Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Proposiciones no de ley

Debate y votación de la proposición no de ley núm. 132/11-VIII, relativa a la solicitud de cambios en la vigente Ley orgánica de régimen electoral general.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 014 de Plenos (VIII Legislatura)
Intervinienen: Barrena Salces, Adolfo - Aliaga López, Arturo - Ibeas Vuelta, María Nieves - Tomás Navarro, Carlos María - Vallés Cases, María Yolanda

El señor PRESIDENTE: Siguiente punto del orden del día: debate y votación de la proposición no de ley número 132, relativa a la solicitud de cambios en la vigente Ley orgánica de régimen electoral general, que ha presentado el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida de Aragón. Su portavoz, el señor Barrena, tiene la palabra por tiempo de ocho minutos.

Proposición no de ley núm. 132/11-VIII, relativa a la solicitud de cambios en la vigente Ley orgánica de régimen electoral general.

El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente.

Señorías.

Defendemos una iniciativa que en principio la situamos en los términos en los que el Consejo de Estado emitió un informe en febrero del año 2009 y también en los términos en los que por unanimidad se aprobó un trabajo en el Congreso, en la Comisión Institucional. Fruto de ella salió luego una propuesta de modificación de la LOREG que, evidentemente, se dejó por el camino lo que era más importante y fundamental, porque, tal y como decía el informe del Consejo de Estado, la calidad democrática de un estado depende fundamentalmente del sistema electoral, para empezar; que ese sistema electoral tenga unas reglas de juegos iguales y neutrales para todos y todas, y que de ese sistema electoral salga un órgano elegido que represente políticamente al cuerpo electoral.

A partir de ahí hemos oído, en esta Cámara incluso, que se ha manifestado la voluntad del pueblo y que al término de los procesos electorales le ha dado la mayoría a unos partidos; en este caso concreto, al Partido Popular. Pero yo creo que eso no es cierto. No, no es cierto, no. Estrictamente cierto no es, señorías, porque, en primer lugar, ustedes tienen la mayoría solo con un porcentaje de voto que ni siquiera es la mitad más uno. Porque no es proporcional el incremento en escaños que ustedes han tenido con el escaso incremento de voto en relación directa con los apoyos electorales que tenían hace cuatro años. Pero, claro, ¿qué es lo que ha ocurrido? Pues yo creo que lo que ha ocurrido es que se han beneficiado, como partido mayoritario, de un sistema electoral que tiene uno de los modelos más perversos que se conocen en el sistema democrático, puesto que saben sus señorías que puede haber dos tipos de sistemas: uno que es el de modelo proporcional, y otro, el modelo mayoritario. Aquí no tenemos ni uno ni otro, tenemos una mezcla de los dos. [Rumores.] En Cuba le puedo asegurar que es más democrático el sistema electoral, sí, señor. [Risas.] [Aplausos desde los escaños del G.P. Popular.] Esto me lo descontará, ¿no, señor presidente? Es un momento histórico.

El señor PRESIDENTE: Señor Barrena, se lo descontaré.

El señor diputado BARRENA SALCES: Creo que confunden ustedes sistema electoral con sistema de partidos, pero es su problema, no es el mío. De todas formas, en este contexto en el cual estamos, señorías, de lo que estamos hablando es de que en este país, que se precia de ser democrático, un partido mayoritario como el de ustedes, que se precia de ser democrático también, a partir de ahí lo que está permitiendo es que en este país no se cumpla la regla democrática del juego. ¿Por qué? Porque tenemos un sistema de circunscripciones que establece unas normas que garantizan la posibilidad bipartidista que permite la ley preconstitucional, que es la que toma como base el sistema electoral que en estos momentos tenemos, que deja sin representación a una gran parte del electorado, puesto que son esa cantidad de votos que luego al final no computan y que, por decisión de los dos partidos mayoritarios, siguen sin poder computar, y que, a partir de ahí, lo que hace en definitiva es el objetivo que siempre se persiguió, que era intentar dejar sin representación a partidos políticos especial y fundamentalmente de izquierdas, porque, claro, como la izquierda es plural, evidentemente, la izquierda tiene una serie de matices que la derecha no suele tener. Por eso es por lo que, en definitiva, a quien perjudica este sistema es a los partidos de ámbito estatal que no son mayoritarios y, dentro de esos, especialmente, a los partidos de izquierdas.

A partir de ahí sabemos que hay varias formas de poder cambiar el sistema electoral. Una de ellas, evidentemente, requeriría cambiar la Constitución, pero la Constitución solo se puede cambiar para lo que le interesa a quien le interesa: a los mercados, en primer lugar, y al Partido Popular y al Partido Socialista, en segundo lugar, que son quienes lo han incorporado en esa reforma constitucional. No les debe de interesar a ninguno de los dos partidos cambiar la Constitución para poder dotar a este país de un sistema electoral democrático, no les debe de interesar, porque llevamos treinta y tres años con el mismo. Como es una ley que requiere mayoría cualificada en el Congreso, nunca ninguno de los dos partidos mayoritarios ha favorecido ni ha facilitado que esto se pudiera hacer.

A partir de ahí, esta ley, desde nuestro punto de vista, incluso incumple preceptos inconstitucionales, porque la Constitución establece la igualdad en todos los aspectos de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, y, evidentemente, esa igualdad constitucional, en el primer acto en que se tiene que poder demostrar es cuando se hace lo fundamental y básico en una democracia, que es ejercer el derecho al voto. Y a partir de ahí deberíamos, en respeto estricto a ese planteamiento constitucional, poder conseguir, poder permitir que fuera cierto este principio constitucional, pero a la vez democrático, de que el voto de cada ciudadano o cada ciudadana valga exactamente lo mismo.

A partir de ahí, yo creo que lo que han demostrado hasta ahora es que no quieren facilitar que se produzca un cambio en la ley electoral sin tener que cambiar la Constitución y, por lo tanto, por la vía de cambiar una ley, que es verdad que es orgánica, la Ley orgánica de régimen electoral general, que, evidentemente, se puede cambiar, exactamente igual que se han cambiado otras, para lo cual, ciertamente, tiene que haber voluntad y tiene que haber disponibilidad al acuerdo y tiene que haber disponibilidad al pacto.

En estos momentos, que se acaba de celebrar un proceso electoral, el pasado 20 de noviembre, que el Congreso se constituyó ayer y está en proceso de debate sobre todo quién se va a poder presentar a la investidura, que, evidentemente, va a poder ser el señor Rajoy, de este debate se está haciendo eco la ciudadanía a la cual representamos —toda, toda la ciudadanía a la cual representamos, sí—, está pidiendo más calidad democrática. Creo que la derecha no, al menos la parte más ultramontana de la derecha, pero hay una parte fundamental de la ciudadanía que sí. Y creemos que ha llegado el momento de plantearlo, y, por eso, especialmente cuando oímos el canto continuo que se hace a la democracia, a la participación y a la transparencia, queremos saber hasta dónde lo quieren llevar. Por eso planteamos esta proposición no de ley.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Barrena.

Se ha presentado una enmienda conjunta por los Grupos Parlamentarios Popular y del Partido Aragonés. Les voy a ceder el uso de la palabra, primero, a la señora Vallés por tiempo de tres minutos o al señor Aliaga por tiempo de tres minutos. El orden que tengo establecido es primero el Grupo Parlamentario Popular y después el Grupo Parlamentario Aragonés, pero, si ustedes se han puesto de acuerdo, por mi parte tampoco no hay inconveniente. El señor Aliaga tiene tres minutos, señor Aliaga; no cinco: tres.

El señor diputado ALIAGA LÓPEZ: Gracias, señor presidente. Intentaré ceñirme al tiempo.

Efectivamente, hemos presentado una enmienda conjunta porque entendemos que el tema es de extraordinario calado. Lógicamente, tampoco entendemos aquí en estos momentos, desde el punto de vista formal, que con una proposición no de ley se quiera iniciar un camino que en el Estatuto de Autonomía está previsto si queremos modificar una ley orgánica, en el artículo 41 del Estatuto, que sería tramitar en las Cortes de Aragón una proposición de ley para instar a las Cortes Generales a modificar la ley electoral. Entonces, formalmente tenemos dudas de que el camino... Esto es una cuestión formal, digo, pero en otro caso no lo vemos claro. Tampoco sabemos cuál es la propuesta de reforma concreta en la proposición no de ley, porque en el informe del Consejo de Estado se dan alternativas. Entonces no sabemos concretamente cuál es la propuesta.

Algunas afirmaciones... Una propuesta sin reforma constitucional, con reforma constitucional. Algunas afirmaciones... Yo creo que el sistema español es plenamente democrático. Lógicamente, se pueden hacer reformas que tendrán que ser plenamente democráticas, es decir, si a instancias de un grupo se inicia una reforma, bueno, pero, lógicamente, la concepción de la democracia es plural. Y este sistema ha permitido la gobernabilidad de España, con alternancias, con participación territorial, con partidos de centro, moderados, de derechas, de izquierdas. Es decir, que poner en duda que el sistema democrático español no tiene calidad... Yo, en todo caso, esto me lo reservaría, porque todos los organismos internacionales reconocen que España es un Estado con calidad democrática. Curiosamente, en lo de la representación, también en Aragón la circunscripción electoral que marca la Constitución es la provincia, y en Aragón también tienen un peso territorial Huesca y Teruel, no predominando como usted señala, señor Barrena.

Con todo esto pensamos que el proceso de reforma de la ley electoral con o sin reforma de la Constitución, porque hay que modificar el mínimo de la circunscripción electoral, hay que tocar la Constitución, necesita un acuerdo mayoritario y plural, señor Barrena, tendente a esa reforma de la ley orgánica que garantice la estabilidad y gobernabilidad de las instituciones —ahora mismo hay trece partidos— y que permita corregir disfunciones representativas, como usted señala que han sucedido, pero en todo caso necesitamos, y por eso hemos presentado esta enmienda, porque creemos que debe ser un acuerdo de envergadura mayoritario y plural, y en este caso no nos basta con que sea a instancia solo de un partido. ¿Comprende, señor Barrena? Y por eso hemos presentado esta enmienda sin despreciar sus argumentos.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Aliaga.

La señora Vallés, por tiempo de tres minutos, tiene la palabra.

La señora diputada VALLÉS CASES: Gracias, señor presidente.

Señorías, gracias a que estamos en un país democrático puedo subir a esta tribuna y defender una enmienda que hemos presentado de manera conjunta a la iniciativa presentada por Izquierda Unida.

Si hay algo claro en materia de régimen electoral y que compartimos la mayoría de los partidos políticos es la necesidad de revisar el sistema electoral vigente. Pero, claro, el problema se plantea cuando no sabemos o no nos ponemos de acuerdo sobre cómo, qué, cuándo y qué se debe reformar en materia electoral. Y algo que le podría decir es que el acuerdo, por otra parte, para el Partido Popular va a ser siempre prioritario e imprescindible para afrontar cualquier tipo de reforma.

Acuerdo que, como usted ha mencionado, ya se intentó en la pasada legislatura. Se creó una subcomisión en la comisión del Congreso y se pidieron informes al Consejo de Estado y también a la Junta Electoral Central, y en base a ella se llevó a cabo una reforma de la Ley orgánica del régimen electoral general. Y en ella no se alcanzó el acuerdo suficiente para conseguir modificar los aspectos a los cuales hacemos referencia nosotros en la enmienda y que no voy a reiterar porque ya lo ha dicho el Partido Aragonés.

Sin embargo, a pesar de esa reforma, se dejó vigente el sistema electoral, el actual sistema electoral, y se dejó porque, como también dice el propio informe del Consejo de Estado, que le recomiendo que se lo lea en su integridad, dice que incluso las propuestas por ellos presentadas no gozan de todo el apoyo social y político o de mayor apoyo social y político que las propuestas contenidas en el actual sistema vigente.

Así, dejando clara la voluntad de reforma y de necesidad de acuerdo, también hemos visto en su propia iniciativa, y es la justificación de nuestra enmienda, algunos problemas de concepto y de contenido y de efectos que la propuesta que usted plantea produciría en nuestra Comunidad Autónoma de Aragón. Quiero recordar que estas Cortes defendemos y representamos los intereses de los aragoneses, y tenemos que saber, su propuesta, cómo afectaría a la comunidad autónoma.

De concepto. la verdad, es que nos parece bastante sorprendente que nos dirijamos al Congreso de los Diputados. Son los responsables de la soberanía nacional y, además, son los competentes en la materia. Para evitar disfunciones o conflictos de competencia, nosotros proponemos que se acuda al Gobierno de Aragón, que el Gobierno de Aragón vaya al Gobierno de la nación para que este impulse el propio acuerdo.

Y el segundo, respecto al propio contenido. El informe del Consejo de Estado plantea fundamentalmente dos cuestiones: aumentar a cuatrocientos los diputados —con la que está cayendo cualquiera lo plantea— y que dejemos uno mínimo por provincia. ¿Sabe lo que eso plantearía? Que, con los resultados electorales y la población, Teruel se quedaría con un único diputado, pasaría de ser proporcional o poco proporcional a mayoritario; Huesca pasaría a tener solo dos diputados, y Zaragoza sí, ganaría un diputado. En el conjunto nacional, Aragón perdería dos diputados nacionales. Siempre que reclamamos a la nación cualquier medida advertimos que se tenga en cuenta la población y el territorio, y, evidentemente, por razones de defensa y teniendo en cuenta que somos diputados aragoneses, no podemos presentar una iniciativa que perjudique los intereses de Aragón en cuanto a que se tiene en cuenta fundamentalmente a la población y nada los territorios.

Muchas gracias. [Aplausos desde los escaños del G.P. Popular.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Vallés.

Intervención de los grupos parlamentarios no enmendantes. Chunta Aragonesista. La diputada, su portavoz, la señora Ibeas, tiene la palabra. Cinco minutos.

La señora diputada IBEAS VUELTAS: Gracias, señor presidente.

Señorías.

Señor Barrena, tengo aquí el informe del Consejo de Estado. Este informe parte de un presupuesto que no podemos olvidar, porque es un presupuesto fundamental, sobre el que reposan prácticamente las cuatrocientas páginas que tiene, y es que no se puede modificar la Constitución. Y para Chunta Aragonesista es necesario modificar la Constitución para que la circunscripción electoral no sea la provincia, sino que sea la comunidad autónoma. Y no hay otra posibilidad, para nosotros esa es la clave. Es la clave. Por lo tanto, es difícil que podamos atenernos... Y yo puedo entender lo que usted quiere decir, pero, desde luego, en el texto de la iniciativa, si me permite una fina ironía, prácticamente, si se asume eso, usted debería votar en contra de su iniciativa, porque está pidiendo algo que contradice absolutamente la base del informe.

El Consejo de Estado, por otra parte, propone muchas medidas dentro de lo que hay aquí, y algunas son vagas, permitirían posibles desarrollos posteriores, pero hay incluso algunas con las que, desde luego, Chunta Aragonesista no está de acuerdo en absoluto. Por ejemplo, que se llegara a la reducción del número de diputados que corresponde por provincia, que es lo que llega a plantearse. Imagínese qué pasaría con Huesca y qué pasaría con Teruel. Hay muchas variables que están confluyendo actualmente de todas formas a la hora de analizar el resultado entre el número de votos obtenidos, la proporcionalidad, el resultado que finalmente se obtiene como número de escaños... Tendríamos que hablar del umbral mínimo con el que se accede, en este caso, a la representación. Habría que hablar también de la población que tiene en cada caso. Nosotros hablaríamos en este caso, por supuesto, de otras cuestiones, pero, ateniéndonos a lo que hay aquí, tendríamos que decir que, si nos atuviéramos estrictamente a lo que se está planteando, prácticamente podría... no digo desaparecer Aragón, pero casi.

Creemos en este sentido, además, que hay que tener en cuenta lo que aparece. Yo traía aquí marcado —expresamente lo dice en la recapitulación el informe del Consejo— que se aborda el informe desde la perspectiva de su compatibilidad con el actual texto de nuestra Constitución, es decir, sin tomar en cuenta la posibilidad de introducir ninguna reforma. Pero, además, vuelve a decir un poco más adelante —lo dice en varias ocasiones— que la perspectiva en la que el Consejo de Estado ha de situarse impone que nuestra Constitución siga planteándose en los términos en los que la conocemos.

En conclusión, creemos sinceramente que tampoco ni tan siquiera debería defenderse —por lo menos, mi grupo parlamentario no lo defenderá— que todos los votos tengan que tener el mismo valor, tal y como aparece reflejado en el texto de la proposición no de ley que ustedes han planteado, porque no puede ignorarse la existencia de las comunidades autónomas. Podríamos haber hablado con más tiempo de otras cuestiones que para Chunta Aragonesista son, evidentemente, necesarias, como la propia reforma del Senado, de una Cámara que debería ser una Cámara de representación territorial, en la que hay que o habría que modificar, por supuesto, la composición para que todas las comunidades autónomas tuviéramos igual representación y, además, habría que modificar, cómo no, también las propias competencias que tiene atribuidas para que sea mucho más de lo que es en estos momentos, que sea mucho más que esa Cámara de segunda lectura, para que las leyes fueran también decididas allí, y pienso, por ejemplo, en una ley orgánica fundamental para Aragón como es nuestro Estatuto de Autonomía y otras que habría.

Entiendo que queda muy lejos la posibilidad de modificar la Constitución, pero, en cualquier caso, ateniéndonos a esa proposición no de ley, diríamos que es contraria a la modificación de la Constitución y, por lo tanto, no nos parece coherente, y, con todos nuestros respetos, no vamos a votarla a favor. Es verdad, y usted lo ha dejado caer, que la modificación de la Constitución podría ser menos complicada: si Angela Merkel y Sarkozy vieran la importancia de lo que se está aquí planteando, a lo mejor entonces sería posible una modificación en condiciones de la Constitución, pero me temo que no va a ser así.

En cualquier caso, mi grupo parlamentario vamos a votar en contra de esta iniciativa.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Ibeas.

El Grupo Parlamentario Socialista. Señor Tomás, tiene la palabra por tiempo de cinco minutos.

El señor diputado TOMÁS NAVARRO: Presidente.

Señorías.

Desde las primeras elecciones generales han pasado más de treinta años, y la experiencia nos ha ido demostrando los inconvenientes de un sistema electoral que hoy es todavía vigente; que está, como decía el señor Barrena, a medio camino entre el proporcional y el mayoritario; que tiene virtudes, pero que también tiene defectos, y esos defectos tienen como resultado una insuficiente proporcionalidad y representatividad.

Nuestro actual modelo está basado en cincuenta y dos circunscripciones electorales que coinciden con las provincias. Esto es algo que aparece en la Constitución e, inevitablemente, esto restringe la proporcionalidad, sobre todo, y estamos de acuerdo, de los pequeños y medianos partidos de ámbito estatal a la hora de traducir en escaños los votos obtenidos.

Desde el Grupo Parlamentario Socialista entendemos, por tanto, y estamos de acuerdo en que es necesario reformar la ley electoral, y hacerlo con dos objetivos: uno, que la relación entre representante y representado sea más directa; dos, para mejorar la representatividad y, por lo tanto, la proporcionalidad de nuestro sistema político, que, en definitiva, son los dos objetivos que nosotros planteábamos en nuestro programa electoral para las elecciones pasadas. Pero ello no quiere decir que podamos estar totalmente de acuerdo con un sistema electoral de proporcionalidad perfecta y que tenga la propiedad de igualar el porcentaje de votos obtenidos con el de porcentaje de escaños asignados, es decir, 10% de los votos, 10% de los escaños; 50% de los votos, 50% de los escaños... Ese es un sistema perfectamente proporcional. Resulta obvio que los resultado que produce nuestro sistema electoral no se acercan a la paridad entre votos y escaños. Y eso, ¿por qué? Porque nuestro sistema electoral está compuesto —vuelvo a decir— por cincuenta y dos circunscripciones electorales que coinciden con las provincias, y el reparto de escaños se establece de acuerdo a un criterio de población entre esas cincuenta y dos circunscripciones con una proporcionalidad, es decir, esas cincuenta y dos circunscripciones tienen un criterio de proporcionalidad, pero además tienen que ser elegidos, en cada una de esas provincias, al menos dos diputados.

¿Cuál es la consecuencia? Que, efectivamente, se producen distorsiones que afectan a la proporcionalidad. Pero, visto de otro modo, ¿alguien ha pensado —algún portavoz lo ha expresado aquí, la portavoz de Chunta Aragonesista y la propia portavoz del Partido Popular—, alguien ha pensado qué ocurriría con Huesca y Teruel? Porque Huesca y Teruel tendrían menos diputados de los que pueden elegir ahora.

Nosotros sí preferimos un sistema más proporcional a uno menos proporcional, sí que lo preferimos, pero respetando las sensibilidades propias de cada región. Pero ¿por qué no vamos más lejos? ¿Por qué no vamos más lejos y profundizamos en la forma en la que los diputados son elegidos, estudiando la posibilidad de establecer determinados mecanismos de control de los votantes sobre sus posibles representantes? Es decir, un sistema electoral donde los electores puedan controlar mejor a sus representantes, puesto que en el sistema electoral actual no existe tal posibilidad o, mejor dicho, no existe la posibilidad de castigar a un político por su mala gestión de forma individual sin tener por ello que castigar a toda la formación política de ese político en concreto.

Desde nuestro grupo, señor Barrena, no podemos apoyar su proposición no de ley, pero estamos dispuestos a plantear, en el futuro inmediato, incluso de forma consensuada, alguna iniciativa que sirva no solo para profundizar en un debate que al Grupo Parlamentario Socialista le parece muy interesante, nos parece apasionante, sino también en la que propongamos la reforma de nuestro sistema electoral para hacerlo más proporcional, pero a la vez más representativo respecto a la voluntad del elector para elegir de forma directa a sus representantes.

Nada más.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Tomás.

¿El grupo parlamentario proponente, el señor Barrena, puede fijar su posición respecto a la enmienda conjunta presentada?

El señor diputado BARRENA SALCES [desde el escaño]: Sí, señor presidente.

Hemos estudiado con profundidad la enmienda que nos ha planteado la coalición de gobierno. Es la primera vez que vemos aquí una cosa suscrita por el Partido Popular y por el Partido Aragonés. Claro, la hemos tenido que mirar muy despacio porque creo que no se ha entendido cuál era la proposición no de ley que tenían que enmendar, porque esto... Yo, con una proposición no de ley que viniera firmada por los dos partidos, entendería que sigan defendiendo el sistema que al uno le va bien porque es mayoritario y al otro, con eso de para poder prestar los votos cuando hagan falta, le viene bien también. Sobre todo cuando además veo que se mete aquí, en esta enmienda, el ámbito municipal, cuando la iniciativa que he defendido en nombre de Izquierda Unida habla de la Ley orgánica de régimen electoral general en el Estado, en el cual se plantea una línea en el sentido de que lo hay que hacer es instar al Gobierno de Aragón a que se dirija... No, no, miren ustedes: si yo, para que se dirija al Gobierno, tenemos un grupo parlamentario de once en el Congreso y lo podemos hacer directamente. [Rumores.] Lo haré cuando consideremos oportuno, señorías, no cuando a ustedes les parezca, porque, evidentemente, dentro de que es un sistema perverso... Claro que es más democrático que cuando estaba Franco, evidentemente. Y, a partir de ahí, señorías, lo que nosotros hemos planteado —y me asombra que ningún grupo lo ha entendido— es que queríamos que estas Cortes se pronuncien, y las proposiciones no de ley sirven también para fijar posición de la Cámara, sobre si el sistema electoral que tenemos es mejorable o no. Y fíjense si hemos sido discretos que decíamos en los términos que ha dicho el Consejo de Estado. ¡Claro que ya sabemos que hay otras posibilidades! Bueno, en definitiva..., porque me va a decir el señor presidente: «Pero, bueno, ¿acepta usted la enmienda o no?»... Pues, evidentemente, no aceptamos la enmienda y sometemos a votación, tal y como estaba planteada, la proposición no de ley que he defendido en nombre de Izquierda Unida.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Barrena.

En los términos que ha explicado el portavoz de Izquierda Unida —ocupen sus escaños— vamos a someter a votación la iniciativa.

Comienza la votación. Finaliza la votación. Votos emitidos, sesenta y cinco. A favor, cuatro. En contra, sesenta y uno. Queda rechazada la proposición no de ley.

Y pasamos al turno de explicación de voto. Señor Barrena, tiene la palabra.

El señor diputado BARRENA SALCES [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.

Es evidente que, cada vez que en la legislatura pasada Izquierda Unida se quedaba sola, solo salía un voto; ahora salen cuatro. [Rumores.] Pero algunas cuestiones me van a permitir que se las refleje. Miren, no han entendido nada de lo que se planteaba, porque lo único que estábamos diciendo es algo en lo que, de sus intervenciones, de las de todos ustedes, de las de todos los grupos, se demuestra que tenemos razón: que es manifiestamente mejorable el sistema electoral que tenemos. Y eso es lo que nuestra proposición no de ley decía: reconocer la necesidad de dotar de mayor nivel democrático al sistema electoral español. ¿Cómo? Pues, evidentemente, es una modificación de una ley orgánica que habrá que modificar en el Congreso, para lo cual habrá que hacer un proyecto, habrá que hacer una ponencia, y ahí hablaremos de todo lo que haya que hablar, si quieren. Porque es lamentable que al final esto depende, en esta democracia que tanto les gusta, de que quiera o no quiera alguno de los dos partidos mayoritarios. Y en ese sentido, evidentemente, claro que, en estos momentos, el Partido Socialista dice: «Bueno, pues ya hablaremos». Hombre, pues hemos tenido dos legislaturas para hablar de esto, en las dos últimas legislaturas, pero, evidentemente, como es un tema que nos sigue preocupando, como es un tema que a la ciudadanía le sigue preocupando, porque quiere volver a recuperar la confianza en el sistema democrático y en las instituciones democráticas, claro que hablaremos, todas las veces que sean necesarias, evidentemente. Así que ya estamos esperando a ver esas propuestas del Partido Socialista para a partir de ahí ver si es receptivo o no y, luego, para ver cómo de ahí lo llevaríamos. Pero lo que se ha perdido, señorías, es una oportunidad de que en esta Cámara reconociéramos al menos que el sistema electoral es manifiestamente mejorable. Y, evidentemente, lo hacíamos en el marco de la Constitución. Ya me gustaría cambiar la Constitución; probablemente, un ciudadano que es duque a lo mejor no habría podido hacer lo que ha estado haciendo, pero, bueno, eso es otro debate.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Barrena.

La señora Ibeas puede intervenir por tiempo de dos minutos.

La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.

Señorías.

Señor Barrena, estamos de acuerdo en que hay que hacer algo. Este sistema actual no le perjudica solo a su formación política; de hecho, si hubiera habido una circunscripción autonómica, en el caso de Aragón, en las elecciones autonómicas, Chunta Aragonesista hubiera tenido seis diputados por lo que nos corresponde. Pero creemos sinceramente que la fórmula una persona, un voto, que yo entiendo que en la calle puede quedar muy bien a todo el mundo, no deja de ser absolutamente centralista, porque parte de una circunscripción estatal, y, desde luego, por encima de muchas cosas, por encima incluso de lo que he dicho, con lo que he iniciado mi intervención, no podremos permitir, no deberíamos permitir ninguno de los partido políticos, de las formaciones que estamos representado a aragoneses y aragonesas en esta Cámara que desaparezca la representación de Teruel, que desaparezca la representación del Alto Aragón o que desaparezca la representación de Aragón.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Ibeas.

Señor Aliaga, puede intervenir.

El señor diputado ALIAGA LÓPEZ: Gracias, señor presidente.

Yo creo que coincidimos los que hemos manifestado nuestra votación en contra en una cosa: en que lo que se haya de hacer hágase por la máxima mayoría posible. Y en un tema de tanto calado curiosamente en nuestro Estatuto de Autonomía ponderamos Huesca y Teruel más que la población de Zaragoza, y usted, señor Barrena, lo ha aprobado, lo ha apoyado, lo ha votado el Estatuto. Es decir, vamos a trabajar, esperamos a ver qué propuestas hay, pero Aragón no puede perder en esto. Aragón no puede perder en España, en el Congreso, en el Senado, no puede perder, y el Partido Aragonés estará para defender que Aragón no pierda ni un ápice de su representación general en España.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Aliaga.

El señor Tomás puede intervenir si quiere.

El señor diputado TOMÁS NAVARRO [desde el escaño]: Sí. Gracias, señor presidente.

Señor Barrena, no hubiera sido posible que hubiéramos votado la literalidad de su proposición no de ley, entre otras cosas porque, mire, en la antepenúltima línea: que garanticé el mismo valor de todos los votos... Garantizar el mismo valor de todos los votos, votado en este parlamento, hubiera resultado incoherente con nuestro Estatuto, precisamente por lo que comentaba ahora el señor Aliaga: en la representatividad de los votos de Huesca y de Teruel, al menos..., los cálculos son de 2,75 con respecto a los votos de Zaragoza, pero la representatividad es la misma. Yo me siento como zaragozano igualmente representado por los diputados de Huesca y por los diputados de Teruel, y eso es Estatuto. Por tanto, esa literalidad hubiera sido muy difícil que la hubiéramos aprobado. Dicho esto, no quiere decir —y lo decía desde la tribuna— que no estemos de acuerdo en que nuestro sistema electoral hay que modificarlo. Nuestro sistema electoral hay que mejorarlo desde la proporcionalidad, pero también de la representatividad. Yo creo que, en eso, todos los partidos políticos podríamos buscar puntos de acuerdo para ver qué fórmulas, pero, claro, fórmulas que exclusivamente no planteen un valor de todos los votos iguales, porque ahí provincias como Huesca y Teruel estarían en inferioridad de condiciones con respecto a nuestra provincia de Zaragoza.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Tomás.

Señora Vallés, puede intervenir.

La señora diputada VALLÉS CASES [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.

Señor Barrena, quería que estas Cortes se manifestaran, y yo creo que ya lo han hecho. Y lo han hecho con respecto a su contenido y a lo que usted dice literalmente en la iniciativa, no respecto a la voluntad o al principio que le podía inspirar, para el cual hemos presentado desde el Grupo del Partido Popular y del Partido Aragonés una enmienda conjunta que tuviera como objetivo, evidentemente, que estas Cortes manifestaran la necesidad de que se produjera esa reforma en base a un acuerdo plural y mayoritario, la reforma de la Ley orgánica de régimen electoral general —que, por cierto, también regula las elecciones del ámbito municipal—, la Ley orgánica régimen electoral general, y se corrigieran los tres aspectos que creíamos más fundamentales y en los cuales hay un acuerdo, un acuerdo en la propia Comisión Constitucional, que es el corregir las disfunciones representativas, que todos estamos de acuerdo, con la particularidad de que tiene que tener en cuenta tanto la población como el territorio —estamos en una comunidad en que el desequilibrio territorial es importante; siempre lo reclamamos, y no podemos estas Cortes olvidarnos de nuestra responsabilidad política con los aragoneses y con Aragón—; que favoreciera la elección directa de los ciudadanos en la elección de sus representantes, y que en el municipio se tuviera en cuenta la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. Yo creo que ustedes son los que han olvidado y los que han rechazado esa posibilidad de llegar a un acuerdo. Les recomendaría que no tuviera el informe del Consejo de Estado como libro de cabecera, sino que se lo leyera directa y completamente. Ningún punto establece que ninguna de sus propuestas tenga mayor valor que la actual. Lo que hay que conseguir es ese consenso, y para ello lo plantearía directamente. Y simplemente decirle una circunstancia: no pueden proponer nunca a unas Cortes, y sobre todo a las de Aragón, que hagan algo en contra de sus propios intereses, y su propuesta hubiera sido que Teruel dejara de ser proporcional para ser mayoritario y Huesca dejara de ser proporcional para ser mayoritario.

Muchas gracias. [Aplausos desde los escaños del G.P. Popular.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Vallés.

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