Intervinienen: Lambán Montañés, Francisco Javier - Aliaga López, Arturo - Romero Rodríguez, Luis Ángel - Soro Domingo, José Luis - Ruspira Morraja, Antonio - Arciniega Arroyo, Teresa
El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto: comparecencia de la presidenta del Gobierno de Aragón, a solicitud de veintidós diputados del Grupo Parlamentario Socialista, para explicar la política industrial de su Gobierno, y qué medidas piensa adoptar para posibilitar una mejora de dicho sector económico en el conjunto del PIB aragonés.
Señor Lambán, es el que va a intervenir, tiene la palabra por tiempo de diez minutos.
Comparecencia de la presidenta del Gobierno de Aragón para explicar la política industrial de su Gobierno y qué medidas piensa adoptar para posibilitar una mejora de dicho sector económico en el conjunto del PIB aragonés.
El señor diputado LAMBÁN MONTAÑÉS: Gracias, señor presidente.
Señoras y señores diputados.
Todos estamos de acuerdo en que la industria es un sector clave para el presente y para el futuro de la comunidad y ello por varias razones: en primer lugar, porque ejerce un poderoso arrastre sobre el sector de los servicios, particularmente sobre la logística o el transporte. En segundo lugar, porque más de tres cuartas partes de las inversiones en I+D+i tienen lugar en este sector. Y, en tercer lugar, y sobre todo, porque es el sector económico con mayor productividad en su conjunto, el que soporta la exportación y el que puede generar empleo de mayor calidad.
Una recuperación económica real necesita a la industria como locomotora y como base imprescindible de un nuevo modelo de crecimiento. Por suerte para nosotros, una parte fundamental del PIB aragonés gira en torno a la industria en un porcentaje superior a la media española, que es, por otra parte, lo que justifica que el paro en Aragón sea también inferior al de la media española.
En consecuencia, la política industrial del Gobierno de Aragón es un elemento clave para el futuro de la comunidad, una prioridad absoluta, una cuestión de Estado.
En ese sentido, señor consejero, el Consejo de Industria, en un trabajo impulsado por usted, aprobó en septiembre un documento titulado Análisis y principios de la estrategia industrial en Aragón, cuya literatura y cuya música general es difícil no compartir. En él se habla de fomentar la cooperación empresarial, de simplificar los procedimientos para poner en marcha una industria, de internacionalización de innovación, de conectar el sistema educativo con las demandas industriales, de intensificar el diálogo social o de contar con una política energética estable.
A mí, de todas las medidas propuestas, me parece particularmente interesante apostar por el arraigo del valor del emprendimiento en la cultura aragonesa. Para mí, la empresa privada es el motor fundamental del desarrollo y del empleo, nadie puede sustituirla en esa función, y, por eso, los buenos empresarios, desde mi punto de vista, atesoran un talento creativo básico para el país, un talento creativo que ha de convertirse en referente positivo para la sociedad, hasta el punto de quererles figurar en el imaginario de las ejemplaridades que deben guiar a los ciudadanos y a las ciudadanas.
Pero, dicho esto, señor consejero, siento decir que, en buena medida, ese documento del Consejo Industrial es papel mojado, al igual que la Estrategia Aragonesa de Competitividad y Crecimiento, con la que se reconoce conectado y de la que, por cierto, ustedes, desde hace muchos meses, ya no hablan. En realidad, a la luz de algunas de las cuestiones concretas, además de un documento comparable al papel mojado, es también una especie de broma de mal gusto: lo es, por ejemplo, señor Aliaga, cuando hablan de «ganar en competitividad, respetando los derechos sociales y fortalecer el diálogo social» mientras, en realidad, se aplica una reforma laboral que suprime los derechos sindicales y laborales de los trabajadores y preparan en este momento en el Congreso una ley que recorta el derecho de huelga, y es una broma de mal gusto cuando hablan de conectar el sistema educativo con las demandas industriales mientras aplican recortes drásticos en educación, retiran ciclos formativos dirigidos a profesionales industriales y los que mantienen no están orientados hacia las nuevas demandas, hacia las nuevas exigencias de las industrias.
Así las cosas, señor consejero, no es de extrañar que su gestión solo pueda describirse en términos de ERE, de pérdida continua de empleo y de cierre de empresas. Ese es el balance de la gestión de su Gobierno.
Se podrá decir que ello es resultado de políticas equivocadas dimanantes de Bruselas o de Madrid, pero es que en lo que ustedes sí pueden decidir, que es en el presupuesto, el recorte del gasto destinado a la industria aragonesa ha sido, en los dos últimos años, pavoroso: en dos años, solo en dos años, señor consejero, se ha reducido un 40% el gasto en industria, que es el que va dirigido a las pymes, a la competitividad, a la innovación, a la internacionalización o a las nuevas inversiones, y, lo que es peor, en lo que es elemento fundamental de la competitividad, en la investigación, han efectuado ustedes, en dos años también, un recorte del 20%. Señor consejero, ¿puede llamarse a esto política industrial?
El gran problema de en nuestra economía, uno de los grandes problemas, es la falta de financiación a precios razonables, que es lo que está obligando en muchos casos a cierres de empresas que eran y seguirían siendo rentables. Esa misma falta de financiación impide que se realicen inversiones necesarias para el mantenimiento de las empresas, que, poco a poco, se van quedando obsoletas y acabarán cerrando por falta de competitividad. Sin financiación no hay recuperación posible ni mejoras productivas ni investigación ni innovación, pero ustedes, señores del Gobierno, parecen no enterarse.
Lo poco que han hecho lo han hecho, desde mi punto de vista, tarde y mal: el convenio del Banco Europeo de Inversiones permitirá apenas créditos por valor de doscientos millones de euros —¿se trata de otro parto de los montes a los que tan acostumbrados nos tienen?—, anunciado a bombo y platillo en el mes de mayo y apenas firmado hace pocas semanas. La CREA, sin ir más lejos, anunciaba hace pocos días una línea de créditos conveniada con La Caixa, que más que duplica los doscientos millones de créditos de su convenio con el Banco Europeo.
No es de extrañarnos, por tanto, que todos los indicadores de la industria aragonesa sean peores que los del conjunto del país, tanto los indicadores de clima y confianza industrial como el PIB o el empleo.
Señor consejero, desde el respeto personal y político que sabe usted que le tengo, espero en su respuesta algún indicio, alguna indicación que resulte esperanzadora. Pero permítame terminar esta primera intervención con un par de asuntos que me preocupan mucho.
El primero tiene que ver con la falta de iniciativas, la falta de acciones de su Gobierno para aprovechar las oportunidades de negocio que va a suponer la llegada de nuevos modelos a la Opel. Hay proveedores actuales que necesitan ampliar que hasta ahora no han tenido ninguna respuesta del Gobierno y que podrían deslocalizar su actividad hacia comunidades autónomas vecinas.
Pero el motivo más urgente, el más inmediato, para la petición de esta comparecencia, señor consejero, es la suspensión, a partir de enero, de la llamada tarifa del servicio de interrumpibilidad del suministro eléctrico, de la que en estos momentos se benefician muchas empresas. Puede tener, y usted lo sabe bien, un efecto devastador. En Aragón, están afectadas Hidronitro, Químicas del Cinca y Carburos del Cinca, en Monzón (podemos estar hablando de trescientos trabajadores directos y el doble de indirectos); hay otra, que es Ercros, en Sabiñánigo, con doscientos trabajadores directos y muchos indirectos; en Zaragoza, le ocurre lo mismo a Arcerlormittal, con casi trescientos; en Teruel a Casting Ros y Pyrsa, con unos seiscientos más los indirectos. En total, señor consejero, casi mil quinientos trabajadores directos afectados y un numeroso grupo de trabajadores indirectos. Un tema, repito, gravísimo y que no excluye la existencia de otras empresas también afectadas.
El incremento del coste para las empresas puede pasar de un millón y medio de euros actuales a seis con la aplicación del decreto del ministro Soria, lo cual impedirá que las cuentas de resultados de las empresas sean viables y lo cual puede suponer —y no exagero— el cierre inmediato de todas estas empresas. Imaginemos, por eso insisto en la gravedad del asunto, lo que ello puede suponer para comarcas como Monzón, Utrillas o el propio Teruel.
Estamos, repito, insisto, ante un asunto de la máxima gravedad, que requiere la actuación urgente de ustedes ante el Gobierno de España, pero, desde luego, una actuación que sea más eficaz que la que supuso el acuerdo de la minería que el Gobierno de España se ha apresurado a incumplir, lo cual puede suponer el cierre de la minería en Mequinenza, con treinta puestos de trabajos perdidos.
Termino, señor consejero.
La ventaja competitiva de la industria aragonesa no puede basarse en un proceso de devaluación salarial y deterioro de las condiciones laborales en exclusiva. Lo que está haciendo su Gobierno, señor consejero, no tiene nada que ver con ese documento, con esas conclusiones del Consejo de Industria, y, desde luego, aleja cualquier posibilidad de que Aragón disponga de un modelo de crecimiento sólido y sostenible para aprovechar las oportunidades que nos deparen los escenarios de la salida de la crisis.
Con sus políticas, señor consejero, reducen las posibilidades de Aragón para que, a medio plazo, siga siendo nuestra comunidad una sede industrial de relevancia en Europa. Se les están cayendo las empresas, y no son capaces ni de detener la deslocalización industrial ni de ofrecer alternativas de empleo a los trabajadores afectados.
Usted, señor consejero, fue un excelente consejero de Industria en otro tiempo. Demuéstrenos que no se le ha olvidado el oficio y pónganos en su intervención algún atisbo de esperanza en el negro horizonte que plantea la acción cotidiana de este Gobierno.
Muchas gracias. [Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lambán.
Para contestar, el señor consejero de Industria e Innovación tiene la palabra por tiempo de diez minutos.
El señor consejero de Industria e Innovación (ALIAGA LÓPEZ): Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, buenos días a todos.
Señor Lambán, me hace el honor, aunque yo he salido a petición personal, porque creo que hablar de industria de Aragón al menos, debo confesarle que, para mí, es siempre una satisfacción. Y subo a esta tribuna con el convencimiento de que voy a intentar arrojarle luz y darle datos que demuestran que, si hay un sector con futuro en Aragón, es el sector industrial, y algunos datos lo van a corroborar. Y luego le diré sobre algunas cuestiones puntuales, esas dos últimas cuestiones.
Primero, muy importante: la política industrial que este consejero transmite o eleva al Gobierno es una política industrial que no ha cambiado en esencia de la política industrial que venimos aplicando los doce años, no ha cambiado en esencia. Es decir, hay un hilo conductor clave, y ya verá, porque me voy a referir a algunas de las normas claves que están en vigor, que han sido las normas que hemos aprobado en este período anterior. Luego primera cuestión.
Segunda cuestión: hay dos objetivos... Y, además, usted, con el que es —y lo digo delante de todas sus señorías— un placer trabajar como alcalde, porque usted y yo hacemos y pensamos qué política industrial hay que hacer como alcalde, y nos ha dado resultados. Hay dos máximas en la política industrial de Aragón: la primera, que, en general, tenemos que seguir haciendo de Aragón un territorio atractivo para el desarrollo de la actividad industrial, eso por encima de todo (en las Cinco Villas, en el Matarraña, en Monzón, en las comarcas del Aranda, castigadas en el sector del calzado por los problemas de competitividad de Asia...); segunda, y en eso me estoy aplicando con toda la intensidad, poner todo el conocimiento de la universidad e institutos de investigación al servicio del sector industrial, segundo punto; y tercero, siempre hacer políticas industriales pactadas con el mundo empresarial y sindical, en esos acuerdos que venimos trabajando y que creo que han sido un elemento diferencial clave en Aragón en esta última —yo me atrevo a decir— más que década, y que han dado como consecuencia que, mientras otras comunidades autónomas hasta el momento de la crisis perdían sector industrial, en Aragón ganamos más de diez mil empleos del sector industrial.
En este nuevo ajuste de la crisis se han perdido, pero, aquí, una reflexión también, y me voy a referir a la construcción: cuando en unos foros se demoniza a la construcción, ¿qué sería del sector industrial sin la construcción (cementos, yesos, electrodomésticos...)? Es decir, que esa crisis de la construcción ha traído aparejada una crisis también en el sector industrial, a una parte importante, porque la industria auxiliar que trabaja para la construcción trabajaba para la demanda interna de la construcción, y solo están perviviendo, creando empleo, haciendo inversiones, las industrias que tenían vocación a otros sectores que no eran exclusivamente la construcción. Ese es un análisis que conviene hacer con más detalle, pero ahí están los datos.
Y, de hecho, usted me ha mencionado que se han perdido o se van a perder, yo creo que no inmediatamente en el tema de Mequinenza, pero se han perdido más de cuatrocientos ochenta puestos en la minería no energética en Aragón y nadie dice nada. O sea, arcillas, calizas..., es decir, nadie dice nada aquí, se han perdido más de quinientos puestos. ¿Qué pasa? Que son pequeñas pymes distribuidas por el territorio, y nadie quiere mirar a esa realidad.
Bien, primera cuestión: la política industrial de Aragón lleva una trayectoria de ir en sintonía con la política europea, y no es novedad lo que estoy haciendo yo en el año 2011, en el 2012 y en el 2013, no es ninguna novedad, porque las bases de la política industrial de Aragón saben ustedes que están en esa Ley de industria del año 2006 que pactamos en esta Cámara con una grandísima mayoría, que se llamaba Ley de regulación y fomento de la actividad industrial, y ahí está la esencia de esa política industrial.
Luego, con un Consejo de Industria, que ha emitido ese documento que usted señala, con un Consejo de Industria como órgano de asesoramiento plural donde están los agentes económicos y sociales y que nos trasladan al Gobierno... Es decir, los inputs del Gobierno vienen por el lado de la relaciones con los agentes económicos y sociales contemplados, como le he dicho antes, en ese Acuerdo para la competitividad y el empleo y también, en la otra línea, en las cuestiones que se debaten en el Consejo de Industria.
Pero ¿qué ha pasado en estos años de crisis? Yo he dicho que el peso del PIB industrial de Aragón y el empleo mejoraron sustancialmente desde el 2000 al 2007-2008, incluso viniendo importantísimas inversiones a Aragón de otras comunidades autónomas que, posiblemente, no tenían una política industrial tan clara.
¿Qué ha pasado ahora? Bueno, el ajuste ha venido, pero le voy a dar algunos datos, señor Lambán, que reflejan que la política industrial de Aragón es seria, datos que los tienen usted a su disposición y que yo se los pasaré inmediatamente.
Primero, el peso de la industria en el PIB de Aragón: hoy, en el 2012, es el 21,3% (tiene los datos en el Instituto de Estadística); en el 2008 era del 20,3%. Es decir, que el peso —le respondo a la segunda pregunta que hacía usted—, el peso del PIB de la industria en Aragón ha ganado un punto.
Segundo: somos la cuarta comunidad de España con mayor peso del sector industrial, y éramos la quinta. Hemos pasado a Cataluña y hemos pasado... —a ver si encuentro todos los datos—, hemos pasado a Cataluña y hemos pasado a Asturias, señor Lambán; en la crisis, los hemos pasado.
Tercero: la productividad de la industria aragonesa ha mejorado en estos años un 40%, es decir, un trabajador aragonés de la industria generaba cincuenta y dos mil euros por puesto de trabajo de valor añadido y hoy está generado setenta y seis mil euros —por cierto, el PIB del 21,3% de la industria aragonesa, el de España sabe que es el 16%—. Es decir, hemos ganado un puesto en el ranquin.
Hay sectores de la industria aragonesa que pesan de forma muy importante en España. Aunque el PIB de Aragón es el 3%, la industria es el 5%. O sea, de toda la industria de España, el 5% es PIB de Aragón.
Otro dato importante, productividad del factor trabajo en la ocupación industrial —yo saco datos, ya sabe usted que me gusta dar datos—: he dicho setenta y tres mil euros de producción por ocupado, por encima de Francia, señoría, hemos pasado a Francia; Aragón, por encima de la media europea, por encima de España e igual que Alemania. Hoy, un trabajador de la industria aragonesa produce por empleado lo mismo que un alemán. Eso son datos.
Más datos: de todas las exportaciones de Aragón, el 97% son de la industria.
Y un dato importantísimo: en el año 2007, Aragón exportaba ocho mil quinientos millones de euros e importaba ocho mil quinientos; hoy, Aragón exporta, en el 2012, ocho mil cien e importa cinco mil setecientos. Luego la industria aragonesa está haciendo un esfuerzo que a usted y a mí también nos gusta, que es que, en vez de importar, está apoyándose en otras industrias, cooperando, asociándose, para que los inputs no sean de importaciones, con lo cual mejora sustancialmente nuestra balanza comercial.
La industria aragonesa (he dicho que toda la industria pesa el 5% en España): material de transporte, el 10% de todo el sector de material de transporte en España es aragonés; madera, papel, etcétera, el 8,6%; material y equipo eléctrico, el 9,8%; metalurgia, el 3,2%; maquinaria y equipo mecánico, el 7,4%... Es decir, los sectores sólidos que tenían su base en la innovación, en la exportación, en el conocimiento, están ganando en competitividad, de ahí que, como digo, tienen una posición muy sólida.
Me quedo sin tiempo, pero, como he pedido una comparecencia en la comisión para explicar esta estrategia, seguiremos hablando, y en el turno de réplica le contestaré a las cosas concretas que me ha dicho, que hemos hecho algunas gestiones.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.
Turno, a continuación, del señor Lambán por tiempo de cinco minutos.
El señor diputado LAMBÁN MONTAÑÉS: Gracias, señor presidente.
Señor Aliaga, parafraseando el Cantar de Mío Cid, «¡qué buen vasallo si hobiese buen señor!». Usted es el mismo, pero ni es el mismo el Gobierno anterior respecto a este ni son las mismas las atenciones presupuestarias ni son los mismos los resultados de su trabajo.
Por hablar de algunos datos comparativos con el momento anterior, con el Gobierno del señor Iglesias, del que usted formaba parte brillantemente: hablando de industria manufacturera aragonesa, en el año 2011 tuvo un crecimiento del 2%, en el año 2012 bajó el 1,7% y en los dos primeros trimestres del 2013 ha bajado el 5,3% y el 4,3%; y hablando de la EPA (de la evolución de la población activa), en los años 2010 y 2011 se mantuvo el empleo industrial en Aragón en torno a ciento cinco mil personas, pero la segunda mitad del año 2011 y, sobre todo, los años 2012 y 2013 han supuesto la eliminación, la supresión de veinte mil empleos. Por tanto, usted es el mismo, pero las políticas y el Gobierno en el que usted está ahora inmerso no son, en modo alguno, los mismos.
Estadísticas y evaluaciones se pueden hacer todas dependiendo de los datos que se elijan. Usted hablaba de que la industria, dentro del PIB aragonés, ha ganado peso respecto a España, pero eso se produce, fundamentalmente, porque el resto de los sectores han perdido demasiado peso con respecto al PIB resultante total, y ese tipo de lecturas se podrían hacer, prácticamente, de todas y cada una de las cifras que usted ha dado. Yo insistiré en algunas que, sobre todo, marcan el diferencial existente entre Aragón y España.
En lo que a industria manufacturera se refiere: en el 2012, en Aragón, hubo un retroceso del 1,7%, en España solo del 1,1%; en el primer trimestre del 2013, en Aragón el 5,3%, en España el 3,2%; en el segundo trimestre del 2013, el 4,3% en Aragón, el 2,2% en España. Una diferencia muy preocupante en contra de Aragón.
Le podría dar datos de financiación que son bastantes preocupantes. Le voy a dar alguno, sin embargo, que tiene que ver con el clima industrial, es decir, con la visión, con las preocupaciones expresadas de los empresarios aragoneses sobre el futuro de la política aragonesa: en España, la relación entre quienes piensan en términos positivos y en términos negativos es de catorce puntos; en Aragón superan en veintidós puntos los que piensan más en términos negativos que en términos positivos.
Y hablando de empleo industrial, después de darle las últimas cifras que le he dado al comienzo de mi intervención, le diré que, según la EPA, la destrucción de empleo industrial en Aragón en los años 2012 y 2013 ha sido el doble que en España en cuanto a porcentaje (el 11% la media española, aquí el 20%), y que Aragón ha sido la segunda comunidad española que más empleo industrial ha destruido.
Y hablando de la otra evaluación, de la evolución del empleo, del Inaem, de octubre del año 2012 a octubre del año 2013, el paro industrial ha aumentado en Aragón, ha aumentado el paro, y, sin embargo, en España, en materia de industria, ha crecido el empleo en un 3,9%, siendo Aragón la segunda comunidad donde más ha aumentado el paro industrial.
Son cifras incontestables, señor Aliaga, respecto a la deriva negativa del sector industrial en Aragón, y hablar de deriva negativa del sector industrial es tanto como hablar de deriva negativa de todas las posibilidades que nosotros podemos tener de consolidar un sector fuerte y competitivo que nos dé solvencia para afrontar con éxito, como le decía en mi primera intervención, los escenarios de salida de la crisis.
Señor Aliaga, está bien elaborar estrategias, es más, es imprescindible hacerlo, pero yo creo que la ley del año 2006 a la que usted hacía referencia necesita actualizarse, necesita adaptarse a las nuevas circunstancias, a los nuevos requerimientos; era una ley que se redactó cuando ni se atisbaba de lejos lo demoledora que iba a ser la crisis del año 2008.
Por tanto, le sugiero que pase de las estrategias a la confección de leyes, a reflejar esas leyes en los presupuestos, y le sugiero que todo ello, a diferencia de otras estrategias que están lanzando por doquier, lo hagan con calendarios precisos y con criterios evaluables y medibles a lo largo del tiempo.
Adopte esas iniciativas, señor Aliaga; le sé, personalmente, capacitado para ello —dudo más de la voluntad política del Gobierno del que forma parte—. Adopte esas iniciativas, camine por la senda de convertir la estrategia en leyes y en compromisos presupuestarios, y tenga la absoluta seguridad de que el Grupo Socialista estará a la altura de las circunstancias, estará dispuesto a llegar a acuerdos con ustedes, porque, como he dicho en mi primera intervención, para nosotros, todo lo que tiene que ver con la política industrial es, utilizando una expresión perfectamente comprensible por todo el mundo, una cuestión de Estado.
Muchas gracias. [Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Lambán.
Señor consejero, puede intervenir por tiempo de cinco minutos.
El señor consejero de Industria e Innovación (ALIAGA LÓPEZ): Gracias, señor presidente.
Es evidente, señor Lambán, que podemos estar hablando de cifras. Yo, en este caso, me he referido a las magnitudes macroeconómicas de la posición relativa de la industria en Aragón y cómo está ganando peso la industria en el PIB de Aragón. Disminuyen otros sectores, también en España, pero estamos ganando posición de la industria. Y si la industria aragonesa es el 5% de la industria de España, es por algo, y si la industria aragonesa, en muchos sectores, es el diez o el ocho de los sectores de España, si un sector concreto sufre en Aragón, no me diga cómo sufre en España.
Es verdad que se han producido unos ajustes serios en algunas industrias y algunos expedientes muy sonados, pero yo voy a hacer alguna pregunta en el marco en que nos movemos: ¿qué política tendría que haber hecho el Gobierno de Aragón para que Tata no cerrara? ¿Qué política se puede hacer desde un Gobierno en una empresa que lleva cinco años con pérdidas y no hace una estrategia industrial para colocar los autobuses de Zaragoza en los mercados mundiales?, ¿qué política? Se le han dado préstamos a la innovación, préstamos de innovación del ministerio, se le ha ayudado a vender autobuses, se le ha dicho que presentara proyectos de innovación... Entonces, ¿qué política puede hacer un Gobierno contra una estrategia? ¿O es que, aquí, las empresas que cierran no tienen ninguna responsabilidad?, ¿o es que no tienen ninguna responsabilidad? ¿Qué estrategia podía hacer el Gobierno de Aragón para el cierre de Kimberly-Clark?, ¿qué estrategia, si con estos señores ingleses hemos estado hablando por activa y por pasiva y no han querido seguir en Aragón ni invertir en Aragón? Solo venían con un expediente de cierre y con..., por cierto, Tata, catorce millones de euros en el cierre, catorce millones de euros para indemnizar a los trabajadores.
Es decir, dígame usted qué puede hacer un Gobierno. Si yo he bajado un 40% en subvenciones, si hay alguna empresa aragonesa que, por la subvención, no hace la inversión, mejor que no la haga, porque la subvención, en el área de los proveedores supplier del automóvil, estamos hablando de porcentaje de minimis de la Unión Europea. Luego que no nos engañen, señor Lambán, no queremos que vengan cazasubvenciones —esto me lo han dicho aquí, en las Cortes—, yo no quiero cazasubvenciones, yo quiero...
Y algunas empresas en Fuentes de Ebro que acaban de ganar —yo he estado ahí, en la empresa, ayudando— contratos con el nuevo Mokka, y estamos trabajando con los clusters, y estamos hablando con General Motors, para que en la venida de la plataforma del Picasso o la venida de la plataforma del nuevo Mokka participen las empresas aragonesas. Pero estamos en un mercado competitivo, es decir, que tendrán que presentar proyectos viables, innovadores, con costes..., esto lo sabe usted de maravilla también.
Es decir, que estamos trabajando con nuestros sectores, como decía.
Una reflexión sobre la interrumpibilidad. Efectivamente, sabe usted —lo sabe— que me he reunido con el sector. Si se acuerda usted, y tiene buena memoria, en la última gestión de la interrumpibilidad ya tuvimos que intervenir con un secretario de Estado del Gobierno de España socialista, y, en este caso concreto, yo le puedo enseñar el mensaje que le puse al ministro (me llamó el jefe de Gabinete), incluso con estas empresas que vinieron, las que usted ha citado, todas (Ercros, las de Monzón —Ferroatlántica, Carburo del Cinca—, Casting Ros —estuvimos la semana pasada—...), y hemos mandado un texto alternativo para que palíe esa cuestión, que lo tengo en correo electrónico y se lo puedo facilitar. Es decir, que, desde el primer momento en el tema de la interrumpibilidad, hemos estado ahí.
Pero ¿usted cree que es normal que el tema de la interrumpibilidad, habiendo una asociación de grandes consumidores de España, lo tenga que resolver un consejero del Gobierno de Aragón? ¿Usted cree que es normal eso, es decir, que tenga que defender el consejero de Industria del Gobierno de Aragón una interrumpibilidad que afecta a todo el sector industrial de España? Es decir, yo creo que hay otros foros. Y, además, al señor presidente de la CEOE, que vino a Zaragoza, se lo dije: «a ver si os metéis en el barro, porque no puede el consejero de Industria de Aragón con todo». O sea, todos vienen aquí de Madrid a que yo inste hasta al Ministerio, ¿y no hay otras comunidades autónomas que se podrían implicar un poco más? ¿Vale, señor Lambán?
Luego los deberes este consejero los ha hecho.
Bien, vamos a ver, yo sigo insistiendo en lo mismo: hay un horizonte y un marco de política industrial trazado. Tenemos infraestructuras magníficas: innovación, universidad, buenas redes eléctricas y gasistas, agua (tenemos la mejor), personal cualificado, sindicatos muy responsables, muy responsables, con los que hemos hecho acuerdos en los momentos difíciles... Lo que pasa es que la crisis a unos nos golpea más, a otros, menos, a unos nos golpeó más tarde, y en algunos sectores concretos pues castiga y no podemos evitarlo, porque no depende de nosotros.
Lo que le decía: en algunos casos hemos tenido más suerte, en otros, menos; pero, desde luego, no le quepa duda de que, al menos, la imagen que da este Gobierno en la gestión de la política industrial es muy seria, muy seria, y si hay un proyecto que se pueda hacer en Aragón no se nos escapará de las manos, porque hasta ahora, que yo sepa, no se nos ha escapado ninguno, salvo los cazasubvenciones, que los cazasubvenciones, cuanto más tarden en venir por Aragón, mejor.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.
Pasamos al turno del resto de los grupos parlamentarios.
Empezamos por Izquierda Unida de Aragón. Señor Romero, por tiempo de cinco minutos, puede intervenir.
El señor diputado ROMERO RODRÍGUEZ: Muchas gracias, señor presidente.
Señor consejero, el que no se consuela es porque no quiere. Usted decía: «no, mire, en datos macroeconómicos, la industria aragonesa va bien». Pues fíjese, con los mismos datos que usted aporta del Instituto Nacional de Estadística, le podríamos decir que en los últimos cinco años se han perdido más de treinta mil empleos en la industria, y usted lo ha hecho público, y no les hemos sumado los autónomos ligados a la industria y no les hemos sumado lo que ha ocurrido en el 2013, que usted sabe: doscientos ochenta y siete de Tata, doscientos cincuenta de Kimberly, cuarenta y siete de Cacaolat, etcétera.
Ya no vamos a hablar, como decía el señor Lambán, del problema del Gobierno con el tema de la reforma laboral y cómo está dejando a los trabajadores. Vamos a hablar de la industria, que es de lo que hemos venido a hablar.
Usted sabe que, por instrumentos, Aragón, no puede decir que es que no puede apoyar a la industria, porque tiene todos los instrumentos habidos y por haber: de las pocas comunidades que tiene una Ley de fomento de la industria; de las pocas comunidades que tiene un acuerdo de paz social, importantísimo, de diálogo con los agentes sociales; ustedes, además, en esta legislatura, la Estrategia Aragonesa para la Competitividad y el Crecimiento, que hablan de la industria y de ciertos sectores productivos importantes, como la automoción o como el transporte; usted también acaba de hablarnos de la Estrategia aragonesa de la industria, un documento que nos ha hecho llegar recientemente, donde el Consejo de la Industria en Aragón ha abordado, con todos mis respetos, cuál es la situación, pero volvemos a hablar de lo mismo, cuáles son las propuestas, y usted también sabe que su departamento, junto con el Departamento de Economía, tienen los instrumentos para apoyar a la industria; además, tienen el Plan Impulso, del que han hablado mucho.
¿Qué es lo que está fallando? Pues se lo voy a decir lo que falla: que hay mucho papel y poco dinero, y en eso se resume. Si el Gobierno quiere apoyar la industria, se necesita dinero. Si el Gobierno quiere que la industria funcione en Aragón, se necesita apoyo real, apoyo para, de entrada, decirle al Gobierno del Estado que eche marcha atrás con el proyecto de ley del sector eléctrico, que usted sabe que perjudica notablemente a la competitividad de las industrias aragonesa, a las del conjunto de España, pero también a las de Aragón —lo ha apuntado antes el señor Lambán—; apoyo para derogar decretos que usted sabe que están taponando el desarrollo de una industria importante, como es la industria de la energía.
Usted sabe perfectamente que en la automoción, que es el pilar fundamental de la industria en Aragón, en los últimos cinco años han caído doce mil empleos, doce mil empleos; luego, nos puede vender usted que en los próximos años se recuperarán quinientos, pero doce mil han caído en este proceso. Y además, en las exportaciones, que es el adalid del Gobierno de que se recupera la economía, usted sabe que, en Aragón, las exportaciones desde el año 2008 hasta el año 2012 han estado muy paralelas, pero en la automoción se ha perdido un 35% en las exportaciones. Por lo tanto, estamos hablando de un sector muy muy tocado, y sabe que todas las empresas del sector de la automoción han perdido muchos empleos (por ejemplo, sabe el caso de Casting Ros).
¿Adónde queremos llegar con estas reflexiones? A que es necesario sentarse, pero no para volver a analizar los problemas, que sabemos cuáles son, sino para ver cómo cambiamos los instrumentos que tiene la comunidad autónoma para ayudar a la industria.
Le vamos a decir el primero: insuficiencia económica en Sodiar, Avalia y Suma Teruel, los únicos tres que tienen. Insuficiencia.
Luego dirá que, a veces, hasta incluso se queda dinero que no se termina consumiendo en esos instrumentos, porque tienen que cambiar las normas, porque no es posible que, con trescientos mil euros de aval, se garanticen industrias importantes como Johnson en Alagón, como Casting en Utrillas, como Inasa Foil en Sabiñánigo... Es plenamente insuficiente si queremos, evidentemente, trabajar con seriedad.
A partir de ahí, más instrumentos, porque son necesarios más instrumentos, y es necesaria, y usted lo sabe, una banca pública. Y una banca pública no es crear un banco para recoger los depósitos de los aragoneses, es crear un instrumento paralelamente a la banca, que el Fondo Monetario Internacional y la OCDE le está pidiendo que el dinero que ha ido a la banca para sanear la banca empiece a fluir a las empresas, y no está fluyendo. Y, a partir de ahí, el discurso del Gobierno de Aragón tiene que ser: ya vale de instrumentos y de papeles y de estrategias, vamos a poner pasta sobre la mesa y vamos a poner instrumentos reales sobre la mesa. Y usted sabe que aquí no están al día, y otras comunidades les están aventajando.
Por lo tanto, pónganse las pilas, empiecen a trabajar, cambien el discurso y no reduzcan los presupuestos en los departamentos que tienen que apoyar a las empresas, como es el suyo o es el Departamento de Economía y Empleo.
El señor PRESIENTE: Gracias, señor Romero.
El turno del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista. Señor Soro, puede intervenir.
El señor diputado SORO DOMINGO: Gracias, señor presidente.
Esta comparecencia sobre la política industrial del Gobierno de Aragón podría haber sido muy corta, porque podría haber sido, sencillamente, reconocer que no hay política industrial. En Aragón nunca ha habido política industrial, señor Aliaga. Sí que han hecho muchas cosas, claro, pero nunca ha habido una estrategia, han ido improvisando a golpe de ERE. Eso es lo que están haciendo: improvisar a golpe de ERE; lo único que hacen es ir apagando fuegos, van corriendo de susto en susto, pero nunca ha habido esa estrategia, nunca ha habido esa política industrial.
Lo dice el informe al que se ha hecho referencia, ¿eh?, no lo digo solo yo. En ese informe quedan muy claras las carencias de lo que hay ahora mismo. Es un informe de septiembre, y deja claro que el responsable —no lo digo yo, ¿eh?, lo dice el Consejo de Industria en ese informe interesantísimo, espero que le saquen partido en su departamento—, que el responsable son las políticas públicas obsesionadas con la reducción del déficit, solo dirigidas a la reducción del déficit, las políticas de austeridad... Eso es lo que dice el informe, y hace un repaso de todas políticas del Partido Popular, a nivel estatal en algunos casos, en otros a nivel de Aragón, y de ahí se va desprendiendo la política financiera, que hace que las empresas no tengan crédito; habla de la política educativa, que sigue desligando la realidad empresarial de la enseñanza; habla —ya le digo— de todas las políticas —lo sabe bien, supongo que conoce bien el informe—, de todas la políticas públicas.
Así que, señor Aliaga, hay, evidentemente, un responsable.
Como le digo, no ha habido esa política industrial digna de tal nombre, pero, mientras tanto, hay una evidencia, y es que se ha ido arrasando el tejido industrial, se ha ido arrasando el tejido industrial, sobre todo, con más crudeza en las comarcas tradicionalmente industriales, lógicamente (Alto Gállego, Cinca Medio, Calatayud o Tarazona). Evidentemente, ahí es donde, con más crudeza, se ha vivido esta destrucción de empleo industrial, lo que ha arrastrado también mucha destrucción de empleo indirecto en sectores de hostelería, en sectores de transporte, etcétera.
Ya se lo ha dicho el señor Lambán: es que sube el peso del sector industrial porque bajan los otros sectores, punto; no porque suba per se el sector industrial, sino porque bajan otros sectores.
Habla usted de más datos —yo no voy a entrar en datos, señor Aliaga—, habla de que se incrementa la productividad, el dinero que genera un trabajador. Sí; el problema es que, mientras tanto, sube el desempleo y, sobre todo, se acentúa la precariedad laboral. Mientras sube ese índice de productividad, la precariedad laboral se agrava, la gente tiene contratos con menos estabilidad y contratos en peores condiciones laborales: esa la realidad. No es una cuestión de estadística, si todos lo sabemos a diario, en nuestro entorno, en nuestro día a día cotidiano.
Por eso, señor Aliaga, claro hay responsables, y ese informe, repito, dice que son las políticas liberales, obsesionadas únicamente con el déficit.
Mire, señor Aliaga, si yo ya sé que tiene muchas carpetas..., muchas carpetas y muy gruesas. Cada vez que hablamos aquí de alguna industria, de alguna empresa en concreto, viene con su carpeta: «llevo años con este tema». El problema es que tiene muchas carpetas, pero pocos resultados.
Por cierto, podía escuchar al señor Palacín, que el señor Palacín sí que le ha hablado a usted sobre la destrucción de empleos en el sector energético; es algo de lo que sí que le ha hablado, que decía que nadie lo dice: desde Chunta Aragonesista, mi compañero el señor Palacín sí que le había dicho.
Mire, y leerle a usted hace unos días —ya lo habíamos oído hace tiempo—, en el caso, por ejemplo, de Polidux, que no es prioritario ese tema porque no se pierde empleo, porque no se destruye el empleo... A ver, pero la empresa se va de Aragón, y aragoneses que están residiendo, en este caso, en Monzón tienen que irse de Aragón a Ciudad Real o a otros destinos. Eso es un drama, señor consejero, porque usted no es el ministro de Industria, usted es el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, y eso es un drama para Aragón, es un drama para Monzón y es un drama, como digo, para esas familias, evidentemente. Claro que debería ser prioritario no solo que se cierre o no la empresa, que se traslade, sino que los aragoneses sigan teniendo empleo, que es para lo que a usted se le paga.
Hay una cuestión que también genera dudas, que es el papel del señor Bono en todo esto, porque no es una cuestión únicamente de su departamento, entendemos que hay unas partes también en las que el señor Bono tendría algo que decir —entendemos, ¿eh?, lo digo sin absolutamente ninguna segunda intención—. Y el problema es que vemos también una gravísima falta de coordinación. Es el problema de dos gobiernos en uno, su departamento, el PAR y el PP, por otro lado, y no terminamos de ver cuál es el papel del señor Bono en todo esto, que, desde luego, algún papel debería jugar el señor Bono.
Mire, señor Aliaga, no podemos conformarnos en Aragón con distribuir lo que hacen otros, apostar únicamente por la logística. En Aragón tenemos que apostar también por fabricar, tenemos que apostar por la I+D+i. Las conclusiones del informe sobre la I+D+i son también muy claras: es una de las políticas en que suspenden a su Gobierno. La industria, evidentemente, tiene que ser una palanca —como hablan desde el Partido Popular— para afrontar la crisis económica.
Y, mire, decía el señor Lambán que no podemos sustituir a la empresa privada, pero le aseguro que, sin políticas públicas decididas, de apoyo decidido, coordinadas, sin una estrategia industrial clara, será imposible que la empresa privada pueda sacar a Aragón del agujero en el que estamos, y, sobre todo, tirando la industria como tiene que tirar.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Soro.
El turno del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés. Señor Ruspira, cinco minutos.
El señor diputado RUSPIRA MORRAJA: Muchas gracias, señor presidente.
Buenos días, señorías.
Subir a esta tribuna para hablar de la política industrial de Aragón, realmente, para este portavoz es muy sencillo, porque es una política industrial que se pone como ejemplo fuera de nuestras fronteras autonómicas, y me explicaré... —allende, allende de las fronteras, efectivamente—.
Para el Partido Socialista, el mensaje que lanza después de su doble intervención es que hay que cambiar la política industrial, y, como siempre, lanzan el guante para colaborar con el Gobierno de Aragón en cambiar la política industrial, porque está todo fatal, el Apocalipsis, y el horizonte es muy oscuro y muy negro.
Para Izquierda Unida, estamos acostumbrados a que el mensaje que lanza Izquierda Unida es el de que hay que ponerse las pilas, que pasemos de los papeles a los hechos y que hagamos el favor de trabajar y ponernos codo con codo y que saquemos a la industria hacia delante.
Y, evidentemente, para Chunta Aragonesista, que alguna vez se lo hemos escuchado, es que no hay política industrial.
Bueno, pues menos mal que no hay política industrial, porque creo que el período transcurrido en los últimos lustros en Aragón ha permitido la posibilidad de que la economía aragonesa sea una economía realmente diversificada, en la que más del 20% del PIB se ha mantenido siempre en la industria como relativa cifra con respecto al total de nuestro producto interior bruto, y, además, cinco puntos porcentuales la industria con respecto a la media a nivel nacional. Se podrá decir lo que se quiera, pero la realidad es que la industria es un sector muy importante en Aragón.
Y si aquí se hubiera venido a hablar de la política de la construcción o de la política de los servicios, pues les diría que, a lo mejor, este portavoz lo tendría un pelín más complicado, porque la verdad es que están sufriendo, incluso el sector agrario. Pero el sector industrial en Aragón es el pilar en el que se está sustentando la posibilidad de crecer económicamente y de sujetar la economía en Aragón, precisamente el sector industrial, y precisamente por eso me sorprende el que se transmita un mensaje... Yo le compro al señor Lambán sus tres primeros minutos del discurso, al cien por cien; a partir del cuarto minuto, ya la cosa se complica.
Mire, señor consejero de Industria e Innovación, en la Comunidad Autónoma de Aragón se lleva muchos años trabajando en este tema con interés y, además, poniendo muchas piezas del rompecabezas encima de la mesa para que podamos seguir creciendo en el tema industrial en nuestra Comunidad Autónoma de Aragón. Han transcurrido, desde el año 2008 a hoy, seis años absolutamente demoledores para la economía de España y de Europa y, por supuesto, de Aragón, y, a pesar de ello, la industria aguanta.
Aquí se han puesto encima de la mesa muchas cosas.
Uno: en el año 2006 tuve el honor de ser el coordinador la Ley de industria —se ha dicho que se tiene que modificar—, una ley que tuvo el apoyo del Partido Popular, del Partido Socialista y del Partido Aragonés. Creo que es una ley muy útil todavía y tiene mucho recorrido.
Segundo: se ha criticado la Estrategia Aragonesa para la Competitividad y el Crecimiento. En esa estrategia hay seis sectores estratégicos, de los cuales tres están atados directamente a la industria, que son el agroalimentario, el energético y el de automoción, y dos más que están atados a la industria de forma indirecta, como es el de las nuevas tecnologías y como es el de la logística, que el señor Lambán lo ha mencionado. De seis, cinco, directa o indirectamente, relacionados con la industria, excepto el turismo. Eso es apostar por el sector secundario en nuestra Comunidad Autónoma de Aragón.
También se ha mencionado la Estrategia, el documento que se ha obtenido a través del trabajo del Consejo de Industria. ¡Pues claro que hay un documento de planificación que tiene que ir renovándose permanentemente!, ¡por supuesto! Pero si se hace un documento es porque se viene trabajando desde hace años por impulsar la industria en nuestra Comunidad Autónoma de Aragón.
Pero es que, además, se dice: «es que no se está haciendo nada, y la herramienta más importante del Gobierno de Aragón, como es el presupuesto de la Comunidad Autónoma de Aragón, está de espaldas a la industria». Mire, la Estrategia Aragonesa para la Competitividad y el Crecimiento habla de cuatro ejes transversales muy importantes: el primero, el de la financiación. El que me diga que no se está trabajando por la financiación del todo el conjunto empresarial y de la industria en particular se equivocará, y no solo con las tres herramientas que mencionaba el señor Romero, sino con el proyecto del BEI o la posibilidad, incluso, de que La Caixa se sume a la CREA para poner más recursos, porque la financiación tiene que ser pública y privada, pero especialmente privada—.
Segundo, la internacionalización. ¿Me quieren decir que la balanza comercial...? Dicen: «no, es que estamos equiparados en internacionalización y en exportación», pero es que la internacionalización es exportación e importación, y la balanza comercial sigue creciendo y el índice de cobertura sigue creciendo, y ese es el futuro por el que hay que apostar.
Tercera línea: el emprendimiento, la mejora de la competitividad. Estamos trabajando por la cooperación empresarial, estamos trabajando por el apoyo al emprendimiento, estamos trabajando por intentar que los recursos humanos estén en perfecta orquesta adecuada para poder trabajar en este sentido, a pesar de las dificultades económicas que estamos atravesando.
Y la cuarta pata: el diálogo social. Tenemos firmado un Acuerdo social para el crecimiento y el empleo 2012-2015, un planteamiento de los sindicatos y de los empresarios absolutamente coherente para trabajar en esta dirección. ¿Y eso no beneficia a la industria?
Señorías, la política industrial se está desarrollando sobre la base de lo que se ha hecho muy bien en los años anteriores, luchando contra la crisis, como se está trabajando, y poniendo todas las piezas necesarias a través de nuestro presupuesto, pero, especialmente, instando al tejido empresarial de nuestra comunidad autónoma a que emprendan, que sigan trabajando, que sigan apostando por Aragón, porque por ahí pasa el futuro: por los empresarios y las empresarias, los emprendedores y las emprendedoras. Y esto no lo pongo con una disposición adicional única, sino que utilizo masculino y femenino para que la izquierda no se me... [Corte automático del sonido.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ruspira.
El Grupo Popular. La señora Arciniega tiene la palabra.
La señora ARCINIEGA ARROYO: Gracias, señor presidente.
Bien, empezaré por decir que, si he de quedarme con algún discurso de los representantes que han hablado antes que yo, me quedaré, por supuesto, con el del representante del Partido Aragonés, pero no porque es del Partido Aragonés, sino porque habla en presente y en futuro... [Rumores.] Y todos los demás... Se lo repito: porque habla en presente y en futuro, que es lo que es importante. [Rumores.] Pero...
El señor PRESIDENTE: Guarden silencio.
La señora ARCINIEGA ARROYO: Todos los demás aquí han hecho referencia a las cifras anteriores a 2011, a 2012, y estamos, señorías, a finales de 2013, y lo que importa son los resultados que se han conseguido con la política industrial.
Pues bien, yo entiendo que la política industrial es el conjunto de acciones o de actuaciones que tiene que llevar la Administración Pública para aumentar la competitividad de nuestras industrias. ¿Se ha conseguido aumentar la competitividad de nuestras industrias respecto al 2008? Sí, y se lo demostraré, porque el señor Lambán nos decía cifras, pero, mire, nos decía cifras de esta página, que tiene treinta y ocho indicadores, y nos ha leído tres o cuatro. ¿Cuáles? Los que se ajustaban a su discurso, no los que son reales, porque aquí hay otros indicadores en los que las cifras son en sentido contrario a lo que él nos presentaba. Ahora se las leeré también, pero, como les decía, les voy a demostrar que la competitividad de la industria aragonesa ha aumentado.
Mire, en cuanto a exportación de facturación de las industrias manufactureras, en 2008 era el 34%; en 2012, el 41%. Me parece que del 34 al 41% hay bastante diferencia.
Y como decía el señor Ruspira, no hay que considerar solamente las exportaciones, hay que considerar exportaciones e importaciones. Pues bien, ¿saben cuánto ha mejorado el grado de apertura de la industria aragonesa desde 2007? En un 19%. Me parece, señorías, que eso es el resultado de la política industrial que se está llevando a cabo, y ese es el resultado, principalmente, en los dos últimos años, en los cuales se está aplicando toda esa serie de instrumentos que el señor Romero reconocía que tenemos en Aragón y que se están llevando a la práctica.
Y, claro, usted me dice: «con dinero...». Pues con dinero sí que se va a todos los sitios, pero no es la única herramienta y no es el único instrumento, hay que poner también las medidas necesarias para poder desarrollar todas las potencialidades de nuestra región, y eso es lo que se está haciendo. No es solamente el papel de la Estrategia Aragonesa de Empleo y de Competitividad, no solamente es el Plan Impulso, no solamente son los centros tecnológicos y los centros de innovación que están al servicio de la industria aragonesa: todos esos instrumentos, con la reglamentación adecuada, con el giro que se le ha dado desde que en 2011 entró a formar parte del Gobierno el Partido Popular, es con lo que se han visto resultados —mejores resultados— positivos en la industria y resultados totalmente aceptables.
Es cierto, tampoco se puede negar, que ha habido episodios negativos, que ha habido situaciones en las cuales no nos hubiéramos querido ver envueltos, pero no se puede achacar la culpa de esas situaciones negativas exclusivamente al Gobierno. ¿Por qué no se puede achacar solamente la culpa? Porque estamos inmersos en una economía en la cual las empresas tienen libertad para gestionar y libertad para tomar sus propias decisiones, y, señorías, no simplemente por pertenecer a una empresa las cosas se llevan a buen término, hay veces en que se confunden y hay veces en que, desgraciadamente, y es cierto que las consecuencias son peores, arrastran con ellos toda una serie de circunstancias que no nos gustan.
Pero, bien, volviendo a lo que es en sí la política industrial, me parece que todos estos instrumentos que, de manera específica, se están aplicando desde el departamento por este consejero, que tan brillantemente lo hizo con el presidente anterior y que tan brillantemente lo sigue haciendo con la presidenta actual, porque, desde luego, me parece que en dos años no se han cambiado tampoco tanto las personalidades para que de repente pueda, con sus compañeros, contagiarse de algo negativo —sería, desde luego, algo bastante curioso en un caso de estos—, pues, bien, con estas premisas y con estas personas, y, desde luego, en colaboración con los otros departamentos, porque hay muchas medidas que son transversales y muchas medidas que son horizontales, es como se está llevando a la industria aragonesa a muy buen término.
Quiero acabar poniendo, como les decía, porque les he prometido que les diría esta cifra y sí que quiero acabar con ella, porque lo que realmente mide la evolución de la política industrial es el índice de producción industrial, pues mire: en Aragón, variación interanual, el 10%; en España, 3,5%. Lean esta página y vean en qué situación está Aragón: la segunda comunidad en cuanto a crecimiento en variación de tasa interanual. Con esto, termino.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Arciniega.
Para terminar la comparecencia, el señor consejero puede intervenir por tiempo de cinco minutos.
El señor consejero de Industria e Innovación (ALIAGA LÓPEZ): Bien, algunas reflexiones —gracias, señor presidente— para concluir.
Bien, jugar con ventaja siempre es una ventaja, y, señor Lambán, yo, con usted, pues es evidente que podemos estar o no de acuerdo en los datos, pero me queda... no lo de esta comparecencia, me queda la trayectoria de que, cuando hay una cuestión industrial, hay que poner las prioridades sobre la mesa y poner todos los instrumentos desde las responsabilidades que tengamos.
Con el señor Romero me ocurre lo mismo: como hemos trabajado y seguimos trabajando en cuestiones de la industria y seguimos trabajando con el señor Lambán, no tengo ningún problema, que, aunque haya muchas o alguna pequeña diferencia en los datos, creo que coincidimos en el 99% en la forma de hacer las cosas de política industrial. Fíjese si me arriesgo a llegar lejos: el 99%.
Me queda el señor Soro, que, cuando tenga alguna responsabilidad municipal, igual que trabajo a gusto con el alcalde de Escucha para alguna empresa, me queda que tenga usted... para poder decir lo mismo, pero creo que, al final, una cosa es lo que se dice en la tribuna y otra cosa es cuando te enfrentas a un expediente real y tienes delante a unos empresarios que o quieren invertir y tienen prisa o te piden una subvención y te la condicionan para invertir o piden que les soluciones un problema eléctrico o gasista. Y, entonces, ya uno pues saca lo mejor que lleva dentro, y hay que apoyarse con los otros interlocutores.
Desde luego, señor Romero, ¿sabe que en España se vendían cada año 1,6 millones de vehículos y que en la Opel fabricábamos en el 2007 —porque yo creo que la Opel es un proyecto de todos los aragoneses— cuatrocientos noventa y ocho mil, y ahora estamos en los doscientos sesenta mil?
Entonces, todo eso, en cadena (tubos de escape, asientos...), es que es una cadena, y, entonces, el sector auxiliar, en este caso, de la automoción ha sufrido un ajuste muy serio, lo he dicho antes.
Mi querido colega y amigo el señor Ruspira siempre me dice que hable de la industria auxiliar de la construcción, que nos olvidamos de ella. ¿Cuántos empleos han de la auxiliar de la construcción?, ¿cuántos han caído? ¿Por qué? Pues porque, si no hay construcción de casas, no hay hormigones, hierros, cerámicas, vidrios... Una empresa que se abrió y que yo tuve el honor de trabajar para traerla a La Almunia está cerrada, no se venden vidrios de la construcción.
Al final, yo creo que tenemos en esta comunidad autónoma, primero, ese consenso social, que hay bastantes coincidencias en las cuestiones de política industrial. Si ven los datos, si comparan los datos, yo me atrevo a decir que estamos ganando peso la industria aragonesa en España y que, con otras comunidades autónomas, no me voy a poner a comparar, porque, si hacemos referencia a los sectores, ¿por qué Aragón ha pasado en el PIB a Cataluña y por qué Aragón ha captado yo calculo que más de dos mil o tres mil empleos del sector industrial (Fripanel, Metalogenia, Enplater; Fripanel, Metalogenia, Enplater...), es decir, empresas que no tenían las mismas condiciones porque no han venido a por subvenciones (han venido Valls Companys, Casting Ros...), no han venido a por subvenciones, han venido por un clima industrial favorable (suelo industrial en condiciones, gas, electricidad...). Luego, Avalia, Sodiar, Incentivos Regionales, préstamos de industrialización, ayudas del ADIA, institutos de investigación de primer nivel... Balay está desarrollando la línea de más futuro en colaboración con el talento de la Universidad de Zaragoza y está abriendo mercados en el mundo porque está contratando innovación y técnicos y doctores de la Universidad de Zaragoza. Y la industria agroalimentaria, que se está apoyando en el talento de la universidad, la innovación, las ayudas al comercio exterior...
Es decir, instrumentos, todos. Y, desde luego, vamos a seguir trabajando en la misma dirección para ganar peso —como digo— en el sector en España y también ganar que ese PIB de... Europa se ha marcado un horizonte: alcanzar el 20% del PIB en el año 2020, igual que la energía. Aragón ya lo ha conseguido, y, encima, nos echamos la culpa los unos a los otros de los errores que a veces cometen las empresas, errores, porque algunos se equivocan según en qué decisiones, y no son infalibles las políticas de expansión empresariales, las políticas de I+D, de posicionamiento en los mercados, y esto es un mundo global y competitivo y, a veces...
El señor PRESIDENTE: Termine, señor consejero.
El señor consejero de Industria e Innovación (ALIAGA LÓPEZ): ... te expulsan del campo de juego por tu propia incompetencia (me refiero algunas empresas que no son capaces de trazar estrategias a largo plazo y no a corto plazo).
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.