Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Debates Generales - Debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma de Aragón

Debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma de Aragón. Intervención de los grupos parlamentarios.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 080 de Plenos (VIII Legislatura)
Intervinienen: Lambán Montañés, Francisco Javier - Rudi Úbeda, Luisa Fernanda - Soro Domingo, José Luis - Luquin Cabello, Ana Patricia - Boné Pueyo, Alfredo Valeriano - Torres Millera, Antonio

El señor PRESIDENTE: Señorías, ocupen sus escaños, por favor.

Se reanuda la sesión plenaria de las Cortes de Aragón [a las nueve horas] correspondiente al único punto del orden del día, que es el debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Y, en primer lugar, en este acto parlamentario, tiene la palabra, por tiempo de treinta minutos, el señor presidente del Grupo Parlamentario Socialista, el señor Lambán, que puede hacer uso de la misma.

Debate sobre el estado de la Comunidad Autónoma de Aragón. Intervención de los grupos parlamentarios.

El señor diputado LAMBÁN MONTAÑÉS: Señor presidente.

Señoras y señores diputados.

Señora Rudi.

En una de sus películas, Groucho Marx se dirige a un ingenuo personaje al que acaba de engañar y le dice: «¿A quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos?». Usted, evidentemente, no es Groucho Marx, pero su discurso de ayer estuvo dirigido enteramente a hacerles creer a los aragoneses que no les pasa lo que les pasa. Usted no es Groucho, pero también juega con la buena voluntad de la gente, aunque, a diferencia del cómico norteamericano, usted no causa diversión, sino sufrimiento.

En realidad, todo su discurso de ayer fue pura propaganda dirigida a presentar como un éxito lo que en realidad no es sino el incumplimiento puntual de todas y cada una de sus promesas electorales y a negar la evidencia de que Aragón está mucho peor que cuando usted llegó al Gobierno. [Aplausos.] Sí, señora Rudi, Aragón está peor en todos los órdenes: hay más desigualdad y más pobreza; hay menos habitantes y menos gente con trabajo; hay más parados, y el poco empleo que se crea es precario y mal pagado; han cerrado cientos de empresas; emigran los jóvenes más preparados; se ha duplicado la deuda, y, como consecuencia de todo ello, se ha quebrado la autoestima colectiva y hemos perdido nuestra posición referencial en España.

Es imposible encontrar en su Gobierno una idea original, una iniciativa propia. Más allá de la trompetería propagandística, no hay sino la inanidad más absoluta.

Para ustedes, el poder es algo que hay que conseguir a costa de lo que sea. Mintió para ganar en 2011, como se ha visto después, y empieza a urdir nuevas falsedades para ganar en 2015, como pudimos escuchar en su intervención de ayer. Para usted no existen las personas de carne y hueso. «De tanto mirar los números ve borrosa a la gente», como diría El Roto. Para usted, la universidad, la empresa o el mundo de la cultura, los elementos más dinámicos de la sociedad aragonesa, lejos de ser aliados preferentes para construir un proyecto de país, son un engorroso incordio que conlleva a duras penas. En definitiva, señora Rudi, para usted, la política no pasa de ser un plan general contable con un solo objetivo: cuadrar las cuentas a costa de lo que sea sin importar los daños que ello pueda causar.

Pero, para nosotros, la política es otra cosa: la política es decir la verdad; la política es hacerse cargo del estado de ánimo de la gente y ofrecerles a los ciudadanos horizontes de justicia y de seguridad; la política es coraje para someter a los poderes económicos y financieros al control democrático y al interés general; la política es pedir cuentas y rendirlas, exigir responsabilidades y asumirlas.

Y, por ello, en este debate tenemos la obligación, en primer lugar, de denunciar las consecuencias de esa obsesión contable suya, de describir el paisaje de los destrozos y quebrantos que ha dejado detrás de usted después de tres años de gobierno, en una legislatura que, por suerte o por desgracia, ya no da más de sí, porque ni usted ni su Gobierno dan más de sí.

Y, en ese paisaje de después de la batalla, en ese inventario de daños a que queda reducido su paso por el Gobierno, lo que vemos más afectado son los servicios públicos (la sanidad, la educación y los servicios sociales). La gestión de esos servicios, que satisfacen derechos individuales básicos, es la competencia fundamental de las comunidades autónomas, y su prestación es la vía más eficaz para redistribuir la riqueza y afianzar la cohesión social.

Usted aseguró que mantendría intactos estos servicios y, con un descaro propio de Groucho Marx, aseguró ayer que lo ha hecho. Pero nuestros ojos ven otra cosa.

Si nos fijamos en su política educativa, comprobamos con pena que Aragón es una de las comunidades donde más se ha recortado. Y, como consecuencia de ello, el sistema no solo ha perdido calidad, sino que ha perdido también equidad, y las ayudas se han reducido hasta extremos insoportables para muchas familias.

Desde 2011, mientras el aumento de alumnos ha sido superior a la media nacional, la supresión de profesores también ha sido superior. Han aumentado las ratios y, al mismo tiempo, se han cerrado aulas, por no hablar de casos cada vez más frecuentes de alumnos literalmente amontonados por falta de infraestructuras.

Hemos asistido a la eliminación de la Educación Infantil de primer ciclo. La Formación Profesional ha sido relegada de un modo incomprensible, teniendo en cuenta el altísimo grado de paro juvenil existente.

Ha sido constante y generalizada la reducción de ayudas de toda índole, de becas de libros o de comedor, de las que la mayoría de los solicitantes han quedado excluidos.

A la universidad sencillamente la ha ultrajado, la ha asfixiado, incumpliendo totalmente los acuerdos de financiación. Se han recortado las becas; se han reducido las ayudas de transporte y alojamiento, con claro perjuicio para quienes viven fuera de Zaragoza; se ha dado un hachazo mortal a la investigación, justo cuando más la necesitábamos para impulsar un nuevo modelo productivo de investigación.

Un buen sistema público de educación, señor Rudi, asegura la igualdad de oportunidades, es el mejor camino personal hacia la libertad y, a la vez, es un formidable factor de calidad democrática y de eficiencia económica. Por ello, con sus recortes, el daño que usted ha causado a miles de aragoneses y a la comunidad en su conjunto es muy grande y, en muchos aspectos, irreversible.

Pero, si importante es asegurar la igualdad a través de la educación, no lo es menos ofrecer a los ciudadanos seguridad frente al infortunio de la enfermedad, de la discapacidad o de la pobreza. Es lo que el Estado autonómico ha de garantizar a través del sistema de salud y de los servicios sociales.

Pero ustedes, además de acabar con el carácter universal de la sanidad pública en España, se han aplicado con afán a desmontar el modelo existente. Aragón también ha destacado en recortes sanitarios, que se han traducido en una paulatina disminución de la plantilla de médicos y enfermeros y en reducciones presupuestarias tales que los centros se han visto con frecuencia desabastecidos de material básico.

Podemos hablar del desconcierto creado en el CASAR después de anunciar hace un año que el 1 de enero estaría integrado en el Salud; o del paso de tres gerentes del Salud en apenas tres años, uno de ellos nombrado por usted cuando estaba imputado por prevaricación y acoso laboral [aplausos]; o de la prórroga reiterada del contrato de transporte con una empresa acusada de estafa; o del retraso de inversiones como el hospital de Teruel, inventando riesgos sísmicos inexistentes para justificarlo. ¡Qué habilidad tiene usted, señora Rudi, para hacer el ridículo! [Aplausos.]

En cuanto al efecto sobre los ciudadanos, que es lo más relevante, tenemos que hablar de un aumento dramático de las listas de espera tanto para pruebas clínicas como para intervenciones quirúrgicas. De esta manera, la gente se ve cada día más obligada a acudir a la medicina privada, lo cual explica que, desde 2011, el gasto en salud de las familias aragonesas haya aumentado nada más y nada menos que un 34%. ¿Quién ha ganado? Está claro: el sector privado, al que usted favorece descaradamente con desgravaciones fiscales de los seguros o con la privatización del futuro hospital de Alcañiz, algo a lo que vamos a oponernos frontalmente tanto política como judicialmente. [Aplausos.] ¿Quién ha perdido? También está claro: los aragoneses de rentas bajas, que están cada día menos seguros frente al infortunio de la enfermedad.

No les ha ido mejor a nuestros conciudadanos con los servicios sociales, el cuarto pilar del Estado del bienestar, importantes siempre, pero más en una situación de crisis como la que estamos viviendo.

Usted está liquidando la dependencia. Solo dos datos: mientras en España ha aumentado un 4,2%, en Aragón ha disminuido un 27,9% el número de personas atendidas, eso quiere decir que hay seis mil ochocientas veinte familias protegidas menos que hace tres años.

En medio de la importantísima crisis social que estamos viviendo, usted ha rechazado nuestras propuestas de crear una renta social básica o la realización de un plan de acción social contra la pobreza. No ha tomado medidas contra los desahucios.

Tenemos un tercer sector magnífico, pero usted lo ha abandonado a su suerte a pesar de que las entidades de ese tercer sector son esas personas que deciden aportar su esfuerzo solidario para construir un Aragón más cohesionado; son ellas, junto con los ayuntamientos, las que están haciéndose cargo de las personas desatendidas por la Administración autonómica.

Cada palo, por débil que sea, que aguante su vela: esa es la política de su Gobierno. Y en ese sentido, he de recordarle el estupor que produjeron en esta Cámara sus palabras de que había que endurecer el acceso al IAI para evitar el efecto llamada de personas pobres [aplausos], en lo que me parece uno de los comentarios más desaprensivos jamás pronunciados desde esta tribuna. O las declaraciones recientes de uno de sus consejeros, según las cuales el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos, lo cual, hablando en plata, significa supeditar el bienestar a la capacidad adquisitiva de cada uno, dentro de ese darwinismo social en el que usted se siente tan cómoda. Por eso, señora Rudi, fue ayer el hazmerreír de Aragón [rumores] cuando dijo que la suya es una «política social de vanguardia». [Aplausos.]

Porque la crisis ha sido excusa para cambiar el modelo social y, por eso, usted da por bien empleada la quiebra de los servicios públicos con tal de poder cumplir el déficit, dos objetivos que tienen que ver mucho entre sí.

En el terreno de la economía y el empleo, reconozco que la comunidad autónoma tiene menos competencias, pero el Estatuto nos da algunas, y, además, usted llegó al Gobierno envuelta en esa especie de mito de que la derecha trae siempre crecimiento y empleo debajo del brazo. Pero, pasados tres años, la decepción no puede ser mayor.

Su Estrategia de Crecimiento o su Plan Impulso han sido un puro ejercicio de cortar y pegar programas viejos para presentarlos como planes nuevos, pero con una diferencia: que el presupuesto para impulsar el crecimiento lo ha reducido usted en un 31,4%. El famoso Plan Impulso lo empezó a aplicar en septiembre y en enero había en Aragón quince mil parados más. No siga con cantinelas que no se cree nadie.

Su rimbombante campaña por diversas ciudades con el cuaderno de ventas de Aragón —otra perla humorística de ayer— está siendo otro parto de los montes. El gobierno anterior, sin excursiones propagandísticas, le disputaba inversiones a Cataluña y se las ganaba, como fue el caso de Inditex. Ahora, usted ofrece estabilidad frente a la incertidumbre catalana y Amazón, que quería venir aquí, acaba yéndose a El Prat de Llobregat. [Aplausos.]

Si hablamos de presupuestos, usted ha recortado los de industria y energía un 51% y el de investigación y nuevas tecnologías, un 20. No hay sector económico que haya quedado a salvo de su guadaña contable.

Si hablamos del sector agropecuario, vemos que la PAC se va a recortar un 10% y que los planes de desarrollo rural para el próximo sexenio van a contar con trescientos cincuenta y dos millones de euros menos, lo cual explica que no se apoye la modernización de explotaciones o no se atienda la incorporación de jóvenes agricultores.

A uno de los sectores más dinámicos de la comunidad, el del porcino, lo tiene usted indignado con el recorte de los seguros, con el encarecimiento del servicio de recogida de cadáveres o con el tarifazo eléctrico aplicado al reciclaje de los purines, tarifazo que también está perjudicando gravemente a los regantes.

Asistimos —y esto es muy grave— a un peligroso estancamiento del sector industrial. Sus soluciones al problema del crédito han sido insuficientes; del problema del precio de la energía se ha desentendido; ha abandonado a la minería y nuestra dependencia de la Opel es cada día mayor.

La inversión en obra pública ha caído de tal manera que hace poco supimos que nuestras carreteras son las peor conservadas de España. Se invierte poco y lo poco que se invierte se hace a través de empresas de fuera de la comunidad.

Y si no hay sector que haya escapado a su guadaña, tampoco hay ningún territorio que haya quedado a salvo. La provincia de Teruel ha sido excluida por el PP de los programas europeos para territorios despoblados. Y en cuanto al Fite, llega con un año de retraso y se destina a fines que nada tienen que ver con la economía productiva.

Su fracaso en este terreno que podemos hablar ya de una legislatura totalmente perdida para el crecimiento y para el empleo. Desde que usted llegó al Gobierno, se ha reducido en un 6,22% el número de empresas. Según la última EPA, desde que usted llegó al Gobierno, hay treinta mil parados más y cuarenta y nueve mil quinientas personas ocupadas menos. Según el paro registrado de junio, desde que usted llegó al Gobierno ha aumentado en siete mil quinientas el número de personas inscritas y se ha reducido en veinte mil novecientas el número de personas con alguna clase de contrato.

Se tome una estadística u otra, esto es un drama en toda regla que pone en jaque al sistema político mismo. Pero usted no ha hecho mucho por evitarlo porque, al fin y al cabo, lo importante era cuadrar las cuentas, ajustar el déficit y reducir la deuda.

Cambiando de tercio, no podemos olvidarnos de una de las propuestas más altisonantes de su programa: la reforma de la Administración, eliminando empresas públicas y racionalizándola. Usted afirma haber avanzado en esa dirección, pero nuestros ojos ven otra cosa. Aragón ha sido de las comunidades que menos empresas públicas ha eliminado.

Pero la perla de su incumplimiento la encontramos en su reciente proposición de ley de distribución de responsabilidades, que apunta a que setecientos ayuntamientos elegidos directamente poco a poco sean sustituidos por treinta y tres comarcas de elección indirecta. En vez de ahorro, esto supondrá un incremento importante de gasto en las comarcas sin quitarlo en otras administraciones y sin ninguna repercusión sobre la cantidad y calidad de los servicios. En vez de gestión democrática, esto supondrá que los servicios los gestionen administraciones que no han elegido los ciudadanos y que, por tanto, los ciudadanos no podrán exigir responsabilidades a través del voto.

Los ayuntamientos han sido las únicas administraciones que han eliminado el déficit, a pesar de haber asumido los servicios sociales que su Gobierno ha abandonado. Sin embargo, su Gobierno se ha ensañado con ellos, negándoles subvenciones comprometidas, reduciendo las ayudas y legislando siempre contra ellos.

Está claro, pues, que sus reformas solo tienen motivaciones ideológicas. No suprimen gasto, solo suprimen democracia. En vez de simplificar la Administración, la expanden generando más gasto superfluo. No suprimen a funcionarios en general, solo suprimen a médicos y maestros. Es decir, sus reformas son ideología pura y dura.

Otro timo, señora Rudi, otro incumplimiento clarísimo, y eso que usted afirmaba que todo su esfuerzo y toda su imaginación estaban dedicados a controlar el déficit y la deuda.

También nos ha reiterado usted hasta la saciedad su preocupación por la desafección de los ciudadanos hacia la política, acompañada de propósitos de transparencia y de ejemplaridad. Habló ayer de avances claros en ese sentido, pero nuestros ojos ven otra cosa.

La ley de transparencia la anunció como inminente en el debate de 2012. La presentan ahora y se limitan a cumplir el trámite, pero sin voluntad real de claridad. No hay más que ver su oscurantismo con las listas de espera. En cuanto a la ley del presidente, han incorporado propuestas que antes nos rechazaron, como la de las incompatibilidades, pero no han eliminado las dietas ni los sobresueldos que perciben usted y algunos miembros de su Gobierno de manera dudosamente legal. [Aplausos.]

La reforma del Reglamento de las Cortes iba aprobarse en abril del año pasado. Era clave para incorporar democracia y transparencia, pero nunca más se supo. Al fin y al cabo, usted viene a las Cortes porque no le queda más remedio; ya nos aclaró en su día que no se sentía vinculada por los acuerdos del Parlamento, en una frase que la define bien desde el punto de vista de sus convicciones políticas.

Todas nuestras iniciativas de democracia, de transparencia, de ejemplaridad y participación las han rechazado ustedes, porque lo importante era controlar el déficit y la deuda y pensaban que lo demás vendría por añadidura.

Finalmente, recordamos cómo pregonaban sus voceros su prestigio en Madrid, las ventajas que obtendríamos de su gran personalidad política puesta al servicio de Aragón, la impronta de su liderazgo y su sentido de Estado, algo muy importante en un momento de conmoción e incertidumbre que requiere orientaciones y referencias claras. Pero pasados tres años, ninguna de esas expectativas se ha cumplido.

Su sumisión a Madrid ha sido insultante. Aceptó un reparto injusto del déficit, que ha sido letal para el presupuesto aragonés; aceptó en 2013 un déficit asimétrico, contraviniendo el mandato de estas Cortes; aceptó tratamientos despectivos como el incumplimiento del convenio de Renfe o el desinterés de la ministra respecto a la TCP o la vía ferroviaria Zaragoza-Sagunto, y mientras otros dirigentes del PP han discrepado, usted ha sido la más entusiasta defensora de atrocidades como la reforma local, la Ley de Educación de Wert o la Ley del Aborto de Gallardón, por citar tres de las más nefastas. [Aplausos.]

Su desinterés por impulsar la bilateralidad también ha sido manifiesto. Este año, ni siquiera han forzado la pantomima de la Comisión Bilateral, a pesar de que ahora tenemos en ella —si me permiten la broma— al adjunto a la presidencia del Corte Inglés. Para usted, el desarrollo del Estatuto carece de importancia.

Su incapacidad para el pacto tampoco tiene remedio. Yo le he propuesto varios acuerdos que creo imprescindibles para la buena marcha de la comunidad. Pero usted no ha tenido nunca la visión de Estado necesaria para sumar las energías de todos en un proyecto compartido de país.

Para usted, dialogar es imponer. Para usted, gobernar es oponerse a la oposición e incluso responsabilizarla de sus propios fracasos, lo cual es chocante oírselo a la representante de un partido que en 2010 intentó forzar el rescate de España para obtener ventaja partidista de la ruina del país. [Aplausos.]

En definitiva, señora Rudi, su irrelevancia y su silencio en todos los debates nacionales importantes ha sido escandaloso. Hablo, por ejemplo, de la renuncia a implicarse en la búsqueda de soluciones para el problema de Cataluña, en vísperas de un terremoto político que puede conmover la estructura del Estado y que tiene su epicentro justo al lado de la comunidad.

Pero esa es la impronta real de su liderazgo, ¡qué le vamos a hacer!, esa y un repliegue defensivo hacia un aragonesismo rancio y acomplejado, un aragonesismo sustentado en un anticatalanismo que nos ha hecho hacer el ridículo con la Ley de lenguas, con esta actualización de derechos históricos que acaban de sacarse de la manga o con esos devaneos historicistas en forma de exposiciones sobre la Corona de Aragón que ya aburren por repetidas.

Quiero decirle en este punto que, para nosotros, la política cultural es una de las expresiones más cabales de la hondura y de la dimensión de un proyecto de país. Y por eso, le reprochamos que, más allá del oscuro asunto de la colección Citoler, usted haya renunciado a una política cultural ambiciosa y a la puesta en valor del talento de la comunidad como seña de identidad de un aragonesismo de nuevo cuño.

Dice el escritor griego Petros Markaris que la «la cultura es el plato principal y no el postre» de un proyecto político, pero usted eso no lo entenderá nunca, porque, al fin y al cabo, para usted solo tiene importancia el control del déficit y la deuda.

En resumidas cuentas, señora Rudi, decidió sacrificarlo todo: los servicios públicos, el tejido productivo y la salud democrática e institucional de Aragón; decidió sacrificarlo todo en aras de cuadrar y ordenar las cuentas. Era un error, y así se lo advertimos siempre. Pero esperábamos que, al menos, dejaría una Hacienda saneada, un Aragón prestigiado en el terreno financiero, una deuda inferior a la que heredó, es decir, un camino despejado para la inversión que permitiera impulsar la economía aragonesa en los próximos años.

Pero el día 31 de marzo, el cielo cayó sobre su cabeza. Ese día supimos que el déficit se había desviado un 0,76%, doscientos cincuenta y cuatro millones por encima de lo previsto, la tercera comunidad donde más, un golpe que acusó cesando al consejero de Hacienda, el tercero, por cierto, en menos de tres años. Inmediatamente supimos que eso iba a obligar a nuevos recortes. Pero no iban a terminar aquí las malas noticias.

Poco después supimos que, en abril, había llegado al 0,6% de déficit este año, más de la mitad de lo previsto para todo el año. Un temor, que este año tampoco cumplirá; una certeza, otra vuelta de tuerca a los recortes.

Y, por fin, el colofón del desaguisado: en el primer trimestre de este año, la deuda se ha ido a seis mil setenta y nueve millones, un incremento del 82% respecto a la deuda que usted heredó, un incremento, por cierto, superior en veinte puntos a la media del resto de España.

¿Qué piensan los aragoneses? Que sus sacrificios han sido en vano: han perdido más derechos que nadie, han perdido más empleo que nadie y, encima, su deuda pública se incrementa más que la de nadie, lo cual supone una carga pesada que lastrará el desarrollo de la comunidad durante años.

¿Qué piensan los aragoneses? Que Aragón ha pasado a formar parte del pelotón de los torpes como consecuencia de la insuperable torpeza demostrada por usted en el manejo de las cuentas. Que usted, al revés que el rey Midas, usted malogra todo lo que toca.

Si le quedaba algo, señora Rudi, el día 31 de marzo se acabó todo su crédito. Aragón pasó a ser una comunidad intervenida. Sin discutirle su legitimidad de origen, su legitimidad de ejercicio, quedó ese día irreversiblemente afectada. Por tanto, y por pura coherencia con usted misma, ese día debió presentar su dimisión irrevocable, señora Rudi. [Aplausos.]

Asistimos, pues, a un debate, señoras y señores diputados, en el que usted no ha rendido cuentas del incumplimiento deliberado de sus promesas. Tampoco del incumplimiento del déficit, que es donde usted misma —repito, donde usted misma— marcó la línea de flotación de su proyecto de Gobierno.

Si no rinde cuentas, si no reconoce sus fracasos, si recurre a procedimientos de trilero para enmascarar su incapacidad para ordenar la Hacienda autonómica, que era de lo que más presumía, no puede esperar otra cosa que la reprobación más rotunda del grupo político al que represento.

Pero es que, por si fuera poco, lejos de cualquier ejercicio de autocrítica, vimos ayer que, de cara a las elecciones de 2015, usted se propone seguir por el mismo camino. Es decir, que otra vez empieza la farsa, otra vez el ejercicio de simulación, otra vez se dispone con el mayor de los descaros a dar gato por liebre, otra vez vuelve a mentir para tratar de embaucar a la gente con ficciones interesadas que nada tienen que ver con la realidad. Otra vez, como Groucho Marx, vuelve a decirles a los ciudadanos que la crean a usted y no lo que ven sus propios ojos.

Pero es difícil, señora Rudi, que una ciudadanía cada vez mejor informada y con un criterio más formado tropiece dos veces en la misma piedra —y no la estoy llamando piedra, en absoluto—.

Dicen ustedes que, gracias a las reformas del PP, ya hemos salido de la crisis. No es verdad. Ni hemos salido de la crisis ni ha sido gracias a las reformas del PP. A lo sumo, hemos salido de la recesión, al igual que en Grecia, Italia y Portugal, y ello ha sido gracias a decisiones del Banco Central Europeo que han hecho bajar la prima de riesgo y han flexibilizado algo el cumplimiento del déficit.

Pero se trata de una recuperación anémica e incierta, sin inversión, con un consumo estancado por la reducción continua de la renta disponible de las familias y con una exportación que tampoco tira lo suficiente.

Dice usted que Aragón ha recuperado su imagen exterior. Mentira, la ha perdido: ha ingresado en el pelotón de los torpes por incumplir el déficit y la deuda, por la necesidad de recurrir continuamente a adelantos o por el retraso en el pago a proveedores.

No presuma de agencias de rating. Reconozca más bien que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, un órgano recién creado para controlar a las comunidades incumplidoras, a la primera comunidad que va a vigilar va a ser, precisamente, Aragón, por culpa suya.

Dicen ustedes que, gracias a las reformas del PP, ya hemos empezado a crear empleo. No es verdad, es en toda Europa donde está repuntando el empleo.

La singularidad española la constituye una reforma laboral cuyos efectos están siendo demoledores, con bajada del 10% de los salarios, precariedad de contratos, abaratamiento del despido y pérdida de toda clase de derechos de negociación.

La singularidad española reside en trabajar más por menos y en despedir a los padres para contratar a los hijos por la tercera parte del salario.

En el caso de Aragón, el 91,72% de los contratos del mes de junio fueron temporales.

No solo es que haya ocho mil personas más inscritas en el paro desde que usted gobierna: es que miles de parados, desesperados, muchos de ellos los jóvenes mejor formados de la comunidad, se han tenido que ir de Aragón.

Es que el 11,7% de las personas con contrato en vigor no llegan a cobrar seiscientos euros mensuales y están por debajo del umbral de la pobreza.

Es que, de los noventa y ocho mil parados, solo veintiocho mil cobran la prestación, otros veintiún mil el subsidio de cuatrocientos euros y cuarenta y nueve mil trescientos no reciben ningún tipo de prestación o ayuda.

Es que, desde que usted gobierna, el paro juvenil en Aragón ha pasado del 44% al 54%, una verdadera tragedia.

Es que a los parados de más de cincuenta años, con la reforma laboral, los han condenado al desempleo prácticamente definitivo, dificultándoles, además, el acceso a la jubilación anticipada.

Es que, en vez de invertir en investigación, ustedes han decidido competir con salarios miserables y con unos trabajadores sin capacidad de negociación, que, en vez de a Alemania, han tomado como ejemplo a China.

Es que, con este ritmo de creación de empleo, hasta 2024 no habremos recuperado la tasa de ocupación de 2007.

Es que, en definitiva, su satisfacción vergonzante con la situación actual del empleo es una auténtica agresión a la conciencia y a la inteligencia de los ciudadanos.

Dice usted que ha protegido a los aragoneses frente a los peores efectos de la crisis. No es cierto. Es más: para muchos, lo peor está por llegar.

La situación de muchas familias es cada día peor: los salarios y las pensiones bajan y, por contra, aumentan los costes de servicios básicos como la luz, impuestos como el IVA o el copago farmacéutico, y los recortes de los servicios públicos obligan a más gasto familiar en sanidad y educación.

Desde que usted gobierna, señora Rudi, ha aumentado la pobreza, incluida la que afecta a la población infantil, han aumentado las familias mantenidas con las pensiones de los abuelos. Desde que usted gobierna, hay tres mil hogares más sin ingresos, se ha triplicado el porcentaje de hogares con muchas dificultades para llegar a final de mes. Hay cuarenta y siete mil cuatrocientos hogares con todos sus miembros en paro, un 69% más que en 2011, y, sin embargo, solo perciben el IAI cuatro mil setecientas personas. ¿No le parece absolutamente vergonzoso esto, señora Rudi?

A pesar de todo, dijo usted que en este año la mayoría de las familias aragonesas habrían salido de la crisis. Otra mentira: de la crisis solo han salido —si es que alguna vez entraron— las Sicav, las grandes fortunas y las rentas altas, que son, por lo visto, los que a usted le importan y a los únicos que, de manera reiterada, conoce y trata. [Aplausos.]

Por lo demás, señora Rudi, son datos objetivos los que avalan todas mis afirmaciones anteriores. Ya sé que es difícil medir las visiones generales, y más, hablar en nombre de todos, pero algún indicio tenemos de que nuestra opinión no es un hecho aislado, y, desde luego, es bastante clarificador en ese sentido el resultado de las últimas elecciones europeas. Vaya por delante que el PSOE obtuvo un resultado absolutamente decepcionante, mostrándose incapaz para aglutinar de modo nítido la oposición a las políticas del PP en el conjunto del Estado, pero, a efectos de lo que importa en este debate, es indudable que el Partido Popular experimentó un rechazo rotundo de sus políticas. La inmensa mayoría de los españoles, con su voto, pusieron de manifiesto que no creen lo que les dice el Gobierno, sino lo que ven sus propios ojos.

La gente no soporta la mentira, señora Rudi.

La sociedad no acepta convivir resignadamente con un paro del 25%, más propio de una gran depresión que de una crisis económica ordinaria.

La gente no soporta una política que no resuelve sus problemas y que aparece cada día más alejada de sus preocupaciones.

La gente no soporta la desigualdad creciente, la comprobación fehaciente de que, mientras a algunos les va cada día mejor, gentes de la antigua clase media no tienen para dar de comer a sus hijos.

La gente no soporta el clima de corrupción que se ha instalado, que afecta a buena parte del entramado institucional y, de manera muy acusada, al partido que gobierna la mayoría de las instituciones. [Rumores.]

La gente no acepta propósitos de regeneración democrática de quienes han convertido la mentira en pauta normal de su práctica política, y mucho menos de quienes tienen pendientes de asumir enormes responsabilidades políticas por el caso Gürtel y por su afinidad con Bárcenas, como es el caso del presidente del Gobierno de España.

La gente, señora Rudi, no acepta, por ejemplo, que una dirigente del Partido Popular como usted proponga regenerar la política reduciendo las campañas electorales y no pida perdón antes por haber financiado todas las campañas de su partido en los últimos veinte años [aplausos] con dinero procedente de la trama Gürtel y de la cuentas B del señor Bárcenas.

Eso es lo que ven los ciudadanos, por eso votaron lo que votaron el día 25 de mayo, y eso explica la irrupción de populismos de izquierda y de derecha, el mayor riesgo para la democracia y para la supervivencia del proyecto político europeo.

Estamos, pues, inmersos en una grave deriva. Por esa razón —y creo que esta debería ser una de las conclusiones más compartidas de este debate—, ha llegado el momento, señora Rudi, de reivindicar la política, pero no como un simple plan general contable, sino como instrumento para poner la economía al servicio del interés general y mejorar la vida de los ciudadanos.

Es hora de reivindicar la política como actividad absolutamente digna y necesaria.

Es hora de limpiar y dar lustre a una actividad sin cuya salud la democracia es imposible.

Es hora de plantearles a los ciudadanos caminos de salida y horizontes de futuro, ilusionantes pero explicables, atractivos pero realizables y dibujados con claridad.

Hay quienes olvidan que, para redistribuir riqueza, antes hay que crearla.

Hay quienes entienden que, en aras de la igualdad, se puede sacrificar la libertad.

Hay otros que creen que la riqueza no ha de ser redistribuida, sino acumulada por unos pocos.

Nosotros, señora Rudi, disentimos de quienes piensan así y, en consecuencia, seguimos creyendo en un modelo europeo que es más necesario que nunca y seguimos creyendo en la vigencia de la democracia representativa, de la economía social de mercado y del estado del bienestar como elementos básicos y definitorios de ese modelo. [Aplausos.]

Dice el presidente italiano Matteo Renzi que, si hacemos las reformas creíbles, el populismo ya no tendrá futuro. Yo estoy de acuerdo, pero tengamos el coraje de emprender esas reformas, que son de mucho calado, y tengamos el coraje de hacerlas creíbles, es decir, de basarlas en planteamientos realizables y rigurosos, y no en ideas vagas y no contrastadas pero que tienen la virtud de conectar con lo que las gentes más desesperanzadas quieren oír, pues en eso consiste, justamente, el populismo.

Por cierto, señora Rudi, populismo es el conejo que se sacó ayer de la chistera con el asunto de la reducción de diputados, un populismo que la incluye desde ayer en la peña de Ruiz Mateos y Gil y Gil, los más estrafalarios representantes españoles del género.

¿Son esas, señora Rudi, las reformas que la política aragonesa necesita? ¿Solo Aragón las puede emprender? No. Al igual que para el resto de las comunidades autónomas, resulta, incluso, más vital para nosotros alguna reforma europea y nacional.

Son trascendentales para nosotros medidas que afectan a la Unión Europea en su conjunto, medidas que nos permitan aliviar la carga insoportable de la deuda o medidas de reinterpretación del Pacto de estabilidad y crecimiento, con menos estabilidad y mucho más crecimiento. Si no, España ni crecerá ni creará empleo.

También son muy importantes reformas que afectan al ámbito nacional: una reforma fiscal profunda y progresiva que haga sostenible el Estado del bienestar; un nuevo sistema de financiación autonómica que haga viable nuestro modelo de Estado —por cierto, Montoro ya dijo, contra lo que usted afirmó ayer aquí, que el año que viene no se va a emprender esa reforma de la financiación autonómica—; una ley de partidos que los democratice y los haga controlables financieramente; una ley electoral que abra paso a listas abiertas, tal como el Partido Socialista aprobó en su Conferencia política del año pasado, y, sobre todo, una reforma de la Constitución que amplíe y blinde los derechos sociales, consolide la autonomía local y actualice el Estado autonómico para ofrecer una solución al problema de Cataluña.

Son reformas que requieren grandes pactos entre el capital y el trabajo, y entre todas las fuerzas políticas, como se hicieron en 1945 en Europa o como se hicieron en la transición en España. Son pactos por los que yo apuesto decididamente

Pero eso no quiere decir que estas Cortes o este Gobierno se tengan que desentender de ese impulso reformista. Todo lo contrario. Aragón necesita acometer un amplio elenco de medidas que, por decirlo de manera sumaria, han de perseguir la eliminación de desigualdades, la regeneración democrática y la búsqueda de espacios reales de influencia de Aragón en el mapa político y económico que va a surgir después de la crisis.

Por lo que se refiere a la desigualdad, el economista francés Thomas Piketty ha demostrado que la desigualdad no solo es inmoral, sino que además es perjudicial para el crecimiento. Una distribución muy desigual de la renta deteriora el clima laboral, crea incentivos para la subversión del orden social y desestabiliza la situación política. Nosotros volvemos a proponer planes urgentes contra la pobreza y contra el paro, incidiendo especialmente en los colectivos de jóvenes y los mayores de cincuenta y cinco años. Nosotros, señora Rudi, insistimos en la necesidad de considerar prioridad principal de la política autonómica la reconstrucción del Estado del bienestar, fijándonos en modelos que hemos visto en comunidades como Asturias, como Andalucía o como Castilla y León.

Por lo que se refiere a la regeneración democrática, consideramos necesarias tres clases de medidas.

En primer lugar, una necesaria reforma de la Administración, democratizándola, simplificándola de una vez, mejorando su eficiencia, eliminando gasto superfluo y haciendo un esfuerzo serio de supresión de empresas públicas, algo que usted está retrasando de manera incomprensible.

En segundo lugar, es preciso moralizar la vida pública a través de la ejemplaridad de los cargos y de la imposición de la sobriedad como pauta de comportamiento. Es urgente eliminar privilegios como el aforamiento de los diputados, algo que usted y su grupo votaron en contra hace pocos días en esta Cámara; suprimir protocolo innecesarios; eliminar sobresueldos y dietas; percibir retribuciones aceptables por los ciudadanos; publicar la renta y el patrimonio de todos los miembros de la unidad familiar. Es preciso poner en valor la verdad y penalizar la mentira, y hemos de ponernos de acuerdo en codificar la responsabilidad política para evitar excesos por acción u omisión en la exigencia o asunción de la misma. En ese sentido, señora Rudi, nosotros planteamos no esperar al juicio oral, sino excluir de las listas a quienes en el momento de su elaboración estén imputados. En otras palabras, señora Rudi, los políticos hemos de considerarnos servidores públicos, no un estamento superior de la sociedad; comprometidos con el interés de los ciudadanos frente a las oligarquías financieras, no al revés...

El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señor Lambán.

El señor diputado LAMBÁN MONTAÑÉS: ... —termino, señor presidente—, capaces de la compasión en el sentido de compartir el sufrimiento de los demás, no distanciados del dolor ajeno. Los políticos no hemos de incurrir en la pedantería de decir que nos acercamos a la gente, sino asumir que somos la gente y actuar en consecuencia.

En tercer lugar, señora Rudi, hay que estimular y facilitar la participación ciudadana. Fue Willy Brandt quien dijo que los problemas de la democracia solo pueden resolverse con más democracia, atreviéndose a más democracia. No podemos olvidar que el tiempo de las redes sociales trae consigo la necesidad de arbitrar fórmulas de democracia directa (referenda legislativos, por ejemplo), no para sustituir a la democracia representativa, sino justamente para fortalecerla.

Finalmente, hemos de adoptar medidas para fortalecer el papel de Aragón en la política española a través de un aragonesismo de nuevo cuño, impulsando el Estatuto, reprogramando Aragón como proyecto de país y preparándonos para participar en las grandes transformaciones que van a tener lugar.

Termino ya, señor presidente. Vivimos un tiempo nuevo, con retos y desafíos cuya superación exige el concurso de todos. Vivimos un tiempo en el que la gente exige que se le mire a los ojos, que se ponga cara a sus problemas y que se le diga la verdad. Vivimos un tiempo en el que a la política se le exigen eficacia y decencia.

Hay otra forma de hacer política, señora Rudi. El problema principal no es el Ibex 35 o la prima de riesgo: el problema es la desigualdad creciente y el deterioro del sistema político. Y las soluciones van apuntándose cada día con mayor claridad; solo es necesario coraje y legitimidad para impulsarlas. Pero su talante, su visión, su desapego, su concepto del poder y su propia trayectoria como gobernante la incapacitan para liderar esos procesos y esas reformas que la sociedad nos está pidiendo. Como decía don Antonio Machado, «un corazón solitario no es un corazón». Su tiempo ha pasado, señora Rudi, y solo le queda intentar llegar a mayo de 2015 con la mayor dignidad.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lambán.

Corresponde el turno a continuación a la señora presidenta del Gobierno, que puede intervenir sin límite de tiempo. Si quiere, le marco indicativamente el tiempo o... Muy bien. Puede intervenir cuando quiera.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Muchas gracias, señor presidente.

Señorías.

Señor Lambán, la verdad es que una de las frases que usted ha dicho era que había que dar lustre a la política. Me surge una duda, señor Lambán: ¿se da lustre a la política con una descalificación absoluta y una intervención de cuarenta minutos cargada de insultos? En mi opinión, no, señor Lambán. Ese no es el mejor camino. [Aplausos.] Pero también seguiremos.

Señor Lambán, decía Ortega que solo los españoles negaban la evidencia, y usted, efectivamente, en cuanto ha hablado en los temas relacionados con economía —y voy a tener tiempo, espero, de poderle aclarar unas cuantas cifras—, indudablemente niega la evidencia.

Y cuando, señor Lambán, usted dice que los ciudadanos no soportan la mentira, efectivamente, le doy la razón; y, porque no soportan la mentira, ustedes, después de llevar años en la oposición, no remontan, señor Lambán, y en las últimas elecciones europeas, a pesar de todo, en Aragón se las hemos ganado a su partido, señor Lambán. [Aplausos.]

Pero, mire, ya sin hacer caso de palabras grandilocuentes, de las cuales..., y de descalificaciones... No me gustar entrar ni en descalificaciones ni en insultos —procuro huir siempre de ellos—, y hoy lo voy a seguir haciendo, señor Lambán.

Mire, en mi discurso de ayer tuve varios ejes. El primero, cuando hablé de que 2013 había sido el punto de inflexión en la crisis y en el aumento de paro, y en la pérdida de afiliados a la Seguridad Social, señor Lambán. Y también dije, comparé los datos de Aragón con la media nacional, que voy a tener oportunidad de comparárselos ahora, que indudablemente no son los que usted dice, señor Lambán, no son los que usted desearía que fueran en realidad.

Mire, dije que hoy estábamos menos mal que hace un año, hablé de que en absoluto satisfechos, que quedaba mucho camino por recorrer, y que todavía había tiempos difíciles y situaciones muy dramáticas día a día, y me referí a cifras insoportables del paro.

Señor Lambán, me imagino que usted no será capaz de negar que la crisis económica empieza en el año 2007, en el año 2008 —le puedo decir—, los efectos en Aragón se notan en el año 2008. Es decir, llevamos seis años de crisis económica. Fíjese que, casualmente, tres años en la última legislatura socialista en Aragón y socialista en España, y tres años de legislatura del Gobierno de coalición Partido Popular-Partido Aragonés. Y esos tres años, si comparamos la evolución de los parámetros económicos en los tres primeros años de la crisis y en los tres segundos años de la crisis, no tienen nada que ver, señor Lambán. Solamente voy a procurar dar dos o tres datos para no aburrir a sus señorías, pero que son meridianamente claros.

Mire, el paro registrado desde el 1 de enero de 2008 hasta el 30 de junio de 2011, señor Lambán, tres primeros años de crisis económica que afectó brutalmente a Aragón, se incrementó en cincuenta y tres mil cuatrocientos noventa y cuatro parados, un 139%, señor Lambán. En esos tres años de crisis con Gobierno socialista en Aragón y en España, cuarenta y dos personas al día se iban al paro, señor Lambán. Ese es el resultado, el balance de los tres primeros años de crisis económica. [Rumores.] Vamos a comparar cuál ha sido una situación…

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor...

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): ... de la cual no me siento en absoluto satisfecha, pero que hay que comparar los tres primeros años de crisis con los tres segundos años de crisis.

Pues, mire usted, la afiliación, el paro registrado, la evolución del paro registrado de 30 de junio de 2011, cuando este Gobierno..., tomó posesión el 15 de julio, pero tomamos la cifra de final de junio, a 30 de junio de 2014, ha subido en seis mil novecientas sesenta y cuatro personas. Seis mil novecientos sesenta y cuatro dramas, señor Lambán, pero coincidirá conmigo en que seis mil novecientos sesenta y cuatro dramas son menos que cincuenta y tres mil cuatrocientos noventa y cuatro dramas que se generaron con el Gobierno socialista, señor Lambán. [Aplausos.]

Pero, mire, ayer le dije que le daba mucha más importancia a la afiliación de la Seguridad Social, porque, efectivamente, esa es a la que hay que dar importancia, a la afiliación a la Seguridad Social, y es donde coinciden todos los expertos. Y, precisamente, desde el punto de inflexión del último trimestre de 2013, en los seis primeros meses de 2014, en Aragón, hemos liderado la afiliación, señor Lambán, con respecto a la media nacional.

Yo sé que les duele, yo sé que no lo quieren oír, pero es así, señor Lambán; los datos son los datos, no me los invento yo ni mi Gobierno: en Aragón, el incremento de la afiliación en el primer semestre de 2014, ha subido casi un 4%, el 3,98% exactamente, mientras que la media de España es del 1,83%. Simplemente, foto fija, foto fija: cómo se destruía empleo en Aragón de 2008 a 2011, cómo se incrementa la afiliación una vez que ya la recesión ha terminado.

Pero es que en paro registrado nos ocurre lo mismo, señor Lambán: en los primeros seis meses de este año 2014, Aragón ha liderado la bajada del paro registrado con respecto a España: 10,82% en Aragón, 6,59% en España.

Podemos hablar de los expedientes de regulación de empleo, que salía el dato hace tres días, en esta semana ha salido, dato oficial también: la bajada de los expedientes de regulación de empleo comparando 2014 con 2013 está en el 50% aproximadamente.

¿Eso significa que la crisis ha terminado? No. Eso lo que significa es que empezamos una crisis brutal en el año 2007, con efectos en Aragón en el año 2008, que se fue acelerando hasta el año 2011, que en 2012 y 2013 continuó, pero a un ritmo mucho más desacelerado, y que en 2014 hemos salido de la recesión y estamos saliendo de la crisis, señor Lambán. Y lo dicen todos los organismos nacionales e internacionales, no lo dice el Gobierno del PP, no lo dice ni el nacional ni nosotros, lo dicen todos los gobiernos.

Y la EPA, hablemos de la EPA, señor Lambán. Mire, para comparar el mismo trimestre: primer trimestre de 2011, la diferencia, el gap o la diferencia entre el porcentaje de paro en Aragón y el paro en España era –3,04% exactamente. ¿Sabe cuál es la diferencia en el primer trimestre de 2014? Exactamente la misma. No, perdón, un poquitín más. Es decir, en estos momentos, comparando el primer trimestre, Aragón está 3,08% por debajo de la media nacional. Es decir, esa es la situación comparando los mismos trimestres, primer trimestre de 2011 con primer trimestre de 2014. Luego, por tanto, señor Lambán, no estamos peor que la media nacional, que es su empeño.

Y vayamos a lo que usted me dice, aquello de que un plan contable y todo lo demás. Mire, una cuestión muy clara: ustedes, cuando hablan de economía y de finanzas públicas, se olvidan de que los recursos son mucho menores, y si los recursos son mucho menores [rumores], indudablemente, todo lo demás tiene que ser mucho menor.

Pero le voy a comparar también unas cifras en valores absolutos, porque también, señor Lambán, son ilustrativas.

Mire, en el año 2010, último ejercicio que cerró el Gobierno anterior, las obligaciones reconocidas fueron de cinco mil trescientas setenta y un millones. En el año 2013, esa misma cantidad ha sido de cuatro mil trescientos noventa. Es decir, este Gobierno ha hecho un ajuste de gasto público de novecientos ochenta y un millones de euros, señor Lambán. Y a pesar de ese ajuste, que era imprescindible, porque seguir creciendo por niveles muy superiores al crecimiento del PIB hace estallar los sistemas, a pesar de todo eso, señor Lambán —lo dicen las encuestas, se lo dije ayer y se lo reiteraré más adelante—, los servicios sociales de esta comunidad —y también tendré oportunidad de darle datos de médicos y de profesores— no se han perjudicado, no se han visto deteriorados, señor Lambán. [Aplausos.]

Pero, mire, me decía que yo no había hablado del déficit y que es mi gran fracaso. Mire, en el año 2010, el último ejercicio también cerrado por un Gobierno socialista, se cerró con un déficit de novecientos setenta y siete millones de euros, novecientos setenta y siete millones de euros. En el año 2011, teniendo que aflorar las partidas... [El señor diputado SADA BELTRÁN, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Menos que la media».] ... Claro, dejando cuatrocientos millones de facturas en los cajones, señor Sada, así, por supuesto. [Aplausos.]

Pero, por otro lado... [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Mire, en el año 2011, en valor absoluto... [la señora diputada PÉREZ ESTEBAN, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Son mil seiscientos millones»] ... cerramos el ejercicio...

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor, o bajen la voz un poquito.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Yo entiendo que determinados datos les ponen nerviosos, porque desmonta... [rumores] la imagen catastrofista que el señor Lambán ha pretendido dar.

Yo no voy a hablar ni de mentiras ni de manipulación, señor Lambán, no voy a hablar de ello, pero puedo seguir con más datos.

Mire, señor Lambán, siguiendo con el déficit público, en el año 2011, bajamos ochocientos noventa y cinco millones; en el año 2012, a cuatrocientos setenta y seis, y, efectivamente, mire, en el año 2013 —y no me siento satisfecha por ello; comparecí en esta Cámara y lo expliqué—, el déficit ha sido de seiscientos sesenta y seis millones. En esos seiscientos sesenta y seis millones, hay incluidos una dotación de ciento cincuenta millones para el Plan Impulso, que fue una decisión política que asumo, porque cuando nos dieron, nos incrementaron el porcentaje de déficit, podríamos haber hecho como otras comunidades autónomas: no haber creado partidas nuevas, no haber generado nuevos programas y, por tanto, nos hubiera permitido cumplir el déficit. Por tanto, responsabilidad política que asumo. Debo decirles que en aquellos momentos pensé que no nos iba a hacer incumplir el déficit.

Pero, bueno, hay que poner en una balanza y cada uno que elija los efectos económicos de esos ciento cincuenta millones inyectados a la economía aragonesa que nos han permitido crecer en el último trimestre más que a la media nacional y los empleos con el déficit. Es cierto, esa es la balanza, ese es el planteamiento y esa es la responsabilidad política que asumo.

Pero, mire, señor Lambán, para tener credibilidad, yo creo que lo primero es que hay que decir..., ir en la misma dirección o no decir una cosa y la contraria, porque entonces es muy difícil de seguirles.

Mire, el año pasado, en este mismo debate, cuando usted me echaba en cara el haber cumplido el déficit, me decía usted —leo textualmente el Diario de Sesiones: «Resulta que ha cumplido a rajatabla el objetivo de déficit, causando más dolor a la sociedad que en el caso de los que han incumplido —eso es lo que me decía—, y resulta que ahora por cumplir, le pueden dar menos margen de gasto que a los que han incumplido».

Señor Lambán, entonces, a tenor de su afirmación del año pasado, me tendrá que reconocer que este año, al haber incumplido, he causado menos dolor del que usted me acusaba de haber causado [aplausos], porque decir una cosa y la contraria, señor Lambán... [Rumores.]

Yo, señor Lambán, señores diputados del Grupo Socialista, estoy dispuesta a debatir con el que ustedes decidan, pero si debato con el señor Lambán, no debato con seis a la vez. O sea, simplemente, es lo que me gustaría saber, si debato con el señor Lambán... [Aplausos.] Si alguna de sus señorías quieren debatir, yo no tengo ningún inconveniente; decídanlo entre ustedes y a la réplica que salga otro diputado, pero...

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio y hagan el debate que consideren oportuno.

Continúe, señora presidenta.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Continúo. [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, si es posible.

Señora presidenta, continúe.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor Lambán, por seguir con otro de los datos que usted ha manejado reiteradamente y que lo vienen haciendo: deuda pública, deuda pública e incremento de la deuda pública.

Yo le voy a dar también otro dato, porque siempre esto hay que medirlo en el escenario en el que estamos, porque usted se dedicaba a manejar datos como si Aragón fuera una isla que no estuviera en una entidad que se llama España y que a su vez no estuviera en una economía que es la europea. Para usted, la evolución de la economía aragonesa y los datos de la economía aragonesa nada tienen que ver con el resto del entorno que tenemos.

Mire, en el año 2010 también, por hacer referencia al último ejercicio cerrado por un Gobierno socialista, la diferencia entre la deuda pública aragonesa medida en porcentaje de PIB y la media de las comunidades autónomas era 2,7 por debajo. En este momento (primer trimestre del año 2014), que es el último dato que tenemos, la diferencia entre la deuda pública aragonesa medida en porcentaje de PIB y la media de la deuda de las comunidades autónomas, ¿sabe en cuánto está? En menos 2,9, señor Lambán, es decir, hemos mejorado nuestra posición con respecto a la media de las comunidades autónomas en dos décimas [rumores], con un elemento que hay que tener en cuenta, y es que la Comunidad Autónoma de Aragón ha suscrito en el primer trimestre la deuda prevista para todo el ejercicio. Junto con la Comunidad de Madrid hemos sido las dos únicas, porque hemos tenido ofertas del mercado muy buenas que nos han permitido suscribirla. Ese es el planteamiento, señor Lambán, de la deuda.

Otro dato importante para la situación económica, el PIB. Mire, la evolución del PIB en el año 2013 en España, en el conjunto del año, ha sido exactamente la misma, en Aragón y en España: hemos bajado 1,2, lo mismo que la media nacional. Hay otras comunidades no gobernadas por el Partido Popular que han bajado más, pero, en cualquier caso, no voy a entrar en eso.

Y le doy otro dato, señor Lambán, de este Aragón de tinieblas que usted ha descrito: mire, el PIB por habitante en Aragón en el año 2013, veinticuatro mil setecientos treinta y dos euros; la media de España, veintidós mil doscientos setenta y nueve. Somos la sexta comunidad. No hace falta que le diga por dónde están Andalucía o Asturias, que están gobernadas por su partido. [Rumores.] Pues lo grave, lo grave, es que Andalucía lleva treinta años gobernada por el Partido Socialista y tiene los peores indicadores de España en paro y en PIB. [Aplausos.] [Rumores.]

Pero, mire, otro dato, un par de datos... [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor. Hagan un esfuerzo, que es el último debate sobre el estado de la comunidad.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor Lambán, mire, como usted dice que Aragón ha perdido prestigio, que ha perdido posiciones, que estamos peor que nadie, solo le diré que, en el índice de confianza empresarial, que tampoco es un índice que haga el Partido Popular ni en Aragón ni en España, mire, en abril de 2013 Aragón estaba a 103 puntos, en abril de 2014 está a 120,2; España está a 103,6 y, en abril de 2014, 118. Es decir, hemos mejorado el índice de confianza empresarial en Aragón en 17,2 puntos, frente a los 14,7 que ha mejorado España, señor Lambán, otro dato que demuestra cómo Aragón está ya avanzado en su situación relativa con respecto a España.

Pero, mire, ayer salieron publicados en los medios de comunicación —y debo confesar que es un dato que yo no tenía, pero me vino bien cuando estaba preparando estas fichas—, salieron publicados estos datos, la evolución de los impagados en el comercio, comparando mayo de 2013 con mayo del 2014, y la venta de coches usados: mire, la evolución de los impagados del comercio en Aragón en este momento es un 51,6% menos de lo que fue el año pasado, somos la quinta comunidad donde más han bajado los impagados, la media nacional está en el menos 42,5, señor Lambán, otro dato que avala las tesis de mi Gobierno de que Aragón, con una crisis tremenda, brutal, se ha mantenido mejor que la media nacional y que en estos momentos está saliendo mejor que la media nacional [aplausos]. Y ya por terminar con el último dato que se publicaba en la prensa ayer —insisto, lo vi mientras preparaba por la tarde mis fichas—, pues, mire, la venta de coches usados, comparando primer semestre del 2013 con semestre del 2014: en Aragón somos la segunda comunidad de España donde más ha crecido, señor Lambán. Y usted sabe que, para activar el consumo, para conocer la evolución del consumo, ese es uno de los datos que mejor se dicen.

Pero, mire, hablemos del sector público empresarial, que también le puedo decir. Yo anuncié en esta Cámara, y en ello estamos, la reestructuración de las empresas públicas aragonesas, que, por cierto, no las había creado ningún Gobierno del PP... [Rumores.] Como siempre, el Gobierno Partido Popular-Partido Aragonés ha tenido que venir a reordenar lo que ustedes dejaron desordenado. Pero, dicho eso, lo que le puedo asegurar, señor Lambán, y por no aburrirles, es que en este momento, prácticamente concluida, la reestructuración está al 62%, en la última fase está al 6%; luego, por tanto, prácticamente concluida, el 67% de lo que nos habíamos comprometido.

Usted, al final de su intervención, ha hablado de la necesidad de ahorrar gastos y también de personal. Mire, le voy a dar dos datos: ¿sabe lo que ha supuesto el plan de ahorro acumulado 2011-2013 de este Gobierno?, pues el ahorro de cuarenta y un millones de euros, señor Lambán. Pero, fíjese, usted hablaba de protocolos: pues, mire, en protocolo, en atenciones protocolarias, hemos ahorrado un millón, porque, si quiere, le puedo dar la cifra de lo que se gastaba en el Gobierno anterior y de lo que se gasta en mi Gobierno. Si quiere, lo hacemos, señor Lambán, y le puedo asegurar que tenían mucho donde recortar, y nosotros lo hemos hecho. Comparamos la cifra de un millón y pico frente a ciento cincuenta mil euros, cuando quiera, señor Lambán.

Pero hemos ahorrado en arrendamientos que hemos rescindido, en gastos centralizados, contratación centralizada... Es decir, señor Lambán, con un plan de ahorro serio, cuarenta y un millones de euros.

Me hablaba usted del personal y me decía que habíamos rebajado tanto personal de sanidad como personal docente. Mire, le voy a decir una cosa: del el total de empleados públicos, donde más hemos rebajado es en Servicios Generales, donde se ha bajado un 9,5%. Por contra, le diré que el personal docente, a 30 de junio de 2011, eran trece mil ciento diecinueve personas; a 30 de junio de 2014, son trece mil ocho, es decir, una rebaja de 0,84%, señor Lambán. Esa es la demolición de la enseñanza pública que hemos hecho en Aragón: un 0,8% menos de personal del que había. [Rumores.]

Y, si usted quiere, le digo también la plantilla del sistema sanitario de salud, que estaba en diecinueve mil doscientos y en este momento está en dieciocho mil novecientos treinta y siete, también un cero y pico por ciento de baja. Eso es, señor Lambán, lo que usted dice que hemos desmontado el Estado.

Y, mire, entremos en políticas sociales. Mire, para ustedes, desmontar el estado de bienestar es gastar menos dinero. Si esa premisa que ustedes defienden se aplicase al mundo de cualquier empresa, lo que significaría es que ninguna empresa podría ser más competitiva gastando menos, nunca se podría gestionar mejor, porque, con su tesis, solamente la General Motors podría ser competitiva si estuviera gastando cada año más, cuando justo la General Motors es más competitiva porque ha conseguido ajustar sus costes. [Rumores.]

Por tanto, señor Lambán, su tesis, yo entiendo que los malos gestores piensan que solo se pueden mejorar los servicios gastando más, pero aquí hemos demostrado, señor Lambán, que gastando menos, porque había que gastar menos, porque la evolución del gasto sanitario en Aragón —y no lo dije yo, lo ha dicho la Cámara de Cuentas— era insostenible, eso lo hemos conseguido.

Pero, mire, le voy a decir: en el año 2010, sanidad, educación y servicios sociales suponían el 62,60% del presupuesto; en el año 2013, han supuesto el 62,92%, señor Lambán, cantidades exactamente iguales, y en el año 2014, 62,37%... [El diputado señor FRANCO SANGIL, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Porcentaje».] ¡Porcentaje, por supuesto! ¡Por supuesto que un porcentaje! ¡Es que así es como se miden las prioridades políticas, señor Lambán, señores socialistas...! [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señorías...

Continúe, señora presidenta.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): O sea, con las tesis que ustedes están defendiendo, indudablemente, no me extraña que estaban a punto de llevar a esta comunidad a la quiebra. [Rumores.]

Pero, mire, vamos a comparar también, porque usted ha hablado antes de otras comunidades autónomas. Mire, esos mismos conceptos, sanidad, educación y servicios sociales, como le he dicho, en Aragón, en el año 2014, estamos dedicando el 62,40%. En Andalucía, ¿sabe cuánto dedican? El 62,13%, señor Lambán. Luego, por lo tanto, me reconocerá que la prioridad política que le dan en su Andalucía, gobernada treinta años por socialistas, a estas partidas no es superior a la que le estamos dando en Aragón, señor Lambán.

Podemos seguir hablando.

Mire, ayer, yo sé que se removieron en sus asientos cuando yo hablé de políticas sociales de vanguardia. [Risas.] Y me referí a dos cosas en concreto, y me referí a dos iniciativas en concreto que son novedosas —de eso hablaré después—, que son novedosas.

En primer lugar, del Plan de gestión social de la vivienda, que tiene unos instrumentos novedosos que no se habían venido utilizando hasta ahora y que ha permitido, como les dije ayer, tener trescientas viviendas en alquiler. Yo sé que ustedes tenían el Toc Toc, que costaba dinero a la Administración pública y que no daba resultado. Eso lo hemos reconvertido en esta bolsa de alquiler de viviendas, en colaboración, señor Lambán, con esas entidades sociales a las que usted dice que yo no presto atención, las que usted dice que no me gustan, señor Lambán; en colaboración, como le recordé ayer, con Ozanam, YMCA, Kairós, y también con los ayuntamientos, con el de Huesca y con el de Teruel, que también hemos hechos convenios —y con el de Zaragoza sé que se está en conversaciones, y espero que se llegue a acuerdos—. [Rumores.] Y eso ha supuesto ayudas a los inquilinos.

Pero hay otra iniciativa, de las que yo englobé en política social de vanguardia, que somos solamente cuatro comunidades autónomas las que la hemos hecho, y Aragón creo que fue la segunda que lo firmó, que es el convenio con el Consejo General del Poder Judicial, y en este caso con la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, para detectar los casos de vulnerabilidad y de posible exclusión social cuando se genera un desahucio. Y solamente Galicia, La Rioja, Navarra y nosotros —ninguna comunidad, casualmente, gobernada por el Partido Socialista— hemos firmado este acuerdo. Y ha dado resultados, señor Lambán. Porque nosotros no hacemos tanto ruido, pero nos preocupamos por quien realmente necesita y buscamos solución. Y, gracias a este convenio, personas que iban a ser desahuciadas, el desahucio se para hasta que desde el Gobierno de la comunidad autónoma se les da una vivienda a los desahuciados. Eso, señor Lambán, en mi opinión, lo llamo política social de vanguardia. [Aplausos.]

Sanidad. Mire, se lo decía ayer... Y, hombre, no voy a hacer referencia —porque seguramente...— a que ayer o antes de ayer le habían dado un premio al consejero de Sanidad como el mejor consejero de Sanidad de España, y no se lo ha dado el PP [rumores]. Debo confesar que me he enterado esta mañana, pero no será tan malo. Pero, en cualquier caso, esa es la anécdota. Mire, se lo he dicho [rumores] en respuesta a muchas preguntas, señor Lambán. Cuando la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, en un informe relativo a los servicios sanitarios de las comunidades autónomas de finales de 2013; cuando la OCU, en cuanto a sanidad, y cuando también el CIS, como le dije ayer, el informe sanitario del CIS colocan a Aragón como la segunda comunidad autónoma en la cual los ciudadanos están más satisfechos con su sistema público de salud, señor Lambán, no lo estaremos haciendo tan mal. Porque también le voy a dar referencia. En ese mismo informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública —que entenderá, no creo que diga que están manipuladas por el Partido Popular—, Aragón es la segunda comunidad, pero Andalucía es la séptima, señor Lambán. Fíjese, los ciudadanos aragoneses —y luego le daré otro dato ilustrativo de medicina privada de Andalucía también—, los ciudadanos aragoneses están mucho más satisfechos con la sanidad pública aragonesa que los andaluces.

Y, mire, usted me ha hablado de la sanidad privada, y me ha dicho que solo los estaba favoreciendo. Mire, la desgravación en renta de los seguros privados es algo que lo he defendido toda mi vida y lo sigo defendiendo, y le digo por qué: porque indirectamente beneficia a la sanidad pública; porque, cuando tú a una persona le desgravas en renta parte del dinero que dedica a pagarse una sanidad privada, estás dejando hueco en la sanidad pública. Luego, por tanto, indirectamente [rumores] estás... —son estudios que hay hechos; no me lo invento yo, se pueden imaginar, no soy tan lista; son estudios internacionales—, por tanto estás beneficiando a quién acude a la sanidad pública.

Pero, mire, permítame que le dé un dato que debo confesar que me sorprendió ayer, me sorprendió porque yo no lo conocía. Mire, son los índices de satisfacción, pero, sobre todo, qué porcentaje de ciudadanos eligen la sanidad pública o la sanidad privada en distintas comunidades autónomas. Y solamente le voy a dar tres ejemplos. Mire, en Aragón —la fuente son estudios publicados por el Instituto Nacional de Estadística—, se lo digo, la sanidad pública en Aragón la eligen el 72,78% de los ciudadanos; en Asturias, el 64,08; y en Andalucía, el 57,73, señor Lambán. [Rumores.] Ese es el modelo sanitario, señor Lambán. Y ya no le voy a dar qué opinan los ciudadanos. Esos son los datos... Hombre, yo, mire, le decía al principio de mi intervención que Ortega recordaba que solo en España se negaban las evidencias. Desde luego, ustedes lo hacen porque, indudablemente, estos datos desmontan la imagen catastrofista y negativa que usted ha dado aquí.

Listas de esperas, señor Sada. Efectivamente, listas de espera, ha habido un problema, y ha habido un problema porque, mire, ustedes solucionaron el problema en el año 2011 de una manera muy rápida, el gobierno anterior: dejaron las listas de espera prácticamente a cero; eso sí, ha habido que pagarlas el Gobierno siguiente, porque contrataron peonadas y sanidad pública, y, eso sí [aplausos y rumores], utilizando el refrán «el que venga atrás, que arree». Y eso fue parte de los cuatrocientos sesenta y cinco millones que tuvimos que pagar este Gobierno. Pero, mire, ya se ha dicho, se ha puesto en marcha un plan, se contestó aquí, ha comparecido el consejero, y, por tanto, no voy a ocupar más tiempo en ello.

Le he adelantado ya los datos de personal tanto en la plantilla orgánica del sanitario como del no sanitario. Es decir, en el personal sanitario, comparando el once con el catorce, hay un decremento de doscientas sesenta y cinco persona, es decir, ese es todo el destrozo que hemos hecho en la plantilla pública del Servicio Aragonés de Salud; el 1,37% ha sido todo el ajuste que se ha hecho.

Y luego le puedo comentar, mire, de servicios sociales. También hay datos que son estadísticas, son estadísticas que aparecen publicadas en el INE y en todos los medios de comunicación. El índice de desarrollo de los servicios sociales en el año 2013 en Aragón, nos puntúan un 6,15 sobre 10, servicios sociales englobados, y a Andalucía le puntúan un 4,4 sobre 10. Aragón no tenemos un buen puesto, estamos en el noveno puesto en el ranquin de comunidades autónomas, pero Andalucía está la duodécima.

Y, efectivamente, señor Lambán, dependencia, vamos a hablar también de dependencia, donde ya le digo que hay mejoras que aplicar y mejoras que implementar. Pero también, señor Lambán, yo le aseguro que me aburre tener que hacer referencia permanente a junio del once, pero es que muchas cosas de las que hemos tenido que solucionar en estos tres años traen causa de la situación que nos encontramos en el once. Lo he dicho ya en esta tribuna, pero hay que volver a recordárselo. A 30 de junio del once, beneficiarios con prestación en Aragón. Oficialmente, había veinticuatro mil trescientos sesenta y ocho, pero resulta que, cuando llegamos al Gobierno, también en los cajones, porque también nos lo encontramos en un cajón, una carta del Ministerio de Sanidad —que no estaba gobernado por el Partido Popular— en la cual nos decían, y luego se ratificó por el Tribunal de Cuentas en informe posterior, que faltaba por dar de baja siete mil trescientas cuatro personas. Carta del Ministerio de Sanidad... [Rumores.] Pues, entonces, ¿la carta del Ministerio de Sanidad es mentira?

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.

Señora presidenta, señora presidenta, no responda a lo que le dicen, salvo el señor Lambán. ¡Qué vamos a hacer! Si no, va a ser un lío.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Me resulta muy difícil seguir el hilo de mi intervención.

El señor PRESIDENTE: Ya, ya. Siga.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor Lambán, por tanto, la cifra real de quienes estaban recibiendo, de beneficiarios de prestación era diecisiete mil sesenta y cuatro, una cifra muy semejante a la actual, que son diecisiete mil novecientos nueve.

Y las listas de espera también se han rebajado desde que llegamos. Cuando llegamos había nueve mil personas en lista de espera; en este momento hay siete mil y pico. No lo justifico, no me parece bien, y tenemos que trabajar en esa dirección. Pero también le puedo decir que no son unas cifras muy diferentes a las de comunidades gobernadas por el PSOE, como es Andalucía. Mire, el tiempo medio de tramitación de un expediente de dependencia en Aragón —y me parece una exageración— son doscientos cuarenta y dos días, pero es que Andalucía son trescientos ocho o en Asturias son cuatrocientos setenta y cinco. Luego, por tanto...

Y luego también me gustaría decirle otra cosa. Estamos cambiando el modelo de los servicios, que usted recordará que la ley del 2006 lo que preveía era, mayoritariamente, se prestaran los servicios a través de personal especializado y que el subsidio o la aportación a la familia fuera en el menor de los casos. Aquí, en Aragón, los datos estaban justo al revés, en los datos estaban muchas más personas que estaban atendidas por propios familiares en lugar de hacerlo por personal especializado. Ese es el espíritu de la ley de 2006.

En junio de 2011, prestación económica recibían el 63% y atendido por personal especializado, el 36. En este momento estamos intentando darle la vuelta a ese dato y ya por servicios especializados están atendidos más del 45. ¿Por qué esa cuestión? Pues por dos cuestiones. Primero, es el espíritu de la ley, y yo estoy de acuerdo con él, y yo estoy de acuerdo con él por lo siguiente: porque garantiza una mejor atención al dependiente en la mayoría de los casos y, además, también porque en aquellos momentos lo que se previó, que luego todavía no se ha desarrollado porque no se ha aplicado bien, era que el tercer sector era un nicho de creación de empleo, un nicho de creación de empleo en un país como España donde el índice de envejecimiento es muy elevado, eso es lo que pretendía esa ley. Y en esa línea, aunque tiene un coste mucho más alto que los dependientes estén en instalaciones profesionales a que estén atendidos por familiares, sin embargo, en esa línea estamos.

Y mire, en educación... voy a procurar no entretenerme mucho, pero sí le voy a dar el número de profesores. También la misma cuestión. Ese desmantelamiento de la enseñanza pública que hemos hecho, pues mire, el personal que había a 30 de junio era de trece mil ciento diecinueve y en este momento hay trece mil ocho, es decir, el 0,84% de profesores menos de los que había. [Rumores.] Y un dato [el diputado señor GARCÍA MADRIGAL, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Y en agosto, ¿cuánto?»], señor Lambán... —junio a junio, las dos cifras equivalentes— [Rumores.]

El abandono escolar, señor Lambán, que es un buen dato. Me decía la pérdida de calidad de la educación aragonesa, señor Lambán. También un dato, el índice de abandono escolar. La evolución, que es la última publicada, la última estadística publicada, la evolución entre el año 2010 y el año 2012, en Aragón ha bajado el 2,3% el abandono escolar y en la media nacional, el 1,6%, en el once y en el doce, los datos son a 31 de diciembre de 2012. Aragón es la quinta comunidad con la media más baja y hemos ganado posiciones. Le puedo recordar también que Andalucía está en el decimocuarto puesto.

Le podría hablar del bilingüismo y también de los nuevos programas que hemos puesto en marcha. Y cuando usted ha dicho que no estamos haciendo nada por la Formación Profesional, tengo la sensación de que no le han pasado bien los datos porque, si en algo se ha trabajado y se ha innovado —y lo recordé ayer en mi intervención— en educación es en la Formación Profesional, adaptándola a las demandas de los sectores productivos y poniendo en marcha de manera piloto, pero ampliándolo en este próximo curso, la Formación Dual porque, indudablemente, ese es el futuro y el espejo en el cual tenemos que mirarnos, que son los países más desarrollados. [Rumores.]

Señor Lambán, por hacer un repaso, me comprometí en la investidura al control del gasto público, le he puesto de manifiesto los ahorros; me comprometí a la gestión transparente, y creo que medidas —y ahora hablaré de transparencia— han sido muchas las que se han puesto; me comprometí a hacer más con menos, e indudablemente ha habido que hacerlo, y me comprometí a mantener los niveles de calidad de los servicios, y los datos que le he dado, que no son opiniones del Gobierno, sino que son opiniones de la sociedad, son esos, creo que lo demuestran.

¿Ha habido limitaciones en estos tres años en la gestión del Gobierno? Por supuesto que sí, claro, por supuesto que sí, como en todos los gobiernos. Se dice que la política es el arte de lo posible, y lo posible viene también condicionado en las que tienen reflejo económico por los recursos disponibles. Me hubiera gustado disponer de más recursos, por supuesto que sí, para avanzar en infraestructuras, hubiera sido necesario, pero había que elegir, o gasto social o infraestructuras, y, mal que le pese a mi consejero de Obras Públicas, que le gustaría tener más presupuesto, hubo que elegir y elegimos gasto social, señor Lambán, lo elegí desde el primer momento y lo dije en mi investidura. Y también me hubiera gustado tener más dinero, más recursos para dedicarlo a gasto social. Me hubiera gustado que la dotación del IAI, en lugar de pasar de 6,5 millones, que fue el presupuesto aprobado por sus antecesores, a veintiocho, que es el que nosotros hemos aprobado, hubiera pasado a treinta y cinco, es posible, me hubiera gustado, pero los recursos no son.

Y hablemos de regeneración, señor Lambán. Nosotros hemos puesto en marcha, en primer lugar, un paquete de medidas legislativas. El año pasado, en el año 2013, yo dije que mandaríamos aquí la ley de transparencia y que estábamos pendientes de que se aprobase la ley nacional para inmediatamente después mandarla, y eso es lo que nos ha supuesto el retraso, señor Lambán. Porque hemos esperado a tener la ley estatal nos ha supuesto el retraso para mandar el proyecto de ley, que ya ha llegado y tengo la sensación de que le ha molestado mucho que lo presentemos porque quizá usted esperaba en este debate echarme en cara que no había cumplido mi compromiso. Y hemos hecho un paquete, como recordaba: la ley de transparencia, la modificación de la Ley del Presidente y la ley de subvenciones.

Mire, con la ley de transparencia se obliga, cuando la aprueben estas Cortes, a todas las administraciones, a los sindicatos, a los partidos políticos, a la universidad pública, al Justicia, a la Cámara de Cuentas, así como a todas las fundaciones y sociedades mercantiles que tengan más de un 30% de participación pública y a las entidades privadas que reciban más de cincuenta mil euros. Eso ¿qué significa? Que los aragoneses a partir de este momento, cuando entre en vigor esta ley, van a tener un conocimiento mucho más exhaustivo de cómo se gasta el dinero público. Y eso, señor Lambán, es transparencia, eso es regeneracionismo.

Pero es que también el Gobierno publicará de sus altos cargos los datos biográficos, las funciones, compatibilidades, retribuciones, gastos de representación, y también el personal de confianza. Había un dato por ahí que no se lo he dado, pero a lo mejor en la réplica hay que darlo porque también ahí la comparación no les beneficia en absoluto.

Pero en el portal de transparencia que ayer anuncié que vamos a poner en marcha se detallarán todas las subvenciones, convenios, avales, el inventario de bienes y, por ejemplo —y yo creo que es una información interesante—, respecto de los contratos de las administraciones públicas, se deberá especificar no solo la licitación o la adjudicación, sino también las incidencias que estas adjudicaciones hayan tenido durante su ejecución. Es decir, publicaremos los modificados, las variaciones de plazos, por qué se vuelven a reasignar, por qué se vuelven a readjudicar, todo eso, señor Lambán, que creo que va a venir muy bien, va a ser oxígeno democrático para esta comunidad autónoma. [Aplausos.]

Y en cuanto a participación, que, indudablemente, la democracia se mejora con más democracia y con más participación, los aragoneses mayores de catorce años van a tener la posibilidad de preguntar todo aquello que les interese, se reconoce el derecho de los ciudadanos a participar, que su opinión cuenta en las decisiones que adopta el Gobierno de Aragón. Se han abierto para distintas iniciativas legislativas desde la consejería de Presidencia distintos foros de participación donde las personas, o bien por Internet o bien por carta, han hecho sus aportaciones, y se va a participar, como le decía, a través de Internet. Y ha sido un modelo reconocido —creo que también el consejero de Presidencia se ha llevado un premio en alguna cosa de estas, en participación, premio europeo— ya en España y en Europa.

Y una cosa importante. Señor Lambán, hemos introducido el silencio positivo en la ley de transparencia. Es decir, aquel ciudadano que pida una información y al que en el plazo reglamentario no se le dé tiene derecho a ella, silencio positivo, algo que en la Administración pública habría que implantar en muchas más cosas, y aquí hemos empezado por hacerlo ahí. [Aplausos.]

En esta legislación, se ha elevado a rango de ley el Código de Buen Gobierno, se han regulado los intereses de los altos cargos, que no podrán durante dos años trabajar en empresas relacionadas con el desempeño de su cargo, sin retribución compensatoria —hay que decirlo—, y, además, los altos cargos deberán presentar año a año su declaración del impuesto sobre la renta, cuando termine su mandato presentarán su declaración de patrimonio, que pasará por una comisión que analizará la declaración de patrimonio de la entrada, las declaraciones de renta de los años y la declaración de patrimonio de salida, y esa comisión es la que tendrá que determinar si los incrementos patrimoniales habidos se corresponden con los ingresos o no, y eso se publicará en el Boletín Oficial de Aragón, señor Lambán. Eso es un paso más en la transparencia y, además, se establece régimen sancionador para quien no lo cumpla.

Usted me ha dicho que... no sé si ha dicho que había sacado un conejo de la chistera con lo que dije ayer. Mire, no, lo que planteé yo ayer fue abrir un debate, abrir un debate porque creo —y lo hice en mi condición, y lo advertí, de presidenta del Partido Popular de Aragón—, porque creo que en la sociedad, en la calle, hay una demanda, y creo que de esa demanda se debe de hablar, y pensé que era una buena oportunidad hablarlo en esta intervención. He abierto el debate. Y, a partir de ahí, estoy dispuesta a valorar, como ya lo dije ayer..., mi partido está dispuesto a valorar todas las propuestas que se aporten, las que sean, ¡todas!

Mire, la estructura democrática, la estructura de las instituciones, se hizo hace treinta y cinco años, y treinta años del Estado autonómico. Y si queremos que el Estado autonómico sobreviva —y yo lo quiero, y quiero que se perfeccione—, hay que estar muy atento a lo que son las demandas sociales.

Yo creo que el desarrollo del Estado autonómico ha sido muy bueno para el conjunto de los españoles y muy bueno para Aragón. Yo creo que debemos de seguir fortaleciendo nuestro Estado autonómico. Pero para que esa percepción de que ha funcionado bien y que es bueno la sigan teniendo los ciudadanos, habrá que estar atentos —y eso es lo que yo quise plantear ayer aquí—, habrá que estar muy atentos a las demandas, que son las de los ciudadanos.

Y en estos momentos —y no hay más que ver encuestas del CIS, del Centro de Investigaciones Sociológicas—, hay que verlo, y hay que ver cómo en los últimos años hay una opinión creciente negativa con respecto a las estructuras autonómicas. Yo no digo que esté justificada o no, seguramente no lo está, pero como en política las cosas no solo son como son, sino como aparentan, lo que yo creo que es conveniente es que entre todos analicemos qué podemos hacer para que esa fortaleza del Estado autonómico no solamente permanezca, sino incluso se incremente y, sobre todo, para que el ciudadano, que es el que tiene que estar convencido de ello, tenga esa percepción.

Yo planteé abrir un ámbito de reflexión y de debate, el que ustedes quieran. Si quieren que se abra, se abre en esta Cámara, fuera de esta Cámara, con mesa de partidos, con comisión de estudios..., como lo que quieran. Les puedo asegurar que desde mi partido estaremos dispuestos a utilizar cualquier instrumento y estaremos dispuestos también a analizar todas las propuestas que aquí lleguen.

Yo hablé ayer..., porque quizá lo que más repercusión ha tenido es la de reducción del número de diputados, que yo no creo que sea menos democrático, porque, por esa regla de tres, bueno, pues, trescientos cincuenta diputados o setecientos que tiene el Parlamento Europeo, sería menos democrático que los que tiene el Parlamento chino, que son mucho más, pero que, indudablemente, comparando democracia, ¿verdad?, pues, no es el mejor ejemplo.

Bien, pero dicho eso, sí me gustaría pararme más en otra cosa, que sería la Ley Electoral de Aragón. Mire, estamos leyendo, escuchando a la opinión pública que dice que somos las oligarquías de los partidos quienes presentamos a los candidatos y quienes decidimos quién va y quién no va en las listas, y que impedimos a los ciudadanos tomar la decisión sobre quiénes son las señoras y los señores que se sientan en estos escaños, porque la decisión está en manos de quien aprueba las listas electorales. Mire, es un ejemplo, y se pueden poner otros más. Lo que yo he planteado, por supuesto, respeta la proporcionalidad; yo no estoy planteando innovar con sistemas mayoritarios, que, efectivamente, eso desequilibraría la representación y la proporcionalidad, pero simplemente lo he puesto encima de la mesa para su debate y como una posibilidad. Y la posibilidad es que, cumpliendo el Estatuto, que dice que la circunscripción electoral es la provincia; cumpliendo el Estatuto que dice que son candidaturas cerradas, les demos a los aragoneses la posibilidad de decidir si quieren que sea diputada, primero, la señora Vallés o la señora Pobo, o el señor Torres o la señora Susín, simplemente. Eso es, eso es...—y que me perdonen mis compañeros de partido; puedo poner a alguno de Zaragoza también—, o prefieren que sea diputada yo misma o el señor Suárez, ¿eh?, da igual. Bueno, es un ejemplo del mensaje que yo quise dejar aquí, que, por supuesto, no es cerrado.

Y, señor Lambán, ha hablado usted de Cataluña y me ha dicho que no era capaz de implicarme en el asunto. Mire, yo, ayer, hice alguna referencia que no sé si llegó a ser comprendida, pero se lo voy a decir con mucha más claridad. Mire, el proceso catalán, la deriva soberanista e independentista catalana nos afecta a todos, nos afecta a todos los españoles y, por tanto, a los aragoneses, quizá —y lo dije—, todavía más, porque estamos más cercanos, nos afecta y no solo es un problema entre Cataluña y el Gobierno de España. Afecta, como le decía, especialmente a Aragón.

Yo, ayer, hablé de un pasillo de seguridad, y yo sé que fue un término que también generó sonrisas, pero pensándolo a medio o largo plazo —y hay inversiones que tienen un proceso de maduración muy largo—, efectivamente, viendo el mapa de la Península Ibérica, la conexión de salida hacia el centro de Europa por tierra en territorios que no estén afectados por nacionalismos independentistas solo es por Aragón. Y eso, yo creo que es algo que hay que ponerlo de manifiesto una vez más, que hay que insistir en ello y que es un plus que nos aporta esta tierra.

Que nos tenemos que preocupar, porque, indudablemente, no sería bueno para Aragón la independencia de Cataluña, por supuesto que no sería bueno. Mire, la economía catalana nos vende por valor de cinco mil millones y nosotros le vendemos por valor de tres mil quinientos. Pero es cierto, y yo espero y deseo que esa situación nunca se dé..., pero dicho eso, lo que creo que es mi obligación como presidenta de todos los aragoneses, es plantear ese problema y decir que creo que ese es uno de los asuntos en los cuales todas las fuerzas políticas deberíamos ir en la misma dirección: aquella que permita mantener Aragón con una posición privilegiada que no la tendremos si no tenemos..., podemos ser útiles como ese pasillo de seguridad que yo les dije ayer.

Pero es que hay más cosas, señor Lambán, y me gustaría oír su opinión con respecto a ello. Y es que también en los últimos días, hemos leído cómo Ezquerra Republicana de Cataluña reclama..., los independentistas reclaman lo que ellos llaman la «Franja del Ponent». Y usted me dice que yo he hecho uso de un aragonesismo..., no sé si me ha dicho casposo o trasnochado, o caduco... [el señor diputado GARCÍA MADRIGAL, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Rancio»] ... o rancio –casposo, me lo dijo en alguna otra ocasión, casposo lo he oído de su boca hacia mi persona pero, bueno—. Mire, no, en absoluto. Pero lo que sí creo es que, en muchas ocasiones, es preciso poner negro sobre blanco, hacer llegar mensajes al conjunto de la sociedad de la importancia de determinados acontecimientos y también de lo que Aragón, en el pasado, supuso y el papel que tuvo en la construcción de España, papel que yo quiero que Aragón siga teniendo en la España de las diecisiete comunidades autónomas actuales, pero, llegado el caso de que eso se cambiara, y desde luego no por voluntad y no con la participación positiva mía, indudablemente, hay que insistirlo.

Mire, ha hecho referencia también despectiva, como es su costumbre, a la proposición de ley de derechos históricos. Mire, no me voy a apuntar la maternidad de esa proposición de ley, porque el origen en el programa electoral es del Partido Aragonés y estoy segura que será su portavoz el que la defienda con mejores títulos que yo misma.

Pero, mire, en esa proposición de ley, que tampoco entiendo que sea rancia, lo que se ha intentado recordar también o lo que se intenta recordar es el papel —insisto— de Aragón en su historia, el papel que tuvo en la construcción de la España moderna, el papel que ha tenido y nuestras aportaciones a Europa y lo que queremos seguir teniendo. Si usted a eso, poner negro sobre blanco, le llama rancio, pues, ¡qué le vamos a hacer!, no coincidimos en ese contacto.

Y ahora, señor Lambán, en algún otro debate, usted me ha hablado de reforma constitucional. Mire, en mi partido, en el Partido Popular en el ámbito español, está muy clara nuestra postura, y vamos todos en la misma dirección. Y yo lo he dicho públicamente muchas veces y lo reitero una vez más aquí: negarnos a una reforma constitucional, no. Si se entiende que es conveniente hacer una reforma constitucional, hagámosla. Pero, primero, digamos para qué, digamos con quién y con qué consenso.

Y el para qué, señor Lambán, es muy importante; señor Lambán, el para qué es muy importante. Porque yo, hasta ahora, a los líderes de su partido no los he oído hablar más que de una reforma federal, y punto. No les he oído hablar más que de una reforma federal, y usted sabe muy bien que el modelo autonómico español actual no se diferencia en nada del modelo federal alemán, salvo en el nombre, son dos modelos muy semejantes, porque la Constitución española, como todos sabemos, se copió o siguió las pautas de la Carta Fundacional de Bonn. Bien, hasta ahí, de acuerdo.

Ahora, el modelo federal es un modelo igualitario. El problema, señor Lambán, viene cuando a miembros de su partido —no digo en Aragón, pero sí en general— les hemos oído hablar del federalismo asimétrico, que, por cierto, fue acuñado por un ilustre líder catalán del PSC. Federalismo asimétrico. Y a eso, señor Lambán, con total rotundidad, mi grupo y yo misma decimos «no». No apoyaremos nunca una reforma constitucional que suponga privilegio de unas comunidades autónomas sobre otras, no aprobaremos nunca una reforma constitucional como están circulando por ahí modelos y propuestas que, para dar, como dicen los sociales catalanes, los socialistas del PSC... Como Cataluña tiene que estar cómoda dentro de España, hagamos una reforma constitucional para que Cataluña esté cómoda dentro de España. A eso le respondo, señor Lambán: mi grupo y yo misma solo participaremos y apoyaremos una reforma constitucional donde Aragón esté igual de cómoda que Cataluña dentro de España, señor Lambán [aplausos], igual que Cataluña. Que todos los ciudadanos aragoneses lo tengan muy claro, señor Lambán.

Quedan cosas, pero seguramente... Mire, frente a frentismo, ¿qué hacemos, dejación de funciones? Yo no las voy a hacer. Ni como presidenta de Aragón, ni como ciudadana aragonesa ni ciudadana española. No haré dejación de mis funciones en la defensa de igualdad ante la ley y ante los derechos en España y ante todos los españoles jamás. Que lo tengan perfectamente claro. [Aplausos.] Si ustedes a eso le llaman frentismo, yo le llamo responsabilidad y claridad.

Señor presidente, me quedan cosas que contestar, pero las voy a dejar para la segunda réplica, porque no sé el tiempo que llevo, pero creo que bastante.

El señor PRESIDENTE: Lleva casi una hora, casi una hora. Cincuenta y cinco minutos.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): No quería dejar cosas sin contestar. Me quedan algunas, pero lo haré en la réplica.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.

El turno a continuación del señor Lambán, que tiene diez minutos teóricos.

El señor diputado LAMBÁN MONTAÑÉS: Señora presidenta.

Parafraseando a Fernández Ordóñez, usted solemniza lo obvio. Es más: además de lo obvio, solemniza la inanidad más absoluta en sus primeras intervenciones y en las réplicas. Hablar de que invierte dos de cada tres euros en políticas sociales es una obviedad, porque es su obligación como presidenta autonómica. Es que tiene esas competencias. Y es que tiene que pagar a los médicos y a los maestros a final de mes. Por eso tiene que invertir dos de cada tres euros en políticas sociales. [Aplausos.] Decir que los indicadores de Aragón están por encima de la media es otra obviedad. Siempre ha sido así, y ni siquiera usted ha podido evitarlo con su desastrosa gestión. Aunque lo cierto es que el diferencial que existía antes, poco a poco, se va reduciendo.

Usted no ha puesto encima de la mesa desde que gobierna ni un solo proyecto nuevo. Y, a falta de ideas en las que inspirarse, copia lo peor de Cospedal con la reducción de diputados, que es reducir democracia; copia lo peor de Aguirre y González con la rebaja del IRPF, con lo cual no sé cómo va a financiar el Estado social, y con la privatización de hospitales; y copia lo peor de Francisco Camps descontrolando las finanzas y aumentando de manera desconsiderada el déficit y la deuda.

Es tal la inanidad, señora presidenta, que actúa más como líder de la oposición de Andalucía que como presidenta del Gobierno de Aragón. Ese es el hilo conductor de su intervención durante todo el tiempo. Es tal la torpeza de su balance que tiene que recurrir a fuegos de artificio como, por ejemplo, la supresión de aforados, desdiciendo a su grupo parlamentario, que hace quince días se desgañitaron en esta tribuna defendiendo justamente lo contrario.

Los historiadores, señora Rudi, buscarán en vano, cuando analicen su etapa, iniciativas, proyectos, alguna genialidad suya, y al final llegarán a la conclusión de que llegó, dejó que todo cayera a su alrededor y se fue. Ese será su epitafio político, señora Rudi.

Basta de mentiras y basta de medidas verdades, y basta de recurrir a Ortega, de manchar el nombre de Ortega en beneficio propio, porque en absoluto se atiene su intervención a lo que Ortega venía a decir.

Le voy a dar cifras absolutamente demoledoras. Empleo. La EPA, el indicador más fiable: desde que usted gobierna hemos pasado de ciento dieciséis mil parados a ciento cuarenta y ocho mil, y hay cuarenta mil novecientos ocupados menos. Así pues, el paro ha aumentado en Aragón un 27%, y en España, un 22. Esa es la realidad, señora Rudi. Si miramos el paro juvenil, desde que usted gobierna, aquí ha aumentado once puntos más que en España. Esa es otra evidencia. Y el paro registrado en Aragón en junio de 2014 es de siete mil quinientas sesenta y cinco personas, y eso que veinte mil se han ido desesperadas o no se apuntan desanimadas a las cifras del desempleo, lo cual significa que, bajo su Gobierno, aquí el paro ha crecido un 8,22, y en España, un 7,96. Conteste, señora Rudi: ¿es cierto o no es cierto? ¿No dice que vamos mejor que el resto de España?

Si hablamos de precariedad, temporalidad, larga duración y falta de cobertura, le voy a decir que para reducir de junio a junio la cifra del paro en once mil personas se han tenido que suscribir exactamente cuatrocientos treinta y nueve mil ciento treinta y nueve contratos. ¿Se imagina con esa cifra cuál es la precariedad? ¿Sabe que hay cincuenta mil parados que llevan dos años, treinta y siete mil que llevan entre uno y dos años? ¿Sabe que la tasa de cobertura del desempleo está en un 57%, trece puntos menos que cuando usted llegó al Gobierno? Conteste, señora Rudi: ¿es cierto o no es cierto?

El paro, señora Rudi, ya no es la única causa de pobreza en Aragón. Se puede trabajar y formar parte de ese desgraciado núcleo de personas que, a pesar de trabajar, no llegan al umbral de la pobreza. ¿No le parece absolutamente dramático?

Yendo a lo que era la pieza fuerte de su discurso político y en el que ha demostrado su incompetencia suprema. Es verdad que yo le reprochaba sacrificarlo todo al déficit, pero es que usted lo ha sacrificado todo al déficit y, además, ha causado dolor y sufrimiento. Esa mezcla de no cumplir el déficit y, además, destruir empleo y destruir el modelo social, esa especie de cuadratura del círculo es justamente lo que yo le estoy reprochando.

Torpeza en la gestión de las cuentas. No recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica, señora Rudi, para no ser Aragón una comunidad intervenida, le va a costar a las finanzas de Aragón exactamente ciento cincuenta millones de euros. Y, además, al final, Aragón es una comunidad autónoma intervenida. ¿No le parece el colmo de la torpeza, señora Rudi?

La evolución del déficit. En el año 2011, el último año de Gobierno anterior, de Gobierno del Partido Socialista y el Partido Aragonés, el déficit de Aragón estuvo por debajo de la media, sustancialmente por debajo de la media. El déficit del año 2013 ha sido campeón, ha estado muy por encima de la media. [Aplausos.] Esa es la realidad, señora Rudi: reconózcalo desde esta tribuna.

Se ha referido usted a múltiples aspectos en ese tiempo absolutamente largo que ha tenido de intervención —que le concede el Reglamento, evidentemente—. Yo no sé si me podré referir a todo, pero alguna cosa, evidentemente, le voy a decir. Hablando de temas de crecimiento y hablando de la opinión que los empresarios tienen de la evolución de la industria en Aragón, he de decirle que el clima de confianza empresarial en Aragón es de —16 entre quienes opinan a favor y en contra, y en España es de —11. Es decir, son mucho más pesimistas en el futuro los empresarios aragoneses que los empresarios del resto de España. Y esto me tiene que decir si es cierto o no, y, si no, luego le mandaré por correo electrónico cuáles son las cifras reales. Y no invoque a Ortega, porque, desde esta tribuna, usted sistemáticamente falsea la realidad y falsea los datos.

En temas de crecimiento, Aragón, ateniéndonos a los dos elementos fundamentales que definen el crecimiento, que son el consumo y la exportación, en Aragón, la exportación ha disminuido desde que usted gobierna en un 5,67% —en España ha aumentado el 8,83—. Y, en cuanto a indicadores como, por ejemplo, el del comercio al por menor, que denotan cuál es la evolución del consumo, en Aragón se ha reducido en un 2,6 —la que más junto con Castilla y León—, mientras que en España ha crecido un 0,8%. ¿Son ciertas o no son ciertas, señora Rudi, estas cifras? ¿Son estas cifras propias de una economía sana con recorrido de crecimiento? ¿Usted cree que con estas cifras de consumo y de exportación podemos crecer?

Lo de hacer más con menos, señora Rudi, es un sarcasmo propio de esa especie de imaginación que pone usted para llamar a su política social una política social de vanguardia, que —les repito con todos los respetos, señores del Partido Popular— fue el hazmerreír cuando la pronunció desde esta tribuna. Es absolutamente falso que hayan mantenido el gasto social, ni en términos absolutos ni en términos relativos. Con muchas mayores necesidades ahora que en el año 2011, usted dedica a políticas sociales este año el 63%, y en el 2011 se dedicaba el 64. Los presupuestos en materia de gasto sanitario se han reducido un 13%; en educación, un 10, y en protección social, un 19. ¿Me puede decir si esas cifras son falsas o son reales, señora Rudi? Conteste, por favor, desde esta tribuna.

Y le voy a decir que otro tipo de políticas son perfectamente posibles ateniéndome simplemente a un dato. En Asturias, que es una comunidad muy parecida a nosotros en todos los indicadores, justo en el asunto al que usted menos atención le ha dedicado, porque pone a prueba su verdadera conciencia social, el Ingreso Aragonés de Inserción, Asturias destina en una situación de bastante menor pobreza que Aragón setenta y cinco millones de euros a esta política, que es justamente el triple de lo que dedica usted. ¿Es posible o no es posible, señora Rudi, hacer otro tipo de políticas?

En sanidad todavía puede haber una cierta buena percepción de los ciudadanos porque usted recibió un magnífico sistema de salud, usted recibió una magnífica herencia en ese sentido. Pero las cifras contradicen absolutamente la versión triunfalista que usted ha dado. Hay treinta mil pacientes de la sanidad pública aragonesa que están en listas de espera para someterse a pruebas clínicas. Hay cuatro mil seiscientas ochenta y tres personas que llevan más de seis meses esperando intervención quirúrgica; en junio del año 2011, eran trescientas doce. En su Plan de recursos humanos prevén entre el trece y el quince suprimir doscientos noventa y cinco médicos y doscientos setenta y un enfermeros. En material sanitario, han pasado de doscientos noventa y siete millones a ciento cincuenta y uno, por eso se produce la vergüenza en nuestros hospitales de que en momentos punta hay desabastecimiento de materiales básicos. El Gobierno de Aragón, señora Rudi, le debe a los servicios concertados de salud mental o rehabilitación psicosocial más de dos millones de euros. Conteste, por favor, a estas preguntas. ¿Es cierto o no es cierto lo que le estoy diciendo?

En educación, los recortes de los que usted es responsable han supuesto que ha derivado un gasto a las familias de alrededor de veinticinco millones de euros al año y ha derivado otra carga de sus recortes a los profesores, a los que, gratis et amore, les ha implementado con una carga de trabajo del 20%, y los enseñantes que realmente usted ha suprimido se elevan a la cifra de dos mil.

Y en cuanto a dependencia, señora Rudi, no haga más el ridículo con sus afirmaciones porque no hay observatorio de la dependencia, no hay cifras de los ministerios, no hay absolutamente ningún dato que leamos en los medios de comunicación desde hace muchos meses que no sitúen a Aragón a la cabeza en la demolición de esa magnífica ley, que es un orgullo para los socialistas [rumores] porque gobernaba el Partido Socialista cuando vio la luz.

Hay un asunto que me parece sobrecogedor desde el punto de vista de su conciencia social: se olvida usted absolutamente, no hace ni una sola referencia a la situación de los hogares sin ingresos, a la situación de los hogares con todos sus miembros en paro, a hogares con dificultad para llegar a fin de mes, que han aumentado exponencialmente desde que usted gobierna, se olvida de que el 27% de los niños están en riesgo de pobreza. ¿Es conocedora de estas circunstancias, señora presidenta? O ¿a usted solo le preocupa la estabilidad institucional y no le preocupa en absoluto el riesgo, la incertidumbre [aplausos] y la inquietud en la que viven miles de familias aragonesas?

Cuando ha abordado la cuestión de su proclama regeneradora de ayer, creo sinceramente que lo ha empeorado, señora Rudi. Cuando ha relacionado la supresión de diputados con la mala imagen que los ciudadanos tienen de la política autonómica, lo que ha venido a decir es que, para darles satisfacción del todo a los ciudadanos, lo que habría que suprimir directamente son las comunidades autónomas en su conjunto. [Rumores.] Pero le voy a decir que, si les preguntaran a los ciudadanos, señora Rudi [rumores], qué prefieren, si que se suprima el Parlamento o que suprima este Gobierno, estoy seguro de que preferirían que se suprimiera este Gobierno que usted encabeza. [Aplausos.]

Ya le he dicho cuál era la posición del Partido Socialista en relación con esas reformas que usted propuso. Ya le he dicho que nosotros estamos absolutamente de acuerdo con el desaforamiento de los diputados, lo estábamos hace unos días y ustedes no, y lo seguimos estando absolutamente, no solo de los diputados, sino de los miles de funcionarios de este país que también están aforado, entiendo que de una manera absolutamente improcedente en los tiempos que corren.

Ya le he hablado de que nosotros estamos a favor de desbloquear las listas, tan estamos a favor que en la reciente conferencia política del Partido Socialista lo aprobamos y lo queremos llevar a la práctica. Por cierto, al Partido Socialista, el Partido Popular, lecciones de democracia interna, lecciones de paridad en las listas, lecciones de avances regeneradores en todo lo que significa el concepto de la actividad política, usted no nos puede dar absolutamente ninguna [aplausos] porque, señora Rudi, para dar lecciones de regeneración, para impulsar procesos de regeneración democrática hay que tener cre-di-bi-li-dad y legitimidad, y ustedes, el Partido Popular, por unas razones u otras, hace mucho tiempo que perdieron credibilidad y hace mucho tiempo que perdieron la legitimidad.

La versión que da de su posición sobre Cataluña me parece, se lo digo con toda sinceridad, una visión antigua, una visión absolutamente periclitada. Yo estoy a favor de un aragonesismo proactivo y no reactivo hecho a favor de la puesta en valor de nuestras potencialidades, no hecho en contra, contra nadie. Su aragonesismo es anticatalanismo rancio puro y duro, lo repito. Yo estoy a favor de aprender de la historia para no repetir los errores, pero no para encontrar en la historia derechos que puedan fundar nuestras aspiraciones de futuro.

Y por cierto, señora Rudi, su impresión de que Aragón tiene que ejercer a tope su condición de pieza de seguridad en el norte de España es otra muestra de inanidad, hace años que lo vienen diciendo sus antecesores con nulo éxito. Porque hemos visto que eso, confiar en que España reconocerá esa especie de lealtad aragonesa por entender que somos una pieza de seguridad frente a la inestabilidad de los nacionalismos de los dos flancos, del Mediterráneo y del Cantábrico, confiar en que el Estado va a valorar esa lealtad se ha demostrado que absolutamente inútil porque la TCP duerme el sueño de los justos, el corredor Mediterráneo va por donde va, y Amazón, en vez de traerlo el ministro Soria aquí, se lo ha llevado directamente a El Prat del Llobregat [aplausos] para contentar a los catalanes y darle vía de salida al señor Mas.

Por tanto, señora Rudi, eso de que Aragón es pieza de seguridad y se puede sacar ventaja de ello es algo que ya no tiene sentido decir porque con esa teoría nos ha ido mal a los aragoneses, señora Rudi. Nosotros debemos ser leales al Estado, pero hemos de reclamar una lealtad recíproca y, si no, como decía el antiguo juramento de los Fueros del Sobrarbe, «no», eso es algo que los aragoneses tenemos que empezar a tener claro con toda rotundidad.

No confunda con las posiciones federalistas del Partido Socialista, que, por cierto, señora Rudi, van a ser la posiciones que quizá tenga que utilizar el señor Rajoy para desbloquear el contencioso catalán. Porque ni con las posiciones recalcitrantes del señor Mas ni con las posiciones recalcitrantes del señor Rajoy se va a salir del atolladero. La fórmula federal que nosotros proponemos no consiste en modo alguno, señora Rudi, en federalismos asimétrico, consiste en federalismos simétricos, consiste en blindar las competencias de las comunidades autónomas y del Estado en la propia Constitución, consiste en constitucionalizar de manera definitiva un sistema de financiación justo. En eso consiste la fórmula federal que nosotros estamos proponiendo. Y creo entender de sus palabras que, sustancialmente, hasta usted, que cree poco en el Estado autonómico, podría estar de acuerdo en lo que le estoy diciendo.

El señor PRESIDENTE: Vaya terminado, señor Lambán.

El señor diputado (LAMBÁN MONTAÑÉS): Usted, señora Rudi —y voy terminando—... quería yo hacer aquí una serie de propuestas, tenía varias; no obstante, si le parece, se las pasaré por escrito, ya sé que usted ni siquiera las leerá, mi escepticismo respecto a su capacidad de entendimiento con la oposición es mínimo, ya sé que no las leerá. Entre otras cosas, no se entiende con la oposición porque en el fondo de su cerebro usted se sigue considerando oposición, ese es su principal problema.

Le voy a decir, señora Rudi, para terminar, que usted —y se lo dije, creo, en el primer debate de esta comunidad— es irresponsable por definición, pero no por frivolidad, sino porque no se reconoce responsable nunca de nada, nunca tiene la culpa de nada. Si la encuesta de población activa no le gusta, dice que tiene la culpa el INE y la descalifica usted directamente o a través de su consejero. Si el déficit, la joya de la corona, se le dispara, usted no tiene la culpa, la tiene Montoro, que ha hecho las cuentas mal. De sus fracasos, de sus reiterados fracasos, usted señora Rudi, nunca tiene la culpa, la tiene la herencia que recibió y ahora —y eso me pareció algo francamente indignante, porque lo dijo el otro día en vísperas de este debate— dice que la culpa de parte de sus fracasos la tiene el clima político de esta Cámara, la tiene el clima político de Aragón, que se ha convertido en una especie de lastre para el Gobierno; eso está recogido, señor Rudi, de manera explícita en la comunicación que usted hizo a los grupos parlamentarios para presentar este debate Y del Somport y de todos los problemas que tenemos con los pasos fronterizos, la culpa no la tiene usted, la tienen los franceses, a los que me da la impresión, por cierto, de que usted jamás ha ido a ver para tratar de solucionar esos problemas. Y si está esperando que sea la ministra Pastor quien solucione esos problemas, podemos esperar tranquilamente sentados a que veamos aparecer algún día las soluciones.

En definitiva, señora Rudi, aparece usted en este debate como una dirigente anticuada en sus ideas, fracasada en sus realizaciones, una presidenta que se repite hasta la saciedad, y por eso tiene que recurrir a fuegos de artificio en sus intervenciones, como la última que hizo ayer para enmascarar un discurso absolutamente plano y sin ninguna novedad. No tiene usted ideas, no tiene usted credibilidad y está absolutamente agotada.

De todas formas, por suerte para Aragón, este debate del estado de la comunidad del año 2014 es su canto de cisne como presidenta del Gobierno de Aragón, y en ese sentido, porque lo cortés no quita lo valiente, sepa que a partir de ahora, independientemente de que no le deseo un buen futuro político, porque eso sería malo para Aragón, sepa que cuenta con todo mi respeto personal.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lambán.

Señora presidenta, su turno.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor Lambán, permítame que empiece por el final. Pues, gracias a Dios que cuento con su respeto personal [risas], gracias a Dios; si no llego a contar con él, no sé las descalificaciones y los insultos que hubieran salido de su boca esta mañana aquí. [Rumores.] Pero, en cualquier caso, bienvenido sea ese retórico respeto personal que dice que me tiene.

Mire, señor Lambán, vamos a ver, usted insiste..., porque intenta manejar los datos —no voy a decir manipular—, que cómo puedo presumir de dedicar el 62% a políticas sociales, porque hay que pagar sanidad, hay que pagar maestros y todo lo demás. Pues, señor Lambán, porque las prioridades políticas —y usted lo sabe— en un presupuesto de una Administración Pública es, como suele decirse, la expresión cifrada de un proyecto político. Y la expresión cifrada del proyecto político de este Gobierno de coalición desde que estamos en el Gobierno se viene demostrando reiteradamente que la prioridad política, la mayor parte de recursos que destinamos es a las políticas sociales (sanidad, educación y servicios sociales), mal que le pese, señor Lambán. Porque, indudablemente, de la misma manera que cuando me dice que le he puesto el ejemplo de Andalucía, como ustedes son los que están defendiendo permanentemente las políticas andaluzas, la misma prioridad política en la expresión cifrada de los presupuestos tiene la prioridad de los gastos sociales en Andalucía que en Aragón, señor Lambán. Ese es el planteamiento.

Lo que ocurre es que como ustedes hubieran querido que este Gobierno, en lugar de ese 62% estuviera dedicando el 48% —eso es lo que ustedes hubieran querido, porque ese es el dibujo que ustedes pretenden hacer llegar a la ciudadanía diciendo: «Este Gobierno de la derecha que no tiene sensibilidad social», que es lo que ustedes, reiteradamente, están diciendo—, les molesta mucho esa comparación en —insisto— expresión cifrada del proyecto político del Gobierno de coalición dedicado a gasto social en más del 62%, el mismo porcentaje que se dedicaba antes. Indudablemente, en valores absolutos, menos. Porque, señor Lambán, ¿me querrá usted explicar de dónde iban a sacar los mil millones de agujero que dejaron en la sanidad cuando se fueron? ¿Cómo lo iban a pagar si hubieran seguido con el mismo sistema que ustedes dejaron, señor Lambán? [Aplausos.] Ese es el planteamiento.

Mire, la evolución de los datos... —una cosa es déficit y otra cosa es «sin pagar»—, la evolución de los datos, señor Lambán... [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): ... mire, son los que son, y usted, efectivamente, huye como gato de agua fría de saber de dónde veníamos, porque no le interesa, señor Lambán. A usted le interesa solo analizar los datos de estos tres años sin tener en cuenta el origen y cómo se ha evolucionado, porque, indudablemente, las políticas son evolución.

Y, mire, permítame que le dé dos datos: en primer lugar, la afiliación que usted ha dicho que es tan negativa. Mire, en este momento, en Aragón, hay veintidós mil personas más dadas de alta en Seguridad Social que a 1 de enero de 2014. Mire, para usted puede que eso no tenga ninguna importancia; para mí tiene mucha, porque son veintidós mil tragedias menos que hay en Aragón, y para mí eso tiene mucha importancia, señor Lambán. Seguramente, para usted, como es un dato que no le viene bien, no lo quiere nombrar. Veintidós mil personas que no trabajaban el día 1 de enero y que en este momento están de alta en la Seguridad Social, y esos no son datos manipulables, señor Lambán.

Pero, mire, permítame que le haga una cuenta. Mire, si la evolución de los indicadores económicos hubieran llevado la misma marcha que llevaban cuando ustedes se marcharon, cuando le he recordado que en los tres primeros años de crisis económica el número de parados en Aragón se incrementó en 139%; cuando ustedes se fueron, cuando sus antecesores se fueron del Gobierno, en Aragón había noventa y un mil ochocientos parados. Al ritmo de crecimiento de los tres primeros años de crisis imputable al Gobierno de Rodríguez Zapatero y al Gobierno de Iglesias, en este momento tendríamos más de doscientos mil parados, señor Lambán. [Aplausos.] Esa diferencia entre..., esa es la aplicación de nuestras medidas... [el señor diputado SADA BELTRÁN, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Esos son datos objetivos»]... tanto en el ámbito nacional...

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio, por favor.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): ... como en el ámbito autonómico, es lo que nos ha permitido —y no estoy satisfecha en absoluto—, nos ha permitido estar en noventa y ocho mil, y espero, señor Lambán, y lo deseo con todas mis fuerzas, que al año que viene esta cifra se haya rebajado, porque eso lo que significará es que miles de familias aragonesas empiezan a ver la luz, tienen puesto de trabajo y, seguramente, van a poder estar en mejores condiciones. Y para eso, señor Lambán, aunque usted no se lo crea, porque el problema que tiene usted es que yo creo que solo cree que la izquierda es la única que tiene sensibilidad social. Tiene unos prejuicios hacia todo lo que no sea la izquierda, señor Lambán, y le puedo asegurar que no le voy a decir más que usted, pero menos tampoco, y a lo largo de toda mi vida lo he venido demostrando. Ni se lo admito ni se lo admitiré, ni a usted ni a ningún representante de la izquierda. No tienen la exclusividad de la justicia social, mal que les pese. [Aplausos.] Ya les gustaría, ya les gustaría. Pero no la tienen.

Mire, hablaba de la carga de trabajo de los educadores. Le he dado la cifra, y no voy a volver a aburrirles: el número de profesores que había a 30 de junio de 2011 y el número de profesores a 30 de junio de 2014, y si no recuerdo mal, son ciento y pico menos. Esa es la destrucción y el desmantelamiento, diga usted lo que diga, y son los datos oficiales de los registros de la Seguridad Social; por tanto, imposibles de manipular.

Pero me hablaba también del índice de confianza empresarial, que yo se lo había adelantado, señor Lambán, y que no sé por qué, o no ha prestado atención. Mire, el índice de confianza empresarial —se lo he dicho—, en abril de 2013, el de Aragón, era ciento tres, y en abril de 2014, ciento veinte con dos. Le puedo dar otros datos, le puedo decir, le podría decir el de Andalucía, pero seguramente usted se va a enfadar, pero le puedo decir otros muchos. Y estamos mejor que la media nacional —he insistido en ello— en el índice de confianza empresarial, que ese es uno de los datos que miden la evolución de la economía, esa economía que, según usted, va tan mal, pero que, desde luego, quienes son expertos en ello no lo dicen.

Estamos mejor que la media nacional en afiliados a la Seguridad Social, como se lo decía —el último dato, de 11 de julio, que me lo pasa el consejero de Economía—, estamos mejor en colocaciones registradas, estamos mejor en paro registrado, estamos mejor en el índice de producción industrial, la matriculación de turismos, matriculación de vehículos de carga, viajeros en establecimientos hoteleros. Estamos mejor en importaciones, estamos mejor en exportaciones y estamos mejor en PIB a precio de mercado. Es el dato del Instituto Aragonés de Estadística de fecha 11 de julio de 2014. Creo que más cercano al momento del debate no puede ser. Y todo eso, señor Lambán, está ahí y, desde luego, no lo manipulo yo ni lo manipula nadie.

Mire, me decía mi insensibilidad con el Ingreso Aragonés de Inserción y el dinero que dedicaba Asturias a esta cuestión. Mire, no sé si tenemos..., se lo he dicho yo, no sé si yo soy insensible, pero de seis con cinco a veintiocho millones, y, desde luego, no se ha multiplicado por más de cuatro. Eso se lo puedo asegurar: de seis con cinco a veintiocho. Pero es que, además, hay una cuestión: si comparamos el..., vamos, me imagino que no me discutirá que el índice de pobreza está en relación con la renta per cápita; así es como se mide en los ámbitos geográficos. Mire, en Aragón —se lo he dicho antes—, el PIB, la renta per cápita es de veinticuatro mil setecientos treinta y dos; en Asturias, es de veinte mil quinientos noventa y uno. Luego no me puede decir que el índice de pobreza de Aragón es superior al de Asturias, porque justo los datos dicen lo contrario, señor Lambán.

Yo sé que discutir estas cuestiones es muy complejo, pero, en cualquier caso, señor Lambán, cuando le dan una cifra, contrástela, y contraste dónde está el origen. Pobreza relacionada con renta per cápita: Asturias, mucho más pobre que Aragón en renta per cápita; luego, por tanto, no puede ser que nosotros tengamos más pobreza.

Mire, usted me ha dicho que mi partido no tiene ni credibilidad ni legitimidad, y tendría fácil la respuesta: en la última confrontación electoral, mi partido ha tenido para más españoles credibilidad que para el suyo. Sin más. Y son unas elecciones europeas, donde, efectivamente, no se vota igual, pero, en cualquier caso, en Aragón y en España, si nos sometemos al dictamen de las urnas, que en democracia es lo que miden, mi partido ha tenido más credibilidad y más legitimidad en España y en Aragón que el suyo, señor Lambán. [Aplausos.] Lo siento: otra vez, más los datos le dan mal.

Mire, usted me ha hablado al principio, en la primera parte... Me quedaba alguna cosa por contestar, y se la quería contestar. Me ha hablado de que en el hospital de Teruel nos inventamos los riesgos sísmicos. Mire, ¿sabe cuál fue el problema? Que el informe de este catedrático de Geología, que lo presentó en el año 2008, también lo guardaron en el cajón. ¡Fíjese qué casualidad! los cajones tenían unas sorpresas terribles. Y fue justo el año pasado, en las fechas de este mismo debate, y está publicado en los medios de comunicación, cuando el mismo catedrático de Geología, que, además, creo que no es cercano al Partido Popular, volvió a sacar la información. Y, por responsabilidad, para cubrir la irresponsabilidad de quien había aprobado el proyecto anterior es por lo que lo hemos retrasado un año hasta que los informes de todos los institutos que hay en España sobre geotecnia y sobre geología nos han dicho lo que había que hacer, señor Lambán. Fíjese. Por eso que nos han dicho que no había riesgo ha habido que adaptar el proyecto, que ya está en marcha. Justo por eso, señor Lambán.

Mire, me ha hablado antes de corrupción. Mire, mi postura sobre la corrupción creo que, a lo largo de treinta años de vida política, está demostrada pública y privadamente. Lo he dicho en público y en privado, y sigo diciendo lo mismo. Y no me gusta ni voy a entrar en el debate de «tú más», pero, señor Lambán, no entre en ese camino que creo que no es en el que tiene el suelo más seguro. Tengo la sensación de que su partido, en mucha parte del territorio nacional, tiene arenas movedizas bajo los pies. No entre en ese camino. [Aplausos.]

Mire —y ya entro en el final de mi intervención, señor Lambán—, me hablaba de mi anticatalanismo. No, en absoluto —se lo he dicho antes—. Anticatalanismo, en absoluto; simplemente defiendo que los españoles, entre los que estamos incluidos los aragoneses, somos iguales en derechos y en libertades, y, por tanto, lo mismo que tenga un ciudadano de Madrid, de Andalucía, de La Rioja, de Cataluña, lo quiero para el ciudadano aragonés. Eso es lo que defiendo.

Y, señor Lambán, usted me dice que federalismo asimétrico, no. Ese término no lo hemos acuñado en el PP; le he dicho que lo acuñaron ilustres políticos de larguísima trayectoria en el Partido Socialista Catalán, en el PSC.

Pero, señor Lambán, permítame que le haga una pregunta, y habrá mucho para seguir hablando de esto: el sistema de financiación justo, ¿con límite de la solidaridad o sin límite? Claro, es que, señor Lambán, su partido en Cataluña —su partido hermano, que no son los mismos, el PSC— lo que está defendiendo es topar la solidaridad. [Rumores.] Si usted eso lo entiende justo para los aragoneses, pues tiempo habrá de debatirlo. Podrá decirlo. Eso es lo que está defendiendo el Partido Socialista de Cataluña. Y a eso, señor Lambán, es a lo que yo me opongo y me he opuesto públicamente.

Y, mire, cuando usted dice que las relaciones con el resto de España o con el Gobierno central..., y habla de la falta de bidireccionalidad en la lealtad Aragón-España, y me ha hablado de la travesía central del Pirineo, mire, es un tema muy manido el de los pasos fronterizos, pero usted sabe que quien sacó la travesía central del Pirineo en el año 2011 de las redes transeuropeas de transporte fue un ministro que se llamaba José Blanco, que le propuso al comisario Kallas que se sacara de las redes. Y eso está contrastado. Y ha sido el Gobierno del Partido Popular, con la ministra Pastor, el que ha intentado volverlo a reintroducir, y la Comisión Europea dijo que no porque, oiga, un Gobierno anterior, con el señor Blanco a la cabeza, lo sacó.

Pero le voy a decir más, señor Lambán, porque también los documentos... Mire, la cumbre hispano-francesa del año 2004, que usted recordará que con gran pompa y boato se celebró aquí, en Zaragoza, la declaración conjunta que firmaron el ministro francés y el ministro español, a la sazón don José Blanco, decía textualmente: «Confirman la voluntad de dar impulso a la línea del Canfranc —antes habían dicho que era un tren regional; había pasado de ser un tren de interés nacional a un tren regional— y, teniendo en cuenta la prioridad dada a los proyectos ferroviarios, reafirman —reafirman, señor Lambán— que no hay necesidad de proceder al aumento de la capacidad de los enlaces transpirenaicos por carretera». Eso es lo que el señor Blanco, ministro a la sazón del Gobierno de España, firmó con el ministro francés en el año 2004 [rumores]: la renuncia expresa a que la route nationale 134 se arreglase. Eso fue, señor Lambán. Y entonces, en aquella cumbre, de mal recuerdo para Aragón, para más inri celebrada en Zaragoza, se renunció al ámbito nacional del Canfranc y se le bajó al nivel de regional —y las hemerotecas las tenemos para comprobarlo—, y después, señor Lambán, se renunció expresamente a mejorar las comunicaciones por carretera. Hay que tener memoria y documentación, señor Lambán.

Y luego me ha dicho que no... Mire, las relaciones con las comunidades, con las regiones francesas del otro lado del Pirineo son fluidas. Y con el presidente de Aquitania, ilustre militante socialista, mantenemos... Y él está en la misma línea que estamos nosotros, y hemos tenido distintas reuniones que se han podido ver, peleando por la recuperación del Canfranc. Y las inversiones que se están haciendo en el lado francés son las que está financiando la región de Aquitania y tiene más necesidad de inversiones que el lado español. Y yo lo dije ayer: el lado español requiere ciento veinte millones de inversión, y hay compromiso del Gobierno de España —y ya hay alguna cosa que se ha puesto en marcha— de ejecutarlos para el horizonte de 2020. Pero, señor Lambán, no ha sido esta presidenta la que en un medio de comunicación aragonés, sino un ilustre representante de la Administración socialista francesa, la que ha dicho que no tienen interés en desarrollar las comunicaciones con el Pirineo francés porque no hay habitantes al otro lado. Negro sobre blanco, publicado hace poco en un medio de comunicación aragonés. Señor Lambán, esa es la situación. Luego no es que yo no tenga culpa: es que usted tiene la mala suerte de que le preparan la documentación y le falta siempre parte de documentación, que, para su desgracia, sí tengo yo. [Rumores.]

Mire, señor Lambán, me ha dicho usted las cuestiones de regeneración. Vuelvo a insistir. Y no tergiverse mis palabras: yo no he dicho que la gente, la sociedad o los ciudadanos tenga desafección a las comunidades autónomas y que quieran que se cierren las Cortes, no, no, en absoluto; de lo que yo me he hecho eco aquí es de multitud de encuestas de distintos centros sociológicos que dicen —y he dicho: con razón o sin razón— que la estructura política de España es excesiva, y la carga de la prueba la están colocando en las comunidades autónomas. Y he dicho: mi objetivo es fortalecer el Estado autonómico, mi objetivo es fortalecer la autonomía, y, para ello, conseguir que los ciudadanos la vean como más importante y, sobre todo, la vean como más útil, señor Lambán. Eso es lo que yo he dicho. En absoluto me he referido a cerrar estas Cortes. Y la verdad es que la demagogia hay veces —o casi siempre— que debería tener límites.

Mire, señor Lambán, efectivamente, este es el último debate de esta legislatura, y no adelantemos acontecimientos. Yo no se los voy a adelantar, señor Lambán. Vamos a ver qué dicen las urnas el próximo mes de mayo... [El señor diputado TORRES MILLERA, del Grupo Parlamentario Popular, se manifiesta desde su escaño en términos que resultan ininteligibles.] [Risas y aplausos.] ... Y vamos a ver quién protagoniza...

El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio por favor.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): ... el debate de investidura y en qué papel cada uno.

Yo solo le puedo asegurar, señor Lambán, que el tiempo que me queda de presidenta y el futuro lo seguiré dedicando a intentar mejorar las condiciones de todos los aragoneses. Lo seguiré dedicando a ayudar a los sectores productivos de esta comunidad autónoma —efectivamente, si no se crea riqueza, no se puede repartir— para que generen empleo y riqueza para que después podamos llegar con mejores recursos a aquellos sectores de la población que más lo necesitan.

Pero, señor Lambán, permítame que le diga una cosa: yo no sé si mancho a Ortega nombrándole; simplemente, le digo que esta noche reflexione si usted ha manchado el debate político con el nivel que ha utilizado. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.

Corresponde, a continuación, la intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista.

El señor Soro tiene la palabra por tiempo de treinta minutos. Puede intervenir cuando quiera.

El señor diputado SORO DOMINGO: Muitas grazias, siñor Presidén.

Bon dia, senyora Presidenta.

Buenos días, señorías.

Mis primeras palabras, señorías, son de solidaridad con el pueblo palestino, que está sufriendo el ataque genocida del Estado de Israel con la complicidad vergonzosa de la comunidad internacional.

Estamos para hablar de Aragón; no estamos para hablar ni de Andalucía, ni de Cataluña, ni tanto de España, pero creo que, al menos, esa referencia, hoy, a gente que está siendo asesinada en este momento era lo mínimo por decencia política.

Dicho esto, en Aragón, hoy, señora Rudi, tenemos buenas noticias. Hoy, señora Rudi, es un gran día para Aragón; hoy, es su último debate como presidenta de Aragón. Y lo voy a volver a repetir, porque me sienta muy bien decirlo: hoy, señora Rudi, es su último debate como presidenta de Aragón.

Es evidente que usted, ayer, señora Rudi, intentó mantener el tipo; hoy, también. Ayer, cero autocrítica, mucho autobombo, pero, señora Rudi, sus palabras de ayer y las de hoy suenan a epílogo, sus palabras, señora Rudi, le aseguro que suenan a final. Mire, es como un play-off en el que usted ya ha perdido los tres últimos partidos, ya está descalificada, no tiene ninguna posibilidad de remontar y solo le queda una salida, y la única salida es la huida hacia adelante. Y eso es lo que está haciendo usted —ayer, fue clarísimo—, huir hacia adelante.

Lo de ayer, además, señora Rudi —y se lo digo con todo el respeto y sin insultar; es una forma descriptiva—, lo de ayer fue juego sucio, lo que hizo usted ayer fue juego sucio, porque se aprovechó de estas Cortes para lanzar mensajes como presidenta del PP y, de paso, intentar desviar la atención para hablar del número de diputados y diputadas. Señora Rudi, usted dejó ayer muy claro con esa actitud que está en plena campaña electoral y que los próximos meses ya no va a presidir un Gobierno de Aragón, sino que lo que va a hacer es presidir el gabinete de propaganda del Partido Popular. Muy bien, en eso estaremos, señora Rudi.

Pero mire, no le va a servir de nada, porque los aragoneses, a estas alturas, le aseguro que ya no se tragan sus soflamas triunfalistas y autocomplacientes. En Chunta Aragonesista, en todo caso, nos interesa mucho más el futuro que el pasado, así que lo que hoy queremos, señora Rudi, dirigirnos directamente a la gente, a esos ciudadanos que hoy están siguiendo este debate en directo y a los aragoneses y aragonesas, a los ciudadanos que se informarán después a través de los medios de comunicación.

Mire, queremos explicarle, en primer lugar, a esta gente cuál es la responsabilidad de su Gobierno en esta situación, porque es mucha, señora Rudi –luego hablamos también de la herencia—, queremos explicarle también a la gente que desde la derecha —y no lo digo de forma despectiva, lo digo de forma descriptiva—, desde la derecha, con ustedes, desde luego, no darán solución a los problemas que tienen. ¿Por qué? Pues, porque su proyecto político, el de la derecha, es precisamente este: el de una sociedad cada vez más clasista y desigual, un Aragón cada vez más desdibujado y subordinado a Madrid. Un Aragón sin capacidad de decidir. Ese es su modelo y en esa línea están yendo ustedes.

Pero hoy, sobre todo, lo que queremos explicar a la ciudadanía es que hay alternativa, señora Rudi, que cuando les echen a ustedes —porque puede estar segura que en 2015 les echarán a ustedes—, podremos entonces, desde el aragonesismo, el aragonesismo de siempre, el que venimos practicando desde hace décadas, desde el aragonesismo y la izquierda, podremos rehacer todo lo que ustedes han deshecho a lo largo de estos años y construir, señora Rudi, el Aragón más social, plural e ilusionante en el mundo, más justo y solidario posible.

Señora Rudi, este es el compromiso de Chunta Aragonesista, no nos conformamos con menos, y en eso estamos ya volcados en cuerpo y alma los hombres y mujeres de Chunta Aragonesista. Ellos también han participado en la preparación de esta intervención; la hago yo como portavoz de mi grupo, pero es fruto del trabajo colectivo, como digo, en mi grupo parlamentario. Y, además, también han colaborado ciudadanos y ciudadanas, que nos han transmitido su realidad del día a día a través de las redes sociales. A todos ellos, señora Rudi, les doy las gracias.

Mire, no me resisto a leer un tweet que acabo de leer hace un rato mientras usted intervenía y había un ciudadano que decía en Twitter que usted habló «montada en un unicornio rosa del país de la piruleta», eso es lo que decía un ciudadano.

En todo caso, como le digo, gracias a todos los que nos han ayudado, y confío en que se vean reflejados en estas palabras.

Señora Rudi, empiezo con una pregunta muy directa: ¿qué es para usted Aragón? Sabemos qué es Cataluña, Andalucía, España, pero le pregunto qué es para usted Aragón, qué ve cuando mira a Aragón, señora Rudi. Matteo Renzi, el primer ministro italiano, hace poco dijo en el Parlamento Europeo que si Europa se hiciera hoy un selfie, mostraría una cara de cansancio, resignación y aburrimiento.

¿Qué imagen cree, señora Rudi, que se reflejaría de Aragón si nos hiciéramos esa autofoto? Espero que me conteste después, pero, por favor, no me conteste lo de la cara de confianza e ilusión que dijo usted ayer, porque es que no cuela, no se lo traga nadie. Desde luego, es usted muy española con la frase de Ortega, la que antes comentaba con el señor Lambán, desde luego, usted sí que es española porque niega la realidad con un estilo y una clase, desde luego, impresionante.

Veremos lo que me dice después. Yo, mire, no quiero ser negativo, al revés, no quiero ser negativo porque en Chunta Aragonesista, le aseguro que somos plenamente conscientes del gran potencial que tiene Aragón, nuestro país. Pero es que sabemos, señora Rudi, que por culpa de ustedes, lo que saldría en ese selfie de Aragón sería una cara de sufrimiento, de cabreo y de hartazgo. Esa, señora Rudi, desgraciadamente, es la realidad.

¿Y sabe cuál es el verdadero problema? Que eso, a usted, le trae sin cuidado, le importa mucho más la imagen que saldría si se hiciera ese selfie en la sede de Génova con los dirigentes de su partido, señora Rudi. Eso es lo que de verdad le quita el sueño a usted: el Partido Popular. Aragón, señora Rudi, es solo su actual centro de trabajo, como antes lo fueron Zaragoza, como antes lo fue Madrid o como después lo fue Bruselas, poco más. Para usted, señora Rudi, Aragón no es una prioridad, es algo accidental y transitorio.

Usted, señora Rudi, se sonríe y me dirá, como me dice siempre, que en Chunta Aragonesista no tenemos la exclusiva de la defensa de Aragón. Pero es que, mire, lo suyo es una pose forzada de Agustina de Aragón, porque luego lo que hace es justificar las decisiones antiaragonesas de Madrid y las agresiones y menosprecios que recibimos del Gobierno central.

Mire, durante su mandato, las infraestructuras que necesitamos, y que dependen de la voluntad política del Gobierno central, no han avanzado nada; cada día las cosas están peor.

La última reunión cuatripartita del Canfranc, después de tanto tiempo reivindicándola, fue un auténtico fiasco. Señora Rudi, por mucho que intenten vender humo, seguimos sin compromisos, ni de fechas ni presupuestarios, y eso, a pesar de que es un proyecto absolutamente posible y viable. Señora Rudi, deje de marear la perdiz con la TCP, como hizo ayer, como ha hecho hoy y como hace siempre, y exija la reapertura del Canfranc, que a estas alturas no solo es un tren, es mucho más, es un símbolo de la lucha del pueblo de Aragón y un símbolo del desprecio de los gobiernos de Madrid con respecto a los aragoneses y aragonesas.

Exactamente igual, con imagen durísima que supongo que usted habrá visto muchas ves y que a mí me pone los pelos de punta, y hablo de la imagen de la autovía Huesca-Lleida en Siétamo —supongo que sabe de lo que hablo—, una carretera que da al vacío, se corta en seco y, a continuación, la nada, la nada presupuestaria, señora Rudi, exactamente igual que con la autovía del Pirineo o con la mudéjar. Bueno, el otro día inauguraron casi tres kilómetros de autovía, ¡algo impresionante! Desde luego, por ahí vamos muy bien.

Esta falta de compromiso económico, además, en la Nacional II y la 232, lo que hace es provocar muertos, señora Rudi. Y solo hay una solución, todo lo demás son ñapas, solo hay una solución, que son los desdoblamientos. Y fíjese que usted, ayer, ni siquiera nombró nuestra red de carreteras, y es normal que no se atrevan a nombrarlas, porque desde luego son propias de un episodio de los autos locos. No me extraña, desde luego, que no las nombrara.

En comunicaciones ferroviarias, más de lo mismo, más de nada: el contrato con Renfe para el transporte de viajeros de media distancia sigue sin firmarse. No hay fecha para ampliar los regionales pactados hace casi un año (de Zaragoza a Huesca, Alagón y Lleida).

Seguimos sin noticias de las cercanías, seguimos sin un plan estructurante de transporte... Lo de la red ferroviaria de mercancías que decía ayer que están estudiando, señora Rudi, es como una ópera bufa y no voy a entrar en ese tema.

Mire, ¿sabe cuál es el problema? Que España nos trata como un protectorado y usted asume entregada el papel de delegada de la metrópoli. Esa, señora Rudi, es la realidad. Es usted incapaz de exigirle a Madrid que se siente a negociar de tú a tú, negociar de tú a tú con el Estado español, señora Rudi, la bilateralidad. Hablo, por supuesto, de la bilateralidad, que es la clave de la relación con el Estado. La Comisión Bilateral no ha servido para nada, señora Rudi, para recoger algunas migajas, han recogido migajas.

Hoy, ha salido ya el señor Pizarro y tengo que decirle que por fin hemos entendido por qué nombró al señor Pizarro para estar en la Comisión Bilateral. Ahora que es jefazo de El Corte Inglés, al menos negociará cheque-regalo para los aragoneses, ¿no?, irá por ahí el tema porque, si no, le aseguro que no entendemos nada. Permítame que nos tomemos a chufla lo de la Comisión Bilateral, porque es justo lo que hacen en el Gobierno central, que se le ríen en la cara con la bilateralidad.

Mire, el problema es que usted no se enfrenta con el Gobierno central pero tampoco hace sus deberes aquí, en Aragón. Han conseguido algo muy difícil, han conseguido la cuadratura del círculo presupuestario: suprimen inversiones públicas y recortan gasto social, todo eso, pero la deuda a la vez está desbocada, señora Rudi, han superado ya los seis mil millones de euros.

Y el problema no solo es el montante de la deuda, que es impagable —lo digo una vez más, es preciso hacer una auditoría y determinar la parte que no debemos pagar—, el problema no es solo el montante, repito, el problema es para qué se endeudan ustedes. No se endeudan para financiar inversiones productivas, en absoluto. Mire, un dato: del millón ciento sesenta mil euros que piden prestado este año, van a destinar casi todo, un millón, a amortizar préstamos y deuda pública y a pagar intereses. Es decir, cogen dinero de un banco y lo llevan a otro bando. Desde luego, esto es digno de nominación para un premio nobel de antieconomía.

Y, además, incumplen, señora Rudi, los objetivos de déficit, lo sabe bien. Pecó el año pasado, volverá a pecar en 2014. Porque, mire, no soy adivino, pero es que, si en cuatro meses consumen el 60% del desfase permitido para todo el año, es imposible que luego cierren el ejercicio en el 1%. Ya veremos, pero, desde luego, aritméticamente lo vemos imposible. Pero, fíjese, el problema es que ustedes mismos se ponen las reglas y luego las incumplen, señora Rudi. Ustedes, los liberales, ¿qué dirán de usted a sus espaldas en los corrillos liberales tal como trata usted esto del déficit? Están ustedes enrocados en un juego diabólico que nos lleva a un callejón sin salida: mal si se cumple el déficit porque habrá sido a costa de los recortes y mal si se incumple porque habrá más recortes. Señora Rudi, en ambos casos, quien sale perdiendo es la ciudadanía.

Entonces, ¿no hay solución?, me dirá. Sí, claro que la hay, señora Rudi, hay solución: hay que relativizar la importancia del cumplimiento del déficit, relativizarla, no es la santa Biblia, hay que relativizarla, hay que derogar el artículo 135 de la Constitución, hay que cambiar radicalmente las políticas presupuestarias y financieras. ¿No quería usted más recursos? «Me gustaría más recursos», decía: pues téngalos, recaude vía tributos no solo más, sino mejor, es decir, de una forma más justa y hasta el último céntimo. Ayer, hoy, ni una palabra sobre el fraude fiscal: esa es clave, se lo aseguro.

Otra cuestión. Abandonar la austeridad patológica y los recortes, desarrollar políticas expansivas y de crecimiento. Señora Rudi, ¡si está todo inventado! Es tan sencillo como desarrollar políticas de izquierdas [risas], si es eso, se trata... sí, sí, es divertidísimo, se trata de redistribuir la riqueza a través de impuestos progresivos —ahora se van a reír más—, que paguen más los ricos —esto les hace una gracia siempre tremenda—, y, en segundo lugar, a través de servicios públicos universales y gratuitos pero de verdad.

Señora Rudi, necesitamos políticas que piensen en las personas y en Aragón, por supuesto, también. Porque, mire, no podemos tolerar ni un ejercicio más que esté en vigor este sistema de financiación autonómica. No basta con decir que es muy malo, ¡si lo decimos todos... casi todos, si no basta con decir que es muy malo, señora Rudi! Le aseguro que la solución no es hacerle un lifting para que cambie algo menos y pese menos la población, esa no es la solución, solo hay una vía, le voy a decir cuál es la vía: el acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado. Y, por si me lo pregunta, sí, con solidaridad, hay fórmulas. Nosotros hicimos propuestas desde Chunta Aragonesista en la reforma del Estatuto para que hubiera una hacienda foral de forma solidaria. Con lo cual, no es un problema la solidaridad. ¿Está dispuesta, señora Rudi, a firmar el acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado? Sí o no, un monosílabo, y, si no lo está, ya me explicará cómo es posible que esté dispuesta a seguir así, tan ricamente, incumpliendo el artículo 108 del Estatuto de Autonomía de Aragón.

No afronta tampoco la financiación de las entidades locales. Ahí estamos en las antípodas, por mucho que hicimos un tremendo esfuerzo en la ponencia de reforma de competencias. Sabe que en Chunta Aragonesista, ante todo, lo primero somos profundamente municipalistas y a continuación, señora Rudi, lo que defendemos sin tapujos es la desaparición de las diputaciones provinciales y el impulso de las comarcas, de esas comarcas de las que usted nos quiere echar a las minorías con la reducción del número de consejeros. Señora Rudi, sí, mire, vamos a ver, lo que hay que hacer no es expulsar a las minorías de los consejos comarcales, lo que hay que hacer es acabar con el clientelismo y con las corruptelas, eso es lo que hay que hacer. Para comenzar, hay empezar por repartir los fondos, todos los fondos, con criterios objetivos de verdad, no por partidos políticos.

Y algo que usted ni nombró ayer, y nos preocupa mucho: hay que cerrar ya el mapa comarcal. Es que es impresentable que sigamos con el donut, que sigamos con la comarca de Zaragoza sin constituir, algo de lo que usted, como digo, ni nombró. Sí que habló de la ley de capitalidad, pero, fíjese, tres años de legislatura para que diga que, después del verano, hablarán con el Ayuntamiento de Zaragoza. Han perdido una legislatura entera, son incapaces de dar soluciones a la mitad de los aragoneses.

Señora Rudi, durante toda esta legislatura, usted ha insistido en que los recortes de su Gobierno se debían a la gravedad y la persistencia de la crisis y a la herencia recibida del gobierno anterior, lo volvió a decir ayer, lo dirá hoy... Pero, mire, lo que no justifican ni la herencia ni la crisis es el cambio de modelo social que están ustedes implantando. Y esta es la clave, la clave es que desde la derecha quieren imponernos a todos su modelo de sociedad y de familia, señora Rudi, sí, sí, nos quieren imponer a todos sus principios, sus valores, hasta sus creencias religiosas, por supuesto que sí. Un modelo nos quieren imponer que implica no solo desigualdad, también pérdida de derechos.

Y mire, no es una cuestión solo económica, no, no, es una cuestión fundamentalmente ideológica. La crisis y la herencia son los pretextos para llevar a la práctica su proyecto, un proyecto ultraliberal y privatizador en lo económico, reaccionario y elitista en lo social, y fuertemente centralista y homogeneizador en lo territorial: un cóctel explosivo, señora Rudi.

Ahora, al final de su mandato, cambia el tema y usted basa su discurso en otro mensaje: la recuperación ha llegado, ¡alabado sea el PP, viva la señora Rudi! Ese es, señora Rudi, su mensaje hoy y ayer. Pero ¿de qué recuperación hablan, señora Rudi? Porque le aseguro que las familias, los autónomos, las pymes, el pequeño comercio, los agricultores y ganaderos, los pocos mineros que quedan... están mucho peor que cuando ustedes llegaron al Gobierno. El empleo cada vez es más precario, cada vez hay más familias sin ningún tipo de ingresos, más locales con las persianas echadas, más gente que se rinde, señora Rudi, más gente que se va.

Usted se aferra a un dato, al dato de que el paro registrado desciende, de que la afiliación a la Seguridad Social sube... Ese es un dato, señora Rudi, no lo discuto, no voy a entrar en el absurdo de discutir cifras, no lo voy a hacer, pero permítame que le dé también muy breves datos, porque usted omite realidades también muy dolorosas. No se trata solo de que haya empleo, sino de la calidad del empleo y de la calidad de vida de la gente.

La inmensa mayoría de los nuevos contratos laborales son temporales y su duración media es de poco más de un mes, señora Rudi. El 12% de los trabajadores —el doble que hace diez años— gana el salario mínimo interprofesional o menos, seiscientos cuarenta y cinco euros, y el FMI aún se atreve a decir que lo tenemos que bajar. En el caso de los jóvenes, su sueldo medio, quinientos euros. Omite también que los parados de larga duración se han multiplicado por diecisiete, señora Rudi, por diecisiete se multiplican los parados de larga duración desde que empezó la crisis, ya son el 35% del total. Y mire, un récord que nos preocupa muchísimo: hemos alcanzado la cifra más baja en Aragón de parados que perciben ña prestación por desempleo de los últimos años, cuatro de cada diez ya no la reciben, señora Rudi.

Pero, como digo, no voy a entrar en guerras de cifras, los datos son absolutamente secundarios. Esta es la situación económica real, la que le estoy describiendo, la que la gente vive día a día, y es un auténtico drama. Porque los datos macroeconómicos que usted vende son un espejismo mientras continúa la travesía del desierto para la mayor parte de la gente. La economía real, señora Rudi, está hecha trizas y sin visos de mejora.

Le hago una pregunta, señora Rudi, ¿de verdad podría usted mirar a los ojos a quienes han perdido su empleo y desesperan de encontrar otro, a los jóvenes que han tenido que emigrar, como tuvieron que hacer sus abuelos, a quienes malviven con sueldos de miseria o sin prestaciones, a quienes no pueden pagar la hipoteca o el alquiler, a quienes se pelan de frío en su casa? ¿De verdad podría mirar a los ojos a esas personas, decirles unos cuantos datos macroeconómicos e intentar convencerles de que la recuperación está aquí? ¿Podría hacerlo, señora Rudi? De verdad, es que no creo que sea tan cínica, señora Rudi, no creo que fuera capaz de hacerlo. Pero entonces, ¿por qué nos viene a contar el cuento aquí, a estas Cortes? No lo entiendo, no lo entiendo, somos los representantes de esos ciudadanos.

Y luego, nos preocupan otras cosas desde la izquierda. Cuando llegue la recuperación, será la recuperación ¿de quién? De los ricos. Y será la recuperación a costa ¿de qué? De más recortes, de menos derechos, de menos justicia y protección social... a costa de los más débiles. Señora Rudi, está usted dejando a demasiada gente en el camino.

Según un informe de la OCDE publicado hace menos de un mes, de sus treinta y cuatro Estados, España es el Estado en el que más ha aumentado la brecha económica entre ricos y pobres, señora Rudi. No voy a entrar en las cifras, pero esa es una evidente realidad: cada vez los pobres son más pobres y los ricos han aguantado la crisis perfectamente; los primeros, un 40% menos de ingresos, los ricos, un 5%. Y mientras eso ocurre, además, la clase media arrasada y soportando el mayor peso de la carga tributaria, exactamente igual que la reforma fiscal del Gobierno central, que usted, ayer, alababa. Eso es lo que va a producir: lo que queda de clase media aguantando en sus costillas la mayor parte de la carga tributaria.

Señora Rudi, eso no es recuperación, eso es que los ricos han seguido sangrando a los pobres durante la crisis, vamos, la historia de la humanidad.

Mire, es insoportable pensar que un 15% de hogares aragoneses no pueden pagar la luz o el agua. ¿Van a hacer algo contra la pobreza energética? Porque votan a favor de nuestras propuestas, pero luego no hacen nada de nada, señora Rudi, y la energía es un bien básico, un derecho, no es un negocio para grandes compañías que luego, eso sí, abren de par en par las puertas giratorias a políticos de algunos partidos.

¿Y piensa afrontar de verdad el gran problema de la vivienda? Si yo no niego que la bolsa de trescientos pisos de alquiler sea algo novedoso —que usted dijo—, pero es que es una gota en el océano. Si nos parece muy bien el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial, por supuesto, ¿qué menos?, que resuelve un problema absolutamente urgente, perentorio, pero no resuelve un problema estructural, no tienen soluciones estructurales, ni siquiera han firmado con el Estado el Plan de vivienda.

A usted le sabe muy malo que le digamos que son de derechas y que le digamos que desmontan el estado del bienestar, pero es que es la verdad, así que se lo volveré a decir: son ustedes de derechas y ustedes están desmontando el estado del bienestar. Y esto no es un mantra budista que decía usted ayer, esto es la realidad empírica.

Se lo decimos siempre: ustedes confunden derechos con beneficencia y están generando una sociedad cada vez más desigual, excluyente y dual. Dentro de Aragón, ignoran la pobreza, van a hacer algo porque les ha sobrado dinero de abrir los comedores escolares en el verano, y además, a la vez, arrebatan derechos a las personas inmigrantes. Eso, en Aragón, pero es que fuera de Aragón han retrocedido en cooperación al desarrollo a unos niveles, sencillamente, que avergüenzan, avergüenza ver los niveles a los que ha bajado la cooperación al desarrollo en Aragón.

Estamos en una situación de emergencia, y usted y su Gobierno no están a la altura. Ya no le queda, señora Rudi, ni su imagen de buena gestora. Preside usted un Gobierno nefasto, que no tiene proyectos estratégicos —ayer, ni un solo proyecto estratégico—, se limitan a administrar. Ayer, simplemente nos dijeron que van a gestionar, que van a administrar, poco más, porque no lideran, no hace más que, como digo, administrar los pocos recursos que tienen. Un Gobierno que se limita a ir corriendo detrás de los fuegos, que parchean, que dan excusas. Un Gobierno que solo reacciona cuando la presión social es tan fuerte que no les queda más remedio que hacer algo, y entonces, señora Rudi, improvisan, y así nos van las cosas.

Miren, en educación han puesto todo patas arriba, todo (infantil, primaria, secundaria, bachillerato, ciclos formativos, universidad...), todo, no hay por dónde cogerlo. Tiene encendido a todo el mundo: a las familias, a los estudiantes, al profesorado.

La consejera Serrat, desde luego, es una alumna muy aventajada en esto de dejar a la pública temblando: cien millones, un hachazo de cien millones a la pública; eso sí, mientras tanto, trato de favor exquisito a la privada concertada. Y es normal, porque tiene un gran maestro, el ministro Wert.

La LOMCE no es una ley de educación, es una ley al servicio de la patronal, una ley que propugna el elitismo, la jerarquización y la desigualdad de oportunidades, y aquí, en Aragón, además, la implantación está haciéndose deprisa y corriendo y sin información.

El proceso de escolarización, del que sacan pecho, ha sido desastroso. ¿Piensan de verdad que es libertad de elección obligar a familias de Jaca, por ejemplo, a llevar a sus hijos a la privada religiosa en contra de su voluntad?

Plantearon abrir los comedores escolares en verano solo porque cayeron los setecientos mil euros de los que hablaba antes, porque hasta entonces, según ustedes, no había ningún problema, y ha quedado claro que la fórmula no es la correcta, hay un error de concepto, no se trata de estigmatizar a los niños y las niñas que utilizan ese servicio, porque, si no, ¿por qué motivo ha funcionado razonablemente bien en el medio rural, pero no en las ciudades? Pero es que, además, siguen sin solucionar otro problema, que son los meses de junio y septiembre: los niños y las niñas también tienen la costumbre de comer en junio y septiembre, o eso deberíamos hacer o deberían hacer desde la Administración.

Las infraestructuras educativas se renuevan con cuentagotas, hay situaciones insostenibles: el colegio de Binéfar, el Cervantes de Ejea o La Muela, que sigue sin instituto.

El transporte escolar se recorta. Han tenido que dar marcha atrás en una parte, pero siguen los recortes.

Las becas de comedor siguen siendo insuficientes. Aumentan, de modo electoralista, por supuesto, un millón de euros, pero siguen dejando fuera a la mitad de los solicitantes.

Eliminan secciones de ESO, eliminan ciclos formativos...

Y algo muy preocupante: todo esto, a quien afecta más duramente es al medio rural, medio rural que usted ni citó ayer ni ha citado hoy, los pueblos, el Aragón rural. La inmensa mayoría de Aragón, por lo visto, no existe. Están ustedes dejando a nuestro medio rural cada vez con menos oportunidades.

Unos mil quinientos profesores interinos han perdido su trabajo, y esto repercute en los centros: los que siguen al pie del cañón tienen más carga de trabajo, tienen peores condiciones de trabajo, y eso perjudica, ¿a quién?, a nuestros niños y niñas. Mire, yo no voy a entrar en guerra de cifras con la plantilla del profesorado, pero no haga usted trampa..., hace trampa, hace trampa: no puede comparar, vamos a ver, no es lo mismo una jornada completa que una jornada a tiempo parcial. No cuente personas, cuente jornadas laborales, y entonces hablamos. Cuando no cuente que todas las jornadas laborales son a tiempo completo, sino cuando tenga en cuenta que son a tiempo parcial, entonces hablamos y comparamos. Hasta entonces, usted manipula las cifras.

En la universidad, la cosa, desde luego, no está mejor. Quien quiera estudiar una carrera tiene muchas dificultades, salvo que su familia, por supuesto, tenga dinero.

Y siguen sin resolver la financiación básica de la universidad. Se comprometió a hacerlo en junio, ¿cuándo lo hará? Porque lo único que hace es venir aquí y sacar pecho de que mantienen, año tras año, una financiación rácana e insuficiente, que eso es lo que hay para la universidad.

No tienen política cultural. ¡Un año, señora Rudi, para hacer el folleto de presentación del proyecto «Corona de Aragón, historia y arte»!, proyecto que apoyamos, sabe que lo apoyamos, y usted lo decía en la presentación. Repito, un año para la presentación del proyecto. Eso es, señora Rudi, lo que hay hasta este momento.

Y, con la excusa de que no hay dinero, tampoco hacen nada con el Teatro Fleta, ni siquiera algo que no costaría ni un solo euro, como sería crear ya, para cuando haya dinero, una comisión de expertos para decidir qué es lo mejor que se podría hacer con el edificio.

No hay tampoco planificación, no hay un documento estratégico que diseñe las líneas de futuro. Total, no hay ninguna política cultural.

La ley de bibliotecas está obsoleta, no hay dinero ni para que compren libros.

El patronato del Archivo de la Corona de Aragón no se ha reunido nunca en siete años y medio, y ustedes no han movido, señora Rudi, un dedo.

El Archivo Histórico no va ni para adelante ni para atrás.

Y todo esto, ¿sabe por qué? Pues porque, para usted, Aragón no tiene entidad propia, no existe por sí mismo, solo por referencia a algo superior, como parte de España. Si usted lo dejó muy claro ayer, hoy todavía más: para usted, Aragón solo es un cordón sanitario frente al independentismo vasco y catalán, si lo dice usted clarísimo, «un pasillo de seguridad» dijo ayer. Ha dicho antes: «eso genera sonrisas»... A mí no me genera sonrisas lo del pasillo de seguridad, a mí me pone los pelos de punta, me da escalofríos que piense usted eso, señora Rudi, de verdad, me preocupa muchísimo.

Ustedes no entienden Aragón de forma proactiva y en positivo, solo entienden Aragón a la defensiva, y eso les lleva a confundirlo todo. Mire, en su lógica, si admiten que hay aragoneses que hablan catalán, creen que son portadores o que les van a inocular el virus del nacionalismo, un virus peligrosísimo, así que lo que hacen ustedes es decir que lo que se habla en Aragón no es catalán, y, venga, ya están vacunados. No se atreven ni a incluir esta lengua, la llamen como la llamen, la llamen LAPAO o como la quieran llamar, en el currículo de primaria.

Mire, demonizan ustedes a una de las lenguas propias de Aragón y a sus hablantes y están dando un hachazo de muerte al aragonés, a nuestra otra lengua propia y, en este caso, privativa. Aprobaron ustedes una ley de la vergüenza, la caverna y el fanatismo, y no se han atrevido a desarrollarla: ni zonas de uso, ni academia, ni toponimia, ni nada de nada, señora Rudi. E asinas, a nuestra luenga, patrimonio coleutibo de toz os aragoneses e aragonesas, parti alazetal d'a nuestra identidá como país, s'amorta amonico. Se muere poco a poco, están ustedes matando el aragonés.

Usted se comprometió en su día a liderar personalmente el regreso del patrimonio emigrado, pero no ha habido ningún avance: los bienes, señora Rudi, siguen estando exactamente donde estaban. Y, mire, a nosotros nos preocupa mucho, muchísimo, el patrimonio aragonés que está en Cataluña y, por supuesto, exigimos su regreso, por supuesto. Pero ¿sabe la diferencia? Que también nos preocupa muchísimo, igual, el patrimonio aragonés que está en Madrid, en la Biblioteca Nacional, por ejemplo (como el primer libro impreso en Aragón por una mujer, Juana Millán), o el que está en el Museo Arqueológico Nacional (como el folio manuscrito de los Fueros o la moneda de Pedro I), o el patrimonio aragonés que está en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca. También exigimos su vuelta, pero ustedes, no; a ustedes solo les preocupa lo que está en Cataluña, y solo porque está en Cataluña.

Señora Rudi, le pregunto también expresamente por su posición sobre la factoría Averly de Zaragoza y sobre la cartuja de las Fuentes, en Sariñena. Le digo cuál es la postura de Chunta Aragonesista: defendemos la catalogación como bienes de interés cultural y su adquisición por la Administración, para que estas joyas de nuestro patrimonio tengan un uso público.

Y otra pregunta, por si la quiere apuntar: ¿para cuando, señora Rudi, un proyecto serio para San Beturián, en el Sobrarbe (San Victorián), o para el monasterio de Santa Fe?

Sanidad. Hoy ha hecho toda una declaración de intenciones, ha quedado clarísimo su modelo, ha sido muy clara: vamos a beneficiar fiscalmente que se vayan a la privada, porque así dejan —hueco ha dicho— hueco en la pública. Hueco en la pública, ¡qué barbaridad! Señora Rudi, la sanidad es un derecho, ya lo pagamos con nuestros impuestos, algo que ustedes no tienen claro. Desde luego, ¡qué devaluados están los premios!, porque, desde luego, que le den un premio al señor Oliván, esto es como el Premio Nobel a la Paz del señor Obama, tiene el mismo valor viendo lo que está haciendo ahora mismo en el asesinato de los civiles palestinos.

Sufrimos en sanidad, señora Rudi, el recorte de medios materiales y de medios profesionales. No voy a entrar en cifras, lo que es evidente es que se provoca una saturación en urgencias y no solo en urgencias, en el resto de servicios.

Mire, las obras del hospital de Teruel no arrancan, el CASAR no está integrado en el sistema público. Ya sé que va todo muy despacio, que tiene sus trámite, pero esa es la realidad: ni Teruel ni CASAR.

Siguen las mismas infraestructuras pendientes que cuando entraron: el centro de salud del Barrio Jesús, el de especialidades del Actur —un clásico en Zaragoza— o la adecuación en Huesca del Perpetuo Socorro o el Santo Grial.

El hospital de Alcañiz es un ejemplo penoso del disparate de las políticas de derecha, es la antítesis de lo que haríamos desde Chunta Aragonesista, señora Rudi: lo privatizan y, por eso, el coste se dispara de noventa y seis a quinientos sesenta y un millones de euros, casi cien mil millones de pesetas que tendremos que pagar entre todos. Pero se trata de eso, ¿verdad?, de que las grandes compañías constructoras hagan caja. De eso es de lo que se trata. Esta es la herencia, esta es la herencia que ustedes dejarán a todos los aragoneses en forma de deuda. Su modelo es el mismo que en Madrid o en Valencia, señora Rudi: el ultraliberal de la España nacional. Una barbaridad, el hospital de Alcañiz, que, desde luego, desde Chunta Aragonesista revertiremos tan pronto como sea posible.

Listas de espera. En listas de espera han batido el récord de dejar desatendidos a casi cinco mil pacientes, alguno de los cuales vivirá con secuelas por no haber sido atendido a tiempo; el récord en falta de transparencia —¡cuánto miedo en publicar el número de pacientes que esperan ser operados o vistos por un médico!—; el récord en improvisación, con sus innumerables planes de choque. Aún no sabemos, señora Rudi, de dónde van a salir los 11,5 millones del último plan. A ver si hoy nos enteramos. Le vuelvo a preguntar expresamente de dónde van a salir los 11,5 millones del plan de choque, de dónde los van a quitar.

Mire, no es casual que una parte importante de las aportaciones que hemos recibido de la ciudadanía para preparar este debate se refieran a la sanidad (como, por ejemplo, el agrupamiento de las unidades de salud mental), y sobre todo, señora Rudi, a la sanidad en el medio rural. Repito, en medio rural, dos cuestiones le cito: una UVI móvil en Cuencas Mineras o un centro de salud en la comarca del Aranda.

Lo único que ha conseguido el señor Oliván, el consejero Oliván con sus «olivanadas» es una gran movilización ciudadana; no solo en sanidad: también en el resto de su departamento, también en servicios sociales y familia.

El sistema de atención a la dependencia está atascado y en plena descomposición, señora Rudi. En 2013 se atendió a una cuarta parte menos de pacientes que en 2011, y, actualmente, acumulan ocho mil prestaciones reconocidas que no han pagado.

Hunden ustedes el barco de los servicios sociales, pero es que, además, pretenden quitar los salvavidas. El Ingreso Aragonés de Inserción es el último recurso para quien se queda sin recursos, pero, mire, como cada vez hay más gente que lo necesita, y las cuentas no les cuadran, ¿qué hacen ustedes?: endurecer los requisitos para acceder al IAI, y así echan a la gente. Y eso con la vil excusa, que ayer volvió a decir, de que hay jetas que cobran el IAI sin tener derecho. ¿Cómo pueden decirlo? No lo dijo así, pero es lo que he dicho, señora Rudi: para jetas, Fabras, Bárcenas y otros compañeros suyos, señora Rudi, no quien cobra el IAI.

Claro que hay que reformar el IAI, pero justo, señora Rudi, en la dirección contraria, y lo que es urgentísimo es instaurar ya, cuanto antes, una renta básica. Desde Chunta Aragonesista lo venimos diciendo no ahora; hace ya diez años que lo planteábamos, ya incluso en la época de bonanza, pero seguimos sin la renta básica.

También quieren privarles del IAI a los jóvenes si tienen menos de veinticinco años; aunque lo necesiten, pretenden ustedes, aunque cumplan todos los requisitos, privarles del IAI. Mire, la ausencia total de políticas de juventud es un rasgo distintivo de su Gobierno, señora Rudi. No crean oportunidades, no favorecen su emancipación, y, encima, les amordazan con la supresión del Consejo de la Juventud de Aragón. Expolio de su futuro y censura de sus opiniones: eso es lo que resume sus no-políticas de juventud, señora Rudi.

Décadas de retroceso en políticas de igualdad. La tasa de desempleo sigue siendo más alta en las mujeres, y la brecha salarial ha crecido en esta legislatura. Menos presupuesto para prevenir la violencia machista en el Instituto Aragonés de la Mujer, un organismo mudo y transparente que se ha negado a pronunciarse sobre la reforma de la ley del aborto, muy en consonancia, señora Rudi, por cierto, con su actitud personal de palmera de Gallardón. Para usted, señora Rudi, la mujer no tiene derechos; es solo un contenedor del nasciturus, un instrumento para la gestación, algo impropio del siglo XXI.

Tan impropio como su política hidráulica. Señora Rudi, han negado por activa y por pasiva los problemas de seguridad en Yesa, y, después de inyectar una millonada para apañar los deslizamientos —porque Yesa no avanza, que decía usted ayer: Yesa se desliza hacia la ladera derecha), ¿sabe lo que ha pasado, después de inyectar una millonada? Pues que, por motivos de seguridad, van a expropiar las más de cien viviendas de la urbanización de la ladera derecha, que hace ya año y medio que las desalojaron, señora Rudi. Esa es la realidad. ¿Pero no decían que no pasa nada? ¿Cree que alguien podía vivir allí tranquilo, señora Rudi, con esa amenaza? ¿Usted viviría allí, señora presidenta? ¿Dormiría allí a los pies de Yesa o aguas atrás, en Artieda? ¿Sería capaz de hacerlo?

Mire, están ustedes encantados porque han licitado Biscarrués, una obra insostenible que cuenta con el rechazo total, frontal, en la Galliguera. Pero, claro, ustedes no escuchan a los afectados, no existen para ustedes. Tampoco escuchan a la plataforma «El Bergantes no se toca», que también defiende su río frente a la sinrazón del embalse de Aguaviva. Y luego ocurre como ha ocurrido con Lechago, que es una obra absolutamente inútil por el alto coste del agua. Ustedes ahí en Lechago lo que han hecho ha sido enterrar millones en el fondo del pantano.

Mire, lo hemos dicho muchas veces: hay, existen alternativas reales y sensatas para que los regantes tengan agua ya, de forma sostenible y económicamente viable, y para que los afectados por las obras no vean amenazados su presente y su futuro. Ustedes lo que pretenden es vender el agua al mejor postor, y, señora Rudi, lo que hay que hacer es acabar con el mercadeo y la privatización de nuestros ríos.

Hay que cambiar de políticas hidráulicas, pero también de órganos de debate, porque la Comisión del Agua no sirve para nada, señora Rudi, se han cargado ustedes el debate y la participación, que era un gran logro, desde luego, de Aragón.

Los planes de depuración son un auténtico dislate económico y ambiental. Es necesaria urgentemente una auditoría, que la hemos propuesto muchas veces, pero ustedes siempre se niegan. ¿Por qué se niegan, señora Rudi? ¿Para proteger al PAR? ¿Para protegerle de qué? Y no se quejarán, señor Biel, señores del Partido Aragonés: primera alusión al por ahora socio de Gobierno; pero, como entenderán, si la señora Rudi no les tiene en cuenta, nosotros tampoco lo vamos a hacer. Así que primera y última alusión al Partido Aragonés.

Señora presidenta —vuelvo a los planes de depuración—: explique a la ciudadanía por qué hay quienes pagan sin depurar o por qué en Huesca, por ejemplo, los ciudadanos pagan dos millones y medio de euros cuando su depuración solo cuesta ochocientos mil euros. ¿Dónde va todo ese dinero? Explíquelo.

En agricultura y ganadería nos jugábamos el futuro con la negociación de la PAC, y el consejero Lobón no ha dado el tipo, señora Rudi. Como siempre, ni una mala palabra ni un buen gesto. Y, mientras tanto, los agricultores y ganaderos ven cómo se reducen las ayudas, cómo pretenden privatizar la recogida de cadáveres, cómo son abandonados a su suerte.

Nosotros proponemos alternativas concretas: fomentar la agroindustria de verdad —no con estrategias de papel, sino con euros, con euros—, la agricultura ecológica, la ganadería extensiva, el cooperativismo, la incorporación de jóvenes también de verdad... En este sector vamos para atrás, señora Rudi.

Como en la defensa del medio ambiente. Usted ya lo dejó claro en el debate de investidura: el medio ambiente no iba a ser un obstáculo para el progreso económico. Y lo ha demostrado —cómo lo ha demostrado—: recorte del 50% de fondos destinados a este fin y reformas legales para suavizar, para atenuar la protección, barra libre para privatizar los recursos naturales.

Siguen ustedes empecinados en proyectos depredadores, como la ampliación de Cerler arrasando Castanesa o como la unión de las estaciones de Candanchú, Astún y Formigal. Mire, cargarse Canal Roya es un crimen imperdonable. Pero es que, además, no va a haber más nieve ni va a venir más gente necesariamente a esquiar porque haya más kilómetros esquiables, en absoluto. Esquí, sí, por supuesto, pero no así. El modelo de Aramón, señora Rudi, es una ruina económica y ambiental, pero también democrática, porque queda fuera del control parlamentario. Desde Chunta Aragonesista defendemos el esquí, defendemos un modelo de esquí sostenible, basado en la equidad social, la preservación ambiental, la desestacionalización, que es clave, y el redimensionamiento de las infraestructuras —hay que adecuarlas a lo que hay, no hacer megalomanía con el esquí—. Todo lo contrario a lo que ustedes defienden.

Como ocurre con el fracking. Después de mucho tiempo, el consejero Lobón por fin se ha quitado la careta, después de mucho tiempo diciendo medias verdades, y ya ha reconocido sin rubor que está a favor de esta técnica de extracción de hidrocarburos, y todo eso a pesar, señora Rudi, de sus enormes riesgos. ¿Es usted consciente de la atrocidad que están cometiendo con el fracking, señora Rudi? Desde luego, podían haber hecho tanto caso a los informes geológicos sobre el fracking como han hecho con el hospital de Teruel. No los guarden en los cajones; lean los informes geológicos que alertan del fracking. Desde luego, desde Chunta Aragonesista seguiremos exigiendo un Aragón libre de fracking y un nuevo modelo energético basado en las energías renovables.

Y termino ya, señora presidenta. Mire, en Chunta Aragonesista llevamos veintiocho años trabajando muy duro por Aragón, desde la izquierda y la coherencia, desde la decencia y la honradez (cero imputados, cero tránsfugas). Yo personalmente cada día me siento más orgulloso de militar en este proyecto, de nuestra trayectoria y de nuestro compromiso con este país. Reivindico la política, señora Rudi, y hago un llamamiento a la ciudadanía para que recupere el protagonismo que ustedes le han arrebatado; para que, todos juntos, construyamos un Aragón en el que todo el mundo pueda dar tres veces de comer a sus hijos y calentar sus casas; en el que ningún joven se tenga que ir al extranjero a buscarse la vida; en el que quien quiera quedarse a vivir en su pueblo pueda hacerlo de forma digna; en el que haya trabajo, pero trabajo estable y de calidad. Señora Rudi, hago un llamamiento para que todos, juntos, nos ganemos el futuro. Señora presidenta, ¡Aragón ye nazión!

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Soro.

El turno a continuación de la señora presidenta, que puede intervenir.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor presidente.

Señorías.

Señor Soro.

Voy a intentar seguir el orden de su intervención. Ha ido sacando temas, uno detrás de otro; espero no perderme en ello y poder ampliarle alguna información.

Mire, en primer lugar, me dice que este es el epílogo de mi condición de presidenta de Aragón. Le digo lo que decía antes: no adelantemos acontecimientos. Es el epílogo de esta legislatura. Los aragoneses, el próximo mes de mayo, tendrán la voz, tendrán el voto, y a partir de ahí saldrá la composición de esta Cámara. Y, por tanto, señor Soro, a lo mejor, el debate de investidura lo hace usted de presidente del Gobierno de Aragón. Vista la tendencia, lo dudo; pero, en cualquier caso, la democracia nos puede dar esa sorpresa. Por tanto, ahí dejo esa cuestión.

Mire, me dice que yo he hablado mucho de España. Sí, yo no soy nacionalista, señor Soro. Lo he dicho en muchas ocasiones: no soy ni nacionalista ni de izquierdas. Es decir, creo en Aragón como parte integrante de España, y no soy de izquierdas porque no comparto sus presupuestos y, frente a la igualdad absoluta, defiendo la libertad individual, defiendo la libertad de oportunidades... En fin, sería un debate que podríamos alargarnos mucho, y seguramente incluso hasta el presidente de las Cortes me podría llamar la atención.

Pero en cualquier caso, señor Soro, creo que, hoy por hoy, Aragón forma parte de un todo que se llama España, e intentar analizar la situación de Aragón aislada del conjunto de España, y en estos momentos incluso aislada de la Unión Europea, indudablemente no da la imagen fiel de lo que es.

Mire, la segunda cuestión que ha dicho es que yo había utilizado juego sucio. Señor Soro, ¿qué lugar mejor para hacer planteamientos políticos que un Parlamento en un debate de política general? ¿Usted a eso lo llama juego sucio? ¿O es que no le ha gustado que yo haga esas propuestas, señor Soro? Porque yo no lo llamo juego sucio. Si queremos que la política tenga un mayor protagonismo, hagamos política en esta Cámara. ¿O esta Cámara es otra cosa? ¿No es una Cámara política? ¿No es un Parlamento que representa al conjunto de los aragoneses? ¿No es el debate de política general del año? ¿No es el debate en el cual hay que abrir propuestas de futuro? Yo he abierto un debate político, señor Soro, un debate político que puede que no les guste, de acuerdo, pero no puede acusarme de juego sucio por poner encima de la mesa una serie de cuestiones, que no me voy a extender en ellas porque ya lo he hecho en las respuestas al representante del Partido Socialista, que creo que son demandas ciudadanas. Porque a ustedes se les llena la boca hablando de los ciudadanos, pero solamente atienden aquello que creen que va en su dirección.

Mire, permítame que le haga una broma. Me ha nombrado algo de Twitter. No tengo por costumbre entrar muchas veces en ello porque no tengo tiempo, pero, de la misma manera que ayer había opiniones como la que usted me ha leído, había otras opiniones defendiendo muy rotundamente lo que yo dije aquí. Luego, por tanto, señor Soro, pluralidad. Y una Cámara política creo que es el mejor lugar para hacer propuestas políticas en nombre de la que, hoy por hoy, es la primera fuerza política en esta comunidad autónoma. Y, por tanto, insisto, plenamente legitimada. Si usted a eso le llama juego sucio... No, yo creo que no. Otra cosa es que a ustedes no les haya gustado oírlo.

Me dice que, para el futuro, la derecha no da respuesta. Damos respuestas distintas a las suyas, eso está claro. Yo no descalifico globalmente las suyas. No coincido con ellas, y sobre alguna hablaré, pero no creo que ustedes lo que plantean sea para no construir un futuro.

Mire, no me voy a alargar en la comparación de la situación, cómo ha evolucionado la crisis económica, cómo podría haber evolucionado... Indudablemente —ya lo sé—, la situación es muy complicada y muy difícil. Señor Soro, lo dije ayer, y dije que la etapa de este Gobierno había sido complicada y que quedaban muchos tiempos difíciles. Y que cada día —y se lo recuerdo—, dije que todavía cada día estamos conociendo situaciones dramáticas, y las cifras del paro son inaceptables. Puedo mirar a los ciudadanos, señor Soro, porque soy consciente de ello. Y les puedo mirar a los ojos igual que le estoy mirando a usted. Y lo que siento es no tener más instrumentos para solucionar mejor el problema. Pero ¿sabe por qué les puedo mirar a los ojos? Porque lo hago con sinceridad, porque lo hago con todas mis fuerzas, y las veinticuatro horas que tiene el día, salvo las que dedico a dormir, que tampoco son muchas, estoy pensando permanentemente en esos parados que no tienen para comer, estoy pensando en esos niños que necesitan la beca de comedor. Seguramente no más que usted, pero tampoco, señor Soro, menos que usted: puede estar seguro. [Aplausos.]

Ha vuelto con un argumento sobre mi persona que llevaba un tiempo sin oírlo: que lo único que me importa es lo que piensa mi partido de mí. Y me parece que ha dicho a los despachos de Génova, 13 —una cosa de esas ha dicho—. Como usted sabe muy bien, señor Soro, tengo unos cuantos años más que usted, tengo un recorrido político, yo creo que a lo mejor incluso demasiado —usted pensara que demasiado, por lo menos en el puesto que estoy; si estuviera en la oposición, no diría lo mismo—, y, por tanto, mis ambiciones políticas están sobradamente cubiertas.

Nunca pensé —y permítame que haga esta digresión, que a lo mejor no es el momento—... Pero nunca pensé, la primera vez que me senté en un escaño de estas Cortes, en el año ochenta y tres —fíjese si ha llovido desde entonces—, que treinta y un años más tarde iba a seguir estando en política e iba a tener el honor y la responsabilidad de ser la presidenta del Gobierno de Aragón. Nunca lo pensé, como nunca pensé otras muchas cosas. Pero, mire, como usted bien sabe, en esta vida, las circunstancias condicionan bastante, y, efectivamente, el recorrido que tengo es el que todo el mundo conoce. Pero no tengo que escalar más puestos. No es, como usted creo que me ha dicho, que era un centro de trabajo accidental. Hombre, sí le voy a decir una cosa. Todos los despachos públicos que yo he tenido los he considerado —en eso le doy la razón— centros de trabajo accidentales, porque soy muy consciente de que no son propiedad del político que los ocupa: que son propiedad del conjunto de los aragoneses, y que única y exclusivamente estamos de paso. En eso le doy la razón, señor Soro. [Aplausos.]

Mire, me dice que he hecho seguidismo, que lo único que hago es seguidismo de Madrid. Pues no es eso lo que piensan muchos, pero, bueno... Solamente le voy a decir: el seguidismo de Madrid supone recurrir la ley de tasas judiciales —usted, que dice que me pliego a los deseos o a los dictámenes o a los designios del ministro de Justicia, señor Ruiz Gallardón— o recurrir también las tasas que en el procedimiento de casación del Derecho foral se pretendían aplicar. Y lo hemos recurrido. ¿Por qué? Porque entendíamos que era un daño que era... No voy a decir un ataque, pero que era un daño que se estaba haciendo a Aragón y a los derechos de esta comunidad. Y, por tanto, tranquilamente, sin ruido, sin alharacas, de la misma manera que en Consejo de Gobierno tomamos en muchas ocasiones decisiones en contra de las decisiones del Gobierno de España.

Yo tengo muy claro, señor Soro, que usted no me votó como presidenta del Gobierno de Aragón, ya lo sé —como yo a usted tampoco—, pero tengo muy claro que, cuando me senté en ese escaño, me convertí en la presidenta del conjunto de los aragoneses. De la misma manera que también tengo muy claro que me convertí en presidenta de todos los aragoneses porque la mayoría de los aragoneses, en primer lugar, votaron al Partido Popular y, en segundo lugar, porque hay un pacto de coalición con el Partido Aragonés y un proyecto político que se llamó el pacto de coalición, que es el que nos ha traído hasta aquí. Esas dos cosas las tengo meridianamente claras. Y, por tanto, cuando creo que los derechos de Aragón como comunidad o de los aragoneses se ven perjudicados, no tengo ningún inconveniente en recurrir lo que haya que recurrir.

Y sabe también —aunque todavía queda parte de debate, pero tras todas estas cosas de debate—, también el llevar tanto tiempo en política te hace relativizar todo y, además, te hace relativizar las decisiones que tienes que tomar en contra del Gobierno de España y, sobre todo, las que tomas en contra de tu propio partido, porque, como le insisto, no tengo ya ambiciones de avanzar más en la carrera política.

Y, tras estas digresiones, alguna cuestión. Mire, usted me dice que apostemos por el Canfranc y que nos olvidemos de la travesía central del Pirineo. Es que no son sustitutivas. Lo hemos hablado muchas veces. Yo sé que ustedes no quieren la travesía central. Es que no tiene nada que ver. Se está hablando, si mal no recuerdo, de que, con el Canfranc en marcha —y miro al consejero de Obras Públicas—, me parece que son dos millones de toneladas las que se pueden transportar. Con la travesía central del Pirineo estaríamos hablando de treinta, y estaríamos hablando de una capacidad de arrastre de la economía aragonesa en ningún caso comparable. Sí puedo estar de acuerdo con usted, señor Soro, en que, como el proyecto de la travesía central es un proyecto a medio plazo con un larguísimo período de maduración, indudablemente nos conviene —y por ello estamos trabajando— que se recupere la comunicación con el Canfranc, el tren del Canfranc. Y en eso estamos. Pero no es un plan alternativo, no son dos infraestructuras que puedan ser sustitutivas una de la otra. Y el problema que hay con el Canfranc, y usted lo sabe muy bien porque ustedes están en todas las asociaciones de defensa del Canfranc y hablan —seguro— con los compañeros franceses, que están también en estas asociaciones... Usted sabe que, los franceses, el Canfranc lo ven como un tren regional. No así —insisto; lo decía antes— el presidente de Aquitania, que no, que es el que tiene —y, además, le voy a decir—, tiene la gran ilusión de que se pudiera llamar el tren Goya porque tiene la gran ilusión de que de Burdeos a Zaragoza ese tren se llame Goya y pase por el Canfranc. Me lo ha dicho a mí a veces, y lo hemos dicho públicamente en algunas ruedas de prensa. Pero no es lo mismo que lo que piensa la Administración central francesa. Y para ello habrá que seguir insistiendo, y seguiremos insistiendo, como hemos venido haciendo, pero no dejando de lado la travesía central, sino al revés: potenciándola también.

La Comisión Bilateral dice que no vale para nada. Bueno, me remito a las reuniones, me remito a las actas y me remito a los acuerdos, porque, con ello... Mire, la vicepresidenta la suele poner de ejemplo de lo que ocurre con otras comunidades de España, por algo será: la suele poner de ejemplo de cómo hay una comunicación fluida, no solo en el nivel político, hay que explicarlo, sino en los segundos niveles de la Administración, que permiten en muchas cosas, a través de la Comisión Bilateral y de los técnicos, solucionar problemas y, además, también aclarar situaciones que a lo mejor en algún otro momento hubieran supuesto un recurso de inconstitucionalidad del Gobierno de España a una ley aragonesa o a la inversa. Para eso sirve la Comisión Bilateral, además de para algunas otras cosas que creo que se han puesto de manifiesto a lo largo de todo este tiempo.

Mire, yo ayer ponía el ejemplo, y a lo mejor pareció que era insignificante: hablé de la calificación del aeropuerto de Teruel para que pueda recibir aviones del espacio no Schengen. Dicho así, para quien no conozca lo que es, puede parecer que es un trámite administrativo sin más. Mire, la actividad que hay en el aeropuerto de Teruel, aeropuerto que no es proyecto del Partido Popular, lo que supone es que, en el horizonte de un año o algo más de un año, sea un número importante de aviones, de aparatos, los que se aparquen en ese aeródromo, pero, sobre todo y más importante, no es el aparcamiento, sino que se hagan labores de mantenimiento que ahora ya se empiezan a hacer y se hagan labores de reparación. Y, eso, lo que supone es trabajo especializado para Teruel y su comarca. Y, para ello, hacía falta que pudieran aterrizar aviones que vinieran fuera de Europa, fuera del espacio Schengen. Ese es un trámite que, en un procedimiento normal, porque afectaba a siete u ocho ministerios, no sé lo que hubiese costado, pero seguramente más de un año, y con la Comisión Bilateral, precisamente con la Comisión Bilateral, lo que se consiguió es tenerlo en un plazo muy corto y que la empresa que explota el aeropuerto de Teruel ya pueda competir trayendo aviones del resto del mundo. Eso es una cosa que a lo mejor usted considera de muy poca importancia, pero le aseguro que, para el día a día y para los proyectos de futuro, la tiene.

Usted me ha hablado de la deuda pública, la parte que no hay que pagar. Pues ya me explicará usted... ¿Qué quiere?, ¿que hagamos suspensión de pagos en la comunidad? Sí, ya sé que, para ustedes, la deuda pública..., bueno, pides un préstamo pero luego no se paga argumentando —seguro que usted me va a decir— que aquello que ha ido a inversiones no productivas... Bueno, no sé qué parte es la que usted no quiere pagar, pero, en la economía internacional, en la cual vivimos..., me atrevería a decir en la economía mundial, porque, fíjese, hasta países que no tienen democracia tienen la economía de libre mercado, donde existe la costumbre de pagar las deudas, porque, si dejas de pagarlas, ya no te prestan más, y no solamente ya no te prestan más, sino que inversores de fuera no vienen porque no tienen seguridad jurídica. Y la primera condición, necesaria aunque no suficiente, para que la economía funcione es que haya seguridad jurídica.

Yo sé que, de cara, a lo mejor, a la opinión pública queda muy bien decir: si no pagásemos la deuda..., pues no sé la cantidad que vamos a amortizar este año, pero, si no pagásemos la deuda este año, lo podríamos dedicar a gasto social... Sí, pero ¿sabe lo que pasa? Que, con esa deuda, estamos pagando ahora el gasto social de años anteriores. Así de claro. El déficit, lo que supone es trasladar gasto de hoy a mañana, y por eso es importante equilibrar las cuentas públicas, porque llega un momento en que ya no es posible, en que ese ciclo de trasladar gasto de hoy a mañana ya se hace imposible de mantener. Esa es la cuestión.

Me ha dicho «liberal». No soy liberal, señor Soro, tal y como se entiende en puridad un liberal. No, no lo soy. Sí creo en la libertad individual, por supuesto que creo en la libertad individual, creo en la libertad de la economía, pero no creo en una economía sin controles, como no creo que el mercado lo arregle todo y como creo, y lo he dicho muchas veces, y creo que ese es el avance de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, en combinar libertad económica con protección social. Ese es mi planteamiento. Nos daría para discutir mucho aquí, pero ese es mi planteamiento. No soy liberal.

Habla de incrementar la presión fiscal y del fraude fiscal. En la parte que gestionamos de tributos propios, que es la que tenemos encomendada, podemos hacer labor de inspección; se hizo un plan de inspección y se va a acometer el segundo, y se está trabajando intensamente en ello para recuperar ingresos. También hay que decir que, lo de los tributos propios, la parte importante de financiación nos viene de la participación en los tributos del Estado, pero, en la parte que nos corresponde, usted recordará que el anterior consejero de Hacienda puso en marcha un Plan de inspección fiscal, y en este momento lo están revitalizando para recuperar y para insistir.

Me dice que usted es político de izquierdas y que haría pagar a los ricos... Iba a decirle que me parece un mensaje, señor Soro, no propio de usted, me parece un mensaje demasiado simplista, hay mucho más matiz. En el año 2014, hablando de modelos políticos, hay muchísimo más matiz, porque es que, pagar, pagamos todos, y los ricos pagan. ¿Qué entiende usted por ricos?, porque me hablaba de la reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas, que se ha hecho para los ricos... Pues, fíjese, justo es lo que están criticando: que lo único que se protege en los ingresos son las rentas menores de sesenta mil euros. De eso, hemos leído titulares en todos los medios de comunicación nacionales, de uno y otro signo, criticando que la reforma del señor Montoro, precisamente, penaliza las rentas de más de sesenta mil euros. Si usted entiende que un rico es alguien de más de sesenta mil euros, pues, entonces, a lo mejor estamos ahí.

Me ha hablado del acuerdo de financiación, el acuerdo que contempla el Estatuto de Autonomía. Habrá que recordar que este acuerdo no es de hace tres años solo, que lleva muchos años, y que en la Comisión Bilateral se plantea, pero el Gobierno de España tendría otras demandas en la misma dirección, y hasta ahora, a pesar de que se ha seguido demandando, no ha entrado en ello.

Y me habla, señor Soro, hablando de otra cuestión —creo que he tomado nota del orden de su intervención—, entramos en la proposición de ley... yo la llamo, abreviadamente, de reparto de competencias (sé que tiene un nombre mucho más largo), y me dice que estuvieron en la ponencia. Efectivamente, y si usted se lee el texto de la proposición de ley, cosa que creo que no le ha dado tiempo todavía, seguramente porque tenía que estar en este debate, verá que se habla de la comarca treinta y tres y que se condiciona su constitución a la aprobación de la ley de capitalidad que yo anuncié ayer aquí.

Y además, señor Soro, yo siento que se fueran de la ponencia, porque se fueron el Grupo de Izquierda Unida y ustedes, según tengo entendido, se marcharon cuando se había llegado a un acuerdo en el reparto competencial, y se fueron porque decidieron que, con el texto de la ley estatal, no era compatible, cuando resulta que la ley estatal tiene una disposición específica para la normativa aragonesa contemplada en el Estatuto. Bueno, yo les invito a que sigan.

E indudablemente, cuando se quiere llegar a un acuerdo, hay que encontrar puntos de encuentro. Nosotros no somos partidarios —lo he dicho en otros debates— de que desaparezcan las diputaciones provinciales. Se ha intentado en ese texto imprimir racionalidad y buscar un punto de encuentro, en este caso, entre el Partido Aragonés y el Partido Popular, pero se ha respetado —creo que, si no todo, casi todo— el trabajo que hicieron ustedes en la ponencia. Luego, por tanto, mucha excusa para no apoyarla no sé si tienen.

Sí es cierto que usted ha criticado la disminución del número de consejeros diciendo que no queremos que estén. Señor Soro, la proporcionalidad sigue igual; por tanto, quien más votos tenga, más consejeros comarcales tendrá.

Pero, mire, así que yo soy una firme defensora, y cuando he tenido que... Porque muchas veces, fuera de Madrid y en ámbitos nacionales, incluso en medios nacionales, cuando no se conoce bien, cuando se habla de municipios, se dice: «No, es que hay que refundir municipios, es que hay demasiados ayuntamientos». Y en muchas ocasiones, lo he dicho públicamente, he dicho: bueno, venid a ver la organización territorial de Aragón, de la misma manera que seríamos Castilla y León, que es muy semejante.

Y, además, con suprimir ayuntamientos no se ganaría nada, no se ahorraría nada, porque la inmensa mayoría de los concejales de todos los municipios del territorio aragonés, sobre todo las zonas rurales, ni cobran, sino que, al revés, ponen de su bolsillo cuando van a la capital a una diputación o a otra o al Gobierno de Aragón a solucionar problemas. Esa es una cuestión.

Pero, dicho esto, que es la defensa del municipalismo, además, ochocientos ocho consejeros comarcales en Aragón, ¿cree usted que hacen falta? Mire, yo creo que se pueden reducir. Yo creo que consejos comarcales de treinta o de cuarenta personas no son necesarios, lo he dicho muchas veces: hay consejos comarcales que tienen muchos más consejeros que ayuntamientos. Se puede y se podría haber reducido todavía más. Por eso hemos introducido el 30%.

Y esas son las cosas, y usted lo habrá oído, señor Soro, de la misma manera que lo he oído yo, cuando vas por el territorio y recorres el territorio y las zonas rurales, te dicen: «Bueno, ¿para qué tanta gente?, que antes hay veces que con las mancomunidades funcionaban»... Bueno, pues, eso es lo que ha pretendido —y debo decirlo— que la inclusión de esta rebaja del 30% ha sido iniciativa del Partido Popular, porque creo que lo mismo que hacen ochocientos ocho lo pueden hacer quinientos y pico o seiscientos, creo que exactamente lo mismo, y como no se cambia el sistema de elección, la proporcionalidad existe y la representación, pues, la darán los votos en las urnas, señor Soro, como es en democracia...

Mire, ha dicho dos cosas, y en primer lugar, que intentamos imponer el modelo social. En absoluto, y lo he dicho muchas veces, en absoluto. O sea, una cosa es que yo no comparta el suyo y otra cosa es que yo pretenda imponer nada. No, ni es mi estilo, ni es mi forma ni lo ha sido nunca. Soy escrupulosamente respetuosa —faltaría más; no se puede ser de otra manera— con los modelos y las ideas. Otra cosa es que no los comparta.

Y ha dicho otra frase: «Alabado sea el PP; la recuperación ha llegado». Le digo lo mismo, señor Soro, imagino que esa frase no es suya. Vamos a ver, resumir mi intervención... A lo mejor, le han dicho que es un titular que queda muy bien. Resumir mi intervención de ayer en esas dos frases..., su nivel intelectual, creo que es superior.

Mire, la recuperación ha llegado, la recesión ha terminado, y no lo digo yo, no lo digo yo, la recesión ha terminado, y lo dicen todos los expertos. La recuperación económica, cuando llevamos dos trimestres creciendo, los expertos en macroeconomía dicen que, efectivamente, la recuperación ha llegado, y todos los datos —que no voy a extenderme ni voy a aburrirles— indican eso. Pero alabado sea el PP, no. Yo me alegro mucho, y también lo dije ayer, y lo que siento es que esta recuperación sea tan lenta y sea débil todavía. Lo dije ayer en mi discurso y lo sigo diciendo, porque hubiéramos necesitado, primero, hubiéramos necesitado..., hubiéramos necesitado, no, hubiera sido mejor una crisis económica que en lugar de seis años, como nunca se había vivido en España y, por tanto, en Aragón, tampoco, hubiera sido una crisis de dos años, que es lo que tradicionalmente había sido. Y habría mucho que hablar de cómo nos ha afectado, el problema del euro, en fin, hay muchas cosas que han influido, pero, en cualquier caso, nunca la sociedad española ni la sociedad aragonesa habían vivido una crisis económica de seis años, que ha destruido estructuras vitales, ha destruido estructuras productivas, ha pasado —y lo he dicho muchísimas veces, señor Soro— de crisis económica a crisis social, porque hasta las reservas se han acabado, y, efectivamente, ese es el problema. Y, por tanto, ojalá la recuperación hubiera empezado antes y ojalá fuera más rápida. Pero ha llegado en las fechas que ha llegado, y de la misma manera que yo soy responsable de todo lo que ocurre negativo en Aragón, permítanme que asuma algo de responsabilidad en lo menos malo que ocurre en Aragón, y que hay algunos indicadores que nos dicen que vamos a un ritmo un poquito mejor que la media nacional, simple y llanamente.

Mire, ¿contratos temporales? Es cierto, pero entre que no haya contratos y que haya contratos temporales, pues, yo prefiero que los haya. Y yo no he hablado, fíjese, precisamente, porque hay mucho contrato temporal, en ninguno de mis datos, he manejado el de contratos temporales. Usted habrá visto que he hablado de afiliación, porque eso es distinto, porque eso es el censo de personas que en un determinado momento están dadas de alta. No tergiverso las cifras, y ese es el dato sobre el cual yo me he manejado.

El Plan de vivienda con el Gobierno, pues, le he preguntado al consejero de Obras Públicas porque el último texto lo ha mandado el Gobierno de España esta semana y antes de fin de mes lo podremos firmar, porque el Gobierno de España ha modificado el texto inicial por cuestiones suyas y entonces ha habido que esperar. Nos lo ha mandado esta misma semana y antes de fin de mes lo podremos firmar.

Me dice que les hemos quitado derechos a los inmigrantes. Me imagino que se refiere a la cuestión sanitaria. En Aragón, no, señor Soro. En Aragón, seguimos atendiendo, siguen atendiendo..., siguen teniendo asistencia sanitaria todos los inmigrantes. Lo que sí se está haciendo es girar factura a aquellos países —básicamente, dentro de la Unión Europea— que tienen cobertura sanitaria. Y en lo que se puede cobrar se cobra, porque, indudablemente, a las arcas autonómicas le va muy bien, y, obviamente, usted se puede imaginar que inmigrantes de determinados países africanos que no tienen cobertura sanitaria, pues, lógicamente, quienes asumimos el coste de su asistencia sanitaria es el conjunto de los aragoneses con los recursos públicos.

Me decía que no había proyectos estratégicos, pero luego, al mismo tiempo, critica las estrategias que hemos aprobado. Mire, en materia económica, en el año 2012, aprobamos la Estrategia Aragonesa de Competitividad y Crecimiento. Yo recordé ayer que en el año 2012 y en el 2013, se han invertido mil millones de euros en iniciativas contempladas en esa estrategia, y eso es tener estrategias de futuro. Y ayer yo insistí en cómo se van a seguir desarrollando tanto los sectores prioritarios marcados en esa estrategia como los ejes transversales que afectan a todos ellos, y lo dije en mi discurso. A lo mejor pudo resultar aburrido y no prestaron atención, pero lo dije.

El tema de la educación. No voy a aburrirles con más datos, pero permítame que le aclare una cosa: mire, el problema de Jaca son seis niños, en todo Aragón, y se está buscando solución. Porque de la misma manera que yo defiendo la concertada para que los padres puedan ejercer la libertad de elección, de la misma manera, defiendo la pública para que la ejerzan con esa misma libertad. Así de claro, la una y la otra. Creo que los padres tienen derecho —porque pagan sus impuestos y la educación se financia con impuestos, como todos los demás servicios públicos— a elegir qué modelo de educación quieren y, por tanto, libertad. Y me dicen que el problema de Jaca, me dice la consejera que son seis niños y que están en vías de buscarles una solución en un centro público.

Me habla de la universidad y que yo solamente hablé, muy ufana, de la transferencia básica. Mire, yo lo que quise hacer fue la comparación. Es decir, en unos presupuestos, en un gasto público que en tres años ha bajado en Aragón el 18%, la universidad ha mantenido su dotación de transferencia básica; sensu contrario, la transferencia básica en la educación ha subido en proporción el 18%, en proporción a lo que hemos gastado en otras partidas. Ese es el ejemplo que yo puse ayer.

El proyecto «Corona de Aragón». Dice que un año. No, no, señor Soro, es que usted en la presentación de Zaragoza no se enteró. La presentación de Zaragoza la hicimos en el mes de diciembre. Usted tuvo la oportunidad de venir el otro día a la de Huesca, pero en Zaragoza, en el Pignatelli, en la Sala de la Corona del Pignatelli, en el mes de diciembre se presentó este proyecto, y se ha seguido trabajando en él. Y el otro día lo que se hizo fue presentarlo en Huesca. Proyecto que no consiste solo en exposiciones, como tuvimos la oportunidad de hablar el otro día en Huesca, cuando estuvieron allí, sino que cada año lo que va a tener son actividades culturales, y en los colegios de Aragón, en torno al eje de ese año: este año que viene será la figura de Fernando el Católico; otros años será el nacimiento del Reino y otros años..., en fin, cada uno de los ejes que creo que están previstos para cinco o seis años.

Y me habla de la Ley de lenguas, que ya hemos hablado muchas veces aquí. Mire, yo no tengo ningún... Yo, primero, no soy filóloga y yo le debo decir que preguntamos, y hay filólogos y lingüistas que defienden una cosa y que defienden otra. Y preguntamos a muchas personas que viven en esos municipios, tanto en los valles del Pirineo como en la zona del Aragón oriental, de La Litera o abajo, en la zona del Matarraña. En el Maestrazgo..., hay más municipios en el Matarraña. Y los que vivían en los valles del Pirineo, pues, por ejemplo, en Benasque, nos dijeron que ellos lo que hablaban es el patués. Bueno, pues bien, yo no se lo discuto. En Fraga, el fragatino. En Tamarite, el literano. Y así puedo decir... Y si nos vamos a los municipios del Matarraña, como Valderrobres, ellos te dicen que hablan el chapurriao.

Bueno, pues eso es lo que pretendimos, dar respuesta legal a la realidad social que nos decían quienes estaban viviendo en esa zona, sin más. Pero, fíjese, si no hay ningún apriorismo en contra del catalán, que lógicamente los niños que viven en la zona oriental de Aragón y quieren estudiar catalán, porque luego piensan... Básicamente, ocurre mucho en Fraga, y usted lo sabe, que luego hay muchos niños que van a la Universidad de Lérida, pues, por supuesto, está el convenio firmado de la consejería de Educación de Aragón con la de Cataluña y se les da y, por supuesto, se asume el costo de la enseñanza del catalán. Simplemente, aplicar sentido común y racionalidad, sin hacer alharacas y sin hacer ruidos.

Los bienes de las parroquias del Aragón oriental. Bueno, las monjas de Sijena sí nos han cedido los derechos para poder pedir la ejecución de sentencia. No lo han hecho así los obispos o los obispados, mejor dicho, de Huesca y de Barbastro, que se lo hemos pedido, porque, como el otro día recordó el nuncio aquí, los bienes dice que vendrán, pero llevamos veinte años esperando, y la Iglesia no pide la ejecución de la sentencia. Nosotros no podemos hacerlo, porque ya nos han denegado en los tribunales el que no somos propietarios. Por eso les pedimos a los obispos que nos cedieran la propiedad o el derecho, y no nos han cedido ninguna de las dos cosas. Pero seguimos abiertos a recibirlos.

Averly. Pues, mire, yo le voy a dar mi opinión: es la que ha emitido Patrimonio del Gobierno de Aragón, no puede ser de otra manera distinta. Con respecto a la protección de Averly, el criterio que han emitido quienes, por conocimiento técnico, los considero superiores a mí en esa materia, y que es Patrimonio del Gobierno.

Usted me dice lo del hospital de Alcañiz. Mire, el hospital de Alcañiz, en esa cifra que usted habla, hay que tener en cuenta dos cuestiones: una, cuál sería el valor actual del costo del hospital que se hace ahora dentro de veinte años, que es cuando se va a terminar de pagar; pero, sobre todo, algo mucho más importante, que usted no lo ha dicho: mire, en esa cantidad que usted ha dado, lo que está contemplado es el alquiler y la explotación de los servicios no sanitarios, lo mismo que ahora (limpieza, lavandería, cocina y comida), lo mismo que hay ahora exactamente, porque no se privatiza en absoluto la atención sanitaria de nadie. La plantilla que irá al nuevo hospital de Alcañiz es la misma plantilla que hay en el hospital en estos momentos. Yo sé que ustedes hablan de privatización: rotundamente falso, la misma plantilla [aplausos], los mismos médicos, salvo los que se hayan jubilado y los que lleguen de nuevas, pero la misma plantilla de médicos, enfermeras, personal auxiliar y todo lo demás que está en el Salud en este momento prestando servicio en el hospital de Alcañiz será la que preste servicio en un nuevo edificio, un nuevo edificio mucho más moderno, con muchas mejores condiciones, y donde los pacientes de esa zona de Teruel del Bajo Aragón serán mejor atendidos, señor Soro. Eso es lo que este Gobierno pretende hacer con ello. [Aplausos.]

La reforma del IAI, no sé qué ha dicho, que había personas con jeta... Jamás he dicho yo eso, ni en público ni en privado, señor Soro. Lo que yo dije ayer y lo he dicho en otras ocasiones es que los recursos deben llegar a quien realmente tiene derecho a ellos, y creo que eso es obligación de gestor de recursos públicos: aquel que realmente tiene derecho a ellos, los que sean, pero aquel que tiene, porque esa es la situación, señor Soro.

Y cuando yo ayer hablé de efecto llamada, es porque las comunidades autónomas del entorno tienen una edad mínima y tienen un período mínimo de inscripción en el censo de empadronamiento. Y eso es lo que pretendemos, que haya exactamente lo mismo, porque, indudablemente, los recursos no son ilimitados, y, por tanto, creemos que debe ser prioritario dedicarlos a esas personas que llevan ya tiempo integradas en Aragón, sean o no sean aragonesa, pero que lo siguen necesitando o que lo necesitan de nuevas.

La política hidráulica es diferente la suya y la nuestra, clarísimamente diferente. Me dice que, Biscarrués, el rechazo total... Oiga no es lo que he oído yo a los regantes del Alto Aragón, ¿eh? Rechazo total de según quiénes, pero no se arrogue usted la representación de todos los usuarios de las aguas del Gállego, porque hay muchos, entre ellos todos los regantes, que llevan años y años y años demandando estas obras, que son Almudévar y Biscarrués. Por tanto, rechazo total de algunos, de algunos como ustedes, que hablan de la nueva política hidráulica donde no quieren un embalse, porque son contrarios a la construcción de embalses, frente a otros que creemos que el agua hay que almacenarla para que, cuando hay necesidad y no llueve, se pueda utilizar, algo tan sencillo como eso.

De agricultura, ha criticado la PAC, que su crítica no es coincidente, no por lo que me ha contado el consejero, sino por lo que he leído en los medios de comunicación y lo que he hablado directamente con ellos, no es coincidente con los representantes de los sectores agrarios aragoneses, que, indudablemente, hubieran querido más, pero sí es cierto que todos han estado muy de acuerdo en que en la PAC en Aragón ha salvado sus intereses y mantiene lo mismo que tenían anteriormente. Y además, sobre todo, había alguna cosa que se quería mejor, efectivamente, la ganadería extensiva, y el consejero estuvo peleando por ello. Pero, bueno, lo que sí le digo es que los representantes de los sectores agrícola y ganadero, pues la opinión que yo he leído y la que les he escuchado no es coincidente con la suya.

Usted me dice que yo dije que iba a sacrificar el medio ambiente al progreso económico. No exactamente, señor Soro; esa es su interpretación, pero nunca he dicho yo eso. Lo que yo he dicho es que es imprescindible hacer compatible el respeto al medio ambiente con el progreso económico, porque es muy sencillo decir que hay que proteger el Pirineo cuando no se vive en él ni se tiene que desarrollar una... Digo el Pirineo como podría decir la Sierra de Albarracín o podría decir los Montes de Beceite, me da lo mismo, o el Moncayo, por nombrar tres sitios de las tres provincias aragonesas. Pero, claro, luego es que hay que vivir allí, hay que tener niveles de desarrollo y hay que dar calidad de vida, y por tanto...

Le voy a decir algo que no sé si lo he dicho en alguna ocasión en esta tribuna, pero la verdad es que me lo dijo un pastor del Pirineo que me dejó muy impresionada, hace ya años, cuando yo no era presidenta todavía, pero andaba ya recorriendo nuestro territorio para tomarle el pulso, y en una reunión arriba, en el Pirineo, cuando estábamos hablando de los problemas de los mataderos, que no tenían matadero, me dijo dos cosas, dos cosas que no se me han olvidado: una, el problema que les originaba a los ganaderos el no tener un matadero cerca, porque resulta que los corderos se estresaban. Le puedo asegurar que yo, que soy urbana, cuando oí aquello di un respingo porque no sabía si me estaba tomando el pelo o me lo estaba diciendo en serio, pero no, no, efectivamente, me lo explicó, y le dije: «bueno, ¿por qué?», y me dijo: «mire, pues cuando metemos un cordero y tiene que recorrer ochenta o cien kilómetros en un camión, se estresa, suda, la carne sabe a lana y, por tanto, pierde precio en el mercado». Eso es una cosa que me dijo.

Pero luego hay otra que sí que va relacionado con el medio ambiente —esto era una inflexión por intentar descargar un poco el debate—, pero luego me dijo otra, me dijo: «mire, ¿sabe lo que le digo?», me dijo este señor que era de la tierra, oriundo y había dedicado siempre su vida al campo, me dijo: «mire, vamos a ver si, por cuidar tanto a los animales, no podemos vivir las personas». Eso fue lo que me dijo: «vamos a ver si, por cuidar tanto el medio ambiente y a los animales, nos impiden vivir a las personas».

Y este es el equilibrio que en todas nuestras medidas hemos intentado tener, que es levantar trabas innecesarias para que la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales mejore sin perjudicar el medio ambiente. Seguramente, su criterio de protección del medio ambiente es distinto al nuestro, pero —le digo— el equilibrio es ese: cuidemos el medio ambiente, que, indudablemente, lo tienen que recibir las generaciones posteriores, pero, señor Soro, permitamos el desarrollo económico.

Yo sé que ustedes, con el esquí, no están de acuerdo, no están de acuerdo en la unión de estaciones, y le digo lo mismo: vaya usted a preguntar a los valles del Pirineo que no tienen estación de esquí. Vaya usted al valle de Pineta y verá lo que le dicen: que querrían tener estación de esquí, porque han visto cómo se han desarrollado los otros valles que tienen, el de Benasque o el de Tena o el de Aragón, y estos no se han desarrollado. Pregúnteles usted y verá lo que le dicen.

El tema de fracking. Mire, este Gobierno todavía no ha autorizado experimentos con el fracking, porque lo que hay autorizado son experimentos por sistema tradicional. Pero también le voy a decir una cosa, señor Soro: que no nos pase lo que me decía el pastor del Pirineo, porque, si echamos la vista en derredor, y yo me suelo leer los informes, no solo de los contrarios al fracking, sino también los partidarios del fracking, que los hay, y lo que están haciendo en otros países europeos —ya no le nombro Estados Unidos, porque seguramente eso a usted no le va a gustar, pero otros países europeos—, de lo que se han dado cuenta es de que, en la época en que estamos viviendo, tener energía barata y suficiente es garantizarte el porvenir, energía barata y suficiente y en momentos internacionales como el que estamos viviendo. Fíjese el problema de Ucrania y Rusia, que ha tenido con el corazón en un puño a los países centroeuropeos pensando que se les cortaba el gas que venía de Rusia, y eso precisamente es lo que ha hecho a países europeos y a otros como el Reino Unido pensar en analizar y en seguir investigando con este tema, porque, indudablemente, si este es un sistema que, con garantías, se puede explotar, será una revolución, y ya lo está siendo en algunos países, una revolución en el mundo de la energía, y el país o la región que sea autosuficiente en energía, indudablemente, será un país o una región líder, económicamente hablando.

Me decía, señor Soro, que usted lleva veinticinco años trabajando en Chunta y que se siente muy orgulloso. Me parece muy bien, eso significa, lógicamente, ser consecuente con sus posturas. Me permitirá que, por la misma, le diga yo que también me siento orgullosa de haber contribuido a la formación de un proyecto político de centro-derecha que tiene una larga trayectoria, con sus luces y sus sombras, y que, además, creo que tanto a España como a Aragón les ha aportado buenos momentos.

Me dice que usted va a defender la defensa de Aragón y ganar el futuro. Mire, ese futuro que usted decía dirigiéndose al conjunto de los aragoneses le puedo asegurar que no es un futuro mejor que el que yo deseo para el conjunto de Aragón. Simplemente divergimos de qué medios son mejores para conseguirlo. Pero, con la misma legitimidad que usted, con el mismo respeto que usted se dirige al conjunto de los aragoneses diciendo que quiere ganar el futuro, yo le puedo asegurar, como le decía al principio de mi intervención, que no solamente quiero ganar el futuro, sino que quiero ganarlo en las mejores condiciones posibles para el conjunto de los aragoneses, y que, para ello, mi Gobierno trabaja todos los días. [Aplausos.]

La señora vicepresidenta primera (PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ): Gracias, señora presidenta.

Es el turno de la réplica. Señor Soro, puede intervenir. Tiene diez minutos, señor Soro.

El señor diputado SORO DOMINGO: Gracias, señora presidenta.

Señora presidenta, gracias también por dar respuesta a algunas de las cuestiones que he plateado. Sé que eran muchas y era imposible responder a todo —había alguna más—. No le estoy criticando; me parece que ha sido suficiente lo que ha dicho. Pero la respuesta fundamental que esperaba, que es cuál es el Aragón que ve, no me la ha respondido. Sigue sin hablar, le cuesta muchísimo hablar de Aragón.

Dice que no es nacionalista. Es muy nacionalista, señora Rudi: no se equivoque. Su nacionalismo español hoy lo ha dejado clarísimo, y ayer le aseguro que también. Lo del pasillo de seguridad... Es que, de verdad, es muy grave lo que está diciendo. Yo le pido, de verdad, que lo reflexione lo que está diciendo, la expresión y lo que pretende decir allí de la España española contra los pérfidos nacionalistas periféricos. Es durísimo lo que está diciendo, desde luego, usted. Le aseguro que eso es puro nacionalismo españolista.

Una aclaración. Yo, cuando digo que su centro de trabajo ahora es Aragón y es algo transitorio... Y el mío también, por supuesto. Lo que le digo es que para mí ser diputado en mi país es lo máximo, lo mejor que me puede pasar en la vida, y creo que, para usted, lo que es ahora mismo, no. Esa es la diferencia. Me refiero a eso. Yo estaré un tiempo —le aseguro que en mi partido tenemos cultura de renovación, y lo demostramos—, estaré el tiempo que quieran mis compañeros que esté o la ciudadanía, efectivamente, y me iré. Pero no me hablaba de eso: me hablaba de la entrega, de la pasión, de lo que hace el tiempo en el que estás. A eso me refería.

Dice usted que podía mirar a la gente. Si no lo dudo... Pero ¿podría mirar a la gente y decirle lo que nos dice aquí a nosotros? ¿Podría mirar a la gente y decirle: «Tranquilo, que esto no es para tanto, que ya salimos de aquí; mira los datos macroeconómicos: saca la calculadora y apunta», que es lo que ha hecho usted aquí? ¿Eso sería capaz de hacerlo, señora Rudi? Eso es lo que le estoy preguntando. No le digo que no sea capaz de mirar a la gente. Digo que sería incapaz de mirar a toda esa gente que lo está pasando tan mal y decirle que esto ya está porque hay datos macroeconómicos que, desde luego, le aseguro que a esa gente le traen sin cuidado y que en absoluto le están afectando a su día a día.

Defiende usted Aragón. ¿Ven como es imposible que digan la palabra acuerdo bilateral económico-financiero? Ha tenido usted tres consejeros de Hacienda sucesivos. No consigo que ninguno lo diga —a ver si usted lo dice—. ¿Va a firmar o no el acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado? Porque es que no hay manera de que usted lo diga.

Y repito: la financiación autonómica, si se limitan a negociar cómo pesan otros criterios para que la población pese menos, se equivocarán. Aquí tiene la fórmula; no tienen otra. Si otros tuvieran esa fórmula, señora Rudi, le aseguro que no necesitarían nada más para conseguir el mejor sistema de financiación.

Canfranc. Vamos a ver, no sé las cifras que ha dicho. Treinta toneladas frente a no sé cuántas. No, no, vamos a ver. Son treinta toneladas frente... [Rumores.] Dos frente a treinta. Perdone. Son dos frente a cero. Vamos a ver. Habrá que decirle a la gente que el Canfranc es viable, es factible, y la TCP no saldrá nunca. Pero esto no es pesimismo: es no vender motos a la gente. Estamos comparando cero a dos, y yo, frente a cero y dos, prefiero esos dos. Eso es lo que el estoy diciendo. Le hago otra comparación: el Canfranc, cuatrocientos millones; la TCP, treinta mil millones. Creo que también es una diferencia importante. No decimos que sea sustitutivo. Decimos, en primer lugar, que es incompatible; que, desde luego, dudamos que consigan desarrollar la TCP, y si, desde luego, se hiciera Canfranc, jamás la veríamos. En todo caso, como digo, es una cuestión no de prioridades, sino de no mentir a la gente. Es de decir la verdad, y lo viable, desde luego, es el Canfranc.

Deuda pública. No pasa nada con la auditoría. ¡Pues háganla! Si están tan seguros de que no hay deuda legítima, que no pasa nada, que lo tenemos que pagar todo, hagan la auditoría ciudadana, que es lo que estamos planteando, señora Rudi. No estamos diciendo: «Déjese de pagar». Es lo que se está reclamando. Vamos a estudiar esa deuda pública. Con el nuevo consejero de Hacienda no he tenido oportunidad de hablarlo; con los otros dos, sí —estaban en contra—. Es lo que estamos hablando. Si tan claro tienen que no hay ningún problema, vamos a hacer esa auditoría, vamos a determinar que toda la deuda que tenemos, el pastizal de deuda pública que tenemos, tenemos que pagarla todo y podremos pagarla, que esa es otra cuestión, desde luego, que dudo.

Presión fiscal. Vamos a ver, lo de que los ricos paguen más, yo pensaba que usted lo iba a entender. Evidentemente, es una forma de resumir una postura política, pero esto es como el cliché de la derecha de bajar los impuestos, que le funciona genial. Es cuando más le apoyaron sus compañeros ayer. Cuando habló de bajar impuestos es cuando le aplaudieron enfervorizados ayer. Yo ya sé que, cuando se dice bajar impuestos, se pueden bajar impuestos como plantea Rajoy, que es bajar sobre todo los tramos altos, es incidir —sí, señora Rudi—, es incidir más en las clases medias, señora Rudi. Es así. Cuando hablamos de que paguen más los ricos, no es tan simplista como subir el IRPF. Es mucho más. Es una frase, un concepto que incluye, por ejemplo, la tributación de la Sicav. Es un concepto que incluye también un impuesto sobre las entidades financieras, un impuesto sobre la riqueza... Es muchísimo más, señora Rudi, que esa simplificación que usted estaba haciendo. En todo caso, lo que no puede usted —porque es incoherente— es quejarse continuamente de que no hay recursos y negarse a explorar las posibilidades de avanzar en la tributación —por supuesto, de forma progresiva, equitativa, justa— que tienen por delante.

La proposición de ley de entidades locales siento decirle que sí que me la he leído. Mire, no he hecho personalmente, no he punteado yo personalmente todas las competencias, los trabajos de la ponencia y los trabajos... Lo hizo mi compañero Gregorio Briz, que para eso es el que estuvo en la ponencia. El resto de la ley me lo he leído, y, de las competencias, él me ha dicho la fidelidad de la proposición de ley y del trabajo de la ponencia. Pero, mire, hay cuestiones en las que han roto el consenso, hay cuestiones en las que se ha roto el consenso porque esta proposición de ley dice más cosas que lo que había en ese momento en la ponencia. Una ponencia en la que —usted lo sabe y el coordinador de la ponencia lo sabe perfectamente—, desde Chunta Aragonesista, estuvimos de una forma activa e intentando hacer un buen trabajo. Y nos sentimos copartícipes de una parte de la proposición de ley, por supuesto, de la parte que hubo propuestas nuestras y, desde luego, hubo acuerdo. Pero han roto el consenso en cuestiones como el impulso de las diputaciones provinciales que hacen u otras cuestiones que, como digo...

La reducción de los consejeros comarcales. Eso sí que queda muy bien, es pura demagogia. De ochocientos a quinientos. Ahorro económico, señora Rudi, ahorro económico. Le aseguro que, aunque se pase de ochocientos a quinientos, habrá ahorro económico cero —o muy cercano a cero, señora Rudi—. Es así. Esto es como cuando se planteaba los concejales el PP, porque, al final, lo que hace es que las tijeras de Madrid las hace usted aquí, en Aragón. Es lo mismo. Ahorro económico, cero.

Vamos a ver, me achaca que no sea mía la frase —le agradezco los piropos— de que alabado sea el PP... Vamos a ver, yo lo he dicho al principio: no me escriben los discursos, pero —ya lo he dicho— es un trabajo colectivo el que hacemos, y es una frase que firmo yo. No le voy a decir si era mía o no, mire, pero, desde luego, lo afirmo absolutamente porque es un poco lo que a usted le faltaba. Eso es lo que le faltaba simplemente por decir ayer.

Y repito que hay inmigrantes excluidos de la sanidad. No lo digo yo; lo dice el Instituto Aragonés de Estadística. Treinta mil personas. Repito: no lo decimos desde Chunta Aragonesista; lo dice un organismo oficial. Y que en Jaca sean seis niños... Seis casos, seis casos que no deberían ocurrir. Seis casos, señora Rudi, que no deberían ocurrir y que hay que solucionar. Punto. Me da igual seis que seiscientos: tenía que haber sencillamente cero. No debería haber ni uno más, no puede ser que haya más.

Lenguas. Ahora me entero. Nunca había entendido lo del LAPAO y el Lapapyp, nunca había entendido lo de la lengua propia del Aragón oriental y lo de la lengua propia del área pirenaica y prepirenaica. Y ya nos lo ha explicado por fin. Fueron ustedes allí, al Aragón oriental, y dijeron: «Usted, ¿qué habla?». Y dijo: «Yo hablo la lengua aragonesa propia del Aragón oriental». Y fueron luego más para arriba. «Y usted, ¿qué charras?». Y dijo: «Yo hablo la lengua aragonesa propia del Pirineo y del Prepirineo». Por favor, señora Rudi. Es que, además, intentar defender en esta cuestión lo racional, lo científico es sencillamente imposible. Es absolutamente imposible.

Los bienes. Le hago una pregunta también muy directa. Lo único que ha hecho ha sido es una proposición de ley, que firma su portavoz, la de los derechos históricos, que es la misma de la legislatura pasada —no tengo tiempo de pararme; supongo que lo hará el señor Boné—, pero añade una disposición adicional para que se declaren de interés general, a efectos expropiatorios, los bienes. Una pregunta muy directa: ¿piensan usar esta disposición adicional cuando esté en vigor la proposición de ley? ¿Se van a atrever a expropiar el patrimonio emigrado de Aragón; el que está en Cataluña, pero también en el resto de comunidades autónomas, sí o no? Es una pregunta muy sencilla.

Con el hospital de Alcañiz mire que llevan tiempo diciendo lo mismo, pero no convencen a nadie. Ya no es que no nos convenzan a nosotros, que no nos convencen. Le aseguro que a la gente que está movilizada no le convencen en absoluto, y seguirán sin convencerles, sencillamente porque no están diciendo la verdad.

Y algo muy grave. Una operación de este tipo... Han criticado ustedes el Plan Red por activa y por pasiva. Yo creo que, a estas alturas de la legislatura... No digo que no sea legal, que lo es, pero no es ético que liciten un proyecto de estas características. Se lo digo así, como lo siento. Igual que criticaban ustedes otras cuestiones del gobierno anterior, en estos momentos no pueden dejarnos esa hipoteca a todos los aragoneses, no pueden hacerlo, no deberían hacerlo. Déjenlo ahí, no avancen más, déjenlo ahí porque luego deshacer eso va a costar muchísimo dinero.

Biscarrués. No lo rechazan los regantes. No, no, hablo de los afectados, le he hablado de los afectados. Los afectados, le aseguro que lo rechazan. Y no me ponga el disfraz de talibán hidráulico, que no lo somos, señora Rudi, que Almudévar es una propuesta de Chunta Aragonesista como alternativa a Biscarrués, que no es que no queramos ningún embalse del mundo, no, no, ¡si defendemos también que hay que regular los ríos, por supuesto que sí, respetando caudales ecológicos, etcétera! Y Almudévar, repito, era una propuesta de Chunta Aragonesista para evitar Biscarrués, y ahora seguimos diciendo que Biscarrués no es necesario porque basta con la balsa —que llamamos «balsa» pero, vamos, es un pantano en condiciones— de Biscarrués. Así que, señora Rudi, esa sería una alternativa, desde luego, que estamos defendiendo.

La PAC. Pues, desgraciadamente, el señor Lobón y el señor Palacín hablan con agricultores y ganaderos diferentes porque a cada uno le dicen una cosa. Por cierto, no se le ocurra a usted, ahora que ya gobierna, ir a hablar con el pastor aquel del Pirineo, que lo que le puede decir ahora... porque le aseguro que al menos lo que le dicen al señor Palacín —al señor Lobón le dicen otras cosas— es que los más perjudicados de esta PAC son precisamente los agricultores y ganaderos de montaña.

Lo que dijo usted en el debate de investidura, y está así la intervención —eso sí que lo comprobé yo personalmente—... habló de obstáculo, dijo que el medio ambiente no sería un obstáculo para el desarrollo sostenible. Mire, no.

Hay más cuestiones que querría decirle, pero, ahora ya que ha terminado mi tiempo para hablar como portavoz del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, y en el tiempo de descuento al que tengo derecho, es cuando voy a hablar como presidente de Chunta Aragonesista. Voy a respetar las reglas del juego. Repito que lo de ayer fue juego sucio, usted no tendría que haber hablado ayer como presidenta del PP. Miren lo que dijo: «Señorías, en mi condición de presidenta del Partido Popular de Aragón...», y es cuando hizo usted las cinco propuestas. Yo no digo que no sea esta Cámara o el tiempo, yo digo que no es el debate de política general el momento para hacer esas propuestas para desviar la atención, que es lo que hizo usted ayer, el globo sonda.

Ahora sí le voy a entrar, si no tengo ningún problema, voy a entrar al debate, por supuesto que sí, en el rato que tengo y de forma rápida. Pero sí que le pido que usted también; si yo me mojo, le voy a pedir que, en su intervención, usted también se moje y responda a las preguntas también que yo le voy a hacer. Por supuesto que vamos a valorar lo que usted ha hecho. Hay muchísimas más propuestas, muchísimas, no voy a entrar al juego de hacer más y volver loca a la gente. Vamos a hablar de las cinco que usted plantea.

Primero, reducción del número de diputados en las Cortes de Aragón. ¿A cuántos? ¿Piensan reformar o no el Estatuto de Autonomía de Aragón? Le hago preguntas; por favor, responda para centrar el debate. Sabe que, si quiere que sean menos de sesenta y cinco, hay que reformar el Estatuto. ¿Lo van a reformar? ¿Cuántos van a dejar en Teruel, por ejemplo? De catorce, ¿a cuántos? Porque, fíjese, si respetan —salvo que cambien también la proporcionalidad—, no sé, desde luego, a cuántos van a dejar. ¿Plantean una reforma suave o a lo Cospedal, a lo bestia?, qué es lo que están planteando con esta reforma, que saben, además, que es muy difícil que prospere.

Y no me digan que un Parlamento... Un Parlamento no es más democrático o menos porque haya un mayor número de miembros, ¡si en eso estoy de acuerdo! Pero no hablamos de democracia, hablamos de pluralismo. Lo que garantiza, señora Rudi, el número de diputados, que tiene que ser proporcional a la población, no es la democracia, es el pluralismo, que es una parte importantísima de las democracias de verdad. ¿Cuál es el ahorro? Diga cuál es el ahorro de que en esta Cámara, en vez de sesenta y siete, estemos o estén menos, cuál es el ahorro económico. Al final, señora Rudi, sin duda, lo que usted busca es cargarse ese pluralismo y me preocupa muchísimo. Ha hecho como Gila, «dicen que...», «dicen los ciudadanos en las encuestas que hay que reducir la estructura autonómica». ¿Qué significa eso? Que vamos a cerrar, total, el Justicia, las Cortes, la Cámara de Cuentas, se acaba Aragón y, venga, fuera, algunos se pondrían contentísimos, señora Rudi. Absolutamente en contra de su propuesta.

Desbloquear las candidaturas de los partidos. Encantado, genial. ¿Hablamos de listas abiertas? Por cierto, puedo estar yo equivocado, ya lo comprobaremos, creo que el Estatuto de Autonomía de Aragón no habla de listas cerradas, ni abiertas, ni nada. ¿Sería posible que hubiera listas abiertas?, le pregunto. ¿Damos un paso más? Hablamos de listas abiertas, ¿sí o no? Porque, mire, nos extraña mucho que en un partido como el suyo, que ni hacen primarias ni harán primarias, lancen ahora esta propuesta de las listas desbloqueadas, porque nos huele a que es una forma de ir contra las primarias, nos huele, se lo dice el presidente de un partido en donde hacemos primarias, ya las hicimos en la anterior legislatura; yo mismo soy candidato porque he ganado unas primarias, con lo cual ya le digo que nos suena a que esto es una maniobra para dejar las primarias en agua de borrajas. En todo caso, como le digo, adelante, ¿eh?, en mi partido no hay oligarquías que hagan las listas, le aseguro que las hacemos, en primarias, el cabeza, y el resto, de forma participativa.

¿Suprimir el aforamiento de los diputados? Bienvenidos. Miren, lo podrían haber votado hace unos días en la propuesta de Chunta Aragonesista. Tienen mucho morro, desde luego, señora Rudi, con este tema. ¿Por qué votaron en contra? Claro, porque lo dice Rajoy. Yo era oportunista, Rajoy no, Rajoy es un santo varón. Entonces, usted ya, lo ha dicho el jefe, pues ya todos para allá. Pero, ¿por qué no quieren el aforamiento de los miembros del Gobierno? ¿Qué piensan hacer ustedes, señora Rudi? O sea, diputados sí, Gobierno no, ¿por qué? Una pregunta muy concreta.

Prohibir que formen parte de las listas electorales los que están en juicio oral. Que la diferencia me la sé, es clarísima, es decir, usted está de acuerdo con que imputados formen parte de las listas electorales, usted está de acuerdo con que los imputados formen parte de las listas electorales. Me parece un escándalo. Y mire, no hay argumentos jurídicos porque es que tan inocente es un imputado como una persona a la que se ha abierto juicio oral, igual de inocente; hasta que no haya sentencia firme son, señora Rudi, igual de inocentes. No imputa el denunciante, imputa el juez cuando hay motivos. Y ya sé que es una situación procesal para protegerlo, que me lo sé todo, señora Rudi, que me lo sé todo. Pero, desde luego, no entendemos que a ustedes les pueda parecer bien o que parezca que están dispuestos a que en sus listas en el futuro no vayan a ir personas con juicio oral, pero sí imputados. Nos parece gravísimo este planteamiento.

Reducir el tiempo dedicado a campaña electoral. Si sabe que esto es un brindis al sol, si es no decir nada, si habría que reformar la LOREG, la ley orgánica, para que también en municipales fuera así. Pero le hago una propuesta, el problema no es la duración, es el pastizal que se gastan algunos partidos en campaña electoral. ¿Hacemos de verdad —ni reforma de leyes— un pacto para gastar una cantidad razonable en campaña? Se lo digo también con la autoridad moral de ser el presidente de un partido en que nos pagamos la última campaña electoral a escote los militantes, sin pedir ni un solo céntimo a los bancos. Vamos a limitarnos, a autolimitarnos si quiere, un acuerdo de todas las fuerzas políticas para limitar los gastos. ¿Estamos dispuestos todos a renunciar al mailing, a las vallas, a las farolas? ¿Estamos dispuestos a hacerlo? Aunque la campaña dure un mes, ¡si la campaña es sanísima!, vamos a recorrer Aragón, vamos a los pueblos... Pero vamos a limitar, señora Rudi, esa cuestión.

Y, sobre todo, se trata también no solo de financiar así, sino de forma legal. Es que que haga esta propuesta alguien de su Partido Popular... pues llame a Madrid o Valencia y diga: vamos a financiarnos no solo mucho o poco, sino que vamos a financiar de forma legal.

En todo caso, señora Rudi, brevemente —termino ya, señor presidente— fuera del tiempo de portavoz, respetando a esta Cámara, respetando los tiempos, los momentos y las formas, como digo, he hablado como presidente de mi partido, espero también sus respuestas. Le he hecho preguntas muy concretas, sería muy bueno que tenga una respuesta.

Y, desde luego, hay muchos más temas para hablar para la regeneración, pero que se lo planteen ahora, en el debate de política general, verá usted de forma clara que es una cuestión simplemente de oportunismo político. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Soro.

La señora presidenta puede intervenir.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Muchas gracias, señor presidente.

Señor Soro, decía que no le he contestado cuál es el Aragón que veo. Se lo he dicho, pero se lo puedo volver a reiterar: un Aragón donde se han destruido muchas infraestructuras del sector productivo, un Aragón donde hay en paro mucha más gente de la que nunca debió haber y un Aragón donde esa crisis económica nos ha llevado a una crisis social y ha dificultado la vida de miles de personas. Ese es el Aragón que veo exactamente, se lo he dicho, lo dije desde el primer momento, lo dije ayer en mi discurso, otra cosa es que ustedes no lo quieran ver.

Pero, con la misma rotundidad que digo eso, digo que, según los datos macroeconómicos... que ya sé que no llegan a las familias todavía, señor Soro, si ya lo sé y lo he dicho por activa y por pasiva y lo dije ayer en mi discurso también, y lo dije explícitamente en mi discurso. Pero en lo que sí usted coincidirá conmigo es en que, en tanto los datos macroeconómicos no mejoren, es imposible que el beneficio, que la mejora de la situación llegue a las familias. Y cuando se anuncia la futura mejora de las familias es cuando los indicadores macroeconómicos han cambiado de tendencia, y eso es lo que yo dije ayer.

La diferencia entre julio del catorce y julio del trece es que —creo que dije textualmente— el año pasado estábamos en recesión y destruíamos empleo, este año estamos en crecimiento económico y creamos empleo Es una afirmación sostenida sobre los datos, exactamente así. Y dije: otra cosa es —y lo he dicho esta mañana creo que en respuesta al representante del Grupo Socialista—... He dicho esta mañana: otra es que nos gustaría que la recuperación —porque lo dije ayer— fuera mucho más rápida y más intensa. Claro que sí, a usted, a mí y a todos los que nos sentamos en esta Cámara y a cualquiera que salga usted a la calle y se lo pregunte, por supuesto que sí, ya nos gustaría. Pero, dicho eso, lo que no se puede negar es que la diferencia constatada de julio del catorce a julio del trece es la que yo le he dicho.

Me dice que lo del pasillo de seguridad le escandaliza. Pues a mí lo que me hace es pensar con una visión a medio plazo. Yo se lo he dicho: para mí, que soy aragonesa y española, para mí, España es una nación con quinientos años de historia; precisamente, con el modelo de la época de las monarquías, por la unión de dos reinos, el de Castilla y León con el de Aragón. Y eso, con todo lo demás, con todas las matizaciones históricas que se puedan hacer. Pero, dicho esto, para mí, España es una nación... Las más o de las más... Creo que la más antigua de Europa. Y no me gustaría que ese territorio que históricamente se ha llamado España contase con menos regiones, con menos comunidades autónomas de las actuales. Pero, dicho esto, y viendo el mapa de España y viendo los movimientos secesionistas de determinadas comunidades vecinas, que no es que me lo esté inventando, que lo tenemos ahí todos los días, lo que pienso es que el resto del territorio español tiene que ser muy consciente de que la única forma, hoy por hoy... Porque creo que ustedes no son independentistas —no es que esté diciendo que ustedes no tienen peso político—; hasta donde yo sé, creía que Chunta Aragonesista no era independentista. Por eso he dicho que el único territorio que no está sometido hoy por hoy a veleidades independentistas es Aragón, y por eso se puede convertir en el pasillo de seguridad. Sin más, no hay que escandalizarse. Es un dato objetivo sobre el mapa.

Lugar de trabajo y pasión con lo que se hace. Pues, mire, a mí me acusan de muchas cosas, pero de todo menos de ser vehemente y apasionada con mi trabajo. En todos los que he estado, y, por supuesto, incluido... En este, no menos que en otros. Pero, en cualquier caso, eso son cuestiones de percepción, y, si la suya es distinta, indudablemente, no voy a poder convencerle.

Cuadro macroeconómico. Ya he hablado de él.

Acuerdo Bilateral Económico-Financiero. Se lo he dicho: cada vez que hay una reunión de la Comisión Bilateral se habla del planteamiento, pero ya sabe que, de la misma manera que dos no riñen si uno no quiere, dos no llegan a un acuerdo si el Gobierno de España no está dispuesto a abrir ese camino. Y se lo he dicho. Como usted sabe, yo no soy miembro de la bilateral, pero sí me entero de lo que pasa. Pero, en fin, usted habla mucho con el consejero de Presidencia; pregúntele, y él le contará seguro todas las reuniones de la bilateral cómo han ido.

Mire, Canfranc, TCP, sustitutivo, no incompatible. No, mire, yo no engaño, en absoluto. Se lo he dicho: no tiene nada que ver el Canfranc con la travesía central del Pirineo; pero le he dicho: «No es sustitutivo», y por eso le he puesto el ejemplo: previsiones, expectativas de dos toneladas de carga en el Canfranc, treinta toneladas en la travesía central. Y le he dicho: «Dicho esto, como la travesía central es un proyecto a medio plazo, estamos apoyando el Canfranc». Pero eso lo que significa es que, para mí, el proyecto ideal... No para mí, para muchísimos expertos, y por eso vamos a seguir trabajando y aunando voluntades, no solamente de comunidades autónomas, sino de sectores productores y exportadores, para eso es por lo que vamos a seguir trabajando en la travesía central. Y eso no es engañar. Es decir, mire, es un proyecto a medio plazo que lleva empezado a diseñar hace creo que veinte años —o quince como pocos—, en el entorno de veinte años, y que todavía no se ha avanzado; que lo que se avanzó en el año 2000 —creo que fue—, noventa y nueve o 2000, y eso cuando se introdujo en los mapas de carreteras transeuropeas, lo hemos perdido porque ha habido un paso atrás. Pero nosotros vamos a seguir trabajando, y no solamente nosotros, porque con expertos que hablamos lo entienden como necesario y, además, también, señor Soro, para una cosa: para sacar camiones de la carretera, porque los camiones son mucho más contaminantes, y el transporte de mercancías en Europa, cosa que no se ha hecho en España, seguramente por algunas cuestiones históricas, en Europa se está incentivando mucho más el transporte de mercancías en ferrocarril que en España porque es menos contaminante, porque cuesta menos mantener el ferrocarril que las carreteras y, sobre todo, porque se entiende ahora que es un método más moderno. Eso es lo que estamos diciendo.

Auditoría ciudadana de la deuda. No sé muy bien cómo se hace eso. Me imagino que en algún momento me lo explicará. Pero permítame que le devuelva una pregunta: ¿cuál es la deuda legítima? Sé que hago una pregunta retórica —ya me la contestará; en algún otro debate seguro que me la contesta—. ¿Cuál es la deuda legítima, la que nos han prestado y nos hemos comprometido a devolver, o la que nos han prestado y nos hemos comprometido a devolver y, como resulta que creemos que se gastó mal, no hay que devolverla? No lo sé, señor Soro. Eso es un término... Queda muy bien lo de deuda legítima, pero le digo lo que le decía en un principio.

La presión fiscal. Me ha dicho que sí, efectivamente, que mis compañeros aplaudieron ayer... Pues sí, al Partido Popular no nos gusta subir impuestos. Lo hemos dicho muchas veces. Ustedes creen... Porque aquello de la curva de Laffer... Seguimos creyendo en ella, porque no por subir mucho los impuestos se recauda más, porque hay un punto en el cual es tal el corsé que le pones a la actividad económica que dejas de recaudar. Por tanto, mis compañeros me aplaudieron porque estoy segura de que quienes hagan la declaración sobre la renta en el año 2016 y vean que pagan menos que en el 2015, porque la tarifa de renta autonómica la hemos bajado y porque, si llevan al niño a la guardería, pueden deducirse los gastos, estoy segura de que aplaudirán también, señor Soro. Estoy segura. [Aplausos.]

Mire, fíjese, le voy a mandar sus declaraciones sobre la reforma del IRPF al señor Montoro, porque las va a poder utilizar con todos aquellos que le están acusando de que solamente ha bajado las rentas a los tramos más bajos. Fíjese, le están acusando al señor Montoro, según qué sectores, de que ha hecho una reforma socialdemócrata. Lo habrá leído usted como lo he leído yo. [Risas.] No, no, no lo digo yo. Lo habrá leído usted... Yo no he dicho que comparta esa opinión. Lo que he dicho es que en medios de comunicación nacionales, en páginas económicas firmadas [el señor diputado SADA BELTRÁN, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «La Razón»] —no, no precisamente La Razón—, firmadas por expertos económicos han dicho que había hecho una reforma fiscal que compartía las tesis socialdemócratas. Por eso le digo que le voy a mandar su opinión, porque seguro que le valdrá para rebatir esas cuestiones.

Ponencia de la reforma del reparto de competencias. Ha reconocido, efectivamente... Creo que ha dicho que en el reparto se recogía no sé si todo o casi todo lo que figuraba; luego, por tanto, espero que se pueda avanzar y llegar a un acuerdo.

Y, mire, la disminución del número de consejeros no es ni demagogia ni tampoco es por ahorrar solo, como usted dice, por ahorrar dinero. Yo planteo otra pregunta: ¿son necesarios ochocientos ocho consejeros comarcales, además de todos los concejales, para dar servicio a las comarcas? Mire, le puedo entender que las comarcas necesitan..., a lo mejor necesitan más personal que atienda los servicios sociales, a lo mejor necesitan más personal que gestione los residuos, a lo mejor necesitan más personal de todas esas cosas; pero ¿es necesario que haya consejos comarcales de treinta y tantos miembros para decidir estas cuestiones? Mire, yo creo que no, y yo creo que lo que no es necesario vale más quitarlo por la operatividad del sistema y precisamente para prestigiar al sistema.

Usted me dice que hay treinta mil personas excluidas de la sanidad, un dato que ha visto en algún sitio. Diferenciemos: una cosa es que no tengan tarjeta sanitaria porque no cumplen las condiciones y otra cosa es que no se les esté atendiendo, que le he dicho... No sé en otras comunidades autónomas, porque cada una hemos utilizado modelos distintos o instrumentos distintos, pero en Aragón los estamos atendiendo.

Seis casos de Jaca. Efectivamente, seis. Para los padres son los seis más importantes, y le he dicho que desde la consejería se está buscando solución. No le he dicho que fueran pocos; le he dicho que eran seis, simplemente —el dato que me da la consejera, que me supongo que es verdad—, que son seis y que se está buscando solución.

Mire, ni el LAPAO ni el Lapapyp —o no sé cómo lo llaman— existe, no, ni nadie en el texto lo puso. Eso ha sido una manipulación del nacionalismo catalán más exacerbado, que lo ha puesto. Porque, mire, nosotros, en ese proyecto de ley, de lo que hablamos es de modalidades lingüísticas propias de las distintas zonas de Aragón. Eso es. Y le puedo asegurar que esa terminología no nos las hemos inventado los diputados del PP, sino que se ha ido a fuentes científicas cuando menos tan respetables como las de ustedes, única y exclusivamente. No más, pero tan respetables.

Los bienes, la disposición adicional. Pues, mire, eso se ha puesto ahí para que, si tiene que ser utilizado, lo sea en su momento. Cuando algo se legisla, indudablemente no se legisla en vacío, y en cada momento habrá que tomar decisión y se tomará.

Mire, con respecto al hospital de Alcañiz, quienes no están diciendo la verdad son ustedes, quienes dicen que se privatiza el hospital, que se privatiza la atención sanitaria, porque eso es rotundamente falso. Se lo he dicho antes: lo están diciendo y lo repiten, como hay quien ha repartido octavillas diciendo que se iba a cobrar a los pacientes que fueran al hospital. Rotundamente falso. La atención sanitaria, como le he dicho antes, va a ser a través de la misma plantilla que hay en estos momentos, exclusivamente, y con el mismo modelo y el mismo sistema que tenemos en Aragón.

Me dice que Biscarrués... Los afectados. Pues, hombre, afectados hay de todo, porque, claro, hay unos que dicen que están en desacuerdo y otros que, como le he dicho, serán usuarios del pantano y que están de acuerdo. Y mire, yo no sé si mayoritariamente..., yo no sé si cuando se refería a afectados, se refería solo a habitantes de Biscarrués, y lo digo porque me lo ha soplado —si me permite la expresión— mi portavoz, que como es de Huesca, me ha dicho: «que sepas que en Biscarrués hemos ganado las europeas». Lo dejo ahí, no lo sé. Pero, bueno. [Rumores.]

Y ahora voy a contestarle de presidenta del Partido Popular a presidente de Chunta Aragonesista, que usted me dice que cree que era jugar sucio, y le vuelvo a repetir que yo creo que no. Yo creo que esta es una Cámara de debate político y, por tanto, estamos para hablar y hacer propuestas políticas. ¿Por qué diferencié entre Gobierno? Porque estas propuestas no son de Gobierno, estas propuestas yo las he hecho en mi condición de representante del partido mayoritario en estos momentos en Aragón, y creo que estoy en mi legítimo derecho, como usted está en el suyo para hacer todas las propuestas que quiera en nombre de su partido, para decirlo...

Y, por tanto, le digo que soy muy consciente, y yo he dicho que quería abrir un debate, porque, efectivamente, cosas que yo dije requieren de una reforma del Estatuto, por supuesto que la requieran, si ya lo sé, y por eso hablé de abrir un debate con estas propuestas y con otras muchas más, que entre todas las fuerzas políticas y, si mi apura, sociales de Aragón, entendamos que pueden mejorar la calidad de nuestro sistema autonómico, y, sobre todo, que puedan hacer llegar a los ciudadanos esa intención y esa percepción. Porque usted sabe como yo que en política, en muchas ocasiones, es cuestión de percepción, y tan peligroso es —y ya no solamente peligroso— que una cosa no funcione bien como que la percepción que llegue a los ciudadanos no lo sea, porque entonces la rechazan, y yo no quiero que los ciudadanos rechacen la autonomía aragonesa, porque soy miembro de un partido nacional, pero como le decía antes al representante del Partido Socialista, defiendo el modelo de las autonomías español de la Constitución del setenta y ocho, y creo que ha dado un muy buen servicio a este país.

¿El pluralismo? No, el mismo, porque yo no he planteado cambiar la proporcionalidad, en absoluto. Yo no estoy planteando, y creo que lo he contestado antes también, yo no estoy planteando en absoluto sustituir el sistema mayoritario por el sistema unipersonal, no, no, en absoluto, exactamente lo mismo. ¿Qué cantidad de diputados? Pues, mire, yo no he hecho cuentas; el consejero de Presidencia las había hecho y me ha dicho que con alguna salimos perdiendo, así de claro, viéndolo como PP. Pero no, yo lo que he hecho es una propuesta..., es más, no perdían los minoritarios y perdíamos, con una proyección que ha hecho el consejero de Presidencia, los dos mayoritarios; los minoritarios se quedaban como están, fíjese.

Por lo tanto, no es un interés de partido, es un interés de percepción de la calle, y si, mayoritariamente, las fuerzas políticas de Aragón deciden que no, pues, decidirán que no, pero creo que estoy legitimada para abrir ese debate sin jugar sucio.

Mire, desbloquear las candidaturas. No le voy a decir que se las lea, pero si quiere, las busco y se las mandaré: las ponencias de mi partido de los congresos nacionales en los años noventa, reiteradamente, desde entonces, hemos venido proponiendo el desbloqueo de las candidaturas. De la misma manera que cuando yo era alcaldesa, cuando yo era alcaldesa y dejé de serlo en el año 2000, ya defendía que el alcalde fuera elegido directamente, porque creo que es el responsable político más cercano al ciudadano, y que había que arbitrar medios para que fuera elegido directamente. Pero –insisto— lo tienen en las hemerotecas desde hace más de catorce años, que era cuando yo era alcaldesa, y con el desbloqueo de las candidaturas, en documentos de mi partido de congresos nacionales y de programas electorales, donde figura desde los años noventa, y seguro que antes del año noventa y seis figura.

El aforamiento. Lo que hay que modificar es el Estatuto también, porque el Estatuto es el que contempla el aforamiento, luego, por tanto, es la misma cuestión.

Y luego, juicio oral e imputados. Mire, le puedo asegurar, señor Soro, que lo he pensado mucho, porque tan malo es el que no haya ningún límite, y para todo hay pros y contras, como que se actúe antes de tiempo. En España, nuestro sistema judicial —y yo no soy jurista, pero creo que lo entiendo un poco—, está la figura del imputado, como todos sabemos, que, teóricamente, es una figura para proteger porque se va a declarar con asistencia letrada y, además, sin obligación de decir la verdad, cosa que un testigo tiene, es decir, que quien diseñó este modelo lo que hizo fue decir «protejamos a aquellos testigos que luego puedan devenir en imputados».

Pero lo que ha ocurrido es que la percepción de la opinión pública es que en cuanto alguien es imputado es acusado, independiente de la presunción de inocencia, que le doy la razón. Usted sabe que en la opinión pública se equipara imputado con acusado, y hombre, el momento es distinto, porque usted sabe tan bien como yo, que se pasa de imputado a acusado cuando, tras las investigaciones pertinentes, hay indicios racionales de delito. Por eso, señor Soro, yo he puesto el acusado —y lo he pensado mucho—, porque todos conocemos casos de alcaldes y otros representantes, que, bueno, una cosa es el imputado que a bote de pronto el juez imputa y otra cosa es el distinto nivel cuando ya hay, tras suficientes indicios en opinión de juez, tras las investigaciones judiciales, para pasar a otro nivel, que es el de acusado o apertura de juicio oral, porque entre acusado y apertura de juicio oral no hay más que el plazo..., creo que es el plazo de las alegaciones que presentan las partes. Ese es el asunto.

Campaña municipal. Claro, lo dije ayer: dije «reducción de las campañas», pero habrá que tener en cuenta que aquí, las autonómicas, habitualmente, se celebran al mismo tiempo que las municipales. Pero, señor Soro, en el Congreso de los Diputados se está hablando de este tema, y yo no sé si ya hay proyecto de ley presentado o hay acuerdo, porque es un paquete de iniciativas de regeneración que se están negociando entre las fuerzas políticas del Congreso, y entre ellas está ya contemplado este asunto, de la misma manera que está contemplado lo que usted ha dicho, que es la limitación de recursos en las campañas electorales. Todo eso se está hablando entre las fuerzas políticas nacionales, que entonces afectaría a las fuerzas políticas que están en el Congreso de los Diputados, y eso afectaría a generales y municipales. Por eso, yo he hablado aquí de autonómicas, porque, como usted sabe bien, las elecciones autonómicas se regulan por la Ley Electoral de Aragón, y para eso no haría falta la modificación del Estatuto.

Pero, en cualquier caso —le resumo y reitero una vez más—, yo, ayer, aquí, lo que abrí fue un debate, un debate político que yo creo que es enriquecedor y que, indudablemente, entendía y sigo entendiendo que era el momento, en un debate de política general.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.

Pasamos al turno del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida de Aragón. Su portavoz, la señora Luquin, tiene la palabra también por tiempo de treinta minutos.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: Buenos días, presidente.

Buenos días, señorías.

Buenos días-tardes, señora presidenta.

Decía Winston Churchill que, a veces, uno tiene que comerse sus propias palabras y que había descubierto que era una dieta muy equilibrada, y yo creo que si usted, hoy, relee su discurso de investidura, entendería que, posiblemente, sea una dieta muy equilibrada y que a usted le sentaría bien, porque, señora presidenta, lamentablemente para Aragón, usted sigue siendo su presidenta y usted ha incumplido casi todos los objetivos que usted se marcó como presidenta en junio de 2011.

Yo tenía claro que iba a ir en esta línea, su discurso no me ha sorprendido y, posiblemente, me vaya a decir usted que yo tampoco la voy a sorprender a usted, pero ahora, después de haberla escuchado ayer y, sobre todo, a lo largo de esta mañana, no me cabe ningún tipo de duda de que Aragón lo que necesita es audacia política y altura de miras. Y yo creo, señorías, y yo creo, señora presidenta, que usted, ni tiene la audacia política ni la altura de miras que necesita y se merece el Aragón del siglo XXI y el Aragón del futuro. Audacia política para priorizar los interés de la gente, para tener en cuenta las necesidades, para tener en cuenta sus demandas y para darles soluciones, y, señora presidenta, su Gobierno no ha tenido como prioridad lo que son los intereses de las personas. Usted, muchas veces, ha puesto por encima de los intereses de las personas los intereses de «su» partido, y, sobre todo, ha puesto por encima los intereses -y en este caso, también en sentido literal- de pagar y priorizar la deuda, y eso es un déficit y es una realidad que usted tiene. Ustedes pagan veinte millones de euros exclusivamente en intereses de deuda cada mes. Esa ha sido su principal prioridad, y le puedo asegurar, señora presidenta, que las personas, cuando votan y cuando la eligieron a usted, no tenían nada claro o, desde luego, no deberían haber pensado que su prioridad fuera a ser la de pagar los intereses de la deuda por encima de las necesidades reales de este Aragón en el siglo XXI.

Usted, como digo, además, no tiene altura de miras, porque usted ayer hizo cero autocrítica, cero autocrítica, y, cuando alguien viene con los números que tiene y las cifras que tiene encima de la mesa y no hace nada de autocrítica, lo que hace es perder credibilidad el resto de su discurso. Por lo tanto, la altura de miras para decir «hemos fracasado, aquellos objetivos que nos habíamos marcado como principales y prioritarios en este Gobierno no los hemos podido cumplir», usted no solo no hace ningún tipo de autocrítica, sino que, además, nos está insistiendo y nos sigue diciendo que van a seguir en las mismas líneas y van a seguir trabajando en la misma dirección, en la misma dirección que nos ha traído adonde nos encontramos en estos momentos.

Ayer fueron cincuenta y nueve minutos de discurso para tres años de gestión, y, teniendo en cuenta los últimos quince minutos, podríamos decir que no le llegó ni a quince minutos por año de gestión. Y estaba claro, porque usted no tenía que vender nada, usted ayer no podía poner nada positivo encima de la mesa, y, por lo tanto, para no hablar del fracaso tras fracaso de lo que ha supuesto su gestión, lo que decidió fue dar un golpe de efecto anunciando una serie de propuestas, una serie de medidas, que de la manera más suave que el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida las puede definir es como populismo con cierto tufillo chabacano y, además, nada original ni nada audaz, porque, en otros sitios, compañeras suyas como la señora Cospedal han puesto encima de la mesa.

Usted ayer aquí dio una rueda de prensa como presidenta del Partido Popular. Los últimos quince minutos utilizó esta tribuna y utilizó esta Cámara para dar una rueda de prensa. Usted, que habla de la importancia de las instituciones, de la importancia de legitimar las instituciones, lo primero que hay que hacer es no faltarles al respeto, y este grupo parlamentario cree que usted ayer faltó al respecto de esta institución y faltó al respeto del debate. Estábamos hablando del debate del estado de la comunidad. Usted tiene muchos foros como presidenta del Partido Popular para dar las ruedas de prensa que considere oportunas y para lanzar las propuestas; usted ayer utilizó esta tribuna para que el titular de hoy fuera a hablar de esas propuestas que hacía usted como Partido Popular y para no poder hablar de la gestión de usted durante estos tres años.

Señora presidenta, el pasado 6 de julio escuchábamos en la FAES, el laboratorio de ideas del Partido Popular, al señor Mariano Rajoy, y nos causó cierta perplejidad cuando, sin ningún tipo de rubor, nos dijo que no solo no se había desmantelado el estado del bienestar, sino que se había mejorado. Sinceramente, yo creo que hace falta ser muy cínico o vivir muy alejado de la realidad para decir que en este país lo que se ha hecho ha sido apostillar y apoyar el estado del bienestar.

Señora presidenta, escuchándola a usted, fiel seguidora, como no puede ser de otra manera, del ideario conservador de la FAES y, sobre todo, fiel seguidora de Rajoy y sus políticas, le puedo decir y asegurar que usted está igual de alejada de la realidad, de la inmensa mayoría de la gente en Aragón, como Rajoy está alejado de la realidad de la inmensa mayoría de la gente española. Y yo, de usted, pienso muchas cosas, pero, sinceramente, pienso que usted no es cínica, pienso que no lo es. Por lo tanto, es mucho más grave, porque es una de las grandes carencias y déficits que tiene usted como presidenta, que es incapaz de entender las necesidades y lo que le está demandando la ciudadanía y de entender lo que el día a día le está exigiendo a usted como presidenta. Solo así se puede entender este enrocamiento en el que ustedes insisten con las mismas políticas fracasadas y que siguen llevándonos al lugar en el que nos encontrábamos.

Usted, visto lo visto, no tiene ningún tipo de intención de rectificar, y, por lo tanto, usted sigue pensando que quien tiene que asumir las cifras de desempleo, las cifras de paro, las cifras de pobreza, las cifras de desigualdad, tenemos que ser la inmensa mayoría social.

Y, lamentablemente, nos quedan diez meses de su Gobierno, pero, sinceramente, usted debería rectificar, que, como dice Confucio, suele ser de sabios.

Señora presidenta, sus estrategias, sus políticas, los cambios de consejero, sus actuaciones, no le funcionan, y no le pueden funcionar porque no dan más de sí.

Su Gobierno tiene un problema de fondo, lo que se necesita de forma urgente es un cambio de políticas y de Gobierno que, obviamente, usted no puede liderar.

De eso estamos hablando, ya se les ha acabado el tiempo. Ustedes son un Gobierno terminado, un Gobierno agotado, y además están en el fin de época y en el ciclo de época histórica en el que nos hemos encontrado.

Ustedes son un Gobierno que pertenece a finales de siglo XX y muy principios del siglo XXI, pero, desde luego, después de las elecciones europeas de este año, se necesitan otros tiempos, se necesita otro tipo de Gobierno y se necesita leer la realidad social tal y como es, porque, si no, la realidad social les pasará como un tsunami.

¿Usted hablaba el otro día del ambiente hostil de este Parlamento? El ambiente hostil, posiblemente, usted lo tenga a veces con el señor Montoro en Madrid, que, efectivamente, tienen problemas de comunicación, porque hay que entender y hay que recordar cómo Montoro le boicoteaba en el sentido de que no habían entendido exactamente bien cómo se habían presentado las cuentas en Aragón el año pasado y teníamos el déficit que tenemos en estos momentos, que, por cierto, me gustaría —y esta es la primera propuesta que le hago y la primera pregunta que le hago— saber exactamente en qué momento se encuentra el Plan económico-financiero, cuántos millones son y cómo van a afectarnos en el día a día a la gente en Aragón.

Desde Izquierda Unida, señora presidenta, usted no va a encontrar un ambiente hostil, pero sí que va a encontrar un ambiente absolutamente reivindicativo y un ambiente de denuncia. Ambiente de denuncia y de Izquierda Unida en la calle, y reivindicativo y alternativo, desde luego, en esta Cámara, porque creemos que la política se hace en la calle y la política se hace en las instituciones. Por lo tanto, Izquierda Unida va a estar denunciando en la calle, junto con las mareas, las plataformas, los agentes sociales, todas aquellas cuestiones que en estos momentos necesita la ciudadanía aragonesa, y, desde luego, vamos a estar con la reivindicación y con la alternativa en esta Cámara.

Señora presidenta, de lo económico hemos hablado, pero es que usted tiene un balance muy raquítico que poner encima de la mesa. En estos momentos, el fracaso suyo es obvio, y por eso usted ayer intentó pasar de puntillas por este tema, porque ese fracaso de deuda absolutamente desbocada, de un cumplimiento de déficit que ustedes son incapaces de cumplir en el 2013 y van a ser incapaces de cumplirlo en el 2014, lo hemos pagado y lo han pagado los servicios públicos, las becas, las ayudas, la falta de inversión pública, la reducción de prestaciones, los subsidios... En definitiva, sus fracasos los estamos pagando toda la ciudadanía.

En estos momentos, tres años después de su llegada al poder, Aragón es más pobre, Aragón es más desigual y Aragón, lamentablemente, no tiene futuro para muchas personas, no lo tiene para muchas personas.

Hemos hablado de las cifras del desempleo y de las cifras del paro, estamos hablando de más de noventa y ocho mil personas según las cifras del paro y según la encuesta de población activa, esa que a usted no le gusta (los últimos datos hablaban de más de ciento cuarenta mil personas). ¿Qué futuro les da usted en esta comunidad autónoma? ¿Qué tipo de alternativas y soluciones?

Usted sabe que más de cuarenta y nueve mil de esas personas en estos momentos no tienen ningún tipo de prestación ni ningún tipo de ayuda. A eso están esperando, eso espera de usted la ciudadanía: que usted ponga alternativas y soluciones. La esperanza, la confianza, la fe, son palabras huecas. Lo que se necesitan son actuaciones y medidas concretas para esa gente que en estos momentos no tiene absolutamente nada, porque, lamentablemente, se señala que esta gente, que está (como digo, más de cuarenta y nueve mil) sin ningún tipo de prestación, en estos momentos, usted la última alternativa que les da es que estén esperando.

Aragón, que tenía esa deuda desbocada, que ya en el 2011, cuando ustedes entraron, les dijeron que parecía una barbaridad, que eran tres mil trescientos treinta y dos millones de euros, en estos momentos la tiene en seis mil setenta y nueve millones de euros. Eso es así, ¿sí o no? Es cierto. Y usted asumirá que eso ha sido un fracaso, porque uno de los objetivos que usted había puesto encima de la mesa era, precisamente, el que ustedes iban a controlar la deuda, que era una deuda que estaba descontrolada.

Si Aragón —se lo dije yo una vez— fuera una empresa, estaría en estos momentos en quiebra técnica, y sus consejeros delegados, despedidos. Usted, lamentablemente, aquí sigue al frente del Gobierno, y la única persona que asumió sola todo el fracaso fue el anterior consejero de Hacienda, que asumió el fracaso de toda la gestión de su Gobierno.

Insisto, el problema son ustedes y son sus políticas.

La deuda sigue aumentando, y, por lo tanto, ustedes tienen incapacidad para poder controlar algo que era uno de sus objetivos prioritarios cuando llegaron al Gobierno. ¿Me quiere decir usted que, si hubiera llegado con estos datos, con estos datos, si fuéramos nosotros los que estuviéramos al frente de este Gobierno, no nos hubiera pedido la dimisión ya, no dos, ni tres, ni cuatro veces? Obviamente, sí: si nosotros tuviéramos estos datos de deuda, usted hubiera pedido y hubiera solicitado la dimisión de este Gobierno. Como usted está sentada en los sillones azules, lo que hace es pasar de puntillas.

Con el déficit pasa absolutamente igual, pero es que, además, al déficit (en abril se nos ha comunicado ya que habíamos consumido el 60%) hay que añadir la caída de ingresos autonómicos, un 7% menos respecto a 2013. El desfase entre gastos e ingresos es de ciento noventa y ocho euros, cincuenta y nueve millones más que en la misma fecha de 2013.

Siguen siendo incapaces de recaudar lo que presupuestan, pero, además, ayer, usted nos anuncia que piensa hacer rebajas de IRPF. Lo hemos dicho muchísimas veces, la importancia y la necesidad de tener que estar hablando y negándose ustedes siempre a recaudar más para poder garantizar políticas que beneficien a la inmensa mayoría, una fiscalidad directa, más progresiva y justa. Ustedes se niegan en redondo, pero usted sabe cómo la caída de esos ingresos sigue siendo una realidad en el día a día, y a usted lo que se le ocurre como nueva novedad, una vez más, es la venta de patrimonio.

Además, no tiene ni idea, no tienen ideas que aportar para poder aumentar o recaudar los ingresos. ¿O usted cree que van a mejorar en estos momentos los ingresos que se reciben? Porque sabe usted que no. Con esos datos, con estos datos de deuda, con estos datos de déficit, sabiendo que la caída de los ingresos es una realidad, que ustedes se niegan a hacer una reforma fiscal que signifique una reforma mucho más progresiva y más justa, ¿me quiere decir que usted no hubiera pedido la dimisión del Gobierno y la dimisión de la presidenta si no fuera usted? Le puedo decir que estoy convencida de que sí.

¿Cómo piensan ustedes explicar a los aragoneses y a las aragonesas los objetivos de déficit una vez que se vayan a volver a incumplir? ¿Cómo les van a afectar? ¿Más austeridad, más desigualdad, más pobreza? Exactamente, ¿de dónde piensan ustedes recortar?

Esas son las preguntas que nos gustaría saber. ¿Qué impacto tienen sus decisiones políticas? Porque tienen consecuencias y, por lo tanto, usted las debería tener que asumir responsablemente.

El consejero de Hacienda nos dijo el pasado viernes que ni era antagónico ni contradictorio defender el equilibrio financiero y presupuestario y, al mismo tiempo, mantener con prioridad las políticas sociales y los servicios públicos. Efectivamente, lo que es imposible, ¡es imposible! En este momento, a los datos y a la realidad nos referimos, porque lo que sí ha sido posible con sus políticas es el no cumplir con el equilibrio presupuestario ni con el financiero, y sí recortar en políticas sociales y en servicios públicos.

En definitiva, señora presidenta, ustedes ya no tienen argumentos. No le vale la herencia recibida, no le vale que haya otras autonomías peor que esta, no puede sacar la bandera de la consolidación fiscal, ni la del reequilibrio financiero, ni la del control del gasto y ya, por lo tanto, no puede hablar de esas palancas, porque no le ha funcionado absolutamente ninguna.

Como decía Luis García Montero, «la reconstrucción de la dignidad laboral es la tarea democrática prioritaria en un país que ha decretado la libertad de explotación». Y eso es lo que nos encontramos en estos momentos. En estos momentos, se ha decretado la libertad de explotación, porque estamos hablando de que en este país, por primera vez en la historia democrática, los empleos con contrato indefinido y a tiempo completo han dejado de ser la mayoría en el mercado laboral. Porque estamos hablando de que muchos de los contratos no llegan a seiscientos cuarenta euros mensuales y están por debajo del umbral de la pobreza. Ese es el tipo de empleo que se está creando en Aragón y el tipo de empleo que se está creando en España.

Por lo tanto, señora presidenta, yo creo que ustedes no están en condiciones de sacar pecho en absoluto. Lo que tenemos es un Aragón cada vez más empobrecido y, sobre todo, con unas condiciones laborales de sus trabajadores y de sus trabajadoras que no les permite a muchos de ellos salir de la pobreza.

Es inmoral que en un Gobierno que se precia y se enorgullece de una política de empleo que se apoya en contratos indignos que recortan derechos y que condena a la pobreza a miles y miles de trabajadores y trabajadoras, se siga insistiendo que se está saliendo de la crisis.

Voy a centrarme brevemente en el desempleo juvenil y la juventud: juventud sin futuro, juventud sin casas, juventud sin empleo.

En estos momentos, el desempleo juvenil en Aragón es un auténtico drama, como es un auténtico drama en el resto de España. Y el problema del desempleo juvenil es un problema social. Usted tendría que haber dedicado mucho tiempo de su debate a hablar realmente de este grave drama que tenemos: uno de cada dos jóvenes no encuentra trabajo. La única alternativa que ustedes les ponen encima de la mesa es el exilio económico, la precariedad o el desempleo indefinido, que en este caso sí que es indefinido.

En la garantía juvenil que usted nos anunció que iban a ser quince millones de euros, lo que hace es promover un trabajo a tiempo parcial y, además, con mano de obra barata, en el que no se prima de ninguna manera la formación y, por lo tanto, lo que ustedes —seguimos insistiendo— hacen es lo que estamos viendo: la libertad de explotación. Incluso recurren al metalenguaje: ustedes se han inventado una nueva definición de indefinido: el contrato indefinido que dura seis meses. Por lo tanto, eso es metalenguaje: un contrato indefinido que dura seis meses no podría ser indefinido. Como digo, ustedes solo entienden que pueden acometer la reforma laboral y acometer la reforma del mercado laboral precarizando las condiciones laborales de los y las trabajadoras y también de la juventud. Que en estos momentos, como digo, ustedes la dan por perdida y no ponen ningún tipo de alternativa para que la juventud aragonesa pueda desarrollarse y pueda trabajar aquí en Aragón. Les hemos dejado sin futuro y ustedes, como Gobierno, deberían tener una responsabilidad absoluta, porque una sociedad que no es capaz de garantizar un futuro a su juventud es una sociedad enferma y fracasada.

Es obvio que Aragón necesita planes de empleo, es obvio que necesita reactivar su economía. Ustedes lo que han hecho ha sido mucho papel y poco presupuesto; cambiar nombres para hacer lo mismo. Y me estoy refiriendo con ello a la Estrategia Aragonesa de Competitividad y Crecimiento, un conjunto de medidas que ya estaban desarrolladas y que ustedes les pusieron este rimbombante nombre, pero que realmente no ha aportado absolutamente nada. ¿Por qué? Porque no son compatibles la austeridad y el control del déficit con la reactivación económica y la creación de empleo.

Y mientras ustedes sigan cerrando los ojos a una situación incuestionable, lamentablemente, no podrán funcionar sus políticas, porque se necesitan políticas activas de empleo, porque se necesita inversión productiva, algo que su Gobierno no hace.

De este cambio de modelo productivo, que es fundamental y que es necesario, porque solo con un cambio de modelo productivo podemos afrontar con garantías la creación de empleo estable y de calidad para la ciudadanía, ustedes no han hecho absolutamente nada en una serie de campos que creemos que son importantes y que les ponemos encima de la mesa.

De la economía social, ustedes no han dicho absolutamente nada. Les recuerdo que hay una iniciativa aprobada por este grupo parlamentario en la que se hacía referencia a la necesidad de crear una ley de economía social y de potenciarla. Así también se respeta a las instituciones: cumpliendo con aquellos compromisos que se adoptan. Porque, si no, señora presidenta, cuando se adoptan aquí una serie de iniciativas y su Gobierno las incumple, lo que está usted haciendo es restarle credibilidad y restarle legitimidad a una cámara como es esta. Se lo digo porque las entidades de la economía social están sorteando mejor que otras empresas la crisis y porque aportan un nivel porcentaje de producto interior bruto fundamental y que, por lo tanto, usted debería mirar también. Una de las grandes abandonadas.

Otro tema que también debería ser estratégico para su Gobierno: lo que hace referencia al turismo de calidad. Ustedes hablan y nos venden la marca «España», pero luego resulta que con el turismo de calidad, al mismo tiempo, ustedes abandonan las hospederías. ¿Me puede decir usted que es compatible en estos momentos que se esté intentando hablar de la marca «Aragón», del turismo de calidad y, por la misma, ustedes estén cerrando las hospederías? Le recuerdo: abandonadas la del Monasterio de Rueda, en Sástago; la del Castillo del Papa Luna, en Illueca; la de Iglesuela del Cid. Cerradas por una pésima política turística de su Gobierno. Le decimos ya que no tengan miedo a gestionarlo desde lo público, ¡háganlo!, ¡háganlo!, desde la empresa pública Turismo de Aragón y, por lo tanto, podrán compatibilizar aquellas cosas de las que son titulares con realidades y con hechos.

En política industrial, le podría relatar la cantidad de empresas que se han cerrado, la cantidad de personas que están sufriendo ERE y que, en estos momentos, como digo, no tienen ningún tipo de alternativa ni ningún tipo de futuro. Voy a nombrar algunas de ellas, porque lo que no se nombra no existe, y yo creo que es importante: cierre de fábricas históricas como Tata, como Kimberly-Clark, como en Calatayud, como los ERE que han sido una constante en la industria, desde Pikolín, pasando por Chocolates Hueso en Ateca, CastingRos, Giesa, Alumalsa en Zaragoza..., por poner algunos de los ejemplos.

Señora presidenta, ¿qué tipo de alternativas y qué tipo de soluciones pone usted a la política industrial en Aragón?

Los planes de reindustrialización de las comarcas, que se vendieron con todo el boato, exactamente, ¿en qué han quedado? ¿Qué seguimiento se ha hecho? ¿Qué tipo de objetivos se han cumplido a través del Plan de reindustrialización de las comarcas?

La desidia y el pensar que no se puede hacer más son la tónica habitual para justificar la desindustrialización que viene sufriendo Aragón, esa deslocalización que parece que es una plaga bíblica y que resulta que no tiene responsables ni tiene políticas que permitan precisamente esa deslocalización y que permiten que, en muchos momentos, en estas comarcas en Aragón haya muchas de ellas que no tienen prácticamente futuro.

Hablando de tener poco futuro, podríamos hablar de las comarcas mineras aragonesas. El nuevo Plan del carbón 2013-2018 ha reducido las ayudas a este sector en un 65%. Podremos hablar de que se está poniendo en jaque a toda la minería del carbón aragonés, que se pierde empleo a un ritmo muy acelerado y prueba de ello ha sido el cierre de Carbonífera tras un conflicto en el que el papel de su Gobierno, señora presidenta, solo lo podemos calificar de decepcionante. A pesar de las nuevas iniciativas para pedir un compromiso activo del Gobierno de Aragón y del Estado que ayude a garantizar su futuro, pasan los meses, los años, sin la ansiada inversión y sin la necesidad de creer y apostar desde luego por las comarcas mineras y por su reconversión.

Con el Fite, ayer —salvada por la campana una vez más— consiguieron ustedes que se volviera a firmar. Siempre, no solo se firma excesivamente tarde —este año, el 15 de julio— sino que su ejecución, lo que viene a hacerse normalmente, es eternizada, cuestión que les vienen criticando desde hace tiempo los agentes sociales y económicos. De hecho, a fecha de hoy todavía se están ejecutando las inversiones de los años 2012 y 2013 y las de 2014 comenzarán a finales de año como pronto.

Señora presidenta, usted, ayer, dijo la gran frase: que, en políticas sociales, su Gobierno era vanguardia. Creo que usted quería provocar y quería provocarnos desde luego a la oposición. Si la beneficencia es vanguardia, desde luego, usted es vanguardia. Usted habla de «gasto social», jamás habla de «inversión social», y eso también la delata, el lenguaje. Cuando se habla de «gasto social» y no se habla de «inversión social», lo que estamos haciendo es confrontando modelos. La inversión social es fundamental porque, además, garantiza los principios de equidad y de igualdad de las personas para acceder a determinados servicios y a determinados derechos.

Usted, que está muy preocupada por que los aragoneses y las aragonesas tengamos los mismos derechos que tienen otras personas que viven en Madrid, en Cataluña, que viven en Valencia... yo estoy preocupada por que tengamos los mismos derechos y las mismas oportunidades aquí, en Aragón, que es donde usted tendría que acometer todo su trabajo, porque resulta que en este Aragón que usted dirige y que usted gobierna no tenemos los mismos derechos los aragoneses y las aragonesas. En cuanto al medio rural y al medio urbano, ese que usted dice que se conoce y que patea, le podría garantizar como usted tiene ahí un largo margen de recorrido para garantizar derechos e igualdad para las personas que vivimos en Aragón.

El Gobierno de Aragón ha perdido en estos dos últimos años más de cuatro mil empleos públicos, especialmente en sanidad y educación. Es verdad que pierden empleos públicos y es verdad que, exponencialmente, lo que se hace en estos momentos es aumentar el aparato burocrático de sus departamentos, aumentando los asesores, que eso mira que usted lo podría recortar rápidamente a través de un decreto, o ver últimamente qué ocurre en el Boletín Oficial de Aragón, en el que se están sacando todas las plazas de libre designación. Ahí, usted podría acometer rápidamente la regeneración porque, con un decreto, usted directamente podría reducir a la mitad las plazas de libre designación y, desde luego, todos los asesores en departamentos, que, realmente, eso es burocracia.

Desde que están ustedes, los servicios públicos —tampoco nos tendría que sorprender— no están en su agenda política porque no han sido nunca su prioridad. El recorte en inversión social es una constante en los tres años que lleva al frente del Gobierno aragonés.

Señora presidenta, usted hablaba igual que habla el señor Rajoy diciendo que la sanidad es universal, que la sanidad en estos momentos está mejor incluso que cuando llegaron ustedes. Es absolutamente falso. La sanidad ha dejado de ser un derecho y en la actualidad pivota sobre el aseguramiento, y eso es así. No solo la sanidad no es universal, sino que en estos momentos, además, es excluyente: expulsa y ha expulsado a determinados sectores de la población de poder acceder a una sanidad en las mismas condiciones de igualdad con que accede usted o que accedo yo. Por lo tanto, no diga que la sanidad es universal y es un derecho porque en lo que se ha convertido ahora es en un aseguramiento.

Señora presidenta, cómo se está gestionando el Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia de Aragón y de su Gobierno, yo creo que en algún momento se acabará estudiando, porque no sé exactamente cuál es la justificación política para que siga al frente del departamento el consejero de Sanidad. Entre las aportaciones que se han hecho a la sanidad aragonesa en estos tres últimos años, aparte de tener más de ciento veinticuatro millones de desfase en el trece: tres gerentes de Salud en tres años; tener en contra prácticamente a todos los profesionales sanitarios, pacientes y usuarios; listas de espera en cifras históricas; en estos momentos, en la comunidad autónoma se han disparado un 60% las listas de espera quirúrgica con respecto a las del año pasado, el año 2013; el cierre de urgencias nocturnas en el punto de atención continuada de Sagasta, en Zaragoza, por cierto, el único punto de atención primaria de urgencias que había en esta comunidad autónoma y que ustedes se lo cargan, que, además, como tenemos poco saturadas las urgencias de los diferentes hospitales, añadiremos y contribuiremos a ello; el no escuchar y el seguir insistiendo en el cierre de las unidades de salud mental de los barrios de Zaragoza; las deficiencias históricas, y que ustedes siguen contribuyendo para que sigan así, en los hospitales de Barbastro o San Jorge; el que esté trabajando a medio gas del Hospital Nuestra Señora de Gracia, el Provincial de Zaragoza; la paralización de la integración del CASAR; sin empezar ninguna de las dos infraestructuras hospitalarias anunciadas y que eran un compromiso también de su partido cuando se presentó a las elecciones (el hospital de Teruel, que ustedes dicen que este año, a partir de septiembre, empezarán a verse las piedras —yo, como santo Tomás, cuando empiece a ver entrar las máquinas, empezaré a creer—, lleva ya muchísimos años de retraso.

Y permítame que me pare un momento en el hospital de Alcañiz, y lo voy a hacer porque creo que las últimas noticias, y conociendo el estudio de viabilidad del mismo, lo que dice directamente es que ustedes han perdido el norte o tienen muy claro cuál es su norte, que es el de la privatización de la sanidad pública aragonesa. No se puede entender que un hospital que está presupuestado en noventa y seis millones, gracias a la construcción a través de lo que ustedes llaman «colaboración público-privada», vaya a suponer quinientos sesenta y un millones de euros. ¿Sabe lo que supone eso? Que ustedes hipotecan el futuro de la sanidad aragonesa para los próximos años, hasta el año 2042, quinientos sesenta y un millones, que le anuncio ya que este grupo parlamentario, desde luego, considera un lastre que ni asume ni piensa reconocer porque hay fórmulas mediante, a través de los recursos propios y gestionados directamente, para que ese hospital sea un hospital público cien por cien. Y, por lo tanto, lo que ustedes están haciendo con esa colaboración público-privada, primero, es dejarnos claro que nos dejan absolutamente vendido el presupuesto de sanidad, y, por otro lado, que ustedes ya abren definitivamente la puerta a la privatización.

En los servicios sociales, usted no puede hablar de vanguardia, y usted lo sabe perfectamente porque sabe que ustedes, en los servicios sociales, han estado sustituyendo lo que es garantizar derechos por garantizar beneficencia y caridad, y está suponiendo un retroceso sin precedentes cómo se está entendiendo y cómo se está trabajando con los servicios sociales, que deberían ser un instrumento y una herramienta fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades entre las personas que viven en Aragón. El problema es que este Aragón cada vez tiene a más personas y a más familias en la pobreza y, como dice Cáritas, esa pobreza cada vez es más extensa, más intensa y cronificada. Y, por lo tanto los servicios sociales deberían ser un objetivo prioritario y las políticas públicas sociales de su gobierno.

Usted, en vez de hacer que sean un objetivo prioritario de su Gobierno, lo que está haciendo es ponernos encima de la mesa nada más y nada menos que, primero, negar la calidad de las prestaciones, y, por otro lado, en el caso del Ingreso Aragonés de Inserción, que hemos debatido ya muchísimo tiempo, desde luego, el endurecimiento de los requisitos, endurecimiento de los requisitos con lo que al final lo que quiere pretender es...

La señora vicepresidenta primera (PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ): Señorías, guarden silencio, por favor.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: ... adecuar los recursos que ustedes tienen a las necesidades reales y que no sea al revés.

Por otro lado, usted no ha dicho nada absolutamente de pobreza infantil, que creemos que también está en el germen de una sociedad absolutamente más pobre y más desigual. Entendemos que ustedes deberían tener como prioridad el poder acometer y dar soluciones a ese 27,2% en Aragón de pobreza infantil. Yo entiendo que a usted le moleste que se diga que en Aragón hay pobreza infantil, pero esa es una realidad y usted le tendría que dar solución y respuesta y no lo hace.

Con el tema de la dependencia, qué le vamos a decir. El otro día, salían las últimas noticias y son demoledoras, ¡si dicen que somos una de las peores comunidades autónomas en aplicar la ley de la dependencia! ¡Si ustedes han dicho que lo que querían era potenciar los servicios públicos y quitar las prestaciones económicas y no hacen ni una cosa ni otra! ¡Si ustedes están cerrando recursos propios! ¡Si, en estos momentos, la ley de dependencia ha dejado de tener efecto por la asfixia económica a la que ustedes la han sometido! Una ley que, desarrollándola con los recursos suficientes, hubiera supuesto un paso importante para avanzar en lo que se supone que es el Estado del bienestar.

¿Hablar de educación? Usted ha pasado de soslayo constantemente porque no quería hablar de educación, lógicamente. Podemos hablar de educación como del trienio negro en todos los niveles en Aragón. Ustedes priman o quieren primar la calidad frente a la universalidad de la misma y, sobre todo, frente a la igualdad de oportunidades, y esa es una de las grandes rémoras que tenemos. Y solo hay que ver los presupuestos en educación para entender cómo el presupuesto de la educación pública ha ido cayendo y cómo se ha ido manteniendo el presupuesto de la concertada. Son declaraciones de intenciones, declaraciones de intenciones de su Gobierno que denotan luego su ideario y denotan sus propias políticas.

Con la universidad, usted sabe que en los dos últimos años, un 11% de matrículas menos y se achacan directamente a la reducción de la demanda, se explica principalmente por la falta de ayudas, la crisis y el incremento de tasas. Esa es la realidad.

El PP va en la línea de la conjunción expresada por la Troika: recortes, tasa, deuda; recortes, tasa, deuda. Y ahí nos encontramos con este lastre que están suponiendo ustedes para la educación pública.

Ustedes mantienen los recortes que iniciaron hace dos años. Eso es lo que usted pone en valor siempre: ustedes mantienen los recortes que empezaron hace dos años.

Un Gobierno que no entienda que la educación y la sanidad deben ser dos objetivos prioritarios es un gobierno que no se merece seguir un segundo más al frente de la responsabilidad de garantizar servicios, de garantizar derechos y libertades a su ciudadanía.

En materia de vivienda, usted pasó de soslayo diciendo que habían organizado una agencia de mediación y que había trescientas viviendas de alquiler social. ¿Usted es consciente de los dramas de lo que suponen los desahucios? Porque escuchándola hoy, me ha parecido a mí que usted ha visto desahucios por la televisión y no sabe exactamente el drama que supone un desahucio; el drama que supone de fracaso y el drama que supone a una familia que se la expulse de su casa por no poder pagar su casa.

Por lo tanto, señora presidenta, usted tendría que ser audaz políticamente. ¿Usted estaría dispuesta a expropiar el uso temporal de las viviendas para garantizar que la vivienda se convierta, desde luego, en un derecho, y que tenga la característica de función social? ¿Sí o no? ¿Usted estaría dispuesta en estos momentos a que a los bancos se les sancione, como se está haciendo en otros sitios, porque no están sacando a alquiler viviendas que se tienen paralizadas? Esas son medidas directas que pueden acometer y que pueden ayudar directamente a poder paliar un drama humano que debería avergonzar a cualquier responsable político.

Detrás de los desahucios hay drama, detrás de los desahucios hay incluso suicidios. Por lo tanto, señora presidenta, yo creo que en materia de vivienda, usted no solo no debe sacar pecho, sino que, desde luego, debe ser, como digo, audaz políticamente y poner encima de la mesa actuaciones y medidas que realmente pudieran resolver el problema, salvo que usted considere que la vivienda, desde luego, no tiene esa consideración de función social y, realmente, no es un derecho. Que me gustaría que nos aclarara si usted considera que la vivienda es un derecho o no es un derecho, porque podremos entender entonces cuáles son sus formas de actuar y cuáles son las políticas que está aplicando desde su Gobierno.

Con el tema de infraestructuras, voy a ser breve. ¿Qué quiere que le diga? Usted habla del Canfranc, y con la travesía central del Pirineo, sabe que este grupo parlamentario está en contra de la travesía central del Pirineo y cree que es fundamental y prioritaria la reapertura del Canfranc, porque creemos que sigue siendo posible económica y sosteniblemente, que es lo importante.

¿Sabe cuál es la diferencia que hay entre ustedes y nosotros? La misma diferencia que hay entre el Canfranc y la travesía central del Pirineo: que el Canfranc transporta mercancías, pero también transporta personas, y la travesía central del Pirineo, si transportara algo en algún momento, solo transportaría mercancías.

Del medio ambiente, usted dijo que no iba a ser un obstáculo para el desarrollo de Aragón, y eso sí que lo ha cumplido, es verdad, no es un obstáculo para el desarrollo de Aragón. La pregunta es: ¿usted cree que el fracking es sostenible medioambientalmente? ¿Sí o no? Usted hablaba de Estados Unidos, y le indico que algunos de los estados de Estados Unidos se han posicionado ya en contra de la técnica del fracking, precisamente aquellos que la han sufrido ya. Pero, claro, tendremos que empezar a debatir qué entiende usted que es agresión al medio ambiente y qué entendemos que es agresión al medio ambiente los demás. Porque entendemos que, en estos momentos, estamos en las antípodas de lo que significa el respeto medioambiental.

Podríamos hablar de muchas más cuestiones.

Ustedes no han hecho nada con la Ley de desarrollo rural sostenible, no han hecho absolutamente nada. Ustedes, en estos momentos, tienen la ley de montes paralizada y tenemos una serie de problemas con los propios trabajadores que se encargan de acometer y de limpiar y con la política activa de reforestación. La lucha contra el maltrato animal... Son cosas que a ustedes, desde luego, no les preocupan de ninguna manera.

Usted, señora presidenta, ayer vino aquí a cerrar una época, a cerrar un fin de Gobierno... Usted ha dicho que fue el epílogo, porque en diez meses tenemos ya directamente unas elecciones autonómicas y municipales y, por lo tanto, usted, como no tenía ningún tipo de gestión que vender, le invito a que compare su discurso de investidura con la realidad del Aragón de 2014 y entenderemos perfectamente por qué usted solo necesitó cincuenta y nueve minutos para poner encima de la mesa lo que usted vendió. Y al final, nos hizo esa propuesta, la que usted llamó «regeneración democrática», la regeneración democrática que nosotros la hemos denominado «degeneración democrática».

Y se lo digo porque es complicado que un Gobierno, aquí y en Madrid, que se está cargando de una forma clara, que está cercenando derechos y libertades, pueda hablar de regeneración democrática. Es complicado que usted pueda hablarme de regeneración democrática y decir que se necesita un cambio, cuando usted me agrede a mí, como mujer, cuando está defendiendo un anteproyecto de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que significa un ataque sin precedentes a los derechos de las mujeres. Es absolutamente incompatible que usted pueda hablar de regeneración democrática cuando a la vez están aprobando una ley como la Ley de seguridad ciudadana, la ley mordaza, que lo que hace es criminalizar la protesta. Es incompatible que usted pueda hablar de regeneración democrática cuando ayer entró un sindicalista a la cárcel por hacer huelga, y tenemos al señor Blesa paseándose de rositas por el barrio de Salamanca. [Aplausos.] Es absolutamente incompatible hablar de regeneración democrática cuando su partido tiene al señor Bárcenas en la cárcel. Es absolutamente incompatible hablar de regeneración democrática cuando usted tiene una ministra, como la señora Ana Mato, que tiene un Jaguar en su casa y no sabe absolutamente de dónde ha salido. Es absolutamente incompatible hablar de regeneración democrática cuando está la Gürtel en el momento en el que está.

Por lo tanto, señora presidenta, yo creo que las propuestas que hizo usted ayer aquí, primero las tendría que haber hecho en Génova. Haber ido allí a Génova a dar la rueda de prensa y a explicar a sus compañeros de partido lo que usted entiende por regeneración democrática. Porque, si no, su credibilidad es nula, porque, lamentablemente, el bagaje que tiene su partido, el Partido Popular, para dar lecciones de regeneración democrática, entenderá que es bastante escaso.

Porque usted dice que una cosa es la realidad y otra cosa es la sensación. La sensación que hay es que el Partido Popular está de corrupción hasta las cejas y que, desde luego, bajo ningún concepto puede liderar ningún tipo de regeneración democrática ni en Aragón ni en este país. Lamentablemente, porque es una realidad. Es una realidad que ustedes saben que es así y, por lo tanto, ayer, aquí, intenta ponerse a liderar y a protagonizar una regeneración democrática que la realidad y los hechos, como le digo, a ustedes les dejan en muy mal lugar.

Señora presidenta, en definitiva, donde usted habla de transparencia, habla de ejemplaridad, lo que debería decir usted es miedo: miedo a la democracia, miedo a la participación, miedo a la libertad de expresión, miedo a la pluralidad.

Ustedes, en estos momentos, están haciendo propuestas que lo que vienen es a garantizar que ustedes puedan seguir sentados en esos sillones, algo que no tienen nada claro a partir de mayo de 2015.

Ustedes quieren hacer una regeneración democrática de maquillaje, porque, como dijo usted ayer, lo de regenerar para que nada cambie, es decir, el «gatopardismo»: ustedes quieren cambiar todo para que nadie cambie, porque a ustedes lo que les da miedo absolutamente...

El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señora Luquin.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: Termino ya.

Lo que les da miedo a ustedes, señora presidenta, es dejar esos sillones, es dejar el poder y es dejar que la ciudadanía empiece a hablar y empiece a tomar los designios de su propio futuro.

A ustedes, señora presidenta, las elecciones europeas de 2015 les han dado miedo, porque les da miedo la libertad, les da miedo la democracia y, sobre todo, les da miedo que cambien las cosas.

Señora presidenta, afortunadamente, estamos otros muchos que estamos encantados de que las cosas vayan a cambiar y que, desde luego, la soberanía vuelva a residir en el pueblo, que con ustedes ha sido imposible. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Luquin.

El turno de la señora presidenta, que puede intervenir.

La señora presidenta del Gobierno (RUDI ÚBEDA): Muchas gracias, señor presidente.

Señora Luquin, usted hablaba del resultado de las elecciones europeas. ¿Sabe la sensación que he tenido yo escuchándola? Que quien tiene mucho miedo del resultado de las europeas son ustedes, quien tiene mucho miedo al resultados de las europeas son ustedes, porque… [aplausos], porque, señora Luquin, de toda su intervención se ha destilado el miedo que tienen al aliento en la nuca de determinadas nuevas fuerzas políticas, que le puedo asegurar una cosa, señora Luquin, no comparten escenario ideológico con el Partido Popular y en el resultado electoral no nos preocupan al Partido Popular, señora Luquin. Así que lo que usted me ha dicho a mí aplíqueselo, porque le ha traicionado el subconsciente: ha explicitado aquí verbalmente el miedo que tienen ustedes, que como el resultado de las europeas, se queden fuera de esta casa o sean una fuerza minoritaria, porque sean comidos por su izquierda por las fuerzas emergentes. [Aplausos.]

Pero, mire, señora Luquin, hay muchas cosas... Voy a intentar contestarle a lo que ha dicho usted; lo que pasa es que hay muchas que han estado ya contestadas en mis dos intervenciones anteriores.

Pero debo confesarle una cosa: me ha costado muchísimo esfuerzo intentar seguir sus argumentos en materia económica y en materia de déficit, porque ha dicho una cosa y la contraria a la vez, permanentemente.

En primer lugar, ha estado criticando el cumplimiento del déficit para a continuación exigir que se gaste mucho más dinero y que, además, no se incremente la deuda. O sea, tres condiciones de imposible cumplimiento, señora Luquin. No hace falta saber economía; solamente, como decían antiguamente, las cuatro reglas. Porque, para financiar el gasto público, ingresos propios más recurso a la deuda. Y los ingresos propios, señora Luquin —ya sé que ustedes querrían subir los impuestos—, no es un recurso que no tenga límite, no es limitado. Mire, en estos momentos en España, señora Luquin —salían las medias últimamente publicadas en determinados estudios—, de los doce meses que tiene el año, la media, efectivamente —esto es como siempre, lo del pollo y el medio pollo—, más de cinco meses el ciudadano medio español y, por tanto, el aragonés —un poquito menos, porque estamos por debajo de la media— está trabajando para hacienda, señora Luquin. Si usted lo que está planteando para tener más ingresos es que los ciudadanos aragoneses trabajen para la hacienda pública diez meses al año, ya le digo que eso no permitirá recaudar más dinero, porque está estudiado sobradamente que la actividad se colapsa y no se generan bases económicas sobre las cuales aplicar nuevos impuestos, señora Luquin. Ese es el problema. Claro, entonces, cuando ustedes están pidiendo más gasto público, menos déficit, menos deuda, es de imposible cumplimiento.

Pero, mire, usted, que buscaba hoy —y a lo mejor lo ha conseguido— muchos titulares y muchas frases grandilocuentes, la inmensa mayoría —su discurso ha sido una concatenación de frases grandilocuentes—, en primer lugar me ha dicho que me faltaba audacia política, altura de miras y que solo miraba los intereses de mi partido. Pues, señora Luquin, eso queda contestado con mi gestión a lo largo de estos tres años. Y yo lo decía ayer, decía el compromiso de investidura y decía en las circunstancias actuales cómo habíamos cambiado. Y lo reitero esta mañana, y no voy a volver a aburrirles a sus señorías. Pero, señora Luquin, la posición relativa, en un momento de una crisis devastadora que ha arrasado con casi todas las figuras productivas, en Aragón está mejor que la media, y en estos tres años, con todo el desastre que ha sido, con toda la pérdida de puestos de trabajo, nuestros indicadores en este momento son bastante mejores.

Me decía... Voy a intentar ir siguiendo. ¿Pagamos veinte millones de intereses? Sí, es que yo todavía no he descubierto a nadie que preste dinero sin cobrar intereses. Si usted me presenta a alguien, oiga, encantada. Toda la deuda de la Comunidad Autónoma de Aragón, toda, a esa persona que usted me presente y que me diga: «Oiga, le voy a prestar dinero sin cobrar..., cero intereses». Encantada de la vida.

Mire, lo que estamos haciendo, como precisamente los intereses de la deuda han estado muy altos en el diez, en el once y en el doce, sobre todo —la famosa prima de riesgo, que usted dice que no hay que preocuparse por ella—... Mire, ahí afecta. ¿Sabe por qué estamos los aragoneses pagando más intereses? Porque, como consecuencia de las políticas anteriores y de la situación económica de España, la prima de riesgo se disparó. Ahora mismo está como en ciento cincuenta —debe de estar— el diferencial de prima de riesgo. En aquellos momentos llegó a estar a seiscientos. Y, por eso, señora Luquin, estamos pagando más intereses. ¿Qué es lo que estamos haciendo ahora? Renegociar y cambiar.

Yo lo recordaba el otro día. La semana pasada hemos emitido deuda para sustituir la que teníamos financiando el pago a proveedores, los famosos cuatrocientos sesenta y cinco millones, y hemos conseguido, porque Aragón es atractiva para que nos presten porque tenemos prestigio, que la hayamos suscrito al tipo más bajo no de estos años, sino de toda la historia de la comunidad. Eso es lo que se puede hacer, señora Luquin. Y eso, que usted dice que es falta de altura de miras, falta de audacia política —todos esos titulares grandilocuentes que ha utilizado esta mañana aquí—, es lo que estamos haciendo y vamos a continuar haciendo para que, precisamente, esos veinte millones de intereses podamos ir disminuyéndolos. Pero le reitero: si usted al consejero de Hacienda —no vea la alegría que le va a dar— le lleva a alguien que está dispuesto a no cobrarle intereses... En fin, la alegría que le va a dar. Primera cuestión.

Priorizar. Vamos a ver, el problema que hay de priorizar es que, si no pagas lo que debes, ya no te prestan más y haces quiebra, y no eres una comunidad solvente, porque no puedes dejar de pagar a tus acreedores. Porque, efectivamente... Oigan, señores de la banca, yo no les pago. Tiro por la calle del medio y de manera unilateral decido que transitoriamente suprimo el pago de intereses. ¿Usted sabe el efecto que produce eso en la economía...? No en la pública de la comunidad autónoma. ¿Usted sabe el efecto que produciría eso en las empresas aragonesas? ¿Usted no sabe que ya no vendría nadie aquí a prestar un euro no a nosotros, sino a la multitud de empresas aragonesas, de autónomos que necesitan el crédito? ¿Usted se cree, señora Luquin, que, si el crédito del año pasado del Banco Europeo de Inversiones, de doscientos millones, o el crédito de este año, que se va a firmar, de trescientos millones, si esta comunidad hubiera dejado de pagar los intereses, usted cree que nos los hubieran concedido? ¿Usted cree que se hubieran beneficiado los miles de autónomos y de pymes —tengo los datos por ahí, pero no los he sacado— que se han beneficiado de los doscientos millones? Ya le puedo asegurar que no; que, en el momento en que hubiéramos dejado de pagar, la comunidad autónoma hubiéramos hecho mención de dejar de pagar, se hubiera cerrado el crédito para el sector público aragonés y —lo que es más peligroso— para el sector privado aragonés.

Me dice: total y absoluto fracaso. Creo que ya se lo he contestado. Ustedes lo que piensan... Dicen: bueno, mire, aquí las circunstancias no valen para nada; por tanto, aquí solamente hay que mirar cómo está Aragón aisladamente, y, como hay más parados que hace cuatro años, gran fracaso, y ya está. Pues no, señora Luquin; las cosas tienen muchos más matices, e, indudablemente, no lo suficiente —reitero lo que he dicho a lo largo de toda la mañana—, no lo suficiente, pero sí las cosas lentamente están en mejor situación que estaban hace un año, y espero que al año que viene estén mejor por el bien de todos los aragoneses.

Mire, ustedes, en esas frases, son muy dados a descalificar. Ha tachado de cínico a Mariano Rajoy por decir que se había garantizado el Estado del bienestar. Señora Luquin, lo primero que hay que hacer para garantizar ese Estado del bienestar del cual se le llena a usted la boca hablando, lo primero que hay que hacer es tener recursos que nos lo puedan financiar. Y lo primero que hay que hacer es garantizar su viabilidad, porque, si hubiera seguido el Estado del bienestar, sobre todo la sanidad, en esa espiral de crecimiento exponencial, cuando el PIB de España y de Aragón estaba creciendo a un ritmo mucho más lento, eso estalla y es imposible de mantener. Quien verdaderamente defiende el Estado del bienestar no es quien se sube al carro de la demagogia diciendo «Gaste usted más, gaste usted más, gaste usted más». El que realmente lo defiende es quien aplica las reformas que permiten que ese Estado del bienestar siga vivo, y eso es lo que se ha hecho desde el Partido Popular tanto en el ámbito nacional como en el ámbito autonómico.

Usted me dice que es un cambio de políticos, un fin de ciclo... Bueno, las urnas lo dirán, pero ya le digo que, con las últimas elecciones europeas, el partido que peor resultado ha tenido en Aragón no ha sido el Partido Popular.

Me pregunta por el déficit y por el PEF. Le voy a decir lo que ya le ha dicho el consejero de Hacienda. En primer lugar, que el PEF, más o menos... Yo lo dije aquí en marzo. Yo dije que el déficit estructural de Aragón —porque es el que hay que contar y es el que hay que corregir— estaría en... Creo recodar que hablé de ochenta y ocho millones. El consejero de Hacienda me ha dicho que está por ahí, porque el resto del déficit no era estructural, y este estructural estaba nutrido del Plan Impulso. Si lo he dicho esta mañana... Asumo la responsabilidad. A lo mejor me equivoqué. Asumo la responsabilidad. Como decía esta mañana, había que ponerlo en la balanza, y ese es el asunto.

Me habla usted de la deuda pública. Mire, le digo lo mismo: los datos económicos hay que ponerlos en su contexto, y, en la deuda pública aragonesa, el diferencial —se lo decía esta mañana al representante del Partido Socialista—, la deuda pública aragonesa, su diferencial está en estos momentos un poquito mejor que estaba hace cuatro años, prácticamente igual —hay que decirlo—, prácticamente igual. Luego, por tanto, como precisamente hemos estado unos años de déficit acumulados porque la economía no ha crecido y porque ha habido que seguir manteniendo el gasto público, lógicamente, ha habido que financiarlo con deuda. Claro, señora Luquin, ha habido que financiarlo con deuda. Porque, mire, en el Gobierno de Aragón, como en el Gobierno de ningún lugar, no hay una máquina en la cual por la noche le das y te salen los billetes. Eso ya no existe. Eso no existe en ningún lugar del mundo. Luego, por tanto, ese es el asunto.

Y me dice el déficit de este año, lo que llevamos hasta ahora. Mire, no hay nunca un paralelismo entre ingresos y gastos. El déficit mes a mes es el reconocimiento de obligaciones y el reconocimiento de ingresos, y no siempre se lleva un paralelismo. Lo que yo le digo es que estamos trabajando para cumplir el déficit a final de año.

Y cuando me habla de que no recaudamos los impuestos o los ingresos que presupuestamos, ¿no se referirá, señora Luquin, al año 2013 ni a 2012 ni a 2011? Porque tengo en la cabeza el del año pasado, que lo dije también cuando comparecí para hablar del déficit: ejecutamos el 98% de los ingresos presupuestados en el año 2013, señora Luquin, el 98%, que eso, en cualquier Administración, es un porcentaje elevadísimo, porque lo normal es estar entre el 90% y el 95%. En el año 2013, la ejecución de los ingresos, el 98%.

Mire, usted hablaba de un concepto —por eso le he dicho, señora Luquin, que creo que tenían miedo del aliento en la nuca—, libertad de explotación. Libertad, según usted, es el modelo económico que hay en España con libertad de explotación. Pues, mire, no lo comparto, y no lo comparto porque el modelo que hay en España... La reforma laboral, que no es competencia de este Gobierno, lógicamente, lo que ha supuesto, y así lo han reconocido todos los expertos, es que, cuando la economía está creciendo por debajo del 2%, se esté creando ya empleo neto, porque el problema que teníamos en España con el paro estructural a lo largo de muchos años es que eran necesarios crecimientos económicos superiores al 2% para crear empleo neto, y la reforma laboral lo que está permitiendo —reconocido por autoridades, indudablemente no políticas, nacionales e internacionales— es que, con unos crecimientos económicos débiles todavía —le recuerdo que este año está previsto crecer al 1,2%, al 1,3%, y al año que viene acercarnos al 2%—, con eso ya se ha conseguido que se empiece a crear empleo neto.

Me ha dicho que yo no había hablado nada de la economía social. Sí, hablé de las cooperativas y del interés, de la necesidad que hay y de los impulsos —hablé referida, básicamente, a agricultura porque es el campo más amplio, pero, en cualquier caso, vale para todo—, la incentivación que estamos teniendo a que las cooperativas tengan mayor tamaño para que puedan ser más competitivas y para que puedan trabajar más.

Y, mire, usted ha hablado de un cierre de empresas. Efectivamente, ha habido muchas y usted ha nombrado algunas de ellas. Responsabilidad de este Gobierno en que Tata se vaya, pues le puedo asegurar que ninguna, ¿eh?, pero ninguna. Será otra cuestión, pero, desde luego, que una multinacional que vino aquí, que estuvo perdiendo un montón de dinero, que de repente decide que se va, no se va por las condiciones que le ha puesto ni por lo que hace el Gobierno de Aragón.

Pero le voy a decir algo: usted sabe, y puede preguntar, porque seguro que tiene algún conocido, que en alguna de las industrias que ha hecho concurso de acreedores en Sabiñánigo había un grupo de trabajadores que estaban intentando quedarse con ella, y ellos nos han visto al Gobierno de Aragón y ellos saben que han tenido nuestro apoyo. Han estado con el consejero de Economía, han estado conmigo en una visita que yo hice, no de presidenta de Aragón, sino de presidenta del partido, y me quisieron venir a ver, y, en esos momentos, tanto al consejero de Economía como a mí misma nos agradecieron el apoyo que se les estaba dando, tanto técnico como político como económico, para que pudieran quedarse. Otra cosa es que el juez de lo mercantil, que es el que decide a quién se le asigna, haya decidido venderla a otra persona, pero, desde luego, no habrá sido por la defensa que desde este Gobierno se ha hecho. Y le pongo ese ejemplo como ejemplo de defensa de la economía social.

Me dice que el turismo de Aragón. De lo que yo hablé fue de la marca Aragón, no de la marca España.

Y me habla de las hospederías. Mire, las hospederías de Aragón las abandonaron todos los que las estaban explotando, todos, y ahora lo que se ha hecho, y ya están adjudicadas, es sacarlas nuevamente a concurso con unos planes especiales, y en este momento ya están adjudicadas para empezar a abrirse alguna que todavía puede estar cerrada, pero ya están adjudicadas. Eso es, señora Luquin.

Usted me dice: explótenlo ustedes desde lo público... No. No. No, sinceramente se lo digo, con total sinceridad, no: creo que eso lo hacen mejor los representantes del sector privado, con las debidas garantías de calidad del servicio, que lo debe hacer el Gobierno.

Antes, hablando de empresas también, me hablaba de deslocalización, y yo le hablaba de lo de Tata. Mire, por primera vez —y no es mérito de este Gobierno, ¿eh?, pero hay que ponerlo sobre la mesa—, por primera vez en muchísimos años, en Aragón se ha producido un proceso de deslocalización a la inversa (me estoy refiriendo a General Motors), mérito de quienes dirigen la planta, de su plantilla, de todos los que colaboran, por supuesto, y hay otros casos que se harán públicos de otras grandes empresas. Cuando una multinacional, como es General Motors, decide que un automóvil que se está ensamblando en Corea venga a ensamblarse a Europa y, de Europa, elige la planta de Figueruelas, lo que quiere decir eso en primer lugar es lo buena que es la planta y lo bueno que es el equipo humano que está allí, pero también lo que quiere decir es que la estabilidad de España y de Aragón y el prestigio de España y de Aragón son los suficientes para cooperar y ayudar a la labor importante y principal que ha sido la de los representantes y responsables de la planta.

Me habla del carbón, y tengo que decirle lo que le he dicho: mire, desde Aragón, lo que hemos hecho ha sido aportar fondos a lo largo de tres años para completar, y seguimos a través del Fite, utilizando el Fite (el Fite, parte es nacional, pero parte es aragonés, como usted bien sabe) para invertir en las comarcas mineras.

Me habla de Carbonífera del Ebro, de Mequinenza. Mire, usted lo sabe y ya hablamos de ello en una pregunta: ese es un asunto que venía de muy antiguo, de muy antiguo, porque Carbonífera del Ebro sabía que no tenía a quién venderle su carbón, y que es un carbón que hemos intentado por activa, por pasiva y por todos los medios, por todos los medios, y usted lo sabe, señora Luquin, que pudiera ser utilizado en la central de Andorra, y no lo hemos conseguido porque dicen que los estudios técnicos pedían daños y perjuicios si se quemaba allí. O sea, que, iniciativas, todas, todas ellas, y lo saben los mineros que han estado conmigo en sucesivas ocasiones. Otra cosa es que el problema fuera irresoluble porque no hay mercado para ese carbón de esa calidad.

Me dice que el Fite y la campana. Pues, mire, no. Voy a decirle una cosa: yo no sabía que el Fite se iba a firmar —hoy estamos a jueves— el martes hasta que el lunes por la noche me lo dijeron. Sabía que es una cosa que ya estaba hecha, que no había más que buscar la agenda, y no era precisamente por este debate.

Y usted me ha hablado de la política social y de la diferencia entre inversión social y gasto social. Mire, si quiere, podemos utilizar todos los matices, pero usted sabe que, internacionalmente, está acuñado el término de «gasto social», y no como nota peyorativa, en absoluto, y usted lo sabe perfectamente. Y no es porque se diga que no se utilice el término «gasto» como una cosa peyorativa, en absoluto, y usted lo sabe, no manipule la realidad.

Y yo se lo he dicho: yo sé que ustedes se creen que son los únicos defensores de las políticas sociales. Reitero lo que ya he dicho. Lo que ocurre, señora Luquin, es que no es lo mismo predicar que dar trigo, y desde la oposición es muy sencillo decir «haría..., haría..., haría...», y, cuando se le pregunta con qué recursos: «¡Ah!». Ese es el problema, señora Luquin, que, cuando se está gobernando, hay que buscar el equilibrio entre los recursos que se tienen y el gasto social. Y lo que hemos hecho, como le digo, ha sido consolidar y garantizar su pervivencia.

De sanidad en concreto, me ha hablado de las urgencias de Sagasta, y luego me dice que hay que aprovechar mejor el hospital conocido como el Provincial, el hospital de Nuestra Señora de Gracia. Justo eso es lo que estamos haciendo. Mire, para que la sanidad pueda sobrevivir razonablemente, lo que hay que hacer es gestionar de la mejor forma posible. Tener abierto un punto de atención de urgencias las veinticuatro horas del día para que por la noche algunos días vayan ocho o diez personas, a las cuales —y preste atención— no se les puede atender porque en el punto de urgencias de Sagasta no tienen capacidad de hacer análisis ni pruebas radiológicas, señora Luquin, eso es lo que no tiene ningún sentido. Por eso precisamente, como el centro de Sagasta y el hospital Provincial están en la misma zona de la ciudad de Zaragoza, y puesto que el hospital Provincial, como usted bien dice, tiene capacidad sobrante de atención, y como, además, el hospital Nuestra Señora de Gracia tiene capacidad para hacer análisis y para hacer pruebas radiológicas, por eso, señora Luquin, es por lo que se traslada.

Eso no es un recorte, eso es aplicar criterios de eficiencia, y, sobre todo, porque, en muchas ocasiones, a los enfermos o a los pacientes que iban al centro de atención de Sagasta había que mandarlos al Miguel Servet porque no se les podía atender con las dolencias que llegaban.

La unidad de salud mental. Mire, hay dos versiones, porque yo sé que determinadas asociaciones de vecinos están pidiendo que no, pero ahí no hemos seguido más que criterios técnicos, y lo han dicho los psiquiatras. Han dicho los psiquiatras, porque todo va cambiando y con las nuevas técnicas de atención o con los nuevos procedimientos que se están aplicando a los enfermos psiquiátricos, que requieren para una mejor atención del paciente el que estén agrupados. Creo que al final va a ser en tres lugares, si mal no recuerdo, en lugar de en cada uno de los centros de salud porque lo requieren los psiquiatras para desarrollar su labor. Yo no le puedo decir si esto es cierto o no, me guío, nos guiamos el consejero se guía y yo por lo que me dicen por los informes de los psiquiatras, que para una mejor atención al paciente, una atención integral, es mejor que estén agrupados en determinados lugares.

Pobreza infantil. Le digo lo que he dicho antes, efectivamente, y buena prueba de ello es que hemos sido de las pocas comunidades que hemos abierto comedores o se ha dado una ayuda económica en las zonas rurales. Seguramente me dirá que no es suficiente; probablemente no es suficiente, señora Luquin, pero lo que no me puede negar es la prioridad que hemos marcado con esos recursos.

Y luego, con respecto a la educación, creo que ya he dado los datos y no me voy a reiterar, pero solamente dos cosas: becas de universidad y tasas. Yo, ayer, recordé como desde los presupuestos de la consejería de Educación hay dotación para completar las becas que da el Ministerio y, por tanto, para que a esos alumnos becados del Ministerio que no tienen la beca completa se les pueda cubrir la matrícula. Eso es hacer también política social, señora Luquin, aunque a usted no le gusta reconocerlo, pero lo es. Y hay una cosa que no es cierta: esta comunidad no ha subido las tasas. Las tasas de la Universidad de Zaragoza son de las más bajas de España y se han aplicado las que el rector y el Consejo de la Universidad han querido aplicar, este Gobierno no ha opinado ni ha decidido sobre las tasas. Pero, le insisto, son de las más bajas de España.

Me habla de los desahucios. Pues precisamente porque sabemos el drama que supone un desahucio es por lo que se firmó el convenio que yo ponía de manifiesto ayer, o esta mañana, mejor dicho, con el Consejo General del Poder Judicial y con los municipios y comarcas y provincias. Precisamente por eso, porque con eso lo que se consigue es suspender cuando hay un problema de exclusión social hasta que desde la Administración autonómica pone a su disposición una vivienda. Si lo que me está preguntando usted es si yo estoy dispuesta a tomar una decisión como la consejera de Andalucía de expropiar viviendas, no, ya se lo digo, no, porque creo que genera más problemas que soluciones y estoy en contra y, además, ya saben que el Constitucional le ha puesto pegas. Pero, bueno, en cualquier caso, ya le digo que no.

El tema del fracking. Le reitero lo que le decía al señor Soro. Mire, si, a lo largo de los siglos de historia, las personas se hubieran negado a introducirse en nuevos caminos, seguiríamos con el carro y la rueda, y con el burro y el caballo, y viajando en diligencia. ¿Qué es lo que hay que hacer? No tener miedo, no tener miedo a introducirse en nuevos caminos y en nuevos sistemas de todo tipo, en este caso de energía, con la prudencia suficiente para no causar daño. Y esa es mi postura, esa es la postura con respecto al fracking. Y yo no me he referido solo a Estados Unidos porque sabía que, a ustedes, hablar de Estados Unidos no les gusta, me he referido a países europeos, que no son menos cuidadosos con el medio ambiente que nosotros y que, sin embargo, están avanzando en la investigación del fracking, no en la explotación de recursos porque todavía es muy temprano.

Y ya por último… ¡Ah!, bueno, ha habido dos cosas que ya le voy a comentar. Me ha dicho la destrucción del tejido industrial en Aragón. Pues solamente le voy a decir que el peso en el PIB de Aragón del sector industrial es el 22% frente al 17% nacional y se ha incrementado en estos años, y eso es lo que demuestra la fortaleza de un sector productivo. Precisamente por eso, Aragón, porque venía de un sector industrial fuerte y con una aportación al PIB… Mire, le voy a decir, tenemos una aportación al PIB de la industria casi igual que Alemania, Alemania tiene el 23%, el sector industrial alemán aporta a su PIB el 23% y nosotros estamos en el 22% y ha subido también en estos tres años. O sea, la diferencia entre la media nacional y la media aragonesa, que es de cinco puntos, también ha subido.

Y ya de personal, que usted me dice de empleos públicos. El total de empleos públicos, es un dato que ya he dado, pero que lo voy a dar. En la Administración general, cuando nosotros llegamos al Gobierno, había doce mil ciento ochenta y ocho; en este momento, once mil treinta. Quiero decir, ha habido, efectivamente, una rebaja del 9,5%. Ese es todo el personal, porque hemos entendido que eran plazas que estaban creadas, que llevaban tiempo sin estar ocupadas y, de primera tacada, yo creo recordar que anulamos trescientas plazas, y hemos seguido con una política: plaza en la Administración —no en la sanidad ni en la educación, en la Administración— que lleva seis meses sin ocuparse se entiende que no es necesaria y a partir de ahí se amortiza. Pero en el Salud ya he dado los datos: dieciocho mil cuatrocientos noventa y uno frente a diecisiete mil ochocientos sesenta y uno. Es decir, ese es el dato.

Y asesores, porque, efectivamente, ustedes confunden. Mire, personal eventual, que son los de nombramiento político, cuando nosotros llegamos al Gobierno, en la plantilla del Gobierno había ciento cuarenta y un puestos, en este momento hay setenta y dos, justo la mitad, que fue el compromiso que yo adquirí porque creo que no es necesario. Otra cosa es que ustedes pretendan sumar asesores, lo que se llama en el argot del funcionario «asesor técnico», que son funcionarios públicos y que ocupan plazas que se llaman así, pero eso nada tiene que ver con lo que tradicionalmente se conoce como «asesores». En esos setenta y dos puestos, además, le debo decir que hay tres como mínimo que están sin cubrir, pero, en cualquier caso, son setenta y dos plazas frente a ciento cuarenta y una que había en la legislatura anterior.

Y ya por último, señor Luquin, permítame que entre en su alegato final, cuando me acusa de golpe de efecto y me prohíbe el derecho a hablar de regeneración democrática. [La señora diputada LUQUIN CABELLO, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida de Aragón, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «No, no, no».] Eso es lo que ha dicho, señora Luquin. Creo que tengo el mismo derecho que usted para plantear propuestas de regeneración y que tengo la misma credibilidad que usted para plantear propuestas de regeneración. Cuando usted me pueda acusar a mí de corrupción, a partir de ese momento me niega el derecho para hablar de regeneración, pero mientras tanto, señora Luquin, le ruego que no me niegue ese derecho porque no se lo admito. [Aplausos.]

Rechazo por lo menos tanto como usted la corrupción, y bien que me duele que el que ha sido tesorero de mi partido esté como está, haya cometido… bien que me duele porque eso nos ha hecho un daño inconmensurable al Partido Popular y a la creencia de los ciudadanos en los políticos. Pero, dicho esto, no tengo menos legitimidad que usted para rechazarla porque la he rechazado siempre. E insisto, el día que usted me pueda imputar a mí algo, a partir de ese momento me podrá negar mi derecho, mientras tanto, no se lo admito.

Y me dice mi posición del aborto. No, ya lo hemos debatido en otros momentos. Usted plantea, y no es una ley de esta Cámara, con lo cual… pero le digo mi posición política. Usted —y lo ha dicho otras veces—, ustedes lo que plantean es que solamente prevalezca el derecho de la mujer. Y yo le digo: derecho de la mujer a planificar su maternidad, todo, por supuesto que sí y gracias a Dios, gracias para las mujeres, en esta época se puede planificar, hay elementos suficientes para planificar la maternidad, cosa que los adelantos científicos nos han permitido, que antes no había. Pero dicho esto, una vez que ya está el embarazo producido, yo creo que la ley debe proteger de alguna forma los derechos de la parte más débil, que es el concebido y no nacido. Simplemente, esa es mi posición, que difiere de la suya, pero que, indudablemente, porque yo tengo en cuenta dos derechos... por cierto, siguiendo la doctrina del Constitucional del ochenta y cinco, que habla de colusión de derechos entre los de la madre y el concebido y no nacido. Pero, en cualquier caso, independientemente de lo que hubiera dicho el Tribunal Constitucional, yo seguiría manteniendo esa misma postura.

Y luego me dice que el señor Blesa está en la calle. Oiga, dígaselo a los tribunales, eh, eso no es responsabilidad de ningún político. Gracias a Dios, en España hay un estado de derecho que funciona y son los jueces los que deciden cuando una persona está en la calle o deja de estar.

Y golpe de efecto y populismo chabacano, mire, señora Luquin, no me podía imaginar que les iba a molestar tanto a ustedes que, en mi condición de presidenta de mi partido, planteara propuestas de regeneración; no me lo podía imaginar. Porque, señora Luquin, lo que les ha molestado, lo que deduzco de sus palabras a lo largo de esta mañana aquí es que lo que les ha molestado es que esos temas que yo he propuesto seguramente ustedes también los han oído y también se los han pedido personas de la opinión pública o personas de la sociedad, y lo que les ha molestado es que me he adelantado y no lo han propuesto ustedes.

Señora Luquin, si en un debate de política general no es el momento —le digo lo que le he dicho al señor Soro— de lanzarle a la ciudadanía —como dicen ustedes— o a la sociedad —que digo yo— propuestas políticas de regeneración y de mejora del Estado autonómico, si me permite la expresión, que baje Dios y lo vea. Si no es ese el momento, dígame usted cuándo es, salvo que les haya molestado el que nos hayamos adelantado. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Turno a continuación de la señora Luquin, por tiempo de diez minutos.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: Gracias.

Señora presidenta, Izquierda Unida —se lo digo porque igual lo desconoce— hemos triplicado los resultados de las elecciones europeas, con lo cual difícilmente podemos perder votos cuando hemos triplicado los resultados. Posiblemente usted lo desconociera, pero la realidad es que Izquierda Unida ha triplicado sus resultados electorales.

Miedo a la democracia, este grupo parlamentario, jamás. Miedo a la pluralidad, jamás. Desde luego, en absoluto. Es usted la que propone determinado tipo de medidas que consideramos nosotros y entendemos que son una cortina de humo y que además están encaminadas, precisamente, a romper un equilibrio importante, que es el de reflejar la sociedad con mayor pluralidad. Y, por lo tanto, todo lo que significa recortar a ese nivel, lo que significa es recortar en democracia. Que usted no lo compartirá, pero esa es la sensación y la percepción que se tiene: que ustedes tienen miedo a perder los sillones. Porque no solo es esta, son muchas más las iniciativas de ese calado que usted está poniendo.

Pero iremos por partes.

Me habré expresado mal: si es que este grupo parlamentario claro que nunca ha tenido obsesión por el cumplimiento del déficit, jamás; era usted la que tenía ese objetivo y ese cumplimiento.

Le hablaba de su discurso, no del mío. Usted me ha interpelado a mí. Entenderá que yo la tenga que interpelar a usted, que usted aquí es Gobierno. Cuando yo sea presidenta del Gobierno, me tendrá que interpelar usted, pero, mientras, será al revés [rumores], usted me tendrá que dar a mí las respuestas.

Este grupo parlamentario, Izquierda Unida, nunca ha hecho una defensa del cumplimiento estricto del déficit. Tire de hemeroteca: jamás. Usted, sí, y, por lo tanto, es a usted a la que interpelo, que usted, que tenía el objetivo del cumplimiento del déficit como una de sus prioridades, no lo ha hecho. Por eso usted ha fracasado. Usted, que tenía como uno de sus objetivos el controlar la deuda pública y la tiene desbocada, es usted la que ha fracasado. A este grupo parlamentario jamás le habrá escuchado usted decir que nosotros estamos obsesionados por cumplir el déficit; de hecho, hemos sido radicalmente contrarios a la modificación del artículo 135 de la Constitución española, porque significaba el punto de inflexión en el que ustedes ponían por encima de cualquier cosa, de cualquier necesidad de la ciudadanía, el priorizar los intereses de la deuda, priorizar, cuando yo le digo a usted que usted está priorizando pagar veinte millones de intereses de deuda frente a necesidades reales de la ciudadanía aragonesa. Eso es así.

Señora presidenta, otra cosa es que no las comparta, pero hemos presentado iniciativas de cómo entendemos que se puede recaudar más y cómo se necesita más inversión que usted no comparte. Nosotros hemos tenido claro: más ingresos a través de una reforma fiscal, porque creemos que se puede hacer, más ingresos a través de una reforma fiscal más justa y progresiva; más inversión, porque, al tener más ingresos, tenemos más inversión, más inversión que significa reactivación de la economía y creación de empleo, y menos deuda para mantener la independencia y no estar sometidos, como estamos sometidos en estos momentos, a la banca.

A la banca, le recordaré que se le ha dado la friolera de cuarenta mil millones de euros, para que usted se ponga ahora con que cómo vamos a dejar de pagar los intereses de la deuda. Cuarenta mil millones de euros del dinero público, del dinero de la ciudadanía, también de la aragonesa. No se le olvide, porque parece que en estos momentos esa parte fundamental e importante a usted se le olvida.

A este Grupo Parlamentario de Izquierda Unida le parece indecente, y ya me perdonará, que se esté priorizando pagar los intereses de deuda mientras hay gente que pasa hambre, y le parece indecente a este Grupo Parlamentario de Izquierda Unida que se prioricen los intereses de la deuda y pagarlos frente a gente que está sin ningún tipo de prestación y que no tiene empleo. Y lo tendrá que entender. No lo compartirá, y usted entenderá que es más importante pagar los intereses de la deuda que garantizar que tiene cubiertas las necesidades básicas la ciudadanía aragonesa. Lo dice usted, y tal cual.

Porque su fórmula, señora presidenta, es menos ingresos porque hay menos impuestos. Por lo tanto, para que los que más tienen tengan más todavía. Hay menos inversión porque, al recaudar menos, lo que hacemos es que esté cayendo todo el tema de la inversión. Y la deuda se va aumentando, si ya sabemos que se aumenta la deuda, lógicamente... Pero era usted la que se comprometió a controlar la deuda, no el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, no Izquierda Unida. En su discurso de investidura, usted dijo que su segundo objetivo prioritario era controlar una deuda que era absolutamente inasumible.

¿Sabe lo que pasa? Que, aunque usted siga renegociando, ¿cuándo piensa disminuir la deuda? Es la pregunta, ¿cuándo piensan ustedes, con sus políticas, que va a empezar a disminuir la deuda? ¿Hasta dónde cree usted que va a incrementar? Esas son las preguntas. Dígannos el Partido Popular y usted, como presidenta del Gobierno de Aragón, cuándo piensa que, con sus políticas, va a empezar a disminuir la deuda y hasta dónde se piensa incrementar. A eso tendrá que dar la respuesta. Usted no me puede decir a mí que son sumas y restas, ya, ya sé que son sumas y restas, y cada vez, cuando se tienen más ingresos, se tiene más capacidad para invertir y capacidad de recaudación para hacer políticas... Sí, sí, aquí tendrá que contestar. Diga: no, no, el grupo parlamentario, el Partido Popular, el Gobierno de Aragón, con estas políticas, le puede garantizar que empezaremos a disminuir deuda en el 2016, 2017, 2018, 2020, 2050... ¿Cuándo?

Señora presidenta, es que su consejero de Hacienda el otro día apoyó entusiastamente el objetivo de déficit para el año que viene y el siguiente bajándolo... Ya lo siento, señor Campoy, pero fue así, porque o es temerario o entiende usted que no va a seguir al frente los próximos años para rebajarlo al 0,7% y acabar en el 2017 con el 0% del cumplimiento del déficit, en un momento en el que ustedes, ahora, a fecha de hoy, en abril, han consumido el 60% del déficit del 2014.

Y es que utiliza los mismos argumentos que utilizaron el año pasado: que estuviéramos tranquilos que estaba todo controlado, que llegaríamos a diciembre y nos ajustaríamos al cumplimiento del déficit. Lamentablemente, la persona que estaba sentada que decía que estaba todo controlado ya no está aquí, porque, lógicamente, no estaba nada controlado.

¿Qué razones objetivas tiene usted encima de la mesa para garantizar que, efectivamente, usted también lo tiene todo controlado este año y que se va a cumplir el objetivo del déficit? No solo eso, si no, como digo, el otro día, de forma entusiasta, ya avisamos que, para el 2017, estaríamos en el 0%.

Esas son las realidades y esas son las respuestas que tiene que dar al Grupo Parlamentario de Izquierda Unida y, sobre todo, a la ciudadanía y a la gente. De eso estábamos hablando.

Señora presidenta, a usted, y permítame que me centre un poco más con el tema de las políticas sociales, yo sé que a usted le molesta, le molesta profundamente, que se hable de políticas sociales. Le molesta profundamente, además, porque sabe que usted no tiene razón, usted no tiene razón. Tiene un Aragón cada vez más pobre, ¡tiene cada vez a más gente con más necesidades! Si usted, cuando saca pecho y dice que el ingreso aragonés de inserción son veintiocho millones de euros más, no debería sacar pecho, porque lo que significa es que cada vez hay más gente con unas características tan sumamente vulnerables que necesitan acceder al ingreso aragonés de inserción.

Por lo tanto, es un problema, porque sus políticas no están arreglando esa brecha que hay. ¡Si es que cada vez estamos en un Aragón más desigual y más desequilibrado! ¡Si el problema es ese!

Y como usted sabe que, lamentablemente, va a seguir siendo así, y mire que lo digo, lamentablemente, y usted lo sabe, lo que hace es modificarnos los requisitos de acceso al ingreso aragonés de inserción, pero no para los que más lo necesiten, porque usted endurece los requisitos porque no tiene o ha decidido usted que no va a tener más consignación presupuestaria para que la gente que lo está pasando más pueda tener sus necesidades cubiertas.

Señora Luisa Fernanda Rudi, esto tiene que ser así, porque, si no, no se entiende que el 90% del mundo de las entidades sociales, plataformas, usuarios, profesionales de servicios sociales... le esté pidiendo y exigiendo que retire el proyecto de ley del ingreso aragonés de inserción y usted no lo haga. Por lo tanto, solo pueden ser razones económicas, y, por lo tanto, usted deja de reconocer la prestación como derecho subjetivo para acabar convirtiéndola en algo parecido muchas veces a la beneficencia y, en otros casos, a la disponibilidad presupuestaria.

En políticas sociales no pueden estar dependiendo las necesidades de los recursos, tienen que ser los recursos los que cubran las necesidades. Para eso se nos vota y para eso se nos nombra —a ustedes, en estos momentos en el Gobierno—: para que den soluciones. Ustedes no pueden formar parte del problema, porque en estos momentos ustedes son parte del problema, sus políticas son parte del problema y no forman parte de la solución, y ustedes siguen insistiendo, insistiendo e insistiendo en las mismas políticas. Ahí nos encontramos.

Con el tema de la sanidad, señora presidenta, es que esto ya está inventado: el tema de la privatización del hospital de Alcañiz ya está inventado, ya lo conocemos, ya lo hemos sufrido, lo hemos sufrido en Madrid, lo hemos sufrido en Valencia, lo han sufrido en Gran Bretaña... ¡Si ustedes no están inventando la rueda, no la están inventando! Todos esos modelos han fracasado, todos, todos y cada uno de ellos, y al final se han tenido que rescatar con dinero público, han costado millones de euros a la ciudadanía, y en este caso a la aragonesa. No entendemos el empecinamiento que tienen ustedes en insistir en una fórmula que ya se sabe que está fracasada porque ya se ha puesto en funcionamiento en otros sitios.

También vuelven a dar la espalda a las miles de personas en el Bajo Aragón histórico que están diciendo que, por favor, que un hospital en Alcañiz, sí, con recursos públicos, con gestión pública cien por cien, cien por cien. No es así. Y si se mira usted el estudio de viabilidad, el estudio de viabilidad va a significar que va a haber pérdida de puestos de trabajo si se privatizan otros tipos de servicios, como son los auxiliares y los celadores. De eso estamos hablando. ¿Por qué se empecinan ustedes en seguir en esta fórmula?

Porque ustedes han decidido algo que este grupo parlamentario también considera intolerable, que es que se haga negocio con la salud, y esta prueba palpable de que ustedes han decidido abrir la privatización a determinado tipo de empresas lo que acaba significando, efectivamente, es que ustedes quieren hacer negocio con la salud.

Al señor consejero le entregaban un premio, que usted no ha dicho de quién, pero estaría bien que se supiera por qué, y, posiblemente, en breve se lo entregue la OCDE, porque lo que está haciendo es vender y abrir la puerta a la privatización de la sanidad y a que determinado tipo de empresas hagan negocio con la salud. Obviamente, claro que le aplaudirán. Le puedo garantizar que los profesionales sanitarios del Servicio Aragonés de Salud bajo ningún concepto le darían ningún tipo de premio al consejero señor Ricardo Oliván. ¿Sabe por qué? Porque ellos defienden el sistema aragonés de salud que tenemos, y el señor consejero lo que está haciendo es desmantelarlo, le guste a usted o no le guste.

Señora presidenta, yo, prohibir, no prohíbo absolutamente nada a nadie. Prohibir, no le he prohibido a usted absolutamente nada. Le he dicho que yo creía que usted no tiene legitimidad, y vuelvo a insistir, no usted: como presidenta del Partido Popular, le he dicho que yo creía que usted tenía que haber ido a Génova a hacer las propuestas que usted pone encima de la mesa. Ya le molestará a usted, pero es la realidad, la de su partido: está Jaume Matas, está..., bueno podríamos tirar, podríamos hablar de Valencia, podríamos hablar de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, y podríamos seguir, seguir y seguir, y podríamos hablar de Santiago de Compostela... Es que es el problema que tiene usted como responsable del Partido Popular.

Yo le digo y le he dicho a usted que no creía que fuera el foro adecuado ni el lugar adecuado para hacer la presentación. ¿Y sabe lo que pasa? Que usted ha tenido tres años; si usted considerara que esto era tan fundamental y tan importante, no hubiera esperado a los diez últimos meses para hacer estas propuestas y traerlas encima de la mesa. Si usted considerara que es importante y que, desde luego, quiere contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios, posiblemente hubiera podido avisar o hubiera podido mantener encuentros con el resto de las fuerzas políticas para valorarlo, o por lo menos con las del Partido Aragonés, que no sé si usted las ha tenido o directamente se enteraron ayer también de estas propuestas cuando usted las puso encima de la mesa.

Porque usted ha esperado tres años a traer la ley de trasparencia a estas Cortes, la ley de participación ciudadana, la ley de subvenciones... Las trae al final de legislatura. Si para usted hubieran sido uno de los objetivos prioritarios la transparencia, la ejemplaridad, etcétera, etcétera, usted, desde el principio, hubiera puesto estos proyectos de ley encima de la mesa, y no lo ha hecho. Coincide que, cuando se va a terminar y cuando usted va a terminar su legislatura, que, insisto, lamentablemente para usted y desafortunadamente para el resto de la ciudadanía, no tiene logros que vender, que decide, con esta cortina de humo, lanzarnos las propuestas que nos lanzó usted ayer. Y eso es así.

La ley de transparencia la lleva prometida usted hace años. La última vez, creo que hace más de un año, le pregunté al consejero de Presidencia y me dijo que era inminente, que era inminente la entrada hace ocho o nueve meses. Por lo tanto, señora presidenta, entenderá que tenga más de titular lo que usted ha querido traer aquí encima de la mesa que de realidad y, desde luego, de poder combatir algo tan importante como es, efectivamente, la lacra de la corrupción.

Usted terminaba ayer su discurso diciendo que había sido difícil ser presidenta del Gobierno de Aragón, que había sido difícil. No sé si ha sido difícil: le puedo garantizar que, para la ciudadanía aragonesa, lo que ha sido muy difícil es aguantar las políticas que el Partido Popular y el Partido Aragonés nos llevan infligiendo durante estos tres años. Para usted, no sé si habrá sido muy difícil ser presidenta del Gobierno de Aragón, pero le puedo garantizar que es muy difícil ser ciudadano aragonés cuando no se tiene ningún tipo de prestación; que es muy difícil ser ciudadano aragonés cuando en estos momentos muchos jóvenes se tienen que marchar de Aragón porque no encuentran futuro aquí; que es muy difícil ser aragonés en este momento, cuando vemos cómo ni la educación ni la sanidad están en la agenda política de su Gobierno, y que es muy difícil ser aragonés y, sobre todo, es muy incomprensible entender que ustedes hayan tenido claro que era lo que era importante y lo que tenían ustedes que priorizar, que al final no ha sido otra cosa que priorizar los intereses de los de arriba.

Ayer leía una pintada que me parecía que podía resumir muy bien el sentir popular de mucha gente, de una inmensa mayoría, que decía que, con el Gobierno del Partido Popular, para los ricos prescriben los delitos y para los demás nos prescriben los derechos. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Luquin.

El turno ahora de la señora presidenta.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Señor presidente, gracias.

Señora Luquin, mire, creo que usted confunde dos términos cuando habla de la pluralidad. La pluralidad solo se puede romper si falta proporcionalidad, y yo aquí no he planteado en ningún caso el que la proporcionalidad desapareciera. Lo he dicho a lo largo de este debate y a lo largo de toda la mañana: en ningún momento. Luego, por tanto, señora Luquin, la pluralidad está garantizada y dependerá con más o con menos. No es más plural un Parlamento —lo decía antes— por tener más o menos diputados, dependerá de los votos que cada uno tenga. Y, por tanto, mientras no se rompa la proporcionalidad, ni territorial ni por habitantes, es cuando, indudablemente, no se rompe la pluralidad.

Mire, me dice miedo a perder los sillones. Le comentaba esta mañana el recorrido político: he estado muchos años en la oposición, señora Luquin, y sé hacer oposición; tengo más experiencia de oposición, si cuento los años, que de Gobierno. Y apego a los sillones ya, a estas alturas, ¿verdad?, pues, en fin, quizá sea una frase que a usted le queda muy redonda, pero le puedo asegurar que nada más lejos de la realidad, porque, cuando yo me presenté de candidata de mi partido en el año 2011, intuíamos que la situación era muy complicada, y le puedo asegurar que podía ir a otros muchos sitios donde estar más cómoda, si hubiera pensado solo en eso, solo en la comodidad de los sillones, hubiera tenido muchos más sitios donde estar más cómoda que en este lugar. Sin embargo, sí que es cierto que, indudablemente, es un honor ser la presidenta de la comunidad, pero no me ponga el elemento valorativo en la comodidad o el apego a los sillones, porque le puedo asegurar que en absoluto y que ninguno.

Déficit, deuda desbocada y priorizar los intereses de la deuda. Se lo he explicado antes, señora Luquin: si se dejan pagar los intereses, esta comunidad sería una comunidad fallida, sería una comunidad en concurso de acreedores —suspensión de pagos que se decía antes—, y el daño que se haría ya no a las administraciones públicas, sino a los sectores productivos aragoneses, sería inmenso.

Queda muy bien eso de decir: «usted prefiere pagar a los bancos antes de becas de comedor», por ejemplo. No, señora Luquin, no es que lo prefiera, es que tengo que pagar, tenemos que pagar a los bancos, ya se lo he dicho. ¡Ojalá!, ojalá encuentre usted un financiador que no cobre intereses. Ya le he dicho: díganos dónde está, que, vamos, antes de comer, el consejero de Hacienda se va rápidamente a hablar con él. Señora Luquin, seamos serios y sepamos en qué contexto nos estamos moviendo y en qué mundo occidental nos estamos moviendo.

Me habla, aunque no sea cuestión autonómica, de los cuarenta mil millones inyectados a la banca. Señora Luquin, no a bancos privados: el saneamiento que se ha hecho, y usted lo sabe bien, es a cajas de ahorro donde no hay accionistas privados, y lo que se ha hecho ha sido salvar los depósitos de todos los ciudadanos, que precisamente en las cajas de ahorro mayoritariamente no son los bancos de inversión los que están, ni son los grandes propietarios ni los ricos que dicen ustedes. Lo que se ha hecho, en primer lugar... cuando el sistema financiero de un país se cae es como cuando se queda un cuerpo sin sangre, que se cae toda la economía. Y ha sido necesario, lo mismo que hicieron otros países antes, solo que lo hicieron antes, Alemania lo hizo antes, Holanda lo hizo antes, Reino Unido lo hizo antes, lo hicieron en el ocho o en el nueve, y, si en España se hubiera hecho antes, no hubiera sido la crisis tan grave. Pero no tergiverse la realidad cuarenta mil millones inyectados a cajas de ahorro que no tienen accionistas privados, cuarenta mil millones que las propias cajas tienen que devolver con su gestión, y las que ha habido que intervenir se han intervenido.

Me habla de ingresos. Los ingresos públicos van en relación con el crecimiento económico y se lo decía antes: por unos tipos impositivos muy altos que tenga y un esquema fiscal muy progresivo, como usted dice, si no hay crecimiento económico, no hay posibilidad de recaudar. Y en el año 2012-2013 hemos tenido crecimiento económico negativo en el conjunto de España, ahí está el problema de la falta de ingresos, porque no hay base sobre la cual aplicar los tipos impositivos.

Me dice usted: ¿cuándo va a empezar a bajar la deuda? Pues, mire, en el momento en que el crecimiento económico nos permita tener los presupuestos cuadrados. Porque a partir de entonces podremos dedicarnos a amortizar, ese es el planteamiento, que creo que es bastante fácil de entender.

Me dice también, que es una frase que queda muy bien: las políticas sociales no pueden estar sujetas a la disponibilidad presupuestaria. ¿Usted sabe que si se gasta por encima de lo que hay en presupuestos está tipificado como delito? ¿Usted sabe que el funcionario de la comunidad autónoma —primero, el interventor no lo firma, en este caso la interventora—, que el interventor de la comunidad autónoma, o cualquier funcionario que lo haga, o cualquier responsable político se puede ver sentado en un banquillo por gastar por encima de las disponibilidades presupuestarias? Mire, señora Luquin, eso queda muy bonito para la galería, eso queda muy bonito; no pueden poner en una ley que, en función de las disponibilidades presupuestarias... Se ponga o no se ponga en la ley, señora Luquin, en dinero público no se puede gastar un euro por encima de las disponibilidades presupuestarias porque, si no, en estos momentos se está incurriendo en delito, ya no solo en cuestiones administrativas, se está incurriendo en delito.

Proyecto de ley del IAI. Hasta donde yo sé, creo que se han pactado una serie de enmiendas y que, por tanto, podrá salir adelante.

Usted dice que yo estoy empecinada con privatizar la sanidad: y usted está empecinada en afirmar lo que es falso, así de claro. [La diputada señora LUQUIN CABELLO, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida de Aragón, se manifiesta desde su escaño en términos que resultan ininteligibles.] En estos tres años no se ha privatizado un solo servicio sanitario, ni uno solo. [La diputada señora LUQUIN CABELLO, del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida de Aragón, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «No, no».] Es más, incluso en las concertaciones con la privada, que por eso están las listas de espera como están, se han contratado menos que se contrataban anteriormente. Luego, por tanto, no se ha privatizado ni un solo servicio.

Usted me dice —el premio de Ricardo Oliván, creo que estaban los sindicatos profesionales y los colegios de médicos, pero, vamos, esto es una anécdota— que estamos desmantelando la sanidad. Se lo he dicho antes y se lo vuelvo a repetir: diecinueve mil doscientas veinticinco personas trabajando en la sanidad pública a 30 de junio de 2011, dieciocho mil novecientas sesenta personas trabajando en la sanidad pública a 30 de junio de 2014. Si eso es desmantelar la sanidad, señora Luquin, qué fácil es hablar sin tener los datos en la mano y tergiversar la realidad. Y, además, le digo más: no se ha cerrado un solo centro de salud y no se ha cerrado, por supuesto, ni se va a cerrar, ningún hospital, señora Luquin. Eso es lo que a ustedes les molesta [aplausos] porque ustedes pensaban que íbamos a llegar aquí e íbamos a hacer lo que, en su delirio, en algunos momentos creen, lo que nos imputan («no, van a privatizar): no hemos privatizado.

Y, por tanto, y volviendo al hospital de Alcañiz, le reitero lo que he dicho: no se privatiza. Vuelvo a insistir: la misma plantilla sanitaria auxiliar que hay en estos momentos y, por tanto, la prestación va a ser exactamente la misma. Y, efectivamente, hay servicios como es la limpieza, como es la cocina, no sé si hay alguno más, que, como estaban ya en todos los hospitales de esta comunidad antes de nuestra llegada, serán gestionados por quien adjudique y ejecute la obra. Ese es el planteamiento, señora Luquin.

Usted reitera otra vez... no voy a insistir, yo creo que esta Cámara es una Cámara política donde hay que hacer debate político y a mí, desde luego, nunca se me ocurriría intentar ponerle un corsé a nadie de ustedes por hacer planteamientos políticos, me gusten o no me gusten, pero creo que esto es una Cámara política.

Mire, señora Luquin, usted dice que los ciudadanos aragoneses tienen que seguir aguantando nuestras políticas durante unos cuantos meses más. La verdad es que, gracias a Dios, los ciudadanos aragoneses no han tenido que aguantar las suyas porque, si no, estaría quebrada esta comunidad. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.

El turno a continuación del portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, señor Boné, que tiene la palabra también por tiempo de treinta minutos, ampliable.

El señor diputado BONÉ PUEYO: Buenos días, señor presidente.

Señora presidenta. Señorías. Muchas gracias.

Asistimos hoy al último debate del estado de la comunidad en esta legislatura, no sé si al más importante para Aragón, no sé si al más importante para los aragoneses, pero sí sé que es el último de esta legislatura. Por tanto, señorías, es el momento de hacer balance no solamente del último año, sino también de todo el periodo vivido en estas Cortes desde las últimas elecciones autonómicas.

Esta octava legislatura comenzó con la firma de un acuerdo de gobernabilidad entre el Partido Popular y el Partido Aragonés que reflejaba así la voluntad de los aragoneses, expresada en las urnas. Las elecciones, señorías, les recuerdo que arrojaban un claro ganador, en este caso el Partido Popular, con treinta diputados, que son tantos escaños como la suma de los otros tres partidos (PSOE, Chunta e Izquierda Unida); en el centro, como tercera fuerza política, el Partido Aragonés, con siete diputados.

La suma del PP y el PAR era la opción más razonable para garantizar la estabilidad del mapa institucional, frente a otras combinaciones más complejas que hubieran hecho necesarios acuerdos a cuatro bandas. Y quiero agradecerle, señora presidenta, su especial mención ayer al valor de esa estabilidad institucional, que creo que nos permite estar hoy aquí como estamos, y, evidentemente, la referencia que usted también hizo del papel que mi partido, el Partido Aragonés, ha jugado en esa estabilidad institucional.

Dijimos entonces, señorías, que, en esta legislatura, las Cortes deberían convertirse en el centro de la vida política aragonesa, y hoy podemos decir que así ha sido bajo la presidencia de quien también ostenta la presidencia en mi partido, don José Ángel Biel. Creemos que las Cortes han sido el centro de la vida política aragonesa y que aquella previsión se ha cumplido.

El Partido Aragonés, en esta legislatura, ha presentado, señorías, más iniciativas que nunca: llevamos registradas más de ciento cincuenta proposiciones no de ley y hemos presentado más de quinientas enmiendas a iniciativas de otros grupos parlamentarios. Toda esta labor del Partido Aragonés ha permitido tender puentes y buscar acuerdos, siempre que todas las partes han tenido el interés por alcanzarlos. Esta mañana se decía aquí «dos no discuten si uno no quiere», y dos no llegan a acuerdos si uno no quiere. De esto tenemos algunas experiencias en esta Cámara.

El resultado es que se han aprobado el 40% de las iniciativas debatidas, yo creo que un buen balance, y algún mérito, si me permiten, habrá tenido el Partido Aragonés en este resultado, que el 40% de las iniciativas que se han promovido en este Parlamento hayan sido aprobadas. Desde el Partido Aragonés hemos priorizado tres grandes ejes de trabajo, bien lo saben ustedes, que reflejan, además, nuestro programa electoral y, si me lo permiten, las necesidades prioritarias de los aragoneses: las políticas sociales, las políticas de crecimiento económico y empleo, y la defensa del autogobierno y de las instituciones aragonesas. Estas tres prioridades, señorías, van unidas y entrelazadas entre sí: no hay políticas sociales sin empleo, no serviría un crecimiento descompensado sin políticas sociales, pero no habrá empleo ni políticas sociales sin unas instituciones aragonesas fuertes y con una verdadera autonomía respecto al Gobierno central, lo ostente quien lo ostente.

Sería absurdo negarlo, nos ha tocado vivir una legislatura dura y complicada, probablemente la más dura y complicada de la historia de esta comunidad autónoma. La crisis económica, con la terrible lacra del paro, ha sacudido los cimientos de muchos aspectos de esta sociedad aragonesa. La desaceleración económica, señorías, ha traído menos ingresos para las administraciones precisamente cuando eran más necesarios. Y España ha vivido al borde del precipicio de la intervención económica... bueno, al borde, una intervención económica, la de Europa, que, de facto, se produjo en parte mediante el saneamiento del sistema bancario. Por lo tanto, más que al borde. La falta de liquidez ha ahogado las posibilidades de financiación de instituciones, de empresas y de familias. Y, además, Europa ha impuesto unas duras condiciones de déficit, que a su vez ha impedido a las comunidades endeudarse con la necesidad que en estos momentos significaba.

Las medidas de control del déficit que marca el Gobierno central atan, de pies y manos, a las comunidades autónomas, asfixiadas por tantos esfuerzos sostenidos durante demasiados años ya. Esta combinación se ha cebado, como siempre, con quienes menos tienen. Esto es así, sin paños calientes, señorías, con toda su crudeza: miles de aragoneses lo están pasando muy mal, en unas condiciones inconcebibles, inconcebibles ahora e inconcebibles hace unos años.

La cifra del paro es insoportable, con noventa y ocho mil ochocientos aragoneses en búsqueda activa de empleo. Es cierto que son once mil doscientos menos que hace un año, y esto hay que valorarlo positivamente. Pero los signos esperanzadores todavía no calan, especialmente en el paro femenino y en el parao entre los jovenes. En esta tesitura, señorías, la sociedad civil ha ido despertando del letargo propio de los años de bonanza. Y el hastío, si me lo permiten, se ha traducido también en un claro desafecto hacia las instituciones y hacia los partidos políticos. Pese a todo, nunca nos hemos rendido.

Desde el Partido Aragonés, queremos pensar que hemos hecho todo lo posible, y lo pensamos. Con nuestra parte de responsabilidad, ni más ni menos, como socios minoritarios que garantizamos la estabilidad necesaria al Gobierno de Aragón, que la hemos garantizado y que la vamos a seguir garantizando hasta el final de la legislatura, señora presidenta, y con la aportación a la gestión de diversos deparamentos, el de Industria e Innovación en concreto, y desde las direcciones generales -por cierto, labor estupenda la que están haciendo la gente del PAR en el Gobierno de Aragón-. Pero hay que reconocer y valorar también los logros; los exiguos presupuestos autonómicos ha habido que exprimirlos como se ha podido. La relajación del déficit nacional para 2013 supuso un aliento de aire fresco.

Aprovechando esa bocanada, en mayo de 2013 -probablemente, ya no lo recuerden; nosotros, sí-, se aprobó en estas Cortes una iniciativa del Partido Aragonés que marcó un punto de inflexión: estas Cortes se pronunciaron sobre la necesidad de no abordar más ajustes en temas de empleo y políticas sociales, y esto se aprobó en estas Cortes, en mayo de 2013. Y reclamamos que los nuevos recursos económicos derivados de la flexibilización del déficit se destinasen a políticas de crecimiento. Así nació el Plan Impulso, que permitió inyectar recursos a la economía y permitió la creación de empleo. El Gobierno de Aragón ha estimado que se crearon 15.000 empleos directos e indirectos gracias al Plan Impulso, a veces tan denodado en estas Cortes, en este Parlamento. Y yo me pregunto: con seis planes Impulso, probablemente, tendrímos resuelta buena parte de los aragoneses que tenemos en paro. Luego no sería tan malo. Nosotros nos sentimos orgullosos de haber propiciado y de haber colaborado en este Plan Impulso.

Este gasto pudo tener consecuencias en el incumplimiento del déficit. Esta mañana se reconocía aquí y ayer también. Pues, bienvenido sea, bienvenido sea. No nos arrepentimos de haber apostado por crear empleo, señorías, sea el que sea, porque un empleo, un puesto de trabajo en estos momentos es auténtico oro molido. No nos arrepentimos de haber potenciado las herramientas que Aragón necesita. Por ejemplo, de haber creado el Fondo de inclusión social y ayuda familiar urgente, que ha permitido disponer de más de quince millones de euros adicionales para políticas sociales: para apoyar al sector de la discapacidad y los centros de empleo, para escuelas infantiles y la escuela rural, y para otras medidas sociales y educativas.

Gracias al esfuerzo en políticas sociales, se han multiplicado por cuatro los presupuestos del Ingreso Aragonés de Inserción, la renta social que protege a quienes menos tienen. Es cierto que hay comunidades autónomas que tienen más recursos presupuestarios y que, problablemente, tengan estructuras parecidas a las nuestras, pero hay que reconocer que el avance en esta legislatura ha sido altamente significativo.

Se han dotado de más financiación los servicios básicos que se prestan en el territorio, a través de las comarcas y del nuevo Fondo de Desarrollo Territorial y Rural. En esta apuesta por el medio rural, han continuado las políticas de regadíos, de concentraciones parcelarias o de fomento de las energías renovables, gracias al nuevo Plan Energético de Aragón. Y se han conseguido, señorías, balones de oxígeno para la Universidad de Zaragoza, insuficientes, seguro que insuficientes. Yo, como universitario, reconozco que insuficientes, pero, desde luego, muy importantes para la situación que vivía o que podía haber vivido la universidad, y supongo que continuaremos en ese camino de ir ayudando a una universidad que difícilmente se ha entendido el papel que ha jugado, que juega y que jugará en Aragón.

Y se ha garantizado también la viabilidad de la Corporación Aragonesa de Televisión, con un contrato-programa que sustenta a este sector audiovisual de gran valor añadido.

Y, además, desde el Partido Aragonés, hemos peleado por la defensa de los intereses de Aragón y nos hemos opuesto a las imposiciones del Gobierno central, señorías, ya sea en materia educativa, en los copagos farmacéuticos hospitalarios, en las tasas judiciales o en la desaparición de los juzgados de paz y de sedes judiciales. No se puede ordenar y mandar desde los despachos de Madrid con un «café para todos».

En Aragón, los costes para prestar los servicios públicos son mucho más caros que en otros territorios, y lo sabemos todos los parlamentarios que nos sentamos en esta Cámara. Tenemos un territorio muy extenso, despoblado y envejecido. Nadie puede pedir más esfuerzos a Aragón y a los aragoneses. Al contrario: desde el Partido Aragonés, pensamos que es el momento de estar unidos y de hacer piña para pasar a la acción, para reivindicar alto y claro que Aragón no puede continuar, señorías, con un modelo de financiación autonómica injusto. Ya es hora de que se cumpla íntegramente lo que dice el Estatuto de Autonomía, nuestro Estatuto..., perdón, y que se pondere el territorio, la baja densidad de población, la orografía y el carácter fronterizo (el artículo 107), y que se ponga en marcha el acuerdo bilateral económico-financiero entre Aragón y el Estado, profusamente comentado en este Parlamento.

¿Para qué están en el Estatuto estos artículos? ¿Para qué estan el 107, el 108, el 109? ¿Para que no se cumplan? Pues, nosotros no estamos de acuerdo. El Estatuto de Autonomía de Aragón no vale menos que ningún otro estatuto. Aragón, señorías, es la única comunidad con derechos forales que todavía no tiene un trato financiero adicional. La financiación autonómica, pensamos desde el PAR que va a ser el gran reto colectivo, lo es, lo ha sido y, probablemente, lo será en los próximos meses y en los próximos años. Sin una mejor financiación autonómica, Aragón no solucionará nunca sus carencias estructurales. Sin un nuevo sistema, Aragón tendrá que seguir pagando de su bolsillo los incumplimientos de Madrid y los agravios comparativos, sean del Gobierno central que sean.

La recuperación económica ha de traer más ingresos para la Administración. Y esperemos que la reforma fiscal, con sus luces y sus sombras, resuelva algunos de los problemas. Las medidas de liquidez financiera del Banco Central Europeo han de ser el banderín de salida definitiva a la crisis, si es que estamos saliendo de la crisis, y yo quiero pensar que sí. Pero Aragón nunca ha recibido, señorías, nada caído del cielo. Siempre hemos tenido que ganarnos a pulso cada palmo de futuro. Son fundamentales los proyectos de especialización, en nuestra opinión, en el territorio, y mimarlos especialmente cuando atraviesan dificultades, como, por ejemplo, el sector del calzado en el Aranda, a raíz de las últimas inundaciones.

El Plan de inversiones extranjeras del Gobierno de Aragón debe saber aprovechar nuestra situación estratégica y nuestra estabilidad institucional. Y valoramos muy positivamente, señora presidenta, esa iniciativa de vender Aragón como una comunidad para invertir; nosotros estaremos ahí siempre que podamos apoyando esta iniciativa. Porque, además, uno de los valores que se pueden vender de forma real, de forma realista diría yo, es la estabilidad, el clima social y la capacidad de trabajo de los aragoneses, una estabilidad en la que el adecuado clima de diálogo con las fuerzas políticas y los agentes sociales, para nosotros, debería guardarse como oro en paño. Estabilidad, señorías, no es conformismo ni resignación. La estabilidad ha de ser la base desde la que reivindicar y desde la que exigir. La ley, señorías, es la ley, y está de nuestro lado: el Estatuto de Autonomía es una herramienta magnífica para obligar a Madrid a invertir en el desarrollo de Aragón. El Estatuto obliga al Gobierno central a escuchar a Aragón para priorizar las inversiones. Entonces, ¿por qué no nos escuchan? ¿Por qué no cumplen con el artículo 109? ¿Por qué repetidamente, año tras año, esté quien esté en Madrid, no escucha a Aragón? ¿Por qué no se convoca esa Comisión Mixta de Asuntos Económico-Financieros, donde Aragón tiene que marcar sus prioridades? Las obras del Pacto del Agua han recibido un impulso muy considerable, sobre todo en las obras consensuadas en Aragón, como Yesa, San Salvador o la regulación del Gállego. Algo habrá tenido que ver la presencia del PAR en el organismo de cuenca, la presencia del PAR por primera vez en la historia, en la larga historia de ese organismo. Sin embargo, señorías, los desdoblamientos, también comentados por otros portavoces y por la presidenta en este debate, de la nacional II y de la nacional 232 son un monumento a la injusticia. Lo mismo que las salidas a Europa por ferrocarril: el Canfranc no se reabre porque no hay suficiente voluntad de Estado, ni en Francia ni en España para presionar a Francia; y la travesía central del Pirineo sigue enmarañada en previsiones muy lejanas por unas decisiones de infausto recuerdo que priorizaron el Corredor Mediterráneo, con lo cual, los ricos, más ricos, y los pobres, más pobres.

Señorías, yo no sé si la travesía central del Pirineo y el Canfranc son incompatibles... Bueno, sé que no son incompatibles: son complementarias. ¿Por qué vamos a tener que renunciar a la travesía central? ¿Es que alguien de los que estamos aquí nos puede decir cuál va a ser el Aragón y la Europa del 2050? ¿Por qué vamos a renunciar al paso más natural, al paso más razonable, al paso más económico y, probablemente, al paso más sostenible? Otra cosa es que prioricemos en lo que es más fácilmente alcanzable en estos momentos, que es el Canfranc; pero, desde luego, desde nuestro partido no pensamos renunciar ni a uno ni a otra.

La defensa del autogobierno ha sido una cuestión obsesiva para el Partido Aragonés, obsesiva en el buen sentido del término, claro está. Las crisis, las unidades de mercado, no son excusas para socavar, señorías, el modelo autonómico. La estructura del Estado no es piramidal: el Gobierno central no está por encima ni por delante de las autonomías. Y este es nuestro concepto. Piramidales eran las pirámides de Egipto, hace cuatro mil años, pero, en estos momentos, las estructuras piramidales no están de moda, no se llevan. Y, por lo tanto, la estructura del Estado no es una estructura piramidal. El modelo territorial, señorías, debe basarse en el respeto competencial que fija la Constitución y que establece el reparto entre el Gobierno central, las comunidades autónomas y las entidades locales. Y, a este respeto, entre Aragón y el Gobierno central hay que subrayar de nuevo, con mayúsculas, una palabra: bilateralidad.

Miren, ha habido otras épocas en que la Comisión Bilateral ha podido ser mucho menos eficaz y mucho menos eficiente, que no es lo mismo, pero en estos momentos hay que reconocer que la Comisión Bilateral Aragón-Estado ha dado sus frutos, frutos importantes, en esta legislatura, más que nunca —y yo he pertenecido en algún momento, he participado en la Comisión Bilateral—. ¿Cómo habríamos resuelto el problema presupuestario que se generó en los presupuestos generales del Estado cuando se nos acaban las vías? Se resolvió en la Comisión Bilateral. Y ¿cómo se ha garantizado que una ley estatal salvaguarde el modelo aragonés de entidades locales, tal como quedó reflejado en una enmienda nuestra, del Partido Aragonés, en el Senado? A través de un acuerdo de la Comisión Bilateral. Y esta salvaguarda va a permitir, señorías, hacer posible que Aragón ejerza lo que dice nuestro Estatuto: que ejerza las competencias en autoorganización. Y luego valoraremos en más o en menos cómo cada partido político entiende este logro, pero valoraremos a partir de que es un logro y de que hemos conseguido algo que, si no hubiese sido por la Comisión Bilateral, no habríamos conseguido. Por lo tanto, seamos objetivos, que es lo que nos pide además en estos momentos la sociedad.

La iniciativa registrada en las Cortes esta semana pasada para su debate parlamentario debería permitir, en opinión del Partido Aragonés, el máximo consenso posible —y me refiero a la de la distribución de las competencias—. Lo mismo que la puesta en valor de los derechos históricos de Aragón. La ley que actualiza estos derechos históricos era un compromiso del Partido Aragonés —lo saben ustedes—. Presentamos un proyecto, precisamente una proposición —perdón—, no un proyecto, precisamente una de las proposiciones que presentamos en la legislatura pasada, y lo reflejamos en el acuerdo de gobernabilidad. Y yo celebro que hayamos cumplido con lo que hemos firmado, con lo que teníamos en nuestro programa y con lo que hemos firmado. ¿Cómo será una ley? Pues ya lo decidiremos en esta Cámara. Si nosotros no tenemos ningún dogma irrebatible... Ya lo debatiremos. No prejuzguemos que cuestiones que aparecen en esa ley tengan que necesariamente mantenerse así. Hemos presentado la proposición de ley, y ahora en esta Cámara debatámosla. Desde luego, yo les aseguro una cosa: por parte del Partido Aragonés nos vamos a dejar la piel en buscar el máximo consenso. Para esa proposición de ley, para la otra de la distribución competencial y para las dos que hemos presentado en relación con las aguas y ríos de Aragón y la relativa a la modificación del Código Civil para que los miles de aragoneses que viven fuera de la comunidad no pierdan la vecindad civil aragonesa a los diez años de residencia en otra comunidad. Por lo tanto, ahí está nuestra posición. Buscaremos el máximo consenso. Y, hombre, salvo las cuestiones fundamentales, entendemos que no hay ningún elemento irreductible en las proposiciones de ley que hemos presentado.

Esta legislatura, señorías, ha sido también, ha supuesto también, mejor dicho, un avance en los temas de transparencia. Empujados probablemente por los acontecimientos, se ha avanzado en mecanismos para hacer las instituciones más cercanas a los ciudadanos. Pero la transparencia no es un fin en sí mismo: ha de entenderse como la herramienta para ganar confianza en la ciudadanía. Por eso estos debates, señorías, no nos deben servir solo para hablar del pasado y del presente, sino también para vislumbrar el futuro. Así entendemos desde el PAR el debate del estado de la comunidad, y, sobre todo, el último debate de esta legislatura del estado de la comunidad.

Y vamos a hablar de futuro. Porque el futuro, señorías, para nosotros está por escribir. Y buena parte de ese futuro dependerá de lo acertados que estemos en estas Cortes de Aragón y de los acuerdos que seamos capaces de alcanzar. Para el Partido Aragonés, más Aragón, más autogobierno y más aragonesismo son siempre ingredientes seguros en momentos de turbulencias.

Pero, ojo, tendremos que estar muy vigilantes cuando se abra el melón del debate del modelo territorial. Sin apriorismos: simplemente tendremos que estar muy vigilantes. Y mucho cuidado con las reformas constitucionales —sin apriorismos también— que pretendan ser trajes a la medida de otros, diseñados —es posible— para calmar tensiones secesionistas como la de Cataluña en estos momentos, mucho cuidado, porque ahí nos jugamos mucho. Nos jugamos mucho los aragoneses y nos jugamos mucho del futuro de Aragón. Si hay reformas constitucionales, los aragoneses deberemos estar fuertes y unidos —nada fácil, ni lo uno ni lo otro—, fuertes y unidos, o tendremos todos los puntos para salir trasquilados.

La reforma más importante —insistimos una vez más— ha de ser la del modelo de financiación autonómica. No hay nada más urgente ni más prioritario, señorías, para esta comunidad que el nuevo modelo de financiación autonómico. El nuevo, porque el actual, el viejo, para nosotros es injusto. Con una buena financiación, señorías, abordaremos con más garantías esta nueva fase de la salida de la crisis o de la postcrisis. Podremos consolidar los servicios educativos, sanitarios y sociales con la máxima dignidad para los empleados públicos, un tema que al Partido Aragonés le preocupa profundamente, y que trabajan día a día por el bien común de todos los aragoneses. Y con una buena financiación, señorías, podremos vertebrar mejor nuestro territorio para una efectiva igualdad de oportunidades, especialmente entre el medio rural y el mundo urbano o las ciudades. Lucharemos con más herramientas para reforzar a todos, pero especialmente a la clase media. Y con más financiación, con mejor financiación tendremos más músculo para poder seguir apoyando al pequeño comercio, a los autónomos, a los emprendedores, a los gremios que día a día levantan la persiana o cogen el volante de su negocio. Recuperaremos también antes a quienes han padecido las consecuencias de la crisis, limando las desigualdades, que las hay, y hay que reconocerlas como tales. Y apostaremos por las políticas públicas aplicadas con criterios de progresividad, donde aporten más quienes más tienen para proteger a quienes peor lo pasan. No podemos permitirnos, señorías, las secuelas de quienes llevan demasiado tiempo en el paro, al borde de perder la esperanza. Todos y cada uno de los aragoneses y aragonesas somos útiles y necesarios para construir el nuevo Aragón, un nuevo Aragón que requiere los mejores talentos y los mejores talantes, los mejores talentos y los mejores talantes. Talantes, sobre todo, en política, donde se anuncian mapas parlamentarios complejos, por lo menos nunca conocidos en esta comunidad autónoma, y que obligarán a tener altura de miras, mucha altura de miras, altura de miras para debates profundos, donde se consigan consensos sólidos.

En el PAR no rehuimos ni rehuiremos ningún debate siempre que este sea en beneficio de Aragón y de los aragoneses, nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos. Siempre es bueno explorar propuestas renovadoras si el objetivo perseguido es acercar las instituciones a la sociedad aragonesa, señora presidenta. Pero advertimos una cosa: la resultante de estos procesos, de estas reflexiones, no debe ser cualquiera, la resultante de estos procesos no puede ser menos Aragón, ni puede ser menos democracia, ni puede ser menos representación territorial o menos pluralismo político. Estas son nuestras cuatro condiciones. Si se dan, participaremos en todos los debates; si no se dan, no participaremos.

Y nos hacemos en nuestro grupo parlamentario, en nuestro partido, a raíz precisamente de este debate, algunas preguntas que queremos compartir con sus señorías y con los ciudadanos que nos están escuchando. ¿Está preparado el mapa político para los consensos de calado que se están planteando estos días en este Parlamento? ¿Está preparado el mapa político actual para esos consensos de ese calado político?

¿Es el momento de sugerir una reforma del Estatuto de Autonomía? Porque, evidentemente, a nadie se le escapa que algunas de las propuestas que se han anunciado, o se han planteado, o se han sugerido desde esta tribuna implican una reforma estatutaria. ¿Es el momento de sugerir una reforma del Estatuto de Autonomía?

Tercera pregunta que nos hacemos, ¿alcanzaríamos si lo abordamos el mismo grado de acuerdo que en el último Estatuto, aprobado hace siete años? El mismo grado de acuerdo aquí, pero en Madrid también, en el Congreso y en el Senado. ¿Alcanzaríamos el mismo grado de acuerdo?

Y la cuarta pregunta, y ese Estatuto, si lo modificamos, supongamos desde ese máximo acuerdo y desde ese consenso, que lo podemos lograr, ¿sería mejor y más útil para Aragón y para los aragoneses?

Nosotros, señorías, tenemos serias dudas sobre las respuestas a estas cuatro preguntas, pero somos optimistas, creemos que las respuestas pueden llegar a ser positivas. En estos momentos, como decía aquel párroco de un pueblo, de llover no está, de llover, no está. Pero, bueno, nosotros somos optimistas y trabajando podemos conseguirlo. Desde luego, estas cuatro preguntas son cuatro preguntas importantes porque, si no somos capaces de garantizar que las vamos a responder con éxito, pues es preferible replantearnos los temas antes de abordar ese camino.

Nosotros, sin embargo, desde el Partido Aragonés, creemos que no debemos separarnos del camino prioritario en estos momentos: el empleo, las políticas sociales y autogobierno. De ahí es de donde no debemos separarnos. Y no debemos abrir horizontes de incierto resultado, pero, si estamos dispuestos y respondemos a estas preguntas positivamente, abrámoslo.

La ciudadanía está legítimamente cansada de la crisis y a lo mejor acaba cansándose también de estos debates. No lo sé, pero al final, señorías, la realidad se acabará imponiendo, como siempre: la realidad del trabajo, la constancia, el optimismo, la cercanía, los talantes y la confianza en Aragón y en los aragoneses, sin populismos, señorías, por favor, sin populismos y, sobre todo, sin populismos para combatir otros populismos, por lo menos es nuestro punto de vista, y con la verdad por delante.

Termino ya, señorías. Los hombres y mujeres del Partido Aragonés lo vamos a seguir peleando día a día, metro a metro, es nuestra obligación y es, además, nuestra convicción. Es, a fin de cuentas, el contrato que firmamos con los aragoneses a través del programa electoral y el contrato que firmamos cada día con los ciudadanos con nuestra acción, nuestra acción política, en todas las instituciones aragonesas.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Boné.

El turno a continuación del señor Torres, del Grupo Parlamentario Popular, siguiendo la pauta general de esta legislatura y de otras legislaturas.

Treinta minutos, señor Torres, si es posible.

El señor diputado TORRES MILLERA: Gracias, señor presidente.

Soy consciente de que algo que se espera de mí hoy es que sea breve, y lo intentaré.

Señorías, señora presidenta, asistimos hoy, como se ha recordado varias veces, al último debate de política general de la Comunidad Autónoma de Aragón de esta octava legislatura.

Y hemos asistido a un debate a lo largo de esta mañana en el que se han visto, con matices entre ambas formas, pero en el que se ha visto dos formas de ver las cosas, fundamentalmente, dos formas de entender las cosas. No es una cuestión de optimistas y pesimistas, y tampoco es una cuestión de quien ve la botella medio llena o medio vacía. Hemos visto dos formas de entender la acción política y la situación político-social en Aragón, repito, con matices, pero dos formas: por un lado, el Gobierno de Aragón, presidido por Luisa Fernanda Rudi, este Gobierno de coalición formado por el Partido Popular y por el Partido Aragonés, que ha reconocido en todo momento y, sobre todo, a lo largo de estos tres años, que hemos atravesado una situación muy difícil, una situación muy complicada, que se ha actuado con humildad, que seguramente —lo ha dicho también el portavoz anterior— hemos asistido a la legislatura más difícil que haya conocido estas Cortes en su etapa moderna, reconociendo los hecho y, sobre todo, buscando diagnósticos realistas.

Frente a eso, una oposición más bien dramática, una oposición con negativa en todo, una oposición que no da ni un respiro, con muy pocas propuestas, y una oposición que ha conseguido siempre cuadrar el círculo, es decir, criticar que se respete el déficit y criticar que no se respete el déficit, criticar que crezca la deuda y que no se acuda en mayor medida a la deuda, criticar cuando hay inversiones y criticar cuando no hay inversiones.

Hoy, al señor Lambán —ya lo hemos visto en otras ocasiones—, que lo hemos reconocido hoy como un profundo marxista —marxista, me refiero a seguidor de Groucho—, le voy a recordar otra máxima que decía Groucho Marx, le voy a recordar otra: «Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros». Y ustedes lo hacen: aprueban el artículo 135 de la Constitución y luego critican el cumplimiento de déficit; dicen que tenemos que invertir más y critican que crezca el endeudamiento. Eso es marxismo en estado puro, y me refiero al de Groucho, aunque, posiblemente, también del otro, porque ya se sabe que el socialismo fracasa cuando se acaba el dinero de los demás. [Aplausos.]

Señorías, frente a esa oposición dramática rasgada, nosotros proponemos una posición de ilusión, una posición de esperanza, que se basa en dos ejes... [Rumores.] Yo de banquillos no hablaría. Como decía, una posición que se basa en dos ejes y que estos se articulan en dos razones fundamentales, que se asientan en dos columnas fundamentales: la primera, y quedó muy claro en el discurso de ayer de la presidenta y ha quedado muy claro en los discursos de los dos partidos hoy, el mérito colectivo, el mérito de Aragón, el mérito de los aragoneses; y la segunda, señorías, la estabilidad, la estabilidad política, la estabilidad institucional, estabilidad que tiene su razón en los resultados de las elecciones de mayo de 2011 y que, además, se basa en un acuerdo de gobernabilidad —por cierto, como me gusta recordar— que fue público, para conocimiento de todos los aragoneses desde el mismo día que se firmó, no como sucedió con alguno anterior, que no lo conseguimos conocer en los cuatro años de legislatura. No sé si sabía esto usted, señora presidenta, que hubo un acuerdo de gobernabilidad que no conocimos en los cuatro años de legislatura. Pues, este ha sido público desde el primer día y es fácilmente contrastable en sus objetivos.

Los dos ejes son luchar contra la crisis económica, social e institucional, y, por supuesto, la lucha en favor de la regeneración.

Con respecto al primero, se ha hablado largo y tendido. El Gobierno de Aragón, en la medida de sus posibilidades, sabiendo que no es la política económica la mayor de sus competencias, ha actuado de una manera clara en la política de impuestos, no ha acudido al FLA, ha tenido una cuota sobre el IRPF muy baja, la segunda más baja de España, no puso el euro por receta, no ha puesto el impuesto de hidrocarburos, el que comúnmente se llama «céntimo sanitario». Además, ha bajado los impuestos, ha puesto deducciones en todos los presupuestos a través de la Ley de medidas fiscales, económicas y administrativas.

El Gobierno de Aragón también ha influido en la lucha contra la crisis económica con el Plan Impulso, con ese plan que usted ha ridiculizado esta mañana, ese que se llama «Aragón, una comunidad para invertir», que se hoy se ha tomado aquí a chirigota y a mí me parece una de las mejores acciones que un Gobierno puede emprender para captar inversiones.

Con los mil millones de euros de la Estrategia Aragonesa de Competitividad y Crecimiento; con el Plan de racionalización del gasto público, que no me voy a extender en él, pero podríamos hablar de muchas cuestiones, no solamente de alquileres, de contratos telefónicos, telemáticos, también de altos cargos, de asesores, etcétera, etcétera; también las políticas del Inaem... Y digo todo esto desde la ilusión y la esperanza, y, sobre todo, ha sido un proyecto colectivo.

Y no me voy a extender otra vez en dar los datos del paro, de la Seguridad Social, del déficit, de la deuda, del producto interior bruto, del IPI, de las matriculaciones de vehículos, de la bajada de morosidad, de la balanza comercial y, por tanto, de la internacionalización; del indicador de competitividad o del producto interior bruto per cápita... Señorías, datos que no son solamente del Gobierno de Aragón, del Partido Popular o del Partido Aragonés, datos que vienen derivados, por ejemplo, del boletín último trimestral del Consejo Económico y Social de Aragón, el de junio de 2014, de la Fundación del BBVA, de la Fundación Funcas, de Standard&Poor's o el Financial Times. Datos que son conocidos y que esperemos que sean más valorados por los aragoneses que, desde luego, por ustedes.

Esos datos son claros, pero sí que hay un tema de estos datos en el que quiero incidir una vez más, porque ha sido constante en los grupos de la oposición. Tiene que ver con la deuda y, muy especialmente, en lo que se refiere al Grupo Socialista. Hay una razón fundamental, una formada por varios vectores para que la deuda haya crecido estos años. En primer lugar, que hubo que incorporar esos cuatrocientos sesenta y cinco millones de facturas en los cajones, cuatrocientos sesenta y cinco millones de facturas en los cajones. [Rumores.] En segundo lugar, los novecientos millones de euros de devoluciones de 2010 y 2011, porque ustedes y el Gobierno de Rodríguez Zapatero no hicieron bien las cuentas. Sumen, que ya son casi mil cuatrocientos millones. En tercer lugar, porque ha habido que consolidar deuda y pérdidas de las empresas públicas [rumores], de esas, señorías... Escuchen, que aprenderán algo, de verdad, escuchen. [Risas.] Escuchen. Aún les tendré que volver a recordar lo de los cántaros más huecos, que son los que más ruido hacen, y siempre es lo mismo. Siempre es lo mismo.

La consolidación de la deuda de las empresas públicas y de las pérdidas, esas que no podemos cerrar y ustedes saben que no podemos precisamente por la consolidación de la deuda en la mayoría de los casos.

Por préstamos pedidos en refinanciaciones con carencia que han empezado a tenerse que abonar en 2012. Y les voy a poner un ejemplo de a qué me estoy refiriendo, un ejemplo muy claro: ciento trece millones de euros de préstamo de refinanciación de Plaza que se tiene que pagar en 2012, 2013, 2014 y 2015. Acuerdo de deuda reconocida a la UTE Plaza que se tiene que pagar en 2012, 2013, 2014 y 2015. Eso es por lo que ha crecido la deuda, por esa razón ha crecido la deuda de esta manera.

Bien, señorías, y decía que a la vez de la crisis económica, estaba la crisis institucional y social. Y les voy a decir una cosa que ustedes han calificado hoy de obviedad, pero como es una obviedad para ustedes, permítanme que la repita para el resto de aragoneses, que no tienen tan claro que sea una obviedad: dos de cada tres euros del presupuesto de la comunidad autónoma se destina a gasto social, dos de cada tres euros se destinan a educación, a sanidad y a política social. Parece ser que ustedes no lo consideran importante. [Rumores.] Decía, señorías, por si no han oído, que dos de cada tres euros se destinan al gasto social en los presupuestos de la comunidad autónoma. [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Continúe, señor Torres, continúe.

El señor diputado TORRES MILLERA: Si algo ha quedado claro en este debate es que, además de que hay dos formas de entender la vida, dos formas de entender la política, hay dos formas también de entender la educación: la de los que escuchan y la de los que no escuchan, la de los que dejan hablar y la de los que no dejan hablar, que son ustedes. Solamente el Grupo Socialista, en el debate de la mañana de hoy, ha impedido que se escuchase por todos con normalidad los discursos de los demás grupos. Tendrían que hacérselo mirar. [Aplausos.]

Señorías, además, la crisis institucional ha sido también uno de los anhelos de este Gobierno y ello ha ido en el refuerzo de instituciones. Se ha hablado del Parlamento. Las comparecencias del Gobierno y de la presidenta son muchas más que en las legislaturas anteriores, y ustedes lo saben. Solo recordaré una vez más el dato de la presidenta, que en lo que va de legislatura, ha comparecido dieciséis veces, cuando el anterior presidente del Gobierno, en toda la legislatura anterior, compareció siete veces. [Rumores.] [El señor diputado FRANCO SANGIL, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «Era muy malo».] Veintitrés leyes aprobadas y diez proyectos en tramitación, 50% de proposiciones no de ley aprobadas de las doscientas ochenta y cuatro tramitadas en el periodo de sesiones que acaba de terminar, más del 50% aprobadas.

Y permítanme también que en este refuerzo institucional ponga en valor dos elementos, dos comisiones que aquí alguien ha llamado pantomima hoy, lo cual no puedo entender, porque están contempladas en el propio Estatuto, que es la Comisión Bilateral de Cooperación Aragón-Estado o la Comisión Mixta de Seguimiento del Pacto del Agua, que está dando unos magníficos frutos en tiempo, en forma y en presupuestos, y ahí está el cumplimiento de las obras del Pacto del Agua.

Señorías, y el segundo eje, además de luchar contra la crisis económica, social e institucional, es el eje de la regeneración. Permítanme que les diga, señorías, en nombre del Grupo Popular, que esto no es flor de un día, no es ocurrencia para un debate, no es, como se dijo ayer por el portavoz socialista, que era tinta de calamar; no sé en qué estaría pensando el portavoz cuando dijo lo de tinta de calamar... Miren, este Gobierno, nada más constituirse, aprobó un código de buen gobierno (verano de 2011). Este Gobierno, nada más constituirse, modificó la página web para que aparecieran los convenios, esos convenios que pedíamos los grupos de la oposición en legislaturas anteriores y no se nos daban. Y se ha publicado lo que no se ha publicado nunca. Este Gobierno, en materia de regeneración, disminuyó al constituirse el 40% de altos cargos o el 60% de asesores, por cierto, asesores que todos van a trabajar y no como sucedía antes. [Rumores.]

Este Gobierno ha aprobado, y ya están en las Cortes, tres proyectos que no me voy a extender en las características, porque los ha detallado la presidenta en una de las respuestas a uno de los grupos, pero ha traído recientemente la ley de transparencia y participación ciudadana, la modificación de la Ley del Presidente y Gobierno de Aragón o la Ley de subvenciones, proyectos que tienen que ver con la regeneración, y no son solamente propuestas de un día.

Y, señor Lambán, antes, la presidenta, a instancias del debate con Chunta —como no lo ha oído, se lo voy a explicar un poquito— ha hablado de la ponencia de Administraciones Públicas... [El señor diputado SADA BELTRÁN, del Grupo Parlamentario Socialista, se manifiesta desde su escaño en los siguientes términos: «Ha oído y ha escuchado, por si acaso».] Bien, bien, por si acaso, señor Sada.

El cuadro competencial aprobado por cuatro grupos de las Cortes de Aragón, salvo en aspectos muy puntuales (y les digo dónde están) relacionados con el turismo y dos competencias muy puntuales atribuidas a las diputaciones, salvo esas dos cuestiones, es exactamente el que aprobamos en la ponencia Partido Popular, Partido Aragonés, Chunta e Izquierda Unida. Ese que ustedes no quisieron trabajar en ningún momento y llegaron a proponer hasta tres veces que se votase la disolución de la ponencia, a pesar de que ustedes la habían aprobado también, porque se aprobó por unanimidad.

Claro, esa actitud es lo que les decía antes, unos principios y otros, pero eso es lo que hacen ustedes constantemente.

Miren, las propuestas que hizo ayer Luisa Fernanda Rudi, en su condición de presidenta del Partido Popular de Aragón, son para hablar, son para discutir, son para mejorar; no son para rechazarlas directamente. Son propuestas para ponerlas en valor, son para decir «estas, sí» o «estas, no», son para poner otras, son para añadir. No le tengan miedo al debate, no le tengan miedo a la búsqueda de perfeccionar nuestro sistema democrático... [Rumores.] Pero descansen, de verdad, tienen ustedes un problema de coronarias, tienen ustedes una tensión horrorosa.

Miren, de verdad, ahora es cuando tienen ustedes la oportunidad de lo que han estado a veces diciendo detrás de la pancarta, de cuando hablan de la ciudadanía, de las manifestaciones... Ahora, debatan sobre estas propuestas de regeneración política, no se queden solo en lo anecdótico, no se queden solo en la reducción de diputados, que no es solo eso; es una propuesta integral de regeneración democrática lo que se ha puesto encima de la mesa. O tendré que pensar, señorías, que lo que de verdad les ha dolido no son las propuestas, sino que se les haya adelantado esta derecha a las propuestas [rumores], tendré que acabar pensando eso. [Aplausos.]

Señorías, no es una lista cerrada y, además, es conocido por todos que el Partido Popular no tiene mayoría absoluta en estas Cortes, con lo cual nosotros solos no podríamos aprobar estas medidas. Pongamos ideas en común, trabajemos en común. Aquí se ha dicho por dos grupos fundamentalmente que parece que tengamos miedo a la libertad, miedo a la democracia. Para nada, todo lo contrario, todo lo contrario. Señores del PSOE, otra cita de Marx, de Groucho también: la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. [Rumores.] Hagan propuestas, pónganlas encima de la mesa, pero no se dediquen a rechazar propuestas que ustedes querían hacer en ocasiones y no las han hecho porque vienen del Partido Popular. Hay que ser valiente para hablar de la regeneración democrática.

Las propuestas económicas que ayer oímos, esas de un nuevo portal de transparencia, una oficina de mediación, incidir en la política fiscal con una bajada igual que la estatal en la tarifa del IRPF, deducciones por guardería de cero a tres años o seguir bajando el impuesto de sucesiones y donaciones, etcétera, etcétera, etcétera, forman parte del compromiso del Partido Popular de Aragón y del Grupo Popular, forman parte del Gobierno de Aragón; las de regeneración también. Son propuestas, señorías, para seguir avanzando, son propuestas para seguir avanzando, señorías.

No se queden ustedes en la fábula del sabio que iba comiendo hierba. ¿Se acuerdan de qué fábula hablo?, de Pedro Calderón de la Barca? [Varios diputados, desde su escaño y sin micrófono, se manifiestan en los siguientes términos: «Nooo».] Están ustedes ahí, están ustedes ahí, [rumores] sí, sí, están ustedes ahí. «Cuentan de un sabio que un día...», se acuerdan, ¿verdad? Están ahí ustedes.

Nosotros seguiremos mirando hacia adelante, seguiremos pensando en el interés general. Hay una cuestión que nos preocupa especialmente: si estaremos mejor en 2015 de lo que estábamos en 2011. Nosotros, hoy, podemos afirmar que vamos a estar mejor en 2015 de lo que estábamos en 2011 y en lo que queda de legislatura vamos a seguir trabajando para que así sea.

Muchas gracias [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Torres.

Para finalizar esta parte del debate, la señora presidenta tiene la palabra.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio.

La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA): Muchas gracias, señor presidente.

Contestaré, como recordaba el señor presidente, como de costumbre, de manera conjunta a los portavoces de los dos grupos que conformamos la coalición de gobierno.

Decía el señor Boné, y decía bien, que era un balance de tres años, y, efectivamente, así lo planteé yo ayer porque entendí que era necesario en mi intervención, en el primer discurso, y yo creo que también he venido aplicando este criterio a lo largo de toda la mañana de hoy para hacer un resumen de cómo estábamos cuando llegamos al Gobierno, en qué circunstancias nos hemos movido y en qué situación estamos ahora. Por tanto, creo que ahí coincidimos, señor Boné.

Usted ha recordado el valor de la estabilidad institucional. Lo dije ayer en mi discurso porque creo en él, no son palabras hechas y, además, sobre todo porque es uno de los elementos —y lo hemos dicho reiteradamente—, con estabilidad institucional solo no vale, pero sí es cierto que, sin estabilidad institucional, todo, si me permiten el juego de palabras, se desestabiliza. E incluso en la situación de crisis económica, en la situación de ser atractivos para inversiones que vengan de fuera, en la situación de ser atractivos para algunas multinacionales que no saben en cuál de sus plantas invertir y traerlo aquí, indudablemente, un elemento es el valor de la estabilidad institucional.

Firmamos un pacto, el acuerdo de gobernabilidad, que yo creo que ha llegado hasta aquí razonablemente bien. Somos dos fuerzas políticas diferentes; si no, estaríamos o el PP integrado en el PAR o el PAR integrado en el PP, con lo cual modelos coincidentes en algunos aspectos y modeles diferentes, no divergentes, sino diferentes en otros aspectos. Pero yo creo que hemos sido capaces de anteponer lo principal a lo secundario y de tener muy claro cuál fue, cuál era el contenido del pacto de gobernabilidad que se firmó ahora hace tres años y atenernos mayoritaria o principalmente a él. Y yo creo que eso es lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Con dificultades para ustedes, Partido Aragonés, porque, indudablemente, en una época de recesión económica, sustentar en gobierno es mucho más complicado, no hay duda, está claro. Para nosotros, Partido Popular, porque también hay determinadas cuestiones en las cuales nuestra coincidencia no es cien por cien, pero hemos sabido adaptarnos. En cualquier caso, creo que eso es lo razonable, creo que eso es lo que había que haber hecho, creo que eso es lo que se ha hecho y, sobre todo, algo más importante: el respeto al pacto. Dicen que los aragoneses, que Aragón es tierra de pactos, y a mí me gusta reafirmarlo con mis acciones. Lo que prometo lo cumplo, lo haya firmado o no lo haya firmado, a lo que me haya comprometido lo cumplo, y creo que, a tres años vista, podemos decir que por ambas partes hemos cumplido aquello a lo que nos comprometimos.

Decía el señor Boné de los acuerdos en las Cortes —efectivamente, yo no voy a entrar en ello— y hablaba de instituciones aragonesas fuertes. Señor Boné, yo creo que a lo largo de todo el debate, sobre todo en esta mañana, algo ayer en el discurso, pero esta mañana, que ha habido más tiempo, creo que ha quedado meridianamente claro una vez más cuál es el modelo de Estado de España y por cuál apuesto, que es el de la Constitución del setenta y ocho, que es el Estado autonómico. Yo no soy nacionalista ni regionalista como lo fue en su origen el Partido Aragonés, pertenezco a un partido nacional, pero, en cualquier caso, lo que sí es cierto es que creo, y lo reitero una vez más, que el Estado autonómico ha sido útil para España y con sus luces y sus sombras, como toda obra humana, y sobre todo cuando se diseñó de la nada y sin saber muy bien y se ha ido desarrollando paso a paso, con lo cual, necesitado seguramente de algunos ajustes, pero en cualquier caso creo que he sido meridianamente clara en ese asunto.

Usted recordaba el control del déficit y decía: el Gobierno central impone a las comunidades autónomas. No olvidemos algo: formamos parte de un club que se llama «Unión Europea», que yo creo que para el conjunto de los españoles y también para los aragoneses, aunque no hayamos estado en el Objetivo 1, que bien nos hubiera venido, señor Boné, que bien nos hubiera venido, y eso no se le imputará al Partido Popular históricamente, ¿verdad?, porque no teníamos capacidad de gobierno en aquellos momentos ni aquí ni allí ni en la nacional... pero, a pesar de eso, bien ha venido para España y bien ha venido para Aragón. Y cuando estás en un club, te sometes a sus normas para lo bueno y para lo malo, y, efectivamente, todos los acontecimientos —la inestabilidad del euro, en fin, todo lo que ya hemos hablado y que no voy a repetir aquí— nos han originado el tener que hacer unos ajustes que hubieran requerido más tiempo, yo creo que hubieran requerido más tiempo, pero también es verdad que se había llevado la situación tan al límite que se estaba a punto ya de romper la moneda única y estuvimos a punto de ser rescatados, como usted, señor Boné, recordaba. Por tanto, nos ha tocado gobernar en esta época, yo lo decía ayer y usted lo recordaba también hoy. Y, efectivamente, una crisis económica que ha devenido en crisis social, y de ahí a volver los ojos a quienes están en las instituciones y responsabilizarles de todo lo que pasa es muy común y, por tanto, a eso hay que estar atento y luego volveré a ello.

Hablaba usted, por seguir su esquema, de las especialidades o especificidades de la economía de las comarcas. Ha hecho referencia al calzado de Aranda; sabe que estuvo el director general para facilitarles... con acceso a avales para que puedan tener financiación, que son los instrumentos que la comunidad autónoma tiene. La política económica no se fija desde la comunidad autónoma, las políticas macroeconómicas no están en manos de las comunidades autónomas, pero sí es cierto que hay instrumentos de política microeconómica, que es lo que hemos venido haciendo; y usted recordaba el Plan Impulso y otras muchas medidas en esa línea que se han tomado, y con el calzado del Aranda así se ha hecho.

Habla de la financiación autonómica. Es cierto, es el gran reto, que no va ser fácil de solucionar, no nos engañemos, porque aquí todos estamos tirando en distinta dirección y al final es un todo que hay que repartir. Pero sí estoy de acuerdo con usted en que es un reto en el que todos los miembros de esta Cámara deberíamos estar de acuerdo. El conjunto de autonomías, porque no ha sido solo Aragón. Hay ya claramente diferenciados dos bloques de autonomías —yo creo que lo he recordado en otras ocasiones— y no precisamente por la afinidad en el color político de los gobiernos, sino que, por un lado, hemos hecho frente común —y yo creo que es un mensaje que ha calado en quien tiene que calar suficientemente— aquellas comunidades más despobladas, que están unidas siempre a las de más territorio y en muchas ocasiones a las de más envejecimiento. Y por ahí hemos iniciado diferentes actuaciones tanto para hablar solo de financiación autonómica como para hablar de despoblación. Y creo que ese es un concepto que, a lo mejor, en otros momentos las comunidades más pobladas, que habían sido las más pujantes económicamente hablando —y me refiero básicamente al arco del Mediterráneo—, habían antepuesto o nos habían tapado a todas las demás, y parece que lo único importante era la población. Yo creo que, por la labor de todas las comunidades que estamos con estas características, ese criterio ha calado, como ha calado también, que no debe ser el único, pero que yo creo —lo dije ayer— que es básico, y lo he repetido hoy, el coste de los servicios. No podemos olvidar que somos los garantes del Estado del bienestar y que la mayor parte, más de las dos terceras partes de nuestro presupuesto, se va en ello. Luego, por tanto... Y que no es lo mismo, incluso dentro del propio Aragón, lo que cuesta dar la asistencia sanitaria en Zaragoza —yo lo pongo de ejemplo siempre que hablo fuera de Aragón—, lo que cuesta en Zaragoza con lo que cuesta darla en la sierra de Albarracín o en el Pirineo aragonés. Y ese será el primer caballo de batalla, sin ser el único; pero en cualquier caso ahí estaremos. Y yo creo que va a ser el reto más importante de esta comunidad autónoma, como de otras en el futuro.

Y me alegra oír... No lo dudaba, pero, vamos, coincidimos —no voy a decir que me alegra—, coincidimos en que, efectivamente, privilegios para nadie. Privilegios para nadie —yo creo que ese es un principio que no podemos renunciar a él— ni tratos especiales para nadie, porque a ver si, por hacer trajes especiales, como ya se hicieron en la revisión de la financiación del año 2009, por hacer un traje especial para el tripartito que entonces estaba gobernando Cataluña —que luego, sin embargo, no les ha gustado o han decidido que no les queda bien—, el resto de comunidades, las pobladas y las no pobladas, salieron perjudicadas. Por tanto, ese va a ser el gran reto.

Ha hablado, efectivamente, del debate, de las reflexiones que yo abrí aquí ayer. Señor Boné, lo dije y lo reitero: yo creo que eran reflexiones y sigo pensando que son reflexiones que es conveniente que se hable de ellas, y que se hable de ellas en los foros políticos, porque yo las estoy oyendo fuera de los foros políticos. Las estamos oyendo —y creo que no seré yo sola— en los medios de comunicación, las estamos oyendo en reuniones de asociaciones culturales... Es... No voy a decir vox pópuli, pero las estamos oyendo. Y nos equivocaremos si creemos que eso no tiene importancia. Y yo, única y exclusivamente, lo que he planteado aquí es: abramos un debate, reflexionemos todos en conjunto y tómense las decisiones que todos estemos de acuerdo en tomar cuando estemos de acuerdo en tomarlas. Pero yo, desde luego, no quiero cerrar mis oídos ni mis ojos a mensajes que llegan de muchas direcciones diciendo estas cuestiones. Y lo decía esta mañana y lo reitero: creo que tan importante es lo que hacemos en estas Cortes como la percepción que de lo que se hace en estas Cortes y en el Gobierno autonómico —que nace de ellas, por supuesto— tienen los ciudadanos. Y ahí es donde situaba yo el debate político, que yo creo que es un debate, como le decía, abierto en la sociedad en estos momentos.

Líneas maestras. Siguen siendo las mismas. Y yo hablé ayer, yo hablé de continuidad en el empleo, en las políticas sociales, el autogobierno que usted planteaba. Y lo dije antes de escucharle a usted; dije que el pacto había funcionado, que lo que habíamos hecho hasta aquí no era todo, que era la primera parte —creo recordar que dije la primera estación, no era la estación término; creo que dije que era una estación intermedia—, y esta es la idea que yo tengo si los aragoneses vuelven a darnos la confianza para sumar suficientes mayorías en esta Cámara. Porque, señor Boné, coincido con usted: los próximos años van a ser cruciales. Van a ser cruciales porque muchas cosas han cambiado con esta crisis, y no solamente en materia económica, y, por tanto, habrá que adecuarse a esas nuevas situaciones que han cambiado con la crisis. Lo he dicho más de una vez, y creo que es el momento de repetirlo: va a ser necesario...; si siempre lo es, creo que en los tiempos que vienen va ser necesario hacer política con mayúsculas y aprender de los errores del pasado. Todos, porque nadie es perfecto, cualquier obra humana es perfectible, y creo que es imprescindible aprender de los errores del pasado. No volver a hacer de cigarra para que luego, en la etapa de las hormigas, sean los ciudadanos quienes lo pasen muy mal.

Señorías, señor Torres, no más que gracias, gracias por su trabajo al frente del grupo parlamentario —creo que lo puedo decir en nombre de todos los diputados—. Ser portavoz de Gobierno en una etapa complicada tampoco es fácil; no sé si más o menos complicada que la del señor Boné, pero en cualquier caso tampoco es fácil, así que gracias por su esfuerzo y por su trabajo. [Aplausos.]

Y solamente termino ya diciendo que, a lo largo de este debate, lo que he intentado es decir dónde estábamos, cuáles son las circunstancias en las cuales hemos desarrollado nuestro trabajo, dónde estamos, pero, sobre todo, lo que he querido es mandarles a los aragoneses un mensaje: que ha sido época muy dura, que ha sido época muy complicada, que somos conscientes de que todavía hay mucha gente que lo está pasando muy mal, pero que en estos momentos hay motivos para la esperanza y hay motivos para esperar —valga la redundancia— un futuro mejor; y que para conseguir ese futuro mejor seguiremos trabajando con ahínco para mejorar las condiciones de vida de todos los aragoneses, que es tanto como decir mejorar Aragón.

Muchísimas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.

Señorías, antes de que abandonen el salón, recuerdo a sus señorías que, a partir del momento en que se suspenda la sesión hasta mañana a las nueve treinta, se abre un plazo de dos horas para la presentación por los grupos parlamentarios de las propuestas de resolución. Tienen dos horas en consecuencia —más o menos hasta las seis— para hacerlo.

Y se suspende la sesión hasta mañana a las nueve treinta. [Se suspende la sesión a las quince horas y cincuenta y cuatro minutos.]

CORTES DE ARAGÓN
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