Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Interpelaciones

Interpelación núm. 123/13, relativa al aprendizaje de lenguas extranjeras.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 073 de Plenos (VIII Legislatura)
Intervinienen: Pérez Esteban, María Teresa - Serrat More, Dolores

El señor PRESIDENTE: Señorías, ocupen sus escaños. Se reanuda la sesión [a las nueve horas y treinta y dos minutos] con el punto del orden del día correspondiente a la interpelación número 123, formulada a la consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte por el Grupo Parlamentario Socialista.

La señora Pérez tiene la palabra por tiempo de diez minutos.

Interpelación núm. 123/13, relativa al aprendizaje de lenguas extranjeras.

La señora diputada PÉREZ ESTEBAN: Gracias, señor presidente.

Buenos días, señorías.

Inauguramos esta jornada matutina, señora consejera, hablando de bilingüismo, yo creo que hablando de uno de los retos que tenemos que tener como sistema educativo para afrontar los nuevos desafíos y para garantizar a nuestros alumnos una preparación acorde con el siglo XXI y acorde con las exigencias de la globalización en este momento y del entorno europeo.

Y me gustaría —se lo voy a decir sinceramente, señora consejera— que esta interpelación nos sirviera, nos sirviera a usted y nos sirviera a nosotros, para clarificar un poco el escenario que tenemos, para que el ciudadano y las familias aragonesas entiendan qué es bilingüismo —quizá en demasiadas ocasiones hemos manoseado mucho ese término, y no es así—. Por lo tanto, que seamos capaces de ser sinceros y honestos, de plantear cuál es o de describir cuál es la situación de partida, la situación actual, y, sobre todo, el horizonte más próximo como objetivo fundamental.

Esta interpelación va a tener dos partes, señora consejera: una más declarativa, de cuál es, desde nuestro punto de vista, el modelo de bilingüismo que debemos implantar en Aragón y que necesitan nuestros jóvenes aragoneses y las familias aragonesas, y, evidentemente, una parte descriptiva de lo que, a nuestro juicio, está sucediendo en estos últimos años en Aragón en referencia a las lenguas extranjeras y al bilingüismo.

Yo creo que esta interpelación tiene un cometido, desde nuestro punto de vista y desde la intencionalidad de este grupo, que lleva implícito el objetivo general, que se convierte en prioritario, de nuestro modelo educativo. Y ese es nuestro objetivo, y le hago la primera pregunta, a ver si es compartido por el Partido Popular y por el departamento que usted dirige en el Gobierno: que todos los jóvenes aragoneses, todos, se expresen con corrección, al menos, en un idioma extranjero, especialmente en inglés, cuando acaben la etapa obligatoria.

Tenemos un déficit, señora consejera, llevamos años. Yo, personalmente, le voy a reconocer que he estudiado veinte años inglés en el colegio y soy incapaz, si no es porque he tenido que tener clases extraescolares y, desde luego, academias, que he podido hacerlo, he sido incapaz de mantener una conversación en inglés correctamente; de escribir, ya ni hablo, pero de mantenerla.

Por lo tanto, yo creo que, como reto, llevamos demasiados años, hablamos de fracaso escolar, de carencias de nuestro sistema educativo..., y yo creo que la lengua extranjera es uno de los grandes déficits, no sé si metodológicamente o por la orientación que se ha llevado en las clases, pero creo que es el momento, y ya incluso llegamos tarde, de ponernos manos a la obra.

El otro día tuve acceso a un estudio científico que, de alguna manera, apuntaba hacia diez razones o motivos por los que era fundamental, no solo por el enriquecimiento individual y personal que supone el manejo de un idioma, por los que era positivo el bilingüismo: hablaba de flexibilidad mental, una mayor facilidad y velocidad en la asimilación de dos o más tareas mentales (esta capacidad puede hacer que las mentes bilingües sean más flexibles), multitarea y pensar más allá de lo evidente; una mayor atención, porque son más capaces de concentrarse en las tareas y de bloquear la distracción; fíjese, decían que los bilingües eran más resistentes a la enfermedad de Alzheimer incluso, por ese constante ejercicio mental necesario para hacer intercambio con dos idiomas a la vez; que era también muy positivo en la resolución de problemas, quienes hablan más idiomas tienen mejor habilidad para la resolución de problemas; se tiene una memoria superior de trabajo para el almacenamiento y el procesamiento de la información; que tienen una mejor capacidad de comunicación, mejor capacidad para almacenar y para trasladar las ideas; una mayor precisión en la escucha, mejores habilidades de escucha, más centrados y más capaces de discernir e interpretar el significado de su interlocutor; abre las puertas, evidentemente, a nuevas relaciones; amplía cultura, porque el manejar un idioma no solo es manejar un idioma, y creo que eso es fundamental, sino entender el estilo de vida de quien habla ese idioma, sus tradiciones, sus creencias..., bueno, es una manera de respetar y de ampliar la diversidad cultural; oportunidades en el empleo más que objetivas, etcétera, etcétera.

Es decir, yo creo que las ventajas de potenciar y de promocionar la habilidad del bilingüismo, de una segunda lengua extranjera, son más que evidentes.

Y ustedes, cuando llegaron al Gobierno, señora Serrat, dentro de la legitimidad y, sobre todo, de la responsabilidad que ustedes tienen a la hora de dirigir su política, fueron poniendo —me lo va a permitir— patas arriba, de alguna manera, el departamento —algo lógico— en cada una de sus acciones, bueno, pues para que, en función —entiendo— de sus prioridades, fueran modificando, cambiando o manteniendo —en el menor de los casos, así ha sido—, desde nuestro punto de vista para —le voy a ser sincera— empeorarlo o, de alguna manera, para enredarlo todavía más. No podemos abstraerlo del recorte presupuestario que el presupuesto en materia de educación ha tenido en los últimos tres presupuestos.

Decían que había un galimatías en la estructura del bilingüismo, que había muchos modelos, que su objetivo era unificarlo, que había diferentes modalidades, que la oferta no estaba clara... Yo creo que lo que ustedes querían decir era que las familias aragonesas no sabían qué opciones tenían en sus centros educativos.

Desde luego, lo que era evidente cuando el Partido Socialista llegó al Gobierno, y yo creo que sigue siendo, como le he dicho, un gran reto, era que había dos carencias evidentes: una, la innovación, las nuevas tecnologías, y, otra, el idioma. Y la única oportunidad que tenían las familias aragonesas para fortalecer el uso de las nuevas tecnologías y para aprender idiomas hace quince o veinte años era recurrir a actividades extraescolares, a las academias, es decir, recurrir al peso de las familias, que, evidentemente, tenían una mayor posibilidad de poderse formar aquellas familias que tenían más medios económicos. Y era absolutamente necesario y prioritario incorporar ese aprendizaje, tanto de idiomas como de nuevas tecnologías, en el aula, en el currículo, como una herramienta de enseñanza/aprendizaje que facilitara, precisamente, esas competencias a todos los alumnos sin excepción. Y lo que encontraron, el modelo que nosotros planteamos, era un bilingüismo con acompañamiento de los centros, un apoyo a los centros y a sus profesores en la implantación, en la coordinación, en la supervisión y en la formación, en el diseño del currículo, en la cobertura de plazas, en el seguimiento... Porque entendíamos que un centro bilingüe es algo más que el que los alumnos se desenvuelvan en una o más lenguas extranjeras: es conocer la cultura, es conocer las tradiciones, es el patrimonio artístico..., y para eso era fundamental la ayuda de los profesores colaboradores, que son quienes organizaban todo este paquete.

La primera pregunta, señora consejera: cuántos profesores colaboradores tenemos en este curso, qué previsión de profesores colaboradores hay para el curso siguiente y qué papel o, de alguna manera, qué lugar ocupan para su sistema o su modelo de bilingüismo, llamado PIBLEA, que luego seguramente usted va a explicar, pero yo me referiré también, qué lugar ocupan los profesores colaboradores, que, para nosotros, son fundamentales y son los que garantizan realmente la calidad del bilingüismo.

En segundo lugar, la prioridad era ir extendiendo el programa de bilingüismo a todos los centros, y vamos a ser sinceros: es imposible un modelo bilingüe, un centro bilingüe, sin recursos económicos, señora consejera; eso es absolutamente imposible. Y en sus presupuestos, precisamente, el bilingüismo, la formación del profesorado, se ha visto mermado en más de un 40%. Por lo tanto, a nosotros nos resulta poco creíble y nos resulta francamente dudoso que usted defienda la calidad de un modelo bilingüe cuando, al mismo tiempo, está recortando, es absolutamente imposible, y recayendo la responsabilidad en los centros con sus medios. Los medios que tienen los centros educativos son profesores comprometidos, profesores preparados, pero, precisamente, para implantar el modelo bilingüe, requiere de un plan muy ambicioso de formación que, evidentemente, no tiene reflejo en sus presupuestos.

Bueno, pues una extensión: hay que recordar que el modelo bilingüe con el British Council, con un convenio entre el Ministerio de Educación y el Gobierno británico, viene ya desde hace..., prácticamente, yo creo que hace el veinte aniversario este año 2014, y yo creo que es el modelo a seguir, porque es el que mejores resultados ha dado y el que, realmente, garantiza que los alumnos que se forman en ese modelo salgan manejando un idioma, que yo creo que es lo importante.

Por lo tanto, yo creo que lo que tenemos que haber seguido y continuado es ese modelo, que, desde luego, está dando resultados, está dando buenos resultados, extenderlo en el resto de los centros.

Seguiremos hablando, señora consejera, porque me he dejado muchas cosas en el tintero.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pérez.

La señora consejera puede responder a la interpelación por tiempo de diez minutos.

La señora consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte (SERRAT MORÉ): Muchas gracias, señor presidente.

Buenos días, señorías, y buenos días al público que nos acompaña desde la tribuna.

En primer lugar, tengo que decirle, señora Pérez, que sí que comparto con usted lo que es el análisis de situación, y es el déficit en comunicación de lenguas extranjeras que todavía tenemos en España, déficit que tiene una causa, como no puede ser de otra manera, en el sistema educativo o en el modo de aprendizaje que se ha venido desarrollando en España de las lenguas extranjeras, un modelo que lo ha vivido usted, que lo he vivido yo y que espero que no lo vivan los alumnos que tenemos en la tribuna, que se basaba en el aprendizaje de la lengua extranjera desde la gramática, cuando, en realidad, la lengua extranjera se tiene que aprender desde la comunicación y, por lo tanto, desde la expresión y la comprensión oral, porque la gramática es algo que viene a continuación.

Y estoy de acuerdo con usted en que, cuanto más pequeña es la persona, cuanto más joven es la persona, más plasticidad neuronal y, por lo tanto, más capacidad para el desarrollo y el aprendizaje de ese bilingüismo o esa capacidad de dominio de lenguas extranjeras tiene. De todas formas, hay países que son bilingües y donde el aprendizaje en el sistema educativo lo empiezan mucho más tarde de lo que lo empezamos en estos momentos en España.

Lo que está claro es que los objetivos que nos planteamos desde el Gobierno de Aragón eran, precisamente, mejorar las competencias en dominio de lenguas extranjeras, no solo de los alumnos, sino también de los profesores, y aumentar el número de alumnos y de los centros que tienen programas de mejora en lengua extranjera.

No comparto con usted la idea de que el único modelo para conseguir esa mejora sea a través del acompañamiento de los profesores. Yo creo que la clave, precisamente, está en que los profesores sean bilingües, y eso requiere un tiempo.

Es verdad que en Aragón tenemos programa de bilingüismo desde el año 1999 y que hasta el año 2013, hasta el curso actual, solo teníamos ochenta y siete centros bilingües porque lo fiábamos todo a un solo modelo o, básicamente, a un solo modelo, que era el modelo British Council, que es un programa donde están ubicados los colaboradores, los profesores colaboradores, que era un convenio con el Estado que había llegado al límite de su capacidad, no había más posibilidades de extensión.

Pero, para hacer un recuerdo, el modelo bilingüista que ha seguido esta comunidad autónoma se basaba, en primer lugar, en el programa de enseñanza de lenguas extranjeras, y ahí se ha hecho un esfuerzo importante, y, desde luego, desde los cuatro años, todos los alumnos reciben una primera lengua extranjera, el cien por cien, la posibilidad de la segunda lengua extranjera a partir de quinto curso de primaria y la posibilidad de la tercera lengua extranjera, incluso, en los institutos. En estos momentos tenemos ciento sesenta y cinco centros que imparten ya dos lenguas extranjeras.

Pero, además de eso, teníamos el proyecto o los modelos de enseñanza bilingüe, y, dentro del bilingüismo, había distintos modelos: el British Council, pero estaba el bilingüismo en francés o en alemán, que es otro modelo, el modelo de los CRA..., es decir, distintas posibilidades que usted conoce bien, o el bilingüismo en los centros concertados, que era verdaderamente residual.

Su modelo estaba basado en el dirigismo, era la Administración la que decidía cuáles eran los centros bilingües sin que constaran criterios objetivos. Yo no dudo de que buscaban otro tipo de intereses y que se utilizaba el bilingüismo como herramienta para cuestiones de carácter social, pero no mirando el interés de los alumnos, posiblemente, sino mirando intereses más de otro ámbito, de tipo social. Pero era la Administración la que decidía, y nosotros creíamos que teníamos que cambiar ese modelo para ampliarlo.

Bueno, además de los programas de bilingüismo, hay que resaltar el papel que han hecho otros programas diversos de política educativa, desde los intercambios escolares, desde los programas «Cruzando fronteras», desde el programa de acompañamiento escolar en lengua extranjera, desde los cursos subvencionados..., es decir, una gran cantidad de programas que han venido a acompañar y a desarrollar y que se siguen manteniendo. Y luego teníamos el programa europeo de aprendizaje permanente, los centros que participan en Comenius, en Grundtvig o en los programas transversales y de visitas escolares, con lo cual esto sigue totalmente en vigor.

Lo que hemos cambiado es el modelo de bilingüismo. ¿Y cómo lo hemos hecho? Presentando un plan general, primero, en el cual son los centros los que deciden si quieren participar en un programa de bilingüismo, no es la Administración la que dice quién va a ser centro bilingüe, sino que esto recae en los centros.

Ese Plan integral de bilingüismo en lengua extranjera en Aragón (el PIBLEA), como sabe usted, tiene tres tipos de programas: uno, lo que es el bilingüismo; otro, lo que son los programas de potenciación de lenguas extranjeras, y el tercero, que es el programa ad futurum, que la convocatoria salió el pasado 20 de enero, que se han presentado ya dos centros de Teruel, seis centros de Huesca y once de Zaragoza para firmar con la Administración ese programa de acompañamiento y formación para que, en un plazo máximo de cinco años, estos centros sean bilingües.

El Programa de bilingüismo en lengua extranjera (el PIBLEA) nos ha permitido pasar de ochenta y cinco centros bilingües a ciento noventa y ocho centros bilingües en un solo año, en un solo año. Por lo tanto, yo creo que esto ya es un avance, y en estos momentos podemos decir que en torno a casi treinta mil alumnos en Aragón reciben formación en dos lenguas o, por lo menos, con una lengua extranjera.

De estos ciento noventa y ocho centros, ciento trece son nuevos y hay un reparto entre públicos y concertados, y, además, repartidos en las tres provincias, y algo que es muy importante, que es el incremento del bilingüismo y los programas bilingües en la escuela rural. Por lo tanto, yo creo que el que en estos momentos tengamos seis centros rurales agrupados en los que, prácticamente, todas sus aulas son bilingües, creo que es un paso adelante.

La convocatoria para el curso 2014-2015, y, por lo tanto los centros que quieran seguir incorporándose, va a salir en las próximas fechas.

Pero también sabemos que el modelo de bilingüismo no vale para todos los centros, ni siquiera vale para todos los alumnos, y, por lo tanto, hay otras formas para mejorar el aprendizaje y las competencias en lenguas extranjeras, y ahí entraría el programa de potenciación de las lenguas extranjeras, que son programas en los cuales, sin impartirse durante todo el año una materia en lengua extranjera, distinta, por supuesto, de lo que es la lengua extranjera, en estos centros hacen actividades durante el curso encaminadas a esa mejora. Lo que hemos llamado los programas Pole nos ha dado que en estos momentos tenemos ya ciento veintisiete centros que tienen programa de potenciación de lenguas extranjeras (dieciocho en Huesca, doce en Teruel y cincuenta y nueve en Zaragoza), y, en cuanto a los proyectos presentados, veintisiete son de francés, dos son de alemán y ciento diecinueve son de inglés. Es evidente que, tanto en el programa de bilingüismo como en el programa Pole, la lengua predominante de lengua extranjera es el inglés, pero no hemos descuidado otras, como es el francés: tenemos treinta y ocho centros bilingües en francés y cuatro centros bilingües en alemán, y, como les decía, en proyectos Pole, veintisiete en francés, dos en alemán y ciento diecinueve en inglés.

La voluntad es que cada año sigan saliendo convocatorias para que los centros se vayan incorporando a ello.

Pero, como le decía, y ya le contesto a lo de los profesores colaboradores, hay los mismos que había y seguirá habiendo los mismos que hay, porque los profesores colaboradores, precisamente, sirven de motor a los centros para sumarse al bilingüismo. Los hemos mantenido y los seguiremos manteniendo en el límite que nos permite el ministerio, que no nos permite más.

Pero la clave para mejorar es que el profesorado mejore. Y me decía que no conoce —he querido entender que no lo conoce, porque sí lo hay— el Plan de formación del profesorado en materia de lenguas extranjeras, que ha funcionado ya para este curso 2013-2014 y que consta: primero, de estancias formativas en el extranjero, cuya convocatoria saldrá en julio de 2014, y hay oferta para inglés, francés y alemán, y no sabemos exactamente todavía el número de profesores que participarán, pero está calculado que a este programa de estancias en el extranjero en verano se van a sumar ciento cuarenta y cuatro profesores (a programas de aprendizaje de lengua extranjera en el pasado verano, que ya se hizo, fueron cuarenta y un profesores; este año, ciento cuarenta y cuatro); programa de formación en lengua extranjera para los profesores que tienen el B1 y quieren pasar a alcanzar el B2 (en estos momentos hay cursos específicos en los que participan ciento cincuenta profesores); una formación de sábados y de fin de semana para mejora de las competencias lingüísticas para profesores (doscientos profesores están participando en esos programas en inglés y en francés en tres provincias); hay también programas específicos de formación metodológica en enseñanza bilingüe en inglés, que esto se está haciendo desde el mes de noviembre y participan en torno a cien profesores, y luego hay talleres de estrategias metodológicas específicas para lenguas extranjeras, en los que están participando sesenta docentes.

Por lo tanto, se ha hecho, dentro de lo que es el Plan general de formación del profesorado, que pivota desde el centro educativo, programas específicos para esa mejora de la competencia en lengua extranjera, y, desde la Administración, lo que se ha hecho este año por primera vez es conseguir que las escuelas oficiales de idiomas impartan el nivel C1, porque no nos podemos conformar con el B2 para los profesores, pero, desde luego, no podíamos exigir más de un B2 porque, en nuestra comunidad autónoma, el máximo nivel que se impartía en lengua extranjera era un B2, y, además, es el nivel mínimo exigido en la Comunidad Europea para poder ser profesor de bilingüismo. Pero estamos ya en el C1 y seguiremos trabajando en esta línea.

Pero los datos nos dicen que, con este programa, hemos avanzado en número de centros, en mejora de los profesores y, sobre todo, en participación del número de alumnos.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.

Turno de la señora Pérez por tiempo de cinco minutos.

La señora diputada PÉREZ ESTEBAN: Gracias, presidente.

Señora consejera, a ver, por partes, cuatro o cinco ideas que creo que son fundamentales.

Decía que, en el anterior modelo, era la Administración quien elegía los centros, en efecto. Yo creo que era positivo, beneficioso, y, además, yo creo que es lo que hay que hacer, precisamente, porque, de alguna manera, se consideraba una discriminación positiva hacia centros que querían destacarse, que, evidentemente, tenían beneficio los alumnos que allí estaban. Referenciábamos, precisamente para evitar centros gueto o centros que acumularan una población determinada porque estaban ubicados en un sitio concreto, y yo creo que es a lo que hay que tender, señora consejera, porque, fíjese, y se lo digo siempre, la concurrencia no siempre garantiza la igualdad. Si ningún centro es igual, si no tienen los mismos alumnos ni el mismo entorno socioeconómico, la concurrencia genera desigualdades, señora consejera, y se lo hemos dicho en esto, se lo hemos dicho en la convocatoria de becas de comedor... En el acceso y en el desarrollo, genera desigualdades.

Fíjese, yo creo que, de verdad, hay una falsa generalización del modelo, y, cuando le decía que hemos manoseado en exceso el término «bilingüismo», se lo digo porque creo que es así. Yo creo que hemos ganado las estadísticas, como usted ha dicho, para perder la calidad. Cantidad —eso se lo he oído muchas veces a usted— no es sinónimo de calidad, y, realmente, yo creo que estamos perdiendo calidad.

Y han priorizado ustedes, desde el Gobierno, pero, evidentemente, es una consecuencia que estamos sufriendo en todo Aragón, ustedes han apostado por tener mayor número de centros bilingües, aunque no lo sean como tal.

Se ha anunciado el número de centros que han participado en la convocatoria, empujados —yo creo— por una carrera sin un horizonte claro, porque, insisto, el presupuesto es fundamental, es la guía, es la guía y es donde realmente se pone negro sobre blanco y donde realmente se ve el compromiso. Por lo tanto, una carrera sin horizonte, con una competencia entre ellos, pero nada sabemos del desarrollo, de cómo se están desarrollando esos programas bilingües. Yo espero, y además se lo voy a pedir, señora consejera, una evaluación de ese PIBLEA, de esa extensión que ha duplicado el número de centros pero que, a nuestro juicio, solo ha sido rotular en los centros «centro bilingüe», pero no, desde luego, una enseñanza bilingüe como nosotros creemos que deberíamos estar en este momento dando.

Yo creo, señora consejera, que hay un error en la concepción del modelo: plantean el bilingüismo como fin y no como medio, y yo creo que el inglés, el francés o el alemán son áreas, son materias y asignaturas del currículo, y el bilingüismo no. Por tanto, yo aquí tengo alguna duda que me gustaría que aclarara en la propuesta de calendario.

Ayer tuvimos la ocasión de debatir, en sendas iniciativas, esa propuesta de horario que a nosotros nos parece injustificada, que nos parece equivocada. Y es curioso, señora consejera, pero esa propuesta de horario que el señor Rando y usted, como responsables, presentaron a la comunidad educativa y a la sociedad obvia los programas bilingües, no contempla el bilingüismo. En la primera propuesta, me consta, señora consejera, que han estado reelaborando y haciendo otro horario que sí tenga en cuenta los programas bilingües, pero a mí me lleva a una reflexión: si ustedes, a la hora de hacer un horario, no tienen en cuenta la singularidad de los centros bilingües, ¿realmente les preocupa y es para ustedes prioritario el bilingüismo? Porque es curioso no tenerlo presente a la hora de establecer el horario, y eso es así, señora consejera.

Sé que han estado haciendo y que hay un plan B, que hay una alternativa B, pero esa la han hecho ahora, después de haberse dado cuenta de que habían olvidado, y que los directores de los centros así se lo han manifestado... —por cierto, le vuelvo a hacer una pequeña crítica sin que se moleste: han hecho un horario, aquí dijo que en colaboración con muchos directores de centros, y no es cierto, porque la ruta que han hecho posterior a la presentación pública del horario ha sido después, por las tres provincias y con directores—, pero han obviado la enseñanza bilingüe y los programas bilingües.

A mí, francamente, me preocupa otra cosa con los auxiliares de conversación, señora consejera, porque yo creo que no podemos aislar de la política de recortes, de subida de ratio, de cupo de profesores..., y los auxiliares de conversación son también fundamentales. Y sacaron una resolución provisional, con fecha 4 de abril, en la que había un listado de adjudicaciones por centros de auxiliares de conversación (hay muchísimos auxiliares de conversación, compartidos, agrupados), pero lo que a mí me parece curioso es una de las cosas que pone en el punto primero, en el que dice: «figurar en el listado de propuestas priorizadas no garantiza la cogida final de un auxiliar, pues esta dependerá del número de auxiliares que el Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte pueda seleccionar o financiar». Explíquenos esto, señora consejera, porque quizá un centro pueda leer que tiene autorizado un auxiliar de conversación y, con esa cláusula, se quede con las ganas, que se haya generado una expectativa, nuevamente, de las que suelen ustedes generar y frustrar...

El señor PRESIDENTE: Termine, señora Pérez.

La señora diputada PÉREZ ESTEBAN: ... prácticamente al momento —termino, señor presidente—, y yo creo que es fundamental y creo que es la oportunidad hoy, en esta tribuna, de interpretar usted aquí mismo, como consejera, qué significa esto y de decir cuántos auxiliares de conversación están dispuestos a pagar.

Y concluyo. Me quedan muchas cosas, porque yo creo que es un tema apasionante y que todavía queda mucho camino.

El invento ad futurum, señora consejera. Francamente, nos hemos quedado sorprendidos, que planifiquen los centros por nosotros. Fíjese, lo que está diciendo es la obligación de los centros de autorizar al departamento a modificar las plantillas de profesores, a eso se reduce, y la Administración, comprometerse a modificar. Es decir, tú te comprometes a pagarme y yo, a cambio, me comprometo a cobrarte. Yo, francamente, señora consejera, no lo entiendo. Y además, y lo más duro —y termino, presidente—, ni cuenta con los centros ni cuenta con los sindicatos, algo que ya empieza a ser habitual y muy preocupante, para modificar las plantillas.

Creo que hay muchos asuntos, señora consejera, y, sobre todo, creo que el programa PIBLEA creo que está haciendo aguas por muchas partes.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pérez.

La señora consejera puede replicar.

La señora consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte (SERRAT MORÉ): Gracias, presidente.

Señora Pérez, es evidente que tenemos una posición contraria, al menos en lo que tiene que ver con el respeto al derecho a la libertad de los centros a elegir: ustedes tienen un modelo mucho más dirigista, nosotros tenemos un modelo mucho más liberal. Posiblemente es que, si coincidiéramos en este fondo, militaríamos en el mismo partido. Por lo tanto, acepto ahí la diferencia, y nosotros creemos en la libertad de los centros y creemos en la autonomía de los centros.

Evidentemente, no se puede pasar de la nada al todo de un solo golpe de mano, pero, evidentemente, creemos que es bueno que sean los centros los que decidan si quieren o no quieren ser bilingües o si quieren o no seguir determinado programa.

En segundo lugar, nos tendríamos que plantear si el modelo de bilingüismo impuesto y dirigido desde la Administración es favorecedor de la igualdad o es favorecedor de las desigualdades. Usted me decía antes que hay que evaluar. La evaluación de las competencias en lengua extranjera en nuestra comunidad autónoma, y dentro de la evaluación diagnóstica en cuarto de primaria y en cuarto de secundaria, solo se ha hecho una vez, se hizo en el año 2009 y 2010, y usted tiene que conocer los resultados, y, si conoce esos resultados, no me hubiera dicho lo que me ha dicho, porque, evidentemente, estudiamos cómo era el aprendizaje de la lengua extranjera comparando centros bilingües y centros no bilingües, y estudiamos el resultado de los conocimientos de los alumnos en Conocimiento del Medio, porque, como sabe, era la única materia que se podía impartir en lengua extranjera en los centros bilingües, comparando bilingües y no bilingües.

Si nos vamos a la primera comparación, es curioso que en todos los centros, cuando comparas bilingües y no bilingües, el conocimiento de la lengua extranjera es mejor en los no bilingües que en los bilingües, y estamos hablando de la gramática de la lengua extranjera. Son datos; la diferencia no es significativa, pero son datos.

Si introducimos en esa comparación un elemento sociocultural derivado de la encuesta cultural y social que se hacía a los alumnos, es curioso que, en los dos primeros tramos, el conocimiento del medio está mejor en los centros no bilingües que en los bilingües, y solo mejora, en todo caso, en aquellos casos en los que la situación sociocultural de la familia es mejor. Pero cuando nos vamos al conocimiento del medio, solo en el nivel 4 sociocultural hay mejora en los centros bilingües.

Por lo tanto, el bilingüismo ni vale para todos los centros ni vale para todos los alumnos, sobre todo cuando hablamos de enseñanzas de materias troncales en lengua extranjera. Por eso, en nuestro modelo damos libertad al centro para elegir cuáles son las materias que se imparten en bilingüismo. Por lo tanto, ojo, ojo con el bilingüismo.

En segundo lugar, me pedía la evaluación. La evaluación va de suyo y se hará en las próximas convocatorias.

Me decía lo del horario. Eso ya es traerlo por los pelos. Hay un plan A y hay un plan B, como lo hay ahora. Ahora hay un horario A y un horario B... No, no, A, actualmente, siempre ha existido, porque los centros bilingües tienen un contrato programa específico con la Administración para poder adaptar su horario a lo que son sus necesidades curriculares, y eso existe exactamente igual.

Y decía usted que no hemos hecho el programa y la distribución horaria contando con los directores. Eso es falso y sus informadores ahí la están engañando: se hizo el programa trabajando con directores, y después se ha presentado y se han escuchado las opciones que nos han venido de todas las reuniones de directores.

Ya me disculparán, pero ya me estoy quedando sin la voz, como suele ser habitual.

Me preguntaba, concretamente, por la convocatoria de auxiliares de conversación. Salió el día 4 de abril, con las mismas características o con los mismos contenidos que como se ha venido haciendo siempre. La convocatoria de auxiliares de conversación es un programa que venía financiado en parte por el ministerio, ampliado por la comunidad autónoma, y que se sigue haciendo en los mismos términos. Por lo tanto, no hay diferencias. En estos momentos tenemos ochenta y seis auxiliares de conversación, veintiocho están en ámbito rural y en ciento veinticinco centros. Y siempre los auxiliares de conversación comparten su actividad con varios centros, porque la propia norma dice que van, preferentemente, donde haya dos centros escolares para poder ser contratados, porque son unos contratos de carácter especial y con unas condiciones especiales. Pero no se ha cambiado la convocatoria en esos sentidos. Sí que se han definido prioridades, prioridades que también vienen muchas veces marcadas por la disponibilidad y cercanía de los centros.

Por lo tanto, yo creo que compartimos algo usted y yo, señora Pérez, aunque no compartamos el modelo, que es la pasión por la educación, y, por lo tanto, los debates siempre son interesantes. Pero yo también le diría que revise las evaluaciones del pasado y que me diga en conciencia si no es necesario cambiar para mejorar en el futuro.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.

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