Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón
Comparecencias - Del Presidente de la Diputación General Aragón (DGA)
Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar sobre los perjuicios que va a causar a los intereses de Aragón la revitalización del trasvase del Ebro que pretende iniciarse desde el Gobierno de España.
Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 035 de Plenos (IX Legislatura)
Intervinienen: Echenique Robba, Pablo Enrique - Lambán Montañés, Francisco Javier - Briz Sánchez, Gregorio Jesús - Gaspar Martinez, Susana - Aliaga López, Arturo - Sada Beltrán, José Javier - Vaquero Perianez, María Del Mar
La señora PRESIDENTA: Continuamos con el siguiente punto del orden del día, correspondiente a la comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón, a solicitud los catorce diputados del Grupo Parlamentario Podemos Aragón, para informar sobre los perjuicios que va a causar a los intereses de Aragón la revitalización del trasvase del Ebro que pretende iniciarse desde el Gobierno de España.
Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Podemos Aragón.
Comparecencia del presidente del Gobierno de Aragón para informar sobre los perjuicios que va a causar a los intereses de Aragón la revitalización del trasvase del Ebro que pretende iniciarse desde el Gobierno de España.
El señor diputado ECHENIQUE ROBBA: Gracias, señora presidenta.
Buenos días a todos y a todas. Buenos días, señor Lambán.
Mientras esperamos que su Gobierno traiga el proyecto de ley de presupuestos a esta Cámara, no dejemos que el trabajo parlamentario decaiga y sigamos tratando aquí temas importantes para Aragón. Desde Podemos le hemos solicitado que comparezca hoy para explicar a todos los aragoneses las innegables repercusiones que puede tener para todo el valle del Ebro y para Aragón en particular el que se haya revalidado un Gobierno de corte claramente trasvasista en Madrid.
La historia de cómo ha pasado esto la conoce a estas alturas todo el mundo. En el primer capítulo nos explicó usted que era imposible construir un Gobierno de progreso porque el voto de los nacionalistas equivalía a romper España. Claro, que usted gobierne con un partido que defiende el derecho a decidir no rompe España porque su nacionalismo en estos momentos —¿cómo era, señor Lambán?— está durmiente, ¿correcto? Que la antigua Convergencia votase a favor de vicepresidencias del PP o de Ciudadanos —no lo sabemos porque salieron a mentir en televisión—, eso tampoco rompió España. Y tampoco parece que gobernar ustedes con el PNV en el País Vasco haya roto, al menos visiblemente, nada. Ahora bien, un acuerdo con Podemos para un Gobierno de progreso, eso sí que era peligrosísimo. Aún recuerdo a Susana Díaz y a usted explicándolo bien clarito y pedagógico todos los días en la tele. Es cierto que Pedro Sánchez le contó una historia bastante distinta a Jordi Évole, pero yo me fío de Susana Díaz y de usted, señor Lambán. [Un diputado sin identificar se manifiesta desde su escaño en términos que resultan ininteligibles.]
Está claro que se habría roto España en diecisiete mil cachitos si planteábamos una alternativa de cambio real a Mariano Rajoy, menos mal que usted lo vio venir y lo supo parar. Luego Pedro Sánchez tuvo un pequeño accidente inesperado, Pablo Iglesias obligó a casi todos los diputados del PSOE a abstenerse mediante control mental y así, como quien no quiere la cosa, de repente, un Gobierno trasvasista en Madrid. ¿Quién se lo iba a decir a usted, verdad? Porque trasvasista el Gobierno es, eso sí que se lo prometo, señor Lambán. Por un lado, los que tienen la sartén por el mango son los mismos que intentaron hacer tragar a todo el pueblo aragonés la rueda de molino del trasvase del Ebro; cuando uno manda el señor Cañete, al de los tractores y el paseo militar, a ganar un sueldazo a Bruselas, uno está dejando bien claro qué opinión les mantiene y qué políticas se premian. Pero es que, además, el miniyo que le ha salido a Rajoy estos últimos años piensa lo mismo, aún recuerdo aquella antológica primera entrevista de Albert Rivera en Zaragoza, en la que dijo: si el trasvase del río Ebro es viable, estaríamos de acuerdo. [Rumores.] Cada vez que lo pienso me imagino al periodista de Heraldo flipando.
Las cosas como son, señor Lambán: el Gobierno que ustedes han puesto Madrid es trasvasista, trasvasista de pata negra. Eso sí, son trasvasistas, pero no son tontos, ya se han dado cuenta de que el ataque frontal no funciona y han experimentado como los paseos militares a veces se convierten en una retirada humillante, con el rabo entre las piernas, si el pueblo se levanta. Por eso han cambiado de estrategia: hay una parte de la jugada que se mantiene, a saber, la apuesta por el hormigón, el destrozo ecológico y el poner en riesgo la vida de la gente con aventuras como Yesa, las presas desproporcionadas, el poner en primer lugar el precio el kilovatio y el pelotazo del cemento y, en segundo lugar, la prevención de las crecidas y la seguridad de los pueblos de la Ribera, todo eso sigue ahí, no vaya a ser que se nos enfade Isidre Fainé o Villar Mir y que luego nos encontremos las puertas giratorias cerradas.
Lo que es nuevo, lo que podríamos llamar «la estrategia 2.0 del nuevo trasvasismo» tiene que ver con cómo se llevan el agua. En el fondo no es complejo, señor Lambán, es lo mismo que sus socios de Madrid, quieren hacer con las pensiones, con la sanidad y con la educación y lo que ya han hecho con el sol, se llama «privatización» y consiste en coger algo que es un bien común o un derecho y convertirlo en una mercancía y en privilegio. La estrategia 2.0 del nuevo trasvasismo es sencilla: es básicamente privatizar el agua, básicamente eso. En cuanto a lo de hacer un tubo bien gordo y avisar a todo el mundo de que se iban a llevar medio río por ahí, se dieron cuenta de que cantaba mucho, por eso, y desde que Aznar inicia el camino allá por 1999, los trasvasistas han ido dando pasos decididos hacia una forma más moderna y más sibilina de hacer lo mismo.
El objetivo final de nuevo trasvasismo, un objetivo que no está ya lejos, es dividir el caudal del río en cientos de miles de pequeños trocitos, asignar un propietario a cada trozo y permitir que los dueños del río puedan vender su parte al mejor postor en un mercado del agua. De hecho, los dueños del río ni siquiera tienen que tener el agua físicamente en su posesión para poder venderla; en la mejor tradición del capitalismo financiero, lo que venden es un papel llamado «derecho concesional». No hace falta que los dueños del río sean ni siquiera regantes en activo, uno puede tener un campo sin cultivos y sin siquiera infraestructuras de riego y, sin embargo, ser propietario de equis hectómetros cúbicos de agua del Ebro, que puede vender sin más que cambiar un papel de manos. Por eso quizás, de los cuatrocientos sesenta y cinco mil hectómetros cúbicos de nuevos regadíos que figuran en el lamentable Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, que ustedes apoyaron junto al PP de Cañete en enero de este año, se estima que una buena parte será inviable en las próximas décadas porque no es agua para regar, señor Lambán, es agua para vender.
El modelo trasvasista 2.0 sigue siendo nefasto ecológicamente y sigue sin tener nada que ver con los regadíos. Sus resultado es además el mismo que el del modelo de paseo militar, se trasvasa agua de una cuenca a otra, punto. El modelo trasvasista 2.0 sigue siendo también un planteamiento absurdo desde el punto de vista económico, sigue costando más dinero llevar un hectómetro cúbico del Ebro al Levante que desalar un hectómetro cúbico de mar Mediterráneo. Pero, claro, a los grandes acuatenientes que poseen el agua y la venden titulizada al mejor postor esto no les afecta porque el Estado, en este nuevo modelo, tiene la obligación de construir y mantener la infraestructura que permite este bonito comercio, es decir, los canales, los tubos, las bombas y las esclusas. Los beneficios son privados, pero los costes los pagamos todos.
Este es el modelo de saqueo, mentiras, desastre ecológico y trasvase por la puerta de atrás que se ha ido montando a lo largo de las dos últimas décadas con la Ley 46/1999, de Aznar, el Decreto Ley 15/2005, de Zapatero, y sus prórrogas de 2006, 2007, 2008 y 2009, la disposición final cuarta de la Ley 21/2013, de Rajoy, o el Decreto Ley 6/2015, entre otras normas.
Este es el modelo de trasvasismo 2.0 que defiende el nuevo viejo Gobierno de España. Y en mi grupo estamos muy preocupados, señor Lambán, estamos muy preocupados porque pensábamos que los aragoneses ya habíamos ganado la batalla del trasvase del Ebro y ahora parece que los ejércitos trasvasistas se están reagrupando. Estamos muy preocupados y por eso le hemos pedido que comparezca aquí hoy, para explicar a esta Cámara y a todas las buenas gentes que habitan en esta tierra cómo va afectar esta situación al Ebro y a Aragón y qué va a hacer usted como presidente de la comunidad para oponerse a la política claramente protrasvase del Gobierno que usted ayudó a investir en Madrid.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Echenique.
Señor presidente del Gobierno de Aragón, tiene usted la palabra.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTES): Señora presidenta.
Señoras y señores diputados.
La verdad, señor Echenique, es que preocupados por este tema me da la impresión de que en este momento están exclusivamente ustedes, porque en su intervención ha hecho referencia a situaciones absolutamente superadas, que ya no les preocupan a nadie porque ya nadie cree que se vaya a producir un trasvase del Ebro y ya nadie se cree esas teorías que le ilustran a usted procedentes del más genuino representante de la nueva cultura del agua, que, por cierto, se ha quedado ya vieja, como se ha quedado viejo en sus teorías quien pronunció algunas cuestiones, quien hizo gala de algunos dictámenes, que en este momento y a la luz del cambio climático ya no tienen ningún sentido.
Hay que revisar la cultura sobre el agua, la nueva cultura del agua ya es vieja y lo que usted dice, señor Echenique, está absolutamente pasado de moda. Revise sus teorías hidráulicas, revise sus visiones sobre la cuestión hidráulica porque esto ya solo se lo creen ustedes. Y estoy seguro de que, si usted pensara seriamente en lo que dice, recorriera el territorio y hablara con los agricultores de algunas zonas de Aragón, volvería a estas Cortes y se haría una enmienda a la totalidad de lo que acaba de decir. [Aplausos.]
Señor Echenique, nosotros no somos un Gobierno que tenga en su hoja de ruta la secesión de Aragón ni la independencia de Aragón y Chunta Aragonesista jamás lo ha planteado, jamás ha planteado esa cuestión, si no, no existiría una coalición de gobierno. Y en cuanto al Gobierno de España, se lo repetiré por enésima vez: ustedes tuvieron la oportunidad de votar a un presidente de Gobierno socialista, a Pedro Sánchez, y no lo hicieron porque el tercer socio era Ciudadanos, una derecha limpia, y ustedes, al parecer, nos querían encaminar a un pacto con los independentistas que incluía, entre otros socios, a una derecha que, además de independentista, es antisocial y corrupta. [Aplausos.] Ustedes preferían esa alianza frente a una alianza con una derecha que al menos es limpia, porque todavía no ha pasado por la prueba del ejercicio de gobierno, por la prueba de la asunción de responsabilidades institucionales.
Señor Echenique, mire, a estas alturas casi ninguno de los que estamos aquí podemos recibir lecciones de ejercicios antitrasvasistas porque casi todos nos hemos visto en pancartas frente al trasvase, casi todos hemos ejercido en nuestras responsabilidades institucionales una posición absolutamente intransigente con el trasvase. Y en cuanto al Gobierno que presido, le puedo decir que, cumpliendo fielmente el mandato del Estatuto, no permitirá jamás un trasvase del Ebro, que, por otra parte, nadie en este momento está planteando, ni fracturando quiméricamente el Ebro con esa teoría extraña que usted acaba de decir ni de ninguna otra manera.
Yo, al Partido Popular, que puede tener algún tipo de tentación trasvasista en Murcia o en Valencia, últimamente, en honor a la realidad, no le he oído hablar de trasvase, ni al Gobierno de España le he oído hablar de trasvase. Han tenido cuatro años de mayoría absoluta, podría haberlo hecho. En ningún momento se ha planteado el Partido Popular el trasvase teniendo mayoría absoluta; ahora, con la actual composición de la Cámara, mucho menos.
Tienen ustedes una monomanía con el caudal ecológico del delta, lo cual les hace a ustedes ser más defensores de los intereses de Cataluña que de los intereses de Aragón. [Aplausos.] El señor Pedro Rojo, en un debate reciente sobre política hidráulica en España, a lo único que se refirió fue a los intereses de los catalanes en el caudal ecológico del delta, e incluso planteó una enmienda en ese sentido, algo absolutamente sorprendente y que encaja mal con su nueva orientación aragonesista toda vez que lo que está establecido en el Estatuto de Autonomía de Aragón es una reserva estratégica de seis mil quinientos cincuenta hectómetros cúbicos, que, de llevarse a cabo su teoría sobre el caudal ecológico del delta, se iría al garete, con lo cual directamente los aragoneses no podría sostener su economía agropecuaria, no podrían sostener su economía agroalimentaria, no podrían sostener su política industrial, en definitiva, no podrían sostener tres o cuatro sectores de los que son básicos y estratégicos en el futuro de nuestra economía y en el futuro del empleo, por el que se supone que luchamos todos. Los catalanes tienen en el Plan Hidrológico de Cuenca tres mil cien hectómetros cúbicos para alimentar el caudal ecológico del delta. En otro tiempo, los catalanes se conformaban con mil o mil quinientos y ahora ustedes piden nueve mil hectómetros cúbicos, lo cual significa vulnerar de arriba abajo el Estatuto.
El Gobierno de Aragón ha recurrido todas las leyes, todo tipo de normativa que se opone a esa reserva del caudal ecológico o que se opone a lo preceptuado en el Estatuto en materia de unidad de cuenca o en materia de que ninguna otra cuenca ni ninguna otra Administración invadan nuestras competencias. No le visto a usted hacer ninguna referencia a ese tipo de cuestiones.
Porque en realidad, señor Echenique, lo que les ocurre a ustedes es algo que en alguna ocasión yo puse de manifiesto en debates anteriores, en debates de hace años. Mire, el antitrasvasismo en Aragón se ha manifestado de tres maneras distinta.
Ha habido un antitrasvasismo fundamentalmente medioambientalista que planteaba la absoluta incompatibilidad de un trasvase del Ebro con la mínima noción de sostenibilidad o con la mínima noción de preservación del medio ambiente. Era absolutamente inconveniente la obra, el gran tubo al que usted se refería, era incluso antieconómico trasladar agua a cientos de kilómetros y, por tanto, solo desde ese punto de vista era rechazable el trasvase del Ebro.
Había un segundo planteamiento, una segunda versión de antitrasvasismo que era puramente económica y que era perfectamente compatible con la anterior. Había un antitrasvasismo económico consistente en defender que el agua del Ebro ha de ser utilizada sostenible y razonablemente para mantener una economía y para mantener un desarrollo en el sector de la agroalimentación, para mantener un desarrollo en el sector de la industria, para satisfacer de manera solvente y suficiente las necesidades de agua de boca, en definitiva, para enfocar el desarrollo de una comunidad autónoma que, frente a lo que con frecuencia han creído las gentes de Madrid y de otras comunidades autónomas, forma parte de la España seca, no de la España húmeda. Por tanto, hay que preservar la utilización de esa agua para alimentar el desarrollo económico de la comunidad y, desde luego, eso es lo que nos cargaba de legitimidad moral para decirles a los murcianos o a los valencianos que, antes de que a ellos les llegara agua del Ebro, la teníamos que utilizar nosotros para fundamentar nuestro propio desarrollo.
Y había un tercer antitrasvasismo que era un antitrasvasismo político. Desde los años setenta, señor Echenique —usted es joven y no sé si lo recordará—, ya empezó a florecer aquí un sentimiento antitrasvasista, que, por cierto, no puso en marcha ningún representante de la extrema izquierda, sino el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Hipólito Gómez de las Roces, un antitrasvasismo que pasó a ser inmediatamente símbolo de una especie de reivindicación aragonesista frente a Madrid, símbolo de una rebelión frente al trato injusto que se entendía que el Estado dispensaba a la Comunidad Autónoma de Aragón. Y ese antitrasvasismo es lo que muchas veces ha sacado a la calle a miles de aragoneses, a cientos de miles de aragoneses que, lejos de evaluar las consecuencias medioambientales y económicas que pudiera tener un trasvase del Ebro, sobre todo se sentían apelados, se sentían llamados a ese grito de guerra o a esa especie de símbolo de sublevación frente a Madrid que significaba la defensa del río Ebro y la oposición al trasvase de la más mínima gota de agua de ese río.
Pero, dentro de ese ejercicio de trasvasismo político, señor Echenique, dentro de ese ejercicio de combate contra el trasvase del Ebro, hubo un profesor universitario hace algunos años, Ángel Garcés, que hablaba en un artículo absolutamente magnífico del trasvase como mito —es la versión que le acabo a usted decir— y el trasvase como timo. Porque lo cierto es que, a lo largo del tiempo, el trasvase ha sido utilizado de manera oportunista, de manera electoralista, de manera poco avenida con la defensa de los intereses generales de Aragón con el ánimo exclusivo de obtener votos, con el ánimo exclusivo de utilizar el mito en beneficio propio.
Espero sinceramente, señor Echenique, que ustedes no sean antitrasvasistas que utilizan el trasvase como timo y espero sinceramente que, si tan comprometidos están con la defensa del agua, tan comprometidos están con la defensa de los intereses de Aragón, en vez de acudir al delta a manifestarse a favor de Cataluña, dándose el brazo y dándose la mano en la pancarta con Esquerra Republicana de Cataluña, defiendan el Estatuto de Autonomía de Aragón, defiendan la reserva hídrica que existe en ese Estatuto para fundamentar y para impulsar el desarrollo de la Comunidad Autónoma de Aragón y no se enreden en debates que, además, teóricamente están mal fundamentados porque el señor Arrojo ya no defiende la nueva cultura del agua, sino que defiende teorías del agua absolutamente periclitadas y absolutamente pasadas de moda. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor presidente.
Señor Echenique, tiene la palabra.
El señor diputado ECHENIQUE ROBBA: Gracias, señor presidente.
Tenía preparada una réplica, pero me la voy a saltar porque creo que hay que contestar claramente a algunos de los puntos que usted ha puesto encima de la mesa.
En primer lugar, la reserva hídrica. La reserva hídrica no se puede defender por parte de ningún Gobierno que defienda la venta de derechos concesionales de agua. Yo me vuelvo a remitir a la legislación que cité en mi intervención inicial, le solicito que revise esa legislación, en la que se va viendo claramente cómo se van dando pasos hacia estructurar una práctica de venta de derechos que al principio era en tiempos de sequía, era solamente cuando había cierto tipo de problemas coyunturales, y que cada vez se está convirtiendo más en algo estructural. Le invito a que revise esa legislación y también le invito a que diga aquí, en esta Cámara, ante todos los aragoneses, que es imposible que una presa energética, si la legislación sigue avanzando por donde todo parece indicar que va avanzando, pueda vender sus derechos concesionales sobre el agua del Ebro a un pool de inversores en la Manga del Mar Menor y que sea el Estado en que tenga que poner la infraestructura para que esa agua pueda pasar de una cuenca a otra después de haber sido vendida. Y animo a que diga aquí públicamente que eso no se puede hacer, que esa no es la dirección hacia la cual está yendo la legislación, y, si no puede afirmarlo tajantemente, me tendrá que explicar cómo va a defender ningún Gobierno una reserva hídrica cuando el agua de una cuenca se puede vender a inversores en otra cuenta.
Respecto de nuestra posición en contra del trasvase en su versión antigua de paseo militar o en su versión nueva financiada, me basta con referirme a sucesos recientes. Con la aprobación del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, sus propios socios de Gobierno decían que deja en evidencia el estancamiento del PP en una obsoleta y caduca política del agua que solo piensa en trasvases y hormigón. Estamos totalmente de acuerdo con Chunta Aragonesista en ese punto.
Lo que es viejo, señor Lambán, es la política de 1992 de paseo militar y lo que también es viejo es la iniciativa que salió adelante hace dos semanas en la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, una iniciativa que olía a rancio y a antiguas políticas trasvasistas y que salió aprobada con un esquema que se está volviendo tristemente habitual: PP y Ciudadanos, a favor, PSOE, abstención.
Ya no estamos en 1992, señor Lambán, y lo que usted llama «esquemas caducados» llevan en marcha en países como Estados Unidos más de treinta años. Lo que está caducado es seguir haciendo grandes presas para beneficio de eléctricas y constructoras y lo que está caducado es seguir defendiendo el trasvase entre cuencas, aunque sea en una nueva forma más moderna y más financiera.
Yo sé, señor Lambán, que usted ama a Aragón y que usted ama al río Ebro y por eso, señor Lambán, yo le pido que, aunque haya dejado pasar a Rajoy, no deje pasar el trasvasismo. Hay cosas en la vida, señor Lambán, ante las que uno no puede abstenerse.
Muchas gracias. [Aplausos.]
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Echenique.
Señor presidente, tiene usted la palabra
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTES): Gracias, presidenta.
Señor Echenique, no por repetir machaconamente una mentira esa mentira se convierte en verdad. Rajoy les debe el puesto exclusivamente a ustedes y lo repetiremos hasta la saciedad. [Aplausos.]
La reserva hídrica del Estatuto, señor Echenique, que además no fue un invento ex novo de ningún grupo parlamentario de la Cámara, sino que fue un planteamiento común de toda la Cámara y uno de los asuntos de los que más orgullosos se sintieron los diputados que participaron en la redacción de ese Estatuto —yo no estaba aquí—, no tiene absolutamente nada que ver con la venta de derechos de agua, señor Echenique.
Usted es un hombre que no necesita apóstoles que le marquen el camino, renuncie a los apóstoles que le están marcando el camino en el asunto del agua, que están profundamente equivocados, e infórmese por sus propios medios. La legislación que usted dice que avanzará en esa dirección no sé en qué dirección la querrán impulsar desde el Gobierno de España del señor Rajoy, respecto al cual nosotros estamos en la oposición.
Ahora bien, se está demostrando en las últimas semanas que, a diferencia de lo que podría ocurrir con un Gobierno de mayoría absoluta, en la actual situación el Ejecutivo se ve obligado a negociar todos los días. Y me da la impresión de que ese tipo de planteamientos trasvasistas, ese tipo de planteamientos de privatización o venta de derechos del agua, ese tipo de planteamientos ahora es imposible que prosperen porque me da la impresión, pero no soy yo quién para sustituir a la señora Vaquero en el marcaje de la posición del Partido Popular, de que en ese tipo de cuestiones ya ni siquiera cree el Partido Popular porque la historia se las ha llevado por delante.
Le puedo asegurar que yo no tengo en este momento ninguna prevención ni ninguna precaución respecto a lo que pueda pasar con el trasvase del Ebro o con la venta de derechos privados del agua. No tengo esa precaución, tengo otras. Pero, si quiere que le haga un pronunciamiento rotundo respecto a mi posición y a la del Gobierno, le puedo asegurar también que, simplemente en defensa del Estatuto de Autonomía de Aragón, el Gobierno que tengo el honor de presidir no dejará pasar ni una en ese sentido. Pero repito, no tengo ninguna prevención porque creo que en este momento este riesgo está absolutamente conjurado.
Reconozco que, efectivamente, en esta materia —pero esto está claro desde el primer día— nosotros tenemos una posición distinta de la que tiene Chunta Aragonesista respecto al Plan Hidrológico de Cuenca del Ebro, que, por cierto, fue aprobado por una inmensa mayoría, casi unanimidad, de todos los agentes públicos, privados que están involucrados en la aprobación de un plan hidrológico de esta naturaleza. Respecto a ese Plan Hidrológico de Cuenca, le puedo decir que no es un invento ex novo tampoco del actual Partido Popular ni del actual Gobierno, este Plan Hidrológico de Cuenca, en la mayor parte de sus formulaciones, es idéntico al que se aprobó con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con una inmensa mayoría de votos a favor y, por cierto, con una reserva hídrica para el caudal ecológico del delta inferior a la que contempla el actual plan, que entre otras cosas se tendrá que someter a revisión, pero cuando toque, porque los planes hidrológicos, como es normal, tienen un periodo de desarrollo y tienen que ser renovados o tienen que ser modificados cuando toca. No sé exactamente cuándo toca, pero tendremos la oportunidad de debatir al respecto.
Y le vuelvo a insistir, señor Echenique, creo que nos debemos plantear muchas de las cuestiones relacionadas con el agua. Ese viejo discurso del hormigón, de las presas, al que tanto se ha recurrido por parte de algunos gurús, por parte de algunos apóstoles del agua —que, por cierto, personalmente les ha ido muy bien con ese tipo de discursos y con ese tipo de teorización sobre las presas—, me da la impresión de que está a punto de ser arrumbado por la historia. Y lea usted teóricos que reflexionan sobre la relación entre embalses y cambio climático y verá como las viejas teorías de la nueva cultura del agua están siendo puestas en cuestión absolutamente porque hay quien piensa que para hacer frente al cambio climático quizá haya que recuperar los embalses y quizá haya que empezar a considerarlos como un elemento estratégico de primera magnitud para combatir justamente las inclemencias, para combatir las consecuencias negativas del cambio climático.
Por lo que a mí se refiere, esté ustedes absolutamente tranquilo, el Gobierno de Aragón no retrocederá ni un centímetro en la defensa del Ebro y en su oposición absolutamente antitrasvasistas por convicción nuestra, por convicción de los dos partidos que formamos el Gobierno y porque, además, así lo... [corte automático del sonido]... el Estatuto de Autonomía de Aragón.
Y respecto a otras cuestiones, incluida la del Plan Hidrológico de Cuenca, salvo que es un plan hidrológico que ya está aprobado y que tiene un margen y que tiene un tiempo de vigencia, discutamos todos los que ustedes quieran. Desde luego, me declaro susceptible de poner mis planteamientos a consideración de todos los demás, pero le pediría a usted que hiciera exactamente lo mismo. No hay teorías inmutables sobre el agua; por muy físico e inmutable que parezca el H2O, hay visiones distintas que se van cambiando con el paso del tiempo.
Pero sobre todo, señor Echenique, le animo también a que piense que sin agua es imposible construir el futuro en una región seca como la nuestra, sin agua es imposible hacer una agroalimentación competitiva, sin agua son imposibles las localizaciones industriales y sin una reserva hídrica de seis mil quinientos hectómetros cúbicos, que es la que el Estatuto establece con absoluta nitidez, es imposible subvenir a todo ese tipo de objetivos, a todo ese tipo de planteamientos estratégicos. [Aplausos.]
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): Rueda del resto de los grupos parlamentarios.
Para ello, Grupo Parlamentario Mixto (Chunta Aragonesista). Don Gregorio Jesús Briz Sánchez, que tiene para sí la tribuna, adelante.
El señor diputado BRIZ SÁNCHEZ: Gracias, señor presidente.
Señor Lambán, no me podía imaginar yo que en diciembre del año dieciséis estuviésemos hablando del trasvase del Ebro. No sé si es la pieza más —¿he dicho diciembre?— importante para hablar en este momento, ¿no? Yo me quedo tranquilo porque pensaba que, después de esta comparecencia, a usted lo acusaban de complicidad con el PP y a nosotros de complicidad con un trasvasista, o sea que me quedo tranquilo, que no hay complicidad con un trasvasista, usted no va a ser trasvasista, parece ser que ha dicho aquí.
Bueno, desde Chunta Aragonesista, ¿qué quiere que les diga? Yo me remito a Hipólito y a todo lo demás, es decir, trasvase político, económico, como ha dicho usted, señor Lambán... Nosotros, lógicamente, lo tenemos muy claro: trasvase no, trasvase no desde el principio hasta el final. Queremos impulsar una política hidráulica respetuosa con la unidad de cuenca, efectivamente, que sea eficaz y que sea uso racional del agua, en eso estamos de acuerdo, y respeto medioambiental, también estamos de acuerdo con ese planteamiento, y además control de la demanda y recuperación de costes. En consecuencia, queremos rechazar rotundamente cualquier transferencia de agua entre cuencas y en especial el trasvase del Ebro.
Es cierto que Chunta Aragonesista no votó el Estatuto ni estaba a favor de la reserva hídrica por razones que hemos explicado muchísimas veces y que nos separan, lógicamente, de otros grupos parlamentarios, igual que nos separan, lógicamente, las obras de sostenibilidad, impulsar exclusivamente, como dijimos en el pacto de investidura, obras sostenibles con el Partido Socialista desde el punto de vista social, medioambiental y económico, en eso estamos absolutamente. Y estamos por la construcción de determinados los embalses, como ustedes saben, pero de otros no, como es el caso de Almudévar, San Salvador y no Yesa, Biscarrués o el pantano de Mularroya.
Lógicamente, estamos en el entorno del cumplimiento de la Directiva Marco del Agua, pero lo queremos decir con voz muy alta: tenemos esa coherencia histórica desde el principio. Que algunos quizá utilizan de una forma oportunista el planteamiento. Desde el principio hemos defendido siempre lo mismo, otros han defendido alguna cosa hoy y otra cosa mañana, y algunos no estaban cuando defendimos determinadas cuestiones. Por lo tanto, no hemos sido tibios en ese tema del trasvase.
Fíjense, les quiero leer iniciativas de Chunta Aragonesista en esta Cámara. Catorce de enero de 2014, proposición no de ley sobre reprobación de las manifestaciones realizadas por la presidenta de Castilla-La Mancha, ¿qué decía la señora Cospedal? «Uso del agua sobrante de envío para otras zonas que la necesitan». En desacuerdo absolutamente, en desacuerdo, reprobación, así actuó Chunta. Pero les quiero decir también que el 26 de enero de 2015, sobre la amenaza de un nuevo trasvase, tras la aprobación en la Generalitat de Cataluña del Plan de Gestión de Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña, también estuvimos en contra y presentamos lo siguiente: «Manifiesta su más firme y contundente rechazo a todo intento de trasvase de agua del río Ebro, y en particular a las previsiones contenidas al respecto en el Decreto 171/2014, de 23 de diciembre, de la Generalitat de Cataluña, de aprobación del Plan de Gestión de Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña». O sea, que la defensa de Aragón la tenemos nosotros muy clara, a pesar de que el tema del Estatuto, lógicamente, no lo compartíamos.
Y no queremos justificar a nadie, ni al Partido Popular ni al Partido Socialista, defendemos una posición clara y meridiana desde siempre. Y tengo que decir lo siguiente: lo que ha sucedido en Madrid en esa Comisión de Agricultura nos puede producir cierta preocupación, cierta preocupación por lo potencial, pero yo creo que quizá, quizá habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Porque la propia Europa es la que está exigiendo un proceso de revisión por los objetivos que hay y por los planes de medidas inadecuadas en esa planificación hidrológica. Por lo tanto, habrá que preservar qué ocurre porque, lógicamente, si ahí aparecen, en el Pacto Nacional del Agua —y eso sí que nos preocupa— demandas de cuencas deficitarias, ahí es donde se puede abrir la brecha realmente. Pero yo confío en las fuerzas políticas, porque en el Congreso de los Diputados ustedes están presentes, unos y otros, para que eso, dentro de la fragmentación que hay en este momento, no pueda producirse porque es muy difícil que se llegue a un acuerdo mayoritario en ese tema.
Por lo tanto, esa es la preocupación. Solidaridad y equilibrio territorial, ¿qué significa? Ahí sí que nos preocupa realmente y le pedimos a sus grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados que cierren el camino a ese planteamiento.
Y, desde luego, Chunta Aragonesista no está a favor de la privatización del agua, por supuesto que no. Impulsar un plan estatal del agua y un sistema integral de gestión del agua puede tener algún tipo de potencialidad para derivar hacia esa privatización y, por lo tanto, señor presidente, señor Echenique, nosotros no estaremos nunca en ese planteamiento de privatización y de trasvase del Ebro. Estaremos pendientes de lo que sucede, por supuesto, atentos a esa evolución de esa iniciativa, pero yo creo que en este momento, es bastante difícil e inviable porque seguramente todos los aragoneses mayoritariamente estarían en contra de eso y la mayoría de grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados dudo mucho que puedan llevar a efecto este planteamiento.
De cualquier forma, insisto, señor Lambán, espero que a usted no lo vuelvan a hacer comparecer con el problema de la OTAN si usted tiene responsabilidad o quizá con la revolución de octubre del treinta y cuatro.
Gracias.
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): Grupo Parlamentario Ciudadanos. Su portavoz titular, señora Gaspar Martínez.
La señora diputada GASPAR MARTÍNEZ: Gracias, señor presidente García Madrigal.
Señor Echenique, tenía muchas dudas de por dónde iba a enfocar usted esta comparecencia y me planteaba cómo enfocarla yo, pero después de oírle se han aclarado todas las dudas. Esta comparecencia es una comparecencia absolutamente demagógica y esta comparecencia tiene su origen en lo que se aprobó el 19 de octubre en el Congreso los Diputados. Usted ha tardado trece minutos en sus dos comparecencias en nombrar este acuerdo.
Usted nos pide que venga el presidente del Gobierno de Aragón a hablar para informar sobre los perjuicios que va a causar a los intereses de Aragón la revitalización del trasvase del Ebro que pretende iniciarse desde el Gobierno de España. Y resulta que, de verdad, yo me he leído el Diario de Sesiones de lo que ocurrió el 19 de octubre en el Congreso de los Diputados, y se aprueba una iniciativa que habla de abrir un proceso político de negociación y adopción de un pacto nacional del agua que cuente con el consenso más amplio posible entre las formaciones políticas, los agentes sociales y la sociedad civil. De verdad, ni en las propuestas que se presentaron inicialmente, ni en las enmiendas que se realizaron, ni en el texto final que se aprobó, ni en las intervenciones de cada uno de los grupos se nombró en ningún momento la palabra «trasvase» o «trasvase del Ebro», salvo por el representante de Podemos, el señor Arrojo, que empezó su intervención hablando del trasvase del Ebro.
Miren, esto es absolutamente demagógico y es absolutamente demagógico porque ustedes utilizan el trasvase del Ebro, como bien ha dicho el señor Lambán, en la fase de mito y timo. Por cierto, señor Lambán, imagino que esa fase de mito y timo es la que usted utilizó en las elecciones anteriores, en varias de ellas, cuando acusaba a Ciudadanos de ser trasvasista. [Rumores.] Usted ha dicho hoy que no por repetir machaconamente una mentira se convierte en realidad: creo que el tiempo y los hechos están demostrando que nos somos trasvasistas.
Lo dicho, ustedes utilizan el trasvase y sacan las pancartas y empiezan a gritar y gritan eslóganes de «trasvase no» otra vez, y gritan eslóganes de «trasvase no» otra vez para evitar incorporar a un nuevo plan hidrológico, a una política hídrica los recursos no convencionales y que se fomente la aplicación de nuevas tecnologías para reducir el consumo energético. Y utilizan esos gritos y esas pancartas para evitar que se pueda hablar en la nueva política hídrica de explorar el uso de nuevas inversiones en depuración, reutilización y restauración en el uso de las aguas. Eso es lo que se aprobó, eso es lo que defendimos los grupos políticos y no trasvase del Ebro. Los únicos que hablaron del trasvase del Ebro fueron ustedes. Y aquí, cada vez que se habla de una nueva política hídrica sacan la pancarta, empiezan a gritar y no permiten que, desde un punto de vista sensato, tranquilo, hablando con los agentes sociales, y desde un punto de vista científico y técnico, se valore y se explore una nueva política hídrica. Ese es su problema, que agitan a las masas, pero, cuando hay que empezar a trabajar y hay que empezar a hablar de verdad de cómo solucionar los problemas de agua en Aragón, no lo hacen.
Y mire, señor Lambán, aprovechando que lo tenemos aquí y que tenemos que hablar de la política hídrica, yo le voy a hacer una serie de preguntas que creo que sí que afectan a Aragón y que creo que son aquellas en las que debemos trabajar y no en volver a agitar esa banderita de «trasvase no». Porque ustedes se abstuvieron en la proposición que se presentó, pero se abstuvieron única y exclusivamente porque no estaban de acuerdo con la política hídrica que el anterior Partido Popular había llevado a efecto, que, como bien dicen, era la de paseo militar con una mayoría absoluta, ahora no es así.
Yo le pregunto, muchas de las obras del Pacto del Agua del noventa y dos están dependientes de ejecutar, ¿piensa solicitar al Gobierno de España su ejecución? ¿Cree que éstas deberían convertirse en una prioridad?
El desafío catalán, al que ha hecho referencia, que además choca frontalmente con la reserva hídrica fijada en nuestro Estatuto de Autonomía, ya nos ha dicho cuál es la postura del Gobierno y qué es lo que están haciendo. ¿Cómo van a seguir trabajando para evitar que ese desafío catalán sobre la cuenca del delta del Ebro y sobre la capacidad de decisión de la Generalitat en cuanto a la reserva hídrica se lleve a efecto?
Y finalmente, ¿han mantenido ya algún tipo de contacto con la Confederación Hidrográfica del Ebro a fin de abordar el plan integral en el río que minimice el impacto de las cada vez más abundantes crecidas?
Esto es lo que realmente tiene que importar a Aragón, una política hídrica que permita avanzar, que permita crecer, que dé soluciones al campo aragonés, y no enarbolar la banderita de «trasvase sí» o «trasvase no».
Gracias.
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): Partido Aragonés, don Arturo Aliaga.
El señor diputado ALIAGA LÓPEZ: Muchas gracias, señor presidente.
Tema trascendental el tema del agua en Aragón. Y yo aquí quiero hacer unas reflexiones más que un debate político, unas reflexiones porque en Aragón, históricamente, agua es igual a prosperidad económica, y donde no hay agua o no ha habido ni hay expectativas de que haya agua, mal.
Y digo esto porque, aquí, alguien de la ribera del Huerva, la portavoz del Partido Popular, sabe que algunos, señor Echenique, nos hemos educado cogiendo agua de balsas en los aljibes. Y la zona de donde yo soy no se riega, cogiendo agua de balsas, con un trapo filtrándola, dejarla en los aljibes y luego bebiendo agua de balsa, eso que cantábamos en las canciones, que algunos hemos pasado también cantando esas canciones. Y hemos visto como Riegos del Alto Aragón, Bardenas, el Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés han hecho cosas importantísimas porque no perdiéramos como hemos perdido en Aragón desde los años cincuenta. La población de Cataluña se duplica, la población de Valencia se duplica —eso se llama despoblación de Aragón también— y la de Aragón, desde los años cincuenta, solo crece en doscientos mil ciudadanos. ¿Por qué? Porque la capacidad de esta tierra seca y baldía no daba para alimentar a la gente que nacía aquí. Sin embargo, infraestructuras en el mediterráneo, inversiones cuantiosas en las industrias tradicionales del acero, la reconversión siderúrgica, los altos hornos hicieron que esta tierra se vaciara. Hay más de ciento cincuenta mil aragoneses viviendo en Valencia y más de doscientos mil viviendo en Cataluña.
Y quizá, si analizas las políticas y el consenso que ha habido en... No da tiempo, es que es una pena, es una pena que para este debate tengamos solo cinco minutos.
Pero hay que hablar... Decía el señor Lambán —gracias por las citas a Hipólito—... pero nosotros ni mito ni timo, a defender lo nuestro, que haya gente en los pueblos. ¿Por qué han venido las industrias papeleras al valle del Ebro, señor Lambán, o a Ejea? Por el agua, si no, se hubieran ido a Navarra. ¿Por qué vinieron las industrias al Pirineo y se despoblaron los valles donde no había industria, ni en Sabiñánigo... no se despobló tanto, ni en Barbastro-Monzón? Porque el agua dio no solo las centrales, dio las posibilidades para asentar población y hacer proyectos en el territorio.
Todos los trasvases que se han planteado en España... y nosotros, modestamente —yo tampoco soy de los que...—, hemos contribuido a parar tres trasvases, pero los trasvases los han parado los aragoneses. Nadie se tiene que atribuir, porque han sido los aragoneses, los aragoneses y responsables políticos que han estado sentados en esta Cámara y en los gobiernos de Aragón, de uno y otro color.
Miren, los trasvases los han parado los aragoneses porque eran insostenibles, porque no tenía una clara utilidad el agua trasvasada, iban a dotar de recursos a territorios donde hay sobreexplotación de los recursos; eran insostenibles porque ningún trasvase llevaba costes económicos precisos, y eran insostenibles porque no se podían asegurar los caudales que se ponían en los proyectos. Y así le ha pasado al trasvase Tajo-Segura, que, desde los seiscientos hectómetros cúbicos programados, nunca han pasado de trescientos. Luego los trasvases antiguos, insostenibles.
Y luego hay otra cuestión. La historia, que es bonita, lean ustedes. Yo, como he estado en los gobiernos y he estado metido en el Pignatelli sin ser consejero también, de ciudadano funcionario... pues alegaciones a los planes hidrológicos, montones de trabajos de los servicios jurídicos y de los funcionarios de Agricultura y de Economía de DGA; recursos de inconstitucionalidad que hemos puesto desde el Gobierno Aragón; denuncias ante la Comisión Europea, denuncias ha puesto el Gobierno de Aragón; recursos ante los tribunales ordinarios cuando sacaban del Plan Hidrológico de 2001 ya obras en Cataluña, etcétera, etcétera, y, sobre todo, muchas alegaciones, muchos trabajos, etcétera, etcétera.
Conclusión: nosotros vamos a estar siempre ahí, el Partido Aragonés va a estar siempre ahí porque lo decimos hace cuarenta años, en Aragón no sobra agua, faltan inversiones, incluso en el Plan Hidrológico... [corte automático del sonido]... Un segundo, un segundo, presidente. No nos gusta porque, en la reserva hídrica, la inscripción no figura, señor presidente de la comunidad autónoma, y hay que perseguir que se inscriba. Y no nos gusta porque de la energía reservada... apoyamos el Plan Hidrológico de Cuenca reciente, lógicamente, pero hay dos factores que nos perjudicaban y lo pusimos de manifiesto: uno, que no está inscrita —y el Consejo de Estado tiene informe favorable— una ley orgánica que es la nuestra, el Estatuto, la reserva hídrica, y, además, expresamente no figura la cuestión relativa a la energía reservada, que es un tema histórico que tenemos que seguir para restituir a los territorios.
La mejor política con la despoblación es esta: aprovechar los usos industriales también, señor Lambán, de todo tipo, industriales, agrícolas, incluso paisajísticos —vayamos a Mequinenza a la pesca—, ambientales y culturales y turísticos.
Disculpe, señor presidente, y muchas gracias. [Aplausos.]
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): No hay nada que disculpar, don Arturo, el tema tiene suficiente enjundia.
Grupo Parlamentario Socialista. Su portavoz titular, don José Javier Sada, a la tribuna.
El señor diputado SADA BELTRÁN: Gracias, señor presidente.
Efectivamente, tiene enjundia el tema.
Señor Echenique, yo sí que le quiero decir que, efectivamente, en Madrid hay partidos que tienen de vez en cuando esos tics trasvasistas y aprovechan cualquier circunstancia para intentar abrir alguna puerta, da igual, la calidad ambiental, la Ley de calidad ambiental, la Ley de montes, etcétera. Pero sí le tengo que decir igualmente que aquí, en Aragón, se ha hecho frente de forma unánime, siempre de forma continuada, al trasvase. Por lo tanto, no tenga ninguna duda —yo no sé el resto de grupos— de la posición tanto del Gobierno como del Partido Socialista, del Grupo Socialista, en contra de cualquier tipo de trasvases, directamente, vía de concesiones y venta de concesiones, que fue un truco se intentó utilizar, o vía cualquier forma, por tierra, mar y aire.
Pero ese no es el debate fundamental. Yo creo que ese debate se ha dado muchas veces, y bienvenidos —y se lo digo claramente porque en su programa no ponían ni una palabra sobre este tema—, bienvenidos también a la unanimidad contra el trasvase. Por lo tanto, perfecto. Pero el tema no es ese, el tema fundamental no es si estamos o no en contra del trasvase, que lo estamos absolutamente, sino para qué estamos en contra del trasvase, para qué Aragón necesita que no se haga ese trasvase y poder utilizar ese caudal, parte del caudal del Ebro para su propio desarrollo. Y ese es el debate que sí que hay que seguir abriendo y es bueno también abrirlo en este Parlamento con los nuevos grupos que están aquí.
Porque me alegro de que hayan convencido, señora Susana Gaspar, al señor Rivera de su posición clara y netamente trasvasista, espero que lo hayan convencido, o no, porque según donde está dice una cosa u otra.
Pero, evidentemente, vuelvo a repetir, el debate ahora es para qué queremos usar el agua del Ebro. Y ese es un debate que no es baladí porque, falsamente, se llena ese tema con el caudal ecológico del delta. El caudal ecológico del delta, señoras y señores diputados, no es mirar por el caudal ecológico. Por cierto, ¿saben ustedes que el actual caudal, que es mucho menor que el que se propone desde algunos grupos, no sería posible muchísimos días sin el embalse de Mequinenza? ¿Sabe que la única forma de garantizar el actual caudal ecológico del delta es tener esa obra «faraónica» —entre comillas— de Mequinenza? Si no, no sería posible porque es que está cambiando —y lo decía el señor Lambán— el tema por el cambio climático. Y esas teorías viejas, rancias sobre teóricas nuevas culturas están probablemente ya absolutamente acabadas.
Y nosotros reivindicamos «no al trasvase del Ebro», reivindicamos un caudal ecológico claro y concreto, suficiente para mantener el delta, pero también que no sea una forma para que Cataluña nos quite la posibilidad de desarrollo y de utilización de ese caudal que tenemos propio recogido en el Estatuto de seis mil quinientos cincuenta hectómetros cúbicos.
Nosotros defendemos a Aragón, defendemos que Cataluña tenga su caudal ecológico, pero que desde luego eso no suponga para nada que nosotros tengamos que perder la oportunidad de usar en bien, en pro del desarrollo de Aragón. Y ese es el debate que se abre. Oiga, no debatamos mucho más sobre el trasvase. ¿Estamos todos de acuerdo? Veo que hasta Ciudadanos está de acuerdo en que «no al trasvase». Dejemos ese tema ya y abramos el nuevo: en qué queremos utilizar y cómo queremos utilizar el agua que nos pertenece, que tenemos el derecho a utilizar para el desarrollo de Aragón. Ese es el debate nuevo y a ese debate sí que les llamo, señores de Ciudadanos, señores de Podemos y al resto de los grupos parlamentarios, les llamo para ponernos de acuerdo, como hasta ahora ha sido, en reivindicar el pronto uso, las obras necesarias para usar de forma eficiente, de forma medioambientalmente sostenible, pero usarlo en pro del desarrollo de Aragón y de todo su territorio.
Nada más, y muchas gracias. [Aplausos.]
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): El Grupo Parlamentario Popular, su nueva portavoz titular, doña Mar Vaquero, tiene la palabra. Y en el entretanto, le deseamos buena suerte y fortuna política en su nuevo desempeño. Muchas gracias, doña Mar.
La señora diputada VAQUERO PERIANEZ: Muchas gracias, señor presiente.
Sabía que no iba a perder usted la oportunidad ni de felicitarme ni de intervenir en su puesto de presidente. Muchas gracias.
Pues, mire, señor Echenique, hoy, usted decide hablar del trasvase, lo que demuestra un gran desconocimiento tanto de la legislación como de la voluntad y como de la posición de todos los grupos parlamentarios que están en esta Cámara. [Aplausos.]
Hoy, una vez más, usted, alejado de la realidad, vuelve a hablar de fantasías, vuelve a hablar de fantasmas y vuelve a hablar de aquellos temas que están ya olvidados y que no existen. Ustedes se encuentran muy bien en aquella época, en la cual se inspiran y a la que vuelven cada vez que plantean una posición que podría ser de interés para todos los aragoneses y que lo fue en el pasado.
Mire, decía que ustedes desconocen la legislación al plantear esta iniciativa porque no hay cobertura alguna para pensar, ni en el ámbito de la Unión Europea ni en el ámbito de nuestra legislación nacional, que se pueda abrir la posibilidad a que se lleve a cabo este fantasma y esta fantasía que ustedes hoy nos han traído.
Pero nos van a dar la oportunidad y vamos a tratar de que sea útil para decir, una vez más, que el Grupo Parlamentario Popular, el Partido Popular, rechaza de forma absoluta y rotunda el trasvase en cualquiera de sus hipótesis y de sus configuraciones, pero de igual manera que lo hacen todos y cada uno de los grupos esta Cámara.
Y es que, claro, usted habla mucho de Madrid y yo creo que se olvidó de pedirle al señor Iglesias que en lugar de ponerle en las listas de Aragón, debería haber ido en las listas de Madrid para debatir allí con el señor Rajoy de la política que tantas veces trae a esta Cámara en lugar de hablar de los temas que realmente interesan a los aragoneses. [Aplausos.]
Mire, señor Echenique, en la legislación autonómica tampoco existe esta posibilidad. Hay una ley orgánica, el Estatuto de Autonomía de Aragón, que impulsaron y que votó a favor el Partido Popular —no todos pueden decir lo mismo—, donde se contempla claramente esa reserva hídrica para uso exclusivo de Aragón y que, de alguna forma, garantiza de forma plena y absoluta las necesidades presentes y futuras de todos los aragoneses.
Ustedes, por el contrario, deciden ir a pachas con aquellos que estarían encantados de que se llevara a cabo el trasvase y manifestarse muy en contra de las necesidades y de los intereses de Aragón.
Deberían de explicar ustedes que están en contra el trasvase, pero que no están a favor de que se lleven a cabo las obras del Pacto del Agua, esas obras que realmente son las que dan prosperidad y las que dan bienestar a muchos aragoneses y a muchos de esos regantes, con los que ustedes están empeñados en llevar a cabo esa ecuación de imposible formulación en la que quieren hablar de agua sin obras y que quieren hablar de almacenar agua sin pantanos, continuamente descolocados y lejos de la realidad.
Y mire, da la sensación que cuando ustedes traen este tipo de iniciativas a las Cortes, cuando ustedes, de alguna manera, se dirigen al presidente de Aragón para tratar estos temas, como ya lo hicieron en el Pleno pasado con la excusa del modelo territorial, quieren de alguna forma limpiar su mala conciencia por el fracaso continuo y diario de un Gobierno que ustedes impulsaron y de un Gobierno que hoy siguen sosteniendo, su Gobierno, señor Echenique.
Y esa es la cuestión que hoy revela una vez más el venir a hablar del trasvase, de ese tema que no existe, de ese tema que no encuentra acomodo en ninguno de los grupos de esta Cámara y que, afortunadamente, no encontrará acomodo tampoco en ninguna legislación que pueda ser aplicable.
Ustedes han aprovechado la oportunidad para volverle a decir al señor Lambán que no se fían, que no tienen su confianza, pues están continuamente cuestionando su confianza... Reflexione, señor Lambán. Ustedes, una vez más, aprovechan para decir que no tienen absolutamente..., que este Gobierno no les da ninguna fiabilidad. Lo podría haber dicho de otra manera, porque ya sabemos todos (la izquierda, todos los grupos de esta Cámara, incluso todos los aragoneses) que no se fían y que el señor Lambán no tiene la confianza de nadie que, realmente, pueda haber esperado algún signo para apoyar esa prosperidad y ese bienestar que era necesario.
Ustedes hablan hoy del trasvase cuando hoy, 1 de diciembre, todavía no han entrado en esta Cámara los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón, esos que deberían de garantizar el bienestar y la prosperidad para Aragón. [Aplausos.] Ustedes, hoy, propician que el señor Lambán este encantado, y estará encantado de no hablar con ustedes de presupuestos, y ustedes también están encantados de no hablar de presupuestos con el señor Lambán. Porque se lo dije en el anterior Pleno: ustedes, con esos presupuestos, volverán a tragar como hicieron con los del dos 2016, nefastos en la forma, insuficientes en el fondo y de imposible ejecución.
Señor Echenique, ¿qué van a hacer ustedes con los presupuestos del 2017? De eso tienen que hablar. ¿Aprobarlos? En lugar de los topitos morados, ahora nos iremos con aquello de la avalancha a los copitos de nieve. ¿Qué van a hacen ustedes con sus presupuestos? Eso es de lo que se tiene que venir a hablar, esas son las comparecencias, en lugar de hablar de temas del pasado, porque usted está continuamente en una montaña rusa, en un parque temático del despiste, y en estos momentos, lo que procede, de lo que tenemos que hablar es de la necesidad de llevar a cabo medidas que garanticen el bienestar y la prosperidad, no fantasmas, no más fantasías y no pasado.
Muchas gracias. [Aplausos.]
El señor vicepresidente primero (GARCÍA MADRIGAL): Para la conclusión, señor presidente del Gobierno.
Diputado Francisco Javier Lambán Montañés, puede concluir.
El señor presidente del Gobierno de Aragón (LAMBÁN MONTES): Gracias, señor presidente.
Señor Briz, transmítaselo cuando vuelva al escaño.
Si algo no se le puede discutir a Chunta es su coherencia y, desde luego, en esta materia, la ha mantenido siempre. Es un punto de desencuentro el que tenemos en la cuestión hidráulica, pero lo sabíamos cuando suscribimos el Pacto de Gobierno, lo respetamos y creo que lo llevamos con bastante naturalidad y sin causarnos mutuamente ninguna clase de destrozo.
El pacto nacional que propone el Partido Popular en el Congreso los Diputados, que cuenta con el apoyo de Ciudadanos y con la abstención del Partido Socialista, es algo a lo que, de entrada, nadie se puede negar porque, desde luego, el Partido Socialista, a hablar, a dialogar, a poner encima de la mesa cuestiones estratégicas, cuestiones importantes, no se negara nunca. No sé si es el momento oportuno, no sé si es la manera más adecuada la de plantear una cuestión de este calado estratégico a través de una proposición no de ley, pero, desde luego, no seremos nosotros quienes nos opongamos a abordar la cuestión. Ahora, con unas clarísimas líneas rojas, con las líneas rojas absolutamente inquebrantables que marca el Estatuto de Autonomía de Aragón, que, entre otras cosas, habla de impedir cualquier transferencia hídrica de la cuenca del Ebro a otro tipo de cuencas, que habla de mantener la reserva hídrica del Estatuto, que habla, en definitiva, de cuestiones que serían absolutamente fundamentales para esa definición de una nueva política del agua en España, que seguramente es un asunto que se tendrá que abordar en un momento u otro.
Señora Gaspar, nosotros nunca hemos aireado ni enarbolado el fantasma del trasvase. Fue el señor Rivera quien dijo, literalmente, que él «si había técnicos que decían que era recomendable el trasvase, el estaría a favor», y técnicos los hay para todo, para recomendar el trasvase o para no recomendarlo.
Fundamentalmente, el trasvase es rechazable por razones de defensa del interés económico de la comunidad, por razones de defensa de la sostenibilidad y por razones de defensa de la posición de Aragón respecto al Estado.
Me preguntaba usted por qué se abstuvo el PSOE, si no me equivoco, en esa votación de la proposición no de ley —creo que esa era la pregunta—, pues, se abstuvo por dar paso a una posibilidad de hablar. Me preguntaba que qué pensamos de las obras del Pacto del Agua, pues, le tendría que decir, como aquellos versos de Gustavo Adolfo Bécquer: «¿Y tú me lo preguntas?». Pues si eres tú, señora Gaspar. Un hilo conductor de mi vida política ha sido defender las obras del Pacto del Agua y su ejecución. Algunas se están desarrollando con naturalidad y con cierta normalidad; otras, con menos naturalidad y con menos normalidad, y, en cualquier caso, estamos pendientes de que con el nuevo Gobierno, el secretario de Estado de Política Territorial convoque la Comisión Bilateral cuanto antes, porque en esa Comisión Bilateral plantearemos algunas insuficiencias que observamos en el cumplimiento de las obras del Pacto del Agua.
Y el desafío catalán en materia hidráulica habrá que resolverlo —me imagino— hablando, pero, sobre todo, poniendo pie en pared en la exigencia clara de que se cumple el Plan Hidrológico, y lo haremos aquí y lo haremos en Madrid, que es en los dos lugares donde hay que hacerlo.
Totalmente de acuerdo, señor Aliaga, con su reflexión sobre lo que significan los regadíos.
Me dirijo a usted señor Echenique y lo hago de la manera más afectuosa y cordial posible, porque me gustaría que visitara mi pueblo, incluso lo puede hacer sin contar conmigo, porque ya sé que a usted, fotografías y diálogos conmigo no le gustan demasiado. Hágalo solo, pregunte a las gentes de aquel territorio y verá cómo le dicen que sin Yesa, en este momento, las Cinco Villas serían un desierto, sin Yesa, las Cinco Villas se hubieran prácticamente desaparecido como tales. Y sin el recrecimiento de Yesa, por cierto, pactado a la cuota media, la culminación del planteamiento de regadíos de la zona de las Cinco Villas bajas sería imposible de realizar. Esa es la única razón, y no hay que buscar ningún tipo de arcanos, ni ningún tipo de cuestiones inexplicables para justificar por qué se está haciendo esa inversión, por qué se está haciendo esa obra.
Por cierto, señor Aliaga, hay una Ley aragonesa de ríos y aguas de Aragón que el Gobierno del Partido Popular recurrió al Tribunal Constitucional justamente en aquellos artículos que tienen que ver con la reserva hídrica que establece el estatuto. Creo que ustedes, cuando el Partido Popular hizo esa ley, no debían estar muy al tanto de lo que pasaba porque estaban... [corte automático del sonido]... que ahora le ayudan al actual Gobierno para que ese recurso de inconstitucionalidad, el Gobierno del Partido Popular lo retire. Porque ese recurso del Partido Popular va directamente al corazón de un asunto tan importante para la política hidráulica de Aragón como es la reserva estratégica que marca el Estatuto.
Señor Sada, yo, evidentemente, le tengo a usted como libro de cabecera del agua, muy por delante de Pedro Arrojo. Con esto, le digo todo en relación con su intervención.
Y señora Vaquero, bienvenida al ejercicio de las tareas de portavoz. Lo cierto es que —al menos, aparentemente— no tengo la confianza del señor Echenique y que se producen muchas muestras casi a diario al respecto. Le tengo que decir que el señor Echenique tiene menos motivos para desconfiar de mí que para temer un trasvase de Ebro. Se lo digo con toda la confianza, señor Echenique [aplausos], y se lo digo convencido de la realidad de lo que le estoy diciendo. En todo caso, y a pesar de que creo que he dado motivos para ganarme la confianza de Podemos, voy a trabajar para ganármela definitivamente. Haré todo aquello que sea necesario.
Pero yendo al asunto de los presupuestos, señora Vaquero, llame usted a las comunidades autónomas que gobiernan ustedes y verá que ninguna ha empezado los trabajos del presupuesto. [Aplausos.] Porque hay algún tipo de orientación del partido en Madrid que les ha dicho a las comunidades autónomas que hasta que no haya techo de gasto, hasta que no haya definición del déficit y hasta que no se sepa por dónde van a ir los presupuestos del señor Rajoy, las comunidades autónomas del Partido Popular no han empezado ni a hacer el primer folio de los presupuestos.
Y respecto al desastre de los presupuestos del 2016, es posible que sean mejorables, pero fundamentalmente se han dedicado a corregir los desastres continuados de los presupuestos de los cuatro años anteriores. [Aplausos.]
En cualquier caso —y termino—, esto del agua es un asunto que da mucho de sí. Como usted ve, señor Echenique, el agua es un hilo conductor del que se puede tirar para abordar cualquier otro tipo de debate. Yo nunca diré que hablar del agua sea un tiempo perdido y creo que las posiciones de fondo de todos los grupos políticos de la Cámara son bastante coincidentes en relación con lo que a usted le preocupaba en su solicitud de comparecencia, respecto a qué es lo que va a ocurrir con el trasvase del Ebro. Creo que no hay amenaza cierta del trasvase del Ebro, pero, en cualquier caso, señor Echenique, si en algún momento la hay, sé que toda la Cámara, todas las Cortes de Aragón, todos los grupos vamos a reaccionar de manera furibunda contra cualquier intento de esa naturaleza. [Aplausos.]