El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto del orden del día: pregunta número 628, relativa a los límites de aguante de la ciudadanía aragonesa ante los recortes económicos y de derechos que están sufriendo, formulada a la presidenta del Gobierno de Aragón por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista.
Su portavoz, señora Ibeas, tiene la palabra para la escueta formulación de la pregunta.
Pregunta núm. 628/12, relativa a los límites de aguante de la ciudadanía aragonesa ante los recortes económicos y de derechos que están sufriendo.
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.
Señora Rudi, ¿hasta dónde cree usted que la ciudadanía aragonesa puede seguir soportando los recortes económicos y de derechos que les están imponiendo las políticas de su Gobierno?
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Nieves Ibeas.
Tiene la palabra la señora presidenta.
La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA) [desde el escaño]: Señor presidente, muchas gracias.
Señora Ibeas, mire, los gobiernos tienen dos opciones: no tomar decisiones o tomar aquellas decisiones que entienden que son convenientes para conseguir el objetivo, que es, en mi opinión y, desde luego, en la de mi Gobierno, el mantenimiento del Estado del bienestar.
Mire, la opción que cabía era seguir como hasta ahora, poniendo en peligro la sostenibilidad del sistema, con una deuda acumulada, según cifras, entre dieciséis mil y veinte mil millones de euros en el conjunto de España, con todo lo que ello supone, o reformar. Y reformar, como recordaba el señor Lambán que yo dije en mi discurso del día 23, el Día de San Jorge, es reasignar cargas y beneficios con justicia, y en mi opinión, que sé que usted no comparte, en esa es en la tarea en la que está mi Gobierno.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.
Señora Ibeas, puede intervenir.
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Gracias, señor presidente.
Señora presidenta, en lo que yo no estoy de acuerdo es que al final quien tenga que cargar con todo siempre sea la gente. Dice usted que se la juega Aragón. Se la juega la gente, se la juegan las familias, se la juega la ciudadanía.
Usted se jactaba al principio de haber estado hablando con todo el mundo antes de llegar a la Presidencia, de haber dado varias vueltas a Aragón para conocer todas las necesidades. Yo lo que le recomiendo es que salga usted ahora y que le pregunta a la gente a ver cómo vive, qué filigranas tiene que hacer para llegar a final de mes con el mal sueldo o sueldo que tengan, si es que llegan, qué futuro les espera. Pregúntele a muchas de esas familias que ya han perdido empleo, que han perdido ingresos, a ver cómo se las arreglan, porque las cosas están muy graves, y el paro sigue creciendo y usted sabe que los datos de hoy de la encuesta de población activa nos marcan que una de cada cuatro personas en estos momentos está en la calle sin ningún puesto de trabajo.
Pero pregunte también, señora presidenta, a las familias y pregunte en los colegios públicos a ver cómo les han afectado los recortes que usted está planteando: en el material, en la prestación del servicio educativo a la gente, en las responsabilidades que ahora tienen que asumir las familias. Pregúntele esto, porque, al fin y al cabo, es lo que le toca a usted como presidenta del Gobierno, y se enterará.
Pregúntele también a la gente que vive en el medio rural, a quienes les están quitando rutas de autobuses, a quienes les están complicando la vida poniéndoles cada vez más difícil la asistencia médica, a quienes les están anunciando en estos momentos que puede haber también recortes y, por lo tanto, desaparición de escuelas infantiles. Pregúnteles porque, además, en el medio rural, les va a tocar pagar eso que en estos momentos ayer estábamos debatiendo que es un transporte sanitario no urgente, y por vivir en un pueblo, encima, van a estar penalizados. Pregúnteles cómo atienden a las personas dependientes sabiendo la cantidad de población envejecida que tenemos.
Todo esto le toca a usted. Pregunte también a los estudiantes de la universidad a ver cómo se las arreglan en estos momentos. ¿Qué les parece las subidas de tasas? Qué les parece, pero no como opinión filosófica, ¡no! ¿Cómo van a poder las familias asumir esas nuevas tasas que a ustedes les parece que les va a resolver la vida para el déficit, pero que va a hundir a las familias y que va a llevar a mucha gente a que a sus hijos no puedan estudiar? Así son las cosas. ¿Cómo va a entender alguien sabiendo esto? Sabiendo incluso que estudiar fuera de España resulta más barato que estudiar aquí.
Pregunte a los jóvenes que se han estado esforzando para tener una formación que en estos momentos no tiene ningún reconocimiento y que si llegan a encontrar un trabajo, va a ser finalmente un contrato basura. Pregúnteles qué opinan de sus medidas.
¿Qué pasará cuando un joven o una joven de veintiséis años no tengan un contrato y, por lo tanto, no estén asegurados y, por lo tanto, no tengan derechos a prestación sanitaria que todavía, a fecha de hoy, ustedes no han sabido regularizar ni explicar efectivamente cómo va a ser. Hoy, el 50% de la gente joven está en el paro y entre los jóvenes sin cualificación o con menor cualificación estaríamos hablando aquí, en Aragón, señora presidenta, del 75%. Váyase por Aragón, váyase por Zaragoza y pregunte a ver qué pasa.
Al final, todo se resume en esta pregunta: ¿cuánto más piensan ustedes que puede aguantar la gente que sigan recortando, que sigan implantando estas medidas?, algunas de las cuales ya se empezaron a implantar en la pasada legislatura con el Gobierno anterior, y que en el caso de las reformas que se planteaban y la reforma laboral suya, que en estos momentos es un fracaso.
Pregunten también ustedes porque están acabando con el modelo de sociedad que conocíamos hasta el momento. Usted se ha atrevido incluso a hablar del Estado de bienestar. ¡Pero si el Estado de bienestar que teníamos aquí era todavía muy perfeccionable, porque, desde luego, no tiene las condiciones que tiene el Estado de bienestar en otros países europeos! Pregunte, entonces, a ver y respóndanos a nosotros por qué ustedes no cuentan con las personas, por qué ustedes están contando sobre todo con el dinero que tenga la gente. Quien tenga dinero se pagará lo que sea, pero ese no es el modelo del Estado de bienestar.
A los grupos de la oposición, a mí, lo que nos dice la gente es algo muy concreto: que les hagamos frente a ustedes, y por algo será, pero ustedes están instalados en la prepotencia y en la obediencia a los mercados. El aguante de la gente tiene un límite, señora presidenta —y concluyo—, y están a punto de rebasarlo. Así que más vale que sean conscientes de ello, porque nos jugamos mucho, nos jugamos mucho. Usted, como presidenta, pero nos jugamos, la sociedad, todo.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Ibeas.
Puede replicar la señora presidenta.
La señora presidenta del Gobierno de Aragón (RUDI ÚBEDA) [desde el escaño]: Muchas gracias, señor presidente.
Señora Ibeas, seguramente, el tono demagógico y el contenido demagógico de su intervención viene dado porque piensa que va a ser muy difícil que usted tenga nunca la responsabilidad de sacar realmente de la crisis ni a Aragón ni a España. Ese es su problema, señora Ibeas. [Aplausos.] Porque si usted en algún momento pensase que podía llegar a gobernar, seguramente, el mitin electoral que cada mes nos dice o permanentemente en estos plenos, seguramente sería distinto.
Pero bien, entrando a la cuestión, señora Ibeas, mire, yo sigo saliendo por Aragón y sigo hablando con la gente de Aragón y también con mucha gente del resto de España. Porque, vuelvo a insistir: todo lo que pasa fuera de Aragón también nos afecta. Y soy muy consciente de que la situación es muy difícil, señora Ibeas, es muy difícil para las familias que están en paro, es muy difícil para quienes ven peligrar su puesto de trabajo, es muy difícil para el autónomo que ha tenido que cerrar y ha visto cómo le embargaban incluso su piso y su vivienda personal, y es muy difícil para tantas personas que están pasando malas situaciones.
Pero dicho esto, señora Ibeas, justo todo lo que estamos haciendo va en la dirección de mejorar esa situación. Sus principios ideológicos son distintos a los míos; pero, señora Ibeas, lo que no puedo admitir es que usted se crea que solamente su idea es la buena.
Mire, hemos cambiado el modelo en el tema de la participación, el modelo sanitario de la cuestión farmacéutica, y se ha pasado de un modelo que existía ahora en el cual tenían un tratamiento quienes eran activos, es decir, en edad de trabajar, o quienes eran pasivos, en edad de jubilación, a pagar en función de los ingresos. Y le voy a decir, señora Ibeas, me parece mucho más equitativo que quien tiene menos ingresos, aunque sea pasivo o sea activo, no pague. Y usted, señora Ibeas, en esta catarata de demagogia que ha hecho, se ha olvidado, tanto ayer como hoy, de recordar que sesenta mil aragoneses que pagaban el 40% de sus productos farmacéuticos van a dejar de pagarlos, señora Ibeas, y esa es la reforma tan negativa que usted dice que hemos hecho. [Aplausos.] Y creo que es mucho más equitativo pagar en función de los ingresos que en función de que sea activo o pasivo.
Pero también en esta reforma sanitaria, está constatado, señora Ibeas —y lo decía ayer el consejero—, que se destruyen muchísimos productos que se desechan sin utilizar, y eso hay que controlarlo, y se está haciendo o se va a hacer lo que se hace en otros países europeos.
Y permítame, señora Ibeas, no siga con la falsa demagogia: el joven de veintiséis años que no tenga ingresos tiene que ir a decir que no tiene ingresos y, en ese momento, tiene asistencia sanitaria, señor Ibeas. [Aplausos.] No introduzca el miedo en la sociedad, no sea demagógica. El joven de veintiséis años que sale de la cartilla de los padres, si no tiene ingresos, sigue teniendo la misma asistencia sanitaria total, absoluta y gratuita, señora Ibeas. Y usted lo sabe, no tergiverse la realidad.
Y, simplemente, dos meras referencias: el tema de las tasas universitarias, señoras Ibeas. También le voy a decir el principio filosófico: mire, yo creo en la igualdad de oportunidades, por tanto, quien no tiene ingresos, el 100% gratuito; ahora, quien pertenece a una familia que tiene ingresos, que aporte a la sociedad en función de los ingresos de la unidad familiar, señora Ibeas. Me sorprende que ustedes, la izquierda, que son tan progresistas y defienden tanto la equidad, no la admitan.
Y ya, simplemente, una comparación con Europa, señora Ibeas, que usted dice el Estado del bienestar. Mire, dos ejemplos: en Bélgica, paga de un 1,10% a un 2,20% por receta todo el mundo, tenga los ingresos que tenga, además de la aportación. En Dinamarca, que seguro que ni usted ni yo discutimos el Estado de bienestar en Dinamarca, la aportación de los ciudadanos, del usuario en farmacia, va desde el 0% cuando es menor a ciento dieciséis euros al 85% cuando gasta más de cuatrocientos diez euros al año. Señora Ibeas, no me dirá usted que en Dinamarca el estado del bienestar no está mejor; es decir, en España, estamos dejando la situación mucho mejor.
Y, simplemente, un tercer dato europeo: en Finlandia, que tampoco dudará usted de que el estado de bienestar es bueno, la contribución de los ciudadanos en las enfermedades básicas es del 58%, pagan el 58%.
Y ya por último —y termino, señor presidente—, en Francia, además de pagar 0,5 euros por receta, le diré que el ciudadano contribuye con el 35% o con el 65% en esa banda. Por tanto, señora Ibeas, todo lo que se ha introducido en España queda por debajo de estos países, que estoy segura que usted no va a discutir que tienen un fantástico estado de bienestar. [Aplausos.]
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora presidenta.
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Sí, señora Ibeas.
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Sí, señor presidente.
Un minuto cuarenta más para que la presidenta nos responda no es lo que está pactado en la Junta de Portavoces ni en el Reglamento.
El señor PRESIDENTE: Señora portavoz, si usted hubiera...
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Es que yo también tengo más cosas que decir.
El señor PRESIDENTE: Si usted hubiera agotado dos minutos más, esta Presidencia le hubiera dejado, porque se ha dado cuenta que a lo largo de la mañana estamos siendo muy sensibles y muy flexibles, teniendo en cuenta, entre otras cosas, que se han retirado una interpelación y dos preguntas, con lo cual, como vamos mejor de tiempo, ha sido usted quien no ha querido tener dos minutos más, señora Ibeas.
La señora diputada IBEAS VUELTA [desde el escaño]: Perdón, hubiera agradecido que se me hubiera comunicado que tenía un minuto cuarenta más para hablar, porque tenemos muchas cosas que decirle a la señora presidenta.