Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General Aragón (DGA)

Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar sobre el acuerdo del Consejo de Gobierno, de 16 de abril de 2008, relativo a la adopción de tres medidas sobre el abastecimiento de agua a Barcelona, y sobre las decisiones adoptadas en relación con el proyecto de abastecimiento de agua a la ciudad de Barcelona desde Tarragona.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 018 de Plenos (VII Legislatura)
Intervinienen: Iglesias Ricou, Marcelino - Pina Cuenca, Francisco - Alcalde Sánchez, Gustavo - Fuster Santaliestra, Bizén - Barrena Salces, Adolfo - Allué Sus, Javier - Franco Sangil, Jesús Miguel

El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto siguiente del orden del día: la comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar, a solicitud de los veintitrés diputados del Grupo Parlamentario Popular, sobre el acuerdo del Consejo de Gobierno, de 16 de abril de 2008, relativo a la adopción de tres medidas sobre el abastecimiento de agua a Barcelona, y, a petición propia, sobre las decisiones adoptadas en relación con el proyecto de abastecimiento de agua a la ciudad de Barcelona desde Tarragona.

Tomará la palabra en primer lugar el señor presidente del Gobierno.

Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar sobre el acuerdo del Consejo de Gobierno, de 16 de abril de 2008, relativo a la adopción de tres medidas sobre el abastecimiento de agua a Barcelona, y sobre las decisiones adoptadas en relación con el proyecto de abastecimiento de agua a la ciudad de Barcelona desde Tarragona.

El señor presidente del Gobierno de Aragón (IGLESIAS RICOU): Señor presidente. Señorías.

Comparezco ante esta cámara con el fin de explicarles las decisiones que el Gobierno de Aragón ha adoptado en relación con el abastecimiento extraordinario de agua a la ciudad de Barcelona. Soy perfectamente consciente de que esta es una cuestión sobre la que pueden hacerse todo tipo de exageraciones y de demagogias. [Rumores.] [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «Ha dicho una gran verdad, ¿ya os picais?»] [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «Ha dicho una cosa que es verdad.»] Y, por ello, desde el primer momento solicité comparecer ante este Pleno para exponer la situación y las posturas que ha adoptado el Gobierno.

Todos ustedes conocen la situación de sequía que sufre en estos últimos años la cuenca, las cuencas mediterráneas, en las que estamos, especialmente algunas zonas como las cuencas internas de Cataluña, cuyos recursos rondan en este momento, aproximadamente, el 20% de su capacidad. La Agencia Catalana del Agua, a la que corresponde la responsabilidad de la gestión hidrológica en estas cuencas internas que abastecen a cinco millones de personas planteó la necesidad de resolver estos difíciles momentos, y esto por varias vías: desde el transporte de agua en buques hasta la ejecución de una conducción para prolongar el conocido como «minitrasvase a Tarragona». Todas estas serían medidas coyunturales hasta la conclusión de la planta desaladora de El Prat, cuya entrada en funcionamiento está prevista para mediados del próximo año.

Ante estas informaciones, el Gobierno de Aragón, en cumplimiento de su Estatuto, que le ordena velar por los intereses hídricos de la comunidad, adoptó varias iniciativas.

En primer lugar, solicitar del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino información sobre la propuesta de prolongación del minitrasvase.

En segundo lugar, solicitar de los máximos órganos de consulta jurídica del Gobierno (la Dirección General de Servicios Jurídicos y la Comisión Jurídica Asesora) sendos informes para establecer un diagnóstico exacto de la naturaleza de la propuesta, diagnóstico que permita juzgar su adecuación o no a nuestro Estatuto de Autonomía.

Y en tercer lugar, poner en alerta a esta cámara sobre la situación y la posibilidad de que la comunidad autónoma hubiera de verse en necesidad de emitir el informe previsto en el artículo 72.3 de nuestro Estatuto de Autonomía.

Días después, el Gobierno de la nación aprobó un real decreto, que todos ustedes conocen, de medidas excepcionales y urgentes para garantizar el abastecimiento de poblaciones afectadas por la sequía de la provincia de Barcelona. En este decreto ley se prevé la construcción de una conducción que permita conectar el sistema del Consorcio de Aguas de Tarragona y el sistema de abastecimiento Ter Llobregat, y se establece la ampliación del ámbito territorial establecido por la Ley 18/1981, que estableció lo que denominamos «el minitrasvase», permitiendo llegar hasta Barcelona caudales de este minitrasvase pero sin variar el caudal asignado. Asimismo, el propio decreto ley limita temporalmente su vigencia, estableciendo que la perderá (la vigencia) tan pronto como finalice la situación de sequía o tan pronto como entre en funcionamiento la desaladora de El Prat.

Hasta aquí el relato de los hechos. En adelante, la visión que el Gobierno de Aragón tiene de estos hechos.

En primer lugar, la situación de sequía es una realidad incontestable. El consumo doméstico, sin duda, es la prioridad absoluta, no solo según la legislación española, sino también según el sentido común, para la utilización de las aguas en nuestro país. Así lo defendimos en el año 2000 frente a quienes pretendían un trasvase del Ebro para regadíos y para otros desarrollos urbanísticos e industriales en el Mediterráneo. Y ya dijimos entonces que solo aceptaríamos la lógica de un trasvase como última solución, una vez acreditada la insuficiencia de otras soluciones, y exclusivamente, exclusivamente como agua para uso de boca.

En segundo lugar, el minitrasvase a Tarragona fue una decisión de un gobierno de hace veintisiete años, un gobierno de UCD que presidía entonces don Leopoldo Calvo Sotelo, y que adoptó esa decisión que denominamos «el minitrasvase a Tarragona». Para que nadie se lleve a engaño en relación con la opinión del Gobierno, el ministravase a Tarragona es un trasvase, es un trasvase, porque es un trasvase llevar agua no de una cuenca a otra, sino de una demarcación hidráulica a otra; y es un trasvase del Ebro, uno de los ocho trasvases que sufre el Ebro, insisto, ocho trasvases que sufre el Ebro en estos momentos.

Tercero. Lo que hace el real decreto ley aprobado por el Gobierno de la nación es autorizar para redistribuir los caudales que ya tienen concedidas las cuencas internas de Cataluña en este momento en Tarragona. Y tengo especial interés en que también esto quede bien claro: la ciudad de Tarragona y Reus y sus comarcas no forman parte, como ustedes saben bien, de la cuenca del Ebro. Por tanto, tomar agua en Tarragona y llevarla a Barcelona, jurídica, técnicamente, no puede considerarse un trasvase del Ebro.

También es importante considerar, en cuarto lugar, el caudal del minitrasvase. Desde 1981, este caudal no ha variado. Es difícil que haya un trasvase si no se autoriza más caudal, ni un litro más de caudal. El caudal en el anterior minitrasvase era de cuatro metros/segundo, lo que equivale a ciento veintiséis hectómetros cúbicos al año, que se detraen de los canales laterales del delta del Ebro, no del Ebro, sino de los canales laterales del delta del Ebro. [Rumores.]

Con el real decreto aprobado por el Gobierno de la nación, ese caudal de 1981 seguirá siendo el mismo, cuatro metros cúbicos por segundo, con la limitación añadida de que, de los ciento veintiséis hectómetros cúbicos/año, solo cincuenta de estos ciento veintiséis que están autorizados desde el año 1981, con carácter provisional, hasta dentro de un año, podrán llegar a la ciudad de Barcelona. Ningún derecho, por tanto, de los usuarios del Ebro ni ninguna expectativa de futuro de quienes formamos parte de la cuenca se verán limitados por esta decisión. No existe, por tanto, un nuevo trasvase del Ebro porque no se detrae ni se puede detraer un solo litro de agua más de los que ya están concedidos desde hace veintisiete años fuera de la cuenca del Ebro, es decir, en Tarragona.

Quinto. Que la vigencia de la medida está claramente limitada en el tiempo. Por tanto, es una medida de emergencia, provisional y que tiene fecha de caducidad. La puesta en funcionamiento del la desaladora de El Prat supone el fin definitivo de la autorización para la conducción de recursos entre Tarragona y Barcelona. Esa puesta en funcionamiento está prevista para el mes de junio de 2009 y no creo necesario hacer la cuenta de los meses en los que podría funcionar. Y ello siempre que no cambie durante esos meses la situación de sequía excepcional en la que nos encontramos, ya que, si cambia la situación de sequía, también la autorización perderá su vigencia.

Por último, en cuanto a la posibilidad de que comunidades de regantes de la cuenca del Ebro cedan sus derechos al uso del agua en favor del abastecimiento, quiero ser igualmente claro.

Primero. Esta posibilidad, desde nuestro punto de vista, carece de sentido puesto que en ningún caso podrían ser trasladados hasta Barcelona. La capacidad, es decir, el aforo de la conducción de las instalaciones de captación en el delta, solo permite el paso de cuatro metros cúbicos por segundo, que son los que ya están concedidos desde el año ochenta y uno. Si se cediesen derechos por los regantes no habría por dónde extraerlos físicamente del Ebro. Por tanto, esta voluntad solo sería útil para conseguir más caudales en el Ebro, y eso tampoco sería… en el delta del Ebro, y eso tampoco sería sacar agua de la cuenca. [Rumores.]

Segundo. La autorización para sacar, para trasladar recursos extraídos está limitada a los ya concedidos a Tarragona -los mismos, es decir, cuatro metros cúbicos por segundo- susceptibles de ser extraídos. Si se cediesen los derechos, no habría autorización que amparase su traslado hasta Tarragona, paso obligado de cualquier otra conducción hacia Barcelona.

Tercero. El Gobierno de Aragón es radicalmente contrario al establecimiento de mercados del agua. Aceptar algo así, por mucho que quepa en la Ley de aguas que aprobó el Gobierno en el año 2001, sería para nosotros imposible. Por ese motivo, el Gobierno de Aragón estará vigilante, tal como le obliga nuestro Estatuto de Autonomía, estará vigilante frente a cualquier intento de trasvase.

Confío en que haya quedado suficientemente clara la oposición del… la posición del Gobierno de Aragón, pero no tengo inconveniente en condensarla una vez más.

Del contenido del real decreto ley, este de la cesión de derechos es el elemento sobre el que pueden surgir más dudas jurídicas, sobre el que consideramos más necesaria la aportación de nuestros órganos de consulta jurídica. Una vez que conozcamos los correspondientes informes, actuaremos en consecuencia.

Señorías, estoy atento para conocer con cuáles de estos principios no están de acuerdo cada uno de los grupos parlamentarios y cuáles rechazan. Por mi parte, reafirmo lo que anuncié el pasado 23 de abril: nuestra preocupación por mantener una posición coherente, como hemos venido manteniendo estos años, y por que se mantenga incólume y no se maltrate la imagen de nuestra comunidad.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Iglesias.

A continuación, tiene lugar la intervención del Grupo Parlamentario Popular en función de su petición de comparecencia, y lo hará en la persona de don Gustavo Alcalde. Tiene la palabra.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.

Permítame que mis primeras palabras sean para mostrar la disconformidad, la disconformidad de mi grupo porque sobre la marcha se haya cambiado la ordenación de este debate, ordenación que había preparado no mi grupo parlamentario, que había preparado la Presidencia de las Cortes [aplausos] y que ahora se acaba de cargar la réplica del grupo parlamentario que ha solicitado esta comparecencia. Si en la anterior comparecencia sobre Gran Scala ha habido réplica de mi grupo, que era el solicitante, no entiendo por qué ahora se nos hurta esa posibilidad de replicar en el turno correspondiente. [Aplausos.] Quiero que conste en acta, señor presidente, la disconformidad de este portavoz en este mismo momento sobre ese cambio, sin ninguna justificación desde mi punto de vista. [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Señor Alcalde, como usted dice que no lo entiende, se lo voy a explicar.

Yo no quería ser objeto de controversia ni distraer de la importancia del debate que están ustedes desarrollando. Se ha producido una síntesis de dos comparecencias [protestas] a instancia del Gobierno...

¿Tampoco ustedes me van a respetar? Estoy tratando de explicar las cosas.

En cualquier caso, para abreviar, como los portavoces parlamentarios conocían, no he querido distraer. Ahora lo digo: si alguien tiene alguna duda, en aplicación del artículo 80, que les invito a una reposada y serena lectura, he decidido establecer, oídos los portavoces, que se desarrolle el debate en estos términos. El señor Alcalde no tendrá limitación en el tiempo, como no la tenía el señor presidente del Gobierno.

Puede continuar. [Aplausos.] [Rumores.]

El señor diputado SUÁREZ ORIZ [desde el escaño]: Señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Señor portavoz…

El señor diputado SUÁREZ ORIZ [desde el escaño]: En función del artículo 86…

El señor PRESIDENTE: Es igual, puede usted hacer uso de la palabra.

El señor diputado SUÁREZ ORIZ [desde el escaño]: ... en aplicación del Reglamento.

Señor presidente, no es el artículo 80 el que mandata al presidente la ordenación del debate, le corrijo, sino el artículo 82, oída la Junta de Portavoces...

El señor PRESIDENTE: Ochenta y dos, muy bien.

El señor diputado SUÁREZ ORIZ [desde el escaño]: ... y usted trajo aquí una ordenación del debate que usted mismo ha cambiado hoy por la mañana.

Simplemente, que quede constancia del comportamiento de la Presidencia de las Cortes.

El señor PRESIDENTE: A mí ya me quedaba su opinión claramente, por eso he mantenido la posición, porque he escuchado a todos los portavoces. Efectivamente, en el artículo 82 -me he confundido-, sus tres apartados (1, 2 y 3) son sustanciales para entender la capacidad que otorga el Reglamento a la Presidencia, y les he escuchado.

Y como se confunde habitualmente el que trate de buscar los consensos entre los grupos parlamentarios con la laxitud con que me tomo las facultades que me otorga el Reglamento, se producen estas circunstancias. Espero que en lo sucesivo no vuelvan a producirse para no distraer de lo importante.

Señor Alcalde, le ruego la disculpa por la interrupción, y tiene usted la palabra.

El señor diputado ALCALDE SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.

Sorprenden, sorprenden los aplausos desde los grupos que apoyan al Gobierno a la decisión del presidente. Pero, mire, he decidido que hoy [el señor diputado Franco Sangil, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles] -señor Franco, si usted me permite, que estoy en uso de la palabra-, he decidido que, hoy, ustedes no me amarguen la mañana, he decidido que no me la amarguen. [Rumores.] [Aplausos.]

Yo creía que era un día de suerte cuando he visto aparecer en carne mortal al señor presidente en este hemiciclo [rumores], teniendo en cuenta que, en la anterior comparecencia en la que mi grupo solicitaba su presencia aquí para explicar la situación de Gran Scala, pues el señor presidente ha tenido a bien entrar cuando estaban interviniendo los grupos que apoyan al Gobierno, despreciando así la opinión de la oposición [aplausos], de los grupos que no concuerdan o… estaba escuchando, pues, no sé, en algún recoveco de este magnífico palacio. [Rumores.]

Pero, mire, señor Iglesias, después de escucharle atentamente hoy y de venir leyendo durante todos estos días sus distintas intervenciones -en muchos casos, permítame que patéticas- en relación con el tema de la comparecencia de hoy, veo que usted le ha cogido el gusto a eso de mentir, señor Iglesias. Mire, mentir es como una drogodependencia, es como una ludopatía, señor Iglesias: engancha. Y usted está ya enganchado a la mentira, señor Iglesias, está ya enganchado a la mentira.

Mire, ¡quién le ha visto y quién le ve!, ahora, usted hablando de demagogia en materia de agua. Es absolutamente sorprendente, señor Iglesias. Mire, le hemos visto hasta el mismo día 9 de marzo, el día en que se celebraban las elecciones generales, hasta ese mismo día lo hemos visto a usted envuelto en la bandera antitrasvasista como único eje de su partido y del programa de su partido en Aragón, como único eje, y ahora lo vemos convertido en el agente comercial del señor Montilla, vendiéndonos un trasvase como una redistribución de caudales, señor Iglesias.

Ahora, resulta que usted nos acaba de explicar aquí y ahora ya lo más sorprendente de todo lo que nos quedaba por oír, y es que ha diferenciado el delta del Ebro: nos ha dicho que ahora se detrae el agua del delta, no del río Ebro [aplausos], ¡lo ha dicho, y por dos veces, y por dos veces, señor Iglesias! [Rumores.] Mire, ahora, para usted, el delta no es cuenca del Ebro. [Rumores.] Veo... Si me lo permiten, podré continuar. Ahora, para usted, el delta no es cuenca del Ebro. Veo que los años en el Gobierno les hacen aproximar posiciones a los dos miembros, a los dos cabezas visibles de los partidos que sustentan el Gobierno: está usted ya en las tesis del señor Biel en Valencia de que el agua cogida aguas afuera o en el delta no es un trasvase. No dé ideas, señor Iglesias, no dé ideas, que lo que aquí se habla se publica, y está dando usted ideas cuando dice que el delta no es cuenca del Ebro para que alguien, otros vengan aquí a decir que necesitan esa agua que está en el delta. No dé usted ideas, señor Iglesias. [Rumores.]

Mire, aún resuenan, señoría, aún resuena el eco de las palabras del señor Zapatero el día 1 de marzo en la plaza de toros de Zaragoza, apenas solo mes y medio, aún resuenan, señor Iglesias, sus palabras: mientras yo sea presidente, no habrá trasvase del Ebro. Aún resuenan, señor Iglesias. [Rumores.] La primera decisión de este Gobierno, del Gobierno de Zapatero, la primera, señor Iglesias, la primera, ha sido aprobar precisamente un trasvase del Ebro: esa es la credibilidad del presidente del Gobierno. Mire, mire para otro lado cuando le dicen cosas que no le gusta escuchar. [Rumores.]

Y aún resuenan también, señor Iglesias, aún resuena el eco, más lejano pero aún resuena, de sus palabras, de sus propias palabras cuando decía: si el PSOE apoya el trasvase del Ebro, dimitiré como presidente. ¡Cuánto vale su palabra, señor Iglesias! [Rumores.] ¡Cuánto vale su palabra y la del señor Zapatero! [Rumores.] ¡Cuánto la palabra de alguien tan beligerante cuando se trata de los gobiernos del Partido Popular y tan sumiso, tan corderillo cuando los gobiernos son del Partido Socialista! Lamentable, lamentable, señor Iglesias.

Mire, ¿qué respeto le merecen al señor Zapatero y a sus señorías los aragoneses a la vista de lo que les acabo de decir? Ninguno, ninguno, señor Iglesias. Ustedes dos han mentido, han mentido flagrantemente a los aragoneses, lo han hecho hasta la extenuación, lo han hecho hasta quedar afónicos, señor Iglesias, ustedes han mentido a la sociedad aragonesa. La posición de su partido ante los trasvases ha sido un kleenex, señor Iglesias, que han usado hasta la saciedad por interés electoral, particularmente aquí, en esta comunidad, en Aragón, hasta el mismo día de las elecciones, como le decía anteriormente.

Fíjese si han usado de forma espuria ustedes esta cuestión que, en el mes de noviembre, la señora Narbona pedía al consejero de Medio Ambiente del Gobierno de la Generalidad expresamente que no tocara este tema, que ya lo tenían en cartera, que no tocara este tema hasta pasadas las elecciones, para así poder disfrutando del juguete, de la bandera electoral, poder venir aquí, a Zaragoza, a decir que no se va a hacer mientras se gobierne un trasvase, cuando se tiene en cartera ya el trasvase del Ebro desde el gobierno catalán, y ustedes lo sabían, señor Iglesias.

¿Recuerda usted el uso que ha hecho en esta campaña del agua? ¿Recuerda usted los faldones, recuerda usted las cuñas de su partido al respecto en estas pasadas elecciones? [Rumores.] El tiempo es muy cruel, señor Franco y señor Iglesias [rumores], el tiempo es muy cruel y las cañas se tornan lanzas, y se han tornado ahora lanzas, señor Iglesias.

Yo le voy a hacer una pregunta: ¿quién es ahora presidente de Aragón cuando se ha aprobado un trasvase del Ebro? ¡Usted, señor Iglesias, usted! [Aplausos.] ¿Quién prometió dimitir si el Partido Socialista aprobaba un trasvase y no lo ha hecho? ¡Usted también, señor Iglesias, también, también usted! [Aplausos.] Ustedes mismos se han desenmascarado en el fondo y en las formas aprobando el Consejo de Ministros el real decreto ley a capón, a la brava, saltándose a la torera el diálogo, saltándose a la torera la legislación vigente, el Estatuto de Autonomía de Aragón y, sobre todo, sus compromisos, sus promesas, que se las ha llevado el viento! Un real decreto, señoría, que habla no de agua de boca, como usted ha afirmado aquí, que habla de abastecimiento a poblaciones. No engañe, por favor, no engañe, lea el real decreto, que es muy sencillo, habla de abastecimiento, y el abastecimiento incluye lo que usted sabe que incluye, no lo que usted quiera que incluya en un momento determinado. Mire, un real decreto que incluye, precisamente, esa compra de derechos a la que usted ha hecho mención. [Rumores.]

Y la pregunta es: ¿se va a corregir? ¿Se va a corregir en el trámite como proyecto de ley o van a impedir ustedes, los socialistas, que se tramite como proyecto de ley? Porque, mire, a mí no me basta, no me sirve que diga la señora ministra que no va a aplicar esa compra de concesiones. Pues, si no la aplica, ¿por qué está? Porque ahí va a quedar reflejada en ese real decreto ley, va a quedar reflejada, y llegará otra ministra, o se le olvidará a la ministra lo que ha dicho, como se le ha olvidado al señor Zapatero, y hará una cosa muy distinta. ¿Qué va a hacer su Gobierno, señor Iglesias? Ahí, ahí lo quiero ver.

Mire, ustedes han estado en este tema jugando, desde el primer día, jugando. Jugaron -porque ha sido siempre un juego para ustedes- a despistar, primero, con el famoso trasvase del río Segre, en cabecera, como usted sabe, jugaron a despistar para llegar al objetivo que tenían marcado desde el principio, que era aprovechar el agua del Ebro en su desembocadura: ese era el objetivo que tenían ustedes. Entonces, yo les pregunto, si ese es el objetivo del señor Montilla, que ha quedado perfectamente claro, porque este proyecto no se hace de la noche a la mañana, si ya van a empezar las obras, lo tendrán estudiado, ¡si sabemos todos que había en tiempos un proyecto, el de la autopista, lo sabemos todos perfectamente!… Entonces, ¿por qué dijeron en su momento que no a esa parte del Plan hidrológico nacional? ¿Por qué no lo dijeron claramente en noviembre, cuando hablaba la señora Narbona a escondecucas con el Gobierno de Cataluña? [Rumores.] ¿Por qué? ¿Por qué no lo dijeron entonces? ¡Dígame qué ha cambiado para que, antes, esto fuera un trasvase y ahora no lo sea! ¿Me puede decir qué ha cambiado, señor Iglesias? Antes, en 2001 o en 2005, cuando ustedes derogaron parte del Plan hidrológico nacional, eso era un trasvase, según ustedes, ahora no lo es. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ha cambiado, señor Iglesias? Explíquenoslo, por favor.

El objetivo han sido siempre las aguas del Ebro en su desembocadura, el Segre solo fue un señuelo, un señuelo que ustedes utilizaron. Y yo ahora le voy a hacer una pregunta, y directa, señor Iglesias: y el presidente de Aragón ¿no sabía nada de todo esto? ¿Me quiere convencer usted de que usted, presidente de Aragón, en perfecta sintonía con el señor Zapatero -eso dice usted-, en perfecta sintonía con la señora Narbona -eso decía usted-, en perfecta sintonía con el señor Montilla -nos tiene cansados de oírle a usted eso-, y, desde luego, que ha puesto en la presidencia de la Confederación Hidrográfica a un hombre de su confianza, me quiere usted decir que usted no sabía nada absolutamente de lo que llevaban entre manos, de que se estaba pergeñando, de que se estaba gestionando un trasvase del Ebro? [Rumores.] ¿Me quiere usted decir que no? ¡Hombre, por favor! [Rumores.]

Yo creo que usted conocía hace mucho tiempo esta cuestión, como estoy convencido de que hace ya días o semanas que usted ha dado el visto bueno a este real decreto ley. ¡Sí, señoría!, usted ha dado el visto bueno hace días o hace semanas; si no, ¿por qué se expresan con tanta seguridad tanto la vicepresidenta como la ministra cuando dicen que los informes que va usted a manejar, esos que ha solicitado pero que parece ser que ya no los necesita, porque ya se ha tirado directamente a la piscina… esos informes, dicen la vicepresidenta y la ministra, van a ir en un sentido concreto? ¿Por qué lo saben? Porque han hablado con usted, señor Iglesias [rumores], porque saben que cuentan con su apoyo, saben que cuentan con su visto bueno, con su aval al trasvase del Ebro, que se ha aprobado mediante real decreto ley. [Rumores.]

Un trasvase, señoría, si me permite y si me quiere escuchar, un trasvase que ha roto todos los moldes. Ha huido del consenso, señor Iglesias, no se ha consultado a las comunidades autónomas afectadas, no ya formalmente. Si se ha hablado, se habrá hablado con usted como compañero o camarada Iglesias; como presidente del Gobierno, me da la impresión de que no. Y, si se ha hablado con usted, dígame, dígalo delante del señor Biel, si ha consultado usted con el señor Biel y con sus socios de gobierno. [Rumores.] ¿Ha consultado antes de dar ese visto bueno, ese aval? [Rumores.] Este parlamento no ha sabido absolutamente nada de esta cuestión, señor Iglesias. [Rumores.]

Mire, no me explique como consenso, como diálogo, como participación el convocar una reunión a posteriori, al día siguiente de aprobarse el real decreto, una reunión con los consejeros del ramo. Eso no es ni diálogo ni consenso, es paripé, llámelo como usted quiera, pero no es diálogo ni consenso.

Ha huido el Gobierno de Zapatero de la legalidad. Cuando se trata de amigos, no hacen falta estudios, no hacen falta estudios de impacto medioambiental; si hay que modificar la Ley de aguas, se modifica a gusto del consumidor; se sientan los precedentes habidos y por haber, da lo mismo… En definitiva, han abierto ustedes el melón del Ebro para hacer con el lo que les dé la gana a sus amigos, al señor Montilla, del Partido Socialista de Cataluña, o a quien le dé la gana.

Y mire qué contraste: unas obras del Pacto del Agua que han sido sistemáticamente bloqueadas, sistemáticamente dinamitadas, con estudios de impacto medioambiental, con estudios y requeteestudios y modificados de los estudios, y ahora llega un proyecto y, de la noche a la mañana, encuentra todo el camino allanado, encuentra solventadas todas las barreras administrativas y sale adelante, mientras nuestras obras siguen ahí, absolutamente bloqueadas. ¡Qué lamentable, señor Iglesias, el distinto calibre del cedazo con el que miden ustedes los territorios y con el que miden a los ciudadanos, en unos lugares tan fácil, en otros tan complicado, en otros tan difícil! Han batido todos los récords de diligencia administrativa, incluso saltándose la ley, han apelado a la urgente necesidad de dotar de agua de boca a cinco millones de ciudadanos, que supongo que es la misma urgencia que tenían en el año 2005, cuando se rechazó este mismo trasvase, que supongo que es la misma diligencia y urgencia que en noviembre pasado, cuando se decidió esperar a que pasaran las elecciones, que supongo que es la misma urgencia que tienen todos los años más de ciento ochenta poblaciones aragonesas que tienen que abastecerse con cisternas, señor Iglesias, que supongo que es la misma urgencia que tienen para tener agua de calidad la ciudad de Zaragoza y sesenta y dos núcleos de su entorno, que ven, sin embargo, paralizado el embalse de Yesa y marginadas sine díe sus posibilidades de tener un agua de calidad.

Mire, se han gastado o se van a gastar ciento ochenta millones de euros en una tubería, en teoría, con una vigencia temporal de nueve meses, pero ahí va a quedar hecha, señor Iglesias, ahí queda hecha esa tubería para que la puedan seguir utilizando como quieran de por vida, mientras esos ciento ochenta millones de euros se van a detraer, los vamos a pagar el conjunto de los ciudadanos españoles y se van a detraer de las partidas del Ministerio de Medio Ambiente, y en esas partidas precisamente están incluidas las obras del Pacto del Agua de Aragón, las obras que tanto tiempo lleva esperando nuestra comunidad.

Han sentado ustedes el precedente gravísimo con este real decreto ley de la bilateralidad, señor Iglesias, de que un gobierno central y un gobierno autonómico, rompiendo el principio de unidad de cuenca, decidan por los intereses del conjunto de los ciudadanos de toda la cuenca, y esto es un precedente gravísimo porque nos dice ya por dónde van a ir los tiros en otro ejemplo de bilateralidad, que usted renunció a presentar un recurso de inconstitucionalidad, y que es la posibilidad de que una comisión bilateral decida sobre los caudales a añadir al caudal ecológico en el delta del Ebro, condicionando, secuestrando el río delta y condicionando el uso del agua, hipotecando el uso del agua en el conjunto de la cuenca, señor Iglesias.

Se han mofado igualmente del Estatuto de Autonomía de Aragón. Ni un año, todavía no había cumplido ni el año y ustedes ya se lo han saltado a la torera, señor Iglesias. Ni siquiera han intentado propiciar el acuerdo entre comunidades. Se han saltado a la torera el informe preceptivo, que es eso, lo que dice, «preceptivo», señor Iglesias, y ustedes parecen haberlo echado al cubo de la basura.

Para Zapatero, me parece hasta cierto punto normal, porque conocemos ya su trayectoria, que este Estatuto no signifique nada, pero que usted sea cómplice de esa posición me parece absolutamente sorprendente. Se ha atrincherado usted, primero, en solicitar informes y más informes a unos y a otros, ha intentado incluso pasarnos aquí el muerto, a la comunidad autónoma, al parlamento de la comunidad, del informe preceptivo que le corresponde al Gobierno que preside su señoría, ¡conque fíjese usted!, pero, cuando ha visto que el tiempo se lo comía por los pies, rápidamente ha tomado la decisión de hacer dogma de fe el informe del abogado del Estado, un informe de parte, obviamente, que dice lo que quiere el Gobierno que diga, y ha decidido usted ya lanzarse, como le decía antes, a la piscina -muerto el perro, se acabó la rabia-: esto no es un trasvase, es una optimización de recursos, una redistribución de recursos… [Rumores.] En fin, ¿ha recibido usted ya los informes, señor Iglesias? Porque se ha expresado aquí con una contundencia sobre lo que es esto que está entre manos que digo «pues habrá recibido los informes esta mañana».

Mire usted, se ha quedado usted solo, solo negando la evidencia, señor Iglesias. Sigue queriendo que comulguemos con ruedas de molino, señor Iglesias, y se atraganta uno con tantas ruedas de molino que trae usted una vez tras otra a esta cámara. [Rumores.] Lo suyo, señoría, ya es patético. El consejero de Medio Ambiente catalán quiere comprar derechos para compensar el volumen que pierde el río Ebro en su desembocadura, en el delta. Los regantes del Ebro han acordado con el propio Ministerio de Medio Ambiente que van a ahorrar agua para compensar los hectómetros cúbicos que se van a Barcelona. ¿De dónde se van? ¿Del Guadiana, señor Iglesias? ¡Se van del Ebro, se van del delta del río Ebro!, luego lo suyo ya es absolutamente sorprendente.

¿Es que no se cansa su señoría de hacer el ridículo? [Risas.] ¿No se cansa? ¡No se cansa! ¿Va usted a seguir manteniendo contra viento y marea que el contenido de este real decreto no es un trasvase? ¡Veo que sí por lo que ha dicho en esta tribuna! ¿Que el agua que va a Barcelona no sale del Ebro, sino de unas presuntas cuencas catalanas, que habla usted? Señor Iglesias, por favor, ¿nos ha visto a todos chupete? [Risas.] ¿Llevamos colgado un chupete? ¿Llevamos un babi? [Risas.] ¿Considera usted que los aragoneses no son mayores de edad para entender lo que dicen las cosas? Su escapismo le ha llevado incluso a intentar endosarle, como decía, ese informe preceptivo a este parlamento.

Mire, ¿sabe lo que pasa? Lo que pasa es que lleva usted ocho años, ocho años, disfrutando políticamente de este cuento y no va a permitir que nadie le cambie el final al cuento, que nadie le estropee el final. Nadie le va a quitar ahora... ¡usted se va a dejar que le quiten este caramelo que tanto ha paladeado, ha degustado!

Mire, reflexione. Los aragoneses no se merecen, señor Iglesias, a un presidente que les ha mentido, primero, y que después intenta, erre que erre, seguir engañándolos, no se lo merecen, señor Iglesias. Lo mire como lo mire, esto es un trasvase y su obligación estatutaria es oponerse al mismo. Hágalo hoy, porque mañana, a lo mejor, ya es demasiado tarde, señor Iglesias, hágalo hoy. Mire, ¿sabe lo que haría un hombre serio? Pedir perdón a los aragoneses, señor Iglesias, pedir perdón por el espectáculo que está dando usted últimamente en esta cuestión.

Yo sé que, ahora, usted, como no tengo posibilidades de réplica -y ya acabo, señor presidente-, empezará a hurgar en la política hidráulica que desarrollaba el Partido Popular. No está legitimado, se lo dije un día ya, se lo dije un día: ya no cuela, ¡que no está usted legitimado para hablar de la política hidráulica del Partido Popular! Que, entre otras cosas, mire, pasamos ya por las urnas en su momento. ¡Que no está legitimado aquel que, como usted, en estas últimas elecciones generales pidió el voto de los votantes decentes del Partido Popular, no está legitimado ahora para echar en cara nada después del papelón que está haciendo usted estos días, señor Iglesias! [aplausos], está ya deslegitimado absolutamente para hacer usted un uso partidista, como viene haciendo, del agua, un uso electoral y un uso demagógico, porque usted es el gran demagogo del agua, señor Iglesias.

Mire, si usted, si la coalición Partido Socialista-Partido Aragonés tuviera un mínimo de coherencia política, señor Iglesias, si tuvieran un mínimo de respeto a los aragoneses y por ustedes mismos, deberían plantearse seria, rigurosamente dejar el lugar que ocupan en el Gobierno. [Rumores.] No se merecen los aragoneses un Gobierno que no es de fiar, un Gobierno que les engaña, un Gobierno que les miente día sí y día también. [El señor presidente pide silencio con el mazo.]

Muchas gracias, señor presidente. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.

Pues ahora corresponde el turno de intervención al Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista, y lo hará en su nombre el señor Fuster, que tiene la palabra.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Gracias, señor presidente.

Señorías. Señor presidente del Gobierno.

Estoy en un parlamento, en una cámara que representa al pueblo aragonés, que representa a los ciudadanos de un país, Aragón, a los que les gusta llamar al pan, pan, y al vino, vino. Y quien traiciona la voluntad del pueblo aragonés, quien traiciona a más de cuatrocientos mil aragoneses que salieron a la calle en contra de los trasvases, quien traiciona sus principios, sus compromisos, sus propuestas electorales, en Aragón tiene un nombre, señor Iglesias.

Los aragoneses, si algo no son, es tontos. Y cuando hablamos de trasvase del Ebro a Barcelona, de este trasvase que en estos momentos se está consumando y que, lamentablemente, hoy verá su aprobación en el Congreso de los Diputados, podríamos demostrarlo, podríamos evidenciarlo desde el punto de vista de la forma o del fondo. Solo de la forma, podría dedicar todo mi tiempo a hablarlo, esa forma que ustedes mismos se han saltado a la torera, que ustedes mismos se han burlado de su Estatuto, o estatutico en esto del trasvase, ustedes mismos de han burlado de ese informe preceptivo con el que nos llenaron la boca aquí cuando otros pedíamos un informe vinculante que nos defendiera de verdad frente a la amenaza de los trasvases. Ustedes mismos han ignorado, viendo cómo el señor Montilla y el señor Zapatero se ponían de acuerdo en pactar a espaldas de los aragoneses o, lo que todavía hubiera sido mucho peor, que hubiera sido con su complicidad y con su complacencia. Para hablar de este tema, mañana hay una pregunta parlamentaria precisamente de nuestro grupo político.

Pero no quiero hablar del fondo, y podría hablar mucho…, no quiero hablar, perdón, de la forma, digo, quiero hablar del fondo. Dice el señor Iglesias con un cinismo increíble que esto no es un trasvase, lo dice su Gobierno, aunque para esto no ha necesitado recibir los informes ni de la Coja ni de ninguna asesoría jurídica especial, ya ha decidido que esto no es un trasvase y, por eso, lo acepta, lo acata y le da la bendición.

Y no es un trasvase, no es un trasvase hoy, señor Iglesias, hoy no es un trasvase, porque para usted, en 2000, en el año 2000, cuando con su grupo firma unas enmiendas retirando, para que se retire lo que el PP había incluido en el Plan hidrológico nacional, que era su extensión hasta Barcelona, para usted entonces sí que era un trasvase, para su partido y para el PSC, igual que para otros partidos, entonces era un trasvase exactamente esto mismo que ahora parece ser que no lo es.

Cuando, en el año 2004, en el Congreso de los Diputados, se tramita, se comienza a tramitar la derogación de este trasvase y se hace explícitamente hincapié en que se retire la palabra «y Barcelona» que se había añadido a la de «provincia de Tarragona», ¿qué grupo presenta enmienda para retirar eso de «y Barcelona», además de Esquerra Republicana o Chunta Aragonesista u otros? El Partido Socialista. ¿Era o no era un trasvase para ustedes hace apenas dos años o hace apenas cuatro años? ¡Claro que era un trasvase!

Y cuando, en el año 2003, firman todos los partidos catalanes de la izquierda, los que conforman luego ese gobierno progresista, en Tortosa, por separado cada uno de ellos -y lo tengo aquí, señor Iglesias, si quiere verlo-, con la firma de quienes ahora son presidente, vicepresidente y más vicepresidente del Gobierno catalán (señor Montilla, ahora presidente, señor Carod Rovira, vicepresidente, señor Joan Saura [el señor diputado Franco Sangil, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles]… -sí, todos muy amigos suyos, sí, señor Franco, todos muy amigos suyos-, ¿sabe a qué se comprometían y sabe qué firmaron con su firma estampada? A presentar los recursos y acciones jurídicas en el momento de la publicación del proyecto definitivo de trasvase del Ebro en cualquiera de sus ramales, y, además, propone la derogación entonces del actual plan, elaboración de uno nuevo basado en los puntos anteriores, porque, dicen, representa el inicio, la conexión de las redes -de las redes estas, la que ahora se va a hacer-, representan, dicen, el inicio del trasvase del Ebro, y porque Cataluña no necesita de más concesiones del agua a otras cuencas -estaba traduciendo directamente del catalán-.

Esto es lo que piensan ustedes, lo que han venido pensando ustedes durante todos estos años. ¿Por qué ahora piensan otra cosa? O, mejor dicho, señor Iglesias, yo es que no le creo a usted, no le creo cuando usted dice que esto no es un trasvase, no le puedo considerar tan poco riguroso intelectualmente como para que se crea usted que esto no es un trasvase. ¡No se lo admito, no le admito, o no admito personalmente que usted se crea de verdad que esto no es un trasvase! Lo que pasa que usted no tiene mejor argumento, no tiene mejor justificación, no tiene mejores razones que dar que negar la mayor, que negar que esto es un trasvase, porque sabe que, si reconoce que lo es, evidentemente, tendría que oponerse a ello, salvo que perdiera la dignidad, la vergüenza, hasta extremos tan insospechables que pudiera mantener la posición. Por eso no lo hace.

Como usted tampoco se cree que esto sea un trasvase temporal o excepcional. ¡Cómo se lo va a creer usted, que ve que se van a gastar ciento ochenta millones de euros en una conducción de más de sesenta kilómetros de tubería! Si fuera transitorio o temporal, excepcional, se haría de goma, con tubos baratos y costaría menos de veinte millones! Se hace para siempre, se hace para siempre porque lo dice el presidente Montilla. ¿Sabe qué ventaja tenemos el presidente catalán ahora? Que no solo oímos lo que dicen ustedes, también oímos lo que dice de cuando en cuando, y el presidente catalán, en declaraciones a la televisión pública catalana, lo dijo bien claro: este trasvase es el extintor de Barcelona en situaciones de emergencia. Quieren tenerlo allí como un extintor, efectivamente, para cada vez que haya o no haya situaciones de igual o semejante emergencia, por eso va a ser permanente la infraestructura. Y, si va a ser permanente, ¿cómo podemos aceptar las definiciones de «temporal», «excepcional», «provisional»? ¡Para nada!

Y dice usted que no es un trasvase porque el agua se coge de Tarragona, que, a su vez, Tarragona ya no es la cuenca del Ebro. Muy bien, señor Iglesias, y esa agua, esa agua que ahora no se utiliza desde el año ochenta y uno, porque, de la concesión hasta ciento veinticuatro hectómetros, se ha venido utilizando una media de poco más de sesenta hectómetros cada año, esa agua que ahora no se utiliza y que con este trasvase se utilizará, ¿de dónde sale, señor Iglesias? ¿De dónde sale? ¿Del Ebro o de otro río? Dígalo usted. ¿De dónde? ¿De qué río sale? ¿Del Ebro? Sí, ¿verdad? Y si es del Ebro, trasladar el agua del río Ebro a la ciudad de Barcelona, ¿es un trasvase o qué demonios es, señor Iglesias? [Rumores.] ¿Qué es, pues? Esa conducción de esa agua de un sitio a otro ¿es un trasvase? O dígame qué diantres o demonios es. Usted sabe perfectamente qué es.

No se utiliza esa agua y esa agua que va a ir a Barcelona, si no fuera a Barcelona, iría por el río Ebro, iría al delta, pasaría por el delta y llegaría al mar. Evidentemente, si no fuera a Barcelona, seguiría su curso y llegaría al mar. Luego, es un agua del río Ebro que va a dejar de ir por el río Ebro para ir a unas cuencas internas de Cataluña, entorno de Barcelona. [Rumores.] [El señor presidente pide silencio con el mazo.]

Señorías [rumores], señor presidente [el señor presidente pide silencio con el mazo], señorías del Gobierno, si eso no es trasladar, si eso no es trasvasar el agua de una cuenca a otra, baje quien ustedes quieran y lo vea. De hecho, en Cataluña no se cortan, en Cataluña reconocen que es un trasvase y tienen posiciones… Fíjese, hasta el gobierno catalán tiene posiciones distintas. Hoy mismo, en el Congreso de los Diputados, van a votar cosas diferentes, porque están teniendo su debate. Ustedes no admiten ni siquiera tener el debate porque saben que, si admiten el debate, si admiten la mayor (que es un trasvase), saben que se tendrían que ir a casa. Saben que han utilizado mucho, que han vivido mucho de su posición antitrasvasista, aunque yo a usted, señor Iglesias, permítame que en esto del agua no le crea mucho porque usted pasó de ser un furibundo trasvasista en el año noventa y tres, cuando era secretario de comunicación del gobierno Marco y nos llamaba a los que salíamos a manifestarnos…, a aquella manifestación la llamaba «baturrada» y nos decía que eran llamadas a la guerra civil cuando nos manifestábamos contra el trasvase, pasó de eso -sí, le hemos sacado aquí algunas veces ya la hemeroteca para recordárselo por si se había olvidado- a ser, supuestamente, un campeón de la lucha contra el trasvase en el año 2000, cuando lo planteó el Partido Popular. Y ahora, cuando lo plantea su compañero Montilla, cuando lo plantea su partido, se nos convierte en ni una cosa ni la otra, sino en alguien que está en un limbo en el que niega la evidencia de que esto es un trasvase. Sinceramente, es difícil de entender.

¿Por qué no se estudian alternativas? Si de verdad ustedes se creyeran que este es un trasvase temporal, que es una situación realmente coyuntural para satisfacer y dar respuesta a unas demandas de agua de boca, consumo urbano, que es un concepto mucho más amplio, donde hay también usos industriales, hoteleros y de mucho tipo más… Pero, con independencia de eso, mire, aquí, yo creo que no hay nadie en esta cámara que no esté dispuesto a buscar fórmulas para resolver el problema que tienen en Barcelona y los que tengan en todos los lugares, y también en nuestros pueblos, por supuesto, no hay nadie que no esté en condiciones o que no quiera que se solucionen. ¡Pero exploren ustedes las alternativas, no permitan ahora lo que negaron en otros momentos, no den por bueno ahora lo que antes dijeron que no podía ser para otras necesidades de otros que otros invocaban! Porque, con esto, ustedes abren una tajadera de imposible control. Esta tajadera que ustedes abren con este trasvase ¿quién la cerrará? ¿Quién dirá que no cuando otros invoquen derechos igualmente legítimos en otras comunidades del territorio español? ¿Qué dirán ustedes cuando otros también invoquen necesidades de consumos urbanos? ¿Qué dirán? ¿Qué precedente han sentado ustedes? Este es el que está presentando.

¿Por qué no buscan alternativas? Yo no he visto los estudios en los que se dice que no puede haber las minidesaladoras en Barcelona, no he visto los estudios que digan que no se pueda transportar en barco el agua desde Tarragona, no he visto esas alternativas que ustedes mismos daban (Gobierno de Aragón, año 2000) cuando ustedes presentaron alegaciones al proyecto del Plan hidrológico nacional.

El señor PRESIDENTE: Señor Fuster, por favor, le ruego que concluya.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Voy terminando, señor presidente, muchas gracias.

Mire…

El señor PRESIDENTE: No, le ruego que termine.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Termino…

El señor PRESIDENTE: Es que ha sobrepasado con creces el tiempo. Por favor.

El señor diputado FUSTER SANTALIESTRA: Termino, señor Iglesias, recordándole: ¿quiere que le lea lo que decía usted mismo por escrito, firmado en el libro donde se publican las alegaciones del Gobierno de Aragón al Plan hidrológico nacional en relación con esta conexión a Barcelona? Reléaselo. Yo creo que usted no necesita releerse las cosas, señor Iglesias, porque usted sabe perfectamente. Ustedes prefieren ser sumisos, mansos con el poder central, prefieren tragar con lo inaceptable, tragar con aquello que les ha dado juego y vida política durante todos estos años, no les importa tragarse sus principios.

Y en esto, señor Biel, no se despiste, que usted va en el lote exactamente igual. ¡Porque es increíble! Ya sé que usted -alguien se lo recuerda hoy-, siendo en el año ochenta y uno diputado en el Congreso, votó a favor de este trasvase del Ebro a Tarragona. ¡Claro!, entonces usted no era presidente del PAR. Pero usted en esto, señor Biel, va en el lote con el señor Iglesias.

Si ustedes tuvieran la dignidad política que hay que tener, si ustedes tuvieran las convicciones morales que han pretendido demostrar aquí cada vez que han intervenido en esta tribuna en contra del trasvase, hoy, hoy sin ir más lejos, esta tarde, cuando se apruebe en el Congreso de los Diputados y se convalide este trasvase, ustedes, los dos, de pareja y de la mano, tendrían que irse a casa.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Turno de Izquierda Unida. Señor Barrena, tiene la palabra.

El señor diputado BARRENA SALCES: Muchas gracias, señor presidente.

Empezaba usted, señor Iglesias, diciendo que no se podían hacer exageraciones ni demagogia. Yo estoy totalmente de acuerdo con usted, ni exageraciones, ni demagogia, pero sí las cosas como son.

Usted nos ha dado aquí una clase magistral, diría yo, sobre cómo explicarnos que esto no era un trasvase. Yo le voy a pedir que luego, en la réplica, me dé una clase de matemáticas y me explique: si el problema es exclusivamente para agua de boca de lo que se cifra en cinco millones de ciudadanos y ciudadanas de Barcelona y su área metropolitana -agua de boca, ha dicho usted, exclusivamente agua de boca, tres veces lo ha dicho-, bueno, cinco millones de ciudadanos y ciudadanas, aceptando, que son los parámetros, que hay un consumo de agua de boca, le diría yo… Le voy a conceder uso doméstico por aquello de ducharse, lavavajillas o, si no hay lavavajillas, a mano, le voy a aceptar los doscientos litros que en una sociedad civilizada se aceptan por ciudadano y día -aunque fíjese que nos han dicho que Barcelona es la ciudad más ahorradora de agua, yo creía que era Zaragoza, de hecho, sabe usted que hemos hecho aquí campañas de «Zaragoza, ciudad ahorradora de agua», hemos recibido premios internacionales, algún adalid del ahorro del agua en Zaragoza resulta que ahora justifica lo mismo que está justificando usted, pero le voy a conceder que Zaragoza no es la más ahorradora, sino Barcelona-, entonces, lo vamos a situar en los doscientos, doscientos litros diarios; entonces, matemáticamente hablando, es muy fácil: cinco millones por doscientos…

Ahora nos vamos al trasvase a Tarragona, que digo yo que, si hasta Tarragona es un trasvase, de Tarragona para otro lado será también; bueno, cambia… Yo creía que la transexualidad y esa serie de cosas, se producía en otros temas, en las cosas de las tuberías y demás yo creo que no. Si es un trasvase hasta aquí, pues, ¿eh?, el voyerismo, el travestismo, yo creo que no. [Rumores.]

Pero, bueno, vamos a seguir. [Rumores.] Mire usted, cuatro -no se me pongan nerviosos, no se pongan nerviosos, que, si no, se me van a perder, ¡que se me van a perder!, ¡que se me van a perder!, siga-… ¿Cuál es la concesión que, ahora, este real decreto, que luego se convalidará…? Por cierto, el señor Membrado sale hoy en la prensa diciendo que hoy va a votar el trasvase a Barcelona, lo dice el señor Membrado, así que dígale a él que no, que está muy equivocado, pero, bueno… Mire usted, cuatro metros por segundo. Ya sabe usted: el minuto, sesenta segundos, la hora, sesenta minutos, las veinticuatro horas al día… Pues, con eso, le invito a que siga haciendo el cálculo para comparar lo que necesitarían los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona para consumo de agua doméstico, le concedo, ya no solo el de boca, y cuánto va a ir por la tubería si hubiera agua, a ver si es para agua de boca solo, a ver si es para agua de boca. Yo, luego, como tengo los datos ahí, si no les salen, se los paso. Lo digo por saber exactamente de lo que estamos hablando. [Rumores.] Y, cuando tengamos las cuentas hechas, sabremos de lo que estamos hablando y lo que permite el real decreto que hoy se convalida.

Pero ya voy a la mayor, y la mayor es que, mire usted, aquí nos hemos estado oponiendo al trasvase desde siempre: la primera vez ya con el señor Borrell, la segunda vez bajo el gobierno del señor Aznar, llegó el Pacto del Agua… Es verdad, como usted ha citado, que, en función del gobierno de UCD, estaba ya el minitrasvase a Tarragona, inflado ya, ¿eh?, yo le recuerdo ya las movilizaciones que hubo en aquellos tiempos, ya hubo movilizaciones porque se veía que la jugada era muy clara: era hinchar la concesión para preparar el futuro, como aquí al final ha sido. Yo le recordaría incluso frases dichas en aquel momento pero creo que hay que hablar del presente.

Entonces, lo que ocurre ahora mismo es que, de pronto, este trasvase de Tarragona a Barcelona resulta que lo justifica usted, lo justifica el Gobierno, lo justifica el Partido Socialista, lo justifica el Partido Aragonés y luego, esta tarde, en el Congreso veremos quién más lo apoya. Seguro que, al final, mañana vamos a tener muchas reflexiones que hacer sobre la votación que se produzca esta tarde en el Congreso.

Pero, entonces, lo que ocurre aquí son tres cosas.

En primer lugar, yo no he hecho campaña electoral diciendo: soy la garantía de que no habrá trasvase. Yo no la he hecho, la ha hecho el señor Rodríguez Zapatero y usted, y también el señor Boné, y las candidatas del PAR también. Por lo tanto, respecto a ese argumento, habría que explicar y decir «no habrá ningún trasvase salvo que sea para agua de boca», pero habría que demostrar que es para agua de boca.

Segunda cuestión, el tema de la reversibilidad, que dicen ahora mis buenos amigos de ICV en Cataluña, dicen: yo pongo como condición que sea reversible. Entiendo que eso querrá decir que, igual que va agua de Tarragona a Barcelona luego viene de Barcelona a Tarragona, digo yo que querrá decir eso, ¿no? [Rumores.] [Risas.] Digo yo, digo yo. Entonces, ya nos lo explicarán. [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.] No lo sé, que yo... ¡Si quienes lo tienen que explicar son ellos, si mi posición es muy clara!, mire usted: no al trasvase. Fíjese qué fácil, lo entiende todo el mundo.

Decimos más cosas: principio de unidad de cuenca, no negociación bilateral ni con Cataluña ni con La Rioja ni con Aragón, unidad de cuenca, con participación de todo el mundo. ¿Dónde está esa participación? Porque, a lo mejor, haciendo las cosas bien hasta nos hubiéramos podido poner de acuerdo, a lo mejor, no lo sé, pero no se ha intentado. ¿Por qué no se ha intentado? Yo tampoco lo sé, pero de momento rompe otro de los planteamientos que han sido siempre unitarios aquí, en esta tierra y en esta cámara, que es defender el principio de unidad de cuenca.

Cuestiones segunda y tercera: nuestro Estatuto. Claro, si al final el decreto viene justificado por un informe de la abogacía del Estado que viene totalmente a demostrar que eso es un trasvase, para lo cual no tenga que entrar en vigor el Estatuto, su argumentario es que esto no es un trasvase para no tener que aplicar el Estatuto, la discusión, si me lo permite, es: ¿es o no es trasvase? Bueno, pues ponga usted el agua roja -lo digo porque ya sabe que me gusta ese color-, la teñimos de rojo cuando pase el azud, que supongo que lo salvará, que siga río abajo y, cuando salga por Barcelona, a ver si ha cambiado a otro color. [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.] Luego será... Ya, ya, por eso se lo recuerdo, por eso se lo recuerdo.

El señor PRESIDENTE: Señor Barrena, por favor, vaya concluyendo.

El señor diputado BARRENA SALCES: Sí, ya termino, señor presidente.

En definitiva, ¿qué es lo que nos parece preocupante? Nos parece preocupante que con esta circunstancia se rompen muchas de las cosas que habían sido un principio de unidad clarísima aquí, en esta tierra y en esta cámara, y es la defensa de la gestión del agua en el marco de la unidad de cuenca, y otra cosa más, que es lo que más le preocupa a Izquierda Unida: es que al final recurrimos a lo viejo, que son los trasvases, a lo conservador, que son los trasvases. Y, al final, lo que son los principios de la nueva cultura del agua (la gestión eficaz, eficiente, el demostrar que no hay ni otra alternativa para recurrir ahí) pasa a un segundo plano. Y al final tenemos que hacer los equilibrios que están ustedes haciendo para demostrar que, como esto no es un trasvase, pues no pasa nada, no se rompe nada, cumplimos absolutamente todo, y, al final, lo que tenemos, si me lo permite, es que acaban poniéndonos otra vez el sambenito de insolidarios, de que queremos el agua y de que no compartimos.

No será Izquierda Unida la que se niegue a que, si no hay otro remedio, la gente beba agua, pero no nos han demostrado que no haya otro remedio, ¿eh?, no nos lo han demostrado. Yo no sé si a usted lo han convencido, a nosotros, no. Y eso es lo que creemos que falta en todo esto, eso es lo que creemos que falta.

Y, por lo tanto, nos parece que lo mejor que podría hacer, igual que antes le he dicho que el Gobierno debería tomar una decisión con el tema de Gran Scala, sería presentar recurso de inconstitucionalidad contra el decreto que se va a aprobar esta tarde. Y ahí cuenta usted con el apoyo de toda la cámara y de toda la sociedad aragonesa. No pierda esa oportunidad, señor Iglesias.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.

Turno ahora del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés. El señor Allué nos dirigirá la palabra a continuación.

El señor diputado ALLUÉ SUS: Gracias, presidente.

Señor presidente. Señorías.

A ver, una puntualización. Me gustaría puntualizar desde mi punto de vista, que soy un portavoz, que he estado en esta Junta de Portavoces donde se decidió cuál era la forma de intervenir en este debate, con la comparecencia solicitada por el presidente y la comparecencia solicitada por el Partido Popular.

En la Junta de Portavoces -si hay algún portavoz que diga lo contrario que lo diga- se pactó este sistema de orden de intervención. [El señor diputado Suárez Oriz, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «No es verdad, no es verdad».] Si alguien no se dio por aludido con este sistema [el señor diputado Suárez Oriz, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «No es verdad»], pues ya lo está diciendo, pero me gustaría entonces que se tenga claro [rumores]… señor Suárez [rumores], señor Suárez, que se tenga claro que esto no es [rumores] [protestas]… que se tenga claro -si me deja intervenir, por favor- que esto no es una cuestión solo de los portavoces que sustentan al Gobierno, creo que hay más portavoces en esta cámara que podrán atestiguar lo que yo estoy diciendo, punto. [Rumores.] [El señor diputado Suárez Oriz, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.] Entonces, es usted contra todos, ¡ ya está!, la palabra de unos contra todos, ¡que me parece muy bien! Eso es lo que se acordó en la Junta de Portavoces. [Rumores.] ¡Se ha acabado...!

El señor PRESIDENTE: Silencio.

Señor Suárez.

El señor diputado ALLUÉ SUS: ¡Se ha acabado!, ¡vale! Es suficiente. [Protestas.] Ya lo he dejado claro. De acuerdo. [Protestas.] No obstante...

El señor PRESIDENTE: Un momento...

[Protestas.]

El señor diputado ALLUÉ SUS: No, no, señor Suárez, no, no... ¡Ay, ay, cómo entra, cómo entra enseguida al capote, señor Suárez!

[Protestas.]

El señor PRESIDENTE: Silencio, silencio, por favor. [Protestas.]

El señor diputado ALLUÉ SUS: ¡Ya ha entrado, ya ha entrado!

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor. [Protestas.]

El señor diputado ALLUÉ SUS: No, no… [Protestas.]

[El señor presidente pide silencio con el mazo.] [Protestas.] [El señor presidente pide silencio con el mazo.]

Que sí... [El señor diputado Suárez Oriz, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.] ... que sí, pero que… Señor Suárez, que somos cinco portavoces.

El señor PRESIDENTE: Silencio.

Un momento, señor Allué.

Silencio, por favor. Por favor, señor Suárez, antes ha tenido oportunidad usted de hablar... Ese papel que usted enseña es responsabilidad exclusiva mía, no un acuerdo de la Junta de Portavoces, es la interpretación, en un principio errónea, mía de la Junta de Portavoces, y he asumido la responsabilidad.

Dicho esto, vamos a continuar, y déjele que también dé su opinión, que usted la ha dado antes. Vamos a continuar.

Señor Allué, por favor.

El señor diputado ALLUÉ SUS: Muy bien.

Gracias a ese acuerdo, pues, obviamente, el Partido Popular ya ha tenido su media hora de gloria -más tiempo, en fin, las cosas se pactan así- y ha dicho lo que tenía que decir, lo cual me parece muy bien y muy legítimo. Han hablado de mentiras, de dimisiones, de engaños, de convicciones morales... [Rumores.] Bueno, nos parece muy bien lo que ustedes quieran decir. No sé hasta qué punto, al final, el tema debe centrarse en una especie de debate terminológico, sería mejor hablar de una cuestión relativa a lo que pueda ser una planificación hidráulica que no haya estado bien gestionada, o a la propia gestión de emergencia de una situación de sequía. Pero, en fin, supongo que las cosas están así y se quiere llevar el debate a un simple debate terminológico, que seguramente no nos conduce a nada.

Quede claro que nuestras posiciones no están mermadas en ningún momento ni como partido ni como miembros de un gobierno, en ningún caso, pese a lo que quieran decir ustedes, bajo ningún concepto, y lo está diciendo el Partido Aragonés, seguramente el Partido más idóneo para poder decir lo que estoy diciendo aquí. [Protestas.] ¿De acuerdo? Les guste o no les guste, pero esto es así.

Pero, claro, dices: bueno, ¿y qué va a pasar esta tarde en las Cortes Generales?, ¿qué va a pasar? Ya veremos. Bueno, pues ya veremos. Supongo que el debate continuará esta tarde, pero ya veremos. Pero, si vota el Partido Popular a favor del decreto, ¿qué haremos? Ya que nos invitan ustedes a nosotros a que tenemos que dejar el Gobierno, ¿qué hará el Partido Popular si el Partido Popular que manda -el de Génova, no ustedes, el de Génova- [rumores] vota esta tarde a favor del decreto? [Rumores.] Bien, pero déjeme a mí decir lo que crea oportuno, usted ya se ha metido con nosotros, pues yo intentaré defender y hacer una posición lógica. ¿Qué harán ustedes entonces? ¿Dimitirán ustedes porque Génova ha dicho que hay que apoyar el decreto? [Protestas.] [Rumores.] Si quieren, el PAR [el señor presidente pide silencio con el mazo], un partido con claros principios antitrasvasistas, estará abierto para que se integren con nosotros, no tenemos ningún problema [rumores], si es que se ven forzados a dimitir como consecuencia de la posición de su partido esta tarde en las Cortes Generales. [Rumores.] Y los demás, que cada palo hagan de su vela, ¿eh?, que todos tenemos compañeros o amigos en las Cortes Generales que, al parecer, no van a defender las mismas posiciones que ustedes aquí, ¿de acuerdo?

Y cuidadito con estas cuestiones que ustedes plantean porque en otros tiempos hubo avances o anuncios de posibles dimisiones si Génova no defendía una posición, y usted luego no tomó esta decisión… [Rumores.] [Protestas.] Sí, sí, las ideas claras, pero las ideas claras proponían un trasvase del Ebro aquí y usted luego no dijo lo que iba a hacer. [Rumores.] Y, además, me alegro [el señor presidente pide silencio con el mazo], me alegro, personalmente me alegro de que no lo haya hecho y de que esté usted aquí con nosotros [risas, aplausos y protestas], me alegro especialmente, señor Alcalde.

Bien, por si había alguna duda, que a nadie le preocupe, el PAR va a estar a la altura, es un partido leal con este Gobierno. Eso no impide que reconozcamos públicamente lo que podría haberse evitado y, al menos, lo que podría haberse hecho de otra manera. Yo creo que eso es absolutamente compatible con esta posición.

Y yo sé, señor presidente, que usted reconoce que el PAR es un firme, ha sido y es un firme baluarte del que disponen los aragoneses para defender el agua del Ebro frente a los proyectos trasvasistas que hayan podido tener de unos u otros [rumores], les guste más o menos. Nosotros no tenemos nada que demostrar, otros tienen que examinarse continuamente, nosotros no. Ya estamos suficientemente aprobados, yo diría que hasta sobresaliente cum laude, pero esto es así. Creo firmemente que, gracias a la labor de este partido, los postulados antitrasvasistas están incorporados hoy en el Estatuto de Autonomía, forman parte del acuerdo de coalición Partido Aragonés-Partido Socialista, incluso creo que hemos hecho antitrasvasista al Partido Popular de Aragón. Así que bienvenidos al club, pero creo, señor Biel, que tendremos que darnos alguna vuelta por Génova, a ver si ya convencemos al señor Rajoy y a los dirigentes allí para que sean antitrasvasistas, no para otras cosa [rumores], solo para que sean antitrasvasistas, no para otra cosa.

Bien, A partir de ahí, como decía, creo que hemos de hacer referencia a algunas cuestiones que consideramos que no podemos obviar [rumores], y lo decimos claramente, en relación con el proyecto de -si me dejan, señor presidente- prolongación a Barcelona del minitrasvase. Como no obvió el consejero de Medio Ambiente, en representación del Gobierno, estos asuntos o estas referencias en la reunión que se produjo en Madrid con la ministra y los consejeros. Y denunciamos entonces y denunciamos ahora la forma en que se ha venido desarrollando: sin participación de los representantes institucionales de Aragón, sin convocar a todos los órganos de participación de las comunidades autónomas y de los intereses sociales establecidos en la legislación de agua, porque así lo puede establecer el principio de unidad de cuenca. Y lo denunciamos y lo seguimos denunciando ahora. Y denunciamos que no hayan sido adoptadas, estudiadas, debatidas otras posibles medidas, a nuestro juicio más racionales, que podrían ser más eficientes precisamente por esta provisionalidad que atesora en principio el decreto ley que ya se va a debatir esta tarde para su convalidación.

Y por eso pusimos de manifiesto ya algunas alternativas, y yo creo que es bueno también decirlas aquí, en la tribuna parlamentaria, sobre reasignación de los recursos dedicados a cultivos herbáceos u hortalizas en la cuenca del Ter-Llobregat; o más agilización para la ejecución de la desalinizadora del área metropolitana de Barcelona, que estamos esperando, efectivamente, para que esa situación de provisionalidad se agote y entre en funcionamiento la planta; o una planta nueva, o adopción de medidas de ahorro en uso eficiente de agua. Pues sí, pues ya lo hemos dicho y lo seguimos diciendo ahora, que es posible, que podría haber otras alternativas.

Pero hubo un acuerdo, y se ha dicho ya, de Consejo de Gobierno, que, como no podía ser de otra manera, el Partido Aragonés respeta y asume, y esperaremos a ver cuál es la respuesta de los servicios jurídicos y de la Comisión Jurídica Asesora, cuando dictamine, sobre la naturaleza jurídica del proyecto contenido en el real decreto ley aprobado. [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.]

Los ritmos… a ustedes esto no les gusta, se dice a menudo, pero los ritmos los marca el Gobierno y los marcamos nosotros. No nos dejamos llevar por nada o por otras corrientes y, desde luego, no nos los van a marcar a nosotros, los ritmos los marcaremos nosotros con un objetivo clarísimo: defender los intereses de esta comunidad autónomas. [Rumores.] Entonces, de lo que ustedes dicen que no defendemos, yo le digo aquí que precisamente estamos actuando como lo estamos haciendo para defender los intereses generales de esta comunidad autónoma, especialmente en este tema tan sensible para los aragoneses.

El señor PRESIDENTE: Concluya, por favor, se lo ruego.

El señor diputado ALLUÉ SUS: Y lo dice alguien que, efectivamente, representa a un partido que nada tiene que ocultar en esta materia.

Por cierto, que la contestación de los servicios jurídicos de las Cortes de Aragón sobre el informe preceptivo, que dice que corresponde al Gobierno de Aragón el informe preceptivo, también dice que es necesario y preciso determinar si se trata de una transferencia de caudales que afecte a nuestro territorio, que es, ni más ni menos, lo que ya decidió este Gobierno sin rehuir ninguna responsabilidad. Por lo tanto, acogernos al informe jurídico para tener un soporte jurídico sobre cuál es la naturaleza jurídica de lo que se establece en ese real decreto ley, les guste o no les guste. Estos son los ritmos que ha marcado este Gobierno, y ya está, y no estamos cuestionando ningún principio fundamental ni de cada partido ni de la coalición de gobierno [rumores], les guste más o les guste menos. Ustedes llevarán el debate donde quieran, nosotros, donde lo tenemos que llevar.

En cualquier caso, presidente, señorías, ayer tuvo una ejecutiva mi partido -lo saben bien porque, obviamente, ya está en los medios de comunicación- en la que se decide que, si el informe concluye jurídicamente que estamos ante un trasvase, instaremos a todos los poderes públicos aragoneses a que cumplan con su obligación estatutaria, articulando, entre otras medidas, el recurso de inconstitucionalidad. Las cosas están claras. ¿Qué pasa? ¿No comparten con nosotros, el qué? Se vengan con nosotros, que nosotros defendemos, insisto, los intereses generales de la comunidad autónoma, al menos, tan bien como ustedes [rumores], al menos, tan bien como ustedes. Pero, en fin, las elecciones no son tan lejanas… ¡Sí, sí, Antonio, sí, sí! sí, Antonio. [Rumores.]

El señor PRESIDENTE: Por favor, no debatan entre ustedes.

Y, por favor, concluya.

El señor diputado ALLUÉ SUS: Y ni qué decir tiene, como ya ha dicho también el presidente, que nos oponemos a que la Comunidad Autónoma de Cataluña adquiera caudales procedentes de la cesión de derechos vigentes en el ámbito territorial de la demarcación hidrográfica del Ebro en Aragón para ser usados en el abastecimiento a Barcelona. Ahí también, señor presidente, nos va a tener a su lado.

Y somos conscientes, y concluyo -un minuto, señor presidente-, de que queremos el mismo trato para nuestras obras hídricas pendientes, y también las de abastecimiento, porque son ciento ochenta y cuatro municipios aragoneses que tienen también problemas de agua de boca, y se puede mantener esta posición así teniendo la posición que tenemos.

Y, por último, queremos aportar soluciones con nuestro Estatuto como instrumento utilísimo para evitar que existan planteamientos trasvasistas más allá de la oposición a ellos y de los futuros recursos que puedan plantearse. Por lo tanto, convendrá con nosotros, señor presidente, y espero que también sus señorías, en que, si somos capaces -como ya avanzó recientemente el presidente del Partido Aragonés- de exigir con valentía y con coraje la encomienda de gestión para Aragón del conjunto de obras de interés general contenidas en el Pacto del Agua o la gestión de la reserva hidráulica de los seis mil quinientos cincuenta hectómetros cúbicos para uso exclusivo de los aragoneses, como parece que la querrían tener para sus aguas o, para el Guadalquivir, Andalucía u otros territorios, y al final, ¿por qué no?, la elaboración de una ley de aguas o ríos de Aragón que articule este nuevo régimen competencial, esto se puede pedir con coraje. Yo creo que es el momento oportuno para que el Partido Aragonés lance aquí esta aportación, a la que yo invito, desde luego, al presidente y al Grupo Socialista para que la respalde y, sin duda alguna, al resto de sus señorías.

Nada más y muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Turno del Grupo Socialista. Su portavoz, señor Franco, tiene la palabra.

El señor diputado FRANCO SANGIL: Gracias, señor presidente.

Señorías. Señor presidente del Gobierno de Aragón.

Voy a hacer un poquito de historia y no quiero que nadie pase mal día, ¿eh?

Año 1999: PSOE-PAR conforman un gobierno sin mayoría en esta cámara, como ustedes saben, donde unos sonrieron, otros pusieron cara de escepticismo y otros valoraron que el recorrido iba a ser corto. Año 1999. Bien. En ese momento estaba el tema del trasvase con una virulencia a flor de piel, los aragoneses tenían claro que no se podía realizar el trasvase del Ebro, y los socialistas, el señor presidente del Gobierno se dedicó a trabajar durante mucho tiempo en distintos foros para hablar de las alternativas que había al trasvase del Ebro, porque soluciones queríamos, lo que no queríamos era que fuera a través del trasvase del Ebro.

En esos foros, además, no descartó su propio partido e intentó argumentar -porque eso es lo único que podemos hacer, desde la palabra, desde las ideas, desde la argumentación-, y convenció, a los posibles compañeros que podían gobernar un día en España de que la solución a los problemas del agua no pasaba por el trasvase del Ebro. A eso nos dedicamos, o se dedicó, una parte del Partido Socialista, con su secretario general de Aragón a la cabeza, durante ese período 1999-2003. El Partido Popular no se preocupó porque, como veía que esto iba a ser una cosa de poco tiempo y que ellos gobernaban en Madrid y que, por lo tanto, no pasaba nada, pues venga trasvase arriba, trasvase abajo.

Bien. Esta fue la situación en la que nos encontramos. Pero, claro, llegó el año 2003: el Gobierno de Aragón, sus dos partidos, salen reforzados de las elecciones del año 2003. Y, curiosamente, luego ya llega 2004, y en 2004 pierde las elecciones el gobierno del Partido Popular en España, en el gobierno de España, y, claro, ya entonces los estrategas empiezan a pensar que el camino ese no era el más adecuado; si queríamos ganar elecciones, teníamos que ir desde un planteamiento distinto, no habían pensado en buscar soluciones.

Durante ese tiempo, digo, habíamos trabajado, se había trabajado para buscar alternativas al trasvase del Ebro: con modernizaciones en los usos y en las infraestructuras, con la administración de la demanda, con búsqueda de soluciones distintas a las del trasvase, como, por ejemplo, las desaladoras. Y se empieza a trabajar en el tema de las desaladoras como solución al tema de la falta de agua que tiene una parte importante de todo el litoral mediterráneo. Y esa es la situación en la que nos encontrábamos en el año 2004. Gracias a ese esfuerzo, se deroga el trasvase del Ebro (año 2004), gracias a eso [protestas], a la búsqueda de alternativas, porque no solamente es decir «no al trasvase del Ebro», había que buscar alternativas para lograr soluciones para los problemas de agua, que nunca nos hemos negado ni nos vamos a negar. [Rumores.] [Un diputado, desde su escaño y sin micrófono, pronuncia unas palabras que resultan ininteligibles.]

Bien. Vuelvo a decir que unos estaban poniendo piedras, primeras piedras, otros ponían tubos, o los mismos, mejor dicho, y otros buscaban soluciones para hallar la solución.

Vuelvo a decir que piensan que tienen que cambiar la estrategia y, entonces, como en Madrid no aceptan el planteamiento de que no al trasvase, empiezan a hablar de «primero, hacemos las obras de Aragón, que, bueno, cuando se hagan las obras de Aragón, entonces ya diremos que el agua que sobra que se la lleven, pero, de momento, primero, las obras de Aragón», con lo cual dulcificaban los dos mensajes: el de Aragón y el de Madrid. Luego que si no se hablaba de trasvases, que se hablaba de transferencias, con lo cual parece que también entrábamos en una dulcificación. Yo entiendo esto, pero siguen ustedes pensando, porque no han buscado ninguna otra alternativa, que la única solución que tienen los problemas del litoral es el trasvase del Ebro, el trasvase del Ebro, no otras cosas. [Rumores.]

Y ahora nos encontramos, señorías, con una situación de sequía, una situación de sequía que no es de este año, que viene de años anteriores, y nos coge en una situación de que las alternativas que hemos dado, la de El Prat, la desaladora de El Prat, tiene una [el señor diputado Canals Lizano, desde su escaño y sin micrófono, se manifiesta en los siguientes términos: «que está hecha»]… le faltan unos meses [rumores], le falta… ¡Si lo hubiera hecho, señor Canals, su partido en el año 1996 no estaríamos hablando de esto! [Aplausos.] [Protestas.]

Y nos encontramos con una situación de emergencia de abastecimiento a la ciudad de Barcelona, donde aprovechamos, o se aprovecha, o se puede aprovechar una concesión de agua de 1981, una concesión de agua de 1981, para uso de boca o uso doméstico o usos urbanos de aguas que ya no están en la cuenca del Ebro [rumores], ya no están en la cuenca del Ebro, y que es una situación temporal, de emergencia y temporal, mientras permanezca la situación de sequía, y cuando se ponga en marcha la desaladora de El Prat dejará de existir. [Rumores.] Señorías, no hipoteca ni una sola gota de agua del Ebro ni de la cuenca del Ebro esa solución de emergencia temporal [rumores] para uso de cinco millones de españoles que viven en el área metropolitana de Barcelona. [Aplausos.] [Rumores.]

Pero, señorías, los que habían huido del tema del trasvase buscan ahora el perdón con una situación de emergencia, van a buscar la absolución -lo entiendo, no le quiero amargar el día, ¿eh?, yo le absuelvo, ¿eh?- [protestas], desde mi punto de vista, ¿eh? [Rumores.] Buscan la absolución con un tema como hacen los conversos: cuando resulta que has negado la mayor, luego, cualquier cosa, pues gato escaldado del agua fría huye, y diciendo que esto es el trasvase y diciendo que esto no puede ser; bueno, se busca allí la solución, y van a resolver, mediante una situación de emergencia, la absolución de sus pecados.

Y con ese afán de estilo grueso que ustedes tienen, intentan equiparar una situación de emergencia con el trasvase, una situación temporal con definitiva, una solución de cuarenta hectómetros cúbicos con más de mil hectómetros cúbicos, una situación sostenible con una insostenible, una solución a cincuenta kilómetros con una de más de mil kilómetros [aplausos], una solución para agua de boca de ciudadanos con una solución especulativa para desarrollar en otras regiones donde ya hay bastante desarrollo. [Aplausos.] Señorías, quieren equiparar beber con desarrollo especulativo: no es comparable. [Aplausos.] [Rumores.]

Señorías, estamos en un tema muy sensible, yo reconozco que los temas de agua, a los aragoneses, nos erizan pase cualquier situación, nos erizan, pero no confundamos una cosa que es beber con especular. [Rumores.]

Algún otro anterior portavoz, algún otro portavoz ha hablado de que los aragoneses no son tontos. ¡Claro que no!, ¡claro que no!, ahí están los resultados. Señor Fuster, usted también ha buscado la solución a sus problemas mediante esto, ¿eh? [protestas], su grupo también ha buscado los múltiples problemas que tienen para resolverlos ahora con este tema. Pues, mire, yo no estoy de acuerdo con eso, la solución hay que buscarla en otros sitios. El Ebro debe ser un tema vital para los aragoneses pero no vehículo de salvación, ¿eh?, esa es otra cosa.

Señor presidente del Gobierno de Aragón, no nos gusta a veces cómo nos tratan los gobiernos de las comunidades vecinas, pero los aragoneses hemos distinguido siempre entre los gobiernos de otras comunidades y los ciudadanos de esas comunidades. Los aragoneses no hemos tenido nunca ningún problema con ningún ciudadano de los territorios que nos circundan, que son vecinos nuestros. Por lo tanto, no confundamos y no distingamos la situación de la siguiente manera: no distinguir y no diferenciar lo que es esta medida de emergencia con el trasvase sería perder la razón en todo lo que hemos estado defendiendo con la oposición al trasvase del Ebro. Nuestra fuerza es la argumentación: tenemos una Expo [rumores], en la que tenemos que encontrar [rumores]… tenemos una exposición en la que tenemos que encontrar la solución a todos los problemas del agua: a los de Aragón, a los de España y, si puede ser, también a problemas que acucian en el mundo en este terreno. Debemos cargarnos de razones, debemos cargarnos de ideas para poder convencer de que hay alternativas distintas a lo que en principio fue la alternativa única del Partido Popular. [Protestas.]

Pero, dicho esto [protestas] pero, dicho esto, señor presidente, usted debe escuchar los informes, usted debe escuchar a la oposición, pero también escuche a los aragoneses. Y tengo en cuenta los intereses de Aragón. El trasvase, señor presidente, hipotecaba a Aragón, era irracional y especulativo, y estábamos cargados de razones para oponernos. Pero, señor presidente, una solución de emergencia para cinco millones de españoles nos carga de razón si la hacemos y no merma en nada los intereses de Aragón.

Muchas gracias. [Aplausos.]

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Señor Iglesias, puede hacer uso de la palabra para responder a los grupos parlamentarios.

El señor presidente del Gobierno de Aragón (IGLESIAS RICOU): Señor presidente. Señorías.

Difícil para todos (para todos los grupos de la cámara: también para ustedes, señor Fuster), difícil debate el de hoy, cargado de intensidad y de apasionamientos, como siempre que subimos a hablar en esta cámara. Debate en donde todo el mundo quiere sacar algún partido, y, desde mi punto de vista, con alguna desproporción.

Yo les quiero invitar a todos a que, dado que todos los grupos políticos de esta cámara pueden encontrar en este debate no pocas contradicciones entre lo que se hace aquí, lo que se dice aquí, lo que se hace en Madrid y lo que se dice en Madrid; que esas posiciones tan rotundas que he escuchado aquí, tan rotundas, tan seguras, tan radicales, ¡tan convencidas!, tan decididas a convencernos a todos de que es lo mismo cuarenta que mil quinientos o mil cincuenta, que es lo mismo beber que regar, en la agricultura... Yo creo sinceramente que este debate que debemos hacer aquí, entre los representantes de los aragoneses, lo debemos hacer con una cierta demostración de madurez, que sin duda tenemos, y que, sin duda, sobre todo, tiene nuestro pueblo.

Yo he escuchado estos días en este debate tan apasionante cómo algún representante político, para resolver un problema, se iba al diccionario. Claro, esta es una cámara que hace leyes, que genera Derecho. Y, por tanto, el diccionario no siempre coincide con el Derecho. Por ejemplo: cambiar agua de este vaso a otro supuesto vaso, aquí al lado, en el diccionario, es un trasvase. ¡Es un trasvase! Pero, en el Derecho del agua, llevar agua de una cuenca a otro río de la misma cuenca no es un trasvase. En Derecho, ¿eh? ¡En el diccionario, sí! En Derecho, no.

Les voy a intentar poner un ejemplo, porque, realmente, el gran debate de hoy se resuelve respondiendo bien a la pregunta: ¿qué es un trasvase? Si respondemos bien a esa pregunta, si respondemos sin apriorismos a esa pregunta, sin apasionamientos excesivos a esa pregunta, nos damos cuenta de que podríamos resolver la cuestión.

Aunque yo sé muy bien lo que decía aquel parlamentario inglés: en los parlamentos se cambia poco de posición. Aquel señor decía que había oído discursos que le habían hecho sonreír, o que le habían hecho llorar, o que le habían decepcionado, pero que nunca había oído un discurso que le hubiera hecho cambiar de posición.

Yo creo que un parlamento es para hablar. Y, si no para cambiar de posición, por lo menos para reflexionar. Y mi intervención sería para reflexionar.

Llevar agua, en nuestro Derecho, de un río, de una cuenca, a otro, como hicimos hace dos años, porque la ciudad de Huesca no podía beber, y cogimos agua del Cinca, que no es la cuenca del Isuela, es el Cinca (el Cinca es la cuenca del Cinca, y el Isuela tiene su propia cuenca), eso, jurídicamente, no era un trasvase.

En nuestras leyes -y esta es una cámara de leyes- no era un trasvase. Como tampoco es un trasvase coger agua de Tarragona, y llevarla a Barcelona. ¡No es un trasvase! Será otra cosa. Lo que ustedes quieran. Y, sin embargo, toda esa agua sale del Ebro.

Señor Barrena: si hacemos la experiencia de teñir de rojo el agua del Ebro, saldrá roja. ¿Sabe por qué? ¡Saldrá roja! ¿Sabe por qué? Porque hay un trasvase del Ebro, cuyos derechos íntegramente se autorizaron el año 1981. Y esos derechos se dieron a unas áreas de fuera de la cuenca del Ebro. ¡Y por eso es un trasvase en 1981! Esos derechos no se utilizaron todos. Esos derechos no se utilizaron todos. Y, ahora, con esos derechos, que son de esas cuencas internas de Cataluña, se va a hacer una redistribución: lo mismo que hicimos en Huesca hace dos años, porque jurídicamente -entiendo yo-, sin ver todavía los informes, solo el informe de los servicios jurídicos del Estado, hay que diferenciar lo que es el diccionario y lo que son los posicionamientos de nuestras leyes. Y esto es lo que está escrito en la Ley de aguas de este país, que afecta a las cuencas internas de Cataluña; que afecta a Huesca, Zaragoza y Teruel; que afecta al conjunto del valle del Ebro, y que afecta a Tenerife. La ley de aguas de este país.

Por tanto, si no se incrementa un litro la concesión de lo que el año 1981 fue un trasvase, que de esa concesión, que sí lo fue en 1981, se haga una redistribución, jurídicamente, si no se incrementa un litro, jurídicamente, no habrá ningún jurista sensato que pueda afirmar lo contrario. [El diputado señor Suárez Oriz, del G.P. Popular, desde su escaño y sin micrófono, se expresa en los siguientes términos: «¡Por eso Zapatero derogó...!».] Vamos a ver...

El señor PRESIDENTE: Señor Suárez: ¡no tiene el uso de la palabra, por favor! ¿Eh? ¡No quiera significarse tanto! Se lo ruego. No tiene el uso de la palabra.

El señor presidente del Gobierno de Aragón (IGLESIAS RICOU): El problema de la bilateralidad: es que las cosas son tal como aprobamos las leyes, no como a nosotros nos gustaría que fueran.

También entiendo yo que sería más fácil decir: «¡oiga!, paso agua de este vaso al otro, y es un trasvase». ¡Pues no! ¡No! Eso sería muy sencillo, muy fácil de entender, pero jurídicamente no es así. Solamente es trasvase si desde una demarcación hidrográfica (no he dicho «cuenca») se pasa agua a otra demarcación hidrográfica, en este caso, si se pasara un litro más de agua desde la demarcación hidrográfica del Ebro a la demarcación hidrográfica de las cuencas internas de Cataluña.

Sé que no es fácil de explicar esto. [Murmullos.] ¡Sé que no es fácil! Lo mismo que no me resulta fácil, cuando estoy fuera de Aragón, explicar qué es un hectómetro cúbico. En Aragón, que tenemos una tradición con el agua, se entiende perfectamente, pero fuera de aquí no es fácil -créanme- explicar qué es un hectómetro cúbico. Aquí es más sencillo.

Y por eso, porque aquí es más sencillo, porque tenemos una vieja tradición con el agua, porque nuestro primer texto escrito fue un pleito con el agua, estoy convencido de que ustedes entenderán cuál es nuestra posición.

En segundo lugar, la bilateralidad.

Hay algunos que han planteado que el problema no es utilizar una concesión legal, que se produjo en 1981, para abastecer temporalmente y con urgencia una ciudad, que ha hecho lo que desde Aragón hemos dicho, por cierto. ¡Hombre! ¡Es Cataluña!, ¿eh? ¡Que nadie se equivoque! Estamos hablando de Cataluña. Pero fíjense: es una ciudad, la única del Mediterráneo que ha hecho lo que nosotros hemos propuesto desde aquí: las ciudades tienen que abastecerse de sus recursos naturales: de los ríos, de los embalses o de las aguas subterráneas. Pero en momentos críticos, en momentos de máxima sequía en el litoral, hemos propuesto desde aquí: hagan ustedes el favor de aprovechar el agua del mar para aumentar esos volúmenes cuando haya sequía. A una ciudad que está haciendo eso, lo que nosotros pensamos, y que nos ha pedido que durante unos meses tiene que utilizar unos caudales que están en su cuenca, a los que tiene derecho [murmullos], a los que tiene derecho por una ley del año 1981... ¡Oiga, que tiene derecho por una ley del año 1981! Y nos piden que durante unos meses puedan utilizar el agua, hasta que se empiece a poner en marcha la desaladora.

No es fácil nuestra posición, como tampoco es fácil nuestra posición, señorías, el año de la Expo, cuando vamos a tener dentro de unos meses, aquí, en Zaragoza, en Aragón, en la capital de Aragón, a más de dos mil expertos sobre el agua. ¿Y saben ustedes qué van a discutir estos expertos sobre el agua? Van a discutir sobre qué pasa con los más de mil cien millones de personas que no tienen acceso a este recurso en el mundo, y van a buscar soluciones, y queremos hacer una Carta del Agua de Zaragoza, y van a buscar soluciones para los más de dos mil seiscientos millones (si suman ustedes, verán que hablo de más de la mitad de toda la humanidad) que tienen problemas con la salubridad del agua, que tienen problemas con la calidad del agua. Y ese debate ¿ustedes se lo imaginan?: más de dos mil personas, y todo el mundo escuchándonos. Y nosotros encallados con un problema de una ciudad de cinco millones de habitantes, a nuestro lado, con un problema de agua, de abastecimiento humano [murmullos]. ¡De agua de boca o de abastecimiento urbano!: como ustedes prefieran. Me da lo mismo.

Quiero decirles que también me preocupa la imagen que debe y que puede dar Aragón este verano.

Por tanto, yo les propongo que desapasionemos un poquito el debate. En primer lugar, porque los volúmenes de los que hablamos no son, señorías, comparables con un trasvase. En segundo lugar, porque las concesiones de cuatro metros por segundo de los canales del delta -repito, señor Alcalde: ¡de los canales del delta!, no del delta, sino de los canales del delta-... La concesión de cuatro metros [rumores]... La concesión de cuatro metros cúbicos [rumores]... La concesión, señorías, de cuatro metros cúbicos por segundo se mantiene, se mantiene, no se incrementa, desde el año 1981. ¡No se incrementa!

Todo el mundo podrá hacer un discurso apasionado, todo el mundo podrá explicar una razón, todo el mundo podrá buscar contradicciones; pero, cuando no se incrementan en un solo litro los caudales que se concedieron -y por eso digo que tienen derechos: porque se concedieron por una ley-, es difícil demostrar que haya nuevas aportaciones. Es verdad que no se utilizaban todos. Y por eso el ejemplo del señor Barrena: el agua saldría roja. Pero, jurídicamente, esos derechos los tienen las cuencas internas de Cataluña desde el año 1981.

¿Por qué no se produjo un encuentro, en el Consejo del Agua, de todas las comunidades de la cuenca del Ebro? Porque no estaba afectada la cuenca del Ebro, porque no se incrementaba un litro la detracción de derechos de agua. Fíjense qué preciso: la detracción de derechos de agua de la cuenca del Ebro. Si se hubiera producido esa reunión, evidentemente, nosotros no solo hubiéramos estado allí, sino que automáticamente hubiéramos puesto en marcha los mecanismos que prevé nuestro Estatuto para ir al Tribunal Constitucional. [Murmullos.]

Tercera cuestión: algunos de ustedes dan por supuesto lo que va a hacer el Gobierno. Y el Gobierno ha opinado, durante estos días ha reflexionado, ha estudiado la ley. Y el Gobierno tomará la decisión cuando haya estudiado también los informes. Porque tiene tres meses para tomar esa decisión. Y, por tanto, todos tranquilos, y duerman todos muy tranquilos.

Les recuerdo que hay un informe, que es a favor, y que vamos a ver los otros informes.

¿Dónde tenemos dudas? Yo, personalmente, y como responsable de este Gobierno, no tengo dudas en la cuestión del trasvase, ¡no tengo dudas!, pero quiero ver los informes. Tengo dudas en la cuestión del mercado del agua, que me preocupa exactamente igual o posiblemente más que lo otro. ¡Ahí es donde están nuestras dudas! Y eso es lo que estamos estudiando en profundidad. Porque Aragón, como una comunidad autónoma que ha sido pionera en defender una política distinta del agua, para nuestra comunidad autónoma y para nuestro país, no se debería permitir frivolizar por actuar con mucha rapidez en esta cuestión. Y no lo vamos a hacer. ¡No vamos a actuar con ninguna presión! Vamos a actuar con la sensatez y con la razón. Sabiendo varias cosas: primero, que tenemos un Estatuto de Autonomía, que si se afecta a la cuenca del Ebro, nos obliga a actuar. Segundo, señorías, tengan ustedes la tranquilidad -y toda la opinión pública- de que, cuando este Gobierno ha considerado que tenía que ir al Tribunal Constitucional, con un gobierno de su mismo partido, ha ido, y no nos ha temblado el pulso para ir, con un gobierno de nuestro mismo partido. ¡Ha ido! ¡Y no nos ha temblado el pulso!

Por tanto, no sería la primera vez que vayamos al Tribunal Constitucional porque discrepemos de una decisión del Gobierno. Ténganlo en cuenta, por si acaso. Ténganlo perfectamente en cuenta.

Y eso es lo que vamos a hacer: tener en cuenta de qué hablamos, tener en cuenta qué es y qué no es un trasvase y tener en cuenta que lo que más nos preocupa es el problema del mercado del agua. Porque, si no resolvemos bien el problema del mercado del agua, al que somos totalmente contrarios, y coincidimos plenamente con el conjunto de los regantes del valle del Ebro, y creo que con mucha gente más, nos equivocaríamos plenamente.

Por tanto, especialmente en ese tema, queremos afinar y queremos hacer las cosas bien. En ese sentido, vamos a trabajar: sabiendo que tenemos tiempo para poder tomar las decisiones que consideremos oportunas. Y les aseguro que el Gobierno será responsable con lo que ha hecho y con lo que ha dicho. Señor Alcalde: con lo que ha hecho y con lo que ha dicho. Será responsable con el Estatuto de Aragón, que nos obliga a estar vigilantes, y será responsable con los intereses generales de los aragoneses, que es lo que más nos preocupa.

Muchas gracias. [Aplausos finales desde los escaños del Grupo Parlamentario del Partido Socialista.]

El señor PRESIDENTE: Gracias.

Gracias, señor Iglesias.

Se suspende la sesión [a las quince horas y veinticinco minutos], que se reanudará a las cinco y cuarto de la tarde.

CORTES DE ARAGÓN
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