Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón


Interpelaciones

Interpelación núm. 19/02, relativa a las acciones previstas para subsanar la deficiente atención a las personas mayores ingresadas en centros residenciales de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Diario de Sesiones de las Cortes de Aragón n°: 066 de Plenos (V Legislatura)
Intervinienen: Plantagenet-White Perez, Rosa - Almunia Badia, Eva

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Aclarado, señor consejero.

Punto quince del orden del día: interpelación número 19/02, relativa a las acciones previstas para subsanar la deficiente atención a las personas mayores ingresadas en centros residenciales de la Comunidad Autónoma de Aragón, formulada por la diputada del Grupo Parlamentario Popular señora Plantagenet-Whyte Pérez.

Para exponer la interpelación, tiene la palabra la señora Plantagenet por un tiempo de diez minutos.

Interpelación núm. 19/02, relativa a las acciones previstas para subsanar la deficiente atención a las personas mayores ingresadas en centros residenciales de la Comunidad Autónoma de Aragón.

La señora diputada PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ: Gracias, señor presidente.

Señor consejero.

Yo le he planteado esta interpelación sobre calidad residencial desde la responsabilidad que tenemos con las personas mayores que están atendidas en centros residenciales de la comunidad autónoma y con sus familias. Estos ancianos, que se hallan ingresados en dichos centros bien por edad, por enfermedad, por incapacidad, por invalidez, son personas dependientes y necesitan de los cuidados y atenciones que les debe suministrar la comunidad autónoma para poder, en definitiva, vivir con dignidad, y usted es el último responsable de esta calidad de atención y de las personas que están allí ingresadas.

Como oposición no me puedo por menos que hacer eco de unas denuncias que ha realizado el sindicado UGT –un sindicato, desde luego, no afín a nosotros–, en las que manifiesta unas graves deficiencias en las residencias dependientes del Gobierno de Aragón. Estas denuncias a mí me ha parecido que tienen ciertos tintes incluso de alarma, tienen envergadura, y ante estas denuncias hubiera cabido esperar que usted saliera a la opinión pública y contestara y diera una explicación ante tales actuaciones, y marcara de inmediato unas líneas de actuación.

Estas acusaciones se realizaron el 22 de marzo, salieron en los medios de comunicación, y fueron muy concretas: carencia de personal y de medios técnicos ante el aumento del deterioro de las personas usuarias dentro de los centros del Gobierno de Aragón. El que exista un deterioro de las personas ingresadas dentro de estos centros es algo lógico, dado el proceso evolutivo de las personas allí ingresadas –y algunas de ellas llevan casi más de diez años ingresadas– y por el propio proceso de envejecimiento. Lo que sí que nos parece paradójico es que, estando ingresadas en unas residencias que pertenecen a la Administración, no haya elementos de valoración que puedan corregir, e incluso contratar más personal si es necesario debido al aumento o la necesidad.

Pero a esto hay que sumarle la situación en la que nos encontramos ahora mismo, ante el envejecimiento y ante las listas de espera que tenemos de personas mayores que están demandando una plaza residencial; la cifra de personas que esperan acceder a una plaza pública está alcanzando las siete mil. Tan solo, como es lógico, tienen acceso aquellas personas que están más deterioradas física y psicológicamente, o aquellas que tienen unas condiciones sociales más límites. Con lo cual, las que ingresan, las poquitas que puedan ingresar están realmente muy deterioradas, y la carga asistencial de la DGA es máxima.

Y, ante este caso, UGT argumenta que las plantillas existentes no solo son insuficientes, sino que son exiguas para dar esa calidad de atención. Y, como consecuencia, las plantillas allí existentes tienen fatiga, lumbalgias, lesiones musculares debido a la gran sobrecarga física que tienen por el exceso de trabajo, sin olvidar la carga psicológica añadida. Usted lo conoce muy bien: esto es lo que médicamente se conoce con el síndrome de burn out, que se da en todos aquellos trabajadores que padecen un exceso de carga física y psicológica, en aquellas profesiones de ayuda sanitaria y social, y en trabajadores que tienen que trabajar con una serie de recursos internos importantes y que normalmente tienen que manejar problemáticas de sufrimiento, de locura o demencia y de muerte.

La primera pregunta que me haría es: las personas que están trabajando en los centros residenciales del Gobierno de Aragón, ¿padecen este síndrome de burn out por la escasez de plantillas?

También les acusaban de muy poca agilidad administrativa para poder atajar la degradación progresiva de los servicios en la residencia de Movera, en la residencia de la Romareda, así como en los centros de Huesca, Albarracín y de Teruel; exclusivamente hablaban de esos centros.

El 25 de abril, en Teruel, en una residencia que es emblemática, en la que hay quinientos cincuenta y cinco ancianos y una media de edad de noventa años... Yo no me puedo imaginar lo que pueden ser quinientos cincuenta y cinco ancianos –vamos, sí que me lo imagino, porque lo conozco–, con una media de edad de noventa años juntos en un edificio. Y los sindicatos y los trabajadores, que se presentan y hacen una manifestación o una concentración ante el Instituto de Servicios Sociales –ciento cincuenta trabajadores tienen–, piden aumento de plantillas y dicen que no tienen camas articuladas, grúas hidráulicas, baños geriátricos, instalaciones de oxígeno, e incluso llegan a pedir el cese de la directora.

Y, ante toda esta situación, su señoría, señor consejero, no ha pronunciado palabra. Silencio. Bueno, sí que pronuncia palabra. Días más tarde sale a la opinión pública y hace unas declaraciones, y dice: «Queremos dar una respuesta individualizada a cada problema. Hay que incorporar la calidad como valor y vamos a construir más de mil plazas de residencia». Ante la contradicción existente entre lo que dicen los sindicatos y los trabajadores y lo que usted manifiesta ante la opinión pública, lo hemos interpretado como una respuesta alegórica a lo que debe ser el ideal. Pero, evidentemente, nos han asaltado una serie de dudas que a mí me gustaría que usted me pudiera aclarar.

La primera duda es: señor consejero, ¿cómo puede usted gestionar mil plazas más si usted tiene en su mano (la DGA) dos mil ciento cincuenta más, menos –yo no he cogido los datos; según el Plan de atención a la dependencia, dos mil ciento cincuenta–, cómo puede usted gestionar mil más si ya tiene auténticas dificultades con los sindicatos con plantillas exiguas?

La gestión directa de la DGA en residencias tan solo alcanza el 19,50% de la totalidad de las plazas residenciales; no llega al 20%. Y es más: usted tendría que dar ejemplo al resto de las plazas residenciales de cómo se da la calidad o la atención. Y, ante esas, gestión y propiedad es distinto. Yo aquí voy a hacer una matización y le voy a volver a explicar. Usted tiene suyas, de posesión o de pertenencia de la DGA, dos mil ciento cincuenta, que son las que gestiona directamente, pero es responsable de la calidad de gestión, como consejero que es, del resto.

Los ayuntamientos de todo Aragón, que han construido las plazas residenciales –que, por supuesto, luego las gestionan, las sacan a gestión bajo distintas fórmulas–, tienen dos mil ochocientas cinco plazas; las entidades sociales sin ánimo de lucro, distintas organizaciones religiosas y no religiosas, tienen tres mil setecientas plazas, y las plazas mercantiles son tres mil trescientas cincuenta. El grueso de la atención no está en la DGA; está en las plazas mercantiles, en los ayuntamientos y en las entidades sociales. Usted tan solo lleva ese 20%. Entonces, en el ochenta restante sí que es responsable de velar por la atención y por la calidad de atención de estas personas allí ingresadas. ¿Está velando adecuadamente por la calidad de atención de esos ancianos allí ingresados? Es la segunda duda que nos asalta.

El IASS es el responsable de velar por esa atención y de que se cumpla la normativa vigente. La normativa vigente está recogida en un decreto, que es el 111/92, y en el Decreto 138/90, en el cual se recogen qué niveles de calidad mínimos deben tener las residencias y qué infracciones se cometen a la hora de saltarlas. Bueno, pues el control de que se cumpla la legalidad está llevado a cabo por su departamento, el departamento de inspección de centros, y, para inspeccionar once mil plazas residenciales más, menos, o sea, doscientas treinta y cinco residencias, tan solo cuenta con tres personas en Zaragoza, una persona en Huesca y ninguna en Teruel. Es chocante que en Teruel, la provincia más envejecida, no tenga ni una sola persona dedicada a la inspección de centros.

Ante esta escasez de personal, tan solo pueden comprobar el cumplimiento de las condiciones funcionales y materiales recogidas en la normativa vigente, pero difícilmente pueden valorar la calidad asistencial, porque no se cuenta con ningún sistema de valoración en las inspecciones, no hay ningún sistema, no existen las herramientas necesarias para cualificar o valorar la calidad residencial que se está dando dentro de estas residencias.

Según datos suministrados por su departamento –esto a mí me parece que es un dato muy muy significativo–, señor consejero, el 56,5% de las residencias de ancianos abiertas y que están funcionando en este momento no cumplen los requisitos exigidos por el Decreto 48/93 para estar inscritas en el registro de entidades, servicios y establecimientos de acción social, o sea, de doscientas cincuenta y tres residencias, ciento cuarenta y tres –entre las cuales existen también públicas– no cumplen los requisitos burocráticos. ¿Cómo podemos hablar o cuantificar el tema de la calidad? Yo le voy a dar un dato comparativo para agilizar un poco el tema: en un año y tres meses, el Gobierno de Aragón ha inspeccionado setenta residencias; la comunidad de Cataluña –que, evidentemente, tiene otro volumen–, en un año, ha realizado mil seiscientas cuarenta y dos visitas, diurnas y nocturnas. Nosotros me parece que no inspeccionamos nunca nocturnamente ninguna residencia de ancianos, en un momento en el que, evidentemente, se puede producir una disminución importante de la calidad asistencial y de la vigilancia de estos mayores ingresados.

Y, por último, la tercera pregunta que nos asalta. Usted, señor consejero, nos plantea, como solución al problema, que existe una gran necesidad de plazas residenciales públicas, porque, si no, no tendríamos esa lista de espera de siete mil personas, y, además, las previsiones que tenemos nos auguran un importante incremento. Y usted lo quiero solventar construyendo cuatro centros en Zaragoza y uno en Utebo. A muy largo me lo fía, señor consejero. ¿Cuánto tarda la construcción de una residencia de ancianos: cinco, diez años? Estamos ante una crisis asistencial que está sufriendo la Comunidad Autónoma de Aragón. Si tenemos tanto déficit de plazas, si tenemos estas listas de espera, tenemos una crisis de atención. Señor consejero, ¿cuántas plazas concierta usted en el 80% restante de las plazas que no gestiona directamente? Tan solo cuatro de cada cien, cuatro plazas; en la provincia de Teruel, solo catorce. Además, sabemos que se está pagando la plaza concertada en residencias de ancianos muy por debajo del coste real en algunos casos; véase el ejemplo del hospital de Jaca, en el cual, la plaza –ya hay una denuncia– se está pagando por debajo del coste de lo que está suponiendo esa plaza residencial. Y ocurre lo mismo, señor consejero, con las becas y ayudas que están recibiendo las personas mayores. Las personas mayores que no tienen plaza residencial, que no tienen plaza concertada, que no pueden ir a ningún sitio pueden, en un momento dado, solicitar una beca a la DGA. Las personas que solicitan una beca es porque no tienen dinero para pagar una plaza residencial en el mercado, bien social o bien mercantil.

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Señora Plantagenet, por favor, vaya concluyendo.

La señora diputada PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ: Ya acabo, señor presidente.

Bueno, pues tan solo reciben beca mil noventa y una personas de la comunidad autónoma. Y ¿sabe cuánto es la cuantía de la beca de media?: veintisiete mil cuatrocientas pesetas. Con veintisiete mil cuatrocientas pesetas, una persona mayor, ¿cómo puede exigir, cómo puede demandar calidad asistencial en un centro del mercado?

Yo creo que es patente que en la realidad que pregona el gobierno existe una visión contraria a la realidad, a lo que existe, a lo que viven nuestros mayores, a lo que viven nuestras familias, a lo que están denunciando los trabajadores y los sindicatos, a los recursos existentes. Por eso le preguntamos cuál va a ser, si va a tener algún tipo de cambio de política para poder aportar una calidad residencial y de atención a aquellas personas mayores ingresadas en los centros de la comunidad de Aragón.

Gracias, señor presidente.

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Muchas gracias, señora Plantagenet.

Señor consejero, puede usted responder.

El señor consejero de Salud, Consumo y Servicios Sociales (LARRAZ VILETA): Gracias, presidente. Señorías.

Permítame en primer lugar que manifieste mi rechazo a la expresión «deficiente atención» que se formula en el título de la presente interpelación, aunque no está en la interpelación misma. Una cosa es denunciar alguna deficiencia o posibles deficiencias en algún servicio y otra bien distinta es poner en tela de juicio la atención a los mayores en la comunidad autónoma.

Y una segunda salvedad. Usted me pregunta cuál va a ser la política de calidad en la atención y cuidados de las personas mayores dependientes ingresadas en los centros residenciales de la Comunidad Autónoma de Aragón, y le voy a contestar cuál es la política de calidad porque la preocupación de la política de calidad ha sido primordial en el departamento y le voy a explicar cómo lo estamos haciendo.

Todo el resto de lo que usted ha dicho en esta primera intervención, en la que hay algunas cosas muy redondeadas, los ha redondeado usted excesivamente, lo guardaré para la segunda intervención y le contestaré a algunas inexactitudes que me parece que hay en su exposición y que yo pienso que se las debo aclarar. Y me va a permitir en esta primera intervención exclusivamente responderle a lo que usted me pregunta, que es de calidad, no de cantidad, sino de calidad.

Ya sabe usted, porque lo tiene en sus manos y supongo que lo habrá revisado, que existe un documento, y presentado por este departamento, como tiene por costumbre hacer, un documento estratégico antes de empezar a trabajar, que es «La atención a la dependencia en Aragón», es un plan estratégico que va del año 2001 al año 2006, en el que definimos cuál es la atención a la dependencia, la atención a nuestros mayores fundamentalmente. Y en este documento existe lo que es la atención integral y personalizada, existe la valoración de los cuidados informales, la evaluación continuada sobre el método de trabajo y la calidad de las actuaciones.

En la misma definición de atención a la dependencia consideramos la calidad y la supervisión como parte integrante esencial de este plan. Y, en relación con los centros para las personas mayores, para las personas dependientes, se dice textualmente: «Los centros residenciales para personas mayores dependientes han de garantizar una atención especializada y cercana al modelo de vida anterior de las personas que están en ese momento ingresadas y tienen que estar equipados para dar respuesta a cada uno de los grados de atención que cada persona necesita».

Se pretende, naturalmente, que cada persona mayor reciba la atención específica a su necesidad y que su calidad de vida disminuya lo menos posible respecto a la situación que tenía antes del ingreso, de manera que se den, como digo, respuestas diferentes a diferentes necesidades. Y, para asegurar que se cumplen estos objetivos, cada centro elabora un plan de cuidados personalizado que se desarrolla a lo largo de la estancia que esa persona tiene en el centro en el que ingresa, y con el objeto exclusivamente de mantener lo más posible las capacidades físicas y psíquicas. Este plan se coordina con el Plan de salud con los centros de salud que están cercanos o que pertenecen a la zona de salud en la que los centros de mayores están ubicados.

Y la calidad de atención viene definida por la cartera de servicios que el Plan de la dependencia, que yo creo que usted conoce muy bien, señala para todas las residencias sociosanitarias. Y en esa cartera de servicios están los servicios sociosanitarios, la atención sanitaria y la rehabilitación, con fisioterapia, terapia ocupacional, los servicios psicosociales, con atención psicológica, formación, apoyo a cuidadores y fomento de las relaciones entre los residentes de animación sociocultural, promoción, y, además, educación para la salud.

Según este Plan estratégico de los centros residenciales para las personas mayores, se deben impulsar, además, las relaciones entre los usuarios con la familia y el entorno y formar a personas de estos centros para desarrollar las funciones propias de la atención sociosanitaria.

El Plan también establece un sistema de acreditación de centros que permita definir cuáles son susceptibles de integrarse dentro de la red de centros y servicios sociosanitarios de la comunidad, con el objetivo de alcanzar unos niveles de calidad más elevados en la prestación de la atención.

Se crea un comité de responsables de la acreditación de centros y servicios sociosanitarios. Hay una serie de normativas que están pendientes de hacerse, yo le explicaré cómo las estamos haciendo y cuándo van a ver su luz. Y, además, el Plan establece implantar en los centros residenciales un sistema de información sobre la calidad de los servicios que permita continuamente mejorar las prestaciones que se están dando en los servicios.

Existe lo que se llama «el conjunto mínimo básico de datos», aplicado a los centros sociosanitarios, más conocido por las siglas RAI, que usted conoce perfectamente –simplemente las siglas de su expresión anglosajona, que yo no voy a repetir–, y que está orientado a la evaluación de los planes de cuidados de los residentes en los centros. Y, por otro lado, el coste de acreditación de centros y remodelación de plazas de válidos en asistidos va a suponer un aumento siempre en la ratio del personal por plaza, lo que va a redundar en el futuro en mejorar la calidad asistencial. Personal por plaza que, como usted sabe, los dispositivos a los que se ha referido y ha expresado en Huesca, Zaragoza y Teruel pertenecientes al Gobierno de Aragón dobla en ratios al que tienen las residencias privadas, como usted conoce perfectamente. Por lo tanto, si usted, en cuanto a estos trabajadores que tenemos en la pública con el doble de ratios, incluso más del doble en algunos centros, habla del burn out, le recomiendo que busque una expresión en inglés muchísimo más dura para los centros privados porque tiene la mitad de ratio. Y no digo que en alguno de los centros sea suficiente, probablemente debemos mejorar la ratio en algunos centros en los que los porcentajes con arreglo a ese RAI de que estamos hablando de personas asistidas sean superiores a los que tienen en algunos centros privados. Pero usted sabe también perfectamente que ya hay centros privados con bastante solera, de muchos años, que, en cuanto a las personas que tienen ingresadas, van teniendo cada vez más personas asistidas y, sin embargo, las ratios siguen estando muy por debajo de las del sistema público.

De cara a garantizar todo esto de lo que le estoy hablando y que está recogido desde el principio en los planes, en las residencias de titularidad pública, en las dependientes del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, se han establecido por este instituto para el año 2002 por primera vez acuerdos de gestión con todos y cada uno de los centros, por escrito, y en dichos acuerdos se recoge tanto la financiación como la actividad que van a realizar. Y en esos acuerdos que se firman con cada uno de los directivos de los centros públicos se concreta la política de calidad que se fija para cada centro así como el sistema de documentación y de información para el seguimiento de los programas de calidad que se aplican en cada uno de los centros.

Y estos acuerdos incluyen índices de calidad, un sistema de información y documentación que incluye desde la historia individual hasta registro de entrevistas con familiares, caídas de los residentes, etcétera, cualquier tipo de incidencias que afecten a la calidad; la exigencia de suministrar también a la dirección provincial información detallada de la evolución de los residentes, y para eso existen anexos en el propio contrato de gestión o acuerdo de gestión, para que eso siga adelante. Y, por ponerle un ejemplo, en los indicadores de calidad, por no alargar la intervención, sobre los que se debe remitir información puntual a la dirección provincial, a cada dirección provincial, está el número de residentes con úlceras por presión; número de residentes con plan individual que incluya valoración y actuaciones en el ámbito físico, psíquico y social; número de residentes asistidos con plan individual de rehabilitación y fisioterapia; número de residentes asistidos con plan individual de terapia ocupacional, psicoestimulación y estimulación; número de voluntarios internos que tiene el centro; número de voluntarios externos; número de caídas que requieren reducción de actividad coyuntural o permanente... En fin, todo lo que sirva para valorar cómo está el centro en el año en que hemos empezado con este sistema de información y años anteriores.

Lo que le quiero decir es que sobre el Plan de la dependencia 2001-2006 ya estamos aplicando sistema de información y acuerdos de gestión que se puedan valorar, con unos indicadores muy claros que nos sirvan para irlos comparando año a año e ir mejorando con ese plan de calidad lo que realmente se pueda hacer a lo largo de esa temporada 2001-2006. Ya hemos empezado a aplicar ese plan, estamos trabajando en ello, este año es el primer año de los acuerdos de gestión con cada uno de los directivos, y seguiremos en esa línea trabajando.

Nada más. Muchas gracias.

Gracias, presidente.

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Muchas gracias, señor consejero.

Señora Plantagenet, su turno de réplica.

La señora diputada PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ: Gracias, señor presidente.

Señor consejero.

Yo creo que ha sido muy concreta la pregunta de mi interpelación: le he preguntado cuál va a ser –esta es la pregunta– la política de calidad en la atención y cuidados a las personas mayores dependientes ingresadas en los centros residenciales de la comunidad de Aragón. Por ello, en todos los centros en los que usted es responsable: los suyos propios, los de los ayuntamientos, los mercantiles y los que pertenecen a entidades sociales.

Y la calidad sí que va unida muchas veces a la cantidad, y, evidentemente, va unida al precio que usted le aplique, y va unida a veces a las fórmulas de gestión; aunque no siempre es lo más importante la fórmula de gestión, sí que va unida. Usted se me ha ido por muchos derroteros (de fórmulas de gestión, de plan de atención...), yo ahora voy a intentar concretárselo.

Yo no puedo por menos que realizar la primera puntualización. A lo mejor no me expreso correctamente pero, cuando hablo de plazas suyas, yo sé que no son suyas personalmente, son de la DGA, son del Gobierno de Aragón, pero el dinero que se está recibiendo pertenece a los presupuestos generales del Estado y usted actúa como gestor del servicio público, y por eso tenemos que pedirle cuentas de esa actuación en el ejercicio de la responsabilidad que usted tiene en este momento, que a lo mejor en otro momento puede no tenerla.

Pero, desde que usted asumió la consejería en el inicio de esta legislatura ha tenido exclusivamente competencias en materia de política social y en el SAS, que era un órgano que estaba preparado para recibir las transferencias sanitarias. En cambio, hemos visto que en estos tres años, casi tres años que llevamos, no hemos tenido unas soluciones reales, señor consejero, y realistas para solucionar la carencia existente. Estamos en una auténtica crisis asistencial debido al envejecimiento que estamos teniendo. Mire, hoy por la mañana hay una reunión en una sala contigua, en la sala Goya, en la que habla del envejecimiento una empresa privada; todo el mundo está muy preocupado por la situación de Aragón dado el problema del envejecimiento. Está diciendo todo el mundo que somos la comunidad autónoma más envejecida, una de las más envejecidas de Europa, lo dicen tanto números relativos como números absolutos. En cambio, el PSOE nos está presentando unas respuestas etéreas, yo le tengo que decir que son etéreas, como es el Plan de atención a la dependencia, palabras biensonantes, como son plazas sociosanitarias, centros sociosanitarios polivalentes, la calidad como valor añadido, la calidad asistencial, el RAI 1 y RUG 2... En fin, todo ese tema que es muy importante pero es etéreo.

Yo creo que usted no tiene una política real para atender a las personas mayores y está desbordado, y está planteando, que es lo peor, unas políticas divergentes con la realidad, o sea, la realidad tiene que ir por un sitio, y es así, y usted plantea unas políticas de solución, que yo voy a intentar explicar, divergentes con la realidad. Las soluciones que el PSOE está proponiendo son preciosas e ideales en un mundo de los sueños pero muy alejadas de la realidad.

Nos habla de reconversión de plazas de válidos en asistidos. Muy bien, ¿la reconversión es pico y pala? ¿Es remodelar la habitación de un anciano que por el tiempo, evidentemente, necesita un mantenimiento? Porque en ningún caso me ha hablado de aumentar personal de atención, y lo que se necesita para atender a un anciano es personal, y usted de eso no me habla.

Por otro lado, me habla de construcción de plazas, me habla del Plan metropolitano y me habla de Torrero, Actur, Delicias y Oliver, con una inversión de casi diez mil millones de pesetas. Ya le he dicho que muy largo me lo fía en la construcción de residencias, cinco a diez años, pero tenemos ejemplos: residencia de Belchite, en un ayuntamiento, recibió la primera subvención de la DGA en 1988, aún no ha sido terminada; residencia de Calamocha, 1997, aún no ha sido terminada. Y usted quiere empezar a construir otras residencias en Zaragoza, y de cinco a diez años es un largo plazo, pero para la crisis asistencial que tenemos nada.

Por el contrario –yo le he enseñado este mapa, que son datos de la DGA–, donde quiere construir plazas residenciales, señor consejero, es en la ciudad de Zaragoza, que es donde más hay, mientras que en el resto de la comunidad autónoma hay carencia de residencias. ¿Por qué lo público no incide en gestionar y en construir residencias, que también construyen con ayudas, en el resto y no concentrarse exclusivamente en la zona metropolitana?

Pero yo le voy a decir otra cosa, está favoreciendo lo que se denomina «la migración interior», las personas mayores van a migrar a esas residencias públicas que usted va haciendo, los hijos atraerán hacia sí a las personas mayores. Y es más, yo creo que está situándose muy contrariamente a lo que es la política de comarcalización que tiene el Gobierno. La política de comarcalización es potenciar los recursos comarcales en la zona próxima o donde están, y usted lo que está intentando es alejarlos y traerlos a la zona donde más tienen.

Pero, además, yo creo que está alejado de lo que es la política demográfica del Gobierno, del plan de demografía, de lo que sería incrementar los puestos de trabajo y de asentamiento, sobre todo de mujeres, porque usted sabe que en las residencias de ancianos trabajan muchísimas mujeres. Porque, señor consejero, en el hipotético caso de que esas mil plazas de residencia se crearan, la ratio que exige la comunidad para trabajadores alcanza a quinientas personas. ¿Usted sabe lo que serían quinientos puestos de trabajo en toda la comunidad de Aragón en vez de concentrarlos exclusivamente? Esto es una política de futuro.

Pero es más, vamos a los ayuntamientos, a aquellos ayuntamientos que están construyendo residencias y que tienen auténticas dificultades para sacarlo adelante. Tenemos contradicciones muy importantes, señor consejero.

En todo Teruel, por ejemplo –que sería una política de concentración de plazas en los ayuntamientos o aquellas residencias que están construidas por los ayuntamientos–, ya le he dicho anteriormente que usted tan solo ha concertado catorce plazas en la residencia de Cedrillas. En cambio, usted no concierta plazas en la de Alframbra, cuyo alcalde manifiesta que tiene auténtica dificultad para poder abrir esa residencia. Pero por no decirle la del ayuntamiento, ¿por qué usted no concierta plazas con las Hermanitas de los hermanos desamparados, que están soportando una carga asistencial de ciento sesenta y dos personas mayores?

Vamos a Huesca. Tiene tan solo concertadas ciento treinta y cuatro plazas; sesenta y cuatro pertenecen al hospital de Jaca, el resto no concierta plazas.

Pero vamos a Zaragoza, que es donde usted dice que hay una gran deficiencia de plazas residenciales. Solamente concierta doscientas cuarenta... perdón, y en la capital tan solo cincuenta y dos, o sea, doscientas cuarenta en toda la provincia y tan sólo cincuenta y dos. Si hubiera tanta necesidad de plazas residenciales, lo que tendría que hacer el Gobierno de Aragón sería concertar plazas rápidamente para poder solventar la crisis asistencial que tenemos y las siete mil plazas que tenemos.

Pero es más, señor consejero, nosotros creemos también que la calidad de lo público tiene que ver con acelerar y concluir obras iniciadas, y sobre todo que los conceptos de eficacia y eficiencia tienen que ver con una rentabilidad del dinero público. Y usted sabe que nos encontramos con una contradicción muy importante: Sádaba, dificultad, y el pobre alcalde se está viendo... sé que le acaban de dar una subvención pero tiene dificultades para poder acabar; por el contrario, al lado, Ejea de los Caballeros, se inician unas obras muy importantes de un centro sociosanitario, tan solo a diez kilómetros. Señor consejero, ¿hay intereses partidistas o realmente hay una querencia para querer solucionar un problema que estamos teniendo, que es de atención?

Y yo voy a hablar de la responsabilidad de inspección. Usted me habla de esas plazas residenciales que hay que inspeccionar, y hay que ver si se cumplen los mínimos de calidad. Usted sabe que no se están cumpliendo esos mínimos de calidad, que no hay personal para valorarla, que, además, ese 56% de plazas residenciales no están cumpliendo los mínimos administrativos y burocráticos, que no están…

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Señora Plantagenet, vaya concluyendo, por favor.

La señora diputada PLANTAGENET-WHYTE PÉREZ: Ya voy concluyendo, señor presidente.

Lo que es inconcebible en muchos casos es que hay ancianos a los que incluso se les deniega la beca por parte de la DGA, esas míseras veintisiete mil cuatrocientas pesetas, porque la residencia no cumple la legalidad permitida.

Señor consejero, no ha puesto en marcha ningún criterio, ningún decreto para poder acreditar esos centros que tiene para poder concertar plaza, los centros no tienen acreditación. O sea, lo que usted me habla del RAI y del RUG, que los conozco muy bien, que tan solo se han puesto en marcha en Cataluña y en Galicia, y que antes de llegar a esos extremos han tenido y han puesto en marcha otros sistemas de valoración mucho más concretos, realmente nos está dando soluciones que son falacias. Yo creo que hay que reflexionar. Señor consejero, vamos a presentar una moción respecto a esta interpelación y le pido que la valore en su medida. Los mayores que tenemos en la comunidad autónoma son prisioneros de sus enfermedades, de su incapacidad, pero tenemos que manifestar que están siendo maltratados por la Administración y vilipendiados por la sociedad. Y ante esta situación yo no puedo más que sugerirle que cambie y que articule un mecanismo de urgencia ante la situación en la que nosotros nos encontramos.

Y ya termino, señor presidente. No pido más que un poquito para leerle al señor consejero dos frases del último informe del Justicia de Aragón, al que usted tiene acceso, le iba a leer varias pero se lo voy a reducir: Una residencia mercantil en la cual los ancianos pagan de ciento treinta y siete mil pesetas a ciento sesenta mil pesetas al año. Tiene una capacidad para treinta y dos plazas, están ocupadas todas en el momento de la visita. Estas plazas se distribuyen en catorce habitaciones: tres individuales, ocho dobles, tres triples, una quíntuple y una séxtuple. En estas dos últimas se han dispuesto mamparas de separación, que no alcanzan la altura libre de las habitaciones, con el fin de preservar la intimidad de los usuarios. La edad de los residentes oscila entre sesenta y noventa y cinco años. Hay seis ancianos que disfrutan de becas concedidas por la DGA.

¿Cómo controla, señor consejero? ¿Están vilipendiados por la sociedad? ¿No lo están? Esta mañana, en la SER, podía escuchar a una diputada de su grupo parlamentario manifestar una queja porque los presos de la cárcel de Zuera tenían que compartir habitación. Yo no sé lo que puede suponer para un anciano aragonés que ha trabajado por esta comunidad autónoma tener que compartir una habitación, sin intimidad, con seis plazas compartidas, señor consejero.

Nada más y muchas gracias.

El señor vicepresidente segundo (PALAZÓN ESPAÑOL): Muchas gracias, señora Plantagenet.

Señor consejero, su turno de dúplica.

El señor consejero de Salud, Consumo y Servicios Sociales (LARRAZ VILETA): Gracias, presidente.

Señorías. Señoría.

Me gustaría puntualizar algunas de las cosas que dice usted sobre los mayores. Ni están maltratados ni están vilipendiados, por favor, no diga usted semejantes adjetivos. Yo creo que muy pocos mayores de esta comunidad autónoma estarían de acuerdo con las palabras que usted está diciendo aquí.

Mire usted, la financiación de los temas sociales ya no depende de Madrid, depende la mayor parte de ella de los impuestos de los aragoneses con el nuevo modelo de financiación que tenemos. Y debo decirle que, a pesar de tener las competencias sociales, todavía el Gobierno central se guarda algunos ases en la manga, de los cuales dependemos en financiación las comunidades autónomas, como usted muy bien sabe y no verbaliza en su intervención.

En primer lugar, el Plan concertado. Usted sabe que el Plan concertado es una financiación del Gobierno central, y, aun teniendo las competencias el Gobierno de Aragón, depende del dinero que pone el Gobierno central en ese Plan concertado. Y ese Plan concertado tiene que ver con mayores, menores, inmigrantes, etcétera. De manera que el Gobierno central todavía sujeta ese asunto. Este consejero ya ha expresado su repulsa a que eso siga manteniéndose puesto que, si tiene el Gobierno autonómico las competencias sociales, debería tener las competencias en materia de financiación.

No le quiero hablar de otras cosas que se reserva el Gobierno central que también tienen que ver con lo social. Por ejemplo, los famosos viajes del Imserso. ¿Por qué se guardará el Gobierno central la financiación de los viajes, vacaciones, etcétera, de los mayores? También hemos reiterado en multitud de ocasiones que, por favor, nos devuelvan esa competencia porque quiere el Gobierno de Aragón, tener esa responsabilidad. No sé qué de bueno le da al Gobierno central mantener esa otra competencia.

Y, por completar un poquito la financiación, les añadiré otra de las cosas que se guarda el Gobierno central, y es el 0,5, el IRPF. Cuando usted pone una crucecita en su declaración de la renta, ¿verdad?, cuando pone la crucecita el dinero va a parar a la Iglesia y, cuando no la pone, se lo queda el Gobierno central: seiscientos y pico millones en Aragón todos los años que luego reparte entre entidades; que, si hiciéramos el listado, usted vería las que tienen relación también con la Iglesia y las que no tienen relación con ella, y probablemente vería usted unos porcentajes bastante inclinados en el lado de la balanza hacia lo no laico, por no explicitar más.

De manera que tenemos las competencias sanitarias, las competencias sociales, pero una gran parte de ellas las financia el Gobierno central, y, naturalmente, el financiarlo le obliga a tener también una parte de la responsabilidad de cómo están las cosas.

Hay otras cosas que tampoco termina usted de puntualizar. Por ejemplo, me está hablando de la construcción de mil plazas y usted se está refiriendo a que por qué las hacemos en Zaragoza. No, tiene que leerse más despacio ese libro, esas mil plazas no están en Zaragoza, esas mil plazas son periféricas, fuera de Zaragoza. En Zaragoza existe, aparte de la construcción de esas mil plazas, el Plan metropolitano al que usted se refiere, en el que hay seiscientas plazas que vamos a construir para grandes asistidos, que es el déficit fundamental que tiene Zaragoza capital. Porque, como usted sabe, más de la mitad de la población está en Zaragoza capital y gran parte de las personas que trabajan se traen a sus familiares muchas veces desde la zona rural, se despuebla la zona rural y Zaragoza capital gana un poquito en población, no mucho tampoco en los veinticinco últimos años, gran parte de las personas con grandes dependencias están en Zaragoza situadas. Y, por supuesto, no hay ninguna crisis –usted habla de gran crisis de...–, no hay siete mil personas esperando de ninguna manera.

Mire usted, estamos depurando el listado que tiene la comunidad autónoma de personas dependientes esperando una plaza, estamos organizándolo. Y ya le anuncio que –primero, la lista no era de siete mil personas, pero, bueno... casi la mitad– solamente en el primer trabajo de depuración que hemos hecho con entrevistas a cada una de las personas que lo había solicitado –hacía más de ocho años que no se depuraba la lista, o sea, que hay responsabilidades largas en el tiempo–, solamente en el primer trabajo que hemos hecho se ha reducido a la mitad el listado. En todo caso, cuando la tengamos depurada no tendré ningún inconveniente en pasarle una nota de cuál es el volumen real para que nosotros podamos adaptar las necesidades a lo que realmente tenemos.

Respecto a lo que ha originado la pregunta que usted ha hecho, que es un problema que denunciaba UGT, UGT lo que denunciaba básicamente era la dificultad en las sustituciones de las personas de baja y en vacaciones, y ese es un problema que se ha solucionado y que depende fundamentalmente de la infraestructura de la propia comunidad autónoma y no exclusivamente del departamento. Pero yo asumo esa responsabilidad y le digo que trabajando con todos los responsables en ese aspecto hemos conseguido normalizar de alguna manera ese tipo de sustituciones, que a veces cuesta muchísimo el hacerlas, y creo que debemos mejorarlo. Por lo tanto, en parte sí que les doy la razón.

Y respecto a la residencia de Teruel, no diga usted que no reacciono. No, a los cinco días estaba yo personalmente en Teruel, en la residencia, reuniéndome con el comité de empresa, con los trabajadores, con la dirección del hospital, etcétera. O sea, que me podrá usted criticar el que alguna cosa no salga bien, pero, sobre encarar los problemas, yo creo que desde el departamento se encaran siempre de frente todos y en el tiempo más rápido posible. Tenga usted en cuenta que el departamento es muy extenso, que somos un tercio del presupuesto de la comunidad autónoma, y a veces no lo hacemos con toda la rapidez que sería deseable.

Más o menos nos sentimos responsables, naturalmente, de todas las residencias. Y lo que sí le puedo decir es que, ante el crecimiento de residencias privadas que ha habido últimamente en Zaragoza capital, exclusivamente en Zaragoza capital, nos inste solo a poner dispositivos fuera de Zaragoza porque yo creo que también tenemos responsabilidad en Zaragoza capital, aunque las privadas no se establezcan, como usted sabe, fuera de Zaragoza capital, están el 90% de las plazas privadas en Zaragoza capital.

Ante el volumen de quejas, denuncias y reclamaciones de índole muy variada de este sector fundamentalmente, hemos hecho una actuación protocolizada. Usted decía que no existía; sí, existe un protocolo hecho para todos los casos, independientemente del origen como el motivo de las reclamaciones, y antes de siete días se hace la investigación-actuación y la tramitación se realiza antes de dos meses desde la llegada de la misma al servicio. De manera que en este año 2001 lo hemos hecho prácticamente en un 90%, hemos finalizado cincuenta y tres investigaciones, en ocho de las cuales ha habido un procedimiento sancionador indicado, entre ellas una de las residencias que usted indicaba en su intervención con toda la razón. Y le puedo decir que hemos realizado un esfuerzo muy considerable en el seguimiento y en la inspección de todos los centros, y más teniendo en cuenta que en Aragón existen más de seiscientos cincuenta centros sociales que debemos inspeccionar. Y yo estoy de acuerdo con usted en que el servicio aludido, que estamos en trámites de que se incremente el número de personas, quizá no tiene el número suficiente de técnicos y de inspectores para poderlo realizar.

Y en los próximos meses esperamos aprobar varios decretos que regulan estos criterios de calidad a los que me he venido refiriendo en toda mi anterior intervención, y que van a ser no solamente para los mínimos requeribles en residencias públicas, sino también en la titularidad privada. Y en la elaboración de estos decretos que estamos haciendo desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales están participando entidades sociales y representantes también del sector de residencias privadas.

Nada más y muchas y gracias.

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