creando amplios programas educativos que comiencen desde la primera infancia; segunda, promover entornos públicos, privados y laborales protegidos de accidentes, violencias y otras consecuencias negativas del consumo de alcohol; establecer y hacer cumplir leyes que disuadan eficazmente de conducir bajo los efectos del alcohol; promover la salud controlando la disponibilidad, por ejemplo, para la gente joven e influyendo en el precio de las bebidas, dice esta recomendación, por ejemplo, mediante impuestos, y aplicar controles estrictos reconociendo las limitaciones y prohibiciones exigentes en algunos países sobre la publicidad directa o indirecta de bebidas alcohólicas y garantizar que no haya formas de publicidad específicamente dirigidas a los jóvenes.
Junto a esta legislación de carácter internacional, que, como ustedes ven, es amplia, hay una legislación estatal, pero la legislación estatal (por eso es importante, a mi juicio, que haya una legislación propia de esta comunidad autónoma) se ciñe a unos temas muy concretos y específicos, y, a mi juicio, por eso es francamente insuficiente: el Reglamento general de policía de espectáculos establece una prohibición general de acceso y permanencia en lugares públicos y de despacho de bebidas alcohólicas a menores de dieciséis años, no dice nada más; la Ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana considera que el incumplimiento de esto, fíjense, es sólo una infracción leve, ni siquiera una infracción grave; la Orden de 7 de noviembre de 1989 del Ministerio de Educación y Ciencia prohíbe la venta de alcohol y distribución de tabaco y otras bebidas alcohólicas en centros educacionales de carácter público, pero no dice otra cosa.
La publicidad, como ustedes saben, está recogida en una norma específica que vino a trasponer la Directiva europea de 1994, que establecía unos criterios estrictos en función de las personas a las que podía ir dirigida: a los menores de edad, los mensajes que debía evitar (éxito, mejora de rendimiento o propiedades beneficiosas) o los fines que no ha de perseguir, como fomentar el consumo moderado u ofrecer una imagen positiva del alcohol.
Bueno, decimos que en nuestra comunidad no hay nada, pero ¿qué es lo que hay en España, en otras comunidades? Pues hay trece comunidades que ya han regulado la materia. Alguna de ellas, como los catalanes, que lleva regulándola diez años, que han hecho hasta tres normas distintas. La verdad, hay que decir que prácticamente sólo Aragón actúa con el límite de los dieciséis años en todo caso; todas las comunidades que tienen regulación específica actúan con un límite más alto, como es el de los dieciocho años.
Y pasemos, digamos, a estudiar estos límites.
Todas las normas, todas las legislaciones autónomas tienen una prohibición genérica de consumo de alcohol para jóvenes, tanto en consumo como en dispensar, tanto de forma mediante pago como de forma gratuita, porque la trampa es decir «no, que yo le he invitado», compra el mayor e invita al joven... Está prohibido, pagando y de forma gratuita.
En ninguna región, excepto en Castilla-La Mancha, se fija qué es bebida alcohólica. Pero fíjense en que, cuando lo fija, Castilla-La Mancha considera que es bebida alcohólica aquella que tiene un índice superior de alcohol al 1%, o sea, que el límite es muy bajo.
Respecto a la edad, la mayoría de las comunidades fijan la edad mínima en los dieciocho años. Algunas comunidades (sólo Valencia, Galicia y Castilla y León) la rebajan a los dieciséis, si bien la elevan a los dieciocho cuando se trata de bebidas alcohólicas con graduación superior a los dieciocho. Como aquí no tenemos tal legislación, que es la general, hay que decir que en esta materia estamos peor que cualquiera de las otras trece comunidades autónomas.
Mención aparte merece la regulación catalana, y además me parece original y me parece digna de estudio la solución que otorga: eleva la edad a los dieciocho años cuando se trata de bebidas con graduación superior a los veintitrés, y considera que, cualquiera que sea su graduación, no puede venderse o suministrarse en la franja horaria que va desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana.
Junto a la prohibición de venta y suministro de bebidas alcohólicas en los términos expuestos, distintas legislaciones prohíben la venta a adultos cuando están en lugares donde hay un grupo importante de jóvenes. Así, en los centros educativos en los que asisten menores de edad, en los establecimientos, recintos, espacios o locales que, por las actividades y servicios que ofrecen, están preferentemente destinados a un público compuestos por menores de dieciocho años.
Las legislaciones más recientes (la catalana, la última ley, la de 1998, porque han legislado tres veces, la última de 1998 y la primera de 1985) introducen otro elemento más para limitar el consumo de alcohol, que yo someto a su consideración: el motivo de seguridad pública, porque han comprobado (se dice en la exposición de motivos de la ley) que, especialmente en la franja horaria que va desde las doce a las seis o a las ocho de la mañana, los desórdenes públicos y los disturbios que pueden producir tienen en muchos casos causa inmediata en el consumo inmoderado del alcohol.
Yo les presento aquí una lista, que puedo reproducir en algunos puntos, de medidas que la Generalitat permite adoptar, de conformidad con el ayuntamiento respectivo, para limitar el consumo de alcohol cuando haya riesgo de alteración del orden público, y va desde las veintitrés horas a las ocho horas del día siguiente cuando lo establezcan las ordenanzas municipales por razón de seguridad pública, y luego establece una serie de baremos según el grado de alcohol, limitaciones de carácter distinto que yo someto a su consideración.
La prohibición de publicidad de alcohol ha sido, a mi juicio, bien regulada por la legislación del País Vasco, que tiene una ley del año 1998. Dice que no podrá estar dirigida especialmente a las personas menores de edad ni, en particular, presentar a los menores consumiendo bebidas alcohólicas; que queda prohibida la utilización de la imagen y la voz de menores de edad en la publicidad de bebidas alcohólicas, no pudiendo aquéllos protagonizar ni figurar en los anuncios publicitarios; que no deberá asociarse el consumo de alcohol a una mejora de rendimiento físico, a la conducción de vehículos o al manejo de armas, ni dar la impresión de que dicho consumo contribuye al éxito social o sexual, ni sugerir que tiene propiedades terapéuticas o un efecto estimulante o sedante o que constituyen un medio para resolver conflictos; tampoco podrá asociarse este consumo a prácticas educativas, sanitarias o deportivas; no deberá estimular el consumo inmoderado de bebidas alcohólicas u ofrecer una imagen negativa de la abstinencia o de la sobriedad, ni subrayar como cualidad positiva de las bebidas su alto contenido alcohólico. Hay otras medidas que ustedes tienen en el informe y que, por no cansarles, no voy a repetir.
Luego, no sólo limita la publicidad a través de medios de comunicación social, sino que se hace referencia a la publicidad exterior, mediante vallas u otros medios. En general, está prohibida excepto cuando esta prohibición se hace con señales indicativas propias de puntos de producción o venta legalmente autorizados.
Y, en cuanto a la publicidad interior, y esto me parece significativo, establece unos límites cuando prohíbe la publicidad -por ejemplo, a través de buzoneo- cuando está destinada a un público compuesto predominantemente por menores de dieciocho años, en las instalaciones, centros deportivos, sanitarios, docentes o sus accesos, en los cines o salas de espectáculos (excepto en la última sesión), en el interior de los transportes públicos, en las estaciones o en locales destinados al público de los puertos o aeropuertos. Y, como digo, prohíbe la distribución mediante buzoneo o por correo, por teléfono y, en general, mediante mensajes que se envíen por cualquier sistema a domicilio (habría que pensar, en este sentido, en Internet).
En cuanto a emisiones radiofónicas y televisivas, queda prohibida la emisión de publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco desde los centros emisores de radio y televisión ubicados en el País Vasco en el horario comprendido desde las ocho a las veintidós horas.
Trata también de evitar el tema de la publicidad encubierta, y prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas o tabaco con ocasión o mediante patrocinio de actividades deportivas, educativas, culturales o sociales, o a través de promociones tales como concursos, rifas u otras formas similares de inducción al consumo.
Y, por último, tienen aquí las recomendaciones, tienen este informe, las recomendaciones que el Justicia se permite hacer, insistiendo en que hay una recomendación general que dirige a la sociedad de que sea consciente y asuma la gravedad del problema.
Lo que proponemos al Gobierno de Aragón, a título de recomendación, es que utilice las facultades que le concede el artículo 15 del Estatuto de Autonomía y presente en las Cortes un proyecto de ley que regule la venta y consumo, la publicidad y la promoción de bebidas alcohólicas a menores de edad, ya sea en el marco del proyecto de ley integral de drogodependencias o como un texto normativo independiente; que elabore y apruebe el plan autonómico sobre dependencias como instrumento básico para la coordinación de las actuaciones de prevención en el ámbito de la comunidad autónoma, y que, tras la plena asunción de competencias en materia de educación no universitaria, se continúen e intensifiquen en los centros escolares de nuestra comunidad autónoma los programas de prevención del consumo de alcohol, en el marco de la educación para la salud.
Quiero decirles que me parece importante que este informe que he realizado lo conozca el mayor número de centros escolares, y lo he enviado a todos los centros escolares que hay en Aragón, tanto públicos como privados, para que los docentes, los que están más en contacto con los chicos, sean conscientes del problema y tengan acceso a la información que, de forma resumida, les he dado hoy a ustedes.
Y, con mucho gusto contestaré a todas las preguntas y a todas las observaciones que ustedes quieran hacerme.
Muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Muchas gracias.
Vamos a dar ahora la palabra a los portavoces de los grupos parlamentarios. Si ningún portavoz quiere que se suspenda la sesión, pues no hacemos ese trámite.
En primer lugar, en nombre del Grupo Mixto, damos la palabra, por un tiempo de diez minutos, al diputado don Jesús Lacasa.

El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señora presidenta.
Desde Izquierda Unida de Aragón, queremos saludar al Justicia y agradecerle especialmente la presentación de este informe. Yo creo que es un buen aldabonazo en las conciencias no sólo de la cámara, sino que, por la repercusión que esta cámara tiene como resonancia en el conjunto de la comunidad autónoma, seguramente va a llegar a más ámbitos de los que podría llegar en otra instancia.
El informe que usted nos plantea yo lo veo, en todo caso, como una pieza de un puzzle más amplio, es decir, yo creo que la pieza del puzzle es aquella pieza que corresponde a una sustancia que, por decirlo de alguna manera, es una de esas sustancias que producen placer inmediato o son placenteras en lo inmediato pero tienen contenidos nocivos para la salud en un plazo temprano, medio y largo, en función de las distintas patologías que pueden presentarse, dicho, así, muy sucintamente.
Pero ésta es una pieza que debe ir acompañada de otras piezas, porque hay muchas más sustancias de éstas que producen estos efectos, es decir, que son consumidas, porque, si no, ¿por qué serían consumidas si la gente sabe que, en principio, plantean algún problema? Pues son consumidas porque provocan algún tipo..., que esto también habría que reflejarlo para entrar en la psicología de por qué los menores, y en general la población, consume determinadas -llamémosle- drogas en un momento determinado.
Digo que también es una pieza porque durante mucho tiempo, excesivo tiempo, en nuestro país se ha distinguido con esa rotundidad y esa contundencia entre drogas legales y drogas ilegales, y se ha establecido y yo creo que ha anidado en la conciencia popular. De hecho, una parte de las encuestas que usted refleja en el informe así lo acreditan, cuando dice que los padres consideran que el consumo de alcohol es menos importante, menos grave, que el consumo de otras drogas. Yo creo que eso es revelador de que en nuestro país ha habido una doble moral, y sigue existiendo en estos momentos, con respecto a considerar que las drogas son muy negativas, pero que otras drogas, sin embargo, bueno, no son tan negativas, y, en todo caso, están asentadas o arraigadas en los hábitos sociales. El alcohol y el tabaco, básicamente, son drogas legalizadas y que, en principio, nadie tiene..., bueno, hay unas limitaciones legales, pero todos sabemos que se burlan de cualquier manera; sin embargo, hay otras drogas que son ilegales, y esas drogas también plantean problemas.
Yo creo que es bueno todo lo que hagamos por avanzar en romper un poco estas barreras tan arbitrarias y tratar de una forma completa, compleja, el problema de estas sustancias, que son atractivas por algunas condiciones de las mismas, pero plantean daños graves a la salud de las personas.
Por eso, ya me adelanto a pronunciarme en dos o tres sentidos. Uno, que yo no descarto, es más, creo que son positivas las medidas de prohibición que se plantean, y hay que incidir en ellas en la medida en que otras legislaciones lo están planteando. Pero siempre tenemos que ser conscientes de que la prohibición no va a ser freno suficiente para continuar consumiendo, es decir, conocemos todos que ha habido hasta la prohibición absoluta de alcohol, y eso lo hemos conocido en los años treinta en Estados Unidos, y no evitó, evidentemente, el consumo de alcohol. Por lo tanto, es una parte importante, y para los menores, evidentemente, tiene que continuar habiendo unas medidas claras de prohibición de venta y dispensación, como se plantea; pero, probablemente, porque, como usted ha dicho, no se puede poner un policía en cada puerta de establecimiento ni se puede controlar a los miles de jóvenes de la comunidad autónoma, no basta con las medidas prohibitivas o incluso con las que dificultan la publicidad y la promoción, que también estamos de acuerdo.
Hay que ir a otro tipo de medidas, que usted también lo apuntaba, que son todas las medidas de carácter preventivo, y además van en la línea de dar instrumentos a las personas, formación... Por supuesto, hay que tutelar a los menores más que a las personas más adultas, pero hay que dotar de elementos de interpretación de la realidad a las personas para que puedan adoptar sus criterios, porque, al final, las decisiones que se van tomando van en función de esa información que uno va teniendo, y yo creo que es ahí donde más hincapié tenemos que hacer: en que los menores tengan desde tempranas edades, porque el problema hay que empezar a atajarlo pronto, esto está claro, porque también hay datos que revelan que cada vez se ha anticipado más la edad para entrar al consumo tanto de alcohol como de otro tipo de drogas, y, por lo tanto, hay que empezar pronto esa tarea pedagógica en la familia, en la escuela, en toda la sociedad, en definitiva, para que se sea consciente de que una cosa que, en principio, es muy alegre y muy risueña, plantea o puede plantear muchos problemas.
Por lo tanto, creo que es ahí donde hay que marcar el hincapié, y, además, hacerlo de una forma integral, viendo la relación del alcohol con todas las demás drogas, porque yo creo que es la forma correcta de hacerlo. Y, por eso, ya me pronuncio favorablemente desde mi grupo a lo que dijimos ya en las Cortes de Aragón y le planteamos al anterior gobierno: una proposición no de ley que mi grupo, junto con otros grupos de la cámara, impulsó, de forma que debía haberse presentado durante el año noventa y ocho ese referido proyecto de ley que abordase las drogodependencias en general y viese el alcohol, pero viese el resto de drogas que plantean problemas, que unas están prohibidas, pero no por estar prohibidas dejan de ser difundidas, otras son legales, como es el caso del alcohol y el tabaco, pero plantean también sus problemas, como estamos viendo en estos momentos.
Por lo tanto, yo creo que hay que abordarlo de una forma integral para que no se reciban flases discontinuos, sino que, sobre todo en el ámbito al que queremos dirigirnos, que son los menores, tengan una información completa en la escuela, en la familia, en la sociedad, en definitiva, sobre todo el abanico de drogas que hay y sobre los problemas que plantean y sobre cómo pueden prevenirse estas conductas y pueden plantearse a través del plan, que yo recojo.
Y creo que es lo lógico que haya un plan unificado de la comunidad autónoma en esta materia, que coordine las políticas de las distintas administraciones que operan en nuestro territorio. Es fundamental la cooperación interadministrativa, es esencial en este capítulo, ver qué hacen los ayuntamientos, cómo se coordinan. El ejemplo de la legislación catalana puede ser un buen ejemplo de cómo se pueden coordinar comunidad autónoma, Administración de la comunidad autónoma y ayuntamientos, sobre todo.
Y en esa línea creo que debemos caminar: en la línea de exigir al Gobierno. Yo creo que ni siquiera haría falta ya volver a aprobar una proposición no de ley, porque deberíamos dar por supuesto que la voluntad de la cámara que expresamos en la anterior legislatura, a la vista de este informe, no se puede ni se debe ver modificado un ápice, y, por lo tanto, debemos exigir al Gobierno -es una opinión de mi grupo parlamentario- que se presente cuanto antes este proyecto de ley de drogodependencias, porque yo creo que hay que verlo desde una perspectiva global y romper definitivamente esa visión de drogas buenas, drogas malas, drogas prohibidas, drogas legales, sino analizarlo y, sobre todo, dejar caer el peso en la prevención, en la responsabilidad de los individuos. Y, por supuesto, en los casos en los que no se pueda llegar a tiempo, porque siempre habrá casos en los que no se podrá llegar a tiempo para prevenir, habrá que asistir y habrá también que dotar de medidas asistenciales adaptadas también a la edad de los pacientes, en este caso, de las personas, de los jóvenes menores que planteen problemas incluso de adicción u otros problemas graves.
Pero creo que ése sería un poco el resumen de nuestra posición: asumir el informe como un elemento muy positivo, que es una llamada de conciencia; integrarlo en una visión que nuestro grupo cree que debe ser más amplia, más orientada al tratamiento en general de las sustancias que plantean problemas de toxicidad, y reclamando al Gobierno con prontitud ese proyecto de ley de drogodependencias, que entre en la cámara cuanto antes, que lo podamos tramitar y que de ahí dimane un plan autonómico de tratamiento de estas materias que coordine todas las actuaciones y nos permita estar en cabeza de las comunidades autónomas que más se están moviendo en esta dirección.
Nada más.
Agradecer al Justicia su informe y esperar que venga muchas veces por esta Comisión a traernos similares informes, que creo que son muy interesantes.
Muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Muchas gracias.
¿Quiere contestar individualmente? Pues vamos a darle la palabra si quiere hacerlo así.

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Muchas gracias, señora presidenta.
Señoría, agradezco mucho sus palabras y estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho: educación integral de la salud, prevención de drogodependencias, como se ha apuntado, que no es la única droga, y que esto no es más que una parte del problema.
Quizá haya que insistir en ello porque ha habido una mentalidad del alcohol «mejor, antes» y se ha pasado de consumo del vino y la cerveza al vodka y bebidas duras, y eso ha cogido a los jóvenes sin asimilar la cultura tradicional de la sociedad española.
Y, luego, creo que hay que tener esperanza en estas labores de prevención. Oí ayer en algún lugar, en las noticias, en algún sitio, que se ha hecho una experiencia piloto en algún lugar de España sobre nueve mil jóvenes y se ha detectado, pasado un período de tiempo, que se había conseguido que, al menos, un tercio de los jóvenes retrasaran dos años su contacto con el alcohol. Bueno, no es la situación ideal, pero a veces lo óptimo es enemigo de lo bueno y que hay que optar por lo bueno antes que lo óptimo.
En todo caso, muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Muchas gracias.
Damos ahora la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, al diputado José Antonio Labordeta.

El señor diputado LABORDETA SUBÍAS: En primer lugar, como todos, darle la bienvenida a esta Comisión y decirle a don Fernando García Vicente que yo creo que ésta es una batalla muy dura, muy difícil, y yo diría que, casi de entrada, la tenemos medio perdida.
Precisamente, el mismo día que yo recibía el informe suyo, por muchas marquesinas de autobuses de Zaragoza aparecía una impresionante publicidad respecto a una bebida alcohólica escocesa y además completamente manipulada: al final, en la base de la botella, se veía como una cámara de fotografía diciendo que, con aquello, se podía ver el mundo de una manera más maravillosa, y eso estaba en todas las marquesinas zaragozanas. Y esta mañana, viniendo hacia aquí, pues veía también un anuncio impresionante en una de las calles, con un anuncio de ron, uno de los rones más importantes que hay en el mundo. Entones, yo creo que es una batalla muy dura, muy difícil y, además, complicada de solucionar.
De todas maneras, yo querría decir también, como lo ha hecho el diputado de Izquierda Unida, que creo que el informe es excelente. Y además, como yo soy abstemio, bastante abstemio, porque no me gusta el alcohol, pues lo he confrontado con gentes de las que han pasado por situaciones dolorosas y doloridas, y lo han encontrado, francamente, un informe espléndido, un informe muy bueno y muy completo.
El informe, a mí, me ha estremecido un poco, porque las cifras son muy duras y, cuando las lees así, fríamente, pues... Hombre, tu puedes pasar por una calle una noche de viernes y ver gente y chicos armando lío, pero, realmente, luego, cuando eso lo compruebas en cifras, te estremece bastante.
Bueno, es normal que los jóvenes se emborrachen o tomen alcohol el fin de semana, y parece ser que, cada día, por ese intento de que consuman más alcohol, algunos lugares de ocio, algunos bares inventan los métodos para que los chicos beban, y lo hagan, sobre todo, de una manera muy enloquecida, porque los chavales muy jóvenes tienen que estar en casa a las diez de la noche, y, entonces, se inventan sistemas por los que, por mil pesetas, hasta las seis de la tarde pueden consumir todo lo que quieran... El famoso juego de la oca, es decir, juegan a la oca y, según, si van de oca a oca, beben más o beben menos... Es decir, chicos que a las ocho de la tarde pueden tener un «cogorzón» increíble.
Y, realmente, uno se queda asombrado, porque todo eso lo sabe el personal de la calle y, sin embargo, parece ser que las autoridades no lo entienden muy bien. Son cosas que yo creo que habría que empezar a tomarlas muy en serio, porque son, un poco, lo que decía el diputado de Izquierda Unida: son el principio, porque, además, es a los más jóvenes a los que se les habitúa a este sistema.
Entre las cosas curiosas, a mí me ha hecho gracia lo de Huesca, que se emborrachan el jueves. Parece como cuando las chicas de servicio salían en Zaragoza los jueves por la tarde para salir con los militares... Yo pregunté por qué, y ya me explicó mi compañera Costa que los estudiantes salen el jueves porque el viernes se marchan ya, viven fuera de Huesca y se vuelven a sus sitios de residencia (Barcelona, Zaragoza, etcétera).
Las cifras de consumo son verdaderamente asombrosas, pero, bueno, todos sabemos que en España, efectivamente, se bebía mucho vino, y ahora, como usted ha dicho, empiezan a beber alcohol, que es lo más tremendo.
Creo que hay una cosa importante también, y es que yo creo que los hospitales no dan cifras de aquellos muchachos que no entran en coma pero sí entran con borracheras, a los cuales les ponen una inyección de B12, se les soluciona la borrachera, los mandan a casa y no constan para nada en ningún lado. Es decir, son chicos y personas mayores que, cuando llegan allí, les ponen esta famosa inyección de B12, se les pasa la borrachera y, cuando se les pasa la borrachera, los mandan a casa tranquilamente.
Yo creo que, efectivamente, tenemos que diferenciar entre el bebedor de fin de semana, que coge una borrachera por cualquier cosa, y el alcohólico. Yo creo que la borrachera es un accidente y el alcoholismo es una enfermedad. El problema es el de siempre, es decir, ¿se puede pasar de la borrachera semanal, a través del hábito de beber poquito a poquito, hasta llegar al problema del alcoholismo? Bueno, yo creo que sí, es decir, que tampoco es que signifique que todos los chicos que se emborrachan los fines de semana van a ser alcohólicos el día de mañana, pero la verdad es que cada vez los chicos entran más jóvenes en el mundo del alcohol y, entonces, es más difícil retener luego y, posiblemente, es mucho más fácil que lleguen al camino del alcoholismo, porque entran de una manera más joven y, sobre todo, porque entran en esa situación de que, gracias al alcohol, se sienten más hombres o más mujeres, se desinhiben de muchos problemas que tienen, se lucha contra la timidez, se liga mejor, etcétera, etcétera, todas estas cosas que se están vendiendo.
Hay un problema, y es que yo creo que, efectivamente, en España, cuando se encuesta a los padres, yo creo que todos lo vemos así: aceptamos mejor el alcohol que el resto de las drogas. Es decir, si en un sitio hay alguien fumándose un porro, rápidamente, el camarero o dueño del local comenzará a llamarle la atención y posiblemente hasta lo echarán del sitio; pero, sin embargo, puede seguir consumiendo alcohol de una manera descarada y nadie le dirá absolutamente nada. Es curioso que, posiblemente por la cultura mediterránea, nosotros tenemos una permisividad con el alcohol que no tenemos con otras drogas, y, sin embargo, yo creo que, al final, ambas drogas pueden producir el mismo mal o no producir ningún mal, depende del consumo que se haga de ellas.
Cuando llega usted a las soluciones, hay dos encuestas que usted hace, una en la página ochenta y uno y otra en la página ochenta y cuatro; la de la página ochenta y uno es la que hacen a los chicos jóvenes, a la gente joven, y la de la página ochenta y cuatro es la que hacen a los padres. Es curioso que los chicos piden información, educación, sanciones a ventas de menores y alternativas de ocio. Es decir, los chicos, fundamentalmente, están pidiendo que haya campos de recreo, que puedan ir a jugar al fútbol..., es decir, que haya alternativas de ocio, mientras que los padres son más radicales y piden supresión de la publicidad, piden mucha información y prevención.
Realmente, éste es un problema que la asociación de exalcohólicos lo tiene muy claro: es muy difícil para los familiares enterarse de cuándo un hijo o un padre o una madre están entrando en el campo del alcoholismo, porque el alcohólico no es un borracho, el alcohólico está en un grado de semiinestabilidad, pero va a su trabajo, cumple, etcétera, y entonces, poco a poco, va entrando en el alcoholismo.
Ellos piden cursillos. Ya vemos en su informe que han hecho cursillos intensivos a los alumnos, cursillos a profesores. Y una pregunta que yo haría sería: ¿quién hace esos cursillos?, ¿interesa que lo hagan técnicos, o también sería interesante que fueran rehabilitados?, porque, posiblemente, los rehabilitados les producirían un efecto mucho más impactante a los chicos. Es decir, que, de pronto, un rehabilitado le cuente su experiencia como alcohólico, cómo ha ido llegando a esa situación, cómo ha salido de ella y lo doloroso que ha sido para él y para su familia salir de esa situación, posiblemente sería muy interesante utilizarlos, y, además, yo estoy convencido de que ellos estarían dispuestos a acudir a colegios, a muchos sitios, a hablar de la prevención del alcohol.
Hay otra manera también que yo creo que es, un poco, igualar la campaña antitabaco que se ha hecho en el mundo, estamos viendo cómo cada día hay menos fumadores. Pues también se podría decir que en las bebidas alcohólicas se podría poner y recordar que el consumo de alcohol produce enfermedades muy graves, que produce cirrosis, pancreatitis, cáncer de boca y faringe. Es decir, que produce enfermedades graves; quizá, aparentemente, muy dramatizado, pero la verdad es que eso, a la larga, se produce.
Y, luego, tenemos un problema muy grave: se gastan varios cientos de miles de millones en Toledo, en el tratamiento de parapléjicos, víctimas de accidentes de tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol. Yo creo que esto es una cosa también nos deberíamos tomar muy muy en serio.
En la Carta Europea, precisamente hay un punto que dice: «apoyar las organizaciones no gubernamentales y los movimientos de autoayuda». Curiosamente, en Zaragoza y en Aragón hay una agrupación, que se llama Asarex, y que no saben muy bien por qué no reciben ningún tipo de ayuda del Ayuntamiento de Zaragoza para todas sus actividades, y sí lo reciben del Ayuntamiento de Huesca y del Ayuntamiento de Teruel. Realmente, uno se queda un poco asombrado.
Bueno, lo más asombroso, al final, es pensar que en Aragón no hay una legislación respecto al problema de la drogodependencia. Yo creo que usted lo plantea de una manera muy clara, la recomendación final de su informe es decir que tenemos que sacar adelante esa ley de regulación de venta, consumo, publicidad y promoción a menores de edad y el plan autonómico sobre drogodependencia. Yo, sobre eso, insisto un poco también en lo que ha dicho el diputado de Izquierda Unida, y es que yo creo que había que coger todo tipo de drogas, no solamente el alcohol, sino coger también todo el tipo de drogas que se pueden utilizar alrededor.
Y ya que está usted aquí, decirle que yo personalmente y nuestro grupo también, esperamos pronto ver un informe sobre el alcoholismo laboral y otro informe sobre uno de los alcoholismos más dramáticos que hay en España, y que además debe ser de los más difíciles de controlar, que es el alcoholismo femenino.
Muchísimas gracias, y nada más.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Gracias.
¿Quiere usted también contestar?

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Gracias.
Comparto con usted la dificultad de enfrentarse a este problema, porque algunos jóvenes consideran que ésta es una forma de liberación y por ahí se introducen en este camino.
Pero, sin embargo, creo que debemos hacer todo lo que podamos. Es como cuando una persona está enferma y al final muere: cuando uno ha hecho todo lo que ha podido, lo ha llevado a un hospital, lo ha atendido, tiene la sensación de que, por su parte, se ha hecho todo lo que se puede.
Yo creo que, como usted dice, hay resultados en el tabaco y en otros casos que hacen presumir que puede haber un resultado. Sobre el tabaco, en Estados Unidos es espectacular cómo ha bajado el consumo de tabaco gracias a la concienciación social que se ha producido y que está mal visto el fumar en gran parte de la sociedad americana. Pero yo creo que, en esto, hay algo que hacer y que todo lo que hagamos no será lo óptimo, pero podemos hacer lo bueno.
Recojo sus sugerencias y las tendré en cuenta. Me parecen muy interesantes muchas de ellas.
Yo quiero apuntar una cosa que no he dicho antes: la relación entre el alcohol y el consumo de drogas. En este informe no lo tratamos directamente, pero, mire, por la experiencia que yo tengo de mi actividad anterior, un 30% aproximadamente de los delitos que se cometen los cometen personas que tienen relación con el mundo de las drogas. Es que la gente no se mete heroína hoy en día, la gente pasa de la «litrona» al hachís, del hachís al speed y del speed a la heroína, y hay un camino que se inicia por el consumo de alcohol que lleva en muchos casos más lejos y hacia otras drogas. Por eso es tan importante lo que han dicho ustedes de alcohol y drogodependencias, porque el alcohol es un camino hacia otras drogodependencias también.
Con relación a alcohol y los vehículos, completamente de acuerdo con usted. Mire, conozco un forense que hizo un estudio durante un determinado período de tiempo sobre los fallecidos por la noche en accidentes de circulación. No tuvo trascendencia porque esto tenía unas consecuencias desfavorables a la hora de que las víctimas cobraran seguros o no, pero a mí me decía cómo la mitad de las extracciones de sangre que había hecho daban positivo en accidentes de circulación mortales durante la noche. Entonces, tiene mucha importancia el tema del alcohol también para otras personas que, a partir de dieciocho años, ya pueden conducir.
Con relación a Asarex, comparto lo que usted dice, lo bien que están trabajando. Nosotros colaboramos asiduamente con ellos, tenemos contacto con ellos y colaboramos.
Y lo de la rehabilitación que usted dice, que sean otros, también me parece que es así como se está haciendo por asociaciones de ex alcohólicos. A lo mejor, con jóvenes, esto es algo más difícil, pero, si se encontraran voluntarios... De hecho, en el Proyecto Hombre contra las drogas son los mismos que han salido los que se comprometen formalmente con el proyecto para explicarles cómo se combaten las vicisitudes que lleva todo el proceso de desintoxicación.
Y me parecen muy interesante las sugerencias que me hace usted sobre el alcoholismo laboral y el alcoholismo femenino. Le aseguro que lo estudiaremos como un informe especial o como un informe parcial, porque yo estoy convencido de que es muy importante y de que también tiene consecuencias muy importantes en accidentes laborales, en problemas conyugales, con los hijos, de malos tratos... Yo creo que un porcentaje importante de los malos tratos está relacionado muchas veces con el tema del consumo de alcohol, por eso me parece que es un elemento desencadenante de otros problemas posteriores que merecería la pena estudiar, y, además, yo creo que no está estudiado directamente.
Muchas gracias, en todo caso.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): En nombre del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, tiene la palabra la diputada Montserrat Costa.

La señora diputada COSTA VILLAMAYOR: Gracias.
Sean el Justicia y su asesor bien venidos a esta Comisión.
He leído con interés el informe. Me parece, como han dicho, que es un aldabonazo a la sociedad, un aldabonazo también a todos nosotros, sobre un tema del que debemos preocuparnos.
A mí me choca que, de quince a veinticuatro años, el 80-90% haya bebido, y que haya casi la misma proporción de mujeres que de hombres; ahí nos estamos igualando, hay muy poco diferencia. Hay doscientos ochenta y nueve jóvenes ingresados con intoxicaciones etílicas graves..., es tremendo el problema.
Hay algo que me ha chocado, y es que la demanda de auxilio aumenta en enero y abril. Es algo que dejo como un interrogante, porque en enero puede ser por las fiestas, pero, en abril..., pues yo no sé si es que la primavera realmente influye en la juventud tanto, hasta ese punto, pero es curioso.
Yo querría incidir en la importancia, como ha dicho ya, del alcohol y los accidentes de tráfico. La primera causa de mortandad hoy día entre jóvenes son los accidentes de tráfico, y siempre relacionado con el alcohol. Yo, cuando venía ahora de viaje desde Huesca, oía que cuatro jóvenes de Cataluña, de madrugada, se habían empotrado en un camión, y los cuatro, muertos. En la provincia de Huesca, cuando son las fiestas en verano y en otoño y primavera de los pueblos, siempre leemos esquelas de jóvenes que han muerto de madrugada mientras iban a su casa desde la fiesta del pueblo cercano.
No solamente influye para la persona que conduce, sino que, si chocan con otro coche, también para las personas que van en el otro coche, que muere muchísima gente que no ha bebido y que paga las consecuencias de estos jóvenes que han bebido, aparte de todo el gasto médico, como ha dicho, y de todas las lesiones tan horrorosas que les quedan a ellos.
Es un tema, para mí, importante, y la información que se diera, que yo creo que es necesaria y la primera base de información a los jóvenes, creo que debería ser mucho más dura. Debería tener unas diapositivas donde se explicara realmente adónde lleva el alcohol: enfermedades, accidentes... No solamente esta información y estos cursos que se están dando, pero de una forma blanda, donde los jóvenes se ríen y donde dicen: bueno, esto es gracioso, yo podré con ello y yo lo superaré...
Entiendo también que se empieza desde jóvenes y, como usted ha dicho muy bien, luego, cuando se llega a mayores, en una encuesta que hizo Feaccu sobre mujeres maltratadas, en un porcentaje altísimo eran hombres que bebían alcohol. El problema de las mujeres que beben es también grave, pero lo hacen más disimuladamente, se nota menos y, no lo sé, puedo estar equivocada, pero me da la impresión de que es más soterrado.
Respecto a las legislaciones, mire usted, yo tengo una duda. Yo estoy de acuerdo en la necesidad de un proyecto de ley, de nuestra autonomía y que sea global con las drogodependencias o no. Pero, en este informe, yo le encuentro a faltar algo: ¿se ha hecho un estudio de las autonomías que tenían esas legislaciones?, ¿cómo era el alcohol en la adolescencia en esas autonomías?, ¿había disminuido porque esas leyes, en vez de dieciséis, pasaban a dieciocho años o porque se prohibiera en un tiempo, desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana?, ¿era el mismo? Eso yo lo encuentro a faltar.
Las legislaciones, si no las hacemos cumplir, sirven de poco, y me temo que, en el caso del alcohol de los adolescentes, lo mismo la nacional, que tal vez usted considera que no se ajusta demasiado y que tendríamos que sacar la nuestra, a mí me parece que, si se hiciera cumplir, tal vez sería ya suficiente. Pero no tenemos, y esto sí que me parece importante, ni vigilancia ni controles ni acciones punitivas fuertes, y eso lo están pidiendo los jóvenes también.
Por lo tanto, yo no sé si desde los ayuntamientos o desde dónde tendría que partir. Yo conozco, en Huesca, que actualmente hay un juego donde el que tarda más en emborracharse recibe un premio, y donde se están vendiendo copas mucho más baratas en horas tempranas a niños que se están acostumbrando. Allí no hay ningún tipo de control ni de multas, nada.
Entonces, yo encuentro a faltar en este informe esos datos de legislaciones autonómicas, porque se le da mucha importancia en sus propuestas a ese tema -y estoy a favor, yo estoy por una ley autonómica-, pero, si no la vamos acompañando de lo que he dicho antes, no nos servirá de nada.
Entonces, basaría mi propuesta o demanda sobre una información bastante dura y donde se interrelacionara la familia con las escuelas y con los ayuntamientos, con cursos duros a la gente joven, que supiera realmente, y, aparte de las legislaciones, con unas acciones punitivas y de control más fuertes que las que tenemos actualmente.
Muchas gracias, y bien venido de nuevo.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Tiene la palabra el Justicia.

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Muchas gracias, señora Costa.
Le agradezco sus palabras y estoy de acuerdo en lo que me dice y, más aún, por ejemplo, lo que dice del alcohol en determinados lugares como en la provincia de Huesca, lo comparto y lo conozco completamente. Huesca tiene un problema que no tiene, por ejemplo, Zaragoza, que es que la mayoría de la población vive en el mundo rural y, para divertirse, los fines de semana se tiene que desplazar a otras localidades distintas, y eso hace que necesariamente tenga que utilizar el coche. Por Zaragoza se puede ir andando, en transporte público, en taxi...; pero un chico de según qué pueblos de la provincia de Huesca no tiene otro acceso que su propio coche.
Y eso tiene reflejo en la práctica. Puedo decirle que, por ejemplo, sobre seiscientos delitos en el juzgado de lo penal, un tercio fueron de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas; doscientos, que es un porcentaje muy alto, y es por eso: no es que la gente beba más, es que la gente usa el coche los fines de semana para desplazarse en mayor medida, y eso hace que haya que asumir un riesgo mayor, porque ese desplazamiento en condiciones difíciles hace que el riesgo de accidentes de circulación sea más grande.
Yo comparto, vamos, todo lo que usted ha dicho en ese sentido. Lo que pasa es que éste es un tema en el que nos hemos planteado exclusivamente el tema del consumo de alcohol en jóvenes.
Pero una cosa he dicho: que el Justicia tiene posibilidades de hablar a veces con gente y tal, con el ministro del ejército, y le he dicho: ¡hombre!, ¿por qué no se plantea también en este país que sea delito, igual que es delito la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por qué no es delito también utilizar armas bajo la influencia de bebidas alcohólicas? Cazadores o policías o militares o guardas de seguridad, porque, si el medio es peligroso y se puede causar daño, ¿por qué no se plantea esto? Y eso yo lo he dicho a todo el que ha tenido algún caso en el que he intervenido directamente, un caso que el otro día se resolvió en el Tribunal Supremo. ¿Y no puede ser? Habría que plantearse eso también en la sociedad. O sea, que hay muchas cosas en las que se puede actuar.
Yo estoy completamente de acuerdo con usted respecto a lo que ha dicho, y además conozco su postura hace tiempo con relación a este tema: no bastaría con que hubiera una ley, hace falta que exista un deseo político de cumplirla. Ha habido experiencias en las que, cuando se ha intentado controlar el consumo de alcohol... Por ejemplo, el tema de horarios, usted lo sabe, pues se derribó la puerta del Gobierno Civil de Huesca, y eso provocó la manifestación más importante en plan reivindicativo que ha habido probablemente en Huesca en mucho tiempo, y hay que afrontar aquello. Pero hay que decir que, frente a los intereses de un grupo determinado de personas, que es movido por unos intereses probablemente económicos, el resto de la sociedad tiene derecho a que se le proteja y a que se cuide de la salud y de la integridad de las personas, y, con el coste que tenga -que algún coste tendrá-, hay que pensar en el beneficio de la mayoría.
Y me pregunta qué consecuencias ha tenido en las comunidades el cambio de legislación. Supongo que buena, pero reconozco que no le puedo dar más datos, lo lamento. Si quiere, lo buscaré y le diríamos cómo ha funcionado, pero créame que no lo tenemos, nos centramos en esto y ya no buscamos más datos. Yo, si los tengo, se los haré llegar.
Muchas gracias, en todo caso.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Gracias.
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la diputada María Angeles Ortiz.

La señora diputada ORTIZ ÁLVAREZ: En primer lugar quiero, en nombre del Grupo Socialista, dar también la bienvenida al Justicia a esta Comisión de Peticiones y Derechos Humanos.
Para nuestro grupo es importante que haya una gran fluidez entre el Justicia y las Cortes, concretamente con esta Comisión, y esperamos y deseamos, con la colaboración entre todos nosotros, que cada uno, desde su responsabilidad, sea constante a lo largo de toda esta legislatura y podamos trabajar en conjunto.
Nos presenta hoy un informe sobre un tema tan preocupante como es el consumo abusivo del alcohol por los menores. Precisamente, estos días estamos acabando la semana de las fiestas del Pilar, y sabemos que son momentos en los que ese problema se manifiesta con mayor crudeza, si bien es cierto que yo, consultando algún dato -no sé si será fiable o no, pero creo que lo es bastante-, en este Pilar, de momento, hasta la fecha ha descendido el porcentaje de atención de intoxicaciones etílicas en los centros, concretamente, de Zaragoza. Lo que pasa es que todavía nos queda un fin de semana por delante, que empezará -supongo- esta noche, y ya veremos cómo acaba.
Aunque sea así, en este momento no podemos cerrar los ojos ante este problema, y por eso quiero, en primer lugar, felicitarle en nombre de nuestro grupo por haber tenido la iniciativa de elaborar el informe sobre este tema.
Es cierto que el uso abusivo del alcohol es un problema que afecta a muchas personas en nuestra sociedad y que es efecto y causa de otros muchos problemas sociales y económicos. Nos preocupa lo que de fenómeno social tiene, pero somos particularmente sensibles a su incidencia entre la gente joven, ante todo.
Nos han impresionado realmente algunas de las cifras del informe que usted ha elaborado, como el altísimo porcentaje de consumidores de alcohol que se da entre los jóvenes en la franja de edad entre los quince y diecisiete años, que ronda el 86%, que es escandaloso y preocupante; el descenso continuo en la edad del primer consumo, que hoy se sitúa entre los catorce años para hombres y quince para mujeres, y la frecuencia de los episodios de consumo abusivo y excesivo del alcohol; que los momentos en los que se produce el consumo juvenil de bebidas alcohólicas se desarrolle en un tiempo tan limitado como es en los fines de semana y festivos. Y también es preocupante y quiero destacar algún dato más en este apartado, porque me parece muy significativo, y creo que debe ser objeto de reflexión por parte de todos: que el consumo de alcohol tiene en los jóvenes un fuerte componente social, siendo determinante la influencia del grupo de amigos, y muchos chicos y chicas viven su relación con el alcohol con una actitud de dependencia, si no física, sí psicológica, y necesitan el alcohol incluso para su autoafirmación personal, sobre todo en la relación social.
Estamos viviendo una realidad social que afecta a nuestros menores y un fenómeno que va en aumento y que todavía, desde la sociedad en su conjunto y desde las instituciones, no hemos sabido controlar, ni tampoco hemos sabido trasladar a los jóvenes consumidores la gravedad del problema y las consecuencias que puede acarrear este tipo de consumo de alcohol.
En nuestro grupo pensamos que debe darse cumplimiento a la legislación vigente, pero, conscientes del vacío legal que existe en nuestra comunidad, este grupo sí está dispuesto a abordar las iniciativas legislativas necesarias para afrontar este problema y, de forma específica, el de los menores. Sabemos, además, que el actual Gobierno tiene una sensibilidad especial acerca de este tema de menores y que se está trabajando en la elaboración del proyecto de ley de drogodependencias en Aragón.
Todos somos conscientes de que, además de la existencia de una legislación y otras medidas concretas, sólo con las leyes no se consigue el objetivo de atajar el consumo abusivo de alcohol en menores. Será necesaria, pues, una colaboración entre las distintas administraciones, llegando esta colaboración hasta los ayuntamientos más pequeños de toda nuestra comunidad, porque, como decían antes, el problema de los pueblos, que yo lo conozco bastante, cada vez que se acercan los períodos de fiestas todo el pueblo tiembla, a ver cómo llegan sus hijos y nuestros hermanos a casa. Es un problema realmente preocupante.
Desde nuestro grupo pensamos también que, además, es fundamental tratar este tema desde la educación, como usted apunta en su informe, llevándose a cabo una educación preventiva, que es fundamental, no con actuaciones puntuales, sino con un planteamiento continuado que englobe desde la formación del profesorado hasta la información y la sensibilización de los padres, contando siempre, creemos nosotros también, con los profesionales de la sanidad, que tienen que estar involucrados en el tema educativo.
Creemos que sólo desde el trabajo en conjunto de administraciones, grupos políticos, educadores, sanidad, familia y de nuestros propios jóvenes, podemos conseguir, si no erradicar este problema, al menos mejorarlo y disminuirlo en las proporciones en las que se está llevando a cabo, y trabajar todos juntos para que este problema pueda mejorar.
Nada más, y muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Tiene la palabra.

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Agradezco el estudio que ha realizado de nuestro informe y comparto plenamente todo lo que dice, de arriba abajo.
Me satisface saber que ha descendido algo el consumo de alcohol, aun con la prevención que usted hace de que falta un fin de semana.
A lo mejor es que desde hace algún tiempo ha aumentado la sensibilidad en la sociedad aragonesa por este tema, y entre todos, educadores, médicos, que han hecho manifestaciones en varios casos, estas Cortes, la misma recepción de este informe de alguna manera ha podido contribuir en esto. Si fuera así, quiere decir que vamos por el camino positivo.
Le agradezco la sensibilidad hacia el problema, como grupo que apoya al Gobierno, y que esté dispuesta a asumir iniciativas legislativas para regular esta materia e impulsarla. Me alegra saber que el Gobierno está trabajando ya en una ley sobre drogodependencias. Y creo, en este sentido, como usted ha dicho, que es bueno que haya un consenso social fuera de esta casa; pero también es bueno que haya, con posibles discrepancias, un consenso dentro de esta cámara a la hora de admitir la necesidad de regular esta materia, teniendo en cuenta, como bien ha dicho usted, y comparto su criterio, que esto, sobre todo, es una labor en todo caso preventiva, es una labor preventiva y de educación para la salud de nuestros jóvenes.
En todo caso, muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): En nombre del Grupo Popular, tiene la palabra la diputada Rosa Plantagenet-White.

La señora diputada PLANTAGENET-WHITE PÉREZ: Gracias, señora presidenta.
El Grupo Popular da la bienvenida, como todos los demás grupos, al Justicia a esta Comisión de Peticiones y Derechos Humanos en su primera comparecencia en esta legislatura.
Nuestro grupo está dispuesto a trabajar y a realizar una labor reflexiva, profunda y seria y de estrecha colaboración con el Justiciazgo en aras a facilitar la transformación de la sociedad aragonesa en una sociedad mejor.
Al ser la última intervención la de nuestro Grupo Popular, voy a redundar en una serie de posiciones que han hecho los grupos anteriores, pero, dada la gravedad del problema que ustedes nos plantean, no voy a omitirlas.
Le felicitamos por el riguroso informe que nos ha presentado sobre el consumo abusivo del alcohol, por su estructura, su documentación, sus datos, y las conclusiones que nos ha aportado, que ahora pasaremos a comentar. Pero, sobre todo, yo le quiero felicitar por plantear sobre la mesa un problema grave y terrible, diría yo, para esta sociedad. Estamos necesitando de voces de alarma a la sociedad y a sus representantes sobre un problema que está minando las vidas de nuestros jóvenes, de sus familias, y que está impidiendo el desarrollo y su capacitación como ciudadanos libres, los está esclavizando a una sustancia que los destruye. Estos jóvenes, sin lugar a dudas, serán los hombres y las mujeres del mañana y tendrán una sociedad que padecerá las consecuencias de una enfermedad crónica, degenerativa y progresiva que se ha infiltrado en ellos.
Yo creo que en este asunto no valen sólo palabras. Tenemos que aunar esfuerzos y luchar de una manera decisiva y contundente para erradicar esta plaga devastadora que estamos padeciendo, el alcohol, una droga socialmente tolerada.
Yo voy a retomar sus conclusiones, y en la primera nos aporta unos datos sobre el estudio realmente alarmantes: que el 87% de los jóvenes consuman alcohol de forma habitual; que se inicie el consumo entre los trece años en los varones y quince en las hembras; que los patrones de consumo sean especialmente de fines de semana y como relación social; que haya episodios de consumo excesivo y borracheras.
Creo que se advierten o tendríamos que analizar dos aspectos totalmente diferenciados: en primer lugar, lo que es el consumo de una sustancia nociva que afecta a la salud, y un segundo aspecto sobre el consumo por parte de los jóvenes, que es qué justifica esta actitud y qué o quién la incentiva.
Sobre el primer aspecto, que es el consumir una sustancia nociva, yo quiero reafirmar con toda contundencia que el alcohólico es un enfermo y que el alcohol es una droga, y yo creo que hay que ser muy rigurosos con esta verdad. Comenta usted en algún apartado que el consumo medio es de ciento treinta y dos gramos semanales de alcohol y que supone alrededor de unas dieciséis cervezas u ocho cubatas. Si este consumo medio es semanal, se puede dar a lo largo de la semana o bien en patrón de fin de semana, y si el 87%, según datos, está consumiendo este consumo medio semanal, estamos claramente ante una situación de salud individual o drogadicción y, dada la magnitud de las circunstancias, un problema de salud pública.
En los primeros apartados de su informe redacta perfectamente el efecto que tiene el alcohol sobre el organismo a nivel físico: nos plantea la afectación del hígado, del páncreas, del músculo cardíaco. Yo creo que esto es muy importante y que, además, tiene un coste personal y social impresionante. Pero a mí me parece mucho más importante el efecto que tiene el alcohol sobre el sistema nervioso central: el alcohol actúa sobre las neuronas, desorganiza el funcionamiento y las facultades mentales están alteradas, se alteran de una manera transitoria en las intoxicaciones agudas, pero de una manera permanente en el consumo crónico de alcohol. Entonces, no podemos olvidarlo, el hombre es lo que son sus neuronas, y, si estas neuronas están afectadas y se están afectando de una manera progresiva, vamos a tener unas personas que, poco a poco, van a tener alterados estos centros superiores y con alteraciones mentales consistentes.
Nuestros jóvenes y adolescentes todavía tienen células neuronales en procesos de maduración, y la afectación de una sustancia tóxica en estas neuronas es mucho más lesiva que en la edad adulta. Estamos viviendo en una sociedad con la máxima contradicción, muy preocupada por la formación-instrucción de sus jóvenes, como nunca, pero, en cambio, estamos permitiendo, justificando e incluso tolerando que se lesione el instrumento que le permite adquirirla: su cerebro y sus neuronas.
Además, no estamos previendo las consecuencias de este abuso. Yo creo que la velocidad, las prisas y el presente nos lo están impidiendo. Pero el final probable de estos individuos, después de una vida de sufrimiento para él, para su familia y para la sociedad, es la demencia alcohólica. Yo he trabajado siempre con dementes, y, desde luego, la demencia tipo Alzheimer es muy famosa, tiene mucha propaganda, pero la demencia tipo alcohólica es el final de esta gente que consume alcohol, que, desde luego, tiene las mismas características y los mismos comportamientos que todas las demencias, y, evidentemente, es la alteración y el caos del funcionamiento neuronal y el caos del hombre como ser superior.
¿Qué está justificando esta conducta? Yo creo que existen tres aspectos que lo indican. En primer lugar, yo creo que es el consumo masivo de bebidas alcohólicas asociadas al tiempo de ocio como instrumento de relación social, la evasión de la realidad y, por supuesto, la sociedad de consumo. La sociedad de consumo está incitando a beber más y más y a consumir y consumir para ganar dinero y para que se beneficien las multinacionales, los intermediarios y, por último, los expendedores. Estamos viviendo en una sociedad de consumo y el alcohol no deja de ser otro. Nuestros jóvenes no están siendo educados para el ocio y el tiempo libre, ni para disfrute de otro tipo de actividades como el deporte, sino que realmente están educándose para el consumo. Y claro que es cierto que tengan que evadirse de esta realidad; estamos en una sociedad muy competitiva, con muchísima presión, y son organismos inmaduros que no están soportando esta aceleración y que son incapaces de sufrir psicológicamente los procesos de adaptación. Sin embargo, como contradicción, nunca en épocas anteriores ha habido una cuota de bienestar como la que hay ahora, pero esta sociedad solamente potencia valores individuales; en cambio, olvida potenciar valores de grupo, de relación, donde las habilidades sociales de los seres se desarrollen. Por eso está necesitando desinhibidores para relacionarse y para favorecer esta capacidad de relación.
Choca fundamentalmente, en el informe que usted nos da, la percepción de los menores y de los adultos, que dice que justifican en parte el consumo de drogas de comercio legal y que los factores que más influyen en mantener esta actitud son el sexo y el propio consumo. Ciertamente, el propio consumo es lo que más justifica la tolerancia, y lo redacta muy bien en una frase que dice: «porque es una droga». La droga no la puedes controlar porque lo primero que hace es impedir que desees que la controles. Estamos ante una droga, y la visión tolerante por parte de los chicos, de los jóvenes y de la sociedad no hace sino agravar la situación.
La segunda conclusión es que, a pesar de la prohibición, que usted hace legal, de las bebidas alcohólicas a menores de dieciséis años, éstos no tienen prácticamente dificultades en adquirirlas. Ciertamente, porque la prohibición está y se da en los establecimientos, los bares y en los pequeños comercios, pero la obtención de estas bebidas se está dando masivamente en las grandes superficies, camuflada y disfrazada como compra hacia el hogar, se la están suministrando sus hermanos mayores o sus amigos mayores. Y además hay una fuente de suministro importante dentro del hogar; nuestros hogares tienen alcohol, los adultos tenemos alcohol y la familia está dando ejemplo de consumo de alcohol.
Hace muy poco, yo hablaba, a propósito del informe, con un psiquiatra que trabaja con familias y con pacientes alcohólicos, y me decía una frase que me parece muy importante. Dice: «no se sabe lo que bebe el hijo porque, normalmente, no se sabe lo que bebe el padre ni la madre».
Se ha incrementado muchísimo el consumo de alcohol por parte de la mujer, sobre todo la mujer dentro del hogar, de una manera mucho menos pública porque, normalmente, es menos aceptable y este hábito se disfraza muchas veces con consumo de bebidas alcohólicas de baja graduación, especialmente la cerveza, que parece una bebida natural, suave e, incluso, últimamente he estado viendo que están diciendo que, terapéuticamente, hasta es buena para la salud.
Hoy traigo aquí una cita que me ha parecido muy significativa, de Santiago Ramón y Cajal, en un libro que tiene muy bueno, El mundo visto a los ochenta años, en 1934. Dice así: «Odio la cerveza, el excitante de los fríos cerebros hiperbóreos, cuyo uso incomprensible en España, patria de los mejores caldos, constituye una de las más ridículas y perjudiciales tiranías de la moda». Efectivamente, estamos ante una moda, y, dada la distancia en el tiempo, podríamos aplicarla a la sociedad actual.
Y ya, por último, nos habla de la prevención como tercera conclusión. Nos indica que es necesario fomentar actividades de ocio y tiempo libre como factores preventivos. Yo tengo que añadir que es difícil incentivar a unos jóvenes que no están motivados en actividades de ocio y tiempo libre, lo refleja su informe; los propios jóvenes no manifiestan, como solución alternativa al abuso del alcohol, el tener actividades de ocio y tiempo libre.
Yo apuntaría, dada la gravedad de esta situación, que la prevención tiene que venir desde la sanidad y desde la educación. La sanidad, como una prevención a una enfermedad crónica, con campañas de salud dirigidas especialmente a los jóvenes y detección de factores de despiste, que normalmente encubren comportamientos alcohólicos. Y, desde la educación, desde dos frentes: la escuela y la familia.
Dar información, evidentemente que hay que dar información, estamos en una sociedad de la información; pero, como decía anteriormente la diputada del PAR, la información tiene que ser real, contundente, que manifieste claramente que estamos ante una droga y que realmente vean las consecuencias de este consumo.
Es francamente bueno el trabajo que nos presenta en el anexo del doctor Juan Cobo y del doctor José Anso, que habla sobre el alcohol y el tráfico, el consumo, cómo condiciona y cómo padecen los jóvenes estas lesiones por consumo de alcohol en la conducción.
Yo creo que hay que informar, evidentemente, pero yo creo que hay que enseñar a consumir y, sobre todo, hay que enseñar a controlar. Y para enseñar a controlar hay que enseñar unos valores, que son difíciles, y estamos en una sociedad que difícilmente los está asimilando.
Nos parece clave, y termino ya con esto, el cumplimiento de sus tres recomendaciones, tanto en la elaboración del proyecto de ley que regule la venta y el consumo como el plan autonómico sobre las drogodependencias, y que se intensifiquen en los centros escolares los programas de prevención.
El Grupo Popular está totalmente decidido a que estas recomendaciones suyas se lleven a cabo por el Gobierno de Aragón, y, desde la oposición, estaremos vigilantes y denunciaremos, si llega el caso, su incumplimiento.
No queda más que agradecer al Justicia su trabajo, su comparecencia, y animarle encarecidamente a que siga en esta línea de trabajo y que sus aportaciones nos ayuden a mejorar Aragón.
Muchísimas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Tiene la palabra para contestar.

El señor Justicia de Aragón (GARCÍA VICENTE): Muchas gracias, señora diputada.
Le agradezco mucho el estudio que ha hecho y la profundidad de todas sus afirmaciones. Se nota que usted es una experta profesionalmente en estos temas y que, además, tiene experiencia sobre todos ellos.
Es verdad que el alcohólico, a partir de un determinado momento, es un enfermo, y por eso, lo que hay que procurar es evitar que se llegue a esa enfermedad.
Es cierto lo que usted dice, tengo también experiencia, de la relación entre enfermedades mentales y personas con una dependencia alcohólica grande durante un determinado período de tiempo.
Me parece muy revelador lo que ha dicho sobre la afectación que tiene el alcohol sobre el sistema nervioso, en especial en los jóvenes, que tienen las neuronas en fase de formación. Y esa idea, que nosotros también apuntábamos, de que es un problema educacional; que tiene sentido facilitar datos, pero que lo que no tiene sentido es que se esté permitiendo que esa maquinaria que es el cerebro, que tira de la persona, sea perjudicada. Estoy de acuerdo con lo que usted ha dicho sobre la educación para el consumo.
Y no he hecho referencia al informe que el profesor Cobo ha hecho, pero me parece muy revelador. No lo hemos recogido aquí porque esto es una visión práctica, pero se lo hemos dado a los colegios para que a los alumnos les planteen cosas reales.
Hay un dato que me parece muy significativo de su informe. Una conocida marca de automóviles alemana hizo un estudio, que costó doscientos cincuenta mil millones de pesetas, para conseguir que el tiempo transcurrido desde el momento en que una persona pisaba el freno hasta que se transmitía la frenada a las ruedas se redujera a un segundo. Eso ha costado doscientos cincuenta mil millones de pesetas. Pues, bueno, convendría que los jóvenes supieran que, si se toman un vino, ese segundo en la reacción lo pierden; que cada coche de esa marca alemana tiene un recargo en el precio durante cinco años de trescientas mil pesetas -me parece que es así- por haber conseguido reducir ese segundo, y que eso es un vino. Un vaso de vino en una persona supone una disminución de la reacción en ese segundo, un único vaso de vino. Me parece que es un dato muy significativo. Y, como eso, se aportan otros datos.
En todo caso, muchas gracias.

La señora presidenta (GALLIZO LLAMAS): Muchas gracias.
Yo creo que, con esto, damos por finalizada la comparecencia del Justicia, a quien agradecemos de nuevo su presencia hoy aquí, así como a los portavoces de los grupos sus intervenciones.

Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior.

Teníamos, en el primer punto del orden del día, la aprobación del acta de la sesión anterior, que no hemos procedido a ella porque hemos entrado directamente en este debate, así que vamos a pasar, si a ustedes les parece, a ello.
Si no hay ninguna objeción que hacer, damos por aprobada el acta de la sesión anterior.
Y, si no hay más asuntos que tratar, levantamos la sesión [a las doce horas y treinta minutos].

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