Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
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Comparecencia de D. José María Martínez Val, catedrático de ingeniería nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 112 de Serie B (IV Legislatura)
Intervinienen: Martinez Val, Jose Maria - Yuste Cabello, Chesus - Lacasa Vidal, Jesus - Escola Hernando, Manuel - Tejedor Sanz, Ramon - Palazon Español, Ignacio
El señor MARTINEZ VAL: Muchísimas gracias, señor Presidente de la Comisión.
Para mí es una satisfacción comparecer aquí; les agradezco muchísimo esta invitación y lamento si, al menos, inicialmente soy muy reiterativo en algunas de las cosas que posiblemente ustedes hayan escuchado ya más de una vez en estas comparecencias sobre este tema. De todas maneras, es un tema amplio, profundo y, sin lugar a dudas, sujeto a cierta controversia.
Aun a riesgo de repetir alguna información, quisiera hablar brevemente del cuadro en el que entiendo que se debe considerar este proyecto, esta iniciativa, y ese cuadro corresponde al mundo energético de finales del siglo XX, más bien podríamos hablar ya del siglo XXI. Si tenemos en cuenta dos elementos fundamentales de referencia en nuestro ámbito, como son la Unión Europea y el Consejo Mundial de la Energía, puesto que estamos hablando de energía, nos encontramos con una situación un poco peculiar que, hasta cierto punto, reproduce lo que ocurría en Europa o en el mundo occidental a finales de los años sesenta o principios de los setenta y que luego sufrió un cierto descalabro por cuestiones no anticipadas, no previstas; eso es algo a lo que está sujeta siempre la naturaleza humana y, por tanto, también, las actividades energéticas.
La Unión Europea tiene una política nuclear que es muy específica de cada país y, por tanto, sólo en temas de investigación puede llegar a desarrollar iniciativas comunes; el resto de las iniciativas, repito, es cada país quien tiene la potestad de desarrollar la política nuclear que estime pertinente. Pero hay que tener en cuenta que la energía nuclear es una de las fuentes de energía que la naturaleza nos da y, por tanto, es lógico que la Unión Europea tenga preocupación sobre estas investigaciones. Al plantearse el quinto programa marco, la Unión Europea manifiesta una preocupación importante por efectos tales como la calidad de vida, como el empleo y como el medio ambiente, y, particularmente, el amplificador de energía puede ser muy importante a estos efectos, a los efectos de minimizar, de reducir los productos, los desechos radiactivos, no sólo generados en el propio amplificador de energía, sino en las otras instalaciones nucleares hoy día existentes. Por supuesto, entiendo que estamos hablando de una tecnología emergente que puede llegar a ser enormemente competitiva, que quizá por su gran potencialidad, por su tremenda capacidad suscite precisamente esa controversia.
Si pasamos del ámbito de la Unión Europea al Consejo Mundial de la Energía, que tiene su próxima reunión, su decimoséptima reunión en París el próximo año, vemos que en el planteamiento que se hace de las fuentes de energía, se pone énfasis en las palabras desarrollo sostenido, por entender que «desarrollo sostenido» va a ser la clave del desarrollo industrial en general y también energético del siglo XXI, y establece cuatro divisiones o cuatro áreas para sistematizar los estudios que se van a presentar en dicha conferencia.
Esta transparencia es muy preliminar, puesto que todavía esta conferencia del Consejo Mundial de la Energía está, como aquel que dice, en mantillas, se está preparando, pero va a corresponder precisamente a esta sistemática, donde se analizan las fuentes de energía, desde las convencionales a las emergentes, y la tecnología, desde las tecnologías actuales a las avanzadas. Aquí he puesto algunos gráficos de dónde se ubicarían algunas de las fuentes de energía; indudablemente, la fusión nuclear ocuparía un lugar muy futurístico de energía emergente, con una tecnología muy avanzada, y el amplificador de energía no necesitaría ser encuadrado en un concepto muy relativo al futuro, puesto que se está hablando de una fuente de energía que hoy día ya es explotada, la fuente de energía de fisión nuclear, pero que sin embargo requiere un desarrollo tecnológico no pequeño. La clave del éxito de la explotación de esta iniciativa, se realice aquí o se realice en cualquier otro país, va a ser precisamente la de hacerse lo antes posible, hacerse los primeros, antes que otros competidores, con las patentes que permitan la explotación industrial de esta idea, una idea que es muy ambiciosa, pero que parte de una propuesta muy identificada a nivel prototipo, que, desde luego, no es ni muchísimo menos calificable de ambiciosa en términos económicos, puesto que se está hablando de una inversión total de entre veinte mil y veinticinco mil millones de pesetas, por tanto, muy compatible con las inversiones que se tienen en este país. Hay que poner como referencia, no como comparación, sino como mera referencia, que España contribuye al CERN, al Centro Europeo de Investigación Nuclear en Ginebra, con una contribución anual del orden de cinco mil quinientos millones de pesetas, o que el presupuesto de investigación del Ciemat es del orden de los siete mil quinientos millones de pesetas. Estamos hablando, por tanto, de unas cantidades no extraordinarias para lo que es un país como España; indudablemente, en el contexto de la Unión Europea, todavía son menos significativas.
Si bien es cierto que el futuro tiene esas peculiaridades que aquí se presentaron, en el presente, ¿cuál es la situación energética? Esta situación está dominada por una situación de base en la que hay que admitir que hay una oferta energética suficientemente amplia, tanto tecnológica como de fuentes, como de recursos, y a corto plazo, y por lo que corresponde al ámbito específico de la electricidad, que es donde se tiene que inscribir esta iniciativa, no parecen necesarias grandes inversiones para satisfacer los pequeños momentos de demanda de electricidad que pueda haber en los países occidentales y, particularmente, se está poniendo mucho énfasis en las turbinas de gas de ciclo combinado. Esta es una solución que para Europa va a ser, posiblemente, la corriente, la rutinaria en los próximos diez, quince e, incluso, veinte años, siempre y cuando se cumplan las previsiones de suministro gasístico que hay establecidas. A partir del 2020, la cosa podrá cambiar sustancialmente puesto que esas fuentes de suministro de gas comenzarán, si no a agotarse, sí a encarecerse sensiblemente.
La crisis energética puede sobrevenir, quizá en el 2020, como indica un estudio reciente de la Unión Europea, quizá un poco después y, de todas maneras, tenemos también en el ámbito del amplificador de energía la importante significación de que dicho amplificador puede ser utilizado para quemar residuos radiactivos, es decir, para evitar que los residuos radiactivos se tengan que almacenar durante un tiempo espectacularmente largo.
¿Por qué es importante la energía nuclear, por qué la Unión Europea la considera específicamente como uno de los cinco grandes programas de investigación que existen en el cuarto programa y también en el quinto programa marco? Pues, fundamentalmente, por su potencialidad intrínseca. Las fuentes de energía renovables, que, sin lugar a dudas, tienen que estar consideradas también dentro de las posibilidades de suministro energético para el futuro, tienen una limitación en su potencial intrínseco que viene a significarse por estas cifras que pongo aquí: la irradiación solar a nivel del mar en día totalmente claro es del orden de un kilovatio por metro cuadrado; fuera de la atmósfera es del orden de uno coma treinta y cinco kilovatios por metro cuadrado orientado al sol; la energía eólica tiene un potencial que depende, lógicamente, de la velocidad, pero su potencial se puede aproximar a 0'25 v3, siendo v la velocidad expresada en metros por segundo.
¿Qué es lo que aporta la energía nuclear? La energía nuclear lo que aporta es una potencialidad mucho mayor, bien en su forma de fusión, bien en su forma de fisión, por la sencilla razón de que en las interacciones que originan energía, es decir, en las reacciones elementales que originan energía tenemos una escala de valores absolutamente distinta en un caso o en otro. En los casos donde las interacciones son de tipo molecular, como puede ser la combustión del carbón o, en definitiva, como pueden ser las energía solar y eólica, puesto que se transforman también en interacciones de tipo molecular, estamos hablando de unos pocos electrones-voltio por reacción, concretamente en el caso de la combustión del CO2 son cuatro electrones-voltio por reacción, mientras que en el caso de una reacción de fisión nuclear estamos hablando de doscientos millones de electrones-voltio, es decir, cincuenta millones de veces más.
Eso explica que en una pastilla de uranio, que tiene un tamaño del orden de un centímetro cúbico, haya una energía potencial que se puede aprovechar en un reactor nuclear y que es equivalente a una tonelada de carbón, es decir, un cacharrito que es una piececita de uranio de poco más de un centímetro cúbico equivale a una tonelada de carbón. Y en el total de lo que se consume en un reactor nuclear actual, se está consumiendo, realmente el consumo que se realiza es de una tonelada al año y equivale a más de dos millones de toneladas de carbón al año por una central de iguales dimensiones, de igual generación de energía. De ahí la importancia de la energía nuclear: la energía nuclear es, sobre todo en la forma de fusión, la gasolina del universo; nuestro universo vive, las estrellas viven gracias a explotar las reacciones de fusión nuclear, y de ahí proviene toda la evolución estelar y, por tanto, toda la evolución de los sistemas físicos, incluyendo la Tierra, que vive de la energía solar, pero el sol no es sino un gigantesco reactor de fusión, muy tranquilo, de una reacción de fusión concretamente muy suave, pero, en definitiva, lo que mueve al universo, la energía que realmente permite a las estrellas evolucionar es la energía nuclear, y de ahí la importancia que tiene el poder acceder a esa energía.
Pero, desgraciadamente, si la energía nuclear es muy potente, no está exenta de riesgos, y a mí me gusta calificarlos en función de su origen. Hay dos tipos de riesgos: riesgo debido a la reactividad de los reactores y un riesgo debido a la radiactividad de los productos. Dos palabras que se parecen mucho, pero que no son lo mismo: por «reactividad» se entiende la capacidad que tiene un reactor nuclear de multiplicar fuertemente su potencia en un breve período de tiempo, y el ejemplo más peligroso de eso fue precisamente el accidente de Chernóbil; por «radiactividad» se entiende la propiedad que tienen algunos isótopos de emitir radiaciones ionizantes, radiaciones que provienen del núcleo y que pueden interaccionar con la naturaleza y producir daños biológicos.
Pues bien, en ambos casos, el amplificador de energía ofrece unas características que son singularmente positivas: por un lado, en cuanto a la radiactividad, por el hecho de que sus sistemas de refrigeración, basados en la convección natural por metal líquido, son particularmente óptimos para extraer la energía residual y evitar que pueda haber accidentes tipo Isla de las Tres Millas, es decir, para entendernos, tipo Harrisburg, el otro gran accidente que ha habido en la historia de la energía nuclear. Pero lo que más significativamente llama la atención de este proyecto, de esta iniciativa, es su capacidad de eliminar de raíz, en razón de sus propiedades físicas, los riesgos derivados de la reactividad del reactor; para entendernos más rápidamente, los riesgos tipo Chernóbil. En Chernóbil hubo una excursión -se llama así; perdón por la traducción directa del inglés- un power trip, una excursión de potencia, que elevó la potencia del reactor a cuatrocientas setenta veces la potencia nominal, no 470%, sino cuatrocientas setenta veces la potencia nominal en menos de un segundo; realmente, en tres décimas de segundo, subió un poco menos de la potencia nominal, del orden de cuatrocientas setenta veces la potencia nominal. Es el accidente indeseable por antonomasia, y precisamente lo que pretende el amplificador de energía, lo que pretenden los reactores híbridos es ofrecer una posibilidad de explotar la energía nuclear de fisión -y «explotar» en castellano sólo significa aprovechar una cosa, no tiene otra significación, no significa explosionar-, explotar la energía nuclear de fisión, pero por un medio que no permita reactividades positivas. Una reactividad de un reactor convencional en funcionamiento nominal es de cero, una reactividad positiva puede dar origen a una excursión de potencia, como he indicado, y esa es la ventaja básica, la ventaja fundamental que tiene este tipo de máquina.
Ese tipo de máquinas, que podrían funcionar con subcriticidad incondicional, no sólo se han propuesto por el premio Nobel Carlo Rubbia; otro tipo de máquinas con la misma idea se han propuesto por otras personas, que aquí tengo un modelo propuesto por otro premio Nobel, el premio Nobel Nikolai Gennadievich Basov, que, curiosamente y al igual que el profesor Rubbia, también es doctor honoris causa de la Universidad Politécnica de Madrid y también a propuesta de nuestra escuela. De manera genérica, a estos tipos de reactores les llamamos en tecnología nuclear «reactores híbridos» porque conjugan dos tipos de reacciones nucleares, no sólo una; en el reactor convencional sólo se explota la reacción nuclear de fisión, y estos reactores que son subcríticos, son incondicionalmente subcríticos, aparte de la reacción de fisión que es la que produce la energía, la que aporta la energía, hace falta otra reacción que produzca neutrones, porque la reacción de fisión por sí misma no es capaz de mantener la población neutrónica. Entonces, en este tipo de reactor híbrido la fuente de neutrones es la fusión nuclear deuterio-tritio: cuando un núcleo de deuterio y otro de tritio se fusionan da una partícula y un neutrón, ese neutrón se inyecta en un sistema de fisión, es el sistema de fisión que hay alrededor de la instalación y que es lo que llamaríamos un amplificador de energía; esto, realmente, es otro amplificador de energía de connotaciones distintas. Y, particularmente, he trabajado también en este tipo de amplificadores y, concretamente, con estos colegas anteriormente soviéticos.
El amplificador de energía del profesor Rubbia es sustancialmente distinto a éste en la parte más interna, más intrínseca del reactor, porque en vez de utilizar la reacción deuterio-tritio, la reacción de fusión deuterio-tritio, lo que utiliza son aceleradores. En realidad, la ventaja del sistema del profesor Rubbia radica en que utiliza aceleradores de protones que por colisión con los núcleos de plomo producen neutrones; esos neutrones son los que, a su vez, van a inducir reacciones de fisión y, por tanto, van a liberar en cada fisión esos doscientos megaelectrón-voltios que he dicho antes, es decir, cincuenta millones de veces más que la energía liberada en la combustión del carbón para formar CO2.
Entonces, la ventaja del sistema del profesor Rubbia ¿cuál es? Pues bueno, dentro del ámbito genérico de los reactores híbridos, la ventaja del amplificador de energía del profesor Rubbia es que produce la mayor intensidad de neutrones por unidad de haz que se utiliza en la generación de los neutrones. Esto puede parecer un poco difícil de inteligibilidad para el que sea un poco profano, pero, por dar órdenes de magnitud, podemos decir que a igualdad de potencia eléctrica utilizada en un sistema como el que propone el profesor Rubbia, un sistema con un acelerador de protones, un acelerador lineal más un ciclotrón, del orden de setecientos, ochocientos megaelectrón-voltios, si utilizamos esa vía, el número de neutrones que se producen por unidad de energía eléctrica generada es entre cien y mil veces superior a la cantidad de neutrones producidos en el esquema anterior del profesor Basov. De modo que nosotros en la Universidad Politécnica de Madrid hemos trabajado anteriormente en aspectos teóricos con el profesor Basov para explotar las posibilidades de la fusión nuclear haciendo análisis de reactores de fusión-fisión y, efectivamente, quisiera demostrarlo con una penúltima transparencia sobre el tema: se trata de una fotocopia de un artículo de un colega mío sobre lo que es un reactor de fusión-fisión.
Bien, a pesar de haber trabajado en este tipo de reactores y haberles tenido mucho cariño, etcétera, llegamos a la conclusión, cuando analizamos la propuesta del profesor Rubbia, que si era verdad lo que él proponía teóricamente, y para ello había que hacer un experimento, experimento que se hizo en el otoño del año 1994 en el CERN, si era verdad, desde luego no merecía la pena seguir con los reactores híbridos de fusión-fisión, había que ir a los reactores híbridos de espalación-fisión, es decir, los reactores propuestos por el profesor Rubbia. Ese experimento se llevó a cabo, el experimento del año 1994 fue llevado a cabo en el CERN, y, efectivamente, las conclusiones del experimento fueron las que estaban previstas por la teoría y por tanto, podemos decir que el experimento fue un éxito, y ese experimento es la clave de poder pensar en la oportunidad que representa para la humanidad el amplificador de energía en cuanto a explotación segura, con unas condiciones intrínsecas de seguridad a las que ya me he referido, explotación segura de esa fuente de energía que llamamos uranio, aunque también hay que tener en cuenta, de manera muy específica en su propuesta, la posibilidad de utilizar torio, material que no se ha utilizado hasta la fecha, que no se ha explotado hasta la fecha y del cual el contenido que hay en la Tierra es todavía mayor, es del orden de dos veces y media del contenido que existe de uranio, pero podría funcionar con cualquiera de los dos materiales básicos, con cualquiera de las materias primas de la energía nuclear de fisión.
Entonces, el amplificador de energía del profesor Rubbia, a mi entender, y dentro de todos los posibles reactores híbridos que se han propuesto, es el que presenta una mejor oportunidad de explotar muy eficientemente y con seguridad lo que era un sueño, yo diría un sueño perdido de la tecnología nuclear de fisión, que era el sueño de los reactores rápidos franceses, reactores que tienen el grave inconveniente de no ser incondicionalmente subcríticos, sino de estar sujetos, y de manera, además, bastante preclara, estar sujetos al mismo tipo de riesgos a los que estaba sujeto el reactor de Chernóbil, es decir, a tener una excursión de potencia o una explosión que provocara la destrucción del reactor. Pues bien, eso que los reactores rápidos franceses prometían, pero que la práctica ha demostrado que es demasiado inseguro, eso es lo que puede realizar, puede obtener el amplificador de energía propuesto por el profesor Rubbia, con unas condiciones de seguridad intrínsecas extraordinarias, sobre todo por lo que supone en la parte de reactividad, que es lo auténticamente peligroso, puesto que cuando hay un problema de reactividad lo hay de radiactividad subsidiariamente, como ocurrió en el caso de Chernóbil, y lo hace en función de leyes físicas absolutamente demostrables. Es algo así como aquel que dice aprovechando leyes como la de la gravedad, leyes que siempre van a estar ahí. No es una aproximación a la seguridad de tipo probabilístico, es decir, de reducir mucho la probabilidad de que haya algún accidente, sino de trabajar en unas condiciones tales en que se aprovechen las fuerzas de la naturaleza para explotar esta reacción de manera segura.
Y alguien dirá, bueno, pero eso tendrá que tener algún precio, porque si todo es tan bonito, ¿cómo es que no se ha explotado antes? Efectivamente, el precio que tiene es que hay que utilizar un acelerador, el precio que tiene llegar a esos esquemas de explotación segura y eficiente la energía nuclear, el precio que tiene es que la reacción de fisión no vale por sí sola, la reacción de fisión tiene que estar acompañada con una reacción, concretamente, la de espalación, producida por un acelerador, y es un precio, efectivamente, es un precio físico. Y la incógnita que hay que desvelar con los desarrollos que se hagan de prototipos, etcétera, es si a pesar de utilizar un acelerador, que es un elemento muy caro, un elemento relativamente caro, un elemento que puede costar no tanto como una central nuclear, pero del orden de la quinta parte o cosa así, si a pesar de utilizar un acelerador para producir los protones, si a pesar de eso, es competitivo. Eso, por supuesto, se tendrá que dilucidar en el futuro.
Yo creo que con esto, si me permiten, acabo mi presentación y me someto a las preguntas que, posiblemente, serán más interesantes.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, doctor Martínez Val.
Tiene la palabra durante un tiempo de cinco minutos el portavoz del Grupo Mixto señor Yuste, para hacer preguntas en concreto.
El señor Diputado YUSTE CABELLO: Pongo mi cronómetro en hora para ajustarme al tiempo.
Ciertamente, la primera pregunta es muy concreta: ¿el amplificador de energía es una instalación nuclear, es un reactor nuclear? Desde otras instituciones se ha comentado que, efectivamente, lo es, y, sin embargo, los promotores del proyecto aquí, en Aragón, niegan este hecho. Quería conocer su opinión al respecto: ¿es un reactor nuclear? ¿Contradice, por lo tanto, su construcción la moratoria nuclear existente en estos momentos en España?
Sobre el emplazamiento del proyecto, sobre el emplazamiento del amplificador de energía, ¿qué criterios, qué condiciones se exigen a ese lugar? De alguna manera, en Aragón ha comenzado a haber ya un incipiente debate sobre su ubicación, no se lo oculto, y nos gustaría saber exactamente qué condiciones requiere, si ha de estar junto a un gran río..., en fin, me gustaría conocer esos datos.
Sigo adelante. Da la impresión que ustedes, los promotores del proyecto, plantean la incineración de todos los residuos radiactivos y, prácticamente, este proyecto, el amplificador, supondría el final de los almacenamientos geológicos profundos; sin embargo, otras instancias, otros especialistas ponen en duda este dato y plantean que, efectivamente, aunque sí que se podrían eliminar algunos residuos, seguirían quedando y quedarían con mayor nivel de radiactividad.
Quería preguntarle también qué instalaciones inherentes llevaría consigo el amplificador de energía. Se ha mencionado por parte de otros comparecientes la necesidad de construir una planta de reproceso de combustible irradiado, así como de una fábrica de combustibles para el amplificador; en otros ámbitos se ha planteado que sería preciso que hubiera un almacenamiento de residuos radiactivos, al menos para atender al amplificador de energía. Por lo tanto, ese cementerio de residuos radiactivos que se estaría planteando por parte de la empresa Enresa podría tener relación en última instancia -se ha planteado eso- con la ubicación del amplificador de energía.
Por parte de los promotores, se ha planteado que en un plazo breve de seis años podría construirse un prototipo. ¿Usted cree que en ese plazo tan reducido se podría construir un prototipo con la debida seguridad? ¿Se podrían responder en ese breve plazo de tiempo a todas las incertidumbres que necesitan respuesta por parte de la investigación y desarrollo? En estos momentos, las incertidumbres tecnológicas siguen siendo muchas con respecto al proyecto, hay que investigar mucho, esto lo dicen en todos los foros, todas las instituciones que están argumentando este tema valoran que habrá que seguir investigando más, entonces, ¿usted cree que en seis años podría ser suficiente?
En todo caso, además, por la precaución que se necesita ante un proyecto, bueno, que tiene que ser mayor de lo habitual, ante un proyecto que es un first of the time, es el primero de su clase, que por lo tanto no hay referencias internacionales en otros estados sobre un proyecto de este tipo y, por lo tanto, habría que tomar aún mayores precauciones.
En nuestra opinión, el asunto es más complejo y va a resultar más caro posiblemente de lo que se están planteando desde los promotores. Usted, ¿qué opinión tiene al respecto del debate que se ha establecido sobre los plazos y los presupuestos?
Finalmente, una pregunta que va en relación con una anterior, sobre el concepto de seguridad. Una de las mayores incertidumbres es precisamente la seguridad del proyecto y la seguridad también de las instalaciones inherentes que le he planteado anteriormente. En un proyecto subcrítico, de central subcrítica como ésta, con una criticidad de un cero coma noventa y ocho, demasiado cerca del uno, según algunos especialistas, esa seguridad podría estar un poco en entredicho y me gustaría que usted pudiera responder a esto.
Con lo cinco minutos, termino mi intervención.
Muchas gracias.
El señor Presidente (SANCHEZ SANCHEZ): Muchas gracias.
Si quiere, puede contestar ahora; si quiere, cuando pregunten todos, como usted quiera.
El señor MARTINEZ VAL: Prefiero contestar ahora, para evitar que las preguntas se vayan acumulando.
El señor Presidente (SANCHEZ SANCHEZ): Tiene la palabra el doctor Martínez Val.
El señor MARTINEZ VAL: Muchísimas gracias, señor Presidente.
En primer lugar, la primera pregunta es si es un reactor nuclear. Atendiendo a la ley, si utilizamos la Ley española del año 1964, la 25/1964, y el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas de 1972, tendríamos que decir que no, y no porque no es, de acuerdo con esa Ley, un reactor que pueda funcionar autónomamente: es un reactor que necesita una fuente externa de neutrones para funcionar. Esto no es sólo de acuerdo con la Ley española, sino que cuando se realizó el experimento de 1994 en el CERN, Ginebra, hubo que trasladar el reactor subcrítico de la Escuela de Ingenieros Industriales -en aquel momento, yo era el director de la escuela y, por tanto, el responsable del traslado-, hubo que trasladar ese reactor al CERN para realizar los experimentos y, en realidad, se puede decir que el primer prototipo de amplificador de energía fue aquel, lo que pasa que de una potencia muy pequeña.
Pues bien, las autoridades suizas, la Oficina suiza de energía no consideró en absoluto que aquello fuera un reactor nuclear, puesto que efectivamente no daba las condiciones para ser un reactor nuclear: la k máxima que tenía ese reactor era de cero nueve y, por tanto, el reactor, según la ley suiza, que es muy parecida a la ley española, porque todas las leyes están copiadas unas de otras en el ámbito nuclear, en las leyes específicas, digamos que la única ley originaria es la norteamericana, pero en lo específico de cómo se consideran los elementos nucleares, todas son muy parecidas, porque están tratando de la misma cuestión, nuclearmente hablando; distinto es cómo se proyecten luego en la realidad política del país, pero al tratar de los aspectos técnicos, todas las leyes son muy coherentes, muy comunes. Entonces, no se consideró por parte de la Oficina federal de energía, por parte del Ministerio suizo de Energía que aquello fuera un reactor nuclear. Desde ese punto de vista, no contradice la moratoria nuclear española puesto que no es un reactor nuclear, en el sentido estricto de la palabra, si empleamos la ley; lo que ocurre es que sí es un sistema donde se van a producir reacciones nucleares, aunque en régimen de incondicionalmente subcrítico.
En ese sentido, el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas prevé la existencia de otros tipos de instalaciones, que son también instalaciones nucleares pero que no son reactores nucleares. Entonces, sin lugar a dudas, esto sería una instalación nuclear. En la Escuela de Ingenieros Industriales tenemos -no sólo esa; esa es la única que tenía uranio-, tenemos varias instalaciones radiactivas, controladas por el Consejo de Seguridad Nuclear. Entonces, lo que es elemental es que esto sería una instalación controlada por el Consejo de Seguridad Nuclear, de eso no cabe la menor duda, puesto que el Consejo de Seguridad Nuclear, por su Ley fundacional 15/1980, tiene la obligación no sólo de vigilar las centrales nucleares, sino cualquier otra instalación donde haya material nuclear o material radiactivo, y ésta sería una instalación con material nuclear y material radiactivo. No estrictamente hablando de un reactor nuclear, pero sí sería una instalación nuclear. La diferencia la especifica la Ley, pero no la he traído aquí porque no podía traerles tantas cosas, pero, vamos, concretamente en el Reglamento de 1972, todavía en vigor, porque no se ha derogado por ningún otro reglamento posterior, ni por la Ley del Consejo, ni por los estatutos del Consejo, concretamente describe cuatro instalaciones de tipo distinto: una de ellas es la de una central nuclear; otra, un reactor nuclear; otras son fábricas de combustible, y otras son instalaciones nucleares. Y la definición de reactor nuclear es la siguiente: aquel sistema que permite funcionar con una reacción en cadena automantenida a base de reacción de fisión. Este amplificador de energía no puede, por su propia definición, es decir, por cómo se configuran los elementos, no puede automantener la reacción en cadena, es decir, su k efectiva tiene que ser menor que la unidad por la forma en que está diseñado y por los materiales que emplea.
En cuanto al emplazamiento y condiciones exigidas. Las condiciones exigidas vendrían también dadas por la legislación española, puesto que toda instalación nuclear, sea reactor o no, tiene que cumplir una serie de requisitos. Los requisitos digamos que están contenidos en una serie de disposiciones de tipo reglamentario y en algunas guías de seguridad del Consejo de Seguridad Nuclear español. Aparte de eso, el Consejo de Seguridad Nuclear utiliza, cuando le es pertinente, la información -porque no es legislación para España, pero es información que puede ser utilizada por el Consejo como si fuera legislación-, la información proveniente de la ICRP, la International Commission on Radiological Protection, o de cualquier otro comité, puede ser derivado del IAEA, o bien de otro país.
En ese sentido, ¿qué requeriría un amplificador de energía? Pues cumplir lo fundamental, tendría que cumplir con los requisitos que le impusiera el Consejo de Seguridad Nuclear. Ese sería el primer punto. Es plausible suponer que le van a exigir los mismos requisitos prácticamente que a una central nuclear; a pesar de no ser propiamente de hecho un reactor nuclear, lo más cómodo para el Consejo de Seguridad Nuclear es no tener que inventar nada nuevo, sino exigirle algo por encima de. Realmente, los promotores podrían solicitar un tratamiento un poco más relajado, pero yo creo que sería una equivocación que lo hicieran, porque pueden perfectamente responder a los mismos requisitos que se exigen a cualquier central nuclear del mundo; los requisitos más exigentes que se puedan exigir los puede satisfacer el amplificador de energía. Por tanto, no creo ni siquiera que vayan a pedir un tratamiento más laxo. Van a necesitar, por supuesto, agua de refrigeración, en función de cuál sea el nivel de la instalación.
Sí quisiera, desde el principio, porque luego va a aparecer reiteradamente, sí quisiera poner énfasis en una cosa: lo que se está proponiendo aquí en Aragón es el prototipo de potencia de lo que en su momento ya se hizo en Ginebra con una potencia muy reducida de unos cuantos vatios; no se trata de poner en Aragón toda una parafernalia de cementerios radiactivos, plantas de reprocesamiento. Todo eso, en absoluto lo he visto para nada reflejado en la documentación que yo he podido manejar y, desde luego, nada de eso cabría en la cifra que yo he dicho antes, la cifra que he visto que es manejada por los promotores del proyecto, de alrededor de veinticinco mil millones de pesetas, vamos, eso ¡en absoluto!
Aquí, muy a menudo, con el amplificador de energía ,se confunden dos planos: el plano específico de lo que es un prototipo a partir del cual se puede hacer uno con las patentes que dominen la tecnología, se confunde eso con la explotación total y global que puede dar un amplificador de energía, que pueden ser decenas de billones de pesetas, puesto que la energía nuclear actual mueve decenas de billones de pesetas, pero indudablemente no creo que a nadie se le ocurra pensar que en Aragón se van a ubicar todas las centrales nucleares que puedan utilizar el amplificador de energía, más bien es lo contrario, la idea que subyace en esto es que el amplificador de energía pueda ser construido en su versión de aproximadamente unos ochocientos megavatios al lado de las centrales nucleares existentes para quemar los residuos de esas centrales nucleares, además de producir energía, pero, por supuesto, eso no se haría en Aragón, eso se haría donde estuvieran las centrales nucleares, bien en Francia, en la India, en Chequia o en Guadalajara, que hay dos, bueno, una de ellas es muy pequeña y no le haría falta, pero, por ejemplo, en la de Trillo sí podrían limpiarse todos sus residuos con un EA800.
Entonces, el emplazamiento que aquí se necesitaría cumpliría, entiendo yo, con los requisitos típicos de una central nuclear, que son de carácter demográfico, de carácter hidrológico, de carácter sísmico y de carácter meteorológico; eso lo tiene muy bien estipulado el Consejo de Seguridad Nuclear, porque es el abecé de la energía nuclear y se conoce desde hace, aproximadamente, cincuenta años. Creo que los requisitos que se impondrían -y digo creo porque no tengo ninguna facultad sobre el Consejo de Seguridad Nuclear, que es quien tiene que decidir-, los requisitos serían los mismos que en una central nuclear, exactamente los mismos, y aunque, repito, que el sistema del amplificador de energía podría pedir un trato un poco más relajado en esos requisitos, creo que sería una equivocación, puesto que puede cumplirlos perfectamente, y por veinte duros más, como aquel que dice, puede cumplirlos sin ningún tipo de dudas. No le hace falta, como digo, más que tener agua de refrigeración, y el agua que se requeriría es relativamente escasa, incluso en el caso de utilizar un reactor de la más alta potencia no pasaría de los pocos centenares de litros por segundo, pero en ese caso estamos hablando ya de un reactor de tipo mil megavatios eléctricos; bueno, para mil megavatios eléctricos, ese reactor consumiría aproximadamente medio metro cúbico de agua por segundo. Si en vez de hablar de ese reactor, hablamos del reactor prototipo, que es realmente -y lo vuelvo a repetir eso, porque es que se confunden muy a menudo las cifras que se dan para una central futurística de potencia con el prototipo- ..., pero si el prototipo del que se está hablando no es de tres mil megavatios térmicos, sino del orden de cien megavatios térmicos, consumiría un treintavo de eso que he comentado antes, y, por tanto, estamos hablando de menos de cien litros por segundo de agua, entendiendo consumo que se evaporaría en el caso de utilizar una torre de refrigeración para dicho efecto; en el caso de utilizar un río, la evaporación sería menor, pero posiblemente aquí la opción más normal sería la de tener un pequeña torre de tiro húmedo, que es relativamente costosa en agua, pero aun así, como digo, la referencia que se tiene que utilizar es del orden de medio metro cúbico de agua por segundo para una central de tres mil megavatios térmicos. Entonces, la potencia que se ideara para un prototipo estaría en el orden de cien, ciento cincuenta, entre treinta megavatios y trescientos, es decir, entre la centésima parte y la décima parte de esto que he dicho, por tanto, entre cinco litros por segundo y cincuenta litros por segundo, y el EA800 pues serían unos pocos cientos de litros por segundo los que necesitaría de refrigeración.
En cuanto a condiciones sísmicas: las habituales. Por otra parte, la ventaja de estas condiciones es que, como tiene su exigencia muy bien sistematizada por parte de la legislación nuclear internacional, habría que aplicarlas aquí igualmente.
Problemas de incineración de residuos, etcétera. Aquí quisiera volver a hacer la distinción que he hecho antes: la iniciativa que yo conozco, la iniciativa de la empresa recientemente constituida llamada LAESA, es la de fabricar aquí un prototipo de potencia que, sobre todo, tenga como base la de hacerse con el acervo tecnológico para explotar, para dotar aquí, como aquel que dice, la fábrica de reactores, pero no los reactores. Es decir, lo que se intenta montar aquí, lo que se intenta tener aquí es auténticamente la llave que mueve todo el sistema, pero no todo el sistema, porque es que el sistema hay que llevarlo donde están las centrales nucleares: no se pueden llevar las centrales nucleares donde esté el amplificador de energía, es el amplificador de energía el que se lleva a las centrales nucleares. Entonces, imagínense una central como Gravelines, en Francia: con cinco unidades de mil megavatios eléctricos, en total quince mil megavatios térmicos, pues para quince mil megavatios térmicos harían falta cinco unidades de amplificadores de energía, del EA800, o dos o tres unidades de 1500. Entonces, nos movemos en esa perspectiva. De ahí, lo que digo, la oportunidad tecnológica que representa esto: no es traerse aquí los residuos, sino llevar los amplificadores de energía donde se producen los residuos para quemarlos in situ.
Ha comentado que hay quien cuestiona que pueda quemar residuos. Lo primero que tengo que comentar es que sobre esto me da la impresión de que mucha gente de la que pueda hablar, supuestamente, desde una plataforma científica, no han estudiado lo suficiente el tema, lo que nosotros aportamos, lo digo sinceramente y en el siguiente sentido: por ejemplo, se compara a veces este amplificador de energía con la propuesta que ya hay -tampoco la he traído, pero, bueno, se la puedo suministrar en cuanto ustedes quieran-, la propuesta que hay francesa, hecha por el CEA, por el Comisariado de la Energía Atómica francés, que es una propuesta que en vez de utilizar metal fundido de alta zeta, es decir, o bien bismuto o bien bromobismuto, que es la oferta de LAESA, utilizan sodio, por la sencilla razón de que el sodio tecnológicamente es muy conocido al CEA, puesto que lo ha empleado en los reactores rápidos. Bueno, eso es una aberración desde el punto de vista de intentar quemar plutonio, que es uno de los objetivos fundamentales que tiene que tener un transmutador; un incinerador de residuos, el objetivo fundamental que tiene que tener es quemar los actínidos, los transuránicos, y fundamentalmente el plutonio, puesto que es el 95% o 96% del contenido total. Si usted pone sodio en vez de plutonio, perdón, pone sodio en vez de plomo o bismuto-plomo en un reactor, el espectro neutrónico que se configura es totalmente distinto: entonces, si pone plomo, quema el plutonio; si pone sodio, produce plutonio. De hecho, los franceses optaron por el sodio porque no necesitaban plutonio para su programa nuclear de la Dirección de Aplicaciones Militares, de la llamada DAM. En el CEA hay dos ramas: la DAM y la DAC (la Dirección de Aplicaciones Civiles).
De ahí que muchas veces cuando las personas que comentan esto dicen que un amplificador de energía, un reactor híbrido, no puede incinerar, no han estudiado bien la diferencia que hay entre utilizar sodio y utilizar plomo; la diferencia puede ser baladí, puede parecer a una persona que es... Bueno, ¡qué más da utilizar un metal fundido que otro! Pues no señor, porque es que el plomo tiene doscientos cinco, en números redondos, de número A y el sodio tiene veintitrés, y la diferencia en moderación neutrónica es de tal tamaño que en un caso, en el del sodio, se produce plutonio, y en el caso del plomo se consume plutonio. Esa es la gran ventaja que tiene el sistema de acelerador con conjunto subcrítico refrigerado por sodio que propone el profesor Rubbia, esa es la gran ventaja de incineración.
¿Qué residuos quedarían? Hombre, aquellos que desde el punto de vista... con ese cacharro, y perdón por la expresión, con ese cacharro del profesor Rubbia se puede quemar todo. Lo que pasa es que hay algunas cosas que no merece la pena quemar porque resulta demasiado caro. Merece la pena quemar, por supuesto, todos los actínidos, merece la pena quemar el iodo-129, merece la pena quemar el tecnecio-99 -se está haciendo un experimento también hispano-italiano en el CERN sobre esto, que está acabando ahora mismo-, merece la pena quemarse y merece la pena quemarse por lo que representa de residuo a largo plazo el tecnecio-99, que tiene una vida media de cien mil años y, además, con una radiotoxicidad bastante elevada. Eso se puede quemar absolutamente en el amplificador de energía, pero no se podría quemar en un amplificador de sodio, como están proponiendo los franceses, por otras razones distintas.
Entonces, en el amplificador de energía del profesor Rubbia se puede quemar prácticamente todo, y hay algunas cosas que, económicamente o muy posiblemente, no haría falta quemarlas porque pueden quedar en la central durante un período del orden de cien años -no estoy hablando de más de un siglo, estoy hablando del orden de un siglo-, aparte de que tocar esos productos de fisión, algunos productos de fisión, sería casi más contraproducente que quemarlos. Entonces, se envainan, tienen una potencia radiactiva relativamente pequeña, se blindan y quedan en la central como están ahora, por cierto, como están ahora. Estamos hablando de residuos que van a tener del orden de un siglo de vida, no ya de vida media, de vida realista, es decir, la vida media será del orden del treinta años o menos. Esos serían los productos que quedaran, y quedarían, simplemente, porque no habría intención económica de incinerarlos, pero poderse incinerar también se podrían incinerar, lo que ocurre es que sale caro, mientras que quemar plutonio con plomo, no con sodio como algunos pretenden, sino con plomo, eso sale muchísimo más barato.
De modo que, entiendo yo, esas plantas a las que usted hacía mención como planta de reproceso de irradiado, fábrica de combustible, cementerios radiactivos, están absolutamente fuera del contexto en el que se está moviendo el amplificador de energía. El amplificador de energía propuesto por la sociedad LAESA es tan solo un prototipo que va a tener un acelerador, que va a ser una de las piezas más importantes que hay, porque realmente el acelerador, como he demostrado antes o he pretendido demostrar, es crítico, en el sentido de que produce mil veces más potencia neutrónica en la fuente de neutrones que, por ejemplo, el esquema del profesor Basov. Entonces, tener un buen acelerador y un buen blanco de espalación, eso es crítico, y quien domine esa tecnología tendrá ya el 50% de la llave; otro 50% lo va a tener el que domine el puchero de plomo fundido, o plomo bismuto, y eso es lo que se pretende por parte de LAESA.
LAESA no tiene ni en su plan de viabilidad ni en ninguno de los documentos que yo conozco -por lo menos, de los que yo conozco, y no creo que tengan ningunas cosas ocultas ni cosas de ésas-, cuestiones relativas a reelaboración y reprocesado; tiene referencias a tecnologías que se están desarrollando desde hace treinta años -por cierto, no son tecnologías de ahora; hace ya treinta años que se conocen- y que las han puesto comercialmente en funcionamiento, entre otras cosas porque no tienen un mecanismo adecuado para poder quemar aquello que se puede separar, y si uno no tiene un buen mecanismo para quemar, ¿para qué lo va a separar? Pero, concretamente, a lo que estaba haciendo referencia en cuanto al reprocesado de elementos combustibles es al procedimiento pirometalúrgico o piroelectrolítico de Argonne, del laboratorio nacional de Estados Unidos, pero eso es una patente, y ya tendrá LAESA que discutir con los americanos la forma de explotar esa patente, porque esa patente sí que no se va a poder realizar aquí, porque ya está manos de los americanos. Es decir, todo lo que sea reelaboración y reprocesado está fuera del contexto de LAESA; LAESA, para eso, o bien tiene que recurrir a los franceses o bien a los japoneses o, lo más probable, a los norteamericanos, puesto que son quienes tienen patentes más que suficientes cubriendo esa área, como digo, no de ahora, sino, en algunos casos, desde hace treinta años.
De modo que la posible confusión de un cementerio radiactivo con un prototipo de amplificador de energía, creo que debería quedar excluida desde el principio, no tiene nada que ver, al margen de que se tenga que considerar la posición de Enresa, como todas las «enresas» del mundo. Por ejemplo, la Andra francesa, que hace unos años tenía la opción casi única del almacenamiento geológico profundo, igual que la tiene hoy día Enresa, pero por ley, por ley pasada en la asamblea francesa, por ley, Andra, la Enresa francesa, está obligada a buscar mecanismos alternativos a poner en un yacimiento subterráneo los residuos radiactivos; concretamente, está obligada a considerar las posibilidades de transmutación, y existe a estos efectos un proyecto, el proyecto Gedéon, que se desarrolla en Francia para este fin, proyecto en el cual, modestamente creo que están metiendo un poco la pata, y una de las maneras de demostrar que están metiendo la pata es que hay un buen documento contrario al amplificador de energía, versión Carlo Rubbia, elaborado por Greenpeace Francia para Greenpeace España en el cual una de las cosas que acusa al proyecto del amplificador de energía del profesor Rubbia es que no se da cuenta de la cantidad de dinero que hace falta para desarrollar esas ideas, y pone como ejemplo que el proyecto Gedéon francés está consumiendo del orden de diez veces lo que el profesor Rubbia ha podido disponer durante estos tres últimos años, pero no remata el razonamiento. Porque es que resulta que utilizando cincuenta millones de ecus, lo equivalente a cincuenta millones de ecus, el proyecto Gedéon no ha conseguido ni un prototipo de amplificador de energía como el del año 1994, de Rubbia, en el CERN, ni un experimento como el TAC, que se está finalizando ahora mismo por parte de Rubbia y su equipo en el CERN, ninguna de esas dos cosas.
Es decir, que el profesor Rubbia, con unos presupuestos totales, incluyendo un millón de ecus que le dio específicamente la Comunidad Europea, más lo que el CERN está poniendo en su grupo, más lo que están aportando los equipos italianos, franceses y españoles, etcétera, contando todo ello es muy posible que no lleguemos ni a cinco millones de ecus en estos cuatro años de investigación. Pero la verdad es que si se compara el resultado de las investigaciones entre el proyecto Gedéon francés, disponiendo diez veces más de dinero, y los proyectos derivados de las iniciativas del profesor Rubbia, la cosa no admite dudas: a ver dónde está el amplificador de energía, el prototipo de potencia cero francés y a ver dónde está el experimento de transmutación francés. Yo no los he visto por ningún lado. Y sí he visto el experimento de potencia cero del amplificador de energía, además hecho con uranio español al cien por cien, uranio sacado de minas españolas y metalizado en España, y también he visto -se está concluyendo- el experimento TAC de transmutación de tecnecio-99 mediante un acelerador con un bloque de plomo muy puro que es, aproximadamente, la mitad de esta sala, hay un montón de plomo en ese experimento, y eso se ha realizado.
Entonces, la cuestión de la incineración y la transmutación hay que entenderla estudiando, yo creo que muy profundamente, cuáles son los planteamientos que se están haciendo, y no comparando, por ejemplo, sistemas de sodio con sistemas de plomo, porque es que neutrónicamente no tiene nada que ver uno con otro, no tiene nada que ver.
Siguiendo con sus preguntas, hablaba de si seis años...
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Doctor Martínez Val, le agradeceríamos que comprimiese lo más posible las respuestas.
El señor MARTINEZ VAL: Lo intentaré, pero las preguntas son muy interesantes.
La cuestión del tiempo. Si me dice «seis años para hacer un prototipo», a mí me parece que es tiempo más que suficiente; seis años para hacer toda la industria, desde luego que no, porque toda la industria que se pueda derivar del amplificador de energía necesitará mucho más de seis años, necesitará cientos de miles de millones de pesetas, pero hacer un prototipo no creo que necesite más de seis años y no creo que necesite más de veinticinco mil millones de pesetas.
¡Que pueda salir más caro! Bueno, lo de los presupuestos siempre es cuestionable, pero también le puedo decir que también puede salir más barato, puede salir más barato porque en las investigaciones tecnológicas, en esas que dice usted que hay muchas incertidumbres, aunque para mí no tantas, porque hay una incertidumbre importante que queda, que es la corrosión del plomo, y eso es una cosa temporal, no es una cosa que sucede de golpe, sino que se sucede temporalmente, salvo esa, las demás no son incertidumbres; los experimentos están ahí, y usted puede ver dato a dato cualquiera de esas cosas.
En cuanto a la seguridad inherente, dice: «es que cero noventa y ocho queda muy cerca de uno». No es que cero noventa y ocho quede muy cerca de uno, queda tan lejos de uno como usted analice todas las condiciones accidentales que puede haber, todas las que analice, y vea que en ninguna condición accidental, venga un terremoto, un volcán, eche usted lo que eche ahí, no va a llegar a uno. De todas maneras, cero noventa y ocho también le diré que no es la k con la que se iniciaría el amplificador de energía en versión prototipo, más bien ponga usted un cero noventa y cinco, pero aún así, da igual. El criterio que se le va a exigir, precisamente porque nosotros, desde el punto de vista científico, creemos que es incondicionalmente subcrítico, el criterio que supongo que se le va a exigir por el Consejo de Seguridad Nuclear es demostrar que es incondicionalmente subcrítico. Efectivamente, eso es así.
Con esto creo que he acabado.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, doctor Martínez Val.
Tiene la palabra el Portavoz del Grupo Parlamentario Izquierda Unida, señor Lacasa.
El señor Diputado LACASA VIDAL: Gracias, señor Presidente.
Bienvenido a la Comisión, doctor Martínez Val.
En primer lugar, felicitarle por el entusiasmo con el que defiende sus ideas, seguro que es un entusiasmo exclusivamente científico.
En todo caso, yo querría iniciar mi intervención con lo que usted ha dicho en el prefacio de su exposición. Ha hablado del peso que en el futuro tienen que tener las distintas fuentes de energía; yo creo y entiendo que usted apuesta por que la energía nuclear tenga un gran peso en el desarrollo de las energías del futuro y, parece ser, las energías renovables en ese contexto tendrían un menor peso, desde su punto de vista, aunque no las desprecia. En todo caso, me gustaría que comentase una noticia que ha aparecido en recientes fechas del Gobierno de Aragón, en donde se dice que «Aragón puede cubrir su consumo con las energías renovables». Dice: «Aragón está capacitada para abastecer las necesidades de consumo energético, la alternativa a tres mil quinientos millones de toneladas de petróleo con una adecuada explotación de las energías renovables»; así lo afirmó ayer el jefe del Servicio de Energía del Gobierno de Aragón. Y dice que «el potencial energético de Aragón para usos térmicos y eléctricos, según el desarrollo de las tecnologías de biomasa, etcétera, es de cuatro mil millones de toneladas, que es más del consumo final que podemos tener los aragoneses dentro de veinte años».
Bien, yo creo que es un punto de partida cuando alguien hace el pesimismo extraordinario en relación a la potencialidad -antes lo hemos discutido- de las energías renovables. El Gobierno de Aragón desmiente eso con datos y afirma que es posible cubrir las necesidades energéticas de Aragón en un plazo relativamente corto con energías renovables. Me parecería un tema interesante como punto de partida, incluso hay informes internacionales de Greenpeace que plantean un horizonte de ciento y pico años para una sustitución masiva de una energía por otra.
Lo digo porque a la hora de destinar recursos ingentes, como al final tendrán que ser, para investigar unas vías u otras, los recursos son limitados -lo comentábamos antes con el Vicerrector de Investigación de la Universidad de Zaragoza-, si destinamos a unas fuentes de investigación, tenemos que detraer de otras, entonces ese equilibrio me parece que sería bueno tenerlo en cuenta.
En segundo lugar, le preguntaría si esta es la solución definitiva a los indeseables problemas que la energía nuclear plantea o soluciona un problema, pero creamos otro problema, esa sería un poco la pregunta. Porque de la orientación inicial del amplificador diciendo que era una fuente de energía, en principio, totalmente sana, por así decirlo, la realidad del último desarrollo es que de lo que se trata es de una fuente de incineración de los residuos nucleares generados en las centrales críticas convencionales; entonces, mantendríamos, en principio, el esquema, es decir mantener el parque potencial de instalaciones críticas que en estos momentos existen, con lo cual no avanzamos demasiado en cuanto a la seguridad, porque estamos manteniendo este avance, en la hipótesis de que pudiera salir adelante, pero se está manteniendo el parque de centrales nucleares críticas. Desde ese punto de vista, me gustaría conocer su opinión.
También me gustaría conocer su opinión en relación con lo que se ha dicho anteriormente por otro compareciente respecto al informe del Instituto de Tecnología Nuclear, que ahora no se llama así, que se llama de otra forma dentro del Ciemat. Dice: «la incineración de actínidos no es inocua, ya que incrementa la radiactividad a corto plazo de productos de fisión muy activos y genera actínidos más pesados, algunos mucho más peligrosos que el plutonio, incrementando, por tanto, la radiotoxicidad específica del residuo final. Como, además, al reprocesar, refabricar, transportar e irradiar se producen riesgos adicionales, es un hecho que la incineración aumente inevitablemente los riesgos a corto plazo, aunque pueda llegar a reducirse a largo plazo; se requieren análisis globales de riesgo», etcétera, y al final, dicen que no podemos descartar en ningún caso el almacenamiento geológico en profundidad, y nuevamente tendríamos el problema de dónde, porque se ha descrito que El Cabril tiene unas especificaciones muy determinadas que, a lo mejor, no podrían cubrir esa laguna. Por tanto, es un elemento que nos parece muy interesante a señalar.
Y luego, es evidente que usted dice: «no, no, es que en Aragón el planteamiento es que ustedes hagan sólo un prototipo y que ese prototipo, bueno, no tiene más problemas que la fabricación tecnológica, el proceso tecnológico», etcétera. Pero, claro, usted no obvia que en el conjunto del mundo, por así decirlo, porque esto es una pretensión universal, tendrán que llevarse a cabo esos procesos de reprocesamiento, esa fabricación del combustible, lo cual, como antes se nos ha explicado también, origina procesos muy complejos: se ha estado hablando de piroproceso como un proceso muy sofisticado que exige unas grandes prescripciones de seguridad, pues porque es muy radiactivo, porque exige grandes dosis de seguridad, y la minería del torio también tiene sus graves problemas. En ese sentido, creo que no podemos tener una visión parcial, no podemos mirar sólo nuestro patio, sino que deberíamos mirar el esquema global de si a dónde vamos es a mantener los programas de energía nuclear en marcha o no.
Me gustaría saber también cómo evalúa que Zaragoza, Aragón, que no tiene ninguna experiencia -el Vicerrector anteriormente compareciente ha dicho que en la Universidad de Zaragoza no hay ninguna línea de investigación abierta en materia de I+D de tecnología nuclear-, que Zaragoza sea la candidata, o Aragón, que sean los candidatos a esto, cuando, por ejemplo, su Universidad sí que está más cualificada para ello. Es decir, por qué es el señor Lanzuela, de Aragón, y no el señor Ruiz Gallardón. En fin, no lo entendemos demasiado bien. Por qué trastocar todos esos esquemas cuando en otros sitios parecería más razonable desde su propia instancia, que fuera usted o que fueran ustedes los que dirigieran en principio este proceso. No terminamos de entender esta cuestión.
Además, se ha analizado también que hay una parte que yo creo que descarta un poco el amplificador como esa fuente universal de energía, que era un poco el planteamiento inicial, en el sentido siguiente: está claro que el amplificador de energía se puede utilizar para unos usos o para otros, está claro que si lo cargamos de torio tiene una serie de prescripciones, pero está claro también que se podrían fabricar elementos proliferantes. Por lo tanto, eso descartaría la nómina de países consumidores de una forma espeluznante; entonces, es muy difícil pensar que esta será la solución global a la energía, porque el control de la proliferación es algo muy importante, y eso yo creo que ustedes tampoco lo tienen resuelto y planteado.
Por último, pues eso, cuál es su previsión realista del esquema global de implantación de un sistema de estas características en plazos y cálculos económicos, no contando sólo con el prototipo, que ya, de entrada, con las prescripciones que ha dado el señor Díaz, del Instituto de Tecnología Nuclear, la verdad es que incluso en el prototipo era más escéptico, aunque no ha cuantificado en años, pero, en todo caso, su opinión sobre el sistema global, plazos y costes.
Muchas gracias.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, señor Lacasa.
¿Quiere seguir contestando individualmente o a todos?
El señor MARTINEZ VAL: Lógicamente, en cuestiones de tipo político no puedo entrar, porque no estoy cualificado para ello ni mínimamente.
El peso de las energías renovables, por supuesto, está ahí, pero la potencialidad de las energías es la que es, y la potencia de un molino de viento, de un aerogenerador es 0,25 v3, se haga como se haga. Indudablemente, eso no quiere decir que Aragón no pueda abastecerse de ello, pero también le puedo decir que el mismo sueño tuvo California, y le aconsejo, si puede, que vaya a ver cómo está el parque de Altamont, en la cordillera de Libermont, y verá que está cerrado, es decir, el parque de aerogeneradores más grande del mundo está cerrado, y está en California. De todas maneras, es una cuestión de desafío tecnológico.
Por supuesto, no digo yo que con el amplificador de energía que se utilice aquí vaya a ser para abastecer Aragón, porque es una cuestión de tipo tecnológico, es una cuestión de tipo industrial, no es una cuestión de abastecimiento in situ, no pretendo que el objetivo del amplificador de energía sea ése en absoluto. Tampoco, quizás, -se ha malentendido esa interpretación mía-, creo yo que el amplificador de energía vaya a vivir como una especie de simbiosis con los reactores actuales, no, no; tiene que quemar los residuos de los generadores actuales. No hace falta, en absoluto, seguir instalando reactores como los actuales, puesto que el amplificador de energía, él, en sí mismo, es un amplificador de energía y puede quemar sus propios residuos, lo que pasa es que puede quemar también los residuos de los otros, pero en absoluto depende de los otros para poder funcionar.
En cuanto que Aragón no tiene I+D nuclear. Bueno, la parte específicamente nuclear, lo más específicamente nuclear del I+D ya está desarrollado. En el amplificador de energía, donde menos incertidumbres hay es en la parte nuclear, y eso se ha hecho básicamente en el CERN, más que en nuestra Universidad, en el CERN, y nosotros hemos colaborado con el CERN, pero eso se ha hecho en el CERN. Lo que queda por hacer es fundamentalmente tecnológico. Indudablemente, las prioridades de investigación tecnológica de cada universidad las tienen que decidir no sólo las autoridades de cada universidad, sino los profesores de la universidad y los que estén interesados, pero yo sí sé que, desde luego, hay varios profesores de la Universidad de Zaragoza, sobre todo en el ámbito de la tecnología relativa a la refrigeración, que estarían muy interesados en participar en una cuestión como ésta, bien en Aragón o bien fuera.
En cuanto a la cuestión de la proliferación, bueno, aquí entramos en algo que todavía me supera más, porque ése es un tema de condicionantes básicamente políticos. Todo lo que tenga que ver con energía nuclear, incluida la fusión, es potencialmente proliferante, si en un reactor de fusión, como está propuesto por el profesor Basov, usted alrededor de un reactor de fusión, por ejemplo el ITER, si usted alrededor del ITER pone unos elementos de combustible fresco de uranio 238, pues va a conseguir plutonio 239. Es decir, eso es una cosa elemental, pero incluso en un reactor de fusión como el ITER, y además, si hay algún reactor que pudiera producir bien elementos proliferantes casi sería el ITER, más que cualquier otro sistema, y estamos hablando de fusión. Por supuesto, eso son decisiones de tipo político, la importancia que se pueda dar a las cuestiones de proliferación en cuanto a que haya países que no hayan firmado el tratado NNPT, y España es firmante del tratado NNPT y no creo que se plantee en absoluto ni fabricar bombas nucleares ni cuestiones de este tipo, aparte de que el plutonio que se está produciendo en las centrales nucleares españolas es inútil a efectos prácticos para producir bombas atómicas. De modo que, bueno, reconozco que ahí hay un problema, pero es fundamentalmente un problema político, que en el caso de la energía de fisión, a mí entender, está resuelto, es decir, el problema que queda de las bombas atómicas no está vinculado ni muchísimo menos a las centrales nucleares actuales ni tendría por qué estar en el futuro vinculado ni a las de fusión, ni al amplificador, ni a las que hubiera de fisión; es un problema esencialmente político.
En cuanto al informe al que se ha remitido usted del comité del doctor Díaz, ese es un informe que está hecho sin atender a los promotores del Energy Amplifier, se ha hecho por un grupo de expertos que sólo han estudiado uno de los documentos; concretamente, por la referencia que se puede deducir -ese informe sí lo tengo aquí-, sólo ha estudiado el EN1500, y muchas de las cuestiones que dicen se refieren a la gran envoltura macroeconómica que se puede derivar del amplificador de energía. Es decir, esto que comentamos de si el reprocesado puede tener estos inconvenientes o estos otros, desde luego, para empezar, quedan fuera de lo que es el amplificador de energía como prototipo y, en segundo lugar, creo que en el Energy Amplifier, en ese documento que ellos utilizaron como base, no se contenía absolutamente nada relativo a esos sistemas de reprocesamiento; permitan que les diga que estaban tocando de oído, me da la sensación de que estos señores, entre cuales hay un colega mío de mi mismo departamento, no tenían la partitura delante cuando hicieron ese documento, no la tenían completa. Desde luego, yo me he ofrecido treinta mil veces a discutir con ellos en un foro científico sobre esa cuestión, porque me suena raro que se pueda realizar un documento técnico sobre una propuesta de unos señores sin haber dado audición, como aquel que dice, a esos señores, es decir, ni una sola de las personas que hemos participado parcial o totalmente en experimentos acerca del amplificador de energía, ni uno sólo de nosotros ha sido llamado por esa comisión para evacuar consultas o para discutir, y cuando nos hemos ofrecido a esa discusión pública, el ofrecimiento ha sido denegado. Yo simplemente digo eso.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Muchas gracias, doctor Martínez Val.
Tiene la palabra el portavoz del Partido Aragonés señor Escolá.
El señor Diputado ESCOLA HERNANDO: Gracias, señor Presidente.
Gracias, señor Martínez Val.
Por enlazar con sus últimas afirmaciones, pues, curiosamente, aquí se ha acusado de lo contrario, se ha acusado de no escuchar a las partes que no estaban de acuerdo con el proyecto; quizá esa sea una de las grandes cuestiones que tenemos en esta Comisión: oír a las partes que están a favor y que están en contra para intentar sacar unas conclusiones.
De sus diapositivas, me ha llamado la atención una frase que venía a decir que «con más o con menos optimismo en los plazos, pero no en la posibilidad», es decir, como decíamos anteriormente, para la ciencia, cuestión de tiempo, todo es posible, pero desgraciadamente el tiempo cuesta dinero. Querríamos saber ese tiempo, esos plazos que ustedes prevén para poder solucionar, para poder levantar los pestillos tecnológicos que todavía pudieran existir; cuantificado en dinero, ¿podemos hablar de cifras?
Nos ha comentado también que el acelerador podría costar como una quinta parte de una central nuclear. ¿También el acelerador para el prototipo o podríamos hablar de un acelerador más barato?
También extraigo una frase de sus palabras que decía algo así como que, «finalmente, la pregunta es si, a pesar de todo, el coste es competitivo». Yo quería saber competitivo ¿para qué? Cuando estamos hablando de competitividad ¿estamos hablando de fabricación de energía? O ¿competitivo para la eliminación de residuos? ¿Cómo cuantificamos económicamente esa eliminación de residuos? Querría que me explicase un poquito esto.
Como profano, me llama la atención que algo que produce reacciones nucleares no sea un reactor nuclear. El anterior compareciente del Ciemat opina que sí que es un reactor nuclear; entonces, me gustaría oír su opinión sobre este punto concreto. No estamos hablando de cuestiones tecnológicas, de cuestiones científicas, sino de una cuestión muy sencilla: si es o no es un reactor nuclear, y en qué se basan unos u otros para decir si es o no lo es. Como profano, desde luego, yo entiendo que lo que produce reacciones nucleares, pues es un reactor nuclear, se lo digo como profano.
Anteriores comparecientes también nos han hablado de la posibilidad de generar plutonio. Yo querría saber si, científicamente, lo que nos han dicho es correcto o no. Nos han dicho que si en lugar de introducir como combustible el torio-232, introducimos como combustible el uranio-238 y producimos dos desintegraciones beta, producimos plutonio-239 susceptible de ser utilizado como armamento nuclear. Querría saber si esto es posible o no es posible, porque si es posible, entiendo que el mercado se va a estrechar, el mercado de salida de este tipo de productos se va a estrechar, entonces ya no estaríamos hablando de billones de pesetas, sino que se estaría reduciendo.
También querría saber si el almacenamiento geológico profundo, al final, va a ser o no va a ser necesario, utilizando el amplificador de energía.
Finalmente, por no extenderme más, y aunque suene a perogrullada, también querría hacerle una pregunta: si como usted ha dicho, la idea es situar los amplificadores de energía junto a las centrales nucleares, ¿por qué no se hace eso mismo ya con el prototipo?
Nada más.
Muchas gracias.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, señor Escolá.
Tiene la palabra el doctor Martínez Val.
El señor MARTINEZ VAL: Muchísimas gracias, señor Presidente.
Quizá me ha entendido mal la idea de la posibilidad, con más o menos tiempo, más o menos dinero, porque no me refiero a la posibilidad de hacerlo aquí, digo la posibilidad de que se haga, no de hacerlo en Aragón. Es decir, el prototipo quizá tenga el inconveniente -eso se debe, a lo mejor, al momento en que ha nacido el señor Rubbia- de que puede venir demasiado pronto para algunos países, pero, desde luego, la idea como tal es de las mejores ideas que hay en la energía nuclear. A eso me refería, en cuanto al plazo y a la posible realización, pero no tiene por qué estar vinculado a Aragón en absoluto.
En cuanto al tiempo y al dinero de hacer un prototipo, pues he estado hablando del orden de seis años y veinticinco mil millones de pesetas. El acelerador del prototipo será del orden de la quinta parte o algo menos de esta cantidad, es decir, unos cinco mil millones de pesetas. Lógicamente, será de menor intensidad que el de un acelerador para un amplificador de energía que tenga las dimensiones de una central nuclear, no tendrá la misma intensidad ni tendrá tampoco el mismo voltaje de aceleración, será bastante más modesto. No estamos hablando de treinta o cuarenta miliamperios y un gigaelectrón-voltio de protones, de voltiaceleración de los protones, sino del orden de doscientos cincuenta, trescientos megaelectrón-voltios y unos pocos miliamperios.
Competitividad. Indudablemente, hay que demostrarla. Se entiende, por los análisis que hemos hecho y que ha hecho la Universidad de Grenoble particularmente, que tanto para producir energía, sobre todo para producir energía, como también para eliminar residuos, el sistema puede ser competitivo. La cuantificación de la eliminación de residuos es bastante simple hacerla, porque ya existen en muchos países, desde luego, en España, al menos, dos estudios completos de cuánto costaría deshacerse de los productos radiactivos llamados «desechos radiactivos» en un llamado «cementerio nuclear». Como se tienen esos datos de referencia, sobre esos datos de referencia se han realizado estas estimaciones, y de ahí puedo decir que puede ser competitivo.
Sobre si es o no un reactor nuclear, la cosa está clarísima: hay que leerse la legislación, y ese señor debería leerse exactamente el decreto de 1972, el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas, y lamento no haberlo traído y lamento no poder decir de memoria el artículo, el título y el número, pero es así de meridiano. Simplemente váyase al Boletín Oficial del Estado.
Un reactor nuclear no es aquel donde se producen reacciones nucleares, porque entonces nuestros cuerpos también serían reactores nucleares; en nuestros cuerpos se están produciendo reacciones nucleares, queramos o no queramos, puesto que tenemos contenido importante de uranio y de torio por las sales que van disueltas en las aguas que bebemos, y los neutrones albedo que se producen como consecuencia de la radiación cósmica. La radiación cósmica no tiene neutrones, sólo tiene protones y fotones, pero aquí produce, entre otras cosas, neutrones, que interaccionan con nuestro cuerpo. No creo que nadie diga que nuestros cuerpos son reactores nucleares; en nuestro cuerpo podemos tener incluso reacciones nucleares de fisión.
Un reactor nuclear se define como tal cuando sin ningún aditamento externo puede automantener la reacción en cadena: esa es la definición que da la legislación. Entonces, el señor que diga lo contrario que vaya a la legislación o que la cambie; si España cambia la legislación, reactor nuclear será otra cosa, pero mientras España tenga la misma legislación nuclear que tiene Suiza, esto no es un reactor nuclear, entendiéndose en ese sentido, sino que es una instalación nuclear, pero no tiene el concepto de reactor nuclear. Como digo, eso está desde el año 1972 consagrado así en el Boletín Oficial del Estado, en ese decreto.
En cuanto a generar plutonio, vuelvo a lo de siempre: se confunden los términos y creo que no se ha estudiado suficientemente por parte de algunas personas la diferencia que hay neutrónicamente a trabajar con plomo o plomo bismuto y trabajar con sodio. Si uno quiere producir plutonio, váyase al sodio. Desde luego, en un sistema como éste, se pueden hacer muchas cabriolas. Indudablemente, una de las ventajas que tiene el amplificador de energía, tal como está propuesto, es que se puede hacer casi todo, es decir, que si usted me dice ¿se puede hacer plutonio?, yo le tengo que decir que sí, por supuesto. Ahora, ¿es el mejor método de hacer plutonio? No señor, es el mejor método para destruir el plutonio. Es decir, si yo quiero hacer plutonio no se me ocurre hacer eso, sería la manera más tonta de hacer plutonio; me puedo ir perfectamente a otros espectros neutrónicos que es donde realmente el plutonio se produce bien.
Cuando el ha dicho lo de la reacción elemental con dos betas consecutivas, bueno, eso está en cualquier libro elemental y no hace falta... Claro, cuando el uranio-238 absorbe un neutrón se transforma en uranio-239, al cabo de veinte minutos pasa a nectunio-239 y al cabo de dos días pasa a plutonio 239, pero es algo que está ocurriendo todos los días y por cientos de kilos al año en otras centrales nucleares. Una central nuclear nuestra está produciendo del orden de doscientos cincuenta kilogramos de plutonio al año, lo está produciendo según esa reacción, eso no es nada nuevo, es una reacción sin más. ¿Que esa reacción se pueda producir en cualquier sitio donde haya un neutrón y un átomo de uranio-238? Claro, pero si usted quiere producir plutonio en gran cantidad, no va a ir a un sistema ineficaz, iría a un sistema que fuera eficaz para producir plutonio, ¡vamos!, entiendo yo. Entonces, quienes comenten eso, yo creo que es que no han estudiado bien las configuraciones neutrónicas de uno y otro sistema.
En cuanto a si utilizando el amplificador de energía podemos eliminar el AGP, bueno, utilizándolo exhaustivamente, lo cual puede ser muy caro, lo reconozco, pero sí que se podría eliminar el AGP, el almacenamiento geológico profundo. Utilizándolo de la manera propuesta en algunas de las comunicaciones del profesor Rubbia, que no tiene nada que ver con LAESA, es decir, en las comunicaciones que él ha hecho, pues también, que en ese sentido también. ¿Que eso se vea que es competitivo comercialmente hablando? Los estudios primarios indican que sí, que efectivamente se puede consumir prácticamente toda la serie de actínidos, tecnecio-99 y el iodo-129 se pueden consumir en un amplificador de energía, y que lo que queda son todo productos de fisión que tienen decaimiento del orden del siglo, siglo y medio en el caso más elevado que sería para el estroncio-90 y el cesio-137. A eso no se le puede llevar a almacenamiento geológico profundo, no se va a hacer un almacenamiento geológico profundo de las características que están especificadas en los estudios para almacenar una cosa de ciento cincuenta años, no millones de años, sino ciento cincuenta años y, además, en esas cantidades, que es del orden de menos de un metro cúbico lo que se necesitaría para central y año.
Yo creo que nada más.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, doctor Martínez Val.
Tiene la palabra el Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, señor Tejedor.
El señor Diputado TEJEDOR SANZ: Muchas gracias al profesor Martínez Val.
Dada la hora en la que nos encontramos, tres preguntas concretas. Primera: como usted sabe se ha constituido en Aragón una empresa llamada Laboratorio de Amplificador de Energía. ¿Podría decirme, por favor, cuál es la relación concreta y específica suya con esta sociedad y los contactos que ha tenido hasta la fecha?
Segunda pregunta. Ha afirmado usted, aproximadamente, lo siguiente: «todos los problemas científicos están ya resueltos y podemos pasar directamente a construir el prototipo; aproximadamente, estaría acabada la fase de investigación». ¿Qué me dice, entonces, del informe de Euratom, en el que, por cierto, rotundamente se afirma que se trata de un reactor nuclear?, entre otras cosas, porque las definiciones científicas no pueden tamizarse desde el punto de vista de los textos legales, que se pueden cambiar al albur de los gobernantes de turno, pero la ciencia en sí misma no podemos verla bajo parámetros jurídicos. Hecha esa reflexión, entre paréntesis, ¿qué me dice entonces, le decía, de las resoluciones del informe de Euratom en las que recomienda al quinto programa-marco profundizar en tres líneas de investigación que dicho informe considera completamente inmaduras, referidas tanto al acelerador, tanto al reactor, a su núcleo y al proceso físico, como al refrigerante?
¿Qué me dice, en consecuencia también, del informe de la Asamblea francesa, del parlamento de Francia, en que dice que es imposible abordar simultáneamente y por un sólo país el problema, sino que hay que abordarlo por fases y por etapas antes de pensar en construir un prototipo?
Tercera y última pregunta, para concluir, ¿qué opina usted de las dificultades, si cree que las hubiere, del licenciamiento por parte del Consejo de Seguridad Nuclear del amplificador de energía?
Nada más.
Gracias.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, señor Tejedor.
Señor Martínez Val, tiene la palabra.
El señor MARTINEZ VAL: Muchísimas gracias.
En primer lugar, en relación con el amplificador de energía, es vieja y desde el principio absolutamente a favor. Era director de la Escuela cuando el profesor Rubbia, en una de sus visitas a la Escuela -yo trabajaba con el profesor Rubbia anteriormente en fusión por confinamiento inercial: había convivido con él varias veces en el CERN, siendo él director general-, nos planteó esta posibilidad, y yo le ofrecí hacer el experimento conjuntamente y, por tanto, desde el principio soy promotor de la idea. Nuestro conjunto subcrítico está instalado en el CERN, con permiso de Euratom, permiso del organismo internacional de energía atómica, etcétera. Por tanto, soy creyente en esta idea desde el principio, y como tal creyente, aunque en muy pequeña proporción, pues soy accionista de la sociedad LAESA, y no sólo soy accionista de la sociedad LAESA, sino que los accionistas minoritarios, en razón a las condiciones que creen que pueden encontrar en mí, en cuanto a persona que ha estado trabajando en estos temas nucleares desde hace tiempo, me eligieron como representante suyo en el consejo de administración, de modo que soy consejero de administración de la sociedad LAESA por parte de los accionistas minoritarias.
Cuando he dicho que todos los problemas científicos estaban resueltos, me refería a los problemas científicos nucleares, y he dicho claramente que quedan pendientes algunos relativos básicamente al plomo, eso lo digo y lo repito. Es decir, que quede bien claro que los temas nucleares, estrictamente hablando, están exentos de incertidumbres; sus incertidumbres siempre, lógicamente, serán superiores a las incertidumbres a nivel de la incertidumbre de Heisenberg, pero, bueno, tecnológicamente hablando, nadie podía considerar que las incertidumbres de Heisenberg son incertidumbres, están muy por debajo de las tolerancias de fabricación. Sin embargo, el tema de la corrosión por plomo, por plomo bismuto, es algo que queda pendiente y es un problema básicamente tecnológico; se puede llamar también si se quiere científico, pero es un problema que lleva un desarrollo tecnológico típico como casi todo lo que afecta a los materiales.
En cuanto a si es o no reactor nuclear, yo ya he repetido que reactor nuclear, si entendemos por reactor nuclear cualquier sistema donde se experimenten reacciones nucleares, cualquiera de los sistemas del CERN puede ser un reactor nuclear, cualquiera de los detectores del CERN puede ser un reactor nuclear.
En lo que sí coincido con usted plenamente es que la ciencia no admite, digamos, intromisiones legales o legalistas, eso por descontado, pero también tengo que acogerme a una realidad práctica y objetiva, y es que cuando nosotros instalamos en el CERN nuestro conjunto subcrítico, se consideró por parte de la oficina federal de energía de Berna que eso no era un reactor nuclear, que era un sistema donde se iban a producir reacciones nucleares, era una instalación nuclear, pero no era un reactor nuclear y, en ese sentido, así lo mantengo.
En cuanto a lo que comenta del programa marco o la Asamblea francesa, sustancialmente, digamos que tienen razón. Si nosotros creemos que no se puede abordar todo al mismo tiempo; lo que se va a realizar aquí es un mero prototipo. Con esos veinticinco mil millones de pesetas no se resuelve todo el problema, lo que pasa es que se van a resolver problemas muy importantes que van a dar la llave de una posible explotación comercial de esta idea, pero claro que no se resuelve todo en absoluto, entre otras cosas porque se va a necesitar mucho tiempo para encontrar cuáles son los mejores refrigerantes, las mejores disposiciones de cambiadores de calor, de generadores de vapor, etcétera. Por descontado que, además, no se puede atacar por un sólo país, España no puede pretender realizar esto sólo, debe contar no sólo con la ayuda del CERN, que es por sí sola muy importante y que es una ayuda multinacional donde se encuentran personas posiblemente de mayor bagaje de conocimientos en el ámbito de aceleradores, pero aparte de eso sería muy importante la participación italiana, muy importante la participación francesa, etcétera.
Lo que ocurre es que en el ámbito de una comunidad, también es importante situarse en buena posición desde la salida, e, incluso, en el artículo 130, si no recuerdo mal, de los estatutos de la Unión Europea, se establece la posibilidad de que la Unión Europea coadyuve a los países que comienzan una determinada iniciativa que sea interesante para la comunidad. Bajo ese artículo, se han desarrollado muchas iniciativas, generalmente no por parte española, sino por parte francesa, alemana e inglesa fundamentalmente, iniciativas de tipo tecnológico, a las cuales luego se tiene que añadir, pero ya en un nivel bastante subsidiario, la Unión Europea, y sería lo más deseable que la Unión Europea sufragase el 25% o el 30% o el 50% del desarrollo total del proyecto, pero también sería bueno que desde el principio se pusieran las bases de tal manera que España por una vez fuera la que liderara un proceso tecnológico y obtuviera fundamentalmente los retornos, que no fueran a parar a otras empresas. Esto es un proceso multietapa y es un proceso de no un solo país, eso por descontado.
Dificultades de licenciamiento. Entiendo que con el planteamiento que tendría que hacer LAESA para el prototipo del amplificador de energía, no tendría por qué haber dificultades inherentes al licenciamiento ni muchísimo menos de las que han sido normales en una central nuclear, por la sencilla razón de las características que se pueden demostrar, que lógicamente tendremos que demostrar ante el Consejo de Seguridad Nuclear. Si se aplica al licenciamiento, realmente hay que presentar un estudio de seguridad, según se vincula en la propia legislación. Antes me he referido a la legislación, y por descontado que LAESA, una de las primeras cosas que tiene que hacer es estar dispuesta a satisfacer todos y cada uno de los puntos que establece la legislación española en materia nuclear. De ahí que para mí, aunque la legislación se pueda cambiar, la legislación en este momento es la que hay y tiene que ser satisfecha por el amplificador de energía, y yo creo que el amplificador de energía no tendría por qué encontrar dificultades de licenciamiento, específicamente dificultades nucleares, dificultades de otro tipo, dificultades de aceptación en el entorno y tal y cual, no son propias de lo que es estrictamente el licenciamiento del Consejo de Seguridad Nuclear.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Muchas gracias, señor Martínez Val.
Tiene la palabra el portavoz del Grupo Popular señor Palazón.
El señor Diputado PALAZON ESPAÑOL: Muchas gracias, señor Martínez Val, por su presencia aquí a petición de nuestro Grupo, contando con su asesoramiento y conocimientos sobre el tema del amplificador de energía.
El inconveniente y la ventaja de hablar el último es que parte de las incógnitas que podía llevar han sido formuladas por otros portavoces, pero, a cambio, me da pie, de alguna manera, a que temas que han quedado pendientes en el aire a lo largo de la mañana se puedan abordar con usted en el último lugar.
En primer lugar, como catedrático de la Universidad de Madrid, ¿considera usted que la instalación en Aragón del laboratorio puede suponer inconvenientes para la Universidad de Zaragoza? Se ha afirmado esta mañana y cuando este portavoz ha intentado de alguna manera preguntar por las ventajas, porque, lógicamente, cualquier acción puede suponer ventajas e inconvenientes, el único punto que he encontrado ha sido el contrario: porque podía perjudicar a la financiación de otros proyectos.
En segundo lugar, se ha hablado de posibles problemas de distribución irregular en el reparto de neutrones en el amplificador, de consecuencias impredecibles, y problemas de unas solidificaciones o acumulaciones de densidades irregulares en el plomo líquido que podían también, de alguna manera, molestar o dificultar el correcto funcionamiento del amplificador.
En tercer lugar, acudiendo a lo que usted ha indicado durante su exposición, ha señalado que la experiencia científica del amplificador, la que ha dado origen a la base científica para su desarrollo se efectuó en Ginebra en el año 1994. Existiendo dudas por parte de algunas personas de que este proceso haya sido llevado adelante y, quizá, también como curiosidad personal, por saber qué relación guarda esta experiencia con el diseño posterior del amplificador de energía, yo querría preguntarle o pedirle al señor Martínez Val que me diese o que nos suministrase alguna información sobre la experiencia previa científica, que es la base para que el prototipo del amplificador pueda cobrar cuerpo en un plazo más o menos breve.
Muchas gracias.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, señor Palazón.
Señor Martínez Val, puede responder, si usted lo desea.
El señor MARTINEZ VAL: Muchísimas gracias, señor Presidente.
Indudablemente, una de las dificultades que hay en el mundo de la investigación es que los dineros, los presupuestos disponibles para investigación son finitos y eso origina siempre muchísimas disputas entre los investigadores. En Estados Unidos es famoso el tener que acudir a los lobby para poder resolver problemas de investigación.
Yo, la verdad es que entiendo que haya colegas que crean que cualquier iniciativa que se vaya a hacer en este país va a perjudicarles puesto que van a ser más a repartir la tarta, y la tarta de investigación es limitada, pero esa es una manera un poco mendaz de aproximarse al tema.
A mí me parece que el amplificador de energía es una oportunidad -es también un reto-, una oportunidad de desarrollo tecnológico muy importante que, con todos mis respetos para las energías llamadas renovables, puede tener muchas más implicaciones de tipo económico a largo plazo que las propias energías renovables; entre otras cosas, porque esas energías renovables son de tecnologías relativamente de fácil acceso y, por tanto, van a estar muy distribuidas en todo el mundo, y de hecho así se ve, puesto que aerogeneradores se fabrican prácticamente en todos los lados de Europa, mientras que el tema de tener algo tecnológicamente más avanzado, como ha ocurrido pues con el airbus, como ha ocurrido con el Ariane, como ha ocurrido con los aviones en general, el tema más avanzado lo que implica es que uno puede tener una plataforma tecnológica e industrial que tenga una primacía competitiva en todo el mundo en este tema.
Entonces, si se desatiende la posibilidad de tener esa primacía, pues creo que va a redundar negativamente en lo que es, no diría yo la Universidad de Zaragoza, que eso no soy yo quien para decirlo en absoluto, sino en las expectativas que se puedan abrir de cara al futuro para poder acceder a tecnologías más complicadas. Yo, por ejemplo, conozco algo las universidades de Toulouse, por hablar de una ciudad de características relativamente similares a las de Zaragoza, ciudad que apostó absolutamente por el aeroespacio, y, desde luego, un desarrollo o un desafío de estas características tecnológicas invertido en el ámbito lógicamente del aeroespacio, que es lo que hacen en Toulouse, pues en la universidad de Toulouse sería extraordinariamente bien recibido, porque es una llave del futuro, una llave del futuro en una tecnología que no es accesible para cualquiera y que puede tener unas repercusiones industriales y tecnológicas muy grandes, extraordinariamente grandes, y que es de muy difícil acceso.
En cuanto a que si puede haber una distribución irregular de neutrones, bueno, creo que la significación estadística de los procesos que se hacen aquí es tan clara que cuando se tiene esa significación estadística, hablar de distribución irregular, yo, perdóneme, pero creo que quien haya hablado de eso no sabe de qué está hablando. Aquí no estamos hablando de uno o dos eventos que pueden salir para arriba o para abajo: estamos hablando de una cantidad de neutrones de tal calibre que las incertidumbres que se producen son prácticamente despreciables, porque están muy por debajo de las propias tolerancias mecánicas que nosotros podemos aportar como ingenieros. Es decir, que cuando nosotros mandamos unas determinadas barras envainadas de uranio metálico al CERN, les damos especificaciones que son mucho peores en cuanto a la definición geométrica, mucho peores que las propias medidas nucleares que luego pudimos realizar.
El experimento del año 1994, si algo deja absolutamente claro es precisamente la distribución neutrónica, y lo estrictamente nuclear, ese experimento lo deja absolutamente claro: tanto en la parte de la interacción de los protones por los blancos de espalación se utilizaron de dos tipos, se utilizó de plomo y se utilizó de uranio, como en la distribución del uranio. En eso no caben incertidumbres, no hay posibilidad manejando esos números de que los neutrones hagan cosas extrañas, es absolutamente imposible.
El tercer punto que me ha mencionado, el del bloqueo de la refrigeración de plomo, es algo que nosotros tenemos lógicamente estudiado y creemos que la solución está ya dada, está dada por la tecnología francesa concretamente. En los reactores rápidos, a los cuales ya he aludido antes, este es un problema existente, común y que se resuelve de una manera relativamente sencilla, y es con calentadores que evitan en todo momento que el sodio se congele, que el sodio se solidifique. Aquí ocurriría algo parecido. La ventaja de utilizar plomo para esto pues es por razones muy importantes, por las propiedades termofísicas del plomo y básicamente, por su conductividad, es mucho más fácil de hacerse con plomo que con sodio; de modo que lo del bloqueo de plomo es algo que tecnológicamente es tan fácil de solucionar, máxime en un sistema que no va a tener bombas, que va a funcionar por convección natural.
De modo que esos sistemas que son incondicionalmente estables desde el punto de vista termohidráulico, siempre y cuando el punto caliente, el foco caliente esté en la parte más baja del circuito y el foco frío esté en la parte más alta del circuito, pues entiendo que no cabe considerarlo como una cuestión que se pueda dar, en absoluto. Como digo, está previsto en el diseño, está previsto cómo solucionarlo y, desde luego, en condiciones normales de funcionamiento eso sería para los accidentes..., en condiciones normales de funcionamiento es que ni hacen falta, porque la propia convección natural podría resolver perfectamente ese tema.
El señor Vicepresidente (LASMARIAS LACUEVA): Gracias, doctor Martínez Val, por sus explicaciones y por las respuestas dadas a las preguntas formuladas por los señores Diputados. Reiterar, a su vez, el agradecimiento por las facilidades para su comparecencia en esta Comisión.