Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General de Aragón (DGA)

Comparecencia del Presidente del Gobierno de Aragón al objeto de informar sobre las circunstancias que rodean el nacimiento de la empresa Aguas de la Cuenca del Ebro, S.A. (ACESA), y su futura incidencia en la ejecución de las obras previstas en el Pacto del Agua.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 074 de Plenos (IV Legislatura)
Intervinienen: Pina Cuenca, Francisco - Bernal Bernal, Chesus - Bolea Foradada, Juan Antonio - Gimeno Fuster, Mesias - Lacasa Azlor, Jose Vicente

El señor Diputado PINA CUENCA: Señor Presidente. Señorías.
Señor Presidente del Gobierno, señor Lanzuela.
Nuevamente, los socialistas traemos a debate en esta cámara el tema de las obras hidráulicas, una prioridad que usted mismo se encarga de resaltar desde hace varios meses, en concreto, en lo que hace referencia a la creación y constitución de la sociedad ACESA por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Y queremos que ahora que ya se ha constituido esta sociedad, puesto que es un eje -como usted mismo se ha encargado de resaltar-, importante para la realización de las obras hidráulicas, que afecta, por tanto, a su política hidráulica, queremos que ya, de una vez, nos explique, tenga a bien explicarnos cómo se ha constituido la sociedad, qué valoración hace de la misma, qué frutos espera obtener de ella y a qué compromisos le vincula, con expresión de sus aportaciones presupuestarias, etcétera.
Dicho esto, tenemos que traer aquí a colación este debate porque, como la prioridad legislativa de su Gobierno fue sacarnos a los Grupos Parlamentarios de la presencia en la Junta de Gobierno de la Confederación y en el Consejo del Agua, no tenemos una información directa, más que lo que leemos en los medios de comunicación y, en este caso, en un apartado que el Secretario de Estado del Agua, don Benigno Blanco, tuvo a bien exponernos sucintamente, y el presidente de la Confederación, en la Comisión de seguimiento del Pacto del Agua.
Pero quien, como demostraré gráficamente, ha capitalizado de una manera tan elocuente esta sociedad ante los aragoneses, generando expectativas que esperemos que se confirmen, se desmientan o se maticen, debería darnos alguna explicación, yo creo que debería darnos alguna explicación, porque éste es uno de los ejes nucleares de la política inversora del Gobierno aragonés y, en todo caso, de la política estratégica que respecto de Aragón tiene su Gobierno. Y nos parece muy bien, porque estamos hablando aquí desde la posición que ocupa el Partido Socialista, habiendo suscrito e impulsado el Pacto del Agua.
Es decir, que le pedimos explicaciones y que le pedimos cuentas, pero no utilizando el agua -y lo diré muchas veces- como arma arrojadiza, porque es objeto de pacto, y debería preocuparle a usted, debería producirle a usted una especial sensibilidad, señor Lanzuela, para informarnos a la oposición de cómo lleva usted la política hidráulica. Ante un instrumento tan importante, no se ha dignado darnos ni reservadamente, ni en petit comité, ni públicamente ningún tipo de información, y eso es lo que venimos aquí a tratar de compensar, es decir, tener información de primera mano de quien prioriza tan elocuentemente la política hidráulica, especialmente en un momento en que sus colegas de otras comunidades levantinas están teniendo actitudes respecto del agua que a usted, al menos, le harían sensibilizarse especialmente por el mantenimiento del consenso en la política hidráulica en Aragón, cosa que tampoco hace.
Desde el mes de julio, señor Lanzuela -y le aseguro que voy a ser muy esquemático, porque el dossier de prensa es increíblemente abultado-, se están generando los siguientes titulares: «La empresa de la Confederación Hidrográfica impulsará obras por valor de ciento cincuenta mil millones de pesetas -en 1998, a muchas columnas ¡eh!, y varios medios de comunicación-.» «ACESA pondrá en marcha en 1998 proyectos hidráulicos por valor de ciento cincuenta mil millones de pesetas.» Bueno, hasta aquí el triunfalismo reiterado.
Y ahora la confusión. Los mismos periódicos: «ACESA impulsará en 1998 obras por importe de cincuenta mil millones de pesetas». Ya han desaparecido cien mil millones; no se sabe muy bien por qué.
Y ahora el escepticismo: «El PP desinfla en los presupuestos del Estado los optimistas planes de ACESA». Fíjese ¡eh!, ahora dice: «Los cuatro mil doscientos millones previstos para el noventa y ocho no suponen ni el 50% de lo consignado en la cuenca del Ebro». Hablamos no de ciento cincuenta mil, sino de cuatro mil doscientos millones de pesetas. Y yo estoy seguro de su buen hacer, de que no querrá matar al mensajero, porque esto, cuando está escrito, es porque ustedes lo han dicho y lo han promocionado con un entusiasmo que debería reflejarse en la realidad y no generar falsas expectativas en los ciudadanos.
Y éste es nuestro espíritu constructivo, el de que se aclaren las cosas para saber a qué atenernos, unos y otros, porque -insisto- el agua es materia de consenso, debería serlo, y la política hidráulica, por tanto, en esta Comunidad Autónoma. Entienda nuestro papel de oposición. Eso es lo que queremos hacer: estimularles a ustedes a no generar falsas expectativas y a hacer realidades sus reiteradas e incumplidas promesas.
«ACESA no tendrá un ritmo elevado de inversiones hasta dentro de dos años.» Bueno, yo voy a evitar seguir con titulares tan elocuentes por creer haber ya suscitado una respuesta aclaratoria y contundente a este respecto.
Insisto que así estamos desde el 3 de julio de 1997, exactamente, hasta nuestros días, en que reiteradamente estos titulares son extraordinariamente significativos.
Vayamos, pues, al debate sobre ACESA, que ya está constituido. Pedimos su comparecencia en el mes de noviembre, a mediados de noviembre del año pasado, y ahora que ya, por lo visto, incluso está el capital desembolsado y la sociedad constituida, tienen ustedes a bien, desde su mayoría parlamentaria, incluirla en el orden del día. Vayamos a ahí.
Pero antes quisiera decirles una cosa, señores del Gobierno, señor Lanzuela, una reflexión: la iniciativa privada ha fracasado históricamente en la ejecución de la obra pública, singularmente en la obra pública hidráulica. Esto, en principio, tiene uno la tentación de retrotraerse a los tiempo de Costa, cuando su gran éxito político fue involucrar en la ejecución de las obras públicas al Estado, ante el fracaso -canal de Tamarite-, ante el fracaso reiterado e histórico de la iniciativa privada para esa financiación. Por tanto, convendrá usted que un cierto escepticismo... Ya sé que han cambiado mucho las cosas, las economías, las tecnologías, los tiempos, las necesidades, las prioridades políticas, pero la iniciativa privada ha constatado históricamente fracasar en las obras públicas hidráulicas, en las que no tienen una rentabilidad económica, porque atienden al interés general.
Además, esto supone, a priori, un cambio de financiación que han utilizado ustedes por su cuenta y riesgo respecto de la previsión inicial del Pacto del Agua, es decir, la financiación del Pacto del Agua no preveía otra financiación que la pública, fundamentalmente del Ministerio y en aquellos conciertos de colaboración con la Comunidad Autónoma, de la Comunidad Autónoma, que también es dinero público, y ahora nos enfrentamos a esta experiencia. Quiero decirle que, para nosotros, esta experiencia no la queremos condenar ni anatemizar de antemano: queremos que usted se explique.
Y queremos decir algo con contundencia: si esto es un instrumento para captar inversiones privadas, para aumentar la inversión en obras hidráulicas y para agilizar la ejecución de las obras hidráulicas, nosotros estaremos vigilantes, pero no tendremos una posición apriorística de condena a la sociedad ACESA, no. Si es -como dirían los catalanes-, «a más a más», si es, además, de un ritmo sostenido de aumento en las inversiones públicas del Ministerio de Medio Ambiente, capítulo VI del Ministerio de Medio Ambiente, en la realización de obras hidráulicas en la cuenca del Ebro, si es «además de», de acuerdo. Estaremos vigilantes y expectantes, pero no tendremos una posición definida todavía. Si es «en vez de», como nos tememos, a raíz de lo que estamos viendo en los dos últimos ejercicios presupuestarios y en el de 1998, la preocupación grande que tenemos por la posibilidad inversora desde el capítulo VI del Ministerio de Medio Ambiente, estaremos muy preocupados.
Y quiero pasar a lo concreto, porque, sobre todo, espero que ustedes se expliquen; si usted se explica en la réplica y en la dúplica, podremos avanzar más. Quiero que nos diga, por favor, algo concreto, algo tangible.
Hay tres fines, al menos, que se reflejan en la constitución de ACESA: la construcción, la explotación y la promoción, ¡eh! Díganos cuántas obras va a construir ACESA este año, cuántas va a explotar o gestionar y cuántas va a promocionar; si está usted de acuerdo con las prioridades del Ministerio y cuánto dinero le va a costar a la Diputación General de Aragón, que reflejará en sus presupuestos para 1998.
Es que hay cosas, además, que no entendemos. Este debate debe aportar sobre todo luz y fijar prioridades y definir objetivos, y los usuarios deben saber cuánto les va a costar su participación en ACESA.
Dice: «hay dos formas fundamentales de funcionamiento de esta sociedad: gestión directa, con la colaboración de los beneficiarios, y participación en sociedades concesionarias», utilizando una vía de un artículo de la Ley de acompañamiento de los presupuestos; es decir, participación en sociedades y gestión directa con la colaboración de los beneficiarios.
Gestión directa con los beneficiarios. Fíjese, porque dice: «Se utilizará una financiación mixta: 50% con fondos propios de ACESA y otro 50% con préstamos de entidades financieras o aportaciones directas de los usuarios. El 50% de la inversión, incluidos gastos financieros, y los gastos de explotación los recupera vía tarifas acordadas y comprometidas con los usuarios». La duda es la siguiente: ¿cuánto va a pagar ACESA y cuánto los usuarios? Porque, ¿a qué 50% se refiere?, ¿al que han puesto los usuarios o al que ha puesto ACESA?, porque no vaya a repercutir en el cien por cien.
Cuentan ustedes con una colaboración excepcional de los usuarios mayores demandadores de agua, que son los regantes, que están dispuestos incluso a adelantar el dinero. Sean ustedes consecuentes también con este clima tan favorable que tienen. Cuando nosotros les establecimos -desde el Gobierno socialista de la nación- una modificación en la financiación, en la contribución a la financiación de las obras hidráulicas, evidentemente, pues, protestaron muy enérgicamente; ahora, no sólo protestan, sino que están dispuestos a adelantar el dinero. Por lo menos, que les quede claro cuánto les va a costar finalmente la obra.
Dígannos pues, cómo se compadecen estos criterios, y concretamente, por favor, sin irnos por las ramas, ¿cuánto van a construir, dónde y cuánto va a poner, al final, la Diputación General de Aragón? Porque, claro, la Diputación General de Aragón resulta que está proclamando que se va a ahorrar muchos miles de millones porque la DGA prevé ahorrar miles de millones al no encargarse de las expropiaciones: la DGA pagará planes de restitución en vez de costear expropiaciones. ¿Nos quiere decir qué previsión presupuestaria hay ante tamaño ahorro para este año y a qué planes se refiere? ¿Nos lo quiere decir, por favor?
Es muy importante el que tengamos la seguridad de lo que se puede hacer, porque nosotros queremos que hagan cosas y no queremos que fracasen en la política hidráulica, de verdad que no, pero si hemos coincidido todos cuando hemos discutido el Pacto del Agua, que nos va a transcender a gobiernos y hasta generaciones de políticos. ¡Hagan ustedes obras!, por favor, ¡planifiquen la política hidráulica!, pero si no vamos a ser cicateros en reconocerles... Estamos deseando que ustedes corten cintas. No crea que vamos por ahí, queremos empujarles y queremos que nos digan -que ustedes no nos dicen- cuánto dinero van a invertir ante semejantes ahorros y cuánto les va a costar a los usuarios.
Quiero que nos diga, vamos a ver, por ejemplo, en los riegos de La Litera Alta se anuncia una inversión de ocho mil millones de pesetas: 50%, ACESA, cuatro mil millones; DGA, dos mil; agricultores, dos mil. ¿Esto es cierto?, ¿se va a realizar este año la parte que sea factible de esa inversión? Ocho mil, Litera Alta, una cosa muy concreta, para que la cámara y la sociedad aragonesa, ante este debate público sobre la sociedad estatal ACESA, sepa a qué atenerse. Riegos de La Litera Alta, ocho mil millones -dicen ustedes, en ACESA- que van a invertir: el 50%, ACESA, cuatro mil millones; la DGA, ¿dos mil?; los agricultores, ¿dos mil? ¿Cómo va a funcionar esto?, de una manera muy gráfica y muy elocuente.
Miren ustedes, con la iniciativa pública se ha hecho Monegros II; no sabemos si se haría con ACESA, porque la rentabilidad de esa obra pública, desde luego, está muy lejos de ser apetecible a la inversión privada. Anímense ustedes, verdad, y demuéstrennos, además, que están vigilantes sobre el capítulo VI del Ministerio de Medio Ambiente.
En el año ochenta y nueve, la cuenca del Ebro gestionó veinticinco mil millones de pesetas. Ahora se nos anuncian cuarenta y dos mil millones para no sabemos cuántos años: ¿cuántos van a poder invertir en este año?, ¿cuántos van a poder invertir?
Le invito, pues, a la concreción, al rigor, a la seriedad y a que seamos transparentes. Dígannos también, por cierto, cómo es la composición del consejo de administración de la sociedad, quiénes la componen y qué esperanza tienen en sus miembros y cómo ve usted..., cómo van a reclutar los funcionarios o los trabajadores de esta sociedad, si va a ser de la propia Confederación, si van a ser personas de la calle, dígannos, porque en esto nos jugamos, como ustedes se están encargando de preconizar, el futuro hidráulico, ¡que nos vienen apretando los vecinos levantinos! Luego, entonces, creo que lo que nos jugamos es mucho.
Usted cuenta, al menos, con la colaboración del Partido Socialista, y ni siquiera tenemos información. Usted no pacta sus políticas hidráulicas con nosotros, no lo trae a debate, le tenemos que forzar permanentemente a que se explique. ¡Subsane esto!, que llevamos ya más de dos años y medio de legislatura, ¡vamos a subsanarlo y vamos a ponernos de acuerdo! Hay otros Grupos más críticos que nosotros, con la propia existencia y vigencia del Pacto del Agua.
¡Aportemos claridad!, y las expectativas que usted ha generado, ¡demuéstrelas y concrételas hoy aquí!, porque es su oportunidad, señor Presidente, y también la nuestra, porque hasta ahora no sabemos nada.
Muchas gracias.

El señor Vicepresidente Primero (PALAZON ESPAÑOL): Muchas gracias, señor Pina.
En turno de respuesta por parte del Gobierno de Aragón, tiene la palabra su Consejero de Ordenación del Territorio, señor Lacasa.

El señor Consejero de Ordenación Territorial, Obras Públicas y Transportes (LACASA AZLOR): Señor Presidente, señorías.
En primer lugar, señor Pina, yo querría decirle que lamento el tono de su intervención en cuanto a la globalidad, ya que quizá sus palabras no se corresponden con la actitud en cuanto al consenso, teniendo en cuenta el tono que aquí ha empleado.
En todo caso, yo voy a contestar al planteamiento que me hace el Grupo Socialista en cuanto a la comparecencia en torno a las circunstancias que rodean el nacimiento de la empresa Aguas de la Cuenca del Ebro (ACESA) y su futura incidencia en la ejecución de las obras previstas en el Pacto del Agua.
Le aclaro, en primer lugar, que ACESA es una sociedad estatal y que estamos convencidos, desde el Gobierno de Aragón y yo creo que la mayor parte de los que tenemos alguna relación con el agua, de que la creación es buena para Aragón, y, personalmente, tengo que decir que me alegro de esta solicitud, por una razón muy sencilla: porque estoy convencido de que ACESA va a ser de forma inmediata una herramienta decisiva para dotar a la cuenca del Ebro de las infraestructuras hidráulicas que necesita, una buena parte de ellas reclamadas durante largo tiempo desde esta Comunidad Autónoma y a las que no debe existir el menor reparo en calificarlas de demandas históricas.
Mi intención en esta comparecencia no va a ser únicamente la de informar en profundidad a esta cámara sobre la petición puntual del Grupo Socialista; mi propósito va más allá, en el sentido de tratar de convencer a quienes tengan alguna duda de que los ámbitos públicos y privados, cuando se trata de construcción de infraestructuras, pueden conjuntar perfectamente su actividad y su lógica, en términos de plena colaboración, para lograr un objetivo compartido.
Algunos pensadores economistas o analistas de la realidad de este final de siglo XX hablan continuamente en sus estudios y trabajos de que los Estados van a perder protagonismo en algunos de los terrenos que han sido tradicionalmente suyos y que, incluso, han constituido la esencia de su propio nacimiento y trayectoria; parece que vamos hacia unas condiciones generales que cada vez dependen menos de barreras arancelarias y de consideraciones exclusivamente políticas, y más de la generación de unas ciertas condiciones en el ámbito territorial en el que operan las empresas.
Producir y gestionar está en la base de cualquier proyecto con participación de las Administraciones, y parece aconsejable que gobiernos y empresas, en el marco de unas relaciones globales reguladas y transparentes, articulen objetivos institucionales y organizativos que se antojan fundamentales en los procesos de creación de riqueza. Es evidente que los ámbitos público y privado tienen una dinámica diferenciada, pero nunca contrapuesta y mucho menos excluyente; el mérito está más en integrar, en establecer códigos de colaboración flexibles, que en establecer posturas negativas a priori, sin dar opción a trabajar con criterios que en otros ámbitos caminan y obtienen buenos resultados.
El reto de ACESA, en términos generales, es hacer compatible los objetivos de bienestar, permanencia y solidaridad con los de renta, eficacia y competitividad dentro de una estrategia de cooperación a largo plazo. Esta cooperación entre lo público y lo privado parece perfectamente posible, como ya se han demostrado en otros países europeos. A nadie le puede extrañar que esta cooperación entre empresa pública y privada sea una tendencia al alza, puesto que, en términos generales, evita el agotamiento de los recursos públicos, amplía y anticipa las inversiones y termina por repercutir los costes con absoluta transparencia.
Reclamar y utilizar fondos privados para la construcción de infraestructuras hidráulicas no representa en el Estado español ninguna novedad; la legislación sobre obras públicas de finales del siglo XIX ya contemplaba las fórmulas concesionales, y la Ley de 1911 plantea asimismo abiertamente el protagonismo del Estado, con el auxilio financiero de los interesados, y también, obras a la inversa, es decir, los promotores de obras hidráulicas que solicitaban el apoyo del Estado.
La Ley 13/1996, de medidas fiscales administrativas y del orden social, denominada más comúnmente como Ley de acompañamiento, recoge algunos supuestos y figuras en los que se integra plenamente ACESA: la Ley de acompañamiento regula las sociedades estatales (artículo 158), el contrato de concesión, de construcción y explotación (artículo 173) y la propia participación de las Confederaciones Hidrográficas del Ebro en sociedades estatales. En este marco legal, ACESA es una sociedad que deriva de la financiación presupuestaria a través del capítulo VIII para contribuir, sin que cese el ritmo de la inversión en infraestructuras, en este caso hidráulicas, al control de déficit público, que, como saben ustedes, es uno de los criterios decisivos de Maastricht. ACESA pretende también, a través de esta financiación presupuestaria, optimizar social y económicamente la construcción de estas infraestructuras, e insisto en ello, como mecanismo al servicio del Ministerio de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Una vez establecido el marco legal y general de la financiación extrapresupuestaria, ACESA nace por dos razones fundamentales: para flexibilizar y agilizar el proceso de gestión y porque al tener las cualidades necesarias para la captación de financiación externa, incrementa obviamente y de forma importante la capacidad inversora. Es decir, que ACESA pretende sobre todo ganar en agilidad y acceder a un mayor volumen de fondos. La captación de financiación externa aparece, pues, como uno de los argumentos que fundamentan ACESA: una vez asegurados los fondos procedentes, en primer término, de las privatizaciones a través del capítulo VIII de los presupuestos, y que se amplía con recursos de los presupuestos del Ministerio de Medio Ambiente y también de los Fondos de Cohesión. Los fondos privados van a proceder de la incorporación de usuarios a la financiación de infraestructuras y de otras fuentes de financiación. ACESA está en una situación de oportunidad para tener acceso ya a cuarenta y tres mil millones de pesetas de activos financieros, y de una importante cuota de los Fondos de Cohesión a través de los proyectos que tramite el propio Ministerio de Medio Ambiente. En cuanto a la financiación privada, los intereses a bajo precio van, sin duda alguna, a facilitar su captación.
Como conclusiones de la primera parte de mi intervención, pueden diferenciarse cinco grandes enunciados: primero, la Ley de acompañamiento abre paso a una nueva política financiera en torno a las infraestructuras hidráulicas, obras que tienen una premisa: la participación de los beneficiarios.
Segundo: la Confederación Hidrográfica del Ebro apuesta por este sistema y propone la creación de ACESA, cuyo objeto social no es otro que la construcción y explotación de las obras hidráulicas, bien de forma directa o participando en sociedades creadas para este fin.
Tercero: con ACESA se va a conseguir financiación pública extrapresupuestaria, ayudas de Fondos de Cohesión y financiación privada, lo que posibilita ampliar y anticipar la inversión.
Cuarto: ACESA permite y pretende conciliar intereses públicos y privados, es decir, consolidar las bases participativas en los objetivos.
Y quinto: ACESA llega en el momento adecuado. La necesidad de inversión en infraestructuras hidráulicas es manifiesta, existe una situación favorable en los mercados y disciplina financiera en torno a los presupuestos generales del Estado, junto a un aspecto decisivo que no tiene nada que ver con la macroeconomía ni la intervención política: la plena disposición de los usuarios, en este caso de los regantes en gran parte, a participar en esta apuesta meditada para ganar tiempo al tiempo con los mecanismos legales que hay al alcance.
Inicio una segunda parte de mi comparecencia para explicar la actividad más concreta de ACESA, una vez argumentado el ámbito legal para su creación. El Consejo de Ministros celebrado el pasado 14 de noviembre aprobó la creación de ACESA, con una aportación de cuarenta y dos mil ochocientos veintinueve millones de pesetas, desembolso realizado en su totalidad por el Estado y con la titularidad de las acciones en manos de la Dirección General del Patrimonio del Estado.
ACESA, en algunos casos, ejecutará proyectos directamente, y en otros, formará parte del capital de sociedades y de otro tipo de entidades, como podrían ser las agrupaciones de interés económico, pero siempre cumplirá objetivos emanados de las decisiones que adopte la junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, es decir, que el objeto social es promover y ejecutar proyectos que la Confederación debe acometer.
Las entidades que se articulen para acometer proyectos hidráulicos podrán estar formados por diversos entes: por un lado, la Confederación Hidrográfica del Ebro, a través de ACESA; por otro, los usuarios: entidades concesionarias, como compañías eléctricas, empresas constructoras y entidades financieras. Nunca, el capital social de cualquiera de estas sociedades estará mayoritariamente en manos de uno de sus componentes. ACESA participará en todos los casos con una aportación inicial de capital para la constitución y funcionamiento de las sociedades, además de desembolsos posteriores para garantizar el equilibrio económico y financiero de los diversos proyectos de inversión en los que se involucre. Habrá obras construidas con la participación y colaboración de particulares, otras construidas directamente por ACESA, y otras, por concesionarios con participación de ACESA. Por lo tanto, no todos los proyectos tendrán la misma mecánica.
Pueden diferenciarse -como también ha hecho usted referencia- tres tipos de actuación: el primer supuesto es la actuación directa, con la colaboración de los beneficiarios. ACESA, tras captar los fondos del capítulos VIII de los presupuestos generales del Estado, gestiona la construcción y posterior explotación de la actuación, previo convenio con el Ministerio de Medio Ambiente; el 50% de la financiación será propia y el otro 50%, procedente de préstamos de entidades financieras o aportaciones directas de los usuarios. Del 50% de la inversión, lógicamente, incluidos los gastos financieros y los gastos de explotación, recuperará ACESA el 50% de esa cantidad en concepto de tarifas, puesto que ése es uno de los condicionantes que tiene la sociedad, ya que ésta, por exigencia en su creación, debe conseguir el 50% de los ingresos. En este supuesto, los usuarios se integran en la gestión, mientras que los aspectos a considerar en estos convenios será en función de cada actuación específica. La gestión directa está regulada por el artículo 158 de la Ley de acompañamiento; en este caso, se ejecutarían obras, como la modernización, en concreto, obras de modernización del canal de Lodosa y del Canal Imperial, los embalses laterales del sistema de riegos de Bardenas, el recrecimiento del embalse de Santolea, las elevaciones para los regadíos de La Litera alta y las elevaciones del Ebro para dotar de recursos en los regadíos infradotados de la margen derecha en el tramo entre Zaragoza y Fayón.
El segundo supuesto es la participación de ACESA en sociedades concesionarias. En este caso, hay un máximo del 50%: el 50% es desembolsado por el Estado, que posteriormente recupera un porcentaje por retornos procedentes de los Fondos de Cohesión; el 50% restante y los posteriores costos de funcionamiento y explotación son aportados por los beneficiarios de la obra. Dentro de este supuesto, se incluyen la central de pie de presa de Itoiz, el abastecimiento de aguas a Zaragoza capital y otras poblaciones del corredor del Ebro y de poblaciones como Alcañiz, Calanda y Castelserás, y el abastecimiento mancomunado a los núcleos del Bajo Ebro.
El tercer y último supuesto u opción, al que también usted hacía referencia, contempla ACESA como entidad promotora de aquellas infraestructuras en las que, una vez construidas, no va a tener que responsabilizarse de su explotación posterior, bien porque la obra no tiene beneficiario directo o bien porque la explotación posterior corresponda a otra entidad. En este ámbito se van a ejecutar obras que atienden a restituciones medioambientales y territoriales en diversos entornos próximos a las obras de regulación; integran también este capítulo los proyectos de depuración, la red de saneamiento integral del río Huerva y diversas actuaciones en riberas.
La actividad de ACESA no va a ser fácil. Todos sabemos que las obras de regulación hidráulica son, en su mayor parte, recibidas con recelo por algunos sectores; habrá que ser generosos con quienes más directamente sufren las afecciones, transparentes en el otorgamiento de las concesiones y en las adjudicaciones de los contratos, consensuar las obras de mayor interés social y establecer calendarios de inversión realista, además de tener muy en cuenta la adquisición de los derechos concesionales cuando sea conveniente para una óptima utilización del recurso.
Tras el planteamiento general y las posibilidades de intervención de ACESA, me queda por desarrollar los planteamientos más inmediatos. En este sentido, hay una serie de proyectos considerados prioritarios como son el embalse de Santa Liestra, el embalse de Jánovas, el embalse de Biscarrués, el recrecimiento de Yesa, las actuaciones en el canal de Lodosa y en el Canal Imperial y el abastecimiento a Zaragoza capital. Las consideraciones de prioritarios no es una impresión personal, sino una decisión compartida en las reuniones de trabajo que ya ha mantenido el consejo de administración de ACESA, tras las consideraciones realizadas por la propia Confederación Hidrográfica del Ebro. Se han cumplido algo más de dos meses desde la aprobación de ACESA en el Consejo de Ministros y, en estos momentos, la sociedad está en pleno proceso de conformación de su plantilla, que tendrá en torno a cuarenta personas, la mayoría técnicos de alta capacitación y no tienen nada que ver con los funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Por lo tanto, le aclaro el punto al que hacía referencia. A la vez, se está trabajando en la formación de los primeros proyectos, los considerados prioritarios y de sus fórmulas de participación.
Mi impresión general es que estamos ante una empresa pionera, una plataforma amplia para que quienes quieran participar en los grandes proyectos hidráulicos, puedan hacerlo junto a ACESA, participación que ya se ha confirmado desde las más importantes comunidades de regantes de esta Comunidad Autónoma. Y le aclaro que en la última reunión que hubo, la última asamblea que hubo en la Comunidad general de Riegos del Alto Aragón, concretamente el viernes día 30, se aprobó la participación de los regantes en la sociedad que va a desarrollar Jánovas con un 25%. Creo que ha sido un paso importante de cara a confirmar que en esta sociedad y detrás de esta sociedad están los regantes y que quieren participar.
Aclararle también -ha hecho referencia a algunas partidas presupuestarias- que el presidente de ACESA no ha cifrado la inversión para el presente año, pues dependerá del ritmo de las obras, ya que recursos existen; por lo tanto, las cifras a las que hacía referencia, en ningún momento pueden ser reales, sino que serán mucho más superiores.
Nosotros confiamos, por supuesto, avalando lo que han hecho, en los aragoneses y, sobre todo, en aquéllos que quieren colaborar en esta sociedad y en la puesta en marcha de las obras. En estos momentos, la CHE, a través de su junta de gobierno, le ha encargado a ACESA una serie de obras, las cuales voy a enumerar para conocimiento de la cámara: abastecimiento de aguas a Zaragoza y corredor del Ebro; abastecimiento Alcañiz-Calanda-Castelserás y otros municipios; abastecimiento a Lleida y su comarca desde el embalse de Santa Ana; abastecimiento mancomunado a los núcleos del Bajo Ebro aragonés; Plan de restitución territorial del valle del Esera; redes de control de las aguas superficiales y subterráneas; depuradora de Miranda; depuración de núcleos pirenaicos; Plan de desarrollo en el entorno del embalse del Ebro; actuación en cauces y riberas; actuación de lucha contra la erosión; red de saneamiento del río Huerva; adecuación del Canal Imperial de Aragón (tramo urbano de Zaragoza); embalse de Santa Liestra; modernización del canal de Lodosa (II, III y IV fases); modernización del Canal Imperial de Aragón, puntos kilométricos 31 a 77; central de pie de presa de Itoiz; elevaciones del Ebro a los regadíos infradotados de la margen derecha, tramo Zaragoza-Fayón; regadíos de La Litera alta; embalse de Jánovas; embalses laterales en el sistema de riegos de Bardenas y recrecimiento del embalse de Santolea.
Y quiero también aclararle, sobre las cifras a las que ha hecho referencia en su globalidad, que todas estas obras, el montante de todas ellas asciende a ciento sesenta y un mil millones de pesetas, cifra superior a la que usted ha aludido y que estoy convencido de que se van a llevar a cabo.
En todo caso, yo voy a acabar aquí, pero creo, en definitiva, que ACESA puede dotar a las obras necesarias en la cuenca del Ebro y en la Comunidad Autónoma de una dinámica más ágil de la que hasta ahora han descrito los proyectos recogidos en el Pacto del Agua; y estoy convencido de que es el mejor camino, el más ágil y, además, con capacidad inmediata para demostrarse.
Gracias, señor Presidente.

El señor Vicepresidente Primero (PALAZON ESPAÑOL): Muchas gracias señor Consejero.
En turno de réplica, tiene la palabra el portavoz señor Pina.

El señor Diputado PINA CUENCA: Señor Presidente.
Señor Lanzuela, ¿usted ha percibido en mi tono una actitud desabrida y poco propia de un Grupo de la oposición que trata de impulsar al Gobierno? ¿Se ha sentido ofendido? Es que es la segunda vez que me llama la atención su Consejero, y no sé qué tono debo de adoptar para que la cámara y la opinión pública sepa que le habla la oposición, pero la oposición en algo pactado y con un ánimo constructivo.
Señor Lanzuela, como todas las sociedades anónimas tengan una capacidad de previsión presupuestaria como se nos ha contado aquí que tiene ACESA, apañada va la rentabilidad de los socios accionistas. O sea, ¡que ahora ya no son ciento cincuenta mil millones!: ahora son ciento sesenta y un mil millones. Vamos a ver, es que estoy un poco anonadado, porque no sé si la cámara se habrá enterado qué es ACESA, qué va a hacer ACESA este año y cuánto le va a costar a la DGA.
¿Cuánto va a invertir ACESA, cuál es la previsión? Dice que no se puede prever, bueno, pues estamos apañados. No se puede prever, pero ¿cuánto prevé la DGA que le va a costar su aportación? Porque supongo que algún grado de cogestión tendrá, cuando se refiere a la restitución territorial o a la depuración de aguas, como se cifra aquí.
Trataré de serenar mi tono para que el volumen no sea tampoco agresivo o, al menos la forma. Vamos a ver, ¿ustedes creen que todos los objetivos de solidaridad, de reequilibrio, de inversión, no los venía cumpliendo ya el Ministerio? Para eso no hace falta crear una sociedad anónima. Ahora resulta que cuarenta funcionarios -es una pregunta, ¡eh!, simplemente porque me quedo muy sorprendido-, los funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Ebro a veces se sienten desbordados por el trabajo, y ahora ¿cuarenta personas van a llevar toda la inversión de la Confederación Hidrográfica del Ebro más la parte que le corresponde de expropiaciones a la DGA, que ahora la va a asumir ACESA? Bueno, vamos a ver, que no nos escandaliza que la iniciativa privada participe en la gestión y en el desarrollo de la obra pública. ¿Saben ustedes cuánto dinero generaba el agua a la industria privada en 1995?: seiscientos mil millones de pesetas, con un gobierno socialista... Pero si estamos hablando de eficacia, de inversiones. ¿Cuánto se va a reducir la inversión del capítulo VI del Ministerio de Medio Ambiente?, ¿lo han evaluado ustedes para juzgar la bondad de esta sociedad?
De los cuarenta y dos mil millones de pesetas, que creemos en la palabra aquí dada y que estén desembolsados, ¿cuántos se van a invertir este año? ¿No resulta increíble, señorías, que una sociedad, con proyectos de una larguísima maduración no sepa cuánto va a invertir este año? Ustedes llevan haciendo triunfalismo desde el 3 de julio de 1997, mucho antes de que se constituyera la sociedad, y ahora ¿no saben cuánto va a invertir? Yo no lo entiendo, yo no lo entiendo, de verdad, y me gustaría que la explicación fuese meridiana y contundente para decir: «olé, señores del Gobierno, de menudo instrumento se han provisto ustedes», y aun así, no lo censuramos, lo veremos. Pero insisto: ¿va a disminuir el capítulo VI del Ministerio de Medio Ambiente porque eso es como estaba previsto financiar todas las obras hidráulicas en Aragón? El Pacto del Agua, recuerdan, y dinero público del Ministerio (capítulo VI). ¿Se va a aumentar o no se va a aumentar? Ya sé que está el truco presupuestario para que no contabilice déficit, ya lo sabemos; sacan ustedes un montón de millones para que no compute déficit en los presupuestos generales del Estado. Pues hasta en eso no decimos nada, a ver cómo arrancan ustedes, pero ¿se va a invertir más o menos? Porque lo de mejor, en una sociedad con cuarenta, frente a los funcionarios de la Confederación y que no sabe cuánto va a invertir este año, la verdad, tenemos alguna duda.
Señor Presidente, señor Consejero, es que no sabemos cuánto le va a costar a los usuarios, de verdad, que se lo preguntaba antes. Mire, vamos a ver, es muy fácil, una..., elegida al azar, quizá por sintonía territorial: elevaciones para los riegos de La Litera alta, con una inversión estimada de ocho mil millones; la financiación prevista, 50% a cargo de ACESA; otro porcentaje sin definir, con cargo a la Diputación General de Aragón. Pero, ¡oiga!, que la sociedad anónima se ha constituido. ¿No sabe cuánto va a poner el socio en una obra prioritaria, como usted mismo ha dicho? Y un porcentaje complementaria con cargo a los usuarios. Bueno, como ésta pertenece a la fórmula de gestión primitiva con la colaboración de los beneficiarios, pues entonces lo que yo les preguntaba: como dice que ACESA pone el 50%, y dice al final que recuperará el 50%, ¿es que los usuarios van a poner el cien por cien? Es una pregunta, muy clara ¡eh!, la entiende todo el mundo: ¿cuál va a ser la recuperación?, ¿cuánto le va a costar a los usuarios?
Otro ejemplo. En Jánovas, se está firmando un convenio: ¿qué papel es el de la DGA en Jánovas?, ¿una obra emblemática? ¿Qué hace la DGA en el convenio que ha firmado, y cuánto ponen ustedes? Bueno, de esto, yo me alegro mucho, porque las arcas de la DGA van a estar espléndidas, porque no sólo no van a pagar expropiaciones, sino que dice aquí: «Prioridad de ACESA: actuaciones medioambientales orientadas a la restitución territorial del valle del Esera; actuaciones con cargo al Fondo de Cohesión, tres mil cuatrocientos millones; actuaciones con cargo a Mimam-DGA (Ministerio de Medio Ambiente-Diputación General de Aragón), seiscientos; suma, cuatro mil millones. Esto se refiere a la compensación de la presa de Santa Liestra, por todos definida como la obra prioritaria en cuanto a regulación en Aragón. Bueno, pues ¿cuánto van a poner ustedes? ¿Van a empezar la restitución territorial o la empezarán después de que esté la obra? ¿Qué planes tienen, y cuánto van a aportar? Aquí dice seiscientos millones. A mí me parece extraordinario..., pero no entiendo cómo se financia esto, porque dice: «de cuatro mil millones, el Fondo de Cohesión pone tres mil cuatrocientos»; bueno, en fin, no sé, pero cuánto van a poner ustedes, ¿cuánto van a poner ustedes de los seiscientos millones?
¡Hombre, de verdad!, les pedimos el máximo de concreción, porque esto supone el cambio de financiación de las obras hidráulicas, y queremos -insisto y termino-, queremos que ustedes concreten -hay un ejemplo muy sencillito que les he puesto, en el caso de los riegos de La Litera-, y que nos digan cuánto les va a costar a los usuarios, cuánto va a poner ACESA y cuánto va a recuperar, y, en general, cuánto va a invertir para este año y para el que viene la DGA y ACESA, porque los dos andan juntos.
En los casos en que los planes de restitución territorial, que son competencia de la DGA -en el caso, por ejemplo, del Esera-, ¿cuánto dinero van a poner este año?, ¿lo tienen preparado?, ¿van a empezar este año? Porque han dicho que iban a contratar Santa Liestra en.... No, pero no quiero... Quiero centrarme en ACESA, y ésta es una actuación más, pero decían que la iban a contratar en el noventa y siete y no la han contratado.
Bueno, por favor, concreten, porque es muy importante. Ustedes están cambiando el sistema de financiación del Pacto del Agua, y si es «a más a más» no nos importa la aportación..., no, no, no tenemos ningún prejuicio a la aportación del dinero privado, especialmente en esta coyuntura económica con los intereses tan bajos.
¿Cuánto más vamos a invertir? ¿Cuánto va a aportar Aragón? ¿Cuánto va a aportar ACESA de esos cuarenta y dos mil millones de pesetas este año?
¿Cómo recupera el dinero la sociedad en las tres fórmulas de participación? ¿Cuál es la composición del Consejo de Administración, y con qué criterios se ha elegido? ¿Qué participación tienen ustedes? ¿Esto es un arcano o se puede decir aquí, en la cámara, en el parlamento aragonés, cuál es la composición del Consejo de ACESA?
Señorías, espero que entiendan que esta demanda de información y esta exigencia de la oposición no les ofenda. Contesten, concreten, y que sepamos por qué derroteros va la política hidráulica del Gobierno de Aragón, en particular, con este nuevo instrumento tan benéfico y novedoso como se nos presenta ACESA.
Contéstennos, por favor, con rigor y con concreción a las preguntas que les hacemos: cuánto dinero va a invertir ACESA este año, y cuánto en cada obra, y cuánto va a poner la Diputación General de Aragón, y cuánto le cuesta a los usuarios, es decir, cuánto recupera ACESA. Porque si dice que pone el 50% y recupera el 50%, pues, a lo mejor es que ACESA es un instrumento y no pone nada. Díganoslo también, por favor, en un ejemplo concreto: los riegos de La Litera.
Señorías, no les moleste a ustedes comparecer en el parlamento. ¡Pero si ustedes tienen aquí una tribuna magnífica para exponer las bondades de sus ocurrencias y de sus inventos!, y nosotros se las aplaudiremos, porque la materia hidráulica es una materia pactada en esta cámara. ¡Sean consecuentes!
Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, Diputado Pina.
A continuación pueden intervenir los representantes... Perdón, perdón, que falta el turno de dúplica del Consejero.
Señor Consejero, tiene la palabra.

El señor Consejero de Ordenación Territorial, Obras Públicas y Transportes (LACASA AZLOR): Señor Presidente. Señorías.
Yo pienso, señor Pina, que he sido bastante explícito en el detalle de las obras, y parece que usted no da por hecho los ciento sesenta y un mil millones, cuando me extraña que usted no haya sumado las cifras que en su momento le dieron en la Comisión de seguimiento del Pacto del Agua; por lo tanto, no sé a qué viene esa duda.
En cuanto a la actuación de ACESA, yo creo que he detallado concretamente qué obras son sobre las que va a actuar ACESA, y como vuelvo a insistir, con mandato de la propia Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, órgano totalmente abierto y participativo.
Cada una de las obras será objeto de un convenio concreto, como he hecho referencia también en mi anterior intervención, y, por lo tanto, las condiciones van a variar según el tipo de obra que se lleve a cabo, porque no es lo mismo ejecutar una obra en que haya un aprovechamiento hidroeléctrico que una obra en que no lo haya, puesto que las condiciones van a ser totalmente distintas y, puntualmente, serán objeto de esos convenios.
En cuanto al Ministerio, usted dice que lo cumplía. Yo vuelvo la vista atrás, y todos sabemos, por experiencia de hace unos años, cuántas presas se han llevado a cabo y qué obras se han llevado a cabo. Por lo tanto, estoy convencido de que ACESA va a ser un instrumento útil y va a venir a paliar el trabajo de esos funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Ebro, a los que ha hecho referencia, que están desbordados, y que es imposible, con la dotación de medios que ellos tienen, el poder llevar a cabo todas las obras.
Porque ACESA, además, es una sociedad moderna, una sociedad que está adaptada a los tiempos, que tiene poco personal y que puede llevar a cabo mucho trabajo. Yo le pondría el ejemplo de que cualquier empresa moderna que se precie, prácticamente, cada uno de los trabajadores tiene que generar unos ingresos del orden de ochocientos a mil millones de pesetas. Por lo tanto, ACESA va a cumplir esa línea y esas directrices.
Y aclararle, aclararle también, que esta inversión es «además de», porque en ningún momento se ha hablado de que los presupuestos provenientes desde el capítulo VI en los presupuestos del Estado se van a disminuir porque se haya creado ACESA. Al revés, ACESA capta fondos por otros caminos, como, por ejemplo, a través del capítulo VIII.
En cuanto a la inversión -y he hecho referencia-, nunca la vamos a fijar por bajo, siempre será por alto, en cuanto a que existan los proyectos en condiciones. Y usted conoce muy bien, pienso que tan bien como yo o, quizá, mejor, puesto que tenía información puntual de cómo estaban administrativamente todos los proyectos anteriormente, y sabe que el problema de inversión viene en gran medida por falta de proyectos en condiciones para poder invertir, y es esa línea en la que estamos trabajando, porque en estos momentos tenemos fondos.
Y hacía usted una alusión a cuánto tendrían que pagar los usuarios. Me remito a la asamblea del día 30 en Huesca, en la Comunidad de Riegos del Alto Aragón, donde se barajaron cifras, y le voy a decir cuánto: por la construcción de Jánovas, los regantes de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón van a pagar un canon de ciento cincuenta millones al año, ésa va a ser la cifra que van a pagar. Y, en todo caso, nunca pagarán los regantes más de lo que pagaban anteriormente, cuando una obra se financiaba íntegramente por el Estado. Eso está garantizado.
Y en cuanto a la distribución de La Litera alta, yo me remito al convenio específico que haya que firmar en su momento, pero, en todo caso, los regantes tienen garantizado que nunca pagarán más de lo que en su momento tenían previsto pagar por el consumo de agua y por la cantidad que tenían que pagar por hectárea. Esa es una idea que siempre se ha tenido desde la Confederación Hidrográfica del Ebro, desde la propia ACESA y también de los regantes, porque no hay que olvidar -y se lo quiero aclarar- que uno de los partícipes más importantes en la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, precisamente, son los usuarios.
En cuanto a la consideración de cuánto vamos a pagar, nosotros tenemos muy claro cuál va a ser nuestra participación en los distintos proyectos y, en todo caso, nos tenemos que congratular -y creo que la cámara lo comparte conmigo- de que el costo para el Gobierno de Aragón sea el menor posible, pero siempre, siempre, vamos a estar al lado, sobre todo, de aquellas actuaciones que lleven consigo la aportación de fondos para restitución y para paliar los posibles perjuicios de las zonas que tienen que sufrir las regulaciones.
Por otra parte, tenemos garantizados en la mayor parte de las obras a las que he hecho referencia los Fondos de Cohesión, que se tramitan a través de Medio Ambiente, y la aportación de los usuarios podrá hacerse, como había dejado bien claro, o bien con aportación directa de ellos, porque concertaran préstamos con las entidades financieras, o bien que la propia ACESA estableciera unos acuerdos con las entidades financieras en cuanto a la solicitud y concesión de préstamos, préstamos que posteriormente serán devueltos por los interesados, con la carencia de tiempo que fija la Ley de Aguas prácticamente, que son los veinticinco años, y también los costes de explotación.
Por lo tanto, la idea está muy clara: prácticamente, las condiciones en cuanto a los regantes es el 50% de participación de ACESA y el otro 50% que tienen que pagar los regantes, igual que en el procedimiento anterior, cuando tratamos de una obra en general, por ejemplo, como una regulación o bien un revestimiento de un canal que en estos momentos se podía hacer por la Ley del once o por cualquier otro sistema.
En todo caso, señorías, estoy convencido de que debemos estar contentos, por parte de los usuarios y por parte de los partícipes dentro del ámbito de la Confederación, de que se haya creado esta sociedad, una sociedad pionera, y que en estos momentos están ya poniendo en marcha en otras confederaciones hidrográficas, porque ven que esto es muy beneficioso para llevar a cabo las obras que están pendientes en las distintas confederaciones hidrográficas de todo el país.
Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Consejero.
Y ahora sí que pueden intervenir los representantes de los restantes Grupos Parlamentarios para solicitar aclaraciones o formular preguntas sobre la información facilitada por el compareciente.
Grupo Parlamentario Mixto: Diputado Bernal, tiene la palabra.

El señor Diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señor Presidente. Señorías.
Yo creo que la primera cuestión que habría que plantear, hablando de Aguas de la Cuenca del Ebro, S.A. (ACESA), es qué es ACESA. ACESA representa -es, de hecho- un nuevo sistema de financiación, de ejecución, de gestión de la obra hidráulica. Es decir, ACESA es una cuestión de forma, pero que puede tener, desde nuestro punto de vista, grandes repercusiones en el fondo.
¿Cuál es el fondo? El fondo es llevar adelante una política hidráulica, en algunos casos acertada, en otros casos, en el caso de los macroembalses, desde luego, trasnochada, contestada por amplios sectores de la sociedad. En el fondo, señor Consejero, de lo que se trata es de defender una política de construcción de macroembalses, de fuerte afección social, económica y ambiental, en detrimento de otras actuaciones más moderadas y que pueden ser -y lo hemos defendido desde esta tribuna- igualmente efectivas en la generación de recursos para riego, recursos para producción eléctrica o para usos recreativos, y, en todo caso, nosotros entendemos que mucho más beneficiosas para la sociedad en general, aunque -y aquí hay una cuestión fundamental- no tanto seguramente para las grandes constructoras y para los posibles comisionistas.
Estoy empezando a entrar en una cuestión, aunque ya sé que al señor Lanzuela, al ausente señor Lanzuela, y a su Gobierno no les interesa tanto el fondo como las formas: ¿qué más da el uso eficiente del agua!, ¿qué más da que miles de regantes trabajen todavía en condiciones infrahumanas!, ¿qué más da que se arruine una comarca aragonesa concreta con un embalse determinado!, ¿qué más da que se pierda el único río pirenaico en estado natural (el Ara)!, o ¿qué más da que existan todavía -y sin demostrar lo contrario- riesgos similares a los de la catástrofe de Biescas con la construcción del embalse de Santaliestra!, ¿qué más da todo eso!
Señor Consejero, hay actuaciones precisas de ACESA que nosotros aplaudimos, hay actuaciones precisas en las que estamos de acuerdo, aplaudimos su ejecución; sólo que nos gustaría saber si el Gobierno aragonés, y usted como legítimo representante de ese Gobierno, ha sido consultado para establecer las prioridades de la empresa pública de la CHE. Porque si ésta utiliza esa resolución aprobada en junio del noventa y dos denominada «Pacto del Agua», aprobada por estas Cortes, en la que nosotros no estábamos presentes, si utiliza esa resolución como cobertura para ejecutar obras (algunas obras que se denominan «insociables», en contraste con las que denominan «sociales»), no estaría de más, y sería un reconocimiento a la responsabilidad de nuestras instituciones, el consultar y debatir las prioridades que deben establecerse en función de unos criterios políticos que, a nuestro juicio, deberían ser muy claros: realizar primero aquellas obras que no tienen fuerte rechazo social, es decir, protagonizadas por ayuntamientos, mancomunidades, coordinadoras legalmente constituidas, partidos políticos... Tenemos, para empezar, señor Consejero, la friolera de treinta actuaciones del mítico Pacto del Agua que se encuentran en esta bendita condición de aceptadas socialmente. ¿Por qué no se empieza por esas treinta?
Por citar algunas, señor Consejero, estamos totalmente de acuerdo, y gratamente sorprendidos, con que se promueva la construcción de varios embalses laterales en Bardenas y la mejora del Canal Imperial. Lo que no entendemos es por qué eso mismo no se extiende a Riegos del Alto Aragón y al Canal de Aragón y Cataluña, donde deberían priorizarse las balsas de regulación interna y especialmente San Salvador. En el caso de Riegos del Alto Aragón, porque nosotros entendemos que allí, aprovechando el desarrollo de los regadíos de Monegros II, podrían hacerse embalses dentro del sistema de la máxima envergadura posible.
Pero hablemos de la forma -porque ya he dicho que ACESA es una forma- y distingamos aspectos positivos de aspectos negativos. Desde nuestro punto de vista, nosotros entendemos que es positivo acelerar el desarrollo de algunas obras de perentoria necesidad. ¿Por qué? Por la agilidad de la financiación y del procedimiento administrativo, cuando hay consenso y cuando no hay impacto social o medioambiental, nos parece positivo.
Nos parece positivo también, señor Consejero, que participen los usuarios, para que todos aprendamos a valorar el coste de la obra pública y vía bolsillo nos conciencemos de la importancia de realizar un uso eficiente del agua, de acercarnos cada día más a ese concepto de la nueva cultura del agua. También vemos aspectos negativos o que nos suscitan dudas importantes. Voy a tratar de enumerarlos muy rápidamente.
Nos parece que ésta no es, señor Consejero, la vía, o tenemos grandes dudas de que ésta, ACESA, sea la vía adecuada para conseguir los objetivos que algunas obras hidráulicas perseguían en su concepción, que no eran otros que satisfacer necesidades sociales y económicas de Aragón. Porque el simple hecho de acelerar la tramitación de obras de gran conflictividad -usted y yo lo sabemos: ya lo ha dicho- hará seguramente resurgir el enfrentamiento entre el llano y la montaña, y hará aumentar la incertidumbre, por un lado, de los afectados; pero eso puede acarrear también graves consecuencias para los posibles beneficiados, para determinados usuarios.
Porque, señor Consejero, ¿qué pasaría si algo similar a lo sucedido con Montearagón u otra circunstancia posible se repite en el caso de Santaliestra o en el caso de Jánovas? ¿Qué pasaría con la financiación de miles de millones que deben aportar los regantes si esas obras por cualquier circunstancia se retrasaran dos, tres, cinco o más años, o que, en vez de regular una cantidad dada, al final sólo regulen la mitad? ¿Quién explicaría a la sociedad aragonesa, señor Consejero, que algunas comunidades de regantes pueden verse en dificultades económicas por una política improvisada y precipitada?
Como ha dicho en alguna ocasión respondiéndome el señor Lanzuela, esto no es hacer una balsa, esto es hacer un pantano, y hay que ir con pies de plomo.

El señor PRESIDENTE: Diputado Bernal, debe concluir.

El señor Diputado BERNAL BERNAL: Voy a ir acabando, señor Presidente.
Nos suscita grandes dudas, señor Consejero, el resultado final de los costes del agua; es algo que nos preocupa, que yo le he preguntado al señor Presidente del Gobierno, y todavía no me ha respondido. Nos preocupa este modelo de financiación, porque estamos seguros de que el coste para algunas comunidades de regantes va a multiplicarse por dos, por cuatro, por cinco y hasta por diez, y que la repercusión inmediata va a ser la de elevación de los gastos, una elevación de los gastos en miles de explotaciones que verán drásticamente mermados sus beneficios y su renta per cápita.
Ello puede acarrear dos consecuencias: o bien, primero, la transformación radical de la agricultura extensiva y de los sistemas de riego, o, segundo, que se abra la veda del mercado del agua. De esa manera correríamos serios riesgos, porque se materializaría claramente el trasvase a otras zonas más industrializadas o con una agricultura intensiva más competitiva.
Segunda duda, o tercera duda -ya no sé cuántas llevo-: tenemos dudas sobre la repercusión que tendrá la participación de las compañías eléctricas en la supeditación de la producción energética a las necesidades de riego y en el régimen de explotación de algunos pantanos. ¿Qué será antes, en definitiva: la electricidad o el riego? Nosotros nos tememos que el que paga manda -eso se dice reiteradamente-, y las compañías eléctricas tienen mayor poder político y financiero que los regantes aragoneses.
En cuanto a la última duda, tenemos dudas también respecto a la hipotética participación de los afectados. Porque, en el entramado ACESA-usuarios, ¿dónde se reflejan los derechos y los beneficios que deben tener los afectados?, ¿cómo está previsto encajar en una sociedad de gestión mancomunada la parte correspondiente a los ayuntamientos afectados? Nos tememos que todos los anuncios de buenas intenciones se queden al final en agua de borrajas.
Para acabar, señor Consejero, entendemos que quizá sería necesario crear un marco legislativo más concreto y aportar una mayor claridad a la hora de establecer los mecanismos, porque seguimos teniendo nuestras dudas respecto a quién controlará esta sociedad. Nosotros no nos cerramos a la participación privada, pero siempre y cuando no se mengüe el servicio público, siempre y cuando la financiación privada esté equilibrada y sin caer en el fundamentalismo de lo privado, al que ustedes, los gobiernos del PP, son especialmente proclives.
Y, finalmente, seguimos teniendo nuestras dudas, señor Consejero, todavía, de si se van a seguir o no realizando obras de interés social, y no sólo obras de interés económico, vía presupuestos generales del Estado.
Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, Diputado Bernal.
Grupo Parlamentario de Izquierda Unida: Diputado Rubio, tiene la palabra.

El señor Diputado RUBIO FERRER: Señor Presidente. Señoras Diputadas, señores Diputados.
Yo tengo que agradecerle al señor Lacasa la concreción de la que ha hecho gala, porque, realmente, señor Lacasa, yo tengo pocas dudas. Ya tenía muy pocas dudas después de abandonar la Comisión de seguimiento del Pacto del Agua, y a partir de hoy tengo muy pocas dudas sobre las circunstancias que han rodeado el nacimiento de ACESA y sobre la futura incidencia en la ejecución de las obras del Pacto del Agua.
Yo creo que las circunstancias del nacimiento de la empresa ACESA son propias de una corriente privatizadora que en estos momentos nos invade, de la que no se salva ni siquiera el agua: hasta al agua le ha llegado la corriente privatizadora. Y, además, yo creo que es una circunstancia de la propia doctrina del liberalismo económico imperante en estos momentos en Europa y que ha llegado a España, que también ha llegado, como decía antes, al agua; una doctrina propia y respetable del modelo conservador, del modelo de la derecha, y que nosotros no compartimos, evidentemente.
Esta doctrina conservadora y privatizadora aparece claramente reflejada en una serie de cuadros que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro tuvo a bien enviarnos en su explicación pormenorizada de la empresa ACESA. Y, para mí, señor Consejero -por eso le decía que yo tengo pocas dudas-, este cuadro es claramente definitorio de la política: cuando hay alta rentabilidad económica y alta rentabilidad social, interviene el capital privado; cuando hay rentabilidad económica nula y rentabilidad social alta, interviene el capital público. Esto es muy aclaratorio de cuáles son las intenciones del devenir y de la puesta en marcha de la empresa ACESA, aspecto -como pueden imaginar ustedes- que nosotros no compartimos en absoluto en el ámbito de la rentabilidad.
O, cuando habla, en otro de los cuadritos, de por qué la financiación extrapresupuestaria, y da una contestación: para controlar el déficit público planteado por los criterios de Maastricht -financiación presupuestaria a la que haré referencia posteriormente-; financiación extrapresupuestaria, incluso, señor Consejero, de la que yo en estos momentos tengo dudas, porque el periódico Levante, el día 31 de enero del noventa y ocho, planteaba: «La Unión Europea pone objeciones a la empresa que debería ponerse en marcha en el Júcar», que sería Ajusa (Aguas del Júcar, S.A.), en la que, entre otras cosas, plantea una serie de objeciones europeas, y, al final, acaba diciendo: «el nulo desarrollo de Aguas del Ebro, dotada con unos cuarenta mil millones, y la paralización casi absoluta del proceso de creación de Ajusa, es consecuencia de una serie de planteamientos de la Unión Europea».
Por eso, las dudas que yo tenía creo que están muy claras -las dudas que yo tenía al principio-, cuando en otro cuadro habla de que la construcción de la obra pública tiene que flexibilizar el proceso a través de la eliminación de la rigidez de la burocracia administrativa. ¡Ojo con ese planteamiento!: flexibilización de la rigidez de la Ley de contratos del Estado. Quiero recordar en esta cámara que el propio Secretario de Estado indicó que la Ley de contratos del Estado quiere ser modificada por el Gobierno del Partido Popular, Gobierno de la nación, a mediados del año noventa y ocho, y, por lo tanto, son elementos que a mí me parecen bastante fuertes a la hora de exponer este giro de trescientos sesenta grados de la obra pública.
En todo caso, yo creo que la incidencia en las obras del Pacto del Agua es muy sencilla: la empresa ACESA ha priorizado las obras a poner en marcha de las que teníamos pendientes del Pacto del Agua, y ha priorizado seis obras, señor Consejero, que totalizan más de cien mil millones de pesetas: el embalse de Jánovas, doce mil millones; el embalse de Santa Liestra (con restitución territorial), veinticinco mil millones; abastecimiento de Zaragoza capital, veintidós mil millones; tramo urbano del Canal Imperial de Aragón, quince mil millones; modernización de los cuarenta y seis kilómetros del Canal Imperial, dieciséis mil millones; modernización del Canal de Lodosa, catorce mil millones de pesetas. Seis obras, ciento tres mil millones de pesetas. Las obras más caras, evidentemente, y algunas de ellas conflictivas, como Jánovas, al que ya se ha hecho referencia, y del que Izquierda Unida está en contra; también algunos elementos de conflictividad han aparecido últimamente en el embalse de Santa Liestra.
Yo tengo claro, señor Consejero, que el establecimiento de un modelo de gestión de la obra pública tipo ACESA es -punto uno- injusto, es injusto porque va a buscar la financiación de aquellas obras donde hay capital privado para invertir, porque donde no haya capital privado, aunque haya elementos de necesidad social, ACESA no va a intervenir. Punto dos: este modelo es desequilibrador para Aragón; este modelo es desequilibrador para nuestra Comunidad Autónoma.
Mire usted: ACESA ha priorizado las obras que quiere poner en marcha que son aquellas que van a tener más respaldo económico de los grupos económicos y empresariales determinados, pero no resuelve -y podría haber resuelto- problemas pendientes en Aragón: no resuelve la situación de bloqueo en estos momentos de La Loteta, que la podría haber resuelto; no resuelve la situación de atasco (problema muy serio) de Montearagón, y lo podría haber resuelto; no resuelve un problema muy importante que llevamos arrastrando, que es la cuenca del río Matarraña (lo podría haber resuelto si hubiera priorizado o hubiera tenido interés en introducir alguna obra), y no resuelve tampoco los problemas que venimos arrastrando en el Jalón y en el Jiloca, y podría haberlos resuelto.
Por lo tanto, ACESA no resuelve situaciones de necesidad social que hay en Aragón, y tampoco va a apoyar al regadío tradicional y a la explotación familiar agraria, porque opta por la creación de nuevos embalses para la creación de nuevos regadíos. Por lo tanto, si ha priorizado seis obras tremendas de más de cien mil millones de pesetas, no resuelve los problemas sociales pendientes de Aragón, y tampoco resuelve algunos errores que teníamos en el Pacto del Agua.
Dedicado especialmente al señor Bolea: el error que se cometió en la aprobación del Pacto del Agua de que el Gobierno de Aragón tenía que acometer a su cargo las expropiaciones, no lo resuelve tampoco ACESA, señor Bolea, porque recuerde usted que el Secretario de Estado dijo que se iban a conmutar los dineros que la DGA tenía que aportar para el pago de expropiaciones, según indicaba el Pacto del Agua, lo cual yo creo que todos hemos reconocido que es un error (el primero, el Partido Aragonés y el señor Bolea), eso se iba a conmutar y ahora la DGA ya no iba a pagar las expropiaciones; pero la DGA se va a tener que hacer cargo de los programas de restitución territorial, evidentemente, por la misma cuantía.
Otro de los grandes problemas de Aragón que tampoco resuelve ACESA: uno, problemática de carácter social, problemas pendientes que siguen estando fuera de ACESA y, por lo tanto, manteniendo la situación de conflictividad; segundo, no resuelve los problemas de los errores causados en el Pacto del Agua; por lo tanto, no resuelve esos problemas y, además, es un modelo que introduce la privatización del agua, con el cual Izquierda Unida no está de acuerdo. Si no estamos de acuerdo con el resto de privatizaciones, mucho menos todavía con la privatización del agua, que hasta hace poco tiempo parece que era un elemento de carácter natural y de carácter global y general, y, a partir de estos momentos, parece ser que se van a introducir elementos de privatización.
Segundo, a través de todos estos cuadritos, y de algunos más que por falta de tiempo no voy a explicitar, es evidente que se introduce en la gestión del agua la gestión empresarial, en dos ámbitos: uno, la competitividad; dos, el beneficio económico. Entiendo que muchos Diputados del Partido Popular estén contentos, sonrientes, porque, evidentemente, éste es un planteamiento que ellos defienden y que ellos sacan adelante. Es evidente que ningún Diputado del Partido Popular va a llorar, sino que se va a reír con esta situación, están contentísimos.
Pero, por nuestra parte, no estamos de acuerdo, porque con la gestión empresarial, trasladada a la gestión del agua, posiblemente lo que vaya a ocurrir -y acabo de demostrar que esas seis grandes obras de más de cien mil millones de pesetas totales han sido las primeras que se priorizan-, posiblemente vaya a interesar y a priorizarse más el cemento y los intereses empresariales concretos que las necesidades reales de Aragón.
El agua deja de ser un bien social y pasa a convertirse en un bien de mercado. Esta situación me parece peligrosa y perjudicial especialmente para Aragón. Hay un refrán que dice: el fin -en este caso, el Pacto del Agua- no justifica los medios que se están poniendo. Yo creo que los medios que se van a utilizar en este elemento de gestión extrapresupuestaria que es ACESA, con cuarenta y tres mil millones de pesetas, provienen de las privatizaciones de empresas públicas, y eso yo quiero dejarlo aquí muy claro.
La privatización...

El señor PRESIDENTE: Diputado Rubio, tiene que concluir.

El señor Diputado RUBIO FERRER: Finalizo, señor Presidente, con esta última frase.
La privatización de las empresas públicas (en este momento cuarenta y tres mil millones de pesetas a través de ACESA) supone generar y favorecer nuevamente intereses de empresas financieras y empresas privadas, que van a participar, evidentemente, en aquellos ámbitos en los que obtengan beneficios, y entiendo que eso es una política que contrasta frontalmente con la posición histórica, con la posición filosófica, con la posición ideológica que mantiene Izquierda Unida.
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, Diputado Rubio.
Grupo Parlamentario del Partido Aragonés: Diputado Bolea Foradada, tiene la palabra.

El señor Diputado BOLEA FORADADA: Señor Presidente. Señorías.
Yo, en el nombre del Partido Aragonés, agradezco la iniciativa del Grupo Socialista con respecto a este tema, que efectivamente es palpitante para Aragón, aunque ciertamente alguna de las preguntas eran tan obvias que no eran necesarias. El que ahora, aquí, queramos explicar lo que es Aguas de la Cuenta del Ebro, sociedad anónima..., pues, señor Pina, con todos los respetos, esto hay que tenerlo ya aprendido.
La Ley general presupuestaria de 23 de septiembre de 1988, siendo Presidente del Gobierno don Felipe González, permite, dentro de lo que es la estructura del Estado, la existencia de empresas públicas en régimen de sociedad anónima. ¿Para qué? Pues para dar una mayor agilidad. A partir de esta autorización general prevista en esta Ley general presupuestaria, los gobiernos hacen uso o no hacen uso.
Por Ley de 30 de diciembre del noventa y seis, de medidas fiscales administrativas y de orden social, el Gobierno actualmente en el poder acuerda la creación de unas empresas públicas para la construcción y explotación de carreteras y también de obras hidráulicas. No cambiemos ahora el tema y no llevemos el escenario aquí de lo que ya se discutió allá. Los grupos políticos tuvieron allá la oportunidad necesaria para decir si estas empresas públicas eran buenas o eran malas. Yo no sé lo que votó el Grupo Socialista; posiblemente votó a favor de este artículo, muy posiblemente. Entonces, eso está ya aquí, se han creado, y una de ellas es Aguas de la Cuenca del Ebro, sociedad anónima.
Es una empresa pública estatal, no es una empresa privada. Por lo tanto, cualquier comparación de la financiación del siglo pasado, en el supuesto del Canal de Aragón y de Cataluña, en el supuesto de los Riegos del Alto Aragón, no tiene el más mínimo parecido.
Aquello eran empresas netamente privadas, y, por lo tanto, sin ninguna posibilidad; éstas son empresas públicas. Pero, además, la idea no es original -ni siquiera del actual Gobierno-, porque, como todos sus señorías -tengo la seguridad- conocen, en la Ley de infraestructuras hidráulicas de Cataluña de 9 de marzo de 1990 (que, por cierto, establece con mucha habilidad un sistema de auxilios que quizá mejore el de la Ley de 1911), admite la posibilidad de que las entidades que gestionan todas estas obras hidráulicas lo utilicen en forma también de sociedades anónimas.
Partiendo ya, por lo tanto, de este axioma -que es así para nosotros-, vamos a ver qué es lo que nosotros podemos decir sobre qué es Aguas de la Cuenca del Ebro. En primer lugar digamos que no es un fin; es un medio, es un instrumento para la ejecución de obras hidráulicas. A partir de esto, vamos a ver si esa instrumentalización es buena, es mala, es perjudicial o no es perjudicial para Aragón.
Digamos, para que tengamos las ideas claras, que las obras que va a realizar ACESA son obras que o se ejecutan a través de los presupuestos generales del Estado, o se instrumentalizan a través de una empresa pública en régimen de sociedad anónima, pero todas ellas son obras de interés general y obras de la competencia exclusiva del Estado.
Tengamos claros estos conceptos tan elementales, queridos compañeros, porque, si no los tenemos, podemos caer en decir cosas que, desde luego, podrán ser todo lo demagógicas que queremos, pero desde luego no tendrán nada de científicas.
Las obras ejecutadas por los presupuestos generales del Estado o que va a ejecutar ACESA son obras de competencia estatal y son obras de interés general; las obras que se van a ejecutar a través de ACESA no son obras de Aragón, son obras de toda la cuenca del Ebro.
Estando ya, por lo tanto, dentro de nuestro escenario, ahora planteemos también nuestras dudas y nuestras preguntas.
Así: ¿este instrumento, este medio va a ser más eficaz que los presupuestos generales del Estado? Porque los presupuestos generales del Estado hasta ahora han sido un desastre, los de este año, para Aragón, no son buenos -las cantidades que se incluyen para obras hidráulicas en Aragón...-; pero es que tampoco lo eran los del año pasado ni los de hace dos años, ni los de tres, ni los de cuatro, ni los de cinco.
Vamos a adelantar más, y si nos dice: ¡hombre! el proyecto de ACESA, inicialmente, es que ha captado una serie de obras; las otras, lógicamente, tendrán que ir por presupuestos generales del Estado, porque alguien las tiene que hacer. Ha elegido unas, las ha elegido, y ¿qué es lo que tiene que hacer? Ejecutarlas.
Y dice el señor Pina, con ese sentido común que le caracteriza: «Pero ¿quién va a pagar eso?»

El señor PRESIDENTE: Señores Diputados, ruego que el diálogo entre los Diputados lo celebren en los pasillos. Este es el momento del debate, y, por lo tanto, ruego que no intercambien diálogo, conversaciones entre los señores Diputados.

El señor Diputado BOLEA FORADADA: Y ¿quién va a pagar y cuánto van a pagar los usuarios? Pues, hombre, ACESA no puede inventar un sistema de financiación de obras generales, porque esto sería el timo de la estampita, o el premio a los más buenos.
El sistema de financiación de las obras generales está inventado desde 1911 (la Ley de Gasset), desde julio de 1911. Las obras se financian por tres procedimientos: a iniciativa, con colaboración de los usuarios; con empresas concesionarias; con cargo exclusivo al Estado.
Y el Estado, el Gobierno, en cada momento, elige uno de los tres procedimientos, y por esos tres procedimientos de la Ley del once se ejecutan todas las obras. Luego, ACESA, si ejecuta las obras, las ejecutará bajo la guía, que tiene que respetar en todo momento, de la Ley de 7 de julio (no sé si es de 7 o de 14 de julio) de 1911, la «Ley Gasset». Por lo tanto, los usuarios ya lo saben: tienen que espabilarse en esos porcentajes, que son siempre negociables -¡claro que son negociables!, como son negociables en la Ley de construcciones hidráulicas en Cataluña-, pero, desde luego, en ningún caso van a salir más perjudicados. Y, si salieran perjudicados, desde luego, serían tontos si aceptaran que ACESA metiera allí la nariz. Es decir: «Oiga, ACESA, váyase de aquí, que nos la ejecuten a través de los presupuestos generales; nosotros, Riegos del Alto Aragón, Canal de Aragón y Cataluña, Bardenas...». Si ACESA quisiera meterse dentro para hacer algo que no les conviene, deberían decir: «Oiga, váyase usted fuera; usted aquí no pone sus manos pecadoras, que nos las ponga el Estado». Esto es así, y si esto no lo entendemos, pues, bueno, ¿de qué estamos hablando?
Y, dicho todo esto, ¿qué podemos conseguir nosotros aquí?
En primer lugar, señor Pina, ¿vamos a pagar los convenios que firmaron -que es que están firmados, que están firmados-?, ¿vamos a pagar los aragoneses los convenios de ocho o diez obras que ustedes firmaron sin conocimiento de las Cortes? Porque ustedes no vinieron aquí a decir lo que comprometían, aquí no nos enteramos, más que en el periódico, de que el señor Marco firmaba con el Secretario de Estado -¡ésa es la verdad!- miles de millones de pesetas. Eso lo vemos los aragoneses.
Yo vuelvo a repetir la misma idea: si son obras de interés general, la Diputación General de Aragón no pinta nada en materia expropiatoria; la Diputación General de Aragón no tiene que pagar absolutamente nada, las haga el Estado o las haga ACESA. Lo que sería, no para reír, sino para llorar, señores Diputados, es que ACESA estuviera interviniendo en toda la cuenca del Ebro y que aquí, en Aragón, nosotros le tuviéramos que pagar las expropiaciones.
Esto es lo que nosotros no podemos consentir, y ésta es una iniciativa del Partido Aragonés que yo agradezco al señor Rubio, porque, cuando el señor Rubio me ha dedicado esa actuación, no lo decía en el sentido peyorativo, sino en el sentido de que comparte totalmente el criterio del Partido Aragonés.
No tenemos que pagar absolutamente nada, señor Rubio. Yo no sé si esto lo vamos a conseguir o no, porque la proposición que tuve yo aquí el honor de defender me la votaron en contra el Partido Socialista y el Partido Popular. Ultimamente, en la reunión de la Comisión del Pacto del Agua, el señor Secretario de Estado ya cambió de criterio, porque en la primera que tuvimos el representante del Partido Aragonés ya le dijo: «Oiga, señor Secretario -lo mismo que se lo dijimos al del Gobierno socialista-, que nosotros no tenemos que pagar eso». El hombre, en el primer momento: «No; eso es muy discutible. Yo también soy jurista». «Bueno; pues si usted es jurista, ya se lo estudiará.» Y la última vez que vino, hace muy poco tiempo, no quiso reconocer abiertamente que estaba él equivocado, pero dijo: «Sí, sí; es muy discutible, vamos a ver; ACESA nos los va a pagar».
Y yo estoy ahora con usted, señor Pina, vamos a ver si nos paga. Ahora, ahí está la habilidad del señor Lanzuela; éste es mi ruego: señor Presidente, nosotros, como Partido Aragonés, ni estamos en la oposición ni estamos en el Gobierno. ¿Para qué estamos nosotros? ¿Somos iguales que el PP? En absoluto. ¿Somos iguales que el PSOE? En absoluto. ¿Qué queremos? Lo mejor para Aragón, queremos lo mejor para Aragón. Ahora, el Partido Aragonés le dice: don Santiago Lanzuela, estas obras que promete ACESA, o que hay que incluir en los presupuestos generales del Estado, que se incluyan, que no paguemos absolutamente nada de expropiaciones. Tiene usted el apoyo de todos nosotros. ¡Esto sí que es fuerte! ¡Esto sí que es importante! Que podamos decir en materia de aguas lo que realmente hay que decir en Aragón, pero con toda la libertad del mundo, como lo digo yo hoy, en nombre del Partido Aragonés.
Ahí estamos diciendo ahora: «Que los de Levante...». ¿Qué Levante? ¿Qué pasa por Levante? Pues en Levante, ahora, dicen que quieren el agua. ¿Pero qué novedad es ésta? ¿Es que es alguna novedad? ¿Es que no hay un Proyecto de Ley, firmado por don Felipe González, donde se recogían todos los trasvases posibles y no posibles de aguas del Ebro, desde Barcelona hasta Almería? ¡Oye, que esto no es ninguna novedad! De esto hace ya varios años. Yo no sé cuantas veces habré dicho esto en público. Si lo firmó don Felipe González. ¡Y no nos vino a consultar a nosotros!, ¿eh? En absoluto. Y, ahora, ¿qué dicen?: «No; es que, ahora, en Valencia lo están pidiendo». ¿Que lo están pidiendo? ¡Pues que lo pidan!
Lo que sí dice el Partido Aragonés es que el Partido Aragonés seguirá apoyando a un gobierno o a otro, el que mejor sea para Aragón, en cada una de las elecciones. Esa es la misión del Partido Aragonés, pero nunca apoyará, y desde luego no mantendrá, a un gobierno aragonés que tenga la cobardía de permitir los trasvases del Ebro; por lo menos, yo no estaría en el partido si esto se llevara a cabo.
Estos somos los hombres del Partido Aragonés. Muchas veces, entre nosotros mismos, parece...; pero el Partido Aragonés es absolutamente necesario.

El señor PRESIDENTE: Diputado, Diputado Bolea, debe concluir.

El señor Diputado BOLEA FORADADA: Concluyo, señor Presidente.
Lo necesita el Partido Popular, lo necesita el Partido Socialista, por supuesto Izquierda Unida y la Chunta, y lo necesitan los aragoneses.
Nada más, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, Diputado Bolea...

El señor Diputado PINA CUENCA [desde el escaño]: Señor Presidente, por favor.

El señor PRESIDENTE: ¿Sí, señor Pina?

El señor Diputado PINA CUENCA [desde el escaño]: Deseo solicitar una aclaración de la Presidencia.

El señor PRESIDENTE: A ver: si es de la Presidencia...

El señor Diputado PINA CUENCA [desde el escaño]: Sí, del señor Presidente.
¿Ha habido alguna modificación reglamentaria que este Diputado desconozca, de modo que el interviniente, en lugar de dirigirse al compareciente, se dirija al solicitante y no tenga derecho a réplica?

El señor PRESIDENTE: Vamos a ver.
La réplica, Diputado Pina, desapareció del Reglamento, en concreto, el artículo 80, en el que se planteaba la réplica. O sea, no hay réplicas ya en el Reglamento de esta cámara.
El señor Bolea le ha citado, no le ha aludido; ello es lógico en un debate.
El Reglamento prevé la situación de que haya alusiones que impliquen juicios de valor o inexactitudes, y el señor Bolea lo que ha hecho es citar al señor Pina, como todos los intervinientes han citado a los que le han antecedido en el uso de la palabra; por tanto, señor Pina, lo siento: no ha habido alusiones.

El señor Diputado PINA CUENCA [desde el escaño]: Señor Presidente, no, si no deseo... Es que me ha contestado a una cosa que no he preguntado.
Pregunto si, en la modificación reglamentaria, el interviniente ha de dirigirse al solicitante de la comparecencia, en lugar de al compareciente.

El señor PRESIDENTE: Perdón, perdón, señor Pina; el interviniente se dirige a la cámara, el interviniente se dirige a la cámara y a quien le parezca de la cámara para captar su atención, y vuelvo a repetir: son citaciones y no alusiones. [Rumores.
Está perfectamente claro en el Reglamento. La alusión tiene que ser que implique juicios de valor o inexactitudes, y no ha habido alusiones.
Grupo Parlamentario del Partido Popular. ¿Quiere intervenir?
Diputado Gimeno, tiene la palabra.

El señor Diputado GIMENO FUSTER: Señor Presidente.
Señoras y señores Diputados.
Yo voy a intentar no caer en el error para no exacerbar al Portavoz socialista, si en algún momento determinado me dirijo a él. Yo creo que los Grupos de la oposición están en la legítima labor de criticar las decisiones y actuaciones del Gobierno, en su obligada labor; pero no nos prive a los Grupos que apoyamos al Gobierno de defender al propio Gobierno -estamos en esa labor- y, desde luego, de plantear posturas comunes o contrarias a los planteamientos que en un momento determinado puede tener la oposición.
Ciertamente, en algún momento comentaba con algún Diputado de mi Grupo Parlamentario que, incluso, en la reforma del Reglamento, no pudimos o no supimos ser sensibles a lo que suponen las comparecencias, y quizás lo hubiésemos tenido que dejar en un simple debate entre Grupos o Diputados que solicitan la comparecencia y el propio compareciente, pero el Reglamento está así y así es.
Señorías, voy a entrar en materia, y me van a permitir que yo responda sin acritud, desde la búsqueda del consenso, pero también desde el propio convencimiento de qué es ACESA y de los objetivos que puede permitir esta sociedad.
Señorías, yo creo que sería osado por mi parte reincidir aquí en cuál es el objetivo, la finalidad de la sociedad anónima Aguas de la Cuenca del Ebro. Es una sociedad anónima de carácter público, exclusivamente público (el cien por cien del capital es público). Por lo tanto, yo creo que ha quedado meridianamente claro.
Objetivo. Yo coincido -creo- con el portavoz del Partido Aragonés en que ACESA no es un fin, ni muchísimo menos. Si ACESA se hubiese constituido como un fin, desde luego, su futuro terminaría en este momento, en el momento en que terminase este debate, señorías.
No; ACESA es un medio para conseguir unos objetivos que -tengo que decirlo-, hasta el día de hoy, no ha dado absolutamente ningún fruto.
Yo recuerdo, y quiero recordar, que, cuando dos Diputados de esta cámara pertenecientes al Partido Socialista -hoy todavía uno presente: ha ejercido de portavoz por parte del Grupo Parlamentario Socialista- y otro Diputado del Partido Aragonés se personaron en el Grupo Parlamentario del Partido Popular para vendernos el Pacto del Agua -y digo «para vendernos el Pacto del Agua» entrecomilladamente-, para decirnos las bondades de aquel Pacto del Agua, quiero recordar -en alguna ocasión lo he dicho también en esta tribuna- que para el Partido Popular (no sólo para el Partido Popular, sino para el Partido Popular e Izquierda Unida) aquel pacto, en principio, sin conocerlo, sin conocerlo pormenorizadamente, tenía algunas dudas, algunas dudas que salvamos, de modo que aquí aprobamos por unanimidad el Pacto del Agua.
Señorías, aquel Pacto del Agua, que requirió del consenso de todos los Diputados de esta Cámara, absolutamente de todos, yo creo que está presente en este momento, a excepción, lógicamente, de un Grupo minoritario: el Grupo Mixto, Chunta Aragonesista. El resto de las formaciones políticas (Izquierda Unida, Partido Aragonés, Partido Socialista y Partido Popular) están en esa idea de consenso, en esa idea.
Pero, señorías, ¿qué es ACESA, o qué pretende ACESA? Pues miren ustedes: yo creo que ha sido recalcado reiteradamente por el Consejero de Ordenación Territorial en representación del Gobierno de Aragón, una sociedad que pretende promover, contratar, construir y explotar recursos hidráulicos. Señorías, ya solamente con estos objetivos tendríamos que decir -digo que solamente con estos objetivos-, si se cumplen, «sí» a la sociedad anónima Aguas de la Cuenca del Ebro.
De todos modos, señorías, el Partido Popular está a favor de la sociedad anónima Aguas de la Cuenca del Ebro; pero yo quiero que quede meridianamente claro, después de lo manifestado aquí por determinadas formaciones políticas, qué fuerzas están a favor de y cuáles no, porque, por lo que he podido detectar claramente, Izquierda Unida no está de acuerdo con ACESA -eso es lo que ha dicho aquí-, no está de acuerdo con ACESA. Es su legítima decisión, su legítimo posicionamiento; pero, desde luego, habrá que dejarlo meridianamente claro.
Con relación al Grupo Parlamentario de Chunta Aragonesista, su discurso habría que trasladarlo como el discurso del «¿qué más da!», porque ¿qué más le da a don Santiago Lanzuela esto!, ¿qué más le da a don Santiago Lanzuela lo otro!, ¿qué más le da a don Santiago Lanzuela...! Incluso yo he podido deducir, porque lo he escuchado aquí dentro y luego fuera, que, desde luego, don Santiago Lanzuela es el causante de todos los males hidráulicos que han sucedido en esta Comunidad Autónoma.
Pues, con el mayor respeto, señorías, con el mayor respeto, al Partido Popular, ¿qué más le da lo que diga el Grupo Parlamentario de esta cámara si los aragoneses confían en la mayoría del Gobierno de coalición Partido Popular-Partido Aragonés?
Parece ser que Izquierda Unida se opone a ACESA porque la constitución de la sociedad prevé la privatización del agua. Yo creo que Izquierda Unida -me lo recordaba algún Diputado de mi Grupo Parlamentario- ahora va a presentar una proposición de ley aquí, para prohibir a todos los aragoneses comprar agua embotellada y tener que ir a buscar o a beber el agua a las fuentes públicas; parece ser que es esto lo que se puede deducir.
Señorías, yo quiero hacer un planteamiento muy serio: desde el convencimiento de que ACESA no es un fin, sino un medio, creo que hemos acertado en la constitución, o ha acertado la propia Confederación Hidrográfica del Ebro, el propio Consejo de Ministros, han acertado en la constitución de la sociedad.
Señorías, aquí se han dicho cosas que, desde luego, están muy lejos de la realidad. Aquí se ha equivocado el debate, aquí no se ha venido a discutir cómo se ha constituido ACESA ni qué objetivos tenía ACESA. Digo que se ha equivocado el debate porque el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista conocía a la perfección cómo, cuándo, de qué manera se ha constituido ACESA y cuáles eran sus objetivos. El portavoz del Grupo Parlamentario Popular, en un determinado momento, podía desconocerlo, pues no pertenece a la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua.
Señorías, yo creo que es el instrumento público y claro para poder conocer cuáles son los objetivos que se plantean, cuánto nos va a costar al Gobierno de Aragón.
Señorías, ¿recuerdan ustedes -muchos estábamos aquí en esta cámara, otros no- qué explicaciones nos dio el Gobierno del señor Marco cuando firmó los convenios para la expropiación de los embalses contemplados en el Pacto del Agua? ¿Alguno de los Diputados entonces presentes aquí recibieron alguna explicación? Pues miren, señorías, de forma muy clara: de aquellos acuerdos, simplemente ya hemos obtenido beneficios: la Comunidad Autónoma aragonesa no tiene por qué pagar las expropiaciones de la ejecución de las obras. Miren: el primer beneficio. Supondrá equis, pero es el primer beneficio. Desde luego, se trata de unos costes. Y, en un momento determinado, el Partido Popular votó en contra de una iniciativa del Partido Aragonés porque no lo tenía claro; pero, desde luego, la labor del Gobierno ha conseguido que aquel pacto, que aquel acuerdo que se realizó con nocturnidad y a escondidas de las decisiones de esta cámara, ha podido ser rebatido.
Decía el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista: «En 1989, la Confederación Hidrográfica del Ebro ejecutó veinticinco mil millones de pesetas -perdón-, comprometió veinticinco mil millones de pesetas.» El término «ejecutar», señor Pina, no significa ir con el fusil -es el gesto que ha hecho usted-; «ejecutar» significa otra cosa; ustedes piden en esta cámara al Gobierno muchas veces un nivel de ejecución de los presupuestos: yo lo he utilizado en ese sentido.
Y la pregunta siguiente, siguiente reflexión que a mí, en algún momento se me plantea, en un debate muchísimo más amplio, es: desde el ochenta y nueve al noventa y cinco, ¿cuáles han sido las partidas presupuestarias?
Y voy a terminar, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Debe terminar.

El señor Diputado GIMENO FUSTER: En infinidad de ocasiones el Grupo Parlamentario Socialista ha criticado que el Gobierno de Aragón y los Grupos que le apoyan estén vigilantes en lo que supone el capítulo VI en los presupuestos generales del Estado.
Al Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Aragón le preocupa el capítulo VI, sí, pero también le preocupan el capítulo VII y el capítulo VIII, y, desde luego, al Partido Popular no le importaría absolutamente nada que el capítulo VI fuese cero si los capítulos VII y VIII de los presupuestos generales del Estado se quintuplicasen -yo creo que muchísimo mejor-, porque la ejecución la priorizaría el Gobierno de la Comunidad Autónoma.
Gracias, Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, Diputado Gimeno.
El señor Consejero puede responder, si lo desea, a las cuestiones planteadas.

El señor Consejero de Ordenación Territorial, Obras Públicas y Transportes (LACASA AZLOR): Señor Presidente. Señoría.
Voy a contestar brevemente a cada uno de los intervinientes.
Y, en primer lugar, señor Bernal, quiero decirle que me alegro de que, por lo menos, haya visto algo positivo en ACESA; no ha dicho todo, pero sí algo positivo. Quiero aclararle que ACESA se convierte en un nuevo instrumento en el sistema de ejecución, y es un instrumento que lo utiliza la Confederación en los momentos que crea oportunos, nunca va a ir por libre.
Dentro del listado al que ha hecho referencia, ha dicho que no le gustaban diversas obras; entre ellas, ha hecho referencia a tres, de las veintidós, hay tres que no le gustan, y las otras yo creo que las enmarcaría en un -entre comillas- interés social, al que ha hecho referencia, aunque también las otras tres son de interés social; quizá no sea social para unos, pero sí para la generalidad de la Comunidad Autónoma.
Me ha preguntado si he sido consultado. Sí; yo he sido consultado a través de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, como un miembro más, aunque también en este momento hay personas en esta cámara, Diputados, que se sientan en la Junta de Gobierno de la CHE y que también han sido consultados.
Lo que ocurre es que me da la impresión, a la vista de su intervención, que ustedes sí que quieren regadíos, pero no quieren embalses. Esa es una filosofía que siempre han utilizado, y, en todo caso, nosotros no es que no estemos de acuerdo, es que sin embalses difícilmente podrá haber regadíos.
En cuanto a San Salvador, todos hemos defendido, en un momento u otro, la ejecución de San Salvador; lo que ocurre es que el proyecto no existe y difícilmente en este momento podría hacerse cargo ACESA. En el momento en que esté aprobado el proyecto, y si la Confederación lo considera oportuno, puede encargarle a la propia ACESA que construya San Salvador, y ACESA va a tener que acatar ese encargo.
Yo en ningún momento he hecho referencia al enfrentamiento entre el llano y la montaña. Yo soy muy consciente; siempre hemos defendido -en este caso, desde el Gobierno, y tanto del Partido Popular como el Partido Aragonés- los programas de restitución en las zonas afectadas por los embalses; hay otros Grupos que también los han defendido, y, lógicamente, en esa línea vamos a trabajar juntos.
En cuanto a los regantes, va a haber una participación muy activa; es una participación que ellos han demandado. Ellos están muy a favor de ACESA, se ha demostrado por sus manifestaciones. Por lo tanto, el ir en contra de ACESA es ir en contra de lo que piensan los usuarios, independientemente de las posibles discrepancias que pueda haber en cuanto a las obras que se le encarguen a ACESA.
En relación con los costes del agua, vuelvo a reiterar que en todo momento, cuando se habla de los costes, se dice que nunca serán mayores que aquellos que antes estaba previsto que pagaran los regantes, y esa línea la vamos a defender, y de hecho lo han demostrado los propios regantes de Riegos del Alto Aragón, que han asumido, por supuesto, los costos que llevará consigo la ejecución de Jánovas.
En cuanto a las empresas hidroeléctricas, si tendrán mayor poder o menor poder que los regantes, depende de cómo esté la concesión. Lógicamente, dentro del plan hidrológico de cuenca hay unas prioridades de usos, y usted sabe que las prioridades para riego están por delante de las prioridades para los aprovechamientos hidroeléctricos. En todo caso, hay unas juntas de desembalse que son las que programan estos desembalses y tendrán que ajustarlos.
Lógicamente, en cada una de las obras se ha hecho referencia a que ACESA firmará unos convenios específicos para aclarar toda la financiación y las condiciones.
En cuanto al señor Rubio, me extraña lo que aquí ha dicho, porque me da la impresión de que no entendió lo que explicó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro en la reunión que tuvimos en la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua, no ha entendido lo que he dicho aquí en esta tribuna, y, a lo mejor, es que ni se ha leído los cuadros que nos ha enseñado, que son muy bonitos, pero igual no se los ha leído. Porque volvemos a lo de siempre: ACESA es un instrumento, en ningún momento ACESA puede ir por libre; usted ha dado la impresión aquí de que ACESA va a ir por libre.
Debo aclararle, porque ha hablado de privatización, que está confundiendo una cosa con otra. La privatización es cuando la actividad se transmite a la sociedad que no está dirigida por la Administración; en este caso, el cien por cien de la sociedad son acciones del Estado. Por lo tanto, es una empresa estatal; así, no sé a qué viene intentar confundir la privatización o mezclar aquí la privatización con la creación de ACESA. Cualquiera de los que nos sentamos o estamos en esta cámara creo que lo tenemos muy claro. Yo creo que en este caso lo que tendría que hacer es alegrarse por que no se haya creado una empresa privada a la que Confederación le asigne estas obras. Por lo tanto, creo que lo que debía hacer es aplaudir la creación de esta sociedad estatal.
Por supuesto, la Confederación Hidrográfica del Ebro va a encargar los proyectos y ACESA se va a ceñir muy mucho a esos proyectos que se le encarguen.
En todo caso, una de las funciones de ACESA es controlar el déficit público; pero controlarlo por la captación de fondos, para que toda la inversión no tenga que hacerla el Estado, sino que se pueda hacer a través de otros fondos. En este caso, sí le puedo asegurar que la banca privada está en disposición de poder ayudar a la financiación de las obras públicas.
En cuanto a la priorización de seis obras, he hecho referencia a seis obras de las veintidós que se han priorizado en este momento, y lo que tendríamos que hacer es estar contentos por que en esas obras tengamos garantizada la financiación.
No estoy de acuerdo con que se produzcan desequilibrios, ya que lo que hace ACESA es construir unas obras que le encarga la Confederación dentro de su actuación. En unos momentos serán unas obras, en otros momentos serán otras. Y, en este caso, no le podía encargar La Loteta y Montearagón porque son obras que ya están en este momento con financiación de los propios presupuestos del Estado, y, por lo tanto, huelga tener que pasarlo a ACESA, puesto que ya están en marcha las obras.
En cuanto al Matarraña, yo le puedo asegurar que en el momento en que Confederación tenga los proyectos aprobados, puede encargarle a ACESA la construcción de los embalses del Matarraña, y me alegro de que haya hecho referencia a ello porque, en este caso, implícitamente, ha apoyado los embalses y la regulación del Matarraña. Yo me alegro de que, quizá, incluso con otras conversaciones que hemos tenido y otras comparecencias, en este momento esté de acuerdo en la regulación del Matarraña, o, por lo menos, así lo ha manifestado.
También quiero volver a insistir en que va a haber convenios específicos para cada una de las obras en el momento de la ejecución.
Estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho el señor Bolea en su intervención.
Querría también decirles que, en aras a la posible aclaración del tipo de sociedad, por ejemplo, en Navarra se creó Riegos de Navarra como una sociedad también estatal, que está funcionando, y, si no recuerdo mal, en aquel momento el Gobierno era del Partido Socialista. Es una sociedad que está funcionando bien, con capital totalmente de la Comunidad Foral navarra, y que, lógicamente, es un ejemplo y ha sido un ejemplo de funcionamiento para otro tipo de sociedades.
Quiero decirle, por supuesto, al señor Bolea, que los dos estamos en la Junta de Gobierno, que cualquier encargo que se haga antes pasará por que demos el visto bueno en la Confederación, en la Junta de Gobierno. Tal y como ha dicho, éste va a ser un medio muy eficaz para llevar a cabo determinadas obras. Además, ha expuesto muy claramente qué es lo que tenemos que hacer en cuanto a las expropiaciones.
Recuerdo que se me encargó en esta cámara en algún momento que se renegociaran los convenios, y yo, en todo momento, y también apoyado por el propio Presidente, hemos estado hablando con el Ministerio; llegó el momento en que ya la renegociación no fue necesaria porque prácticamente nos lo dieron hecho. Lo que no quiere decir que por parte del Gobierno de Aragón no seamos sensibles a todo lo que sea restitución, y en esa línea vamos a estar. Pienso que todos debemos hacer un esfuerzo, porque pedir es muy fácil; pero, a la hora de poner sobre el terreno los dineros, hace falta que en esas inversiones estemos nosotros detrás, y así lo estaremos, pero con transparencia, siempre con la idea de lo que vayamos a hacer y teniendo en cuenta que en este tipo de actuaciones de restitución va a haber una posibilidad de captar fondos de cohesión; estamos hablando, quizá, del 80%, como mínimo, con lo cual, la inversión, tanto del Estado como de la Comunidad Autónoma, será bastante baja.
Agradecemos, por supuesto, al señor Gimeno las manifestaciones que ha hecho. Estamos de acuerdo, tanto en el Gobierno como los dos partidos que en este momento apoyan al Gobierno, en que ACESA pueda llevar a cabo las obras. En todo caso, junto a ese apoyo que también le brindamos a ACESA, también vamos a exigir el cumplimiento de los encargos que por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro se hagan a la sociedad.
Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Consejero.
Pasamos al punto siguiente del orden del día, que es el debate y votación de la proposición no de ley número 142/97, sobre la realización de obras en la carretera A-132, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.
Para la presentación y defensa de la proposición no de ley, tiene la palabra un representante del Grupo Parlamentario proponente, Diputado Calvo.

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