Intervinienen: Palazon Español, Ignacio - Lacasa Vidal, Jesus - Bernal Bernal, Chesus - Alastuey Lizaldez, Daniel
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Urbieta.
Señorías, guarden un poquito de silencio.
Punto siguiente: debate y votación de la proposición no de ley número 55, presentada por el Grupo Parlamentario Popular.
El señor Palazón, en su nombre, tiene la palabra.
Proposición no de ley núm. 55/02, sobre transformación en las instituciones aragonesas de las llamadas becas de formación y sus diferentes variantes por contratos en prácticas en razón al Real Decreto 488/1998.
El señor diputado PALAZÓN ESPAÑOL: Señor presidente.
Señorías.
Durante los últimos seis meses han proliferado en estas Cortes de Aragón debates sobre la situación de los becarios relacionados en el ámbito de la investigación. Una proposición de ley y otra no de ley, ambas presentadas por la Agrupación Parlamentaria Izquierda Unida de Aragón, son exponentes de unos debates que, por cierto, aún no han terminado, porque queda pendiente que esta proposición de ley sea defendida en el Congreso de los Diputados, al suponer la modificación de la Ley general de la Seguridad Social; por cierto, que ya figura en el Boletín Oficial de las Cortes Generales con fecha 10 de mayo. Es una proposición de ley –se lo digo, señor Lacasa– que intuyo que va a llegar desfasada; va a llegar desfasada ante la inminente aprobación del estatuto del becario por parte del actual gobierno de España. Me temo, por tanto, que va a llegar tarde, porque, precisamente ayer, la ministra de Ciencia y Tecnología anunciaba la inminente presentación del estatuto del becario.
Pero, en los debates, nosotros formulamos una cuestión de fondo: ¿por qué modificar solo las becas de investigación?; ¿por qué no las innumerables variantes existentes, de las que hablaremos más adelante?; ¿acaso porque no han constituido un colectivo, como las anteriores?
Miren, la presencia de becarios en formación se ha generalizado en numerosas áreas de las Administraciones públicas. Solo en esta legislatura –para eso puede servirnos Internet– he contabilizado veintiocho convocatorias de becas por parte del Gobierno de Aragón, algunas con nombres tan curiosos como becas de prácticas y colaboración en la gestión de bases de datos; lo mismo en la gestión de biblioteca electrónica; en el archivo de la Administración del Gobierno de Aragón; beca de prácticas y colaboración en la Dirección General de Trabajo; beca de formación en prácticas en la Dirección General de Presupuestos, en la Dirección General de Tributos, etcétera, etcétera.
La realidad es que todos los departamentos, prácticamente todos, utilizan la vía de los becarios para funciones que se denominan prácticas y formación. Destacan quizá, junto a Salud, Consumo y Servicios Sociales, Presidencia y Relaciones Institucionales, Economía y Medio Ambiente. Pero este hecho no afecta solamente al Gobierno de Aragón: las diputaciones provinciales, los ayuntamientos e incluso –hay que reconocerlo– esta misma institución convocan, ya sea directamente o por convenio, becas para biblioteca, para informática, para documentación, para prensa y para las tareas más variadas.
Y el verdadero problema, la madre del cordero, lo que ha generado esta proposición no de ley es que tras esas becas subsiste en algunos casos una actividad laboral encubierta, y es nuestra obligación, primero, denunciarlos y, segundo, intentar poner los medios para que no se desvirtúen las actividades a desarrollar por las instituciones, que a la postre son las que tienen que dar ejemplo a la sociedad.
Yo, a título de anécdota, les contaré que en mis años jóvenes, en los años setenta, tuve compañeros contratados por las Administraciones de entonces en actividades como reparaciones de tractores, como pesticidas e incluso como estiércol. Eran otros tiempos, y, si en algo ha evolucionado la normativa, ha sido en una mayor transparencia y en un mayor rigor laboral. Porque, señorías, en muchos casos, ¿pueden decirme qué formación se recibe tras los primeros días o, como mucho, tras el primer mes de beca? Formación ya, ninguna; práctica, sí, mucha, pero práctica rutinaria, práctica de trabajo; a la postre, práctica laboral, que puede durar incluso ya años o toda la vida, pero prácticamente no se aprende nada nuevo.
Puede alegarse que hasta hace poco la legislación no daba armas para ubicar esas actividades que están en el límite entre lo docente y lo laboral, pero hoy ya no caben excusas: existe legislación específica para solventar esos problemas, y la hemos conocido precisamente cuando debatíamos los temas de becarios en investigación. Existe el Real Decreto 488/98, por el que se desarrolla el artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores en materia de contratos formativos, con un capítulo 1 específico, «Contrato en prácticas», que establece requisitos de los trabajadores, duración y retribuciones de esos contratos. Entre los requisitos quiero destacarles que marca las titulaciones que habilitan para poder efectuar contratos en prácticas y un plazo de cuatro o seis años tras la terminación de la carrera; en la duración, señalar que no pueden ser inferiores a seis meses ni superiores a dos años, con posibilidades de prórroga cuando no se alcanza esta última cifra, y esto es un plazo bastante más amplio que muchas de las becas que se convocan; y en las retribuciones, destacar que no pueden ser inferiores al 60, 75% de lo que un trabajador que desempeñe el mismo puesto de trabajo percibiría en condiciones normales (es decir, un nivel superior de salario a las actuales becas); y, como todo contrato en régimen laboral, tiene el plus, la ventaja de ese carácter laboral, con las ventajas que implica en el ámbito de la Seguridad Social en lo referente a protección sanitaria y antigüedad de cotizaciones, entre otras.
De ahí nuestra PNL, con dos puntos muy concretos. El primero, haciendo referencia concreta al Gobierno de Aragón: que analice si sus becas no responden en algunos casos –como creemos que responden– a una actividad laboral encubierta y, en caso afirmativo, que actúe en consecuencia, que tiene el medio legal y precisa solo de voluntad política. Y el segundo punto, que transmita esta preocupación y esta filosofía a otras instituciones de la comunidad autónoma que utilizan este sistema de contratación encubierta. En lo referente a estas Cortes de Aragón, yo puedo asegurar a sus señorías que la Mesa está sensibilizada ante el problema.
A la postre, esta proposición no de ley intenta corregir situaciones injustas, situaciones que se prodigan en el ámbito de las Administraciones, y, por ello, estas Cortes tienen la obligación de intentar corregirlas. Es una iniciativa que completa otras que han aprobado ya estas Cortes de Aragón, y su principal objetivo –insisto– es intentar corregir situaciones injustas, puestas de manifiesto en el debate de aquellas. Y el propio señor Lacasa lo recordará; el señor Lacasa nos animaba a presentar cuando denunciábamos estas situaciones en los debates de las mismas. Ahí la tienen, señorías; ahora nos toca mojarnos a todos.
Con estos precedentes, yo quería decirles que, en el caso de que votasen en contra, ¿con qué fuerza moral defenderían en el Congreso de los Diputados la proposición de ley de modificación de la Ley general de la Seguridad Social los señores diputados Lacasa, Bernal y Alastuey? Analícenlo, señorías, y actúen en consecuencia.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Grupos parlamentarios. Turno de Izquierda Unida (Grupo Mixto). Señor Lacasa.
El señor diputado LACASA VIDAL: Muchas gracias, señor presidente.
No sabe usted cómo me alegro, señor Palazón, de debatir esta proposición no de ley con usted. Vamos a ser totalmente consecuentes, se lo aseguro. Ahora, yo me alegro también de que usted haya variado su posición: bienvenido. Esta mañana hemos visto un cambio de posición, y era negativo, pero un cambio de posición, cuando es positivo, cuando es a más derechos sociales, pues, sinceramente, lo vemos con entusiasmo.
Usted ya ha dicho hoy en esta cámara que esta proposición no de ley es complementaria de las anteriores que hemos debatido. Pues me alegro. Gracias, señor Palazón, gracias, gracias, porque hasta ahora ha votado en contra de todas las iniciativas que Izquierda Unida ha planteado a favor de los becarios de investigación, y ahora reconoce que el trabajo de Izquierda Unida de la proposición no de ley y luego la proposición de ley en las Cortes Generales va surtiendo sus efectos. Y ahora me anuncia que incluso es posible que no tengamos que llegar a debatirla: pues mejor todavía. Fíjese usted: nos ahorraremos un viaje a Madrid. Si realmente la ministra y el gobierno, antes de que se debata en las Cortes Generales, otorgan protección social plena a través de la Seguridad Social a los becarios de investigación, ¡albricias!: lo habremos conseguido moviendo esta ficha en Aragón. A veces mover fichas en Aragón consigue también pequeños efectos en Madrid. Sí, señor Palazón, es muy positivo. Me alegro de que la publicación en el boletín oficial del 10 de mayo haya motivado una rueda de prensa, una comparecencia de la ministra anunciando que va a poner solución a lo que hasta ahora es un problema.
Por lo tanto, si vamos por ese camino, seguramente nos entenderemos, nos entenderemos seguro. Y, desde luego, nosotros, coherencia total. Se lo dije –y no era retórica– cuando hablamos en este debate y usted suscitó que, efectivamente, nosotros habíamos acudido al debate de los becarios de investigación, un colectivo que estaba preocupado, sensibilizado y había hecho una serie de movilizaciones y estaba justamente reivindicando. Pero tenía razón usted; era un debate diferente, pero tenía razón: hay otras becas que son becas denominadas «de formación» que no tienen nada que ver con la investigación y que, efectivamente, había que someter a escrutinio. Y le dijimos: presente usted una iniciativa, o la presentamos conjuntamente, que podemos debatir este tema perfectamente. Y no solo podemos, sino que debemos.
Porque, mire, yo coincido sustancialmente con usted: basta ya de encubrir sin prestaciones laborales correspondientes lo que es una auténtica relación laboral. Es decir, aquí, las Administraciones, en muchas ocasiones, no buscan formar a su personal, sino que lo que buscan es encontrar una mano de obra relativamente barata, joven, dinámica, que está ilusionada y que quiere trabajar, y en muchas ocasiones tenerla en unas condiciones laborales bastante exiguas. Y esto es una realidad que creo que no debemos ocultar y que practican Administraciones de todos los signos políticos seguramente; por lo tanto, no quiero acusar aquí a unas u a otras y, por lo tanto, si ponemos la solución, tendrá que ser para todas las Administraciones públicas que se encuentran implicadas o afectadas por ello.
Y usted hablaba de su experiencia, y yo también hablo de la mía. Yo la recuerdo en primera persona porque yo he sido ese becario de formación, y lo he sido en esta institución –lo tengo que decir–, lo he sido en esta institución. No lo he sido solo yo; otros compañeros, ilustres ellos, que ahora están en puestos de muy alta responsabilidad en la Administración –me acuerdo de Fernando Gurrea, que hoy es secretario general de la Presidencia, o de Ignacio Revillo, que es secretario general técnico del Departamento de Educación– han sido compañeros míos de beca de formación en esta institución. Y, efectivamente, aunque esas becas ya no salen, las que hacíamos nosotros ya no salen, desde luego, el contenido formativo que tenían era escaso, reconozcámoslo, aunque entonces la ilusión juvenil lo suple todo y, desde luego, cualquier ocasión es buena, y perfectamente agradecemos cualquier oportunidad seguramente. Pero esas becas no eran realmente formativas en su inmensa mayoría, sino que eran laborales, puro y duro laboral; en este caso, en el Servicio de Publicaciones.
Pero esta casa también sigue teniendo becarios; analicémoslos: informáticos, documentalistas, bibliotecarios, de prensa. Perfecto, vamos a ese debate aquí; porque, claro, sería gracioso que aprobáramos esta proposición, que dice que «las Cortes instan al gobierno a que, dentro de su ámbito de actuación, examine...», y las Cortes... Pues, ya sabe usted. Como es de la Mesa, aplíquese el cuento –tiene mi apoyo total–, y a trabajar en esa dirección para limpiar también de cualquier problema de este tipo a las propias Cortes de Aragón. Porque el mejor ejemplo es practicarlo, y, a partir de aquí, exigirlo al Gobierno de Aragón. Totalmente de acuerdo. Exijámosle al Gobierno de Aragón que lo aplique y transforme por contratos en prácticas sometidos al régimen laboral, como usted pide, a todas estas becas de formación que no lo son, sino que son contratos encubiertos, y que se transmita a otras instituciones –totalmente de acuerdo–: ayuntamientos, diputaciones provinciales y cualquier otro ente territorial que tenga –no contratado, porque no están contratados– a personal bajo su dependencia en este régimen de becas, que en muchas ocasiones, efectivamente, no tienen contenido formativo. Porque, mire, para que haya contenido formativo, y usted lo ha citado, los contratos en prácticas tienen unas tabulaciones de cuáles son las obligaciones, laborales por una parte, pero también de formación por otra, y hay unas tutorías y hay unos seguimientos; por lo tanto, eso sí que es un elemento seguro. Pero estos becarios en formación, ¿qué tutoría tienen, qué programa formativo desarrollan? Me gustaría saberlo. Yo creo que, realmente, ninguno en la mayor parte de los casos. Van allí, se les dice «Esta es la tarea», se les dan instrucciones, obviamente, y eso sí se puede considerar una formación rudimentaria y un proceso, efectivamente, de rodaje, de aprendizaje, y a partir de ahí el trabajo rutinario, mecánico o creativo –da igual–, pero continuo, efectivamente.
Por lo tanto, creo que esta proposición no de ley sin ninguna reticencia es muy positiva, es muy justa y va al fondo de un asunto que realmente afecta no sé a cuántos, a algunas decenas o incluso alguna centena de personas en esta comunidad autónoma, y creo que, efectivamente, se van a beneficiar sinceramente si todas las instituciones, empezando por las Cortes de Aragón, que a partir de mañana ya pueden empezar a trabajar en su Mesa –y a partir de ahí, todas las demás–, convierten estas becas de formación en contratos laborales. Tiene todo mi apoyo, y vamos a hacer un seguimiento, además, del cumplimiento de la proposición no de ley.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Por Chunta Aragonesista, señor Bernal.
El señor diputado BERNAL BERNAL: Gracias, señor presidente.
Muy brevemente. Voy a reiterar las posiciones que Chunta Aragonesista ha venido defendiendo en los asuntos de becas de investigación, de formación, como hoy nos plantea el señor Palazón. Voy a remitir a nuestra posición en relación con este asunto con lo planteado desde el año 2000 y con anterioridad en esta cámara cada vez que se han planteado estas iniciativas, o con lo planteado incluso en la comparecencia del director general de Enseñanza Superior ayer mismo en esta cámara, en la Comisión de Educación, cuando se nos ha presentado el primer plan autonómico de investigación, desarrollo y transferencia de conocimientos.
Siempre he defendido que la investigación se fundamenta –y más en un sitio como Aragón– en la juventud de esos investigadores, que en estos momentos son uno de los últimos recursos absolutamente propios, absolutamente nuestros, como un instrumento que nos permite actuar desde aquí con las competencias de que disponemos para ir mimando a esos jóvenes investigadores, a esos que llamamos en muchas ocasiones «Ramón y Cajales»; «Ramón y Cajales» que en muchas ocasiones quedan en el camino por la concepción que se tiene de estas becas, por la concepción que se tiene de la propia figura del investigador, etcétera.
Por eso, nosotros lo planteamos en cada una de las iniciativas que se han debatido en esta cámara: primero, mediante las proposiciones no de ley del año 2000; mediante la proposición de ley de reforma de la Ley general del régimen de la Seguridad Social; mediante el debate de los presupuestos con las enmiendas de Chunta Aragonesista al respecto; mediante la aprobación de la proposición no de ley presentada por Izquierda Unida, la 7/02, debatida el pasado mes de febrero, y, ahora, mediante el complemento que supone esta iniciativa que defiende el señor Palazón en nombre del Grupo Popular.
Le tenemos que decir que estamos totalmente de acuerdo. Uno de los aspectos que nosotros indicamos era que determinadas becas estaban siendo utilizadas como becas, pero que en realidad reflejaban una realidad muy distinta: que eran mano de obra barata. Y es lo que hoy viene a indicar también el señor Palazón. Y, cuando se planteaba por parte de Izquierda Unida una iniciativa como fue la proposición de ley para referirse a la Administración general del Estado, echamos en falta el que se planteara esto para el Gobierno de Aragón, para los denominados «becarios DGA». Presentamos una iniciativa mediante enmiendas a los presupuestos, precisamente dirigidas al Gobierno de Aragón. El señor Lacasa entonces no nos la apoyó, y él presentó a continuación una proposición no de ley para que no figurara en la ley, y también se la apoyamos. Y, hoy, el señor Palazón nos plantea algo que va dirigido al Gobierno de Aragón también y a las diferentes variantes en otras instituciones igualmente, a partir del Real Decreto 488 de 1998. Tenemos que decirle directamente: nos mantenemos en lo mismo que hemos venido diciendo al señor Palazón, al señor Alastuey, a la señora Blasco, al señor Lacasa o al señor Allué en cada uno de los debates que hemos venido manteniendo.
Nosotros vamos a votar a favor de esta iniciativa. Vemos conveniente su aprobación; vemos conveniente que cale, además, parece ser que ya de manera definitiva en todos los grupos de la cámara este espíritu, porque creo que es bueno que desde la cámara mantengamos estos precedentes, que permitirán, cuando haya situaciones en las que podamos, incidir, sean del Gobierno de Aragón, sean de la Administración general del Estado o sean, a partir de ahora, de las referencias que desde el Gobierno de Aragón deberán hacerse a otras instituciones. Por eso, nosotros vamos a votarla a favor.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Por el Grupo Parlamentario del Partido Aragonés, el señor Allué tiene la palabra.
El señor diputado ALLUÉ SUS: Gracias, presidente.
Con muchísima brevedad. La iniciativa que debatimos ahora, en estos momentos, trae causa, ya se ha dicho, de otras iniciativas, aunque, evidentemente, no analiza lo mismo que aquellas iniciativas que ya se han narrado, en las que hablábamos de pedir la sustitución de las becas pre y post doctorales de formación del personal de investigación por contratos laborales: una primera de ellas, dirigida al gobierno central, motivo por el cual el Partido Popular votaba en contra; otra de ellas, dirigida al gobierno aragonés, y también el Partido Popular votó en contra, aunque por otros argumentos, evidentemente: por la diferencia entre pre y post doctorales.
Al margen de eso, yo creo que es una buena oportunidad. Sirva, no obstante, la iniciativa presentada por el Grupo Popular, por el señor Palazón, una vez más, para denunciar algo en lo que creo que todos los grupos hacemos la misma reflexión: la situación actual de los becarios de investigación. Es cierto que en algunos casos las becas se convierten en un recurso para conseguir mano de obra barata, sea en universidades, sea en centros de investigación, sea en otro tipo de instituciones; que en algunos casos pueden considerarse como trabajadores sin derechos sociales, sin Seguridad Social, sin derecho al desempleo, y, desde luego, aunque mejorar su situación laboral actual no resuelve en ningún caso –al menos, totalmente– el problema de una política digna y eficaz en materia de investigación, es verdad que el personal, el investigador, la persona como tal es un elemento sustancial de todo este entramado.
Ahora bien –cierto es–, una cosa es la defensa de la estabilidad laboral, la situación digna, en términos laborales, de los investigadores pre y post doctorales, y otra es que tras determinadas becas se escondan situaciones que nada tienen que ver con la formación, con la investigación. Un debate que, aunque fuese brevemente, ya surgió en las anteriores iniciativas, un debate que protagonizaron el señor Palazón y el señor Lacasa en la proposición 7/02; en cierto modo, esta era la crónica de una iniciativa anunciada.
Por lo tanto –y concluyo–, estamos de acuerdo, lógicamente, en los términos de la iniciativa, estamos de acuerdo en que el Gobierno de Aragón estudie los casos de posibles contratos encubiertos y, en su caso, proceda, en consecuencia, a su transformación por contratos en prácticas. Consideramos que es una iniciativa lógica, y con las iniciativas lógicas es lógico que estemos todos los grupos parlamentarios de acuerdo.
Nada más, y gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor diputado.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor Alastuey tiene la palabra.
El señor diputado ALASTUEY LIZÁLDEZ: Gracias, señor presidente.
Señorías.
Nada, pues nos quitamos el compromiso de encima. Ya anuncio desde el principio que vamos a ser coherentes y vamos a votar que sí, señor Palazón. No se preocupe que, igual que hemos defendido la situación de los becarios de investigación, vamos a defender la situación de estos otros becarios, que no son los de investigación, a los que se está refiriendo usted.
A mí me extrañaba que en la exposición de motivos de la proposición no de ley no se hablara de la proposición de ley de modificación de la Ley de Seguridad Social. Me había parecido un lapsus, y ya nos ha aclarado el señor Palazón en su intervención que vamos a llegar tarde al Congreso de los Diputados, porque la señora Birulés, el Ministerio de Ciencia y Tecnología ya está preparando un estatuto del becario –no un estatuto del investigador, que dije yo en esta tribuna– donde sí que se van a reconocer los derechos de Seguridad Social.
Pero, mire –y termino con este tema, porque seguiré después con los becarios–, yo no sé qué manía tienen ustedes con el desempleo, porque les van a reconocer los derechos de Seguridad Social, según mi información, pero no les van a reconocer los derechos de desempleo, es decir, no van a cotizar al desempleo, y, cuando terminen sus becas, no van a tener derecho a desempleo. Yo creo que usted, que está en contacto y que, igual que nuestro partido, supongo que tendrá cierto peso en Madrid y tiene comunicación con el ministerio, debería ponerse en contacto rápidamente con la señora Birulés para que no sea un motivo más para la huelga general del día 20 el hecho de que los becarios se queden sin derecho a desempleo cuando terminen su beca.
Y vamos a los becarios de los que estamos hablando en esta proposición no de ley, que no son los de investigación y que, desde luego, no los ha inventado este gobierno. Contabilizaba en Internet el señor Palazón en esta legislatura veintiocho convocatorias de becas. Si nos fuéramos a la legislatura anterior, señor Palazón, le aseguro que nos encontraríamos con muchísimas más y con nombres igualmente curiosos, nombres igualmente curiosos tanto en la denominación de la beca, de los puestos, como después en las adjudicaciones. Por tanto, estas son situaciones que vienen de antiguo, y usted, inteligentemente, ya metió en el punto dos de su proposición no de ley, poniéndose una venda antes de que le hicieran la herida, que la DGA se dirija a otras instituciones aragonesas para que se aplique la filosofía de convertir en contrato.
Y voy a lo que me parece el núcleo, lo importante de su proposición no de ley, que es precisamente terminar con situaciones en cierto modo desreguladas dentro de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón y dentro de otras Administraciones de esta comunidad autónoma, como son las becas que a veces encubren puestos de trabajo. Y fíjese que porque usted dice que el Gobierno de Aragón haga un estudio, porque, si no hubiera dicho que se hiciera un estudio, la hubiéramos votado en contra. Porque nosotros vamos más allá; nosotros creemos que lo primero que hay que aplicar respecto a los becarios es el principio de causalidad. No puede ser que haya becas que se estén convocando permanentemente para el mismo puesto y que, cuando acabe una, empiece otra siguiendo lo que es la continuidad de un puesto de trabajo. Eso, señor Palazón, no tiene que ser convertido en un contrato en prácticas: eso tiene que ser convertido en un puesto de trabajo de cobertura normal en la Diputación General de Aragón. Y luego está la conversión de lo que sí serían puestos en formación en contratos en prácticas.
Por ello, yo creo que el estudio que haga la Diputación General de Aragón va a descubrir unas cuantas cosas. En primer lugar, habrá que estudiar si ese contrato en prácticas es el adecuado o no, porque tiene sus limitaciones, y en segundo lugar supongo que tendrá que negociar la Diputación General de Aragón con los sindicatos que tienen representación en la Administración, porque, como usted sabe –y algunas de las características las ha fijado–, los convenios colectivos pueden fijar las condiciones de esos contratos. Y a nosotros nos resultaría chusco, no nos parecería que se estaba solucionando el problema si realmente estuviéramos hablando de salarios inferiores a los de los trabajadores normales, por mucho que se esté en formación.
Por tanto, vamos a apoyar esta proposición no de ley, entendiendo que a lo que obliga al gobierno es a hacer un estudio –yo también entiendo que conjunto con los representantes de los trabajadores– para convertir las plazas que son becas actualmente, o bien en puestos de trabajos estables, siguiendo el principio de causalidad –ese que yo creo que al gobierno del Partido Popular no le gusta demasiado–, o bien en contratos en prácticas cuando realmente existan necesidades puntales y realmente lo que se pretenda sea formar a titulados universitarios o asimilados, que es para lo que están los contratos en prácticas.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor diputado.
Pues, concluido el debate, vamos a someterla a votación.
Señorías, ¿votos a favor de la proposición no de ley número 55? Gracias. ¿Votos en contra? ¿Abstenciones? Se aprueba por unanimidad.
Muchas gracias.
¿Señor Palazón? ¿Sí?
El señor diputado PALAZÓN ESPAÑOL [desde el escaño]: Presidente, en explicación de voto, simplemente dar las gracias a los grupos por haber apoyado esta iniciativa parlamentaria. Creo que es una cuestión de cortesía parlamentaria precisamente.