Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Proposiciones no de ley

Debate y votación de la proposición no de ley núm. 64/07-VII, sobre los bienes de las parroquias aragonesas pertenecientes a la diócesis de Barbastro-Monzón.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 008 de Plenos (VII Legislatura)
Intervinienen: Alcalde Sánchez, Gustavo - Herrero Herrero, María - Larred Juan, Vicente - Ibeas Vuelta, María Nieves - Barrena Salces, Adolfo

El señor PRESIDENTE: Debate y votación de la proposición no de ley 64/07, sobre los bienes de las parroquias aragonesas pertenecientes a la diócesis de Barbastro-Monzón, presentada por el Grupo Parlamentario Popular.

Señor Alcalde, tiene usted la palabra.

Proposición no de ley núm. 64/07-VII, sobre los bienes de las parroquias aragonesas pertenecientes a la diócesis de Barbastro-Monzón.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Ya tardábamos, lo cierto es que ya tardábamos en que en este hemiciclo volviera a verse, una vez más, una cuestión tan importante, tan seria, tan afectando directamente a algo como es la dignidad de los aragoneses, como es el asunto de los bienes de la parroquias de la zona oriental de Aragón depositados en el museo de Lérida, o en el obispado de Lérida. Aunque es verdad que, con respecto al término «depositados», yo creo que deberíamos empezar a variarlo, a corregirlo, a modificarlo: es una adjetivo que ya no vale, que ya está demasiado gastado. Quizás deberíamos empezar a hablar de términos o de adjetivos como «obras secuestradas», como «expoliadas», como «retenidas ilegalmente», o como directamente «robadas», si ustedes me apuran y me permiten la utilización de este término.

Miren, estas últimas semanas ha aparecido la noticia de que obras (no sabemos cuántas, no sabemos cuáles), obras significativas de entre esas ciento trece ya sentenciadas por las altas instancias vaticanas como obras pertenecientes, obras propiedad de las parroquias aragonesas, van a ser trasladadas o están siendo en estos momentos trasladadas al museo diocesano y comarcal de Lérida, que próximamente va a abrir sus puertas al público.

Miren, señorías, no será porque mi partido, mi grupo parlamentario no haya advertido reiteradamente que se veía venir, que se veía venir esa cuestión, ante la apatía -y tenemos aquí a la consejera- del Gobierno de Aragón, como testigo de esto que se veía ya como algo que llegaba irremisiblemente.

En una cuestión tan sensible, tan absolutamente sensible como esta, nos encontramos de nuevo, por un lado, con la intolerancia, con la intransigencia, con la política de hechos consumados, con la piratería en la fórmula o en la forma de actuación desde las instituciones catalanas, y también, cómo no, desde el propio obispado de la provincia de Lérida o de la diócesis de Lérida. Y, por otra parte -y no se lo puedo decir al señor Iglesias, al presidente, porque una vez más está ausente cuando aquí se debaten temas acuciantes, temas importantes para esta comunidad-, por otra parte nos encontramos -como decía- con la ineptitud, con la insolvencia, con la desidia de las instituciones aragonesas, y, particularmente, con la abulia del ausente don Tancredo Iglesias, porque no se le puede llamar de otra manera, siempre desaparecido en una cuestión tan importante para los intereses aragoneses.

Miren, la inminente apertura del museo diocesano y comarcal de Lérida, y el traslado al mismo de una parte substancial o importante (seguro que son las más importantes de las ciento trece obras aragonesas) a ese museo supone un paso trascendental: un paso trascendental de consecuencias nefastas para los intereses aragoneses, pero, por otra parte -y supongo que la consejera me lo podría ratificar o me lo podría desmentir-, absolutamente previsibles, era absolutamente previsible.

La calma chicha de los últimos meses, señora consejera, esa calma chicha no ha sido sino el preludio del traslado de esas obras. Porque, evidentemente, a las instituciones leridanas les interesaba, les interesaba dejar ese paraguas débil del, entre comillas, museo diocesano del ámbito diocesano, para pasar a ese paraguas fuerte, potente, del consorcio, constituido por las importantes o principales instituciones (Generalidad, Diputación Provincial, Ayuntamiento de Lérida, Comarca del Segrià, y, además, en una pequeña parcela también el obispado). Pues ese paraguas importante, desde luego, da una seguridad, da unas alas, da unas garantías para empezar a decir algo tan simple como que no se sienten vinculados a ese consorcio con las sentencias de la Iglesias, porque, sustancialmente, la participación de ese consorcio es fundamentalmente civil.

Y ese va a ser el primer argumento que vamos a ver esgrimir en las próximas semanas, en los próximos meses

Y, también, cómo no, nos van a decir cuestiones tan singulares como: mire usted, que ya estamos bajo este consorcio, y que, ahora, cualquier decisión que venga, por la vía civil, y no desde luego por la vía eclesiástica.

Van buscando desde luego un paraguas fundamentado, un paraguas importante, que ya veníamos anunciando desde hace mucho tiempo, y que ustedes han dejado pasar el tiempo sin hacerle demasiado caso, demasiado caso, señora consejera.

A ahora nos va a apelar a algo, sin lugar a dudas, que ya esbozaban, pero que ahora entrarán con mucha más enjundia, con mucho más motivo, como es ese término de la unidad museística, que dice que, desde luego, no se pueden romper o no se pueden separar las obras o el conjunto de obras que forman esa unidad museística. Un argumento de peso que esgrimirán estos que pretenden apropiarse, desde luego, de lo ajeno, de lo que no es suyo.

Mire, yo no les voy a aburrir con el largo relato sobre cuál es la historia de este contencioso, porque prácticamente todos los aragoneses que tienen un mínimo de curiosidad lo llevan conociendo desde hace mucho tiempo. Sí que les voy a decir que desde mi grupo venimos insistiendo desde hace años en la necesidad de que el Gobierno de Aragón y su presidente, el señor Iglesias, hoy de nuevo ausente, deberían asumir el liderazgo ante la sociedad aragonesa, el liderazgo de reivindicar no solo la importancia del retorno a nuestra comunidad de unas obras que son nuestras, que dicen las sentencias y los decretos vaticanos que son nuestras, sino, además, asumir la defensa de la dignidad del conjunto de la sociedad aragonesa, del conjunto de los aragoneses, en una cuestión tan candente, tan importante.

Hemos ofrecido reiteradamente nuestra colaboración al Gobierno de Aragón, y le hemos pedido al presidente que lidere esa movilización, incluso que lidere una gran llamada social, para reivindicar lo que es nuestro. Pero -mire- se han reiterado continuamente las negativas a las peticiones del principal partido de la oposición, se han llamado ustedes a andana, y han claudicado, en distintos momentos: primero claudicaron con un preacuerdo leonino al que llegó la señora Almunia con las instituciones catalanas, con el gobierno de la Generalidad, un preacuerdo lamentable, que dejaba en manos de esas instituciones leridanas lo que es nuestro, las obras patrimoniales aragonesas. Y después han adoptado, una vez que fueron cogidos en renuncio, una vez que fueron claramente desenmascarados por los propios medios de comunicación, han adoptado una posición de falsa prudencia, una posición auténticamente suicida. Han preferido mirar hacia otro lado para no molestar: para no molestar antes al señor Maragall, y para no molestar después al actual presidente de la Generalidad, el señor Montilla.

Mire, el señor Iglesias, el 9 de febrero de 2006, prometía ante esta cámara, prometía la devolución de los bienes antes de que acabara la legislatura. La legislatura ha acabado; han pasado ya unos cuantos meses, y se ha demostrado una vez más que el señor Iglesias mentía. Mentía, una vez más, a los aragoneses.

En esa misma fecha, el 9 de febrero del año pasado, ponía en marcha una operación de desvío de la atención del conjunto de la sociedad aragonesa en este problema. ¿Cómo lo ponía? Pues con un método ya conocido, un método ya puesto en práctica muchas veces por el Partido Socialista, que es desviar la atención. ¿Desviar la atención?, ¿cómo? Pues desviar la atención a través de agentes, de instituciones, que den un barniz democrático, un barniz de participación ciudadana que desvíen la atención de los problemas. En este caso, a través de los ayuntamientos.

Mire, yo no tengo nada en contra de las plataformas ciudadanas o de las plataformas municipales, en este caso, de alcaldes, y menos de aquellas en las que participan, como han participado alcaldes del Partido Popular. Pero las plataformas, señorías, han de ser un complemento. Un complemento a la actuación de los representantes del pueblo, que somos los partidos políticos. Las plataformas no pueden ser un suplemento. Un suplemento que, como dice el término, supla: supla la falta de vigor de este gobierno, del gobierno del señor Iglesias, que desvíe la atención.

Y el señor Iglesias se ha servido de esta plataforma para parapetarse detrás de la misma hasta las elecciones. Y solo le quedaba, tras las elecciones, premiar, premiar a aquel que ha anestesiado, desde esa plataforma, la reivindicación de los bienes, que no es otro que el señor Miranda, el alcalde de Graus, que ha sido premiado, en justiprecio a esa anestesia a la que ha sometido la reivindicación de los bienes, como ni más ni menos que director general de Cultura. Algo que para lo que, estoy convencido, tiene todo tipo de méritos. ¡Tiene un currículum absolutamente apabullante! Y aquí está la señora consejera para ratificarlo, ¿no? Tiene, desde luego, todos los méritos del mundo para ocupar un puesto yo creo que importante, y que, desde luego, yo creo que él está absolutamente preparado para el mismo. Seguro que, desde luego, titulaciones -me lo corroborará la consejera- no le falta ni una para ocupar ese puesto de director general.

Mire: ha sido el instrumento, ha sido un instrumento espurio, precisamente, para desviar esa atención para decir que aquí está todo controlado por los ayuntamientos: no hace falta que intervengan los partidos políticos.

A ustedes se les ha visto el plumero. Se les ha visto el plumero, una vez más, y, desde luego, su actuación en esta cuestión de la reivindicación, de la devolución de los bienes, no ha podido ser (señora consejera, que le hace ahora mucha gracia) más patética. Es patética su actuación. ¡La suya, como directora del departamento, y, lamentablemente, la del señor Iglesias, como presidente de este gobierno! Una posición, una actuación no solo patética sino vergonzante, señora Almunia. Vergonzante con zeta de Zapatero. Porque tampoco el gobierno del señor Zapatero ha hecho absolutamente nada en esta importante cuestión: no han ayudado absolutamente a nada. Yo recuerdo que ustedes le mandaban, le mandaban a la señora vicepresidenta, la señora Fernández de la Vega, le mandaban incluso en latín la sentencia de los altos tribunales vaticanos, ¿y dónde están esos importantes conocimientos de latín y de Derecho canónico a la hora de apoyar una reivindicación aragonesa? Nada que ver, por otra parte, con posiciones y con actuaciones como eran las del Archivo de Salamanca, donde ahí sí que se implicaron directamente, porque, evidentemente, hay unos compromisos con sus socios del tripartito de Cataluña: en este caso, como entran en colisión los intereses aragoneses con los de los socios del tripartito, el gobierno de la nación se abstiene, el gobierno de la nación se queda al margen, y allá nos las apañemos con estos problemas.

Mire: las instituciones catalanas, y más concretamente la Generalidad de Cataluña, no respetan las sentencias y decretos vaticanos, que son leyes de España. Merced a los acuerdos, en este caso, con otro Estado, con un estado como es el Estado Vaticano. Acuerdos entre el Estado español y entre la Santa Sede. Pero está visto que el gobierno de Cataluña, y también otras instituciones, como el propio obispado -y no me duelen prendas en reconocerlo- no se sienten vinculadas por esos acuerdos, ni con un estado, que es el Español, ni con otro estado, que es el Estado Vaticano. ¡No mantienen incluso ni las formas! Podrían perfectamente haber dicho: bueno, como estas obras, están en litigio, o están todavía pendientes de a ver qué pasa, no las exponemos. Vamos a exponer otras muchas de las dos mil que incluye ese importante patrimonio que tiene la diócesis de Lérida, y dejamos estas ciento trece al margen. Pues ni siquiera eso. Van un paso más adelante, y provocan directamente una reacción de nuestra comunidad.

Han dispuesto de los bienes ajenos sin ningún tipo de pudor, con la misma desvergüenza que un ladrón expondría el fruto de sus expolios. Y aquí, absolutamente, señorías, absolutamente, no pasa nada.

¿Y no tiene nada que decir el Gobierno de Aragón al respecto? ¿Dónde está su presidente? ¿Dónde está? Una vez más, desaparecido. ¿No les da a ustedes vergüenza? Me da la impresión de, por las caras que veo, que no, que les trae absolutamente sin cuidado. Pues miren: está claro que ustedes han apostado directamente por la incompetencia. Han apostado directamente por dar la espalda a la defensa de los intereses del conjunto de los aragoneses. Porque ¿qué ha hecho el presidente de Aragón? ¿Qué ha hecho el señor Iglesias en estas cosas, en esta cuestión? Pues absolutamente nada.

Posiblemente vamos a tener que pedirle al señor Sarkozy que vaya directamente a Lérida [risas], que traiga los bienes, y que, cuando baje del autobús, el señor Iglesias le dé de nuevo las gracias, como recientemente hacía cuando traía las azafatas de El Chad el señor Sarkozy.

Mire: en conclusión -y ya termino, señor presidente-, a finales de este mes va a abrir sus puertas el museo diocesano y comarcal de Lérida. Va a abrir sus puertas, con obras (no sabemos cuántas, no sabemos cuáles) significativas del patrimonio aragonés. Mire: mientras, el Gobierno de Aragón solo pone un argumento, solo pone una excusa -¡sí; le hace mucha gracia a la señora Almunia!-... Van ustedes a doblar los turnos, van a doblar los turnos de trabajo para abrir el museo diocesano de Barbastro de la diócesis de Barbastro-Monzón.

Bueno, pues, si no lo remedian, y, si no lo remediamos rápidamente los aragoneses, ese museo va a ser no un museo de obras de arte sacro, y menos de las expuestas o depositadas o expoliadas en la diócesis de Lérida, sino que va a ser un museo a la estulticia: va a ser un museo a la estulticia, del presidente de este gobierno, del presidente ausente, una vez más, del señor Iglesias, que ha sido incapaz de dar lo mejor de sí mismo, que ha sido incapaz de luchar con uñas y dientes por conseguir no solo la devolución de un patrimonio singular e importante de esta comunidad, sino conseguir restaurar la dignidad del pueblo aragonés.

Nada más, y muchas gracias, señor presidente.

[Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.]

El señor PRESIDENTE: Defensa de las enmiendas presentadas.

Veremos en primer lugar la del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés.

¿El grupo parlamentario no desea intervenir? Es que es el orden que está establecido en la ordenación del debate, y, como siempre... [Murmullos.]

La señora diputada HERRERO HERRERO: Gracias, señor presidente.

Señorías, hemos presentado una enmienda a esta iniciativa, yo creo que bastante amplia y constructiva, y no me cabe ninguna duda de que el Partido Popular estará gustoso de aceptarla, porque mejora el texto que ellos, que ustedes, señores del Grupo Parlamentario Popular, planteaban en su iniciativa.

Pero, claro, yo, señor Alcalde, cuando le he escuchado a usted hablar aquí, podía hacer una intervención u otra, y yo no sé si usted hoy tiene ganas de llegar a algún acuerdo. ¡Yo no sé si a ustedes lo que les importa de verdad es que los bienes vuelvan a Aragón! ¡Yo no sé si a ustedes lo que les importa de verdad es que tengamos una unión entre todos los partidos de esta cámara! ¡Yo creo que no! Yo creo que la iniciativa que ustedes han planteado, y tal y como la ha defendido usted, me parece que tiene otros intereses. Ustedes quieren que el Partido Popular sea quien abandere el tema de los bienes, quienes rechazan que se trasladen estos bienes al museo y quienes quieren además aprovechar para meterse con la Generalitat -que me parece muy bien, muy respetable: yo no soy quién para, desde luego, ni lo voy a hacer, defender a la Generalitat-.

Pero a mí me parece que, en un tema como este (que usted mismo, señor Alcalde, ha tachado como una cuestión tan sensible como esta, de extremada sensibilidad)... Pues sí, señor Alcalde, en una cuestión de esta sensibilidad, como son los bienes, los popularmente llamados «bienes de la Franja», me parece que tendríamos que ponernos todos de acuerdo, y que tendríamos que hacer un esfuerzo todos los partidos por ser flexibles y por intentar llegar a un acuerdo.

Y por eso, señores del Grupo Parlamentario Popular, a mí me gustaría que incluyesen, que aceptasen nuestra enmienda, y que pudiésemos, con las diferentes enmiendas que se plantean, llegar a algún acuerdo en beneficio de los aragoneses. Porque creo que no nos hace ningún bien que los catalanes vean algún tipo de fisura o de fractura en este parlamento, porque en su parlamento no tienen ninguna fractura ni ninguna fisura, ¿verdad? Ninguna. Y también está el Grupo Parlamentario Popular, están todos. Y aquí se hizo una declaración institucional, que es la que presentamos, a la que nos referimos en nuestra enmienda, en la que creemos que se hizo un esfuerzo verdaderamente ímprobo por parte de todos los grupos parlamentarios para decir muy clarito todo lo que queríamos decir al respecto. Y a ella me refiero en esta iniciativa.

¡Pero no busquemos cuatro pies al gato! Sigamos, sigamos con ese consenso, y sigamos con ese acuerdo. Nuestra enmienda pretende suprimir la frase que habla de la actuación de la Generalitat de Cataluña, primero por una cuestión muy clara -y ya le he dicho que no voy a defender yo a la Generalitat-, por una cuestión muy clara. ¿Usted tiene algún documento donde la Generalitat esté autorizando este traslado? Porque yo me he informado, y no he encontrado ninguno. La Generalitat permite en tanto que es parte, partícipe, de esa decisión, porque forma parte de ese consorcio, en el que están otras instituciones, y en esta declaración institucional nos referimos a todas las instituciones, a todas las instituciones catalanas. ¡Y ahí está el ayuntamiento, ahí está la comarca del Segrià, ahí está la Diputación Provincial de Lérida -en la que ustedes también tienen grupo, por cierto, y en la que también sabemos lo que piensan-, y ahí está también la Generalitat! ¡Y está el obispado!

Mire, a nosotros lo que nos importa es que los bienes vuelvan a Aragón de una vez por todas. Que se cumplan de una vez las resoluciones y las sentencias que ha habido, ¡que se cumplan de una vez y que se ejecuten! ¡Y yo creo que el gobierno ha dejado muy claro, en este caso, que rechaza profunda y rotundamente esta noticia de trasladar al nuevo museo diocesano y comarcal estos bienes! ¡Ustedes no pueden venir aquí diciendo que la actuación del gobierno es vergonzante y patética, y luego pretender que nosotros le apoyemos! ¡Digo yo que no querrán que les apoyemos! ¡Será otra intención!

Entonces, tengamos aquí clara cuál es nuestra prioridad, señor Alcalde, y yo le invito de verdad a que podamos llegar a un acuerdo y que podamos llegar a un consenso, si es que lo que de verdad nos interesa es que los bienes vuelvan, y lo que de verdad nos interesa es mantener la unidad que conseguimos en su momento en la declaración institucional del 8 de junio de 2006.

Yo creo que he dicho suficiente, y tampoco quiero decir más, porque me parece que lo que debo intentar es conseguir su flexibilidad y conseguir que podamos, haciendo un receso -supongo yo que será necesario-, llegar a un acuerdo beneficioso para los aragoneses y que por fin puedan llegar esos bienes aquí. Pero, desde luego, hablando como ha hablado y calificando como ha calificado al Gobierno de Aragón, nosotros, como socios de gobierno y como partido que estamos en este gobierno de coalición PSOE-PAR, no vamos a entrar. Y, desde luego, si usted lo que quiere hacer aquí, ustedes lo que pretenden hacer aquí es electoralismo y partidismo con esta iniciativa, nosotros tampoco la apoyaremos; la apoyaremos siempre y cuando sea con el acuerdo de todos los grupos políticos.

Gracias. [Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista y del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

Turno del Grupo Parlamentario Socialista. El señor Larred tiene la palabra.

El señor diputado LARRED JUAN: Gracias, señor presidente. Señorías.

Yo no sé a quién le tiene que dar vergüenza, pero, desde luego, si yo fuese el candidato a la presidencia del Gobierno de Aragón, el jefe del principal partido de la oposición, desde luego, me daría muchísima vergüenza venir aquí y tener tan poco respeto para el gobierno, para los miembros del gobierno y para los miembros de estas Cortes. Me daría bastante vergüenza.

La verdad es que su tono, pues, hombre, ¡ha sido muy positivo y muy constructivo! ¡He visto que quería llegar a acuerdos!, sí, era un tono para llegar a acuerdos, esa es la verdad. Ahora, lo que está claro es que ustedes, los del PP, no quieren que los bienes de la Franja vengan a tierras aragonesas [protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.] ¡Son los principales interesados en que no vengan! Y ¿por qué son interesados en que no vengan? Porque a ustedes lo único que les interesa en este conflicto es la confrontación política, en absoluto los bienes.

Si usted tiene tan claro que estos bienes han sido –palabras suyas- robados o expoliados -creo que ha dicho-, ¡hombre!, yo, como hizo el presidente, le invito a que usted lo denuncie a los tribunales. Pero ¡mire a ver a quién va a denunciar! ¡Mire a ver a quién va a denunciar! A los tribunales no eclesiásticos, a los tribunales. [Rumores.]

No obstante, no obstante, como hemos presentado desde el Grupo Parlamentario Socialista una enmienda, yo voy a intentar ser constructivo y defender, lógicamente, la enmienda, porque lo que quiero es intentar llegar a acuerdos, porque eso nos va a interesar absolutamente a todos.

Miren, el Grupo Parlamentario Socialista está escandalizado, igual que otros muchos, por lo que de provocación supone que estas obras de arte pertenecientes al obispado de Barbastro-Monzón, y que están sometidas precisamente a un proceso litigioso, sean trasladadas al nuevo museo diocesano y comarcal de Lérida. Por decisión única y exclusiva del obispado de Lérida, y no de ningún gobierno.

Nosotros, igualmente, rechazamos -rotundamente: ya lo hemos hecho con anterioridad- todas aquellas injerencias de las distintas instituciones catalanas que están intentando o han intentado poner en peligro la devolución de estas obras a Aragón. Y hay muchos motivos para estar en contra de este traslado. Yo le voy a señalar tres simplemente.

Primer motivo: porque los únicos y verdaderos dueños de estas obras son las parroquias aragonesas pertenecientes a la diócesis de Barbastro-Monzón.

Segundo: porque estas obras, desde el Decreto 1998, de la Nunciatura Apostólica española, quedó claro que estaban en Lérida pero a título de depósito, y no de propiedad, y está claro también que deberán devolverse cuando sus verdaderos propietarios así lo reclamen. [El diputado Sr. Suárez Oriz, del G.P. Popular, desde el escaño y sin micrófono, se expresa en los términos siguientes: «Tenían que haber sido devueltas ya.».] ¡Han sido reclamadas, y no han sido devueltas! Por eso este debate y por eso otros muchos debates.

Y, en tercer lugar, dado que estas obras son de quien son pero están donde están, lo lógico, lo justo y lo que sería de sentido común sería, por lo menos, pedir permiso, pedir permiso, a sus verdaderos propietarios, que es el obispado de Barbastro-Monzón, antes de ser movidas, antes de ser trasladadas a ningún museo o a ninguna otra exposición.

No obstante, por tranquilizar a sus señorías, tengo que decirles que el hecho, el acontecimiento este de ser trasladadas las obras de un sitio a otro no conlleva de ninguna manera, ni cambia ni modifica en modo alguno que la propiedad sigue siendo de quien sigue siendo, es decir, de la diócesis de Barbastro-Monzón, para que estén ustedes tranquilos.

Por otro lado, tras escuchar el debate, tras escuchar al señor Alcalde, y desde luego también habiendo leído lo que se ha dicho en prensa, tengo cada vez más claro que el Partido Popular y algún otro partido tienen marcada claramente una hoja de ruta en este tema, igual que en muchos otros, pero que está ya prefijada. Una hoja de ruta que, desde luego, en el primer punto yo creo que debe poner: «vamos a criticar al Gobierno de Aragón sea cuando sea, tengamos razón o no tengamos razón». En este caso imputándole falta de implicación en el conflicto.

Yo creo que, desde luego, están haciendo ustedes un flaco favor al objetivo que todos creo que tenemos, que es la pronta vuelta de estas obras a tierras de Aragón.

Sin embargo, este conflicto, más allá del terreno político (que también), es un conflicto única y exclusivamente interno de la Iglesia Católica, es un conflicto que está entre el obispado de Lérida y el Tribunal de la Signatura Apostólica, la congregación de obispos o la nunciatura apostólica. Ese es el conflicto que hay. Porque es este obispado, el de Lérida, y no ningún gobierno, quien no acata el Decreto 1998, quien inicia el largo proceso judicial, y quien interpone recurso tras recurso a todas las decisiones tanto de la nunciatura apostólica como de la congregación de obispos.

Y, miren ustedes, cuando dicen que este gobierno no se ha implicado, vamos, este gobierno lleva ya más de ocho años al frente de Aragón, y ha demostrado claramente la implicación que ha tenido defendiendo los intereses de la diócesis de Barbastro-Monzón.

Otra cosa es, otra cosa es, bien distinta, la implicación que el Partido Popular tuvo durante los años 1995 a 1999. Ustedes sabrán dónde estaban en el año 1995 a 1999 y qué hicieron por que estos bienes volviesen a tierras aragonesas.

El presidente del gobierno, desde luego, igual que todo el gobierno, está intentando por todos los medios que estos bienes [murmullos]..., intentando por todos lo medios que estos bienes vengan a Aragón.

Se ha personado él en el Vaticano para exigir que la sentencia se cumpla, se ha dirigido al presidente Zapatero para que colabore también, para que colabore también, lógicamente, para que la sentencia se cumpla. Está haciendo más, está intentando y estamos intentando nosotros también desde el Grupo Parlamentario Socialista que haya unidad en este tema, que vayamos unidos, lo estamos intentando nosotros.

No sé si usted, señor Alcalde, quiere que haya unidad, pero el señor presidente del gobierno, el señor Iglesias, está intentando que los grupos parlamentarios vayamos unidos, al igual que los ayuntamientos implicados, y que vayamos todos juntos de la mano con el obispado de Barbastro-Monzón.

Yo no sé si los dirigentes del obispado de Barbastro-Monzón escuchan su intervención, estarían muy de acuerdo en la colaboración que en estos momentos está usted dando para que estos bienes vengan aquí.

No obstante, para los grupos de la oposición, yo sé que por la hoja esa de ruta que tienen prefijada, todo lo que haga este gobierno y todo lo que ha hecho va a estar mal. Si se reúne con alguien porque se reúne, si no se reúne porque no se reúne, si hace cosas porque hace, y si no porque no hace.

La verdad es que desde su grupo muchas palabras, pero palabras que no dicen nada, y, desde luego, pocas o ninguna propuesta.

Yo, señoría, espero que admitan la enmienda que el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado, que podamos transaccionarla porque sé que hay más enmiendas, y sé que la solución -y creo que ustedes también- a este conflicto es ir todos juntos apoyando por un lado al Gobierno de Aragón en todo lo que está haciendo, y apoyando también, lógicamente, al obispado de Barbastro-Monzón para que estas obras, que es el objetivo que nosotros tenemos, lleguen lo antes posible a tierras de Aragón.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Veamos ahora las enmiendas de Chunta Aragonesista.

La señora Ibeas tiene la palabra para su defensa.

La señora diputada IBEAS VUELTA: Gracias, señor presidente.

Señorías, ¡qué sensibilidad más a flor de piel tienen los grupos que apoyan al Gobierno de Aragón en determinados temas! Yo no sabía, señor Alcalde, que usted iba a ser capaz de sacar esta sensibilidad. Es que hay que ir todos unidos, ¿sabe? No cuando la oposición plantea acciones de gobierno, no, no. Gobiernan, gobiernan ellos, ¿vale? Pero unidos cuando ellos quieren, y entonces, si no [rumores], entones se genera mucho problema, la ciudadanía se va a resentir...

¡Vamos a ver! Ustedes lo que están haciendo, señorías, es ocultar la inoperancia y la torpeza total con la cual el Gobierno de Aragón ha estado llevando adelante cualquier acción en relación con el tema de la devolución de los bienes a las parroquias aragonesas.

Desde mi grupo hemos planteado dos enmiendas: una porque creemos que es absolutamente necesario que se recuerde que no solamente es un museo diocesano el museo de Lérida, sino que además es comarcal. Es decir, para remarcar el carácter público y vinculado a las administraciones públicas que tiene el museo en sí, y además planteábamos una iniciativa de adición, en este caso, una enmienda, en la cual nosotros lo que estamos diciendo es: oiga, está muy bien mirar hacia un lado, mirar hacia otro..., pero es que, en cuanto a este gobierno que quiere caminar en unidad con todos los aragoneses y aragonesas, resulta que no sabemos si nuestro gobierno tiene algo que hacer o no, no sabemos si tiene algo que hacer o no.

Mi grupo cree que sí, esa es la cuestión, y por eso planteamos una enmienda concreta, amparándonos también en el mandato estatutario, por el cual el Gobierno de Aragón tiene que hacer lo posible para hacer realidad el regreso del patrimonio cultural, histórico y artístico que se encuentra fuera de su territorio, y en este caso concreto el de los bienes de las parroquias aragonesas pertenecientes a la diócesis de Barbastro y Monzón.

Pero, señor Alcalde, yo no sé si usted recuerda una interpelación que mantuvo mi grupo, y yo personalmente en ese caso tuve un debate con la consejera como portavoz de Chunta Aragonesista, hablando precisamente de patrimonio cultural fuera de Aragón, y yo recuerdo muy bien -no sabría decir si en el marco del debate de la interpelación o en el marco del debate de la moción- que se nos dijo que era prioritario todo el tema que tenía que ver con el patrimonio que estaba aquí en Aragón con relación al patrimonio que teníamos fuera.

Así que también hay que tener cuidado en ese sentido, porque igual levantamos muchas ampollas en el gobierno, en los grupos del gobierno, porque les estamos diciendo que se ocupen de algo más de lo que se ocupan porque también están obligados a hacerlo.

Se ha mencionado, pero ¿dónde está la declaración de Roda de Isábena sobre los bienes? No sé, en mayo se dijo en los medios que estaba en un vía muerta, no sé: ¡si tiene que estar subterránea! ¿Dónde está esa declaración? Y ahora se nos señala que va a haber un nuevo director general, y que ese nuevo director general de Cultura pone su experiencia sobre los bienes al servicio del Gobierno de Aragón.

¡Por favor! Ya puso a pilotar el tema el señor presidente a la consejera Almunia, y todos creíamos: igual ahora se arregla, todos a una; nada. Y ahora no sé si la consejera Almunia va a poner a pilotar el tema al señor Miranda. Bueno, el señor Miranda de momento tiene poco que decir en relación con el gran éxito -entre comillas- de la declaración, cuya lectura -recuerdo- estaba prevista para el 18 de febrero del 2007.

Bueno, ¿de qué va a servirnos esa experiencia? Lo veremos.

Existe un concordato, y, de alguna forma, nuestra enmienda, nuestra segunda enmienda, lo que viene es también a plantear cuáles son las obligaciones del gobierno, de un gobierno que está conformado por dos grupos políticos: uno de ellos, Partido Socialista, con representación en el gobierno de España, español, como ustedes quieren decir bien, y hay un concordato que es útil, o debe serlo, para validar, en cualquier caso, las resoluciones de los tribunales vaticanos sobre las materias que en esos momentos están afectadas.

¿Me quieren decir que no puede hacer nada el gobierno español, señorías? ¿Me quieren decir que el Gobierno de Aragón no puede hacer nada? ¿Me quieren decir que nos tiene que parecer normal a los grupos que estamos aquí en la cámara, en las Cortes de Aragón, representando a la ciudadanía, que nos tiene que parecer bien que se laven las manos y digan: no, no, no removamos nada, porque es que las sensibilidades, los catalanes van a pensar...

¿Saben lo que piensa mi grupo? Mi grupo se fija mucho en lo que hacen también otros grupos y otros gobiernos, además de lo que nos fijamos en el nuestro.

En junio de 2007 -quiero recordar-, el gobierno de la Generalitat de Cataluña recordaba el acuerdo unánime del Parlamento catalán para blindar la salida; recordaban además el supuesto carácter legítimo -entre comillas- de las piezas, y su intención de no renunciar a ninguna de las opciones que el marco legal le podía permitir en defensa de unos intereses que la Generalitat considera -entre comillas- legítimos. Es decir, han dicho explícitamente que cualquier actuación dentro de la vía civil que puedan emprender la llevarán adelante, por no entrar en el tema de que la Diputación de Lleida pidió expresamente al obispado de Lleida que no devolviera las obras.

¿Cómo no vamos a solicitar a través de una enmienda o de una iniciativa desde Chunta Aragonesista que el Gobierno de Aragón plantee, por lo menos abiertamente, cuál es su responsabilidad en este asunto? Porque hasta ahora yo creo que lo han hecho muy mal.

No ha habido más que acuerdos, preacuerdos -recuerden-, principios de acuerdos... En fin, mucha torpeza, y ahora muchísimas ganas de barrer para otro lado. No, no: el Gobierno de Aragón que asuma lo que le corresponde, y ya hablaremos de lo que haya que hablar después.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

Intervención ahora de Izquierda Unida. Señor Barrena, tiene la palabra.

El señor diputado BARRENA SALCES: Gracias, señor presidente. Señorías.

A ver si consigo que dejemos de hacernos trampas, ¿eh? ¡No, no se rían, no!

A ver, primera cuestión. Yo creo que estamos hablando de unos bienes privados, de la Iglesia, ¿de acuerdo? Estamos de acuerdo. Vale. Al ser unos bienes privados de la Iglesia, resulta que la Iglesia pertenece a un estado, El Vaticano, ¿vale? Con ese Estado Vaticano, el Estado español... [Murmullos.] No, no, síganme, síganme, ya verán, ya verán cómo al final lo entendemos, ¿eh? [Murmullos.] ¡Ya lo verán! ¡No, que lo voy a explicar! ¡Que lo voy a explicar, que lo voy a explicar! ¡Que sí, señorías, que lo voy a explicar! [Murmullos.] Bien.

Bueno, pues en virtud del acuerdo del Estado español con el Estado Vaticano, que se llama el concordato, que ¡fíjense la fecha en la que se firmó!, ¡fíjense: el 6 de enero de 1979! Solamente habían pasado seis días desde que había entrado en vigor la Constitución de 1978. Es decir, que estaba negociado, apañado, firmado, suscrito, como quieran, por el Estado Vaticano y el Estado preconstitucional que había aquí, que era de todo menos democrático.

Sí, sí, miren, sigo. ¿Saben en virtud de ese acuerdo internacional entre dos estados lo que el Estado español le reconoce al Estado Vaticano? No voy a hablar de eso de meterse en las escuelas, no voy a hablar de los mandamientos... Sí que voy a hablar de que le reconoce personalidad jurídica y civil y plena capacidad de obrar a la Iglesia y a todas las órdenes, congregaciones e institutos religiosos, así como el derecho a autoorganizarse, y además reconoce a sus tribunales.

¡Ah! ¿Entonces? Sigamos. También le reconoce no pagar impuestos, ni el IVA, ni impuestos... ¡Oiga, sucesiones y transmisiones!: fíjense que están diciendo que hay que rebajarlos más! ¡Pues la Iglesia, que los pague, para poder empezar a rebajárselos! ¡Y el IBI! Fíjese, el IBI; tampoco lo pagan. ¡Tampoco! ¡Fíjense si hay temas de los que hablar! Bueno...

Me centro en el asunto. Claro: ¿qué ocurre? Que estamos hablando de unos bienes privados, protegidos por este acuerdo, que, como es entre dos estados, tiene vigencia internacional. ¡Ahí es nada!, ¿eh?, lo que es el Estado español. Le reconoce al Estado Vaticano incluso vigencia de sus tribunales en nuestro territorio. Pero ¡como es un acuerdo internacional, preconstitucional, que nadie ha roto, y nadie ha derogado, resulta que estamos obligados a cumplirlo!

De ahí que me hayan oído alguna que otra vez que hemos dicho: ya va siendo hora de que negociemos otro. ¡Ya va siendo hora de que negociemos otro! Ahora, con estos privilegios que tiene la Iglesia, me extraña que quiera; pero, bueno, ¡qué le vamos a hacer!

Bueno, entonces, bienes privados, sometidos a tribunales que no son los civiles, sino que son los de ellos, que además ni ellos cumplen, que además encima les dejamos que vivan como viven... Señorías, legalmente, ¿saben lo que se me ocurre? ¡Impongamos sanciones económicas al Vaticano! [Risas.] Eso, ¡impongámoslas! Claro, no lo vamos a invadir, ¿no? Ya saben que soy pacifista. Bueno, pues impongámosle sanciones económicas, hagámosle pagar impuestos y, a lo mejor, a partir de ahí, hombre, a lo mejor empezamos a encontrar la solución.

Mientras tanto, todo esto ¿saben lo que son?: fuegos de artificio, que se utilizan con un carácter muy partidista, que en casos fomentan conflicto entre pueblos y entre administraciones -de ahí que tengan un componente nacionalista importante: españolista por un lado y del otro por el otro-, y que, en definitiva, confunden muchas cosas.

Entre otras, señor Alcalde, lo de los papeles de Salamanca, que no tiene nada que ver con esto, ¿eh? ¡No tiene nada que ver con esto! ¡Claro que se lo digo yo! ¡Estos son bienes privados, de la Iglesia, como me han dicho, que la Iglesia ha colocado en la casa que le ha dado la gana -porque si antes se llevaban bien y ahora se llevan mal los vecinos, pues ¡qué le vamos a hacer!, que se apañen-... ¡Pero los archivos de Salamanca eran públicos y fueron robados a punta de pistola! Y, por cierto, para sacar listas para luego hacer lo que hicieron. Por lo tanto, no lo confundan otra vez.

Gracias. [Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

El Grupo Popular puede fijar su posición respecto de las enmiendas. Silencio, por favor. ¡Silencio, señorías!, por favor.

El señor Alcalde tiene la palabra.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Empezaré de menor a mayor. Empezaré con las enmiendas de Chunta Aragonesista, enmiendas que anticipo que vamos a aceptar, porque me parecen absolutamente razonables. Es verdad que faltaba el segundo apellido del museo, por museo diocesano: se podía malentender para los que no comprendieran, o hubieran estudiado el asunto, que era un museo exclusivamente de carácter religioso. No lo es: está regido por un consorcio, un consorcio en el que participa la Generalidad, participa la Diputación Provincial de Lérida, participa el ayuntamiento, participa la comarca del Segrià y que además participa (en un 20%, si son cinco partes) el obispado de Lérida. Luego me parece absolutamente razonable su enmienda, poniendo las cosas en su sitio: el segundo apellido que faltaba a ese museo.

La segunda enmienda, la que hace referencia concretamente al artículo 22.2 del Estatuto, absolutamente también razonable. Yo creo que ese Estatuto comanda u ordena a Aragón, al Gobierno de Aragón, a que precisamente haga una defensa de lo que es la devolución de los bienes patrimoniales de nuestra comunidad que están en estos momentos en el exterior; luego me parece absolutamente razonable esa enmienda.

Pasando a la enmienda concretamente del Partido Aragonés, pues, mire usted, señora Herrero, se ha puesto la venda antes de recibir la pedrada, pero ¿quién le ha dicho a usted que no le íbamos a aceptar la enmienda, si me parece una enmienda magnífica! ¡Me parece una enmienda razonable, pero es que usted se ha anticipado! La única cuestión que yo le planteo: es que no es una enmienda de sustitución, es una enmienda desde mi punto de vista de adición; porque yo no sé por qué usted quiere excluir de esta película, no sé por qué quiere usted excluir a la Generalidad. Pues, mire, ¡si la Generalidad tiene todo que ver en esta cuestión! ¡Es que usted me ha dicho que dijera un solo documento, que le enseñara un solo documento de la Generalidad en el cual interviniera en esta cuestión!: no sé exactamente cuál ha sido el término de su planteamiento. Yo le puedo enseñar varios, le puedo enseñar uno para empezar, lo tengo aquí: la famosa resolución de la señora Mieras, de la consejera de Cultura del Departamento de Cultura de la Generalidad. ¿Usted la ha leído, la conoce? Desde luego, si la lee, no le quedará ninguna, ninguna sombra de duda de cuál es el planteamiento de la Generalidad. ¡Es que le voy a decir más, le voy a decir más! Mire, le puedo leer el último punto de esa resolución. Dice: «que se respete la unidad e integridad de la colección del museo de Lérida». ¿Quiere que siga? Solo con ese punto... ¿Quiere usted que siga? ¿Esto es o no es un documento de la Generalidad? ¡Es un documento de la Generalidad o no lo es! Este documento es el que trae consigo la famosa moción, la moción que trajo como consecuencia el acuerdo unánime de esta cámara que usted reclama que se incorpore. ¡Claro que se va a incorporar, no vamos a poner ni una sola traba! ¡Pero viene como consecuencia de una moción! De todos los grupos, señoría: del mío también. No hace falta que me lo diga, que ya lo sé. ¡Pero estamos en Aragón, defendiendo nuestros intereses! Aunque sea en contra de la opinión de algunos compañeros del Partido Socialista, de Izquierda Unida o del Partido Popular de otras comunidades autónomas. Estamos defendiendo nuestros propios intereses, ¡faltaría más!

Y la moción dice lo que dice, y es absolutamente demoledora, draconiana, leonina, en todos los sentidos. ¡No me diga que no existen documentos del gobierno de Cataluña! ¡Claro que existen, y sustanciales!: la resolución de la señora Mieras o la propia moción que le estoy comentando del Parlamento catalán, apoyada y suscrita por todos los grupos (entre otros, el tripartido que apoya al gobierno de Cataluña). ¡Claro que vamos a apoyar, en los términos que le comento, como adición, como adición, su propia iniciativa, porque no podemos dejar fuera de esta cuestión a la Generalidad!

Mire usted: ¿realmente se pueden creer ustedes que han planteado una enmienda, dirigida más contra la Iglesia, o contra el obispado de Lérida, que buscando otras cuestiones...?, ¿usted se cree realmente que el obispado de Lérida hubiera mantenido la postura que mantiene si no hubiera detrás un apoyo singular, una exigencia, unos mandatos como el de la resolución o el de la moción que estoy planteando? ¿Ustedes se creen que si el gobierno de las Generalidad dijera: «Dadle a los aragoneses lo que es suyo», ustedes se creen que de verdad el obispado mantendría...? ¡Hombre, por Dios! ¡Hombre, por Dios! ¡Hombre...! ¡Hombre, mire usted! ¡Mire usted! ¡Mire usted...! Bueno, pues usted se lo creerá, porque el mundo está lleno de inocentes, y usted puede ser uno de ellos, cosa que dudo francamente. Pero, mire usted...

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Algunos, también, cómo no, en el mundo de la Iglesia, se entienden excluidos a todos los niveles de unos órdenes, como puede ser el de la Conferencia Episcopal Española, o como pueden ser determinadas jerarquías, que consideran que están supeditadas a unas voluntades políticas claramente manifiestas en esta cuestión. Y han sido, desde luego, los que han marcado la pauta, y por eso no vamos a permitir que se excluya al gobierno de Cataluña y a la Generalidad de esta iniciativa, porque entendemos que su posición es clave, es rotunda, en esta cuestión.

Mire: señor... ¿Dónde tenía yo el papel del Partido Socialista? Pero, bueno, en cualquier caso, es lo mismo.

Les voy a decir una cosa: ¿cómo pueden ustedes plantear que nuestra posición es electoralista o es sectaria en esta cuestión?

Miren ustedes: pero si le hemos estado reivindicando al señor presidente de Aragón, al ausente, al...

El señor PRESIDENTE: Señor Alcalde, por favor...

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Acabo ya.

El señor PRESIDENTE: Señor Alcalde, fije su posición.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Ya está fijada mi posición. Estoy acabando de fijar mi posición.

Le hemos pedido que lidere, que lidere al conjunto de la sociedad aragonesa, que tire de la sociedad aragonesa, precisamente, para reivindicar esta cuestión. ¡Se han pasado las elecciones autonómicas! ¿Cómo se puede hablar de electoralismo, si ya hemos pasado las elecciones autonómicas? ¡Si estamos trayendo esta iniciativa como consecuencia de que obras aragonesas están siendo trasladadas al museo diocesano y comarcal de Lérida! Están, evidentemente, siendo una auténtica provocación, una auténtica ruptura, con un vecino, con un vecino bien avenido, como hemos sido los aragoneses.

Miren ustedes: sí a las enmiendas de Chunta, sí a la enmienda del Partido Aragonés, como adición, y, desde luego, la enmienda del Partido Socialista me parece que es una enmienda de tirarle piedras en estos momentos al obispado, cuando la culpa, el problema está donde está: es intentar otra vez desviar la atención del problema.

Nada más, y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Señora Herrero: una pregunta. Como hemos fijado esta misma tarde, los grupos parlamentarios son dueños de sus enmiendas hasta el último momento. La aceptación del Grupo Popular es cambiando su enmienda en la denominación, y colocándola en una posición que no es la que usted plantea. ¿Acepta el planteamiento del Grupo Popular?

La señora diputada HERRERO HERRERO [desde el escaño]: Señor presidente, creo que nuestra enmienda era bastante clara y que yo la he defendido con suficientes argumentos. El Partido Popular ha jugado con el lenguaje, diciendo que la aceptaba, pero realmente la estaba modificando, no la estaba aceptando. Entonces, nosotros mantenemos íntegramente nuestra enmienda, tal como la hemos presentado y defendido.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Ahora ¿por qué desea intervenir, señor Alcalde? Yo creo que su posición está claramente fijada.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ [desde el escaño]: Para precisar que no he jugado con ningún lenguaje, sino que he dicho claramente...

El señor PRESIDENTE: Pero no... ¡Oiga, por favor!

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: ... que entendía que era una enmienda de adicción.

El señor PRESIDENTE: ¡Señor Alcalde! He sido muy flexible con usted esta tarde. No tiene la palabra. Ahora, no hay ninguna precisión que hacer. Usted ha fijado su posición. ¡Ya lo ha hecho! Y la responsable de la enmienda ha dicho lo que ha dicho. Por tanto, no se puede incorporar. No hacía falta que usted dijese nada. ¿De acuerdo? Vamos a proceder a la votación, en las condiciones que usted ha fijado en la tribuna. Es decir, incorporando las enmiendas de Chunta Aragonesista en su literalidad. ¿De acuerdo? Pues vamos a proceder a la votación de la proposición no de ley 64/07. Comienza la votación. Finaliza la votación. Ha obtenido veinticinco votos a favor, treinta y cinco en contra y una abstención. En consecuencia, queda rechazada.

Y abrimos el turno de explicación de voto.

Señor Barrena, tiene usted la palabra.

El señor diputado BARRENA SALCES [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.

Nos hemos abstenido porque queremos seguir reafirmando y reivindicando que es un tema de estricto patrimonio civil. Y, además, religioso, que está sometido a un fuero que desde luego no es el democrático de una institución democrática como esta. Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, nosotros nos vamos a empezar a posicionar, en este tema, siempre en el nivel de la abstención.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Señora Ibeas, por Chunta Aragonesista, puede explicar el voto.

La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.

En primer lugar quiero agradecer, en nombre de mi grupo, al grupo que ha planteado la iniciativa, el Grupo Popular, el haber aceptado precisamente las dos enmiendas que planteábamos. Y, además, quiero agradecer que lo haya hecho sabiendo que, de alguna manera, estaba introduciendo un matiz bastante diferente que no aparecía recogido en su primera parte.

Dicho lo cual, sí que quiero señalar una cuestión: yo no sé al final si ustedes realmente están pensando que lo grave de este asunto es que se hayan trasladado las piezas de un lugar a otro o que se vayan a trasladar de un lugar a otro. Yo espero que no estemos nadie aquí confundiéndonos en el tema. Lo grave en este asunto es que no se han devuelto unas piezas que se tenían que haber devuelto. Ahora, personalmente, que estén expuestas en el museo de Lleida, en la antigua sede o en la nueve sede, eso no es realmente lo que es grave, y por eso nos parecía importante introducir una medida realmente de impulso de gobierno en esta iniciativa.

Hubo una declaración institucional aquí, aprobada en estas Cortes. Yo no sé si realmente la gente se acuerda de esa declaración, también. ¿Qué resultados obtuvo esa declaración? ¿Hasta dónde llegó el gobierno en las responsabilidades que le correspondían? Pues las respuestas las tiene, en ese caso, el gobierno. Y mi grupo quería hacer una valoración política sobre las actuaciones que este gobierno ha llevado adelante, sobre sus pronunciamientos, porque nunca ha podido aclarar finalmente qué responsabilidad creía que tenía.

Y yo entiendo algunas de las cosas, algunas de las cosas que señala el señor Barrena, y otras no. Porque no estoy de acuerdo en algo que usted ha dicho -posiblemente quería decir otra cosa-: que como se trata de patrimonio, estrictamente patrimonio civil, privado, tal... No. No. Es que el patrimonio cultural aragonés que está fuera de Aragón es independientemente de que sea público, privado o lo que sea. Esa es la primera cuestión. Y por eso incluíamos la mención estatutaria.

Y, luego, por otra parte, señor Barrena, es que usted, como mi grupo, desde su grupo y el mío, hemos estado escuchando cómo el gobierno ha asumido responsabilidades políticas cuando ha querido. ¿Vale? Entonces, es normal que los grupos reivindiquemos el derecho a enterarnos de cómo va esa responsabilidad, la asunción de esa responsabilidad. Que insisto: cuando quieren, la asumen y cuando no les interesa, la dejan, porque tienen esa meta que decía el presidente del gobierno: hemos sido el gobierno que ha llegado más lejos. Y yo le preguntaba, en nombre de mi grupo: bueno, señor presidente, ¿usted dónde se pone la meta? No nos lo explicó.

Bueno, yo creo que se trata de una meta que se sacan de vez en cuando de debajo del brazo: ahora la colocamos aquí, o ahora la colocamos dos metros más atrás, según estén las cosas. Y este es el gobierno que tenemos.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

¿Explicación de voto del Grupo Parlamentario Popular? Don Gustavo Alcalde tiene la palabra.

Ah, perdón, perdón. Perdón.

Perdón, señora Herrero. Al final, va a tener usted razón en que parece que siempre le obstaculizo la tarea. Lo siento.

Tiene usted la palabra.

La señora diputada HERRERO HERRERO [desde el escaño]: Gracias, señor presidente, por facilitarme la tarea.

Yo creo que ha quedado bastante claro en mi exposición nuestro sentido de voto, en función de lo que el Partido Popular hiciese con la iniciativa. Y, bueno, en la fijación de la posición del Grupo Popular, que, como bien he dicho anteriormente, ha jugado con el lenguaje diciendo que nos aceptaba la enmienda, pero realmente no estaba aceptando la enmienda, sino que estaba modificándola o estaba proponiendo una modificación, que a mí me parece sustancial, pues la estaba cambiando. Y, por lo tanto, nosotros seguimos pensando que íntegramente, nuestra enmienda -y además se lo digo con total honestidad- creo que contribuía a mejorar bastante y sustancialmente la proposición no de ley que ustedes habían planteado.

Cuando usted, señor Alcalde, decía que yo le he dicho que dijera: «dígame un solo documento donde la Generalitat permita...». Yo he dicho que no conocía ningún documento donde la Generalitat autorizase expresamente ese traslado de los bienes, y no me ha dicho usted ningún documento donde la Generalitat autorizase expresamente ese traslado. Ahora bien, la Generalitat ¿es responsable? Sí. ¡Si yo no quiero eludir responsabilidades a la Generalitat! Por supuesto que es responsable, pero no solo la Generalitat, no solo la Generalitat, porque son responsables todas las instituciones que tienen algo que ver con esta decisión, y usted me pregunta a mí: ¿por qué quiere usted quitar a la Generalitat? Y yo le pregunto: ¿y por qué usted solo quiere poner a la Generalitat?

Porque digo yo que las demás instituciones también tendrían que estar recogidas, y a mí me parece, señor Alcalde, que en la declaración institucional -y por eso decíamos en nuestra enmienda de reafirmarnos-, en la declaración institucional creo que fuimos bastante claros, y yo creo que bastante duros también todos los grupos parlamentarios en esos puntos, y ahí hablábamos de todas las instituciones catalanas, hablábamos incluso de exigir al Gobierno de España la adopción de medidas necesarias, porque usted aquí no ha hablado nada o no ha hablado de lo que podría haber hablado del Gobierno de España, que en otras ocasiones hace.

Claro, gobiernos de España ha habido bastantes, a nosotros también nos gustaría que el Estado se implicara. Es más, nos gustaría que, para que el Estado se implicara, hubiese algún tipo de manifestación por parte de las Cortes Generales, y nos gustaría ver qué pasaba en ese debate también. Nos gustaría saber qué es lo que el Grupo Parlamentario Popular en las Cortes Generales decía.

Porque, claro, tuve hace muy pocos días la oportunidad de estar en un debate con el señor Torres, y hablaba de que ustedes en todas las comunidades autónomas dicen lo mismo, y se lo achacaba eso al Partido Socialista.

Nosotros no tenemos ese problema. Claro, digo yo, hombre, ustedes no dicen lo mismo en todas las comunidades autónomas. Y no voy ni a nombrar el tema del trasvase, ¿verdad? Pero, desde luego, en esto tampoco dicen lo mismo.

Si ustedes no pueden convencer a los suyos en Cataluña, dejen que aquí todos unidos..., a lo mejor no pueden ustedes solos con los suyos, pero igual todos unidos podemos con los suyos y con los demás también.

Pero no es bueno -y voy terminando ya-, no es bueno que generemos aquí estos debates con estos fines partidistas y electoralistas, que a ustedes no les conviene en absoluto que lleguemos a un acuerdo todos los grupos, sino querer meterse con la Generalitat y querer ser ustedes quienes capitalicen el tema de la defensa de los bienes.

Y el Partido Aragonés ha estado desde el principio y estará hasta el final defendiendo el tema de los bienes. [Murmullos.]

Señor presidente, creo que no me escuchan.

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor, silencio.

La señora diputada HERRERO HERRERO [desde el escaño]: El Grupo Parlamentario del Partido Aragonés ha estado siempre defendiendo este tema, y lo seguiremos defendiendo hasta el final, para que se cumplan las resoluciones y las sentencias de las instituciones eclesiásticas, por supuesto, pero para eso me parece que tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad todos los grupos parlamentarios, y especialmente en esta ocasión se lo digo a los señores del Grupo Parlamentario Popular.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Ahora, sí: don Gustavo Alcalde tiene la palabra para explicar el voto.

Y les rogaría a alguna de sus señorías que no hablaran de los tiempos, porque solo una está legitimada para hacerlo, porque la flexibilidad que tengo con algunos de ustedes marca el listón por arriba de una manera muy diferenciada.

Don Gustavo Alcalde, tiene la palabra.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.

Lo que está claro, señora Herrero, es que usted apoya la resolución de la señora Mieras y la moción del Parlamento Catalán. Porque si es algo absolutamente claro, y algo meridianamente evidente, es que la Generalidad ha impedido el traslado de los bienes a Aragón: mediante esa resolución de la señora Mieras, y mediante esa moción del Parlamento Catalán. ¿Por qué se empeña usted en que no figure algo tan escueto y tan sencillo como es criticar o rechazar la actuación de la Generalidad de Cataluña al permitir ese traslado que es la llave maestra, la piedra angular de esa apropiación indebida desde el obispado leridano? ¿Por qué?

¡Si yo le he admitido a usted su enmienda como una enmienda de adición!, ¡íntegra, íntegra! Una enmienda que incluía toda la resolución, esa resolución que por otra parte ustedes han incumplido flagrantemente. Este gobierno ha incumplido de arriba abajo del primero hasta el último de sus seis puntos, señora Herrero. Pero ¿dónde están las actuaciones que encomienda este acuerdo mayoritario unánime de esta cámara, las actuaciones que encomienda el Gobierno de Aragón? ¿Dónde está su cumplimiento? ¿Dónde está? ¿Me puede decir usted cuál de ellas ha cumplido?

¿Una foto con un guarda suizo en el Vaticano es cumplir esta resolución o este acuerdo unánime? ¿Qué han hecho ustedes en el punto tercero, sin ir más lejos, que exija al Gobierno de España la adopción de todas aquellas medidas necesarias que garanticen el cumplimiento de las citadas sentencias y resoluciones eclesiásticas? ¿Qué ha hecho el Gobierno de Aragón? ¿Qué ha hecho? ¿Mandarle un sentencia en latín a la vicepresidenta del gobierno de la nación? Porque parece ser que no entiende el castellano, no sé si son cuestiones de edad o qué, que entiende mejor el latín... [Rumores.]

Pero, bueno, es que a mí me gustaría saber realmente qué han hecho ustedes con estas actuaciones que había tenido, que habían acordado y que habían anunciado a bombo y platillo que iba a hacer el Gobierno de España. ¿Dónde está el Gobierno de España? Desaparecido en combate en esta cuestión. Absolutamente desaparecido en combate, señora Herrero.

Hombre, yo le he aceptado a usted la enmienda. Usted ha preferido replegar velas -usted sabrá por qué-, replegar velas, echar marcha atrás en esta cuestión, y no aceptar que el partido proponente de esta proposición no de ley acepte su enmienda, de adición, en este caso, complementando, mejorando la iniciativa del Partido Popular, no sustituyéndola. Porque había elementos importantes, entre otras cosas, la aceptación de las enmiendas de Chunta Aragonesista.

Miren, señorías: yo creo que ustedes son los que han demostrado que no tienen voluntad. No pueden acusar al Partido Popular de electoralismo en una cuestión en la que no hay unas selecciones autonómicas a la vuelta de la esquina. Las habrá nacionales, cuando sean. Pero mire: yo no he autorizado el traslado de las obras aragonesas al nuevo museo del consorcio leridano, no. Las cosas se plantean y se acude al registro cuando se producen, y, cuando se ha producido, es en este momento, no en otro. No traslade usted una cuestión que sabe perfectamente que no existe, que sabe cómo el Partido Popular ha estado meses antes de unas elecciones autonómicas dejando al margen esta cuestión, porque depositó su confianza en el presidente de la comunidad, porque le planteó -reitero- que liderara esta cuestión, que el Partido Popular iba a estar allá donde hiciera falta para apoyarle. Y lo único que nos ha demostrado es que daba la espalda, es que, una vez más, se desinteresaba por las cuestiones que afectan a la dignidad de los aragoneses, y porque, una vez más, cuando se ha planteado este traslado de las instalaciones de una iglesia, concretamente, San Martín, y de las propias instalaciones de la diócesis al nuevo museo diocesano y comarcal, pues este gobierno ha mirado para atrás, ha mirado para otro lado, se ha limitado a decir que era una provocación, y no piensa hacer absolutamente nada.

Nada más, y muchas gracias.

[Aplausos finales en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.]

El señor PRESIDENTE: Explicación de voto del Grupo Socialista.

Señor Larred, tiene la palabra.

El señor diputado LARRED JUAN: Gracias, señor presidente.

Simplemente quiero decirle al señor Alcalde que no ha tenido... Yo lamento muchísimo la falta de voluntad, la falta de voluntad que ha tenido para seguir con el consenso, para seguir con el acuerdo que todos los grupos parlamentarios habíamos alcanzado en este tema. Desde luego, nosotros, el Grupo Parlamentario Socialista, no somos en absoluto los responsables de romper ese consenso alcanzado cuando se aprobó aquí, en junio de 2006, la declaración institucional sobre la devolución de los bienes.

Esos han sido otros. Y ese ha sido precisamente el Partido Popular. Porque la verdad es que ustedes con esta PNL estaban intentando, desde luego, conseguir otras cosas. Ustedes han olvidado, pero han olvidado con conocimiento de causa, que los bienes, los bienes son de la Iglesia, que esto es un problema interno de la Iglesia. Y que ustedes lo han derivado. Pero lo han derivado con interés, por un interés electoral, al terreno político.

Y la verdad es que nosotros creemos que este asunto no debe trascender más allá del tema de donde debe estar. Este asunto, que ustedes quieren que sea tema de confrontación entre los partidos que estamos en este parlamento, pero también tema de confrontación entre territorios, puede ser resbaladizo. Y nosotros, desde luego, no vamos a entrar en ese juego. Nosotros estaremos siempre por que en temas importantes como este intentemos ir unidos. Y eso es lo que hemos estado intentando nosotros con esta enmienda: ir unidos para defender los intereses de Aragón.

Mire: yo le quiero contestar a una pregunta que ha quedado aquí en el hemiciclo, y es con respecto a la Generalitat de Cataluña.

Mire, la Generalitat de Cataluña no tiene competencia alguna para permitir o no permitir llevar los bienes de un lado a otro. ¿Y sabe por qué no la tiene? ¿Sabe por qué? ¡Porque no es el propietario! ¿Sabe usted quién es el propietario? Parece que a ustedes se les olvida. Los propietarios, los propietarios, los verdaderos propietarios, que es a quien se ha olvidado, que es ha quien se ha omitido, el verdadero propietario -que no ha podido decir nada, porque nadie le ha pedido permiso- es el obispado de Barbastro-Monzón.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.

Se suspende la sesión [a las diecinueve horas y treinta minutos], que se reanudará mañana a las diez horas.

CORTES DE ARAGÓN
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