Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Interpelaciones

Interpelación núm. 50/02, relativa a la planificación educativa.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 078 de Plenos (V Legislatura)
Intervinienen: Calvo Pascual, Marta - Almunia Badia, Eva

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Muchas gracias, señor consejero.

Pasamos al punto décimo del orden del día: interpelación 50/02, relativa a la planificación educativa, formulada a la consejera de Educación y Ciencia por la diputada del Grupo Popular señora Calvo Pascual.

Para exponer la interpelación, tiene la palabra la señora Calvo.

Interpelación núm. 50/02, relativa a la planificación educativa.

La señora diputada CALVO PASCUAL: Gracias, presidente.

El pasado miércoles, anteayer, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en materia educativa concluía su intervención en la comisión con una frase que yo comparto en su integridad: nos decía que los gobiernos tienen la obligación de gestionar como si fueran a hacerlo siempre, aunque se tengan que ir al día siguiente. En tal medida compartimos desde el Grupo Parlamentario Popular esa afirmación que, a través de esta interpelación, pretendía, cuando la formulé, analizar con usted, señora consejera, en qué situación se encuentran actualmente los instrumentos de planificación educativa para garantizar su vigencia más allá de esta legislatura.

Pero su intervención en esa misma comisión, durante la comparecencia, señora Almunia, dejó patente que, lejos de estar actuando desde la consejería desde el prisma que estaba definiendo el señor Franco, usted más bien está actuando como si tuviese ya las maletas hechas.

Y, probablemente, los pactos poselectorales que su partido pueda estar empezando a barajar no le permitan al Partido Socialista mantener la cartera de Educación. Pero entendemos que esa no es razón suficiente para que usted convierta en agua de borrajas el trabajo de planificación que realizó la señora Alejos-Pita y su equipo.

Cuando usted -y debo recordárselo- accedió a la consejería de Educación, encontró una serie de instrumentos que, a pesar de todo lo que nos tocó sufrir, encauzaban bastante bien, desde nuestro punto de vista, lo que debía ser la acción política en materia de enseñanza no universitaria para los próximos años, unos instrumentos que al anterior equipo le costó tiempo y esfuerzo definir y sobre los que estas Cortes habían volcado un trabajo yo creo que serio y riguroso.

Se encontró, señora Almunia, con un acuerdo social, el Pacto por la Educación, que establece las bases consensuadas con la comunidad educativa; se encuentra, en forma de resoluciones, con las propuestas de los grupos parlamentarios que pretenden definir un modelo propio; se encuentra -supongo- con las bases para la elaboración del currículum aragonés (aquí, al menos, se había anunciado en reiteradas ocasiones su próxima presentación), y se encuentra -supongo también- con una red de centros a punto de ser presentada. Por tanto, cuando usted llega a la consejería, abre el cajón y tiene a su disposición el plano que le marca todos los caminos por los que tiene que echar a andar, se encuentra en el cajón todo eso y, además, un compromiso: definir mediante un proyecto de ley la financiación para que todo eso sea verdad.

Entonces, existiendo, como yo misma reconozco que existen, todos esos instrumentos, ¿por qué en estos momentos le estoy preguntado qué es lo que va a dejar en herencia al próximo Gobierno? Pues, mire, en primer lugar, se lo pregunto porque el gato escaldado del agua fría huye -y me explicaré en este sentido- y, en segundo lugar, porque su tránsito por la consejería de Educación entendemos que está poniendo en riesgo el trabajo elaborado por el anterior equipo en la primera mitad de la legislatura.

Mire usted, iniciar la andadura de lo que era comenzar a gestionar la educación no universitaria no fue fácil, como le reconozco y le reconoceré siempre que tampoco es fácil gestionarla después. Pero el anterior Gobierno, el Gobierno PP-PAR, dejó sentadas ciertas bases a las que también tuvo que dedicar tiempo y esfuerzo: dejó sentado un modelo educativo que había preparado con la participación de la comunidad educativa, un modelo educativo que fue arrinconado por el Gobierno PSOE-PAR; dejó unas resoluciones (nada menos que ciento diecisiete) aprobadas en esta cámara en 1998, unas resoluciones que el Pacto por la Educación se comprometía a articular, pero que también fueron arrinconadas en el año 2000, y dejó también una red de centros negociada con los sindicatos, publicada en el Boletín Oficial de las Cortes de Aragón en mayo de 1999 y de la que nunca más se supo.

Por tanto, el ejecutivo PSOE-PAR decidió hacer borrón y cuenta nueva, supongo que en un alarde de esa estabilidad de la que ahora habla y que ahora tanto reclama el señor Iglesias. Bien, hizo borrón y cuenta nueva, lo hizo y pudo gustar más o pudo gustar menos; pero, al fin y al cabo, y dentro de lo malo, lo hizo cuando empezaba a andar el primer curso gestionado por la comunidad autónoma.

El Gobierno, y especialmente el Departamento de Educación y Ciencia, sufrió un desgaste de esfuerzos que se podría haber evitado perfectamente. Paralizó -lo que, a mi juicio, es bastante más grave- la toma de decisiones hasta alcanzar nuevos acuerdos. Yo tengo que recordar que aquí no se movía un dedo en materia educativa de enseñanza no universitaria hasta que se alcanzara el Pacto por la Educación; al menos, esa cuestión se utilizó como excusa para paralizar muchísimas propuestas. Perdimos todo un año, lamentablemente. Incluso, creo que el Departamento de Educación y Ciencia y el Gobierno pagaron su precio por ello.

Pero, al fin y al cabo, como le digo, los acuerdos están ahí, y como esos acuerdos y esos compromisos están ahí y estas Cortes han participado, en algunos de los casos, en su elaboración, al menos hasta que llegó usted, nos encontramos a estas alturas en la obligación de preguntarle, en primer lugar, si realmente considera vigentes esos compromisos y esos instrumentos que encontró y, en segundo lugar, si piensa garantizar de alguna manera la pervivencia de esos instrumentos y la pervivencia de esos compromisos en el tiempo, porque entendemos que sería una frivolidad convertir todo aquello que se encontró en el cajón en papel mojado. Y, señora Almunia, a nuestro juicio, parece que lleva camino de hacerlo.

Gracias, presidente.

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Muchas gracias, señora Calvo.

Para respuesta por parte de la Diputación General de Aragón, tiene la palabra la señora consejera.

La señora consejera de Educación y Ciencia (ALMUNIA BADÍA): Gracias.

Señorías.

Anteayer comparecí en la Comisión de Educación de estas Cortes, como usted ha dicho, para presentar a la cámara el mapa escolar de Aragón y los criterios para el desarrollo de la red de centros educativos en la comunidad autónoma. Este era un compromiso que se había adquirido por parte del Gobierno y que ya en mi primera comparecencia comenté ante esta Comisión de Educación.

No pretendo reiterar aquí los contenidos de esos documentos que ya tuve ocasión de exponer en la comisión, pero sí que creo que estoy obligada a referirme a ellos, porque, de sus palabras, puedo deducir que estos no son elementos adecuados ni suficientes para la planificación general en materia de enseñanza no universitaria.

Le diré, en primer lugar, que sí los considero elementos adecuados de planificación, como voy a intentar exponerle, pero me interesa más detenerme en algo en lo que creo que ambas, aunque esto no sea muy frecuente, coincidimos que no es suficiente.

Efectivamente, el mapa escolar y la consiguiente red de centros son instrumentos prospectivos, que, partiendo de la realidad actual del sistema educativo, buscan establecer criterios sobre los que fundamentar acciones de futuro para la mejora del sistema.

Pero no podemos olvidar que nuestro sistema educativo no universitario cuenta hoy con ciento setenta mil alumnos, catorce mil profesores y quinientos centros educativos en pleno funcionamiento, y le recuerdo que este es el cuarto año escolar gestionado íntegramente por la educación aragonesa.

Esto no sólo se consigue con elementos de prospectiva, sino con realidades que determinan cómo queremos que sea el sistema educativo aragonés, y este Gobierno ha apostado y apuesta por un sistema educativo aragonés basado en la igualdad. Para eso, se desarrollan y se concretan medidas (programas de gratuidad de libros de texto, de transporte y de comedor escolar, de enseñanzas no obligatorias) y por eso se apuesta por un sistema de admisión de alumnos en los centros sostenidos con fondos públicos que eviten las discriminaciones. Este nuevo método constituye uno de los principales elementos para la planificación educativa con que cuenta nuestra comunidad autónoma.

Apostamos por un sistema educativo plural e integrador. Por eso, uno de sus primeros esfuerzos fue regular la enseñanza compensatoria para la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales. También por eso, se ha apoyado a la red de centros concertados, facilitando la recolocación del profesorado en tareas de apoyo y compensación educativa. Por eso, se ha creado también el Centro Aragonés de Recursos para la Educación Intercultural.

Este Gobierno también ha apostado por un sistema educativo aragonés de calidad. Por eso, ha ampliado las plantillas de profesorado, ha incentivado las jubilaciones voluntarias, ha mejorado las retribuciones del personal docente y ha multiplicado las opciones de formación del profesorado.

Desde el Departamento de Educación y Ciencia hemos disminuido las ratios alumnos/aula y alumnos/profesor, y quiero recalcar que desde 1999, con siete mil alumnos menos, hay ochocientos profesores más. Es algo que pueden juzgar ustedes mismos.

Hemos profundizado en la autonomía de gestión de los centros docentes, hemos desarrollado un intenso programa (más de setenta y ocho mil millones de euros, unos trece mil millones de pesetas en estos cuatro años) de dotación de nuevos centros docentes y mejora de los existentes, y hemos hecho un esfuerzo muy importante en la implantación de las nuevas tecnologías y en su utilización tanto para la docencia como para la gestión educativa.

Este Gobierno ha apostado y apostamos por un sistema educativo propio, adaptado a nuestra realidad social, cultural y económica. Así, ha planteado a esta cámara un modelo original de organización de las enseñanzas artísticas superiores, ha implantado diversos currículos y regulado las escuelas de música y danza.

Ya está en marcha el Consejo Aragonés de la Formación Profesional, que ha dado como fruto el primer Plan aragonés de la formación profesional, integrando todas sus modalidades y a todos los estamentos y organizaciones implicados.

Estas Cortes aprobaron la Ley de educación permanente de Aragón, que dio un fuerte impulso a la creación de centros y servicios educativos para personas adultas.

Todas estas son medidas duraderas, que conforman el futuro de nuestro sistema educativo aragonés. Pero, señoría, queremos seguir avanzando.

En cualquier caso, para que nadie me acuse de una apropiación indebida o no debida, les diré que estas y otras muchas medidas que se han adoptado en estos tres años no son una idea exclusiva de esta consejera o de otros consejeros o de un departamento: son fruto del trabajo de muchas personas y del consenso obtenido en diversos ámbitos.

Poco puede añadirse al valor que tiene el gran número de resoluciones aprobadas por esta cámara sobre el modelo educativo aragonés en los años 1998 y 2000, que forman las líneas directrices de la actuación del Departamento de Educación y Ciencia en esta legislatura. Ese quórum político permitió una base de consenso social en nuestra comunidad autónoma: la firma del Pacto por la Educación. Sobre la base de esos dos acuerdos fundamentales, uno político y otro social, desde el departamento se ha actuado en estos años y se han elaborado diversos instrumentos de planificación.

En primer lugar, el mapa escolar, que representa un diagnóstico detallado y preciso de la situación actual de la educación aragonesa, no sólo de los centros, sino también de las enseñanzas y demás recursos y servicios educativos. Este documento nos permite conocer mejor nuestra situación y romper tópicos que nada se corresponden con la vitalidad y la calidad de la enseñanza en Aragón.

En segundo lugar, la red de centros educativos sostenidos con fondos públicos, que es uno de nuestros principales instrumentos para la vertebración del sistema. Es, por tanto, un soporte fundamental para alcanzar los objetivos de igualdad y calidad que nos hemos fijado para nuestro sistema educativo, y, al tiempo que integra y racionaliza la actual oferta educativa, avanza las modificaciones necesarias para atender los previsibles cambios sociales y los tecnológicos que ha de sufrir nuestra comunidad.

En tercer lugar, un plan cuatrienal de inversiones que prevé, lógicamente, la creación de nuevos centros, pero también la reforma, la mejora, la ampliación e, incluso, la sustitución de centros educativos. Asimismo, contempla las necesidades de mantenimiento y equipamiento tecnológico. El montante global de este programa, como ustedes conocen, es de ciento cincuenta y cuatro millones de euros, que en los próximos cuatro años garantizan una atención preferente a la escuela rural.

Este programa de inversiones forma parte del Plan de apoyo a la escuela pública, que se ha elaborado en el Departamento de Educación y Ciencia con la participación de las asociaciones de padres y de las principales organizaciones sindicales.

En él se contemplan distintas medidas, muchas de ellas de implantación inmediata, destinadas a la mejora del servicio público educativo que reciben nuestros alumnos en los centros públicos, como la mejora del sistema de sustituciones del profesorado, la existencia de personal auxiliar de apoyo en educación infantil o un ambicioso programa de apertura de centros fuera del horario escolar.

Pero, señoría, queremos seguir avanzando. No sólo queremos que los centros estén mejor dotados y más horas abiertos, también queremos que funcionen mejor. Para eso, se están desarrollando herramientas informáticas que permiten un funcionamiento más ágil en la gestión, más eficaz para los alumnos y sus familias y más eficiente para la Administración educativa.

Hemos puesto en marcha el portal de educación Educaragón, que contiene la información actualizada y múltiples recursos y servicios para toda la comunidad educativa. Les invito a que lo visiten.

Está a pleno rendimiento la plataforma en Internet de educación a distancia Aularagón, la única en España que permite cursar enseñanzas regladas a distancia, en concreto la educación secundaria para personas adultas. Les diré que, estando en marcha desde el mes de septiembre, es hoy ya el mayor centro de Aragón de educación de personas adultas.

Aunque, probablemente, el proyecto más ambicioso en el que se está trabajando en el departamento en este ámbito de las nuevas tecnologías es el Plan de gestión integral en red de centros docentes.

Este programa cambiará por completo los procesos administrativos ordinarios, facilitando tanto la gestión económica y de personal como la académica. Solicitar plaza en un centro, matricularse, consultar el expediente académico, organizar grupos, horarios, aulas y tutorías, evaluar y completar el expediente del alumno, actualizar la hoja de servicios del personal docente y no docente, gestionar registros, inventarios y servicios escolares como el comedor o el transporte, todas estas son actividades ordinarias que van a ser más sencillas de abordar para los usuarios, padres y madres, alumnos y profesores. Aunque su desarrollo completo exigirá, al menos, dos años de trabajo intenso, sus resultados comenzarán a apreciarse en el próximo proceso general de admisión de alumnos.

Creo sinceramente, señora Calvo, que esta y otras medidas redundarán en la mejora de la calidad educativa para todos los aragoneses.

Le aseguro, señoría, que hay en el Departamento de Educación elementos de planificación adecuados y suficientes para continuar trabajando en la tarea ilusionante que es la mejora de nuestro sistema educativo desde el día siguiente a las próximas elecciones autonómicas, porque creo que es la obligación de todo gestor político que los programas que se lleven a cabo trasciendan una legislatura para que sean estos u otros ojos los mismos que puedan revisar qué se ha hecho y qué hay que modificar.

Nada más, y muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora consejera.

Señora Calvo, tiene la palabra.

La señora diputada CALVO PASCUAL: Gracias, presidente.

Mi intervención, señora Almunia, ha partido del reconocimiento: le he reconocido la existencia de instrumentos de planificación y le reconozco también mejoras puntuales. ¡Cómo no iba a hacerlo! Pero ahora yo no le estoy hablando de eso, yo le estoy hablando de estabilidad. Usted me dice: «El Gobierno apuesta y apostamos...», pero yo le estoy preguntando otra cuestión. Le estoy preguntando cómo garantiza que esas apuestas consensuadas no terminen como acabaron, cuando tomó posesión y cuando se configuró el actual Gobierno, las anteriormente alcanzadas.

Y nos habla de «queremos, queremos, queremos...», y ese mismo discurso es el discurso que llevamos escuchando desde el inicio de la legislatura. Es una foto fija, una foto fija, pero, en la práctica, ¿cómo se materializa, cómo se garantiza la puesta en práctica de todos esos planteamientos?

Podemos ir analizando instrumento por instrumento, señora Almunia.

Pacto por la Educación. El Pacto por la Educación se firmó por los agentes sociales con la comunidad educativa con la intención de proporcionar estabilidad al sistema educativo aragonés, con la intención de sentar unas bases, desde el acuerdo, que trascendieran la legislatura. ¿Dónde está, señora Almunia, dónde está la memoria económica para hacer efectivos esos compromisos?, ¿dónde está la memoria económica para que esos compromisos puedan trascender la legislatura? Yo no he visto una ley de financiación que temporalice el cumplimiento de esos compromisos año por año, no lo he visto, ni he visto en cada presupuesto dotaciones específicas para poner en marcha de forma planificada esas medidas.

Ese pacto tiene una vigencia hasta el año 2006; han transcurrido dos años, dos presupuestos, la tercera parte del plazo que la propia Administración se marcó cuando lo fijó y cuando lo firmó. Por eso, yo sigo preguntándole, señora Almunia, ¿cómo va a garantizar su permanencia más allá del próximo verano?

Y, cuando le hablo de memoria económica, se lo digo sinceramente, creo que estoy absolutamente legitimada para hacerlo, absolutamente legitimada para hacerlo. Y podrá después pegar un raquetazo, como lo pegó en la Comisión de Educación, que sacó el balón fuera de la cancha y nos trajo, en lugar del mapa escolar de la Comunidad Autónoma de Aragón, nos trajo el mapa escolar de la Comunidad Autónoma de Madrid... Pues, si quiere, se puede dar una vuelta por la Cibeles y después, en la réplica, utilizarme la Ley de calidad, y que dónde está la memoria económica del Partido Popular.

Puede hacerlo, puede hacerlo, y seguramente lo hará. Pero tendrá que partir, si quiere hacerlo, de un reconocimiento político en el que tiene que coincidir conmigo, y es que sabe perfectamente que las medidas contempladas en la Ley de calidad van a contar con la financiación que el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con su colaboración, con su participación, marque y evalúe que es necesaria para esta comunidad autónoma. Y, en cambio, el Pacto por la Educación, cuya financiación dependía exclusivamente de su Gobierno, no ha contado con esa memoria económica.

Comunicación del Gobierno y resoluciones de las Cortes. Pues más de lo mismo, señora Almunia, más de lo mismo. ¿Usted cree que se encuentra en disposición de venir a la cámara y de explicar en la cámara, dos años después de ser aprobadas, cuántas de esas resoluciones ha puesto en práctica, cuántas ha cumplido? ¿Cree que se encuentra en disposición de hacerlo? ¿Y cuántas están programadas y con qué plazos para ser cumplidas y con qué financiación? Simplemente, la misma pregunta que antes: ¿cómo va a garantizar que esas resoluciones sobrevivan a la configuración el próximo verano de un nuevo Gobierno?, ¿cómo va a garantizar que, con esas resoluciones, no vuelva a ocurrir lo mismo que ocurrió con las ciento diecisiete que esta cámara aprobó en 1998?

Y mapa escolar y red de centros. Elemento esencial de planificación, un objetivo prioritario del departamento. Tres años y medio, tres años y medio, señora Almunia. Pero tres años y medio para venir a la comisión cuatro meses después de solicitar usted misma la comparecencia para decirnos, bueno, que le gustaría alcanzar un alto grado de consenso sobre un documento que nos va a hacer llegar, en el que ha de basarse una red de centros sobre la que no existe una propuesta en la que podamos basarnos para negociar, con no sé cuántas medidas específicas que, sinceramente, señora Almunia, creo que no van a pasar de declaraciones de intenciones. ¡Y cuidado!, ¡cuidado!: una red de centros que va a presentar para que el próximo Gobierno elabore el sistema de financiación.

Por eso le digo, señora Almunia, que nos preocupó su actitud y por eso le digo, señora Almunia, que parece que lleva ya las maletas hechas. O sea, que usted viene aquí y se dedica a elaborar y a presentar la literatura, y, si me permite la expresión, el que venga detrás, que arree.

Pero, para culminar esta tomadura de pelo en cuanto a la financiación, lo de que sea el próximo Gobierno el que elabore el sistema de financiación sobre todas las medidas de planificación que usted nos cuenta, nos lo dice en la cámara tres semanas después de que, con motivo del debate sobre el estado de la comunidad autónoma, estas Cortes apoyaran y aprobaran, con el respaldo de los grupos que a usted le apoyan, dos resoluciones, a propuesta del Grupo Parlamentario Popular, que yo no sé si se las habrán pasado, pero que, si me permite, le voy a leer.

En una de ellas, «Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a planificar el desarrollo de las medidas contempladas en la comunicación del Gobierno sobre política educativa no universitaria y las resoluciones aprobadas con motivo de su debate [...] previendo, a través de un proyecto de ley de financiación de la enseñanza no universitaria, la dotación presupuestaria necesaria...». Eso se aprobó con el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista y con el apoyo del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés. Y tres semanas después, tres semanas después, nos dice que la financiación la prepare el próximo Gobierno.

Y se aprobó una más, que dice: «Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a presentar un mapa escolar y una red de centros que garanticen una correcta distribución territorial de la oferta y de los equipamientos educativos, junto con un plan de inversiones que temporalice su implantación y su ejecución».

¿Cómo, señora Almunia, después de aprobar estas dos resoluciones, me puede decir, tres semanas después, que la financiación la preparen los que vengan?

Y además y mientras tanto, señora Almunia, sin que estas Cortes conozcan el mapa escolar, sin que estas Cortes conozcan que usted disponga de una red de centros, sin una ley de financiación que garantice los recursos económicos en años sucesivos, sin siquiera la garantía de disponer de unos presupuestos para el año que viene, conocemos a través de los medios de comunicación que usted está negociando con los sindicatos un plan de inversiones a cuatro años vista. Señora Almunia, no confundo lo que debe ser un plan de financiación de la red de centros con un plan cuatrienal de inversiones, pero se lo repito: si está negociando, si intentó negociar con los sindicatos un plan de inversiones a cuatro años, es o porque tiene una planificación de las necesidades o porque nos pretende engañar a todos, una de dos. Y si usted tiene esa planificación de necesidades, esa propuesta de red de centros que le permite negociar con los sindicatos inversiones a cuatro años, ¡tráiganosla!, ¡tráiganosla!

De entrada, eso del plan de apoyo a la escuela pública, señora Almunia, le pediría sinceramente que me explique qué es. La Administración educativa, el Gobierno de Aragón, ¿tiene entre sus funciones apoyar unos ratos a la escuela pública, otros ratos a la escuela concertada, otros ratos a la escuela privada? ¿Esa es una de las funciones del Departamento de Educación, o su obligación es más bien garantizar un servicio educativo de calidad...?

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Señora Calvo, le ruego que vaya terminando.

La señora diputada CALVO PASCUAL: Voy concluyendo, señor presidente.

¿La Administración pacta con los sindicatos dónde hay que invertir, qué centros hay que construir, o hace un diagnóstico de lo que son las necesidades y marca unas directrices que definen la red de centros?

¿El departamento tiene que negociar con los sindicatos y poner e intercambiar construcciones de centros con mejoras laborales del profesorado, como si fueran cromos? Porque aquí, señora consejera, parece que el departamento unas veces apoya a la concertada, después tiene que apoyar a la pública cuando la concertada le aprieta las tuercas; unas veces se apoya en la Fapar (seguramente, cuando la Concapa le aprieta), otras veces tiene que echar mano de los sindicatos; si le falla Comisiones Obreras y CSIF, entonces echa mano de UGT... Es decir, una cuestión de estabilidad.

¿Esa es la estabilidad que estaba reclamando el señor Iglesias, o está haciendo, señora Almunia, algo así como ir saliendo a flote? Debe ser que esa es la estabilidad que usted plantea, pero este grupo parlamentario le está reclamando y hace tiempo que le viene reclamando otro tipo de estabilidad. Le estamos reclamando -y voy concluyendo, señor presidente- estabilidad para la educación aragonesa, no estabilidad para este Gobierno, estabilidad para la educación aragonesa.

Y creo que este grupo parlamentario le ha echado algún que otro flotador al departamento cuando lo ha necesitado y cuando ha habido que marcar pautas: le echó un flotador cuando había que contribuir a diseñar el modelo propio, y lo hizo en forma de propuestas de resolución; le echó un flotador cuando ha habido que definir un modelo de enseñanza universitaria. Pero, después, todos esos instrumentos deben materializarse y, después, tiene que dotar todos esos instrumentos para que se puedan concretar en el tiempo los acuerdos. Ni los puede olvidar, ni los puede considerar orientativos, como ha hecho con el acuerdo para el establecimiento de las ratios. De lo contrario, señora Almunia, todo el trabajo previo lo va a reducir a dos palabras: un fraude.

Gracias, presidente.

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Gracias, señora Calvo.

Señora consejera, tiene la palabra.

La señora consejera de Educación y Ciencia (ALMUNIA BADÍA): Gracias.

Señorías.

Yo le decía en mi anterior intervención, señoría, que el sistema educativo no universitario en Aragón tiene en la actualidad más de ciento setenta mil alumnos; que la organización de un curso escolar afecta a todos, y no a cada uno de esos estudiantes; que planificar un curso escolar no es un juego de salón.

Pero hubiese preferido no tener que recordarle una cosa, señoría, sobre todo en esta tribuna, y es la planificación que el anterior Gobierno dejó para el inicio del curso escolar 1999-2000 en cuanto a la financiación de ese curso, señoría.

¿Le he de recordar el informe de la secretaria general técnica en ese momento del Departamento de Educación, en el que decía que hacían falta tres mil millones de pesetas para poder hacer frente a ese curso escolar? No quería recordárselo en esta tribuna, señoría, no quería. Pero, recién transferidas las competencias educativas, la secretaria técnica del Departamento de Educación dice que hacen falta tres mil millones de pesetas, tres mil, no cualquier tontería, tres mil millones de pesetas. Eso es planificación, eso es planificación; yo así lo entiendo.

Es decir, mire usted, si algo ha hecho este Gobierno ha sido, al lado de cada medida, poner los recursos suficientes para su desarrollo. Lo primero que ha hecho este Gobierno. Y resolvió los tres mil millones de pesetas que en aquel momento se necesitaban para poner en marcha el curso escolar, pero, además, al lado de cada medida han estado los recursos suficientes para llevarlas a cabo.

No me hable usted de financiación cuando es de vergüenza ajena ver el informe de la OCDE cuando habla de cómo está la educación en España y del tirón de orejas que le pega al Gobierno del señor Aznar cuando dice: parece mentira, en un proceso en el cual la economía avanza, que en educación, desde el año noventa y seis, el gasto en educación se baja. Sólo hay un motivo, sólo hay un motivo para que, desde el año noventa y seis hasta ahora, los presupuestos en educación del Gobierno del señor José María Aznar se bajaran, y era que las transferencias educativas tenían que venir a las comunidades autónomas y había que dotarlas con pocos recursos. Ese era el único criterio con que fundamentaron, señorías, la bajada de los presupuestos en educación desde el Gobierno del señor Aznar, el presidente del Gobierno español. ¿Y viene usted a decir aquí, y dice que legítimamente, que por qué no hay una ley de financiación para la educación?

Porque, señoría, partimos de puntos distintos, de puntos absolutamente distintos: su criterio de cómo tiene que ser el sistema educativo es para generar seres humanos competitivos; nosotros siempre queremos y hemos defendido que hay que desarrollar a las personas para ser personas, para ser personas... [Aplausos desde los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.]

Y como partimos de conceptos distintos, la financiación está al lado de cada medida, mientras que lo suyo no es financiar. Porque sí que le voy a hacer referencia a la memoria económica de la Ley de calidad, ¡naturalmente que sí! Es decir, eso es lo que hay que hacer. ¡Vaya memoria económica que tiene la Ley de calidad! Y dicen: ¡Ah!, el Consejo de Política Fiscal será quien decidirá, ¿verdad?

Pues, mire usted, le recordaré que la LOFCA, y lo he dicho otras veces en esta tribuna, establece muy claramente dos materias: el Gobierno del señor Aznar tiene la obligación de dotar del presupuesto suficiente a las comunidades autónomas en lo que él legisle (en educación y en sanidad). Con lo cual, una ley que propone y aprueba con sus votos el Gobierno del Partido Popular tendrá que tener al lado su financiación si no quiere, cuanto menos, que en la LOFCA se le pegue un tirón de orejas porque no hay financiación.

Y se les ha reclamado, el propio presidente del Gobierno de Aragón le pidió a la señora ministra por carta que nos dijera cuál era la financiación para implantar la Ley de calidad en Aragón. Su respuesta fue la misma que la suya: el Consejo de Política Económica y Fiscal. Bien. Es decir, ¿nosotros decidiremos? Bien, decidiremos cómo nos repartimos... ¿qué dinero, señoría?, ¿qué dinero? ¿Y para qué?, ¿para hacer, le digo y le repito, hombres y mujeres más competitivos, o para crear personas y seguir fomentando y desarrollando la persona?

Pues le diré que la opción que este Gobierno ha tenido, y así lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, es que lo que queremos hacer, señoría, es tener un sistema educativo en Aragón plural, plural, donde todos caben y donde tenemos una tarea, que es educar a todos entre todos. Por eso le digo, señoría, que este Gobierno, cuando pone en marcha una medida, al lado está la financiación suficiente como para llevarla a cabo.

Y no es que se esté negociando con unos o con otros, en ningún momento. Lo que se está haciendo es trabajar, trabajar para impulsar una de nuestras patas del sistema educativo, que es la pública, evidentemente, que es la que vertebra nuestro territorio. Y en esa línea se está trabajando, señoría.

Porque hay un tema, no confunda: el Gobierno de Aragón, el año que viene, tendrá presupuestos, tendrá presupuestos, porque se puede trabajar con un presupuesto que apruebe esta cámara o se podrá trabajar con la prórroga presupuestaria. Otra cosa es que, si trabajamos con la prórroga presupuestaria, ustedes, evidentemente, en el parlamento no tendrán los presupuestos de la comunidad autónoma, porque serán prorrogados. Pero un Gobierno siempre tiene presupuestos, ¡siempre!, con lo cual las acciones que se emprenden es porque habrá presupuestos, no tenga ninguna duda, señoría.

Nada más, y muchas gracias.

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