Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Proposiciones de ley

Toma en consideración de la proposición de ley relativa a comunidades aragonesas asentadas en el exterior

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 009 de Plenos (V Legislatura)
Intervinienen: Fuster Santaliestra, Bizen - Contin Pellicer, Sebastian - Bernal Bernal, Chesus - Aullo Aldunate, Maria Trinidad - Gallizo Llamas, Mercedes

El señor PRESIDENTE: Vamos a dar comienzo a la sesión plenaria [a las diez horas y veinticinco minutos] .

Informo a sus señorías que estos minutos de retraso se deben a que la Mesa se ha reunido previamente al Pleno para la calificación de algunos documentos.

Comenzaremos con el punto número uno: debate y votación sobre la toma en consideración de la proposición de ley relativa a comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón, que ha sido presentada por el Grupo Parlamentario Popular.

En primer lugar, el secretario primero de la Mesa leerá el criterio del Gobierno de Aragón.

El señor secretario tiene la palabra.

El señor secretario primero (FUSTER SANTALIESTRA): Gracias, señor presidente.

Criterio de la Diputación General sobre la toma en consideración de la proposición relativa a comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón.

«José Ángel Biel Rivera, secretario del Gobierno de Aragón, certifico que la Diputación General, en su reunión celebrada el día 19 de octubre de 1999, adoptó, entre otros, un acuerdo que, copiado literalmente, dice lo siguiente:

Se acuerda:

Primero.- Poner de manifiesto que el Pleno de las Cortes de Aragón, en sesión celebrada los días 7 y 8 de octubre de 1999, con motivo del debate de la moción número 1/99-V, dimanante de la interpelación número 1/99-V, acordó instar al Gobierno de Aragón a que, en el plazo máximo de seis meses, presente a la cámara un proyecto de ley de reforma de la Ley 7/1985, de 2 de diciembre, de participación de las comunidades aragonesas asentadas fuera de su territorio, mandato que el Gobierno de Aragón tiene previsto cumplir.

Segundo. Dar traslado a las Cortes de Aragón.

Y, para que así conste y su remisión al excelentísimo señor presidente de las Cortes de Aragón, expido la presente certificación, en Zaragoza y en la sede de la Diputación General de Aragón, a 20 de octubre de 1999.

El secretario del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel Rivera».

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario primero.

Para la presentación y defensa de la proposición de ley, tiene la palabra el diputado del Grupo Popular señor Contín.

El señor diputado CONTÍN PELLICER: Muchas gracias, señor presidente. Señorías.

Justamente respecto a esta toma en consideración, y como cuestión previa al debate de la ley, de la proposición sobre comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón, presentada por el Grupo Popular y publicada en el BOCA número 9, de 5 de octubre del noventa y nueve, y posterior manifestación del criterio de la Diputación General, publicado en el BOCA número 13, de 3 de noviembre del noventa y nueve, debemos manifestar desde nuestro grupo que la Diputación General de Aragón, en su reunión celebrada el día 19 de octubre de este año, según certificación del secretario del Gobierno de Aragón, no señala ninguna decisión sobre el criterio de esta Diputación en dicha toma en consideración, lo que es obligatorio de acuerdo con el artículo 139, sobre procedimiento administrativo, del Reglamento de las Cortes de Aragón.

Acordar en la respuesta, y como primer punto del acuerdo, que -cito literalmente- «el Gobierno tiene intención de cumplir lo dimanante de la moción 1/99, aprobada por las Cortes de Aragón en la sesión de 7 y 8 de octubre» es responder por el método de Ollendorf -vuelvo a repetir este método, que es un viejo método de francés y de otros idiomas en el que, para enriquecer el vocabulario, a la pregunta «¿es verde esta puerta?» se contestaba que la manzana estaba muy madura, y procedimientos por el estilo-. Pues, por el método de Ollendorf y de contestar así, es algo que obliga de forma distinta el Reglamento de estas Cortes.

En las mismas páginas del BOCA aparecen varias tomas en consideración, positivas en este caso -pueden ser negativas, en todos los gobiernos se han hecho con carácter negativo también-, son tomas en consideración a las que el Gobierno no manifiesta objeción. Pero, respecto a la proposición de ley del Partido Popular, ni deja de poner ni pone objeción y responde con citas a una moción que, aun teniendo muchos puntos de contacto con la que hoy traemos aquí, igual podría aludir al problema de las avutardas en los Monegros que a la producción de chocolate en Lorbés.

En cualquier caso, me parece una falta de respeto, por lo menos a este grupo parlamentario, por parte de la Diputación General. Así que interpretamos que esta proposición de ley ha sido incluida en el orden del día de este Pleno en virtud del punto cuarto del artículo 139, que habla del silencio por parte de la Diputación General -silencio, en este caso, culpable-, que ha debido considerar que su contenido no merecía definición, permitiéndose responder aludiendo a otra moción distinta -en parte fue apoyada por nosotros- pero ignorando totalmente esta proposición de ley, que, de haber sido presentada unos meses antes, tengan ustedes la seguridad de que habría sido aprobada por mayoría. Sirva esto de exordio o introducción.

Presentamos hoy a estas Cortes para su toma en consideración la proposición de ley relativa a comunidades aragonesas asentadas en el exterior, tema que ya fue objeto, como digo, de una interpelación por parte de Chunta y posterior moción debatida en estas Cortes el pasado 7 de octubre, debate en el que nos referimos todos a la presentación de nuestra proposición de ley, que se había publicado dos días antes en el BOCA de 5 de octubre del noventa y nueve. Era un texto que quedó del Gobierno anterior por presentar en las Cortes, a las que al final no llegó, y que el Grupo Popular asume y trae en estos momentos para posible toma en consideración.

Cabe recordar las bases anteriores que dan cuerpo a la proposición. En primer lugar, al mandato expreso del Estatuto de Autonomía, que, en su artículo 8, dice que «los poderes públicos aragoneses velarán para que las comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón puedan, en la forma y con el alcance que una ley de Cortes aragonesas determine, participar en la vida social y cultural de Aragón, sin que ello suponga en ningún caso la concesión de derechos políticos». Tras este mandato estatutario hubo una ley, la 7/85, de participación, que a lo largo de los años se manifestó insuficiente para encarar estos objetivos que en la práctica atiende sólo a las casas y centros aragoneses pero que, en realidad, no incorpora individualmente a los aragoneses considerados como tales, y que deben ser también objeto de una atención prioritaria.

Por otro lado, se recordaba por parte de Chunta en su interpelación el artículo 6.2.b) del Estatuto, que obliga al Gobierno de Aragón a impulsar una política tendente a la mejora y equiparación de las condiciones de vida y trabajo de los aragoneses, propugnando especialmente las medidas que eviten su éxodo, al tiempo que hagan posible el regreso de los que viven y trabajan fuera de Aragón.

Ante el hecho concreto de la participación social y cultural, se planteó cómo esta participación podía tener plasmación concreta en la vida política, en el voto, más allá del reconocimiento jurídico de la condición de aragonés, de la elaboración de un procedimiento jurídico para declararla y, en tercer lugar, del reconocimiento de unos derechos de participación y de acceso para establecer los vínculos con Aragón.

Justamente el hecho de plantear lo que algunos denominaron «segundo voto» fue el escollo más importante que el resto de los grupos no proponentes vimos en la propuesta, pues si casi todos los puntos sometidos a votación fueron aprobados por unanimidad, lo que prueba la sensibilidad de estas Cortes, por lo menos en aquel momento, el punto relativo al voto se rechazó por sesenta votos en contra frente a cinco votos a favor. El tema, que no por ser rechazado deja de ser digno de tener en consideración para el futuro, fue aludido en la interpelación antes por el consejero señor Callizo cuando remarcaba que el artículo 8 del Estatuto terminaba con un claro «sin que en ningún caso esta atención suponga la consecución de derechos políticos» o cuando la Ley 7/85 termina también subrayando esta misma cautela.

Las leyes para todo el Estado y no solamente el Estatuto nos impiden, pues, avanzar en este camino. ¿Pueden cambiarse estas leyes? Por supuesto, pero ello no queda solamente referido a cambiar nuestro Estatuto. Puede señalarse esta ley o insinuarse esto en esta ley, sería una labor de análisis en Ponencia, y, por nuestra parte, el límite de lo legislable llega en este momento hasta la frontera que hoy marca la Constitución, entre otras cosas para garantizar la legalidad de lo que aquí se dictamina, legislando desde el límite de la Constitución.

Creo que no debe considerarse ningún agravio comparativo el hecho de que un aragonés que vive en el extranjero vote en su pueblo al alcalde o vote la lista provincial de sus Cortes, y eso, hoy por hoy, no puede hacerlo el aragonés que vive en una región distinta de España, aun conservando su condición de aragonés. Las cosas están así, pero ¿por qué no contemplar la posibilidad de que cambien mañana? Las leyes no son inamovibles y llegará el día en que cambien en cuanto a la vecindad civil, al registro civil, a la aplicación del Código Civil respecto a la vecindad y, como consecuencia, a la forma en que puede emitirse el voto.

Anteayer mismo se aprobó en el Senado, a propuesta del Grupo Popular, una moción instando a que el Gobierno remueva los obstáculos jurídicos que dificulten la obtención de la nacionalidad española a los hijos de exiliados por la guerra civil y emigrados por otras causas, para también suprimir la obligación que antes tenían, o que hasta la fecha tienen, de renunciar a la nacionalidad extranjera en este colectivo al optar por la española. Anteriormente hubo una iniciativa paralela, creo que fue en el mes de mayo, en el Congreso, también presentada por el Grupo Popular. Y esto, que ahora vemos todos como normal, hace unos años hubiera llamado la atención, no digo en contra, pero la sociedad no reclamaba cosas que hoy día nos parecen elementales por humanidad o por humanitarismo.

Por mi parte, pienso que las posibilidades son siempre abiertas. No comparto al cien por cien la opinión de que la persona debe votar allí donde trabaja, en donde vive y está censada en lugar de hacerlo en el sitio donde nació. Ésa es la ley de hoy, que respetamos, acatamos o incluso tenemos que defender, pero les aseguro que estaría particularmente mucho más satisfecho y sería más consciente en el hecho de mi voto si pudiera hacerlo en mi pueblo en lugar de tener que hacerlo por ley en Zaragoza.

Frente a la afirmación de Pujol cuando decía que es catalán quien vive y trabaja en Cataluña, yo añadiría: y también que quiera ser catalán. Yo, si estuviera en Cataluña, no querría ser catalán, querría continuar siendo aragonés, con todos los respetos a Cataluña e incluso a sus inmersiones lingüísticas.

El siglo XX ha sido el marco cronológico en el que nuestra comunidad se ha visto inmersa en el fenómeno de la emigración, proceso por el cual muchos hombres y mujeres abandonaron su tierra natal en busca de unas mejores perspectivas económicas. A partir de ese momento, se abría para los aragoneses que se asentaban fuera de nuestro territorio un amplio conjunto de expectativas que también contemplaban la integración de esas personas en la nueva cultura que les recibía. Sin embargo, estos aragoneses decidieron desde muy pronto poner en marcha lugares de encuentro, espacios comunes en los que podían mantener viva esa pertenencia a la cultura aragonesa. Nacían así las llamadas -quizá mal llamadas- «casas regionales», en realidad unas comunidades que manifestaban en su propio deseo asociativo la identificación con la cultura aragonesa.

Hoy, al final del siglo, las cosas han cambiado mucho, aunque este movimiento asociativo siga aparentemente igual. Y han cambiado en su raíz, en su base y, si me permiten decirlo, en su futuro. Hoy, en relación con las gentes que se vieron condenadas a la emigración -calculaban a finales de los años ochenta unas trescientas mil personas-, ha surgido una nueva generación, la de sus hijos y sus nietos, que se caracteriza por estar integrada por personas que son descendientes de aragoneses pero por personas que se encuentran plenamente identificadas, ¿por qué no?, con la cultura del territorio en el que han nacido. En estas casas todavía hay aragoneses de nacimiento, cada vez menos, lógicamente, pero la mayoría de los que integran su vida cultural (desde las escuelas de folclore o aprendizaje de jota hasta cualquier actividad de tipo lúdico) son catalanes, valencianos, madrileños, andaluces que tuvieron antepasados aragoneses.

Es justo que la comunidad aragonesa se decida a atender a estas comunidades de aragoneses fuera de su territorio, pero como un reconocimiento a la inmensa labor de promoción de todo lo aragonés que han llevado a cabo a lo largo de los años, con escasos medios y de una manera ciertamente ejemplar, y después, también como muestra de compromiso que debemos mantener con todos estos colectivos. El Gobierno debe asumir el compromiso de ayudar a mantener viva la vocación de aragoneses que tienen, un decidido compromiso de apoyar la tarea de integrar a todas esas segundas generaciones en el sentimiento de pertenencia a Aragón, y compromiso de aceptar definitivamente que estos espacios son el mejor escaparate para presentar la oferta cultural del Aragón de finales de este siglo.

Partiendo de esta reflexión previa, nace el anteproyecto que presentamos con la voluntad de ser un instrumento eficaz para acercar la realidad aragonesa, con esa oferta plural que mencionaba, a la realidad de los hombres y mujeres que forman las comunidades aragonesas fuera de nuestro territorio. Acercar en el sentido de estrechar lazos, de potenciar relaciones y garantizar un nivel de asistencia y de protección. Todo ello como resultado de un compromiso que los aragoneses tenemos con estas gentes, hombres y mujeres ejemplares a los que tenemos que agradecer tanto su decidido afán de mantener vivas sus raíces aragonesas contra viento y marea como esa firme voluntad de educar a sus hijos, miembros ya de otras comunidades, en la cultura aragonesa.

Éste es el objetivo principal de este texto legal: reconocerles el derecho que tienen de poder contar con una permanente atención y colaboración desde el Gobierno de Aragón, una colaboración real y reglamentada que no quede al arbitrio de los gestores del momento, una colaboración que les permita sentirse aragoneses de pleno derecho y, como tales, gozar de todas las ofertas que se hagan en nuestra comunidad. No es únicamente el habilitar una partida económica, siempre necesaria para apoyar o mantener un patrimonio que ellos siempre han querido dejar claro que es un patrimonio aragonés. Lo importante es que, desde Turismo o desde Juventud o desde Bienestar Social o desde cualquier ámbito del Gobierno, se haga pública algún tipo de oferta, se haga contemplando el derecho a optar a ella de los miembros de las comunidades aragonesas establecidas fuera de aquí.

Estamos hablando de integrar plenamente a nuestros aragoneses de fuera, tanto los que nacieron aquí como los que, por ser hijos de aragoneses, forman parte de la cultura aragonesa. Estamos hablando de hacer justicia con este inmenso colectivo, al que debemos ayudar económica y políticamente con subvenciones y vías de participación en todas nuestras iniciativas, con el acceso a todos los servicios de titularidad o gestión que tiene el Gobierno de Aragón, siempre con el respeto absoluto a su estructura orgánica y a sus peculiaridades pero con todas nuestras fuerzas.

Integramos a estos aragoneses en nuestro proyecto común pero sin olvidar que ellos pueden ser el mejor capital que tengamos para la promoción de lo aragonés en los lugares en los que ellos viven. Además, es de sentido común que, cuando presentemos a nuestra comunidad fuera, lo hagamos siempre que sea posible en una de estas casas de aragoneses puesto que ellos serán los mejores colaboradores en cualquier actividad que sirva para fomentar la realidad social, cultural o económica de Aragón. Pensemos en el papel que están jugando las bibliotecas, por ejemplo, sobre temas aragoneses, que se han ido poniendo en marcha estos últimos años en casas como las de Lérida, en las que realizan trabajos periódicos diversas cátedras de su Universidad.

Para hacer posible este planteamiento que hacemos, un planteamiento que se resume en dos líneas de trabajo (integrar sin límites en la vida aragonesa a los socios de estas comunidades y convertir sus espacios asociativos en escaparates de la rica realidad sociocultural aragonesa), para hacerlo posible -digo- es necesario fijar unos cauces de participación y de colaboración perfectamente definidos. Con ellos se sanea el tejido asociativo y con ellos se hacen más fluidas las comunicaciones, una tarea en la que es clave el potenciar el Consejo de las comunidades aragonesas, que debe asesorar al Gobierno de Aragón sobre la formulación precisa de toda esta tarea de integración y colaboración.

A partir de aquí podremos seguir gozando de este impresionante capital humano que constituyen nuestros aragoneses asentados fuera del territorio de Aragón, un colectivo que debemos empezar por censar para posibilitar mejor su integración, un modelo asociativo que debemos apoyar por medio de acuerdos de cooperación con las otras autonomías en las que residen, un capital humano, en definitiva, que debe ser contemplado desde el tiempo en que vivimos y que tiene que ser visto con una visión amplia y decidida que pasa por mejorar la Ley de 1985 con el fin de continuar trabajando.

En esta línea de promoción y acogimiento de los aragoneses que nacieron o viven fuera de Aragón, tal y como hemos realizado en estos últimos años, en los que incluso se ha creado una revista de comunicación, queremos que sus señorías tomen en consideración la enorme importancia que tiene el aprobar una ley de comunidades que responda a las necesidades que se van a plantear en el más inmediato futuro. La presente ley recoge esta realidad incorporando al ordenamiento de Aragón unos hechos que están contrastados, definidos y necesitados de un público reconocimiento y protección, permitiendo que el vínculo y relación de estos aragoneses alejados de su tierra se fortalezca y desarrolle entre ellos y con las instituciones de una manera viva, equitativa y solidaria.

Se trata de proporcionarles un nuevo marco jurídico, de incorporarles al marco social, cultural y económico de Aragón y otorgarles la protección y el apoyo a fin de que mantengan vivos sus vínculos y la acción difusora de ser aragonés. De esta manera, esta ley, acatando el mandato del Estatuto, busca el fomento del asociacionismo de los aragoneses en el exterior facilitando la creación de comunidades que sirvan de cauce de unión con Aragón y con sus instituciones, así como el impulso y protección de dichas entidades mediante el reconocimiento de una serie de derechos y el establecimiento de las prestaciones que correspondan al Gobierno aragonés.

Se definen en la ley las comunidades aragonesas fuera de Aragón, así como la consideración de sus miembros como tales, para, a continuación, establecer las obligaciones del Gobierno, en concreto, a base de habilitaciones presupuestarias, y las condiciones para alcanzar las prestaciones y los requisitos para su reconocimiento oficial.

Se señala la condición de que estas comunidades no gozarán en ningún caso de derechos políticos. Para evitar maximalismos de signo contrario, se podría proponer en Ponencia simplemente eliminar el punto 5 del artículo sexto de referencia, con lo que, de una manera abierta a todas las posibilidades y sugerencias, no sólo de estas Cortes, sino de toda la sociedad a través de los partidos, todas las mejoras serían factibles, y en ello el Partido Popular no funcionará cerrada ni dogmáticamente.

Es interesante ver la posibilidad de constituir federaciones y confederaciones entre las entidades para la defensa e integración de sus intereses, así como su mejor coordinación, y la creación del registro de comunidades y consejo de comunidades aragonesas. Por su parte, el Congreso, como instrumento al servicio de la promoción de las relaciones y la colaboración entre ellas y la comunidad autónoma, fija un marco de participación y relación susceptible de ampliación y mejora.

Finalizando la ley, en el título quinto se fijan las normas respecto a acuerdos de cooperación con otras comunidades autónomas distintas, así como la posibilidad de solicitar del Gobierno de la nación la celebración de tratados internacionales con asuntos referentes a aquellas naciones en las que existan comunidades aragonesas establecidas, con la finalidad, como digo, de asistencia y asesoramiento.

Por último, es fundamental la elaboración del censo de aragoneses asentados fuera de Aragón, hecho por el Instituto Aragonés de Estadística y del Instituto Nacional de Estadística.

Éste es, más o menos detallado, el contenido de la ley que traemos a la cámara, con la petición a los grupos de que sea aprobada la toma en consideración, ley que, por supuesto, ya estaría aprobada si hubiera sido presentada hace seis meses por el anterior Gobierno PP-PAR pero que se hace ahora a través del Grupo Popular.

Para terminar, quiero recordar que hay muchos centros aragoneses y casas extendidas por todo el mundo. En el registro existente en el Departamento de Cultura hay inventariadas cincuenta y seis, diez de ellas en el exterior (tres en Argentina y una en Andorra, Bélgica, Brasil, Chile, Francia, Holanda y Venezuela), y otras muchas, por supuesto, no registradas en España y en el extranjero. A ellas, como aragonés, quiero expresar mi agradecimiento por toda la labor realizada durante tantos y tantos años en pro de Aragón y les deseo todo lo mejor, entre lo que no es lo menos valioso la continuidad generacional.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Gracias, señor Contín.

En el turno en contra, ¿grupos que deseen intervenir?

En representación del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, tiene la palabra el señor Bernal.

El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señor presidente.

Señorías.

Utilizamos este turno en contra respecto a la intervención del heterodoxo señor Contín, heterodoxo porque hoy ha reconocido cosas que su grupo hace tan sólo quince o veinte días negaba en el debate de la moción 1/99, defendida por Chunta Aragonesista desde esta tribuna. Me alegra que ahora ya el portavoz del Grupo Popular, y supongo que todo el Grupo Popular, por él representado, está a favor del reconocimiento de los derechos políticos a los aragoneses y aragonesas de fuera, del reconocimiento del voto, que provocó las iras del señor Cristóbal aquel día. Pero me alegro de que sea tan heterodoxo en este sentido el señor Contín. Heterodoxo también porque... pero tenga cuidado con alguna heterodoxia, señor Contín, porque mire lo que le ha pasado al señor Alberto Fernández en Cataluña; esas referencias a Cataluña pueden ser peligrosas para el año 2000, pueden ser peligrosas para el año 2000 según como vayan las elecciones generales.
Señorías, ¿por qué utiliza Chunta Aragonesista este turno en contra? ¿Estamos de acuerdo con que se legisle en torno a las comunidades aragonesas del exterior? Sí, tan de acuerdo estamos que por eso presentamos una interpelación, una moción dimanante en la que pedíamos que se reformara la ley vigente. En consecuencia, con el objetivo final, señor Contín, Chunta Aragonesista está de acuerdo.
Este turno en contra no es para decir que no hay que legislar. Le diré más: si este texto, que, como usted sabe, ha sido reconvertido en proposición de ley pero que era en un principio un anteproyecto de ley, hubiera pasado de las musas al teatro, si hubiera pasado de ser anteproyecto a ser proyecto de ley en la legislatura anterior, o si ustedes hubieran seguido gobernando en la actual, Chunta Aragonesista no habría utilizado este turno en contra, Chunta Aragonesista habría utilizado el turno de fijación de posición para decir que adelante, que estábamos de acuerdo con el objetivo y que plantearíamos nuestras enmiendas para mejorar el texto.
Pero ¿por qué utilizamos este turno en contra? Porque ya sabe que, cuando no se está en forma, en deporte se dice que un defensa llegó tarde y mal al balón. Y se denota entre los analistas deportivos que menganito de tal, tal jugador, no está todavía en forma: llegó tarde y mal al balón. Pues esta proposición de ley llega tarde y mal. Llega tarde porque, como usted bien sabe -lo sabe tan bien como que participó en el debate de la moción 1/99-, hay una moción aprobada ya en la que le decimos al Gobierno, y el Gobierno ha dicho -lo que usted ha llamado ambigua fijación de posición del Gobierno con respecto a esta proposición de ley- que sí que va a cumplir, por supuesto, con ese mandato de las Cortes de que en seis meses estará aquí ese proyecto de ley. En consecuencia, llega tarde.
Pero llega mal también porque esta proposición de ley debió haber llegado como proyecto de ley. Ahora se ha reconvertido en proposición de ley y, en consecuencia, llega mal porque ustedes no están en forma. Si hubiera llegado bien, ¿sabe usted cuándo debería haber llegado? El 1 de septiembre, el 2 de septiembre... Si ustedes lo tenían ya como borrador, como anteproyecto de ley, lo podían haber presentado como proposición de ley. Y ¿sabe lo que hubiera hecho este portavoz de Chunta Aragonesista? Retirar la interpelación si se había debatido antes esta proposición de ley, que era lo que ustedes deberían haber hecho con esta proposición de ley: haberla retirado y haber readecuado, reformulado, lo que ustedes plantean aquí como enmiendas al proyecto de ley que va a venir. Y eso es lo que yo le aconsejo, señor Contín.
Para mí va a ser un placer, sin ninguna duda, participar en esa Ponencia con usted, si usted es el portavoz de su grupo, el ponente en esa Ponencia que se constituirá en estas Cortes para analizar algunas de las cuestiones que usted defiende en esta proposición de ley y que nosotros hemos defendido, porque hay aspectos en los que estamos de acuerdo. Por eso digo que me alegrará poder debatir en Ponencia, y luego en la Comisión y luego en el Pleno.
Pero esta proposición de ley llega tarde y mal. Ya le adelanto, previo a esa constitución de la Ponencia, algunos aspectos en los que Chunta Aragonesista no está de acuerdo con lo que ustedes fijan aquí. Para empezar, ¿cuál es el objetivo de una legislación?, ya sea como proyecto de ley, como proposición de ley, lo que definitivamente sea. Legislar en torno a aragoneses y aragonesas que viven fuera de nuestra tierra, ¿qué tiene como objetivo? ¿Sólo para cumplir con el artículo 8 del Estatuto hay que legislar? No, porque ustedes aclaran en la exposición de motivos que aquella ley ha quedado vieja, que hay que adecuarla, que es lo mismo que yo dije en esta tribuna el pasado 7 de octubre.
Lo que ocurre es que hay más cosas con las que cumplir, hay más objetivos que cumplir con esta ley futura. Y hay que cumplir también, y usted lo ha citado, con el artículo 6.2.b) del Estatuto, el artículo 6.2.b) del Estatuto en esa coletilla que dice que el Gobierno de Aragón propugnará medidas que hagan posible el regreso de los que viven y trabajan fuera de Aragón. Y usted ha citado hoy muy bien ese artículo, pero dígame, en esta proposición de ley, cuáles son las medidas previstas por el Gobierno de Aragón para que los aragoneses y aragonesas que viven y trabajan fuera de Aragón vuelvan. Ninguna, ya se lo digo, ninguna, no hay ni una sola medida que propugne la vuelta de aragoneses. Ésa es una falla importante que hubiera tenido el Gobierno del PP si hubiera presentado esto y que ahora tiene el Grupo Popular, que es el heredero de este texto.
En consecuencia, ése es el punto 6 aprobado en estas Cortes el pasado 7 de octubre: que adopte medidas para el desarrollo del artículo 6.2.b) del Estatuto de Autonomía de Aragón. En consecuencia, ése es un aspecto que habrá que tratar en la futura ley y para lo cual yo ya adelanto que esperaremos a ver si el proyecto de ley que remita el Gobierno contempla esto, y, si no, mi grupo presentará enmiendas para tratar de cumplir con ese objetivo.
Por lo demás, le diré que estamos de acuerdo con algunas de las cosas que plantean, con bastantes de ellas: con el deseo que ustedes plantean del reconocimiento de una serie de derechos y el establecimiento de prestaciones que corresponden al Gobierno de Aragón yo estoy de acuerdo. Únicamente -ya le adelanto-, Chunta Aragonesista irá más allá, tratará de ser más ambiciosa que lo que ustedes plantean aquí. Con el principio estamos de acuerdo, pero fíjese, fíjese qué perla tienen ustedes aquí en el artículo 9.a), el de las prestaciones precisamente.
¿Saben, señorías, lo que pretende el Grupo Popular, qué pretende, el primer derecho, la primera prestación de todas que les reconoce a los aragoneses y aragonesas de fuera de Aragón? Que reciban gratis las comunidades aragonesas el Boletín Oficial de Aragón. ¡Chapeau! Eso se hace pero no hay que ponerlo en la ley. Me parece vergonzoso que pretendamos incluir en la ley como un derecho genial de las comunidades aragonesas del exterior recibir gratuitamente el Boletín Oficial de Aragón. Eso hay que hacerlo pero de oficio, no por ley, no hace falta decir en la ley que es que se les remitirá. No, ese tipo de prestaciones, yo creo que hay que darlas por supuestas. Hay que ir a legislar sobre prestaciones más ambiciosas, porque conecto con usted y coincido en que es hora de que se reconozca a esa gente, a esos aragoneses y aragonesas que hay fuera, esos derechos, esos derechos sobre los que yo ya me refería aquí el 7 de octubre con ocasión de la interpelación al señor consejero de Cultura y Turismo. Y nosotros, desde luego, en esa línea es en la que trataremos de coincidir con todos los grupos parlamentarios.
Pero yo, señor Contín, le recomiendo que esperen ustedes a ver el proyecto de ley, y, en aquello que no contemple y que ustedes sí que estén dispuestos a defender, lo reformulen como enmiendas.
Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Gracias, señor Bernal.
En nombre del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, tiene la palabra la señora Aulló.

La señora diputada AULLÓ ALDUNATE: Muchas gracias, señor presidente.
Señoras y señores diputados.
En la sesión plenaria de los días 7 y 8 octubre de este mismo año, debatimos una moción, la número 1/99, dimanante de la interpelación también 1/99, relativa a la política en relación con las comunidades aragonesas en el exterior, formulada por el Grupo Chunta Aragonesista. En ese debate, yo misma expliqué lo que para mi grupo parlamentario, para el Partido Aragonés, suponía todo lo referente a estos aragoneses que por diferentes razones se encuentran fuera de nuestra comunidad. Allí manifesté lo que nosotros entendemos como un reto importante que en este momento tienen las casas de Aragón, que es la continuidad generacional. Allí expresé también que las casas de Aragón deben convertirse en centros culturales que sean auténticos focos de cultura de todo lo aragonés y que sean un escaparate de todo lo nuestro. Y digo todo esto para poner de manifiesto clara y rotundamente nuestro apoyo y colaboración a esos aragoneses y aragonesas que emigraron a otras comunidades españolas o a otros puntos del extranjero.
Desde que se elaboró el texto de la ley de participación de las comunidades aragonesas en 1985, en la sociedad se ha producido una gran evolución, y por ello es necesario modificar y reformar ese texto legal que a todas luces ha quedado insuficiente.
El consejero de Cultura y Turismo, señor Callizo, ya hizo patente la necesidad de esta reforma y el deseo de sacar adelante una nueva legislación que contemple fórmulas que propicien una participación y colaboración más amplia e intensa con las casas de Aragón, con todas aquellas que están dentro y fuera de España. Y así lo expresó en la anteriormente citada interpelación 1/99, instada por el Grupo Chunta Aragonesista. Decía entonces que estas comunidades aragonesas deberían ser nexos de unión con aquellas comunidades autónomas o países donde estuvieran ubicadas, convirtiéndose a su vez en agentes dinamizadores de las relaciones culturales, sociales y turísticas.
Como pueden deducir sus señorías por el tono de mi intervención, nosotros queremos una nueva ley sobre comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón, y así lo manifestamos al votar favorablemente seis de los siete puntos que contenía en su día la moción que debatíamos, que contenía, además, varias enmiendas del Partido Aragonés que fueron aceptadas, y en cuyo primer punto se instaba al Gobierno de Aragón a que en el plazo máximo de seis meses presentara en esta cámara un proyecto de ley de reforma de la Ley 7/85, de 2 de diciembre, de participación de las comunidades aragonesas asentadas fuera de su territorio.
Por tanto, señorías, no procede en absoluto la presentación de una proposición de ley sobre esta materia porque, primero, ya hace más de un mes que le habíamos pedido al Gobierno por mayoría que la presentase; segundo, porque estamos dentro del plazo de seis meses que se estableció para su presentación y, por tanto, no podemos hacer ningún reproche al Gobierno, y tercero, dado el interés que el grupo proponente manifiesta en la reforma, ¿por qué en cuatro años de legislatura no se presentó? ¿Acaso entonces era para ustedes una ley sin trascendencia, olvidada en un cajón, y ahora apremian al Gobierno por estar en la oposición? Es un tanto oportunista que expresa contradicción y, por ello, señorías, no esperen nuestro favor.
Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Gracias, señora Aulló.
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Gallizo.

La señora diputada GALLIZO LLAMAS: Presidente.
El Partido Popular presenta a estas Cortes una proposición de ley sobre las comunidades aragonesas asentadas en el exterior de Aragón. Podían haber presentado un proyecto de ley desde el Gobierno -tuvieron la oportunidad de hacerlo- para adecuar la ley a la nueva realidad pero no lo hicieron. La presentan ahora, cuando estas Cortes han aprobado por iniciativa de otro grupo, Chunta Aragonesista, y con el apoyo de todos, han aprobado -digo- instar al nuevo Gobierno a elaborar en un plazo breve un proyecto de ley, que deberá, además, contemplar determinadas cuestiones que se contenían en el texto que aprobamos.
Pero un grupo parlamentario quiere enmendar la plana a estas Cortes, enmendársela al Gobierno, y presenta su propio texto, su propia proposición de ley. Sería un abuso por mi parte juzgar las intenciones que mueven esta iniciativa -y no voy a hacerlo- pero tengo que decir que no me parece una forma razonable de actuar. Alguna responsabilidad política tiene que existir para que Aragón haya vivido un proceso de despoblamiento en el cual la emigración ha sido un elemento importante. Los miles o los cientos de miles de personas que, nacidas en esta tierra, han tenido que buscar un futuro fuera de ella son la expresión del fracaso de quienes han tenido la oportunidad, de quienes han tenido la responsabilidad de construir un territorio y de construir una sociedad en la que la gente pueda vivir y progresar.
Yo creo que no enjugaremos esa deuda, la parte que cada uno de nosotros tenga en esa deuda, pugnando por capitalizar iniciativas, sino trabajando con seriedad y con rigor, cumpliendo los acuerdos que tomamos, y no trayendo a esta cámara cuestiones fuera de tiempo y de lugar.
Nuestro grupo, como los demás, va a controlar que el Gobierno cumpla su compromiso y traiga a estas Cortes un proyecto de ley que nos permita superar la época de algunas casas regionales que han venido entendiendo la proyección de lo aragonés como algo vinculado a un trasnochado folclorismo. Muchas personas que se sienten profundamente vinculadas a su tierra identifican esa forma de presencia colectiva como una reliquia de otros tiempos cuando no como la expresión de un regionalismo reaccionario.
Tenemos que procurar que las comunidades aragonesas del exterior mantengan una relación con el Aragón real y, de forma particular, con la expresión de la cultura contemporánea que aquí se desarrolla. Tenemos que conseguir que esas personas se sientan parte integrante de lo que aquí sucede y que sean a su vez instrumentos de proyección de la presencia de Aragón en los lugares en los que viven. Pero del Aragón real, no del Aragón del cachirulo y de la jota, que eso nos ayuda más bien poco.
Desde el Grupo Socialista, vamos a defender que en este tema y en otros Aragón entre en la modernidad y lo haga desde ciertos valores, valores que hagan compatible el respeto a la identidad, a la historia a la que uno se siente vinculado, a la música, a los paisajes, que hagan compatible el respeto a todo eso con la construcción de una sociedad multicultural y cosmopolita, respetuosa con lo diferente y amante de la diversidad. Ésa es la mejor medicina contra el integrismo y la intolerancia.
Vamos a votar negativamente a la toma en consideración de esta proposición. Y no se preocupe el Partido Popular, que este Gobierno cumplirá su compromiso y traerá en tiempo y forma el proyecto de ley al que se ha comprometido a esta cámara.
Y a mí me gustará tanto o más que eso que también en esta legislatura fuéramos capaces de adoptar medidas legislativas sociales y políticas para acoger con dignidad a quienes, procedentes de otras comunidades o de otros países, viven entre nosotros, y por hacer de Aragón un territorio que progrese con todos y que ayude a todos a progresar; una tierra de la que nadie se tenga que ir contra su voluntad, sea cual sea el lugar en el que esa persona haya nacido. Y espero que para esas propuestas contemos con el mismo interés, la misma disposición y la misma urgencia por parte de todos los grupos.
En el tiempo en el que vamos a vivir en el siglo XXI, que será sin duda un tiempo de mestizaje, de multiculturalidad y de diversidad, espero que caminemos en una dirección que nos lleve a que el respeto de los derechos de todas las personas se completen -al menos yo lo espero así- en este caso con el reconocimiento de los derechos políticos a las personas que tienen su vida y su trabajo en un territorio, independientemente de donde hayan nacido. Y espero que, más pronto que tarde, todos lo vayamos aceptando así porque creo que llegará un día en el que todos así lo aceptaremos.
Y quiero acabar señalando que me ha sorprendido que desde el Partido Popular se estén replanteando la demanda de voto para quienes no están censados en Aragón o que se manifiesten al menos dispuestos a abrir su posición en este sentido. Yo no sé si es heterodoxia o si es ortodoxia, pero yo ya lo dije en el debate anterior, creo que lo democrático, lo progresista es que la gente vote allí donde su voto condiciona la política que se hace y la política que le afecta. Porque votar es un acto de ciudadanía, un acto de participación, no algo simbólico ni algo identitario. Yo así lo entiendo, mi grupo así lo entiende, pero, en cualquier caso, ése es otro debate que ya haremos otro día.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Gallizo.
Vamos a proceder... ¿señor Contín?

El señor diputado CONTÍN PELLICER [desde el escaño]: Explicación de voto. [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Sí, el señor Contín me pide que luego quiere hacer explicación de voto. De acuerdo.
Primero vamos a proceder a la votación.

El señor diputado CONTÍN PELLICER [desde el escaño]: Disculpe, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Señorías, procedemos a la votación de la toma en consideración de la proposición de ley relativa a comunidades aragonesas asentadas fuera de Aragón, que ha sido presentada y defendida por el Grupo Parlamentario Popular.
¿Votos a favor de esta iniciativa? ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? El resultado es veintiocho votos a favor, treinta y nueve votos en contra y ninguna abstención.
Procede ahora el turno de explicación de voto para los portavoces que quieren hacer uso de él.
En primer lugar, Grupo Mixto (Izquierda Unida).

El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señor presidente.
Con brevedad, para explicar la posición de Izquierda Unida en este debate.
Yo creo que una intervención podría ser relativamente sencilla diciendo que nos remitimos a lo que aprobó la cámara, es decir, nos remitimos al encargo que hicimos estas Cortes de Aragón al Gobierno de Aragón para que presente un proyecto de ley en relación con esta materia. Dicho lo cual, podríamos ya callarnos porque, en ese sentido, sería incoherente votar hoy la toma en consideración en relación con una cosa que ya habíamos votado en la propia cámara con anterioridad.
Pero sí quiero dejar reflejada en mi intervención la preocupación que yo también siento por la intervención que ha efectuado el señor Contín cuando ha presentado esta proposición de ley. Ha ido más allá de lo que dice la proposición de ley su intervención personal -ha dicho él-, pero, claro, cuando uno sube a esta tribuna representa a grupos parlamentarios, no se representa a uno mismo. Yo, por lo menos, nunca he considerado que hablo a título individual, sino que hablo en nombre del Grupo Parlamentario Izquierda Unida. Por lo tanto, entiendo que los elementos que usted ha vertido en esta tribuna y esas consideraciones de que cuando uno está en otra tierra debe considerarse siempre como ciudadano de la que ha abandonado son reflexiones de un hondo calado y que merecen un profundo debate y que, desde luego, siembran incertidumbres y siembran, en relación con la posición de su grupo parlamentario, incoherencias con respecto a lo que ustedes han manifestado con anterioridad.
Por lo tanto, creo que su intervención ha contribuido a ensombrecer todavía más la posición política en relación con el tema de las comunidades aragonesas que debatíamos.
No obstante, yo daré dos pinceladas de por qué, independientemente de la forma, no me gusta el contenido, no me gusta el fondo de la proposición que hoy hemos debatido y, por eso, nuestro grupo ha votado en contra.
Hemos votado en contra porque se habla de esas entidades asociativas, de esas comunidades aragonesas, y dice que se entenderá la consideración de miembros de esas comunidades aragonesas a, por supuesto, los aragoneses residentes fuera de Aragón -dice-, pero luego dice en el apartado b, nada menos, en un tono rancio que ya no recordaba más que de viejos tiempos, «las personas que por cualquier otra circunstancia se sientan vinculadas a Aragón -dice-, su cultura y su destino e identidad como pueblo». Eso del destino universal era patrimonio de mejores tiempos. Yo creo que ustedes vuelven a una literatura muy vieja, eso del destino universal es una cosa un poco ya obsoleta, de verdad, ábranse a nuevos tiempos, que no corren ya esos tiempos del pasado en los cuales la identidad territorial prácticamente se llevaba escrita e impresa indeleblemente en la frente. Yo creo que eso ya ha cambiado.
Y luego también, en la propia proposición de ley, hay una vaguedad y unas ciertas incoherencias incluso en cuanto a las prestaciones que ustedes plantean que estas comunidades aragonesas ofrezcan. Hablan de que participen en programas, misiones, delegaciones y otro tipo de iniciativas organizadas por el Gobierno de Aragón. No sabemos muy bien qué querrá decir esto. Son embajadas, embajadas del Gobierno de Aragón, entidades que pueden ser de muy distinto tipo, que pueden coexistir muchos tipos de comunidades aragonesas en la misma comunidad autónoma. Por lo tanto, qué tipo de programas, misiones y delegaciones. Yo creo que eso es demasiado inconcreto.
Igualmente, la firma del convenio de colaboración para prestar ciertos servicios o ejercer representaciones que le sean delegadas. Bueno, yo no sé muy bien qué es lo que quieren decir con esto.
En todo caso, yo creo que la proposición de ley tiene no sólo contenidos negativos en la exposición de su representante, el representante del Grupo Popular -que así lo entiendo yo, no personal, sino representante del Grupo Popular-, abre el debate, efectivamente, de sentirse ciudadano políticamente no en función de la comunidad donde uno está adscrito administrativa y políticamente, sino en función de la comunidad de origen, y eso es reabrir un debate que desde nuestro punto de vista no es oportuno y va en contra -yo creo- de lo que desde la Constitución y los estatutos de autonomía se ha previsto en esta materia. Y, por lo tanto, creo que es oportuno rechazar hoy esta proposición de ley y esperar a que el Gobierno remita -espero- un texto más afortunado que por lo menos sirva de debate y sirva de plataforma para que presentemos las enmiendas oportunas los distintos grupos parlamentarios.
Nada más. Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lacasa.
Por el Grupo Chunta Aragonesista, el señor Bernal tiene la palabra.

El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señorías.
Querría aclarar en nombre de Chunta Aragonesista que nosotros, señor Contín, no hemos votado «no» porque estemos en desacuerdo con esa cuestión que usted ha planteado y de la que yo me alegro, porque lo progresista, en contra de lo que alguien dice, no es que se obligue a alguien a votar en un sitio, lo progresista es que se le pueda dejar la oportunidad de elegir, eso es lo progresista.
Tampoco hemos votado «no» en contra de esta proposición de ley porque ustedes se refieren a la identidad aragonesa como pueblo. Señor Lacasa, la identidad aragonesa no es resquicio de nada ni memoria de otras cosas. A nosotros nos parece muy bien que ustedes incluyan ese texto, y, si no figura en el proyecto de ley, yo les animo a que lo incluyan como enmienda.
Nosotros hemos votado que no, señorías, fundamentalmente por una razón, y lo vuelvo a decir otra vez: hemos votado que no para evitar el bochorno que podría ocurrir en esta cámara. La situación marxiana, marxiana de los hermanos Marx, con la que nos podríamos encontrar. ¿Se imaginan, señorías, que se constituyera una ponencia para esta proposición de ley y luego llega el proyecto de ley del Gobierno y creamos otra ponencia para hacer otra ley sobre la misma cuestión? ¿Se imaginan ustedes el hazmerreír de esta cámara?
Yo creo que un mínimo de responsabilidad exige que ustedes, señor Contín, hubieran retirado esta proposición de ley. Pero, puesto que ustedes no la han retirado, aunque nosotros estemos de acuerdo con algunas de las cuestiones que se plantean, con algunas... Por ejemplo, no he dicho antes que sí se han olvidado de una de las cosas que la moción sí que planteaba y que está aprobada: que no sólo hay que dar derechos a las colectividades como tales, sino también a las personas individuales que no estén asociadas y que voluntariamente quieran acogerse a ellos. Eso se dice en la moción aprobada en esta cámara el 7 de octubre.
En consecuencia, hay algunas cuestiones que, desde luego, creemos que, si hubieran venido como proyecto de ley, deberían haber sido mejoradas. Pero es que en la cuestión procedimental de la tramitación de la futura ley en esta cámara, ya sea como proyecto de ley que tiene que remitir el Gobierno, ya fuera como proposición de ley presentada por uno de los grupos de la oposición, habría sido la risa que hubiéramos llegado a constituir dos ponencias, la risa, pero la risa que se hubiera oído hasta en el Pacífico, que también hay aragoneses en el Pacífico, por cierto, y aragonesas.
En consecuencia, ése es el motivo por el que hemos votado «no». Le reitero el consejo que me atrevo a darle, señor Contín: reformulen -que ahora, con el ordenador, es muy fácil- estas propuestas, algunas de las que tengan, y que no vengan -si no vienen- contempladas en el proyecto del Gobierno, que a lo mejor sí que vienen contempladas. Si hay alguna que no viene contemplada, reformúlenla como enmiendas y en la ponencia nos veremos.
Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Bernal.
Por el Grupo del Partido Aragonés, señora Aulló.

La señora diputada AULLÓ ALDUNATE [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.
Simplemente, sin entrar en el fondo del asunto, porque es una ley que no vamos a debatir y, por lo tanto, no voy a entrar en el fondo del asunto, decir que, efectivamente, está solicitado al Gobierno hace más de un mes que traiga una ley al parlamento para debatirla, y, además, estamos dentro del plazo de los seis meses. Realmente, es una incongruencia, y lo acaba de decir el diputado Bernal, que lleguemos a constituir dos ponencias.
Por lo tanto, lógicamente, esta presentación tenía que decaer. Y, coherentemente, hemos votado en contra de ella por ese motivo.
Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.
Grupo Socialista, señora Gallizo.

La señora diputada GALLIZO LLAMAS [desde el escaño]: También brevemente, para explicar que hemos votado en contra en coherencia con lo que hemos expuesto.
Yo, en cualquier caso, tampoco voy a polemizar sobre lo que es o no progresista. Sí que, en nombre de mi grupo, he expresado una opinión, una posición que tiene que ver con cómo concebimos la democracia y la participación. Yo creo que será no sólo interesante, sino enriquecedor, que debatamos en esta cámara, cuando tengamos la oportunidad de discutir ese proyecto de ley u otros, sobre estos temas, que son cuestiones profundas que afectan a nuestra forma de entender la convivencia y de entender la democracia y que van mucho más allá de las etiquetas o los adjetivos que nos vayamos adjudicando unos a otros.
Creo que tendremos la oportunidad de discutir sobre estas cosas y que será sin ninguna duda un debate enriquecedor.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.
Por el Grupo Popular, el señor Contín tiene la palabra.

El señor diputado CONTÍN PELLICER: Gracias, señor presidente. Señorías.
Parece que la divina progresía tiene especial interés en fijar el marco en el que podemos desenvolvernos los que no pacemos en su prado. Nosotros podremos tener todas las ideas que nos dé la gana con absoluta libertad, y, por favor, los progresistas no nos coarten en este derecho que nosotros tenemos. Podré ser más o menos carca pero sí que le garantizo que soy heterodoxo.
Y, señor Bernal, al hablar del derecho a voto me he referido a la posibilidad abierta en el futuro, sin ningún tipo de compromiso inmediato, y lo concretaba justamente en la eliminación -para evitar sus maximalismos, incluso mis maximalismos, si soy tan heterodoxo como me juzgan-, en el momento de elaborar la ley, del punto que coarta esto pero sin poner nada en sentido contrario. Ustedes no votan la proposición porque es nuestra, está claro.
Señora Aulló, quiero recordarle que el PP era Gobierno con el PAR, con ustedes, y, entonces, el «ustedes» es el «nosotros» según el momento en que se vea la cuestión. Tenga eso siempre en cuenta y que este proyecto se presentó en diciembre del noventa y ocho, cuando ustedes estaban en el Gobierno de Aragón. Y no quiero recordarle la proposición de ley presentada por el PAR en la anterior legislatura sobre el Inem.
El PSOE, señora Gallizo, con todo cariño le diré que tiene obsesión con lo reaccionario y con la progresión, cuando gran parte de su ideología está anclada en el pasado y, además, en un pasado más bien escaldado. Usted puede renegar del cachirulo porque es mujer y las mujeres, habitualmente, no lo llevan -ahora se ha puesto de moda llevarlo al cuello-, pero yo no reniego en ningún momento ni del cachirulo ni de la jota.
Al señor Bernal, de Chunta Aragonesista, le diría que no niegue el derecho al futuro. Con los ordenadores, sepa Dios las maravillas que tendremos y si ese voto por el que tanto aspira Chunta Aragonesista será posible en el día de mañana simplemente apretando un botón.
La definición de los pueblos es más bien de Ortega, no busque otras cosas, en las que tampoco a mí me importa hurgar en absoluto. Pero tenga en cuenta también que las misiones de las que habla este proyecto de ley no son misiones de propaganda fides. Éste es un proyecto de ley del Gobierno del PP-PAR que existía anteriormente. Se pensó que el Gobierno que iba a surgir de las elecciones del mes de junio iba a ir en consonancia con lo que manifestaba el sentir popular y en ningún caso con las matemáticas de Fouché ni con las ambiciones de Mirabeau. Por cierto, les recomiendo que relean el Mirabeau de Ortega, Mirabeau o El político y que se limiten a sonreír, porque las carcajadas pueden llegar hasta la próxima comunidad autónoma.
Esta ley debía ser aprobada con los mismos argumentos y, por lo menos, los mismos votos con que lo hubiera sido hace seis meses. Cuestiones de oportunismo político se lo han impedido a unos diputados; en otros han sido razones de forma más que de fondo, según se ha visto. Ayer por la mañana decía el señor Bernal -y dije que se lo recordaría-, a quien, por otra parte, comprendo en algunas de las manifestaciones que aquí ha hecho, que lo que abunda no daña. Se lo recordaremos cuando llegue el criterio, por llamarlo de alguna forma, que anuncia el Gobierno, y veremos las diferencias que el nuevo proyecto tiene con éste.
Por puro partidismo, el Grupo PSOE e IU votan de la forma que lo han hecho con sus compañeros de viaje. Ayer anunciaban constituir una chaparra o carrasca todos juntos contra el Partido Popular. Ya lo hacen, ya lo llevan haciendo, están entrenados para ello. Recuerdo las recomendaciones de onanismo político que nos daba ayer el señor Piazuelo, que en este momento no se encuentra. El Partido Popular prefiere la continencia al onanismo político [Risas.] Pero recuerden que, como dicen los franceses, los amantes tienen que utilizar cuartos de baño distintos para ocultar vergüenzas, en este caso del frente chaparrero, que parece, más que una alcoba de amantes [risas], el camarote de los hermanos Marx, que citaba también anteriormente otro portavoz. Les recomiendo que, además, no compartan cama más que para los momentos imprescindibles, que les deseo que sean inolvidables.
Muchas gracias. [Risas.]

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