Intervinienen: Medrano Marques, Manuel - Diaz Sanz, Antonia - Bernal Bernal, Chesus - Aullo Aldunate, Maria Trinidad - Artieda Garcia, Marcelino - Calvo Pascual, Marta
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Continuamos con la sesión.
Punto tres del orden del día: comparecencia de la dirección del Proyecto de detección, recuperación y estudio de documentos celtibéricos y romanos sobre bronce en Contrebia Belaisca, Botorrita (Zaragoza), a propuesta del Grupo Parlamentario Popular, al objeto de informar sobre el estado actual de las excavaciones.
Nos acompañan don Ángel Medrano, director, y doña Antonia Díaz, que intervendrán los dos.
Tienen ustedes entre los dos veinte minutos, que se los pueden repartir en la intervención.
Posteriormente, los portavoces que lo deseen de los distintos grupos parlamentarios tomarán la palabra para hacer las preguntas o los planteamientos que consideren oportunos, y ustedes pueden contestar uno a uno o al final a todos. ¿Qué es lo que desean? Al final a todos.
Entonces, usted, don Manuel Medrano, tiene la palabra.
Comparecencia de la dirección del Proyecto de detección, recuperación y estudio de documentos celtibéricos y romanos sobre bronce en Contrebia Belaisca, Botorrita (Zaragoza).
El señor MEDRANO MARQUÉS: Muchas gracias.
Primero pido disculpas por el retraso, que se ha debido a un problema con un aparato que traía, un escáner manual, en la entrada.
Hemos traído documentación para todos ustedes sobre algunos elementos importantes para lo que vamos a comentar.
En primer lugar, después de la disculpa, agradecer que nos permitan hablar aquí, y comentar brevemente la importancia del yacimiento, aunque la mayoría de ustedes ya la conocen. Se trata de una ciudad celtibérica y romana, que fue capital jurídica de un amplio territorio, como demuestran unos documentos escritos en bronce que se encuentran allí, y que se funda en el siglo V-IV antes de Cristo, aunque hay indicios anteriores hasta el siglo VII. Hasta el siglo III después de Cristo siguió viviendo allí gente, con lo cual tenemos una visión muy amplia de lo que es la historia en Aragón de esos períodos. La extensión total del yacimiento es de treinta y dos hectáreas, es decir, es bastante grande, lo cual se pudo delimitar en 1999.
Es bien de interés cultural porque, en el Decreto de 23 de junio de 1978 (BOE de 21 de julio de 1978, página diecisiete mil trescientas veintiocho), se declaró monumento histórico, artístico y arqueológico, aunque sin delimitar su extensión (que ahora está delimitada), si bien no nos consta que esa delimitación se haya publicado en un boletín oficial.
Las investigaciones allí comienzan en 1955 y han tenido diversos altibajos, a veces notables. En resumen podemos decir que el valor del yacimiento para la investigación histórica es enorme porque ha proporcionado decenas de miles de objetos pertenecientes a las culturas celtibérica y romana, más algunos elementos de otras culturas, probablemente importados, algunos de los cuales son únicos en el mundo.
Entre esos elementos únicos, sobre todo porque aparecen conjuntamente allí, están esos documentos escritos sobre bronce, tres de los cuales están en lengua celtibérica y uno en latín, y que formaban parte, sin duda, del archivo de esta capital jurídica. Sería una especie de cabeza de partido judicial, que cuando llegan los romanos aprovechan para extender su ámbito de realización de juicios a territorios más amplios, convirtiéndolo en una especie de centro donde se guardaba la jurisprudencia. Por lo tanto, tiene también importancia para el derecho, como nuestros colegas de la Facultad de Derecho nos recuerdan.
Hasta hoy, sobre el yacimiento se han publicado más de cien libros y artículos científicos, y esto hace que sobre él se haya escrito científicamente más que sobre ningún otro yacimiento en Aragón.
Sin embargo, lo que se ha excavado en la ciudad es una parte mínima. Apenas conocemos datos sobre urbanismo, que son muy importantes culturalmente, y se conoce la ubicación del foso, que apenas se ha excavado, de los alfares, que están sin excavar, y un edificio monumental junto al río Huerva, que está sin excavar. Aparte de eso, lo que se ha excavado ha dado un conocimiento de zonas ciudadanas con edificios monumentales, con murallas y también de áreas industriales muy amplias dedicadas a las tenerías, como nos han ratificado especialistas del Museo de Tenerías de Igualada.
En cuanto a las vicisitudes que sufrió el yacimiento, los colegas llaman a esto «la maldición de Contrebia» porque ha tenido realmente muchos problemas.
A finales de los sesenta se consintió que se colocase sobre los restos de la ciudad una fábrica, que inicialmente se iba a colocar y no tenía ningún problema, pero debería haberse parado cuando se descubrió el yacimiento, y destrozó parte del mismo. Durante los años setenta continuaron los excesos y destrucciones contra su patrimonio, aunque, paralelamente, se realizaron excavaciones arqueológicas y se encontraron dos bronces escritos, los primeros, uno en excavación y otro parece ser que por clandestinos o fortuitamente.
A partir de 1980 se inician campañas de excavaciones más regulares, y, no obstante, en 1988 y 1989, el Gobierno de Aragón dejó sin financiación al yacimiento, que se salvó gracias a la Diputación Provincial de Zaragoza. No obstante, el Gobierno de Aragón sí dio la autorización.
Se descubrió durante los años ochenta la zona monumental que ahora conocemos y las industrias de tenerías, esencialmente.
La década de los noventa es bastante problemática, aunque rica en hallazgos. En 1990 se inician trabajos para cubrir parte del yacimiento, que podrían haber supuesto la destrucción de una buena parte del mismo, porque había que desmontar el edificio de adobe, un edificio de doscientos veinticinco metros cuadrados con cinco habitaciones paralelas de hasta cinco metros de altura; solo la parte de abajo es de piedra, y el resto todo es adobe (yo no sé cómo se puede desmontar y montar fácilmente eso). También hay una muralla de piedra y las áreas industriales. Se intentó parar la ejecución. Lo que se consiguió gracias a la dura oposición que hizo la entonces directora de las excavaciones, que era María Antonia Díaz, a la intervención de las Cortes de Aragón y al apoyo del público y de los medios de comunicación.
Apareció en 1992 el gran bronce de Botorrita en excavación y, en recompensa, a la directora se le apartó de la publicación correspondiente, y en el año noventa y tres se cerró el yacimiento.
En 1994 se instaló la techumbre que hay actualmente, protegiendo una parte mínima del yacimiento, y que vierte las aguas, cuando llueve, sobre una muralla y otros restos del mismo. Se hizo un peritaje diciendo la cantidad de defectos que tenía, que se incluyó en el plan director, y suponemos que algún día tendrá sus consecuencias.
Un vecino de Botorrita encontró también en el año noventa y cuatro el cuarto bronce, último, que fue extraído durante las obras de ampliación de la carretera comarcal a Jaulín, pero sin supervisión arqueológica, a pesar de que la directora estaba excavando a menos de un kilómetro de distancia, pero no se avisó de esta actuación.
El vecino de Botorrita nos entregó a nosotros el cuarto bronce para su estudio, y comunicamos esta buena noticia al Gobierno de Aragón, pero en premio nos denunciaron al juzgado. Entonces, la denuncia la archivó el juez, lógicamente, e hizo una cosa curiosa, que fue dejar en depósito judicial el bronce en mi persona. Luego esto, por supuesto, se arregló con la administración. Al vecino en cuestión jamás se le reconoció mérito alguno, lo cual no es un incentivo para que la gente entregue lo que encuentra, y, además, se especuló por parte de la DGA con su posible existencia; lo cual le molestó todavía más, porque es obvio que existe.
En 1995, el entonces director general de Patrimonio decidió nombrar a una persona, hasta entonces ajena a las investigaciones y trabajos en el yacimiento, como director de las actuaciones en el mismo, pero de ahora y en adelante, lo cual es ilegal porque las autorizaciones son anuales.
Vista la riqueza que había en el yacimiento, parece ser que, no obstante, no le convenció a todo el mundo, y en 1995 y 1996 se cierra. En 1997 se realizan un panel y tres mesas explicativas que hay ahora en el yacimiento, pero que se colocaron después, y en 1998, 1999 y 2000 hay actuaciones científicas arqueológicas.
En la primavera de 1999 se nos encargó el plan director a María Antonia Díaz y a mí, y del mismo hay cinco copias encuadernadas y depositadas en la Diputación General de Aragón con lo que se nos pidió en pliego correspondiente, y fueron entregadas en diciembre de 1999 al Gobierno de Aragón.
En el año 2000 hubo actuaciones en el yacimiento, pero con un escaso presupuesto para la adecuación, que no pudimos llevar a cabo por ello ni nosotros ni una empresa adjudicataria después de las obras correspondientes, y, aunque nos ofrecimos a dirigir los trabajos de la empresa, se nos negó la posibilidad, de hecho, y se hizo una diferenciación entre dirección científica y técnica, que no existe en la legislación vigente, y que, aunque a uno le avale el currículum técnico, parece que, si es científico, ya no tiene capacidad técnica, pero que, si uno es funcionario de la administración en esas áreas, por definición, sí tiene conocimientos científicos sobre cualquier tema que sea competencia de la administración.
Sobre los resultados de la adecuación voy ahorrar los comentarios, aunque en principio se evita que las personas puedan caer al foso; pero, tal y como está colocada la valla que cierra lo que se había excavado del foso, aquello parece simplemente un agujero y es difícil continuar las excavaciones, y en otros casos es muy pobre, porque, por ejemplo, en cuanto a las instalaciones industriales, si uno sube al cabezo de las Minas, y ve la mesa de interpretación con las fotos de cómo estaba aquello, y luego ve cómo se ha quedado, la verdad es que no reconoce nada. También tiene otros paralelos que son para ver la diferencia entre lo que se puede contemplar y cómo eran las cosas, que es como deberían colocarse al público, está el libro del cuarto bronce con fotos en color, que también puede permitir ver el antes y el después y cómo podría estar aquello.
En el año 2000 se solicitó al consejero de Cultura y Turismo la publicación del libro del cuarto bronce. No hubo respuesta, a pesar de que nos interesamos en noviembre y diciembre por teléfono, y en 2001 se publicó en la Universidad de Salamanca, publicación que aquí pueden ver, sin ningún problema, en color.
Hay publicaciones científicas posteriores, como esta, en la revista Paleohispánica, de la Institución Fernando el Católico. Cuando se nos deja publicar aquí, nosotros preferimos hacerlo aquí, pero, bueno, en todo caso hay que publicar, la ciencia hay que extenderla.
En el año 2001 no ha habido investigación en el yacimiento, se ha abierto al público en el segundo semestre, pero nosotros entendemos que sin adecuarlo, sin rehabilitarlo, sin documentación divulgativa, sin publicidad, sin conexión con el resto de los elementos turísticos y culturales de la zona (Muel, Fuendetodos, etcétera) y sin condiciones homologables, como cualquiera puede ver yéndose a Castilla y León o a Cataluña, no hace falta que se vaya a Alemania, porque en las dos comunidades autónomas hay yacimientos y puede ver lo que es homologable.
En la situación actual podemos decir que se han presentado nueve denuncias entre 1987 y 1999, la mayoría con fotografías, sobre destrozos, por diversas circunstancias en el yacimiento, que nunca han tenido efectos.
Además de otras actuaciones en las Cortes de Aragón, se aprobaron dos proposiciones no de ley sobre el yacimiento; de la primera, la 38/92, no se ha cumplido todavía -se hará en algún momento, suponemos- el programa continuado de excavaciones (punto a) ni el punto c (un compromiso explícito de la DGA para el estudio, conservación, divulgación y exposición de los contenidos del yacimiento).
De la segunda, de 1997, no se ha cumplido ni la musealización del yacimiento y su entorno, ni la proyección exterior y promoción de Contrebia Belaisca, como elemento de desarrollo de Botorrita y de la comarca donde se enclava (punto tres), ni el punto cuatro: creación de un centro de interpretación en el casco urbano de Botorrita, aunque parece ser que de eso ha habido algún intento, de crear un local de unos noventa metros cuadrados; el arquitecto que nos asesoró a nosotros para realizar el plan director hablaba de, al menos, quinientos, homologando con otros yacimientos. No se lo inventaba. También queda el punto cinco: asignación presupuestaria para comenzar a ejecutar el plan director, porque ha habido inversiones, es cierto, pero desde luego muy inferiores a lo que debería ser la ejecución del plan director o similar.
En el año 2001 solicitamos el proyecto de recuperación y estudio de documentos escritos al Ministerio de Ciencia y Tecnología, que nos ha sido concedido a un equipo de nueve personas, con presupuesto. De hecho, aquí llevo documentación de la subdirección correspondiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, en la que aprueba el tema, e incluso se ha empezado a comprar material, y traigo un escáner de texto, para que se vea, con el sello de la Universidad de Salamanca, con cargo a ese proyecto; también se ha comprado una cámara digital, y ahora se están comprando -ayer mismo- otros aparatos, con lo cual hay dotación presupuestaria para eso y para realizar actuaciones. El proyecto es trianual (del 2002 al 2004), y sería interesante -estimamos- la colaboración del Gobierno de Aragón para esta actuación. Que, por otra parte, ya postulamos en la página cincuenta y ocho del propio plan director, entregado en 1999, así como en otras documentaciones anteriores y posteriores, que se trata de una intervención científica, pero también, de alguna manera, de salvamento patrimonial. Esperamos sinceramente que la concesión de este proyecto por el ministerio no suponga, como ha pasado en otras ocasiones, lo contrario a lo esperado, o sea, un parón en las investigaciones. Para cualquiera que quiera ver la documentación de la subdirección, que es un folio que tengo aquí, o incluso el aparatito comprado con cargo al proyecto o el otro aparatito, lo llevamos.
El aval metodológico está perfectamente explicado en libros de personas incuestionables en el mundo de la arqueología.
Simplemente añadiré una cuestión, que creemos que puede ser importante, respecto a una noticia que nos ha llegado del municipio de Botorrita.
La señora DÍAZ SANZ: Sí; me fue comunicado ayer por el concejal del Ayuntamiento de Botorrita que se ocupa del yacimiento y del urbanismo del pueblo que la zona donde apareció el gran bronce y toda la zona aledaña se ha declarado por la Diputación General de Aragón zona de protección forestal, y, con respecto a eso, en la zona donde apareció el gran bronce se ha procedido a acumular tierra y plantar árboles; el resto de las zonas, donde también aparecen yacimientos, supongo que llevará el mismo final, y tendremos unos hermosos chopos o lo que sea sobre el yacimiento.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Señor Medrano, ¿quiere usted continuar, o han terminado ya su intervención?
Muchas gracias, señor Medrano y señora Díaz, por sus palabras, y ahora van a intervenir los distintos grupos parlamentarios.
Señor Bernal, del Grupo de Chunta Aragonesista, tiene usted la palabra.
El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señora presidenta.
Gracias, señores comparecientes, por su información.
Quizá habrá que dar la razón al señor Medrano en una referencia que ha hecho a la maldición de Contrebia Belaisca, porque la verdad es que es ya amplia la documentación sobre Contrebia Belaisca y sobre este yacimiento en estas Cortes. Desde el año noventa y dos se llevan realizando iniciativas, debates, al respecto. Yo llegué aquí en el año noventa y cinco, y desde el año noventa y cinco también ha habido suficientes iniciativas de control de otros gobiernos, suficientes iniciativas.
Pero yo creo que todo al final quedó resumido en dos proposiciones no de ley, aprobadas conjuntamente en el año noventa y siete, que venían, por así decir, a poner fin y a poner punto de encuentro entre los distintos grupos parlamentarios y el propio Gobierno, hasta el punto de que tuvo lugar una visita de la entonces denominada Comisión de Educación y Cultura (la antecesora de la actual denominada de Cultura y Turismo), en la cuarta legislatura, una visita acompañados, incluso, de representantes del Gobierno, de técnicos del Gobierno, a esta excavación. Yo creo que en aquellas proposiciones no de ley, en aquel acuerdo que suponía la aprobación, después del debate conjunto de las dos proposiciones no de ley, parecía que se abría una luz y que se habría el final del túnel de tantos y tantos desencuentros, de tantas y tantas circunstancias desfavorables, de dimes, de diretes... Parecía que a partir de ese momento se iba a dar, finalmente, resolución a un problema en el que, desde luego, todos los grupos parlamentarios habíamos coincidido en que se trataba de un yacimiento transcendental, de un yacimiento importante desde el punto de vista cultural, tanto en lo referido a cultura inmaterial como a la cultura material.
Yo quiero recordar que, desde luego, los materiales lingüísticos -y vale la pena esta paradoja que acabo de decir-, el contenido lingüístico de los hallazgos de Botorrita podrían iluminar, desde luego, o podrían despertar, como mínimo, el interés por el estudio, por el análisis, interesantísimo, para el conocimiento de nuestro pasado desde muchos puntos de vista. Pero también desde el punto de vista de la cultura material, por la aparición de materiales de cerámica, de bronces, etcétera, que podrían también iluminar parte de nuestro pasado desde el punto de vista de la cultura material.
Pero bien, yo creo que al final ha pasado desde aquel momento un lustro, y estamos, por lo que veo, en las mismas. Yo me remito a lo que he venido diciendo cada vez que sobre este asunto hemos debatido en estas Cortes. Es posible que existan maldiciones, yo no creo mucho en ellas, pero es posible que existan. Al final yo sigo pensando que todo se circunscribe a dos elementos: la sensibilidad, por un lado, y la voluntad política, por otro, y yo creo que con sensibilidad y con voluntad política, difícilmente, las maldiciones, las meigas, las broxas -o como las queramos llamar- podrían tener posibilidad de sacar adelante sus contubernios. Yo me siento ya un poco impotente, también porque no conozco de cerca lo que ha ocurrido en los últimos años con este proyecto y, tras sus palabras, solo quiero hacerle dos preguntas.
La primera. Hubo una comparecencia anterior, del año noventa y seis, de la denominada Fundación Contrebia Belaisca. Hoy tenemos la comparecencia de este proyecto denominado «de detección, recuperación y estudio de documentos celtibéricos y romanos». La primera pregunta sería: ¿tiene algo que ver la Fundación Contrebia Belaisca con este proyecto? Si tiene que ver, es que desconozco por completo si tiene que ver. Y, si no tiene que ver, ¿hasta qué punto es conveniente ir dos por tres calles? Porque en aquella fundación yo tenía entendido que estaban incluidos o formaban parte de ella también representantes o el propio equipo de investigación, de excavación, y que contaban ambos con un respaldo del Ayuntamiento de Botorrita. Querría saber esto.
Y, en segundo lugar, no quiero decirle más que agradezco la información que nos han dado, y que, en función de cómo evolucionen los acontecimientos, desde luego, seguiremos actuando, porque nos resistimos a creer en la impotencia y nos resistimos a creer en las broxas.
Muchas gracias.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Muchas gracias, señor Bernal.
Señora Aulló, del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, tiene usted la palabra.
La señora diputada AULLÓ ALDUNATE: Muchas gracias, señora presidenta.
Yo quiero empezar -¿cómo no?- dando la bienvenida al señor Medrano y a su acompañante, y les agradecemos, además, su amplia y explícita explicación, aunque me ha parecido que tenía un tinte no sé si un poquito ácido, un poquito agresivo, quizá un poco negativo, porque en sus comentarios yo creo que no se ha librado ningún gobierno, porque ha empezado a hablar desde el año noventa y dos, o por ahí; con lo cual, no se ha librado ningún gobierno de ese tinte ácido que yo le digo. Estoy segura de que es por su amor al yacimiento, que es muy encomiable esa postura; pero yo creo que, para que un trabajo salga bien, es mejor relajarse y estar un poco más relajado en este tema, porque esté seguro de que todos le vamos a escuchar.
Es verdad que se trata de un gran yacimiento celtibérico, uno de los más importantes de Europa, como usted ha dicho, con una extensión muy importante de treinta y dos hectáreas, y parece que nos muestra una ciudad que en su época fue un enclave muy decisivo y que parecía que era un enclave militar. Realmente, el que nos cuente la historia a través de todos esos vestigios que nos han ido dejando nuestros antepasados es fascinante, desde luego.
Parece ser que hay ahora un programa del Ministerio de Cultura, que es lo que ustedes nos comentaban, que es plurianual, de varios años, y que es un estudio lingüístico para la lectura de los bronces; además, yo creo que es muy interesante, porque seguro que dará muchos datos importantísimos para conocer el pasado, y yo creo que es apasionante. Pero eso requiere, lógicamente, una tramitación, unos permisos, una metodología, para determinar una zona donde se vaya a actuar. Es un yacimiento -usted lo conoce- muy frágil y que necesita unos cuidados muy importantes, extremos -diría yo-, y eso, realmente, a mi entender, exige una comunicación total con el Departamento de Cultura y Turismo, que es quien tiene la competencia atribuida en esta materia. Yo no dudo de que ustedes estarán en contacto y darán toda la información precisa para poder obtener esos permisos y para poder establecer ese tipo de metodología y explicar ampliamente en qué consiste el proyecto.
A nosotros nos parece muy interesante. La lectura de los bronces creo que es algo primordial para que nos digan, para averiguar toda aquella historia, toda aquella forma de vida de nuestro pasado, y, por lo tanto, a mí me gustaría que el proyecto se desarrollara bien, sin ningún percance y que todos, como decía el señor Bernal, sepamos enfocar esta forma de actuar en algo -como decía- que es muy frágil, que requiere unos cuidados muy especiales, unos conocimientos muy especiales, y, por lo tanto, no derivar, que no haya muchas ramas, que todo el mundo quiera ir, porque es una cosa muy atractiva, muy interesante, y, por lo tanto, que se tenga por distintos grupos la intención de ir cada uno por su lado haciendo cosas; que todas serán valiosísimas, no lo dudo, pero lo lógico es que haya una actuación bastante unitaria para que dé unos resultados muy importantes.
Por tanto, yo le reitero mi agradecimiento por su explicación y me gustaría que todo esto llegara, lógicamente, a buen puerto.
Muchas gracias.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Gracias, señora Aulló.
Señor Artieda, del Grupo Parlamentario Socialista, tiene usted la palabra.
El señor diputado ARTIEDA GARCÍA: Muchas gracias, señora presidenta.
En primer lugar damos la bienvenida a dos personas que conozco desde hace muchos años, y estoy encantado de haberlos vuelto a ver aquí, en uno de los trabajos que creo que es el que les ha ido dando su trayectoria profesional, porque desde hace tiempo los estoy conociendo a los dos siempre con el mismo tema de desarrollo, de estudio, de investigación, en este yacimiento de Contrebia Belaisca.
Como digo, voy a ser muy breve, porque su trayectoria la conozco desde hace muchos años, y en parte coincido con lo que mencionaba el portavoz de la CHA, el señor Bernal, sobre que esto parecía como de meigas. Yo más que de meigas lo veo como el Guadiana: que a través de los tiempos unas veces va desapareciendo, va apareciendo, va desapareciendo... Ya en los años ochenta empecé a conocer el tema, y, últimamente, reconozco que desde el año noventa y seis, en estas Cortes, que yo ya estaba, hubo una ocupación y preocupación por parte de las Cortes, por parte del Gobierno; sé que estuvimos en una visita; se creó una fundación de apoyo en el propio Botorrita, la Fundación Contrebia Belaisca; en el año noventa y siete se aprobó una proposición no de ley que unificaba todos los criterios de todos los grupos, y, a partir -supongo, porque tampoco estoy muy enterado, y como no estoy muy enterado tampoco lo quiero decir con certeza-, creo que de aquella proposición no de ley, finalmente, quizá, en los años noventa y ocho y noventa y nueve se maduró, y en este año se pudo presentar el plan director, a raíz de aquel impulso que se hizo desde esas Cortes. Por lo que observo y acabo de ver, porque el proyecto lo acabo de recibir ahora mismo, desde el año noventa y nueve, los años 2000 y 2001 son años de Guadiana, en los que ha desaparecido, y les felicito porque veo que la dirección general de investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología les ha puesto a la vista en el Guadiana, con un proyecto de investigación para dos años, en los que espero que el desarrollo del conocimiento lingüístico que sale de estos bronces nos dé a conocer mucho más lo que era la vida, el derecho, si era un derecho prerromano o un derecho asimilado por los celtíberos del derecho romano... No soy técnico de estas historias -historias en cuanto a antigüedad, no en cuanto a lo que se estudia y se investiga-... Pero querría decirles que el Guadiana siga aflorando, haya años de sequía, haya años de abundancia, y espero que con este proyecto para dos años podamos los aragoneses tener mayores conocimientos de un yacimiento que tenemos aquí al lado, pero que está también muchas veces realmente olvidado, y que, como bien ha ido diciendo el señor Medrano, no es cuestión de colores sino que es cuestión de tiempo lo que yo he percibido a lo largo de mi conocimiento de este proyecto.
Les felicito y les invito a que sigan trabajando porque les he conocido profesionalmente como los grandes defensores de este yacimiento.
Nada más, y muchas gracias.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Gracias, señor Artieda.
Señora Calvo, del Grupo Parlamentario del Partido Popular, tiene usted la palabra.
La señora diputada CALVO PASCUAL: Gracias, señora presidenta.
Yo quiero agradecer de entrada ya la buena disposición del señor Medrano y de la señora Díaz, al atender nuestra solicitud para informar a la comisión, y, lógicamente, por supuesto, también les damos la bienvenida a esta comisión en nombre del Grupo Parlamentario Popular.
Sin duda, y como han avanzado ya los portavoces que me han precedido en el uso de la palabra, Contrebia Belaisca, siendo uno de los yacimientos más significativos en nuestra comunidad autónoma, es, quizá, el que ha sido objeto de mayor número de iniciativas en esta cámara, lo cual, de entrada, es plausible, desde el punto de vista de la preocupación que nos viene mereciendo a todos los grupos parlamentarios, e incluso es razonable que haya existido ese buen número de iniciativas, comparecencias y demás, si no fuera porque la mayor parte de esas iniciativas han venido motivadas, generalmente, por una insuficiente atención del ejecutivo, aun reconociendo que todos los gobiernos de uno u otro color han venido realizando inversiones en el yacimiento, con mayor o con menor acierto, como hemos podido comprobar hoy en su intervención.
El hecho de que el Grupo Parlamentario Popular haya propuesto la comparecencia de la dirección del proyecto responde, evidentemente, a nuestro interés por conocer de primera mano cuál es el estado actual de las excavaciones y el ritmo y el modo en que se está trabajando sobre el yacimiento. Porque las noticias que nos iban llegando iban diciendo poco a favor del interés y de la atención que el yacimiento pueda merecer a la Dirección General de Patrimonio.
Por una parte conocíamos que las excavaciones últimamente estaban prácticamente paralizadas; que la apertura al público, que se había iniciado y también por otra parte se ha paralizado, se hizo en unas condiciones que podríamos calificar de deplorables; por otra parte conocíamos también el desinterés mostrado por parte de la consejería en participar en publicaciones importantes: de entrada resulta bastante paradójico que una publicación como la que se proponía tuviese que acabar, por otra parte felizmente, publicándose por parte de la Universidad de Salamanca, mientras la consejería ni siquiera llegase a responder ante esa petición.
Todo ello nos llevaba a pensar que la actitud del departamento, y más concretamente de la Dirección General de Patrimonio, tiene poco que ver con la voluntad que unánimemente expresamos en la entonces Comisión de Educación y Cultura, cuando desde estas Cortes se abordó por última vez la cuestión. La verdad es que resulta difícil comprender que un bien cultural de este valor haya tenido que atravesar durante tanto tiempo por avatares tan difíciles y haya tenido que soportar intervenciones tan desafortunadas como ha venido soportando.
Pero, a pesar de eso, quizá nos duele más todavía, al Grupo Parlamentario Popular, la improvisación y el abandono al que está siendo sometido ahora, porque ahora sí hay una situación sustancialmente distinta. A lo largo de los años se ha venido interviniendo, quizá de una forma no muy racional o no muy científica, pero sí, desde finales del año noventa y nueve, se dispone ya de un plan director que ordena y que planifica las actuaciones necesarias en este yacimiento.
Yo pensaba preguntarles de qué manera se están acometiendo las fases del plan director. Lo que ocurre es que lanzo en cierto modo esa pregunta, aunque la sensación que yo he recogido de su intervención es que más bien parece que se encuentra simplemente en fase de archivo.
Más nos ha preocupado la novedad que han introducido, y que ustedes mismos recibieron ayer, y es esa calificación de zona de protección forestal. Probablemente, si la noticia la conocieron ayer, pues todavía no hayan tenido tiempo de pasar de la contrariedad, pero sí, en el caso de que lo hayan analizado, nos gustaría saber, si pueden profundizar un poco más, de qué manera creen que esa declaración, esa calificación, va a afectar al proyecto, porque, de entrada, parece que solo faltaba esto para que se complicase más el asunto. También nos gustaría, si es posible, que analizasen de qué manera o en qué medida esa decisión puede ser contradictoria con lo establecido en la Ley de patrimonio cultural y hasta qué punto puede tener una vuelta atrás esa calificación.
Desde el Grupo Popular conocíamos la concesión del proyecto de investigación por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología. De hecho, ya el grupo presentó una proposición no de ley para solicitar la colaboración del Gobierno de Aragón, y, de este modo, poder ampliar las posibilidades de actuación; pero ya no tanto por el hecho de que se pudiesen ampliar las actuaciones, sino más bien por el hecho obvio de que es el Gobierno de Aragón el responsable directo del patrimonio arqueológico aragonés, y parece razonable que participe de ese proyecto, porque entendemos que existirá una mayor fluidez en la comunicación y, ya que desde el Gobierno de Aragón las actuaciones no están siendo las que podrían desearse, al menos, que no puedan existir trabas desde el Gobierno de Aragón a un proyecto que viene financiado desde el ministerio.
Conocíamos -como digo- la concesión de ese proyecto, pero, teniendo en cuenta la información que paralelamente nos estaba llegando, y que hoy hemos podido confirmar, a raíz de sus intervenciones, nos da la sensación de que, quizá, la Dirección General de Patrimonio merezca una llamada de atención. Probablemente, la comparecencia sirva en parte para ello, y, desde luego, desde este grupo parlamentario sí que merece un pequeño tirón de orejas que le haga reaccionar, porque da la sensación de que está perdiendo la oportunidad de poner en valor un patrimonio importante, que tiene un interés cultural innegable y que está perjudicando el conocimiento de este yacimiento y, desde luego, desatendiendo su promoción.
Desde el Grupo Parlamentario Popular, como hemos venido haciendo hasta ahora, vamos a intentar colaborar para impulsar la actividad de la dirección general y, desde luego, vamos a intentar controlar sus actuaciones y en qué medida esas actuaciones se corresponden con las previsiones del plan director, que, como digo, nos gustaría saber de qué manera puede encajar después de la novedad conocida ayer, es decir, la declaración de zona de protección forestal.
Gracias, presidenta.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Gracias, señora Calvo.
Señor Medrano, ¿va a contestar usted a las preguntas y las observaciones?
Pues tiene usted la palabra.
El señor MEDRANO MARQUÉS: Respecto a lo que ha expuesto don Chesús Bernal, efectivamente, hubo una comparecencia en el año noventa y seis de la Fundación Contrebia Belaisca; esa fundación, siguiendo la maldición de Contrebia, se ha disuelto. No tiene nada que ver. Esto es la prosecución de las investigaciones científicas, si bien la idea de la fundación hubiera ido más allá, porque también potenciaba lo que es la explotación sociocultural y turística. Pero, bueno, no teniendo ya este marco nos restringimos al profesional. No hay relación; la hubo en el momento en que existía, pero en este momento está disuelta.
También nosotros esperamos que haya una solución de otros problemas, entre otros ese, el de la explotación sociocultural y turística.
Respecto a lo que comenta la señora Aulló, yo siento si los comentarios han parecido de tinte ácido; eso debe de ser, efectivamente, pasión casi de padre ya, porque llevamos trabajando allí ya desde el año ochenta, y es cierto que todos los gobiernos han hecho algo y han dejado de hacer algo; ha habido casos en que ha sido más positivo o negativo. Pero lo que estábamos pidiendo precisamente aquí es comprensión, porque las Cortes de Aragón nos han comprendido siempre; son los ejecutivos los que, a veces, no siempre, algunos ejecutivos o algunos cargos públicos de los ejecutivos, no el ejecutivo, no han tenido esa comprensión, que es lo que ahora exponemos aquí, a efectos de que no se produzca, si lo hubiere; nada más.
Sí, es una ciudad que fue un enclave militar importante, pero también industrial y jurídico. Repito que los bronces en concreto tienen importancia no solo arqueológica, sino lingüística, jurídica; son en realidad, más que sentencias, jurisprudencia. El programa del ministerio, efectivamente, es un estudio lingüístico, pero también arqueológico. Nosotros por supuesto que, por todos los conceptos, pensamos que se debe ir de la mano con la Dirección General de Patrimonio Cultural; eso, por todos los conceptos.
Lo que pasa es que también estimamos que no hay ningún problema, es decir, recuperar patrimonio nunca es un problema. Por otra parte eso es bueno porque, en un yacimiento que jamás ha tenido guarda y ahora tampoco, se evita el riesgo de que pase como sucedió con cierto bronce de los primeros que se encontraron. Yo ya no sé más: se encontró.
Eso podría suceder hoy mismo, y pensamos que esta es una forma de recuperar, por supuesto, con método arqueológico, no haciendo grandes excavaciones, en este caso, sino con lo que es el control estricto de lo que son las condiciones arqueológicas de los lugares de donde están los nuevos bronces, si los hubiere. Y eso no solo no causaría perjuicio sino que permitiría un mayor conocimiento histórico.
Nosotros también, en ese sentido, estamos esperando a que se remita la convocatoria del plan general de arqueología para hacer la solicitud correspondiente; cuando se remita se hará, y en ese sentido lo declaramos así y esperamos que no haya mayores problemas.
De todas maneras hay que tener en cuenta que, desde que hemos tenido, en 1985, la dirección de las actuaciones en el yacimiento, no ha habido quejas; por lo tanto, ruego que se nos otorgue también el beneficio de que nosotros miramos también por el bien patrimonial; no solo el científico, que a veces parece que las pasiones... No, no: también por el patrimonial. La prueba de ello es que nos interesaban mucho experiencias como la de la fundación y, desgraciadamente, desapareció.
Esperemos que el proyecto se pueda desarrollar y que haya una actuación unitaria: de todo el mundo posible; no solo de la Dirección General de Patrimonio sino de todo el mundo posible.
Efectivamente, como decía el señor Martín Artieda, hay una preocupación que es antigua, pero que en el noventa y siete cristaliza, y ahora estábamos en una fase que amenazaba como el Guadiana. En el 2000 sí que hubo actuaciones, pero no fueron las del plan director, y esperábamos que hubiera algo en el 2001, pero no hubo nada en el sentido establecido en el plan director. Sí que estimamos que este proyecto, que es trianual (nos dan de 2001 a 2004, pero se dice 2002-2004 porque en el 2001 nunca te dan el dinero, el primer año, en ninguna entidad de investigación)… En este proyecto estamos embarcados mucha gente. Algunos somos de aquí, trabajamos aquí, y otros son de fuera, y eso es un aval de que esto interesa fuera, incluso fuera de España.
En este momento preciso las excavaciones científicas están paralizadas; creo que la apertura dejó de ser controlada en diciembre por una persona contratada, allí, en una caseta. Y, en cuanto a de qué manera se están acometiendo las fases del plan director, si nos atenemos a lo que dice el plan director o similar, no podemos decir que se estén realizando las fases del plan director. No quiero decir que no se pueda hacer, pero a día de hoy, no, en el 2000 no, en el 2001 menos, porque ahí se establecían unas cantidades y unos procedimientos, que no es que uno piense que todo cae del cielo, pero no se parece en nada, hasta ahora, lo que hay en cuanto a ejecución.
En cuanto a que si nos dicen desde el ayuntamiento que en las normas subsidiarias se contempla que el terreno en el que apareció el gran bronce, que no está excavado extensivamente, y la parcela tres del polígono cinco -si no recuerdo mal- de Botorrita se declaran de protección forestal y se pueden plantar árboles, en la parcela tres, del polígono cinco, han aparecido solo encima del suelo, y cuando labran, sillares, cerámicas, monedas..., y el único elemento que tenemos de un horno cerámico; luego es probable que estén allí los alfares, que, junto con la necrópolis, con el cementerio, es lo que más hemos estado buscando en el yacimiento.
Claro; yo sé el resultado de plantar árboles sobre un alfar, porque lo he visto en otro, y, realmente, se pueden imaginar ustedes qué pasa con la arcilla.
Esta es mi respuesta, y agradecido.
La señora presidenta (COSTA VILLAMAYOR): Muchas gracias, señor Medrano y señora Díaz, por su comparecencia y las explicaciones que nos han dado.
Si pueden ustedes permanecer unos minutos, terminaremos la sesión.
Muchas gracias.
Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior.
Lectura y aprobación, si procede, del acta de la sesión anterior.
¿Se aprueba? ¿Ruegos y preguntas?
Se levanta la sesión [a las doce horas y cincuenta y cinco minutos].