Intervinienen: Almunia Badia, Eva - Bernal Bernal, Chesus - Calvo Pascual, Marta - Lacasa Vidal, Jesus - Blasco Nogues, Blanca - Franco Sangil, Jesus
El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías.
Reanudamos la sesión [a las dieciséis horas y quince minutos].
Retomamos el punto que habíamos pospuesto, el punto que hace referencia al debate y votación de las enmiendas a la totalidad de devolución del proyecto de ley que regula la organización de las enseñanzas artísticas superiores en Aragón, enmiendas que han sido presentadas por los Grupos Parlamentarios Popular y Chunta Aragonesista.
En primer lugar, presentará el proyecto de ley, en nombre del Gobierno de Aragón, la señora consejera de Educación, que tiene la palabra.
Enmiendas a la totalidad de devolución del proyecto de ley por el que se regula la organización de las enseñanzas artísticas superiores en Aragón.
La señora consejera de Educación y Ciencia (ALMUNIA BADÍA): Gracias, presidente.
El actual panorama en materia de enseñanzas artísticas en la comunidad autónoma tiene muy poco que ver con el que existía en 1999: antes de que Aragón asumiera las competencias educativas que hoy ejercemos, nuestros conservatorios no impartían en su totalidad los nuevos estudios emanados de la LOGSE; el Conservatorio Superior permanecía anclado en un plan de estudios caduco que databa de 1966, y los estudios superiores de diseño o restauración de bienes culturales ni siquiera habían alcanzado la categoría de proyecto.
Ante tal situación, el Gobierno de Aragón pudo optar por dos caminos: o bien aplicar con más o menos convicción la escasa normativa básica con la que el Ministerio de Educación desarrollaba aspectos contenidos en la LOGSE, sometiendo a este tipo de enseñanzas a un ritmo de evolución lento, poco entusiasta y menos decidido, o, por el contrario, hacer uso de sus competencias legítimas, apostando e impulsando las enseñanzas artísticas en Aragón.
Ha sido y es esta segunda opción la que inspira a lo largo de la presente legislatura cuantas medidas se han adoptado en relación con las enseñanzas de régimen especial, en particular con las enseñanzas artísticas y musicales, y la que está en el origen, como trataré de explicar más adelante, del proyecto de ley que hoy comentamos.
Sin esa apuesta por las enseñanzas artísticas no habríamos implantado los estudios superiores de Diseño en Zaragoza y en Teruel, no habríamos puesto en marcha la Escuela Superior de Restauración y Conservación de Bienes Culturales en Huesca o el Conservatorio Superior de Zaragoza; no tendrían en estos momentos viabilidad alguna con su antiguo plan de 1966.
Pero resulta que hoy estos tres centros superiores de enseñanzas artísticas son una realidad a la que tienen acceso todos los aragoneses, gracias, entre otras cosas, a la elaboración de nuestros propios planes de estudio y al esfuerzo inversor que desde la comunidad se realiza en el ámbito de estas enseñanzas.
Este año, señorías, en Aragón tendremos la satisfacción de contar con la primera y única promoción de diseñadores superiores que existirá en el conjunto del Estado español, y también seremos testigos, con no menor satisfacción —espero—, de la existencia de los primeros diplomados especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Artístico Aragonés.
Pero, además, el Conservatorio Superior de Zaragoza está en pleno proceso de refundación: nuevos planes de estudio, currículo propio que incluye la práctica orquestal del alumnado en la joven orquesta del centro, nuevas especialidades que abarcan desde la Pedagogía a la Música Tradicional y Moderna y, no tardando mucho, un nuevo edificio acorde con las exigencias de una enseñanza musical superior de calidad.
Son nuevas realidades, señorías, que implican nuevos retos a abordar desde el punto de vista legislativo. Seguramente, ninguna otra comunidad autónoma ha avanzando tanto en apenas tres años en el desarrollo e implantación de las artísticas. De ahí, la necesidad de hacer frente al reto de dotarnos de un marco legislativo propio que regule la organización de las enseñanzas artísticas superiores en esta comunidad autónoma, un marco legal que reconozca la especificidad de estos estudios y los dote de mecanismos de gestión adecuados a su compleja realidad, especificidad y complejidad que se derivan de su propia condición de estudios de rango superior no universitario.
Esta particular condición ha sido perfectamente resuelta en los países europeos de nuestro entorno, donde las universidades no agotan la posibilidad de obtener titulación superior, y por ello nos parece pertinente poner en marcha fórmulas de gestión ya ensayadas en estos países.
Si consideramos que este tipo de enseñanzas es un pilar básico y fundamental de un sistema educativo aragonés de calidad, necesitamos, evidentemente, hacer caso del dictamen que la comisión de expertos, a iniciativa de la propia conferencia sectorial de educación del Ministerio de Educación, elaboró y elevó en 1999.
El documento va perfilando en diversas consideraciones lo que define como elementos fundamentales de esas enseñanzas: su catalogación como estudios superiores, que dan acceso a titulación equivalente a la universitaria; la complejidad que supone la existencia de titulaciones superiores fuera del propio sistema universitario, en consonancia con lo que sucede, como he dicho anteriormente, en otros países de nuestro entorno; la necesidad de incorporar sistemas de evaluación de los rendimientos de los centros acordes con este nivel de estudios; la compleja diversidad del profesorado requerido, así como las conexiones que se dan entre estos centros superiores y las propias universidades.
Todos estos aspectos aparecen recogidos en el proyecto de ley que hoy presentamos. Otorgar a las enseñanzas artísticas superiores el tratamiento, la consideración y, en definitiva, la importancia que deben tener en el sistema educativo aragonés, supone dar rango de ley a sus características definitorias.
Una ley, la ley que hoy nos toca abordar, que afronta la específica complejidad de estos estudios, creando organismos rectores de tipo colegiado para dar eficaz respuesta a los problemas relacionados con la organización de los centros, el profesorado altamente cualificado que requiere y la satisfacción de las expectativas del alumnado, sin olvidar, por supuesto, un aspecto que creemos fundamental: conjugar el papel y la responsabilidad ejecutiva de la Administración con la participación de los sectores sociales y profesionales implicados en el contexto de las enseñanzas artísticas superiores. Dicho de otro modo, administrar de manera eficiente, contando con la participación de la comunidad escolar, con la voz del experto y con los ámbitos profesionales y artísticos. Eso es lo que persigue el Instituto Aragonés de Enseñanzas Artísticas Superiores, así como el Consejo Aragonés de Enseñanzas Artísticas, instituciones diseñadas en el marco del proyecto de ley.
En ese ya lejano 1999, la comisión de expertos a la que antes me he referido, de la que formaron parte varios cargos del equipo de Educación con el anterior Gobierno autónomo, y promovida, como he comentado, a instancias de la propia conferencia sectorial, afirmaba en las conclusiones de su dictamen: «La regulación de las enseñanzas artísticas superiores debería establecerse mediante ley orgánica». Pues, bueno, cuatro años después, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte crea una ley orgánica, la LOCE, la Ley de calidad, que olvida por completo las enseñanzas artísticas, hasta tal punto que sólo hace mención a ellas en una breve y enigmática frase para calificarlas con la desafortunada denominación de «enseñanzas escolares».
Para el ministerio, las enseñanzas artísticas no merecen siquiera uno, tan sólo uno, de los ciento siete artículos de la Ley orgánica de la calidad de la educación. Es, pues, comprensible la frustración de aquel equipo de expertos, gran parte de los cuales fueron designados por quienes han promovido la LOCE, pero más comprensible es la preocupación mezclada con la perplejidad de profesores y alumnos que han visto desaparecer sus enseñanzas de una ley supuestamente fundamental del sistema educativo: nada dice la LOCE de cómo integrar en un órgano de gestión las diferentes modalidades de enseñanzas artísticas; nada dice de la organización de los centros superiores de artísticas; omite cualquier referencia al estatus del profesorado que ha de impartir estas enseñanzas; silencia las vías de colaboración entre el modelo universitario y los títulos superiores no universitarios; no encontramos ninguna referencia a la evaluación de la calidad de la actividad docente e investigadora del profesorado de artísticas. Sencillamente, las enseñanzas artísticas superiores no existen en el modelo LOCE.
Sin embargo, desde el Gobierno de Aragón tenemos el firme propósito de completar el trabajo ya realizado con un texto legal que oriente las futuras actuaciones educativas en aras de un sistema que sí tenga en cuenta las enseñanzas artísticas superiores. Esta comunidad autónoma tiene la oportunidad, usando de sus facultades en lo relativo a competencias educativas, sin vulnerar ningún marco legislativo, de resituar a las enseñanzas artísticas en el papel que les corresponde como elemento irrenunciable de un modelo educativo aragonés de calidad.
Estamos obligados a seguir avanzando en la implantación, desarrollo y mejora de los estudios artísticos que la sociedad aragonesa nos está demandando, y tenemos la impresión de que el Gobierno de Aragón comparte con la mayoría de la cámara este objetivo.
Corresponde a estas Cortes legislar en beneficio de la educación de los aragoneses, también en lo referente a la educación artística, que sintonice con los objetivos de la Europa del siglo XXI.
Es ese el objetivo básico del proyecto de ley por el que se regula la organización de las enseñanzas artísticas superiores en Aragón. Es por eso, señorías, un día —entiendo— de satisfacción para la comunidad educativa, y también, evidentemente, para la sociedad artística aragonesa.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora consejera.
Para la defensa de la enmienda a la totalidad presentada por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, tiene la palabra el señor Bernal.
El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señor presidente.
Señorías. Señora consejera.
Chunta Aragonesista ha planteado una enmienda a la totalidad de devolución por varios motivos.
El primero de ellos nos lo da el propio título del proyecto de ley, es un título pretencioso, dice —que es largo, además— que es el «proyecto de ley por el que se regula la organización de las enseñanzas artísticas superiores en Aragón». Nosotros entendemos que detrás de ese título, con el texto que hay en sus veinticuatro o veinticinco artículos, no hay una regulación de las enseñanzas artísticas superiores en Aragón, para empezar, lo que hay es otra cosa. Nosotros creemos que se habría ajustado más a la realidad si el título de la ley hubiera sido… no sé, proyecto de ley de creación, organización y no sé qué más del instituto aragonés de enseñanzas artísticas superiores, para empezar. Creemos que no es lo mismo una cosa que la otra.
Voy a marcar dos niveles, en los motivos por los que hemos presentado esta enmienda a la totalidad de devolución marcaría dos niveles.
Uno primero de concepción. Nosotros entendemos que la educación en su conjunto, y podríamos decir que también las enseñanzas artísticas en particular, pero la educación en su conjunto, en sus diferentes grados y niveles, tiene un carácter sistémico, unitario, y así parece desprenderse, además, de la línea de política educativa que desde el propio PSOE, cuando ha estado gobernando en España, se ha lanzado. Y nosotros suscribimos esto. Ese carácter sistémico, ese carácter unitario de la educación en su conjunto no es incompatible con una permeabilidad, con una capacidad para crear procesos de cambio, procesos de adaptación, procesos de regulación de forma continua. Y, sin embargo, nosotros creemos que este proyecto de ley es una especie de seta suelta que no nace en su hábitat, nosotros creemos que en el ámbito que nos ocupa, y teniendo en cuenta cuáles son los precedentes en lo que se refiere a enseñanzas artísticas, los precedentes son que las enseñanzas artísticas han estado en España, y también en Aragón, endémicamente alejadas de los parámetros educativos normales, de los parámetros educativos generales, y eso ha conllevado bastantes disfunciones: disfunciones del propio profesorado, disfunciones de la organización de los centros, disfunciones de su engarce con el sistema general de educación.
Nosotros creemos que este proyecto de ley, en sus fundamentos, contribuye a continuar en esa misma senda, nosotros creemos que es caer en el mismo error, creando un instituto propio al margen de otro sistema educativo. Y, más allá de esto, además, desconocemos cuál va a ser la funcionalidad de este instituto, y, desde luego, por su propio carácter, va a estar alejado de posibilidades de control, y referido exclusivamente —y aquí viene la primera pregunta: ¿por qué?— a enseñanzas artísticas superiores. Nosotros creemos que habría sido más lógico plantear una iniciativa del Gobierno para hablar de las enseñanzas artísticas como tales, que no es que podamos hablar de un instituto de enseñanzas artísticas superiores porque ya tenemos solucionado todo lo anterior. La señora consejera y los grupos parlamentarios aquí presentes sabemos que esto no es así: las enseñanzas artísticas, en su ámbito elemental profesional, no están ni mucho menos solucionadas. Hemos visto a través de la prensa, pero conocemos en Aragón, que no hay casi quien no tenga en su familia alguien vinculado con los problemas que hay con las enseñanzas artísticas en general.
Frente a eso, ¿cómo se soluciona el problema? Creando un instituto solo para el ámbito superior, con plena autonomía organizativa y económica. Nosotros creemos que, desde el punto de vista educativo y social, ello nos lleva a una consideración de nuevo, una vez más, de las enseñanzas artísticas como algo marginal, y cuando digo «marginal» me refiero a que está al margen de, al margen de la propia organización educativa, y, al mismo tiempo, sí que deja…¿cómo decir?, un pequeño sustratillo, o adstrato más bien, de elitistas sin definir; eso también está en este proyecto de ley, o al menos yo lo detecto, una cierta tendencia a un elitismo indefinido.
Nosotros, señorías, creemos que existen suficientes elementos y cauces dentro del propio sistema educativo como para que las enseñanzas artísticas superiores queden insertas en ese sistema educativo. Y, si no son explícitos, creemos que la labor de Gobierno consiste en este ámbito en buscar aquellos elementos y aquellos cauces implícitos para insertar ahí las enseñanzas artísticas. Por tanto, es una cuestión de método, una cuestión de principio, una cuestión de fundamento filosófico de la manera de entender la educación. Y digo esa primera razón de fondo, esa primera razón que para nosotros es sustantiva en la concepción de las enseñanzas artísticas.
Además de eso, hay otras razones ya de más detalle por las que hemos presentado esta enmienda, de más detalle concreto, que paso a explicar.
La primera, ya la digo: creemos que sería conveniente mantener el carácter unitario del sistema educativo aragonés, tal y como, por otro lado —quiero recordar—, han aprobado por unanimidad estas Cortes a la hora de debatir determinadas mociones sobre el currículum educativo en las que hablábamos de que el sistema educativo aragonés debería ser un todo y debería tener un carácter unitario. Yo creo que la primera en la frente: esto no forma parte del sistema educativo y del carácter unitario del sistema educativo aragonés que se está diseñando.
En segundo lugar, mi grupo cree que el proyecto de ley no contempla, como he dicho antes, una verdadera regulación de las enseñanzas artísticas superiores. No, no, no lo plantea, no se regulan las enseñanzas artísticas superiores, lo que se hace es crear un instituto, crear un organismo autónomo. Yo ya digo que quizás debería haber sido más ajustado denominarlo «ley de creación del instituto aragonés de enseñanzas artísticas superiores», como las leyes de creación de otros institutos, de otros organismos autónomos que han sido aprobados por estas Cortes (la del Instituto Tecnológico de Aragón…), la de tantos otros organismos autónomos. La Ley del Instituto Tecnológico de Aragón no se llama la ley que regula la tecnología en Aragón… no, se llama Ley de creación del Instituto Tecnológico de Aragón.
En tercer lugar, creemos que en el proyecto de ley no se transmite, no se fundamenta, no existen una regulación y un ordenamiento de las diferentes tipologías de centros que imparten enseñanzas artísticas superiores, y esto tanto de los centros de titularidad pública como de los centros de titularidad privada. Ni en un caso ni en el otro lo vislumbramos.
Tampoco —cuarta razón— se establecen cauces claros de coordinación y de control. Yo preveo más bien conflictos, conflictos entre lo que son centros propiamente dichos y este instituto. Conflictos competenciales, para empezar, porque los órganos que se plantean en este instituto que se crea, o que se pretende crear, mediante este proyecto de ley (el consejo de dirección, por ejemplo, y los órganos unipersonales y colegiados de los centros de enseñanzas artísticas superiores)… No se vislumbra en el proyecto de ley cuál va a ser la fórmula de vinculación, de coordinación, de conexión entre una cosa y la otra.
Por otra parte, señorías, sabemos cuál es el número de centros que imparten enseñanzas artísticas superiores en estos momentos en Aragón. ¿Creen ustedes que realmente se hace del todo necesario crear un organismo autónomo con la supuesta finalidad de coordinar las enseñanzas de esos pocos centros que imparten enseñanzas artísticas superiores? Más, si cabe, cuando están por resolverse determinados asuntos que nosotros creemos que son más urgentes y que deberían requerir en el orden de actuación del Gobierno una mayor prioridad que el de crear este ente autónomo.
Finalmente, el último motivo por el que hemos planteado esta enmienda a la totalidad de devolución es que creemos que la integración y el desarrollo normalizado de las enseñanzas artísticas en su conjunto debe abordarse de una manera más tranquila, más serena, más sosegada que lo que hay en la trastienda de este proyecto de ley, enviado a esta cámara en el final de legislatura, con una cierta prisa.
Nosotros creemos que cabe exigirle al Gobierno en un ámbito tan importante de cara al futuro, porque, como tenía ocasión antes de intervenir de decirle a la consejera coloquialmente, yo creo que las enseñanzas artísticas superiores no son separables de la política cultural de un gobierno de una comunidad autónoma. Me parece que es una seta la creación de este instituto cuando no sabemos qué va a pasar con el Teatro Fleta, cuando no sabemos qué va a pasar con si va a haber o no va a haber orquesta sinfónica, si va a haber o no va a haber determinados planteamientos que hubo al comienzo de esta legislatura. Y, sin embargo, cuando todas estas cosas en el final de esta legislatura comienzan a caerse, héteme aquí que desde el Gobierno se sale creando un organismo autónomo que crea un instituto de enseñanzas artísticas superiores. Yo creo, señorías, que debería verse en un tótum, no revolútum, sino coherente, en un tótum, hacia dónde vamos, qué política cultural queremos desarrollar y, en torno a esa política cultural, cómo formamos a quienes van a ser agentes de esa política cultural. Esa es nuestra visión. Por eso digo que creo que debería plantearse de forma más serena, a más largo plazo y no como una cosa de «aquí te cojo, aquí te mato» de este final de legislatura. O quizá es reflejo este final de legislatura de determinados aspectos como el que acabo de indicar.
Creo que debería ser más reflexivo este proyecto de ley, insertándolo en el contexto general de política del Gobierno. Creemos que se debería partir primero de un diagnóstico riguroso de la realidad, que no se hace explícito en el texto del proyecto de ley, que a continuación se deben estudiar los problemas y, finalmente, y esto es de sentido común, proponer las actuaciones. Creemos que se plantea solo este tercer aspecto (unas actuaciones) sin lo anterior, y, además, creemos que es una actuación desconectada, sin una coherencia en el diseño general de actuación del Gobierno.
Por eso, creemos que este proyecto de ley en sí mismo está lleno de sombras, lleno de aspectos que suenan a lo que suele ocurrir en los finales de legislatura, a trastiendas, no sé incluso si a determinados intereses. Creo, señorías, que, en todo caso, para saber eso, que no digo todavía ni lo hago tan explícito, habría que esperar a conocer el desarrollo normativo de este proyecto de ley para saber si realmente va en una dirección o va en otra. Con el texto que tenemos ahora en la mano, sin conocer ese desarrollo legislativo, sin conocer realmente su validez, sin conocer cuáles son los parámetros de política cultural referida al arte y, en concreto, las enseñanzas artísticas vinculadas a él, nos parece demasiado apresurado, demasiado improvisado y muy propio de final de legislatura este proyecto de ley.
Por eso, señorías, Chunta Aragonesista solicita su devolución, su reflexión y que, con más tiempo, con una mejor planificación, se plantee esta actuación. Por eso, votaremos, por supuesto, a favor de la devolución de este proyecto de ley.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señor Bernal.
Para la defensa de la enmienda a la totalidad presentada por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Calvo.
La señora diputada CALVO PASCUAL: Gracias, presidente.
Si en alguna ocasión, señorías, han tenido la sensación en algún rato de estos aburridos, de algún pleno de estos tediosos, que ha podido haberlos, ¿por qué no reconocerlo?, a lo largo de esta legislatura, si han tenido la sensación, como yo alguna vez la he tenido, poco menos que de estar perdiendo el tiempo, lamento adelantarles que el debate que nos ha propiciado el Gobierno trayéndonos este proyecto de ley quizá pueda dejarles el mismo sabor de boca, al menos ese es el sabor de boca que inicialmente me deja a mí.
No obstante, con el mismo entusiasmo con que nos los ha presentado la señora Almunia, participo, si me lo permiten, en este —yo creo— estéril debate. Y no piensen que no me duele el hecho de que, como, a buen seguro, esta será una de mis últimas intervenciones en esta tribuna, esta precisamente venga, además, motivada por un debate que yo considero estéril. Ciertamente, lamento que así sea, pero digo que lo voy a hacer igualmente con el mismo entusiasmo con que lo hacía la señora Almunia para solicitar igualmente la devolución de un proyecto de ley que a nuestro juicio es imposible y, además, a nuestro juicio no puede ser.
Es imposible y no puede ser porque difícilmente se va a poder tramitar, afortunadamente. Y yo creo, estoy convencida, que bien, desde luego, se ha asegurado el propio Departamento de Educación y Ciencia enviándolo a esta cámara en las fechas en que lo envió. Porque, desde luego, en mi opinión, este proyecto de ley cumple una única misión: aparentar desde el departamento la voluntad de satisfacer determinadas aspiraciones, a las que yo creo, señora Almunia, está convencida, o, al menos, espero que lo sepa, que no se puede comprometer.
Sinceramente, nunca he considerado una pérdida de tiempo debatir sobre asuntos que interesan a la educación aragonesa, pero el debate sobre este proyecto de ley, desde mi punto de vista, no conduce a ningún sitio. No conduce a ningún sitio, en primer lugar, porque entiendo que su contenido puede dar lugar a la interposición de un recurso al día siguiente de su aprobación, al menos si se aprueba en unos términos similares a los que viene presentado.
Pero es que, además, si el Gobierno tenía algún interés en sacarlo adelante, yo creo que lo ha venido disimulando muy bien: no ha habido ningún debate previo sobre este asunto, no ha habido ninguna consulta. Y, bueno, estamos acostumbrados a otras cosas. Últimamente, para aprobar un decreto de orientación tuvo lugar una comparecencia en la Comisión de Educación de la cámara, hubo, además, unas jornadas de reflexión con profesionales, van y vienen borradores permanentemente para aprobar un borrador de decreto; y, concretamente con este proyecto de ley, un proyecto de ley de estas características, llega a esta cámara a estas alturas como caído del cielo. Lo han metido con calzador, lo han metido a última hora y difícilmente podemos pensar que pueden tener alguna intención de aprobarlo, alguna voluntad de aprobarlo, cuando la Ley de Educación Permanente, por ejemplo, un proyecto de ley del que todos coincidíamos que era necesario, tardó nada más y nada menos que trece meses en ser aprobado, después de un debate similar al que tenemos hoy, el debate a la totalidad. Si tan seguro estaba el Gobierno de la conveniencia de este proyecto de ley, entendíamos y entendemos que debería haberlo presentado hace mucho tiempo.
En cualquier caso, aquí lo tenemos y nos encontramos con un texto a través del cual el ejecutivo pretende, sin, desde luego, tener competencias para ello, dotar de un carácter pseudouniversitario y de una organización pseudouniversitaria a los centros superiores de enseñanzas artísticas, estando regulados como están a nivel estatal por la normativa aplicable a la enseñanza no universitaria. ¿Resultado de la cuestión? Pues simplemente el que cabía esperar: un experimento que, a nuestro juicio, contraviene toda la legislación básica con la que se podía tropezar.
Nos encontramos ante un ejercicio de innovación legislativa por el que, de entrada y de un plumazo, se suprime el consejo escolar como órgano de participación de estos centros; un texto que establece una nueva fórmula para el nombramiento del director; que propone la contratación del profesorado a través de un proceso de selección que va a ser realizado por los propios centros; un texto que promueve la regulación posterior del ejercicio de actividades profesionales de los profesores mediante el establecimiento, cuando sea, de un hipotético marco jurídico semejante al aplicable al sistema universitario; un texto que también nos propone la evaluación de estos centros en el marco, también cuando sea, de una futura legislación sobre la evaluación del sistema universitario en Aragón.
Yo no sé, me gustaría que los grupos que apoyan al Gobierno nos contaran en esta tribuna qué es lo que opina, por ejemplo, el rector de la Universidad de Zaragoza de todo esto, si han consultado al equipo de gobierno de la Universidad de Zaragoza sobre la iniciativa que aborda este proyecto de ley. Porque, sí que es cierto, el Consejo Escolar de Aragón se pronunció, y se pronunció advirtiéndole al Gobierno, sin mucho éxito, por cierto, que, si se empeñaba en regular esta cuestión, debía tener en cuenta las leyes orgánicas que regulan el sistema educativo español, y, además, le señaló todas las contradicciones en las que incurría, y en las que yo no voy a entrar al detalle. Yo no sé si también habrán consultado al Consejo Social de la Universidad, me da la sensación de que no.
Y otra cuestión que a nuestro juicio también es importante, y coincidiendo con Chunta Aragonesista. Realmente, señores del Partido Socialista y del Partido Aragonés, ¿creen que es necesaria la creación de un instituto, la creación de un organismo autónomo para organizar las enseñanzas artísticas superiores en Aragón? ¿De verdad consideran que el Gobierno debe a estas alturas empezar a dejar escurrir sus soluciones en la materia? Desde luego, desde nuestro punto de vista, no.
En el proyecto de ley, en el preámbulo, se plantea, evidentemente, que la creación de ese organismo autónomo es el elemento clave del proyecto de ley, pero, curiosamente, cuando uno va desgranando el articulado, en el articulado del proyecto de ley en ningún momento se establecen ni sus objetivos ni sus funciones ni tampoco redefine cuáles van a ser las competencias del Gobierno, del departamento o del propio organismo autónomo una vez se cree. Ni siquiera los grupos de la oposición hemos tenido la oportunidad de conocer, a pesar de haberlo solicitado reglamentariamente, el plan inicial de actuación del instituto, un plan inicial que debió acompañar al anteproyecto de ley y que debe contener cuáles son los objetivos, ya que el proyecto de ley no lo hace, y que debería razonar y justificar la mejora que la creación de dicho instituto va a conllevar para las enseñanzas artísticas, porque de la intervención, señora Almunia, que ha tenido hoy yo no he podido deducirlo.
Y tanto que es, desde luego, el elemento clave en ese proyecto de ley, la creación de ese organismo. Desde luego, es la respuesta a una —yo diría— casi eterna aspiración de que un determinado centro de esta comunidad autónoma obtenga por la puerta falsa la consideración de universitario, de que su profesorado alcance el tratamiento que de ella se deriva y que su organización y funcionamiento sean autónomos.
En definitiva, entendemos desde el Grupo Popular que nos encontramos con un texto que lleva a volteras la LODE, la LOGSE, la LOPEGCD, que estaban plenamente vigentes cuando se aprobó el proyecto de ley por parte del Consejo de Gobierno, que lleva también a volteras consecuentemente la ley de calidad —entró en vigor pocos días después de concluir el plazo de presentación de enmiendas—, y, además, nos encontramos, a nuestro juicio, ante un texto totalmente inconsistente, carente de base y que, desde luego, en absoluto regula, como presumiblemente pretende, las enseñanzas artísticas superiores; y, además, un texto que constituye una real intromisión que ninguna otra comunidad autónoma que tiene las enseñanzas artísticas en una situación semejante a las nuestras se ha atrevido a engendrar.
Porque, desde luego, podemos estar de acuerdo, y lo estamos, en que estas enseñanzas precisan de una regulación especifica, estamos de acuerdo en que su encaje en la normativa propia de las enseñanzas no universitarias provoca una respuesta insuficiente a lo que son sus peculiaridades y a lo que es la singularidad que presentan, pero el modelo organizativo por el que se opte en un momento dado, si es que se opta por un modelo organizativo distinto al actual, por más que se empeñe de lo contrario el Gobierno de Aragón, requiere una normativa de carácter básico, y el propio dictamen elaborado por el grupo de trabajo de la conferencia sectorial al que aludía la señora consejera así lo recoge también.
Por eso y porque entendemos que este proyecto de ley no se tiene de pie, y aun siendo conscientes de que en realidad no hay tiempo para poder concluir el trámite parlamentario, al menos concluirlo, como se decía con anterioridad, con el sosiego y con el rigor que el asunto merecen, y ante la hipótesis de que las enmiendas de devolución puedan no prosperar, el Grupo Popular ha presentado cincuenta y una enmiendas parciales que, en resumen, lo único que pretenden es corregir el desaguisado jurídico, competencial, organizativo y de todo orden que provoca el proyecto de ley. Un proyecto de ley que, desde nuestro punto de vista, en nada va a suponer una mejora para el conjunto de las enseñanzas artísticas en Aragón —y ahí coincido con el portavoz de Chunta Aragonesista—, abandonadas a su suerte a lo largo y ancho de toda esta legislatura, un proyecto de ley que evidencia una absoluta falta de rigor por parte del Departamento de Educación y Ciencia, y un proyecto de ley que pone de manifiesto la escalada de sinsentidos que es capaz de generar para satisfacer intereses que, desde luego, en nuestra opinión, distan bastante de coincidir con los generales.
Por todo ello, solicitamos la devolución del proyecto de ley.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora Calvo.
En el turno en contra tiene la palabra, en primer lugar, el representante del Grupo Mixto, Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida, señor Lacasa.
El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, un tema complejo pero sin duda apasionante el de las enseñanzas de régimen especial, y, más en particular, las enseñanzas artísticas.
Señorías, arrancamos de una normativa, la LOGSE, que es la que da carta de naturaleza en nuestro país a la existencia de este tipo de enseñanzas, a su consolidación y a su desarrollo. Y es verdad que estamos hablando de unas enseñanzas que podríamos calificar que están en la frontera, que están en el límite, que tienen elementos de hibridación y que, por lo tanto, son siempre difíciles de encuadrar y complejas para su desarrollo, pero, desde nuestro punto de vista, son imprescindibles para una oferta educativa completa y para una oferta educativa que englobe aspectos tan importantes como son, en general, la enseñanzas de régimen especial, los aspectos relacionados con los idiomas o, más en concreto, lo que nos toca hoy, con las enseñanzas artísticas.
Leyendo el preámbulo de la LOGSE entendemos las dificultades y quizá entendemos la iniciativa del Gobierno, con todas sus deficiencias, que luego también podemos hacer algún tipo de comentarios. Dice el preámbulo de la LOGSE que esta ley «aborda, por primera vez en el contexto de una reforma del sistema educativo, una regulación extensa de las enseñanzas de la música y de la danza, del arte dramático y de las artes plásticas y de diseño, atendiendo al creciente interés social por las mismas, manifestado singularmente por el incremento notabilísimo de su demanda». Por lo tanto, primer dato: que estas enseñanzas encuentran un cobijo adecuado en la regulación general de nuestro país sobre el sistema educativo.
Continua diciendo la LOGSE que «Diversas razones aconsejan que estén conectadas con la estructura general del sistema y que, a la vez, se organicen con la flexibilidad y especificidad necesarias para atender a sus propias peculiaridades y proporcionar distintos grados profesionales, alcanzando titulaciones equivalentes a las universitarias, que, en el caso de la Música y las Artes Escénicas, que comprenden la Danza y el Arte Dramático, lo serán a la de licenciado».
Aquí están algunas de las claves. La voluntad de la LOGSE —y de la cual no se puede separar, por lo tanto, ninguna normativa autonómica— es que estas enseñanzas permanezcan dentro del sistema de la enseñanza no universitaria de nuestro país, esa es la voluntad del Gobierno, del legislador estatal. Dentro del sistema educativo general hay una cosa que se llama enseñanzas de régimen especial pero, a su vez, hay una cierta paradoja, y es que estas titulaciones conducen a un título superior conectado con una equivalencia a una titulación de licenciado o de diplomado, según los casos, universitario. Por lo tanto, tenemos ese ámbito de cierta dificultad de compatibilidad.
Cosa que tampoco debería de sorprendernos si en este país existiera una tradición de desarrollo de lo que es la enseñanza superior no universitaria. Quizá no tenemos una cultura de enseñanza superior no universitaria tan acendrada como en otros países, en otros países quizá choca menos que uno sea titulado superior pero que no haya ido a la universidad, aquí todavía tenemos una cierta dificultad en entender esta situación. Pero yo creo que es muy positivo para el sistema educativo —desde nuestro punto de vista, como Izquierda Unida, así lo consideramos— que se desarrolle paulatinamente un sistema educativo superior que no obligue a pasar por la universidad. Porque la universidad está muy bien y tiene unas funciones muy importantes pero hay aspectos que quizá no conviene que estén dentro del esquema estrictamente universitario. Y aquí hay uno de los elementos importantes a la hora de acercarnos a esta cuestión.
Por lo tanto, cuando la LOGSE regula en el título segundo las enseñanzas de régimen especial, está, de alguna manera, diciendo unos mínimos que tenemos que respetar pero también abriéndonos una posibilidad a la actuación, que creemos que es importante tener en cuenta y desarrollar. Porque, efectivamente, esa llamada a la flexibilidad que se hace en el preámbulo hay que concretarla, flexibilidad y capacidad de organización y de innovación en la estructura del sistema educativo para acoger estas enseñanzas de régimen especial que hay que poner en marcha, que hay que desarrollar.
¿Reproches al proyecto de ley que hace el Gobierno? Sí, los tiene, importantes reproches se le pueden achacar. Uno de ellos —se ha dicho antes— es que las enseñanzas de régimen especial —como otras enseñanzas, por lo demás— tienen distintos grados, y aquí solo se aborda, es cierto, el grado superior. Ese es un reproche evidente, obvio, y que yo no voy ni siquiera a orillar, es un tema claro y nítido, es una insuficiencia. Aquí solo se está abordando la punta del iceberg. Y alguien puede decir: bueno, ¿para qué regular la punta del iceberg si no tocamos los grados que están por debajo? Esa puede ser una aproximación al problema, yo la entiendo y es una aproximación al problema. Que no se ha hecho suficiente debate, que no se ha hecho el suficiente diagnóstico... podemos entrar a debatir esta cuestión.
Pero yo veo también cuál es la situación actual de las enseñanzas artísticas en nuestra comunidad autónoma, y el panorama es preocupante por lo menos, desigual y preocupante. Y, por lo tanto, eso me compele de alguna manera a actuar, a no quedarnos, digamos, en la estabilidad absoluta de dejar las cosas como están y no tomar algún tipo de medidas. ¿Por qué? Porque, efectivamente, aunque la comunidad autónoma ha tomado medidas meritorias —y celebramos que en Huesca se hayan implantado recientemente determinadas enseñanzas, también en otras ciudades de nuestra comunidad autónoma, relacionadas con el diseño y relacionadas con la conservación y restauración de patrimonio, en fin, todo ese tipo de cuestiones que son interesantes e innovadoras por parte de la comunidad autónoma—, no podemos obviar que tenemos enormes dificultades, enormes deficiencias en campos tan importantes como las artes plásticas, en campos tan importantes como el arte dramático, en campos tan importantes como la danza, e incluso, a pesar de que haya estructuras más desarrolladas, como la música, que no son satisfactoriamente desarrolladas.
Yo creo que esas cuatro lagunas las podemos señalar, tenemos cuatro aspectos de dificultad en los cuales hay situaciones absolutamente diversas, desde estudios que no se prestan con un currículum y con un reconocimiento oficial de la titulación —y ahí tenemos los estudios de Arte Dramático, en nuestra comunidad autónoma no hay titulación oficial de Arte Dramático—, a situaciones intermedias, como la de la danza, al socaire del apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza pero que no termina de tener encaje en la estructura autonómica, y otras que sí que tienen, como la música, un cobijo dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón, pero también con evidentes dificultades una de ellas que derivan de la sede tan absolutamente lamentable que tiene actualmente el Conservatorio Superior de Zaragoza.
Pues bien, ante esta situación de enorme dificultad, nuestro grupo tomó alguna resolución, una de ellas, hace ya un tiempo, cuando planteamos al Gobierno de Aragón la necesidad de crear nuevas estructuras dentro de la acción del Gobierno para apoyar las enseñanzas de régimen especial. Y recordarán sus señorías que fue Izquierda Unida quien, de alguna manera, planteó al Gobierno, y el Gobierno tuvo que aceptar, la creación de una estructura —en concreto, la dirección general— para el impulso de las enseñanzas de régimen especial y la formación permanente de adultos. Y esto ha sido una realidad, a pesar de los desencuentros evidentes que luego ha habido entre el Departamento de Educación y Ciencia e Izquierda Unida en relación con otros temas importantes de la gestión educativa, pero hay que señalar, y nosotros estaremos orgullosos de ello, que se creó una estructura organizativa propia para el impulso dentro del Gobierno de Aragón y que eso es positivo, independientemente de otros avatares y de otros elementos de confrontación política.
Y hoy también consideramos que es más positivo que negativo actuar, aunque solo se actúa en una parte del sistema, y lo reconocemos, y quedarán asignaturas pendientes, porque la ley no aborda los grados elemental y medio, y eso también habrá que plantearlo y habrá que seguir profundizando en cómo se mejora, sobre todo la compatibilidad entre los estudios de régimen ordinario y estos estudios de régimen especial. Y hay lagunas evidentes, como son centros integrados que nuestra comunidad autónoma todavía tiene pendientes por desarrollar, que creo que es un elemento en el que, desde luego, tenemos mucho que batallar.
Pero vamos al asunto que nos ocupa. ¿Es positiva o es negativa para Aragón la creación de este organismo autónomo? Nosotros creemos que puede ser positiva —digo «puede ser positiva»— porque, evidentemente, es cierto que la ley prácticamente solo es una ley de creación de un organismo autónomo, con algunos aditamentos, pero nosotros consideramos que puede ser positiva para el desarrollo de las enseñanzas artísticas superiores la creación de este organismo autónomo que dé, por una parte, relevancia, relevancia, que saque un poco de la clandestinidad a estas enseñanzas, que las sitúe en un primer plano, que obligatoriamente eso comportará una mejora en la dotación económica; es impepinable —permítanme esta vulgar expresión— que, cuando uno crea este tipo de instrumentos, al final eso supone una mejora en las dotaciones económicas y en la valoración de los profesionales, tanto los docentes como los futuros profesionales, que salgan de estos estudios.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Señor Lacasa, le ruego vaya terminando.
El señor diputado LACASA VIDAL: Sí, voy terminando, señor presidente.
Ese será, sin duda, un elemento positivo y una buena noticia para los que vayan a ser futuros profesionales, porque para eso están en el grado superior de las artes plásticas, de la música, de la danza, del arte dramático, del diseño, de la restauración, etcétera, de todas estas funciones tan importantes para una sociedad moderna y avanzada en el siglo XXI como son las artes en general.
Desde luego, habrá que hacer alguna tarea de encaje. Nosotros hemos presentado también enmiendas parciales que intentan suplir lagunas y carencias de la ley, incluso errores de la ley, y espero que, junto con las enmiendas de otros grupos, podamos, sin duda, llevar a buen puerto la tramitación de esta iniciativa legislativa.
Tenemos particular interés en que se contemple una disposición adicional nueva que nuestro grupo plantea que está generando expectativas, sobre todo en el ámbito de la ciudad de Zaragoza, cuando hablamos de las enseñanzas de Arte Dramático y de Danza. Tenemos unas enseñanzas sostenidas por el Ayuntamiento de Zaragoza que, históricamente, cuando no había comunidad autónoma, las puso en marcha pero que hoy tienen problemas evidentes para su sostenimiento. Y hay que buscar, y esa disposición adicional lo plantea, un acuerdo DGA-Ayuntamiento de Zaragoza para que la Escuela de Arte Dramático del ayuntamiento, la Escuela Municipal de Teatro y también la Escuela de Danza puedan ser integradas dentro del sistema autonómico, den lugar a título oficial y eso suponga un salto adelante en los profesionales del teatro de nuestra comunidad autónoma y también en los profesionales de la danza. Porque, realmente, es muy triste pensar que tenemos un ballet clásico de Zaragoza o que podemos tener un gran centro dramático de Aragón y que no tengamos una estructura formativa superior tanto de la danza como del teatro adecuadamente estructurada en nuestra comunidad autónoma. Es un elemento para nosotros primordial.
Por lo tanto, señorías, nuestro grupo va a dar un voto de confianza a la toma en consideración de la ley pensando que es más lo positivo que lo negativo, que es mejor actuar que permanecer inmóviles, y que nos lo agradecerán los profesionales que vayan a salir de estos centros dramáticos, de estos centros superiores de artes, que, sin duda, se beneficiarán de esta iniciativa. Y lo que les planteo a los grupos del Gobierno es que queda tiempo en esta legislatura y que, desde luego, si damos este paso, a mí me gustaría que esta ley pudiera salir adelante. Nuestro compromiso va a estar en trabajar en la ponencia para que ello pueda ser así.
Muchas gracias.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señor Lacasa.
En nombre del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, tiene la palabra su portavoz, la señora Blasco.
La señora diputada BLASCO NOGUÉS: Gracias, presidente.
Señorías, adelanto que el Grupo Parlamentario del Partido Aragonés va a votar en contra de las dos enmiendas a la totalidad de devolución del proyecto de ley presentado anteriormente por la consejera de Educación.
No es la primera vez que, desde esta tribuna, esta portavoz ha comentado el rechazo hacia enmiendas a la totalidad a cualquier proyecto de ley. En principio, las enmiendas a la totalidad están reguladas en el Reglamento de esta cámara en su artículo 123, y hay que tener en cuenta también que dice que serán presentadas por los grupos parlamentarios, y en este caso, por supuesto, por la oposición. Por simple coherencia y por las formas, tan importantes, que en democracia son fundamentales, es lógico que un partido que es y está en el Gobierno rechace la enmienda a la totalidad.
Pero lo que sí le debo decir también es que, dentro de lo que son las enmiendas parciales presentadas por los grupos de la oposición, estas ciento seis enmiendas, yo creo que sí que habrá que estudiarlas y habrá que trabajar en la ponencia si son rechazadas estas enmiendas a la totalidad. Creemos desde el PAR que en las ponencias se está trabajando a gusto y en coherencia y es precisamente con esas enmiendas parciales con las que podremos ratificar, rectificar y mejorar el texto que hoy nos presenta el Gobierno.
Pero no solo el razonamiento de nuestra negativa a las enmiendas a la totalidad es que estamos y somos gobierno, sino que también las justificaciones que presentan los grupos que desarrollan la enmienda a la totalidad, como digo, nos basamos en su rechazo, puesto que hay que decir que una de las razones —que no compartimos, por supuesto, con el Partido Popular— incide en que no hace falta legislar en Aragón este sector porque para ello tenemos el Gobierno central, para que nos realice y nos desarrolle las sucesivas leyes. Debo decir como Partido Aragonés que, al igual que hemos dicho aquí que la LOGSE, y ya antes la ley Villar, en el año setenta, iniciaba una normativa muy sugerente pero muy básica y muy primaria sobre el tema de las enseñanzas artísticas, la perspectiva que en el año noventa levantó la LOGSE era realmente apasionante en este tipo de educación que no estaba contemplada hasta entonces.
La LOGSE no se llevó a cabo en el desarrollo, precisamente en esa normativa que el Estado debía realizar en el desarrollo de la LOGSE, no se hizo, y, por supuesto, la actual LOCE, la aprobada por esa mayoría aplastante del Partido Popular, en la cual no contaron con las diferentes comunidades autónomas, y este grupo también lo denunció así en esta cámara, tampoco contempla, como se ha dicho aquí, el desarrollo de dichas enseñanzas artísticas.
Por ello, a tenor de nuestro Estatuto del año 1996, en el artículo 36, cuando habla de la educación, o en el artículo 42, cuando habla de la competencia organizativa que tiene la comunidad autónoma para organizar su Administración, está claro que estamos cumpliendo con este proyecto de ley no solamente las competencias que tiene nuestro Estatuto de Autonomía, sino también el principio constitucional del artículo 149.1.18, que habla precisamente de las competencias que debe desarrollar nuestra comunidad autónoma al tener transferida la educación. Por ello, creemos que la base de la iniciativa de la enmienda a la totalidad del Partido Popular no tiene razón suficiente para ser respaldada y apoyada.
Con respecto a la enmienda de Chunta Aragonesista, la vamos a votar también en contra porque yo diría que estamos en contra de todos los argumentos que aparecen en la enmienda. Nos parece propio que una ley que sea para organizar realmente organice a través de un instituto. Así se dice que se enmarca, como todos los institutos que han dicho aquí, lo ha dicho el propio portavoz de Chunta Aragonesista, se han desarrollado y se han creado montones de institutos que dependen de la comunidad autónoma y éste será uno más, uno que yo creo que servirá precisamente para coordinar, para impulsar, para comenzar a desarrollar esa normativa que debe desarrollarse en esas enseñanzas tan peculiares y singulares como son las enseñanzas artísticas.
Tampoco estamos de acuerdo en que digan que este sector no es prioritario, que dentro de las urgencias educativas esto es… Nosotros creemos que no, siempre hemos dicho también desde el Partido Aragonés que todo lo que es educación es prioritario y hay que atacarlo precisamente en los diferentes frentes, y ahora lo que nos tocaba era la educación superior en el tema de las artísticas.
Y tampoco nos parece un razonamiento el decir el que, como son pocos, tampoco merece mucho la pena. Es decir, nosotros también creemos que, a lo mejor, al ser pocos los centros, tenemos más posibilidades de que haya esa coordinación y de que se dé ese primer paso, que será muy importante.
En el PAR creemos que esta ley va a suponer un gran paso. Esperemos que en la ponencia, repito, podamos desarrollar y mejorar el texto, que seguramente será mejorable, y demos precisamente solución o, en principio, caminemos o trabajemos en lo que nos queda de legislatura para poder ofrecer al sector de la educación superior de enseñanzas artísticas ese organismo importante, que creo que será el primero de las comunidades autónomas, y aquí, en Aragón, sí que seremos precisamente los que llevemos esta bandera.
Nada más y gracias.
El señor vicepresidente primero (ESTEBAN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora Blasco.
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Franco.
El señor diputado FRANCO SANGIL: Gracias, señor presidente.
Señorías.
Yo creo que hay que centrar el debate en su justa medida. El Grupo Socialista entiende que era necesario regular las enseñanzas artísticas de grado superior, y es algo que está demandado, que sigue demandándose y que se ha demandado hace mucho tiempo, no solamente en la sociedad aragonesa, sino en el conjunto del territorio del Estado.
El Grupo Socialista no se siente en absoluto desvinculado del proyecto de ley que en este momento se plantea, por razones evidentemente obvias, pero también porque la LOGSE fue la que dio la importancia y la regulación y la extensión de la regulación necesaria a unas enseñanzas, como son las artísticas, que habían quedado a lo largo del siglo XX reguladas por un decreto que no sistematizaba ni regulaba adecuadamente las enseñanzas artísticas. No sé si eso contestará a algunas de las intervenciones que se han producido por parte de los grupos que han enmendado la totalidad del proyecto. Lo digo porque, respecto a las enseñanzas artísticas, en la propia LOGSE se establece una diferencia sustancial en lo que son los grados elemental y profesional y el grado superior. Precisamente al grado superior se le da unas características especiales y se le da una connotación de equivalencia a estudios y titulaciones universitarias que, evidentemente, hay que tener en cuenta.
Por lo tanto, no hay que ver como algo separado del conjunto, sino separado de lo que son los parámetros normales, generales del sistema educativo, porque es que la propia ley le ha dado esa atribución y le ha dado esas características. Lo digo porque el portavoz de Chunta Aragonesista decía que no entendía como el Partido Socialista, como el Grupo Socialista… El Grupo Socialista mantiene la unidad del sistema, mantiene los parámetros del sistema general de educación, pero, evidentemente, el propio Grupo Socialista en su momento definió y la propia ley que generó a iniciativa del Grupo Socialista genera y atribuye al grado superior unas características especiales. Y eso hay que verlo de esa manera; si no, no responderemos realmente a las necesidades que hay en este momento de regular ese tramo de las enseñanzas artísticas, en concreto las superiores.
Pero es que la LOPEGCD, la ley de participación, evaluación y gestión, le da también a este tramo, a este grado superior de enseñanzas artísticas, el carácter de ser unos centros que tengan que ver con unas enseñanzas que van vinculadas a la investigación. Por lo tanto, no es nada extraño que de alguna manera se intente ver este tramo de grado superior con unas características singulares, con unas características que tienen que responder también a un alumnado que no es de la misma homogeneidad que en el sistema general, y a un profesorado que no debe responder a unos parámetros más rígidos que los que estas enseñanzas requieren.
Digo esto porque, de alguna manera, lo que nos interesa decir al Grupo Socialista en este momento es que lo que quedaba desde el año noventa era regular esta parte fundamental de las enseñanzas artísticas. Y esa es la voluntad, entendemos, del Gobierno de Aragón: presentar un proyecto de ley que intente dar respuesta a una demanda de las enseñanzas artísticas.
Evidentemente, el Partido Popular no responde a esta voluntad. Yo quiero recordarle señora Calvo, que, en la anterior legislatura, en el Congreso de los Diputados se aprobó una proposición no de ley por unanimidad de todos los grupos en la que se instaba al Gobierno de la nación, en coordinación con las comunidades autónomas, para regular una ley básica de enseñanzas artísticas superiores. No sé por qué no lo ha hecho, evidentemente eso es pasado, pero ahí está demostrada la voluntad en su momento de poder regular una ley de bases en este sentido, que ya lo demandó toda la sociedad representada en todos los grupos de la cámara baja del Estado.
Pero, además, en este momento presente, ya no estamos hablando de hace unos años, ustedes han perdido la oportunidad de regular, de dar respuesta a este tramo educativo de las enseñanzas artísticas con la ley de calidad. Si en el pasado no lo han hecho, si en el presente no lo hacen, difícil vemos que lo hagan en el futuro porque, tal y como está el movimiento de los artistas en este momento, no excesivamente vinculados al pensamiento oficial, creo que a lo mejor tendrán alguna dificultad allí para hacerlo.
En definitiva, lo que está claro es que el Gobierno de Aragón ha dado respuesta a una demanda, quiere dar respuesta a una demanda. Yo no sé a qué se refería el señor Bernal cuando hablada de trastienda y de intereses, pero sí que me gustaría que me lo aclarara porque yo, evidentemente, no lo sé, y, claro, estas cosas… lo que peor me sabe a mí es que me cojan con el pie cambiado, vamos a ver qué hay de trastienda, qué hay de intereses. Pero, en definitiva, yo creo que son cosas que podemos hablar y usted me las aclara.
En cuanto al control, no se preocupe, el control tendrá que ser siempre de esta cámara. Esta cámara es, en definitiva, la que tiene que controlar todo el sistema educativo aragonés en su conjunto, y específicamente el tramo del que estamos en este momento hablando hoy en esta cámara.
La señora Calvo decía en su intervención que qué prisas, que qué urgencias, tal... Bueno, la ley de la ciencia, que se calificó en esta cámara en los primeros días de julio, si quitamos los meses de julio y agosto, no hábiles, esta se califico, de la que estamos hablando, a primeros de noviembre… hay una diferencia de dos meses, que tampoco creo yo que sea algo que vea… Yo no veo ahí algo distinto, pero también se puede hablar y me lo puede usted aclarar.
Y en cuanto al tema de los convenios con la universidad, convenir, en definitiva, es ponerse dos o más partes de acuerdo en algo. Yo creo que el proyecto de ley no invade nada de la universidad, lo que hace es solicitar mediante convenio ayuda a la universidad para que responda a un tramo de grado superior que tiene alguna vinculación con la universidad. En definitiva, también la agencia de calidad y de evaluación del sistema universitario se creará por esta cámara. Por lo tanto, no veo ningún atisbo de dificultad en el control por parte de lo que usted ha manifestado.
Lo único que pretende el Grupo Socialista en este momento, desde luego, es invitar a los grupos a que en ponencia se puedan resolver los aspectos que puedan ser en principio preocupantes o no vistos claros por parte de alguien, y llegar a acuerdos, el Grupo Socialista, como siempre, estará dispuesto a llegar a ese acuerdo y a ese consenso.
Y, en definitiva, no me queda más que felicitar al Gobierno por la valentía de regular un tramo que no se ha atrevido el Gobierno de la nación a regular, cuando, evidentemente, tenía todas las capacidades para poder hacerlo.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.
Hemos agotado, pues, el debate y vamos a proceder a la votación, a las votaciones.
Señorías, en primer lugar, procederemos a la votación de la enmienda del Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista.
¿Votos a favor de la enmienda de Chunta Aragonesista? ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? Ha obtenido treinta y un votos a favor, treinta y cuatro en contra y ninguna abstención.
Procedemos ahora a la votación de la enmienda del Grupo Parlamentario Popular.
¿Votos a favor? ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? También es rechazada porque ha obtenido treinta y un votos a favor, treinta y cuatro en contra y ninguna abstención.
Se abre un turno de explicación de voto si sus señorías necesitan. Gracias.