Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
Comparecencias - De Consejeros del Gobierno de Aragón
Comparecencia del consejero de Cultura y Turismo al objeto de informar sobre el proyecto del denominado «centro dramático aragonés», objetivo y propuestas de gestión, participación del sector teatral en su diseño y previsión de actuaciones hasta su puesta en marcha.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 091 de Serie A (V Legislatura)
Intervinienen: Callizo Soneiro, Javier - Gonzalez Barbod, Gonzalo - Aullo Aldunate, Maria Trinidad - Artieda Garcia, Marcelino - Abril Laviña, Maria Isabel - Gimeno Fuster, Mesias
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Señorías, reanudamos la sesión de la Comisión, dando, en primer lugar, la bienvenida al consejero a esta, la que es su Comisión, con el punto cuarto del orden del día: comparecencia del consejero de Cultura y Turismo al objeto de informar sobre el proyecto del denominado «centro dramático aragonés», objetivo y propuestas de gestión, participación del sector teatral en su diseño y previsión de actuaciones hasta su puesta en marcha.
Para ello, tiene la palabra el señor consejero de Cultura y Turismo.
Comparecencia del consejero de Cultura y Turismo al objeto de informar sobre el proyecto del denominado «centro dramático aragonés», objetivo y propuestas de gestión, participación del sector teatral en su diseño y previsión de actuaciones hasta su puesta en marcha.
El señor consejero de Cultura y Turismo (CALLIZO SONEIRO): Muchas gracias, señor presidente.
Comparezco, como siempre, gustosísimo en esta cámara para explicar los proyectos del departamento, antes incluso de que el Gobierno de Aragón —como parece lo lógico— exponga esos proyectos una vez maduros, cerrados y, en definitiva, con todo lo que debe tener un proyecto antes de ser sometido al conocimiento de la ciudadanía y de sus legítimos representantes en el parlamento. Y lo hago ahora a iniciativa del Grupo Chunta Aragonesista, no sin antes subrayar que éste es un proyecto del actual Gobierno de Aragón, apoyado por lo tanto por los dos partidos que forman la coalición que sostiene al Gobierno y, además, con el apoyo de Izquierda Unida.
El centro dramático de Aragón surge como una iniciativa capaz de hacer frente a una demanda, denunciada desde hace muchísimos años en la comunidad autónoma, donde, por una parte, existe una realidad rica desde el punto de vista teatral, con un tejido de compañías que han crecido en los últimos treinta años y que algunas de ellas han alcanzado cotas de gran brillantez. Pero, al mismo tiempo, también, con una política, históricamente, muy poco globalizada, dedicada mucho más a impartir, a otorgar una serie de ayudas a proyectos concretos sin un punto de referencia general.
Ya hace más de una década que se intentó —en los años ochenta— trasladar a la Comunidad Autónoma de Aragón el esquema que a principios de esa década había permitido crear el Centro Dramático Nacional, con sede en el Teatro María Guerrero, iniciativa que tuvo, además, réplicas notables en otras comunidades autónomas.
En el caso de Aragón, el entonces llamado también «centro dramático» no llegó a cuajar, fracasó antes de nacer por haber sido promovido a contrapelo de la mayoría de los profesionales de la comunidad autónoma. Sin embargo, es cierto que el Centro Dramático Nacional, en los años ochenta, permitió que cristalizara a escala nacional una política de protección y de ayuda a las artes escénicas y que, además, a imitación, como digo, de esa feliz creación, surgieran diversos centros autonómicos con trayectoria y vida, que ha resultado, a la postre, diversa y varia.
El centro dramático de Aragón pretende, por una parte, dar significado y contenido al gran proyecto de rehabilitación y remodelación del Teatro Fleta, que hoy mismo arranca con el importante acuerdo adoptado en el Consejo de Gobierno y que va a permitir librar un gasto plurianual por importe de más de cuatro mil millones de pesetas en tres anualidades (la del año 2001, 2002 y 2003), y hoy mismo sale también hacia el Diario Oficial de las Comunidades Europeas la licitación de la obra, de manera que si no hay retrasos por parte del Ayuntamiento de Zaragoza en la concesión de la licencia, es de esperar que las obras de rehabilitación del Fleta comiencen en los primeros días de junio y que en el plazo de veinte meses, que es el establecido en el proyecto, es decir, el uno de marzo del año 2003, podamos tener lista esa importante infraestructura cultural, la obra más importante en ese orden en los últimos años en la comunidad autónoma.
Pues bien, podíamos haber pensado en mantener la política teatral anterior, es decir, la inexistencia de una verdadera política teatral históricamente en esta comunidad autónoma, o porque cuando se intentó, se fracasó por hacerla a contrapelo de los profesionales, o porque resultaba mucho mejor mantener una política de dádivas a las compañías sin crear un gran organismo capaz de entender el teatro aragonés en su gran complejidad.
Era, por lo tanto, una posibilidad rehabilitar el Fleta y utilizarlo como un escaparate para los grandes espectáculos del circuito nacional e internacional. Eso, en sí mismo, no era indeseable; de hecho, una parte importante de la programación del Fleta tendrá que estar alimentada por el circuito nacional e internacional. Pero utilizar el Fleta solamente para la exhibición de las producciones ajenas a la comunidad hubiera sido incurrir en un lamentable caso de colonización cultural, que, desde luego, este Gobierno no está dispuesto ni a impulsar ni tampoco a contribuir.
En el marco de una política global de ayuda y protección a las artes escénicas, el Gobierno ha creído que el Fleta podía ser justamente el escenario de una particular interacción entre la escala regional, entre la escala cercana, entre la creación y la creatividad propias y la escala internacional, la escala universal. Es decir, el centro dramático debe potenciar la creatividad aragonesa, enriqueciéndose, abriendo los poros a su colaboración con el teatro nacional e internacional.
El centro dramático se concibe como el lugar de encuentro e interacción entre la producción teatral aragonesa y la producción allende, es decir, la producción de otras realidades artísticas y culturales. Nace desde criterios posibilistas, desde el realismo, con modestia, pero también con ambición.
El centro dramático de Aragón quiere ser el aglutinante, en primer lugar, de las compañías profesionales estables aragonesas con larga experiencia, con una presencia importante en circuitos nacionales e internacionales. Y, precisamente, por esa razón, el Gobierno de Aragón ha retrasado la presentación pública de este proyecto —yo lo he hecho, además, de forma singular, para atender primero la petición de comparecencia, antes de mostrar este proyecto a la ciudadanía—. El retraso, como digo, ha sido debido, sobre todo, al hecho de que el Gobierno quería, primero, negociar con las compañías aragonesas, trasladarles este proyecto, negociar con las compañías, hacerles partícipes del mismo y arrancarles el consenso que, a día de hoy, puedo dar por sentado, después de las numerosas reuniones que hemos celebrado en las pasadas semanas y, especialmente, después de las dos más importantes más importantes que he tenido el honor y la satisfacción de presidir, mucho después de que una de las dos asociaciones —y no las dos— compareciese ante esta cámara.
Por lo tanto, como digo, el centro dramático se presenta como el aglutinante de las compañías profesionales, nace con ellas; no entenderíamos que naciese sin ellas y mucho menos que naciese contra ellas, como sucediera en los años ochenta con el intento fracasado.
Pero también, en segundo lugar, el centro dramático es el aglutinante de la política teatral del Gobierno de Aragón, concretada en la subvención a la producción teatral aragonesa y en la programación también del circuito de artes escénicas, feria de teatro y festivales de Aragón. El centro dramático debe alimentar el circuito y los festivales desde una acción política global. Ahora bien, quiero dejar bien sentado, para evitar cualquier confusión, que el Gobierno de Aragón mantendrá sus compromisos en el circuito, aunque, repito, alimentado en parte por las producciones del centro dramático de Aragón, del futuro centro dramático de Aragón, y mantiene también su política de ayudas, que ya está en marcha en la actualidad. Ese ha sido el compromiso que se ha establecido con las compañías aragonesas, con las dos asociaciones que, en este momento, puedo decir entienden la necesidad de poner en marcha el centro dramático de Aragón.
Las funciones específicas del centro dramático son, en primer lugar, la realización de producciones propias. En segundo lugar, la realización de coproducciones con compañías aragonesas preferencialmente, pero también con compañías nacionales e internacionales, dentro de ese espíritu de intercambio y de oxigenación, porque yo creo que se debe hacer aragonesismo, pero sobre todo aragonesismo oxigenado, porque, de lo contrario, entraríamos en un ámbito, como dicen los biólogos, anaerobio, sin ventilación, y eso no es bueno, y menos lo es para la creación intelectual y para la creación cultural. Y, en tercer lugar, el centro dramático proporcionará todo un ambicioso programa de actividades complementarias a las de producción.
Va a estar dotado, pues, en primer lugar, de una unidad de producción capaz de sacar adelante espectáculos de medio y gran formato para ser presentados en el Gran Teatro Fleta y para ser también circulados mediante el circuito de las artes escénicas.
Esa unidad de producción contempla el encargo, con carácter preferente, a directores aragoneses, pero también, de forma ocasional, a directores nacionales e internacionales, teniendo muy presente que el reparto sea o procure ser mayoritariamente aragonés, por artistas, por actores formados en Aragón.
El centro dramático, desde ese punto de vista, quiere ser lugar de encuentro generacional entre los actores que residen en Aragón y quienes forman parte de esa brillante diáspora teatral aragonesa.
La unidad de producción se regirá por criterios estrictamente artísticos que descansan tanto en el impulso a la dramaturgia aragonesa y a los textos de la literatura clásica española, como a propuestas hechas a partir del teatro clásico español de los siglos XVI y XVII, sin descuidar los textos de autores contemporáneos nacionales e internacionales.
Dentro de la unidad de producción se contempla también, como, quizá, el efecto catalizador más importante, la puesta en marcha de coproducciones, coproducciones en número de dos, en principio, de dos coproducciones anuales con compañías aragonesas, sobre la base de la presentación de un proyecto juzgado por criterios meramente artísticos y también de viabilidad económica, y una coproducción anual con compañías nacionales e internacionales. En el caso de las coproducciones, el centro dramático de Aragón aportará el 50% de los gastos de producción, liberándose a las compañías aragonesas de la amortización de su parte, además de contribuir a distribuirla en sus canales y en sus circuitos propios.
Parte importante también de la actividad del centro dramático son las actividades complementarias, que son varias y de muy diverso calado e incidencia. Tienen por objeto la dinamización del sector y la captación de nuevos públicos, y van a concretarse, en primer lugar, en la puesta en marcha de un ciclo de teatro abierto que permita acoger producciones de carácter experimental, con un reparto pequeño y con bajo presupuesto; tiene por objetivo, sobre todo, profundizar en la investigación teatral y en el perfeccionamiento del lenguaje teatral.
En segundo lugar, ciclos de lecturas dramatizadas.
El tercer aspecto se refiere a conferencias y debates sobre temas teatrales.
En cuarto lugar, una potenciación especial de la dramaturgia aragonesa mediante el desarrollo de talleres, lecturas e incluso mediante la creación de un premio especial de literatura dramática aragonesa.
En quinto lugar —y éste es otro los objetivos importantes del centro—, se quiere poner en marcha un programa de formación permanente para profesionales del sector, para los diferentes estamentos del mundo teatral aragonés, desde cursos especializados de alta dirección, técnicos, iluminadores, escenógrafos, actores, etcétera, etcétera. Es decir, un plan de reciclaje y mejora permanente de los recursos humanos, bien entendido que este plan no quiere suplantar a la Escuela de Arte Dramático, que, en todo caso, acabará convirtiéndose —esos son los planes del Gobierno de Aragón y de su Departamento de Educación—, en el futuro, en una escuela superior de arte dramático, que impartirá la formación básica. Pero estamos hablando de una formación complementaria permanente que no se opone a la formación básica de una escuela, sino que pretende mantener en el mismo nivel de competitividad los recursos humanos del teatro aragonés.
Y, por último, hay una actividad muy importante que tiene que ver con las publicaciones referidas al teatro aragonés.
El centro dramático quiere tener una estructura básica, corta, operativa y flexible, que adoptará la forma de una empresa pública, que tiene las ventajas del respaldo de la Administración, pero también las ventajas de la flexibilidad en la gestión, fórmula que se utiliza ya en casi todas las comunidades autónomas en los casos en los que se han creado centros dramáticos de esta naturaleza.
Así, pues, tendrá un director; un departamento de producción, compuesto por un jefe de producción y por dos responsables de área (responsable del área de producción, responsable del área técnica); un departamento de personal y gerencia, es decir, de recursos humanos y de gestión, al frente del cual estará un jefe de departamento; un departamento de distribución y animación, cuya misión fundamental es la venta y la difusión de los espectáculos del centro dramático, unidad que propondrá la programación teatral en el Teatro Fleta y en las sedes complementarias de otras cabeceras comarcales, y que tiene también como misión redactar un plan de animación y política de precios, con objeto de captar públicos que en las últimas décadas y, especialmente, en la última década, habrían desertado de su vocación teatral de antaño. Este último departamento estará dirigido por un jefe de departamento y por dos responsables de distribución y de animación. Y, finalmente, el departamento de documentación, destinado a suministrar información y documentación a todos los profesionales del teatro.
En definitiva, el centro dramático de Aragón no sólo representa, como señalaban las asociaciones teatrales con las que hemos tenido la posibilidad de comentar todas estas notas que estoy aquí poniendo en su conocimiento en la mañana de hoy, un salto cuantitativo en la medida en que va a permitir incrementar notablemente la producción teatral aragonesa, sino que significa, mucho más y mucho antes, un salto cualitativo gigantesco con consecuencias importantes.
El centro dramático quiere ser el revulsivo que necesita el teatro aragonés y que obligará a éste a un cambio de mentalidad, a un cambio de escala, puesto que el objetivo principal, como digo, es potenciar la creatividad aragonesa, pero penetrar también en el circuito nacional e internacional. Debe ser también capaz de mejorar la imagen —no, precisamente, muy favorable— que se tiene del teatro aragonés fuera de la comunidad autónoma, al decir de las propias asociaciones teatrales y que están necesitadas de un cambio importante, sobre todo para que al rebufo de las grandes producciones del centro dramático que todos los efectos beneficiosos de esa mejora de imagen puedan trasladarse a un sector donde la imagen, evidentemente, es fundamental para el futuro de la contratación de muchas de estas empresas.
Y debe tener efectos —los tendrá— muy beneficiosos sobre la totalidad del sector teatral, sobre las compañías en su conjunto y, muy especialmente, sobre los actores aragoneses, quienes nos han trasladado su ansiedad y el deseo de que este proyecto, finalmente, se lleve a cabo como quiso llevarse a cabo hace ya más de una década.
Finalmente, quiero subrayar en esta primera intervención que el centro dramático no agota la política cultural del Gobierno de Aragón en esta materia y que se mantendrá la política de apoyos individuales a las distintas compañías teatrales aragonesas. Repito: se trata de un proyecto que se hace desde las compañías aragonesas, que se hace con las compañías aragonesas, no sin ellas, y en ningún caso contra ellas.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Gracias, señor consejero.
Como sus señorías conocen, cabe la suspensión de la sesión por un tiempo máximo de treinta minutos para preparar las intervenciones. ¿Lo creen oportuno?
Pues, siendo que no se considera oportuno, vamos a iniciar la intervención de los diferentes grupos para la formulación de observaciones, peticiones, de aclaración o preguntas, con un tiempo máximo de diez minutos cada grupo.
Para iniciar este turno, tiene la palabra el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista. Señor González, cuando quiera.
El señor diputado GONZÁLEZ BARBOD: Gracias señor presidente.
En primer lugar, dar la bienvenida al señor consejero de Cultura y Turismo.
Chunta Aragonesista requirió su presencia en esta Comisión para que nos informara sobre el centro dramático aragonés por dos motivos: el primero de ellos, porque estamos llegando ya al ecuador de la legislatura. En su día, aprobamos en esta cámara un presupuesto para el centro dramático en este año, en el ejercicio 2001, y llegan rumores de que el departamento avanza en su diseño, de que hay nombramientos para los asuntos teatrales, de que se van haciendo contactos, se van tomando algunas decisiones, pero los grupos parlamentarios no disponíamos hasta hoy, hasta que usted ha comparecido, de ninguna información. Por tanto, nos parecía necesario conocerla para poder opinar en la medida en la que ya se van dando algunos pasos importantes.
Y en segundo lugar, hemos solicitado su comparecencia porque ha habido críticas desde el sector teatral, críticas de oscurantismo, de falta de participación por parte del Gobierno de Aragón a la hora de diseñar el centro y, en general, con la política que realiza en las artes escénicas y el teatro.
En esta misma Comisión, se ha denunciado esta inquietud, reflejo de la crispación que había en el sector teatral, y cito textualmente algunas de las frases que la Asociación Empresarial de Compañías Actua, una de las dos asociaciones teatrales que hay en la comunidad autónoma, realizó en esta Comisión el pasado quince de febrero. Decían así: «Están ocurriendo cosas en el mundo de lo preescénico, en los despachos culturales, en la intendencia pública de lo teatral, que nos hacen sospechar, en algunos casos, y constatar, inequívocamente, en otros, que hay cosas que cambian a peor, de manera críptica y oscura y sin explicar ni informar, ni tan siquiera escuchar ni tan siquiera hacer como que se escucha. Oscurantismo. Estamos hablando de oscurantismo, de maneras crípticas y oscuras, decimos, y no lo decimos por decir».
Estas son algunas de las frases que los principales afectados, los profesionales del sector, nos transmitieron en esta Comisión.
Parece ser, es cierto, que tras esa comparecencia, después de que trascendiera esta situación de conflicto, de crisis, en los medios de comunicación, ha sido corregida en cierta manera, y esperamos que esa actitud perdure y que no sea necesario tener que recurrir a la denuncia pública ante las instituciones o a los medios de comunicación para poder ser escuchado por el departamento.
En todo caso, no nos parece que sea el mejor comienzo y, en todo caso, sí que nos parece muy aventurado anunciar consenso por las noticias que tenemos, porque a nosotros, pues también nos transmiten su inquietud algunas de las compañías, algunos de los profesionales, y ese consenso creemos que está todavía por forjarse en tanto en que se vaya desarrollando este proyecto.
En todo caso, sí que le felicitamos por poner en marcha este proyecto. Consideramos importante asentar en nuestra comunidad autónoma el sector teatral, las artes escénicas y nos congratulamos de esta decisión, y sinceramente, sí que nos alegra escuchar que este proyecto se va a poner en marcha, que se pretende garantizar una oferta cultural de calidad, una oferta cultural pública, y nos congratulamos, pues, de que se haga un esfuerzo en ese sentido.
Una actuación de esta envergadura, además, puede marcar el futuro de la producción teatral aragonesa, de las compañías, de los actores y actrices, del resto de profesionales de este mundo, de esta actividad cultural, y nos parece importante que se esté poniendo en marcha y que cuente con la participación de los profesionales, si es así.
Coincidimos, además, en la necesidad del proyecto que lleva unida una actuación que desde Chunta Aragonesista, en la pasada legislatura, hemos reclamado, hemos apoyado, como era la rehabilitación del Teatro Fleta, y si la puesta en marcha del centro dramático va acompañada de esta medida, pues nos parece perfecto.
En todo caso, sí que tras su intervención, nos preocupan algunas cuestiones en la orientación del proyecto, no el proyecto en sí mismo, en abstracto, en neutro, sino la orientación que se le da.
La primera es que nosotros entendemos que este proyecto debe beneficiar a todo Aragón, no debe beneficiar solamente a la ciudad aragonesa, sino al teatro aragonés, pero tal como usted lo ha planteado, las líneas generales que usted ha planteado, se hipoteca cualquier otra actuación que se pueda hacer en relación a las artes escénicas en el resto de Aragón, nos impide avanzar en el resto sobre todo de infraestructuras culturales en lo que es todo el territorio aragonés.
Apoyamos, pues, este proyecto, pero consideramos que no debe realizarse de forma excluyente con el resto de infraestructuras culturales en Aragón y de políticas culturales en Aragón.
El centro dramático, a nuestro juicio, debería servir para acercar las artes escénicas y, en concreto, el teatro, pero, en general, todas las artes escénicas a todo el territorio, y no para que la gente del medio rural, finalmente, tenga que acudir, tenga que coger el autobús y venir a Zaragoza para ver un espectáculo teatral de calidad.
A nuestro juicio, debería ser una actuación vertebradora, pero desde un principio ya advertimos ese sesgo excluyente, ese sesgo centralista, y, por ejemplo, los presupuestos del año 2001, dentro del presupuesto del Departamento de Cultura y Turismo, se destinan en el capítulo seis de inversiones, dentro del programa de promoción y acción cultural, mil veinte millones a la rehabilitación del Gran Teatro Fleta en Zaragoza, mientras que para el resto de Aragón quedan ocho millones. Sumando además las transferencias a corporaciones locales para infraestructuras no superan en total los cien millones frente a esos mil. Por lo tanto, a nosotros nos parece que es una apuesta a todo o nada y excesivamente centralista, cuando la realidad de las infraestructuras en el medio rural, las infraestructuras para promoción y acción cultural, pues, es realmente lamentable. No digo que esta situación en la que se encuentran la gran mayoría de las infraestructuras sea responsabilidad de este Gobierno, porque es una situación que se viene arrastrando de distintas gestiones, pero creemos que la política debería ser compensar en alguna medida esa situación y no ejercer la apuesta de una forma tan excluyente.
Por otra parte, creemos que en el planteamiento que usted nos hace, los espectáculos que se produjesen o se coprodujesen por parte del centro dramático estarían diseñados para un espacio muy específico, como es el Gran Teatro Fleta, un espacio con unas condiciones muy determinadas, un gran espacio con un gran escenario, pero estos montajes difícilmente serían trasladables a otros espacios culturales de la geografía aragonesa que, realmente, no disponen ni de esos escenarios ni del resto de condiciones que requerirían estos espectáculos de medio o gran formato.
De su intervención, tampoco nos queda claro cuál sería el destino de las producciones del centro. Nos ha comentado que irían a la red internacional, a la red estatal, a la red aragonesa. Por tanto, ahí parece que existe gran contradicción, puesto que los espacios que están en esas distintas redes están diseñados para necesidades muy distintas, y sería muy difícil atender de forma uniforme todos esos circuitos. Por lo tanto, nos parece que hay cierta contradicción en esos planteamientos. Por tanto, en este aspecto nos preocupa la función vertebradora que, a nuestro juicio, debería tener este proyecto en su diseño y que no observamos y que podría provocar todavía más desequilibrios.
También nos surgen dudas tras su intervención sobre el efecto que pueda causar el centro dramático, con la orientación que nos advierte, sobre las compañías privadas aragonesas. Al bajar a lo concreto, no nos queda claro si el centro va a reforzar realmente el sector teatral aragonés o más bien lo que va a hacer va a ser fragmentarlo, si las producciones propias van a entrar en competencia con las que realizan las actuales compañías, si la demanda de profesionales del sector que va a surgir (la de iluminadores, escenógrafos, directores...) va a cubrirse con los que actualmente realizan su labor en estas compañías privadas, por lo tanto, en cierta manera, pues, las debilitarían, las desmembrarían, o si se va a apoyar otras manifestaciones teatrales distintas al teatro de sala, como puede ser el teatro de calle, etcétera.
Vemos que hay algunas lagunas importantes en la formulación del proyecto, entonces, nos gustaría saber en qué medida el centro dramático va a servir para fomentar, apoyar y consolidar a los proyectos teatrales de nuestra comunidad autónoma, que son un sector frágil, o más bien van a crear una competencia que va a incidir en su debilitamiento.
Vamos, pues, sin definición a la hora de abordar aspectos importantes también como la formación. Es cierto que usted nos ha comentado que va a existir un programa de formación permanente, pero que parece que no va a ser una actuación que se vaya a realizar en primer lugar, sino más adelante, que se va a circunscribir a cursos de especialización, a plan de reciclaje y mejora, cuando, para nosotros, el verdadero problema sería incardinar a la Escuela Municipal de Teatro en este proyecto, sobre todo, que de alguna forma se reconociese académicamente esta formación. No existen titulaciones con reconocimiento oficial en arte dramático dentro de nuestra comunidad autónoma y la puesta en marcha de este centro requeriría profesionales cualificados. Por lo tanto, esta sería una cuestión fundamental que debería estar prevista desde un primer momento.
Para ir concluyendo, pues, nos parece que el proyecto que nos presenta hoy adolece de indefinición en aspectos muy importantes y parece que hay prisa en ponerlo en marcha. Existe cierta precipitación a la hora de la formulación y parece que se priorizan los plazos de puesta en marcha sobre la maduración del proyecto.
Y quiero recordar que este tipo de actuaciones no debería realizarse con prisa, con premura, puesto que existen precedentes en este tipo de actuaciones que recomiendan que se maduren lo suficiente, que la orientación, que las distintas posibilidades que ofrecen los proyectos, que las distintas finalidades deberían estar lo suficientemente claras para que luego no se arrastrasen decisiones erróneas, y quiero citar el ejemplo, un ejemplo muy cercano, como es el Ballet de Zaragoza, que por ciertas decisiones equivocadas en su momento, crea una situación complicada, con crisis cíclicas, y que en este sentido, pues, es un llamamiento claro a tener un modelo de funcionamiento lo suficientemente madurado como para no andar con prisas.
Por tanto, creemos que desde el planteamiento que hoy se adivina de su intervención, se requiere madurar más el proyecto en general, sobre todo, la participación del sector profesional, que usted mismo ha reconocido que en anteriores proyectos no habían contado con su apoyo y, por tanto, al final, no pudieron salir adelante. Nosotros creemos que todavía se requiere más participación en este sentido.
Y para ir concluyendo, como he dicho al principio, nos alegramos de que sea esta una apuesta del Gobierno de Aragón, una apuesta clara, de que arranque esta apuesta, pero creemos que el modelo que usted nos presenta adolece de indefinición, por lo menos en esta primera formulación que hoy se presenta, de precipitación, y que este centro, sobre todo, debería ser el centro dramático de todo Aragón, debería ser un centro dramático que aportase productos culturales de calidad para todo el territorio y que vertebrase esa política cultural.
Finalmente, sí que nos gustaría hacerle una pregunta concreta: ¿cuándo tendría previsto que comenzase el funcionamiento de este centro dramático, que arrancasen las primeras producciones o coproducciones? ¿O cuál sería su ubicación en este primer lugar, ya que nos ha anunciado que la rehabilitación final sería para el 2003? Y estas son las dos cuestiones que tenemos en un primer lugar, al margen de otras anotaciones que hacemos.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Gracias, señor González.
Señor consejero, ¿quiere contestar a cada uno individualmente o a todos en conjunto?
El señor consejero de Cultura y Turismo (CALLIZO SONEIRO): No, yo creo que sí, bueno, a no ser que esto dilate excesivamente la sesión.
Bueno, pues, lo hago globalmente, para no...
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Como usted quiera, señor consejero.
El señor consejero de Cultura y Turismo (CALLIZO SONEIRO): No, no, no. Yo es que tampoco querría fatigarles en exceso ¿eh?
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Bueno, pues, siendo que va a contestar a todos globalmente, vamos a pasar a la intervención de la portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, señora Aulló.
La señora diputada AULLÓ ALDUNATE: Muchas gracias, señor presidente.
Yo querría agradecer al consejero la pormenorizada explicación que nos ha dado sobre un proyecto tan importante para Aragón como es el centro dramático de Aragón.
Por ello, voy a ser muy breve, porque poco puedo añadir a todas las bondades que ha dicho el consejero.
Es una demanda muy antigua, muy antigua, de todas las compañías de teatro que, además, es verdad que últimamente han crecido en número y en calidad. Por lo tanto, era algo que, a mi entender, no debía retrasarse mucho más.
Nos alegra mucho ver que se pone en marcha un proyecto tan deseado. Nos hablaba de la rehabilitación del Fleta, de una obra de más de cuatro mil millones de pesetas —ya la han programado en tres anualidades—, y que parece ser tendremos la suerte de verlo realizado en el año 2003.
La verdad es que Aragón estaba muy carente de infraestructura cultural y, especialmente, Zaragoza, siendo una ciudad de más de seiscientos mil habitantes, y a mí me parece que apostar por el centro dramático aragonés ha sido una decisión verdaderamente acertada.
No parece tampoco muy lógico que una rehabilitación de esta magnitud, de esta envergadura, pues, se dedicará sólo a las representaciones de compañías del exterior, por eso parece una idea estupenda el que ahí integremos todo lo que haga referencia al teatro aragonés y, además, también me parece una actitud muy buena por su parte el presentar a los interesados, primero, el proyecto, y después de conseguir, pues, un total consenso, aunque haya sus dudas, siempre hay dudas, claro, pero yo no las tengo, y sé que ha habido muchas reuniones con usted de muchísimas horas, en las que, bueno, pues, se ha llegado a un consenso que no era nada fácil, por cierto, con las compañías de teatro, pues, después de hablar con ellas y llegar a ese consenso, darle la publicidad que tenía que darle.
Este centro, yo creo que es verdad que va a aglutinar a las compañías aragonesas y también va a ser algo totalmente representativo de la política teatral del Gobierno de Aragón. Es una importante apuesta del Gobierno para impulsar el teatro aragonés, sin menoscabar los circuitos culturales que existen actualmente.
A mí me parece lógico que ciertas representaciones, pues, se hagan exclusivamente en Zaragoza, porque, por sus características, por su montaje, es lógico. Pasa en Madrid, pasa en Barcelona... Yo todavía no he oído que haya ópera en Granollers, por ejemplo, y no pasa nada. Es lógico que hay cosas que por sus características tengan que hacerse en Zaragoza.
En este momento, se están dando unos ciclos de conciertos estupendos y se dan en Zaragoza. ¿Por qué? Pues, porque las orquestas, la acústica, lo que sea, necesita unas características especiales que no pueden ir a las cabeceras de comarca. Pero, por eso, hay otras vías, otros circuitos culturales que están supliendo esa carencia y, entonces, lógicamente, la gente vendrá a Zaragoza a ver unas cosas, pero no tendrá que moverse de su ciudad para ver teatro de calidad también.
Nos hablaba de las actividades complementarias que, realmente, creo que es una idea estupenda el crear lo del teatro abierto, que nos decía, con carácter experimental, los ciclos de lecturas, conferencias, debates, talleres... Pero de las actividades complementarias, a mí ha habido dos cosas que me han parecido, pues, muy buenas: una, sobre todo, que es la formación permanente de los profesionales del sector del teatro, para que estén actualizados, que estén reciclados, pues, con todo lo que son los recursos humanos del teatro aragonés, algo muy importante, porque muchos profesionales, para este tipo de cosas, tienen que irse a otras ciudades porque aquí no había nada, con lo cual me parece estupendo que no tengan ya que salir a formarse fuera de Aragón.
Y lo que hacía referencia de la gestión como empresa pública, estoy de acuerdo con el consejero en que el teatro es un sector muy dinámico y requiere una gran flexibilidad y agilidad en la gestión, y si no es de esta manera, es muy difícil que se gestione bien. Por lo tanto, me parece una buena idea que se establezca una empresa pública para su gestión.
Señor consejero, yo creo que Aragón hace muchísimo tiempo que necesitaba este centro dramático aragonés y, por fin, se va a hacer realidad. Zaragoza —lo he dicho antes y lo repito—, creo que una ciudad de la categoría de Zaragoza estaba absolutamente carente de unas infraestructuras culturales que son absolutamente necesarias para darle el rango que Zaragoza se merece y además que no va a beneficiar sólo a Zaragoza, sino que va a beneficiar a todo Aragón.
En cuanto a la pausa que parece ser, por el portavoz que me ha precedido en el uso de la palabra, que deba madurarse y que deba hacerse... Yo no sé, en Aragón, cuántos años hace falta para que podamos sacar un proyecto adelante. Es increíble.
Yo he estado este fin de semana precisamente en Valencia viendo la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que es una obra auténticamente faraónica, es impresionante, pero le voy a decir una cosa: el Museo de la Ciencia, sus contenidos son francamente flojos. O sea, se ha hecho una inversión tremenda y el contenido del museo, yo estoy segura que lo van a tener que mejorar.
Pero, ¿qué pasa? Eran ríos de gente que iban a ver el Museo de la Ciencia, es decir, que allí la mentalidad parece que es distinta que la nuestra. Han hecho el edificio para luego ver qué se le mete; no han pensado el edificio con unos contenidos acordes con la inversión que se hacía.
Entonces, yo creo que es lo más lógico el hacer, el sacar los proyectos adelante y, luego, las mejoras que vaya necesitando, ya, sobre la marcha, se harán. Pero de lo que no cabe duda es que no podemos esperar años y años para sacar en Aragón proyectos adelante, y proyectos buenos y necesarios. Lo he dicho esta mañana también, que aquí siempre hay una dinámica de que cuando sale un proyecto, siempre hay otro alternativo y, entonces, estamos siempre sin llegar a concretar. Los años pasan y no está la diferencia en lo que no hacemos, sino en lo que los demás adelantan.
Entonces, yo, desde luego, quiero felicitarle, señor consejero, por esta iniciativa, esta consecución por fin del centro dramático aragonés, y pedirle que todos los proyectos de este relieve que vayan saliendo que los empujen con el mismo dinamismo que han hecho en este caso.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señora Aulló.
Por parte del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Artieda.
El señor diputado ARTIEDA GARCÍA: Muchas gracias, señor presidente.
Buenos días, señor consejero.
Repasando la intervención que usted realizó cuando presentó los presupuestos para el ejercicio del 2001 (era el día 18 de octubre de 2000), en aquella intervención, en aquella presentación de los presupuestos, decía que en el capítulo octavo estaba la creación de la orquesta sinfónica de Aragón y la creación del centro dramático de Aragón, que iba a utilizar —como debe ser— la sociedad creada por el anterior Gobierno y no romper estructuras que pueden ser útiles de unos gobiernos a otros, y en función de esa sociedad que ya existía, desarrollar el centro dramático de Aragón.
El señor Bernal le decía, en la contestación que le hacía en aquella comparecencia: «... no diré perdido pero invertido tanta saliva y tantas energías en la legislatura anterior en estos mismos escaños y en el Pleno para defender el Teatro Fleta que casi supone para mí y para mi grupo un maná el que al final veamos reflejado en los presupuestos un incremento destinado directamente al Teatro Fleta y a su sociedad».
Decía: «La parte del león –seguía diciendo–, la parte fundamental del león va destinada al Fleta, y a mí me parece bien que vaya destinada al Fleta, pero, claro, este camino no sé si es de ida y luego no tiene vuelta». «Tenemos esa inversión de mil treinta y cinco millones para las obras del Gran Teatro Fleta, y me gustaría saber cuál va a ser la inversión del 2002, cuál va a ser la inversión del 2003, que también debería quedar reflejado aquí.»
Bueno, pues, seis meses después aproximadamente, en esta comparecencia que nos hace hoy, ya nos dice en su intervención de hoy, en dos grandes tiempos distintos y diferenciados, qué es lo económico y qué es lo cultural.
En la primera parte de su intervención, escueta, pero creo que nítida y clara, nos dice que va a haber un Teatro Fleta, que se ha aprobado en Consejo de Gobierno, y que va a haber un gasto plurianual en el 2001, 2002 y 2003, que se inicia en junio de este año y que se terminará en marzo del 2003, es decir, alrededor de cuatro mil millones de pesetas de inversión.
El portavoz de Chunta, señor Gonzalo, tiene razón o puede pensar que tiene razón cuando dice que «se invierte mucho en un teatro y que no se desarrolla —como también se ha dicho en una interpelación y en una moción dimanante, presentada por el Grupo Popular en fechas pasadas—, que debería de desarrollarse en otros ámbitos o en otros teatros más pequeños», etcétera, etcétera. Son dos formas de ver la botella: medio llena o medio vacía. O queremos tener un teatro que sea el exponente a través del cual se pueden desarrollar la profesionalidad, las compañías, etcétera, etcétera, y de allí que vaya descendiendo hacia la comarcalización, que es la propuesta que se ha oído en estas interpelaciones, en esta moción que he mencionado, y también la promoción, la competitividad y el salir fuera de Aragón a nivel nacional y a nivel internacional, que es la parte más amplia de su exposición y que es lo que realmente más me ha satisfecho.
Con respecto a la parte económica, ha sido muy escueto, pero nos lo ha dicho. Yo confío que el Gobierno cumpla lo que dice en cuanto a los presupuestos. Y lo importante viene dado con la expectativa de que se cumpla, porque para eso se hacen los proyectos, que es el Fleta y su relación con el teatro aragonés, con el teatro nacional y con el teatro internacional, que sea el centro a través del cual, como muy bien ha ido exponiendo el señor consejero, para dar estabilidad a las compañías de teatro que tenemos actualmente, que si no hay un centro al cual podamos ir los aragoneses a verlos, a conocerlos, a disfrutar del teatro, no podremos ir adquiriendo el hábito que, como muy bien ha dicho el consejero, se ha ido perdiendo, porque no ha habido espectáculos teatrales. Difícilmente se van a poder hacer profesionales del teatro si no hay, primero, unos centros o un centro donde puedan practicar, donde puedan desarrollar funciones de teatro, mediante las cuales ellos puedan ir perfeccionando su propio trabajo, pero no solamente para consumo propio, sino también para poderse confrontar con otras compañías en una interrelación, con otras compañías de otras comunidades autónomas nacionales e, incluso, internacionales.
En este sentido, le agradezco el que haya perdido..., utilizado, mejor dicho, más el tiempo para lo que es o para lo que va a ser el centro dramático, es decir, para el desarrollo de la cultura teatral, porque, quizás, es la expresión artística más natural con el propio hombre. Todos decimos que la vida es un juego y la vida es un teatro, y no es otra cosa que la expresión del juego y del teatro de los individuos a través de expresiones artísticas, lo que ocurre en los escenarios.
También le agradezco la minuciosidad con la que nos lo ha ido explicando, como cuáles son las funciones específicas. No quiero dejar de resaltar el que el consejero ha dicho que ha tenido y que ha buscado un consenso con las dos asociaciones de teatro que hay en Aragón. Aquí hubo una compañía o una asociación que expresó sus quejas, sus posiciones y, posteriormente, si el consejero dice que ha conseguido ese consenso, pues, yo creo que hay que darle toda la credibilidad del mundo.
Vuelvo a agradecerle la meticulosidad con la que nos ha ido haciendo la exposición cultural del centro dramático, las funciones específicas para el desarrollo de producciones propias, para el desarrollo de producciones con otras compañías, para el desarrollo de actividades culturales, que son la base para que, posteriormente, pueda haber un elenco de actores y de actrices y de agentes que se mojen económicamente para poder desarrollar funciones de teatro en el centro dramático o en los comarcales, u ojalá pudieran ser con confrontación o con colaboración nacional o internacional. Y, finalmente, la estructura, pues, que es una estructura que hoy en día creo que es la mejor, no solamente para el ámbito teatral, sino para todo el ámbito de la actividad institucional pública, el desarrollo de sociedades públicas, pero con ánimo de la competencia y la competitividad privada, tal y como lo ha dicho, con una estructura corta y flexible, pero que puede ser suficiente para que, posteriormente, todos aquellos grupos teatrales, todas aquellas compañías que quieran conformarse como tal tengan un espacio donde poder mostrar sus cualidades, sus ambiciones y su estilo, su talante o su teatro, en definitiva.
De ahí que finalizo ya diciendo que este centro dramático no es sólo un salto cuantitativo, sino que realmente debe de ser el salto cualitativo. Lo cuantitativo lo tenemos en que ya tenemos hasta dos asociaciones de teatro. A esas asociaciones, a esas compañías, pequeñas compañías, es a las que hay que darles la posibilidad de que puedan desarrollar su teatro, sus actividades culturales, que, en definitiva, si se les da la posibilidad a la cantidad, ellos mismos crearán esa cualidad que luego los espectadores podremos ir a disfrutar en este centro dramático regional y también en todos aquellos centros que, por ejemplo, con el uno por ciento de las infraestructuras que el Gobierno central dedica a cultura, podríamos ir pidiendo que se fueran haciendo esos centros, por ejemplo, el de Alcañiz, para que pudieran mantenerse o aumentarse..., o en Villanueva, si se quiere. No tendría ningún inconveniente en ceder un terreno para que hicieran un teatro en Villanueva de Gállego, con el uno por ciento de las inversiones reales que tiene que hacer el Ministerio de Fomento.
Nada más, y muchas gracias.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señor Artieda.
Para finalizar este turno de intervenciones, tiene la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señora Abril.
La señora diputada ABRIL LAVIÑA: Gracias, señor presidente.
Bueno, en primer lugar, darle la bienvenida, en nombre del Grupo Popular, a esta Comisión, señor consejero.
Mucho se ha hablado y se habla del centro dramático de Aragón, pero lo que se habla no es precisamente para bien de la creación y gestión de este proyecto, sino todo lo contrario. Por este motivo, me permitirá que, en beneficio de este proyecto y, al mismo tiempo, con el objeto de aclarar las dudas que sobre su departamento existen por el oscurantismo que sobre este centro ha existido, como se puso de manifiesto en la comparecencia en esta Comisión de la Asociación Actua, le formule algunas preguntas.
Creo que si se quiere poner en marcha un proyecto, lo primero que se tiene que hacer es un estudio serio y riguroso. Por tanto, nos gustaría saber con exactitud si este estudio ha existido. Lógicamente, si así ha sido, cuando se sacó a concurso, ¿de qué sistema se ha valido la consejería para adjudicarlo? Y, por tanto, ¿cuánto ha costado y a quién se ha adjudicado? Y, por supuesto, siempre refiriéndonos a que exista el informe, ya que no se concibe un proyecto sin informe, ¿por qué no se ha dado publicidad ni se ha producido un estudio y posterior debate sobre este proyecto y sus consecuencias?
Señor consejero, no entendemos el secreto con que se ha llevado. Claro está que algunas voces dicen que el estudio fue realizado por el que en esas fechas era director de una compañía de teatro, y si seguimos haciéndonos eco de algunas voces, hoy es el actual director del centro dramático de Aragón. Aquí nos preguntamos si, efectivamente, se ha encargado el informe al director de la compañía Nuevo Teatro de Aragón. Repito, señor consejero, nos gustaría saber si está nombrado o va a ser nombrado, ya que él se presenta como director del centro.
La verdad, por fin hemos podido saber qué modelo de centro es y qué estructura tendrá, aunque nos parece que ha tardado en explicarnos los detalles, y nos alegra que por fin se escuche a las asociaciones.
Por fin ya sabemos qué es ese centro dramático aragonés, que tendrá su sede en el Teatro Fleta —usted acaba de confirmarlo—, que parece perfilarse como un centro a fomentar, con producciones, más como una entidad que como una compañía propia.
Y hemos conocido los detalles, señor consejero, del centro cuando usted nos lo acaba de explicar, y nos decía que el centro dramático de Aragón se creará con, desde y para potenciar expresamente la actividad de las compañías aragonesas y no para sustituirlas.
El centro dramático aragonés es una muy buena idea, de verdad, si se concibe para que realmente sus producciones puedan circular por Aragón, y para ello se tiene que contar con infraestructuras que en todo el territorio de Aragón no existen.
Señor consejero, lo único que lamentamos es que usted no nos informara a tiempo de la designación del director y del proyecto para poder evitar esta comparecencia.
Le deseamos mucha habilidad para conseguir del Gobierno central las partidas necesarias para el proyecto del Fleta. De verdad, señor consejero, nos gustaría que este proyecto siguiera adelante y que tuviera toda la suerte del mundo.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Muchas gracias, señora Abril.
Para contestar a todos los grupos parlamentarios, tiene la palabra el señor consejero.
El señor consejero de Cultura y Turismo (CALLIZO SONEIRO): Muchas gracias, señor presidente.
Voy a seguir el orden por el que se han producido las intervenciones.
Antes, igual que ustedes lo han hecho con toda amabilidad conmigo, yo quiero expresar públicamente mi gratitud por la acogida que me han dispensado y por sus palabras amables en todos los casos.
Voy a tratar de ser muy breve dado lo avanzado de la hora, pero no quiero dejar de hacer algunas puntualizaciones sobre lo que aquí se ha dicho.
En primer lugar, se ha reiterado tanto por parte del representante de Chunta Aragonesista como por parte de la portavoz, en esta ocasión, del Partido Popular que este proyecto, en fin, ha estado envuelto en cosas como el oscurantismo, una palabra que a mí me remite casi a lo peor de la negra historia de España y a la inquisición y, en fin, a Torquemada y a otras cosas que, en fin, yo creo que no es el caso. Yo creo que hay que escanciar los adjetivos con un poco más de precisión, porque mal puede hablarse de oscurantismo cuando este Gobierno todavía no había presentado ni hecho público su proyecto. Más bien es cierto, señor don Gonzalo González, que el representante de una de las dos asociaciones, de una de las dos que representa a un número importante de compañías aragonesas, pero en ningún caso a todo el teatro aragonés y, además, usted sabe perfectamente que, desde luego, a quien no representa es al teatro más veterano de la comunidad autónoma en Aragón, al que todos hemos conocido, pues, desde nuestra época de estudiantes en la universidad, cuando esta ciudad y esta comunidad autónoma tenían una actividad cultural y, especialmente, teatral, frenética. Por eso, me sorprende que su señoría que tiene un interés bien conocido por todo lo que afecta a cultura no haya tenido una mínima curiosidad de invitar aquí a comparecer al presidente de la otra asociación que, seguramente, «hubiese aportado el otro lado del espejo», para utilizar la terminología de Lewis Carroll.
En fin, yo creo que, evidentemente, hay ahí una parte de información que esta cámara no ha tenido ningún interés en indagar, lo cual es bastante sospechoso, porque yo creo que, en fin, quienes representan, hombre, quienes representan la tradición del teatro aragonés, la otra asociación, no ha sido convocada aquí para comparecer. A eso me refiero... Bien, ¡hombre!, pero yo entiendo que puesto que comparece una de las dos asociaciones, lo lógico es que la Comisión hubiese solicitado también la comparecencia de la otra asociación, para conocer la otra realidad. Porque es que la otra asociación, sin embargo, desde el primer momento ha tenido una actitud de absoluta dirección en el sentido de crear el centro dramático de Aragón, de hacer partícipe su demanda y de hacerse eco de un proyecto que, además, no es nuevo, de un proyecto que ya se intentó poner en marcha en pasadas legislaturas y que, probablemente, pues, porque no se entendió muy bien por parte de las compañías cuál era el papel, acabó pasando a mejor vida. Por eso, a mí, en fin, me hubiera gustado que esta cámara, en aras de tener un juicio mejor formado, tuviera también la información de la otra asociación.
Es cierto que yo no convoqué a las asociaciones hasta que el proyecto no fue terminado como tal proyecto y que desde el primer momento, precisamente, porque a quien se le encargó —y luego le contestaré a su señoría—, a quien se le encargó conocía muy bien el origen de este proyecto y precisamente por qué había fracasado, desde el primer momento el Gobierno de Aragón concibió el proyecto como un proyecto con las compañías aragonesas. Por lo tanto, terminada la redacción del proyecto, la fase siguiente era poner en conocimiento de las compañías el proyecto, discutirlo con ellas y arrancarles naturalmente el consenso que —repito— hoy día puedo decir aquí que es ya una realidad.
Eso es lo que sucede. Así es como han pasado las cosas. Es decir, el Gobierno de Aragón, desde el primer momento, concibió el proyecto con las dos asociaciones, sólo que una asociación pidió comparecer aquí y contó una versión antes de conocer en realidad cuál era el alcance del centro dramático.
Yo creo que a eso, señorías, honradamente, con honradez intelectual, no se le puede llamar oscurantismo, sino más bien precipitación (legítima, por otra parte), precipitación de una asociación que, ante la creación de algo que es una novedad —y los aragoneses somos muy poco dados a encajar las novedades, en general—, pues, realmente, empieza a ponerse nerviosa y viene y cuenta una versión. Pero yo —repito—, yo creo que esta cámara tenía que haber invitado a oír la otra versión, la versión de las compañías veteranas, de los grandes nombres del teatro aragonés desde hace muchos años, que son conscientes de la necesidad de este proyecto y que están en el origen del mismo desde el primer momento.
Y le reitero a su señoría que después de muchas reuniones de mi director general de Acción Cultural y después de dos larguísimas reuniones presididas por quien les habla con las dos asociaciones, tratando de llegar al último epígrafe de este proyecto, las dos asociaciones están de acuerdo en que es un proyecto absolutamente fundamental y las dos asociaciones saben que tendrá efecto sobre las compañías; naturalmente que sí, pero efectos beneficiosos que obligarán a las compañías también a hacer un esfuerzo importante.
En todo caso, le agradezco, señor representante de Chunta Aragonesista, su amabilidad y sus palabras de aliento constructivo sobre el proyecto.
Dice su señoría que este proyecto debe beneficiar a Aragón y que debe tener una función vertebradora. Naturalmente que sí, ese es el origen del mismo, ese es el origen del centro dramático y ese es el origen de lo que concebimos como orquesta sinfónica. No me pidan que comparezca ya para explicarlo, porque todavía no está terminado el proyecto, pero lo presentaremos también oportunamente en su momento y, además, a no tardar, pero denme también un poco de tiempo. Digo que naturalmente que sí, que debe tener una función vertebradora, y me habrán oído sus señorías en numerosas ocasiones decir que «es necesario hacer que la cultura circule por el territorio», y yo creo que su señoría tenía preparada —lo cual es legítimo— la batería antes de oír algunas de las afirmaciones que he hecho aquí, porque, si recuerda su señoría, he dicho que tendrá una sede fundamental que es el Fleta, pero unas sedes complementarias en las cabeceras de comarca de las comunidades autónomas, precisamente porque lo que se quiere hacer es utilizar el centro dramático como un proyecto de vertebración territorial a través de la política cultural. O sea, que comparto plenamente su inquietud y, en definitiva, hemos pensado en el proyecto al hablar de una sede central y de unas sedes complementarias.
Claro, no parece tan razonable la inquietud de su señoría a propósito de lo que va a costar el Fleta, porque los recursos son los que son. Lo que no podemos hacer es hacer una tortilla sin romper los huevos, o como dicen los franceses más finamente, como siempre, «no se puede tener la mantequilla y el dinero de la mantequilla». Es decir, que si queremos rehabilitar el Fleta, pues, evidentemente, hemos de allegar a ese proyecto cuatro mil millones de pesetas. No se puede rehabilitar el Fleta sin gastarse cuatro mil millones de pesetas y después lamentarse porque todo el dinero vaya al Fleta.
Hombre, Zaragoza ha sido la gran ausente en los proyectos de infraestructuras culturales del Gobierno de Aragón históricamente, porque el Gobierno de Aragón se ha dedicado mucho más al resto de la comunidad autónoma. Pero Zaragoza tiene unas importantes carencias, y el Gobierno de Aragón también lo es de la ciudad de Zaragoza.
Sobre aspectos más concretos que ha planteado su señoría, hombre, habla usted de indefinición, y lo respeto. Pero creo que no hay tal indefinición. En todo caso, trataré de ampliar la información que, naturalmente, aunque ha sido pormenorizada, ha sido muy sintética en el primer turno. Le decía que está prevista la producción propia de los espectáculos del centro dramático, pero también coproducciones con compañías aragonesas y también, en menor número, con compañías nacionales e internacionales.
Quiero dejar muy claro —y esa es una parte del compromiso alcanzado con las dos asociaciones teatrales— que no va a estar dedicado sólo al teatro de sala. Las coproducciones pueden ser también de teatro de calle, que era una de las inquietudes que había planteado alguna de las dos asociaciones, sobre todo Actua, que está menos dedicada al teatro o que, además del teatro de sala, tiene otro tipo de espectáculos, otro tipo de formatos. Por lo tanto, hay también en esas coproducciones teatro de calle, animación, etcétera, etcétera. Y no creo que haya ninguna contradicción en que los espectáculos del centro dramático (producciones y coproducciones) alimenten el circuito autonómico, pero también el circuito nacional e internacional. Yo creo que lo que quiere hacer el teatro aragonés es salir también y darse a conocer, oxigenarse en ese intercambio con el circuito nacional e internacional. No veo que haya en eso mayor contradicción. Hombre, sí es cierto que en todas las ciudades aragonesas no habrá una infraestructura comparable al Fleta, pero también es cierto que muchos de estos espectáculos pueden ser montados en frontones, en pequeños teatros, en fin, en naves industriales, si llega el caso, o incluso al aire libre. Por lo tanto, no disponer de infraestructura comparable, que no puede ser resuelta en una sola legislatura, no es óbice para que este proyecto pueda desarrollarse en toda su ambición.
Y ¿efectos sobre las compañías? Dice su señoría que contribuirá a fragmentar las compañías aragonesas. Hombre, yo creo que el teatro aragonés —y ese es el diagnóstico que hacen las dos asociaciones—, el teatro aragonés, si algo es, es un teatro muy atomizado, es decir, la estructura empresarial. Carecemos de compañías de gran formato, que, evidentemente, este proyecto tendrá efectos —nadie lo duda—, probablemente, en el sentido de permitir que algunas de esas compañías que no han dado el salto hacia una escala capaz de competir con las compañías nacionales puedan hacerlo, gracias, sobre todo, al hecho de que con el dinero público del centro dramático se van a poder apoyar proyectos y producciones concretas que las compañías no podrían llevar a cabo.
Fíjese si creemos en la creatividad de los recursos propios que estamos convencidos de que grandes iniciativas de nuestras compañías, de las dos asociaciones, no pueden llevarse a cabo por falta de medios. Bien, pues, el centro dramático va a proporcionar esos medios y no va a atomizar las compañías, la realidad, una realidad ya atomizada, sino que, si acaso, lo que propiciará será una mayor asociación y una vía de fortalecimiento de las compañías, de tal modo que el cambio de escala les haga mucho menos vulnerables a los riesgos de un mercado en el que la Administración tiene una parte importante, pero que las compañías deben acostumbrarse a afrontar también con menor presencia de la Administración. Esa es otra de las reflexiones que se hacían en la última de las reuniones con las asociaciones. El mundo occidental camina hacia una liberalización —nos guste o no— y la política teatral tiene que crear cauces para que se desarrolle esa creatividad, pero en modo alguno tiene que ser el único empleador, como está sucediendo casi hasta este momento.
Yo creo que el centro dramático va a robustecer la realidad de las compañías aragonesas al allegar fondos públicos y ponerlos a trabajar en esa dirección, en una dirección que incluye, como he tenido ocasión de comprobar aquí, llevar una gestión a una mano de aspectos como la distribución y la producción, pero también importantes actividades complementarias. Y aquí quiero detenerme, si su señoría me lo permite, y la benevolencia del señor presidente también, quiero detenerme en la formación.
Seguramente, su señoría está perfectamente al cabo de la calle de que los centros dramáticos no incluyen escuelas básicas de arte dramático, porque no es su función; incluyen aspectos relacionados con la formación permanente de los recursos humanos. Tenemos la ventaja de que en veinte años se han creado muchos centros dramáticos: unos funcionan, otros han fenecido. Por lo tanto, sabemos qué es lo que hay que hacer y qué es lo que en ningún caso hay que hacer. Y nos preocupa que la formación pueda mantener, como digo, la competitividad, la creatividad, en definitiva, a nuestros recursos humanos en estado de revista permanente, y eso no se logra con una escuela de arte dramático. La escuela de arte dramático es previa, es la que proporciona nuestros recursos humanos, los que llegan al mundo del teatro. Pero una vez que han llegado ahí, la escuela de arte dramático no se ocupa de su formación permanente: es el papel del centro dramático. Por eso, son dos niveles distintos.
De acuerdo que tiene que haber una coordinación. Yo estimo, además —y lo he hablado con la consejera de Educación—, que al final de esta legislatura se pongan en la base de los cimientos de la futura escuela superior de arte dramático, que tendrá que absorber, en definitiva, la realidad de la Escuela Municipal actual e ir un poco más allá. Pero eso no nos eximiría tampoco de hacer una formación muy profesionalizada y muy permanente, que es la se imparte en todos los centros dramáticos, de manera que por ese lado yo creo que quedan definitivamente despejadas las dudas.
En relación con el calendario que su señoría o que a su señoría inquieta —yo lo entiendo—, quiero despejar todas las dudas: si algo no ha habido en este proyecto ha sido precipitación, porque si hubiera habido precipitación, en el mes de enero, puesto que ya teníamos presupuesto fresco, yo hubiera presentado la propuesta. No se ha querido hacer. Se ha querido hablar con las dos asociaciones, se ha hablado también con los actores, se ha hablado también con el mundo del teatro en general, menos organizado en el caso de los actores que en el de las empresas, y se ha hecho, pues, naturalmente, con toda la prudencia del mundo. A mí me ha venido incluso muy bien —y quiero agradecérselo— esta comparecencia para que las Cortes conociesen de primera mano el proyecto, antes, incluso, que la opinión pública, lo cual en una democracia yo creo que es además decoroso y elegante para el normal juego de la vida pública, proyecto que tiene en el presupuesto de este año una pequeña partida para ponerlo en marcha, pero cuando empezará realmente a producir sus frutos será el próximo año. Es decir, las producciones propiamente dichas empezarán a programarse en el próximo año. El próximo año habrá ya producciones propias y empezará la coproducción.
O sea, que éste es un año de creación. Es un año que nos permite absorber económicamente mejor la creación del proyecto, pero su primer presupuesto —digamos— ordinario de funcionamiento, con producción, coproducciones, etcétera, etcétera, se acercará a los ciento noventa y cinco millones de pesetas, de los cuales, pues, entre los ciento quince y los ciento veinte millones será el presupuesto de las unidades de producción, que empezarán a funcionar, como digo, el próximo año.
La sede central —ya lo he dicho— será el Fleta. Pero en tanto culmina la rehabilitación del teatro —y ya ha habido conversaciones en ese sentido y buena sintonía, como la hay, en general, con el Ayuntamiento de Zaragoza, por lo menos por lo que yo puedo advertir desde mi departamento—, hay el deseo de firmar un convenio de uso del Teatro Principal, para que, hasta que termine el Fleta, como digo, en la ciudad de Zaragoza, sólo en la ciudad de Zaragoza, pueda ser el escenario de las representaciones del centro dramático. Eso nos permite poder seguir jugando con las sedes complementarias de las cabeceras comarcales. Cuando esté terminado el Fleta, pues ahí estará la sede principal, creando una red tentacular con las distintas cabeceras comarcales.
Quiero, en segundo lugar, agradecer muy sinceramente las intervenciones de los portavoces tanto del Partido Aragonés, en primer lugar, como del Partido Socialista, cuyo aliento es básico para la buena marcha de este proyecto, para que este proyecto nos haya permitido llegar al día de hoy. Es evidente que se trata de una gran aspiración de la comunidad autónoma que el actual Gobierno de Aragón incluyó entre sus planes para la presente legislatura y que, poco a poco, va conociendo su verdadera forma y su realidad.
Respecto de la intervención de la portavoz del Partido Popular, a quien agradezco también su tono amable y mesurado, no tengo en realidad muchas cosas que contestarle en relación con el proyecto, porque sus cuestiones han sido más colaterales, que yo creo que añaden más bien poca sustancia al proyecto que nos ocupa. El proyecto ha sido encargado a don Francisco Ortega Suárez, que es uno de los hombres del teatro aragonés que mejor conoce la realidad teatral, intelectual notable desde el punto de vista de la teoría teatral, y se ha hecho así, evidentemente, puesto que se trata de un encargo menor; desde el punto de vista de los proyectos, no sobrepasa las cuantías necesarias para sacarlo a concurso, por lo que se ha hecho evidentemente por la vía de la contratación directa. El Gobierno de Aragón confía plenamente en ese proyecto y, por lo tanto, se le ha encargado a él para sacarlo adelante. No es el director del centro dramático, y me sorprendería muchísimo que él, persona experimentada como es, haya hecho declaraciones en ese sentido. Más bien creo que maliciosamente se ha colocado esa nominación en su boca. No me consta que eso sea así y, desde luego, no está nombrado por ahora director del centro dramático de Aragón, puesto que el centro dramático de Aragón no se ha creado como tal.
Estamos hablando de un proyecto de creación, por lo que tendrá que ir al Consejo de Gobierno, se creará mediante un decreto, y en ese momento el Gobierno de Aragón nombrará a la persona que estime más conveniente para dirigir el centro dramático. Repito, ese aspecto que tanto parecer preocupar a su señoría, yo creo que incluso le preocupa más que el propio proyecto, a juzgar por el escaso eco que tuvo en el debate presupuestario el hecho de que el Gobierno de Aragón presentase estos importantes proyectos, pues, ahora, creo que su señoría ha fijado más la vista en cuestiones de orden no ya secundarios, sino incluso menor que en lo que nos ocupa.
Pero sí quiero recoger el guante que lanza sobre la necesidad de la habilidad en la negociación con el Gobierno central. ¡Hombre!, que eso lo diga el Partido Popular, yo creo que, en fin, como no quiero insultar, no le diré exactamente lo que pienso, ¿eh?, cómo se llama eso. Pero, claro, ustedes, que son del mismo partido, yo entiendo que esta nueva sensibilidad, esta sensibilidad sobrevenida que tiene su partido hacia el centro dramático de Aragón se va a traducir inevitablemente en un apoyo incondicional del Gobierno de la nación hacia la rehabilitación del Teatro Fleta, para mantener el mismo criterio con el que se concedió la ayuda anterior, que era el cincuenta por ciento de la rehabilitación, de una rehabilitación que no salió a concurso en aquella ocasión —tanto parecen preocuparle a su señoría los concursos—, no salió a concurso, se encargó, se hizo prácticamente un boceto, lo que permitió aquella primera toma de contacto. No se encargó un estudio sistemático de viabilidad ni hubo un concurso público como lo ha habido ahora.
Yo le tomo la palabra y entiendo que su partido en Madrid (el señor Ministro de Fomento) tendrá esa misma sensibilidad, porque si se trata de habilidad del Gobierno, ustedes se están quitando el mochuelo de encima, y yo creo que no pueden quitarse el mochuelo de encima tan fácilmente. Lo que tienen que hacer es llamar justamente al señor Ministro de Fomento y decirle que haga algún gesto con esta tierra, además de amenazar.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Sí, señor Gimeno.
El señor diputado GIMENO FUSTER: Señor presidente, según lo que contempla el artículo 85, en el que se dice que si por parte de algún compareciente o de algún diputado se realicen juicios de valor que afecten a un diputado, a un Grupo Parlamentario, yo creo que en esta cámara ha habido una velada acusación por parte del consejero al iniciar su intervención, y ha dicho textualmente: «Interpretaba que podía existir actuación sospechosa en esta cámara a la hora de la comparecencia», y no se sorprendan algunos portavoces, porque el Diario de Sesiones dirá lo que ha dicho el señor consejero, que ha dicho: «consideraba una actuación sospechosa cuando aquí había venido única y exclusivamente un grupo, un grupo de personas», y de acuerdo con ese artículo, solicito la palabra.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Señor Gimeno, yo pensaba intervenir en nombre de la Mesa, porque, efectivamente, seguro que no ha sido intención del consejero, pero ha dejado entrever, ha dejado en el aire como que en esta Comisión no se había dado intervención a la otra asociación de teatro, y, efectivamente, quería que quedara muy claro que esta Mesa de la Comisión da oportunidad a todo el que crea que tiene algo que ver con la realidad cultural y turística y algo que aportar y que decir en esta Comisión.
Aquí vino una asociación de teatro, en concreto, Actua, que solicitó la comparecencia, y se le admitió. Y, desde luego, cualquier otra asociación, la otra que hay en Aragón, si lo solicita, yo creo que la Mesa atenderá esa solicitud y comparecerá ante estas Cortes.
Y, además, yo creo que está muy claro con esta comparecencia que ha pedido un Grupo Parlamentario, Chunta Aragonesista, y otras que hay pedidas por el Partido Popular, que se solicita comparecer para que aquí, el Gobierno de Aragón diga toda su realidad, toda su versión, tanto la de una asociación como la de la otra.
Entonces, yo creo que no ha sido intención del consejero, pero sí que me gustaría que quedara muy claro, porque se ha dejado un poco entrever, efectivamente, que aquí no se había escuchado a la otra asociación. Aquí la otra asociación no ha pedido comparecer. Si lo pide, no hay ninguna duda de que la Mesa de la Comisión, después de calificar la comparecencia, la admitirá y vendrá en el orden del día, pero no obstante está el Gobierno de Aragón aquí para dar la versión, la global, la de una asociación y la de otra, y no cabe que quede un poco, pues sí, la acusación entrevelada de que aquí no se ha dado audiencia a una asociación.
Yo creo que como Mesa de la Comisión de Cultura y Turismo, tiene que quedar muy claro que aquí todo el que crea que tiene algo que ver con la realidad cultural y turística tendrá cabida, tendrá audiencia y, desde luego, si la otra asociación piensa que se han dicho cosas que no son ciertas o que las ven de otra manera, aquí está abierta la Comisión de Cultura para que solicite la comparecencia y aquí, desde luego, será oída por parte de sus señorías.
El señor diputado GIMENO FUSTER: Señor presidente, no voy a entrar a valorar qué es lo que ha hecho la Mesa y qué es lo que debe hacer la Mesa. Es decir, no me corresponde a mí.
Sencillamente, es que por parte del consejero, en su intervención a la respuestas de los grupos parlamentarios, ha dejado claro, expedito encima de la mesa, que él entendía que podía haber, entendía que podía haber «actuación sospechosa» por parte de esta cámara, y no ha acusado ni al Partido Aragonés, ni al Partido Socialista, ni a CHA, ni al Partido Popular: «actuación sospechosa en esta cámara», y está ahí. Y no voy a entrar a valorar más.
Lo único que voy a pedir es que el consejero retire ese término de su intervención, que lo retire. Porque, desde luego, Actua no vino aquí por voluntad de ningún grupo parlamentario, vino por iniciativa propia.
Señor consejero, yo lo que solicito es que una vez esté hecha la transcripción, que espero se realice urgentemente, se envíe a los grupos parlamentarios para que determinen si ha habido o no ha habido —está claro— en los términos del consejero, veladamente, cierto juicio de valor sobre la actuación de esta cámara, no de ningún grupo parlamentario, sino de esta cámara.
Transcripción urgente a los grupos parlamentarios, al intentar comparar oscurantismo con sospecha, y el oscurantismo no es de ningún grupo parlamentario, es lo que dijo aquí el grupo Actua y que nosotros hemos recogido.
Solicito, señor presidente, que se retire el término «sospechoso» de la intervención del consejero.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Gracias, señor Gimeno.
Señor consejero, ante las afirmaciones del portavoz del Grupo Popular, sí que a esta Presidencia le gustaría, pues, que usted se pronunciara sobre si ha efectuado esas manifestaciones, sobre si considera que son prudentes y las intente justificar.
El señor consejero de Cultura y Turismo (CALLIZO SONEIRO): Muchas gracias, señor presidente.
Yo es que no me reconozco en las sospechas que acaba de formular el señor Gimeno. Me gustaría oír la grabación y ver la transcripción literal, porque, evidentemente, no está escrito, por tanto, yo he repentizado, y no soy tan soberbio como para decirle: no creo haber incurrido en... Simplemente, no reconozco que la susceptibilidad mostrada ahora se corresponda con ninguna velada acusación.
Yo no he hecho ninguna velada acusación, porque sé que esta cámara no solicita al compareciente en aquella ocasión que comparezca, sino que es él el que, a voluntad propia, lo hace. Por lo tanto, yo no he... En ningún momento.
Simplemente he dicho —y lo he dicho dirigiéndome al representante de Chunta Aragonesista— que me resultaba sospechoso, lo que me resultaba sospechoso es que no hubiera tenido la curiosidad, pero no la cámara, sino que no hubiera tenido la curiosidad de hacer comparecer también aquí, una vez que recibe esa información por parte de una asociación, de decir: bueno, vamos a ver qué piensa la otra.
En ningún momento he acusado a la cámara de actitud sospechosa. Me parecía a mí, me parecía a mí —es que es un matiz—... A mí lo que me resultaba sospechoso es que, conociendo una versión, no hubiera habido curiosidad para conocer la otra versión. Eso es lo que me resulta sospechoso, no que la cámara tenga una actitud sospechosa.
Por tanto, señor presidente, yo retiro lo que su señoría me pida que retire, pero no me pidan que retire lo que yo no creo haber dicho, ni mucho menos lo que yo no creo haber tenido en la mente para molestar a nadie.
Desde luego, no me reconozco. Yo creo que el señor Gimeno, con todo respeto, señor Gimeno, usted ha sacado la palabra «sospechosa» y rápidamente se ha sentido herido, y no ha habido tal. Lo que me resulta sospechoso es que, conociendo una versión, no se intente indagar la verdad, porque yo creo que la verdad surge, precisamente, de la confrontación de dos versiones que representan las dos realidades del teatro. Por lo tanto, dar por buena... Porque aquí se ha dicho, se ha dicho, y ha habido acusaciones al Gobierno de oscurantismo. Yo no he dicho que ésa fuera una práctica oscurantista. He dicho —y creo que se ha dicho tanto por parte del Partido Popular como por parte de Chunta Aragonesista— que se ha acusado a este Gobierno de oscurantista. Bueno.
Simplemente, lo que he querido decir es que la realidad, la realidad no es la de una sola asociación cuando el teatro, el universo del teatro, está compuesto por dos. Por lo tanto, aquí se han estado utilizando las declaraciones de una asociación para hacer un diagnóstico de la actuación del Gobierno.
Entonces, lo que me resulta sospechoso, señor Gimeno, es que en la labor de oposición no se quieran tener todos los datos antes de cargar contra un Gobierno. Esa es la sospecha. No la actuación de la cámara, que en ningún momento, señor presidente, yo he tenido interés en poner en tela de juicio, como no puede ser de otra manera.
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Si, señor González.
El señor diputado GONZÁLEZ BARBOD: Señor presidente, por alusiones, muy brevemente.
Simplemente...
El señor vicepresidente (BRUNED LASO): Un minuto.
El señor diputado GONZÁLEZ BARBOD: Un minuto, sí.
Cada uno es dueño de sus palabras y de sus juicios y valoraciones. Nosotros, la que hemos hecho está en el Diario de Sesiones y, desde luego, seguimos insistiendo en las críticas que hemos realizado y la parte de crítica que se ve refrendada por las opiniones de uno de los grupos.
En todo caso, este grupo parlamentario, aunque no haya comparecido aquí la otra asociación, sí que ha formulado su juicio teniendo en cuenta las opiniones de todo el sector. Y esa opinión es de primerísima mano.
En todo caso, usted es muy dueño de su opinión, igualmente que nosotros lo somos de la nuestra, y tan válida es la una como la otra, e igualmente se ha formulado tanto una como otra en contacto con todas las asociaciones y las partes implicadas.
Muchas gracias.