Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General Aragón (DGA)

Comparecencia de la presidenta del Gobierno de Aragón para informar detalladamente sobre el desarrollo y aplicación de la Ley 3/2013, de 9 de mayo, de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 077 de Plenos (VIII Legislatura)
Intervinienen: Serrat More, Dolores - Soro Domingo, José Luis - Barrena Salces, Adolfo - Herrero Herrero, María - Pérez Esteban, María Teresa - Navarro Félez, Miguel

El señor PRESIDENTE: Vamos a pasar al siguiente punto del orden del día, que es la comparecencia de la presidenta del Gobierno de Aragón, por acuerdo de la Junta de Portavoces a propuesta del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, para informar sobre el desarrollo y aplicación de la Ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas.

Va a intervenir la señora consejera de Educación y Cultura, en este caso, por tiempo de diez minutos.

Comparecencia de la presidenta del Gobierno de Aragón para informar detalladamente sobre el desarrollo y aplicación de la Ley 3/2013, de 9 de mayo, de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón.

La señora consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte (SERRAT MORÉ): Muchas gracias, señor presidente.

Señores y señoras diputados, muy buenos días.

Comparezco en nombre de la presidenta para explicar el programa de protección, promoción y desarrollo de las lenguas y modalidades lingüísticas de Aragón, y en esta intervención lo voy a hacer siguiendo tres apartados: primero, las políticas de protección del patrimonio lingüístico aragonés; segundo, las políticas de difusión del patrimonio lingüístico aragonés; y, tercero, las políticas de impulso.

Entrando en el primero de los apartados, de políticas de protección, decir que lo primero que tenemos que tener claro es que los objetivos son considerar que las lenguas aragonesas y sus modalidades lingüísticas son inequívocamente aragonesas y, por lo tanto, evitar que en su regulación queden a merced de organismos ajenos a nuestra comunidad autónoma. Un segundo objetivo importante es potenciar las modalidades lingüísticas locales a través de su protección, conservación y difusión. El tercero es confiar el desarrollo de la normativa de las lenguas aragonesas a una única institución científica, que es la Academia Aragonesa de la Lengua, que en estos momentos se está trabajando en su decreto de creación. Y quinto, como criterios de política lingüística, se ha optado por la preferencia a la promoción y fomento, atendiendo a la voluntad de los hablantes, antes que a la imposición de las indiscriminadas obligaciones. Dicho esto, en pocas palabras, proteger el aragonés con todas sus variantes locales, evitando su desaparición por la imposición de estándares normativos ajenos.

En relación a las políticas de difusión, dos líneas de trabajo: una, salvaguardar la tradición oral, y dos, facilitar el acceso al repertorio léxico de nuestras lenguas y modalidades lingüísticas.

Como acciones, y en relación a la salvaguarda de la tradición oral, la catalogación de las grabaciones realizadas entre 1991 y 1994 en las comarcas de la Ribagorza, Litera y Bajo Cinca, que constituyen un archivo sonoro de la sabiduría popular y de la memoria colectiva de una parte muy importante de Aragón. Se han recopilado cuentos, leyendas, tradiciones, mitos y refranes aragoneses. Creemos que esto constituye un valioso material para el conocimiento de las lenguas aragonesas para la generación actual y su transmisión a las generaciones venideras.

Otra parte, facilitar el acceso al más completo repertorio léxico de nuestra lengua aragonesa, la base de datos «Tresoro d’a Luenga Aragonesa», un acceso directo que se puede hacer desde la página de inicio del portal SIPCA (es decir, el Servicio de Información del Patrimonio Cultural de Aragón). En ese portal, en esa base de datos, se recopilan más de ciento sesenta y seis mil términos procedentes del vaciado sistemático de diccionarios, glosarios y repertorios publicados entre el siglo XVII y el año 2000, es decir, desde Jerónimo Zurita hasta prácticamente la actualidad. La base de datos permite búsquedas sencillas y búsquedas avanzadas, y además permite que, una vez obtenido el listado de términos buscados, se pueda buscar información complementaria, como son las variantes registradas, las formas léxicas, los lugares de habla, etcétera.

En relación a las políticas de impulso, también me gustaría resaltar dos aspectos: el primero, lo que tiene que ver con la enseñanza del aragonés, y el segundo, la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua.

En relación a la enseñanza del aragonés, quizá lo primero que tendríamos que hacer es destacar de dónde venimos. Recordar que la enseñanza del aragonés empezó en nuestra comunidad autónoma en el año, en el curso 1997-1998, por decisión de un Gobierno PP-PAR y con cuatro profesores en horario extraescolar. Hasta el curso pasado, esta situación se ha mantenido prácticamente de forma inalterable; la única modificación fue que, en lugar de cuatro profesores, había cuatro profesores y medio. Pero en el curso 13 y 14, y después ya de aprobada la ley, sí que ha empezado un proceso de modificación, y el curso pasado se ha añadido, a lo que se venía haciendo en Plan, Biescas, Benasque, Jaca y Aínsa, dos novedades: por primera vez, la posibilidad de impartir aragonés en un centro de secundaria, con la incorporación de clases en el instituto Sobrarbe, de Aínsa; y, en segundo lugar, en el CRA Río Aragón se ha empezado la impartición de clases de aragonés ansotano y de aragonés cheso, participando en estas clases veintiún alumnos para el ansotano y cuarenta y uno para el cheso.

Hemos continuado con el Programa «Lucía Dueso», y además yo creo que se han ampliado algunas de sus actuaciones. Primero, permitiendo a todos aquellos centros que tienen actividades en aragonés que se pudieran incorporar al programa, y de hecho se ha pasado de veintidós actividades a cincuenta y cinco, y de treinta y nueve centros solicitantes a sesenta y siete centros solicitantes.

Pero, posiblemente, el mayor reto que tenemos con la enseñanza del aragonés es el desarrollo curricular de las lenguas propias. Hemos empezado por las lenguas propias del área pirenaica y prepirenaica, y queremos aquí decir y manifestar el agradecimiento a los profesores que han participado en su proceso de redacción, todos ellos reconocidos, profesores de reconocido prestigio en sus áreas correspondientes.

Para el desarrollo del currículum lingüístico aragonés se han seguido tres tipos de criterios: criterios lingüísticos, criterios sociales y criterios de distribución escolar.

Con respecto a los criterios lingüísticos, hay que tener en cuenta que, posiblemente, lo fácil sería impartir una sola modalidad de lengua aragonesa, pero, precisamente, la complicidad de la enseñanza tiene que ver con las múltiples variedades lingüísticas que tenemos en Aragón, y, por lo tanto, sabiendo también que cualquier intento de normalización ha sido rechazado por los hablantes. Por lo tanto, se ha optado por un modelo de enseñanzas diferenciadas de las distintas modalidades lingüísticas, por lo menos al máximo de sus posibilidades.

Además de ese criterio lingüístico, es decir, de optar por un modelo educativo de variantes lingüísticas, es decir, de enseñanza diferenciada, a ello tenemos que sumar los criterios sociales. Quienes se han encargado de ese desarrollo curricular durante un año se han recorrido el territorio de las zonas hablantes y han captado la voluntad y el deseo mayoritario de los hablantes de que se impartan y se enseñen sus modalidades lingüísticas.

Pero, evidentemente, tanto el criterio lingüístico como el criterio social hay que unirlos al criterio de distribución escolar, y por ello, atendiendo a estos criterios y teniendo en cuenta que eso tendrá que ser de desarrollo progresivo, podemos decir que tenemos como tres modalidades. Una: en aquellas zonas donde ha sido posible una agrupación de modalidades, se ha hecho, y este es el caso del CRA del Cinca-Cinqueta y de toda la zona del Sobrarbe, que bien por ya la propia tradición y, sobre todo, por el esfuerzo que han hecho los profesores en los años precedentes de aprender modalidades que no eran propias, se puede ofertar como una variedad única y se ofertan con un profesor único el belsetán, el chistabino y el fovano con sus variedades. En otras zonas no ha sido posible esa unificación; es el caso, como les ponía antes de ejemplo, del cheso y del ansotano, que han sido abordados de forma individual. Y, por otro lado, tenemos una serie de zonas donde la lengua o la modalidad lingüística era ya muy residual y había poca conciencia de modalidad lingüística, y entonces de ahí se imparte un estándar de aragonés, pero respetuoso con el origen y con el respeto y el conocimiento de las distintas variedades.

Pero, en cualquier caso, sea cual sea el modelo que se imparta, lo que está claro es que tenemos que tener unos objetivos comunes para todos los alumnos, y esos objetivos son que todos los alumnos conozcan todo el ámbito diasistémico de la lengua aragonesa, que conozcan los rasgos principales de las distintas variedades y, sobre todo, que todas ellas, todas esta variedades, forman parte de una misma lengua común, que es la lengua aragonesa. Esta unidad de lengua debe reforzarse con elementos comunes en la enseñanza, como son ortografía común, una misma forma de adaptación de los cultismos o una incorporación de nuevas voces. Y diría que estos precisamente son los objetivos principales de lo que será la futura Academia Aragonesa de la Lengua, que, en tanto, les digo que ya estamos trabajando en el decreto de desarrollo. Es verdad que, entre tanto, y para poder empezar con la impartición curricular de las lenguas aragonesas del área pirenaica y prepirenaica, se han tenido que adoptar disposiciones de carácter transitorio en tanto en cuanto no tengamos el órgano científico fundamental.

Termino recordando que los objetivos de la Ley de lenguas y, por lo tanto, los objetivos de todas las medidas que se están adoptando son los que están recogidos el artículo 2 de la propia ley: reconocer la pluralidad lingüística de Aragón y garantizar a los aragoneses el uso de las lenguas y modalidades lingüísticas propias, y segundo, propiciar la conservación, recuperación, promoción y difusión de las mismas en las zonas de utilización predominante, que es en estos casos lo fundamental y lo que venía demandando la sociedad aragonesa.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.

El turno a continuación del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista. ¿Quién lo va a hacer? Su portavoz, el señor Soro, por tiempo de ocho minutos.

El señor diputado SORO DOMINGO: Muchas gracias, señor presidente.

Señora consejera

¿Qué ocurre, que sus amigos de FACAO no le dejan hablar de catalán? ¿Se da cuenta de que no ha hablado de los aragoneses y aragonesas que hablan o que estudian...? El LAPAO. ¿Sabe de lo que le hablo, verdad? El catalán es que no lo ha nombrado. ¿No se dan clases de catalán en Aragón, señora consejera? ¿Han terminado ya? Me parece impresentable, desde luego, su planteamiento.

Mire, hay una cosa evidente, y es que ha pasado un año desde que ustedes perpetraron la aprobación de la Ley de no lenguas, y queda claro para qué aprobaron aquel proyecto de ley, queda clarísimo, señora consejera, porque no se ha desarrollado en absoluto: ustedes solo aprobaron esa ley para derogar la anterior. Ustedes aprobaron una ley que ocupa espacio en el ordenamiento jurídico, aprobaron una ley que se supone que está en vigor, pero que nacía únicamente con un objetivo: derogar lo anterior y dejar que todo se vaya muriendo. Porque, señora consejera, desde luego, es lo que ustedes están haciendo.

Fíjese, le voy a poner un ejemplo de algo que usted se calla —claro que se lo calla—, los premios. Yo pensaba que usted iba a dar alguna explicación de qué ocurre con los Premios Guillem Nicolau y Arnal Cavero, pensaba que iba a explicar algo, porque, desde luego, es el mejor ejemplo de su falta de política lingüística. Sabe bien que son unos premios que nacieron ya con complicaciones en el ochenta y siete, pero llegamos ya a que ha habido muchas ediciones, mucha producción literaria en aragonés y en catalán —y así lo decían los decretos con normalidad, y no se rompió Aragón—, en estas lenguas, y llegan ustedes y tienen la gran idea en el 2013 de fusionarlos en un solo premio, el Premio Arnal Cavero-Guillem Nicolau. Por supuesto, FACAO lo celebró muchísimo. FACAO dijo que se muestra satisfecha porque ahora podrán participar todos los aragoneses —decían— en estos premios, todos los aragoneses. ¿Qué ha ocurrido? Usted lo sabe muy bien: que ha sido cero el número de aragoneses que han participado. Sabe muy bien que el Premio Arnal Cavero-Guillem Nicolau del 2012 se declaró desierto por el departamento y sabe muy bien que el premio del 2013, también Arnal Cavero-Guillem Nicolau, se ha archivado el expediente al no haberse presentado ninguna obra de creación literaria escrita. Es decir, que han conseguido usted acabar, arrasar con los Premios Guillem Nicolau y Arnal Cavero. Yo creo que alguna explicación debería dar al respecto. Y ¿qué va a ocurrir en el 2014? ¿Tienen previsto convocar el premio de 2014 o no? Usted se lo calla porque sabe que no le interesa, porque esto es reflejo de su falta de política lingüística.

No están haciendo nada para que todo ello se vaya muriendo. Y, hoy, su falta de respeto a los aragoneses que hablan y que estudian catalán, como digo, es muy expresiva también de su falta de respeto a los derechos lingüísticos de los aragoneses.

Aprobaron una ley que tiene dos elementos esenciales para su desarrollo, dos elementos que ustedes no han desarrollado, a pesar de que hay una ley de estas Cortes que le obliga al Gobierno, una ley aprobada por ustedes. La primera, desde luego, que usted tampoco la nombra, es la declaración de las zonas. Es el elemento clave. Si es que sin declaración de zonas de utilización histórica predominante de LAPAO o Lapapyp es imposible desarrollar, señora consejera, la ley, es imposible... Y ustedes han sido incapaces de desarrollar. Supongo que eso es muy complicado y que hay gente que se pone muy nerviosa.

¿Por qué es imposible? Pues porque hay elementos de la ley que dependen de eso, de la declaración, porque ustedes solo reconocen determinados derechos o determinadas realidades en las zonas de utilización histórica predominante. Por ejemplo, artículo 16: las relaciones de los ciudadanos con las Administraciones públicas. Se reconoce a los ciudadanos el derecho a relacionarse en su lengua propia con las Administraciones en las zonas de utilización predominante. ¿En qué zonas? No se sabe, porque ustedes, después de un año de vigencia casi de la ley, no las han declarado. ¿Qué más? Entidades locales. También declaran ustedes que en las zonas de utilización histórica predominante podrán utilizarse las lenguas propias en los debates de las entidades locales, pero incluso también en actas, acuerdos... ¿Cuáles son esas zonas? No se ha desarrollado. Hay una especie de limbo... Sabe bien el señor Ruspira que el otro día mi compañero Francho Nagore, concejal ahora en Huesca, utilizó con normalidad aragonés, y hubo un problema ahí jurídico —porque, ¿qué ocurre: se puede, no se puede?— porque ustedes no han desarrollado esas zonas. Lógicamente, se puede porque está la ley.

Más cuestiones. Toponimia. También la toponimia será en las zonas de utilización histórica predominante, donde, además de la castellana, se podrá utilizar la tradicional. Ustedes tampoco han dicho cuáles son esas zonas y, por lo tanto, dónde puede utilizarse la toponimia.

Y lo más grave de todo es la enseñanza, que lo dejo para el final, porque se reconoce ese derecho a la enseñanza en las zonas de uso histórico predominante. Ustedes, a pesar —luego hablaremos de currículo, lógicamente—, a pesar de que el currículo habla de esto, de las zonas, siguen sin utilizarlo. Son incapaces de desarrollar la ley, y hay muchos mapas —los hay muy antiguos ya— de zonas; no tendrían demasiada complicación, desde luego, en aprobarlo.

Esa es la primera cuestión, la declaración de zonas. ¿Piensan hacerlo, o no se atreven, o no les deja FACAO, o cuál es el problema?

Segunda cuestión: la Academia Aragonesa de la Lengua. Ha llegado usted aquí y dice que están trabajando en ello, como hacia Aznar. Pero, vamos a ver, que ustedes se dieron un plazo... Ocho meses para preparar los estatutos, tres meses para constituir la academia. Ve que no estoy entrando en la crítica. Es una barbaridad, es una aberración conceptual una sola academia para dos lenguas diferentes, porque usted habla aquí del aragonés como si fuera una lengua... Me parece tan, tan absurdo que ni voy a entrar. Han incumplido todos los plazos y están generando un enorme problema al no haber una autoridad lingüística.

En definitiva, señora consejera, nula aplicación de la ley, porque lo único que persiguen con esta ley es que las lenguas mueran y que desaparezca de verdad la realidad lingüística aragonesa.

Y dejo para el final el currículo, que usted también ha pasado de puntillas. El currículo de Primaria es una auténtica barbaridad, como le decía. Ustedes reconocen la existencia de dos zonas. No me resisto a leer cómo hablan ustedes del aragonés. Fíjese: lengua aragonesa de la zona de utilización histórica predominante de la lengua aragonesa propia de las áreas pirenaica y prepirenaica de la comunidad autónoma. Fíjese, en vez de decir aragonés. Lengua aragonesa de las zonas de utilización histórica predominante de la lengua aragonesa de las áreas pirenaica y prepirenaica de la comunidad autónoma. Bueno, yo creo que sobran todos los comentarios.

Muchísimos problemas. En primer lugar, ¿por qué no está el catalán, señora consejera? Repito: ¿no le deja FACAO? Es que habla usted, fíjese... Se supone que el catalán, el catalán de Aragón, lengua propia también de Aragón, que no es una imposición catalana —es que..., que haya que decir estas cosas...—, lengua tan aragonesa como catalana, igual que el castellano es tan castellano como aragonés, se seguirá enseñando este curso y el que viene. Sin embargo, ustedes no lo incluyen en el currículum. ¿Por qué? Y no dicen cuál es la autoridad lingüística. Fíjese, están consiguiendo que, al final, la autoridad lingüística sea el Institut d’Estudis Catalans, que esa es la realidad; al final, por no atreverse a desarrollarlo, reconocen que sea una institución ajena para ustedes la que dicte las normas.

Primer problema: ¿por qué no está el catalán? ¿No se atreven? ¿Cuál es el problema? Porque, desde luego, es una falta de respeto absoluta que hoy lo silencie y que ni siquiera en el currículum esté. Y luego sabe que un gran problema de este currículo, que ha recibido muchísimas alegaciones, incluso de profesores... Por cierto, le puedo decir que me acaba de decir un padre de un niño que va a clases de aragonés en L’Aínsa que lo que usted dice es mentira, que no es como usted lo dice. Me lo dice mi compañero Joaquín Palacín, que su hijo es uno de los niños que van a clases de aragonés en L’Aínsa, y me dice que lo cuenta usted aquí es un cuento que no es verdad lo que dice. Yo creo que es muy grave.

La cuestión de la grafía... No me da casi tiempo de entrar en la cuestión de la grafía, pero le hago una pregunta muy directa: ¿por qué optan por una grafía con los problemas que hay? Sabe los problemas que hay en aragonés con la cuestión de la grafía. ¿Por qué optan por la grafía del Estudio de Filología Aragonesa, por qué, señora consejera, y no por la tradicional del ochenta y siete o por ninguna y que, hasta ahora, como hasta ahora se ha hecho, cada profesor que decida? Optan ustedes por una grafía que no tiene tradición literaria, que no hay libros. El noventa y pico por ciento de los libros están en la grafía del ochenta y siete.

En antroponimia no me voy a detener, pero frente a trescientos veinticuatro Lorien sin te final, cero con te final; o frente a cuarenta y un Chabier con be, cero Chavier con uve. No puedo entrar. Toponimia, exactamente lo mismo.

Material didáctico, señora consejera. Sí, material didáctico. ¿Qué material didáctico van ustedes a utilizar? No sé si conoce esta maravilla, este libro de aragonés para Primaria. Ahora se lo daré; es el de mi chico, pero se lo daré —ya pediré otro—. Van a desaprovechar esta maravilla, un libro, un material didáctico excelente para enseñar aragonés a los niños de Primaria. Tiene un trabajo aquí excelente de Chusé Antón Santamaría, pero, claro, está en la grafía del ochenta y siete. Es el enemigo —ustedes no lo van a utilizar—. Ahora le daré el libro. Revíselo y ya verá qué forma de perder un elemento precioso por ponerse del lado de uno de los bandos en un problema, desde luego, que el Gobierno de Aragón debería solucionarlo creando la academia.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Soro.

El turno a continuación del Grupo de Izquierda Unida de Aragón. Señor Barrena, tiene la palabra por tiempo de cinco minutos.

El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente.

Gracias también, señora consejera, por su explicación.

Yo lo que voy a pretender es tratar de que aclare exactamente cuál es la política que van a seguir y qué pretenden hacer con las lenguas que se hablan en Aragón. En Aragón se hablan, además del castellano, como usted bien sabe, dos: una, la innombrable para ustedes, pero que se llama catalán —así de claro—, y otra, que es la propia aragonesa, con todas sus variedades, dialectos y especificidades territoriales.

Ciertamente, el gran problema que creo que tenemos con ustedes con relación a las lenguas es que ustedes consideran las lenguas vinculadas al territorio y no vinculadas a un derecho ciudadano; por lo tanto, a un derecho de quienes las hablan, que es así como lo recoge la Constitución, es así como lo recoge la Carta Europea de las Lenguas y es así incluso como lo recoge nuestro Estatuto. Y, por lo tanto, al vincularlas al territorio, ustedes lo que hacen es el desastre que al final han hecho.

Ciertamente, usted se ha empeñado —ya lo dice la ley— en decir que aquí en ningún momento se habla el catalán. Yo voy más allá: estoy seguro de que, si no se hablara catalán en una parte del territorio aragonés, el aragonés ya sería cooficial en los sitios donde se habla, seguro. Claro, el problema que tienen ustedes es que, al hacer cooficial una cosa sí y la otra no, todavía —digamos— se produce más la brecha; y, por lo tanto, como niegan que exista el catalán, evidentemente, a partir de ahí también dificultan la extensión del aragonés.

Las lenguas son inequívocamente aragonesas, ha dicho usted, a continuación de decir «solo actuarán para normativizarlas, para establecer lo que tiene que ver con ellas, instituciones inequívocamente aragonesas». Ya tenían creadas unas, como era el Consejo Superior de Lenguas, como era la Academia de las Lenguas, que ustedes, con la ley que se trae aquí, que se aprueba, al final las desmontan. Esa nueva ley dice que va a crear esa institución eminentemente aragonesa, que será la Academia de la Lengua Aragonesa, pero todavía no la han creado. Todavía no la han creado. Por lo tanto, ¿en qué condiciones está?

Y, mire, demuestran claramente lo que quieren hacer con ello cuando uno se va a lo que usted ha citado al final, pero que, como es un debate que está en estos momentos sobre toda la comunidad educativa, que es el desarrollo curricular... Claro, cuando uno se va a ver el desarrollo curricular de Primaria y ve... Bueno, del catalán no ve nada, porque, como no hay catalán, ya está, no se ve nada. Entonces, ya lo resolverán también algún día. Pero lo que sí se ve, que es lo que tiene que ver con el aragonés... Fíjese, por ejemplo, le leo lo que dice el desarrollo curricular en cuestión, por ejemplo, de la grafía y de la ortografía: «Se utilizará una sola norma, que será establecida por la Academia Aragonesa de la Lengua». Que no está. ¡Ah!, pero luego van y dicen: «Y, mientras no esté la Academia Aragonesa de la Lengua y haya normas, la única que se utilizará será la establecida por el Estudio de Filología Aragonesa». Y ahí viene la pregunta. ¿Por qué? Porque en estos momentos, como bien sabe, sobre este tema, están trabajando diferentes organizaciones, algunas desde hace mucho más que los del Estudio de Filología Aragonesa. Sabe usted que estaba el Consello d’a Fabla, Ligallo de Fablans, sabe usted que está la Sociedad de Lingüística Aragonesa, y es verdad que está también el Estudio de Filología Aragonesa. Y, ciertamente, cada una de esas asociaciones, organizaciones e instituciones ha establecido una forma de ortografiar y una forma de —digamos— actuar ante la imposibilidad de tener una norma oficial, que es para lo que creíamos que debiera haber servido la Academia de las Lenguas. Creíamos. Entonces, la primera pregunta es: oiga, y ¿por qué vale la del estudio filológico aragonés y no las otras? ¿Cuáles son los criterios científicos, académicos, lingüísticos en los que se apoya el Gobierno de Aragón? Yo es el primer ejemplo que veo de Gobierno democrático que se atribuye componente científico en sus decisiones.

Pero el problema es que eso lo están llevando ustedes a más... [corte automático de sonido] … y a más terrenos. Lo están llevando ustedes a la forma de seleccionar el personal, por ejemplo en las listas de interinos e interinas; están aplicando ustedes unos criterios absolutamente discriminatorios, y lo están haciendo en función de lo que ustedes pretenden hacer, que, desde luego, no es, como usted ha dicho, proteger las lenguas, no es potenciarlas, no es desarrollarlas, ni mucho menos.

El señor PRESIDENTE: Termine, señor Barrena.

El señor diputado BARRENA SALCES: Ya acabo, señor presidente.

Pero lo están llevando también hacia el tema del currículo y lo están llevando también hacia el problema de los materiales con los que luego van a tener que trabajar los niños y niñas. Por lo tanto, señora consejera, yo ahí se lo dejo. Tenemos presentada una interpelación directa con este tema con usted, tendremos oportunidad de profundizar más, pero, en está ocasión, yo aprovecho esta comparecencia para, primero, decirle que lo que tienen que hacer al menos es cumplir la ley que se aprobó aquí, que, aunque yo la voté en contra, pero a ustedes les obliga, y, por lo tanto, hace falta la Academia de la Lengua Aragonesa cuanto antes y empezar a trabajar cuanto antes por ella.

Muchas gracias, y gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Barrena.

El turno a continuación del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés. Señora Herrero, a quien damos la bienvenida de nuevo a esta casa, tiene la palabra por tiempo de cinco minutos.

La señora diputada HERRERO HERRERO: Gracias, señor presidente.

Me reincorporo, aunque estoy en el período de supuesta baja de maternidad, gustosamente para hablar de este tema, de la Ley de lenguas, que, como saben, hemos tenido en numerosas ocasiones la oportunidad de debatir sobre él. Un asunto polémico en el que encontramos posiciones controvertidas, enfrentadas y difícilmente conciliables.

Efectivamente, la señora consejera ha hecho una recopilación o nos ha relatado las políticas que se han hecho desde el departamento en este año, y quiero recordar y quiero subrayar que ha pasado un año —un año—, una política tanto de recopilación del patrimonio lingüístico como de conservación, como de promoción y de impulso, en un año de desarrollo y de puesta en marcha, de implementación de una ley que ya he dicho y subrayo que es compleja y polémica, y, si no fuese así, esta ley llevaría muchos más años funcionando —eso lo tienen que reconocer todos ustedes.

Vamos a ver, la anterior ley se aprobó en el año 2009, y digo yo: por supuesto que tienen todo el derecho del mundo a venir aquí los diferentes grupos parlamentarios e incluso, y en especial, quienes apoyaron aquella ley para reclamar y exigir a la consejera que cumpla y que desarrolle la ley —perfecto—, que es lo que tienen que hacer. Atención, que ustedes le están reclamando que haga cosas que no dice la ley o le están diciendo lo que no les parece bien de la ley. No, no: lo que pueden decirle a la consejera es que desarrolle la ley, que en parte lo han dicho, pero han dicho muchas otras cosas. Vale. La ley del año 2009, que ustedes apoyaron —no Izquierda Unida, pero sí Chunta Aragonesista—, díganme cómo fue desarrollada. Y no dijeron ni mu. Que ustedes la apoyaron... No, no; no diga, señor Soro, que sí, que no, que no dijeron ni mu. Si no me equivoco, en una ocasión intervinieron hablando de esta cuestión, pero no hicieron de este tema una batalla, ni mucho menos, ni estuvieron exigiéndole a la consejera que desarrollara y que cumpliera la ley. Para nada. Díganme... ¿Quieren que les diga todas las cosas que no se cumplieron de esa ley? Y pasaron del año 2009 al 2011, por lo menos. O sea, que estamos hablando de que esta ley lleva un año en vigor; la otra ley estuvo dos años en vigor, más de dos años... Bueno, realmente hasta que se cambió la ley, pero ya no quiero responsabilizar a este Gobierno, que indudablemente no estaba de acuerdo con la ley, pero el suyo sí, y el nuestro, pero saben que nosotros no estuvimos de acuerdo con eso, con lo cual en este tema, desde luego, no somos corresponsables en absoluto. Por tanto, quiero decir que hagamos con esto un ejercicio de responsabilidad y seamos conscientes de que los desarrollos de estas leyes son complicados, y, si no hubiesen sido así, ustedes la habrían desarrollado.

De todas formas, yo creo que sí se está trabajando y avanzando para desarrollar la Ley. Probablemente no al ritmo que nos gustaría, y eso también se lo digo yo, señora consejera. Nos gustaría que se cumpliesen todos los plazos y que se desarrollasen al máximo y escrupulosamente esta ley y todas las leyes —no esta en especial, sino todas las leyes—. Pero yo quiero valorar el trabajo que se está haciendo y que se ha estado haciendo en este tiempo porque, verdaderamente, cuando hablamos... Y aquí me permitirá, señora consejera —que usted ha hecho referencia a la enseñanza del aragonés—, me permitirá que ahí haga un matiz, porque tendría que haber hablado de qué aragonés, o sea, el aragonés del norte entiendo que se refería. Sí, lo deduzco por el contexto, pero, como ha nombrado al aragonés, se ha olvidado de la coletilla, a mí me gustaría que esto quedara claro, porque nosotros tenemos una posición muy clara y muy tajante con esto. Son lenguas aragonesas. Y, señor Soro, usted, que se considera y yo considero que es aragonesista, no ridiculice usted a los hablantes aragoneses ni a las lenguas aragonesas utilizando acrónimos que no existen, que nunca han existido y que no están contemplados en esa ley. Al menos, permítame que le pida que usted no entre en esa campaña de ridiculizaron de lo aragonés y lo aragonesista, porque nosotros consideramos que son dos lenguas aragonesas con modalidades lingüísticas en su seno y con una zona, efectivamente, que además es una zona en la que se mezclan esas dos lenguas con sus diversos localismos o variedades locales, pero son la lengua aragonesa del norte, la lengua aragonesa de la zona oriental. La lengua aragonesa del norte, que está en peligro de extinción, y eso nos ha preocupado enormemente, y, por eso, yo quiero valorar el esfuerzo que se está haciendo para conservar y para fomentar que pueda esa lengua promocionarse y que siga existiendo. En cambio, no es así con la lengua que se habla en la zona oriental... [Corte automático de sonido.] ... ciñamos al cumplimiento del Estatuto de Autonomía y, por tanto, al desarrollo escrupuloso de esta ley en el menor tiempo posible, señora consejera.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Herrero.

El turno a continuación del Grupo Parlamentario Socialista. Señora Pérez, también por tiempo de cinco minutos, tiene la palabra.

La señora diputada PÉREZ ESTEBAN: Gracias, presidente.

Bien. Yo lamento tener una percepción absolutamente contraria a mi antecesora en el uso de la palabra. Yo creo que mueran las lenguas..., ese ha sido el objetivo del Gobierno. Lo anunciamos ya cuando presentaron su proyecto de ley, al que votamos en contra, y así desgraciadamente estamos viendo.

Y me voy a circunscribir, por la limitación del tiempo, en lo referente al reflejo del aragonés y el catalán en el sistema educativo. E inicio mi intervención denunciando que ese currículo —por cierto, ese currículo que tanto enorgullece al director general y entiendo que se hace extensivo a usted, señora consejera—, que tiene dieciocho mil alegaciones del colectivo de Educación Física, que ignora el catalán, nace como papel mojado, es absolutamente i-na-pli-ca-ble. Se hacen trampas al solitario, pero, evidentemente, tienen efectos, efectos que es conculcar los derechos de muchos aragoneses, que les impiden ejercer su derecho a usar, a proteger, a conocer, a estudiar su lengua materna. Reconocerles un derecho. Hablaba usted de imposición, señora consejera, y yo no sé si estaba refiriéndose a otras comunidades autónomas. Desde luego, aquí, hasta que ustedes llegaron no se impuso nada; todo lo contrario: se hizo un reconocimiento de un derecho a quien voluntariamente quería ejercerlo. Pero, claro, decía: se hacen trampas al solitario, conculca los derechos de muchos aragoneses que les impiden ejercer su derecho a usar, a proteger y a profundizar su lengua materna, pero, claro, hablamos de una minoría, y eso a ustedes parece que les da igual.

El currículo de Aragón en general, pero en especial en lo referente a las lenguas propias, es un fracaso, señora consejera. Aprobaron una Ley de lenguas, y yo creo que esa es la clave, innombrable, una Ley de lenguas innombrable, y no se dieron cuenta —o yo creo que sí— de que lo que no se puede nombrar no existe, y esto es lo que ustedes quieren hacer con las lenguas propias de Aragón: invisibilizarlas. Eso es lo que han conseguido, señora Serrat. Sobrevivieron siglos aun sin regulación, y fueron fortaleciéndose con normativa educativa en los últimos años a través del consenso y de la aportación y la recomendación de los expertos. Pero ustedes, ahora —lo podemos decir claramente—, ni tienen política de lenguas ni les interesa. Su única intención era expulsar al catalán, por lo menos nominalmente, de lo que era el sistema educativo. Insisto: las lenguas, si no tienen nombre, no existen; si no se regulan... Y le pregunto: ¿qué pasa con la academia? Votamos en contra de su Ley de lenguas, pero es que están incumpliendo su Ley de lenguas también. Por lo tanto, la autoridad lingüística, señora consejera, es esencial para preservar, para proteger y para defender el uso de las lenguas. Si no tienen autoridad lingüística que se regule, que se regule consensuadamente, se dispersan y mueren. Eso es evidente; eso es empíricamente comprobable, y todavía más si lo son las lenguas minoritarias.

Aragonés. Publican un currículo que lleva a la confusión tanto de profesorado como de hablantes. Una propuesta, esa propuesta ortográfica que han dicho ya mis predecesores en el uso de la palabra, de la Filología Aragonesa, sin consensuar con expertos, teórica, confusa, compleja e incoherente —me atrevería a decir— con el nivel educativo de aplicación.

Han sacado plazas perfiladas para interinos que casi —me atrevería a decir— son dadas a dedo prácticamente. Piden para aragonés, y luego las perfilan —de ansotano, ribagorzano—... Hay mucha gente, de hecho, que trabajaba que se ha quedado fuera. Y aquí se pone en evidencia, como le decía, esa ausencia de autoridad lingüística tan importante, que con el rigor científico académico debe examinar a esos candidatos.

Más incomprensible si cabe es su decisión de no publicar el currículo de catalán. ¿Cuándo lo van a determinar? Para el curso 14-15 me imagino que ya es imposible. Y ¿qué va ocurrir para el próximo 14-15? ¿En qué situación dejan a los más de cinco mil alumnos que lo estudian? ¿Sabe por qué no lo publica, señora consejera? Porque no se atreven; porque, claro, el LAPAO no existe. El LAPAO, eso que ustedes denominaron al catalán. Y ya han hecho —yo creo— el ridículo suficiente, y no se atreven a volver a hacerlo públicamente en el currículo. Y es curioso, porque creo que el 14 de mayo, si no recuerdo mal, la señora Rudi aseguró en un diario nacional, en el ABC, que el catalán iba a seguir impartiéndose en Aragón; sin embargo, vemos que ustedes no se atreven a reconocerlo. Y lo que han hecho ustedes roza la dejación de funciones y no sé ya qué más, señora consejera.

Fíjense, en las instrucciones de final de curso, a los directores les dicen que si... [Corte automático de sonido.] ... catalán en los centros se puede acreditar con el acuerdo que se llegó con Cataluña y que está publicado en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña. Es decir, se va a dar un título de catalán concedido por Aragón, acreditado en Cataluña, y, luego, ustedes le van a llamar de otra manera. No puede haber un despropósito mayor, señora consejera. Y, desde luego, lo que ustedes han hecho es cargarse, invisibilizar las lenguas, que era el objetivo fundamental de su proyecto de ley.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Pérez.

El turno del Grupo Parlamentario Popular. Señor Navarro, tiene la palabra. Tiempo, cinco minutos.

El señor diputado NAVARRO FÉLEZ: Gracias, presidente.

En primer lugar, señora Herrero, darle la bienvenida de nuevo a estas Cortes y, por supuesto, felicitarla por su nueva maternidad.

Debatimos hoy una comparecencia solicitada por Chunta Aragonesista al objeto de informar, como bien nos ha dicho la señora consejera, sobre el desarrollo y la aplicación de la Ley 3/2013, más conocida coloquialmente como la «Ley de lenguas».

Comenzaré mi intervención como ya lo hice en el último Pleno —en ese caso era sobre el modelo educativo aragonés—, reconociéndole que la nueva Ley de lenguas cumple, señora consejera, por un lado, la promesa electoral del Partido Popular de Aragón, que así suscribió en su programa electoral, de derogar la anterior ley, recogiendo así el deseo de la mayoría de los aragoneses, por mucho que les duela a todos los miembros de la oposición de esta Cámara; pero, además —y no menos importante—, la de cumplir de forma escrupulosa el acuerdo de gobernabilidad que el Partido Popular firmó con el Partido Aragonés. Esos son sus dos compromisos, y esos dos compromisos han sido, como así nos ha manifestado, la hoja de ruta durante estos tres años de Gobierno.

La verdad, señora consejera, que mucha carga irónica y alguna carcajada produjo en los grupos de la oposición ante la gresca y las mofadas del secesionismo catalán cuando se aprobó la nueva Ley de lenguas, lo cual, a mi juicio, no les deja en muy buen lugar, pero allá ellos: es su problema.

Pero lo que sí que es cierto, le pese a quien le pese, es que la nueva Ley de lenguas garantiza el derecho de los aragoneses a expresarse como tradicionalmente lo han hecho, haciendo pleno uso de su libertad y, además, protegiendo el rico patrimonio lingüístico de Aragón, evitando una normalización artificial que lo ponía en peligro.

Como bien decía, señora consejera, la nueva ley defiende dos criterios básicos: por un lado, un criterio filológico y lingüístico, y, por otro, un criterio social y cultural. Lo que pretende desde un primer momento esta nueva ley es salvaguardar la identidad cultural y la diversidad lingüística de ese 5% de aragoneses que hablan sus lenguas propias y se mantienen fieles a unas expresiones que denotan su pertenencia efectiva a la tierra que les vio nacer. Y así, señor Barrena, nos lo vienen manifestando —al menos a mi grupo— en distintos territorios de la geografía aragonesa. Circunstancias de la vida, pero es así, señor Barrena.

Nos decía la señora Pérez que no puede pervivir lo que no se reconoce, y bien es cierto, y por tanto. Y, por tanto, la ley reconoce todas las modalidades lingüísticas propias de Aragón precisamente para eso, señora Pérez, para que pervivan y que no queden olvidadas en el más absoluto desconocimiento.

El señor Soro nos podrá acusar a este Gobierno de no tener credibilidad política lingüística, de que el Gobierno, en cierta manera, ha actuado de espaldas a la comunidad científica, lo cual sería muy discutible, como también decir que no se ha desarrollado la propia ley, y que entre otras cuestiones nos planteaba la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua; hablaba también de la toponimia, que tampoco se ha hecho nada en este sentido, como también de la declaración de zonas, currículum, etcétera, etcétera. Podrán criticar que el Gobierno de Aragón, como también nos decía el señor Barrena, haya adoptado un estándar ortográfico, que era precisamente uno de los cometidos de la Academia Aragonesa de la Lengua, pero también me ha extrañado... Pero, claro, el señor Soro, por ejemplo, no nos comenta que ese estándar ortográfico viene a suponer un torpedo en la línea de flotación de la política utilizada por Chunta Aragonesista de mimar al Consello d’a Fabla Aragonesa.

Pero, hablando en positivo en favor de esta nueva ley, decir que dentro de las políticas que nos ha indicado la consejera de promoción, difusión e impulso desde el Gobierno de Aragón, y como bien nos ha narrado la señora Serrat, se está llevando a cabo una política educativa sensible a la realidad lingüística aragonesa, que ha sido capaz de ampliar los cursos de lenguas aragonesas como, por ejemplo, el cheso, el ansotano, etcétera. Es intención también de este Gobierno... [Corte automático de sonido.] ... política de subvenciones en materia de patrimonio lingüístico, que es la riqueza que tienen nuestras distintas modalidades lingüísticas. Se han rescatado las grabaciones que se realizaban entre los años 91-94 con el fin de recuperar la tradición oral y que no se pierda en el tiempo, como también, y así nos lo ha indicado la señora consejera, se ha puesto en funcionamiento, dentro del portal del SIPCA, se ha hecho accesible todo el repertorio léxico de la lengua aragonesa.

Y, por último, este Gobierno, que es cumplidor y le gusta cumplir, no se preocupen, señores de la oposición, que, como bien ha dicho la señora consejera —yo no tengo por qué dudar de su palabra—, se está trabajando en la constitución de la Academia Aragonesa de la Lengua, prevista en la nueva ley.

El señor PRESIDENTE: Termine, señor Navarro.

El señor diputado NAVARRO FÉLEZ: Por ello —termino ya enseguida—, por ello, señora consejera, le animo a continuar en desarrollar la nueva Ley de lenguas, que, a buen seguro, los hablantes de las distintas modalidades lingüísticas se lo agradecerán.

Nada más, y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Navarro.

Para terminar la comparecencia, la señora consejera tiene la palabra por tiempo de diez minutos.

La señora consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte (SERRAT MORÉ): Muchas gracias, señor presidente.

Pues me van a permitir que empiece este segundo turno agradeciendo a los grupos de la oposición el apoyo tácito que hoy han dado a la Ley de lenguas, porque tengo que entender que, cuando están pidiendo su desarrollo, evidentemente es porque empiezan a estar de acuerdo con algunos aspectos de la misma.

Dicho esto, es cierto que en sus intervenciones —y me refiero fundamentalmente a los tres grupos de la oposición, a Chunta Aragonesista, a Izquierda Unida y al PSOE— se han limitado prácticamente a hablar de dos temas: a hablar del catalán y a hablar de las enseñanzas de las lenguas aragonesas.

En primer lugar, esta comparecencia estaba pedida para hablar de las lenguas aragonesas, y entendemos que las lenguas del Aragón oriental o las modalidades lingüísticas del aragonés en la zona oriental tienen que ser defendidas, y de esto es de lo que veníamos a hablar.

Contesto a la enseñanza del catalán. La enseñanza del catalán en Aragón no se ha prohibido, se sigue impartiendo en la zona del Aragón oriental, pero diferenciado de lo que son las lenguas y modalidades lingüísticas de Aragón. Creo que ese es el papel fundamental que quería remarcar esta Ley de lenguas, y queda por lo tanto al margen de la voluntad. Por otra parte, el máximo respeto al catalán, pero exijo el mismo respeto para las lenguas aragonesas y las modalidades lingüísticas de la zona oriental.

Me he dejado encima de la mesa unos textos muy reveladores de creo que científicos y técnicos de reconocido prestigio lingüístico, como puede ser el catedrático aragonés Miguel Beltrán o como puede ser Menéndez Pidal o como incluso puede ser algún catedrático de la Universidad de Oxford que reconocen que en la zona del Aragón oriental se hablan modalidades de aragonés oriental. Y es más: Menéndez Pidal incluso decía que durante muchos años, hasta la normalización de la lengua catalana por el Institut de Llengua Catalana, había más aragonesismos en Lérida que catalanismos en Huesca. Por lo tanto, yo creo que de lo que estamos hablando aquí es de defender nuestras variedades lingüísticas.

Y yo la verdad es que lamento mucho, señor Soro, que haya hecho usted el uso de unos acrónimos que no figuran en la ley. En Aragón se hablan lenguas aragonesas con distintas modalidades lingüísticas, y usted ha confundido las lenguas con los que son las zonas de habla preferente. Lo han hecho hoy —lo ha hecho también la señora Pérez—, ridiculizando lo que hablan los hablantes, y yo creo que mayor falta de respeto a esto no puede existir.

Con respecto... Y, por contestarle a alguna de las cosas que me ha planteado, me tendrá que aclarar el señor Palacín en qué he faltado a la verdad, me tendrá que decir si no es verdad que en el instituto de Aínsa se dan cuatro horas extraescolares de aragonés; me lo tendrá que aclarar si esto es en lo que he faltado a la verdad. Pero luego me lo aclara, porque, cuando el señor Soro ha dicho que había faltado a la verdad, me gustaría saber exactamente en qué.

Con relación a los premios, evidentemente, han quedado vacantes, y yo no tengo la culpa de que no se hayan presentado.

Enseñanza en las zonas históricas, señora Herrero. Sí que he dicho que me estaba refiriendo a que el desarrollo curricular de la enseñanza de las lenguas aragonesas lo hemos empezado por las áreas pirenaica y prepirenaica, y que para el curso 14/15 será curricular la enseñanza de estas lenguas o modalidades de la zona pirenaica y prepirenaica, y que seguimos trabajando por las modalidades del Aragón oriental.

Señor Barrena, sí que me ha hecho una pregunta concreta, que voy a intentarle responder, con respecto al motivo de la elección de la norma del Estudio de Filología Aragonesa. Yo se lo diría por dos motivos: por el origen y por su adecuado nivel científico y técnico. Cuando digo el origen, tiene que recordar que ese Estudio de Filología Aragonesa nació por un consenso de todos los grupos aragoneses reunidos bajo la coordinadora llamada Chuntos por l’Aragonés, que dieron lugar al II Congreso de l’Aragonés, donde se aprobaron las distintas normas o el encargo de esas distintas normas; normas que, por otra parte, se elaboraron por expertos, fueron expuestas y pudieron participar todos los que quisieron participar, fueron ampliamente difundidas incluso en publicación en papel, emitida y subvencionada por el Gobierno de Aragón en el año 2010, y que además tiene en estos momentos un amplio desarrollo de recursos técnicos no solo en el soporte papel, sino también en Internet. Y yo creo que, evidentemente, es una norma que puede servir —y ya lo he dicho— de forma transitoria hasta que la autoridad lingüística esté constituida y lo pueda desarrollar; pero creemos que es un buen punto de partida.

En cualquier caso, seguiremos trabajando por el desarrollo de la Ley de lenguas. En ello estamos. Yo creo que se han puesto sobre la mesa muchas cosas, y tengo que recordar —y eso se lo digo fundamentalmente a la señora Pérez, cuando decía que el Partido Popular no ha hecho nada para el desarrollo del aragonés—... Pues, mire, yo les tengo que recordar que fueron los Gobiernos del PP y el PAR, en la época de Santiago Lanzuela, cuando se empezó a enseñar el aragonés en nuestra comunidad autónoma; que, en doce años de Gobierno socialista, lo único que se ha hecho por la enseñanza del aragonés era aumentar medio profesor. En un año hemos pasado de cinco a siete; hemos pasado a enseñar modalidades lingüísticas en zonas que no la había y hemos puesto la enseñanza del aragonés en la zona secundaria; y en estos momentos estamos desarrollando el currículum para las asignaturas de las lenguas y modalidades lingüísticas propias.

Y se lo he dicho en mi primera intervención: el desarrollo curricular se ha hecho atendiendo a tres criterios, y el primero de ellos es escuchar a los hablantes, porque de nada serviría y a nada nos llevaría intentar imponer a los hablantes una lengua que no reconocen como suya; por lo tanto —y creo que lo he dicho también en mi primera intervención—, el primer objetivo es favorecer el desarrollo de las lenguas y variedades lingüísticas y locales sin imponerles a los hablantes ningún otro tipo de lengua. Pero es que no solo esto —es que se lo he dicho—: se ha hecho un recorrido por todas la zonas de las hablas, sobre todo de la zona pirenaica y prepirenaica, que es en la que estamos trabajando, y ahora estamos esperando el informe de los expertos de la zona del Aragón oriental, para escuchar la voluntad de los hablantes. Y los hablantes reconocen y piden la enseñanza de sus variedades lingüísticas. Yo creo que esta es la obligación que tenemos, y no confundir y no entregar a Aragón a otros territorios, y con el máximo respeto para nuestros vecinos catalanes y con el máximo respeto para el catalán. Pero yo creo que en Aragón tenemos la obligación de defender nuestras lenguas y nuestras modalidades lingüísticas con la misma vehemencia que otros defienden las suyas. Y esto es lo que vamos a seguir haciendo.

Muchísimas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora consejera.

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