Intervinienen: Díaz Calvo, María Eugenia - Guillén Izquierdo, Vicente - Martinez Romances, Carmen - Domínguez Bujeda, Ramiro - Herrero Herrero, María - Villagrasa Villagrasa, Darío - Ledesma Gelas, Fernando
La señora PRESIDENTA: Siguiente punto: comparecencia del consejero de Presidencia, a solicitud de los catorce diputados del Grupo Parlamentario Podemos Aragón, para informar sobre el bloqueo del Gobierno a la reforma de la CARTV y el agotamiento del actual modelo de gestión, con varios conflictos laborales y pérdida de audiencias.
Tiene la palabra la señora Díaz, portavoz del Grupo Parlamentario Podemos Aragón.
Comparecencia del consejero de Presidencia para informar sobre el bloqueo del Gobierno a la reforma de la CARTV y el agotamiento del actual modelo de gestión, con varios conflictos laborales y pérdida de audiencias.
La señora diputada DÍAZ CALVO: Gracias, presidenta.
Buenos días, señor consejero. Y me permitirá el guiño de darles los buenos días a todos esos trabajadores y trabajadoras que, probablemente, de todo lo que usted y yo hablemos hoy saquen algún video o lo transformen en algún trocito de audio de nuestra televisión y radio pública. Les doy también los buenos días allí donde nos estén siguiendo.
Hoy le hacemos comparecer en esta Cámara, señor Guillén, por un aniversario en concreto. El sábado pasado, el día 27 de mayo, cumplió un año la publicación de la Ley 4/2016, que a su vez modificaba la Ley 8/1987, de creación, organización y control parlamentario de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión Pública. Esta ley era el fruto de un año de trabajo en primera instancia de su Gobierno y después de los grupos parlamentarios en esta Cámara, que transformaban en ley un punto de eso que pasó a llamarse mediáticamente «el dichoso decálogo» de nuestro acuerdo de investidura y que permitió al presidente —que ahora no nos acompaña aquí— y, en su caso, ser el consejero de Presidencia.
En ese dichoso decálogo, en el punto 10, abordábamos la problemática de la televisión y la radio pública. Y pondré un poquitín en antecedentes porque han pasado dos años y muchos debates entre medio, treinta y cinco plenos, y quizá no nos acordamos de lo que hablábamos en ese momento.
Mi grupo consideraba que una normativa del ochenta y siete para una televisión, dados los cambios que habían acontecido en nuestro país, y sobre todo en los medios de comunicación, hacía necesario que se fueran actualizando todas esas normativas. Además, entendíamos que no podíamos sostener una televisión y una radio que estuviera basada en una externalización de servicios que provocara una precarización continuada del trabajo como forma de hacer sostenible un medio público.
En aquel acuerdo, firmado por ustedes y por nosotros, planteábamos cuestiones fundamentales como un estudio para la internalización de los servicios informativos, con la participación de la universidad, de los trabajadores, de las productoras... Esa propuesta se transformó en el artículo 19 de la ley, que a su vez se convirtió en una disposición adicional de la ley fundamental. Y ya me contará en qué ha quedado ese estudio, porque igual luego más adelante podemos hablar de qué ha pasado con ese estudio de internalización.
Pedíamos cuestiones también como la modificación del nombramiento del director general de la Corporación porque creíamos que era fundamental garantizar la despolitización y la independencia de este órgano.
Recuerdo también que en ese «dichoso decálogo» planteábamos cuestiones como abordar de manera inmediata un plan de renovación de instalaciones y tecnología de la Corporación por dos cuestiones fundamentales: por un lado, para garantizar que los trabajadores trabajaran en unos espacios adecuados, y, por otro, para asegurar una buena calidad de la emisión. También me contará en qué ha quedado ese plan de renovación de instalaciones y tecnología, que se convirtió en una disposición adicional de la ley del ochenta y siete y que me da la sensación de que la verdad es que se nos ha quedado en casi nada.
Al final, lo que hemos tenido en estos dos últimos años ha sido un año para conseguir aprobar una ley con el acuerdo del decálogo y un año después no tenemos aplicada esa ley que entró en vigor en ese mayo del 2016 y la situación se nos está complicando. Y sirva de ejemplo para ello la situación de muchos trabajadores y trabajadoras, que no para de empeorar dentro de la televisión.
Empecemos por alguno de los incumplimientos que resultan llamativos porque no hubieran costado ningún esfuerzo. La constitución por parte de su Gobierno del consejo asesor, que es un órgano de participación de sectores y de la sociedad civil dentro de la Corporación, al estilo un poco de cómo lo tiene la televisión de la BBC escocesa, algo así como un espacio donde alguien asegure la neutralidad, la imparcialidad, el trámite equilibrado de las cuestiones, mediante la implicación de la sociedad civil y la participación en este espacio. Pues bien, tenían que proponer dieciséis nombres de siete sectores y yo entiendo que esto puede costar un par de días, que esto puede llevar unos meses de trabajo, pero un año, un año entero sin tener constituido el consejo asesor me resulta llamativo y da a entender que hay cierto desdén en la puesta en marcha de esta ley y que tendríamos que levantarla un poco.
Pero si no generaba ningún conflicto poner en marcha el consejo asesor y no se ha puesto en marcha, pues ya nada le digo de los conflictos laborales que son efecto de la precarización de un servicio público que en última instancia está sosteniendo con fondos públicos que haya muchos trabajadores con una pérdida continuada de derechos. Como supongo que usted sabrá y sabrán todos los que nos acompañan en esta Cámara hoy, hay dos conflictos abiertos con las contratas de Aragón Televisión: uno con la empresa TSA (Telefónica Servicios Audiovisuales) y otro con Inevent, propiedad del Grupo Henneo.
Respecto a este primer conflicto, el primer conflicto laboral del TSA, de la filial del grupo Telefónica, estos son los que se encargan del mantenimiento y la operación técnica de Aragón Televisión y Aragón Radio, y lo que denuncian los trabajadores es que llevan once años en régimen de precarización continuada, que los beneficios de las empresas de las contratas nunca han revertido en sus condiciones laborales, y además piden cosas tan sencillas como que se les reconozca la antigüedad, que creo que es un derecho laboral básico, que se les den compensaciones por fines de semana y festivos, que se les mejoren las condiciones en la prevención de riesgos laborales o que se pongan medidas de apoyo a la conciliación de la vida personal y familiar, y creo que estas son cuestiones bastante de sentido común.
Pero lo mismo nos ocurre con el conflicto que está teniendo Inevent, una subcontrata de las contratas de Factoría Plural. Son, para que nos entendamos, todos las cámaras de algunos de los programas de la televisión pública. Estos realizaron paros parciales a lo largo del mes de mayo, anunciaron una huelga que finalmente se desconvocó. Pero planteémonos qué pedían para ver la gravedad del asunto. Pedían cosas tan simples como preguntar qué había pasado por los tres despidos recientes sin causa, por un traslado forzoso, denunciaban modificaciones en las condiciones de trabajo, posible fraude en la contratación, pedían compensaciones económicas por los trabajos en los fines de semana y algún tipo de subida salarial después de once años de congelación salarial.
Lo preocupante de estos dos casos es que responden a una forma de entender los servicios públicos, en este caso afectando a la televisión y radio aragonesa, y es que, mediante la externalización, estamos sistematizando un modelo de precarización laboral como forma de gestionar lo público. Y eso es malo no solamente para las condiciones laborales de los propios trabajadores, sino que es inoperante porque nos está dando como resultado que la televisión no consigue adaptarse a los nuevos tiempos, no consigue mejorar la calidad y solo se adapta a los recortes presupuestarios, ofreciendo a la baja salarios. La verdad es que es decepcionante que tengamos que tener una televisión sostenida en estos términos.
Además, en el propio decálogo, parte de estas cuestiones que plantean las subcontratas ya lo planteábamos porque apostábamos por la inclusión de cláusulas sociales para la mejora de las condiciones laborales y materiales en los contratos que se produjeran dentro de la Corporación, igual que favorecer la pluralidad de concurrencia de empresas, cosa que, como sabemos, tampoco está ocurriendo.
Además de ser decepcionante esto, habrá que reconocer y tendremos que reconocer aquí que algo está pasando y que algo estamos haciendo mal porque tenemos un modelo inadaptado aun a costa de que los trabajadores trabajen bastante peor, porque las audiencias empiezan a delatar hacia algún sitio no estamos aprendiendo a caminar bien. Las audiencias de los últimos años no paran de bajar, hemos perdido 2,5 puntos de audiencia en nuestra televisión desde 2013 y este descenso continúa y continúa y tenemos entretanto una ley que podría ser la solución o que por lo menos podría hacer que agentes de la sociedad civil entraran a asesorar mediante el consejo asesor y no se está poniendo en marcha.
Hay que reconocer un recorte del presupuesto en la propia Corporación, pero es cierto que la gestión que se ha hecho de ese recorte, en vez de ser imaginativa, ha sido un mecanismo de gestión que ha consistido en que la precariedad sea la que pague esos dieciséis millones de media anuales de recorte en la televisión. Es necesario por lo tanto que afrontemos la situación con algo más de solvencia, y más teniendo una ley y una normativa que permite que podamos dar esos pasos y avanzar.
Porque, en última instancia, de lo que estamos hablando aquí, además de la situación de los trabajadores y de los derechos laborales, es de un derecho dentro de cualquier democracia que se precie, y es que creo que todos los ciudadanos se merecen unos medios de comunicación públicos, autónomos, despolitizados y, sobre todo, de calidad como pieza fundamental y central para sostener también dos derechos que creo que nos hemos ganado en estos cuarenta años de democracia como son el derecho a la información y el derecho a la libertad de expresión, y eso se garantiza con un sistema de radiotelevisión pública y de calidad.
Además, es el acceso a la información veraz y el acceso a la información independiente y a un entretenimiento de calidad. Es algo a lo que nos comprometimos con todos los aragoneses y tenemos que asegurar que así sea y que llegue a todo el territorio. Es un contrato y es una apuesta contraída con la ciudadanía que lleva desde el ochenta y siete sin reformarse, que esta Cámara transformó en ley y faltan muchas cosas por hacer.
Yo le pediría que nos contara en esta primera intervención qué ha pasado con alguna de esas previsiones, qué ha pasado con el informe de internalización, qué ha pasado con las cláusulas sociales que no están, qué ha pasado con el consejo asesor. Y en el segundo turno le preguntaré más en concreto algunas de las cuestiones o de las acciones llevadas a cabo respecto de las que no estamos de acuerdo en cómo se están desarrollando.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Díaz.
Señor consejero, tiene usted la palabra.
El señor consejero de Presidencia (GUILLÉN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora presidenta.
Señora Díaz, le agradezco mucho el tono de su intervención, que nos tiene que servir para ver cómo vamos avanzando en este servicio público de calidad, sostenible, que todos queremos para nuestra televisión y para nuestra radio pública.
Pero usted ha pedido mi comparecencia con dos reproches, llamémosle así: el primero de ellos es el bloqueo que, según usted, existe en el desarrollo de la primera ley que aprobó esta Cámara en esta legislatura, y lo quiero poner en valor, y, en segundo lugar, alguna discrepancia que tiene usted respecto al modelo vigente.
Respecto al bloqueo, quiero negarle la mayor. Por parte del Gobierno no existe ningún bloqueo hacia el desarrollo de esta de esta ley, que le diré que nace fundamentalmente para modificar aquellos aspectos de la misma que sirven para reforzar la profesionalidad, la independencia, señoría, la igualdad, la transparencia y la representatividad de las personas que forman parte de los órganos principales de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión. Y para eso modificamos la anterior ley en algunos aspectos que son sustanciales. A alguno de ellos no se ha referido usted, pero me parece que es por lo que tenemos que empezar.
El primero de ellos es la modificación en la composición del Consejo de Administración y la elección, nombramiento, incompatibilidades y cese de sus miembros. Porque, si no modificamos o cambiamos el Consejo de Administración, a partir de ahí ya todo puede ser sujeto a eso que usted llama «bloqueo de la televisión». Y quiero decirle, señoría, no por quitarme yo ningún tipo de responsabilidad, que no es mi intención, pero para dejar las cosas en su justo término, que lo que dice el artículo 5 de la ley es que: «El Consejo de Administración estará compuesto por dieciséis miembros, de los cuales quince serán elegidos para cada legislatura por el Pleno de las Cortes de Aragón, por mayoría de dos tercios, entre personas de reconocida experiencia profesional en el ámbito de la comunicación [...], observando una composición equilibrada entre hombres y mujeres». Por lo tanto, no me acusará usted a mí, como representante del Gobierno, de que el Consejo de Administración, que tenía que haber sido nombrado por el Pleno de esta Cámara, no esté en funcionamiento. Y si no tenemos el Consejo de Administración en funcionamiento, pues empezamos a tener algún problema respecto a eso que usted llama «bloqueo» en el desarrollo de la ley.
Es verdad que yo tengo alguna duda, que quiero además que nos sirva para aclararlo. Porque, cuando usted me dice «no han sido capaces de nombrar el consejo asesor», del que va a salir el miembro dieciséis del Consejo de Administración, yo tengo alguna duda que ojalá podamos solventar esta mañana. Porque, si yo tengo un mandato o del debate que tenemos usted y yo surge que tiene que ser el Gobierno el responsable de nombrar a los miembros del consejo asesor, le puedo asegurar que mañana mismo me voy a poner a hacerlo sin ningún tipo de problema.
Pero, claro, el artículo 13 dice: «El Consejo Asesor es el órgano de participación de la sociedad civil en la Corporación. El Consejo Asesor estará compuesto por dieciséis miembros, ratificados por las Cortes de Aragón, a propuesta de las entidades o instituciones en él representados, conforme a la siguiente composición:». Y, claro, ¿cuál es la duda que tiene este consejero? La duda que tiene este consejero es que, si, cuando nosotros hicimos la modificación de esta ley, lo que queríamos era luchar por la independencia de la CARTV y para eso lo fundamental era que el Gobierno, con perdón de la expresión, no metiera mano en la televisión y que esta televisión fuese regida en cualquier caso por el Pleno de la Cámara, la pregunta que nos tenemos que hacer es, si es el Gobierno el que va a nombrar a los miembros del consejo asesor, igual alguien dice que nosotros estamos vulnerando ese principio de independencia que queremos para nuestra televisión. Si no es así, lo comentaremos. Porque, reitero, a partir de mañana, si el responsable es el consejero de Presidencia, me pongo a trabajar para el nombramiento de estos miembros del consejo asesor, que creo que no debería de ser una cosa harto difícil, pero esa es mi duda.
Bien. ¿Dónde tiene que trabajar el Gobierno de Aragón según la nueva ley? Pues el Gobierno de Aragón tiene que trabajar fundamentalmente en garantizar el equilibrio financiero de ente público de la radio y televisión o de la CARTV y tiene que trabajar también en la elaboración de un nuevo contrato-programa, que ese es el elemento sustancial sobre el que se sujeta, desde el punto de vista económico y funcional, la radio y la televisión pública. Y debo decirle al respecto que se han producido ya las primeras reuniones y que ese contrato-programa lo presentará el Gobierno en esta Cámara antes de finalizar el año, que es cuando termina, por cierto, el contrato-programa, que sigue vigente hasta este año 2017. Y creo que ahí tendremos que tener las discusiones oportunas porque del contrato-programa se deriva, evidentemente, que tengamos una televisión para los tres próximos años, una televisión sostenible, una televisión equilibrada financieramente y una televisión de calidad, que es lo que todos intentamos perseguir.
Respecto al modelo de televisión, mire, señoría, yo no sé si coincidiremos su señoría y yo o no coincidiremos, pero el problema que tiene el Gobierno con el modelo de televisión es que lo único que ha hecho es desarrollar un modelo aprobado por estas Cortes de Aragón, que en el año 2012 aprobó una proposición de ley, si no me equivoco, que dice: «Las Cortes de Aragón manifiestan su disconformidad a que se adopten las nuevas posibilidades de gestión que abre la modificación de la Ley general de comunicación audiovisual, incluida la privatización», dice aquella proposición de ley. Y continúa: «Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón [...] a mantener el actual modelo de gestión de radiotelevisión pública aragonesa, basado en criterios de eficacia y eficiencia, la prestación de un servicio público de calidad, la generación de empleo en el sector y la vertebración territorial, mediante fórmulas que garanticen la máxima estabilidad presupuestaria posible, incluida la firma de un contrato-programa».
Por lo tanto, ¿cuál es el modelo que tiene el Gobierno de televisión pública? Este, el que han dicho las Cortes. Y si estas Cortes, a través de su Pleno, quieren cambiar ese modelo, lo pueden hacer perfectamente y el Gobierno no tendrá más remedio que cumplir lo que digan las Cortes, sin ninguna duda. Pero quiero que sepa que nuestro modelo es el modelo que plasmaron las Cortes de Aragón en esa iniciativa legislativa en el año 2012.
¿Ese modelo ha sido un modelo de éxito? Yo creo que ese ha sido un modelo que ha hecho que nuestra televisión funcione relativamente bien. Evidentemente, es una televisión que alguna carencia tiene, pero creo que podemos estar orgullosos los aragoneses del modelo de televisión que tenemos en estos momentos, un modelo en el que, por cierto, se fijan ya otras televisiones autonómicas que no han tenido tanta fortuna en el desarrollo de su propio modelo. Y no debe de ser muy mal modelo cuando los proyectos de presupuestos desde el año once hasta el dieciséis se han aprobado por todos los miembros del Consejo de Administración sin ningún voto en contra, cuando los seis últimos ejercicios presupuestarios se han cerrado con superávit y sin recurso a deuda, cuando ha permitido una reducción de la aportación del Gobierno de Aragón en un 23%.
Es verdad que usted hacía alusión a que precisamente esa baja aportación posibilita que haya algún problema en las percepciones que reciben los trabajadores. Y yo creo que ahí podíamos trabajar también en el siguiente contrato-programa para ser capaces entre todos de mejorar las condiciones que tienen estos trabajadores que ejercen su actividad a través de empresas externalizadas, algún margen creo que hay. Pero esa reducción de la aportación del Gobierno ha supuesto destinar a la CARTV 0,8 céntimos por cada euro de gasto. Por lo tanto, la CARTV le cuesta a cada aragonés 33,6 euros al año o, lo que es lo mismo, nueve céntimos al día, una cifra que podemos comparar, y saldríamos ganando con distancia, con el coste que tienen otras televisiones autonómicas y sobre todo con el coste que tienen las televisiones que operan en el ámbito europeo respecto a la televisión nuestra.
Por lo tanto, yo solo les invito a que ustedes se den una vuelta por los balances de los resultados anuales de otras televisiones autonómicas, por su déficit anual, por la deuda que han acumulado en estos años, para terminar afirmando tajantemente que tenemos una televisión pública sostenible, ajustada a nuestras posibilidades, que es la cadena más eficiente en cuanto a aportación económica por punto de audiencia, que oscila entre la tercera y cuarta cadenas más vistas entre las doce alternativas, a pesar también de la crisis en los ingresos comerciales que le han afectado en estos últimos años.
Decía usted: hay conflictos y divergencias laborales. Estoy de acuerdo y a veces yo creo que algunas de sus señorías tienen la costumbre de intentar siempre reunirse con la parte más afectada. Lo tienen que hacer, evidentemente, porque ustedes representan a toda la sociedad. Pero, miren ustedes, ni es la primera ni la última vez que habrá conflictos laborales entre los trabajadores y las empresas. Y los conflictos laborales no los puede solucionar el Gobierno, la resolución de los conflictos laborales la tienen que hacer las partes, la empresa con los trabajadores a través del desarrollo del Estatuto los Trabajadores. Y, cuando no se llegue a acuerdos, existen fórmulas jurídicas a través de los tribunales de lo social, que es donde se tienen que dirimir las controversias que haya en las relaciones laborales, reitero, empresa y trabajador.
El Gobierno está dispuesto a hacer algo que puede hacer, y es que en los próximos pliegos de condiciones que se saquen tenemos que tener margen suficiente [corte automático de sonido] para que entre los beneficios de las empresas...
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor consejero.
El señor consejero de Presidencia (GUILLÉN IZQUIERDO): ... que los tienen —solo medio segundo, presidenta— y en estos momentos las percepciones y las condiciones laborales pueda haber un margen que favorezca un trabajo también para los trabajadores de las empresas externalizadas que les permita hacerlo con dignidad y que les permita tener unos salarios con los que puedan vivir dignamente.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor consejero.
Señora Díaz, tiene la palabra.
La señora diputada DÍAZ CALVO: Gracias, presidenta.
Hombre, yo creo que sacar pecho así, como estrategia, de que la Corporación tenga superávit o haya tenido beneficios cuando, probablemente, los cámaras que estén grabando parte de nuestra intervención están trabajando en precario me parece a mí como mínimo llamativo. Porque yo entiendo que, cuando una corporación pública como es el caso de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión tiene superávit, tiene beneficios, no tendría que consentir de ninguna de las maneras que los trabajadores trabajaran en las situaciones de precariedad en las que trabajan, entre otras cosas porque es un servicio público. Y aquí habla de que se arreglen entre las partes como si en última instancia los contratantes de aquellas partes que están en disputa no fueran directamente la Administración pública.
Y esto ya lo hace también la consejera de Economía y nos resultó llamativo cuando lo hizo con el conflicto de las limpiadoras, como si nosotros no fuéramos responsables de aquellas contratas a las que contratamos a sabiendas de que subcontratan, como es el caso de Factoría, que es la que está subcontratando a las empresas que actualmente se encuentran en la situación en la que se encuentran, con un 90% de plantilla subcontratada en una Administración pública. Esto no es para enorgullecerse.
Y no podemos enorgullecernos con las grandes cifras porque al final las grandes cifras siempre maquillan cuestiones de precarización que se nos están olvidando. Los propios sindicatos denuncian que la Corporación es consciente de que está habiendo conflictos laborales, de que está habiendo incumplimientos de la legislación laboral, de que se están dando procesos continuados de precarización y, además, de que esto se está generalizando durante el tiempo y de que no se está haciendo nada. Y en última instancia, como Administración contratante que somos de todos estos servicios, creo que algo más tendremos que decir, y además porque tenemos un marco legal que nos permite decirlo.
Hablaba usted del contrato-programa y aquí me interesa que salga a la luz el contrato-programa porque el artículo 16 de esa ley, que ya tiene un año, contemplada que el propio contrato-programa tenía que incluir un plan de renovación de instalaciones, del que no se ha dicho nada. Y yo podría entender en última instancia que lleváramos un año sin ese plan desarrollado porque iban a hacerlo depender de este nuevo contrato-programa, pero no han dicho nada, en esta intervención no ha dicho nada, señor Guillén. Y de nuevo no es solamente un problema de en qué situaciones se encuentran los trabajadores y trabajadoras trabajando en unos espacios que no están adecuados a la perfección o que no están adecuados para desarrollar el trabajo, es que es más grave, es que está en riesgo una emisión de calidad de un servicio público.
Hablaba también por otro lado del bloqueo en el nombramiento del Consejo de Administración y yo me he cuidado mucho de no introducir eso en mi intervención, entre otras cosas porque la ley me la sé y sé a quién le corresponde el nombramiento del Consejo de Administración, y donde corresponde, que es en la Junta de Portavoces, he manifestado mi malestar por el retraso que estamos teniendo en este nombramiento. Nuestro grupo ya tienen a sus ponentes nombrados, ya los hemos propuesto varias veces para que se llevara a cabo en la Junta, y eso es algo que corresponde a la dinámica entre grupos parlamentarios. Pero usted sí que tiene parte de responsabilidad y me preocupa que piense y que interprete que, cuando la Administración media para la elección del consejo asesor, ustedes están metiendo la mano en la tele. No, uno puede hacer mediación, uno puede impulsar los nombramientos para ese consejo asesor, que en última instancia dependerán de la ratificación de esta Cámara, pero, hombre, entre mediar e impulsar y meter directamente la mano y nombrar a los suyos creo que hay un margen, y es el que recogía esta propia ley.
¿Cómo se hace ese nombramiento por parte del Gobierno? Como hace..., y me apena que no esté la consejera de Innovación porque quizás es el departamento que más consejos de asesores tiene en torno a la ciencia y los nombra y no por ello se garantiza que no sean independientes. Ya los ratificará esta Cámara si efectivamente lo son o no lo son.
Hay otra cuestión que tampoco se ha puesto sobre la mesa y es el informe de la internalización de los informativos. Y aquí sí que me quiero parar porque en el decálogo teníamos unas condiciones de cómo se iba a hacer ese informe, condiciones que se recogieron dentro de la propia ley y que contemplaba que el informe tenía que contar con la universidad, con trabajadores y con la productora. Y, claro, se produce una externalización de este informe y se le concede a la empresa Deloitte, que, para aquellos a quienes no les suene, es la empresa que hasta hace cuatro días estaba imputada por haber dicho que Bankia estaba bien gestionada como para salir en bolsa. A esa misma empresa se le externaliza esta auditoría para la internalización de informativos y no solo no le pregunta a la universidad, no les pregunta a los trabajadores, no les pregunta a las productoras —que además dice que, como se le pidió antes de la aprobación de la ley, lo ha hecho en cumplimiento de ley—, sino que, además, en el propio informe solo dedica una página a hablar de los costes de la internalización y añade la siguiente barbaridad: lo que costaría hacer las horas de programación de los informativos actuales por una empresa privada son un total de ciento..., necesitan un total de ciento treinta y siete trabajadores privados, pero, claro, si lo internalizamos, en vez de ciento treinta y siete, necesitaríamos ciento sesenta y seis [corte automático de sonido] —termino ya, presidenta— trabajadores públicos. Es decir, están reconociendo que no se están cumpliendo condiciones laborales dignas y que, por lo tanto, si lo internalizáramos, lo que tendríamos que hacer es reconocer esas condiciones y aumentar los trabajadores. Piénsenlo porque esto no es un informe serio.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Díaz.
Señor consejero, tiene la palabra.
El señor consejero de Presidencia (GUILLÉN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora presidenta.
Señora Díaz, yo pensaba que usted me había preguntado por el estudio de internalización, qué había pasado, pero veo que usted está perfectamente informada de que el estudio existe y cuál es su contenido. Por lo tanto, no tengo ya nada más que decir, salvo que se ha cumplido con el mandato, que era hacer un estudio de internalización para saber cuáles eran los costes que le podía suponer a la televisión pública ese cambio de modelo de empresas externalizadas a una internalización de todos los trabajadores, que, por cierto, debería hacerse siempre bajo los principios de mérito, de capacidad, de transparencia, etcétera.
Pero me preguntaba usted sobre —y no le he contestado antes— qué había pasado con ese plan de instalaciones y tecnología. Y lo que le tengo que decir es que la licitación que se hizo hace ahora año y medio ha permitido que en estos momentos se esté en pleno cambio de la tecnología de la radio y de la televisión aragonesa. Y, por lo tanto, yo creo que cumplimos precisamente con ese mandato que la ley nos daba. Se está trabajando, se están cambiando ya los equipos y yo me imagino que pronto tendremos toda la renovación y todos los equipos adecuados para poder hacer una televisión de mayor calidad, de mayor proximidad, y una televisión eficiente, que es lo que todos buscamos.
Me decía usted que entre meter mano al consejo asesor y mediar e impulsar hay una diferencia muy grande. Efectivamente y, por lo tanto, yo me comprometo hoy aquí, delante de esta Cámara, a que en quince días seré capaz... Inmediatamente, mañana me voy a poner en contacto con todas y cada una de las instituciones que tengan que estar representadas en este consejo asesor para ver si somos capaces en quince días de tener los nombres para pasarlos a estas Cortes, que al final los tienen que ratificar. Por lo tanto, ese es mi compromiso, que adquiero hoy con usted, y, a partir de ahí, lo que le pediría también a toda la Cámara es que ustedes adquieran también un compromiso, y es que en estos quince días sí o sí podamos tener ya los miembros del Consejo de Administración y, de esa manera, ese bloqueo del que usted hablaba lo podamos solventar.
Hablaba usted sobre el informe de las internalizaciones, que si se le ha dado a una empresa que se llama Deloitte. Oiga, la televisión trabaja bajo unos principios, que es la normativa básica. Estos contratos son públicos, estos datos son absolutamente trasparentes, se someten a los principios de concurrencia y al final se le adjudican a la empresa que ha hecho mejores bajas, a la empresa que reúne mejores condiciones, como no puede ser de otra manera. No vayamos a dar la impresión de que aquí el Consejo de Administración o el director general lo que ha hecho ha sido, a dedo, dar un contrato a una empresa, porque no ha sido realmente así. Lo digo simplemente por aclararlo, para que veamos cuáles son los principios con los que trabaja la televisión.
Me interesa sobre todo en este tiempo que me queda decir alguna cosa. Y yo no quiero sacar pecho porque además no depende de mí, el funcionamiento de la televisión depende del Consejo de Administración, depende de la dirección de la televisión, del director de informativos, de todos los trabajadores... Esos son los que tienen que sacar pecho por hacer una televisión que tiene un coste muy razonable precisamente para la calidad de televisión que damos. Y desde luego una televisión, le reitero, en la que se fijan muchas de las televisiones que han tenido problemas, incluso hasta aquellas que han tenido que cerrar porque han quebrado, porque sencillamente eran insostenibles por el número de trabajadores que tenían, y que han quebrado. Y esas televisiones vienen aquí a aprender de nuestro modelo porque es un modelo, digo, razonable, desde el punto de vista económico y desde luego con unas audiencias que es verdad que en estos momentos han bajado, como bajan prácticamente todas las cadenas de las televisiones autonómicas, pero también las cadenas privadas, fundamentalmente porque sabe usted que hay una incorporación muy grande de nuevas cadenas y desde luego los gustos de los consumidores han cambiado porque hoy se ve mucha más televisión a la carta que televisión analógica. Todo eso hace que en todas las televisiones de España las audiencias estén bajando, sencillamente porque la carta es una y cada vez hay más oferta televisiva. Por lo tanto, eso es lo que hace que en estos momentos nos bajen las audiencias.
Pero quiero decirlo con rotundidad: este modelo admite mejoras. Yo creo que admite varias mejoras, algunas de ellas las ha dicho usted y otras me las han pasado a mí, desde el punto de vista de los trabajadores, para que podamos mejorar los pliegos de condiciones. Las admite. Y este Gobierno está dispuesto a trabajar precisamente para eso, a trabajar para que no podamos permitir que los trabajadores de la televisión pública hagan su trabajo en condiciones precarias, para que sea posible que puedan negociar condiciones salariales dignas, dignas. Pero también es verdad que tampoco podemos hacer de esto, en fin, el problema mayor que hay, porque los salarios que cobran los trabajadores que trabajan [corte automático de sonido]... están por encima de los salarios de convenio. ¿Qué se pueden mejorar? Sí, todo es mejorable. ¿Qué estamos dispuestos a que se mejoren? Sí. ¿Qué estamos dispuestos a que se introduzcan cláusulas sociales en los pliegos de condiciones? Sí.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor consejero.
El señor consejero de Presidencia (GUILLÉN IZQUIERDO): Y todo ello tiene que servir para seguir haciendo esa televisión sostenible y esa televisión de calidad que queremos para todos los aragoneses. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor consejero.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Mixto.
La señora diputada MARTÍNEZ ROMANCES: Gracias, presidenta.
Como ya se ha dicho aquí, hace justo un año que debatíamos el dictamen de la Ley de modificación de organización y control parlamentario de la CARTV, de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión. Y tampoco descubro nada si digo que en este dictamen manifestamos nuestras discrepancias con el texto que al final salió aprobado. A pesar de ello, nuestra posición ante este tema siempre ha sido la misma: lealtad para conseguir que la tele y la radio públicas se consoliden, aunque no compartamos estrictamente el modelo.
Yo creo, señor consejero, que no podemos eludir lo que se está viviendo ya desde hace un tiempo: hay conflictividad laboral en los propios trabajadores de la CARTV —me alegra que usted ya lo conozca y que se atiendan sus propuestas y que se busquen soluciones— y también la conflictividad laboral que existe en algunas empresas que prestan servicio a la CARTV. Y esta situación nos hace pensar que quizás sea la hora de sacar los pliegos para los concursos donde se reparte la programación, que, además del equipo del director general, participara el Consejo de Administración. En primer lugar, porque la decisión sería mucho más plural y el resultado sería distinto en cuanto a los derechos sociales y laborales. Quizás si la decisión final sobre quienes recaen los concursos fuera del Consejo de Administración y no solamente de la dirección general, todas las fuerzas políticas nos sentiríamos corresponsables de la decisión.
Hace solo un año, como hemos dicho ya, en esa modificación de la ley presentamos una enmienda en ese sentido, pero no tuvimos demasiado éxito y no fue apoyada por la mayoría de la Cámara, para que fuera el Consejo de Administración el que tuviera la última palabra a la hora de la contratación con empresas externas. Estas empresas son las responsables de la totalidad de los programas, si dejamos aparte los informativos. Y aquí quiero hacer inciso, nuestra apuesta en la modificación de esta ley no fue para que se hiciera un estudio para internalizar los informativos, nuestra apuesta es que esos informativos, sí o sí, estén internalizados. Pero, a pesar de todo, mantenemos lealtad para conseguir una tele y una radio públicas de calidad.
Ahora mismo lo que nos toca es mirar de frente a los retos que tenemos por delante y el primer reto es saber, o al menos usted ya lo ha adelantado aquí, qué ocurrirá con el contrato-programa. Nos parece fundamental para que la corporación pueda planificar el futuro inmediato de la tele y que, en cuanto a esa dificultad que todos tenemos ahora para llegar a acuerdos, se tenga el tiempo suficiente para conseguirlos.
A nuestro juicio, fue un acierto de la dirección general plantear esa hoja de ruta en su nombramiento y sin duda ha permitido que la CARTV pueda planificar su estrategia sin el agobio de la falta presupuestaria o la falta de financiación. A la vez, estamos a punto de finalizar también los contratos que se reparten la programación y tiene que salir un nuevo concurso. Y aquí yo lanzo unas preguntas no solamente a usted, señor consejero, sino que creo que a todos.
¿En cuántos trozos se tiene que partir la tarta de la programación? ¿Cómo tienen que ser las condiciones de esos concursos para que no volvamos a tener el grado de conflictividad laboral que tenemos ahora? ¿Qué tiene que puntuar más, el precio o las condiciones laborales? ¿Las productoras aragonesas tienen que tener espacio propio en ese reparto? Yo creo que formularnos estas preguntas y acertar en la respuesta supone por sí mismo un cambio, supone mayor pluralidad y mejores condiciones laborales y mayor presencia de las empresas audiovisuales aragonesas.
Sin duda, respecto a las audiencias, hay que repensar el modelo. Las formas de ver la tele —ya se ha dicho aquí— y de escuchar la radio en este momento distan muchísimo de la forma tradicional. Y las mediciones de audiencia ahí están y las deberemos atender y escuchar, pero quizás tampoco sean excesivamente fiables. Cualquier pantalla ahora mismo es susceptible de poder disfrutar de cualquier programa, por lo que tampoco podemos permitirnos perder ningún tren. En otros momentos, la I+D fue fundamental para la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión y ahora más que nunca vuelve a hacerse necesaria para conseguir esos niveles de audiencia. [Corte automático de sonido.]
Algunos puntos —concluyo, señora presidenta— de la ley nos llenan de dudas y usted lo ha dicho, ya no es el Gobierno, sino estas Cortes quienes tienen que decidir ¿Tenemos claro el proceso?, y esta es una pregunta que lanzo a todos los diputados y diputadas. De lo que estamos convencidos en el Grupo Mixto es de que ese período de indefinición para nada beneficia...
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Martínez.
La señora diputada MARTÍNEZ ROMANCES: ... ni a la Corporación, ni a las sociedades, ni tampoco a sus trabajadores.
Así pues, creo que es hora de que todos y todas nos pongamos manos a la obra, de que todos y todas seamos responsables de la ley que estas Cortes aprobaron.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Tiene la palabra Grupo el Parlamentario Ciudadanos.
El señor diputado DOMÍNGUEZ BUJEDA: Muchas gracias, señora presidenta.
Pues nos trae Podemos una comparecencia en la que nos habla de tres puntos: el bloqueo del Gobierno a la reforma de la CARTV, el modelo de gestión, con varios conflictos, y la pérdida de audiencias. Me referiré a los tres.
Todos los que estamos en esta Cámara hemos valorado positivamente nuestra televisión autonómica, pero eso no quita para que pensemos que debe actualizarse y adaptarse a las nuevas realidades tanto en la política como en los medios de comunicación. La televisión aragonesa ha sido un símbolo de proximidad y cercanía hacia aquellas zonas que no suelen ser objetivo de las cadenas comerciales y eso es importante.
Queremos una televisión adecuada y dimensionada, con menos cargos políticos y que se valore a los profesionales que en ella trabajan. Hemos visto lo ocurrido con la televisión valenciana, donde al final los mil doscientos trabajadores, muchos de los cuales con verdadera simbología política..., pues la verdad es que ha sido ha sido una tragedia lo que ha ocurrido en Valencia y que se han quedado sin televisión por no ser sostenible. Y sabemos perfectamente cómo esta TV3 y el modelo de Cataluña, con una deuda insostenible y que están pagando todos los catalanes y, por ende, todos los españoles. Y desde luego no queremos llegar a ese límite.
Es necesario seguir la línea de compartir contenidos con el resto de televisiones públicas, creo que es fundamental para para evitar costes. Hace un año que aprobamos aquí esta reforma, señor Guillén y lo que queríamos, igual que usted, es que fuera más transparente, desde luego, y menos politizada. Ya nos lo dijo usted y además lo dijo con estas palabras: buscará la despolitización de la radio y de la televisión autonómica, reconociendo que con la irrupción de nuevas formas políticas en el Parlamento había que apuntar cambios estructurales en estos medios que se dedican al suministro de información y de entretenimiento y la conformación de una opinión pública. Esas son palabras suyas que nosotros, desde luego, compartimos.
Y, cuando se hizo esta ley, bien claro está que nosotros fuimos..., aún dijo Ciudadanos que, en vez de diecinueve a quince, todavía menos. De todas las maneras, quince. Nosotros, en la Junta de Portavoces, ya hemos presentado nuestra propuesta y estamos esperando que las dos fuerzas mayoritarias, tanto el PSOE como el PP, en cierta manera desbloqueen esto, que ha sido en cierta manera porque otros partidos como puedan ser Podemos o Ciudadanos... Nosotros ya hemos dicho que tenemos la propuesta y esperemos que usted llegue a ello.
Hay otro punto que nos preocupa, y es que el modelo, como usted dice, ha funcionado, y ha funcionado bien. Y en cierta manera somos la cuarta televisión autonómica en audiencias, aunque hemos tenido un bajón importante desde 2013, que tuvimos un 13,1, hasta este 7,9 que hemos tenido en septiembre de 2016, que tenemos que mejorar, que desde luego que ha irrumpido, pero casi estamos hablando de un 40%, señor Guillén, de un 13,1 en 2013 a un 7,9. Desde luego, la radio ha subido, eso de que haya pasado a la misma persona creemos que ha sido importante, que eso lo han hecho ustedes, señor Guillén, que hayan hecho eso.
Pero al tema de las audiencias tenemos que seguir dándole una pequeña vuelta porque realmente es lo que produce esa mejora económica a la hora de que esas televisiones puedan vender sus productos y puedan atraer a esas marcas que al final promocionan a esta televisión y le dan cierto carácter de solvencia.
En cuanto a todos los problemas que ha habido con respecto a las empresas subcontratadas que hay, no nos gusta, señor Guillén, que un servicio público, con dinero y con fondos públicos, tenga esa gran conflictividad en las subcontratas. Desde luego que no es responsabilidad suya, ya sabemos que no es responsabilidad suya, pero, cuando se firman esos contratos, esas cláusulas en esos pliegos, sería importante que esas cláusulas... Porque da la casualidad de que hay conflictividad, como ha dicho la señora de Podemos, la señora Maru Díaz, tanto Telefónica como la del Grupo Henneo, pero es que resulta que también hay ciertos problemas con los empleados que pertenecen a la televisión autonómica, empleados directos, también sabe que hay determinadas quejas, ya se han nombrado antes, todas esas quejas. Hay una negociación que necesita una mejora: reconocimiento de la antigüedad, compensación de los fines de semana, mejora de la coordinación en materia de prevención de riesgos, medidas de apoyo a la conciliación familiar...
No gusta, señor Guillén, no gusta que [corte automático de sonido.]... y tengan esta situación de conflictividad laboral, que, de verdad, va en detrimento de la propia televisión autonómica y va en detrimento de la imagen de esta Cámara.
Desde luego, aquí nos va a tener, señor Guillén, y esperemos seguir trabajando por que sea una televisión pública, de calidad y, desde luego, con unos niveles económicos que sean aceptables.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Domínguez.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Aragonés.
La señora diputada HERRERO HERRERO: Gracias, señora presidenta.
Desde el año 1987, en el que se aprobó la ley de la corporación de la radio y la televisión aragonesa, desde luego han pasado muchas cosas en esta comunidad autónoma. Y a nosotros qué nos van a contar, al Partido Aragonés, de lo que supuso la aprobación de esa ley, de lo que supuso el empeño y el intento de querer tener unos medios públicos propios aragoneses. Porque el PAR se dejó la piel en esta cuestión porque creemos que una televisión y una radio públicas aragonesas hacen país, hacen pueblo, hacen nación y hacen más Aragón [aplausos], y así se ha demostrado diez años después de estar pudiendo disfrutar de nuestros medios públicos.
Y, además, la apuesta definitiva, la puesta en marcha de la corporación de la radio y televisión aragonesa y del funcionamiento de la radio y de la televisión creemos que se ha hecho de una forma ejemplar en cuenta a que ha habido un consenso, que no lo hubo en sus inicios, pero después sí, desde que se creó, para su creación, un consenso y un apoyo de todas las fuerzas políticas no cuestionado por nadie. Un modelo no cuestionado por nadie, referente y ejemplar, dentro y fuera de nuestras fronteras. Y cuando digo «nuestras fronteras», me refiero a las aragonesas, que, como soy del PAR, pues lo puedo decir así. Dentro y fuera de nuestras fronteras, es así, ejemplar y referente, no cuestionado por ningún grupo parlamentario hasta que llegó Podemos. Eso sí, cuando llegó Podemos, entonces dijo «uy, esto se está haciendo fatal, muy mal», y ahí estuvieron esas primeras negociaciones con el Partido Socialista y entonces, pues bueno, vimos esos titulares de «La televisión aragonesa se convierte en un escollo para el acuerdo entre PSOE y Podemos», «Podemos ve insuficiente la despolitización de la televisión autonómica que propone el Gobierno», «Podemos habla de la despolitización de la radio y televisiones públicas», dice «tendría que ser verdaderamente plural, independiente y pública», o sea, no pensaban ustedes o no piensan que sea plural, independiente y pública ¿Piensan ustedes que no lo es? Díganlo. ¿O luego ya, con el tiempo, igual lo piensan un poco más? Ustedes no lo piensan, pero, claro, en esas negociaciones...
Y en esto estoy de acuerdo con el señor Sada, él negó la mayor y dijo: no es verdad que esté politizada y no hay que despolitizarla, no ha habido ningún grupo que haya puesto en duda la televisión aragonesa y las televisiones manipuladas no tienen audiencias en los informativos y esta es la primera. Lo dijo el señor Sada, que ya sabe que en esta legislatura no le sigo mucho, pero, bueno, de vez en cuando, cuando estoy de acuerdo con lo que dice, también se lo reconozco.
Han pedido una comparecencia para hablar del bloqueo de la reforma, una comparecencia. Oiga, ¿ustedes no tienen la llave de gobierno? ¿Quién está bloqueando aquí nada? Claro, es que, cuando nosotros hemos tenido la llave del gobierno, no hemos pedido ninguna comparecencia para pedirle explicaciones al Gobierno sobre por qué bloqueaba algo. Claro, desbloquéenlo, está en su mano desbloquearlo, mójense. Claro, y luego aún incluso dicen: no, porque en el decálogo, además, hablábamos de que había que hacer un plan para la mejorara en las instalaciones y en la tecnología. ¿Y en qué partida presupuestaria han puesto ustedes eso en sus presupuestos? Claro, es que obras son amores, mójense, que no se puede estar en la oposición y en el Gobierno a la vez y cuando nos conviene..., solo para la aprobación de los presupuestos y luego somos oposición. Pues no, no lo pueden ser porque son «sus» presupuestos y se hace lo que ustedes quieren que se haga con sus presupuestos y porque, si hay algo que se bloquea o no se bloquea, también tienen ustedes la llave en su mano. Pues desbloquéenlo, que nosotros esta vez no tenemos la llave y cuando la volvamos a tener la utilizaremos con más responsabilidad que ustedes, desde luego.
Bueno, me encanta eso de que hablen del «dichoso», «el dichoso», qué ustedes mismos hablen del «dichoso decálogo», sabe que tiene una cierta connotación lo de «dichoso» [rumores]..., más bien desdichado diría yo. Porque el decálogo al final se quedó en nada porque luego hubo el pactito del sillón, que parece que eso iba a arreglar todo, que no arregló nada. Y, claro, decía el consejero de Sanidad esta mañana «¡si no nos va a dar tiempo de gastar el dinero que tenemos en el presupuesto!», claro, ya se lo decíamos nosotros, pero claro la política de la irresponsabilidad les daba igual.
Piden la comparecencia también, para hablar del agotamiento del modelo. No hay ningún modelo agotado. Y no mezcle el modelo con los conflictos laborales. Que hay conflictos laborales y yo aquí reconozco también que, efectivamente, se tienen que solucionar y que, en la media de lo posible, en lo que se pueda desde el Consejo de Administración poder mediar para incorporar esas cláusulas sociales y para garantizar que los trabajadores hacen un servicio en condiciones y de calidad, desde luego, creemos que hay que hacer lo que se pueda. Pero no lo mezclen porque no tiene nada que ver.
Y no digan aquí datos, que lo ha dicho también el señor [corte automático de sonido]... que no son porque no es verdad. Dicen «está bajando en audiencia», pero ¿cómo podemos decir nosotros eso? No es verdad...
La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Herrero.
La señora diputada HERRERO HERRERO: Está bajando en audiencia esta televisión y todas las demás autonómicas y nacionales porque la emisión en abierto está generando eso, no porque estén haciendo mal las cosas en la televisión aragonesa. Sigue siendo líder en informativos, sigue siendo líder y es la tercera en audiencia comparada con otras televisiones autonómicas y la primera según la ratio inversión-audiencia.
Así que sintámonos orgullosos de nuestra televisión y no nos tiremos piedras a nuestro tejado porque no es verdad, sigue siendo ejemplar y tiene muchos años por delante.
Gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Socialista.
El señor diputado VILLAGRASA VILLAGRASA: Gracias, señora presidenta.
Y gracias también, señor Guillén, por las explicaciones y el ejercicio de pedagogía, que me recordaba a mí aquel cuadro del Alto Renacimiento pintado por Rafael de La escuela de Atenas, en las cuales usted ha hecho un ejercicio de pedagogía y de dialéctica. Usted también se ha ofrecido a mediar y a llevar a cabo un ejercicio, permítame, también de buena voluntad y de buena fe en una circunstancia que, a raíz de la aprobación de la Ley 4/2016, que modificaba la del año ochenta y siete, cede ese ámbito de actuación y ese ámbito de decisión de este propio Parlamento, de los grupos parlamentarios, que somos aquellos que conformamos el Consejo de Administración. Por tanto, seremos estos siete partidos políticos y seis grupos parlamentarios los que también, en ese seno del Consejo de Administración y en el seno de estas propias Cortes, deberemos actuar, proponer, no solamente diagnosticar, sino también llevar adelante acuerdos y consensos para solucionar aquellas cuestiones que entendemos que no están funcionando bien.
Pero fíjese, aquí a usted le han traído a colación muchos datos y muchas circunstancias: el consejo asesor, el Consejo de Administración, la parrilla de programación y las audiencias, el contrato-programa, la situación de los trabajadores de las contratas y el propio procedimiento de las empresas contratistas y la defensa de los derechos de esos trabajadores, a las que valga ya esta primera afirmación de apoyarle y de reconocerle el valor y también la apuesta que no solamente como consejero, sino también como miembro del Partido Socialista, estoy seguro de que los compañeros que estén en el Consejo de Administración refrendarán y propondrán esas posiciones.
Pero también les pido a todos ustedes, señorías, que seamos conscientes y coherentes en esta propia Cámara. Y una de las leyes que se aprobaron al inicio de la legislatura..., que seamos coherentes en nuestro comportamiento y nuestras afirmaciones dentro de estas propias Cortes, fuera de estas propias Cortes, y, si aquí damos el voto afirmativo a determinadas leyes, luego no las tachemos o las tildemos de bodrios. Por tanto, lo que tenemos que establecer es si, lejos de un debate genérico y cargado de algunas generalidades, nos tenemos que poner a hablar desde el rigor y desde el ámbito de actuación que cada uno tenemos y desde la responsabilidad que todos tenemos. Tenemos pues ese derecho de diagnosticar esos problemas que pueden acontecer en nuestra radio y televisión autonómica.
Pero recuerden, señorías, que tenemos automáticamente paralela la obligación, tenemos anudada esa obligación en esa corresponsabilidad que nos une a todos los grupos parlamentarios de aportar y de proponer soluciones en el seno del Consejo de Administración de esa entidad, en el seno también de las Cortes de Aragón. Y cuando me refiero a esa corresponsabilidad, me refiero también a ese elemento primordial que garantiza una televisión y radio pública, de calidad, sin estar politizada, compartida y defendida por todos, sin bárbaros presupuestos y sin aquellos escándalos de algunas circunstancias en comunidades vecinas que podríamos tildar de ignominiosas.
Señor Guillén, usted ha explicado, acorde con la ley que tenemos, de quién depende el modificar y el renovar ese Consejo de Administración. Y usted también ha explicado, acorde con lo que aparece en el artículo 13 de la propia ley, el consejo asesor. Valoro su preocupación, valoro ese ejercicio de mediación para poder tener un consejo asesor. Y es aquí, señorías, cuando el diálogo y el consenso y la propuesta activa de soluciones será la labor de los grupos parlamentarios. Yo ya les adelanto que, en todas estas circunstancias que aquí se han manifestado, desde el Partido Socialista vamos a proponer y a buscar el apoyo en aquellas medidas, como el consejero Guillén ha establecido, que favorezcan los derechos de los trabajadores, la defensa de esos trabajadores, incluyendo cláusulas sociales en posteriores plicas que dependerán, también emanadas de ese propio Consejo de Administración, y propuestas que mejoren y garanticen unos salarios dignos para esos trabajadores de las contratas.
Pero permítanme también todos ustedes que reconozcamos la importancia que tienen todos estos trabajadores y también la de los trabajadores del personal laboral de la propia CARTV, que, gracias a todos ellos, gracias a esos consensos, tenemos una televisión que merece la pena defender y por la que merece la pena apostar.
Yo, señor Guillén, no sé si habremos logrado, como en aquel cuadro de La escuela de Atenas, hacer un ejercicio de pedagogía, yo creo que de responsabilidad sí. Y finalmente —y concluyo con esto, señora presidenta—, desde el Partido Socialista defendemos un modelo de la radio y televisión pública aragonesa cercano, de [corte automático de sonido]... donde los trabajadores en su conjunto, el personal de las contratas y el laboral son un activo fundamental para dar a conocer nuestras noticias, nuestra realidad, nuestra gente, nuestro territorio y todas aquellas circunstancias...
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Villagrasa.
El señor diputado VILLAGRASA VILLAGRASA: ... que también defienden nuestras propias raíces.
Gracias y buenos días. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Popular.
El señor diputado LEDESMA GELAS: Muchas gracias, señora presidenta.
Buenos días, casi ya tardes.
Señorías, mi intervención quiero orientarla para pedirle al Gobierno que no escuche los cantos de sirena que vienen desde Podemos en esta gestión de la CARTV. Porque, cuando el Gobierno y el Partido Socialista han escuchado los cantos de sirena, o los gritos, las llamadas —llámenlo como ustedes quieran— de Podemos, algo ha acabado fracturándose en la sociedad aragonesa. Ustedes les hicieron caso en la educación y han acabado fracturando la sociedad aragonesa y enfrentando dos modelos que hasta entonces convivían perfectamente: la escuela única y la escuela plural. [Una diputada, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.] En este tema, Izquierda Unida y Chunta Aragonesista estaban donde siempre han estado; Podemos, en el tema de la educación, está donde se le esperaba. El que ha dado un giro radical, de ciento ochenta grados, en el tema de la educación y ha acabado fracturando la sociedad y enfrentando la escuela única y la escuela plural ha sido el Partido Socialista, en un giro de ciento ochenta grados radical, que lo que no sé es cómo no se han roto ustedes la cadera dando ese giro de ciento ochenta grados.
Y en este modelo de la televisión es en lo que quiero venir a llamar la atención con mi intervención. No escuchen ustedes a Podemos porque entonces, es posible que algo se rompa y algo se fracture en la sociedad aragonesa. Y en este caso estamos hablando de fracturar un modelo de gestión, un modelo de éxito que ha sido la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, diez años de éxito de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, con el buque insignia, que es Aragón Televisión, que ha llevado a Aragón Televisión a ser el modelo envidiado por muchísimas comunidades autónomas, estar luchando arriba, en la competencia, con televisiones autonómicas como TV3, Televisión Gallega o Canal Sur, y, en los modelos de los servicios informativos, Aragón Televisión ha sido y está siendo con unos índices de audiencia líder en los servicios informativos y la primera opción de los aragoneses a la hora de buscar información.
Y ese es el modelo que no queremos que se rompa porque el modelo ha sido un modelo de éxito. Y estamos en un momento crítico para la televisión porque se están cambiando los modos de ver la televisión y lo que tiene que hacer el Gobierno —y ahí nos va a encontrar a su lado— es, por supuesto con el contrato-programa que están preparando, como bien ha dicho el señor consejero, invertir en dos líneas claramente. Una línea en la que tienen que buscar a esos nuevos oyentes, esos nuevos televidentes, que se informan no tanto a través del aparato del televisor tradicional, sino de los nuevos medios de comunicación y las redes sociales, como están haciendo en otras comunidades autónomas que nos están adelantando; en Castilla-La Mancha están retransmitiendo un formato de informativos por Facebook que está teniendo mucho éxito, que puede ser un modelo en cuya línea debe ir el contrato-programa, para invertir en esa línea. Y la otra línea debe ser, por supuesto, la de invertir dinero en las contratas para que pueda haber unas cláusulas con mejor trato a los trabajadores en el ámbito social, en el ámbito laboral y en el ámbito económico. Esas son las dos líneas.
Porque hay que agradecer que el modelo de éxito ha sido por dos motivos básicos: por la elección del modelo, que ha sido una decisión política de hace muchos años que se ha mantenido y ha sido uno de los pilares, y segundo, por la gestión de los trabajadores, no solo de los trabajadores de la Corporación, sino también especialmente de las contratas, que se han dejado la piel en momentos en los que no ha habido gran dinero, grandes capacidades económicas, como en estos cinco últimos años.
Y ahora que empieza a haber más dinero y más capacidad económica en las arcas públicas y que va a haber más dinero en los años 2018 y 2019 porque la economía así lo permite, le pido —y por eso la intervención— al Gobierno que invierta parte de ese mayor dinero que va a tener en las arcas en mejorar el contrato-programa para que se puedan estudiar nuevas fórmulas para enganchar a los aragoneses a la televisión pública y a la radio pública y mejorar las cláusulas sociales en los contratos para que los trabajadores de las contratas puedan también ver mejoradas sus condiciones laborales y reducir la brecha que existe entre los que trabajan en la Corporación y los trabajadores de las contratas.
Si hacen ustedes caso a seguir en el modelo que ha habido siempre y a ir incrementando con dinero el nuevo contrato-programa, será de nuevo un modelo de éxito. Si atienden ustedes los cantos de sirena de Podemos, acabaremos con una televisión fracturada, enfrentada y, desde luego, la internalización, como pedía Podemos, como prometió en campaña Podemos y no han sido capaces de lograr, pero la prometieron a los trabajadores cuando ellos no se la pedían, al menos eso dicen [corte automático de sonido]..., esa no es la vía y por ahí no podremos mejorar y no podremos sacar pecho de tener la televisión y la radio pública que tenemos.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Ledesma.
Señor consejero, tiene la palabra.
El señor consejero de Presidencia (GUILLÉN IZQUIERDO): Muchas gracias, señora presidenta.
Señoras y señores diputados.
Quiero agradecerles a todos sus intervenciones.
Y empezaré diciendo que no es mi costumbre hacer caso a los cantos de sirena, pero entenderá, señoría, señor Ledesma, que yo voy a escuchar permanentemente las propuestas que son serias, las propuestas que son razonables y aquellas propuestas que son posibles. Y algunas de esas propuestas las ha expresado aquí, en esta tribuna, la portavoz de Podemos, creo que son perfectamente razonables. Ceo que el que luchemos porque los trabajadores que realizan su labor a través de las empresas externalizadas tengan mejores condiciones de trabajo es una propuesta seria y razonable, lejos de los cantos de sirena, y, por lo tanto, señora Díaz, haré lo posible y lo imposible por que esa petición que usted me ha hecho pueda ser una realidad.
Me permitirán que haga una intervención global y ya pido de antemano disculpas por no nombrar a todos los que han intervenido. Creo que el debate se ha producido en torno a tres cuestiones.
En primer lugar, en torno al modelo. Y yo quiero decirles que el modelo de televisión en estos momentos está en plena discusión no en Aragón, en toda España. Se han multiplicado las formas, los contenidos, los productos y los servicios, los canales y los actores de comunicación en el nuevo marco digital. Y, por lo tanto, estoy convencido de que quien hoy tenga claro cuál es su modelo de televisión y además lo imponga será candidato a ganar un Premio Nobel, sin ninguna duda, lo tendría más claro de lo que lo tienen los propios medios de comunicación o grupos de comunicación.
La segunda cuestión que quería decirles es que, en España, la radiotelevisión pública estatal y también la autonómica están por debajo de la media europea en coste por habitante, por hogar y poder adquisitivo. Lo he dicho en mi primera intervención, el coste por habitante en la Unión Europea es de 66,9 euros, el coste por habitante en España es de 38,9 euros. Y solo hay tres modelos posibles: en primer lugar, hay un modelo que es la televisión financiada exclusivamente con publicidad, el pago por consumo y el pago con fondos públicos. Respecto a esas tres cuestiones podemos discutir lo que queramos, pero ese es el marco en el que nos tendremos que mover.
Se impone desde nuestro punto de vista una televisión que sea social, que esté basada en la interactividad entre el medio y el usuario. Hay estudios que ponen de manifiesto que un 70% de los espectadores están utilizando en estos momentos habitualmente el teléfono móvil para ver televisión. Y sea cual fuere el modelo, lo que tenemos que tener claro es que nuestra televisión autonómica tiene que ser una televisión pública y de proximidad, que esté cerca de la gente.
Y de verdad, señoría, en ninguno de los estudios se tiene en cuenta o se considera el grado de funcionarización. No parece que este sea un aspecto esencial ni decisivo en las comparativas ni en el devenir de este sector de medios públicos.
Segunda cuestión de la que todas sus señorías han hablado: la conflictividad. Yo no quiero que de este debate salga la sensación de que solamente es ahora cuando existe conflictividad entre las empresas y sus trabajadores. Quiero decirles que en el año 2008 hubo movilizaciones y huelgas de trabajadores de TSA; en el año 2010 se produjeron movilizaciones de trabajadores y huelgas y paros parciales; en el año 2012 se produjo lo mismo; en el año 2015 y, finalmente, ahora también. Por lo tanto, esto no es algo inusual o que pase en estos momentos con los gestores que existen de nuestra televisión, esto es algo habitual en las relaciones entre trabajadores y empresas, algo que a mí, desde luego, me gustaría poder superar, pero a lo que tenemos que estar acostumbrados.
Y respecto a las audiencias, ¿hemos bajado de audiencia? Sí, como todas las televisiones. Pero yo creo que tenemos que sacar pecho, de esto sí, de algunas de las cuestiones en materia de audiencia que tiene nuestra televisión y que son singulares. La primera de ellas —lo decía la portavoz del PAR—, somos los primeros en informativos, mantenemos la primera posición en informativos; somos la tercera televisión autonómica en cuanto a audiencia; somos la cuarta televisión que más se ve en Aragón. Y, desde luego, todos estas ratios las estamos haciendo con presupuestos perfectamente adecuados a nuestras posibilidades.
Les voy a poner solo un ejemplo y con esto termino: la TV3 de Cataluña, doscientos veinticinco millones de euros de coste; la TVG de Galicia, noventa y dos millones; Aragón Televisión, cuarenta y seis; Canal Sur, ciento treinta y siete; ETB, ciento quince; Castilla-La Mancha, treinta y ocho; la canaria, treinta y nueve; la asturiana, diecinueve; el Canal Extremadura, treinta y cuatro; Telemadrid, sesenta y siete; Baleares, veintiocho, y la Televisión Murciana, que acaba de empezar, tiene un presupuesto de 6,5. La media de audiencia de estas televisiones, el 7,5; la media de audiencia de nuestra televisión, el 9%. Yo creo que estos son datos para que nos podamos sentir satisfechos de nuestra televisión, satisfechos de nuestros profesionales y satisfechos de quienes dirigen nuestra Corporación Aragonesa de Radio y Televisión.
Así que creo que tenemos que seguir en este camino, cambiando lo que haya que cambiar, adecuando los déficits que tiene [corte automático de sonido]... de estos datos que hemos sacado, fundamentalmente en materia de vida laboral de los trabajadores, y estoy convencido de que seremos capaces de superar la situación de conflictividad que en estos momentos se está viviendo.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor consejero.
Suspendemos la sesión hasta las tres y media de la tarde.