Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - De Consejeros de la DGA - Ante el Pleno

Comparecencia del consejero de Sanidad para informar detalladamente sobre la política del Gobierno de Aragón en materia de externalización de servicios sanitarios.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 011 de Plenos (IX Legislatura)
Intervinienen: Susín Gabarre, María Del Carmen - Celaya Pérez, Sebastián - Luquin Cabello, Ana Patricia - Juste Aznar, José Luis - Zapater Vera, Berta - Cabrera Gil, Itxaso - Moratinos Gracia, Olvido

El señor PRESIDENTE: Pasaríamos al siguiente punto: comparecencia del consejero de Sanidad, a solicitud de los veintiún diputados del Grupo Parlamentario Popular, para informar detalladamente sobre la política del Gobierno de Aragón en materia de externalización de servicios sanitarios.

Señora portavoz del Grupo Parlamentario Popular.

Comparecencia del consejero de Sanidad para informar detalladamente sobre la política del Gobierno de Aragón en materia de externalización de servicios sanitarios.

La señora diputada SUSÍN GABARRE: Gracias, presidente.

Ahora vamos a hablar, señora Pérez, de lo que ha sido honestidad y ética en los planteamientos y también sobreactuación del Partido Socialista en la oposición.

Hemos presentado, señor Celaya, esta petición de comparecencia en materia de externalización de servicios sanitarios porque, señor consejero, hasta el momento hemos oído ya comparecer en varias ocasiones a usted mismo y al director general de planificación, pero no hemos oído —siento decirlo— objetivos claros de hacia dónde queremos ir. No hemos oído nada sobre planificación en materia de infraestructuras, salvo cuando usted dijo que no hacía falta nada nuevo porque ya había infraestructuras suficientes; no hemos oído nada sobre planificación en materia de recursos humanos —solamente cuando usted la semana pasada le traicionó el subconsciente y dijo que los planteamientos de recursos humanos pasan por la obligación de convocar concursos de traslados y oposiciones porque así lo había firmado el gobierno anterior y le obligaban los sindicatos—; no hemos oído nada en materia de planificación de recursos tecnológicos, etcétera. Y todo ello está vinculado a la planificación sobre la asistencia sanitaria que prestamos a los aragoneses y que debemos prestar con garantías de calidad y de equidad, como ustedes repiten como un mantra.

Preparando esta comparecencia, yo he hecho un poco de memoria histórica y he recordado que en los presupuestos del 2011, los últimos que aprobaron y gestionaron ustedes —un partido de izquierdas, se llaman— había treinta y cuatro millones en convenios de externalización de servicios de la Dirección General de Planificación; había noventa millones de euros en externalizaciones del Servicio Aragonés de Salud, y nueve millones no presupuestados para externalizaciones en intervenciones quirúrgicas en vísperas de elecciones.

Y he recordado que la pasada legislatura el Partido Socialista, Izquierda Unida y Chunta Aragonesista en este parlamento repetían también como un mantra que el Partido Popular estaba privatizando la sanidad aragonesa. Sí, señora Luquin.

Y he repasado cada una de sus intervenciones. Las suyas también, señora Luquin. Y no he conseguido encontrar ni un solo nuevo contrato o diferente a los ya existentes en 2011 en los que pudieran basar sus acusaciones. Ni un ejemplo dieron. Salvo las mentiras y amenazas sobre la privatización del Hospital de Alcañiz. Hospital que, por cierto, señora Luquin, hace días que no le oigo reivindicar.

Eso sí, me he leído a mí misma repitiendo que todo eso entre 2011 y 2015 denominaban privatización eran los mismos, los mismos contratos que hasta 2011 calificaban como externalización, y que ahora parece que se llaman «convenios con entidades sin ánimo de lucro». ¡Qué ironía! ¡Cómo cambia el lenguaje según quien gobierna!

Si sigo haciendo memoria y leyendo diarios de sesiones me encontró con el señor Sada cuando en esta misma tribuna afirmaba: «Nuestro grupo ha estado, está y estará, para que no les quepa ninguna duda, a favor de la colaboración público-privada. Pero no lo llamaremos amor cuando quieren decir sexo», decía el señor Sada. «No es lo mismo —escúchese, escúchese— la colaboración público privada con varias cuestiones y varios parámetros. Primero, desde luego, tiene que ser para servicios no sanitarios. Primera cuestión. O bien para dar flexibilidad al sistema, para asumir aquellas cuestiones que el sistema no puede asumir en un momento determinado: listas de espera —esa es una cuestión— o algunas pruebas complementarias».

Pues bien, puesto que hoy el señor Lambán es presidente de esta comunidad autónoma, con el apoyo de Izquierda Unida, Chunta Aragonesista y Podemos, y que todos ellos han hecho bandera de la sanidad como un sistema totalmente público, yo tenía claro que todos ustedes habían decidido, como así firmaron en el dichoso catálogo, que lo llama el señor Lambán, o en el acuerdo de gobierno con CHA, con Chunta Aragonesista, que iban a revertir todos esos, no sé si llamarlos, servicios externalizados o privatizados.

Pero para ello, señor Celaya, hacen falta planteamientos claros en materia de infraestructuras, de recursos humanos, tecnológicos, medios económicos, puesto que la mayor parte de esos servicios externalizados o privatizados son de carácter asistencial, son de carácter asistencial —repito—: salud mental, atención bucodental, pruebas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas, transporte urgente y no urgente, hemodiálisis, interrupción voluntaria del embarazo... ¿Sigo, señor Sada? ¿Son o no son, señorías, servicios asistenciales?

Vaya por delante que este grupo parlamentario ha estado siempre y estará a favor de que se utilicen todos los recursos, todos los que tiene la comunidad autónoma, de carácter público y de carácter privado, para prestar una asistencia sanitaria universal, gratuita y de calidad a todos los aragoneses.

Así que plantearé, le plantearé, señor Celaya, algunas preguntas que me gustaría que nos respondiera, no a mí, a todos los grupos parlamentarios y a todos los aragoneses que, durante este año, les hemos oído y visto manifestarse en contra de la privatización de la sanidad o, más bien, como les gusta llamarlo a ustedes cuando gobiernan, la externalización de servicios sanitarios asistenciales. Le recuerdo, señor consejero: asistenciales.

¿Tiene previsto el Gobierno de Aragón revertir al Servicio Aragonés de Salud todos los convenios y contratos de carácter asistencial externalizados con entidades sin ánimo de lucro y con empresas privadas que vienen prestando su servicio desde casi el traspaso de competencias en el año 2000?

¿Han analizado la inversión en materias de infraestructuras, medios tecnológicos, materiales humanos y económicos, necesaria para revertir los servicios asistenciales externalizados?

¿Han analizado y cuantificado la repercusión económica y laboral de dicha reversión en la economía aragonesa?

¿Hay algún plan serio para revertir los servicios, o van a continuar renovando uno por uno todos los concursos y contratos que ustedes ya externalizaron durante los once años que gestionaron la sanidad pública aragonesa?

¿Hay alguna intención firme de sustituir esos servicios prestados de forma privada con carácter público? O ¿todo ha sido, es y será postureo para justificar esa vocación pública de la que ustedes hacen gala de palabra y omisión de facto?

Espero, señor Celaya, para tranquilidad de todos, de todos, de quienes vienen prestando los servicios, de los ciudadanos y de los grupos y plataformas, incluido el suyo, que reivindican la reversión de servicios, sus respuestas.

Nosotros queremos, también, conocer el campo de juego.

Nada más y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

Señor consejero, tiene la palabra.

Por favor, señor consejero, tiene la palabra.

El señor consejero de Sanidad (CELAYA PÉREZ): Muchas gracias, señor presidente.

Señoras y señores diputados, en primer lugar quiero agradecer a la señora Susín su interés por la sanidad de esta comunidad autónoma.

Sé que su principal preocupación, como la de muchos de nosotros, es mantener la calidad de la atención sanitaria que damos a los ciudadanos. Le confieso que a mí también me preocupa, como máximo responsable del departamento de salud.

Me preocupan, enormemente, los servicios que prestamos y la calidad de los mismos y por ello es mi intención primordial que sus señorías, como representantes del pueblo, puedan hacerse una idea certera de lo que realmente supone asegurar la asistencia sanitaria en todo el territorio, bajo los principios de equidad, participación y sostenibilidad.

Por eso, este departamento se ha pronunciado, en numerosas ocasiones, sobre este particular, e insistiré todas las veces que sea preciso: el gobierno tiene perfectamente interiorizado el carácter público de la atención sanitaria que presta el Salud y la voluntad de que la provisión sanitaria se lleve a cabo, preferentemente, por medios públicos.

La prestación de los servicios clínicos, desde la promulgación de la Ley General de Sanidad, en el año 1986, contempla la posible participación del sector privado, pone unas condiciones que deben ser que estén homologados a los exigibles a los centros del sector público y, en todo caso, la prestación de servicios por proveedores privados es subsidiaria, es un suplemento, no sustituye la prestación de los proveedores públicos.

En este sentido, la Ley 2002 de Salud de Aragón establece que el Servicio Aragonés de Salud, organismo autónomo de naturaleza administrativa adscrito al Departamento de Salud, tiene como función principal la provisión, gestión y administración de la asistencia sanitaria en la comunidad autónoma, y la ley menciona expresamente: «con el uso preferente de los recursos sanitarios públicos en la provisión de los servicios».

En esta línea, el programa electoral del Partido Socialista, en mayo, decía literalmente: «Mantendremos un riguroso control de las concertaciones con la privada y estas serán, preferentemente, con entidades sin ánimo de lucro».

Pero le diré más. En nuestro programa electoral para las próximas elecciones generales, el Partido Socialista apuesta por reforzar la gestión pública del sistema, y para ello se compromete a mantener la titularidad pública de los hospitales y centros de salud y de los servicios sanitarios y clínicos que se prestan en los mismos, sin perjuicio de que el sector privado pueda desarrollar un rol suplementario, sometido a criterios de complementariedad, transparencia, exigencia estricta de garantía de calidad y control, así como un control y una evaluación pública periódica, dando prioridad a entidades privadas sin ánimo de lucro.

En la actualidad, en nuestra comunidad autónoma, se dan principalmente estos convenios a tres niveles. En primer lugar, como usted ha nombrado, señora Susín, la prestación de servicios de cuidados en problemas de salud mental. En el caso particular de la atención a estos pacientes, se ha demostrado que la atención de proximidad tiene un efecto muy positivo sobre la evolución de estos pacientes.

Estos servicios son centros de día, pisos tutelados, centros de inserción laboral, cuidados en unidades de larga estancia, etcétera.

El tercer sector dedicado a la enfermedad mental, constituido por entidades sin ánimo de lucro en Aragón, es uno de los pioneros y más prestigiosos en el país. A este respecto, la posición del gobierno es que los servicios de salud mental prestados por el tercer sector en Aragón, continúen desempeñando esta labor complementaria a la atención clínica, haciendo especial hincapié en el papel fundamental que juegan las entidades con carácter social en el desarrollo y el progreso de estos pacientes.

En segundo lugar, la concertación de pruebas diagnósticas de imagen. La evolución tecnológica, junto a la mayor demanda de pruebas de imagen por parte de los especialistas, especialmente en lo que es ecografía, TAC y resonancia, así como la incorporación de nuevas tecnologías como el PET-TAC, son inversiones muy costosas en sus inicios y difícilmente son abordables para las inversiones a nuestro alcance en estos momentos de crisis. Por ello, pese al incremento de los recursos asistenciales del sistema, en muchos momentos, y especialmente en centros periféricos, no es posible dar una adecuada respuesta a la demanda. En este sentido, el papel suplementario de la iniciativa privada resulta necesario para evitar el cuello de botella en las pruebas diagnósticas.

Por otro lado, la falta de especialistas en radiología agrava el problema, al no contar con un número suficiente de especialistas para interpretar las pruebas que realizan los técnicos de imagen.

Por ello, la postura del gobierno en este campo es ir, progresivamente, aumentando la capacidad de resolución con incorporación de tecnología, tanto en atención primaria —me refiero fundamentalmente a la ecográfica, que queremos que se empiece a utilizar—, como en especializada, con la adquisición de un PET-TAC en el próximo año.

Paralelamente, pretendemos desarrollar un sistema de anillo digital en red que permita, desde un centro de lectura e interpretación, hacer informes de aquellas pruebas que los técnicos realizan en la periferia.

Esperamos que se pueda incrementar la contratación de especialistas en radiología cuando la disponibilidad de estos especialistas sea posible.

El tercer punto son las derivaciones de intervenciones quirúrgicas a centros privados concertados. La garantía que el Salud ha establecido de cumplir con los plazos de demora, hace necesario, en estos momentos, mantener la derivación de procedimientos quirúrgicos a clínicas privadas. La intención del departamento es ir disminuyendo progresivamente esta derivación si mejoramos el control de las listas de espera con medios propios.

Otras actividades concertadas. Ha nombrado usted los servicios de hemodiálisis. Efectivamente, a nadie se le escapa que el aumento de los pacientes con fracaso renal y la mayor supervivencia hacen que cada día sea más la demanda de este servicio. Hay lugares que están alejados y que para evitar los desplazamientos de los pacientes que se tienen que realizar tres veces a la semana durante toda su vida han llevado en Alcañiz, por ejemplo, hace unos años a crear una unidad concertada de hemodiálisis que evita que los pacientes tengan que desplazarse.

También hay que destacar en este sentido la labor que desarrolla el Hospital San Juan de Dios, entidad sin ánimo de lucro, que, por cierto, ha recibido el Premio Príncipe de Asturias este año por su labor en la atención a estos pacientes. Este hospital sigue colaborando en la atención a pacientes crónicos descompensados, rehabilitación, así como en la zona de Alcañiz también la importante faceta de los cuidados paliativos, y es nuestra intención seguir manteniendo, porque nos parece que es una entidad que colabora estrechamente en la asistencia sanitaria de los ciudadanos.

Por último, debo referirme a algunos servicios no clínicos o auxiliares, como ha citado usted (limpieza, transporte sanitario...), que no son una actividad interna del sistema de salud, y el sistema ha considerado —no solo aquí sino en casi todas las autonomías— que su función es proteger, mejorar la rehabilitación de la salud, y que estos servicios que no son directamente sanitarios pueden ser realizados por el sector.

A este respecto me gustaría resaltar que no debe confundirse un debate sobre la pertinencia de que los servicios no clínicos continúen prestándose por el sector privado con el debate sobre las condiciones laborales que aquellos trabajadores que forman parte de estas contratas tienen. Es un compromiso de este gobierno —ya se ha explicado en otras ocasiones— la inclusión de cláusulas que aseguren unas condiciones laborales dignas del personal en los pliegos de contratación, pues constituye una obligación de la Administración la defensa y protección de los derechos de estos trabajadores. Además, pretendemos desde el gobierno que se premie a aquellas empresas con programas claros de responsabilidad social corporativa, y especialmente a aquellas entidades que apuestan por la inserción de colectivos con discapacidades o más desfavorecidos.

Si hacemos mención al Hospital de Alcañiz, cuando hablamos de modelos de prestación de servicios, tipo concesiones administrativas o de obra, debemos ser coherentes con el conocimiento que tenemos de sus efectos sobre la salud y sobre el coste de los servicios. Por ejemplo, sobre concesión de obra a cambio de gestión se pueden argumentar cuestiones ideológicas (la preferencia por el beneficio social neto frente al beneficio industrial de una compañía), de tipo instrumental (en la concesión tengo un hospital nuevo en menos tiempo y no computa ni en déficit ni en deuda) y cuestiones técnicas (la opción acaba suponiendo mayor gasto, como ya hemos explicado con el Hospital de Alcañiz, que construyendo y gestionando el mismo con medios propios).

La posición del gobierno es clara a este respecto: no estamos de acuerdo con este modelo y por eso paralizamos, de acuerdo con nuestro programa electoral, la construcción pública-privada del Hospital de Alcañiz.

En definitiva, y concluyo esta primera parte de la intervención, no se harán concesiones administrativas para la gestión de áreas de salud ni construcción de hospitales; lo hemos demostrado con el Hospital de Alcañiz. En cuanto a acuerdos y contratos con empresas, deberán tener un marco de garantías, unas condiciones establecidas y una calidad igual o mejor a las que presta la propia administración. Los conciertos y la colaboración con entidades preferentemente sin ánimo de lucro se harán siempre a favor de los derechos de los usuarios, generalmente para asegurar la prestación de servicios que no tenemos y la atención a tiempo. Y, por último, es la intención de este gobierno ir asumiendo de forma progresiva aquellas actividades que en este momento son prestadas por entidades privadas por falta de recursos propios.

Muchas gracias.

[Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.

Señora diputada, tiene la palabra.

La señora diputada SUSÍN GABARRE: Esta última coletilla le ha quedado muy bien, señor consejero, para cumplir con el dichoso catálogo, pero no lo hicieron en doce años y dudo mucho que lo vayan a hacer ahora.

En definitiva, nada nuevo bajo el sol y vamos a continuar con esa estructura que establecieron durante doce años de gobierno. No había que ser muy hábil para ver que todo iba a seguir igual, que, más allá de discursos vacíos, de dogmas de la izquierda, no había nada, ninguna intención de revertir los contratos ni los convenios de asistencia sanitaria que se prestan por entidades y empresas privadas, pero con carácter público. Todo eso que ustedes durante cuatro años dijeron que era privatizar, todo eso es lo que acaba de salir usted aquí a justificar y a contarnos qué iba a hacer; o sea, vamos a seguir igual. Por eso le decía yo: «no hemos oído ni un solo plan de futuro».

Respecto a su programa de las generales, señor Celaya, cuénteselo, por favor, a la señora Díaz, porque creo usted sabe tan bien como yo que todos los hospitales de Andalucía son de carácter privado, que los haga de carácter público. Que los nacionalice: ahora que gobierna con Podemos lo tendrá fácil.

En tres meses han esquivado el debate que hoy hemos planteado porque este debate ahora ya no les interesa para hacer política. Es mejor evitar ese debate, no sea que nos vaya a crear problemas con los socios, y de ahí su coletilla. Eso sí, a los socios parece que también se les ha olvidado ya la reivindicación más allá de los mensajes electoralistas.

Como yo le decía antes, lo que antes era privatización ahora solo son convenios y contratos para garantizar los tiempos de respuesta, y, ni aun así, señor Celaya, ni aun así son capaces de garantizarlos. Mientras ustedes estudian, las listas de espera siguen creciendo de forma alarmante. Lo que va a necesitar usted es incrementar el presupuesto de externalización de operaciones quirúrgicas, para poder dar respuesta al atasco que tienen ahora mismo en las listas de espera. Por cierto, no todos esos servicios de los que usted habla son complementarios. Desde luego, la interrupción voluntaria del embarazo, que en esta comunidad autónoma se realiza solo por clínicas privadas no es un servicio complementario.

Mientras, tampoco parece que se ponen de acuerdo usted y el señor García Encabo sobre si va a haber o no va a haber planes de choque —yo ya le digo que no nos va a quedar más remedio—, y, mientras, seguimos prorrogando la externalización de intervenciones quirúrgicas, también de pruebas diagnósticas, y, mientras, vamos esperando, señor Celaya, a ver si se van jubilando esos veintidós trabajadores del Salud en la Fundación Agustín Serrate para ir amortizando plazas y solucionar el problema y firmar un nuevo contrato —eso lo dijo usted, no yo—. Y, si hubiera habido alguna intención cierta, habrían, como le decía, planteado ustedes algún plan serio de infraestructuras de recursos humanos.

Ni siquiera saben hacia dónde quieren llevar la sanidad aragonesa. No saben si el Salud va a ser un instrumento solo de gestión, mientras la Dirección General de Planificación gestiona la parte asistencial; no saben cómo van a solucionar los problemas de recursos humanos más allá de lo que impongan los sindicatos, como para planificar la reversión de determinados servicios asistenciales con garantías en tiempo y equidad territorial.

La verdad es que, por una parte, me quedo tranquila, puesto que ya se han quitado la careta, han quedado en evidencia los cuatro años de demagogia. Fíjese que la semana pasada, después de oírle decir que han tenido que hacerse recortes debido a la crisis económica, tuve que ir a la hemeroteca a asegurarme si el que se manifestaba en la puerta del Clínico en contra de los recortes y de la privatización de la sanidad era usted, señor Celaya.

Pero, por otra parte, mi intranquilidad aumenta, porque cada vez es más evidente que no saben ustedes hacia dónde van. No tienen ideas, no tienen estrategias para consolidar la sanidad aragonesa. Si estos primeros meses, que deben ser los de la planificación, lo que vemos son anuncios vacíos, polémicas interesadas, compromisos y pasos atrás, cargos públicos de su partido actuando de pirómanos y de bomberos, descoordinación entre los más altos responsables de la sanidad aragonesa, puñetazos encima de la mesa, parches que solucionan un problema y crean otros más graves, hospitales paralizados —porque, claro, señor Celaya, sí, sí, lo han paralizado, pero lo han paralizado definitivamente el de Teruel y el de Alcañiz—..., vemos nombramientos fallidos por imputaciones, etcétera, etcétera, etcétera. En definitiva, señor Celaya, parálisis y, lo que ya no sé si es más grave o menos, la falta de ideas y objetivos y la falta de gestión [corte automático del sonido]...

Nada más y muchas gracias.

[Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora diputada.

Señor consejero, tiene la palabra.

El señor consejero de Sanidad (CELAYA PÉREZ): Bueno.

Señor presidente.

Señora Susín, me preocupa que dice usted que está tranquila porque no sabemos adónde vamos. Yo estaría preocupado si fuera usted y fuera así. A lo mejor es que su tranquilidad viene de que hagamos las cosas mal y de que la sanidad siga empeorando y así poder tener la excusa que ustedes han esbozado a lo largo de esta legislatura de que, como consecuencia de la crisis, que ustedes achacaban a un exceso de gasto social, de sistema de bienestar... nos han hecho creer a todos que no nos merecemos este sistema sanitario, que hay que recortarlo, que hay que dar un sistema básico y que lo que hay que hacer es que cada uno luego se pague con sus seguros privados aquello que pueda.

Bien. En cuanto a gestión y planes, yo simplemente le recordaré que en estas fechas, cuando ustedes tomaron posesión, simplemente habían creado ustedes cuatro grupos de trabajo, que estaban ahí deliberando sobre la autoridad de los profesionales sanitarios, sobre la calidad, sobre la atención primaria, y que la señora Rudi no presentó hasta finales de febrero del año siguiente las famosas cuatrocientas medidas que iban a poner ustedes en marcha, es decir, que creo que tampoco pueden hablar de premuras en la gestión.

A mí, lo que me preocupa es conocer cuál es realmente la postura de su grupo frente al problema del que estamos hablando. No sé si se alegra de que en algunas cuestiones estemos de acuerdo o le parece mal. A veces sospecho que su intención con este debate —y, desde luego, ya sé que no es causa suya el que sea periodo electoral, sino que es cuestión de la programación de la mesa— es que haya coincidido con esto.

Mire usted, me gustaría resaltar, porque, cuando hablamos de gestión sanitaria, hay que hablar con cierta seriedad, que no podemos mezclar los términos de este debate como usted hace, tampoco se pueden simplificar las cosas. El problema no es la disyuntiva público o privado, la convivencia entre la prestación pública y la privada, como ya le he dicho, es consustancial con el Sistema Nacional de Salud desde su inicio. Otra cosa distinta son las funciones de aseguramiento y financiación. Mire usted, el aseguramiento público universal con una cobertura amplia de servicios, aquellos que realmente se demuestran efectivos, y una financiación sanitaria suficiente mediante impuestos con alto grado de progresividad son los mecanismos más poderosos para ganar en salud y evitar desigualdades, y esto es lo que el Partido Socialista pretende hacer.

Ustedes, efectivamente, como ya he dicho, hicieron muchos recortes, cerraron dispositivos asistenciales, aumentaron el copago, han llegado a desgravar por los seguros privados de salud, con lo cual los ingresos de las comunidad todavía disminuyen, y, por lo tanto, no sé si ustedes han mantenido o no los conciertos con las entidades privadas, lo que sí han hecho es convencernos de que tenemos un sistema sanitario por encima de nuestras posibilidades que hay que recortar y que hay que recurrir siempre que se pueda, y así lo recomiendan a los ciudadanos, a los seguros privados.

Mire usted, respecto a otras cuestiones que ha nombrado, estamos ya en estos momentos elaborando el nuevo modelo para conciertos en salud mental, que, por cierto llevamos bastantes meses; ustedes hicieron un concurso en el que el precio parece ser que era la única condición para su entrega a una empresa determinada y al final tuvieron que dar marcha atrás ante la presión de todas las entidades sociales. En estos momentos estamos preparando un concierto que lo que haga sea contratar procesos, es decir, no centros individuales, sino contratar procesos de tal forma que el paciente tendrá un seguimiento por los diversos niveles que se requieren, una vez que son dados de alta de las unidades de hospitalización. Es un modelo, además, para todo el territorio aragonés, para que las diferentes comarcas puedan acceder al mismo. Vamos a exigir que las entidades dispongan de los recursos convencionales de salud mental (centro de día, inserción, pisos tutelados y también residencias y centros especiales de empleo); vamos a exigir, porque no puede ser de otra forma, suficientes recursos humanos en psiquiatría, psicólogos y terapeutas para que garanticen la asistencia, y vamos a cambiar el procedimiento de ingreso en esta red de un acto puramente administrativo como es ahora a un acto clínico controlado por las comisiones de seguimiento.

Quiero referirme también a los conciertos que sacaron ustedes para hemodiálisis, por ejemplo, en los que la entidad que antes he nombrado, San Juan de Dios, se vio obligada a competir con una empresa que no tenía ninguna instalación en nuestra comunidad y que decía que, si se le adjudicaba el concierto, ya adquiriría las máquinas y los locales. Esto les ha obligado a hacer un esfuerzo en los precios que va a poner muchas veces en peligro muchos puestos de trabajo, que tanto les preocupan a ustedes de estos temas.

También quisiera criticar la forma en que han hecho ustedes los conciertos quirúrgicos, de tal manera que, por ir solo a precios, han conseguido que, por ejemplo, una clínica de Huesca se lleve todas las cataratas de Aragón. Ya me explicará usted que hacen los señores de Teruel o de Alcañiz si tienen que operarse de cataratas a Huesca. Y, además, se concertaba por un lado el propio departamento y, por otro lado, cada hospital podía hacer sus conciertos. Lo que ha pasado es que, este verano, las clínicas privada que tenían comprometidas una serie de intervenciones se han encontrado con que estas intervenciones no llegaban porque ya las había hecho el hospital correspondiente en otro sitio o simplemente porque los pacientes no querían llegar.

Es decir, señora Susín, todos tenemos mucho que aprender. Yo cargo con mis responsabilidades, estoy dispuesto a aceptar las críticas, pero, por lo menos, reconózcame que una parte de responsabilidad tienen ustedes en este campo.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.

El Grupo Parlamentario Mixto tiene la palabra.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: Gracias, presidente.

Señora Susín, yo sigo hablando de privatizaciones y sigo teniendo la misma posición que mantenía en la pasada legislatura.

La verdad es que, cuando he empezado a oírle hablar («sin estrategia», «sin planificación», «privatizaciones», «imputados»...), me venía a la cabeza el señor Tenza, tres gerentes del Salud... digo «estará hablando de la gestión del señor Oliván», luego ya he descubierto que no, que de lo que estaba hablando era de los ciento quince días de la gestión del señor Celaya.

Me va a permitir, porque se ha dirigido a mí —luego me voy a dirigir al consejero, si no me hubiera nombrado, directamente no me hubiera dirigido a usted—, permítame que por lo menos haya algunas cuestiones que no se las vaya a poder tolerar. Que usted se me preocupe ahora por cómo se llevan a cabo las interrupciones voluntarias del embarazo en esta comunidad autónoma, ¿qué quiere que le diga! Primero, porque asfixiaron a las clínicas previamente sin pagarles, a las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo, negando esa capacidad, y, segundo, porque ustedes, hasta el final, intentaron quitarnos ese derecho a decidir sobre nuestra propia maternidad. Por lo tanto, yo sigo defendiendo que la interrupción voluntaria del embarazo se haga en la sanidad pública, pero sobre todo que se me permita ejercer un derecho que usted me negaba. Me va a permitir que lo haga hasta allí porque, como le he dicho muchas veces, en política no vale todo.

Dicho esto, señor consejero, hay una serie de cuestiones que me preocupan cuando lo escucho hablar, porque yo voy a hablar de privatización, he hablado siempre de privatización, y ustedes han defendido... Sabe que hemos pedido muchas veces la derogación de la Ley de salud porque, efectivamente en Izquierda Unida hemos defendido el carácter de la sanidad pública de calidad, la accesibilidad y la universalidad.

Le voy a hacer algunas preguntas y algunas cuestiones porque sí creo que es importante que usted me diga en qué línea van a trabajar porque, incluso escuchando a algunas clínicas privadas, acaban dándome la razón. En estos momentos, ustedes han sacado una concertación para las pruebas diagnósticas —que, por cierto, unos pliegos que dejó preparados el Gobierno anterior, el 1 de junio, con un valor de 16,5 millones de euros— y escucho a las propias clínicas privadas alertar de los riesgos de la sanidad, del bajo coste, sobre la calidad del servicio. Al final, esto me acaba dando la razón a mí, es mucho mejor asumirlo desde lo público y, cuando vamos invirtiendo los millones de euros desde lo público, saben que esos euros al final se acaban reproduciendo.

Por lo tanto, no sé exactamente por qué están aceptando las clínicas privadas si tienen problemas a la hora de avisar del riesgo de la sanidad por el bajo coste, me gustaría saber si eso es así. Y, desde luego, creo que este tipo de cuestiones, cuando las propias clínicas no están de acuerdo con la concertación, nos pueden dar la razón a aquellos que defendemos que las pruebas diagnósticas y todas las pruebas se tengan que hacer desde la sanidad pública.

Lo digo con tres cuestiones importantes. La incorporación del CASAR. Usted sabe que en Izquierda Unida estábamos en contra del CASAR, creíamos que era una privatización encubierta, seguimos defendiendo exactamente lo mismo. El pasado Gobierno llevó a cabo la disolución del CASAR, pero dejó luego todo lo que tenía que ver con la integración del mismo. Me gustaría saber en estos momentos cuáles son las actuaciones y las medidas que va a adoptar su departamento a la hora de la integración, de la integración de servicios, de la cartera de servicios, pero también del personal. Y sabe usted cómo está la situación del personal de Jaca, que es un problema heredado de la herencia de la herencia de la herencia, pero que en algún momento habrá que resolver y, por lo tanto, me gustaría saber cómo lo piensan abordar desde su departamento.

Por otro lado, estamos hablando del Hospital de Alcañiz. Usted y yo nos hemos manifestado muchas veces y me consta que nos seguiríamos manifestando sobre lo que era uno de los mayores intentos de privatización de la sanidad en esta comunidad autónoma, que era el intento de la privatización de la construcción del Hospital de Alcañiz. Conseguimos la primera parte, que era asumir y cumplir el compromiso del que nos habíamos dotado; desde luego, me consta que el Partido Socialista, Izquierda Unida, Podemos y Chunta Aragonesista estamos en contra de abrir la puerta a la privatización de la sanidad de una forma evidente, al estilo de Madrid, con la privatización de la construcción del Hospital de Alcañiz. Pero, una vez que hemos conseguido el primer paso, que era fundamental e importante, que es la paralización y que no se siga, sí que nos gustaría que nos pusiera encima de la mesa cronogramas y realidades porque el Hospital de Alcañiz, señor consejero, es exactamente igual de urgente y necesario en esta legislatura que en la pasada legislatura, como el Hospital de Teruel, exactamente igual.

Y espero yo que con los nuevos presupuestos, presupuestos más sociales, vayamos avanzando en esta capacidad de tener más ingresos y más recaudación, sean una realidad en esta legislatura y las máquinas empiecen a trabajar tanto en la construcción del Hospital de Teruel como en el Hospital de Alcañiz. Y, por lo tanto, también me gustaría que, reconociendo el primer paso, que era eliminar la apertura a la privatización, eso no pueda servirle a usted para, en cuatro años, no acometer las infraestructura tan fundamentales y necesarias como son el Hospital de Alcañiz y el Hospital de Teruel.

Y, por último, me va a permitir ese caballo de batalla que usted y yo sabemos que tiene la sanidad que son las listas de espera. Y respecto a las listas de espera, sabe que nosotros, Izquierda Unida, hemos defendido siempre la necesidad, primero, de reconocer que es un problema estructural y que, por lo tanto, en cuanto a la concertación, sabe que hemos estado en contra de las peonadas en esta legislatura y en la anterior, que dice la señora Susín que me lee. En la anterior no me podía leer porque no [corte automático del sonido]... ha estado Izquierda Unida en contra de las peonadas en la pasada legislatura, en la anterior y en esta volvemos a estar en contra de las peonadas. Pero sí entendemos que las listas de espera, que tienen un carácter estructural de problemática, tienen una evidente falta de recursos humanos y de recursos materiales. Y, por lo tanto, es verdad que con los recortes en la pasada legislatura...

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Luquin.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: ... —termino ya—, más de trescientos millones de euros, desde luego, esos recortes ahondaban en la calidad, que bajaba la calidad de la prestación y también...

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Luquin.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: ... las listas de espera... Si usted tiene algún plan para abordar desde la pública renunciando a conciertos y renunciando a las peonadas para, como digo, asumir desde el sistema aragonés público...

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Luquin.

La señora diputada LUQUIN CABELLO: ... las listas de espera.

El señor PRESIDENTE: Tiene el Grupo Parlamentario Ciudadanos.

El señor diputado JUSTE AZNAR: Gracias, señor presidente.

Señorías, externalización, como ya sabemos, es el proceso económico en el que una empresa subcontrata algunas tareas propias a otra empresa externa mediante un contrato. No hay que confundirlo con el término «privatizar», que significa transferir una empresa o actividad pública al sector privado, ni tampoco con el término «concertar», que es llegar a un acuerdo con una compañía privada para realizar una tarea que supera la capacidad, que, aun así, sí que se tiene esa capacidad. Es decir, externalizar y concertar no es privatizar.

Dicho esto, la externalización nace como un intento de las empresas para reducir sus costes fijos, consiguiendo al mismo tiempo flexibilizar su estructura productiva y optimizar el uso de sus recursos. Cuando la externalización se produce entre el sector público y el privado, ¡ah, amigo!, ahí sí que se presenta un primer conflicto de valores éticos: los responsables del sector público crean valor público, mientras que la naturaleza del sector privado está ligada a la riqueza y la rentabilidad económica.

Según un informe reciente, el 90% de los organismos sanitarios consultados tienen externalizada en mayor o menor medida la gestión de aplicaciones, y el 80%, la gestión de infraestructuras. La externalización de servicios no sanitarios no es un fenómeno reciente y hace décadas que se han delegado en empresas subcontratadas los servicios no sanitarios como la limpieza, la lavandería y actividades específicas como el DDD, electromedicina, dosímetros radiológicos, etcétera. En algunas áreas es casi inimaginable el uso de personal propio, como es en la seguridad privada, y, en otras, la tendencia va en esa dirección.

Respecto a la externalización de los servicios sanitarios, como la lista de espera en procesos quirúrgicos y diagnósticos, nuestra visión es completamente diferente respecto a ellas. Así, en el pasado mes de octubre, usted, señor consejero, informó de las cerca de tres mil personas con más de seis meses en lista de espera, y en septiembre nos contó la creación de un plan estructural, ojo, que no de choque, que termina cuando se acaba el dinero, fueron sus palabras. Pues bien, de ese plan estructural, sinceramente, en este momento, será desconocimiento, pero nosotros no sabemos nada, pero sí que sabemos de un convenio marco firmado para la financiación de precios para las derivaciones a la privada, por un total de dieciséis millones de euros, pero, claro, cuando se acaba el dinero, se acaba el plan de choque y volvemos a las mismas.

Pues bien, Ciudadanos se posiciona a favor de la externalización de servicios no sanitarios. Ahora bien, estas medidas no están exentas de riesgos y exigen un seguimiento permanente de la ejecución del servicio para garantizar que no se penalice la calidad. La pérdida del control de servicios subcontratado puede provocar ineficiencia, descenso de la calidad e incremento del coste. Así pues, la externalización requiere de una gestión eficaz y muy transparente.

Por otra parte, Ciudadanos rechaza todo concepto de privatización en referencia a los actos propiamente sanitarios y rechaza todo concepto de externalización de servicios sanitarios relacionados con las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas porque lo primordial, lo primero, es rentabilizar, es optimizar los recursos existentes.

Ciudadanos propone una serie de medidas para reducir las listas de espera. Estas medidas no pueden aplicarse a corto y medio plazo, sino que sería un proceso a varios años vista. Son políticas adecuadas de recursos humanos que incluiría un cambio importante de filosofía en los contratos; potenciar las jornadas de festivos tarde y noche; optimizar la atención primaria y a sus profesionales como base del sistema, y revisar los conciertos con entidades privadas solo para el Decreto 83/2003, del 29 de abril, que dice que, transcurrido el plazo máximo previsto para la realización de la intervención quirúrgica indicada sin que esta se haya efectuado, el paciente podrá requerir el tratamiento en cualquier centro sanitario público o privado de su elección dentro del ámbito territorial del Estado español. Ojalá nunca se usara este decreto.

Para terminar, Ciudadanos defiende la sanidad pública, universal y de calidad. Para ello, se compromete por una gestión eficaz y transparente. Esa gestión lleva al partido a aplicar conceptos como la externalización de servicios no sanitarios, pero rechaza todo concepto de externalización de servicios sanitarios relacionados con la lista de espera quirúrgicas y diagnósticas.

Nuestro compromiso es y será racionalizar el gasto sin perjudicar a los ciudadanos.

Muchas gracias, señorías.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.

Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Aragonés.

La señora diputada ZAPATER VERA: Gracias, presidente.

Consejero, nos ha gustado mucho oírle y nombrar constantemente a Alcañiz, cosa por la que yo me siento bastante contenta. Luego le diré mi opinión respecto a algunas cuestiones.

En principio, no cabe ninguna duda de que el Partido Aragonés apuesta decididamente para potenciar la sanidad pública, pero todos sabemos que, históricamente, los conciertos han formado parte de la sostenibilidad de este nuestro Servicio Aragonés de Salud, porque, realmente, todos sabemos el volumen de trabajo que implica y la imposibilidad en estos momentos para llevar a cabo todos esos servicios.

Pero, partiendo de esa base, concretamente respecto al reciente concierto que usted ha firmado de los cuatro años sobre esos 16,5, la verdad es que tenemos alguna que otra duda porque hasta las propias empresas del sector hablan de low cost cuando hablan de lo que el Gobierno de Aragón quiere acceder para... o los precios que pone. Eso sí que nos preocupa porque lo que creemos es que no solo hay que dar un servicio por una cuestión económica, es decir, no solo hay que dar las pruebas a las empresas en este caso que se dedican al sector, sino que entendemos que hay otros muchos factores que hay que tener en cuenta aparte de la cuestión económica: entendemos que los profesionales que van a llevar a cabo esos servicios en la empresa privada, las condiciones en las que lo van a llevar... Y, por lo tanto, ese interés por reducir, que hablaban de bajar hasta un 55% menos que en 2006 los importes para poder acceder a esas cuestiones, nos preocupa.

Con respecto a este en concreto que han firmado recientemente, nada que decir porque, lógicamente, las empresas en el sector sanitario nos llevan años luz en muchas cuestiones. Por ejemplo, respecto a la innovación tecnológica. En estos momentos, mirando por Internet, intentaba saber lo que valía un TAC, un aparato de TAC, y hablaban de que una cosa de media, pues un dineral, hablaban en algunas ocasiones de hasta 5,5 millones. Yo entiendo que lo que tiene que dar el Salud es el servicio y, lógicamente, intentar concertar muchas de esas pruebas porque estas empresas, como le digo, avanzan mucho en tecnología y, por lo tanto, tiene que ser una colaboración público privada.

Estaremos siempre a favor. El Partido Aragonés, como le digo, no solo plantea que apuesta por una sanidad pública, sin ninguna duda, pero, lógicamente, entendemos que tiene que haber esa colaboración y esa supervisión por parte del Salud.

Dos cuestiones que nos preocupan son esas listas de espera a las que todos los grupos estamos haciendo mención porque, realmente, lo que sí es verdad es que, desde que ha entrado a gobernar el Partido Socialista con Chunta Aragonesista, no vemos disminuirlas. No somos partidarios de los planes de choque porque un plan de choque es un hecho muy puntual que no está favoreciendo y, entonces, lo que tenemos que plantearnos realmente es cómo vamos a hacer frente a esa cuestión. Usted ya nos vino hace mucho tiempo a la comisión a hablar de las listas de espera, pero estamos viendo que no se está dando la fuerza a que hace mención.

Y, lógicamente, claro, voy a hablar del hospital de Alcañiz y voy hacer mención concretamente a la señora Luquin, cuando habla de la privatización de los servicios del hospital de Alcañiz. Una cosa es la construcción del hospital, que ya, desde luego, yo creo que no tiene nada que ver en la Comisión de Sanidad o, en este caso, en el área de sanidad a la que nosotros hacemos mención, y otra cosa es la externalización de servicios sanitarios. Usted sabe, señor consejero, que ninguno de los servicios sanitarios en el hospital de Alcañiz se tocaba. Por lo tanto, yo creo que ya hay, de hecho, tanta demagogia... No, no, señora Luquin. Tanta demagogia no nos sirve porque ningún... otra cosa es la construcción, señora Luquin, pero ningún servicio sanitario se externalizaba.

Y después de su intervención, en la que hace mención a la externalización de servicios sanitarios, yo creo que utilizaron con muchísima demagogia, y una demagogia que realmente solo nos lleva a que los vecinos del Bajo Aragón histórico, todos los usuarios del hospital de Alcañiz, en estos momentos estén resignados ante un planteamiento del que mucho se habla en este Parlamento del hospital de Alcañiz, pero, realmente, con lo que nos encontramos es con que nadie habla ya del hospital, ya nadie habla de la externalización ni de la privatización, cuando su Gobierno, el gobierno del Partido Socialista junto con Chunta, está externalizando los servicios sanitarios porque un servicio, como le he dicho anteriormente, del Salud que no puede hacer frente a todo ello, pues, lógicamente...

Nosotros no posicionamos ni confrontamos entre público y privado, nosotros, como le digo, apostaremos siempre por una colaboración público-privada y, desde luego, por una sanidad de calidad.

Nada más y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

El Grupo Parlamentario Podemos Aragón tiene la palabra.

La señora diputada CABRERA GIL: Gracias, señor presidente.

Me alegra que en esta Cámara se hable de memoria histórica, aunque sea solo en materia de sanidad. Pero permítame decirle, señora Susín: creo que usted tiene una magnifica memoria que le permite olvidar, olvidar lo que han hecho hasta hace poco, hace prácticamente cinco meses, y ahora tiene el cinismo de preguntar al nuevo Ejecutivo qué va a hacer, cuando ustedes no movieron ni un dedo o llevaron a cabo planes de mala gestión.

Algo que le caracterizo fue eso, las incompetencias. Incompetencias, como decía, en la gestión del hospital de Alcañiz, incompetencias en la gestión del hospital de Teruel y, por supuesto, una falta de transparencia que ha llevado a cabo obstaculizando, por lo tanto, con este tipo de iniciativas y de peticiones el transcurso de las instituciones en Aragón. Por lo tanto, le invito a que hagamos una oposición de carácter constructivo.

Pero le diré también, mal que le pese, que estoy de acuerdo con usted en que hace falta una estrategia. Por ello, señor Celaya —ahora sí me dirijo a usted—, desde mi agrupación consideramos que es importante que se desarrolle un plan de salud. Exigimos, por lo tanto, que se estudie la demanda y que se estudie la oferta de aquellos recursos cuya gestión se pueda mejorar, recursos que consideramos insuficientes, y plantear entonces soluciones estructurales de futuro. Servicios que estén apoyados por logística, informática, documentación, electromedicina... Usted afirmaba que hace falta PET-TAC. Tiene usted en la bandeja de entrada una solicitud de información para que nos haga llegar ese número de pruebas y esos costes. Por lo tanto, dé cabida a esto y no se quede solo en palabras.

En segundo lugar, consideramos conveniente definir mientras tanto los criterios para externalizar un servicio: insuficiencia de recursos propios con carácter argumental y sostenida en datos, sobre todo sostenida en datos. Y, además, consideramos que deben crearse organismos de control de cumplimiento, ahondando entonces de nuevo en la transparencia, transparencia publica en las decisiones, transparencia en el seguimiento y, por tanto, que estas sean accesibles.

En cuanto a salud mental, ya lo expusimos en la comisión pasada y no me pararé mucho tiempo para explicarlo, pero no debemos destinar ni un euro más al desarrollo de estructuras de carácter privado.

Por lo tanto, para ir concluyendo mi exposición, presenten relación exhaustiva de los contratos en vigor, los propios contratos, el importe de la adjudicación y el seguimiento que se hace de los mismos. Y, en segundo lugar, señor Celaya, un plan de revisión y análisis, un plan de revisión y análisis de las posibles prestaciones de esos servicios, con medios propios en el futuro y la justificación de la continuidad.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

El Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra.

La señora diputada MORATINOS GRACIA: Gracias, señor presidente.

En primer lugar, agradezco a la señora Susín su insistencia, su insistencia porque ya hubo una pregunta oral sobre este particular. Desde luego, que no sea por ocasiones en las que el departamento o este grupo parlamentario tenga que mostrar su postura respecto a las externalizaciones y colaboraciones con entidades, que era el enunciado real de esta comparecencia.

Y, por otra parte, le digo que también es reiterativa porque ha hecho exactamente el mismo discurso hoy que en su rueda de prensa del lunes. Y, por cierto, va a tener que ir cambiándolo porque dentro de poco, en 2016, habrá unos presupuestos que apuesten por una sanidad pública y de calidad. [Rumores.]

El Grupo Socialista tiene interiorizado el carácter público de la atención sanitaria que presta el Salud y la voluntad de que la provisión sanitaria se lleve a cabo preferentemente con medios públicos. Pero es que, además, es cierto que la Administración se compromete a atender al usuario en un plazo razonable de tiempo.

Para realizar sus funciones, la Ley del Salud de Aragón menciona expresamente el uso preferente de los recursos sanitarios públicos en la provisión de servicios. Pero lo cierto es que, en ocasiones, los recursos públicos no son suficientes y, por tanto, se hace necesario convenir con entidades externas. Es el caso de pruebas diagnósticas o de algunas intervenciones quirúrgicas que, por su carácter prevalente, como puede ser el caso de las cataratas, se hacen difíciles de gestionar por la Administración sanitaria. Además, hay que tener en cuenta que, para algunas intervenciones, la incidencia de la demora en el paciente es muy relevante. Por ejemplo, una intervención pendiente de rodilla afecta a la persona, al paciente, pero también a su entorno familiar, personal y laboral. Por eso, respecto a los conciertos, la política de este grupo, en la línea de lo expuesto también por el consejero, es que estos serán los mínimos indispensables para garantizar, por supuesto, la atención a los pacientes.

Ahora bien, recalco las palabras que también ha dicho el consejero: cualquier convenio, cualquier acuerdo o contrato debe ir acompañado de un seguimiento y de unas garantías de calidad. Para que se hagan una idea, les voy a dar ejemplos de cosas que no se deben hacer en la sanidad pública y que se han hecho en la anterior legislatura, actuaciones que no se merecen ni las entidades ni los usuarios y asuntos que el actual departamento está resolviendo.

Es el caso de las interrupciones voluntarios de embarazo, que a mí también me sorprende que lo haya puesto hoy aquí para debate. La Administración conviene con ciertos centros la realización de este tipo de procedimientos, incluidos en la cartera de servicios. Pero, bien —y aquí la sorpresa—, a día de hoy no existe ningún acuerdo, no hubo una planificación para que hubiera este acuerdo. Informalmente, las mujeres son derivadas a la clínica correspondiente y esta pasa la factura al Salud para su convalidación. Pero ¿qué pasaría si cualquier clínica dice que mañana no atiende a las mujeres? Ya me dirá usted, señora Susín, qué hacemos con esto.

Otro asunto que preocupa, y mucho, es la situación en la que se encuentran las entidades que trabajan en el ámbito de la salud mental. Llevan muchísimo tiempo sin actualizar sus conciertos con la Administración. Son entidades con carácter social que se dejan la piel por personas con necesidades especiales, entidades que han pasado unos años muy duros, pero que, sin embargo, no han dejado de atender a las personas con trastornos mentales. A todas ellas, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, les damos todo el reconocimiento y agradecimiento y el compromiso de que su situación se va a revertir y podrán seguir ejerciendo su encomiable actividad.

Y, para concluir, ¿qué diferencias hay entonces entre la privatización y la colaboración con entidades? Este grupo entiende la colaboración o la concertación como la participación de entidades, siempre de forma de complementaria, para la satisfacción de los derechos y de las garantías, que, insisto, es lo realmente importante del Servicio Aragonés de Salud, con una obligación siempre de seguimiento por parte de la Administración, responsable última de los servicios que se prestan a los ciudadanos.

Sin embargo, el Grupo Socialista rechaza por completo las actuaciones que suponen una dejación de funciones por parte de la Administración. Porque la privatización es eso, renunciar a las obligaciones que la Administración tiene con los usuarios y vender la responsabilidad al mejor postor.

Y si necesita, señora Susín, un ejemplo de privatización y externalización, revisen, revisen el proyecto de su grupo para el hospital de Alcañiz. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

El señor consejero tiene la palabra.

El señor consejero de Sanidad (CELAYA PÉREZ): Señor presidente. Señoras y señores.

En primer lugar, quiero agradecer a todos los grupos, incluido el Partido Popular, la posibilidad de debatir sobre un tema que me parece que es de interés.

Creo que ha quedado patente que todos estamos apoyando a la sanidad pública, aunque es cierto que existen algunas diferencias de conceptos que no nos deben, por otro lado, preocupar porque en estos momentos creo que en todos los países de la Unión Europea se está debatiendo sobre este problema del aseguramiento público, que es lo que defendemos a ultranza, y luego la prestación de algunos servicios por entidades privadas con más o menos ánimo de lucro.

Es difícil contestar a todas las preguntas porque han aprovechado para hablar de muchas cosas, pero voy a intentar por lo menos a aquellas que me parecen más significativas dentro del tiempo limitado.

En primer lugar, el contrato marco para necesidades de los próximos años en intervenciones quirúrgicas, que incluye la interrupción voluntaria del embarazo, sobre lo que ya se ha hablado y no voy a profundizar. Es necesario hacer un contrato marco de cuatro años, que no quiere decir que luego todo ese dinero se vaya a utilizar, pero tiene que haber un marco que luego iremos utilizando a lo largo de los años según las necesidades. Es muy importante.

Lo mismo pasa con las pruebas radiológicas. Y, efectivamente, cuando leí el pliego o el contrato marco que estaba preparado por el anterior equipo del Salud, también me pareció un descenso muy importante en los precios [rumores], pero el equipo que lo ha elaborado lo ha hecho comparando con otras comunidades autónomas y sí que puede ser que en alguna prueba en concreto nos hayamos pasado o se haya pasado un poquito de frenada, pero yo creo que la mayoría de las empresas van a entrar en el concurso porque les parece interesante. Esto tampoco quiere decir que vayamos a hacer todas esas pruebas que ahí se conciertan, sino que tenemos un marco ya para luego ir negociando cada una de ellas, y en esa negociación, si, lógicamente, no se presenta ninguna porque el precio no les parece que es suficiente, habrá que recurrir a otra concertación. Pero, como base, es el mecanismo que estaba preparado y el que hemos llevado adelante.

Aquí sí que yo quiero indicar, contestando al señor Juste, con el que estoy de acuerdo en casi todas sus intervenciones, como viene siendo habitual, el que la radiología... Pues, mire usted, yo no puedo poner una resonancia en Fraga ni una resonancia en Ejea o en Jaca, y allí tengo que mandar un camión, y esos camiones son privados. Y lo siento mucho porque me gustaría tener dinero suficiente para tener un aparato de esos en cada pueblo, pero esto no sería sostenible. Entonces, por mucho que nos empeñemos, por mucho que queramos cubrir, las demandas van cada día a más, las demandas son un pozo sin fondo y hay que ser hasta cierto punto coherentes con la sostenibilidad del sistema. Entonces, de acuerdo con que vamos a intentar... Ya le he dicho lo que vamos a hacer (el anillo radiológico, potenciar el que cada vez haya más ecografías en primaria y no las tengan que pedir al especialista...), pero siempre va a haber cosas que vamos a tener que concertar con la privada, aunque nos guste más o menos.

También un tema muy recurrente han sido las listas de espera (que no estamos haciendo nada, que están aumentando). Yo quiero decir que, como ya dijimos, vamos a hacer un plan estructural, que todos están de acuerdo. Sí es cierto que, aunque no han disminuido las de más de seis meses, este mes han disminuido en tres mil personas respecto a las que estaban esperando para operarse el año anterior. En este sentido, vamos a ampliar —y es alguna de las conclusiones que están saliendo ya de este grupo de trabajo que se está reuniendo—, vamos a aumentar el número de quirófanos que nos deja el Hospital de la Defensa para que con nuestros propios recursos de personal podamos tener más quirófanos y más camas, porque a veces, si aumenta muchísimo la actividad quirúrgica, no hay camas para ingresar a otro tipo de pacientes.

Estamos poniendo también en marcha —y hay consenso ya entre los expertos que están en ese grupo— un procedimiento de segunda opinión al ingreso en las listas de espera, de tal forma que no sea la decisión de un especialista que dice «venga, usted a operar ya de la cadera», sino que haya unos requisitos y, si no se cumplen, sea revisado por otros especialistas para ver realmente la indicación. Porque, como decía ayer, hay un 20% de pacientes que entran en lista de espera y que al final no llegan a operarse porque parece ser que la indicación no era del todo clara para el cirujano que luego los tiene que operar.

En cuanto al hospital de Alcañiz, yo creo que hemos debatido demasiado. Yo creo que, efectivamente, el coste que suponía al final para la comunidad ese adelanto del pago de las obras era un coste inaccesible, suponía una rémora para muchos años en los presupuestos de inversiones de la comunidad, y era nuestro programa electoral y por eso lo hemos hecho.

Estoy de acuerdo con el Grupo Podemos en que hay que tener unos criterios muy claros sobre lo que se externaliza y sobre la transparencia y cómo se cumplen los resultados. Vamos a hacer un observatorio para todos estos conciertos. [Rumores.] Y en cuanto... No tiene nada que ver con el observatorio y el decálogo y todo lo que usted piensa. [Rumores.] Todos estos datos que usted dice se pueden consultar [rumores] [corte automático del sonido], aparte también del contratante, que está en estos momentos y salen allí cuáles son.

En definitiva, yo creo que dentro de los posibles debates que existen, y yo me comprometo a que en esta legislatura vayamos a organizar unas jornadas serias llevadas por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, que traerá a expertos e invitará a participar a todos los grupos políticos, unas jornadas de reflexión sobre hasta dónde debemos asumir como propios los servicios de un hospital —no me refiero a los clínicos, sino a otros de menos repercusión, pero que son importantes—, para que entre todos por lo menos hagamos un debate claro, limpio de lo que esto debe ser, que creo que es el interés de todos los ciudadanos.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.

CORTES DE ARAGÓN
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