Intervinienen: Echenique Robba, Pablo Enrique - Lambán Montañés, Francisco Javier
El señor PRESIDENTE: Pasaríamos al siguiente punto, que es pregunta relativa a la inacción del Gobierno ante los escándalos en la gestión de la empresa pública Sarga, formulada al presidente del Gobierno de Aragón por el Grupo Parlamentario Podemos Aragón, quien tiene la palabra en este momento.
Pregunta núm. 864/16, relativa a la inacción del Gobierno ante los escándalos en la gestión de la empresa pública Sarga.
El señor diputado ECHENIQUE ROBBA [desde el escaño]: Buenos días, ¿por qué, señor presidente, ante los graves hechos presuntamente delictivos que se están conociendo sobre la empresa pública Sarga, su Gobierno es tan tibio y solo reacciona cuando no le queda más remedio? ¿Por qué este grupo parlamentario o los sindicatos lo han denunciado?
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Señor presidente, tiene la palabra.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS) [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.
Señor Echenique, mi gobierno está muy lejos de la tibieza de la que usted habla y muy cerca de poner orden en una empresa pública que necesita muchas reformas y muchos ajustes.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.
Señor diputado, tiene la palabra.
El señor diputado ECHENIQUE ROBBA [desde el escaño]: Muchas gracias, señor presidente.
Tengo que decirle que discrepo en ese punto. Respetuosamente discrepo. Y tengo que decirle que mi grupo parlamentario entiende que lo que está ocurriendo con Sarga es oscuro, es difícilmente explicable y es preocupante.
La investigación abierta a petición de Comisiones Obreras por la unidad de delincuencia económica y fiscal de la policía, así llamada Udef, es tan solo el último y más ruidoso paso de una larga historia de sospechas y mal olor.
La mayor empresa pública de Aragón cuenta con casi mil trabajadores y tiene competencias tan fundamentales para el medio rural y el medio ambiente como la prevención y extinción de incendios forestales o la recogida de cadáveres de animales.
Uno esperaría que la evidente importancia estratégica de Sarga hubiese estado acompañada de una gestión seria, trasparente y siempre orientada a la búsqueda del bien común. Pero no, más bien parece que ha ocurrido todo lo contrario. Cualquiera que conozca algo sobre Sarga ha escuchado por fuerza durante los últimos años numerosos secretos a voces que, si hablamos del testimonio de personas que trabajan o han trabajado allí, se convierten en certezas que tarde o temprano veremos en los tribunales.
Voces autorizadas nos explican, por ejemplo, que en Sarga ha llegado a haber cuatrocientos trabajadores, un tercio de la plantilla de entonces, que han ido en las listas de un partido concreto. Menuda agencia de colocación, ¿no cree, señor Lambán? Y le pregunto: ¿esto se ha solucionado o seguimos más o menos en ese punto?
Luego están esas indemnizaciones a directivos que no las gana una familia normal ni en dos vidas de trabajar de sol a sol, o esas dietas de miles de euros que algunos cobraban aun moviéndose tan poquito como les permitía la rotación de la silla de la oficina.
Los aragoneses se han enterado hace poco de esto último por la prensa. ¿Usted también lo supo por esa vía o lo conocía con anterioridad, señor Lambán? En cualquier caso, y por si todo esto no fuese lo suficientemente preocupante, cualquiera que esté mínimamente informado intuye que estamos hablando tan solo de la punta del iceberg. Y dicen en Italia que si lo saben tres lo sabe el rey. No sé si me explico.
Por si esto no fuese aun lo suficientemente preocupante, resulta que su gobierno remolonea, dilata y se pone de perfil. Solamente cuando mi grupo pregunta o los sindicatos denuncian, ustedes se mueven, y lo hacen mal, tarde, solo un poquito y encima apoyados en datos que parece que ustedes ya tenían. Yo entiendo que esa zona de sombra que se llama Sarga exija de los manejos del gobierno del Partido Popular y del PAR y también del PSOE y del PAR.
Y entiendo que ustedes, a lo mejor, tienen la tentación de minimizar daños, pero, si me permite un humilde consejo, señor Lambán, no vaya por ahí. Ataque el mal olor de frente y con decisión, que el mal olor se pega en la ropa. No se arriesgue, señor Lambán, a que dentro de unos años estalle todo y no le quede más remedio que intentar contarle a la gente que lo sabían mucho más que tres, pero que el rey no tenía ni idea.
Difícil argumento cuando quien preside el órgano de dirección de Sarga es el señor Olona y al señor Olona lo ha nombrado usted. Últimamente usted me emplaza pública y reiterativamente a que nos acerquemos a su gobierno. Espero que después de la pregunta de hoy entienda usted mejor mis reticencias.
Muchas gracias. [Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Señor presidente, tiene la palabra.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTAÑÉS) [desde el escaño]: Gracias, presidente.
Señor Echenique, con el talento que usted tiene, y no se lo digo con ironía, me extraña que tenga esa obsesión por emular a la agencia Pinkerton en vez de dedicarse a practicar buena política para la que está usted perfectamente capacitado.
Le voy a decir siete cosas respecto a cuestión de Sarga que estoy absolutamente convencido de que lo tranquilizarán y le dará motivos para aceptar esa invitación a su aproximación al Gobierno de la que usted mismo ha hablado.
Primero, la nueva dirección de la empresa que tomó posesión en diciembre de 2015 no reacciona por denuncia de sindicatos ni de ningún grupo parlamentario, sino que actúa por iniciativa propia. De hecho, nada más llegar, el nuevo gerente efectuó una comunicación interna a sus directivos indicándoles que no iban a ser autorizados ni satisfechos determinados gastos por cuenta de la empresa ni en comidas ni en vehículos ni de ninguna otra naturaleza.
Segundo, se han cambiado ya normas internas de justificación de gastos y, como consecuencia de ello, se han abierto dos expedientes de despidos disciplinarios. No voy a entrar en pormenores porque no me parece lugar más adecuado para hacerlo, pero sí permítale que le insista en que no ha sido como consecuencia de la denuncia de nadie, sino por una investigación interna ordenada por el gerente de Sarga.
Si hubiera consecuencias de estos hechos delictivos que debieran ser puestas en comunicación de las instancias pertinentes, lo haremos. Y, desde luego, instaremos e exigiremos la devolución a la empresa de las cantidades indebidamente percibidas.
Segundo. Respecto a la denuncia de Comisiones Obreras a la Udef por un supuesto desvío de dinero. Se le dice que las cuentas están auditadas. Sé que la Cámara de Cuentas entrará de manera decidida a analizar, a investigar las cuentas de Sarga cuando corresponda y corresponderá bien pronto. Evidentemente, el gobierno colaborará en todo lo que se le pida, pero de momento, señor Echenique, la denuncia de Comisiones es una denuncia de Comisiones. Ni menos, pero tampoco más.
Tercero. La empresa pública Sarga ha iniciado un proceso de trasformación que pretende optimizar su potencial y su servicio técnico a la comunidad autónoma de Aragón.
En los últimos meses se han venido tomando medidas correctoras enfocadas a lograr un deseable equilibrio presupuestario a través de la contención de los gastos generales y necesarios, y a través de un necesario redimensionamiento de su estructura directiva y sus departamentos.
Como consecuencia, se ha producido el despido de veintitrés técnicos y administrativos, despidos perfectamente justificados por razones estrictamente profesionales y funcionales, que pretenden ni más ni menos que un reajuste de tareas, evitar encargos no justificados, adecuar estructuras a los servicios que realmente tiene que prestar.
Quinto. La empresa pública Sarga se ha comprometido implantar de manera voluntaria un código ético de conducta que afecte a los procesos, a las relaciones de la empresa y a las relaciones de los servicios que presta la empresa. Y mediante ese servicio de autorregulación se pretende que cada uno de los trabajadores, todos y cada uno de ellos de la compañía, interioricen los principios, valores y comportamientos éticos que deben regir su actuación tanto internamente como en sus relaciones con proveedores, clientes, administraciones públicas y con la sociedad aragonesa en general.
Por otra parte, se fomentará a través de ese código ético el respeto y la protección del medio ambiente, minimizando el impacto ambiental de todas las actividades que desarrollen.
Y, además, mediante este código, se exigirá una relación con los proveedores que evite cualquier interferencia que pueda afectar a la imparcialidad.
En sexto lugar le puedo decir que Sarga va a implantar un plan de igualdad que traslade a las prácticas a la contratación y al reparto de tareas. Eso, una igualdad estricta entre hombres y mujeres. Esa es la intención del plan que ya está redactado y del que se presentará un borrador para ser implantado lo antes posible.
Y, por último, señor Echenique, la gerencia está trabajando en la creación de un convenio laboral propio de la empresa.
Usted sabe que Sarga es consecuencia de la fusión de dos empresas preexistentes, cada una tenía su convenio, se ha seguido funcionando de esa manera y parece razonable unificar para que todos tengan exactamente las mismas condiciones laborales.
Estas, señor Echenique, son las líneas de actuación del Gobierno de Aragón, del departamento del señor Olona respecto a Sarga y estoy absolutamente convencido que coinciden totalmente con las prescripciones o con la manera que usted tiene de entender la gestión de una sociedad pública como esta.
[Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, presidente.