Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General Aragón (DGA)

Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar de su posición sobre el proyecto de trasvase de agua desde la cuenca del Ebro, de 0,62 hectómetros cúbicos, para las localidades de Forés, Les Piles y Santa Coloma de Queralt (Tarragona) y Montmaneu (Barcelona), para el que la Agencia Catalana del Agua (Generalitat de Catalunya) solicitó autorización al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y sobre el que este ha pedido informe al Gobierno de Aragón.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 058 de Plenos (VII Legislatura)
Intervinienen: Velasco Rodríguez, Javier - Ibeas Vuelta, María Nieves - Barrena Salces, Adolfo - Allué Sus, Javier - Suárez Lamata, Eloy Vicente - Sada Beltrán, José Javier

El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión [a las diez horas y doce minutos].

Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión plenaria celebrada el 30 de diciembre de 2009.

Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión plenaria celebrada el 30 de diciembre de 2009. Queda aprobada por asentimiento.

Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar de su posición sobre el proyecto de trasvase de agua desde la cuenca del Ebro, de 0,62 hectómetros cúbicos, para las localidades de Forés, Les Piles y Santa Coloma de Queralt (Tarragona) y Montmaneu (Barcelona), para el que la Agencia Catalana del Agua (Generalitat de Catalunya) solicitó autorización al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y sobre el que este ha pedido informe al Gobierno de Aragón.

Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón, acordada por la Junta de Portavoces, a propuesta del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, para informar de su posición sobre el proyecto de trasvase de agua desde la cuenca del Ebro, de 0,62 hectómetros cúbicos, para las localidades de Forés, Les Piles y Santa Coloma de Queralt (Tarragona) y Montmaneu, en Barcelona.

Tiene la palabra el presidente del Gobierno, en este caso, el consejero de Presidencia, señor Velasco, para exponer su posición.

El señor consejero de Presidencia (VELASCO RODRÍGUEZ): Señor presidente.

Señoras y señores diputados.

Comparezco en representación del presidente del Gobierno de Aragón, a petición del Grupo Chunta Aragonesista, para informar sobre la posición del Gobierno y del presidente sobre el proyecto de transferencia de agua desde la cuenca del Ebro a tres municipios de la provincia de Tarragona y a un municipio de la provincia de Barcelona.

Señorías, somos conscientes de que todas las cuestiones y circunstancias que afectan a la gestión de los caudales hídricos adquieren un especial interés para el conjunto de la sociedad aragonesa. Les puedo asegurar que el Gobierno de Aragón aborda estos asuntos con suma atención y con el mayor rigor posible.

Y en el caso concreto de la transferencia de caudales desde la cuenca del Ebro a las localidades de Forés, Les Piles, Santa Coloma de Queralt, en la provincia de Tarragona, y de Montmaneu, en la provincia de Barcelona, no ha sido una excepción.

Por ello, para situar la cuestión, es conveniente hacer un relato ordenado de lo acontecido.

Con fecha 11 de noviembre de 2009, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino informa al Gobierno de Aragón de la solicitud de transferencia de hasta un máximo de 0,62 hectómetros cúbicos/año en el escenario de 2030 a las mencionadas poblaciones, que efectúa la Agencia Catalana del Agua, y nos pide que emitamos el preceptivo informe al que se refiere el artículo 72.3 de nuestro Estatuto de Autonomía.

Conviene dejar claro que la autorización de la transferencia corresponde al Ministerio de Medio Ambiente y que esta, por pequeña que sea la cuantía, requiere la emisión de un informe por parte de la Comunidad Autónoma de Aragón. Es la consecuencia del Estatuto de Autonomía de Aragón, aprobado por esta Cámara y por las Cortes Generales, que aprobaron la Ley Orgánica del 20 de abril de 2007.

Estamos hablando de un informe referido a una transferencia de aguas desde el embalse de Rialp, en la cuenca del Ebro y en la provincia de Lérida, a poblaciones de las cuencas internas de Cataluña. Una transferencia de escasa entidad, si atendemos al volumen de agua, y caracterizada porque todas las afecciones directas se producen en Cataluña. Aun en ese caso, prevalece el criterio de unidad de cuenca, y la Comunidad Autónoma de Aragón es parte interesada y tiene la voz que le otorga la emisión del informe preceptivo, previsto en el artículo 72.3.

El principal objetivo de este informe, de acuerdo con el Estatuto de Autonomía y la Ley de Ordenación del Territorio de Aragón, es asegurar que la transferencia de caudales propuesta no afecta negativamente a los intereses de sostenibilidad, a los derechos de la población y que no resulta incoherente con la política aragonesa de ordenación del territorio.

Para ese fin, desde el Departamento de Presidencia, se procedió a pedir los respectivos informes a diversas instancias. Tanto la Dirección General de Servicios Jurídicos como el Instituto Aragonés del Agua nos aportaron sus cualificadas opiniones. Por el contrario, no fue posible contar con el informe del Consejo de Ordenación del Territorio de Aragón, porque en el momento de la solicitud no estaba constituido conforme a la Ley 4/2009.

Evacuadas esas consultas, el consejero de Política Territorial, Justicia e Interior y yo mismo propusimos al Consejo de Gobierno del día 15 de enero de 2010, para su debate y aprobación, el informe en relación con una transferencia de caudales para el abastecimiento del canal Segarra-Garrigues, de la demarcación hidrográfica del Ebro, a cuatro municipios situados parcialmente en la demarcación hidrográfica de las cuencas internas de Cataluña.

El informe, de forma sintética, considera que la transferencia de caudales en los términos propuestos no afecta a los derechos de las generaciones presentes y futuras de los aragoneses y es coherente con la política de ordenación del territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Pero además, para reforzar y garantizar esas consideraciones, se establecen una serie de condiciones que acotan la transferencia hídrica pretendida, tanto en el espacio como en el tiempo, así como en su cuantía. Por eso, voy a referirme a los condicionantes que se incorporan en el informe, condicionantes que deben cumplirse todos y cada uno para dar satisfacción a las exigencias que plantea el Gobierno de Aragón en relación a la transferencia de caudales hídricos.

El primer grupo de cautelas son las jurídicas. Se exige que la transferencia de caudales cuente con la autorización requerida por la Ley del Plan Hidrológico Nacional.

Se exige que la transferencia cuente y acredite que la obra es de interés general, tal y como requiere la Ley de Aguas.

Igualmente, se exige la recuperación de los costes ocasionados por la transferencia de caudales, según la Ley de Aguas, y la Directiva de la Unión Europea por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de las políticas de agua.

Por otro lado, se demanda la justificación de la necesidad de abastecimiento a las poblaciones citadas y que se acredite la inexistencia de otras formas de abastecimiento con menor coste ambiental y económico.

Se acota el número de hectómetros cúbicos a transferir, con un máximo de 0,62 hectómetros cúbicos anuales. Y se acotan los municipios beneficiados: Forés, Les Piles, Santa Coloma de Queralt y Montmaneu.

Como se trata de una transferencia de caudales temporal y transitoria, el informe condiciona que la demarcación hidrográfica de las cuencas internas de Cataluña deberá desarrollar acciones y transferir recursos hasta alcanzar una solución definitiva, que haga innecesario este abastecimiento desde la cuenca del Ebro. Para ello, la Confederación Hidrográfica del Ebro y la Agencia Catalana del Agua supervisarán y garantizarán cómo se hace el abastecimiento y su temporalidad.

Otra condición importante radica en que los proyectos de obras deben contemplar mecanismos de desconexión para que cuando haya solución para el abastecimiento fuera de la cuenca del Ebro, la red construida no suponga obstáculo alguno.

Por último, y no menos importante en esta transferencia de caudales, es que no supondrá afección o merma de la reserva de agua de los seis mil quinientos cincuenta hectómetros cúbicos que para Aragón se establecen en la disposición adicional quinta el Estatuto de Autonomía.

En definitiva, el contenido del informe, con las prescripciones reseñadas, nos permite afirmar que damos cumplimento al Estatuto de Autonomía de Aragón, y prueba de ello es que el Ministerio de Medio Ambiente, por propia iniciativa, se ha dirigido al Gobierno de Aragón para informarle de la petición de transferencias de caudales y para solicitarle la emisión de un informe preceptivo en cumplimiento estricto del artículo 72.3 del Estatuto.

Que el Estatuto de Autonomía de Aragón es útil en tanto en cuanto obliga a contar con la opinión de Aragón para cualquier transferencia de caudales por mínima que sea y en cualquier lugar de la cuenca donde se produzca, reforzando el criterio de unidad de cuenca que siempre hemos defendido.

Que sin renunciar a nuestros principios de política ideológica, damos una respuesta medida, reversible, de sentido común y solidaria a un problema puntual y temporal que afecta a cuatro poblaciones.

Nuestra posición en materia de agua sigue siendo la misma que hemos defendido siempre: estamos donde estábamos, sin talibanismos, apoyándonos con firmeza en los criterios que en política de agua establecen nuestras leyes y nuestras directivas europeas.

Por último, podemos afirmar que la coherencia de la política de ordenación del territorio del Gobierno de Aragón no está en riesgo y, mucho más importante, que los derechos y los intereses de las generaciones presentes y futuras de los aragoneses están convenientemente defendidos.

Esta fue la propuesta y este fue el acuerdo del Consejo de Gobierno del día 15 de enero.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.

Turno de Chunta Aragonesista.

La señora Ibeas tomará la palabra a continuación.

La señora diputada IBEAS VUELTA: Gracias, señor presidente.

Señor Velasco, sin talibanismos... Usted, ¿usted era un talibán hace unos meses, hace unos años tal vez? ¿Miembros de su Gobierno eran unos talibanes en el mes de noviembre, diciembre, tal vez? A ver si van a tener que resolver ustedes un problema interno y no nos estamos enterando.

Ha hecho usted un relato con muy pocas ganas. Lo ha hecho en nombre del presidente del Gobierno, que me imagino que, de la misma forma que mi grupo no se ha tomado vacaciones, tampoco se las habrá tomado, pero hoy lo lógico es que hubiera venido aquí a estas Cortes, una vez que se ha reanudado ese periodo parlamentario de sesiones parlamentarias y, sobre todo, después de que se negara taxativamente a que hubiera una reunión expresamente sobre el tema del trasvase que ustedes autorizaban a esos cuatro municipios catalanes en el mes de enero, que es lo que tenía que haber habido, una diputación permanente, pero no quisieron.

Mire, esto es un trasvase, y ese es el primer punto de partida. Y estamos aquí, y esta vez sí que estamos todos de acuerdo: es un trasvase. Luego si es un trasvase, señor Velasco, tenemos que hablar al menos de varias cosas: hay que hablar del Estatuto de Autonomía, hay que hablar de los acuerdos que se han adoptado en estas Cortes —ha habido varios— y hay que hablar también de la voluntad de la ciudadanía aragonesa, de esas cuatrocientas mil personas que llegaron incluso, en alguna ocasión, a llenar las calles de Zaragoza, ¿o eran cuatrocientos mil talibanes, señor Velasco? ¡Cuatrocientos mil talibanes! No sé de dónde... En fin, bueno.

Estatuto de Autonomía, artículo 19.3. Yo no se lo voy a recordar porque usted lo conocerá igual que yo: corresponde a los poderes públicos aragoneses —y está clarísimo—, de acuerdo con el principio de unidad de cuenca, velar específicamente para que no exista ningún trasvase de aguas, transferencia de aguas de las cuencas que corresponden, en este caso, a la comunidad autónoma. Es que es clarísimo. Es el argumento que ustedes han estado utilizando.

El Gobierno de Aragón ha incumplido este mandato, ha incumplido este mandato estatutario. Y, además, lo hacen de una forma absolutamente fraudulenta, señor Velasco. Lo han hecho de tapadillo, lo han hecho de la peor manera que lo podían hacer.

¿Por qué entonces aprueban ustedes en un Consejo de Gobierno extraordinario esta decisión, y no tienen ni si quiera la dignidad de abrir a la opinión pública y a los medios de comunicación una sesión para que pudieran preguntar lo que tuvieran que preguntar? Aprovechando que era el 15 de enero, que quizás había gente que estaba de vacaciones y no se iba a enterar... Pero aquí había mucha gente que estábamos siguiendo lo que ustedes estaban haciendo, mucha gente.

Acuerdos adoptados. ¿Le tengo que recordar también, señor Velasco, los acuerdos adoptados? Le voy a recordar única y exclusivamente el último, el último que se adoptó en el año 2008, que fue a raíz de una moción. Una moción que fue dimanante de una interpelación en relación con la política de Gobierno sobre los trasvases. Y era una moción que presentó mi grupo parlamentario. ¿Qué es lo que acordamos? Yo pensaba y mi grupo pensaba que quedaba absolutamente claro. Esto sí que se lo voy a leer, por si acaso no lo tiene usted delante: «Las Cortes de Aragón, en cumplimiento de las previsiones de nuestro Estatuto de Autonomía, en coherencia con los acuerdos adoptados por la Cámara y respetando la decidida voluntad del pueblo aragonés... —del pueblo aragonés, señor Velasco, el que está fuera, el que ha decidido que todos los que estamos aquí hoy estemos aquí—, respetando la decidida volunta del pueblo aragonés, reiterada y masivamente expresada con cualquier trasvase de agua del Ebro, contra cualquier trasvase —no contra equis menos uno, sino contra cualquier trasvase del agua del Ebro—, instan al Gobierno de Aragón —y no le cito más que el primer punto—, a rechazar con rotundidad los pronunciamientos y actuaciones favorables a cualquier trasvase del Ebro y, en general, a los trasvases intercuencas». Eso es lo que aprobamos aquí los sesenta y siete talibanes, señorías, que estábamos presentes aquel 12 de diciembre del 2008.

Hombre, yo creo que, sinceramente, usted no está asumiendo el papel que le corresponde, señor Velasco, como debería asumirlo. Eso es lo que yo veo.

Hay, mire, una voluntad popular... Yo creo que eso no hace falta ni que se lo recuerde yo, porque desde el propio Gobierno se están lanzando mensajes. Evidentemente, si hay algo que nos une a los aragoneses en este caso es que la mayoría de quienes vivimos en este país estamos en contra de los trasvases, estamos en contra de los trasvases.

Usted habla de un informe, incluso anunciaron, eso sí, ante los medios de comunicación algunas de las condiciones que planteaban para que el informe, finalmente, fuera aprobado por el Gobierno de Aragón. Hablaban de un informe. Ojo, un informe, señor Velasco, que es preceptivo, pero que sabe usted perfectamente que no es vinculante. Luego, ustedes sabían perfectamente que aquí no tienen nada que hacer. Es decir, que si el Gobierno central, habida cuenta del peso que tenemos en el conjunto de las autonomías, si el Gobierno central, a requerimiento de la Agencia Catalana del Agua o cualquier otra, decide que haya un trasvase, señor Velasco, habrá un trasvase, ¡habrá un trasvase!

Por eso, para qué se iban ustedes a meter en el embolado de plantear un informe que no aceptara este trasvase, si se lo iban a tener que comer exactamente igual. Esa es la realidad, yo creo que triste realidad, que nos toca vivir.

Por cierto, además, incluso a la hora de plantear esas condiciones y de comprobar cuál ha sido el resultado, oiga, es que es muy fácil entender que ustedes han intentado embolicar a la ciudadanía de mala manera. Porque ustedes dijeron que una de las condiciones para que este informe fuera favorable es que las setenta y dos poblaciones con problemas de abastecimiento de agua iban a tener una consideración especial, que esas necesidades de abastecimiento de agua de boca de setenta y dos pueblos aragoneses iban a ser consideradas de interés general. Pero usted, o no ha dicho que eso no se cumple, porque el informe que finalmente aprobó su Gobierno no incluye, dentro de las ocho condiciones, señor Velasco, no incluye dentro de las ocho condiciones esa. ¿De acuerdo?

Este informe que tengo yo en la mano y que lo tendrá usted encima de su mesa expone, entre otras cuestiones, ocho condiciones, ocho (una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho). Y ahí no está esa, es que no está. Fuera de las condiciones, ustedes se permiten hacer una reflexión, porque yo no sé si se puede decir de otra manera, y plantean, segundo, fuera de las condiciones —insisto— y esto lo tienen que saber bien la ciudadanía.

Segundo, solicitar a la Administración general del Estado la misma sensibilidad que se mantiene con otras comunidades autónomas para que las necesidades de agua de boca de estos setenta y dos municipios que en el año 2009 tuvieron problemas puedan ser consideradas de interés general.

Esto es una tomadura de pelo, señor Velasco. Es una tomadura de pelo. ¡Solicitar al Gobierno, a la Administración general del Estado...! Es que no pueden ustedes ni siquiera exigir en este caso. Se solicita que tenga la misma sensibilidad —oiga—, la misma sensibilidad que se tiene con cuatro municipios, cuando en Aragón, desde el año 2006, 2007 y 2008, ha habido ciento ochenta y cuatro municipios con problemas reales de abastecimiento de agua. Ustedes incluyen en este anexo setenta y dos. Casi ciento noventa... Pero, ¿qué están contándonos? ¿No ve que están contando solamente una parte y que es muy evidente, señor Velasco? Es muy evidente. Ustedes, ni siquiera han puesto esta condición, es decir, han emitido un informe favorable, han adaptado su informe a lo que se les pide de Madrid para que se pueda, finalmente, aceptar el requerimiento de la Agencia Catalana del Agua, y nada más, y nada más. Eso es lo que ha habido y eso es lo lamentable, porque creo que les está poniendo en una situación muy mala.

Hablan de temporalidad, pero temporalidad, oiga, que es que, por lo menos, eso es hasta el año 2032, que es que no estaremos ni usted ni yo aquí. Vamos, yo, no. De su partido y alguno del Gobierno, a lo mejor, todavía tienen aspiraciones. Año 2032, señor Velasco, 2032. ¿Eso es temporal? Eso no es temporal. Cuando, además, los alcaldes están señalando clarísimamente que no se trata de una necesidad temporal, que es una cuestión absolutamente estructural. Es un problema de abastecimiento real de agua de boca, y se lo vamos a revolver porque es una cosa temporal. Que no, que no es temporal, no se empeñen en seguir diciendo lo que se le está diciendo desde Cataluña. No es temporal. No es excepcional. No es excepcional. No es una situación de emergencia.

Se habló clarísimamente de estos temas antes. Hay una previsión de crecimiento urbanístico que implicará necesidades reales en el futuro en Cataluña, por supuesto. O sea, que si no es cierta la temporalidad ni la excepcionalidad ni la emergencia, ni siquiera han sido ustedes capaces de atar el tema de las contraprestaciones, pues, ya me dirá usted qué quiere que le digamos.

No me extraña que presentaran aquel informe a escondidas. Lo que aún me extraña es que lo presentara el vicepresidente del Gobierno, señor Biel, o que tuvieran aún sentido de salir el día que hubo un consejo ordinario en el mes de enero, pero el martes anterior a esa aprobación, con la luz encendida. Tenían que haber salido con la luz a oscuras, sin luz, a oscuras. Porque esto es absolutamente infumable. Y perdóneme que utilice este término coloquial.

¿Solicitarán alguna vez que sean de interés general estas necesidades de abastecimiento? Si son reales, ¿por qué no han hecho nada hasta el momento? ¿Qué pasa con estos ciento ochenta y cuatro municipios aragoneses? ¿Ha tenido que llegar una petición de la Agencia Catalana de Agua para que ustedes se pongan aquí a pensar que efectivamente había que hacerlo? No, no. No han hecho nada, y lo están viviendo año tras año, con muchas dificultades, en cada uno de esos pueblos, y ni si quiera lo atan aquí, ni si quiera lo atan aquí, señor Velasco.

¡Qué mal! ¡Qué mal lo han hecho! ¿Por qué no han pedido también que sea de interés general, en este caso, la travesía central pirenaica, el Canfranc, ahora que había ocasión de haber incluido en la agenda europea, precisamente, temas que nos incumben a los aragoneses y no han sido capaces de incluirlos? O incluso han trabajo para que salieran de esa agenda. Y nos viene a contar que este es un acuerdo bueno.

Mire, esto es mentir a la ciudadanía. Sencillamente, se rompe la unidad de cuenca, que es un principio fundamental, es el principio en el que se ha basado aquí, en Aragón, prácticamente todas y cada una de las protestas y de las reacciones para que no haya un trasvase, y si se rompe la unidad de cuenca para que pueda haber un trasvase con la margen izquierda del Ebro y, por lo tanto, con pueblos catalanes, oiga, ¿qué argumento van a utilizar ustedes o vamos a tener que argumentar aquí para que en el futuro no pueda haber, por ejemplo, un trasvase en la margen derecha, porque haya pueblos de Castellón que están acreditando o que pueden acreditar esta misma necesidad de agua de boca? ¿No se dan cuenta de lo que están abriendo? Si abren la tajadera, está claro que la abren para todo el mundo. O, ¿qué pasa?, ¿que solamente nos vamos a oponer, señor Velasco, a los trasvases que plantea el Partido Popular? Porque igual es una cuestión de esas. ¿Qué pasa? Que si en un trasvase que plantea el Partido Socialista, si la cosa es muy evidente porque es mucho caudal, ya veremos a ver si decidimos si es trasvase o no, y si es poco, bueno, es un minitrasvase.

Que no, que no se trata de cantidad, que es una cuestión de concepto, y eso lo dijo perfectamente el portavoz del Gobierno. Es una cuestión de concepto. Es una cuestión del efecto multiplicador que va a tener esta iniciativa del Gobierno de Aragón, esta actuación del Gobierno de Aragón; más que iniciativa, porque ustedes están dejando...

El señor PRESIDENTE: Señora diputada, concluya, por favor.

La señora diputada IBEAS VUELTA: Sí. Concluyo, señor presidente.

Mire, han sentado un gravísimo precedente, gravísimo, ¡gravísimo!

Dicen que están donde están, donde han estado siempre. Yo no sé dónde han estado. ¿Dónde estaban ustedes? O qué pasa, ¿que ustedes no salieron, cuando salíamos las cuatrocientas mil personas a la calle? ¿Dónde estaban? ¿Dónde estaban? Eso es lo que no sé. Cómo que estamos donde estaban. No, no, no está el Gobierno de Aragón donde estaba. No están en la misma situación.

Mire, el portavoz del Partido Aragonés, que es precisamente uno de los partidos que sostiene al Gobierno, el portavoz aquí en las Cortes, el señor Allué, dijo que se opondría su partido, que se opondría a cualquier trasvase que pudiera hipotecar en el futuro, ta, ta, ta, ta... ¿Se opondría? Ya no, señor Allué. Ahora ya han cambiado las cosas. Ya nos explicará por qué.

El consejero de Medio Ambiente, que curiosamente también es del Partido Aragonés, el señor Boné, dijo que había que utilizar el Estatuto de Autonomía para parar cualquier trasvase. Que esa es la primera condición que tenemos que tener bien claro, y que si se argumentaba el caso de la solidaridad, que eso les viene a ustedes muy bien (solidaridad con Haití y solidaridad con esta petición del trasvase), pues, oiga, no mezclen esas cosas, ¿eh?, que eso es muy serio. El señor Boné lo dijo. Señor Boné, ¿se acuerda? Dijo usted que la casuística de la solidaridad no tenía que resolverse mediante un trasvase. Claro, eso era en diciembre. Qué pasa, ¿que no se tenía que resolver mediante un trasvase en el mes de diciembre y en enero, sí, el 15 de enero, sí? ¿Qué ha pasado en el camino? Solidaridad, ahora, y antes, no. ¿Le han lavado el cerebro, señor Boné? Es que es el consejero de Medio Ambiente. Es que esto es...

Pero es que el vicepresidente del Gobierno de Aragón, el vicepresidente, el señor Biel, que hoy también tendría que haber estado aquí por muchas razones, porque ha abierto mucho la boca en estas últimas semanas, señaló —y le cito textualmente— que «esto produce un efecto multiplicador. Lo digo como portavoz del Gobierno y es verdad». Mentira. No hacen más que hablar para no hacer nada de lo que se acuerda en estas Cortes.

Nos queda una cosa muy clara: con mayoría del PSOE y con mayoría del PP en el Gobierno de Madrid, en el Gobierno central, señorías, habrá trasvases si hay presiones. Y eso, o lo tenemos bien claro o, si no, pues, seguiremos dándole la vuelta. Desde luego, yo creo que lo tiene claro el PSOE, lo tiene claro el PP, lo tiene claro también mi grupo parlamentario.

Mucha palabrería, señor Velasco, por parte de su Gobierno, mucha impostura. Todo es pura fachada. Durante muchas semanas, todo es pura fachada, porque usted, realmente, en la defensa de los recursos aragoneses, se ha demostrado que si se tienen que enfrentar a alguien, dan el paso hacia atrás. Ustedes no se crean nada, nada, no se crean nada que les pueda generar algún tipo de problema con el sillón que están ocupando. Que esa es la postura fundamental, aunque sea a costa de nuestro Estatuto de Autonomía, que lo digo yo, que formo parte de un partido y de una formación política y de un grupo parlamentario en el que dijimos que era poco que fuera preceptivo, que tenía que ser vinculante, que lo digo yo, que ni si quiera votamos a favor de ese estatuto de mínimos que no se atreven ustedes ni siquiera a defender, aunque sea a costa del Estatuto de Autonomía, aunque sea a costa, señor Velasco, de los acuerdos de estas Cortes, y eso es muy serio, y lo que es más grave, aunque sea a costa de la voluntad general del pueblo aragonés.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

En nombre de Izquierda Unida, el señor Barrena tiene la palabra.

El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente.

Señorías, yo empezaré por hacer una reflexión, porque en absoluto soy talibán, pero no me gusta el talibanismo en ninguno de los aspectos en los que se puede emplear: no me gusta el talibanismo lingüístico, que a veces se asocia; no me gusta el talibanismo geográfico, porque, además, no existe, y no me gusta el talibanismo hidráulico, porque puede no existir.

Entonces, a estos debates, desde Izquierda Unida, siempre intentamos aproximarnos desde nuestro planteamiento nítido y claro de movimiento político y social de la izquierda, en la que el internacionalismo solidario lo aplicamos también en nuestros sitios donde trabajamos y en donde, cuando hablamos de una cosa como esta, que es del agua para abastecimiento a cuatro municipios, no se nos olvida o lo tenemos en cuenta, que Aragón comparte cuenca con el Júcar, con el Tajo y con el Duero.

Y que dentro de los más de mil núcleos habitados que hay en Aragón, habría que mirar muy bien, habría que mirar muy bien, habría que mirar muy bien cómo y de qué manera tienen resueltos sus abastecimientos o van a tener que resolver sus abastecimientos antes de llevar el debate a los términos que creo que se está llevando.

Yo, señor Velasco, señores del Gobierno de Aragón, lo hemos dicho siempre públicamente, cuando hemos defendido una gestión hidráulica del agua, en función de la eficiencia, la racionalidad, los principios de la nueva cultura del agua (el principio de unidad de cuenca, el principio de la participación), siempre hemos dicho que hay una cosa, que hay una cosa a la que Izquierda Unida no se opondría nunca: a resolver el problema de abastecimiento para agua de boca a ciudadanos o ciudadanas estén donde estén.

Dicho esto, nosotros sí que creemos que, en coherencia con la situación, en coherencia con la normativa, en coherencia con nuestro Estatuto de Autonomía de Aragón y en coherencia con lo que es el sentido común (que yo creo que siempre debe presidir la acción política, porque estamos representando a ciudadanos y ciudadanas), hay que poner algunas cautelas que, desde mi punto de vista, el informe que ustedes han emitido no tiene. Y que yo, desde aquí, les invito —permítanme la expresión— a, si lo consideran oportuno, si lo consideran así, resolver las carencias de su informe con una resolución de estas Cortes, que reforzaría la posición del Gobierno, que sentaría bases para gestión clarísima de estos problemas y que permitiría resolver el problema puntual de abastecimiento de boca que tienen cuatro localidades (tres de la provincia de Tarragona y una de la provincia de Barcelona).

¿Qué es lo que yo creo que le falta a su informe? Bueno, pues, yo creo que hay que garantizar que el expediente que al final tiene que aprobar el Ministerio de Medio Ambiente (Gobierno de la nación), tiene que contener, tiene que contener necesariamente el expediente de justificación de que la Agencia Catalana del Agua (el Gobierno de la Generalitat), primero, ha intentado resolverlo con sus recursos propios; segundo, no ha podido, y tercero, fija un compromiso, fija un compromiso temporal de resolución del problema. Eso nos parece fundamental, que es más contundente, por una parte, pero también más serio que eso de «deberá contar con...». Nos parece.

Segunda cuestión. Yo creo que a este informe también le falta una cosa: decir «será temporal y transitoria» es lo mismo que decir ad aeternum (permítanme el latín), porque tan temporal es una semana, como cinco siglos, como tres milenios. Entonces, ¡claro!, si estamos hablando para dentro de tres semanas, le digo: ¡hombre!, no... En fin, que es imposible, no, no... Si me están hablando de dos años, me puede parecer razonable y lo puedo apoyar. Si me hablan de cien años, ya le digo que no. Por lo tanto, expresado así, no nos den armas a la oposición y aclarémoslo: ¡fijemos una temporalidad para saber bien de qué hablamos! Una cosa razonable, insisto. Yo estoy dispuesto a sumarme a un acuerdo en lo que veamos razonable.

Es más, le puedo asegurar que he hecho gestiones con mis compañeros y compañeras de Cataluña, con mis «primos» y con mis «hermanos» que están en el tripartito y que incluso tienen responsabilidades en la Agencia Catalana del Agua, y le puedo asegurar que habría posibilidades de encontrar un acuerdo común en cuanto a la temporalidad. ¡Bueno!, pues, si de aquí lo planteamos, le puedo asegurar que podría resolvernos el problema.

¿Cuál es la otra cuestión que yo creo que le falta a este informe? Es... Pues, ¡vale! Es verdad que dice el informe que la CHE (la Confederación Hidrográfica del Ebro) y la Agencia Catalana del Agua crearán los mecanismos de control adecuados para supervisar y garantizar las condiciones en las que se efectúa el abastecimiento y cómo se va cumpliendo eso que es temporal y que tal. ¡Bueno!, yo creo que ahí falta algo. Porque como todavía no está resuelta la participación de todas las comunidades autónomas en la CHE, pues, yo creo que lo que habría que decir es que en esa comisión o en ese órgano de control de esta situación temporal, transitoria, tiene que garantizarse claramente la participación de los gobiernos de la cuenca, de todos. Porque yo sigo defendiendo el principio de unidad de cuenca, sigo defendiéndolo, y me lo creo.

Luego, yo creo que en su informe hay una cosa que puede conducir a error. Yo, pues, se lo sugiero también, para que quedara claro. No es lo mismo una «concesión de caudales», que genera derechos, que una «autorización transitoria para esta situación reversible». Entonces, en su informe aparecen los dos términos: «uno u otro». No. Yo creo que hay uno que no puede aparecer, porque tenemos abierto el tema de la concesión de caudales. Sabe usted que estamos reivindicando —yo creo que ustedes también— que aquellos caudales cedidos a las empresas hidroeléctricas que ya no utilizan, que no puede ser que lo sigan teniendo para hacer negocio el día que se monte lo que se monte. Pues, por eso, yo creo que no podemos resolver esta situación mediante la fórmula de una concesión.

Y como ve, en toda mi intervención hasta ahora, no estoy diciendo que no se les deje el abastecimiento de agua de boca a cuatro municipios catalanes.

Entonces, con esos planteamientos y, por supuesto, con el compromiso del Ministerio de Medio Ambiente de que igual que se van a resolver esos abastecimientos a esos cuatro municipios, se resuelven también, con un plazo temporal, los problemas que tiene Aragón y los municipios de Aragón, pues, yo estaría dispuesto a firmar ese acuerdo y a firmar ese apoyo.

No sé si en este debate, salvo el apasionamiento..., bueno, porque, evidentemente, da luego mucho que hablar, mucho que leer y mucho que decir, pues, no sé si en esos términos no podríamos convertir una sesión de esta Cámara en una propuesta que saliera de esta Cámara, que permite gestionar el agua adecuadamente, que refuerza posiciones a favor de la gestión hidráulica, que defiende el principio de unidad de cuenca y que busca soluciones, cuando hay ciudadanos y ciudadanas que se quedan sin abastecimiento de boca. Ahí, a Izquierda Unida la van a encontrar. En otras cosas, desde luego, no.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Turno del Partido Aragonés.

El señor diputado ALLUÉ SUS: Bueno. Gracias, presidente.

Señorías.

Señor Velasco.

Señora Ibeas, algunos cumplen, simplemente, con decir «no», y a otros nos gusta, sobre todo, hacer cosas y generar ideas para poder evitar trasvases. Es la diferencia entre la política que aplica Chunta Aragonesista y la que, al menos, intentamos aplicar desde el Partido Aragonés: generar ideas y hacer cosas para poder evitar trasvases. Nosotros estamos de acuerdo: somos antitrasvasistas, pero nosotros queremos regular el río. Ustedes, no. Es lo que nos diferencia, es lo que nos diferencia.

No obstante, ¿se cumplirá el informe que ha hecho el Gobierno de Aragón? ¿Se cumplirá el informe, aplicando los preceptos estatuarios? Usted, prácticamente, ha dicho que no se cumplirá. ¡Si es casi como decir un «no»! Es como... Si usted ve lo del «Curso de oregonés para foráneos», seguro que ahí sale la respuesta de cómo dicen los aragoneses «no»: «Pues, sí, pero...». ¡Pues, esta es una manera, prácticamente, de decir que no! ¡Lea el informe!

Sinceramente, creo... —y no quiero hablar sobre el informe, porque me había preparado otra intervención—, creo que el Gobierno ha actuado con responsabilidad. El Gobierno de Aragón ha actuado con responsabilidad al emitir este informe, aplicando los mecanismos estatutarios, porque creo que se mantienen los principios antitrasvasistas si lee, efectivamente, las condiciones, que son eje, además, de nuestros acuerdos y de muchas resoluciones que se aprobaron en esta cámara, que me las sé todas, señora Ibeas, e incluso hasta lo que yo digo, sobre todo cuando hablamos de agua del trasvase. Y de lo que dice ya el consejero Medio Ambiente, pues, para qué le voy a decir. Sabe muy bien lo que dice cuando hablamos de estas cosas.

Pero, efectivamente, no es un «sí», y ya está, sino que es un «sí» reconociendo que hay una necesidad de abastecimiento y que se establecen una serie de condiciones para que se cumplan, para que dicha transferencia no afecte a los derechos de las generaciones presentes y futuras, tal y como dice nuestro Estatuto de Autonomía, el Estatuto que quisimos todos. Por lo tanto, hemos hecho la defensa, y el Gobierno ha hecho la defensa y aplicación de sus estatutos. A partir de allí, ¿se cumplirán? Eso, pronto lo sabremos. Y, por tanto, verteremos también nuestras propias posiciones y nuestras opiniones. Y ya está.

Ahora, ¿qué es lo peor de esto en muchos casos? Pues, efectivamente, pues, la cara que se te queda. Porque nada está al margen de nada. Porque se produce, además, un componente social importante en función del momento, además. Y resulta que coincide cuando Barcelona nos quiere disputar las olimpiadas y dejarnos fuera. Y nos discuten hasta nuestra propia historia y se apropian de nuestra historia. Y esto genera un componente social muy importante.

Y decimos: ¡pues estamos hartos ya! Y yo lo digo aquí, en esta tribuna, y supongo que todas sus señorías lo comparten. Y apelan a la solidaridad, porque es agua para boca. Solidaridad, y también digo, señor Velasco, ¡es verdad!, ¡digamos alto y claro que ya hay ocho trasvases silenciosos del Ebro!, que abastecen a más de un millón y medio de personas que residen fueran de su cuenca, y esto lo tenemos que decir alto y claro, sobre todo cuando nos tachan de ser insolidarios. A pesar de ser un trasvase, una transferencia de pequeña cuantía.

Y, por supuesto, el efecto llamada, pues, ¡claro que sí! Esto es lo que más me preocupa, más que el trasvase de pequeña cuantía, el efecto llamada, porque ya sabemos que la Generalitat Valenciana y el Gobierno de Murcia reclaman ya también la misma cantidad de agua por habitante para las localidades de sus comunidades que tengan problemas de abastecimiento o problemas de riego. Y esto, ¡claro que es un problema! Y a nosotros, a los del PAR, nos preocupa.

Y del informe, decimos que a ver qué otras alternativas pueden existir, y no sé si nos las pondrán encima de la mesa, pero seguro que existen. Seguro que existen algunas alternativas. De momento, ¡ahorrar!, sobre todo en la agricultura, que es donde más consumen, en Cataluña, y con menos eficiencia..., o si reutilizan la mitad del agua depurada de la que vierten... Estos conceptos no los aplican, ¡podrían servir! Y lo tendremos que decir aquí, para el caso de que eso vaya adelante.

Y la cuestión es que el problema se va a volver a repetir, porque en años secos, siempre se presenta déficit de disponibilidad. Aquí también, pero allí también: en las cuencas internas, seguro. Las cuencas internas, en años secos, según mis datos, suelen tener un déficit entre cien y ciento cincuenta hectómetros cúbicos. Por eso, en el anterior Plan Hidrológico Nacional, el extinto Plan Hidrológico Nacional, ¡ya recogía un trasvase de ciento noventa hectómetros cúbicos hacia arriba! Lo recordarán sus señorías. Que no solo era el del arco Mediterráneo: también ciento noventa hectómetros cúbicos estaban previstos en un Plan Hidrológico Nacional. Con lo cual, este problema va a existir siempre, va a existir siempre. Por lo tanto, tendremos que estar alertas. No va a ser solo esta pequeña transferencia de pequeña cuantía, que parece que nos salva la cifra, pero la cifra, con el efecto llamada que produce, es, efectivamente, el problema al que nos enfrentamos, desgraciadamente. Por eso, algunos queremos generar ideas para evitar trasvases, no solo con la política del «no, y ahí me quedo», y ya está.

Pero, además, algún dato me parece muy importante. El abastecimiento está previsto que se produzca desde el canal Segarra-Garrigues, y como saben sus señorías, se trata de la infraestructura de regadío de mayor envergadura de las construidas en Cataluña, en España y, seguramente, en Europa. Es una obra de unas dimensiones extraordinarias. Cuando estén concluidas las obras en todos sus tramos, que se prevé en 2013, en 2013, fíjense las obras hidráulicas que podríamos citar aquí, y esas sí que van in aeternum, y esa es la pelea que tenemos que ganar.

Una inversión que superará los mil seiscientos millones de euros. ¡Mil seiscientos millones de euros, una inversión en Cataluña, el canal Segarra-Garrigues!, cuando sabemos que, prácticamente, las obras que quedan por hacer del Pacto del Agua aquí en Aragón, pues, rondarán, en función de la previsión presupuestaria que tiene, si las sumamos, entre dos mil o dos mil doscientos millones de euros. ¡Fíjense la diferencia!

Esta obra les va a permitir garantizar agua de boca a más de setenta y dos mil habitantes; incrementará en ciento ochenta mil kilowatios la potencia eléctrica de la zona; 84,7 kilómetros de longitud; setenta mil hectáreas de superficie regable; dieciséis mil usuarios; treinta y cinco mil kilómetros de tuberías, y una inversión equivalente a la nueva terminal, la T1 del aeropuerto del Prat. Y a eso, le añadimos el embalse de cola de l’Albagés (ochenta hectómetros cúbicos), para recoger las aguas sobrantes del canal.

¡Vaya obra que van a hacer allí para salvaguardar su desarrollo socioeconómico! Y están licitados todos sus tramos, por cierto. Y nosotros todavía tenemos pendientes obras de licitación. Ese es, sobre todo, el verdadero problema.

A eso yo le llamo regular un río: el Segre. Y qué poquica agua aportará el Segre luego para el delta. Esto es así. Más un plan de regadíos de Cataluña, que fue presentado ya esta legislatura, que prevé modernizar ciento setenta y cinco mil hectáreas de riego ya existentes e incrementar la superficie regada en ciento setenta y cinco mil nuevas hectáreas. ¡Cuatro mil cuatrocientos millones de euros a invertir hasta el año 2011 en un plan de regadíos! ¿Dónde está la política ahorrativa? ¡Pues esto lo tenemos que decir! Al menos, que se enteren, para que no digan que nos la están dando con queso, ¡que nos enteramos muy bien de lo que está pasando allí!, y esto es muy importante.

Y otra cuestión más: de esas setenta mil hectáreas —me refiero, porque tenemos que estar preocupados, efectivamente—, de esas setenta mil hectáreas, es posible que no se destinen a regadíos esas setenta mil hectáreas, sino que de ellas, prácticamente la mitad se declaren zonas de especial protección para las aves, zonas ZEPA. Y algunos analistas hay en Cataluña que dicen: «Como no se llevará para riego toda el agua del canal, efectivamente, esto podrá ser la excusa que podrá tener el Gobierno catalán para llevar esa agua a Barcelona». Por lo tanto, trasvase que te anuncio. Y ahí es donde tenemos que estar vigilantes.

Y concluyo ya, señorías.

A nosotros, lo que nos mueve es la posibilidad de intentar evitar cualquier tipo de trasvases. ¿Cómo? Lo hemos dicho en esta Cámara y, además, hemos aprobado resoluciones contundentes en estas Cortes. Tenemos que ejecutar las obras del agua. Si no nos las ejecutan, tenemos que intentar ejecutarlas por convenio, porque también lo permite el Estatuto, pero a eso tampoco nos acompañan, señora Ibeas. Tenemos, por supuesto, que aplicar los preceptos estatutarios que combaten los trasvases y, entre otras cosas, otra idea: gestionar la reserva hidráulica. Que lo hemos dicho muchas veces aquí, lo hemos dicho muchas veces aquí. Pero, sin embargo, ustedes tampoco nos acompañan. Vamos a quedarnos en el «no con el no». Yo creo que sabemos muy bien qué es lo que tenemos que hacer los aragoneses para poder combatir los trasvases y para regular nuestros ríos, que es solo..., solo eso lo que nos tiene que mover, en este tipo de debates.

Por lo tanto, señora Ibeas, yo, como usted: creo que el Gobierno de Aragón ha actuado con responsabilidad, pero, francamente, le digo que el informe de estas cosas, a mí no me produce una especial alegría.

Nada más, y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Turno del Grupo Popular.

Señor Suárez, tiene la palabra.

El señor diputado SUÁREZ LAMATA: Gracias, señor presidente.

Bien, señor Velasco, decía usted que el Gobierno ha actuado con rigor, hablaba de que esto es una «transferencia» (término que parece ser que está de moda) de escasa entidad, que esto es un problema de volumen, y dice usted que mantiene la misma posición que ha defendido siempre el Gobierno y que estamos donde estábamos.

Yo, señoría..., ¡por centrar un poco el debate!, es decir, al final, da la sensación de que esto es un problema conceptual. Trasvasar —se lo digo para centrar el tema— es pasar un líquido de un lugar a otro, y transferir es pasar algo de un sitio a otro. Yo no sé dónde verán ustedes la diferencia.

Pero creo que es determinante fijar el concepto por lo siguiente: porque es evidente que sí que ha pasado algo. Señoría, ustedes no están donde estaban, ni mantienen la misma posición. Porque, fíjese, 14 de diciembre, hace cuatro días: Conferencia de Presidentes Autonómicos. El señor Iglesias —le voy a citar literalmente, porque es importante precisar— rechazaba la posibilidad de cualquier... —se lo han dicho antes: «cualquier» no es «uno, sí; uno, no»—, cualquier trasvase del Ebro. Decía el señor Iglesias que no son partidarios de esas soluciones. Insistía —que esta es una gran teoría del presidente del Gobierno— en que Aragón ha conseguido modificar la política en cuanto a los trasvases o transferencias —llámelo usted como quiera— del Gobierno central, para acabar diciendo —ese otro gran discurso del señor Iglesias— que hay alternativas: la desalación. Este era el discurso de hace un mes y medio.

Pero, mire, el 18 de abril, cuando se suscita un trasvase a Barcelona —sabe usted perfectamente a qué me estoy refiriendo—, el presidente del Gobierno de Aragón, en la televisión autonómica —lo vieron todos los aragoneses que quisieron verlo—, decía —y cito literalmente—: «El Estatuto nos obliga a estar en contra de cualquier trasvase», y recalcaba: «repito: cualquier trasvase», para añadir: «Si el planteamiento es de un trasvase, no le quepa duda de que estaremos en contra». Esto es lo que decía el 18 de abril. Luego, ¡no diga usted que están en el mismo sitio! ¡No diga usted que no ha cambiado!, porque claro que ha cambiado algo. Ha cambiado lo siguiente, señoría: que después de dos años, se produce otra tentativa de transferencia, y ustedes, en un Consejo extraordinario, el 10 de enero, emiten, a instancias del Ministerio de Medio Ambiente, un informe sobre el proyecto de trasvase-transferencia del agua del Segre a cuatro localidades catalanas.

Algo ha pasado, señor Velasco, que es usted lo que no ha conseguido explicar aquí. Yo le oía y he tenido por un momento la sensación de que este Parlamento se había equivocado en el artículo 19 del Estatuto, al meter el principio de unidad de cuenca. ¡Si es que el principio de unidad de cuenca es elemental y muy sencillo! A partir de ahí, podemos hacer los triples saltos mortales que usted quiera, pero, al final, o se rompe o no se rompe el principio de unidad de cuenca. Igual tenemos que reconsiderar, como he oído al portavoz de Izquierda Unida, para situaciones muy particulares y especiales, donde sea agua de boca en momentos puntuales. ¡Pero igual hay que reconsiderar el Estatuto! Si atenemos a lo que usted decía, igual hay que hacerse ese planteamiento.

Y ahora vamos al informe. Yo, de entrada, señoría, no entiendo cómo eso es un informe o cómo ustedes lo llaman informe. Quizá sea un poco deformación profesional mía, pero, al final, un informe tiene unos antecedentes, es decir, para llegar a unas conclusiones, hay que saber de dónde venimos. Usted conoce perfectamente eso que llaman «informe», y claro, yo echo en falta lo que reclamaba el señor Boné a la Agencia Catalana: proyectos, alternativas, por qué esta solución sí y por qué otras no, qué harán en el caso de que haya que desconectar la tubería... ¡Pero es que resulta que toda esa información no se la ha aportado la Agencia Catalana del Agua!

Y claro, yo, lo que tengo que pensar una vez visto eso, es que ustedes han dicho: «Sí, bwana», o «Sí, amén», o «Sí, Zapatero», o «Sí, Montilla», pero ¡a pie juntillas!, sin pensarlo un minuto, señoría. Tenían tomada la decisión. ¡Pero está clarísimo, esa cuestión!, si no, les hubiera costado poco, y mire que hemos reclamado... ¡Ya no quiero ni pensar que tengan toda la documentación que reclamó mi grupo parlamentario y no nos la hayan podido remitir!

Dice usted que han introducido condiciones. Vamos a las condiciones, señor Velasco. Que se justifique que no hay otra alternativa. Pero vamos a ver, ¡si el señor Iglesias ha dicho, por activa y por pasiva, que la desalación es la alternativa a cualquier trasvase! Pues, resulta que sí que hay alternativa. Si es que hay un municipio que está tocando el mar, prácticamente. Luego, este es un punto..., que, bueno, para cubrir el expediente está bien. Pero alternativa, si nos atenemos a todo lo que le hemos tenido que oír al señor Iglesias, la hay: la desalación. ¿Qué pasa? ¿Que luego no ha funcionado o funciona en función de qué?

Dice el segundo punto: «El destino de la transferencia de agua es para la población». ¡Pues ya le han contestado algunos alcaldes!, que han dicho que destinarán el agua a lo que estimen oportuno y pertinente. ¿O qué van a hacer? ¿Les van a obligar a una doble tubería, para que el agua no vaya a las empresas y sea agua de boca? ¿Sabe usted que hay ciento noventa y seis empresas en esos cuatro municipios? ¡Ciento noventa y seis empresas! ¿Les van a hacer una desconexión temporal de agua, o esto cómo se articula? Porque sobre el papel queda fantástico. Pero luego, eso ¿cómo se materializa?

Tercera cuestión. Dice que la Agencia Catalana del Agua y la Confederación harán informes bienales. Se lo decía la señora Ibeas: el informe..., perdón, la transferencia, trasvase —llámelo usted como quiera—, va para largo. Cuando con estos planteamientos, ya tenemos que, al final, será una cuestión casi permanente.

Y mire, ahora viene el condicionado que yo denomino «brindis al sol», porque el Gobierno de Aragón le dice a la comunidad catalana autónoma que se dirija a sus ayuntamientos... —¡hombre!, supongo que esto de la jerarquía de las competencias lo siguen entendiendo ustedes, que en Aragón, a veces, lo de la autonomía municipal no lo llevan bien— para que apliquen el principio de recuperación de costes en el suministro de agua. ¡Pues a ver! Si es temporal, si es temporal la tubería, ¿cómo medimos eso? ¿Lo aplicamos el primer año, no sea que la desmontemos el segundo? ¿Repercutimos cuarenta y tres millones de euros en cuatro mil quinientos habitantes, señoría? ¿Nueve mil seiscientos euros? ¿Esa va a ser la cota del recibo que se les va a girar?

Mire, vuelvo a insistirle, es que esto, a mí me suena que sí, hombre, que sobre el papel, uno lo lee y está bien, pero es de imposible cumplimiento, que se suele decir. Al final, el litro le sale a unos precios que, como comprenderá, creo que no están muy en disposición los habitantes de estos cuatro municipios de pagar.

¡Y bueno!, lo de que no afecte a la reserva estratégica... ¿Dónde está la reserva estratégica? Pero si es que, claro, el señor Allué se lamentaba, porque después de ocho años de Gobierno socialista (siete), ¡ni un solo hectómetro cúbico de agua almacenada!, a pesar de haber llegado a acuerdos, a pesar de haber hecho aquí los esfuerzos imposibles. A pesar de todo, señorías, ustedes han sido incapaces, incapaces de construir un solo hectómetro cúbico de agua, a pesar de haber tenido —insisto— el apoyo de esta Cámara, a pesar de haber tenido el apoyo, prácticamente, de todas las fuerzas sociales y políticas de Aragón.

Al final, al final, lo que se constata con esto, señorías, es que la ministra Narbona engañó a su Gobierno, al Gobierno en el que está usted. Se comprometió con Aragón: haría las obras que tuvieran consenso. ¿Dónde están? Por eso, lo de la reserva estratégica, como teoría, está muy bien. Pero, ¿en dónde están esos seis mil quinientos hectómetros cúbicos?

Y mire, esta siguiente, a mí, reconozco que me parece un ejercicio de cinismo —y se lo digo con mucho respeto— sin precedentes: «que se declaren de interés general las ciento ochenta obras para suministrar agua a aquellos municipios que pasan o tienen problemas». Lo ponen ustedes, ¡y se quedan tan tranquilos! Pero, señor Velasco, ¿usted es consciente de que votó en contra de esto? A una iniciativa del Partido Popular, usted, el señor Boné..., todos los que están en este Gobierno y una gran parte de los diputados votaron en contra de una iniciativa planteada hace dos años por mi grupo parlamentario. ¿Por qué entonces las obras no se podían declarar de interés general y ahora sí? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¡Claro!, que hay que vestir el santo y, al final, vamos a pedir lo imposible: que, por lo menos..., pues, bueno! Pero realmente, señoría, comprenderá que con este condicionado, es que esto no hay quien se lo crea, ¡es que no hay quien se lo crea!

Y por último ya, se despacha el informe diciendo que «es coherente con la política de ordenación del territorio de la Comunidad Autónoma de Aragón». ¿Qué política de ordenación del territorio, señoría? ¡Volvemos a lo mismo! ¿Qué es lo que ha cambiado para que el presidente Iglesias haga un discurso como el que ha hecho siempre con estas cuestiones y, de repente, hay un giro de ciento ochenta grados? Pues yo se lo voy a decir, y voy a acabar: yo creo que, fundamentalmente, ustedes lo que han hecho es un ejercicio de mucha demagogia con el agua. ¡Y claro!, ahora vienen los problemas. ¡Ha habido demasiada hipocresía, señor Velasco! Demasiada hipocresía con estas cuestiones. Y, al final, lo que constatamos es lo que le hemos dicho tantas veces: que este Gobierno, cada vez que Zapatero y Montilla piden algo, sencillamente: «sí, señor», y miran hacia otro lado.

Pero, realmente, lo que habría que preguntarse hoy —y lo decía el señor Allué— es qué pasa con el Estatuto de Autonomía. ¡Porque el Estatuto dice lo que dice, y lo votamos entre todos!, salvo Chunta Aragonesista. Y entonces, señoría, a lo mejor habrá que replantearse que no queríamos decir o que ustedes no querían decir exactamente lo que el Estatuto dice.

Pero, en cualquier caso —y termino, señor presidente—, lo que constatamos es que, al final, ustedes han vestido el santo, que este informe es un auténtico paripé, un auténtico paripé que no se va a cumplir prácticamente en ninguno de sus puntos. Es un brindis al sol, con el que ustedes puede que estén muy contentos, pero particularmente, al Partido Popular, le preocupa, le preocupa de forma importante cómo ustedes han operado en esta cuestión en concreto, porque lo que pone en evidencia es que en función de dónde vienen los planteamientos, o cómo vienen, o cuando les conviene, o cuando no les conviene, actúan de una u otra forma.

Nada más, y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Turno del Grupo Socialista.

Señor Sada, tiene la palabra.

El señor diputado SADA BELTRÁN: Gracias, señor presidente.

Antes de comenzar un poco la intervención, señor Suárez, comentarle alguna cuestión. Realmente, no me ha quedado clara cuál es su postura ante este tema. ¡No me ha quedado clara!, la de usted y la de su grupo aquí. La de su partido está meridianamente clara.

Hablando de declaraciones, mire: hace mes y poco, la señora Cospedal dijo con rotundidad y claridad que «si llegaban al gobierno, el objetivo era retomar otra vez el Plan Hidrológico que Aznar propuso y aprobó y que Zapatero retiró», textual, textualidades. Por lo tanto, yo entiendo que intente constantemente buscar motas en ojos ajenos, cuando en los propios llevan unas vigas enormes, tan grandes como de mil cincuenta hectómetros cúbicos.

Mire, en la comparecencia del señor vicepresidente en el último Pleno ordinario, señalaba, en nombre de mi grupo, varias cuestiones, que voy a volver a insistir en ellas.

Primero, que se demostraba —es importante recalcarlo— el acierto de este Estatuto de Autonomía como herramienta para garantizar el desarrollo de Aragón, y en el caso del agua, de la defensa de sus intereses, a través de varias cuestiones. En el Estatuto y con respecto al agua, ya lo han citado, aunque luego le completaré alguna cuestión a la señora Ibeas, tanto en el tema de la reserva hídrica, como en el del informe preceptivo, como en el propio artículo 19, que se ha citado aquí.

Manifestaba también —y vuelvo a insistir en ello— la importancia de mantener el consenso y el diálogo permanente con el tema de la política del agua en esta tierra. Y por eso, además, este Gobierno siempre la ha tenido como objetivo fundamental en la política del agua. Y por eso mismo, suena bien, y abrimos, lógicamente, el diálogo, señor Barrena, porque esta ha sido siempre la postura de este Gobierno, que es, lleguemos o no lleguemos a acuerdo, desde luego, dialogar e intentar consensuar al máximo la política del agua en esta tierra.

Y pedía también respeto y esperar a este informe, al informe que nos ha presentado el Gobierno de Aragón y que nos ha presentado, en nombre del Gobierno, el consejero, porque decía entonces que el prejuzgar es peligroso. Mire, un filósofo decía que «la ignorancia está menos lejos de la realidad que el prejuicio». Y estamos un poco cansados de tanto prejuzgar y tanto prejuicio, que, en este caso, Chunta Aragonesista viene planteando. Y viene planteando también constantemente, de forma continua (la última, en 2008), la venida del «apocalipsis hidráulico». Mire, de verdad se lo digo, han hablado tantas veces del apocalipsis que, realmente, estarían más cerca en sus predicciones de la Bruja Lola que de Nostradamus siquiera, porque no han acertado nunca en sus predicciones apocalípticas sobre los posibles trasvases del agua. La última, que fue a finales de 2008 (la penúltima, quizá), donde planteaban un gran pacto entre el Partido Popular y el PSOE para abrir la puerta de los trasvases. Después de año y pico, todavía no se ha planteado esa cuestión.

Y mire, le voy a aclarar algunas cuestiones. Porque aquí leemos el Estatuto, pero no lo leemos entero, y el artículo 19, claro que plantea poner todas las dificultades, o sea, estar en contra de los trasvases, pero se ha evitado el último párrafo, que es, justamente, al que hace referencia este informe, que es el que dice: «Aquellas transferencias de agua que afecten a intereses de sostenibilidad, atendiendo a los derechos de las generaciones presentes y futuras de los aragoneses». Y el cumplimiento de ese artículo 19 se da absolutamente y perfectamente en este informe, ¡del artículo completo!, no de la parte del artículo que nos ha leído la señora Ibeas.

Igual que con relación al informe de por qué los municipios que tienen problema de agua en Aragón no venían en la primera parte. Pues, si se lee el informe, que creo que nos lo hemos leído todos, el punto primero, que son los condicionantes, hace relación exclusivamente, justamente, al artículo 19 del Estatuto, y, por lo tanto, tiene que ir incorporado en un segundo punto la reivindicación sobre los municipios con problemas de agua en Aragón, porque no hacen referencia a ese mismo artículo 19. Por lo tanto, es un aspecto jurídico y no un aspecto de decisión política, que está bien clara la decisión política del Gobierno de Aragón, incorporándolo a dicho informe en un segundo punto, porque no puede ir en el mismo que los condicionantes. Son esos los motivos.

Por lo tanto, este informe, que lo ha explicado —no me voy a extender— perfectamente el consejero queda bien claro: es absolutamente, primero, riguroso, claro, sensato (que también es una virtud política), pero sobre todo, sobre todo, actúa en cumplimiento estricto del Estatuto y de la defensa que tiene la obligación de hacer este Gobierno de los intereses, presentes y futuros, de los aragoneses.

Nada más, y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.

Señor Velasco, puede responder a las cuestiones planteadas. Tiene la palabra.

El señor consejero de Presidencia (VELASCO RODRÍGUEZ): Gracias, señor presidente.

Señora Ibeas, concluía usted diciendo: «Habrá trasvases con la presión de Cataluña o con la presión del Gobierno central». Bueno, yo creo que el presidente Iglesias terminará su andadura como responsable de este Gobierno de Aragón dejando una cosa perfectamente clara: y es que durante su mandato, se tramitó en Madrid un Plan Hidrológico Nacional que fijaba un trasvase de mil cincuenta hectómetros cúbicos, y cuando se retire, no habrá ningún trasvase encima de la mesa planteado de esas características, con término definitivo, que creo que es un elemento que yo he intentado explicarles en la primera intervención y que quiero recalcar.

De todas las maneras, permítanme simplemente un minuto y una reflexión. Estamos ante un caso muy específico, que todos ustedes saben y nadie lo ha manifestado, que los cuatro ayuntamientos respecto a los cuales se solicita de manera temporal que se les suministre agua porque tienen problemas de agua de boca en este momento, los cuatro municipios, una parte de sus términos municipales vierten las aguas a la cuenca del Ebro. Es un hecho formal, que está escrito y que conviene que todo el mundo tengamos simplemente en cuenta. Es decir, que cuando llueve en esos términos municipales, en unos casos, el 40%, en otros casos, el 50% del agua y de las escorrentías, van a la cuenca del Ebro, y otra parte va a las cuencas internas de Cataluña. Y por lo que he oído aquí, se pretende que en un caso de emergencia, a esos municipios se les niegue la posibilidad de que tengan esa agua.

Nosotros, el Gobierno, en el informe preceptivo, hablamos de transferencia, señor Suárez, porque esa es la terminología legal (que usted conoce perfectamente, mucho mejor que yo, por su especialidad profesional) a que se refiere la ley. Y estamos obligados a hablar en los términos en los cuales las propias leyes se manifiestan. Y usted sabe muy bien que estamos ante una transferencia pequeña de caudales que no llega a cinco hectómetros cúbicos, que sería el caso que tendría que autorizar el Consejo de Ministros, y que si no llega a un hectómetro cúbico, la autorización la tiene que dar el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino. Eso es lo que dice la ley. Y por eso hablamos de esos términos, no porque queramos confundir. ¡Es que es lo que está escrito en las leyes! Y, por tanto, yo creo que debemos tener el rigor suficiente para utilizar las palabras correctamente, si somos representantes del pueblo y, encima, estamos en un sitio donde precisamente hacemos las leyes. Pues, digamos y utilicemos las palabras que dicen las leyes, y no lo utilicemos como que encima queremos engañar. No, creo que es simplemente acotar y manifestarse correctamente.

El informe que nosotros hemos presentado, que veo que ustedes lo conocen perfectamente, pues, no está hecho ni con nocturnidad ni con alevosía ni con no sé qué. ¡Todo lo tienen en su mano! Todos han visto perfectamente lo que son los condicionantes que ha puesto en ese informe, que aprobó el Consejo de Gobierno, y todo lo demás: las peticiones, en el punto 1, en el punto 2 y en el punto 3. ¡Lo tienen todo! Lo hemos explicado y lo hemos dado a los medios de comunicación, y lo tienen ustedes. ¡Y lo tiene todo el mundo! Y ahí decimos lo que decimos, ni más, porque lo hubiéramos puesto, ni menos, porque entonces hubiéramos quitado alguna cosa. Decimos lo que decimos y nos hacemos responsables de lo que dice ese informe. Y como lo tienen ustedes tan claro, pues, a partir de ahí, ustedes pueden hacer las elucubraciones, tienen el derecho de hacer todas las elucubraciones que les parezca. Como en otras ocasiones, también las hicieron y luego no se cumplieron, pero es su derecho, y yo ahí no les voy a...

¿Que nos da miedo? ¿Que no nos gusta tener que haber llegado a hacer este informe? ¡Claro! Para el Gobierno, no es ningún plato de gusto, ni está contento, ni está satisfecho, ni espera que mañana le llegue otro, para tener que hacer un informe sobre estas cuestiones. Pero el Estatuto nos da esa posibilidad y, responsablemente, la ejercemos. Responsablemente, la ejercemos. Porque las circunstancias no son las mismas. Nosotros sí que aceptamos en esta ocasión que esto es una transferencia, y por eso decimos que esta transferencia tiene que ser temporal, y decimos que tienen que estudiar alternativas para que no se convierta en permanente. Y para tener, lógicamente, los argumentos necesarios, lógicos y que se puedan explicar ante otras situaciones de que nosotros no estamos de acuerdo. Y en casos de emergencias, y en casos de temas puntuales, coyunturales y temporales, pues, el criterio que hoy ha fijado el Gobierno, creemos que es el lógico y que es el correcto.

Y mire, más presión que hemos ejercido, más presión... Señora Ibeas, en la manifestación, estaban ustedes y estábamos nosotros, con una diferencia fundamental: que con la manifestación se aprobó el trasvase, y con un Gobierno del Partido Socialista se derogó el trasvase. Por lo tanto, denos el soporte, por lo menos, o, en fin, pónganos un poquito en la balanza de que algo tendría que ver el presidente de esta Comunidad Autónoma para que, frente a intereses de otras comunidades autónomas muy potentes, como ustedes siempre dicen (Valencia, Cataluña, etcétera), se tomara esa decisión. Algo tendría que ver el presidente de este Gobierno, el Partido Socialista y la coalición de Gobierno que sustentaba a este Gobierno. Porque son hechos absolutamente concretos y absolutamente claros.

Y otra cosa digo: tampoco se engañe nadie, ¿eh? Aquí se habla mucho. Yo, por circunstancias familiares, tuve este año la oportunidad de escuchar el mensaje que el presidente de una comunidad autónoma vecina hacía a sus ciudadanos el día 31 de diciembre, y la escuché entera. Y había dos problemas: uno era la Moncloa y el otro era Aragón, por no hacerles el trasvase del agua. Es decir, eso es del día 31 de diciembre del 09, hace cuatro días. Pero yo creo que en la medida en que seamos capaces de dejar las cosas bien claras, de acotarlas, en este caso, dejadas por escrito como un informe... Y, como digo, el Gobierno fija su posición en este informe. Y, por lo tanto, las discusiones háganlas sobre este informe. Y a partir de ahí, pues, cada uno, efectivamente, nosotros, el Gobierno, y los partidos que sustentan al Gobierno, son responsables de lo que está escrito en este informe, porque en esta ocasión, la cuestión está dada por escrito.

Y creo que es un avance importante, creo que es un avance importante. El Estatuto fijaba que el Gobierno debería hacer el informe. Cuando uno tiene derecho a hacer un informe —que, como también se ha recordado, no es vinculante, no es vinculante—, todos éramos conscientes, cuando aprobamos el Estatuto de Autonomía, de esos términos, pero eso no es malo, eso es lo que está fijado, y lo que tenemos que defender es que se cuente siempre con el informe del Gobierno, con el informe de Aragón. Es importante. Y a partir de ahí, el que tenga que tomar sus decisiones también tendrá que explicar el por qué ha tomado esas decisiones y en qué condiciones las ha tomado. Pero es bueno, y esta vez se ha demostrado, que el Estatuto era bueno, que el informe está, y las leyes, a veces, pues, nos gustan más o nos gustan menos, o nos dan más la razón o nos dan menos la razón. Pero se está ejerciendo con absoluta pulcritud.

Yo creo que no se ha producido ningún nivel de engaño. En este momento, no estamos diciendo nosotros que esto no sea una transferencia de pequeña cuantía —es así como lo define la ley y es así de cierto; como digo, no nos gusta—, pero no se está produciendo ningún nivel de engaño. Yo espero y creo que, además, sirva también para que nosotros podamos resolver parte de nuestros problemas que tenemos con municipios, algunos de los cuales se han resuelto, se han resuelto. Porque, claro, parece que en Aragón estemos exactamente igual en temas de agua que estábamos hace diez años. Pues, mire, en este momento, se va a empezar a ejecutar ya —está adjudicada— la obra de elevación de aguas del Ebro a Andorra. ¿De menor importancia? No lo sé, para algunos, pero para el Bajo Aragón y para una parte de la población de Teruel, importantísima.

Se resolvieron definitivamente, que estaban muy atascados, todos los suministros de agua del canal Calanda-Alcañiz, que ya está. Ha llegado el agua de Yesa a Zaragoza. Hombre, no sé si serán temas menores, y muchos temas puntuales más, en los que se ha avanzado. ¿Que hay que terminar de avanzar, que hay que seguir avanzando? Por supuesto, y por eso lo hemos querido dejar por escrito. Y esa es la posición de nuestro Gobierno.

Quiero agradecer a los grupos que sustentan al Gobierno, pues, cuál es su postura. Al portavoz del PAR, señor Allué, pues, efectivamente, estas cosas, a todos nos dejan con inquietud y nos ponen más —digamos— en sentido de prevengan, ¿no?, y, entre comillas, lo que fija el Estatuto de «velar», pues, nos pone en más situación de estar pendientes de todo lo que pasa. Pero yo creo que en esta ocasión, el Gobierno, con responsabilidad, ha ajustado perfectamente los términos.

Y no tengo nada más que decir, señor presidente.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.

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